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Su aroma.

Summary:

Tanjiro esta en búsqueda de un demonio en el distrito rojo, cuando en medio de su búsqueda un aroma llama su atención, cautivado decide seguirlo para encontrar al dueño de este.

Notes:

Omegacember, día 2: aroma

Work Text:

Cazar demonios era a lo que ya estaba acostumbrado tanjiro, ahora con sus nuevo compañero, zenitsu, llegaron hasta el barrio rojo, donde según les informaron, habían desaparecido múltiples personas y iestaban seguros que se debía a un demonio.

El lugar estaba bastante concurrido y les era difícil rastrear al demonio así, por lo que tuvieron que separarse para abarcar más terreno, le tomo algo de tiempo convencer a zenitsu de hacerlo, pero lo logró y ahora investigaba entre las calles que parecían menos concurridas, le resultó difícil ubicarse en el lugar, con tantas personas y con ello olores distintos, intento seguir su búsqueda lo más sigiloso que podía, evitando llamar la atención, pero algo captó su atención de inmediato; un olor resaltaba del resto, le quitó el aliento por un momento, era el olor de un omega, sin duda, aún así era un olor que nunca había olido antes.

No tenía una forma precisa de describirlo, sus palabras ni tenían la rescisión suficiente para ello, pero lo que le había hecho sentir se quedó con el más tiempo del que quisiera, abriéndose para por su sistema respiratorio y quedando aferrado a él no pudo ignorarlo ni por un segundo, era como oler la libertad, parecido a estar en un bosque tranquilo, le recordaba un poco a su casa, antes de que los demonios le quitaran todo; se preguntó de quién era aquel aroma tan singular y lo comenzó a seguir deseando poder percibir más de aquella persona.
Camino a ciegas entre el mar de gente hasta que se está desvaneció, dejando un camino despejado por que camino guiado por el aroma que le había cautivado, cuando estuvo más cerca de el se encontró con una puerta cerrada, la mira por unos segundos, aturdido, acercando su mano para abrirla.
No está muy seguro de que lo llevo a seguir ese aroma, pero no le molesta el haberlo hecho, esta detrás de la puerta, a su alcance.

Se detiene de golpe, por un momento olvido la verdadera razón por la que estaba en ese lugar, y es que la razón de que volviera de su sueño estaba detrás de esa puerta también, un olor repugnante acompañaba a quien lo estaba guiando, el aroma era amargo y repulsivo, intentando opacar al omega, sin lograrlo en absoluto.

tanjiro cierra su mano en un puño que acerca así mismo, dejando un suspiro de frustración, se da cuenta que no quiere irse, no quiere dejarlo, pero tiene una misión que cumplir, una misión que no puede dejar tirada sin más, no podía dejar que mas personas mueran, además, continuar con su misión también significaba que podría mantenerle a salvo, se rehúsa a permitir que el demonio que persigue se lo lleve también.

Continúa su búsqueda por los alrededores, silencioso y a pasos ligueros, intentando localizar con rapidez al demonio y acabarlo para poder ver el rostro de aquel omega detrás de la puerta, regresa cada que una calle ha sido revisada, esperando que la puerta se abra cuando esté solo, para poder ver sus rostro aunque sea un momento y negándose a acercarse demasiado, más que consciente de lo que debe estar sucediendo ahí.

Agota sus energías en ir y venir, no está seguro de poder vencer al demonio con facilidad si este aparece de pronto, aún así no se arrepiente, e intenta tranquilizarse, pues pronto el sol saldrá y tendrá un par de horas de descanso hasta que la noche caiga de nuevo, espera ser más rápido que el demonio y evitar que se llevas más vidas.

Esta por amanecer cuando da su último vistazo a la habitación que esconde a quien le cautivó, esta vez, no hay aromas con él, y la puerta esta entreabierta, su corazón late con fuerza sin querer acercarse a mirar, el único sonido del lugar son sus latidos acelerados resonando en sus oídos, el olor de la habitación impregna todos sus sentidos llamándole a acercarse, pero esta congelado en su lugar; sin mover ningún músculo, frente a la puerta nota como los primeros rayos del sol lo tocan atreves de una ventana, sacándolo apenas de su ensoñación.

《Debo reunirme con zenitsu y nezuko》

Da una par de pasos a la salida, pasando por la puerta y mirando a través de ella con curiosidad, en un momento sucede cuando le pude ver, un par de segundos son más que suficientes para sonrojarse con intensidad por lo que vio, sus pasos se vuelven torpes y sus piernas tiemblan de la emoción, le vio, solo una mirada le fue necesaria para que quedara grabada en su memoria.

Ella era más que preciosa, realmente bonita, tiene lacios cabellos oscuros sobre los hombros, tan oscuros que sobresalían de todo su alrededor, brillantes ante los rayos del sol que le tocaban con gracia; su rostro, pálido y su piel denotaba ser tan suave que por un momento se imaginó abrazando su cuerpo sintiendo la suavidad de toda ella, pero lo más bonito de ella era su rostro, sus ojos que aunque no le miraban, tenían una mirada calmada hacia la nada, resaltaban sin duda, verdes como esmeralda brillantes, cubiertos por largas y gruesas pestañas oscuras; apenas tenía algo de maquillaje, solo los labios rojos, llamativos y enmarcando sus facciones.

Era sin duda una de las personas más bellas que había visto en su vida, y verle fue un flechazo directo a su corazón, ella y su aroma se quedarían con el por siempre.

《Quisiera conocerla, cuando esté a salvo …》

Se dice a sí mismo, pero para poder conocerla ella tiene que estar a salvo, sin riesgo a que un demonios acabe con su vida, así que debe acabar con ese demonio cuanto antes.
Así ella podrá estar a salvo.

Se va a su encuentro con zenitsu y nezuko, esperando algunas buenas noticias, ya sea que el demonio ya haya sido acabado, o menos optimista, por lo menos tener un rastro de él (mientras más lejos de ella mejor); para cuando lo encuentra el sol ya ha salido en su totalidad, dejando una mañana cálida en la que se alegra de no escuchar ningún murmullo o comentario sobre alguna persona desaparecida.

Tal como lo había pensado el aroma de esa chica se queda con el, dejando sus pensamientos revueltos y sus sentidos adormecidos, como si todavía estuviera cerca, como si estuviera a su lado; intenta no dejarse caer en esos pensamientos, pero cada que cierra los ojos aún la puede ver, deslumbrando todo a su alrededor.
Le cuenta a zenitsu, feliz sin saber a quien más expresarle su alegría, solo quería compartirlo, así que ignoro la rabieta infantil de zenitsu y sus balbuceos sobre como había visto una chica bonita y él tuvo que buscar al demonio en lugares horribles.

Hacen un plan mientras el día avanza, esperando que todo pueda salir tal como lo planean, se avergüenza, pero no puede evitar esperar volver a toparse con ella, si es posible, después de acabar con demonio, teniendo la seguridad de que nada le pasara, sin ninguna interrupción.

En un suspiro la noche llega, así que toman otros caminos, diferentes a la noche anterior, esperando poder atrapar al demonio de una vez por todas se mantiene al tanto como puede, esforzándose en notar cualquier cosa fuera de lo normal, mantiene sus pasos rápidos y ágiles, controlando sus respiración a cada paso, hasta que nota el aroma del demonio.
Se tensa en su lugar, notando apenas un deje del aroma del demonio le indica que esta lejos, así que comienza a hacer una carrera acelerada, sintiendo su corazón acelerarse cuando nota como sus pasos acelerados le llevan directo a aquella chica, el aroma del demonio se hace más fuerte, y el de la chica también; da un par de respiraciones pesadas, acercándose al lugar, están cada vez más cerca, demasiado cerca y comienza s sentir el miedo atravesando su cuerpo, no quiere que nada le pase.

Mientras se acerca el aroma del omega se hace más fuerte, abriéndose pasa atreves de todo el lugar, directo a él.
Por un momento el aturdimiento que le provoca el olor de la omega lo intenta vencer, casi haciendo que sus pasos vuelvan lenta su carrera, pero se niega a perderse en su aroma, los sonidos de una pelea son ruidos y estridentes en el lugar, logran sacarlo de su ensoñación de golpe; tomando con fuerza su espada avanza con firmeza renovada, atravesando la puerta en su entrada, atento a su entorno, listo para acabar con el demonio que debe estar atormentando al omega en la habitación, no era así como esperaba conocerle, pero no hay otra alternativa, debe ser veloz ya que no tiene idea de que tan fuerte sea este demonio y no cree que zenitsu pueda respaldarlo pronto.

Cuando logra enfocar su entorno, enfocando su respiración casi pierde la concentración al ver la escena del lugar, el demonio, carecía de su brazo izquierdo y sangraba profusamente, intentando atacar al omega, que con la ropa dejando su torso al descubierto noto que no era ella, sino noto algo aún más importante, el parecía mantener al demonio a raya, con una mirada fiera y una pose de pelea se mostraba implacable, apenas con un par de rasguños, ni siquiera le presto atención, demasiado enfocado en su batalla.

Se preguntó por un momento como era que estaba combatiendo con el demonio si solo tenía una espada que se mostraba cerrada, bastante dañada, y aún así no vaciló en volver a dar otro ataque, firme, sin ningún atisbo de miedo en sus movimientos llenos de confianza, demostrando también una gran flexibilidad al esquivar al demonio con facilidad; tanjiro saltó también al ataque, intentando acabarlo dio el golpe firme al cuello del demonio, no le sorprende cuando la hoja de la espada choca sin ningún corte, lo sabía, ese demonio había comido a varias personas y ahora era muy fuerte.

Algo, o alguien interrumpen su hilo de pensamientos, con un grito lleno de molestia, la voz rasposa del omega a su espalda le hace un reclamo furioso.

—¿¡Quien demonios eres!? ¡deja de estorbar en mi pelea! — le encara con un gruñido que no intimida en absoluto a tanjiro

《Ese gruñido fue tierno…》

Pronto, los reclamos continúan y tanjiro no hace más que intentar disculparse levantando sus manos, en un intento de calmar su molestia creciente, tal como pensó, tener su aroma junto a él era reconfortante, le hubiera gustado que el momento permaneciera así, pero el demonio, completamente recuperados de sus heridas y con nuevos miembros remplazando a los cortados pareció molestarse por perder su atención y con un gruñido molesto corrió hacia ellos, dispuesto a dar un ataque.

Tanjiro, da un respiro, notando al demonio acercándose, usa uno de sus brazos para empujar al omega a su espalda, usando una de sus técnicas con rapidez para evitar el ataque, apenas logra evitar el daño, comenzando una pelea en la que intenta mantener a raya al demonio mientras intenta no dejarse envolver por el olor del omega .

Ataques vienen y van hasta que en su periferia nota que el omega ha abandonado el lugar en el que lo dejó, preocupado lo busca con la mirada, haciendo un esfuerzo por mantener su atención en el demonio que le estaba dando pelea, su aroma seguía ahí, presente y caótico le mantenía con algo de calma, debía estar buen.

luego, en un abrir y cerrar de ojos el sale de quien sabe dónde, sin darle tiempo al demonio de girar el usa dos espadas cerradas para rebanar su cuello de una vez por todas, obvia el hecho de que ha obtenido otra espada y solo se queda mirando como el cuerpo del demonio se desvanece ante la mirada orgullosa del omega, se sonroja ante la vista que tiene de él, sonriendo y orgullos, vivaz, tal y como su aroma esa imagen está seguro de que se quedará con él.

Se queda sin saber que decir, ahora que no hay ningún impedimento no tuvo tiempo de pensar en un tema de conversación, y no sabe que decir o que hacer, regula se respiración que parece descontrolarse a causa de los nervios, en cambio solo puede concentrarse en su aroma, de verdad le gusta y le brinda la calma que necesita en esa situación, apenas unos segundo pasan y el demonio ya no existe, la intención del omega se centra en el, unos ojos brillantes y penetrantes se encuentran con los suyos antes de que avance, con confianza hasta estar frente a él, nota como su altura es la misma y aún si él está de pie como si fuera el sujeto más grande e imponente en la habitación.

—¿Qué te pareció, tonto? ¡eh vencido al demonio antes que tú! —le grita con el orgullo impregnando su voz.

Tanjiro no está seguro de que responde a eso, más ante la mirada brillante y la sonrisa presumida que está frente a él.

—si, gracias por acabarlo. —le dice en automático, sonriendo.
El chico se queda congelado un momento, mirándolo, para luego desviar la mirada y continuar hablando.

—¡Por supuesto que lo hice! ¡el gran inosuke hashibira es invencible! —le dice, señalándose con su pulgar.

《Inosuke, es un lindo nombre.》

—Un gusto conocerte, inosuke. Soy tanjiro kamado — se reprende mentalmente por no tener otra idea de como continuar pero ya lo dijo.

Luego viene el silencio, en realidad no le incomoda, le da la oportunidad de tener el aroma de inosuke cerca sin que este oculto por una puerta, no esperaba conocer a una persona como el en esa misión, pero ya estaba ahí y no estaba seguro de cómo se alejaría de él si ya se había quedado con el de una manera que no era capaz de expresar.

Le gustaba inosuke y no quería dejarlo.