Chapter Text
El realmente sabía que eso iba a pasar, después de todo, ¿Cómo el director de una academia tan importante como Beacon no se daría cuenta que falsificas tus transcripciones para entrar?, sin embargo, pensó que no hacía daño intentarlo de todas maneras, incluso si el resultado obvio es que no lo aceptaron.
Se sintió decepcionado, y no iba a negar que dolía mucho, pero podía entenderlo, sería muy peligroso dejarlo a él entrar teniendo en cuanta que ni siquiera sabía como blandir correctamente una espada.
Aun así, eso no quitaría la sensación de dolor, se había esforzado tanto, a tal punto de hacer cosas no muy legales con tal de entrar, pero aun así, fallo.
Aunque, suponía que se lo merecía, después de todo, si ni siquiera pudo entrar a las academias por no ser apto, ¿realmente tenía alguna chance de destacar en Beacon?, incluso si le hubieran aceptado la falsificación.
No lo sabía realmente, y es probable que nunca lo supiera.
Al final, terminó consiguiendo un pequeño apartamento con el dinero que trajo y un trabajo en una tienda de dust, pensando en que talvez nunca podría ser un héroe como su familia.
-ugh, esto realmente apesta, menos mal que nadie de mi familia sabía lo que iba a hacer, o ya me habrían arrastrado de vuelta a casa-. Murmuró un cansado Jaune Arc, mientras se levantaba de su cama, y se dirigía a su pequeña cocina a prepararse un desayuno.
Nada pesado, solo algo de cereal Pumpkin pete con leche, y una vez desayunado, darse un baño, lavarse los dientes y finalmente arreglarse, para ir a trabajar, su ropa no era nada ultra caro, solo sus jeans, una camisa negra y una chaqueta verde en la parte de arriba hasta la mitad y negra en el resto, la había comprado para tener algo más que usar, después de todo como civil, no podía andar a donde fuera con su armadura.
Una vez hecho, saldría de ahí rumbo al trabajo, una tienda de dust a unas cuadras de donde vivía.
-Ya llegue señor Thompson-. Dijo jaune, mientras entraba a la tienda, en la recepción, un hombre mayor, de alrededor de 50 años, pelo castaño, blanco y ojos negros, alzaría la mirada y sonreirá.
-ah, Jaune, gusto en verte muchacho, ven, necesitare tu ayuda, acaban de llegar las nuevas cajas con dust, ayúdame a organizarlas en el mostrador-. Hablo el señor Thompson, a lo que Jaune respondería con un si, antes de que ambos comenzarán a sacar, ordenar y luego colocar en su lugar el dust respectivo de cada tipo.
Sinceramente, al rubio aún se le dificultaba un poco distinguir algunas de las variantes menos comunes del dust, pero había estado mejorando bastante rápido.
Una vez terminado el arreglo, abrirían la tienda y empezarían a atender a los clientes, los cuales habían aumentado bastante últimamente, gracias en parte al aumento de robos a tiendas de dust en todo Vale, por lo que, como hasta ahora esa tienda no había sido tocada, se había vuelto un lugar recurrido para los compradores de dust locales.
-Jaune, hijo, ¿puedo hacerte una pregunta?-. Hablo el señor Thompson mientras despedía a un cliente.
-¿que paso señor Thompson?-. Pregunto Jaune con intriga, a lo que Thompson lo miraría.
-que te pasa hijo?-. Pregunto, a lo que Jaune solo lo miro extrañado.
-a que se refiere señor?-. Dijo Jaune, sin saber exactamente a lo que se refería su jefe.
-es simple, cuando algún cazador entra, puedo ver como tus ojos los miran, tristeza y hasta un poco de envidia a veces, ¿esta todo bien ahí?, ¿acaso tuviste algún problema con alguno de ellos?-. Pregunto el señor Thompson, notándose un poco la intriga en su voz, después de todo, incluso si apenas llevaba poco mas de 2 meses ahí, a él le agradaba bastante el chico, podía a simple vista saber que era un chico de buen corazón, por lo que no podía evitar preguntarse que le podría haber pasado a un chico tan alegre para que pusiera de esa manera..
Ante la pregunta, Jaune se congelo, no sabiendo como responder, y sin estar seguro si sería lo correcto decirle o no, después de todo, no le había dicho nada a nadie, ni siquiera a su familia, así que se decidiría por decir una media mentira.
-es... complicado, yo siempre eh soñado con ser un cazador, un héroe como mi familia, sin embargo, creo que es algo obvio que no estoy listo-. Dijo medio en broma lo último para no sonar demasiado decaído y que el señor Thompson pudiera pensar que aún seguía ocultado algo.
-entiendo, muchas veces solemos tener ideas que lastimosamente no podemos lograr cuando queremos, a veces no por falta de esfuerzo, simplemente porque no se dieron las condiciones, sin embargo, no por eso debes desanimarte, siempre habrá una oportunidad de ser lo que quieres, mientras lo sigas intentando-. Dijo el señor con gentileza, a lo que Jaune asentiría mientras sonreía, realmente fue reconfortante escuchar eso.
-gracias señor Thompson, me siento mejor-. No era una mentira, el realmente se sentía algo mejor después de sus palabras, aunque aún no sería suficiente para sacarle todas esas malas emociones, ya que siendo sinceros, no es como si del cielo le cayera la oportunidad ser lo que siempre quiso.
-no hay problema Jaune, sabes?, creo que deberías hacer algo para relajarte-. Comento el señor Thompson, haciendo que Jaune alzará una ceja.
-eso cree?, digo estoy bien y aun hay trabajo que hacer-. Dijo, un poco dudoso.
-esta bien, y no me refería a ahorita sino más tarde, mañana iba a visitar a mi hija por el nacimiento de mi nieta, por lo que no habrá trabajo-. Respondió, sorprendiendo un poco a Jaune de que su jefe fuera abuelo.
-vaya, ¡eso es genial señor Thompson!, aunque entonces, ¿Qué me recomendaría hacer?-. Pregunto, ya había pensado en simplemente jugar videojuegos y leer cómics todo el día, pero talvez su jefe podría darle alguna opción más.
-bueno, tengo una idea, en el distrito este, hay una zona fuera de los muros que es usada para acampar, no te preocupes, todos los días algunos cazadores limpian a los Grimm cercanos por lo que es seguro para estar, te vendría bien ir por una noche, créeme, las vistas son geniales, el aire es limpio y no está lleno de tecnología por todas partes-. Dijo, soltando un gruñido al final, y haciendo que Jaune se tenga que aguantar una pequeña risa, su jefe era como esos señores mayores que te dicen que la tecnología apesta y que en su época todo era mejor.
Lo dudaba, no sabía como podía existir un mundo sin videojuegos y Dustnet, sería asquerosamente aburrido.
-si, suena buen, solía ir de campamento con mis padres y hermanas cuando era más pequeño, así que estaré bien-. Respondió, no viendo el daño en disfrutar de una noche al aire libre, ya tenía su saco de dormir que había conseguido para el primer día en Beacon, pero como lo rechazaron, sería una buena manera de hacerlo útil, incluso una tienda de acampar pequeña vendría bien, aunque no tenía mucho dinero.
-talvez, podría pedirle a papá un poco-. Pensó, no estaba seguro de si aceptaría, pero no perdía nada intentándolo, por lo que al final decidió hacer eso.
En el vacío del espacio...
Si fuera posible escuchar en el espacio, entonces en ese momento cualquier ser vivo estaría escuchando explosiones y disparos por todas partes, y como no, ya que en ese momento una gran batalla entre 2 naves espaciales se estaba dando, aunque era bastante claro que una llevaba la ventaja, en especial cuando la comparabas en tamaño con su enemigo, que era apenas una fracción de su tamaño.
Sin embargo, a pesar de eso, la pequeña nave no sólo era capaz de esquivar, sino también de contraatacar, habiendo provocado daños en la estructura de la nave enemiga.
-daño severo, 20% sistemas de armas funcionando-. Un robot hablo, mientras observaba el estado de la nave y le daba un reporte a su amo, una criatura alta, y humanoide con algo similar a tentáculos en donde debería estar su barbilla.
-Llegue muy lejos para esto, ¡el omnitrix será mío!, ¡y ninguna criatura en la galaxia me detendrá!-. Exclamo el ser, mientras la batalla alienígena continuaba.
En Remnant..
-¡gracias papa!-. Respondió Jaune mientras colgaba la llamada de su pergamino.
Había llamado a su padre para preguntarle acerca de darle un poco de dinero para comprar una tienda de acampar, sorprendentemente había aceptado, alegando a que estaba feliz de hacerlo si eso significaba que su hijo finalmente se despegará de sus videojuegos por 1 día.
Eso lo había ofendido un poco pero se quedó callado, y en lugar de eso, decidió dirigirse a un cajero automático para retirar el dinero, y después de buscar por una horas, encontró una pequeña pero acogedora tienda de acampar, suficiente para 1 persona, así como de paso, sacar algo más de ropa.
Ya llegando la tarde, tendría una mochila con todas las cosas que necesitaría para pasar la noche, y salió rumbo al distrito este donde el señor Thompson le había dicho que se encontraba aquella zona de acampar.
La caminata había tardado un par de horas, pues había decidido no gastar dinero en taxi, lo que hizo que llegara alrededor de las 5 de la tarde, sin embargo el lugar estaba abierto 24/7 así que no se preocupo.
Saliendo de los muros por una zona bastante vigilada, encontraría una pequeña cabaña, donde estaba el guardabosques, el cual además de las advertencia de cuidar el lugar, evitando crear un incendio, cortar arboles o dañar a la fauna local, también le darían un mapa que detallaba algunos puntos de interés, además del límite de la zona segura, y un lugar que era el campamento principal, donde iban familias, excursiones, etc. Teniendo cabañas para dormir, estacionamientos y tiendas, y aunque técnicamente todo el territorio era para acampar, normalmente pocas personas eran como el y decidían acampar en la naturaleza.
Horas más tarde, ya había establecido un campamento en una pequeña explanada, que tenia muy bonitas vistas de una cadena de montañas a lo lejos, y que como estaba a un par de kilómetros del muro, no había contaminación lumínica que evitará que pudiera apreciar el cielo estrellado y la brillante luna rota.
-me pregunto, ¿Qué debió haber pasado para que la luna se rompiese?, o talvez, simplemente se formo mal como dicen los científicos-. Pensó Arc mientras apreciaba el cielo acostado en césped cerca de la hoguera que creo.
-Creo que iré a caminar-. Hablo a nadie en particular, mientras se ponía de pie, estirándose y provocando que sus hueso crujieran, sintiendo la fresca brisa golpearle todo el cuerpo, relajándolo.
-que linda noche... el señor Thompson tenia razón, este lugar es refrescante-. Exclamo feliz mientras empezaba a caminar mirando por última vez su mapa para tener una idea de por donde ir, y así evitar perderse.
En el espacio...
-señor, se ha detectado un cambio de energía en los motores, parece ser que esta apunto de saltar al hiperespacio-. Dijo el dron, haciendo que la cara del calamar antropomórfico se contrajeron en una mueca de molestia.
-¿¡QUE?!, ¡no la dejen esca-. En ese momento, fue interrumpido pues la zona donde estaba había sido volada en pedazos por la nave más pequeña, que aprovechando eso, se preparo para saltar al hiperespacio.
Sin embargo, al mismo tiempo que la nave estaba por saltar, la nave gigante disparo un gran rayo de energía que golpeó a la más pequeña al mismo tiempo que entraba al hiperespacio.
En el momento que el rayo impacto la nave más pequeña, casi toda sería destruida haciendo que saliera automáticamente del hiperespacio, apenas habiéndose alejado un par de años luz de su perseguidor, quedando a sólo unos cientos de kilómetros de un planeta azul cercano
En ese momento una pequeña cápsula saldría de los restos de la nave destruida, rumbo al planeta bajo ella.
En Remnant.
-me pregunto cuando saldrá el nuevo cómic de x-ray y vav, el último estuvo increíble, aunque sentí que las cosas parecían un poco apresuradas, solo espero que no termine arruinando todo como otras obras por estar de carreras-. Comento a la nada mientras caminaba mirando las estrellas, y con su mente en las nubes.
No sabía cuánto tiempo había pasado desde que se fue, pero si sabia que lo había gastado en apreciar el ambiente y relajarse para sacarse todas esas malas emociones de encima, fue refrescante, y definitivamente no se estaba arrepintiendo de ir ahí, talvez debería hacer eso más seguido.
-que es eso?-. En un momento, noto como en el cielo algo parecía brillar dejando atrás un rastro de luz.
-¡genial, es una estrella fugaz!, es la primera vez que veo una-. Hablo sorprendido mientras miraba aquel objeto brillante, pensando en sí debería pedir un deseo o no, hasta que noto algo más.
-um... ¿se está haciendo más grande?-. Se pregunto a si mismo, con duda y algo de temor, temor que incremento cuando se dio cuenta que en efecto, no solo se estaba haciendo más grande sino que iba directamente hacia el.
-oh no, ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!-. Con un grito algo femenino, el chico empezó a correr lo más rápido que pudo por donde vino, y solo unos momentos después, la estrella fugaz impactaría a varios metros de donde estado, creando una onda de choque que lo mando a volar unos metros.
-ow!, espero que no deje marca-. Se quejo el rubio, mientras se paraba, prácticamente ileso, excepto por algo de suciedad y un par de moretones en su brazo izquierdo, pues habría sido el que recibió el impacto cuando cayó al suelo.
-ah mierda!, ¿vengo a acampar y casi soy golpeado por un meteorito?, solo mi suerte-. Dicho eso, soltaría un suspiro molesto pero tembloroso, mientras sentía su corazón, que latía rápidamente, empezar a bajar su intensidad, por lo que ya mas calmado, se pararía para ver la destrucción que había provocado el impacto, árboles rotos, un cráter de varios metros de longitud y profundidad y rastro de destrucción de casi 20 metros, no quería imaginarse que hubiera pasado si eso lo hubiera golpeado, probablemente lo habría pulverizado.
-mmh?-. Un sonido confuso saldría de el puesto que al acercarse al cráter para ver el meteorito, notaria que había algo esférico en el medio, aunque el humo que soltaba provocaba que no pudiera identificarlo, y por un momento se pregunto si sería buena idea bajar para revisar o mirar de lejitos.
La respuesta no la dio el, sino el piso donde estaba, que aparentemente, había quedado bastante inestable por el golpe por lo que incluso alguien no muy pesado como el fue suficiente para que se rompiera y mandara al adolescente al cráter, aunque se repondría rápido y ya cerca podría ver lo que había ahí.
-¿que es eso?, es esférico pero no lo reconozco, ¿algún experimento de atlas que salió mal?-. Cuestiono a la nada, aunque no pudo seguir haciéndolo pues la cápsula emitiría un sonido y poco después se abriría y de dentro de ella aparecería una luz verde.
-¿que de-, ¿un reloj?, ¿Qué hace un reloj en.. eso?-. Se cuestiono Jaune al ver el objeto dentro de la extraña cápsula, era grande y robusto similar a un brazalete, era negro con 2 tubos blancos que recorrían el reloj y en el centro, dentro de un anillo negro un símbolo de reloj de arena verde mientras el resto era blanco, a su vez que en el anillo verde en los puntos cardinales 4 puntos verdes se veían, al igual que 2 más grandes arriba y abajo del anillo.
-debería agarrarlo?-. Se pregunto, no estando muy seguro de agarrar algo que no tenía idea de donde había estado, sin embargo su curiosidad era muy grande, atraída por esa hipnótica luz verde que emanaba del extraño reloj, y que parecía aumentar a medida que se acercaba.
Con duda, estiro su brazo izquierdo, aun no sabiendo si sería buena idea o no, sin embargo antes de que pudiera reaccionar, el reloj, como si tuviera vida propia, se abriría y saltaría hacia el brazo de Jaune.
-¡AHHHHHHHHHHH!, ¡QUITENMELO!,¡QUITENMELO!-. En pánico el rubio sacudiría su brazo tratando de que lo soltara, sin éxito, luego agarro el extraño reloj y haría fuerza tratando de que saliera de encima de él, sin éxito de nuevo, por lo que aún en pánico, correría rumbo a su campamento.
No tardo mucho, solo alrededor de 1 minuto de carrera a toda velocidad, y lo primero que hizo fue agarrar el cuchillo que trajo para prepararse un sándwich, y usarlo para tratar de cortar el extraño reloj, solo para sorprenderse al notar como el reloj había quedado intacto luego de varios intentos mientras que el cuchillo había perdido la mitad del filo.
Luego, con una gruesa rama, trato de hacer palanca para sacárselo, pero igualmente fallo cuando la rama de rompió, y finalmente usaría una piedra para golpear el objeto, solo para que la piedra de destruyera en miles de pedazos mientras el reloj quedaba intacto.
-agh!, nada funciona!, ¿¡de que esta hecho esta cosa?!-. Frustrado, se sentaría en un tronco que había arrastrado hasta ahí cuando hizo su campamento y empezó a analizar lo que fuera que tuviera en su muñeca.
-esta bien, veamos que haces, solo por favor, no explotes-. Dicho eso, el joven puso sus dedos en lo que supuso que eran 2 botones verdes, en la parte superior e inferior de la placa frontal y los presionarla, provocando que el núcleo se elevase, y el símbolo de reloj de arena cambiase a un rombo verde a su vez que una figura humanoide apareciera dentro.
-woah!, ¿Qué demonios es esto realmente?, aunque para que negarlo se ve genial-. Curioso, empujaría la placa devuelta a su lugar, pero en vez de desactivarse o cambiar la silueta, una luz verde apareció de él, cegándolo mientras podía sentir a su cuerpo cambiar.
Pudo sentir como se estiraba, y como su cuerpo era remodelado, cambiado, en algo más allá de lo humano.
Al quitarse la luz, donde alguna vez estuvo un chico de 17 años, rubio y de ojos azules, ahora había un ser hecho de fuego y roca volcánica, con aquel símbolo de reloj de arena en su pecho.
-¡AHHHHHHH!, ¡ME QUEMO!, ¡ME QUEMO!-. En pánico el ser empezaría a correr en círculos antes de tirar se al suelo y empezar a rodar para apagarse, al menos por unos segundos, antes de notar como en realidad, no había dolor.
-espera, ¿no estoy en llamas?... no, mejor dicho, ¡yo soy las llamas!-. Ante esa nueva revelación, se pondría de pie y comenzaría a mirarse todo el cuerpo, fascinado de lo que veía, y el como se sentía.
-vaya, me siento genial!, y muy caliente-. Bromeó consigo mismo, mientras se preguntaba que debería hacer.
-jum, no creo que sea buena idea probar lo que puedo hacer en un bosque... aunque podría intentar algo-. Analizando el lugar donde estaba, decidió acercarse de nuevo a su hoguera mirando entre ella y sus manos.
-recuerdo haber leído cómics de superhéroes con poderes de fuego... y haber probado videojuegos con esos personajes también, ¿me pregunto si podre controlarlo?-. Con eso en mente, apuntaría sus manos hacia la hoguera, concentrándose e imaginándose a sí mismo como uno de esos personajes de cómics que podían manipular el fuego, tratando de mover lo a voluntad.
Al principio no paso nada, pero a medida que pasaban los minutos, pudo sentir algo, y al observar miró con asombro como las llamas de la hoguera se extendían de su lugar y se movían hacia donde apuntaba, sin dejar nunca la hoguera.
-esto es asombroso!, ¿podré absorberlas?-. Jalando el fuego hacia el mismo, la llamas entrarían en contacto con su mano y como si estuviera sorprendo agua, serían succionado hasta apagar la hoguera.
-ohohohohohoho!, soy increíble!, además si puedo absorber el fuego, significa que puedo hacer lo que quiera y evitar crear un incendio!, muy bien entonces, ¡Probemos esto!-. Así, poniendo su mano en forma de pistola, fingiría que dispararía hacia un árbol, y en efecto, un bola de fuego pequeña pero potente saldría disparada hacia el árbol, dejando una quemadura en el.
-esto se pone mejor por segundo-. Con una sonrisa de emoción, empezaría a hacer todo tipo de cosas, bolas de fuego, llamaradas, disparos y siempre que pareciera que pudiera provocar un incendio, absorbería rápidamente las llamas antes de que se propagaron más.
Se sentía genial, increíble, poderoso, más fuerte de lo que alguna vez fue.
-¿es así como se sientes los cazadores?, ya puedo ver porque siempre son tan geniales, ¡es fantástico!-. Sin embargo, su emoción sería cortada por el sonido de pisadas, y al mirar hacia donde venían, se helaría al ver una criatura negra, alta, con placas blancas simulando una armadura en varias partes de su cuerpo, largas espinas en la espalda, garras afiladas y finalmente marcas rojas en su cara, igual que sus ojos.
-Gr-Grimm!-. El ser se asustaría bastante, puesto a que se suponía que en ese lugar no habría Grimm, aunque podía imaginar que fue atraído por el sonido del impacto, y el pánico que sintió hasta hace unos momentos, no le importaba realmente el motivo, estaba frente a un Grimm, el primero que veía fuera de la red, y el no tenía su espada, ni sabía pelear.
Mientras tanto, el Grimm veía al extraño ser frente a el, sin saber exactamente como proceder, el sabía como funcionaban las cosas, mata humanos y faunos, y sigue cualquier emoción negativa, ya que esas siempre llevan hacia alguna presa, los animales eran simplemente ignorados a menos que intentarán algo contra ellos.
Sin embargo, esta vez era diferente, ante el existía un ser que no se parecía en nada a cualquier cosa que hubiera visto, solo con estar cerca podía sentir que emanaba un fuerte calor, que ningún humano podría producir, pero al mismo tiempo, tenía la forma de uno, y podía oler miedo salir de él.
Eso le hacía hacer algo que muy pocas veces un Grimm haría, dudar, lo que estuviera frente a el, no era humano o fauno, ni siquiera estaba hecho de carne, sino de roca volcánica y fuego, pero emitía emociones negativas como sus presas.
Pasaron segundo en tenso suspenso, con ambos seres mirándose el uno al otro, hasta que finalmente el Grimm decidiría seguir sus instintos y atacar.
-¡AYEEEE!-. Jaune había soltado un grito varonil, mientras se paralizaba por el terror, recibiría un golpe por parte del Grimm, que lo mandaría a volar estrellándose contra un árbol, dejándolo unos momentos en el suelo hasta que se dio cuenta de lo que pasó.
-espera... ¿me golpeó pero estoy vivo?... no solo eso, dolió si, pero... ni un rasguño-. Al darse cuenta de eso, se miraría un momento y luego al Grimm que volvió al ataque para golpearlo, parecía que al menos sabía que era mala idea poner su boca en aquella extraña criatura.
Sin embargo en esta ocasión, Jaune esquivaría de un gran salto, aterrizando al lado de la bestia oscura, y seguido de eso, haría algo que antes pensaría que era una locura, ya que, justo cuando el Grimm volteo a mirarlo, recibió la linda vista de un puño de fuego en su rostro de que lo haría retroceder varios metro, soltando un rugido de dolor.
-no puede ser, ¿¡no solo tengo piroquinesis sino fuerza, resistencia y agilidad mejoradas?!, lo siento mucho Grimm, pero lamento decirte que hoy no seré tu comida-. Con una sonrisa gigante en su cara, es agacharía para esquivar un zarpazo del Grimm, y respondería con un potente golpe al "estomago", al mismo tiempo que de esa mano, una gran llamarada seria disparada, arrastrando al Grimm con ella mientras lo vaporizaba.
-lo hice... ¡mate a mi primer Grimm sin ayuda!-. En ese momento, cualquier miedo que alguna vez les tuvo a esas criaturas había desaparecido, no solo había ganado, sino que había restregado el piso con el, sin ayuda de nadie.
En ese momento empezaría a celebrar como un niño su logro, sintiéndose orgulloso de si mismo por primera vez en bastante tiempo, siguiendo su pequeña celebración por un par de minutos antes de darse cuenta de algo.
-espera, ¿me quedare así para siempre?-. Antes de que pudiera entrar en pánico una vez más, un pitido junto a un brillo rojo salió del símbolo del reloj en su pecho, y tras unos momentos un destello rojo inundó el lugar y tras el, Jaune Arc había vuelto a aparecer.
-así que tiene límite de tiempo eh?, bueno saberlo, y menos mal no quería ser un volcán vivo por el resto de mi vida-. Tras esas palabras, miraría el extraño reloj en su muñeca, mientras recordaba todo lo que acaba de suceder a la vez que una sonrisa se formaba en su rostro.
-sabes, antes quería deshacerme de ti, ¿ahora?, te amo, y no se donde estuviste toda mi vida-. Con una alegría casi imposible de contener, se dirigió a su campamento nuevamente, para relajarse un poco y analizar todo lo que había ocurrido.
En el espacio...
-¿¡No esta?!, ¿¡esa pelea casi me cuesta la vida y me dicen que el Omnitrix no está en la nave?!-. Aquel ser similar a un pulpo, se encontraba dentro de una cámara de curación, pues aquella pelea lo había dejado al borde de la muerte.
A si vez, se podía ver como la nave aún en reparación había llegado al lugar donde aquella pequeña nave había escapado, siguiéndola con la nave de rastreo que enviaron antes que saltará al hiperespacio, sólo para descubrir que lo que tanto buscaba hace mucho que había abandonado aquella nave.
-nuestros censores indican que el Omnitrix ah aterrizado en el planeta debajo nuestro señor-. Respondió un robot mientras la imagen de Remnant aparecía en sus pantallas.
-¿ese asqueroso planeta?, bien, eso debería facilitarnos las cosas, la mayor parte de ese planeta está ocupado por esos molestos insectos negros, la probabilidad de que haya encontrado un portador es mínima, ¡Tráiganme el Omnitrix de inmediato!-. Con eso, algo sería disparado rumbo a la última ubicación conocida del Omnitrix.
Con Jaune...
-entonces, activas el reloj, escoges alguna de los 10 monstros, presionas y boom!, me convierto en el que seleccione-. Se dijo así mismo con bastante emoción de su voz, después de todo, acaba de obtener superpoderes, poderes que le había permitido matar a un Grimm, el enemigo de la humanidad sin apenas esfuerzo.
-¿siempre es así de fácil para los cazadores?... si debe serlo, quiero decir, ellos los enfrentan a diario, obviamente debe ser fáciles de tratar, aun así, para mi que nunca eh peleado en mi vida, es asombroso, ¿talvez podría hacerle frente a un cazador?... nah, eso ya es exagerar-. Pensando en lo que pasó, Jaune no podría evitar preguntarse que tan fuerte se había vuelto, ¿estaría al nivel de un cazador en entrenamiento?, ¿o de uno profesional?, a su modo de ver, estaba más cerca del primero, aunque aún dudaba que pudiera igualarlos, después de todo, esos chicos tenían años de entrenamiento, mientras que el apenas había conseguido poderes, hace unos minutos, talvez en un futuro, podría compararse a uno de ellos.
-ahora, ¿Cómo los llamare?, ciertamente no son nada que conozca, pero llamarlos monstros no suena genial, jummm-. Con una mano en la barbilla, miraría el extraño objeto en su muñeca, y luego recordaría que lo vio caer del cielo.
-vino de arriba, ¿el espacio quizá?, ¿los alienígenas serán reales?... eso es!, aliens!, si, eso suena mejor que decirles monstros-. Contento de su elección de nombre, Jaune volvería a activar el reloj para ver si podía hacer algo más aparte de transformarlo, sin embargo mientras hacía eso, escucharía algo acercarse, no pisadas, sino un sonido más extraño, como de algo moviéndose en el aire.
-¿que carajo?-. Del bosque, saldría un extraño objeto volador, rojo con una "cabeza" en el centro, a su vez que algo que simulaban ser brazos en ambas partes.
-um, ¿eres un nuevo invento de atlas?, si es así, creo que se les están acabando las ideas-. Pregunto al robot, el cual, sin que lo supiera, estaba analizando parte por parte al joven, hasta que al escanear su brazo izquierdo, sus sensores detectarían al objeto por que fue enviado, provocando que al instante cambiará de forma de rastreo a una de ataque, demostrado cuando un cañón de energía salió de debajo del dron.
-oh... creo que no eres de atlas-. Y con esas palabras, pegaría un salto esquivando por poco un rayo láser, y seguido de eso empezaría a correr al bosque, esquivando los disparos.
-¿¡Primero un Grimm y ahora robots asesinos?!, ¿¡que siguen, zombies?!-. Grito entre enojado y asustado al aire mientras se escondía detrás de un árbol.
-¿¡que demonios es esa cosa y porque me ataca?!-. Pensó nervioso mientras se asomaba un poco, solo para retroceder cuando un disparo rozo el árbol y casi le daba en la cara.
-¡esta bien tu... cosa, me has hecho enfadar, ahora no te quejes con tus creadores porque te parta en mil pedazos!-. Grito el joven al robot, sorprendiéndose el mismo de lo que dijo, pues normalmente nunca habría dicho nada como eso en una situación de peligro como esa, en su lugar, trataría de evitar el combate y simplemente huir mientras era posible.
-bueno, lo hecho, hecho esta, es hora de probar un poco estos nuevos poderes-. Con una sonrisa, activaría el reloj, y al instante vio una nueva figura interesante
-este se ve bien, ¡hagámoslo!-. Y con ello, golpearía el reloj y al momento una luz verde inundó el lugar, y tras desaparecer, una figura alta, musculosa, de piel roja, con 4 brazos y ojos estaría donde antes estuvo el rubio.
-oh si, es hora de patear traseros metálicos-. Con eso, el monstruo carmesí saldría detrás del árbol y daría un potente salto que podría o no, haberlo hecho salir disparado mas lejos de lo que pretendía, llevándose por delante al robot y provocando que ambos chocarán con unos cuantos árboles atravesándolos todos, hasta caer al suelo varios metros más adelante.
-okey, este chico es muy fuerte, bueno saberlo-. Se dijo a sí mismo, levantándose del agujero que creo, notando como el robot había sido destruido por todos los impactos, pero antes de que pudiera decir algo, un rayo rojo lo golpearía en la espalda, creando una pequeña explosión que lo mandaría a volar un par de metros.
-ugh, ¿hay más?-. Para confirmar, miraría de donde le dispararon y efectivamente, 3 drones idénticos al anterior estarían ahí, flotando, para al momento volver a disparar.
En esta ocasión, Jaune saltaría y con su super fuerza, se agarraría a un árbol, dejando grandes marcas.
Los robots de inmediato volverían a disparar, pero el titan carmesí los esquivaría saltando a otro árbol, siendo este un proceso que se repitió por unos momentos, hasta que, sin que los robots los supieran, Jaune se había acercado lo suficiente a ellos.
-¡Los tengo!-. Esta vez, en lugar de saltar hacia otro árbol, saltaría hacia el aire, y empezaría a caer hacia los robots.
La mayoría de ellos reacciono y trato de salir del camino, pero 1 de ellos, el que estaba en el medio, no tuvo tiempo y sería agarrado por el alíen para luego caer el suelo, ahí, el robot trataría de disparar, el alíen de cuatro brazos arrancaría de un movimiento su arma y la clavaria en la cabeza del robot, dañando y haciendo que sacara chispas, seguido de eso, lo aplastaría con su super fuerza, y con mucha fuerza, lo lanzaría hacia el robot que lo estaba apuntando, golpeándolo y haciendo que ambos explotarán por alguna razón.
-muy bien, solo quedamos tu y yo-. Le dijo a la última maquina, aunque dudaba que pudiera entenderlo.
-¡ahí voy!-. Con su superfuerza, pegaría un salto directamente del robot, el cual disparar tratando de matarlo, pero para su desgracia, el alíen no seria tomado por sorpresa y se cubriría con 2 de sus brazos, poniendo fuerza en ellos, logrando así que los láser lo golpeaban sin causar algún daño real, pero cuando estaba apunto de alcanzar al robot...
*bip* *bip* *bip* *bip*.
Un destello rojo lo cubrió y en vez de un titan rojo ultra musculoso de más de 2 metros, estaba el adolescente rubio, volando directamente hacia la máquina, estrellándose contra ella, pero logrando agarrarse de su cabeza para no caerse.
-¿¡Enserió reloj?!, ¿¡Ahora?!-. Grito entre molesto y asustado a su muñeca, mientras el robot donde estaba subido se movía hacia todos lados, tratando se quitarse al humano arriba de el.
-¡Más despacio!, ¡Más despacio!-. Dijo, tratándose infructuosamente de que el robot dejara de moverse tan rápido, mientras esquivaba ramas que casi lo golpeaban en varias ocasiones.
El robot empezaría a golpearse contra árboles, tratando de quitarse al adolescente de encima, el cual todo lo que podía ser era aguantarse el dolor de chocarse con cosas y tratar de evitar caerse (o que el robot lo aplastarlo contra un árbol) pues sabía que en el suelo estaría a merced de él droide, sin embargo, se le ocurriría una idea, cuando se golpeó con un árbol, rápidamente estiro un brazo y arranco una rama bastante gruesa, y al instante empezaría a golpear con todas sus fuerzas en el ojo del robot, tratando de destruirlo y provocando que este empezará a actuar de manera más errática, hasta que sin saberlo, se estrellara de frente contra un árbol, dañando tanto al robot por el choque que empezarían a caer, y antes de golpear el suelo, el rubio saltaría del robot, cayendo al suelo y rodando un par de metros, antes de detenerse y ver al robot estrellarse contra el suelo, sacando varias chispas, pero aun vivo, por lo que sin perder el tiempo, Jaune agarro la roca más grande que encontró y alzar, y con ella empezó a golpear al robot con todas sus fuerzas, hasta que finalmente el robot dejó de moverse.
Aunque por si las moscas, le arrancaría el cañón láser y se lo clavaria en la cabeza, después de todo, el mejor robot es el que está muerto.
-ufff, eso estuvo cerca-. Suspiro cansado Jaune Arc, mientras la adrenalina desaparecía y el dolor de los golpes finalmente lo alcanzaban, estaba lleno de moretones y cortes en todas partes por culpa de ser estrellado una y otra vez contra árboles y ramas.
-owwww, esta bien, creo que debería irme a mi casa... de regreso a mi dulce, hermosa y suave cama... en la seguridad de vale... lejos de Grimm y robots asesinos... si eso suena como un buen plan-. Con cansancio y dolor, el joven Arc empezaría a volver a cuestas a su campamento, que sorprendentemente no había sido destruido a pesar de todo lo que paso, una vez ahí, se comería un paquete de galletas con una botella de agua, antes de simplemente sentarse un momento a recuperarse de la pelea.
-esta bien... ¿Qué demonios eran esas cosas y porque me atacaron?-. Se pregunto a si mismo, mientras miraba las estrellas, antes de que su mirada volviera al reloj en su muñeca, que una vez más estaba en verde.
-¿podría ser... que estén detrás de ti?-. Pensó, al darse cuenta que aparecieron poco después de que encontrara el reloj y que, como el reloj, definitivamente eran algo fuera de este mundo, ya que la tecnología de armas láser era de ciencia ficción... al menos eso sabia el, igual y atlas ya los tenia pero el no podría saber eso.
Sin embargo volvería en sí, al ver una nube de humo salir de donde se supone que estaba el campamento, siendo demasiado grande para ser una hoguera.
-esta bien, puede ser solo un incendio, nada muy peligroso como robots asesinos verdad?-. Se dijo a sí mismo el joven, tratando de calmarse, y no pensar en la idea de que podrían ser más de esas cosas, y que como resultado si alguien salía herido sería su culpa, pero la vocecita en su cabeza no estaba de acuerdo
-vamos Jaune, ¿no querías ser un héroe?, ahora tienes poderes, ahora puedes ser un héroe!, robots o no ¡ve allí y ayuda a esas personas!, ¡es lo que un héroe haría!. La voz de su cabeza casi le grito, pero al final, Jaune empezaría a correr rumbo a la zona del humo, unos minutos después de correr a toda velocidad, llegaría, exhausto pero llegaría, y para su horror, vería varias cabañas en llamas, así como gente escondida, mientras en el centro, un robot gigante, pero muy similar a los de antes, estaba en medio, para luego disparar un rayo láser a un camper, destruyéndolo por completo.
-debe estar tras el reloj también, toda esta gente... esta así por mi culpa-. Se dijo a sí mismo el rubio, sintiéndose culpable por la situación, antes de cambiar su mirada a una más seria.
-bueno si estas cosas están aquí por el reloj, les daré lo que quieren-. Y con eso, activaría el reloj y poco después una luz verde iluminó el lugar.
Mientras tanto el robot, estaría por aplastar a uno de los campistas, hasta que un pedazo de metal de los resto de un camper lo golpeó.
-¡oye mamá robot!, ¿Por qué no peleas con alguien más adecuado para ti?-. Una voz habló, haciendo que tanto robot como civiles voltearan a mirar a la extraña criatura, era alta humanoide, negra en su mayoría excepto por un gran pedazo de su pecho que era verde pero con una forma similar a una camisa, y tres rayas amarillas en su cola, que parecían anillos, además de eso tenía un total de 6 bultos amarillos similar a pernos de batería teniendo 3 en cada lado, tenia 1 solo ojo azul claro, y finalmente la punta de sus 4 dedos de manos, era similar a un enchufe, al igual que 2 antenas que también terminaban en enchufes como su cola, solo que estos tenían varillas en ellas.
Al instante de verlo, el robot podría toda su atención en el recién llegado, aún más al notar la insignia de reloj de arena blanca en su pecho, en ese momento, el robot rápidamente lanzaría un golpe sin embargo el extraterrestre mostraría una gran agilidad esquivando fácilmente el golpe y empezando a correr por el brazo del robot.
-esta bien, ¡veamos que hace este chico!-. Y con eso, siguiendo los instintos de ese cuerpo apuntaría con sus manos hacia la cabeza de robot y para su sorpresa una gran rayo de energía azul saldría disparado golpeando en toda la cara al robot, haciendo que este retrocederá un paso.
-Oh si!-. Desafortunadamente por haberse distraído el robot lanzaría un golpe que daría de lleno en Jaune, mandándolo a estrellarse contra una cabaña aun de pie, provocando que colapsara cuando el humano convertido en alíen atravesó sus muros.
-ouch... esta bien, eso dolió bastante-. Se quejo mientras salía de entre los escombros, solo para que al momento fuera agarrado por el robot.
-um, ¿no podemos hablar de esto verdad?-. Pregunto, y la respuesta que recibió fue que la otra mano del robot empezará a girar a tal velocidad que se convirtió en un taladro.
-grrr, ¡vamos vamos, sal de aquí!-. Se dijo así mientras usaba toda su fuerza para tratar de abrir la mano que lo aprisionaban, logrando apenas liberar los zarcillos de su cabeza, pero al mirar la forma de estos, se le ocurrió una idea.
-¡espero que esto funcione!-. Con eso, clavaria sus zarcillos en la mano del robot, y de la nada podría sentir como una gran cantidad de energía empezaba a llenarlo, no solo debilitando el agarre, sino que fortaleciéndolo a el también, por que ahora podía sacar las manos, provocando que tuviera una sonrisa cuando apunto con sus mano, y un gran haz de energía salió de él mucho más poderoso que el anterior que daría de lleno al robot obligándolo a soltarlo y haciéndolo caer.
-¡Oh si!, uhhh, ¡Feedback manda!-. El autoproclamado Feedback se felicito a si mismo, para mirar hacia el robot que se estaba recuperando.
-oh no, no lo harás-. Con eso correría hacia el robot, el cual al verlo, cometería unos de las mayores estupideces posibles para una IA, atacar a un conductoid con un arma de energía.
En efecto, el robot lanzaría el mismo disparo láser de antes hacia Feedback, el cual sólo respondería alzando sus manos y zarcillos hacia el robot, absorbiendo por completo aquel poderoso ataque.
-cometiste un gran error viejo-. Ahora sobrecargado, desataría un gigantes rayo de energía hacia el robot, el cual sólo pudo observar, antes de ser destruido por completo por el ataque, generando una explosión.
-y con eso... se acabo-. Dijo Jaune mientras caía con una rodilla al suelo, exhausto del combate, pero orgulloso de si mismo por haber salvado a esas personas... las cuales por cierto, ahora que se daba cuenta estaban mirando y hasta grabando.
-probablemente debería salir de aquí antes de que se me agote el tiempo-. Se dijo el alíen mientras se ponía de pie, aunque notaria que un niño se acercaba a él.
-disculpe señor, ¿Qué es usted?-. Pregunto aquel niño, mientras que para sorpresa del alíen, no parecía asustado sino más bien asombrado, así que respondió felizmente.
-llámame Feedback!-. Y con eso, pegaría un gran salto llegando a los restos de una cabaña y de ahí daría otro salto alcanzando un árbol del bosque, momento en que empezaría a hacer parkour en este.
Y lo fue hasta que se descargo lo que provocó que cayera de cara al suelo, aunque nadie nunca sabría qué eso ocurrió.
Mientras tanto...
‐¿¡Fracaso?!, increíble, no solo el Omnitrix de alguna manera encontró un portador en ese planeta, sino que su portador debe ser un gran guerrero, talvez uno de esos cazadores... pero ni siquiera eso evitará que el Omnitrix sea mío-. Dijo la figura dentro del tubo de curación, mientras miraba la pantalla que mostraba al planeta debajo de su nave.
¿Qué posibilidades había de que en un planeta donde el 80% de su superficie estaba controlada por bestias salvajes que podía fácilmente acabar con uno de sus pequeños habitantes, uno de ellos pudiera convertirse en el portador del arma más poderosa del universo? poca, pero por alguna maldita razón, eso había pasado, su trofeo negado una ves más por una casualidad cósmica, pero eso no lo detendrá, el omnitrix será suyo si o si.
-nadie le negara al gran Vilgax su trofeo-. Pensó para el mismo con un enojó no muy bien escondido.
En Remnant.
-hmmm, ¿Por qué no sonó la ala-, oh cierto hoy no hay trabajo-. Recién levantado, el chico se restregaría los ojos, solo para darse cuenta de que en su muñeca aún se encontraba aquel extraño reloj de la noche anterior.
-fue real...-. Murmuró, mientras repetía todo lo que paso y su significado, ahora tenía poderes, ahora era fuerte, ahora podía no solo enfrentar Grimm, sino matarlos fácilmente (o eso el cree por aquel Grimm que mato), ahora podía ayudar a las personas como siempre quiso cuando soñaba ser un cazador, ahora...
-Ahora puedo ser un héroe-. Sonrió, mientras podía sentir como una lágrima traicionera caía por su mejilla, cuando fue rechazado de Beacon, pensó que había sido el fin de cualquier posibilidad, pero ahora tenía una nueva oportunidad de ser un héroe, y no iba a desperdiciarla.
-aunque... esos robots-. Una mueca apareció en su rostro al recordar los robots de ese día, eran fuertes y peligrosos, el más grande podría haber sido un gran problema sino hubiera sido porque Feedback resultó ser un counter perfecto gracias a su capacidad de absorber energía, pero también fue en parte porque fue solo uno, y completamente solo, si los robots pequeños y el grande hubieran estado juntos, ¿podría haber ganado?, y si hubieran más de esos robots, ¿también vendrían a por el reloj?, el lo dudaba, no creía que viniera a una ciudad donde hay cazadores en todas partes, pero ¿y si lo hicieran?, ¿y si no fuera solo uno sino varios?, ¿podría ganarles?, no lo sabia, y eso le asustaba un poco, pero sin embargo, ahora tenía un gran poder, y planeaba usarlo con mucha responsabilidad.
-Siempre quise ser un héroe, y ahora que tengo el poder para hacerlo... lo aprovecharé al máximo, ¡Me convertiré en el mejor héroe que halla existido!, ¡uno del que todos estarán orgullosos!, ¡Seré-.
‐¡Bájale el volumen a tus gritos mocoso!-. El vecino de Jaune grito, haciendo que este se escogiera mientras se calmaba, mirando el reloj en su muñeca.
Tenía mucho que hacer para convertirse en el héroe que siempre quiso ser, pero por su honor como Arc, iba a lograrlo.
-muy bien, ahora, necesitare un nombre de super héroe!, ¿Qué tal hunts-man?.... no creo que ese nombre ya tiene dueño, ¿Chico alíen?, bah, demasiado simple, ¡super Jaune!, ummm pensándolo mejor, eso suena como si me estuviera glorificando demasiado, sigo siendo solo Jaune, no soy "super".... jummmmmmmmm, veamos, 10 alienígenas, y ayer fue 10 de abril... que tal, ¿Jaune 10?, corto, dulce, sale de la lengua, da a entender quién soy y a las damas les encantará, si, definitivamente eso suena mejor, aunque ahora, tengo que pensar también en un nombre para cada uno de mis aliens, ya tengo a Feedback y cuatro brazos, entonces esos serian solo 8 formas más para nom-
*buuuuuurp*
-brar.. aunque talvez haga eso después después de desayunar-. Y con eso, se pararía de su cama mientras se dirigía a su nevera, pensando en que debería desayunar ese día.
Fin.