Chapter Text
Ooya sensei era un personaje único en el staff que dirigía al equipo. No tenía amplios conocimientos del béisbol, sin embargo, tenía un interés genuino en sus estudiantes. Era especialmente apreciado por sus alumnos, sobre todo los de último año que recibían cálculo con él. Sin embargo también era conocido por los jugadores que Ooya sensei tenía un cariño especial por Nori. Del por qué había nacido aquella fascinación por el pitcher no era del todo claro, ni siquiera el mismo Kawakami lo entendía, pero en esta ocasión estaba dispuesto a utilizar ese cariño que le profesaba su sensei en algo que le preocupaba.
-¿Estás seguro de lo que dices? ¿Miyuki y... Sawamura...?
-No. Sawamura no está consciente de nada
El adulto suspiró y luego sonrió levemente -Si, bueno, nuestro As no se destaca por una gran inteligencia pero... ¿Miyuki? ¿Ha intentado hacerle algo impropio a Sawamura?
Nori negó con vehemencia, -Miyuki no ha hecho nada, no que yo sepa. Y no se trata de eso, es... lo que tiene en su corazón. Él... está interesado en Sawamura... le gusta, aunque no sé si se ha dado cuenta. Y a mi me preocupa que esto afecte al equipo.
El adulto se quedó pensativo. Su favorito no le daba información muy concreta, sin embargo no podía ignorarlo, -Bien, estaré observándolo. Gracias Kawakami, y puedes estar seguro que seré discreto.
El estudiante hizo una reverenciado regresó a su habitación, seguido por la vista de Ooya sensei. -¿Miyuki... interesado en Sawamura? ¿Será posible?
Si fuera cierto que entre ellos había una relación no estrictamente deportiva y se hiciera público, sería un escándalo. Y es lo que Ooya temía. No estaba seguro si después de algo como eso la dirección mantendría los dormitorios. Y eliminarlos significaría perder a los estudiantes que venían fuera de Tokio, Sawamura y Miyuki entre ellos. Seidou se debilitará sin mencionar que serían objeto de crítica y burla. La imagen de la preparatoria ser vería duramente dañada.
Pero, además, le preocupaba el futuro de esos muchachos. En una sociedad como la japonesa, no era bien visto ese tipo de relación en el deporte. Fuera del escándalo de Kazuhito Tadano, no había casos de deportistas abiertamente gays, incluso el mismo Kazuhito había rechazado ser gay poco después, a pesar de que en esa época vivía en Estados Unidos. Solo así pudo volver a jugar en un equipo japonés. Tampoco existía legislación en contra de la discriminación en el deporte, por eso ese tema era tabú en los equipos. Si se confirmaba una relación entre dos jugadores de un equipo de preparatoria, sería igual a enterrar sus carreras profesionales.
Kawakami tiene razón de estar preocupado, pensó el docente, y se decidió a tomar cartas en el asunto.
Ignorando lo hecho por Kawakami, Miyuki salió apenas comenzó a salir el sol de su habitación para practicar su bateo. Su lugar favorito era, ahora, el de sus pitchers de segundo también. Estaba por subir por las escaleras que daban a la ruta que unían los dormitorios y el complejo con la escuela cuando miró hacia arriba. Sawamura y Furuya ya estaban ahí. Sawamura no dejaba de gritarle a su amigo somnoliento
-¡¡Ya deja de invernar, Furuya!! ¡¡Espabila si viniste a practicar!!
-Estoy cansado
-¡Entonces ve a dormir! ¡No tienes que estar aquí si todavía tienes sueño!
-Pero quiero practicar bateo
-Sawamura tiene razón -los interrumpió Miyuki al alcanzarlos-, no es necesario que te levantes tan temprano para eso. Aún quedan una hora para el entrenamiento matutino
-Chris senpai dijo que debíamos dominar todo sobre béisbol. Quiero mejorar mi bateo para ser un limpiador permanente en Otoño y poder ayudar en los jardines cuando Eijun lance.
Sawamura y Miyuki lo miraron sorprendidos. No era común escuchar a Furuya queriendo hacer algo que no fuera lanzar
Ante esa declaración, el mayor reconsideró, -No puedo negar que eso sería de gran ayuda al equipo, más cuando los terceros nos retiremos. Si es así, te ayudaré en lo que pueda, Furuya, pero no te sobre esfuerces como un idiota que conozco
El pitcher asintió, -Harucchi me da consejos pero agradeceré tu ayuda también, Miyuki senpai
-¡Ochá! ¡Yo también, yo también mejoraré mi bateo, Miyuki senpai! -exclamó el de Nagano, haciendo que Miyuki sonriera, -Que influenciable eres, ¿eh, Sawamura?
-¡No tiene nada de malo serlo! Y si el equipo lo necesita, ¡seré le máximo limpiador de Tokio y te sustituiré como el cuarto cuando te retires, capi!
-Jajaja, eso lo dudo -exclamó el catcher
-Eijun ha mejorado mucho en el bateo -exclamó el introvertido pitcher-, podría mejorar aún más
Miyuki y Sawamura lo miraron sorprendidos, mientras el de pelo oscuro comenzó a practicar.
-Bueno, supongo que no se pierde nada si te doy algunos consejos también, Sawamura
-¡Si! ¡Hazlo, cap! ¡Cuando te des cuenta estaré anotando homeruns en cada partido!
-¡Jajajaja! No me lo imagino
-¡Pues imagínalo! ¡Seré conocido como Sawamura Eijun, la Bazuca Humana!
El catcher rio con ganas y luego respondió, -Bien, bien, futura Bazuca Humana, primero trabajemos tu postura, la has mejorado pero aún no es suficiente...
Y esa fue la primera vez que Miyuki se encontraría con los pitchers de segundo año a esa hora. No buscaba presionarlos, prefería que se concentraran en lanzar, sin embargo pensó que no sería nada malo si les aconsejaba sobre bateo y los supervisaba para que no se abusaran, en especial Furuya que acababa de salir de su lesión. Le quedaba poco tiempo en el equipo y debía aprovecharlo para poder pasarles todo el conocimiento que podía.
Luego de eso, el día transcurrió normal. Ya en la tarde estaban en el bullpen con el resto de receptores y lanzadores.
Ooya sensei había observado el entrenamiento matutino y ahora no se despegaba del reducto donde los pitchers practicaban. Miyuki recibía los tiros de Furuya, quien sería el abridor al día siguiente, mientras que Okumura hacía lo mismo con Sawamura. Nori estaba al fondo con Ono.
De vez en cuando el lanzador de tercero le daba un vistazo a Miyuki y Sawamura. Ese día no había visto ninguna interacción cercana, ya que el receptor estaba concentrado en preparar a Furuya. Y Sawamura tampoco se le aproximó, quizás, por la misma razón. Nori suspiró aliviado. Luego de hablar con Oota sensei sintió remordimientos. ¿Y si sus sospechas eran infundadas? ¿Y si por evitar un escándalo había provocado uno peor? Pero todo era normal y eso le generaba algo de tranquilidad.
De igual forma, Oota se sentía complacido. No dudaba de lo dicho por Kawakami, sabía que si le había dicho aquello era porque realmente estaba preocupado, pero también existía la posibilidad de que fuera un mal entendido, por eso simplemente se prestó a observar y no intervenir con los involucrados. Hasta ahora todo era normal, cada uno estaba concentrado en lo que debía.
Ochiai se acercó al maestro y juntos observaron la práctica, -¿No cree que Sawamura está lanzando demasiado ya? -preguntó el docente
-Si, seguro por no estar conforme con su desempeño anterior. No lo limitemos, el capitán está ahí y Okumura es inteligente, ellos se encargarán de frenarlo si es necesario.
El maestro asintió complacido, "Si, Miyuki siempre ha sabido ponerle freno a la impetuosidad de Sawamura", pensó Oota. Aunque le preocupaba lo dicho por Kawakami, decidió darle un voto de confianza al catcher titular de Seidou y se retiró tranquilamente.
-Solo está lanzando bolas rápidas, ¿no? -preguntó Miyuki a Okumura
-Si -respondió molesto el rubio al sentir que su senpai de segundo no le confiaba las numeradas-, eso fue lo que pidió
El mayor sonrió y exclamó, -Oh, en ese caso está bien.
"Sus bolas rápidas no estuvieron al 100% en el último juego, debe querer recuperar la sensación", pensó Miyuki al tiempo que recibía un nuevo lanzamiento de Furuya.
Entre tanto, Sawamura estiraba el brazo con algo de frustración, "Lo estoy haciendo bien aquí... ¿Por qué no pude hacerlo en el partido?"
-No creo que juegues mañana -Furuya interrumpió sus pensamientos-, así que lanza a gusto
-¡Eh! ¿Qué dices? Me prepararé lo mejor que pueda
Furuya no respondió al tiempo que acomodaba la bola en su guante. Sawamura gruñó e insistió, -¿¡Por quién me tomas!? ¡Me llamaban el Dios del Bullpen! ¡Estaré listo para cuando me necesiten!...
-Nos mantendré... -exclamó Furuya. Sawamura lo miró confundido, y el de pelo negro concluyó, -Nos mantendré en el juego, lo prometo -dijo con decisión y lanzó nuevamente a Miyuki, quien no había perdido detalle de aquel intercambio.
BREAK
Y así fue. Mostrando una increíble calma y fuerza potente en cada uno de sus lanzamientos, Furuya Satoru dejó en el camino a Hachiya Oyi. "¡El monstruo regresó!", decía el público y aquello todos, incluso un feliz Sawamura Eijun, aceptaron.
Que su rival estuviera en plena forma no preocupaba a Sawamura. Para Seidou era la mejor noticia.
Luego del protocolo final del juego, el equipo terminaba de empacar en el camerino. Miyuki fue de los primeros en acomodar sus pertenencias e iba salir, pero antes le dio un vistazo a los que estaban aún ahí.
-Salió, hace un rato -le dijo Kuramochi por detrás. El catcher se volteó despreocupado, -No estoy buscando a Sawamura
-En ningún momento mencioné a Sawamura, yaaahaaa! Si que te tiene amarrado, amigo
Miyuki no le respondió y salió del camerino. Camino por el césped hasta llegar a las escaleras principales*. Vio que los miembros de Seidou que habían visto el juego desde las gradas ya estaban movilizándose hacia el autobús. Ese día no habría mucha conmoción afuera, pensó. Era jueves, el resto de la escuela estaba de vacaciones de verano y en las primeras rondas por lo general no llegaba muchos estudiantes, así que el mayor apoyo que recibían de las gradas era de sus compañeros de equipo.
Se había adelantado porque, dicho de forma simple, Kuramochi lo tenía abrumado con sus bromas. Desde aquel día que se sinceró con él no dejaba de bromear con el tema Sawamura, y al catcher le incomodaba y preocupaba que, por un descuido, alguno del equipo loa escuchara. No tenía interés que otros supieran sobre sus sentimientos, nunca había sido de los que compartía su vida privada, y lo que pudiera sentir por el pitcher de segundo era su problema, no había necesidad que nadie más, ni siquiera el mismo Sawamura, supiera de eso.
Caminó por los pasillos hasta llegar a la salida principal para el equipo vencedor. No vio al entrenador Kataoka en ningún sitio, supuso que estaba con los periodistas, aunque si divisó a Asou charlando con Sekki y Mimura. Se acercó a un árbol para esperar en su sombra justo cuando lo vio. Tal como había dicho Kuramochi, Sawamura estaba afuera, quizás desde hacía un rato pero no estaba solo.
-¡Gracias por apoyarnos, Nishino! -exclamó el lanzador sonriendo
La chica de segundo le sonreía algo sonrojada. Desde donde estaba Miyuki no podía escuchar lo que conversaban, pero no perdió detalle de las reacciones de ambos.
-¡Ahora que soy del equipo de porrismo vendré a todos los juegos del equipo! Lástima que no jugaste hoy -exclamó la chica con la energía aminorada
Sawamura se carcajeó, -Si, fue decisión del entrenador. En el verano es importante alternarnos, pero Furuya hizo un gran trabajo
-¡Si, Furuya-kun estuvo fantástico, mejor que en la semifinal de primavera! -respondió la chica sin perder el color de sus mejillas.
"Le gustas a la chica, tonto, es obvio", pensó Miyuki frustrado. La joven no disimulaba ni un poco lo que Sawamura le provocaba con su presencia, pero éste actuaba despreocupado
-Ese día Furuya no estuvo en su mejor forma, pero ha mejorado mucho. Es un jugador importante de nuestro equipo
La chica asintió y luego buscó en su mochila, -Te traje algo
-Oh, pero Nishino, no debiste...
-Espera... -exclamó hasta sacar un cuenco de madera amarrado con una cinta azul rey-... yo misma los hice, ¡ábrelo!
El pitcher obedeció y Miyuki juró que los ojos del pitcher brillaron con intensidad al ver su contenido
-¡Manjú! Nishino, ¿tu sabes hacer manjú**?
La niña asintió, -Es la receta de mi abuela. Hice muchas para que las compartas con el equipo, pero quiero que las pruebes primero
Sawamura sacó uno de los dulces. Se veía delicioso y el pitcher pudo sentir el aroma a castaña del relleno, lo que hizo que su estómago sonara con fuerza. Miyuki no perdió detalle cuando el loco chico de segundo se lo puso en la boca y comenzó a masticar.
-¡Mmmmm está riquísimo, gracias. Nishino!
La joven de pelo negro se sonrojó aún más, -¡Qué... qué bueno que te gustó!
-¡Están muy buenos! ¡Eres buena en la cocina, Nishino! ¡Le daré a los chicos, te lo prometo!
-Ohhh si... ¡Si! ¡También sé hacer Yokán***! ¿Te gusta?
-¡Claro! ¡Mamá siempre me hace cuando llego a casa, es mi favorito!
-¡Oh! ¡Entonces te haré para el próximo juego!
"Así que te gustan los dulces caseros, eh Sawamura", pensó el catcher. Un dato nuevo. Manjú, yokán... Miyuki conocía la receta de esos dulces gracias a los apuntes de su madre, no era difícil hacerlos.
Finalmente la chica se despidió, dejando el cuenco de madera a Sawamura, quien con cuidado lo cerró. El catcher se imaginó provocar la misma reacción en su compañero de batería de hacerle manjú, si podía ganárselo por el estómago entonces...
Pero entonces eliminó ese pensamiento. "¿Ganárselo? ¿En serio, Miyuki?", pensó frustrado. Vio a Sawamura acercarse al resto de los jugadores que salían del estadio. Conversaba animado con uno que otro, así que Miyuki se puso de pie y caminó un poco, quedando siempre a unos metros de él. El atolondrado lanzador nunca se daba cuenta de que Miyuki lo seguía de lejos, siempre pendiente de sus acciones.
Pero justo en ese momento el lanzador se detuvo. Sonreía al tiempo que veía al frente. Miyuki miró hacia esa dirección. Furuya se acercaba a Sawamura. Caminó lento hasta llegar al de Nagano y le susurró, -Podrás lanzar otra vez, como lo prometí
-Así es - respondió Sawamura sin quitar su sonrisa
Furuya en ningún momento se detuvo. Amigos y rivales, pero al final juntos por un único objetivo.
El catcher no quitaba su vista de Sawamura. Éste sonreía, perdido en sus pensamientos, -"Ahora lo entiendo. Aunque recibí el dorsal del As, no significa que haya vencido a Furuya ni que pueda reemplazarlo... o a Nori senpai... o a Kaneda. Ellos siempre están listos por si tienen que entrar en un juego. ¿Presumir que el equipo solo depende mi? No puedo ser tan engreído"
Seidou podía enorgullecerse de tener a dos Ases al mismo tiempo, y era justo en su último verano que Miyuki tenía el honor de atrapar para ellos.
"Te arrepentirás de no haberte unido a nosotros. Lo harás por diez o veinte años", recordó aquella sentencia del segunda base de Inashiro el año anterior. Y aunque Miyuki siempre se sintió seguro de su elección, hoy podía decirse plenamente orgulloso y satisfecho por haber elegido a Seidou, una decisión motivada en parte por la promesa a Rei hace casi cinco años, también por su deseo de vencer a Chris quien había barrido con él en secundaria. Pero ahora eran sus lanzadores de segundo su mayor razón, en especial, aquel ruidoso y tonto pitcher de Nagano.
BREAK
De camino a Seidou había mucho ruido en el autobús. Al mostrarles el cuenco con manjú, hubo una gran conmoción. Kuramochi se había apropiado del recipiente y luego de 'mandarse' tres de un bocado, comenzó a repartir al resto, dejando a Sawamura con las manos vacías, -¡Oigan, no me dejen sin manjú!
-¡Tranquilo, Bakamura! ¡Puedes decirle a tu novia que te haga más después de todo! -exclamó Kanemaru al tiempo que metía su mano en el cuenco
-¡Nishino no es mi novia, Kanemaru!
-¡Pero bien que te la pasas todo el tiempo hablando con ella de manga, eh!
-¡Eso no tiene nada malo!
-¡Bakamura, ¿estás engañando a Wakana-ka?! ¡¿Eso es verdad, Bakamura?! -exclamó Kuramochi fingiendo indignación mientras seguía masticando
-¡Ni Wakana ni Nishino son mis novias! ¡No estoy engañando a nadie, Kuramochi senpai! ¡Y no me dejen sin manjú!
-Bueno, bueno, suficiente -exclamó Ono al tomar el cuenco. Le entregó algunas a Toujo para que repartiera y le entregó el cuenco a su kohai -Toma, ahí te quedaron dos, Sawamura
-¡Muchas gracias, Ono-san! -exclamó el pitcher feliz.
Hubo un suspiro generalizado al ver que el alboroto había terminado por el maduro estudiante de tercero, al tiempo que Sawamura buscaba donde sentarse. Luego de que Kuramochi le había arrebatado el cuenco, no había buscado un lugar. Observó los asientos y vio más adelante uno libre, así que se sentó ahí mientras el autobús arrancaba. Fue cuando vio de quien se trataba que trago seco.
Era la primera vez que compartía asiento con Miyuki. Por lo general éste se sentaba con alguno de tercero o con Rei-san, y siempre en los asientos del medio, nunca adelante. Pero esta vez el catcher iba solo y pensativo.
Para Miyuki fue difícil no escuchar el escándalo de hacía un momento. Todo, incluso lo que habían dicho Kanemaru y Kuramochi de Nishino y Wakana. Novias, claro. No podía negar que Sawamura era atractivo, el mismo Miyuki lo veía de esa forma. Además, era divertido, tenía carisma, era imposible aburrirse con él. Era un tonto confiable, algo ruidoso, pero dulce y honesto. Si, Miyuki podía entender que las chicas estuvieran atraídas por él.
A Miyuki se le acercaron algunas chicas esos años, pero su personalidad fría y a veces retorcida era su mejor arma para ahuyentarlas. Y no generaba ninguna sospecha en el resto. La mayoría de los miembros del equipo no tenían pareja, estaban demasiado concentrados en el beisbol, sobre todo los del primer equipo. Su eterna soltería fue lo normal en sus casi tres años en Seidou, así que no tenía que esforzarse mucho en ocultar su orientación sexual. Era considerado un enfermo por el beisbol, y le funcionaba de maravilla que todos tuvieran esa idea de él.
Sawamura abrió el cuenco, quedaban dos manjús. Observó al catcher, que seguía pensando en silencio. Pero fue el lanzador quien sacó a Miyuki de ese estado, -¿Quieres?
El catcher se volteó confundido, -¿Cómo?
Miró el cuenco que Sawamura le ofrecía, -Vi que no tomaste ninguno y... bueno, Nishino quería que las repartiera de todas formas. ¿Quieres, cap?
El catcher suspiró y sonrió levemente, -Pensé que las querías para ti
-Quedan dos, toma una y yo la otra -exclamó con una sonrisa.
Miyuki tomó uno de los dulces al mismo tiempo que Sawamura tomó el otro y luego lo introdujeron a su boca al mismo tiempo. Sawamura suspiró feliz, -Mmmm... qué rico.
-No está nada mal. Tu novia tiene esperanza en la cocina
El pitcher gruñó, -¡Que no es mi novia!
-Jajajaja, es lo que dices pero no creo que ella piense lo mismo
En el asiento de atrás Shirasu se ponía sus audífonos al tiempo que sonreía. Luego de un instante de tranquilidad, nuevamente la voz estridente de Sawamura discutía con el necio de Miyuki, algo habitual ya para el equipo. Para el jardinero era claro hacía mucho que había algo más en esas discusiones, pero no sería él quien abriría la boca, a pesar de conocer las sospechas de Kawakami. Subió el volumen de la música para ignorar las voces de los dos bobos de adelante mientras el resto del equipo, habituado a esas escenas, siguieron en lo suyo, unos medio dormidos, otros charlando. Todos ellos tranquilos, excepto uno.
Desde donde estaba Kawakami podía escuchar a Miyuki burlándose del pitcher. No había pasado desapercibido para Kawakami que Sawamura se había sentado con él. Eso añadió más preocupación a su atribulada mente, -Ahora es Sawamura quien lo busca... no, esto no está bien.
Al regresar a Seidou, buscó a Oota y le contó lo que vio. El maestro escuchó atento y preguntó, -Pero ¿pasó alguna otra cosa? ¿Viste algún acercamiento íntimo entre ellos?
El pitcher negó, -Pero es obvio para mi que Sawamura también está buscándolo. ¿Y si alguien más los ve? Sawamura es el As, Miyuki el catcher principal y nuestro capitán, y siento que en cualquier momento alguien puede notarlo.
-Estos días viene mucha prensa a ver al equipo. Miyuki es el centro de atención de ellos y de los observadores de las universidades y los equipos de la Liga Mayor. Un descuido y... - el mayor suspiró. Ahora si estaba preocupado, - Me encargaré de todo, Kawakami, gracias por buscarme.
El pitcher asintió y salió de la oficina. Oota sensei pensó si era necesario hablar de esto con el entrenador, o si lo mejor era encargarse del asunto él mismo. En ese momento Kataoka entró a la oficina junto a Rei y Ochiai. Estaban conversando sobre la alineación para el próximo partido y el plan de entrenamiento. El encuentro sería en dos días, Sawamura sería quien abriría y el entrenador planeaba cerrar con Kaneda si no lograban suspender el partido antes.
-Reúne a Miyuki, Watanabe y el resto de catchers... también a Kaneda y Kawakami -le indicó Kataoka a Rei-, hay puntos importantes que analizar de los próximos partidos.
-Como usted diga, entrenador. Pero ¿Sawamura y Furuya?
-No es necesario que ellos estén presentes -exclamó Ochiai al tomar asiento en el lugar de siempre.
-Estoy de acuerdo -respondió Kataoka a su vez-, Sawamura y Furuya son los pitchers abridores, es mejor que se concentren en eso. Kawakami y Kaneda serán su respaldo, ojos y oídos en caso de ser necesario.
-Muy bien -concluyó Rei y salió de la oficina. Kataoka observó a Oota, -¿Qué sucede?
El docente observó a Ochiai. No le parecía adecuado hablar de ese tema estando él presente, sin embargo Kataoka insistió, -¿Hay algún problema? Se ve nervioso
Esta vez el mayor miró de reojo a Oota. Éste suspiró y narró a los entrenadores lo dicho por Kawakami. Ochiai suspiró, -¿Y ese chisme de pasillos es lo que le tiene nervioso, Oota sensei?
-¡No es un simple chisme! Si llega a ser cierto...
-¿Y qué si lo fuera? -exclamó el entrenador mayor, sorprendiendo a Oota-, Suponiendo que lo sea, lo cual lo dudo, mientras no interfiera con los entrenamientos o el desempeño en los juegos, qué más da si hay un par de tortolitos en el equipo
-No pensé que se lo tomaría tan tranquilamente, entrenador Ochiai
-Soy práctico. Miyuki y Sawamura tuvieron un gran desempeño como batería en las prácticas. Hacer algo a estas alturas sería afectar los resultados directamente. Si fue difícil manejar un Sawamura tenso en un partido, no me quiero imaginar lo que sería con el corazón roto
Kataoka suspiró, -Por el momento manejaremos esa información con cautela. También pienso que sería contraproducente tomar acciones que luego afecten al equipo. Ambos son piezas claves en Seidou, no podemos perderlos.
-Pero... si esto se hace público...
-Hasta ahora el único que ha hablado de eso es Kawakami, ¿no? -respondió Ochiai-, asegúrese de que no abra la boca más. Tranquilícelo.
-Si llega a haber una afectación en lo deportivo, intervendré de ser necesario. Por el momento dejaremos todo como está -terminó Kataoka.
Oota asintió y salió no muy convencido. Ochiai se le escapó una sonrisa, lo que intrigó al entrenador más joven, -¿Qué le parece gracioso?
-Que Oota sensei se escandalice por esto. ¡Como si fuera la primera relación que surge en un equipo!
Kataoka asintió sonriendo también, -Es muy común. Cuando fui jugador conocí un par de parejas en Seidou en aquella época, una de ellas sigue junta después de muchos años.
-Y yo también lidere parejas que se formaron en medio de los entrenamientos, ¡y fueron más de dos! Al principio era estresante, no lo puedo negar, pero los muchachos siempre se centraron en lo importante, al final es su amor al beisbol lo que lleva a unir a esas parejas. Nunca tuve quejas de ellas
-Es verdad. Aunque no puedo negar que me preocupa que sea precisamente esos dos los involucrados
-Si, bueno, les quedan algunos partidos juntos... dejemos que disfruten el poco tiempo que les queda en un mismo equipo y que el amor florezca y nos lleva otra vez a Koshien -exclamó lo último Ochiai con un tono irónico. Kataoka solo sonrió, -Que así sea.
Entre tanto, Rei avisó sobre la reunión a catchers y pitchers, excluyendo eso si a Sawamura y Furuya. Iba hacia la oficina nuevamente, pero fue detenida por Miyuki, -¡Rei-chan!
-¿Si, Miyuki-kun?
El catcher suspiró, luego observó a su alrededor. Al comprobar que no había nadie, le entregó una hoja de papel. -Necesito que me compres estos ingredientes. ¿Puedes?
La mujer leyó la lista, extrañada, -Esto... ¿es una receta?
El catcher asintió, -Si, quiero aprovechar que descansaremos mañana por el partido para preparar Manjú para todos. Iría por ellos, pero no puedo salir de la concentración-
La mujer sonrió, -Bien, pero es curioso. Sé de tus habilidades culinarias pero es la primera vez que te decides a mostrarlas al equipo
El catcher bajó la mirada sin perder su sonrisa, -Bueno, es hora de presumir con lo que sé hacer mejor, además... ya nos queda poco tiempo juntos, Rei-chan. Quiero... que hagamos recuerdos juntos fuera del diamante también
La mayor se sorprendió. Había algo de nostalgia en el rostro del catcher, una vibra que nunca antes había sentido en él, -Bien, te lo traeré todo mañana temprano, pero espero que me dejes a mi, Miyuki-kun
-Jajajaja, descuida. Les enviaré a ustedes también -exclamó Miyuki-. Muchas gracias.
Luego de eso, el catcher se encaminó con ella a la oficina. Después de unos minutos, el resto que había sido convocado estaba ahí, entre ellos los catchers de primer año, Yui y Okumura. El rubio se mantenía cerca de la puerta, no se mezclaba con el resto como si hacía Yui.
-El próximo sábado los partidos de la próxima ronda serán en diferentes estadios, incluidos los de Inashiro y Seiko -explica el entrenador-, y el partido del bloque D entre Yakushi y Sankou será en el Estadio Machiouji.
-Podemos contar con que Yakushi y Sankou saldrán con sus mejores jugadores desde el inicio -prosigue Rei-, quien gane ese encuentro será nuestro rival en la ronda 4. Iré con Watanabe-kun
-Necesitamos información, en especial, de sus primeros años, Watanabe. Cuento contigo -le habló Kataoka al joven
-¡Si, señor!
-Disculpe -interrumpió Okumura-, ¿Puedo ir al partido de Yakushi e Ichidai Sankou también? Me aseguraré de seguir con mi rutina de ejercicios al regresar.
El resto lo miró sorprendido, a excepción de Miyuki, quien sonrió al ver la determinación de su kohai. Entre tanto, Okumura pensaba nuevamente en las palabras de Yui, "¿Qué puedo hacer por el equipo tal como estoy ahora?"
-Bien -respondió el entrenador-, mira el juego detenidamente desde tu perspectiva como catcher. Nos será de utilidad.
Al salir de la reunión, Miyuki se aproximó a Okumura, -¿Qué te hizo pedir ir a ese partido?
El rubio bajó la mirada y respondió, -Quiero ser útil al equipo. Quizás pueda encontrar algo que nos beneficie cuando enfrentemos al que gane ese encuentro
El mayor asintió, -Me parece muy bien que tomes la iniciativa.
Que Okumura se integrara al equipo era nuevo. Desde siempre estaba concentrado en lo suyo y nada más. Pero aquella decisión traería beneficios para todos, sobre todo en el futuro, de eso estaba seguro Miyuki.
Entre tanto, Sawamura llegó a su habitación luego de un baño y se preparaba para cenar. Justo cuando Kuramochi se despedía, llegó al móvil del pitcher un abrupto e inesperado mensaje,