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Lo que tú quieras

Summary:

Todo es igual sólo que hay betas, alfas y omegas.
Transcurre durante la temporada 13.
Dean acaba de cumplir años recientemente. Él es un omega y siente que ya está algo mayor para tener hijos. La vida cazando monstruos no le ha dado la oportunidad de formar la familia que siempre deseó. Pronto descubrirá que a veces solo es necesario decir qué es lo que quieres para obtenerlo.

Es un fanfic con caso, Becky Rosen está lesionada y debe permanecer al cuidado de Winchester.

Es un omegaverso, no es smut, aunque contiene escenas de sexo y mpreg. Contiene ilustraciones nsfw

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Chapter 1: Lo que tú quieras

Chapter Text

 

—Basta Sam, no quiero seguir hablando de esto —dijo Dean mientras destapaba una cerveza.

—Tú sacaste el tema, Dean —señaló Sam cruzándose de brazos.

—Solo dije que estoy entrando en celo, nada más. Solo te lo estaba informando.

—No, dijiste y cito: "Es mi primer celo desde mi cumpleaños. Estoy viejo, Sammy. Siempre creí que tendría tiempo, pero nunca hay tiempo. Ya estoy demasiado viejo." —repitió Sam imitando con exageración los gestos de Dean, quien lo miraba frunciendo los labios molesto—. Aún eres joven, Dean. Si lo que quieres es tener un bebé, puedes hacerlo con cualquiera, no importa que no encuentres a la indicada.

—No es tan simple y tú lo sabes. Aunque no estuviera en pareja con la madre, ella querrá mantenerse en contacto con el chico, y tarde o temprano terminará envuelta en toda esta mierda en la que vivimos. No puedo hacerle eso a alguien que no pertenece a esta vida. —Dean hizo una pausa, Sam asentía en silencio—. ¿Tienes idea de cuántas cazadoras alfa he conocido hasta ahora? Muchas menos de las que crees. ¿Y que sigan vivas , solteras, y quieran estar en pareja o al menos tener un niño? Cero, Sammy. Olvídalo quieres, no sé ni porqué lo mencioné. Solo, solo olvídalo —concluyó dándole un trago a su cerveza.

—¿Y qué hay de un alfa macho ? —Dean estuvo a punto de atragantarse con su bebida al escucharlo—. Digo, es una posibilidad, ¿no? Aunque sólo sea para fines reproductivos. —Sam intentaba justificar su idea mientras Dean lo miraba como si acabara de crecerle otra cabeza—. Conocemos muchos cazadores alf ... —La mirada asesina que su hermano le estaba dando hizo que Sam no terminara la oración.

—¿De qué rayos hablas? —preguntó incrédulo, abandonó la botella a medio tomar en la encimera y comenzó a contar con los dedos mientras hablaba—. Uno: No me gustan los tipos. Y B: los cazadores alfa que conocemos son un asco. Son tipos violentos y sucios, y que prefieren omegas pequeños y sumisos. ¿De verdad crees que yo querría tener algo que ver con alguno de ellos? ¡Son basura, Sam! 

—De acuerdo, Dean. Solo quería ayudar —dijo alzando las manos en señal de rendición.

—No estás ayudando —dijo cortante. Al escucharlo, Sam parpadeó varias veces, frunciendo el ceño en un gesto dolido, y Dean se arrepintió inmediatamente por haber sido duro con él—. Escucha, lo lamento ¿de acuerdo? Sé que tienes buenas intenciones. Es que ya no quiero seguir hablando de esto. Cada año que pasa estoy más lejos de la posibilidad de... yo, estoy cansado. Estoy realmente cansado de guardar esperanzas en algo que sé desde hace tiempo que jamás sucederá.

—Yo solo quiero verte feliz, Dean —susurró con la vista fija en sus pies.

—Lo sé. Lo soy, de verdad, dentro de lo que la vida de cazador nos lo permite. Mira, mamá y Jack están de regreso, Cas está bien y viviendo aquí en el búnker. Tú estás sano y salvo. Esto es todo lo que necesito. 

Sam torció la boca disconforme al tiempo que soltaba una pregunta casi inaudible: "¿Pero y qué hay con lo que quieres ?" 

Dean se removió incómodo en su sitio, era evidente que lo había escuchado. Recogió la cerveza y le dio otro trago antes de hablar.

—En este momento, solo quiero ver una película, comer algo dulce y, tal vez, dormir una siesta —dijo con una sonrisa torcida y forzada, luego se dio media vuelta y se dirigió a la sala de guerra donde había dejado su laptop sobre la mesa del mapa.

~*~

El cazador llevaba un buen rato sentado allí en silencio mirando una película de cowboys. La había visto más de diez veces, muchas más de diez veces. Conocía los diálogos de memoria. Ya no necesitaba prestar atención para saber con exactitud lo que estaba sucediendo en la pantalla y eso generaba un efecto tranquilizante en él, pacificador, era casi como meditar. Le permitía dejar la mente en blanco. Al menos así funcionaba por lo general. Pero cada vez que los protagonistas quedaban hablando a solas, o se miraban con demasiada intensidad, las palabras de Sam volvían a resonar en su cabeza: "¿Y qué hay de un alfa macho?... es una posibilidad, ¿no?"

El personaje de Val Kilmer comenzaba a verse muy enfermo, parecía a punto de morir, y debían dejarlo atrás. Tenía el rostro cubierto de sudor, estaba tendido y le costaba respirar, y de pronto Dean se encontró pensando en Castiel. Toda la escena era muy similar a lo que había sucedido en el granero de Ramiel meses atrás, cuando pensó que Cas moriría, herido por la lanza de Miguel. Pero el personaje no había muerto en esa ocasión, y tampoco Cas. Una sonrisa diminuta se dibujó en su rostro al recordar a su amigo, vestido con un sombrero barato de cowboy, presentándose con seriedad como Val Kilmer ante el sheriff de aquel caso de rougarou. Una idea extraña lo asaltó sin previo aviso: "¿Y qué hay con Cas? ¿Es una posibilidad?"

El sonido chirriante de las bisagras de la puerta casi lo hizo saltar de su silla. Golpeó el teclado para dar pausa a la película, se volteó para ver quién estaba entrando, y notó que sus pulsaciones se habían acelerado al ver al ángel atravesar el umbral.

~*~

Cas y Jack bajaron las escaleras cargados de las bolsas de las compras y las apoyaron sobre la mesa junto a Dean, quien los saludó con una sonrisa pero sin moverse de su sitio. El joven naphil estaba terminando de seleccionar algunas de sus cosas cuando comenzó a olisquear el aire frunciendo el ceño, y dirigió su atención a Dean.

—Hueles diferente hoy —dijo intrigado.

El cazador sintió que los vellos de los brazos se le erizaban, todas las alarmas comenzaron a sonar en su cabeza y se quedó mirándolo paralizado con los ojos desorbitados. Jack parecía un buen chico, pero no dejaba de ser hijo de Lucifer, y aunque le tenía aprecio, aún no confiaba por completo en él.

—Tu esencia es más fuerte que de costumbre ¿A qué se debe? —insistió acercándose un poco más para poder oler mejor. Había dado un solo paso en su dirección, cuando la mano de Castiel, gentil pero firme en su hombro, lo detuvo. El adolescente alzó la vista desconcertado.

—Dean es un omega , Jack. ¿Recuerdas todo lo que te expliqué? —dijo Cas con suavidad, pero algo en su mirada demostraba autoridad. El joven soltó un "Oh" como respuesta y asintió con la cabeza—. Lo que estás captando es un aumento considerable de feromonas. —Jack volvió a asentir en silencio y Dean miró a Cas sorprendido, pero éste seguía viendo a Jack—. No es cortés mencionarlo, a Dean no le agrada que los alfas hablen sobre sus niveles hormonales —concluyó bajando el brazo para dejar ir a Jack.

—Comprendo. Lo lamento —dijo el joven con seriedad—. No era mi intención incomodarte, Dean —dijo con una sonrisa tímida, luego se dio media vuelta y se retiró llevando sus compras consigo, sin esperar una respuesta. El cazador lo siguió con la mirada por un momento y luego volvió a concentrarse en Castiel, que estaba sacando un paquete de una de las bolsas.

—¿Cas? —Su voz se sentía áspera y se aclaró la garganta antes de continuar—. ¿Qué rayos fue eso? ¿Ustedes son... alfa ? ¿Tú eres alfa , Cas? —Castiel lo miraba entrecerrando los ojos algo desorientado por la pregunta, pero antes de que pudiera responder Dean volvió a hablar—. ¿Cómo es que nunca lo noté? Ustedes... tú-tú hueles a... a lluvia, a ozono... no hueles como un alfa.

—Bueno, los ángeles y los nefilim funcionamos diferente a los humanos. Mi gracia mantiene los niveles de hormonas de mi recipiente estables. El aroma que percibes es mi esencia natural, de mi verdadera forma, no está relacionado con este cuerpo. Los nefilim como Jack también poseen gracia, así que supongo que será similar, aunque no igual, a un serafín ordinario como yo. Pero en respuesta a tu pregunta: sí, Dean, Jimmy Novak era alfa , por lo tanto yo también lo soy, al menos en este cuerpo. —Mientras hablaba comenzó a quitar el envoltorio de papel del paquete que estaba sosteniendo; era una tarta de pecan—. Ten, te traje pay. La mujer de la tienda dijo que lo horneó esta mañana. Te traeré un plato —comentó con gentileza mientras acomodaba la fuente entre Dean y la laptop. 

El hombre siguió el movimiento del ángel con la mirada y apenas pudo susurrar un "Gracias"; aún estaba intentando procesar la nueva información. ¿Cómo era posible que Castiel, su amigo Castiel, su mejor amigo Cas, fuera un alfa y él jamás se hubiera dado por enterado? Lo conocía desde hacía años, habían compartido mucho tiempo juntos, y Cas había estado presente en varios de sus celos y jamás había hecho ningún comentario al respecto. Nada en Cas delataba su condición de alfa y Dean siempre había asumido que era un beta al igual que Sam, o que quizá los ángeles no funcionaran de la misma manera. 

Los hombres alfa y, siendo sincero, algunas mujeres también, siempre lo habían tratado de un modo en particular, recordándole constantemente que él era un omega y pretendiendo que se comportara de determinada forma. Lo odiaba, odiaba todo eso. Pero Cas siempre lo trató como a un igual, jamás se sintió juzgado por él, y en gran medida esa era la razón por la que la noticia lo había tomado totalmente desprevenido.

Castiel regresó de la cocina trayendo dos platos, tenedores y un cuchillo.

—¿Te molesta si te acompaño? —preguntó sentándose a su lado, al tiempo que le entregaba las cosas para que pudiera cortar la tarta. Dean le sonrió y comenzó a servir porciones para ambos.

—Creí que no te gustaba comer —dijo Dean risueño mientras Cas se llevaba el primer bocado a la boca.

—En general no, pero estoy aprendiendo a apreciar algunos sabores —respondió con seriedad,  concentrado en intentar encontrar el sentido de esa combinación de moléculas en particular que Dean encontraba tan deliciosa. Finalmente tragó algo frustrado y Dean tuvo que reprimir una carcajada—. Sam me dijo que tienes un mal día —soltó de pronto.

—¿Eso dijo, eh? ¿Qué más te dijo? —preguntó Dean irritado y se llenó la boca con pay. Estaba realmente muy bueno y eso le quitó en parte el mal humor.

—Bueno, él dijo que estás preocupado porque tu vida fértil está llegando a su fin y no has tenido la posibilidad de procrear. Y que el reciente advenimiento de tu ciclo reproductivo actual está afectándote más de lo usual. 

Dean alzó las cejas sorprendido por la cantidad de palabras que Cas acabada de usar para decir algo tan simple como "Dean siente que ya está viejo para tener un bebé".

—¿Ah, sí? ¿Eso dijo? ¿Con esas palabras? —Cuando dirigió su mirada a Castiel, este lo estaba viendo con la cabeza inclinada hacia un lado, su frente arrugada por la preocupación, y Dean no pudo evitar sonreír.

—No, él... usó menos palabras y algunas de ellas eran maldiciones. —Dean rio con ganas y continuó comiendo—. Y también dijo que intentó darte una sugerencia pero que no fue bien recibida. 

Esto último volvió a ensombrecer su mirada, Dean tragó con dificultad y volvió a poner la película en funcionamiento. Ambos se mantuvieron en silencio por escasos minutos que se hicieron eternos. Fue Castiel quien volvió a hablar. Los cowboys seguían moviéndose en la pantalla frente a ellos.

—Dean. —El cazador mantenía la mirada fija en la imagen pretendiendo que estaba interesado en la trama—. Quiero que sepas que puedes contar conmigo —dijo el ángel. 

Dean podía sentir los ojos de su amigo fijos en su perfil, observando sus reacciones. Cuando al fin se decidió a girar la cara para encontrarse con su mirada, la tensión en el aire era casi palpable, y antes de que Dean pudiera responder a eso, o que Castiel pudiera explicarse mejor, escucharon una voz firme desde la laptop que aseguraba: "Soy tu Huckleberry" .

—¿A qué te refieres exactamente, Cas? —preguntó Dean nervioso. Con seguridad Castiel no se estaba expresando bien, no se arriesgaría a proponerle nada como lo que Dean pensaba que le estaba proponiendo, era una movida demasiado arriesgada y que podría tirar por la borda años de amistad. Por otro lado, muy en su interior, Dean sabía que deseaba estar entendiendo bien, que Castiel realmente estuviera proponiendo...

—Tú sabes a qué me refiero —dijo Castiel. 

Dean soltó el aire con fuerza, podía sentir sus pulsaciones acelerarse a cada segundo, estaba seguro de que sufriría un ataque de pánico. 

Cas alzó su mano derecha y la apoyó con suavidad sobre el hombro izquierdo de Dean, liberando una pequeña porción de gracia, tranquilizándolo en el momento.

—Escucha, Dean. Me conoces desde hace tiempo, eres mi familia, todos ustedes son mi familia, y deseo verlos felices. Y si lo que deseas es tener un niño, y no es un problema para ti que sea nefilim, entonces puedo ayudar, deseo ayudarte. —Algo en todo eso no se sentía bien y Dean quiso interrumpirlo, pero Castiel no se lo permitió—. Esto no tiene porqué cambiar nada entre nosotros, Dean. Piénsalo como un medio para un fin. Sé que la apariencia de mi recipiente no es la ideal para ti, pero puedo serte útil. No tienes que responder ahora, solo prométeme que lo consideraras. —Castiel había hablado tranquilo como si fuera algo que había estado pensando desde hacía tiempo.

Dean no podía creer que Cas estuviera ofreciéndose para ser el padre de su hijo. Jamás se hubiera atrevido a imaginar que algo como eso podría suceder. Para empezar, ni siquiera sabía que Cas era alfa, pero fuera de eso, él era un Ángel Del Señor y, aunque no hiciera alarde de su poder, Dean siempre se había sentido indigno de ser su amigo. Ni hablar de permitirse siquiera analizar en profundidad lo que sentía por él. Llevaba años intentando convencerse a sí mismo de que amaba a Cas como a un hermano, de que cuando decía "te necesito" sólo pretendía decir "te quiero a mi lado, amigo" y nada más.

Pero algo en todo este discurso de Castiel no sonaba bien. Cas hablaba de "poder ayudar" y de "ser útil" , y eso era una mierda.

—¿Qué demonios, Cas? ¿Un medio para un fin? ¿Serme útil ? Tú no necesitas ser útil o ayudar para ser parte de esta familia. Eres mi amigo, no una herramienta. ¿De qué mierda hablas? ¿Te ofreces como donador de esperma para que yo tenga lo que quiero ? ¿Y qué hay de ti ? ¿Qué quieres tú? —el cazador hablaba con vehemencia y Castiel lo miraba desconcertado por su reacción; un golpe en el medio de la cara lo hubiera sorprendido menos que una pregunta como esa—. Rayos, Cas. ¿No puedes ser un poco más egoísta al menos una vez en la vida y pensar en lo que Tú quieres? Mira, aprecio tu oferta, pero esto afectaría tu vida también, ¿has pensado en eso? ¿Qué se supone que le diga cuando pregunte por qué tiene poderes? ¿O acaso tú participarías de su crianza? —Castiel había bajado la vista y escuchaba pacientemente con una expresión neutral—. Porque suponte que decidimos hacerlo, y que lo críe yo solo. Tarde o temprano comenzará a hacer preguntas, y tendré que decirle la verdad, y entonces tendrás que lidiar con lo que venga, solo por haberme hecho un favor para ser útil. —Cuando Dean terminó de hablar se quedó viendo fijamente a su amigo, esperando que le devuelva la mirada. 

Cuando Castiel alzó la vista, su actitud había cambiado. Una de sus cejas se elevaba más que la otra, en un gesto dominante que Dean había visto pocas veces dirigido a él, pero que siempre hacía correr electricidad por su columna vertebral.

—Dices que quieres que sea más egoísta. De acuerdo, Dean. Ahora voy a decirte algo, total y completamente egoísta. No me importa lo que pienses al respecto y luego de esto puedes simular que jamás lo mencioné si así lo deseas.

De pronto Dean se sintió pequeño a su lado y podría jurar que Cas estaba usando su voz de mando con él, porque apenas pudo arreglárselas para responder inseguro un "¿O-okay?"

—Estoy enamorado de ti. Y haré todo lo que esté a mi alcance para verte feliz. A cualquier costo. Es lo único que deseo. Te amo de un modo tan egoísta que ni siquiera me importa si me correspondes o no. He hecho de tu felicidad y bienestar mi meta en la vida. —Dean comenzó a sospechar que quizá ese pay tenía algún tipo de alucinógeno. Era imposible que Castiel estuviera diciendo esto. Y por otro lado, estaba bastante seguro de que Cas no tenía muy en claro el significado de egoísta —. Así que si decidieras que quieres mi ayuda en esto, haré lo que tú desees. Si lo que quieres es un donador de esperma, eso tendrás. Si quieres que participe de la crianza como tu amigo, eso obtendrás. Y si lo que deseas es un compañero de vida con quien formar una familia, puedo asegurarte que yo soy tu Huckleberry . —La expresión de Castiel se había ido dulcificando a medida que hablaba y cuando llegó al final citó la frase con una sonrisa. 

Dean tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no pudo evitar reír con la referencia. Una gota rodó por su mejilla y Cas se apresuró a limpiarla delicadamente con su pulgar.

—No te merezco —susurró el cazador presionando su mejilla contra la palma de la mano del ángel.

—Sabes que eso no es cierto. —Cas sostenía su rostro con dulzura, pero mantenía entre ellos la misma distancia que habían tenido desde el comienzo, no quería invadir a Dean—. ¿Consideraras mi propuesta?

—¿Cuánto tiempo tengo para pensarlo?—preguntó solo para molestarlo.

—Lo que nos quede de vida —respondió Cas—. Siempre podrás contar conmigo, para lo que sea, Dean.

—¿Puedo elegir? —dijo reprimiendo una sonrisa. 

Por supuesto —aseguró Castiel.

—Ok. Ya tomé una decisión. —Cas alzó las cejas interrogante. Dean lo miró por un momento haciéndose el misterioso, luego rio y se inclinó para besarlo. Lo rodeó con sus brazos para acortar la distancia sin romper el beso, y Cas hizo lo mismo. Se besaron despacio, luego con pasión, luego Cas gruñó y Dean rio y finalmente se alejó unos centímetros para poder hablar—. Quiero dormir una siesta —declaró con resolución—. ¿Vienes?

—Lo que tú quieras.