Chapter 1: Prólogo
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El ruido del crujir de las hojas secas bajo las botas militares se escuchaba por el silencioso bosque. Con pasos rápidos los soldados iban hasta el punto de extracción, hasta que el silbido de una bala y la posterior maldición de Michell desataron el caos.
El Capitán Tomlinson volteó a ver hacia el inmenso bosque pero la espesa vegetación hacía imposible visualizar al enemigo, el grito de su soldado caló en sus huesos. Michell no solo era un soldado más a su cargo, él alfa era su amigo y le habían disparado, la sangre color carmesí manchaba su uniforme militar y el líquido salía a borbotones por su boca.
Se arrodilló a su lado y presionó la herida de bala en su abdomen, los ojos grisáceos de Michell habían perdido el brillo, lo miraba con desesperación. A lo lejos creyó escuchar los insultos de Zayn por la radio hacia el grupo de extracción, los malnacidos no querían aterrizar por la poca visualización, era probable que el grupo de mercenarios tuviera un arma más grande capaz de derribar el helicóptero.
— Malik — dijo Louis aún con la mirada en Michell.
— Dígame, Capitán — respondió rápidamente.
— Dame el radio y vigila, estos malditos dispararán de nuevo y no creo que a Niall le agrade la idea de que uno de sus prometidos no llegue a su boda — exclamó Louis
— Sí Capitán — dijo con una leve sonrisa en el rostro al pensar en los bonitos ojos de su omega, aún en la peor situación, su Niall lo hacía sonreír.
Le tendió el aparato a Louis y rápidamente posó su mirada en el bosque, ya se pudo escuchar el ruido del helicóptero pero no estaba cerca, seguro que solo estaban sobrevolando a unos kilómetros de distancia.
— Pájaro Rojo — dijo Louis — Pájaro Rojo.
— Estamos aquí Capitán Tomlinson — le respondió el piloto.
— ¡¿Porque mierda no los veo en el punto de extracción?! — gritó.
— No podemos hacerlo señor, es peligro, podríamos derribarnos.
— Escúchame hijo de puta, aterriza ese helicóptero o te juro que te buscaré y te arrancaré el nudo.
— Señor yo no… — titubeó el soldado.
— Lo hará porque de lo contrario mis hombres y yo moriremos y si hay algo peor que el Capitán Tomlinson es el Coronel Tomlinson — exclamó.
Creyó escuchar un jadeo de parte del piloto, Louis no utilizaba la influencia de su padre pero en este momento era todo o nada, en cuanto salga del bosque él mismo se encargaría del cobarde piloto.
— Tienen que tocar tierra — mandó Louis — Porque tengo un hombre herido.
Colocó la radio en el bolsillo de su pantalón y miró a Michell, este le regaló una sonrisa temblorosa, sus dientes estaban pintados de rojo al igual que sus labios.
— No viviré — le dijo el soldado.
— Vivirás cabrón porque no soportaré al quejica de tu alfa — exclamó el Capitán.
Michell metió una mano temblorosa a su bolsillo y sacó una foto arrugada, allí se mostró un sonriente Luke con manchas de pintura en la mejilla, en el fondo había una gran pared a medio pintar.
— Tomé la foto el día que compramos nuestra casa — le dijo Michell con voz firme a pesar de la situación en la que se estaba — Queríamos tener un nido propio antes de buscar un omega.
— ¿Porque mierda me cuentas esto? Solo preséntame a tu omega el día que lo encuentres — dijo Louis.
— No podré hacerlo Capitán, sabes que no sobreviviré — un poco más de sangre escurrió por sus labios — Por favor entregale esta foto a Luke y dile que lo amé hasta que dejé de respirar.
— Deja de decir estupideces — le siseó Louis mientras presionaba un poco más la herida — Si mueres tendré que buscar a estos cabrones y ya tengo un traje para la boda de Zayn, no quiero desperdiciarlo.
— Dile que lo amo, que no sufra por mí, yo estaré bien, dile que busque un bonito omega — cerró sus ojos con fuerza para evitar las lágrimas — Sé que va querer estar con alguien más pero ordénale por mí que lo haga, quiero que nuestra primera cachorra se llama Alessia.
— Es un bonito nombre — concordó Louis y se alivió un poco al oír el ruido de las hélices justo en el punto de extracción.
Una ráfaga de disparos cayó sobre el helicóptero y Louis maldijo a todos los putos Dioses, sacó una granada de su cinturón y se puso de pie.
— Zayn carga a Michell y corre hacia el helicóptero — gruñó.
— No te dejaré aquí — gruñó en respuesta el alfa.
— No te estoy pidiendo te estoy ordenando, soldado — exclamó el Capitán Tomlinson.
El alfa cargó a Michell y corrió, Louis disparó hacia el lugar de donde provenían los disparos, algunos balas pasaron cerca de él pero ninguno le dio, sacó el seguro de la granada y la lanzó, corrió hacia el helicóptero y escuchó la explosión a sus espaldas. Subió a la aeronave y otra ráfaga de disparos cayó sobre ellos pero lograron despegar.
Una sonrisa se dibujó en el bonito rostro del omega militar al ver lo lejos que estaban de tierra, sacó el dedo medio a los puntos negros que supuso eran humanos en medio del punto de extracción.
— ¡Chúpenmela cabrones! — gritó con alegría.
Giró para celebrar con sus soldados pero el rostro de Zayn era de todo menos de felicidad, a su lado Michell estaba tendido en el suelo, sus grisáceos ojos estaban abiertos pero sin vida, una solitaria lagrima bajaba por su mejilla, la sangre había dejado de salir de sus labios y su mano izquierda estrujaba con fuerza la foto, justo cerca de su corazón.
Había muerto.
Louis se acercó a su soldado, a su amigo, levantó la mano pero vio que estaba temblando, cerró el puño con fuerza y respiro hondo para controlarse, luego le cerró los ojos, sacó con cuidado la foto de su cuerpo inerte y la guardo en el bolsillo de su uniforme.
— Fuiste un gran soldado — le dijo — Valiente y con los huevos bien puestos.
— Louis — dijo Zayn con congoja al ver los ojos rojos de su Capitán.
— No lloraré por tu muerte, sabes que soy muy bonito para eso pero estoy seguro de que te encantará más mi rostro manchado con la sangre de los que te asesinaron — una sonrisa volvió a aparecer en su rostro, las esquinas de sus ojos se arrugaron .
— No nos dejarán volver aquí — le dijo Zayn.
— No necesito pedirle permiso a nadie, soy el Capitán Louis Tomlinson — dijo mientras pasaba una mano por su cabello, manchándolo de sangre.
Chapter 2: Capítulo 1
Notes:
No te olvides de desactivar la traducción antes de leer porque de lo contrario algunas palabras no tendrán sentido.
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La sombra de un hombre se ve por el angosto callejón, al salir se logra visualizar el motel de mala muerte en donde se hospeda un alfa estúpido al que Louis no dudará en matar pero antes se divertirá un poco.
Han pasado tres semanas desde la muerte de Michell. Louis le pidió permiso a su Mayor para que pueda investigar el ataque de los mercenarios pero no se le otorgó. El Mayor sabía a ciencia cierta que el omega solo buscaba venganza pero no creía correcto que un militar actúe por impulso.
Así que Louis no tenía más opciones. Si desertaba, su padre el Coronel Magnus Tomlinson sentiría una gran decepción y vergüenza. Por ello el omega tuvo que darse cuenta de baja en el ejército por motivo de casta; alegó sentir el deseo de formar una familia y como era de esperarse, su baja fue otorgada de inmediato.
Cualquiera pensaría que en este momento el omega estaba en casa, dándose un baño de burbujas, listo para esperar a los alfas que quisieran cortarlo pero ese no era el caso. Louis estaba en los barrios bajos, frente a la puerta de una habitacion de motel, listo para matar.
Toca la puerta un par de veces, un alfa alto y musculoso aparece en cuanto es abierta, apesta a licor pero sonríe socarronamente cuando ve al precioso omega.
— No pedí una puta — dice mirando de arriba a abajo el cuerpo de Louis — Pero quiero divertirme un poco.
— Habrá diversión — responde Louis con una sonrisa en el rostro — Lástima que no para ti.
El omega patea las partes bajas del alfa y este cae de rodillas, Louis aprovecha y lanza otra patada a la cabeza del hombre, derribándolo instantáneamente. Pasa por encima del alfa y lo jala al interior de la habitación, lo sienta en una silla, le amarra las manos y los pies.
Se saca la gabardina y la pone con cuidado sobre la mesa, es su favorita, no quiere que se manche con sangre.
Luego busca armas en la habitación, encuentra una glock 17 en la mesa de noche, y le saca las balas, un juego de cuchillos está bajo la cama, los pone sobre el colchón. Saca una pequeña cámara de video de su bolsillo, Zayn le pidió fotos ya que no podía estar junto a él debido a su boda.
Louis no le regalará un juego de tazas de té chinas pero si un video de tortura, está seguro de que le gustará.
El alfa empieza a despertar y forcejear contra las ataduras, Louis pone la grabadora encima de un mueble para que se pueda ver toda la habitación y manda un beso volado a la cámara.
— Fue una buena patada — dice Louis — Ni siguiera tuve que utilizar mi arma.
— ¿Quién eres? — pregunta el hombre mientras sacude su cabeza para evitar el dolor — ¿Quién te mandó?
— Perra por favor — Louis le responde — A mí nadie me manda.
— Te puedo pagar más — ofrece el sujeto.
— Vaya, un mercenario cobarde, eso sí que no se ve todos los días — el omega suelta una risilla.
Louis y sus dos soldados fueron al bosque a encontrarse con Lorenzo, un alfa que era el vínculo entre la Camorra y una mafia irlandesa a la que abastecia de armamento, pero a Louis todo el asunto no le dio buena espina así que su plan incluía un equipos de extracción.
Caminaron unos kilómetros pero en un momento determinado Louis se dio cuenta de que los seguían, específicamente los estaban cazando, por eso corrieron y fueron al punto de extracción pero dispararon.
Así que el primero al que Louis buscó fue a Lorenzo, lo encontró en un bar, lo llevó hacia el baño y lo amenazó, el sujeto nombró a todos los involucrados y luego Louis lo mató con un disparo en la cabeza, rápido y simple.
Luego buscó a los gemelos Backer, dos betas a los que torturó y luego les cortó el cuello, apareció por la misma causa, a Louis le hizo gracia la ironía.
Y ahora está aquí, frente a Billy, el último sujeto, el que le disparó a Michell.
— Te daré todo mi dinero — dice el alfa.
— ¿Qué tal si me traes de vuelta a Michell? — Louis le pregunta, el hombre asiente repetidas veces.
— Lo buscaré, lo traeré para ti.
— Sabes — dice Louis mientras se sienta en la cama — Me he preparado toda mi vida para esto, para matar a los que lastiman a la gente que amo.
Louis William Tomlinson es hijo único de Alice Davies, una hermosa omega emparejada con los hermanos Marcos y Magnus Tomlinson. Fue un niño mimado y curioso, sus padres lo colmaron de amor y adoración. Cuando cumplió 5 años, Louis mostró cierto interés en el trabajo de su padre Magnus quien en ese entonces era un Capitán del ejército, al inicio su madre se mostró reacia a que su pequeño bebé se involucró en un mundo de alfas y armas pero terminó cediendo al ver la brillante sonrisa de su cachorro luego de un día de entrenamiento.
A los 7 años podía nombrar de memoria los tipos de armas de fuego casi tan bien como podía armarlos y desarmarlos. A los 10 era un experto en combate cuerpo a cuerpo, era capaz de derribar a un alfa sin entrenamiento. A los 14 hablaba 4 idiomas con fluidez y podía ganarle a su padre en una pelea. A los 16 ingresó a Oxford para estudiar medicina a pedido de su padre Marcos quién es dueño de un hospital pero prefirió iniciar una carrera militar. A los 18 ya era un soldado y a los 25 es Capitán del ejército.
Louis William Tomlinson tiene toda una vida de formación militar, es capaz de desarmar a cualquier persona, sin importar su género o casta, también es un omega, lo que lo hace más letal, más peligroso.
Sus ojos azules son mortales.
— Pero yo no te hice nada — dice Billy — Nunca te he visto.
— ¿Recuerdas a los militares en el bosque?
— ¿Maté a tu alfa? — el hombre se burla — Seguro puedes conseguir uno mejor, no entiendo el alboroto.
— Saluda a la cámara — dice Louis mientras agarra un cuchillo.
— Vete a la mierda perra, eres un omega, no tienes las agallas para matar.
Louis ríe a carcajadas mientras mueve el cuchillo en su mano como un profesional.
— Alfa estúpido — dice mientras le clava el cuchillo en el muslo, el hombre grita de dolor y se retuerce, la sangre mancha sus pantalones.
— ¡Ayuda! — grita Billy.
— Nadie te ayudará — Louis camina a su alrededor y le golpea la nuca — En estos lugares la gente no se mete en los asuntos de otros.
— Te mataré hijo de puta — gruñe el alfa.
— Mi madre es una mujer digna — le sisea Louis.
— Mataré a todos los que conoces — amenaza el hombre.
— Jugaré contigo un poco — dice Louis mientras le clava otro cuchillo en el muslo — Luego te derretiré con ácido en la bañera, solo quedarán tus ojos — hace un puchero.
Billy grita pero Louis lo calla con un golpe en el rostro, camina hacia la cama y corta un pedazo de tela, amordaza al alfa y luego lo tortura, cada vez que corta su cuerpo le susurra algún detalle que Luke le contó a Louis sobre Michell .
Unas horas después, un pequeño omega sale de la habitación de un cutre motel, demasiado barato para un omega tan elegante como el hombre. Toma un taxi hacia el aeropuerto y en el camino le envia un video a su mejor amigo.
Notes:
"Eres increíble, valórate y no dejes que nadie te pisotee"
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La habitación está en silencio, los rayos del sol entran por la ventana, eso hace que Edward maldiga a sus dos hermanos, ya que no sabe quién de los idiotas dejó las cortinas abiertas, tapa sus ojos con su gran mano, la cama se mueve un poco y un cuerpo cálido lo abraza por la cintura.
— Buenos días cariño — dice una voz ronca en su oído.
— Es demasiado temprano Hazz, cierra las cortinas por favor — pide Edward.
Harry deja un beso en la mejilla de su hermano mayor y se levanta de la cama, cierra las cortinas y busca a tientas un pantalón de chándal para cubrir sus piernas, arropa a su hermano antes de salir de la habitación. En la cocina encuentra a su otro hermano, Marcel bate huevos en la sartén y el olor del café hace que Harry se espabile un poco.
— Harry, cielo — dice Marcel a modo de saludo.
— Buenos dias Marcy — saluda Harry acercándose y besando la sien de su trillizo.
— ¿Eddi sigue durmiendo? — pregunta su hermano.
— Si, ayer llegó tarde del hospital, el pobre estaba muy cansado — habla mientras se sirve una taza de café.
Los trillizos Styles son alfas jóvenes, el mayor es Edward, tiene una personalidad oscura y un humor negro, no suele reconocer el sarcasmo aunque sea malditamente brillante. Estudió medicina y se especializó en neurocirugía, actualmente es el jefe de la especialidad y si las suplicas de Edward se hacen realidad, el jefe del hospital, un estúpido alfa llamado Bran morirá en un accidente de tránsito o quizás de un paro cardíaco, Eddi no es muy exigente, solo quiere que muera para que él sea nombrado jefe en el hospital en el que trabaja.
El trillizo del medio es Marcel, el hombre es introvertido, pero es tierno y protector con sus hermanos, le es difícil entablar relaciones pero tiende a obsesionarse si alguien le atrae, estudie literatura y tuvo gran éxito al escribir una saga de amor victoriano, ganó una serie de premios y sus lectores amantes del romance lo considera un nerd sexy, tiene un grupo de fans que constantemente le envían velas aromáticas.
El ultimo es Harry, el menor, es un galán de primera, sus hoyuelos en la mejilla son letales, difícilmente podría resistirte si te sonríe, el desgraciado los usa a su favor en cada oportunidad. Estudió fotografía pero se dedicó a componer, actuó en algunas películas y es imagen de marcas de lujo, es la definición de Barbie, él puede ser lo que quiera ser.
— Mamá llamó — dice Marcel.
— ¿Que dijo? — pregunta Harry con interés.
— Lo mismo de siempre — dice el trillizo del medio mientras sirve los huevos en un plato — Quiere saber cuándo le presentaremos un omega, quiere nietos.
Los ojos de Harry brillan ante la mención de cachorros, él quiere muchos hijos al igual que Marcel, Edward se contenta con un primogénito.
— Como si fuera fácil — se burla Harry.
Los omegas son tan escasos como el amor que le tiene Edward a los residentes de neurocirugía.
El Gobierno permite hasta cuatro alfas por omega, son así de escasos que los alfas se han visto obligados a reprimir sus instintos de competitividad y territorialidad para que puedan convivir con otros alfas en un mismo nido. Al principio fue difícil por eso ahora es común que los alfas sean los primeros en juntarse, desde mejores amigos, hasta hermanos, tienen que amarse y respetarse entre ellos antes de buscar y cortar a un omega.
Los omegas son las gemas de la sociedad, tan inalcanzables, tan importantes para sobrevivir, tan especiales que los alfas son educados para poder servirles, darles la vida que merecen y tratarlos con amor, respeto y adoración.
Los omegas son Dioses.
— En un par de años cumpliremos 30 — dice Marcel — Ya es hora de que busquemos pareja.
— Por favor — dice otra voz entrando a la cocina, Edward — Cuando las delicias sepan que estamos en el mercado vendrán por montones.
— ¡Y ahí está! — grita Harry apuntando a su trillizo — El motivo por el cual los omegas huyen de nosotros, el hijo bastardo de Charles Manson los ahuyenta.
— Mira quién habla — dijo Edward — El señor pesos al aire.
Marcel ríe a carcajadas por la discusión tonta de sus hermanos, cuando su risa se detiene ve que ellos lo miran y cierra los ojos con fuerza, no es bonito cuando la burla es dirigida hacia ti.
— No te rías — le dice Harry.
— Te sangra la nariz cuando los panquecitos te miran — acusa Edward.
— Por favor, deja de referirte a los omegas como comida — pide Marcel.
— ¿Por qué? — una mueca de ofensa se refleja en el rostro del trillizo mayor — Son deliciosos, sabrosas cositas.
— ¡Dioses! — grita Marcel — No tendremos un compañero, nadie nos querrá.
Harry asiente repetidas veces mientras se llena la boca de tostadas.
— Quizá conozcamos a alguien en el matrimonio de Liam — dice Edward.
Ninguno de sus hermanos responde, es difícil encontrar omegas disponibles en una boda ya que la mayoría de invitados tienen cierto rango de edad, como la de los trillizos, por ende la mayoría ya está casado y con cachorros, asi que es casi imposible.
Van a lo boda vestidos con sus mejores trajes, Harry lleva un traje Gucci diseñado exclusivamente para la ocasión, una camisa celeste con rayas, la chaqueta es gris y tiene las letras NY bordadas, el pantalón es del mismo color, su rizos largos rozan sus hombros y sus manos estan llenos de anillos.
Marcel viste un traje Saint Laurent de tres piezas, recatado y sobrio, su lacio cabello está peinado hacia atrás, sus gafas le dan el toque de bibliotecario sexy.
Edward viste un caro traje Armani negro como su alma, su cabello corto este peinado impecablemente, es el padrino de uno de los novios, específicamente el de Liam, Zayn tiene otro padrino y Niall tiene una dama de honor.
Los trillizos ingresan al elegante salón y se roban algunos, Harry y Marcel rápidamente buscan la mesa que se les ha sido destacado, por su lado tres alfas femeninas cubiertas de elegantes vestidos y tacones punta flanqueaban a un pequeño omega, una de las alfas le gruñe a Harry por guiñarle el ojo al omega.
Por otro lado, Edward va en busca de Liam y lo encuentra en una de las habitaciones, está sentado en uno de los sillones mientras se come las uñas, Zayn mira algo en su teléfono y sonríe de vez en cuando.
— Doctor Payne — saluda a Edward entrando a la habitación — ¿Estas arrepintiéndote?.
— Eres el peor padrino — acusa a Liam pero le sonríe.
— ¿Que es tan divertido? — pregunta Edward caminando hacia Zayn.
El alfa morocho está tan concentrado que no nota la imponente figura de Edward tras su espalda mirando el celular. En la pantalla se ve a un hombre vestido de negro clavándole un cuchillo en el muslo a otro que está amarrado a una silla, la sangre fluye y Edward supone que gritaba de dolor ya que no hay audio.
Es un video de tortura, el pequeño hombre vestido de negro camina alrededor de su víctima, le da golpes en la nuca con la palma abierta, su caminar es elegante y sus movimientos hipnóticos, si alguien puede enamorarse de un torturador ese es Edward.
— Vaya — dice el alfa rizado sacando de su burbuja a Zayn — Eso fue sexy.
— ¿Quién mierda te dijo que miraras? — pregunta Zayn enojado.
— Cálmate hombre ¿Y qué haces viendo videos de tortura el día de tu boda? — dice Edward.
— No te importa — gruñe el alfa morocho.
— Supongo que practicas para vivir una vida al lado de Niall — dice Edward reflexivamente — Eso será una tortura.
— Idiota — dicen Liam y Zayn al mismo tiempo.
— ¿Y dónde está tu padrino? — pregunta Edward sentándose en un sillón.
— Torturando a un hombre — dice Zayn casualmente.
— ¿El del vídeo? — Edward sonríe — Si no tuviera dos alfas en mi nido lo incluiría, me gustaría algo de acción con el sádico.
— Como si pudieras — se burla Zayn al darse cuenta de que Edward piensa que el pequeño torturador es un alfa —probablemente Louis te rompería un par de huesos.
— Caliente — dice Eddi con coquetería.
Zayn no le toma importancia y se entretiene nuevamente en el video.
La boda ocurre con normalidad, Liam y Zayn dicen sus votos y arrancan suspiros de los omegas presentes y Harry. Niall llora al prometer amar a sus maridos por siempre, fue una ceremonia linda y llena de amor, se nota que el nuevo matrimonio inicia con buen pie.
Los trillizos no conocieron a ningún omega pero se dan besos ebrios al llegar a casa.
Notes:
"No es recomendable ser egoísta a menos que sea por tu felicidad, en ese caso sé malditamente egoísta"
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Marcel escribe una dulce dedicatoria en el libro de una fan, la chica le sonríe y le agradece, después de ella, la fila continua y los cumplidos hacen que se sonroje.
Una hora después el alfa camina por la gran librería buscando algo nuevo para leer, recuerda que debe comprar un libro infantil para su sobrina, así que de inmediato se dirige a esa sección. El lugar es colorido y pintoresco, los estantes están llenos de libros y en la esquina hay un grupo de almohadas y mantas, un lugar típico de lectura.
También mira a un pequeño hombre que sostiene un par de libros con una mano y lee detenidamente el título de otro, su cabello es corto a los costados pero un suave flequillo cae por su frente, su cabello castaño parece suave y al alfa le pican las manos por querer tocarlo.
— Es de mala educación mirar fijamente a las personas — dice el castaño sin levantar el rostro del libro.
— Lo siento — Marcel se sonroja al disculparse — No fue mi intención hacerte sentir incómodo.
El hombre levanta el rostro y Marcel está seguro de haber encontrado a su alma gemela, sus impresionantes ojos azules del hombre hacen que le falte la respiración, desearía poder ver esos zafiros hasta su último aliento y su alma se despida de este mundo, podría escribir Libros enteros sobre la hermosura del castaño y no le harían justicia.
El castaño de ojos azules es un regalo para el mundo.
— Lo estás haciendo de nuevo — dice el ojiazul.
— Lo lamento tanto — dice Marcel — Esto es muy vergonzoso.
— Tranquilo — dice el ángel — Estoy acostumbrado a este tipo de reacciones — se acomoda el flequillo — Mi belleza suele causar estas cosas.
Marcel se sonroja como lo hacen sus fans cuando lo ven, podría desmayarse en cualquier momento.
- ¿Como te llamas? — pregunta el castaño.
— Marcelo.
— Bien Marcel, diría que fue un gusto conocerte pero sé que el gusto fue tuyo — el ojiazul pone el libro que leí en el estante — Ahora debo irme.
Marcel asiente repetidas veces mientras mira al ojiazul irse pero cuando está a punto de desaparecer por el pasillo el alfa sale del aturdimiento.
— ¡Espera! — grita — ¿Cómo te llamas?
El hermoso hombre voltea y lo mira por unos segundos antes de responder.
— Louis — dice y luego se va, el alfa se queda mirando el lugar y repitiendo el dulce nombre en sus labios.
[...]
Harry entra a su cafetería favorita, necesita una taza de café para volverse un ser humano funcional. Erika lo recibe con una gran sonrisa.
— Buenos días Harry — saluda ella.
— Buenos dias amor, lo mismo de siempre por favor — dice el alfa rizado.
La beta grita la orden y su hermano en la parte de atrás grita una afirmación, eso hace que Harry sonría, viene al lugar desde hace 3 años y casi nunca hay nada nuevo, siempre son los mismos clientes, por eso se sorprende que al sonar la campanilla del local, ingrese un hermoso hombre, un omega si el olfato de Harry no falla.
El hombre camina hacia la barra y Harry cree que una expresión de sorpresa se refleja en su rostro pero se va rápidamente.
— Buenos días — dice la beta — Bienvenido.
— Buenos dias, quiero dos de cada muffin que tiene — dice la belleza.
Erika se apresura en poner los muffin en una cajita.
— Delicioso — dice Harry.
— ¿Qué? — pregunta el omega.
— Dije delicioso, los muffins de aquí son deliciosos.
El chico lo mira y asiente.
— Nunca te había visto por aquí — dice el alfa.
— Acabo de volver a la ciudad — responde el omega.
— Soy Harry ¿Cómo te llamas?
El precioso hombre no llega a responder porque otra persona entra al local, Harry sabe que es un alfa e inconscientemente se para más derecho y trata de verse intimidante, sus instintos están en alerta ante una posible competencia.
— Dos cafés para llevar — dice el sujeto, su tono es hosco.
— Un momento por favor — dice Erika mientras guarda el último muffin en la cajita.
— Los quiero para hoy — gruñe el sujeto — Las perras como tú cada día son más inútiles.
Harry está a punto de discutir con el sujeto pero una voz aguda lo detiene.
— Parece que tu nudo te hace más imbécil — dice el pequeño omega.
— Repite lo que acabas de decir, puta — gruñe el sujeto dando un paso hacia el omega.
Harry también da un paso adelante, listo para derribar al sujeto si llega a tocar un pelo del precioso omega.
— Dije — el omega toma una postura más recta — Parece que tu nudo te hace más imbécil — su voz es fuerte y clara, en ningún momento titubea.
La cara del alfa se pone roja debido a la furia y aprieta los puños.
— ¿Te crees superior por ser un omega? — grita el alfa — Son unas putas, solo sirven para abrir las piernas y tomar mi nudo gordo, mejor cállate antes de que te incline y te folle.
En un movimiento rápido, el omega estrella su puño en la garganta del sujeto quien trastrabilla y cae sobre una mesa, se sostiene el cuello y sus ojos están desorbitados.
— Aquí tienes cariño — le dice el omega a Erika entregándole unos billetes — Por los muffins y por si necesitas arreglar la mesa.
El precioso castaño agarra la cajita y se detiene al lado del alfa que aún lucha por respirar.
— Agradece que tenga cosas que hacer — le dice al sujeto y le palmea la mejilla antes de salir.
— Creo que me he enamorado — dice Harry en voz alta.
— Soy lesbiana pero por ese ojiazul puedo hacer excepciones — dice Erika
— Mierda — gruñe Harry — No me dijo su nombre.
[...]
— Cena en mi casa hoy en la noche — le dice Niall a Edward.
— ¿Qué celebramos? — pregunta el alfa.
— Mis esposos y yo solo queremos presumir sobre nuestra Luna de Miel.
— No quiero saber nada sexual — Edward hace una mueca de asco mientras continua revisando el expediente médico de un paciente.
— Hoy se unirá uno de los amigos de Zayn — comenta Niall.
— Está bien y dile a Nicol que necesito una tomografía del paciente del cuarto 458 — pide Edward.
— Si jefe —dice Niall con burla.
— Cállate idiota o cuando sea jefe del hospital te quitaré el puesto de jefe de enfermeros.
— Te prefiero a ti que a Bran — dice Niall mientras se estremece — Ahí viene
El omega desaparece antes de que Edward pueda huir también.
— Styles — dice Bran — Que sorpresa verte por acá.
— Es el ala de neurocirugía y soy el jefe — Edward señala lo obvio.
— Tu sarcasmo no estropeará mi día porque hoy conoceré a mi omega — dice Bran.
— Pobre alma desafortunada.
— Es el hijo del dueño del hospital — cuenta el alfa — Aún no se su nombre pero dicen que acaba de volver a la ciudad y que no tiene compañeros.
— Hoy amanecí con tantas preguntas — dice Edward con burla.
— Si me emparejo con él, seré dueño de este lugar — el alfa sonríe con arrogancia.
— Veo que tienes todo planeado — Dice Eddi con voz monótona — Felicidades.
El alfa rizado se aleja de Bran y va a revisar a sus otros pacientes, después va al ala de pediatría, tiene una pequeña paciente que está a punto de ser dada de alta.
— ¿Dónde está Anaí? — le pregunta Edward a Niall, pareciera que el omega vive viendo a los recién nacidos.
— Está en la sala de lectura con los otros niños — responde el omega sin quitar la vista de un pequeño bebé que acaba de ser puesto en el cunero.
— Deja de ver asi a los cachorros o te prohibirán el paso a pediatría.
— Necesito que mis maridos me embaracen pronto — se queja Niall.
Edward no responde, solo va en busca de su paciente. Entra a la sala y ve como varios niños están alrededor de un omega, quien les narra la historia de una valiente guerrera.
El omega modula su voz para darle más énfasis a la historia y su rostro refleja cada emoción haciendo que los niños jadeen cuando la guerrera de la historia hace algo valeroso. El omega ojiazul sonríe cuando los niños gritan de felicidad cuando la valiente chica vence al dragón. Edward no puede evitar pensar en una futura familia, espera que su compañero haga este tipo de cosas por sus cachorros, contarle historias y besarles las mejillas cuando lo abracen, al igual que la escena que está presenciando.
— Eso fue magnífico — dice Edward haciéndose oír — Pero Anaí tiene que volver a casa hoy.
— ¿En serio? — pregunta la niña con alegría.
— Muy en serio, vamos déjame llevarte a tu habitación.
Se acerca a los niños y agarra las manijas de la silla de ruedas de la niña, antes de salir de la sala voltea a ver al omega pero este ya lo está mirando, asi que solo le guiña un ojo.
Unas horas después mira al pequeño omega junto a Bran en el pasillo y no puede evitar sentirse celoso, aunque rápidamente recuerda que Bran está interesado en el hijo del dueño del hospital.
Se sienta en una de las camillas y espera que Bran no haga ningún movimiento con la delicia ojiazul.
— ¿Quieres ir a cenar conmigo? — pregunta Bran.
¿Y qué mierda? ¿No estaba interesado en otro omega? Edward está apunto de mandar todo al carajo.
— Acabo de volver a la ciudad — dice el omega — Prefiero pasar tiempo con mi familia.
— Oh entiendo pero puede ser otro día — insiste el alfa.
— No lo creo — dice el omega — No estoy interesado.
— Solo una cita por favor — pide Bran — Deseo conocerte.
— No suelo explicar porqué rechazo a alguien pero debido a tu insistencia lo haré.
— ¿Qué? — Bran suena sorprendido.
— Aunque no esté inmiscuido en el negocio de mi padre, siempre investigo a las personas que son cercanas a él y debido a tu puesto te investigué — dice el omega — Bran Wilson eres un buen doctor por eso mi padre te eligió pero yo sé que como persona eres una porquería, sé de la denuncia por violencia doméstica y de las amenazas hacia tu ex omega.
— Eso no es cierto — gruñe el alfa.
— Sé de tus problemas alcohol e ira, hoy hablaré con mi padre sobre esto y supongo que mañana te informará de tu despido, espero que eso haya aclarado porqué jamás me sentaría en una mesa contigo — explica con calma — Espero no ver tu rostro nunca más.
Dicho eso el omega camina hacia el ascensor y deja a Bran perplejo en medio del pasillo. Edward va hasta su futuro ex jefe.
— Y ese — le dice Edward a Bran — Ese es mi futuro omega.
[...]
Marcel se viste en silencio, Harry está dándose un baño y Edward aún no regresa del hospital.
El trillizo no sabe cómo hablar con sus hermanos sobre el omega que conoció en la librería, aunque a él le haya gustado no es seguro que a sus hermanos también, tiene que hablar con ellos y tratar de buscar a Louis, el alfa sonríe al pensar en el ojiazul.
Harry sale de la ducha y mira a su hermano, él tampoco sabe cómo decirle sobre el valiente omega que conoció, es difícil que a los tres les guste la misma persona, debido a sus personalidades distintas pero hará todo lo que esté a su alcance para volver a ver al rudo omega.
El ruido de un motor los saca de sus pensamientos, Edward llegó a casa y con eso la temida conversación, escuchan el sonido de las llaves en la puerta principal y luego pasos hacia su habitación, la puerta es abierta y Edward los mira.
— Conocí a un omega — dicen los tres al mismo tiempo.
Notes:
"Millones de estrellas en el cielo y aún así tú brillas más"
Chapter Text
El silencio reina en la habitación, los trillizos se miran entre sí, sus expresiones son una mezcla de sorpresa, confusión y enojo.
Enojo porque ninguno dará su brazo a un torcer, cada uno ya está ilusionado de un omega ojiazul, sin saber que es el mismo del que sus hermanos también lo están.
— No me jodan — gruñe Edward entrando a la habitación.
— No, ustedes no me jodan — grita Harry — Nuestro omega será el sassy twinky que conocí.
— Váyanse a la mierda — dice Marcel — No me emparejaré con uno de sus omegas, la madre de mis cachorros será el ególatra ojiazul que conocí en la librería.
— Puaj — dice Edward — No quiero un nerd.
— Eres un neurocirujano — señala Marcel — Eres un nerd.
— No me importa lo que digan — dice Harry — No quiero a un omega nerd oa lo que sea que atraiga a Edward, mi compañero será el castaño ojiazul que conocí.
— Louis también es castaño y tiene los ojos azules — dice Marcel — Estoy seguro de que te gustará — le dice a Harry.
— No creo que tu Louis pueda derribar a un alfa — dice Harry poniéndose un pantalón.
— Y no creo que tu Louis pueda mandar a la mierda a Bran — habla Edward — Y verse tan intimidante al hacerlo.
Edward se desviste y busca en su armario mientras Harry se abotona la camisa.
— Yo no creo que sus omegas huelan a vainilla y canela — dice Marcel.
— ¿Que dijiste? — pregunta Edward deteniéndose a medio vestir.
— Vete a la mierda — espeta Marcel.
— No, no, repite lo que dijiste — pide Eddi.
— Mi omega huele a vainilla y canela — dice el trillizo del medio.
— El destino nos folla de costadito — dice Harry con una sonrisa en el rostro.
- ¿What? —pregunta marcel
— Mi omega tiene el mismo aroma — dice Harry.
— Omega varón — inicia Edward — En sus veintes, cabello castaño y corto a los lados, piel tostada, mide aproximadamente un metro setenta, tiene impresionantes ojos azules y su aroma es de vainilla y canela — finaliza el trillizo mayor.
— Mierda — dice Harry — Ese es mi sassy twinky.
— Ese es Louis — dice Marcel quien está a punto de arrancarse el cabello.
— Conocimos al mismo omega — sentencia Edward.
[...]
Los trillizos van a la casa de los recién casados, han sido invitados a una cena y jamás se perderían algo cocinado por Liam.
Marcel conduce, Edward va de copiloto y Harry está sentado en la parte trasera. Han decidido que Edward se encargue de averiguar todo sobre sus omega, ya que al parecer es el hijo del dueño del hospital en el que trabaja. Marcos Tomlinson es una buena persona y mantiene una relación cordial con su mejor neurocirujano.
Han buscado información de Louis Tomlinson en las redes sociales pero no han encontrado nada, la vida del omega es un misterio.
Marcel estaciona su vehículo junto a un Range Rover, Edward supone que es del amigo que Niall mencionó, bajan del carro, van hacia la puerta y entran, no hay necesidad de tocar.
Liam y Niall están en la cocina bebiendo una copa de vino mientras terminan de preparar la cena, el alfa es el primero en notarlos.
— Muchachos — saluda Liam.
— Trajimos un postre — dice Marcel — Harry lo preparó.
— Soy el mejor horneando — declara el trillizo menor.
— ¿Dónde está el sus otro marido? — pregunta Edward.
— Está terminando de vestirse — dice Niall — Por favor lleven la ensalada y el postre al patio.
— ¿De quién es el carro que está afuera? — pregunta Marcel.
— De mi omega — dice Niall lamiéndose los labios.
— No hables tonterías — regaña Liam a su esposo pero su voz es suave y sus ojos de cachorro no ayudan — Es del amigo de Zee, volvió a la ciudad así que decidimos invitarlo.
Los trillizos asienten, Harry sale llevando el postre, Edward la ensalada y Marcel lleva copas. El patio trasero está iluminado por luces doradas, una mesa está en el centro pero en una de las sillas hay una persona.
Un pequeño hombre está de espaldas a la puerta trasera, cuando gira el rostro vota el humo del cigarrillo que lleva en los dedos, sus ojos azules brillan más que las estrellas de esa noche, viste completamente de negro, sus pómulos filosos se marcan cuando inhala nuevamente.
Los trillizos están amontonados en la puerta trasera y miran sin parpadear al bello omega que tienen al frente, Louis les sonríe.
— Es de mala educación espiar a alguien — dice el omega.
— Jodida y puta vida — dice Harry.
— ¿Estoy soñando? — pregunta Marcel ingenuamente.
Edward no dice nada, aún está asimilando todo.
— Muévanse — les dice Niall desde atrás, ya que están tapando la puerta.
Los Styles caminan hacia la mesa pero sus ojos no abandonan en ningún momento al omega que continua fumando, no se ve para nada sorprendido, solo exuda confianza.
— Les presento a Louis — dice Niall parándose al lado del otro omega — Sean amables y dejen de verlo como idiotas.
— Ya estoy acostumbrado — dice el bonito omega — Soy Louis Tomlinson.
— Soy Edward Styles — dice Eddi, siendo el primero en reaccionar.
— Soy Harry Styles, es un placer conocerte.
— Soy Marcel Styles, me alegra verte de nuevo — el alfa se sonroja un poco.
— Es un placer conocerlos — dice Louis poniéndose de pie, los trillizos piensan que se acercará a ellos pero el omega solo tira su cigarro y lo pisa — Iré a traer algo de mi carro — le avisa a Niall.
Los trillizos miran caminar al omega hacia el interior de la casa, cuando desaparece se miran entre sí.
— Joder — dice Harry — ¿Que mierda está pasando?.
— Ustedes — Niall los señala — No molesten a Louis.
— Tú no entiendes — dice Marcel — Hoy los tres lo conocimos, por separado — aclara.
— Oh eso es interesante — dice el omega de Liam y Zayn.
— ¿De dónde lo conocen? — pregunta Edward con interés.
— Es amigo de Zayn, Liam y yo lo vimos algunas veces, es una buena persona.
— ¿Dónde vive?, ¿A qué se dedica?. ¿Cuántos años tiene?, ¿Tiene alfa? — Harry lanza una serie de preguntas.
— Pregúntenle ustedes — dice Niall — Ya están grandecitos.
Los trillizos están a punto de contestar pero Louis y Zayn salen por la puerta trasera, hablan en voz baja pero se callan cuando están cerca de las otras personas.
— Te traje esto — le dice Louis a Niall, entregándole una caja envuelta — Lo vi cuando estaba en Rusia, quería darte un regalo de bodas apropiado.
— ¿Eres ese Louis? — Pregunta Edward — ¿El padrino de Zayn?
— Asi es — dice Louis.
Edward mira a Zayn recordando el video de tortura pero el alfa pelinegro no se ve nada inquieto.
— Cariño, necesito algo de ayuda — grita Liam desde la casa.
— Ese es tu llamado — le dice Niall a Zayn.
— Ven a ayudar amor — el alfa le tiende la mano a su omega, Niall lo agarra y besa sus labios suavemente antes de irse a ayudar a su otro esposo.
— Que sorpresa verlos nuevamente — el omega continua de pie con las manos tras su espalda.
— No te ves nada sorprendido — señala Edward.
— Hace mucho tiempo nada lo hace pero esto en definitiva es una sorpresa — dice Louis.
Harry come de su torta de chocolate, no sabe que decir, ni lo que sentir, por un lado está contento de volver a ver a su omega (él ya lo cree así) pero por otro lado está confundido, el ojiazul se muestra tranquilo y seguro, eso lo descoloca.
— ¿Hace cuánto volviste a la ciudad? — pregunta Marcel.
Louis no responde porque su celular suena, le hace una señal a Marcel de que espere y contesta la llamada.
— Tomlinson — dice con firmeza — No señor, aún no — hace una pausa mientras la voz del otro lado hace preguntas — Cenando en la casa del soldado Malik — una pequeña sonrisa se deja ver — Se lo diré Coronel, tenga buena noche.
— ¿Ese fue? — pregunta Edward lentamente — ¿Un Coronel del ejército?.
Los trillizos saben que Zayn es un soldado, asi que empiezan a sacar conclusiones.
— Ese fue mi padre — dice Louis — El Coronel Magnus Tomlinson.
— Cielos — dice Harry con un bocado de pastel en el aire — Por un momento pensé que eras un soldado.
— No es un soldado — dice Zayn acercándose y dejando una gran fuente de comida en medio de la mesa — Basta de preguntas.
Los trillizos guardan silencio, esperan a Niall y Liam quienes vienen trayendo más cosas.
Harry deja de comer el postre porque piensa que Louis debe saber mejor.
Marcel pronto empezará a sangrar por la nariz, esto es demasiado para él.
Y Edward tiene muchas preguntas pero de una cosa está segura, la delicia ojiazul será su omega y la de sus hermanos.
Notes:
"Dedicate tiempo, haz algo que te guste y sonríe, sonríe mucho"
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Las estrellas brillan en el firmamento, Louis fuma un cigarrillo en el patio trasero de la casa de Zayn. La mente del omega rápidamente vuela a los sucedes del día y eso solo lo inquieta un poco más.
Primero conoció a un guapo y tímido alfa en la librería, Louis puede decir con total libertad que el nerd sexy es atractivo, sus ojos verdes, su cabello lacio y ese ridículo chaleco solo le hacen pensar en muchas formas de corromperlo pero no tenía más tiempo para poner nervioso al alfa, asi que se despidió rápidamente.
Luego conoce a su maldito hermano gemelo, un rizado con ojos verdes y pezones al aire, ¿quién mierda camina asi por la calle?, y el condenado alfa en lugar de verse estúpido, se ve ardiente, con un pantalón entallado y su cabello alborotado. Tiene el descaro de tener la voz lenta y gruesa, solo para jugar un poco con la cordura de un dulce y angelical omega como Louis que puede o no admitir que liberó feromonas al verlo.
Y la cereza del pastel fue enterarse de que no eran gemelos, sino trillizos, casi grita cuando conoció al otro alfa, un doctor con aire dominante y descaro extremo, el desgraciado le guiñó el ojo ¡le guiñó!.
Trillizos de mierda con ojos verdes y puñeteros hoyuelos, Louis necesita un descanso pero la vida es una puta porque cuando oye que la puerta trasera es abierta, al instante esos aromas llegan a su nariz.
Almendras amargas, el aroma característico de los libros, eso le recuerda a cuando se escondía en la biblioteca de su padre Marcos, es el aroma de Marcel.
Menta y lavanda, al instante viene a su mente el aroma del jardín de su madre, cuando le hacía coronas de flores y bailaban descalzos en el césped, ese es el aroma de Harry.
Y otro aroma, huele a una tarde a punto de recibir una tormenta, al aire eléctrico y al cielo pintándose por un relámpago, es tan atrayente que le recuerda a sus dias de entrenamiento con su padre Magnus, es el aroma del doctor, del que aún no sabe el nombre.
Louis voltea el rostro y exhala el humo del cigarrillo, se prepara para mostrarse seguro aunque por dentro tenga tantas preguntas. Y ahí están, los tres alfas viéndolo como si colgara la Luna, eso lo hace sonreír un poco.
— Es de mala educación espiar a alguien — dice.
Harry y Marcel dicen algo pero Louis no está escuchando, solo mira a los hombres frente a él, Marcel lleva un pantalón beige de tiro algo y una camisa blanca que se abraza a su cuerpo. Harry viste un pantalón negro y una camisa floreada. Y luego está Edward que lleva un traje formal con gemelos en las mangas y todo.
— Muévanse — grita Niall y Louis sonríe ante el descaro del omega.
Los trillizos caminan sin quitarle la vista, puede que Louis esté algo sorprendido por verlos y es seguro que le preguntará a Zayn sobre ellos pero eso no quiere decir que no pueda divertirse un poco.
Niall tiene la amabilidad de presentarlos aunque Louis en unos minutos podría haber sabido hasta la hora en que nacieron. Después de la presentación Louis se excusa un momento para ir a buscar el regalo a su carro y entra a la casa.
Corre a por el regalo y cuando pasa por la sala, Zayn está bajando de su habitación.
— Louis — dice el alfa — ¿Qué llevas ahí?
— Un regalo para Niall porque supongo que no le hiciste ver el video que envié — responde el omega.
— Mi omega puede ser fuerte pero sin duda eso lo hubiera marcado — dice Zayn y Louis solo asiente.
Ambos caminan hacia la cocina y encuentran a Liam revisando el horno.
— Doctor Payne — dice Louis con voz suave, como un dulce omega — ¿Necesita ayuda?.
—Oh Louis — responde Liam rápidamente, sus instintos a flote — Por supuesto que no, solo ve allá afuera y yo llevaré todo.
— No uses tus encantos con mi esposo — le dice Zayn a Louis.
Louis le guiña un ojo y camina hacia el patio, Zayn lo sigue.
— Sé lo que estabas haciendo — le dice el alfa al oído — Sé que usas esa voz cuando no quieres hacer nada.
— Por favor Malik, ¿acaso me has visto? — dice Louis en un murmullo — Nací para ser servido.
Cuando llegan al patio, Louis le entrega el regalo a Niall, es una delicada bufanda.
— ¿Eres ese Louis? — Pregunta Edward — ¿El padrino de Zayn?
Louis cree ver algo semejante al reconocimiento en los ojos del alfa pero ya averiguará después asi que solo le confirma que es la misma persona. Liam llama a sus maridos, Zayn y Niall vuelven a entrar a la casa y Louis decide hablar primero.
— Que sorpresa verlos nuevamente — dice.
— No te ves nada sorprendido — señala Edward.
— Hace mucho tiempo nada lo hace pero esto en definitiva es una sorpresa — dice Louis.
— ¿Hace cuánto volviste a la ciudad? — le pregunta Marcel.
Louis no responde porque su celular suena, le hace una señal a Marcel de que espere y contesta la llamada, es su padre.
— Tomlinson — dice con firmeza.
"¿Hablaste con tu papá, cariño?" pregunta la voz del otro lado.
— No señor, aún no — responde Louis.
"Lou, te dije muchas veces que fuera del ejército no soy tu Coronel" regaña Magnus "¿En dónde estás?".
— Cenando en la casa del soldado Malik.
"Es un buen muchacho" dice su padre y eso le saca una sonrisa "Por favor habla con tu papá".
— Se lo diré Coronel, tenga buena noche.
"Buenas noches hijo, conduce con cuidado".
La llamada finaliza y Louis mira a los trillizos, cada uno muestra una reacción distinta.
— ¿Ese fue? — pregunta Edward lentamente — ¿Un Coronel del ejército?.
— Ese fue mi padre — dice Louis — El Coronel Magnus Tomlinson.
Louis no quiere dar a conocer su rango en el ejército, a muchos alfas no les gusta que sus omegas destaquen en ese campo, prefieren profesiones que se consideren adecuadas para sus casta, y si se trataría de otros alfas, Louis los mandaría a la mierda pero justo en este momento solo quiere que los trillizos que lo vean como un buen omega, no como uno que podría matar a alguien con un tenedor.
— Cielos — dice Harry con un bocado de pastel en el aire — Por un momento pensé que eras un soldado.
Y ese comentario confirma su teoría, algo como la vergüenza y el miedo se instala en su cerebro pero Louis es un omega fuerte y nunca se avergonzó de lo que es pero a veces es mejor guardar silencio y alejarse.
— No es un soldado — dice Zayn acercándose y salvándolo — Basta de preguntas.
Los trillizos no dicen nada más solo lo miran con intensidad, rápidamente se recompone y aleja los malos pensamientos. Niall y Liam aparecen con las demás cosas y la colocan en la mesa, todos se sirven.
— Sé que algunos de ustedes no creen en Dios — habla Zayn antes de que empiecen a comer — Pero quiero agradecerle a él por cuidarme cuando voy de misión y por traerme a casa sano y salvo, al lado de mi familia.
Niall lo besa primero y luego Liam. Louis le guiña el ojo y los trillizos solo sonríen.
— Y también quiero agradecerle a mi Capitán, ese cabrón me salvó muchas veces — dice el alfa pelinegro.
— Dios bendiga a ese hombre — dice Louis con complicidad — Me dijiste que es el mejor.
— Y un maldito narcisista también, lo atrapé besando su reflejo un par de veces.
Louis no responde solo mueve su tenedor como si de un cuchillo de tratase y vaya que Zayn lo ha visto usarlo como arma muchas veces.
— Bien — dice Niall — Cenemos.
La cena transcurre con normalidad, los trillizos le regalan miradas fugaces a Louis pero el omega se hace el desentendido, Zayn ya se dio cuenta y tiene preguntas que hacer pero sabe que aún no es el momento.
— ¿Dónde aprendiste a pelear? — le pregunta Harry a Louis.
— No atormenten a mi invitado con preguntas — dice Zayn.
Louis solo niega con la cabeza, durante la cena decidió que no tenía sentido mentir, es probable que no vuelva a ver a los trillizos asi que ¿porqué mentir? Si tienen algo que decir en su contra es mejor que lo hagan y se ahorrará de muchas molestias.
— Entrenamiento militar desde los 5 años — responde antes de tomar un poco de vino.
— Supongo que tu padre militar te lo inculcó — dice Marcel.
— No, mi padre siempre dejó que yo decidiera — dice Louis — Siempre fui curioso asi que empecé a temprana edad.
— ¿Entonces a que te dedicas? — pregunta Edward.
— Por el momento no estoy trabajando — responde el castaño.
— Pero antes — insiste Edward — ¿Qué hacías?.
— Cielos — dice Niall — Déjenlo tranquilo ¿Porque tanto interés?.
— Solo queremos conocerlo un poco más — responde Harry.
— Invítenlo a una cita entonces — habla Niall — No solo lo atormenten con preguntas.
— No es problema querido — le dice Louis al otro omega — Si los muchachos aquí quieren saber no tengo problema en decirlo, no es como si me avergonzara de ello.
— No es necesario Louis — dice Liam al sentir la tensión.
— Como ya saben — habla Louis antes de dar un trago de su copa de vino — Inicié mi entrenamiento militar a los 5 años, era muy pequeño para saberlo pero con los años se convirtió en una vocación, a los 16 postulé para estudiar medicina pero definitivamente no era lo mío asi que a los 18 me enlisté como soldado e inicié una carrera militar, ahora tengo 26 y soy Capitán del ejército o bueno, lo era porque me di de baja — seca sus labios con la servilleta — Y no creo que el motivo sea de sus maldita incumbencia.
Se pone de pie y alisa su camisa negra, los trillizos no emiten ningún sonido, solo lo miran sin saber que decir y quizá sea lo mejor porque ya han hecho suficiente.
— La cena estuvo deliciosa — le dice Louis a Liam — Gracias por invitarme.
— Nosotros nos senti... — Louis no deja que Niall continúe.
— No te preocupes, todo está bien — Louis le sonríe suavemente — Quisiera quedarme pero tengo asuntos que resolver.
— Lo siento — dice Marcel pero Louis levanta la mano en un claro gesto de que guarde silencio.
— Ahórrense sus disculpas, tengan buena noche.
Sin decir nada más camina por el costado de la casa y sale por la pequeña puerta que da justo al lugar donde está estacionado su auto. Mientras conduce hasta su casa piensa que quizá exageró, que es normal que las personas hagan ese tipo de preguntas pero Louis ya pasó por esa mierda antes. Alfas que estaban interesados en él pero que se alejaban tan pronto como se enteraban de que era un omega con una carrera militar.
Pero nunca se sintió como lo hace ahora, se siente triste, un mal omega, alguien que nunca podrá tener un nido, una familia con cachorros regordetes, porque a pesar de ser tan fuerte e independiente, aún es un omega y sus instintos básicos siempre estarán presentes.
Puede que no lo parezca pero Louis continua siendo un dulce omega que se sonroja cuando le hacen cumplidos y que llora cuando alguien más lo hace, suele enmascarar su dulce personalidad con una ruda y arrogante versión pero por dentro aún es el Boo Bear de su madre y el pequeño Lou de sus padres.
Seca una solitaria lágrima que recorre su mejilla y espera que algún día al encontrar a sus compañeros, ellos lo amen tal y como es, un omega que puede sembrar flores y preparar postres como también puede cargar un arma y lanzar granadas.
Notes:
"Miles de demonios bailan a mí alrededor pero con solo oír tu nombre bello ángel, ellos se calman"
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El ruido incesante del golpeteo de la cuchara en el borde de la taza es lo único que se escucha en la cocina de la casa Styles.
Los trillizos desayunan en silencio, cada uno piensa en lo que sucedió ayer y en las distintas formas en las que pudieron reaccionar pero sin embargo se habían quedado callados y habían visto cómo Louis se marchaba con un mal concepto de ellos.
Escucharon el regaño de Niall en silencio por su conducta, Liam negó solo con la cabeza, el alfa estaba decepcionado y Zayn solo los miraba como si quisiera asesinarlos.
Y no era para menos, los recién casados sabían que los trillizos no tenían ningún problema con Louis siendo un omega militar, lo que les había molestado fue la insistencia y las constantes interrogantes, el ambiente que habían creado no fue uno seguro en donde Louis hubiera pude confiar y expresarse, al contrario casi podria decirse que lo arrinconaron y no le dejo la opcion.
Los hombres sólo querían saber un poco más del omega en el que estaban, en realidad están interesados pero la manera en la que buscaron obtener información no fue la correcta y eso sólo hizo que Louis se alejara. Tienen en claro que tendrán que hacer muchas cosas para acercarse nuevamente y arreglar la situación.
— Puedes dejar de hacer eso — le dice Marcel a Harry quien detiene el golpeteo.
— Lo siento, estoy preocupado — Harry sorbe un poco de su té — Ayer nos comportamos como idiotas.
— Y ahora tenemos que arreglar nuestra cagada — gruñe Edward.
— Me siento avergonzado — confiesa Marcel — Él se vio seguro al responder pero sé que en realidad no quería decir nada.
— Mi Cheesecake se veía tan sexy mientras quería mandarnos a la mierda — dice Edward nombrando a Louis como un postre, sus hermanos solo ruedan los ojos — Yo dejaría que me insulte y luego lo arrinconaría contra la pared para fo...
— ¡Cállate! — grita Marcel interrumpiendo a su hermano — Estamos hablando sobre algo serio, tenemos que disculparnos.
— Hay que ir a su casa — propone Harry —Llevémosle flores y chocolates.
— Claro, hay que ir a su casa donde seguro vive su padre que déjenme recordarles es un Coronel y donde también vive mi jefe, ¡Gran idea hermanito! — el tono de Edward desborda de sarcasmo.
Harry golpea el brazo de su hermano mayor, no le gusta que se burlen de él, Marcel acaricia los rizos de Harry y entrecierra los ojos hacia Edward.
— No molestes a Hazz — le advierte — Además iremos a ver a Louis, si en verdad ustedes también están interesados en él, tenemos que hacer las cosas bien.
— No querrá vernos — Edward hace una mueca al decirlo — Seguro piensa que somos de esos alfas que se avergüenzan de la profesión que ejerce.
— A mí no me parece nada malo — dice Harry — Al contrario, me interesa conocerlo mejor.
— A mí me calienta — dice Edward cortando un trozo de bistec, porque por supuesto come carne en el desayuno.
— Debes respetarlo — dice Marcel, siendo siempre la voz de la razón — Si acepta nuestras disculpas lo invitaremos a salir.
— Yo lo respeto, sería un imbécil si no lo hiciera — Edward mastica el trozo de carne — Su estilo de vida no me preocupa en lo absoluto, estoy seguro de que pronto estaremos casados y estará embarazado de nuestros cachorros.
— Ni siguiera sabes si quiere compañeros — le dice Harry apuntándolo con una cuchara — Mucho menos hijos.
— Por favor — Edward no se preocupa por eso — ¿Quién no quisiera llevar a nuestros cachorros?, las delicias se morirían por un bebé con hoyuelos.
— No adelantemos las cosas, lo mejor es ir despacio — Marcel asiente estando de acuerdo con Harry.
— Clones débiles — sisea el trillizo mayor — Yo iré eligiendo qué regalarle cuando iniciemos nuestro cortejo — Edward se limpia los labios y se pone de pie — Avísenme cuando vayamos a casa del pastelito, iré preparándome mentalmente para conocer a nuestros futuros suegros.
El trillizo mayor se retira de la cocina y segundos después la puerta principal es cerrada y el ruido de un vehículo alejándose llega a los oídos de los alfas.
— Hablaré con Zayn — dice Marcel — Le pediré que me de la dirección de Louis.
— Esa será una tarea difícil.
— Él sabe que soy el más cuerdo de los tres — Marcel pone de pie y deja su plato en el lavabo — Iré a su casa ahora, cuanto antes mejor.
— Con cuidado Marcy — dice Harry cuando su hermano besa su frente — Zayn aún debe estar enojado por lo de anoche, quizá él nos apuñale antes que Louis.
— Yo me cuidaría de Niall — murmura Marcel saliendo de casa.
El hombre conduce hasta la casa de Zayn, cuando baja de su vehículo y se acerca a la puerta toca un par de veces, cree que es más respetuoso así. El alfa morocho tarda unos minutos en abrir.
— ¿Qué quieres? — es lo que dice Zayn.
— Necesito pedirte un favor
— Si se trata de Louis — el alfa morocho cuadra los hombros — No te diré nada, ya suficiente hicieron tú y tus hermanos.
Zayn conoció a Louis el mismo día que se enlistaron, al principio los instintos de Zayn estuvieron al límite, siempre queriendo cuidar y proteger al pequeño omega castaño pero cuando Zayn se interpuso entre Louis y un alfa del doble de su tamaño se llevó una gran sorpresa. Primero Louis había golpeado el rostro de Zayn mareándolo por un instante y luego se había hecho cargo del otro alfa que se había atrevido a llamarlo "perra faldera".
Desde ese momento Zayn comprendió que era mejor no inmiscuirse entre Louis y sus asuntos y vaya que los trillizos Styles eran solo cosa de Louis. Sabe que su amigo siente algo por ellos, no sabe si es solo algo sexual o un sentimiento real pero es mejor que aún no interfiera.
— Solo queremos disculparnos — dice Marcel — No quisimos entrometernos.
— Soy un soldado, no se me es permitido revelar la ubicación de un militar de alto rango — expresa Zayn.
— Se dio de baja — recuerda el trillizo — Ya no es un militar.
— Debido a que no sabes el tipo de baja que tiene he de suponer que tampoco sabes cómo funciona.
— Por favor — insiste Marcel — Sabes que nunca atentaríamos contra su seguridad.
— Es mi deber resguardar la seguridad de mi Capitán — dicho eso Zayn cierra la puerta.
— Mierda — murmura Marcel y saca su teléfono del bolsillo, el aparato suena un par de veces antes de que alguien responda del otro lado — Zayn no me dijo nada, es hora del plan B.
[...]
Harry se perfuma un poco, luego mira su reflejo en el espejo retrovisor, arregla su cabello y se guiña un ojo, está listo para "seducir" a Niall o sobornarlo si se da el caso para que le diga donde vive Louis.
Baja de su lujoso vehículo y entra al hospital, un par de internos lo miran con miedo y eso lo confunde un poco hasta que recuerda que Edward los debe estar atormentando, su trillizo es un maldito genio pero no tiene tacto con las personas a menos que sean sus pacientes.
Encuentra a Niall explicándoles algo a dos jóvenes enfermeras que lo miran como si acaba de encontrar la cura del cáncer, supone que son los beneficios de ser jefe de enfermeros.
— Niall querido — saluda interrumpiéndolo, las enfermeras lo miran y luego se apresuran en salir de ahí — ¿Que hace Edward aquí?, ¿Come los cerebros o qué?
— Tu hermano sádico se da un festín con los residentes y los enfermeros tienen un enamoramiento con él pero le temen lo suficiente como para no acercársele.
— Vaya, Eddi tiene su encanto.
— ¿A qué has venido? — pregunta Niall — Tengo trabajo que hacer.
— Veras, necesito pedirte un favor — Harry se toca el cabello y se peina suavemente.
— ¿Estas tratando de coquetear conmigo? — dice Niall perplejo.
— ¿Qué? — Harry se hace el desentendido — Por supuesto que no.
— Te recuerdo que mis maridos son Liam y Zayn, soy inmune a tus pobres intentos.
— Necesito que me des la dirección de Louis — dice el alfa finalmente.
— No sé dónde vive y si lo supiera no te lo diría — responde Niall rápidamente.
— Tampoco fue para tanto — dice Harry.
— Mira querido, tú no sabes la mierda por la que pasó Louis, Zayn no habla de ello pero por la forma en la que lo trata imagino algunas cosas, entiendo que ustedes solo tenían curiosidad y querían saber un poco más pero esa no fue la forma, les dije que lo invitaran a salir y no solo interrogarlo pero no me hicieron caso — Niall habla sin parar — Ahora, ustedes son tres alfas fuertes e inteligentes, solucionen su mierda y envíenme la invitación para sus boda.
Niall palmea el hombro de Harry y camina hacia un paciente que al parecer no está obedeciendo. El alfa rizado pasa sus manos por su rostro y se dirige a la oficina de su hermano mayor, las opciones empiezan a desvanecerse.
Abre la puerta de la oficina de su trillizo y lo encuentra revisando expedientes médicos, él está queriendo jalarse los rizos pero Edward es la personificación de la calma.
— ¡Zayn y Niall no nos dijeron nada! — grita Harry — ¡Nada!
— ¿Por qué gritas? — responde Edward y escribe algo en la hoja — Este es un hospital.
— ¿Y tú por qué estas tan despreocupado? ¿En este momento otros alfas podrían estar intentando cortejar a nuestro omega? — gruñe Harry.
Edward levanta la mirada y sonríe como un tiburón.
— Nuestro omega — prueba las palabras en su boca — Me agrada oír eso.
— Si no nos disculpamos y le explicamos las cosas es probable que nunca sea nuestro — el alfa se sienta abatido en el sillón que está en una esquina.
— Ya me encargué de todo — dice Edward — El doctor Payne es fácil de convencer.
— ¿Liam te lo dijo? — la esperanza brilla en los ojos de Harry.
— Tiene este gusto por unir parejas asi que fue pan comido.
— Oh Dios mío — Harry levanta el puño al aire — Iremos a ver a Louis.
— Llama a Marcy, dile que comprende muchas de esas cosas cursis, iremos a ver a nuestro omega — sentencia.
Harry asiente y marca el número de su hermano, el trillizo contesta rápidamente y asegura que comprará muchas cosas, también le dice a sus hermanos que preparen sus disculpas.
Notes:
"Vamos sonríe, ilumina mi día"
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Marcel espera en el estacionamiento a sus hermanos, cuando está a punto de llamar a Edward, los alfas aparecen, Harry camina con una sonrisa en el rostro y la expresión de Edward es la de un ganador.
— Hermanito — dice Edward mientras sube al vehículo, voltea a ver la parte trasera y mira una gran canasta con una variedad de flores — Espero que a nuestro Tiramisú le gusten.
— Por amor a todo lo que quieras — Harry se deja escuchar desde el asiento trasero — No llames a Louis así.
Marcel sale del hospital y se pone en marcha hacia las afueras de la ciudad.
— Tú le dices sassy twinky — acusa el trillizo mayor — Yo puedo llamarlo como quiera.
— Compórtense — sisea Marcel — Si jugamos bien nuestras cartas pronto tendremos un omega.
— Y cachorros — complementa Harry — Muchos cachorros.
— Me gusta cómo piensan — Edward asiente en señal de aprobación — Cada día estoy más orgulloso de que sean mis clones.
— ¿Creen que sus padres estén en casa? — pregunta Marcel, investigó un poco sobre Magnus Tomlinson.
Su futuro suegro es un Coronel muy respetado, con una carrera de más de 30 años en el ejército, ha ganado muchas medallas por valentía, honor y servicio. Es un alfa a carta cabal y es el padre del omega que piensan cortejar, las cosas no están fáciles.
— Marcos es un buen alfa — dice Edward mencionando a su jefe — Hemos hablado un par de veces y siempre ha sido cordial aunque no sé cómo reaccionará cuando sepa que pretendemos robar a su princesa.
Marcel se sonroja al escuchar a su hermano llamar así a Louis, siempre le ha gustado llamar a sus parejas por apodos femeninos, Harry y Edward también comparten el gusto, espera que el omega no se ofenda.
— Primero tenemos que ganarnos a nuestra suegra — sugiere Harry — Si contamos con ella sus padres serán pan comido.
— ¿Escuchaste eso Marcel? — pregunta Edward — Te dije que Harry sabe usar su cerebro cuando le conviene.
El alfa más joven golpea la nuca de su hermano mayor, Marcel solo conduce, es demasiado maduro para meterse en una pelea con sus hermanos.
Llegan a la propiedad casi una hora después, el lugar está cercado por una reja y se tiene que avisar por un intercomunicador.
— Hola — saluda Marcel y espera hasta que alguien responda.
"Hola" una voz ronca se deja escuchar "¿Que necesita?".
— Vinimos a ver a Louis Tomlinson — suministra el alfa.
"Oh claro, pueden pasar" dice el hombre y los trillizos creen escuchar una risa antes de que las puertas sean abiertas.
— Ok, eso fue raro — dice Harry
— No me extrañaría que Magnus ya tenga lapidas con nuestros nombres — Edward siempre pensando lo peor.
Marcel conduce por un camino de grava hasta detenerse al frente de una gran casa de dos pisos, la vivienda es hermosa, enredaderas cubren casi todas las paredes y hay muchas ventanas altas. Los trillizos bajan de vehículo y observan que una mujer se acerca.
Es una omega algo mayor pero su belleza es impresionante, lleva puesto un vestido floreado y un sombrero de paja cubre su cabeza, cuando está más cerca sus ojos azules son visibles y los alfas saben instantáneamente de quien se trata.
— Buenas tardes — dice la omega — ¿Qué los trae por aquí?
— Vinimos a visitar a Louis — Harry regala una sonrisa con hoyuelos — Esperamos que se encuentre en casa.
— Soy Alice, la mamá de Louis — informa — No me dijo que tendría visitas.
— Vinimos de sorpresa señora Tomlinson — dice el trillizo Mayor — Soy Edward Styles — se presenta.
— El neurocirujano — una expresión de reconocimiento se refleja en el rostro de Alice — Mi esposo Marcos habla mucho de ti.
— Es bueno saber eso — Eddi sonríe.
— Acompáñenme — dice la omega — Lou está con Clifford en el lago.
Los trillizos se tensan al saber que sus omega está acompañado de otra persona, Alice sonríe con picardía al ver sus posturas, claramente no les dirá que Clifford es un perro.
Los trillizos caminan junto a la omega, Marcel lleva la canasta con flores y teme tropezar asi que camina con cuidado. A lo lejos se logra visualizar la silueta de un hombre junto a un enorme lago.
— Ahí está — dice Alice — Yo iré por bocadillos.
— Muchas gracias señora — habla Marcel.
— Sus flores favoritas son los narcisos — informa Alice, los despide con la mano y regresa a la casa.
— Ella ya nos ama — dice Harry cuando la omega está lejos.
— Ahora esperemos que Louis también lo haga — Marcel continua caminando hacia el omega.
— El pastelito será nuestro — asegura Edward — No tendré cachorros con otro omega, nadie más es digno de llevar mi esperma.
— Que asco — Harry hace una mueca.
— Eso no dices cuando me chupas — exclama Edward.
— Bruto — Harry sonríe cuando habla.
Los trillizos fueron criados para ser compañeros, era claro que compartirían un mismo nido asi que fue inevitable que no exploraran su sexualidad entre ellos, no han llegado a tener sexo con penetración porque son muy dominantes pero si han hecho otras cosas, muchas cosas a decir verdad.
Cuando se acercan a Louis ven también como un perro negro sale del lago con una rama en la boca y corre hacia el omega. Louis viste pantalones cortos y un sencillo polo blanco, tiene los pies descalzos y el cabello húmedo.
— ¿A que han venido? — Louis pregunta sin voltear a verlos.
Los trillizos se miran sorprendidos entre sí porque fueron silenciosos y no se hicieron notar.
— Tú — dice Harry — ¿Cómo supiste?.
— Caminan como toros en una tienda de porcelana — el omega continua sin verlos, solo acaricia a su perro.
— Vinimos a disculparnos — dice Marcel — Fuimos idiotas anoche.
— No era necesario que vinieran — Louis voltea a verlos por fin, sus ojos recaen en la canasta — Tampoco que trajeran flores.
— Es necesario — explica Edward — No quisimos atormentarte con tantas preguntas, tampoco queríamos obligarte a hablar.
— Por favor — dice Louis con un bufido — Ustedes no me obligaron a nada, yo hablé porque así lo quise, asi que pueden tener la conciencia tranquila.
— Acepta nuestras flores — pide Harry.
Louis los mira de pies a cabeza y se acerca lentamente a Marcel, toma la canasta y roza suavemente sus dedos con el trillizo, el alfa se sonroja furiosamente.
— Gracias — dice Louis.
— Nosotros queríamos invitarte a salir — habla Edward con seguridad — Seria un placer que tú aceptaras.
— Traje bocadillos — dice Alice apareciendo junto a ellos, Harry la ayuda con la fuente y coloca las cosas en la mesa — Por favor siéntense, Louis sé educado con tus invitados.
— No los invité — aclara Louis.
— No te eduqué así Boo — el omega se sonroja cuando su madre lo llama de esa manera.
— No me avergüences, ahora ve a seguir tejiendo — se burla.
— Dame nietos y lo haré — exclama Alice besando la frente de su hijo y volviendo por donde llegó.
— ¿Que hacen? — pregunta el omega cuando ve a los alfas sentándose y comiendo los bocadillos.
— Sé amable pastelito — responde Edward — Tu madre no te educó así.
— Tú — dice Louis apuntando a Edward quien solo sonríe — Tienes la boca muy grande.
— Y no es lo único que tengo grande — el trillizo le guiña el ojo.
Marcel se atraganta con el bocadillo que come y Harry escupe la limonada.
— ¡Edward! — gritan Harry y Marcel cuando se recuperan.
Louis hace caso omiso al comentario del alfa y se sienta, se sirve limonada y toma un trago. Hecha la cabeza para atrás y mira el cielo antes de hablar.
— Los motivos de mi baja fueron especiales — dice — En cuatro meses podré volver al ejército, asi que no estoy interesado en tener citas.
— En cuatro meses te apellidarás Styles — promete Edward, Louis levanta el rostro y lo mira a los ojos.
— No sé porque me quieres como compañero — mira a los otros alfas y corrige — Me quieren.
Antes de que sus hermanos respondan cualquier estupidez Marcel se adelanta.
— Eres especial — Louis rueda los ojos ante la frase cliché — Lo digo en serio, somos alfas de 28 años, las personas de nuestra edad ya tienen un nido y cachorros pero nosotros no — dice — Y el único motivo es porque no logramos congeniar con un mismo omega, pero luego apareciste tú y nos gustaste a los tres, lograste lo imposible.
— Y no solo porque eres hermoso — dice Harry — Tu personalidad es atrayente, eres magnifico, espectacular y todas las cosas buenas.
— Y eres sexy — completa Edward — Muy caliente.
Louis los mira y guarda silencio, su mente trabaja rápidamente en los pros y los contras. Nunca ha tenido parejas serias, la mayoría huían apenas sabían a lo que se dedicaba pero aquí están estos trillizos, invitándolo a salir sabiendo lo que es. Quiere formar una familia, sabe que puede hacerlo, sus padres son una gran prueba de ello, el trabajo de su padre Magnus nunca fue un impedimento para que estuviera junto a él en su infancia, asi que sabe que si quiere puede hacerlo.
Los trillizos parecen ser buenos alfas, si se da la oportunidad de conocerlos quiere hacerlo en serio, no condicionará una posible relación a solo 4 meses, que es el tiempo que se iba a tomar antes de que los alfas aparecieran, tiene que pensar bien lo que hará.
Tienes que poner las cartas sobre la mesa.
— ¿Me quieren como su omega? — pregunta Louis.
— Lo hacemos — responde Marcel.
— No es fácil tratar conmigo — explica el ojiazul — No soy un omega dulce, al menos no todo el tiempo, maldigo muchas veces y mi comportamiento suele ser mal visto, no es como si eso me importara pero no sé si a ustedes si.
— Esa mierda no me interesa — dice Harry — Eso es lo que me gusta de ti.
— Harry tiene razón — habla Edward — Nos gustas asi como eres, por eso queremos conocerte, salir contigo y llevarte a esas cenas cursis.
— Soy un militar, he hecho cosas que otros omegas jamás harían, yo hice cosas malas por los motivos correctos — explica Louis — No creo que ustedes puedan aceptar eso.
— Sabemos lo que tiene que hacer un militar y eso no nos asusta para nada — dice Marcel.
— He matado — Louis dice lo último, quizá es mejor expresarlo de forma específica.
Los trillizos se miran entre si y niegan. Edward se pone de pie y se acerca al ojiazul, extiende su mano, Louis la toma con sospecha y se pone de pie.
— Louis Tomlinson déjame ser claro — habla el alfa mirándolo a los ojos — Nos gustas, queremos invitarte a salir y cortejarte, no nos importa si mataste, torturaste o alguna otra cosa — Edward acaricia el delicado pómulo del omega — Solo queremos tener una oportunidad contigo.
— No sé qué decir — responde con sinceridad — Apenas los conozco y no negaré que siento atracción por ustedes pero tengo que pensar muchas cosas, la vida que elegí llevar no es fácil y tengo que tomar decisiones importantes.
— Tomate el tiempo que quieras — consuela Marcel — No es nuestra intención apresurarte.
— Solo dinos cuanto estés listo — dice Harry poniéndose de pie y caminando hacia la pareja, toma la mano libre de Louis y besa sus nudillos — Estaremos esperándote.
Louis asiente y se aleja de los dos alfas, cruza sus manos detrás de su espalda y los mira.
— Les avisaré de mi decisión — dice — Los buscaré cuando tenga una respuesta.
— Nos alegra oír eso pastelito — habla Edward.
— Definitivamente tienes que dejar de llamarme así — pide Louis.
— Ve acostumbrándote, te llamaré así el resto de nuestras vidas — promete Edward.
— El solo está jugando — aclara Marcel, esta vez él se acerca al omega — Sin presiones Louis, solo decide por tu felicidad.
Los alfas miran al omega y desean acercarse nuevamente, marcarlo con sus aromas y abrazarlo pero no pueden hacerlo, tienen que respetar a Louis y aceptar la decisión que tome, cualquiera que sea.
Se despiden con la mano y se alejan del lago, voltean un par de veces a ver a Louis pero el omega está de espaldas, al pasar por el jardín lateral ven a Alice sembrando flores y a un alfa que Edward reconoce.
— Muchachos — dice Marcos — Vinieron a visitar a mi pequeño — no es una pregunta, es una afirmación.
Harry y Marcel miran a Edward esperando que él responda.
— Nos conocimos el otro día — aclara Edward — Teníamos que aclarar algunas cosas.
Marcos arregla el sombrero de su omega y camina unos pasos hacia los trillizos, las canas se logran ver en el cabello del hombre, su cuerpo está bien conservado y sus ojos negros escanean a los alfas.
— He oído algo de eso, una cena muy interesante al parecer — dice Marcos.
— Algunos malos entendidos también — habla Edward — Vinimos a explicarnos.
— No conozco a tus hermanos — inicia el alfa mayor — Pero te conozco y sé que eres un buen hombre, así que eso puede decir algo bueno de ellos, mi punto es muy claro, no lastimen a mi pequeño omega, no tolero ver llorar a las joyas de mi vida.
Los alfas asienten rápidamente.
— Jamás lo haríamos señor — dice Harry — Al menos no intencionalmente.
— Mi Louis puede defenderse solo, podría noquearlos — Marcos sonríe con orgullo — Pero nunca está de más recordarles que tiene dos padres que están dispuestos a todo por su hijo.
— Louis seguramente lo agradece.
— Ahora quiten esas caras serias — dice el padre del omega — Y sonrían, le dije a mi esposa que no los amenazaría.
Los alfas sonríen y saludan a Alice, ellas les devuelve el saludo.
— ¿No los asusté verdad? — pregunta.
— No señor — dice Marcel, Marcos levanta una ceja.
— Entonces será Magnus el que tenga esta conversación con ustedes, él no es tan civilizado.
Marcos palmea la mejilla de Marcel y vuelve junto a su omega, Edward y Harry miran a su hermano con seriedad, Marcy sonríe con nerviosismo.
Notes:
"Respira profundo y mira al cielo, tu alma gemela está viendo las mismas estrellas"
Chapter Text
A pasado una semana desde la visita que los trillizos le hicieron a Louis y aún no han tenido noticias del omega. Harry está preocupado, ha tenido la necesidad de ir a buscar a Louis pero considera que lo mejor es esperar además ha sido tacleado por Marcel cada vez que se acerca a la puerta principal.
Por otro lado, Edward ha tratado de convencer a Liam para que le pregunte a Zayn sobre Louis pero el musculoso alfa ha sido reacio, dijo que hizo suficiente dándoles la dirección del omega militar, que no hará nada más. Edward considera despedirlo cuando se vuelva el jefe del hospital.
Es de noche y los trillizos están en casa. Marcel está en su oficina, empezando a escribir una novela de amor no correspondido, porque es un maldito genio y está dispuesto a ganar dinero con su corazón roto, ojala todos fueramos como él.
Edward está en su habitación tratando de dormir después de un turno de 48 horas pero no puede conciliar el sueño, cada vez que cierra los ojos solo ve a un pequeño omega castaño que se mueve con gracia en un campo de flores, a veces su mente es una perra y crea escenarios que hasta el momento son imposibles.
Harry está en la cocina, ha estado horneando tres dias seguidos, cuando se estresa suele hacerlo, los vecinos han estado recibiendo fuentes llenas de galletas, muffins, tartas y pasteles. Al principio fue agradable pero ahora casi nadie le abre la puerta cuando lleva sus postres.
En la casa solo se oye el ruido proveniente de la cocina, donde Harry hornea galletas navideñas en abril, es entonces cuando el timbre suena. La audición de los alfas es perfecta asi que los tres lo escuchan, dejan lo que están haciendo al instante y se encuentran en la puerta, se miran y se arreglan entre si antes de abrir.
Louis está parado y parpadea lentamente hacia ellos. Harry tiene un aspecto desaliñado, no lleva su atuendo habitual, solo viste pantalones de chándal y un camiseta vieja, tiene harina en el cabello pero aún asi sonríe cuando ve a su omega. Marcel tiene una mejilla manchada con tinta, ya que utiliza máquina de escribir y suele ser descuidado. El engreído Edward tiene grandes ojeras y su coquetería ha desaparecido, mira a Louis como si tan solo al parpadear el omega puede desaparecer.
Al pequeño omega ojiazul le carcome la culpa pero sabe que tenía que darse un tiempo antes de tomar una decisión.
— Buenas noches — Louis saluda.
— Buenas noches — Marcel es el primero en hablar, golpea discretamente con sus codos a sus hermanos para que despierten del trance — Pasa por favor, está haciendo frío.
El omega viste un pantalón jean y una sudadera azul, se ve pequeño y suave.
— No es necesario — responde — Seré breve.
Los trillizos se preparan para el rechazo, Louis está siendo rápido y conciso, esas no parecen ser buenas noticias.
— Está bien — acepta Edward, decide que es mejor recibir el golpe ahora, mientras más rápido mejor.
— Los espero en mi casa mañana a las 20 horas — Louis habla — Revisen sus celulares, ya tienen mi contacto, llámenme e infórmenme sobre la cita, necesito saber que usar, me gusta cubrir todas las bases — su voz es seria.
— Claro, eso está bien — Harry no puede evitar que su voz sea alegre — Nosotros arreglaremos todo.
— Por favor eviten los lugares concurridos — pide el omega — Debido a mi entrenamiento y a mis instintos solo podré concentrarme en sus seguridad y no podré disfrutar de una cita adecuada — una leve sonrisa se deja ver en su angelical rostro y Edward capta un mínimo rubor.
— Buscaremos un lugar tranquilo — dice Marcel — Será como tú digas.
— Gracias, mañana tendremos tiempo de hablar, tengo algunas cosas que decir — Louis mete sus manos en el bolsillo de su sudadera.
— Ya diste el primer paso Alfajor, deja que nos encarguemos del resto — Edward sonríe — ¿Prefieres los diamantes, los rubís, zafiros, esmeraldas? — pregunta con genuino interés.
— Alto ahí — dice Louis — Aún no tenemos una primera cita.
— Pequeños detalles, aquí lo importante es con que joya dejarás ciegos a los demás — el trillizo sonríe.
— Tiene que ser algo que los otros omegas envidien — Harry aporta a la conversación
— Los zafiros son bonitos — Marcel se sonroja un poco, le emociona pensar en Louis llevando algo que ellos le compraron.
— Son tan tontos — el omega niega con la cabeza — Solo hablan estupideces.
— Nuestra princesa solo puede llevar lo mejor, lo más caro — dice Edward.
— Y ese es mi llamado a irme — Louis voltea y da unos pasos hacia su vehículo pero se detiene y vuelve, se acerca a los trillizos y besa sus mejillas — Buenas noches alfas — dice antes de alejarse nuevamente.
Cuando arranca mira por el espejo retrovisor y ve a los trillizos Styles aún en la puerta, con enormes sonrisas en sus rostros y sus hoyuelos desgarradores. Solo puede sonreír y pensar que tomó la mejor decisión.
[...]
— ¿Fue un sueño? — es lo primero que dice Harry al despertar.
— No Hazz — a Marcel le causa ternura la confusión de su hermano.
El escritor se viste mientras tararea una canción y el doctor escribe algo en su teléfono.
— Levanta ese bonito trasero — dice Edward — Tenemos que organizar la mejor cita — se queda en silencio — Puaj me siento asqueroso, jamás pensé que algo así saldría de mi boca.
— Lo que hace el amor — Harry se pone de pie y sus hermanos detienen lo que están haciendo para verlo, solo lleva calzoncillos, sus hombros anchos y sus tatuajes hacen que la vista sea exquisita — Solo quiero consentirlo.
— Es lo que haremos — asegura Marcel — Le daremos solo lo mejor.
Harry camina hacia el baño, Marcel termina de vestirse y se acerca a Edward.
— No te estreses — le dice mientras deja un beso en su cabello — Todo saldrá bien.
— Todo tiene que ser perfecto, si nuestro omega no nos quiere no sé qué haré — Eddi se permite ser vulnerable.
— Él aceptó salir con nosotros — le recuerda Marcel — Es un omega como ningún otro, tomó la decisión después de pensarlo mucho, esto es algo que Louis también quiere.
— Sé todo esto pero hasta que no vea mi marca en su trasero no estaré seguro — Marcel le pellizca las costillas, su hermano mayor suele ser muy directo y la mayoría de las veces no hay un filtro entre su cerebro y su boca.
— Solo evita este tipo de comentarios durante la cita y todo estará bien — aconseja Marcy.
— Engañarlo para que se empareje con nosotros — el comentario de Edward es sarcástico — Ese es un buen consejo.
— Sabes que no es lo que quise decir — el escritor camina hacia la puerta — Iré a preparar el desayuno, ve a ver a Harry, que no tome un baño largo porque hoy es un día ocupado, no podré consolarlo cuando llore por estar arrugado como una pasa.
— ¡Harry! — grita Eddi — No adelantes tu futuro, sabemos que serás un viejo arrugado y calvo.
— ¡Edward no! — grita el trillizo menor desde la ducha.
Sus día es ajetreado, buscan lugares para llevar a Louis, es complicado organizar algo en poco tiempo pero lo logran. Al llegar la noche se ponen sus mejores trajes, se arreglan el cabello y Edward conduce hasta la casa de sus omega, están nerviosos pero también emocionados.
Pasan por una florería y recogen el ramo de narcisos que habían pedido. La reja es abierta en cuanto dicen sus apellido y en pocos minutos Edward estaciona su vehículo en la entrada, los tres bajan y se dirigen a la puerta, no llegan a tocar porque esta es abierta y un alfa los mira.
No es Marcos, así que suponen que se trata de Magnus, el alfa los mira de arriba a abajo y levanta una ceja cuando ve que la camisa de seda que Harry lleva, deja al descubierto su pecho, el trillizo se siente cohibido y trata de cubrirse con el cuerpo de Marcel.
— Buenas noches señor — saluda Edward.
— ¿Que hacen en mi casa? — pregunta Magnus, sabe que vienen a buscar a su hijo pero no está de más asustarlos un poco.
— Vinimos por Louis — dice Marcel — Tenemos una cita con él, señor.
— ¿Una cita? ¿Con mi hijo? — un gesto de desagrado se refleja en su rostro.
— Si señor — la respuesta de Harry suena más a una pregunta.
Magnus llegó a casa por la mañana, su esposa le contó con entusiasmo que Louis tenía una cita, que unos trillizos vinieron a verlo la semana pasada y que al parecer planean cortejarlo. Sabe que su Lou ya no es un niño, es un hombre pero eso no quiere decir que sus instintos paternales no estén alertas ante la seguridad de su cachorro ojiazul.
Habló con Marcos al respecto pero le dijo que no tenia de que preocuparse, que eran los hermanos del doctor Styles, que eran buenos alfas y que si sus hijo decidía salir con ellos solo les quedaba aceptar la decisión pero si en algún momento lo lastiman, se las verían con ellos.
— ¿Me estás preguntando o respondiendo? — le dice Magnus a Harry.
— Respondiendo señor — dice con más seguridad.
— ¿A dónde lo llevarán? — pregunta el alfa mayor.
— A cenar y luego daremos un paseo nocturno — responde Marcel.
Magnus esta por preguntar algo más pero Alice se acerca y se para a su lado.
— ¿Estás siendo amable cariño? — pregunta la omega con una ceja arqueada.
— Por supuesto ¿Verdad muchachos?.
— Señor, si señor — responden los trillizos al unísono.
Alice no puede evitar carcajearse, los trillizos parecen jóvenes soldados en su primer día.
— Ya veo — dice aún con una sonrisita — Pasen por favor, Lou bajará en unos minutos.
Magnus se hace un lado a regañadientes y deja que los trillizos pasen, cuando están en la sala, Marcos sale de la cocina y sonríe con malicia cuando ve que los alfas miran a su hermano de reojo, sabe que Magnus ya hizo de las suyas.
— Muchachos — saluda.
— Doctor Tomlinson — responde Edward — Buenas noches.
Harry y Marcel repiten el saludo.
— ¿Compraron narcisos para nuestro Boo? — pregunta Alice al ver el ramo.
— Seguimos su consejo — Marcel se remueve en el sillón algo nervioso.
— Le encantarán, cuando era niño solíamos sembrarlos en el jardín ¿Quieren ver sus fotos de bebé? — ofrece la omega.
— Mamá — la voz de Louis se deja oír en la sala — Por favor guárdalos para la quinta cita.
Los trillizos giran a verlo y podrían babear ante la vista. Louis usa un traje negro que se adhiere a su cuerpo como una segunda piel, su diminuta cintura se aprecia a la perfección, su flequillo cae para un lado, sus ojos azules resplandecen y sus labios rosas parecen llevar algo de brillo. Todo él es perfecto, casi celestial.
El carraspeo de Magnus los saca de su apreciación.
— Ya estuvo bueno ¿no? — dice el padre del omega.
— Magnus — le sisea Alice — Compórtate.
— ¿Esas son para mí? — pregunta Louis haciendo caso omiso a sus padres.
— Si si — responde Marcel — Una fuente anónima nos dijo que eran tus flores favoritas.
El alfa se acerca al omega ojiazul y le entrega el ramo, Louis le agradece y le besa la mejilla.
— Señora — llama Harry a Alice — ¿Podría por favor decirme dónde puedo poner el ramo?
— No te preocupes — dice Louis — Yo me encargo.
— No — dice Edward — Es un regalo, no un trabajo.
— Puedes ponerlo en el jarrón de ahí — señala Louis sonriendo — Quiero verlo todos los días.
Harry saluda a Louis con un beso en la mejilla, toma el ramo y lo pone en el jarrón.
— Es hora de irnos — dice Edward — De lo contrario perderemos la reservación.
— Tráiganlo antes de las 12 — dice Magnus.
— Tómense su tiempo muchachos — habla Marcos — No le hagan caso a mi esposo.
— Llámame Louis — pide Magnus — Para cualquier cosa.
Louis asiente y se encamina a la puerta, los trillizos se despiden y caminan tras el omega, cuando llegan al vehículo Edward arrincona a Louis.
— No me saludaste Tiramisú — el alfa sonríe con coquetería.
— ¿Porque no lo hiciste tú? — responde el omega.
— Estaba siendo respetuoso con tus padres.
— Si como no — se burla Louis — Te sentías intimidado.
Edward acerca su rostro al de Louis y el corazón del omega late fuerte, instintivamente entreabre los labios pero el alfa solo besa su mejilla y pasa su nariz delicadamente por su mandíbula.
— Hueles bien — dice el alfa — Adictivo.
— Imagina como es en mi celo — Louis no aprecia que se haya burlado segundos antes —Es mejor, mucho mejor — dice con un sutil jadeo.
Las pupilas de Edward se dilatan y aspira con fuerza el aroma de su omega, sus hermanos se acercan y lo separan de Louis quien solo acomoda su saco y sonríe triunfal.
— Cálmate Eddi — le dice Marcel al oído — Aun no es el momento.
— Ese pequeño descarado — dice Edward — Se está burlando de mí, sabe lo que me causa.
— ¿Nos vamos? — pregunta Louis con desinterés — Creo que perderán la reservación.
Harry palmea la espalda de su hermano y abre la puerta trasera para Louis, Marcel se apresura a subir también en la parte trasera, asi que Edward conducirá e irá solo adelante.
El trillizo mayor rodea el auto y antes de subir acomoda su erección, sabe que será una noche larga.
Notes:
"Lo estás haciendo bien, eres increíble, te lo digo por si nadie más lo ha hecho"
Chapter 10: Capítulo 9
Notes:
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Chapter Text
El frío de la noche se cuela por la ventana del vehículo, en la parte trasera, Louis conversa con Harry y Marcel, Edward se concentra en conducir, lleva joyas muy valiosas.
— ¿A qué restaurante iremos? — pregunta Louis.
— Es una sorpresa Lou — dice Harry y se sonroja al decir el apodo, así que intenta disculparse — Lo siento, no quise ser muy confianzudo.
— Está bien Harry — tranquiliza el omega poniendo una mano en la rodilla del alfa — Si todo sale bien, probablemente seamos compañeros, no debes avergonzarte por eso.
Harry asiente suavemente y Louis no quita la mano de su rodilla. Marcel sonríe mientras mira por la ventana, le alegra saber que Louis esté tomándose en serio su futura relación, es agradable saber que su posible pareja esté en la misma sintonía.
Marcel voltea a ver a Louis y el omega ya lo está mirando, el rubor se esparce por las mejillas y el cuello del alfa, el pobre siente que podría ser un tomate, Louis parece notar su timidez porque sonríe y hermosas arruguitas se forman en los bordes de sus ojos. Marcel escribirá sobre ellos, lo jura.
El teléfono del omega suena y Louis mira el nombre en la pantalla antes de contestar.
— Papá — dice el ojiazul.
"¿Ya estas volviendo a casa, cariño?" pregunta Magnus del otro lado.
— Coronel — Louis habla con seriedad — Usted esta inmiscuyéndose demasiado.
"Solo me preocupo por mi pequeño Lou".
— No lo hagas, soy un adulto y se cuidarme.
"Comprendo pero deja que me acostumbre a la situación, no puedo creer que quizá pronto tengas un nido" la voz de Magnus es un poco melancólica.
— En una primera cita, cálmate — sonríe el omega — Debo colgar.
"Recuerda, golpes a la garganta, nariz o genitales"
— Te suena algo como... Capitán del ejército altamente entrenado — el ojiazul se burla.
"Soy tu Coronel y tu padre, hazme caso".
— Lo veo en unas horas Coronel — dice antes de colgar.
— ¿Ese fue mi suegro? — pregunta Edward desde el volante.
— Solo me recordaba los lugares donde debo golpear si se sobrepasan — el ojiazul guarda su teléfono — Hasta el momento estas ganándote todos.
Edward le guiña el ojo por el espejo retrovisor y Louis no responde. Marcel y Harry no dicen nada más, están por llegar y los nervios han regresados, solo esperan que todo sea perfecto.
El trillizo mayor se estaciona frente a una gran casa, está rodeada por arboles viejos. Harry baja del vehículo y ayuda a Louis a salir, sus hermanos hacen lo mismo. El omega observa todo el perímetro, no hay casas alrededor, la propiedad es grande, las luces están prendidas pero no se escucha ningún ruido, supone que solo son ellos. Le alegra saber que los trillizos escucharon su pedido.
Caminan por el lado lateral de la vivienda y al llegar al patio trasero el omega mira con asombro el lugar, cientos de luces cuelgan de un gran árbol, desde sus ramas hasta su tronco. Al costado hay una mesa y una variedad de platillos, todo es precioso y un calorcito se expande por el pecho del omega militar, nadie hizo algo asi por él, esta es la primera vez y le alegra saber que los trillizos lo hicieron.
— ¿Te gusta? — pregunta Marcel con duda.
— Me encanta — responde el omega con sinceridad — Es hermoso, gracias.
— Solo lo mejor para ti — dice Harry — Ven, siéntate.
Louis camina unos pasos y Harry saca una silla para que pueda sentarse, cuando lo hace los alfas lo imitan y se sonríen entre sí. Edward le pregunta que desea comer y le sirve, Marcel le ofrece vino o champagne, el omega opta por lo primero. Se da cuenta de lo que los alfas están haciendo, están mostrando que pueden proveer.
— ¿De quién es la casa? — pregunta el omega después de unos bocados.
— Es la casa de nuestra familia — responde Harry — Crecimos aquí.
— ¿Entonces sus padres viven aquí? — Louis tiene curiosidad, quiere saber más de la familia de los trillizos.
— No, nuestras madres alfas y nuestro padre omega están viajando por el mundo — cuenta Marcel — Es uno de sus sueños, asi que lo están cumpliendo.
— Eso es realmente maravilloso — asiente Louis — Me encantaría conocer algunos lugares más.
— A nosotros nos complacería llevarte — propone Harry.
— No quería tener sugar daddy y ahora tendré tres — el ojiazul ríe.
— No pongas ideas en mi cabeza, omega — advierte Edward.
— No te hagas el inocente conmigo — acusa Louis — Sé que ya me has imaginado llamándote asi.
Edward sonríe pero no lo niega, toma un trago de vino y se sirve un poco más.
— ¿Tienes hermanos? — pregunta Marcel.
— Soy hijo único — informa Louis — Pero tengo una familia numerosa, los Tomlinson se reproducen por dos.
— ¿Gemelos? — dice Harry.
— En su mayoría, aunque hace unos años una prima tuvo trillizos, son hermosos.
— Muchachos — Edward habla con solemnidad — Tenemos que prepararnos para muchos cachorros.
— Eddi — advierte Marcel — Por favor, no sabemos si Louis aquí quiere tener hijos.
— Siempre quise tener un gran nido — habla Louis — Pequeños cachorros regordetes.
— Los tendrás con hoyuelos — dice Harry — Son un bonus.
— Nos estamos adelantando demasiado — observa el ojiazul — Tenemos que conocernos mejor y tengo que decir algunas cosas.
Edward ya está esperando lo peor, sabía que no todo iba a ser color de rosas.
— ¿Qué sucede omega? — pregunta — ¿Estás arrepintiéndote?
— Por supuesto que no — Louis aclara — Pero quiero contarles porqué tarde tanto en darles una respuesta.
— Eso no es necesario Lou — Marcel lo mira — No tienes que decir nada.
— Lo tengo que hacer, es importante.
Los trillizos dejan de comer y esperan a que el omega hable.
— Pedí mi baja por motivo de casta — explica Louis — Es decir que lo hice para buscar alfas y formar una familia, la ley permite que lo haga pero si en cuatro meses no presento la documentación necesaria sobre un cortejo, marca o matrimonio, puedo presentarme nuevamente y volver al ejército — los trillizos digieren la información — Pensé en todo esto y llamé a mi Mayor, soy un omega de alto nivel y tengo una impecable trayectoria como militar, era de esperarse que él no quisiese que renunciara, así que aceptó que yo entrenara nuevos reclutas acá en la ciudad.
— Pero aquí no hay una base — dice Marcel con duda.
— La habrá — responde Louis — La crearán por mí.
— Mierda — susurra Harry — Eso es impresionante.
— ¿Eso quiere decir que no te irás? — Edward pregunta.
— No me iré, seguiré siendo Capitán y podré seguir saliendo con ustedes — responde el omega.
— ¿Salir? — dice Harry — ¡Casémonos ya!.
— Me gusta como piensas — Edward está de acuerdo con su trillizo.
— Me alegra saber eso Lou, me hace muy feliz — Marcel sonríe.
— Eres lindo — dice el castaño — Me gustas mucho.
— ¿Y nosotros? — pregunta Edward apuntando entre Harry y él.
— Ustedes también me gustan, demasiado, no puedo creer que las cosas que estoy haciendo por ustedes — el omega sonríe mientras niega — Solo volvería por unos meses y luego me iría pero miren ahora, estoy cenando junto a unos trillizos con hoyuelos y rizos encantadores.
— Somos afortunados — señala Harry — Conocerte fue lo mejor que nos pasó, estábamos destinados a hacerlo.
— Esa mierda de los destinados — dice Louis — No creía nada de lo que decía mi madre pero después de conocerlos puedo decir que cambié de opinión.
— Bésame ya — Edward pide — He esperado años por eso.
— Pórtate bien y serás recompensado al final de la noche.
— Esa es la motivación que necesito — dice Edward.
Continúan comiendo después de eso, los trillizos se sienten más tranquilos al saber que sus omega estará cerca, no hay ningún riesgo de que se vaya y no tienen un tiempo límite, pueden salir con Louis cuanto quieran, pero intuyen que muy pronto iniciarán su cortejo, no hay mucho que pensar, Louis nació para estar junto a ellos.
Después de la cena Marcel propone que caminen un poco, le muestran a Louis la casa y luego se dirigen al bosque, Louis les advierte que sería muy fácil matarlos si intentan hacer algo, lo que hace que Edward haga pucheros. Harry le cuenta a Louis sobre su trabajo como compositor y dice que está trabajando en una canción para él. Louis agradece que haya poca claridad e impida que Harry mire su sonrojo y su gran sonrisa.
Llegan a un claro y el sonido del agua se hace más fuerte, un pequeño arroyo es alumbrado por la luna, cientos de luciérnagas vuelan por el lugar, es realmente mágico. Louis se adentra un poco más, dejando atrás a los trillizos que miran hipnotizados al ojiazul porque a pesar de encontrarse en un lugar increíble, nada ni nadie es más precioso que Louis Tomlinson iluminado por la luna llena y rodeado de luciérnagas.
— Creo que estoy enamorado — les susurra Marcel a sus hermanos — ¿Creen que es muy rápido?
— No lo es — responde Harry — Me enamoré de él desde el primer momento en que lo vi.
— Será mi esposo — promete Edward — Él será nuestro todo, porque no creo sentir por alguien más lo que ya siento por él.
En ese instante Louis voltea a verlos y les regala una sonrisa brillante, sus corazones dejan de latir por un segundo.
— No están precisamente susurrando — dice Louis, los trillizos se sorprenden — Pero siento lo mismo, estoy enamorado de ustedes.
Harry es el primero en avanzar hacia su omega, Louis no se mueve, espera a su alfa, el rizado lo toma por la cintura y lo mira a los ojos, el zafiro y el jade se mezclan a la perfección.
— ¿Puedo besarte? — le pregunta Harry — Puedo adivinar que me haré adicto a tus labios.
— Hazlo alfa, quiero que lo hagas.
Harry cierra la brecha entre ellos, atrapa los labios de Louis en un beso suave, algo dentro de él ha estado esperando este momento desde siempre, sabe que es un alfa solo para que Louis sea su omega y si ese no hubiera sido el caso, sabe que hubiera hecho de todo para probar el sabor del vino en los labios de su alma gemela.
Al separarse el alfa junta su frente con la de su omega y luego le besa la sien, su burbuja estalla por un comentario de Edward.
— Eso fue caliente, ahora es mi turno — dice el trillizo mayor.
— Alfa bobo — habla Louis separándose de Harry — Te besaré cuando lo quiera, ahora volvamos.
— No es justo — refunfuña como un niño pequeño.
— Recuerda que podrías ser premiado al final de la noche — Louis señala.
Eso parece calmar al alfa pero de todas maneras se acerca a su omega y lo toma de la mano, Louis le permite hacerlo, la gran mano del alfa se siente bien entrelazada a la suya, caminan de vuelta a la casa con Marcel y Harry detrás, el último aún esta algo conmocionado, el beso fue increíble.
Edward y Harry guardan los platos, copas y las otras cosas que usaron para la cena en el patio. Marcel y Louis están en la gran sala de la casa, hay fotos de los trillizos por todo el lugar, también hay fotos de una niña más grande.
— ¿Ella quién es? — le pregunta el ojiazul al alfa.
— Ella es Amelia, es nuestra hermana mayor.
— Es hermosa ¿Tiene familia?.
— Si, ella es alfa al igual que su compañero Daniel, Rocío es su omega, tienen una hija — responde Marcel.
— Eso es hermoso, ¿Cómo se llama tu sobrina?.
— Micaela, es tierna y muy curiosa, el día que te conocí iba a comprar un libro para ella.
— Tendré que agradecerle a Mica entonces.
Louis continúa caminando y Marcel lo sigue, en el pasillo hay puertas con nombres, son las habitaciones de los trillizos, Louis quiere saber cómo eran de adolescentes.
— ¿Esa es tu habitación? — pregunta apuntando una puerta donde se ven dibujos de libros apilados.
— Demasiado obvio — el alfa se sonroja — Pero no quieres entrar ahí, es vergonzoso, soy un nerd.
— Estoy seguro de que me hubieras gustado, tengo algo por los nerds con hoyuelos, mejor aún si usan gafas.
Marcel se sonroja pero de todas formas guía a Louis hacia su habitación de adolescente, respira hondo antes de abrir la puerta, teme que Louis con solo ver el lugar se dé cuenta de cómo era, un alfa flacucho y tímido que sus compañeros golpeaban, que tenía que pedir ayuda de sus hermanos para poder defenderse.
La habitación es espaciosa, hay una cama en el medio y en la esquina hay un escritorio, decenas de libros se encuentran en estantes, y una máquina de escribir esta en el alfeizar de la ventana, el adolecente Marcel amaba escribir viendo las estrellas.
— Es bonita, Marcel — dice Louis — Casi idéntica a la mía.
— ¿En serio?.
— Si, la única diferencia es que yo tenía un saco de boxeo en esa esquina — habla apuntando el lugar — Practicaba imaginando la cara de Thomas, ese alfa repugnante al que le rompí la cara.
— ¿Te molestaba? — el tono de Marcel es serio.
— El malnacido quiso propasarse — sisea Louis — Le rompí la mandíbula.
El aroma de Marcel se esparce por la habitación, está enojado, solo piensa en buscar a ese idiota y matarlo por atreverse a tocar lo que no es suyo, por atreverse a tocar a Louis, su omega.
— ¿Marcy? — dice Louis con suavidad, el alfa se da cuenta que está cerca de él, su enojo nubló su mente — ¿Está todo bien?.
— Lo siento, yo solo imaginé a alguien tratando de hacerte daño y enloquecí — explica — Solo pienso en ir a buscarlo y es estúpido porque ni siquiera sé quién es — ríe sin ganas.
— No es tonto alfa, solo quieres proteger a tu omega — tranquiliza el ojiazul.
— Es vergonzoso, pensé en ti como mío, como si fueras de mi propiedad.
— Soy tuyo — dice Louis — Tanto como tú eres mío, eres mi alfa.
Marcel besa a Louis, es tosco, necesitado y apasionado, aprieta las caderas de su omega con la plena intención de dejar marcas, que Louis recuerde el beso, que sepa quién lo marcó, el omega jadea cuando el alfa muerde su labio inferior.
— Cielos — dice el alfa cuando se separan, los labios de Louis están rojos.
— No eres tan tímido como pensé — habla Louis dándole un beso suave.
— No quise lastimarte.
— Fue caliente así que no te disculpes.
El alfa sonríe y sale junto a su omega de la habitación, sus hermanos están en la sala, sentados en el sillón, Edward frunce el ceño al ver el estado en el que se encuentran, Marcel tiene los ojos vidriosos y Louis los labios rojos he hinchados.
— No — niega Edward — No es posible, no es justo, estas siendo malo — acusa a Louis.
— Llévenme a casa — dice el omega sin darle importancia a Edward — Estoy cansado.
— Ustedes irán adelante — Edward apunta a sus hermanos — Es mi turno de sentarme junto a la delicia.
Louis rueda los ojos y se dirige a la puerta, Edward camina a paso apresurado y lo sigue, Harry y Marcel cierran la puerta. Edward deja que Louis suba primero y luego él lo hace. Harry va al lado de conductor y sube, Marcel hace lo propio en el lado del copiloto, le dan tiempo a su hermano con Louis.
— Princesa — le dice Eddi a Louis cuando el vehículo se pone en movimiento.
— ¿Si?.
— ¿Porque prefieres sentarte en el asiento en lugar de en mis piernas? — dice golpeándose el muslo.
— Me gusta aquí, no quiero sentir tu polla picándome el trasero.
El alfa ríe a carcajadas, echando la cabeza hacia atrás, su mandíbula estructurada es hermosa. Louis sonríe y se sienta a horcajadas en las piernas de su alfa, deteniendo su risa.
— ¿Contento? — pregunta el ojiazul poniendo su rostro en el cuello de su alfa.
— Malditamente feliz.
El viaje es tranquilo, el aroma de Edward es eléctrico, vivaz, Louis no puede definirlo pero logra calmarlo y fluctúa entre el sueño y la realidad, se siente seguro no solo por estar en los brazos de uno de sus alfas, si no también porque todo el carro tiene el olor de Harry y Marcel, es perfecto.
— Panquecito — oye Louis que Edward lo llama — Ya llegamos ¿Quieres que te lleve cargando?
— No — responde el omega — Puedo caminar.
Harry abre la puerta y Edward baja con Louis en brazos, al estar fuera deja a su omega de pie, Marcel arregla el flequillo del ojiazul y los cuatro caminan hasta la puerta de su casa.
— Gracias por darnos una oportunidad — dice Harry
— Esperamos que hayas disfrutado de la cita — habla Marcel.
— Todo fue perfecto, gracias.
Louis besa las mejillas de Harry y Marcel.
— Denme unos minutos con Edward por favor — pide — Espero verlos pronto.
— Te escribiré mañana — habla Harry.
— ¿Sucede algo? — pregunta Edward cuando sus hermanos se alejan.
— Solo quería hacer esto — el omega jala por la corbata a Edward y estrella sus labios, el alfa reacciona al instante y empuja a su omega contra la puerta, Louis gime cuando su alfa deja besos por su cuello y muerde justo en su fuente de olor.
— Mío — gruñe el alfa.
— Edward — el omega jadea — Tienes que irte.
— No, te llevaré conmigo y mis hermanos.
— No alfa, es suficiente.
Edward suelta a Louis y lo mira a los ojos, besa su nariz de botón y deja otro beso en su cabello.
— Discúlpame — pide Eddi — No quise sobrepasarme.
— No lo hiciste pero ya había sido suficiente, tendremos mucho tiempo — Louis dice — Ahora tengo que entrar, estoy seguro de que mis padres están esperándome despiertos.
— Oh cielos, espero que no hayan visto u odio algo — el alfa suena preocupado.
— No lo creo — Louis besa la mejilla del alfa — Ten buena noche.
El trillizo ve como su omega entra a su casa, sonríe a la nada y camina hasta su vehículo, sus hermanos tienen la misma sonrisa tonta que él, están cayendo profundamente por Louis y malditamente aman hacerlo.
Notes:
"El sonido de tu voz calma a mis demonios"
Chapter 11: Capítulo 10
Notes:
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Chapter Text
Louis recibe un mensaje de texto de Harry al día siguiente, el alfa lo invita a una cita a solas para que se conozcan mejor por separado, además los trillizos desean pasar tiempo individual con su omega y consentirlo como es debido. Sin dudarlo Louis acepta.
— ¿Vas a salir? — pregunta Magnus cuando ve a su hijo pasar por la sala.
— Si papá, saldré con Harry.
— ¿Y ese quién es? — el alfa aún no logra distinguirlos.
— Tiene el cabello largo.
— ¿El que muestra el pecho? — Magnus hace una mueca de ofensa.
— Exacto — dice Louis — Probablemente sea el padre de tu nieto — agrega solo para molestar.
— Me agrada Harry — habla Alice mientras se sienta al lado de su alfa — Tiene una personalidad cautivadora y siempre sonríe.
— Es lindo ¿cierto? — pregunta Louis a su madre.
— Lo es, los tres lo son.
— Aún estoy aquí por si no lo notaron — gruñe Magnus.
— Celoso — se burla el omega ojiazul — No seas gruñón.
— Quieren robarte — le dice su padre — Ellos quieren alejarme de ti.
— Dioses, la edad te ha vuelto más dramático — responde Louis pero se acerca a besar la mejilla de su padre y hace lo mismo con su madre.
El omega revisa su celular para preguntarle al alfa si ya está por llegar pero el timbre suena, Louis camina hacia la puerta y la abre. Harry Styles le sonríe en cuanto lo ve, sus hoyuelos están a todo esplendor, lleva la camiseta metida en sus pantalones de tiro alto, los lentes de sol cubren sus ojos, su cabello está atado en un moño. Louis solo podría decir que se ve perfecto.
— Buenos dias Lou — saluda el alfa.
— Hola Hazz — el omega se permite darle un apodo y a juzgar por la reacción del alfa que sonríe más si eso es posible, fue algo bueno — ¿Cómo estás?.
— Mejor ahora que te veo.
— Cursilería barata — dice Louis — Merezco algo mejor.
— Entonces te gustará lo que tengo preparado para ti.
Harry se acerca y con timidez toma de la mano a Louis, el omega acepta el contacto y sonríe cuando el alfa aprieta el agarre, caminan juntos hasta el vehículo del rizado pero Louis se detiene antes de subir.
— Vaya — silba — Un Mercedes G Wagon.
— ¿Te gustan los autos? — pregunta Harry con interés.
— Mi papá Marcos los colecciona — comenta — Tiene uno de estos.
— ¿Quieres conducir?.
— Joder, no tienes que preguntarlo dos veces.
Harry le abre la puerta del conductor y le entrega las llaves, antes de cerrar Louis lo jala por el codo y planta un beso en su mejilla.
— Sube bebé, te llevaré de compras — le dice Louis a Harry.
— Gracias papi — responde el alfa con una sonrisa pícara.
El alfa camina hasta la puerta del copiloto y sube, mientras Louis sale de la propiedad, Harry pone algo de música. El omega se coloca sus lentes de sol y conduce hacia la ciudad.
— ¿A dónde iremos? — pregunta el ojiazul.
— A mi estudio de grabación.
El ojiverde le da indicaciones y el omega se guía con facilidad, una hora después estaciona frente a un edificio. El alfa se apresura en salir para abrirle la puerta, el omega acepta este tipo de atenciones, es sumamente independiente y claramente puede hacerlo él mismo pero a veces es bueno dejar que alguien más lo haga.
Harry vuelve a agarrarle de la mano y se roban miradas cuando ingresan al edificio. Louis no le da importancia a los mirones ya que rápidamente escanea el sitio, ubica las salidas de emergencia y los lugares donde podrían resguardarse en caso llegara a pasar algo.
— ¿Todo está bien? — pregunta Harry cuando Louis se mueve un poco.
— Lo está — responde Louis ya que se colocó un paso adelante del alfa para tener una mejor visualización.
Caminan hacia el ascensor pero alguien los detiene.
— Harry querido — dice una voz chillona.
Un hombre se acerca a ellos y debido a que no tiene aroma, Louis intuye que es un beta. El sujeto se acerca y besa ambas mejillas del alfa y luego mira de pies a cabeza al ojiazul.
— Jack — saluda Harry y por su lenguaje corporal el militar sabe que está incomodo — Te presento a Louis.
— Luis — dice el beta pronunciando mal el nombre — Asi que eres la nueva conquista de Harry — su tono es burlón.
El omega suelta la mano del alfa y arregla su flequillo, esta vez es él el que mira al beta de pies a cabeza y una sonrisa de suficiencia se refleja en su rostro.
— Jack — inicia el ojiazul, su mirada es intimidante — Seguro pensaste llegar, hacer un comentario estúpido y que yo te respondiera de la misma manera pero estás equivocado, las personas como tú no valen la pena — el omega se acerca al beta y le susurra — Desaparece de mi vista.
Jack mira a Harry como pidiendo que diga algo pero el alfa se queda callado, el beta da un pisotón al piso y luego se va, el alfa intenta tomar de la mano al omega pero no se lo permite.
— No me importa que te hayas acostado con él — sisea Louis — Pero no volveré a tolerar mierda como está.
— No, yo solo... — intenta decir Harry pero Louis lo corta.
— Tu lenguaje corporal y el de él me lo dijeron todo, solo te recuerdo que ahora sales conmigo, mantén tu polla dentro de tus pantalones.
Harry se ha divertido durante años, el sexo casual es común para él, y claramente se acostó con Jack pero desde que conoció a Louis no ha vuelto a hacerlo. Tiene las cosas claras, solo quiere a su sassy twinky.
— No volverá a pasar — acepta el alfa.
Caminan unos últimos pasos hasta el ascensor y suben.
— Sé que eres un hombre de 28 años — dice Louis mientras suben — Sería ingenuo pensar que nunca te has acostado con nadie pero no quiero que uno de tus ligues se me acerque, soy alérgico a los imbéciles.
El alfa sonríe un poco y toma por las caderas a su omega, Louis se deja hacer.
— Eres precioso ¿Te lo había dicho? — habla el Harry.
— ¿Esta es tu forma de cambiar de tema?.
— Solo nos besamos y me arruinaste para alguien más — el alfa acaricia la mejilla de su omega con la nariz — Jamás querré a otro, solo te quiero a ti.
— Vas mejorando — Louis deja escapar una sonrisita tímida.
— Mi polla no se parará por alguien más.
— Y todo se fue a la mierda — su tono es divertido.
Las puertas del ascensor se abren y salen juntos, el lugar es espacioso, hay sillones, equipo de grabación, edición y todo lo necesario para un estudio.
— ¿Vas a cantarme algo? — pregunta el ojiazul mientras repite el mismo procedimiento que en la recepción, revisa todo.
— ¿Te preocupa algo? — pregunta el alfa en cambio.
— ¿Qué?.
— Tienes esta mirada rara, como muy concentrado mirando el lugar.
— Miraba el entorno, busco cualquier peligro y ubico las salidas de emergencia, es debido a mi entrenamiento, no puedo evitarlo — explica el omega.
— Oh, entiendo, eso es genial.
— Lo malo de salir con un militar.
— ¿Qué? — el alfa suena ofendido — Por supuesto que no, no es malo, es impresionante.
Louis asiente y sonríe un poco, Harry va hacia un escritorio y saca un cuadernillo.
— Quiero mostrarte esto — dice el ojiverde acercándose a su omega, lo guía a unos sillones y se sientan — Aquí están los nombres de las canciones para mi nuevo álbum.
— Felicidades, prometo escucharlas todas — el omega acaricia el brazo de su alfa.
— Serán 12 canciones pero la última aún no la he elegido — explica — Quiero que tú lo hagas.
— ¿Quieres que yo elija una canción? — la sorpresa se evidencia en el rostro del omega.
— Si amor, quiero que tú lo hagas — esta vez Harry no se sonroja al decir un apodo cariñoso.
— Está bien ¿tengo que escucharlos primero?.
— No, solo te diré los nombres y elegirás uno.
— Eso no es justo — refunfuña el omega.
— Confiaré en ti, la que elijas seguro estará bien — Harry abre el cuadernillo y lee los nombres — Sky Eyes o Sunflower.
— Hazz — el omega hace un puchero y seguro más tarde se avergonzara por ello — Es difícil, ¿cómo mierda elegiré la canción correcta?.
— Eres mi omega, la que elijas será perfecta porque será nuestra canción — besa los delicados nudillos del castaño — Hazlo.
— Me gusta Sunflower, en mi antigua base teníamos un pequeño jardín de ellos.
— Escribí ambas después de conocerte, tenía que expresar de alguna forma lo que causaste en mí.
— Eso es lindo Hazz.
— Tú solo entraste por la puerta de esa cafetería y pusiste mi mundo de cabeza, arrasaste con todo y ni siguiera tuviste la intención de hacerlo, solo hablaste y ya tenías toda mi atención, no tuve una oportunidad, ya estaba perdido por ti — dice Harry y besa la nariz de su omega.
— No solo puedes decir esas cosas — habla Louis — Yo no soy bueno expresando mis sentimientos.
— Cuidas de mí — dice Harry — Normalmente seria el alfa el que lo hiciera pero me gusta que tú lo hagas por mí, me haces sentir seguro y querido.
— Me preocupo por ti, quiero que estés a salvo ¿esa es mi manera de demostrar cariño? — se pregunta el ojiazul en voz alta.
— Lo es, cada uno tiene distintas formas de demostrarlo, yo escribo canciones sobre nosotros y el futuro que quiero, tú me cuidas y me proteges.
— Ven aquí y bésame tonto — exige Louis.
Harry no se hace de rogar, besa por segunda vez a su omega y jura que malditos fuegos artificiales estallan en su estómago, supone que así se siente besar a la persona con la que quieres todo.
Notes:
"Vive bajo tus términos pero no lastimes a nadie"
Chapter 12: Capítulo 11
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Marcel prácticamente está saltando de un lado a otro en la sala, de rato en rato sonríe a la nada como un idiota y también se pone a pensar en cientos de escenarios. ¡Diablos! Harry está tardando mucho y está a punto de arrancarse la piel.
— ¿Cómo te fue en tu cita con Lou? — pregunta en cuanto ve a su hermano menor entrar por la puerta.
— Hola Marcy, estoy bien, gracias por preguntar ¿Cómo estás tú? — es la respuesta sarcástica que recibe por parte de Harry.
— No estoy para tus estupideces — le gruñe.
— Dioses de que humorcito estas — Harry va hacia un sillón y se sienta, Marcel camina arrastrando los pies y se sienta en frente.
— Solo dímelo.
— Fue perfecto — suspira el trillizo menor — Él sin duda es encantador, tan precioso.
— ¿Qué más? — exige Marcel.
— Oh pasó algo, Jack estaba en el edificio y dijo algunas cosas.
— Mierda, sabía que no todo saldría bien, ahora ya no querrá salir con nosotros — el escritor se ve y suena abatido.
— No — tranquiliza Harry — No se molestó, bueno solo un poco pero todo está bien.
— ¿Seguro?
— Totalmente, escogió una canción para mi álbum y luego nos besamos — una sonrisa engreída se pinta en el rostro de su hermano menor.
— Tonto, lo llevaré a una mejor cita, seré su favorito — presume Marcel.
— Por favor — se burla el cantante — Escribí una canción para él, será publicada en mi álbum y será reconocida mundialmente.
— No le llega ni a los talones a lo que haré por él.
— Pobres idiotas — dice Edward haciendo acto de presencia — Yo seré el favorito de la delicia ojiazul.
— Me voy de aquí, tengo cosas importantes que hacer — gruñe Marcel levantándose y saliendo de la sala, no soporta no ser el favorito de Louis.
— Uno menos, falta otro — habla Edward mirando a Harry.
— No te molestes Eddi — dice el alfa — Sé que seré el favorito, no son competencia para mí.
El tono de Harry es presumido y la de un ganador. Edward solo niega y va a su habitación, tiene una cita perfecta que preparar.
[...]
Marcel espera a Louis bajo un gran árbol en el parque, ha decidido tener un día de picnic con su omega. Preparó todo él mismo, picó frutas, hizo tarta de manzana, también pan casero y mermelada, hay refrescos naturales y champagne por si Louis lo quiere.
— ¿Marcy? — dice una voz aguda a sus espaldas, el alfa voltea rápidamente y ahí está su alma gemela, luciendo hermoso como siempre, aún más con el sol besando su piel caramelo.
— Lou — dice el alfa — Luces precioso.
— Gracias, tu también luces hermoso.
El alfa se sonroja pero extiende la mano para caminar junto a su omega, Louis lo ayuda llevando la manta a cuadros. Miran a su alrededor, las personas conversan, los niños corren y juegan.
— Mira allí — le dice Louis.
Dos alfas juegan con sus cachorros mientras su omega los mira con una gran sonrisa en el rostro, son la viva imagen de una familia perfecta y Marcel solo puede pensar en que algún día tendrá lo mismo junto a sus hermanos y Louis.
— Parecen felices — responde el alfa.
— ¿Crees que nosotros tengamos lo mismo? — pregunta Louis, nunca se ha avergonzado de decir lo que piensa.
— Lo tendremos, cariño — promete el trillizo.
Louis sonríe y se deja guiar, no hablan más, ambos están contentos de caminar de la mano y sonreír a las parejas que pasan a su lado. Marcel se detiene junto a un árbol de cerezo, la tierra a su alrededor está cubierta por flores. Le pide la manta al ojiazul y la tiende en el suelo, coloca la cesta en una esquina e invita a su omega a sentarse junto a él.
— Hace mucho tiempo no venía a un parque — dice Louis.
— ¿Por qué? — Marcel le extiende un tazón con fresas.
— No tenía tiempo, mis permisos solo eran para visitar a mi familia y algunas veces ni siguiera los tomaba.
— ¿Problemas familiares?
— No, mi mamá es buena al igual que mis padres pero a veces era difícil salir de la base y ver el mundo real, mis conocidos ya tenían familia e hijos, no teníamos nada en común, asi que prefería quedarme en el lugar que consideraba seguro — el omega se sincera.
— Puedo comprender eso, aún más cuando lo único que hacen mis madres es pedir nietos a pesar de tener una.
— Mi madre es igual, hace dos años tomó clases de costura solo para hacerle ropa a sus nietos inexistentes — se burla Louis.
El ojiazul comparte una de sus fresas con su alfa y él le da un sándwich.
— ¿Tú lo hiciste? — pregunta el omega.
— Yo preparé todo, practique ayer todo el día hacer una tarta de manzana.
— Awww — arrulla Louis — Eso es dulce, gracias alfa.
— Estoy enamorado de ti, es lo mínimo que puedo hacer.
Louis se acerca y le da un suave beso, toma al alfa por sorpresa que reacciona cuando el ojiazul ya se ha alejado, aun así puede sentir el sabor de las fresas en sus labios y no son porque él las comió.
— Me gusta hacerte sonrojar — confiesa Louis — Luces adorable.
— Gracias amor.
— Vaya — silva — Dos apodos cursis en menos de una hora, ese debe ser un nuevo record.
— Por lo menos no te llamo como un postre — se defiende
— El tonto de tu hermano, un día de estos lo haré pagar.
— Estoy seguro de que lo vas a excitar.
— Cuento con ello — el omega guiña un ojo.
— ¿Cuándo se instalará la base en la ciudad? — Marcel cambia de tema, no quiere seguir por ese camino, pensar en Edward y Louis teniendo sexo lo calienta.
— En menos de un mes, los permisos fueron otorgados ayer y la instalación es rápida, Zayn formará parte del escuadrón de entrenamiento, seguro en unos meses asciende de rango.
— Me alegro por él, es un buen tipo, muy leal.
— Zee es mi mejor amigo, en realidad el único amigo que tengo aunque Niall también me caen bien.
— Niall es extravagante pero genial y Liam parece un tipo rudo con todos esos músculos pero no lo es.
— Liam es un traidor — sisea Louis, eso toma por sorpresa a Marcel.
— ¿Qué hizo?.
— Le dijo a Edward donde vivía — un puchero se forma en los labios de Louis y un ceño fruncido en su frente.
— Ven aquí — pide Marcel, Louis se acerca y se sienta entre sus piernas — Al final resultó bien, pudimos disculparnos y ahora estamos saliendo contigo.
— Tienes razón pero deja que haga un poco de drama — el alfa sonríe y besa el cabello castaño de su omega.
— Mi omega — gruñe Marcel acariciando con su nariz la nuca de Louis.
— No hagas eso, me dan cosquillas — chilla.
— Pondré mi marca justo aquí — el alfa besa esa zona — Así podré verla cada que te alejas.
— También mirarás mi trasero — dice Louis en medio de una risita.
— Sin duda alguna, sería un pecado no verlo.
— Pocos han tenido el placer de hacerlo — habla Louis y eso sin duda fue una mala idea, en un movimiento rápido Marcel lo gira y ahora están cara a cara.
— Nadie más lo hará — declara Marcel, su aroma a almendras amargas baña el cuerpo de Louis — Solo mis hermanos y yo.
— Alfa — Louis está mareado por la posesividad de Marcel, su omega baila de alegría.
— Así es, soy tu alfa.
— También eres mío — dice el omega — Le arrancaré los ojos a cualquier persona que mire hacia ti.
Y esas palabras deberían asustar a Marcel pero lo único que hacen es hacerlo gruñir en señal de aprobación, contento de que su omega marque territorio y sea capaz de todo por él, porque no duda que Louis pueda cumplir lo que dijo.
— Mi omega militar — Marcel besa el parpado de Louis — ¿O debo decir Capitán Louis Tomlinson?.
— Me gustan los dos pero no debes decir lo primero si estas en presencia de mis soldados.
— ¿Podré ir a la base? — al alfa le agrada la idea, quiere que todos sepan que Louis tiene alfas, hablará con sus hermanos para ir a dar una visita.
— Podrás hacerlo si estas cortejándome, es importante que alfas y omega estén en contacto durante todo ese tiempo y como tendré que quedarme algunos días ahí no podré estar junto a ustedes — explica.
— Así que nosotros iremos hacia ti — concluye Marcel.
— Si, será complicado, los soldados que entrenaré son jóvenes, ellos tienden a encariñarse y a ser protectores con los omegas — dice Louis — Los verán como una amenaza, serán como mis hermanos menores entrometidos.
— ¿En serio?.
— Soy sus Capitán pero no puedo exigirles que vayan en contra de sus instintos, no quiero matar sus espíritus, aunque no tienes porque preocuparte, sabrán controlarse, tendré que enseñarles.
— Vaya, eso es algo que nunca había oído.
— Las pequeñas mierdas pronto aprenderán que no tienen de que protegerme, después de verme acabar con cada uno de ellos sabrán que no los necesito — una pícara sonrisa es el regalo que Marcel recibe — Zayn quería hacerlo, le di un puñetazo en la nariz.
— Omega — dice Marcel con asombro.
— Él se lo buscó, andaba de entrometido — se encoge de hombros.
— Tienes que enseñarme a pelear.
— Estaría encantado, además tendrás la oportunidad de verme sin camisa y sudado — el omega mueve las cejas sugestivamente.
— Ganar, ganar — responde Marcel.
Pasan la tarde hablando sobre ellos, toman una siesta abrazados y despiertan justo cuando el sol está escondiéndose, la vista es preciosa. Marcel escribirá el parecido entre Louis y el atardecer bajo un árbol de cerezo.
Notes:
"Es difícil continuar pero tienes que hacerlo por ti y por los que te aman"
Chapter 13: Capítulo 12
Notes:
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Chapter Text
El cielo estápintado de estrellas pero nadie más brilla como Edward Styles. El alfa viste un elegante traje negro, ni en sus pesadillas piensa llevar un traje que no sea de ese color. Está apoyado en su lujoso Bugatti esperando a que su deliciosa princesa ojiazul salga de casa. En cuanto ve que la puerta es abierta se para derecho y alisa su traje, espera ver a Louis pero es su padre Marcos el que sale.
— Buenas noches señor — el alfa se acerca a la puerta y le extiende la mano al padre de su omega — ¿Cómo está?.
— Estoy bien ¿Cómo estás tú, tus hermanos? — pregunta Marcos con cordialidad.
— Me encuentro bien, Harry y Marcel están en casa.
— Asi que hoy es tu turno de llevar a mi cachorro a una cita — señala el alfa mayor.
— Lo es.
— Lou volvió cada día con una sonrisa feliz, espero que eso no cambie esta noche — la sonrisa amable que tenía Marcos cambia a una mueca seria.
— No se preocupe señor, respeto y adoro a su hijo, solo busco hacerlo feliz — expresa Edward, que bien puede ser coqueto y hacer comentarios en doble sentido pero jamás haría algo que le cause incomodidad a su omega.
— Eso espero Doctor Styles — dice Marcos — Ya estoy empezando a aceptarlos, parece que le agradan a mi hijo.
— Me alegra oír eso señor.
— Debo entrar, mi hijo y mi omega están ocupados, no saben que estoy aquí.
Antes de que Edward pueda despedirse, su jefe vuelve a entrar a la casa y solo sonríe porque hace unos segundos mostraba un porte dominante pero acaba de huir como un cobarde ante la idea de que su omega lo descubra.
Se debate entre volver a su vehículo y posar como lo estaba haciendo minutos antes o quedarse ahí y esperar a su Panquecito pero no tiene opciones cuando la puerta es abierta y el rico aroma a vainilla y canela llega a sus fosas nasales.
Louis le sonreí y él también lo hace pero se toma unos segundos para absorber la hipnótica vista que tiene en frente. Su omega viste unos ajustados pantalones negros y un suéter a cuadros, en realidad su ropa no es nada del otro mundo pero la manera en la que la luce, como si fuera un puto modelo porque todo le queda perfecto, es impresionante.
— Vaya alfa — Louis chasquea los dedos — Te perdiste por un momento.
— Como si no supieras lo hermoso que eres — Edward se acerca y besa la mejilla de su omega — Me encantas.
— Es bueno saberlo, eso hará más fácil poder manipularte — el precioso omega sonríe con inocencia.
— Manipuladores así como me gustan — se burla el alfa rizado.
— Tonto ¿A dónde me llevarás? — el omega pestañea con lentitud.
— Iremos a cenar y luego quiero mostrarte algo.
— Si hay comida me apunto y lo que sea que me vas a mostrar, por favor que no sea tu pene.
El omega camina y pasa golpeando el hombro de su alfa que lo mira atónito.
— Pequeño descarado — Edward camina con rapidez para que le pueda abrir la puerta.
— Un auto lujoso — dice Louis — Espero que no sea para que compense algo que te falta.
— No tienes de que preocuparte Chessecake — Edward le abre la puerta y le coloca el cinturón de seguridad — Estoy bien dotado, podré satisfacerte.
— Yo también lo estoy — los zafiros de Louis brillan.
— Eso sería algo nuevo pero no me opongo — Edward habla con tranquilidad, como si Louis no le acabara de insinuar que podría follarlo.
El ojiazul no responde, Edward cierra la puerta del copiloto y rodea su auto hacia el lado del conductor. Durante el viaje el omega le pregunta sobre su trabajo y Edward no duda en presumir que es uno de los mejores neurocirujanos del país, porque obviamente ¿Qué doctor no es presumido?.
El alfa estaciona su vehículo frente a un restaurante, baja rápidamente a abrirle la puerta a su omega y le entrega la llave al valet. Al caminar pone una mano en la espalda baja del ojiazul a quien no parece incomodarle y solo le sonríe. Al entrar al local inmediatamente algunos alfas voltean a mirar al hermoso espécimen, un omega como Louis no se ve todos los días, es toda una visión.
Edward tiene una mezcla confusa de emociones, quiere gruñirles y gritarles que dejen de ver a su omega pero también le agrada saber que tiene al omega más hermoso a su lado, uno que sin duda cautiva a muchos pero que solo quiere a sus hermanos y a él.
— Reservación a nombre de Edward Styles — le dice Edward a la mujer que acaba de saludarlos.
— Bienvenidos señores Styles — saluda pensando que Louis es su esposo — Síganme por favor.
Caminan detrás de la dama y Edward fulmina con la mirada a algunos alfas que mueven la nariz tratando de captar mejor el aroma de Louis.
La mujer les señala una mesa privada y les informa que el menú de hoy se les será servido. Eddi le pregunta a Louis que quiere beber y en minutos sus platillos están servidos.
— Todo huele delicioso — dice Louis — Me encanta la pasta.
Edward mira a Louis detenidamente, el omega sonríe antes de dar el primer bocado, sus expresiones faciales de felicidad son únicas, parece un pequeño cachorro que ha probado bocado después de toda una tarde de juegos. Sus pensamientos vuelan rápidamente y se pregunta que habría pasado si lo hubiera conocido antes. Recuerda que el omega dijo haber querido estudiar medicina.
— ¿Querías estudiar medicina? — pregunta el alfa mientras sirve vino en ambas copas — Recuerdo que lo mencionaste.
— Iba a hacerlo, como sabes mi padre es dueño de un hospital, era lógico que siguiera sus pasos, los omegas médicos son bien vistos, todo lo contrario con uno militar — su tono es burlón — Pero al final no lo hice, preferí ayudar a las personas de otra manera, ser militar es lo que soy, me gusta correr millas, arrastrarme por el barro, gritarles a mi soldados, toda esa mierda me hace feliz.
— Si te hace feliz entonces estás haciendo lo correcto.
— La vida es corta, no desperdiciaré el tiempo tratando de encajar.
— Es cierto pero si hubieras estudiado medicina quizá nos hubiéramos conocido antes — el alfa habría amado hacerlo.
— Probablemente pero las cosas pasan por algo, quizá no era nuestro momento.
— Cualquier momento con mi Tiramisú hubiera sido perfecto.
— ¿Que pasa contigo y los apodos de postres? — Louis quiere saberlo, imagina que el alfa tiene algo escondido.
— Los postres son deliciosos, tú eres delicioso, solo tenía que suceder — Edward sonríe como si acabara de dar la mejor explicación.
— No negaré que me gusta, es raro pero me gusta.
— Tu también me gustas — Louis se sonroja al escuchar eso — Quiero probarte.
— Idiota pervertido.
Edward esconde su sonrisa detrás de la copa de vino. Louis continúa degustando su pasta y le pide a Edward un poco de su bistec, el alfa comparte con su omega.
— Mi papá despidió al jefe de su hospital — comenta el ojiazul — Era una escoria.
— Lo supe hace unos días, nunca me cayó bien — Eddi se hace el desentendido como si no hubiera escuchado la conversación de Louis con el alfa.
— Está buscando un nuevo jefe, le di algunas sugerencias aunque me dijo que ya había pensado en alguien.
— Espero que sea pronto, hay cosas importantes que el hospital necesita hacer — Edward solo espera ser el nuevo jefe — Los niños necesitan que alguien los guie, cualquiera creería que son personas inteligentes y estables, nada más alejado de la verdad, ese hospital parece una copia barata de Grey's Anatomy.
— Espero que no estés follando con una de tus residentes — sisea el omega.
— Por supuesto que no Pastelito, no me van las vaginas, prefiero los penes.
— ¿Esa es tu forma de decir que te follas a un residente?.
— Esa es mi forma de decir que solo quiero follar contigo — dice Edward.
— Si bueno, tener sexo fuera del matrimonio es pecado, mi madre me educó bien — el omega se encoge de hombros.
— Quise poner un anillo en tu dedo desde el día que te vi, así que ese no es un impedimento.
— Paciencia alfa, al final del arcoíris no encontrarás oro pero si a mí desnudo — Louis sonríe en grande, arruguitas se forman al costado de sus ojos azules.
— Solo te burlas de mí — el ojiverde chasquea la lengua — Solo juegas conmigo.
— Es divertido.
— Oh Princesa, desearás no haber jugado conmigo el día que te tenga debajo de mí.
— Me gusta cabalgar así que probablemente esté arriba de ti — Edward se remueve en la silla y Louis toma un trago de vino, le divierte burlarse de su alfa, jugar con él de esa manera.
Continúan comiendo, Eddi le sirve más vino y conversan sobre sus gustos, el alfa le cuenta que practica algo de boxeo y toma unas clases de artes marciales mixtas. Louis tiene algunas ideas que involucran dos cuerpos sudados y enredados en el piso, debido a la lucha, claro.
Edward pide postre y obviamente es Tiramisú, Louis lo patea debajo de la mesa cuando hace un sonido vulgar al primer bocado.
Al salir del lugar privado, por el pasillo después de pagar la cuenta es donde ambos son abordados por un alfa. El hombre no debe tener más de 25 años, es más bajo que Edward pero le sonríe a Louis como si acabara de encontrar agua en el desierto. Lo que técnicamente es un omega en estos días.
— Buenas noches — saluda el tipo — Soy Logan.
— No nos importa, tenemos prisa — el tono de Edward es bajo, sabe a lo que viene el hombre y no está nada contento.
— Seré breve, solo quería darte mi número — se dirige a Louis — Llámame a cualquier hora.
— Mira idiota, está conmigo — le dice Edward, sus colmillos pican por querer salir y arrancarle la garganta al alfa que se atreve a acercarse a Louis — Es mi omega.
— Oye hombre, no tiene marca así que todavía está libre — el alfa responde pero continúa mirando a Louis.
Antes de que Edward se acerque al tipo, Louis lo jala del codo y lo amenaza con la mirada, luego voltea a ver a Logan.
— Soy un omega de alto nivel — le dice Louis — No podrías conmigo ni una semana, ahora lárgate antes de que te patee el trasero.
— Puta engreída — gruñe el alfa.
— Alfa — dice Louis mirando a Edward — Después de esto dudo que nos dejen volver.
Edward no tiene tiempo de responder porque Louis le da un puñetazo en la mandíbula a Logan y rápidamente se posiciona detrás del alfa, le rodea el cuello con el brazo y hace palanca hacia atrás, en segundos las extremidades de Logan se vuelven flácidas y cierra los ojos. Louis lo suelta con brusquedad y el alfa cae al piso como un peso muerto.
El omega se arregla el suéter y luego el flequillo, levanta la mirada y Edward lo ve con asombro, sus pupilas están dilatadas, al parecer también lo excitó.
— No lo maté — dice Louis por sea caso — Solo lo dormí, despertará en unos minutos.
— Quiero que me hagas lo mismo — habla Edward tontamente.
— Prefiero besarte.
Edward esquiva a Logan en el piso y se acerca a su omega, lo toma por la cintura y lo pega a su cuerpo. Louis siente la erección de su alfa en su vientre y su jadeo se ahoga en la boca del rizado. Besar a Edward cuando la lujuria lo domina es inigualable, siempre dominante, le muerde los labios y calla sus gimoteos con nuevos besos, la piel en sus caderas arde por la presión que el alfa ejerce pero le gusta.
— Estoy loco por ti — Edward continua dejando besos por sus pómulos — Te cortejaré, te marcaré, nos casaremos y tendremos lindos cachorros.
— Te olvidas que tus hermanos están en la ecuación.
— Mis clones quieren lo mismo que yo, serás nuestro, llevarás tres marcas ¿Te gusta cómo suena eso? — Edward pone sus manos en ambas mejillas y lo mira a los ojos.
— Sí alfa, lo quiero.
— Lo tendrás Princesa, tendrás todo lo que quieras, nada te será negado — promete el alfa.
Besa una última vez los labios de su omega y salen del restaurante tomados de la mano. Esta vez nadie voltea a ver a Louis porque la mirada del alfa que acompaña al pequeño omega es desquiciada y su aroma solo significa peligro.
Edward conduce hasta un mirador y tiende una suave manta en el capó de su auto, le muestra las estrellas a su omega quien solo se acurruca y sonríe cada vez que su alfa deja suaves besos en su cabello plumoso.
Notes:
"No pido mucho, solo un baile bajo la lluvia junto a mi alma gemela
Chapter 14: Capítulo 13
Notes:
Este capítulo contiene incesto, no leas si no es de tu agrado.
Has sido advertido, de aquí para abajo solo asegurás un pase directo al infierno.
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Chapter Text
Edward llevó a Louis a su casa, se despidieron con un suave beso y la promesa de volver a tener una cita entre todos. El alfa planea hablar con sus hermanos, ya que cada uno se ha dado la oportunidad de conocer a Louis por separado, cree que es hora de iniciar el cortejo de manera formal.
Al llegar ve en la sala a sus hermanos, Marcel bebe vino mientras escribe en su computadora y Harry revolotea al rededor, meneando las caderas al ritmo de una de sus nuevas canciones.
Se aclara la garganta para hacerse notar e instantáneamente Harry corre a recibirlo, Edward se sorprende un poco cuando su trillizo besa suavemente sus labios y luego se aleja como si nada. Se han besado antes pero en su mayoría ha sido por estar ebrios o en el calor de un celo, es poco común que al llegar a casa Harry o Marcel lo reciban con un beso en los labios.
— ¿A qué se debe eso? — Edward solo tiene curiosidad, sabe que el celo de Harry no está cerca y tampoco pudo percibir el olor a alcohol cuando se acercó.
— Solo estoy feliz — dice Harry suavemente, sus mejillas se tiñen de rosa — Pero si te hice sentir incómodo me disculpo, yo solo quería hacerlo pero no volverá a pasar — el alfa se aleja de su hermano y camina hacia Marcel quien deja la computadora a un lado y lo recibe con los brazos abiertos.
— No Hazz — Edward también se acerca a sus hermanos — No me molestó solo estaba sorprendido.
— Ha estado alegre — explica Marcel acariciando el cabello de Harry — He estado recibiendo besos durante toda la noche, no es como si me quejara.
— Te gusta — susurra Harry.
— A mí también — dice Edward — Ahora ven aquí, hazlo como corresponde, apenas sentí tus labios.
Harry levanta el rostro y mira a Eddi, le regala una sonrisa con hoyuelos, se levanta del regazo de Marcel y se acerca, rodea con sus brazos el cuello de su hermano y lo besa, ya no es casto como el primero, es más agresivo y apasionado, sus lenguas batallan, ninguno sede, sus instintos a flote.
— Deberíamos hacer esto más seguido — habla Harry al separarse, los ojos de Edward solo reflejan lujuria y cuando pega su cuerpo siente su erección — Eso es nuevo.
— Ya sabes, estuve con mi omega toda la noche y al llegar a casa me recibes con un beso, un hombre tiene sus límites.
— ¿Quieres saber hasta dónde podemos llegar? — la mano de Harry pasa como un fantasma por la erección aún cubierta de Edward, solo una tela impide que toque la polla de su hermano.
— ¿En serio harán esto? — dice Marcel — ¿Y no me invitarán?.
— ¿Quieres participar o prefieres mirar? — pregunta Edward mientras se sienta en el sofá y Harry lo hace en su regazo.
— Dos personas idénticas a mí posiblemente follen — Marcel acaricia su pene sobre el pantalón, no toma mucho tiempo para que un bulto aparezca — Estoy cómodo aquí.
— Puedes unirte cuando gustes.
Harry calla a Edward con un beso, le muerde el labio inferior y el alfa gruñe. El trillizo mayor toma por las caderas a su hermano y guía los movimientos de pelvis, su erección solo crece y pide ser liberada, es demasiado.
— Yo quiero — jadea Harry cuando las dedos de Edward se clavan en su piel — Quiero darte una mamada.
Edward continua besando el cuello y la mandíbula de su trillizo, cuando vislumbra una marca rojiza lo deja ir. Harry se baja rápidamente de su regazo y se arrodilla en la alfombra, lucha por desabrochar los pantalones de su hermano y cuando lo logra, una larga polla queda a la vista.
Se lame los labios, bombea un par de veces antes de sacar la lengua y lamer la punta, eso hace que Edward gima e instintivamente tome del cabello a Harry y apriete el agarre, el trillizo menor gimotea, siempre le ha gustado que jueguen con su cabello a la hora del sexo, todo es mejor si su hermano lo hace.
Sin previo aviso Harry emboca la polla de Edward, el alfa empuja más adentro y consigue que su pene entre aún más antes de que comience a empujar al menos la mitad dentro de la boca de su hermano. Harry no se atraganta, es bueno en esto de las mamadas, no por ser un alfa solo espera que los omegas le chupen la polla, a veces a él le gusta hacerlo.
Solo cierra los ojos y siente como su mandíbula se abre un poco más por cada empuje de Edward, sabe que lo está tomando bien cuando escucha los gruñidos, no solo de Edward, también los de Marcel que se masturba al mirar el espectáculo. Harry pone las manos en los muslos de su hermano mayor y lo hace detenerse, quiere hacer un poco del trabajo, asi que chupa y tuerce la lengua alrededor del miembro.
— Mierda — gruñe Edward — De haber sabido que chupas las pollas así lo hubiéramos hecho antes.
Harry no responde, claramente tiene la boca ocupada. Siente que unas manos se cuelan por su camiseta, le desabrochan los pantalones y acarician a su olvidada erección, abre los ojos y mira a Edward recostando la cabeza en el sillón así que el responsable de los toqueteos es Marcel quien no ha podido mantenerse al margen, quiere participar.
— Continúa, cielo — le susurra Marcel al oído — Llévalo al borde.
Marcel siempre ha pensado en este momento, nunca lo ha dicho porque no quería incomodar a sus hermanos y que lo tacharan de raro o pervertido, sabe que sus temores no están fundados porque Edward y Harry jamás lo verían de esa manera pero nunca tuvo el valor. Pero justo ahora, al ver la forma en que la boca de Harry brilla por la saliva, el presemen se desliza por su barbilla y la polla de Edward es acogida en esos pecaminosos labios, justo ahora siente que se han privado de tanto y se arrepiente de no haber hablado pero está seguro de que recuperarán el tiempo perdido.
Harry continúa chupando y Edward viene con un gutural gruñido, traga todo el semen y lame los restos, no quiere desperdiciar nada, su hermano tiene un buen sabor. Eddi suelta el cabello de Harry y lo mira a los ojos, su hermano menor tiene la mirada perdida y una sonrisa temblorosa, está reaccionando a los placeres que Marcel le está dando, con un suave gemido la semilla de Harry mancha la mano de Marcy. Edward se inclina y lo besa una vez más.
— Joder — exhala Harry — Eso fue increíble.
— Creo que Marcy aún no ha terminado — dice Edward ayudando a Harry a ponerse de pie, mete su polla flácida en sus pantalones.
— Oh Dioses, me vine solo viendo a Harry darte una mamada — Marcel toma de la mano a Harry y ambos se acurrucan al lado de Eddi — ¿Por qué carajos no habíamos hecho esto antes?.
— En mi defensa siempre quise hacerlo pero tenía vergüenza — dice Harry, deja salir un suave ronroneo cuando sus hermanos le acarician el cabello.
— Buena mierda, de las cosas que nos perdimos — Edward suena algo enojado — Pudimos hacerlo desde hace años.
— Aún así creo que este es un buen momento, podemos descubrir más cosas junto a nuestro omega — Marcel espera que a Louis no le moleste.
— Creo a nuestra Princesa le gustaría — dice Edward — Hoy insinuó que podría follarme.
Harry gime al escuchar eso, nada sería más caliente que ver a Louis dominando a Edward.
— Es bueno saberlo, eso hará aún más divertida la acción sexy.
— Solo di sexo Marcel, acabas de masturbar a tu hermano, no te hagas el mojigato — señala Eddi pero aun asi Marcy se sonroja.
— Marcel puede mostrarse todo lo tímido que quiera pero hoy solo estaba calentando mi polla al tocarme mientras le daba besos — acusa Harry.
— ¿Creen que es muy pronto para follar? — el trillizo mayor lanza la pregunta al aire.
— No lo creo pero prefiero que sea el día de nuestra boda, quisiera que Louis esté ahí — Harry está de acuerdo con Marcel.
— Sí pero antes deberíamos hablarlo con él, solo para estar seguros.
— Justo antes de que mi boca fuera atacada al llegar a casa — Harry es pellizcado en las costillas — Quería hablar sobre iniciar nuestro cortejo.
Los alfas se quedan callados, iniciar el cortejo vuelve real y formal la consumación de su nido. Aumenta las posibilidades de que Louis sea sus omega. El cortejo dura un mes, durante todo ese tiempo el omega debe ser tratado como nada menos que un Dios, la joyería, la ropa, la comida y las flores son entregados a diario. El ultimo día los alfas se presentan ante el omega y le entregan el artículo que han decidido debe llevar, puede ser un collar, un anillo, un broche o cualquier cosa permanente.
Si el omega los acepta, se colocará el artículo y lo llevará consigo. Si los rechaza, les entregará el objeto junto a una flor blanca como muestra de respeto, si esto sucede, los alfas tienen prohibido volver a cortejar al omega, sin importar las circunstancias.
— Tenemos que prepararnos — dice Marcel — Louis se merece el mejor cortejo y eso es justo lo que le daremos, no habrá oportunidad para que nos rechace.
Edward y Harry se estremecen de solo pensar en que Louis los rechace, eso significaría un dolor sin igual, puede que solo lo conozcan por poco más de una semana y hayan salido a un par de citas, pero el omega está en cada célula de sus cuerpos. El sentimiento brillante y burbujeante que perciben al ver esos ojos azules mortales, es inexplicable.
Notes:
"Tienes tanto poder sobre mí que solo el sonido de tu risa me saca de la oscuridad"
Chapter 15: Capítulo 14
Notes:
Lxs que vinieron de Wattpad saben que este fue el último capítulo que publiqué.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
— Buen día Eddi — saluda Marcel a su hermano cuando lo ve entrar a la cocina.
— ¿Qué haces despierto tan temprano Marcy?.
— No podía dejar de pensar.
Y esa respuesta preocupa a Edward. Quizá Marcel se arrepiente de lo que pasó ayer ya que no habían hecho algo así antes. Si bien es cierto los trillizos exploraron su sexualidad mutuamente en la adolescencia eso no quiere decir que se dieron mamadas y follaron entre ellos.
Al principio todo era nuevo, fueron criados para formar parte del mismo nido y a ninguno le molestó eso, siempre fueron protectores y afectivos entre sí, era obvio que no podrían separarse. Durante la adolescencia las novias y los novios estuvieron a la orden del día para Harry y Marcel, Edward era más reservado.
Marcel ayudó a Harry a descubrir que también le gustaban los alfas, ambos tuvieron sexo con un alfa sumiso pero nunca pasó algo más. Durante el calor de un celo han compartido besos, un par de veces se masturbaron juntos pero nunca más allá y lo que pasó ayer es definitivamente nuevo, Edward folló la boca de Harry y Marcel estaba presente. Eso sin duda puede traer consecuencias.
— ¿Te arrepientes de lo que sucedió? — Edward se acerca lentamente a su hermano, lo agarra de la mano, lo guía hasta una silla y se sientan.
— No, no lo hago, tampoco creo que Harry lo haga — tranquiliza Marcel — Me gustó que sucediera.
Edward puede sentir el alivio invadiendo su cuerpo, si algo malo pasara tendrían que arreglarlo antes de incluir a una persona a su nido.
— ¿Entonces que te preocupa?.
— El cortejo — dice Marcel — Solo puedo pensar en lo hermoso, encantador e inteligente que es Louis y no lo veo emparejado con alguien como yo.
— ¿Que tonterías dices? — gruñe Eddi — Eres una buena persona, siempre piensas en los demás, eres inteligente, exitoso y un nerd sexy, eres lo que todo omega busca en un alfa.
— No me interesan otros omegas, solo Lou y soy todo lo opuesto a él — Marcel se siente perdido, imaginó a Louis entregándoles una flor blanca, rechazándolos por su culpa.
— Louis, bien se siente raro llamarlo por su nombre — habla Edward — Él dijo que está enamorado de nosotros, está enamorado de ti y eso debería darte una pista hermanito, nuestro Panquecito no es un omega común, si no estuviera contento con nosotros probablemente ya nos hubiera mandado a la mierda.
— Salió a una cita conmigo — dice Marcel lentamente — Caminamos tomados de la mano, comió la tarta que le hice, dormimos juntos bajo un árbol y vimos el atardecer.
— Eso suena genial.
— Y nos besamos, él dijo que le arrancaría los ojos a cualquiera que se me acerque.
— Caliente.
— Si pero también es posesivo — el reconocimiento se refleja en los ojos del escritor — Él me considera suyo, su omega me acepta.
— ¡Chan Chan Chan! — grita Edward — Acabas de descubrir que tu omega está enamorado de ti.
Marcel asiente repetidas veces y sonríe como si lo mejor del mundo le acabara de pasar, lo que en teoría es cierto. Louis Tomlinson está enamorado de él, la vida no puede ser mejor.
— Tenemos que iniciar el cortejo — la alegría vuelve a Marcy — Tenemos que iniciar hoy.
— Hoy no — dice Edward — Tengo turno doble en el hospital y Harry estará ocupado con su nuevo álbum, tenemos que organizarnos, queremos dar una buena impresión, no cortejaremos a cualquier omega, cortejaremos a nuestra Princesa.
— Tienes razón, revisaré nuestros horarios, el primer día del cortejo es importante.
— Lo sé cariño.
Marcel besa castamente los labios de su hermano y luego se pone de pie, tiene que hacer un buen desayuno, Edward estará fuera de casa y tendrá mucho trabajo, tiene que alimentarlo bien.
[...]
— Su rehabilitación es importante señora — le dice Edward a la esposa de su paciente, el hombre ya despertó de la cirugía pero las cosas no acaban aÚn — Tuvo un traumatismo craneal, tomará tiempo para que su recuperación sea completa pero la rehabilitación ayudará.
— Gracias doctor — dice la beta — Salvó a mi esposo, le estaré eternamente agradecida.
Edward puede ser un maldito narcisista y vanagloriarse frente a sus colegas pero cuando un paciente o un familiar de éste le agradece no sabe que responder, no le gusta que agradezcan por algo que es su obligación además de una vocación.
— Solo hice mi trabajo señora Martins, ahora debo retirarme, tengo otros pacientes de que revisar.
La mujer le agradece una vez más, luego Edward sale de la habitación, le entrega a Niall el expediente del paciente y le da algunas indicaciones. Camina hasta su oficina y se sorprende al ver a Marcos Tomlinson esperándolo.
— Doctor Tomlinson — saluda Edward, su jefe se jubiló hace unos años pero sigue siendo un doctor, además no puede llamarlo suegro, aunque eso le gustaría mucho — ¿A que debo el placer?.
— Siéntate — le dice Marcos.
Edward camina hasta su silla detrás del escritorio y mira al alfa.
— Despedí a Bran, asi que estoy buscando un nuevo jefe — explica Marcos — Eres un excelente neurocirujano y muchos pacientes vienen por ti, hablé con algunos de tus colegas y todos coinciden en que eres el indicado para el puesto.
— Agradezco que mis colegas tengan un buen concepto de mi — en realidad le importa una mierda lo que piensen de él pero definitivamente no puede decir eso.
— Entonces doctor Styles ¿Acepta el puesto de jefe del hospital Siuol?.
— He querido el puesto desde que empecé a trabajar aquí — admite Edward — Y hace unas semanas hubiera aceptado sin pensarlo pero ahora estoy a punto de cortejar a mi omega.
Eso definitivamente toma por sorpresa a Marcos, sabe que el alfa se refiere a su Louis. No sabe que decir apenas digiere la información, su cachorro será cortejado.
— Ser jefe de un hospital consume tiempo, tendré que viajar fuera de la ciudad, estaré más horas aquí, antes no hubiera sido un problema pero ahora formaré una familia y quiero hacer las cosas bien, he logrado casi todas mis metas profesionales pero en este momento lo más importante es mi nido — explica Edward y se siente bien al decirlo.
— Me sorprende oír eso pero lo comprendo — Marcos se pone de pie, está como entumecido — Te daré algunos dÍas, llámame cuando hayas tomado una decisión, el hospital necesita un jefe pronto.
— Gracias doctor.
[...]
Edward habló con sus hermanos ese mismo día, ambos estuvieron de acuerdo con que tome el puesto, es algo que Edward siempre ha querido y aunque vayan a cortejar a Louis, es posible que pueda manejar ambas cosas. Además sus omega siempre se ha mostrado comprensivo, cabe señalar que su cortejo no será común, debido a que el ojiazul estará en una base militar parte del tiempo.
AsÍ que ahora está caminando por los pasillos del hospital, acaba de salir de una cirugía, apenas pudo bañarse y ponerse el traje, está luchando con el nudo de su corbata. Al llegar un par de residentes le sonríen pero él no les toma importancia, busca con la mirada a sus hermanos y a su omega. Está tan distraído que no se da cuenta de que alguien le habla.
— Disculpe doctor Styles — dice una mujer, es una enfermera — ¿Le ayudo con su corbata?.
La mujer se acerca pero Edward retrocede, la omega claramente está coqueteando con él o al menos lo está intentando, libera un poco más su aroma para llamar la atención del alfa.
— No gracias — dice Edward.
— Melody no molestes — dice otro residente — Yo le ayudo doctor.
Edward no les toma importancia, continua mirando hacia las puertas hasta que los ve, Louis es el primero en aparecer a la vista y es escoltado por Marcel y Harry, el grupo claramente llama la atención, un omega como Louis y alfas tan guapos no se ven a menudo.
— ¿Está escuchando doctor Styles? — pregunta la enfermera.
— Si me disculpan debo irme.
Sin darles oportunidad a responder, Edward se aleja y va hacia el caliente grupo que conforman sus clones y su delicia ojiazul. Louis es el primero en mirarlo y sonríe cuando hacen contacto visual, al llegar abraza con suavidad a su omega y le besa los labios.
— Dando un espectáculo doctor Styles — susurra Louis cuando se separan.
Algunos están mirando, nunca han visto a Edward con un omega.
— Solo quería probar tus labios Pastelito.
— Nosotros también existimos — dice Harry con un puchero.
El trillizo mayor sonríe, besa los labios de Marcel y Harry a modo de saludo, no le importa que digan los demás, si él quiere besar a sus hermanos lo hará, el resto puede irse al carajo.
— Puedo sentir la envidia de esta gente — dice Edward — Pobres perras, ni en sus sueños podrán formar un nido tan caliente.
— Aun no formo parte de sus nido — Louis habla.
— Falta poco — dice Marcel — Pero ya te consideramos como nuestro.
— Y ahora futuro señor de Styles, haga su primera labor como una ama de casa — Edward señala su corbata — Por favor haz un nudo.
Louis rueda los ojos pero internamente su omega celebra ser llamado un Styles. Toma la corbata de las manos de Eddi y hace un nudo rápidamente, queda perfecto.
— Gracias cariño — Edward besa su nariz de botón.
La ceremonia inicia unos minutos después, Marcos da un breve discurso y luego Edward es llamado. Desde el podio puede ver a sus hermanos y a Louis sonriendo con alegría. Solo unos dias más y su cortejo iniciará.
Notes:
"No pido demasiado, solo un baile bajo la lluvia con mi alma gemela"
Chapter 16: Capítulo 15
Notes:
Capítulo exclusivo, se siente bien volver a escribir.
Amo a este Louis.
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Chapter Text
Louis despierta en la madrugada por el incesante sonido de un celular, busca en la mesita de noche pero el que suena no es su teléfono diario, así que se levanta de la cama y se apresura a buscar en el cajón de su closet, ahí en el fondo está el aparato.
Un breve mensaje se lee “Base 3, Lucia 07 horas”.
Y bueno, mierda.
El omega se quita el pijama y se pone un polo negro, pantalones holgados y botas altas, ata los cordones con rapidez, mete su teléfono desechable en el bolsillo trasero y su identificación militar; camina hacia la puerta de su habitación pero se detiene. Piensa si es correcto informales a los trillizos, va hasta su mesita de noche y escribe un mensaje, no da mucha información, solo lo necesario para que sus alfas no se preocupen.
Sale a paso apresurado, no puede perder más tiempo, baja las escaleras de dos en dos y cuando está por llegar a la puerta principal su padre lo detiene.
— ¿No te despedirás de tu madre? — dice el alfa.
— Sabes que no puedo decirle adiós, papá — responde Louis volteando a ver a su padre.
— Lo sé, pero al menos dame un abrazo antes de irte.
El omega se acerca a su padre y este lo sostiene con fuerza. Es común para Magnus ver a su hijo partir pero eso no quiere decir que su alfa no gruña en su interior por querer proteger a su cachorro.
— Te amo Lou — dice Magnus — Vuelve a casa pronto.
— También te amo papá — el omega se acurruca un poco más en los brazos de su padre antes de alejarse — Espérame con un vaso de whisky.
Louis ve la sonrisa en el rostro de su padre pero también ve como su expresión cambia cuando se acerca a la puerta y le hace un saludo militar antes de salir de casa.
Conduce por horas, hasta llegar a Campo Verde, lo que es irónico ya que la base es un desierto, le muestra su identificación al soldado quien se apresura en saludarlo mostrando respeto y cuando Louis le dice que descanse, el soldado le abre la reja.
Unos minutos después estaciona su vehículo y camina hasta la carpa más grande, los soldados a su paso lo miran con confusión, Louis supone que son nuevos porque de lo contrario estarían deshaciéndose en formalismos y saludos respetuosos.
Louis entra a la carpa y 5 cabezas voltean a verlo, dejan de hacer lo que sea que estaban haciendo para sonreírle al omega.
— Miren lo que nos trajo el día — dice Ben — Ya era hora de ver algo bonito en este lugar.
— Vete a la mierda perra — responde Louis pero le sonríe al beta.
— Calamity aún no ha sido educado ¡Qué horror! — Ben se toca el pecho en un gesto de espanto.
Calamity es el apodo que sus compañeros le han dado a Louis porque aseguran que a donde el omega vaya ocurre un desastre, en el buen sentido claro. Algunos huesos rotos y moretones para el otro bando. Y si las cosas se ponen feas, algunos muertos.
— ¿Ya atrapaste un par de alfas, Louis? — pregunta Charlie, todos saben el motivo de la baja de Louis, los militares son unos chismosos.
— ¿Dos? — el ojiazul suena ofendido — ¿Quién crees que soy? Por supuesto que atrapé a tres.
Los militares vitorean como si acabaran de escuchar la mejor noticia, los silbidos y chiflidos se escuchan por fuera de la carpa.
— Sabia que estábamos criando a un campeón — dice Alan — Soy un padre orgulloso.
— Ya, no sean idiotas — sonríe Louis — Ahora díganme porqué tuve que conducir en la madrugada.
El equipo se compone por dos betas, Alan y Ben, tres alfas, Charlie, Joe y Katrina, el único omega es Louis.
Todos son Capitanes pero forman parte de una división especial, sus misiones son exclusivas para casos de terrorismo, secuestro y narcotráfico
— No tenemos ni puta idea — dice Katrina — Solo recibimos un mensaje y estamos aquí.
Algunos estaban en otras bases o con permisos.
— Supongo que el nuevo Mayor nos lo dirá — dice Ben.
— ¿Hay un nuevo Mayor? ¿Qué pasó con Grant? — pregunta Joe.
— Lo removieron, ahora está en la base 6, fuentes anónimas me dijeron que el nuevo Mayor recién fue nombrado — cuenta Ben.
— Y por fuentes anónimas se refiere a que hackeo el sistema — dice Louis.
— No pienso recibir órdenes de un novato — gruñe Alan.
— Lamento oír eso, Capitán — dice otra voz y Louis la reconoce al instante.
Matthew Miller no es un alfa del que te puedas olvidar con facilidad. Alto y musculoso, atrayentes ojos grisáceos y un olor terroso, todo él es el epítome de alfa.
Conoció al hombre cuando ingresó al ejército, Louis era un soldado raso y el alfa era su Capitán. El omega lo odiaba tanto, el alfa le daba los peores trabajos y ni que decir de los castigos pero Louis resistió, nunca se dejó doblegar.
Después de eso su relación cambió, al parecer a Matthew le gustó la tenacidad del omega, salieron por un tiempo hasta que el alfa le dijo a Louis que era hora de presentarle a su otro compañero que en realidad terminó siendo compañera, era una alfa.
Amber era una alfa preciosa, educada y amable pero Louis no sintió atracción, porque al omega solo le gustan los hombres, sin importar de qué casta sean, ha tenido sexo con alfas, betas y omegas. Para Louis solo pollas, por favor y gracias.
Desde ahí su relación con Matthew fue en picada, no era justo para Amber que su futuro omega no se sintiera atraído por ella, Louis no iba a formar un nido si uno de sus compañeros no le gustaba. Así que le puso fin a todo. El alfa se cambió de base y no se han vuelto a ver desde hace 3 años.
Hasta hoy. Matthew viste su uniforme militar, en sus hombreras se distingue una franja roja y la estrella plateada brilla. Es un Mayor del ejército.
— Asi que tú eres el nuevo Mayor — dice Alan con desdén, nunca le hecho buena cara a las jerarquías a pesar de estar en el ejército.
— Mayor Matthew Miller — dice el alfa con voz grave — Estaré a cargo de esta división y han sido llamados porque hay una nueva misión.
Matthew camina hasta la esquina de la carpa donde hay una computadora y presenta un archivo, las otras pantallas dentro del lugar muestras mapas, fotografías y cifras.
— El hombre de ahí — dice Matthew apuntando al sujeto en una de las pantallas — Es George Ferguson, maneja una red de armamento ilegal, según nuestro informante, en tres días hará una venta importante y tenemos que detenerlo.
— ¿Qué tan confiable es tu informante? — pregunta Louis con recelo, aún fresca en su memoria la muerte de Michelle.
— Muy confiable — afirma el Mayor — Tenemos que prepararnos, cada uno tendrá un trabajo asignado, no podemos fallar.
— Extrañaba patear culos — dice Ben — Será divertido, aún más si Calamity es mi compañero.
Louis solo rueda los ojos y se acerca a la computadora donde se muestra información de George, los demás hombres miran los mapas y traman un plan.
— Ha pasado un tiempo — le dice Matthew a Louis.
— Así es — el ojiazul continua leyendo la información, al parecer al hombre le gusta frecuentar prostíbulos y lleva a sus putas a las ventas.
— Tenemos que hablar, omega — continua el alfa.
— Capitán, Louis o Tomlinson, puedes llamarme como desees pero no me digas omega — le responde Louis al alfa.
— Cuidado Mayor — le dice Charlie a Matthew — Calamity ya tiene compañeros, tres alfas muy fuertes que estarán gustosos de cortarlo en pedacitos si molesta a sus omega.
Charlie ni siguiera los conoce y está hablando en nombre de los trillizos, a ninguno le gusta como Matthew mira a Louis, el Mayor cree que está siendo discreto o profesional pero en segundos se dieron cuenta de que ahí había historia.
— Preparen un plan, volveré al anochecer — dice Matthew y sale de la carpa.
— ¿Alguien más quiere golpearlo? — pregunta Alan, todos los demás levantan la mano.
— Tendrás que presentarnos a tus alfas, Louis — dice Katrina — Queremos informales sobre este imbécil.
— No será necesario — Louis rueda los ojos — Se me da bien manejar a los idiotas, además, hace mucho tiempo no le rompo la nariz a un oficial de alto rango.
— Oh que buenos tiempos — exclama Joe con una sonrisa.
— Volviendo al trabajo — dice Louis — Creo que seré un prostituto.
— Por favor — dice Ben — Todos sabemos que ser militar es tu segundo trabajo.
El alfa logra esquivar la taza que Louis le lanza, los demás solo niegan, acostumbrados a este tipo de cosas.
Notes:
"Trata a las personas con amabilidad, sin saberlo podrías estar alegrando el día de alguien"
Chapter 17: Capítulo 16
Notes:
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Chapter Text
Louis se ve en el espejo una última vez antes de salir del pequeño baño. El omega lleva puesto una pequeña falda y un croptop, su cabello tiene varios ganchos, sus ojos azules resaltan por el delineador y el maquillaje en exceso. Camina hasta la otra habitación y como siempre todos voltean a verlo.
— Como envidio a tus alfas — dice Charlie viéndolo y Louis rueda los ojos.
Han pasado tres días desde que se reunieron en la base, inmediatamente armaron un plan. El informante de Matthew es el bartender de un bar que George suele frecuentar, le presenta putas, así que Alan y Louis se harán pasar por prostitutos, si todo sale bien George elegirá a uno de ellos y lo llevará a la venta de armamento, de lo contrario tienen un plan B.
— Las bragas se meten en mi trasero — dice Alan acomodándose la ropa interior.
— Lo mismo aquí amigo — Louis responde — ¿Y quién mierda compró tacones tan altos?.
— Ben — acusa Charlie — Está cumpliendo todas sus fantasías vistiéndolos así.
El beta le lanza una mirada mortal a su colega antes de darle una sonrisa inocente a Alan y Louis.
— Clavaré estos tacones en tus ojos — amenaza Louis a Ben.
— Si tú eres lo último que veo, moriré feliz — suspira el beta.
Katrina entra a la habitación mientras carga su arma, está vestida completamente de negro, su cabello rojizo atado en una coleta.
— Vaya — dice la alfa viendo a Louis — Tendrás al imbécil de George babeando por ti.
— Oye — se queja Alan — Yo también estoy sexy.
— Si hombre — concuerda Katrina — Pero Calamity arrasará.
Louis pone una daga en el liguero que lleva en la pierna, mete una pequeña pistola en su cartera.
— ¿Estás listo Alan? — le pregunta Louis al beta y éste asiente.
Salen de la habitación y entran a la sala donde Matthew los espera, el alfa mira sin reparo las piernas de Louis y cuando llega a su rostro el omega arquea una ceja depilada.
— Bien muchachos — dice Matthew esquivando la mirada de Louis — Como acordamos, Alan y Louis irán al bar, Ben y Charlie también estarán ahí, Joe estará en la azotea del edificio de enfrente, Katrina y yo estaremos en el carro.
— Lo sabemos — habla Joe — Si Alan o Louis sale con George, los seguimos a través del rastreador y notificamos al equipo 2 si nos exceden en número.
— Correcto — dice Louis — Vámonos entonces.
Alan conduce hacia Empirity, Louis mira por la ventana lo ajetreada que es la ciudad, está a más de 100 kilómetros de distancia de donde viven sus alfas, a quienes no ha visto o hablado desde hace días. Se pone algo triste, el omega estaba acostumbrado a pasar su tiempo con los trillizos pero aleja esos pensamientos rápidamente, sabe que lo mejor es estar concentrado en la misión que tiene por delante, no puede permitirse estar distraído.
Llegan al bar y caminan hasta la puerta, el guardia de seguridad los deja entrar después de guiñarles el ojo a lo que Alan responde con una risita coqueta.
— Aún recuerdo el escándalo que hiciste cuando dije que serias prostituto — molesta Louis — Pero ahora veo que lo estás disfrutando.
— Solo sé que estos pantalones me aprietan los huevos — refunfuña el beta y Louis se carcajea.
— Lo lamento amigo — el omega le palmea la espalda.
Llegan hasta la barra y piden tragos, Louis le sonríe al bartender antes de pedirle que se acerque.
— ¿Está aquí? — susurra el omega.
— Está en la zona privada, vino con tres hombres más, aún no elige una puta.
— Gracias guapo — dice Louis y sonríe antes de tomar de un solo trago su bebida.
— Ya está acá — le dice el omega militar a Alan — Bebamos un poco más y hagamos un espectáculo, si no nos llaman iremos a ellos.
El beta asiente y pide más alcohol. No beben demasiado, en su mayoría coquetean con algunos alfas o betas. Louis pega su cuerpo al de Alan mientras bailan, sus movimientos son sexys y sin duda llaman la atención, otras personas se unen a su baile y pronto están en el medio de cuerpos sudados que se rozan entre sí.
Louis siente que alguien lo toma del brazo y lo jala del grupo, cuando logra salir un alfa lo lleva a la zona privada, pronto el volumen alto de la música se pierde dando paso a un lugar más tranquilo, pasan por un par de habitaciones donde juegan cartas o algunos alfas reciben un baile privado. Continúan caminando hasta una gran puerta.
— Carl — dice el alfa tocando la puerta — Le traje un regalo al jefe.
La puerta es abierta y el hombre jala a Louis hacia la habitación, el lugar tiene sillones caros y el humo del cigarrillo hace casi imposible respirar, en una mesa tres hombres juegan un partido de póker.
— Señor — habla el hombre que aún sostiene a Louis — Traje lo que me pidió.
— Que se siente en el sillón y sírvele un trago — dice el alfa que Louis reconoce como George.
Louis se sienta y el alfa le entrega un trago, el omega se apresura en enviar un mensaje en código a Alan, quien se encargará de avisar al resto del equipo. Pasan exactamente 10 minutos antes de que la risa de George rompa el silencio y se acerque a Louis.
— Hola pequeña paloma — saluda el alfa.
— Hola querido — responde Louis y le sonríe al alfa.
— ¿Cuál es tu tarifa?.
— 50 dólares por la compañía, 100 dólares si incluye algo sexual.
— Te daré 500 si me acompañas a un lugar antes de que te lleve a mi departamento — dice George.
— Guía el camino — acepta Louis.
— Carl — llama el alfa — ¿La camioneta está cargada?.
— Sí señor.
— Perfecto — George le tiene la mano a Louis — Vamos pequeño.
El alfa agarra de la cintura al omega y salen del lugar por una puerta pequeña que llega hasta un callejón donde una camioneta negra está estacionada. George ayuda a Louis a subir al vehículo y lo sienta en su regazo, pronto están entrando al tráfico.
— Apresúrate Carl — le dice el alfa al otro hombre — Estoy muriendo por enterrar mi nudo en este pequeño culo — acaricia el trasero de Louis quien tiene que contenerse para no sacar su daga y calvarla en el cuello del alfa.
El chofer conduce por un tiempo, luego baja la velocidad y se mete por una calle poco transitada, unos minutos después el vehículo está frente a un almacén abandonado, en el interior del lugar un par de luces brillan y el sonido de un motor se deja oír, Carl conduce hasta adentro y se estaciona frente al otro carro.
Unos pasos resuenan en la oscuridad hasta que grandes focos iluminan el almacén. Carl apaga el vehículo, George le sonríe a Louis y luego lo deja en el asiento mientras el alfa baja. El omega mira que un hombre armado baja del vehiculo y otro aparece de una esquina, le envía un mensaje a Alan indicándole la posición de los sujetos, el beta le responde diciéndole que los tienen en la mira.
— Gabriel, hombre — saluda George.
— George — responde el otro hombre y Louis se da cuenta que es italiano — ¿Trajiste la mercancía?.
— Por supuesto, Carl baja los juguetes.
El hombre camina hacia el vehículo y mira a Louis con desconfianza, el omega le sonríe y le manda un beso volado, el alfa pasa directo hasta el maletero, saca dos maletas grandes y vuelve junto a su jefe.
— 10 fusiles de asalto, 10 ametralladoras y 20 pistolas calibre 9mm — recita George — Las municiones están en la dentro de una maleta.
Carl deja las maletas en el piso y Gabriel le hace una seña al otro hombre para que revise el contenido, el sujeto saca un fusil y lo inspecciona detenidamente, hace lo mismo con las otras armas, luego le da el visto bueno a Gabriel.
— Mis armas son las mejores — presume George — Tu jefe lo sabe.
— El señor Santiago lo tiene presente — habla Gabriel.
— ¿Ya encontró al asesino de su sobrino? — pregunta George lo que despierta el interés de Louis.
— Aún no, es como si el imbécil fuera un fantasma pero lo encontraremos — dice Gabriel — Vengaremos la muerte de Lorenzo, la Camorra nunca olvida.
Mierda. Lorenzo. Camorra. Mierda.
Louis tiene que solucionar esa mierda porque de lo contrario las cosas se irán al carajo.
— Me alegra saber eso — dice George — Aunque me gustaría más ver lo billetes — el alfa ríe a carcajadas.
— Antonio — Gabriel le dice al otro hombre — Trae el maletín.
Este es el momento, en cuanto el intercambio se haga, el equipo de Louis los arrestará. El omega se baja de vehículo y camina suavemente hasta posicionarse al lado de George, el alfa lo recibe gustoso y muerde la mandíbula del ojiazul.
— Aquí tienes — le dice Antonio a George, el alfa suelta al omega para recibir el maletín.
— Pondré los billetes en la cama — le susurra George a Louis — Te follaré sobre ellos.
Un estruendo se escucha seguido de un “¡Arriba las manos, somos el ejército!”. George busca el arma que guarda en su espalda pero no lo encuentra, el omega se lo quitó en cuanto se acercó, el alfa solo siente el frío metal de la daga en su carótida, levanta la vista y encuentra a Louis sonriendo.
— Hola paloma — dice Louis — ¿Todo bien?.
— Maldita puta — gruñe George.
Louis le da un cabezazo y al alfa le sangra la nariz, tuerce su brazo, los coloca tras su espalda y saca las esposas que tenía escondida en su mini falda. Escucha un par de maldiciones y mira a Charlie sometiendo a Carl en el suelo. Katrina y Alan apuntan con sus armas a Antonio pero no hay rastros de Gabriel.
— ¿Dónde está el italiano? — pregunta Louis.
— Huyó, Joe lo tenía en la mira pero Matthew no dio la orden de disparar — informa Ben.
— ¡¿Qué carajos?! — Louis grita.
— Es mi primera operación — responde Matthew, acercándose a su equipo — No puedo tener un cadáver el primer día.
— Joe es el mejor francotirador — sisea Louis — Hubiera podido dispararle en la pierna.
— No quise arriesgarme.
— Arriesgarme mis pelotas — le grita Alan al Mayor — Debíamos detener a todos.
— No tengo porqué explicarles mis decisiones — dice Matthew — Lleven a los detenidos a la base 4, el otro equipo se encargará del interrogatorio.
Los Capitanes no se tragan el cuento de sus Mayor, tendrán tiempo para hablar sobre eso. Ben y Katrina suben a los detenidos a la camioneta y salen del almacén. El resto del equipo vuelve a Campo Verde, llevando el armamento y el dinero.
Louis solo puede pensar en la Camorra y en como Santiago, el líder de la mafia lo está buscando por haber matado a Lorenzo. Puede ver como las semanas tranquilas y amorosas que tuvo junto a los trillizos se desmorona y su futuro junto a ellos es incierto.
No puede arrastras a sus alfas al lugar en el que pronto estará.
Notes:
"La luz y la oscuridad, todo se resume a ti y ha si estarás conmigo"
Chapter 18: Capítulo 17
Chapter Text
Llegan a Campo Verde por la madrugada, Matthew les dice a todos que el trabajo ha terminado, que pueden volver a sus respectivas bases o continuar con sus permisos especiales. Los Capitanes no dicen nada, solo asienten y se dirigen a su cuartel.
— Esa misión fue una mierda — dice Ben cuando están dentro de la habitación, todos duermen en el mismo lugar.
— No me trago su excusa — concuerda Charlie, el alfa se quita las botas y masajes sus pies.
Louis se desmaquilla mientras Alan usa el baño para cambiarse de ropa, se quejó durante todo el viaje de que las bragas le daban comezón.
— Tenia un tiro limpio — Joe habla — Si recibía la orden hubiera podido dispar sin matarlo.
— Hay tres opciones — dice Alan saliendo del baño — Es incompetente, cobarde o corrupto.
— Lo último es una grave acusación — señala Katrina — Es un superior, podría darnos de baja.
— El papá de Louis nos defendería ¿Cierto Calamity? — cuestiona Charlie pero Louis no está prestando atención a la conversación.
El omega se quita el rubor con la mirada perdida, solo puede pensar en lo que dijo Gabriel “Vengaremos la muerte de Lorenzo, la Camorra nunca olvida”.
— Louis — vuelve a llamar Charlie, sacando al ojiazul de sus pensamientos — ¿Está todo bien?.
— Por supuesto — dice Louis con la voz monótona — Tengo que irme a casa, manténganme informado sobre Matthew.
— No creo que estés bien — habla Ben — ¿Necesitas que te lleve a casa?.
— No es necesario, puedo conducir.
— Entendido — dice Joe — Ve con cuidado, te informaremos sobre cualquier cosa, seguro Ben encontrará algo.
Louis asiente y se despide de todos, aún lleva puesta la ropa con la que salió al operativo pero no le toma importancia. Sube a su vehículo y conduce a casa.
Durante todo el trayecto piensa en los distintos escenarios que surgirán por la inminente venganza de la mafia. No sabía que Lorenzo era sobrino de Santiago, jefe de un clan de la Camorra, pensó que solo era un afiliado más, un alfa en busca de dinero fácil pero por lo visto ese no era el caso.
Michell investigó al alfa, concluyó que era un muchacho pobre que se afilió a la mafia para poder mantener a su familia. Louis deduce que desde el inicio todo era mentira, no solo la parte de ser un informante sino también la jerarquía a la que pertenecía.
Todo está muy jodido. Lo están buscando pero eso no lo asusta, porque puede cuidarse solo sin embargo pensaba formar un nido, aceptar el cortejo de sus alfas, tener una familia y cachorros, ahora todo es un sueño lejano.
No puede poner a los trillizos en peligro, si algo les pasara por su culpa no se lo perdonaría jamás. Edward puede ser un alfa fuerte pero no cree que soporte tener un arma apuntando a su cabeza. Marcel es demasiado bueno para sufrir por algo así y Harry es malditamente brillante y encantador, los moretones y cortes no son algo que Louis quisiera ver en su piel.
Tampoco cree que sea posible decirles la verdad. Los alfas han aceptado lo que hace, que asesinó a personas porque al fin y al cabo forma parte de su trabajo pero ¿Cómo los mirará a la cara y les dirá que mató a 4 hombres para vengar la muerte de su amigo?, ¿Cómo les dirá que los torturó y que cortó sus cuerpos?; y luego esperar que sus alfas lo reciban con los brazos abiertos y acepten que sea la madre de sus hijos.
Eso es imposible.
No se da cuenta de que está llorando hasta que no puede distinguir el camino, se detiene y seca las lágrimas con fuerza pero eso no impide que sigan fluyendo por su rostro y mojando su croptop.
Continua llorando por unos minutos más hasta que logra controlarse y pone en marcha el vehículo, aún tiene que llegar a casa y terminar con lo que sea que tenía junto a los trillizos, sabe que no puede arrástralos consigo. Ni siguiera se lo dirá a Zayn, su amigo tiene familia y planean tener un bebé pronto, no puede agregar preocupación a su vida.
Conduce por un tiempo y tiene en mente ir a la casa de sus padres pero se sorprende al darse cuenta de que en realidad conduce a la casa de los trillizos, supone que mientras más pronto mejor, le dolerá decirles adiós pero es lo mejor para ellos.
Estaciona su vehículo en el camino de grava frente a la casa de los trillizos, respira con profundidad y sale, camina hasta la puerta y antes de que toque el timbre un par de brazos lo jalan al interior y lo abrazan con fuerza, por el aroma sabe que es Harry.
— Mi omega — dice Harry con voz ronca, besa el cabello de Louis e inhala su aroma — Volviste, estás aquí.
— Hola — habla Louis, se siente mareado por el aroma de Harry que lo rodea, el alfa lo está marcando con su olor.
— Te extrañé, estábamos volviéndonos locos, por favor no vuelvas a irte sin siguiera despedirte — pide el alfa.
— Hazz — la voz de Louis es baja, se permite estar un rato más en los fuertes y protectores brazos de su alfa antes de no volverlo a sentir jamás — Tenemos que hablar ¿Están tus hermanos en casa?.
— Están en el patio ¿Todo está bien Lou? ¿Por qué estás vestido así? — el alfa recién nota la vestimenta del castaño.
— Llámalos por favor, tengo algo importante que decir.
El alfa asiente, toma de la mano a su omega y lo lleva a la sala, besa su pequeña nariz de botón antes de ir en busca de sus hermanos. Louis se queda de pie en medio del lugar, siente que debió ir primero a casa de sus padres y cambiarse antes de venir aquí.
— Princesa — dice Edward llegando a la sala, carga a su omega y lo jala al sofá, lo sienta en su regazo y esconde su nariz en la fuente de su aroma, el olor a vainilla y canela es exquisito.
— Lou — dice Marcel sentándose al lado de la pareja y acariciando la espalda de su omega — Te extrañamos cariño.
Estar rodeado de sus alfas es una de las mejores sensaciones pero pronto recobra el hilo de sus pensamientos e intenta bajarse del regazo de Edward, el alfa gruñe ante la acción pero Louis le lanza una mirada mortal, el alfa desenrosca sus brazos y deja ir a su omega a regañadientes.
— ¿Dónde estuviste? — pregunta Marcel con interés — Solo recibimos tu mensaje diciendo que saldrías de la ciudad por unos días.
— Fui a una misión de última hora, no podía darles más detalles — explica Louis mientras se sienta en frente de sus alfas
— ¿No volverás a irte? — Edward habla — Fue difícil estar alejados de ti.
El omega se remueve incomodo en el sillón, mira sus manos y vuelve a respirar hondo. Hizo cosas más difíciles que decirles a hombres que ya no quería volver a verlos pero nada se compara con esto, quizá porque los trillizos son sus alfas o porque está enamorado de ellos, tanto así que prefiere romper sus corazones a verlos muertos en una zanja.
— ¿Planean cortejarme? — pregunta Louis.
— Por su puesto Tiramisú — responde Edward — Lo haremos.
Tener la confirmación de que hubiera podido ser sus omega, sus esposo, la madre de sus hijos, hace las cosas más difíciles y puede sentir el nudo en su garganta pero se pellizca el muslo para concentrarse.
— No quiero jugar con ustedes ni con sus sentimientos — inicia Louis — Estos días lejos me hicieron dar cuenta de que estoy bien así, no creo que sea el momento adecuado para tener compañeros — tú puedes se dice mentalmente — Creo que es mejor que no inicien el cortejo, será más fácil para todos.
El omega no levanta los ojos porque teme que los alfas se den cuenta de su mentira. El silencio es sepulcral, los trillizos no dicen nada, entonces Louis levanta la vista, tres pares de ojos verdes en distintos tonos lo miran sin parpadear.
— ¿Es una broma? — pregunta Marcel con lentitud.
— No lo es — confirma Louis.
— No creí nada de lo que dijiste — dice Edward — Antes de que te fueras estábamos bien y ahora vuelves, te acurrucas en mi pecho e inhalas nuestros aromas como si tu vida dependiera de ello y tienes el descaro de decir que terminar con todo será mejor para todos. Eso es una mierda y lo sabes.
Louis sabía que iba a ser difícil, que los trillizos no lo dejarían ir con facilidad así que recurre a una mentira.
— No estoy enamorado de ustedes — dice el ojiazul — No puedo mandar en mi corazón.
— Ya — la voz de Harry es burlona — Ahora dilo como si en verdad lo creyeras.
— No vine aquí para que me cuestionen — el omega se pone de pie — Dije lo que tenía que decir, espero que respeten mi decisión.
— No podemos respetar una mentira — dice Marcel con enojo — No pretendas alejarnos en base a una asquerosa mentira, dinos la verdad, cualquiera que sea.
— Esa es la verdad.
— Louis — la voz de Edward es grave, el omega se sorprende porque es la primera vez que el alfa lo llama por su nombre — Pon tu trasero en ese sillón y dinos la puta verdad, no saldrás de esta casa rompiendo nuestros corazones a menos que sea absolutamente necesario.
— ¿Quién mierda te crees para darme ordenes? — el omega intenta generar un conflicto para que sea más fácil salir.
— Soy tu alfa — afirma Edward.
— ¿Ves una marca en mí? — el omega se burla — No eres mi alfa y nunca lo serás.
— ¿Por qué haces esto? — dice Harry al borde del llanto — ¿Es por tu carrera?, cariño nos gusta lo que haces, nos sentimos orgullosos de ti, queremos gritar a los cuatro vientos que nuestro omega les puede patear el trasero.
— Por favor — pide Marcel acercándose a Louis y acariciando su brazo — No nos alejes, confía en nosotros, nada de lo que digas cambiará lo que sentimos por ti.
— No lo entenderían — el omega sorbe su nariz — Nunca lo harían.
— Amor — Harry también se acerca y lo abraza por detrás, acaricia el abdomen de su omega y besa su nuca — Solo dilo.
El omega cierra los ojos con fuerza y piensa ¡Que mierda! Solo diles, su rechazo dolerá pero mantenerlos a salvo es más importante.
— Asesiné a unos hombres — dice Louis, siente como la mano de Harry se detiene de dar caricias y como Marcel contiene la respiración, mira a Edward y el alfa le devuelve la mirada.
— Sabemos eso Lou — Harry se recupera primero — Nos lo dijiste el día que fuimos a pedir disculpas.
— No los maté cuando estaba en servicio — confiesa el omega — Los maté mientras estaba de baja.
— ¿Por qué? — pregunta Edward.
Edward quien es un doctor y salva vidas. Edward quien tiene un gran respeto hacia la vida humana, y quien seguro sentirá asco al saber lo que Louis hizo.
— Por venganza — se sincera el omega.
— ¿Te hicieron algo? — la preocupación se refleja en el rostro de Marcel.
— Mataron a mi amigo.
— Mierda — Harry gira el cuerpo de Louis para que estén cara a cara — Lo siento tanto mi amor.
— ¿Qué? — el ojiazul está confundido, no esperaba este tipo de reacción, esperaba decepción, miedo o asco, no la mirada triste de Harry al saber que perdió a un amigo.
— Siento mucho lo que le pasó a tu amigo, ojala hubiéramos estado para ti en ese momento.
— ¿No me temes? ¿No estás decepcionado de mí? ¿No llamarán a la policía?
— No haremos eso — dice Edward — Solo cuéntanos la historia completa y por qué motivo llegaste y quisiste alejarnos de ti.
Harry lleva a Louis hasta el sofá y lo sienta junto a Edward, Marcel se sienta en la alfombra y acaricia los nudillos de su omega. Los trillizos esperan la explicación.
— Parte de lo que diré es clasificado — advierte Louis — Lo demás solo me incrimina, podrían llamar a las autoridades y denunciarme. No sé por qué hago esto, solo iba a terminar con ustedes de desaparecer de sus vidas.
— Nada de eso pasará, no terminarás con nosotros — dice Marcel — Ahora continua por favor.
Louis mira a sus alfas y ellos lo miran como siempre, con cierta adoración y se atrevería a decir con una pizca de amor. Es demasiado pronto para decir que los ama pero sin duda está enamorado de ellos y ahora sabe que fue ridículo decir que no lo estaba.
— Tenía un informante, su nombre era Lorenzo, nos íbamos a reunir y me iba a dar información sobre una venta de armamento ilegal, no tenía un buen presentimiento asi que fui con dos soldados más y había un equipo de extracción, cuando llegamos me di cuenta de que era una trampa, nos dispararon e hirieron a Michell, logramos subir al helicóptero pero para entonces mi amigo había muerto.
— Carajo — dice Edward, solo puede imaginar ese momento, su omega corriendo por su vida y al final perdiendo a un amigo.
— El mayor no permitió que investigara, creo que sabía que estaba muy involucrado así que pedí mi baja, busqué a Lorenzo, me dio nombres y después lo maté, hice lo mismo con otros dos que también estaban involucrados y luego fui a Moscú, encontré al hombre que había disparado a Michell, lo torturé y también lo maté — decirlo no le cuesta, habalr sobre la muerte es natural para él, quizá para otras personas puede sonar frío pero es lo que es.
— Cielos — exclama Harry — Eso está jodido.
— No me arrepiento — dice Louis — Lo volvería a hacer, se lo merecían.
— ¿Cuándo sucedió eso? — pregunta Marcel.
— Hace dos meses.
— ¿Y por qué ahora? — cuestiona Edward — ¿Qué hizo que quieras terminar con nosotros si antes todo estaba bien?.
— Recibí cierta información durante mi última misión, Lorenzo no era quien yo creía, era sobrino de un mafioso y ahora el tipo me está buscando y no creo que sea para regalarme flores — y ahí está el descaro nuevamente.
— Estás en peligro — confirma Harry — Tenemos que protegerte.
— No suavizaré las cosas, esa gente es peligrosa y no descansarán hasta verme muerto, necesito que ustedes estén seguros y eso solo pasará si se alejan de mí, si no hay nada que nos vincule.
— Eso no sucederá Princesa — dice Edward — ¿Cómo se te ocurre pensar que te dejaremos cuando no estás a salvo? Somos tus alfas aunque aún no te hayamos marcado, nuestros instintos solo gritan que te mantengamos a salvo y es lo que haremos.
— No quiero que lo hagan — Louis habla — No los expondré de esa manera, esto es algo que yo tengo que hacer, este es mi problema.
— Desde el momento que te conocimos, hacerte feliz y mantenerte a salvo han sido nuestras únicas prioridades, no te abandonaremos ahora, estaremos junto a ti — dice Harry con convicción.
— No tienen que hacer eso.
— Esa no es tu decisión, omega — Marcel mira a Louis — No puedes pedirle a tus alfas que te dejen, preferiríamos morir antes de hacerlo.
— Eso es lo que pasará si están junto a mí ¡Morirán! — grita Louis.
— Seguro hay algo que podamos hacer, eres un militar y estoy seguro de que tienes un plan pero no lo harás solo — sentencia Marcel.
Louis no sabe cómo es que la vida le está sonriendo de esta manera, llegó dispuesto a terminar con todo y ahora está recibiendo apoyo, está volviendo a sentirse seguro, los rastros de su futuro vuelven a tener forma y puede visualizar ojos verdes, rizos y hoyuelos.
— Aún no saben quién soy, no tienen ninguna información, estoy seguro de que no dejé rastros pero tengo que volver a revisar — dice Louis.
— Puedes contar con nosotros, esto no nos separará, estamos enamorados de ti — Harry besa los labios de su omega con suavidad — Todo estará bien mientras estemos juntos.
— Además podremos gastar nuestros millones en matar a un gángster para proteger a nuestro omega — dice Edward — Nuestro cortejo será único.
— Vete a la mierda — Louis lo señala con el dedo — Me prometiste diamantes.
— Dije que nada te será negado — le recuerda Edward — Mis hermanos y yo planeamos darte todo.
— Y ahora dinos por qué usas una falda, no es como si me quejara — dice Harry.
— Ummm me hice pasar por prostituto para mi última misión.
— ¿Alguien te tocó? — Edward solo quiere nombres.
— No te diré nada, alfa — Louis sabe las intenciones de Eddi — Fue parte de mi trabajo además puede que haya coratdo un poquito su cuello.
— Awww mi omega es tan dulce — se burla Harry.
Louis sonríe por primera vez en el día, sabe que tiempos oscuros se acercan, que las cosas se pondrán difíciles y que será complicado no preocuparse por sus alfas pero ellos están dispuestos a correr el riesgo por él y eso le da fuerzas. Podrán contra todo y todos, si están juntos están bien.
Notes:
"No tomes decisiones por otras personas, deja que elijan su camino"
Chapter 19: Capítulo 18
Chapter Text
Louis se fue de la casa los trillizos al atardecer, antes de irse Marcel le dio uno de sus suéteres para que se abrigara, el alfa no pudo evitar sonrojarse al ver que su omega usaba su ropa, sus instintos posesivos le hicieron cosas.
El ojiazul condujo con calma, aun pensando en lo sucedido, sintiéndose feliz y sorprendido por la confianza que puso en los trillizos al contarles sobre algo tan delicado y que sus alfas se lo hayan tomado de la mejor manera.
Al llegar ve una camioneta negra estacionada, se confunde por unos segundos antes de reconocer la placa, es la camioneta de Ben. Baja de su vehículo e ingresa a su casa, su madre y el beta toman té en la sala. El hombre viste su uniforme militar y se ve fuera de lugar al comer con delicadeza un par de galletas.
— Lou — dice su madre, sin poder evitar llamar a su hijo con apodos cariñosos, a pesar de saber que podría estar avergonzándolo — Este encantador jovencito vino a verte.
— Por favor Alice — Ben se sonroja y Louis levanta una ceja — No soy encantador.
— Por supuesto que lo eres — dice la omega — Me ayudaste a sembrar las margaritas, estoy muy agradecida.
— Madre — Louis sonríe con picardía — Si no te conociera bien, pensaría que estas coqueteando.
— ¡Louis! — chilla Alice — Que tonterías dices, que tus padres nunca oigan algo así, el jovencito no viviría para contarlo.
El omega puede ver como Ben traga saliva con fuerza. Sí, todos en el ejército saben cómo es Magnus pero su padre Marcos no se queda atrás.
— Louis es muy graciosos — la voz de Ben suena algo aguda — Gracias por el té y las galletas señora Tomlinson, ahora debo hablar con su hijo.
— Oh por supuesto — dice la omega y luego mira a su hijo — Iré a dar un paseo con Clifford.
Louis asiente y ve como su madre lleva algunas galletas consigo, siempre engríe al perro y lo consiente con pequeños postres, nada demasiado alto en azúcar porque de lo contrario se enfermaría.
— ¿A que debo la visita? — el omega no se anda con rodeos, nunca alguno de sus colega ha venido a su casa.
— ¿Salimos a caminar un poco? — propone Ben — Estuve tomando té junto a tu madre por casi una hora.
— Como si no lo hubieras disfrutado, agradece que ninguno de mis padres está en casa.
— Deja de ser un idiota — dice Ben mientras salen de la casa y caminan con dirección al lago — Vine porque es realmente importante.
— ¿Qué está pasando? — está atardeciendo y el viento sopla con fuerza, Louis agradece tener puesto el suéter de su alfa, de su tímido Marcel.
— Sé que estuviste en Moscú — habla Ben.
Louis no muestra ninguna reacción, ha sido entrenado por años para no revelar nada, ya sea verbalmente o por su lenguaje corporal, ser vulnerable frente a sus alfas es algo que él elige, si en verdad no quisiera decir algo no lo haría, asi lo estén torturando.
— Me tomó algo de tiempo, fue difícil encontrar las coincidencias pero cuando lo hice todo cobró sentido, la muerte de ese alfa en el bar, los gemelos y Billy en Moscú — continúa Ben — Sé que fuiste tú.
— Mira hombre — dice Louis — No tengo idea de lo que estás hablando, no he ido a Moscú en un tiempo asi que probablemente te estas equivocando.
— No tienes que mentir, sabes que soy bueno en lo que hago, cámaras de seguridad, hackee tu celular, sé que estuviste ahí.
— ¿Qué mierda acabas de decir? — gruñe el omega al saber que ha estado siento investigado, se detiene y mira a Ben — ¿Quién te crees para meterte en mis asuntos?.
— Sé que no estuvo bien lo que hice pero me preocupé cuando pediste tu baja, sabía que era por lo de Michell asi que temí que pudieras hacer algo de lo que podrías arrepentirte — se excusa el beta — No fue con mala intención, Louis, tienes que creerme.
— Lo que hiciste es ilegal, podría ir e informar a nuestros superiores sobre la violación a mi seguridad, te darían de baja por traición ¿En qué carajos estabas pensando?.
— Jamás lo usaría en tu contra — dice Ben — Borré todo los datos, eliminé todo rastro que me ayudó a llegar a esas conclusiones, nadie más lo sabrá, moriré ocultándolo.
— No estuve en Moscú — repite Louis — No informaré sobre lo que hiciste porque eres un buen Capitán pero no quiero volver a hablar sobre esto.
— Sé que nunca me lo dirías — acepta el beta — Pero también sé que fuiste tú y no me importa que lo hayas hecho, haría lo mismo si algo así le pasara a uno de mis soldados. Puedes contar conmigo si necesitas mi ayuda.
— Puedes irte Ben.
— La Camorra es peligrosa, puede que nunca sepan lo que hiciste o también puede que aparezcan en tu puerta mañana, de cualquier forma estaré ahí para ayudarte, te considero un amigo, Calamity.
Louis asiente y ve a Ben alejarse. Solo puede pensar en que ahora alguien más sabe lo que hizo, quiere poder confiar en el beta pero nunca han sido muy cercanos, solo colegas que trabajan juntos de vez en cuando.
No sabe con exactitud si Ben irá con sus superiores y delatarlo o si venderá su cabeza a la Camorra. La mínima probabilidad es que en verdad esté diciendo la verdad, que quiere ayudarlo pero ¿A cambio de qué?.
Sabe que fue cuidadoso al acechar a Lorenzo en el bar, evitó las cámaras de seguridad y si alguna lo captó no habría ningún inconveniente porque se disfrazó y parecía una persona totalmente diferente, nadie podría saber que fue él a menos que lo conociera, como Ben por ejemplo.
Con los gemelos todo fue metódico, lugar apartado para poder torturarlos, asi que no habría testigos, solo sus cuerpos que sin duda no lo llevarían hacia él.
Al ir a Moscú utilizó un pasaporte falso, pagó todo en efectivo, no hay rastros de él. Para todo el mundo el pequeño omega estaba es Hawái, vacacionando después de su baja.
Así que está seguro de que la Camorra no sabe de él, hasta el momento. Pero no sabe con exactitud si Ben irá con sus superiores a delatarlo o si venderá su cabeza a la Camorra. La mínima probabilidad es que en verdad esté diciendo la verdad, que quiere ayudarlo pero ¿A cambio de qué?.
[…]
El omega despierta de mal humor, en realidad durmió menos de tres horas, no podía dejar de pensar en la jodida situación. Por un lado están sus preciosos alfas que lo aceptan y apoyan, a pesar de todas las cosas que hizo y por el otro está una maldita mafia que quiere vengarse de él y que sin duda harán de todo para lastimarlo.
Seria mil veces mejor que solo llegaran a él y lo mataran pero no funciona así, la venganza es lenta, lo lastimarán de mil formas distintas hasta que suplique la muerte y eso pone en peligro a su familia y a la que pronto está dispuesto a formar.
Con eso en mente se viste y baja a desayunar, encuentra una nota en la barra de la cocina que le informa que su madre y su padre Marcos han salido de la ciudad, es común que eso suceda, su padre suele ir a dar conferencias a otros hospitales y educar a la nueva generación de médicos y a su madre le encanta acompañarlo ya que le agrada beber mimosas en la piscina de los hoteles.
Supone que su padre Magnus está supervisando alguna base y eso le recuerda que en dos semanas instalarán la base que dirigirá en la ciudad. En estos dias tiene que ir a algunas reuniones protocolares y formar muchos documentos.
Louis abre el refrigerador y piensa en lo que podría cocinar, saca algunos huevos y el jugo de naranja, antes de prender la estufa escucha el sonido del intercomunicador, se acerca y mira por la pantalla la sonrisa radiante de Harry, presiona el botón.
— Hola — dice con simplicidad.
— Amor — responde el Alfa, Louis puede ver como sonríe un poco más — Vinimos a verte.
— ¿Quién eres? — el omega está tratando de jugar un poco con ellos, le vendría bien distraerse.
— Soy Harry — dice el alfa con confusión — Harry Styles.
— No conozco a nadie con ese nombre.
— Panquecito — la voz grave de Edward se deja escuchar, el ojiazul mira la pantalla y el alfa está sacando la cabeza por la ventana del auto — Abre la reja, estás apunto de recibir un castigo, me gustaría mucho darte algunas nalgadas.
— Cerdo — Louis dice mientras ríe y abre la reja — No toquen la puerta, solo entren, no hay nadie más en casa.
Unos minutos después tres hermosos alfas entran a la cocina. Harry agarra una pequeña cesta, los tres le sonríen a Louis pero ninguno hace el amago de acercarse.
— Buenos dias — dice Louis al ver que nadie habla.
— Buenos dias cariño — responde Marcel — Nosotros queremos darte algo.
El corazón de Louis bombea con fuerza, sabe lo que eso significa, sabía que iba a suceder pero aun asi es emocionante y lo hace feliz.
Harry pone la canasta en la mesa y la abre, saca una variedad de cosas, todas para un desayuno completo, las pone en la mesa y luego asiente en dirección a sus hermanos.
— Louis Tomlinson — dice Edward con solemnidad — Harry, Marcel y yo creemos que eres hermoso, inteligente, rudo pero a la vez tierno. Te admiramos y respetamos, verte sonreír hace que nosotros también queramos hacerlo, eres brillante y atrayente.
— Cuando actúas con naturalidad, tu manera de caminar, cuando pones una de tus delicadas manos en mi rostro al besarnos, todo eso me inspira, me hace tocar las estrellas a pesar de sentirme conectado a ti en la tierra, es inexplicable y difícil de explicar pero es lo que siento por ti — expresa Marcel.
En este punto Louis solo mira con ojos brillosos a sus alfas.
— El sonido de tu risa es mi inspiración — confiesa Harry — Tu aroma me da tranquilidad pero también hace que mariposas vuelen a mi alrededor, tu presencia es adormecedora, siento como si flotara en el inmenso azul de tus ojos. Eres lo que siempre soñé, eres mi alma gemela.
Louis solo puede mirarlos, ahí en medio de su cocina, con el corazón en la manga y un nudo en su garganta para evitar el llanto, pero no es malo, es increíble, es el sentimiento de lo que alguna vez quiso haciéndose realidad, lo golpea con fuerza y calienta su alma.
— Princesa — dice Edward — ¿Nos harías los alfas más felices al dejar que te cortejemos?
Ojos verdes y rizos, ese es el significado de felicidad para Louis.
— Por supuesto — acepta el ojiazul, sus labios tiemblan levemente pero aun asi sonríe — Acepto el cortejo.
Harry acorta la distancia y lo besa como si no lo hubiera hecho en años. Marcel también se acerca y besa sus delicados nudillos. Cuando Harry deja un último beso en sus labios ve a Edward acercarse y sacar una pequeña cajita.
— Prometí diamantes — dice el abriendo la caja, en su interior hay un par de gemelos, hechos de oro y con incrustaciones de diamantes.
Louis acepta el regalo y besa los labios de su alfa, suelta una risita cuando el descarado le muerde la mandíbula.
— Gracias — le dice Marcel a su omega — Te quiero.
El omega lo abraza y pesa el pecho de Marcy, el alfa besa la sien de su pequeña musa antes de recordarle que tienen que desayunar. El primer día del cortejo a iniciado.
Notes:
"Eras el amor de mi vida incluso antes de que lo supiera, uno no sabe lo que se pierde hasta que lo encuentra"
Chapter 20: Capítulo 19
Notes:
Hola amores, trataré de actulizar todos los miércoles y si tengo algo de tiempo extra les daré otro capítulo durante la semana
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Chapter Text
Los siguientes días son un borrón de regalos, pequeños detalles como cartas y letras de canciones, también joyería y ropa de las mejores marcas, algunas veces los regalos tenían que entregarse en la noche ya que durante el día el omega estaba en reuniones o tenía que ir a distintos lugares debido a su trabajo. Pero a pesar de todo no dejaron de verse y el corteja iba viento en popa.
La vida de los trillizos se resume en pensar que darle a su omega, con que impresionarlo y hacerse merecedores de sus brillantes sonrisas o el sonido angelical de su risa, mejor aún si obtenían un beso.
Pero también piensan en su seguridad, tenían pensado vivir en la casa Styles, ya que la propiedad pasaba de generación en generación al conformarse un nido pero no sabían si el lugar era el mejor para sus omega, si bien es cierto la propiedad estaba alejada de la civilización eso la hacía un poco más difícil de localizar pero también tenía sus desventajas, podrían sufrir un ataque y nadie lo sabría en días.
Era algo que no podían quitar de sus cabezas, tendrían que conversarlo con Louis, ya que él se convertiría en lo más valioso de sus vidas, y no pueden tomar una decisión sin antes consultarlo con él.
— Podríamos contratar un equipo de seguridad — dice Harry.
— Nuestro Tiramisú es un militar, nos mandará a la mierda en cuanto mencionemos esa opción — responde Edward mientras revisa algunos expedientes médicos.
Los trillizos conversan en la oficina de Edward ya que el alfa tiene demasiado trabajo y puede hacer varias cosas a la vez, como diagnosticar un tumor y velar por la seguridad de su omega.
— ¿Pero qué más podemos hacer? — Marcel está realmente preocupado — Un mafioso amenaza su vida, no puedo simplemente aceptar que mi alma gemela esté desprotegido.
— Ese hombre aún no sabe nada sobre Lou — Harry habla — Pero estoy de acuerdo en que debemos estar listos para todo.
— Hicimos sentir seguro a nuestro omega — dice Edward — Pero la verdad es que no tenemos ni puta idea de evitar que algo malo pase, no me van a decir que Harry detendrá al gánster con una canción sobre tratar a las personas con amabilidad o Marcel ablandará su corazón con una confesión de amor en medio de una guerra en el siglo XVIII.
— No jodas Edward — gruñe Harry — ¿Y tú qué harías? ¿Cortarlo con tu bisturí?.
— Si hago un corte en la yugular podría matarlo — responde Edward.
— Está bien admitir que no tenemos ni idea de lo que debemos hacer, nunca pensamos lidiar con algo así pero estoy seguro de lo que siento por Lou, y estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por él — confiesa Marcel.
— Yo también — dice Edward — Pero me siento impotente al no darle seguridad y tranquilidad a mi Princesa, él solo debe pensar en romper huesos y torcer cuellos, no en que eso podrían hacer con él.
— Dioses — dice Harry — Ni siguiera menciones algo así, nada le pasará a Louis, él es fuerte y muy inteligente, claramente no necesita de nosotros para mantenerse a salvo pero es nuestro omega y ese es nuestro deber.
— ¿Y si le preguntamos a Zayn? — propone Marcel.
— Esa es una buena idea, creo que él está enterado de los asesinatos — dice Edward — Creo haber visto a Louis en un video el día que Zayn se casó.
— ¿Qué tipo de video? — pregunta Harry con interés y algo de celos, su mente imaginando cosas nada agradables.
— No es nada de eso, idiota — le riñe Edward al oler el aroma de su hermano — Era un video de tortura, puede que ese haya sido uno de los hombres a los que mató y Zayn dijo que el torturador era un tal Louis, cuando lo conocí supe que era él pero pensé que era debido a su trabajo no por una venganza.
— Entonces Zayn lo sabe, debemos preguntarle cómo podemos ayudar — dice Harry.
— Iremos a su casa — decide Marcel — Además ya debe estar al tanto de la situación.
[…]
— ¿Está contento Capitán Tomlinson? — dice el Mayor Miller.
— Es agradable saber que estaré a cargo de formar a los jóvenes soldados — responde Louis.
Está en una reunión con su Mayor y su Coronel, es decir con Matthew y Magnus.
— El asentamiento de la base iniciará mañana — dice Magnus — Se espera que en una semana todo esté armado y listo para ser habitado, el primer batallón será de 1000 soldados, el Mayor Miller hará supervisiones esporádicas para ver cómo marcha todo.
— Entendido Coronel — habla Louis.
— Ya sabe quienes formarán su equipo pero hay un par de cambios, el Capitán Ben Graham y Charlie Smith también formarán parte, ya que en un mes recibirá a un grupo más grande de soldados.
— Parece que esta será un base muy prospera — comenta Matthew.
— Esas son buenas noticias — dice Louis — Graham y Smith son dedicados al trabajo y buenos colegas.
Matthew a intentado adularlo cada que tiene la oportunidad y Louis sabe que su padre ya lo notó.
— Lo sé Capitán Tomlinson — concuerda Magnus — Es grato saber que militares intachables formarán a la nueva generación de soldados.
— Tomlinson es un buen militar — dice Matthew, Louis está a punto de golpearle la garganta — Fui su Capitán cuando apenas era un soldado, puedo atribuirme un poco su éxito y su buena formación.
— El Capitán Tomlinson se formó desde una temprana edad y tengo entendido que usted fue su Capitán por poco tiempo, así que no creo que haya dejado una gran enseñanza para que ose atribuirse su éxito — aclara Magnus.
— Por supuesto General — responde Miller — No fue mi intención desmerecer de alguna manera el esfuerzo de Louis.
— Espero que sea así porque no es aceptable que desmerezcan el trabajo de otros cuando muchos han subido de rango por sus conexiones y no por su esfuerzo, hay casos de nepotismo en el ejército, casos que claramente estoy investigando — dice Magnus.
— Las personas deben hablar mucho sobre eso, aún más cuando usted es el padre de Tomlinson — comenta Matthew.
— Tengo una trayectoria impecable — dice Magnus, está harto del jueguito de Miller — He luchado por mi país desde que tuve la edad para hacerlo, soy un hombre honorable y no ensuciaría mi carrera y la de Louis al otorgarle algo que no merece, es un pasatiempo divertido otorgar castigos disciplinarios a quienes insinúen tal cosa.
— Jamás tuve la intención de hacerlo — dice Matthew.
— Coronel — llama Louis — ¿Hay algo más sobre lo que debo ser informado?.
Ha escuchado innumerables estupideces sobre la obtención de su grado asi que no perderá el tiempo oyendo insinuaciones de nepotismo, tiene mejores cosas que hacer, como comer galletas de vainilla que Marcel le prometió.
— No Tomlinson, eso era todo sobre la reunión de hoy, mañana debe ir a la base 4 para un curso rápido sobre la nueva reforma militar — informa Magnus.
— ¿Debo ir yo también? — pregunta Miller.
— No Mayor, usted me acompañará a Campo Verde, me han informado que hay algunas inconsistencias con la detención de un traficante de armas.
Matthew asiente y Louis sonríe internamente, por lo menos investigarán la cagada de operación que dirigió el alfa, probablemente no lo sancionen pero al menos sabrá que pueden atraparlo en algún momento.
— En ese caso me retiro — anuncia Louis — Que tenga un buen día Coronel.
— Que usted también lo tenga — dice Magnus y cuando Louis se levanta de la silla, agrega — Dale mis saludos a mis yernos, espero verlos pronto.
— Les haré llegar el saludo — responde Louis, hace un saludo militar y luego sale de la oficina.
Mientras camina por el pasillo solo puede sonreír y negar con la cabeza, conoce bien a su padre y sabe que nunca da puntada sin hilo, quería dejar en claro que Louis tiene alfas y que Matthew no tiene ni una jodida oportunidad.
Notes:
"Me tienes maldiciendo la luz del día"
Chapter 21: Capítulo 20
Notes:
Espero que disfruten el capítulo, la universidad me está matando y casi no tengo tiempo para escribir pero sé que ustedes esperan las actualizaciones con ansias y no quiero defraudarlxs.
En este capítulo se narra una conversación importante entre los trillizos y Louis.
Pronto habrá algo de acción militar!!!
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Chapter Text
Louis baja de su automóvil y camina hacia la puerta de la casa de sus alfas, entra sin tocar ya que siempre está abierto y los trillizos le han dicho muchas veces que puede entrar sin anunciarse. El ojiazul abre la puerta, pasa por la sala directo hasta la cocina, normalmente encuentra a Harry o Marcel horneando o cocinando algo pero ninguno de los dos está ahí.
El omega está seguro de que sus alfas están en casa ya que sus vehículos están afuera. Mira por el gran ventanal y nota que en el patio tampoco hay nadie, solo quedan disponibles sus oficinas o sus habitación, camina hacia la oficina de Marcel pero está vacía, al igual que la oficina de Edward. Bien ahora solo queda un lugar por buscar.
Va hasta la habitación de los trillizos y la puerta está abierta, se asoma e inmediatamente los ve ahí, sus alfas están… bueno siendo felices si la sonrisa socarrona de Edward al masturbarse viendo a sus hermanos besarse es algo de lo que hablar.
El trillizo mayor está completamente desnudo, bombea su polla con movimientos lentos mientras mira como Harry besa la mandíbula y baja dejando besos húmedos al cuello de Marcel, muerde la suave piel lo que saca un gruñido de su hermano. El cantante solo viste calzoncillos y una camiseta grande, su erección es notoria al igual que la de Marcel, quien tiene su palma presionada en la baqueta de su pantalón.
Edward es el primero en ver a Louis, su sonrisa desaparece y su mano deja de moverse sobre su polla, Harry y Marcel deben notar el cambio porque simultáneamente voltean a ver a su hermano quien tiene la mirada puesta hacia la puerta, lo que hace que ellos también miren hacia allí.
Louis tiene el cuerpo recargado sobre el marco de la puerta, sus brazos están cruzados y tiene una perfecta ceja levantada, una sonrisa burlona está instalada en su rostro.
— Por favor — dice lentamente — No se detengan por mí.
Edward cubre su polla erguida con una almohada lo que definitivamente es una mala idea porque el roce lo hace gruñir y sus pupilas se dilatan un poco más, tampoco ayuda el exquisito aroma de su omega en la habitación.
— Louis — Marcel se baja de la cama y se pone apresuradamente la camisa.
— Oh ¿Esto era algo que no debía ver? — dice el omega con fingido pesar.
— Omega — está vez es Harry quien habla — ¿Puedes ir a la sala por favor? Pronto iremos ahí y hablaremos.
— Pero alfa — el omega militar junta sus manos por delante, levanta la cabeza con suavidad y mueve sus pestañas lentamente, una clara muestra de sumisión — Me gusta aquí.
Jodido omega manipulador piensa Edward, a quien definitivamente pensar le resulta cada vez más difícil, su polla aún erecta palpita y está seguro de que toda la sangre de su cuerpo fue justamente a esa zona.
— Cariño — dice Marcel acercándose a Louis — Por favor.
— Está bien — Louis sede pero aún tiene una sonrisa burlona en el rostro, antes de irse mira a Edward y dice — Por cierto, tienes una bonita polla.
Los trillizos oyen la carcajada que suelta su omega en el pasillo, los alfas se miran entre sí, las erecciones de Harry y Marcel han desaparecido pero la de Edward continua, el alfa le sonríe a sus hermanos como diciendo “Háganse cargo”.
— No lo creo, idiota — dice Harry — Vístete y vayamos a hablar con nuestro omega.
— No creo que se lo haya tomado mal — dice Edward — Parecía estar bien con lo que estábamos haciendo.
— Nunca está de más hablar sobre lo ocurrido y saber que piensa con respecto a ello — habla Marcel — En algún punto esta conversación hubiera ocurrido.
— Lo sé — Harry está de acuerdo.
— Dijo que mi polla es bonita — Eddi dice mientras se pone un pantalón — Que grosero, mi polla es grande e imponente no bonita — despotrica.
— Moriré joven — se lamenta Marcel al oír a su hermano — Y será culpa de ustedes.
Minutos después los trillizos salen de su habitación y van a la sala, Louis está sentado en un sofá y teclea algo en su teléfono, parece tranquilo, como si ver la relación incestuosa de sus alfas es completamente normal.
— Louis — llama Harry, el omega levanta su dedo índice pidiéndoles un momento y continúa escribiendo en su teléfono, luego de un momento bloquea el aparato y lo guarda en su bolsillo.
— Lo siento — dice Louis — Era un correo importante.
— No hay problema — Edward se sienta en otro sofá y sus hermanos se apresuran en sentarse a su lado y ver a su omega como cachorros perdidos.
— Entonces — inicia Louis — ¿Ustedes se follan entre sí?.
— ¡Louis! — regaña Marcel con las mejillas sonrojadas por lo directo que es su omega.
— Ay por favor, no te hagas el tímido ahora, vi tu lengua en la garganta de tu hermano — dice el omega.
— Y no fue el único lugar donde estuvo — suministra Edward.
— ¡Edward! — grita Marcel, el alfa puede sentir como su cuello, su rostro y sus orejas se calientan, definitivamente parece un tomate.
Decir que Louis se sorprendió al ver a los trillizos en esa situación seria mentir, claro, los alfas nunca dieron indicios de tener ese tipo de relación al menos eso creían ellos pero Louis es un experto leyendo a las personas, fijándose en los pequeños detalles y en sus conductas.
No es un tabú en su sociedad que los alfas follen entre ellos, la preparación que reciben durante años de su vida los acerca de cierta manera, no todos terminan con la polla de su compañero alfa en el culo pero si ese llega a ser el caso, no es mal visto, algunos estudios demuestran que la relación poliamorosa en un nido aumentan las posibilidades de una unión duradera. De esa manera el satisfacer sexualmente a sus alfas no solo queda en manos del omega, sino también de sus compañeros alfa.
Y para Louis fue notorio desde el inicio, pudo ver el brillo en los ojos de Harry al hablar de sus hermanos, y no solo era de admiración, el alfa está enamorado de ellos. La manera en la que Marcel cuida de sus hermanos, se preocupa por sus alimentación y porque tengan todo a la mano y como Edward siempre busca protegerlos y mantenerlos seguros. Para muchos solo sería amor fraternal pero la mano de Harry deslizándose por el muslo de Edward en la primera cita o la cabeza recargada de Marcel en el hombro de Harry al caminar por el bosque fueron actos que no pasaron desapercibidos por Louis.
Y bueno, lo sucedido hace unos minutos lo confirma todo.
— Sabemos que a muchos omegas les gusta ser el centro de sus nidos, ser los receptores de los mimos y el aura protectora — dice Edward mirando a Louis — Hasta hace unas semanas creíamos que asi iba a ser, de jóvenes exploramos nuestra sexualidad entre nosotros y descubrimos nuestros gustos pero por el temor o cualquier otra mierda que nos hizo detenernos nunca dijimos que queríamos tener este tipo de relación.
Louis los mira desde su posición en el sofá y espera a que continúen porque sabe que sus alfas querrán borrar cualquier rastro de duda y otorgarle todas las respuestas.
— Pero siempre supe que estaba enamorado de ellos — confiesa Harry — Y cuando finalmente me armé de valor, actué y lo aceptaron, me aman como yo a ellos y no sé cuál es tu postura respecto a todo esto pero te aseguro que la respetaremos.
— Queremos que sepas que nunca pensamos en ocultártelo, solo buscábamos el momento perfecto para decírtelo — dice Marcel — No pienses ni por un segundo que solo te cortejamos para que nos des cachorros y cuides la casa, que no te queremos o que solo buscamos utilizarte, estamos enamorados de ti, causas cosas inexplicables en nosotros y ninguno te ha dicho aún que te ama pero te juro que voy hacia ahí, a amarte hasta que el corazón me duela.
Algunos omegas encuentran insultante que sus alfas no los vean como la persona más sexy o deseada de sus nido, como la persona a quién más aman y a la única que deben cuidar y proteger. Incluso puede llegar a ser peligroso esté tipo de sentimiento, aceptar que no serás la única fuente de sus deseos, amor y lujuria puede hacer que el odio y el rechazo crezca, un nido donde el omega no se sienta bienvenido es la ruina de la unión sagrada entre los alfas y su omega.
Pero aquí está Louis, sonriendo tan brillante como mil soles, como si lo que le acaban de confesar no fuera algo tan impactante, algo que les tomó años aceptar, algo por lo que temen no tener el amor de sus omega, aquel hombre de hermosos ojos y labios rosas.
— ¿Qué esperan exactamente que diga? — pregunta Louis aún sonriendo — Ustedes se aman desde que supieron lo que significa la palabra y yo acabo de llegar, soy el extraño aquí o al menos así tendría que sentirme pero ese no es el caso, desde el primer día yo fui sus centro de atención, nunca me sentí desplazado o más querido que uno de sus hermanos.
El omega se pone de pie, camina hasta estar al frente de los trillizos, los alfas levantan la cabeza y lo miran desde abajo.
— No me siento engañado, entiendo que tenían que tomar su tiempo para decírmelo y acepto la relación que tienen, mi omega también lo acepta, no se siente desplazado o poco deseado, me gusta que podamos comunicarnos y hablar de estas cosas.
— ¿Entonces no nos dejarás? — pregunta Harry.
— ¿Por qué carajos perdería la oportunidad de ver a alfas follando?.
— ¿Solo te quedas para cumplir una especie de fetiche? — dice Marcel.
— No es un fetiche y me quedo porque no me importa en absoluto su relación incestuosa, los quiero y estoy enamorado de ustedes, además no tendría que cumplir nada porque ya lo vi.
— En nuestra habitación no estábamos follando — habla Edward con confusión.
— No hablaba de ustedes — dice Louis volviendo sobre sus pasos y sentándose donde estaba con anterioridad.
Los trillizos se levantan del sofá con increíble coordinación y Louis haría un comentario burlesco sobre eso pero los ojos de sus alfas no muestran diversión, sus aromas son fuertes y lo hacen marear. Los hombres caminan hasta Louis, esta vez es el omega quien tiene que levantar la cabeza para verlos a los ojos.
— ¿Qué pasa caballeros? — pregunta el ojiazul en cuanto recupera su postura.
— ¿Tú viste a otros alfas follando? — pregunta Harry, su voz es grave y baja, si Louis pone la palma de su mano en el pecho del alfa podría sentir el inicio de un gruñido.
— Lo hice — acepta el omega — No soy precisamente una virgen sonrojada, soy hermoso, inteligente y tengo dinero, he tenido sexo con alfas, betas y omegas, todo sea por el bien de la ciencia.
— Su descaro — dice Edward viendo a sus hermanos asentir y actuando como si Louis no estuviera presente — Vivo por oír sus respuestas ingeniosas.
— Es tan atractivo, solo quiero empujarlo contra cualquier cosa y follarlo — habla Harry.
— No me opongo — informa Louis pero los alfas no le toman importancia.
— Su cintura — continua Marcel — Quiero agarrarlo de ahí y sentarlo en mi regazo, quiero que sienta mi polla presionada en su trasero.
Louis escucha como sus alfas conversan sobre lo que sería follar con él, las posiciones en que lo harían, las cosas que gemiría.
— ¡Hey! — les grita Louis — Salgan de follalandia, sexolandia o como se llame el lugar al que fueron.
Los alfas sacuden sus cabezas y posan su mirada nuevamente en sus omega, Louis les sonríe dulcemente, es el epitome de la inocencia.
— El día que follemos contigo — le dice Edward — Ese será el día en que olvidarás que estuviste con alguien más, lo único que recordarás serán nuestras manos, nuestras bocas, nuestras pollas y las marcas que dejaremos en ti.
Harry se agacha a la altura de Louis y le acaricia la mejilla, sonríe mostrando un hoyuelo y se acerca hasta dejar un beso en la mejilla de su omega.
— Y eso amor — le susurra a Louis — Eso es una promesa.
Notes:
"El sonido de tu risa mientras corres por un campo de flores es el mismo sonido que escucho cada vez que me preguntan sobre mi felicidad"
Chapter 22: Capítulo 21
Notes:
Hola amores, pronto estaré de vacaciones y podré actualizar mas seguido.
Si hay errores ortográficos no son míos, quizá Ao3 está traduciendo la fic, si eso sucede ve al margen superior izquierdo y pon "Mostrar Original"
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Chapter Text
Después de la charla que tuvieron los trillizos con Louis, los alfas deciden preparar la cena y consentir a su omega. Harry prepara la cena, Marcel se encarga de hacer el postre y la ensalada, Edward está a cargo de crear un improvisado nido en la sala para que puedan relajarse y ver una película.
Todo eso ocurre mientras Louis continúa respondiendo correos, la mayoría de ellos sobre la nueva pase, algunos permisos, informes y más mierda burocrática que tiene que hacerse para que todo vaya de acuerdo al plan.
— ¡Cariños! — grita Harry desde la cocina — ¡La cena está lista!.
Marcel sale del lugar con un mandil atado a su cintura y varios platos en la mano, los pone sobre la mesa y Louis se apresura a ir por las copas pero es detenido a medio camino.
— ¿A dónde vas, amor? — pregunta Marcel.
— Por las copas.
— Eres nuestro invitado, nosotros estamos a cargo de todo.
— Alfa — el omega utiliza una voz más suave — Quiero ayudar.
— Tonterías — dice Edward llegando junto a ellos y agarra de la cadera a Louis — Eres nuestra Princesa así que conoce tu lugar.
— ¿Y ese sería? — el omega pregunta con curiosidad.
Marcel se aleja y vuelve a la cocina, aprovechará la distracción de Louis, además no quiere estar presente cuando su hermano seguro diga alguna tontería.
— En mi regazo, luciendo bonito y mortal.
— La mierda alfista y posesiva nunca me gustó — comenta Louis — Pero aquí estoy, tratando de no lubricar por las estupideces que dices.
— Es un placer — responde Edward como si acabara de recibir el mejor cumplido y en realidad lo es.
La cena está llena de risas y de coqueteo, ahora que Louis sabe la naturaleza de la relación entre los trillizos, los alfas son más libres a la hora de hablar y decirse cosas dulces o con doble sentido. El coqueteo descarado de Harry y Louis hacia Marcel tiene al alfa sonrojado y nervioso. Edward mira la interacción sumamente feliz, todo lo que siempre quiso está pasando justo frente a sus ojos.
— Me iré por dos días — dice Louis, dejando a los alfas en total silencio.
— ¿Qué? — pregunta Harry, la copa de vino a medio camino de sus labios.
— Tengo que irme para recibir un seminario.
— Pero… — el alfa no puede terminar la oración porque se encuentra devastado.
— ¿Cuál es el problema? — dice el omega — Hace unas semanas estuve fuera de la ciudad y ustedes no se lo tomaron tan mal.
— Aún no te cortejábamos — le recuerda Harry — Ahora es diferente, nuestros instintos son más fuertes y estamos más conectados a ti. Tenerte lejos será difícil.
— También es difícil para mí — confiesa Louis — Pero todos sabíamos que iba a ser un cortejo poco común, mi trabajo no tiene horarios.
— Lo sabemos, omega — dice Edward — Aun así es complicado.
— Cuando vuelva ¿Puedo quedarme a dormir aquí? — pide el ojiazul.
— Por supuesto, cariño — Marcel concede — Eso nos haría feliz.
Louis besa castamente los labios de su alfa con aspecto de bibliotecario sexy, su Marcel siempre es comprensivo y complaciente, está totalmente enamorado del cursi alfa.
Después de la cena se acurrucan en el nido, los aromas de sus alfas se combinan a la perfección y es seguro decir que la piel de Louis olerá a ellos por dias. El omega aprovecha y esparce su olor por las prensas de ropa, quiere que los trillizos también huelan como él.
Dioses, sabe que los va extrañar, no quiere ni imaginarse como será cuando ya sean compañeros y lleve sus marcas.
[…]
Es difícil para los trillizos ver la camioneta de sus omega alejarse por la carretera pero saben que es importante para Louis, será el Capitán de una base militar, el orgullo vencerá a la tristeza, al menos eso esperan.
— Niall me dijo que Zayn está en casa — le dice Edward a sus hermanos.
Han querido hablar con Zayn desde hace unos dias pero no tuvieron la oportunidad. La conversación que tienen pendiente no puede esperar.
— Marcel conduce — dice Harry mientras corre a sentarse en el asiente del copiloto.
— No pienso sentarme en el asiento de atrás — Edward gruñe — ¿Qué soy, un puto niño?.
— ¡Lo siento hermano! — grita Marcel corriendo hasta el vehículo y arrancando el motor.
Edward camina lentamente y se sube a la parte trasera, cierra la puerta con fuerza, se cruza de brazos y mira con enojo a sus hermanos desde el espejo retrovisor.
— Sonríe Eddi — pide Harry mientras ríe.
Marcel conduce y trata de bloquear los gritos de Harry producto del ataque de Edward a su cabello, les grita a ambos cuando Harry le muestra un mechón de cabello que Edward le arrancó.
Llegan a la residencia de los Malik/Payne/Horan, Liam y Niall están en el hospital asi que estarán solos con Zayn, el alfa no es tan cercano a ellos, su trabajo y el poco tiempo que pasa en su casa no les permite formar una amistad más cercana.
Caminan hasta la puerta y antes de que toquen Zayn les grita que entren.
— A veces me asusta — les dice Harry a sus hermanos.
— Louis también hace lo mismo — Edward les recuerda — Seguro es una cosa de militares.
Ingresan a la casa y ven a Zayn sentando frente al televisor, con una cerveza en la mano y con bocadillos en un tazón.
— Hay cervezas en el refrigerador — les dice el pelinegro — Y hay más bocadillos en el cajón al lado de los platos.
Harry asiente, va en busca de las bebidas y la comida, Marcel y Edward se sientan en los sofás, un partido de futbol se reproduce en el televisor.
— ¿A que debo la visita? — el alfa siempre ha sido directo, no le gusta perder el tiempo.
— ¿Has hablado últimamente con Louis? — pregunta Harry volviendo de la cocina y entregándole las botellas de cerveza a sus hermanos.
— Conversamos el otro día, no tiene mucho tiempo, está ocupado con el trabajo y unos imbéciles están cortejándolo — dice Zayn.
— ¿Sabes quienes están cortejándolo? — inquiere Edward.
— Sí — el alfa se mueve, agarra el control remoto y apaga el televisor — Los mismos que interrumpieron mi día libre.
— Oh vaya — susurra Marcel — Entonces lo sabes.
Zayn toma el último trago de cerveza sin quitarles la vista de encima y abre otra botella del mismo modo.
— ¿A que vinieron? — escupe el alfa pelinegro.
— Como ya sabes — dice Edward — Estamos cortejando a Louis, hemos hablado de muchas cosas, pero algo casi hace que nuestra relación se quiebre.
— ¿Qué? — gruñe Zayn — ¿No les gusta su trabajo?.
Zayn ya ha pasado por esta mierda antes, alfas que se alejan de su amigo por ser un omega militar, a los alfas débiles les asusta un omega que no sea del todo sumiso y maleable, pobres estúpidos.
— No no — se apresura a tranquilizar Harry — Queremos a Louis, que sea un militar solo lo hace aún mejor.
— Es sexy — dice Edward.
— Y también inteligente — complementa Marcel, no quiere que el mejor amigo de su omega piense que solo lo ven como un pedazo de carne, claro que Edward no lo dice con esa intención pero nunca está de más aclararlo — Es divertido y amable, también protector y amoroso.
— Sé todo eso — dice Zayn — Es mi mejor amigo.
— Y por eso estamos aquí, necesitamos de tu ayuda para mantenerlo a salvo — pide Harry.
— Idiotas — dice el pelinegro mientras niega y una sonrisa burlesca se pinta en sus facciones — ¿Louis sabe que están aquí?.
— No — dicen los trillizos al unísono.
— Váyanse ahora, hablen con su omega, si se entera que están haciendo algo a sus espaldas, les pateará el trasero y no lo volverán a ver jamás.
— Esto es importante Zayn — dice Edward — La vida de Louis está en peligro.
— Si Louis necesitara ayuda me lo diría, si algo está ocurriendo seguro él sabe cómo manejarlo.
— Espera — habla Harry — ¿Tú no sabes de lo que se trata?.
— Claramente no y tampoco quiero saberlo, la ira de Louis no es algo a lo que me quiera enfrentar — el alfa ya pasó por eso antes y no está dispuesto a repetirlo.
— Pensamos que estabas al tanto, tú viste el video de tortura — Edward lo recuerda claramente y le parece extraño que Louis no haya hablado con Zayn.
— ¿De qué carajos estás hablando?
— El día de tu boda, estabas viendo un video, era Louis, lo recuerdo bien.
— ¿Y que hay con eso? — se burla el morocho — Era parte de su trabajo.
— Sabemos que estaba vengando la muerte de su amigo — responde Marcel.
Mierda. Zayn esperaba de todo menos eso, tendrá que hablar con Louis, no sabía que su confianza con los trillizos era extrema.
— Eso no cambia nada y tampoco explica que mierda hacen en mi casa — no saber lo que está pasando es algo que molesta a Zayn.
— El tío del muchacho al que mató — dice Edward — Es el jefe de una mafia y está buscando a Louis.
— Vinimos aquí para que nos ayudes, él dijo que puede manejarlo y no queremos hacer nada para que piense que no confiamos en él pero necesitamos protegerlo — pide Harry.
— Y es precisamente lo que están haciendo — habla Zayn — No están confiando en él, entiendo como alfa que es primitivo tratar de proteger a nuestro omega pero confíen en él, si los necesita vendrá a ustedes, no duden de Louis.
— Pero es nuestro omega, si algo le pasa y es por culpa de nuestra incapacidad jamás podremos perdonárnoslo — gruñe Edward — Queremos mantenerlo a salvo.
— Puede parecer delicado y vulnerable — dice Zayn — Pero lo he visto matar alfas del doble de su tamaño, si Louis dice que puede manejarlo yo sé que puede hacerlo y ustedes deberían hacer lo mismo.
— Zayn tiene razón — suspira Marcel — Debemos confiar más en nuestro omega y en sus capacidades, se mantuvo a salvo por 25 años, no podemos llegar y pretender ser sus príncipes azules y él una damisela en peligro, Louis es su propio caballero de brillante armadura y si nos necesita estaremos ahí para él.
— Por fin un alguien sensato — dice Zayn — Si quieren a Louis Tomlinson como omega también tendrán que aceptar al Capitán Tomlinson, Calamity para los colegas.
Los trillizos se miran entre sí, todos regañándose mentalmente por su falta de confianza y tratando de reprimir sus instintos alfas. Saben que tendrán que hablar con Louis más a fondo y expresar sus preocupaciones porque por más que lo intenten no se irán de un día para otro.
Además quieren saber ¿Quién carajos es Calamity?.
Notes:
"Si fuera un pájaro azul volaría hacia ti"
Chapter 23: Capítulo 22
Notes:
Hola amores, les informo que esta fic también se encuentra en Wattpad, mi usuario es Vert_et_Bleu_R. Las actalizaciones se darán primero aquí y luego en esa plataforma, no se olviden de dejar sus felicitaciones y comentarios.
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Chapter Text
Las botas negras y lustradas suenan por cada paso que da el Capitán Tomlinson, los soldados se levantan y saludan con respeto hasta que el militar de alto rango continúa su camino.
Louis mentiría si dijera que no le gusta toda esta mierda jerárquica, lo hace sentir poderoso y respetado, no es una cuestión de ego, en realidad es un hecho, es un militar de alto perfil, no solo por ser un Capitán, sino también por ser un omega, nunca antes alguien de su casta a obtenido un rango similar.
Acaba de llegar a la base, va directo a recibir el curso al que está obligado a asistir, sabe que se encuentra con Ben y Charlie ahí.
— Te lo dije — le dice Charlie a Ben en cuanto Louis ingresa a la sala.
— Buenos días a ustedes también — el omega se saca la gorra y la pone en su regazo, su uniforme le queda holgado y esconde sus curvas, no es como si importara.
— Ben dijo que un alfa se acercaba y yo le dije que eras tú — comenta el alfa.
— ¿Por qué pensaste que era un alfa? — pregunta el omega mirando a su compañero beta.
— Tu aroma — dice Ben — Hueles como si te hubieras fusionado con varias alfas.
— Y puedo imaginar las formas en que eso sucedió — Charlie levanta sus cejas sugestivamente.
— Cabrón pervertido — le sisea Louis — Es el aroma de mis alfas, me marcaron antes de venir, supongo que eso les hace sentir mejor por la separación.
— Quiero conocerlos y preguntarles que se siente ser así de bendecidos por los Dioses — habla Ben.
— Si no te conociera mejor pensaría que estás enamorado de Calamity — Charlie bromea con el beta.
— Bueno, si se trata de ser sinceros, confieso que estuve enamorado del dulce omega cuando era un joven hormonal — confiesa Ben, sin ningún atisbo de burla en su expresión.
— Yo también — dice Charlie — Era el único omega en nuestro regimiento.
— Sigo aquí por si no lo notaron — Louis les llama la atención — No es un secreto que lamian el suelo que pisaba pero espero que ya no alberguen ese sentimiento por mí.
— Por supuesto que no — Charlie se apresura en aclarar — Tengo una linda omega embarazada en casa y mi compañera alfa me mataría si llego a lastimarla.
— No sabía que serás padre — dice Louis, los hombres pueden bromear entre ellos durante el trabajo pero no son amigos, nunca hablan de temas personales tan profundos, solo cosas superficiales, en su mayoría se debe a que no quieren poner en peligro a su familia, mientras menos sepan otros, mejor para ellos — Felicidades, eres un buen militar, espero que seas igual de bueno siendo un padre.
— Felicidades hombre — Ben palmea la espalda de Charlie, quien les sonríe tímidamente a sus colegas.
Mientras esperan que el instructor venga a dictar la clase, Louis se pone a pensar en lo poco que conoce a los hombres a su lado. Nunca ha sido muy sociable, siempre tenía que mostrarse fuerte y frío, de lo contrario nadie lo tomaría en serio.
Cuando conocí a Zayn, su amistad tuvo un comienzo peculiar, si de un golpe a la nariz del alfa estamos hablando. Poco a poco el morocho ganó su confianza y ahora es su mejor amigo.
Conoció a Ben y Charlie cuando se hacía un nombre en el ejército, por sus capacidades y eficiencia. El alfa y el beta eran unos aduladores de primera, siempre querrían estar en su equipo e ir a sus misiones. Durante sus horas largas de desvelo mientras vigilaban a objetivos, llegó a conocerlos un poco.
Ben tiene 26 años, es especialista en informática, ingresó al MIT pero debido a razones desconocidas se enlistó, le gusta cocinar y teje cuando está estresado, Louis tiene un par de guantes que lo prueban.
Charlie es un alfa de 25 años, toda su familia es militar, su padre llegó hasta el rango de Mayor pero lamentablemente murió en una misión. Tiene un curriculum intachable, no hay ninguna mancha o algo que esconder, y todo en él grita militar, desde su porte hasta la manera en la que habla.
Sabe sus tipos de sangre pero no conoce el nombre de la omega de Charlie, sabe que Ben es alérgico a las fresas pero no sabe el nombre de su padre. Louis entiende que las cosas tienen que ser así, ellos conocen a su familia debido a que su padre Magnus es una persona influyente y de poder pero si fuera por el omega, no sabrían nada.
Pero ahora Charlie le contó que será padre y esa información no puede tomarse a la ligera, intuye que quizás se deba a que él también está por formar una familia, les dijo que “consiguió” a tres alfas, no dijo sus nombres y ellos no tiene idea de quienes son pero les compartieron algo importante en su vida y ese es el primer paso para formar una amistad.
Una lenta sonrisa se dibuja en el rostro del omega, hace un mes atrás le hubiera importado una mierda tener a estos hombres como sus amigos pero justo ahora se siente feliz de saber que uno de ellos será padre. No se está volviendo suave o blando pero cree que es hora de tener más gente a su alrededor, personas en las que confían y tienen un soporte.
El instructor llega minutos después y la charla se extiende por horas, les informan sobre las horas de entrenamiento permitidos, el trato que deben darle a los soldados, los pasos a seguir si en caso hay desertores y otras cosas más.
Cuando salen de la oficina el sol ya se ha escondido y después de estar horas en una habitación con poca luz les cuesta visualizar el pasillo iluminado, caminan juntos y se dirigen a sus habitaciones, mañana tendrán un entrenamiento, así que deben descansar.
El teléfono de Louis vibra cuando le llega un mensaje, lo saca del bolsillo de su cazadora y lee “¿Te llegó nuestro regalo?”. Los trillizos saben la ubicación de la base ya que ésta no es una secreta, las personas vienen aquí a enlistarse ya recibir orientación.
El omega continúa caminado algo confundido hasta que un larguirucho soldado viene en su dirección sosteniendo un ramo de flores y una bolsa de regalo. Dioses, quiere que la tierra lo trague y no lo escupa nunca.
— Capitán Tomlinson — dice el muchacho mientras hace un pobre intento para hacer un saludo marcial pero con las manos ocupadas no logra su objetivo.
— Está bien — le dice Louis al ver la preocupación en su rostro — Puede descansar, Smith.
— ¿Quién me envió flores? — pregunta Ben — Mi última ligue me sacó de su departamento porque no recordaba su nombre al día siguiente.
— No son para usted, señor — dice el soldado — Esto llegó para usted Capitán Tomlinson.
— Oh bien, gracias — Louis puede sentir como su cuello y su rostro se calientan levemente, está controlándose para no parecer un adolescente nervioso y sudoroso.
Smith le entrega el ramo de flores y también el regalo, luego hace un saludo militar como es debido y pide permiso para retirarse, Louis asiente y el soldado se marcha. El omega continúa en el pasillo sosteniendo el presente y sus dos compañeros lo miran con curiosidad.
— Entonces — dice Charlie — ¿Quién nos envió flores?.
— Para mi sexy Alfajor — lee Ben — ¿Qué mierda? ¿Con qué tipo de gente te relacionas, Louis?
— ¿Cómo un alfajor puede ser sexy? — pregunta charlie en voz alta.
— ¡Ay Dioses! — grita Louis — Lo voy a matar, haré de la vida de Edward un infierno.
— ¿Qué hay en la bolsa? — Ben trata de ver en el interior.
— Tengo que irme — se apresura a decir Louis — Noche de sueño reparador y más mierda como esa. Adiós.
El omega se apresura en caminar hacia su habitación y cierra la puerta con fuerza en cuanto ingresa, pega su espalda a la madera y se desliza lentamente hasta el piso. Saca la tarjeta y la lee nuevamente: “Para mi sexy Alfajor – E. Styles”.
Marca el número de Edward y el alfa contesta al primer tono.
"¿Te gusto?" la voz del alfa es esperanzada.
— ¿En serio, Edward? — habla Louis — ¿Enviar eso a mi trabajo? Los idiotas de mis compañeros me molestarán por siempre.
“Lo siento” ahora el tono de Edward es plano “No pensé en eso, solo quería darte algo, seguimos cortejándote y no queríamos que hubiera un día en que no te consintamos”.
— Lo sé, alfa — concede Louis — Y si me gustó, las flores son hermosas — inhala y siente el suave aroma — Gracias.
“¿Viste que hay en la bolsa?”.
Louis pone el altavoz y deja el celular en el piso, abre la bolsa y saca un diario del interior.
“Lo hizo Marcel” dice Edward “Le gusta hacerlos de manera casera, la flor en la portada es un narciso, no tengo idea de cómo lo hace pero es bonito ¿verdad?”.
— Lo es — el omega pasa su índice por los bordes de la flor seca, puede sentir escozor en los ojos, pronto las lágrimas fluirán — Es muy bonito.
“Y Harry escribió el coro de una de sus canciones en la primera página, mis hermanos son demasiado cursis, opino que huyamos”.
— Tonto — dice Louis mientras lee lo que escribió su Harry — “Caminaría a través del fuego por ti” malditamente cursi.
“Personalmente no le creo nada” dice Edward “El otro día se cortó con papel y estuvo llorando por horas”.
— ¡Oi! — le grita Louis — No molestes a mi alfa, Harry es un príncipe hermoso.
“Y tú eres mi Princesa”.
— ¿Sabes con quién estás hablando? — le pregunta Louis con tono mordaz — Soy el primer omega en ocupar el rango de Capitán, soy un especialista en combate cuerpo a cuerpo, estoy entrenado para la desactivación de aparatos explosivos, hablo 4 idiomas y soy un maldito Tomlinson.
“Estoy excitado” gruñe Edward.
— Buenas noches, alfa — dice Louis antes de colgar.
Sonríe tiernamente y huele una vez más las flores.
Notes:
"Solo di que me necesitas y nunca me separaré de ti"
Chapter 24: Capítulo 23
Notes:
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Chapter Text
Jóvenes soldados van de una mesa a otra con fuentes de comida, se reúnen con sus amigos y compañeros para desayunar. Los Mayores y el Coronel de la base comen en la mesa principal, es el único beneficio que obtienen ya que la comida es la misma para todos.
— Extraño las galletas de mi esposa — dice el Coronel, un hombre mayor, de unos cincuenta años con una pequeña barriga cervecera.
— ¿Cómo va su hija en la naval? — le pregunta otro Mayor, si Louis no se equivoca su nombre es Max.
— Va muy bien — dice el Coronel, la expresión de orgullo se refleja en su rostro — Está pateando traseros.
— Bianca es ruda, estoy seguro de que es una excelente cadete — dice Louis mientras le da su tasa de avena a Ben, no importa en que base se encuentre o en que parte del mundo, la avena sigue sabiendo horrible.
— Te envía saludos — dice el alfa — Espera que puedas reunirte en algún momento con ella, su compañero también está en la naval.
¿Louis olvidó mencionar que esto sucede seguido?, puede que lo respeten y sientan admiración por las cosas que ha logrado y por la persona que es pero eso no evita que en algún momento se hagan cometarios como estos. Algún Mayor, Coronel o General quiere emparejarlo con sus hijos, sobrinos, ahijados, amigos.
Es sumamente irrespetuoso pero consideran que si se lo dicen amablemente, con una sonrisa en el rostro y ostentando su jerarquía no es mal educado o alfista en absoluto.
— En las próximas semanas estaré a cargo de un batallón así que no creo tener tiempo — dice Louis — Pero envíele mis saludos.
— Ya veo — el Coronel no se ve nada contento con la respuesta negativa — Ella y su compañero tienen la intención de cortejarte.
Las personas en la mesa guardan silencio y este se extiende por todo el comedor, los soldados muy conscientes de que el ambiente tranquilo en el que se encontraban sus superiores ha cambiado.
Louis solo suspira, ha lidiado con esto antes así que no es nada difícil aunque esta será la primera vez que rechazará a la hija de un Coronel frente a sus soldados. En verdad no quiere hacerlo pero está cansado, ayer entrenó durante todo el día, el cuerpo le duele y no logró dormir más de dos horas, hoy solo iba a desayunar y luego volvería a casa o bueno, a casa de sus alfas pero las cosas a veces no salen como las planeas ¿verdad?.
— Coronel — dice Louis, con ese tonito condescendiente que lo caracteriza cuando está a punto de explicar lo obvio y considera estúpida a la otra persona — Conozco a Bianca desde que éramos niños, si ella quisiera iniciar una relación conmigo, lo hubiera dicho y amablemente me hubiera negado no porque ella no sea una buena persona y alfa, sino porque no tengo ningún interés en las mujeres.
— Ella es una alfa — gruñe el General — Ella será lo mejor que encontrarás, deberías estar agradecido de yo que te considere como alguien digno de ella, omega — dice lo último como si solo usar el término le diera asco.
Vaya, un vejestorio que se cree mejor por ser de una casta diferente a la que considera débil, de nuevo, nada con lo que no haya tratado antes. Esto solo será un paseo en el parque para Louis.
— Ahí está — Louis sonríe, la picardía brilla en sus ojos. Ben y Charlie tienen que controlarse para evitar sonreír a la par del omega, saben que una respuesta ingeniosa está por venir — Usted es quien me tiene en consideración y que desagradable es eso, por lo menos si hubiera sido Bianca me habría sentido halagado pero tal y como son las cosas solo me siento decepcionado, es decir ¿Qué estoy haciendo mal para que usted me considere un buen partido?.
— ¡Tú! — gruñe el alfa golpeado su puño en la mesa, los utensilios vibran por el golpe. Ben y Charlie se mueven sutilmente para proteger a Louis — Omega irrespetuoso, deberías estar en tu casa, cocinando y cuidando a los niños, no aquí, jugando al soldadito, siendo el hazme reír de todos.
Louis parpadea lentamente y muerde una manzana, la fruta tiene el mismo color que la cara del Coronel, si esto fuera una caricatura, el humo estaría saliendo de las orejas del alfa, así de molesto está.
— Desde que pude ponerme en pie, controlar mi cuerpo y pensar adecuadamente he querido ser un soldado, no solo fue una cuestión de decisión sino de vocación — todos los alfas y betas que están en el comedor tienen sus ojos puestos en él — No estoy aquí jugando al soldadito, soy un Capitán, he ganado mi grado con sangre, sudor y lágrimas y nadie, escúcheme bien — Louis se levanta y el Coronel da un paso atrás — Nadie va desmerecer mis logros, mucho menos un hombre que se cree superior a mí por tener un nudo en el pene.
El Capitán ojiazul aplana las arrugas invisibles en su uniforme, se pone la gorra y levanta la mano antes de que el Coronel pueda dar un contraataque.
— Si quiere presentar sanciones disciplinarias puede hacerlo — el omega sonríe maliciosamente — Estaré encantando de poder declarar lo que acaba de suceder, hay más de 500 testigos, ya debe usted saber que no habrán buenos resultados.
— Vete a tu casa, omega frígido — murmura el Coronel cuando Louis da unos pasos, por supuesto el alfa quiere tener la última palabra.
— Iré a casa — acepta Louis volviendo en sobre sus pasos y mirándolo a los ojos — Mis alfas me esperan.
Louis sale del comedor y puede sentir las miradas de todos, es como si contuvieran el aliento para no enojar más al Capitán, nadie quiere ser el receptor de su lengua afilada y de sus ojos azules mortales.
Camina hasta el cuartel principal por su maletín, quiere irse de este lugar cuanto antes, puede sentir la ira recorriendo su cuerpo y solo tiene ganas de volver y darle un cabezazo al Coronel idiota. Entra a su cuarto y rápidamente manda un mensaje para que un vehículo oficial lo espere en el estacionamiento y lo lleve a casa.
Casa.
Se da cuenta de que ha vuelto a referirse a la casa de los trillizos como suya, sorprendentemente la idea no lo asusta, deja escapar una pequeña risa y pone su maleta al hombro. Camina hasta el estacionamiento pero Charlie y Ben aparecen en su campo de visión, ya lo han visto asÍ que es demasiado tarde para dar la vuelta e ir por otro camino.
— Te amo Calamity — dice Ben — ¡Hazme un hijo! — grita el beta, Louis le da un golpe en la cabeza.
El omega continúa caminando y sus colegas lo siguen.
— Se me puso la piel de gallina — comenta Charlie y Louis rueda los ojos — Pensé que ibas a lanzarte encima del viejo, ¿Es malo que quisiera que eso sucediera?.
— No hombre — Ben se ve extasiado — Max y yo estábamos a punto de hacer una apuesta para ver quien iba a ser el ganador.
— El malnacido puede pedir que me expulsen, esa escoria no se quedará de manos cruzadas al ser humillado públicamente — la adrenalina ha desaparecido del cuerpo del omega, ahora es más consiente de las consecuencias, no fue su culpa pero se debe andar con cuidado cuando le hablas así a un Coronel — Prefiero que me saquen los ojos y me corten los huevos antes de ser expulsado.
— Ah, cuanta dulzura, palabras tiernas del dulce omega — se burla Ben.
— Miras al alfa que está ahí — le dice Louis a Ben, señalando a un hombre a la distancia.
— ¿El que se parece a Mick Jagger pero guapo?
— Ese es mi alfa — Louis sonríe — Que no te engañe su apariencia, si te oye llamarme omega, vendrá aquí he intentará golpearte, estoy seguro de que es un buen peleador pero tú estás entrenado, así que será inevitable que termines golpeándolo y yo no permitiré eso, así que te noqueare.
— ¿Me golpearías? — Ben suena horrorizado.
— Lo haría sin dudarlo, es mi Alfa, te golpearía y sonreiría en todo momento — para probar su punto, el omega sonríe dulcemente.
— Creo que olvidé algo en el cuartel. Adiós. — el beta camina apresuradamente.
— No había necesidad de asustarlo — Charlie golpea sus hombros y lo empuja levemente.
— Lo hacía por su bien, soy un buen samaritano, lo ayudé al advertirle del peligro.
— Lo que tú digas — Charlie se detiene, la expresión juguetona es cambiada por una seria — Si el Coronel te da problemas solo dime, tu padre también es un Coronel y sé que mi ayuda no serviría de mucho pero si puedo hacer algo por ti, lo haré.
— No te preocupes amigo, lo tengo bajo control.
— Está bien, solo no olvides que puedes contar conmigo — Charlie le da golpecitos en la cabeza como si estuviera cariñando un cachorro — Ya me voy, tu alfa me ve como si quisiera asesinarme ¿Cómo puede verse tan amenazante teniendo los pezones al aire?.
— No lo sé, antes de él un hombre así me habría parecido repulsivo pero ahora me parece caliente.
— No quería saber nada de eso — Charlie bromea, se despide de Louis y el omega camina hasta el alfa.
Harry lo espera con los brazos abiertos y Louis se acurruca en el pecho de su alfa, la piel del ojiverde es tibia contra su mejilla y su aroma es agradable, justo lo que necesita en este momento.
— Te extrañé — dice Louis.
— Yo también, amor — Harry besa su coronilla — Y debo decir que te ves muy bien en tu uniforme.
— ¿En serio?.
— En serio — el alfa besas sus mejillas y baja sus manos hasta la curva del trasero de su omega — Vamos a casa, te daré un masaje y podrás dormir un poco, no creo que las camas del ejército sean suaves, mi omega necesita descansar.
— ¿Tu omega eh? — Louis lo mira y arruga adorablemente su nariz.
— Sí, el más bonito de todos.
Louis suelta una risita y muerde suavemente la clavícula de Harry, el alfa le da una palmada en el trasero.
— ¡Cuidado con esa mano, Styles! — chilla Louis — Aún estoy uniformando y estamos en la base, sigo siendo el Capitán Tomlinson.
— Me disculpo, cariño, prometo que no volverá a ocurrir.
Louis bate sus pestañas y mira a su alfa. Harry se ve deslumbrante a pesar de ser las 7 de la mañana y haber conducido durante la madrugada para venir a recoger a su omega.
— Llévame a casa, Hazz — pide el omega — También extrañé a mis otros alfas.
Harry besa castamente a su omega, luego recoge la maleta que está tirada en el piso y guía a su omega con una mano posesiva en su espalda baja.
Notes:
"La vida es una mierda pero cuando tú me miras, todo se vuelve más soportable"
Chapter 25: Capítulo 24
Notes:
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Chapter Text
Louis se pone las gafas de sol y baja la ventana del vehículo, el viento se cuela y mueve su cabello. Harry mira la vista por el rabillo del ojo y podría estar babeando pero eso no sería nada sexy.
— ¿Tus hermanos están en casa? — Louis pregunta mirando la mandíbula de su alfa, no puede resistirse y levanta la mano para pasar su dedo índice por el rostro cincelado.
— Marcel tiene una reunión con su editora pero no tardará mucho y Edward está en el trabajo, dijo que trataría de salir temprano.
Louis asiente y saca el teléfono del bolsillo de su uniforme, marca el número de su padre Marcos quien responde rápidamente.
“Hola cachorro ¿está todo bien?” pregunta el alfa rápidamente.
— ¿Es que acaso me odias?.
“¿Qué?” su padre suena realmente sorprendido.
— Le diste ese trabajo pesado a Edward y ahora no puedo verlo —sisea Louis — Eres malo.
“Cachorro” su padre suspira como si no pudiera entender el comportamiento de su hijo “El doctor Styles es la persona más capacitada para el trabajo, además él quería mucho ese puesto”.
— No lo sé, no estoy seguro de creerte — Louis refunfuña y a Harry le parece tierna la actitud de su omega, algo que rara vez puede ver.
Louis es fuerte, sarcástico y bullicioso, siempre brilla y llama la atención pero pocas veces es suave o engreído y eso es algo que Harry siempre quiere ver, quiere acariciar a su omega, darle un baño y acurrucarse a su lado. Es justo lo que hará en cuanto lleguen a casa.
“¿Sabes dónde estoy en este momento?” Marcos pregunta aparentemente de la nada.
— ¿En casa? — Louis intenta adivinar — ¿En un congreso?.
“Estoy en la galería del hospital, viendo como Edward opera a un paciente”.
— ¡¿Qué?! ¡Papá quiero verlo por favor! — suplica el omega.
“No lo sé, te odio así que no quiero hacer algo que te haga feliz” el alfa mayor se burla y Louis rueda los ojos porque su padre es un ridículo.
— De todas maneras iré, guárdame un asiento — dice antes de colgar y no esperar la réplica de su padre.
— Entonces — Harry mira a su omega brevemente antes de volver la vista a la carretera — ¿Te llevo al hospital? — trata de que su tono no revele lo que siente, no quiere que Louis se dé cuenta de este sentimiento extraño, algo parecido a los celos o quizá la decepción por no poder tener tiempo a solas con su omega, solo quiere oler un poco más a Louis y cocinarle algo, demándenlo por no querer llevarlo al hospital a ver a Edward sino preferir llevarlo a casa y consentirlo todo el día.
Louis toma la mano libre de Harry y besa el dorso, el alfa respira con fuerza y aprieta el volante hasta que sus nudillos estén blancos.
— Solo molestaba a mi padre, cariño — Louis dice sonriendo suavemente — Quiero ese masaje que me prometiste, luego usaré una de tus camisetas y me acurrucaré contigo hasta que mi estómago gruña y te pida que cocines para mí.
¿Acaso lee mentes? Piensa Harry mientras asiente, deja que el alivio y la felicidad recorran su cuerpo.
En cuanto pasan el umbral de la puerta y ambos se sacan los zapatos, Harry carga a su omega al estilo nupcial y lo lleva hasta su habitación, cruza a toda prisa hacia el baño y una vez allí lo baja de sus brazos. Louis lo mira con una ceja alzada y el alfa se sonroja un poco pero mantiene su sonrisa coqueta.
— Así que — dice Louis — ¿No me desvestirás? Me duelen los brazos por las planchas que hice ayer.
— ¿Tú quieres que yo lo haga? — pregunta Harry con duda pero da un paso más cerca de su omega.
— Si tú no estás dispuesto puedo llamar a alguien más para que me desvista — Louis desafía y obtiene lo que quiere, Harry le quita la chaqueta militar y la deja al costado del lavabo, lentamente le quita el polo verde y jadea cuando ve por primera vez el pecho tatuado y el torso marcado de su omega, está a segundos de arrodillarse y empezar a adorarlo.
— No seas tonto — el ojiazul le golpea el brazo y lo saca de su divagación interna — Si te arrodillas será para que me chupes la polla no para que me adores.
— Uh — Harry inclina la cabeza y es la viva imagen de la confusión, ahora está seguro de que Louis lee mentes.
— No leo mentes, idiota — regaña el omega — Estás diciendo lo que piensas en voz alta.
— Vaya.
— Ahora quítame los pantalones — ordena el ojiazul, el alfa se inclina un poco y desabrocha el cinturón antes de quitar el botón y bajar los pantalones con una lentitud impresionante.
— Harry — dice Louis — Puedes babear sobre mis muslos en otro momento, ahora solo quiero un masaje.
— Lo siento, es que es inevitable no mirarte — se excusa el alfa — Eres bonito.
Contra todo pronóstico el alfa desviste a su omega hasta dejarlo solo con calzoncillos puestos. Abre el grifo del jacuzzi, vierte un líquido para las burbujas y otro con aroma a cítricos. Ayuda a Louis a subir a la bañera y su omega se deja hacer, no cuestiona porqué está en la bañera en lugar de recibir un masaje.
— Primero te daré un baño — dice Harry — Un poco de burbujas y un aroma agradable harán que estés más relajado.
Louis se sienta e instantáneamente la tensión abandona su cuerpo, se sumerge un poco y mira a Harry. El alfa contiene el aliento por el bello omega, las gotas de agua se deslizan por la suave piel y los ojos de Louis se ven mucho más claros.
— Lo estás haciendo de nuevo, alfa — le dice el omega — Me estás mirando como si quisieras devorarme.
— Quiero hacerlo.
— Pronto, la espera valdrá la pena.
— No lo dudo.
El alfa toma la esponja y la pasa lentamente por el cuello, los brazos y la espalda de su omega, Louis solo cierra los ojos y se deja mimar, los últimos dias fueron más desgastantes y que su alfa se ocupe de él y lo cuide con tanto cariño y dedicación hace que quiera besarlo, morder su clavícula y tirar un poco de sus rizos castaños, es justo lo que termina haciendo.
— ¡Dioses! — jadea Harry entre los labios abiertos de su omega — Por favor, dime lo que quieres que haga, haré cualquier cosa.
— Si continuamos no podremos detenernos — dice Louis aunque inclina el cuello y deja que Harry reparta besos en la zona.
— Eres caliente, las cosas que te haré no tienen nombre — finaliza lamiendo uno de los pezones rosados de Louis.
— Tráeme ropa por favor — dice el ojiazul besando la mejilla de su alfa — Quiero vestirme y dormir contigo.
— Define dormir.
— Tonto.
El alfa se pone de pie y su erección queda a la altura del rostro de Louis, Harry lo mira desde arriba moviendo las cejas sugestivamente y Louis palmea la polla erecta y el alfa suelta un ruido extraño, una mezcla de gemido y gruñido.
— Acabas de matar a algunos de nuestros cachorros.
— Eres un asqueroso — Louis sonríe mientras Harry camina incómodamente fuera del baño pero vuele unos minutos después con una camiseta grande y un calzoncillo nuevo.
— Si necesitas algo más solo dímelo — dice Harry — Estaré esperándote afuera.
Vuelve a salir y Louis se viste tranquilamente, mira una fragancia masculina y se perfuma un poco, cuando sale mira a su alfa sentado en la cama con la espalda pegada a la cabecera, su erección a desaparecido así que eso es algo bueno, no quiere acurrucarse con una polla picando su trasero.
Harry palmea el colchón a su lado, Louis camina y Harry lo jala del brazo cuando está cerca, besa su frente y lo voltea para poder abrazarlo desde atrás, los cubre con una sábana fina y Louis suspira suavemente.
— Descasa amor — dice Harry y esta vez besa la nuca de su omega.
— Te quiero — Louis responde aunque la otra palabra de tres letras está en la punta de su lengua. Pronto, se dice, pronto le diré que lo amo.
Notes:
"La espera valió la pena, porque estaba enamorado"
Chapter 26: Capítulo 25
Notes:
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Chapter Text
El omega despierta sintiéndose descansado y relajado, sonríe sin abrir los ojos, amando el cuerpo cálido a sus espaldas y el fuerte brazo que lo sostiene por la cintura, por el aroma sabe que el alfa que lo abraza no es Harry.
Abre los ojos lentamente y parpadea un par de veces para acostumbrarse a la luz, en cuanto mira claramente ve a otro alfa frente a él, sin duda es Marcel. El omega levanta la mano y pasa el dedo por el masculino perfil de su alfa quien sonríe suavemente en sueños.
Siente que el brazo que lo rodea lo aprieta y lo jala consigo un poco más, Edward besa el omoplato de su omega y se acurruca más cerca, puede sentir el estremecimiento del cuerpo de Louis.
— ¿Estás despierto, Pastelito? — pregunta Eddi mientras acaricia la cintura de Louis.
— Estaba profundamente dormido — miente el omega — Hasta que me despertaste, eres muy desconsiderado, alfa.
— ¿Por qué siento que estás mintiéndome? Puedo castigarte por ser un mentiroso.
— Por favor — Louis se burla — Como si pudieras hacerlo.
Marcel debe sentir el cambio de aroma en el aire o alguna otra cosa pero Louis ve el momento exacto en que abre los ojos y lo jala a su cuerpo, escucha el gruñido de Edward por ser despojado descaradamente de su omega.
— No — le dice Marcel a su hermano, su voz es seria — Aún no es el momento.
Louis está confundido así que mueve su rostro de donde está escondido en el cuello de Marcel para voltear a ver a Edward, el Alfa tiene los ojos dilatados, está apretando la mandíbula con fuerza y lo mira como si fuera una presa.
— ¿Dije algo malo? — Louis pregunta en voz alta.
— No, cariño — Marcel le besa la sien y el pecho del otro alfa retumba — Edward solo está siendo un idiota.
Edward ni siguiera intenta defenderse, continua mirando a Louis fijamente y la piel del omega empieza a picar, hay algo en la mirada de su alfa, no está enojado o algo parecido, más bien parece hambriento, deseoso por algo, específicamente Louis.
— Vaya — dice Louis, algo parece hacer clic en su mente y sonríe — Parece que tiene una cosa por los castigos.
— Eso es cierto.
Marcel y Louis hablan como si Edward no estuviera al lado, no es como si al alfa le importara, solo espera el momento correcto, un descuido de su hermano para poder robarse a la delicia ojiazul.
— Creo que no aprecia que me haya burlado de él — Louis pestañea suavemente y mira a Edward — ¿Quieres castigarme, alfa? ¿Azotar mi trasero?
Edward gruñe y se abalanza contra el omega pero Louis es más rápido y ágil, salta de la cama y el cuerpo de Edward aterriza junto a Marcel.
— Lento — el omega chasquea la lengua y pone una mano en su cadera, el movimiento hace que la camiseta se levante revelando sus muslos desnudos, lo que hace que Edward se encienda más — Demasiado lento.
— Louis — advierte Marcel sosteniendo a su hermano con fuerza, sabe que Edward no lastimaría a Louis o haría algo sin su consentimiento pero está seguro de que el omega no apreciaría tener a un alfa pegado a su cuerpo todo el día — Por favor no lo provoques más.
— Edward — llama Louis cuando ve al alfa mirando su cuerpo descaradamente — Mis ojos están aquí.
El alfa está por responder pero justo en ese momento Harry entra a la habitación y mira la escena con confusión, Marcel sosteniendo a Edward y Louis de pie al lado de la cama.
— No sé qué está pasando pero pueden contármelo mientras almorzamos — camina hasta el lado de su omega y le agarra la mano — Vamos, amor, tienes que comer.
Louis le guiña un ojo a Edward y el alfa solo gruñe de frustración. Harry y Louis salen de la habitación y van al comedor, todo está listo para ser servido y el aroma de la comida es agradable.
— Espero que te guste — dice Harry con timidez pero aun sosteniendo la mano de su omega.
— Gracias, Hazz — el ojiazul besa a su alfa y ríe cuando Harry persigue sus labios al separarse.
Edward y Marcel se unen a ellos y todos se sientan. Louis les dice a sus alfas que no es necesario que le sirvan su comida, aunque aprecia que quieran consentirlo no espera que lo hagan siempre, es capaz de servirse y alimentarse por sí mismo.
— ¿Cómo te fue? — le pregunta Marcel con interés.
— Me fue bien, algo aburrido el primer día pero el segundo fue mejor, me gusta lo desgastante que pueden ser los entrenamientos.
— Conocí a dos compañeros de Lou — dice Harry, algo que capta la atención de sus hermanos — Pero no pude presentarme.
— ¿Y eso por qué? — pregunta Edward que ya parece haber superado lo ocurrido con anterioridad.
— Uno simplemente corrió y el otro acarició el cabello de nuestro omega, lo miré con curiosidad y también se fue — el alfa hace un puchero pero Louis resopla.
— Lo miraste con curiosidad, si claro, querías derretirlo con tu visión de rayos láser.
— Quiero conocer a tus amigos — dice Marcel antes de abrir los ojos exageradamente y tratar de retractarse — Si tú lo quieres, porque si no, no hay problema, tú decides, no quiero presionarte, no es tan impor…
— En 10 días el asentamiento de la nueva base será oficial — Louis corta la diatriba de Marcel con esta información — Habrá un evento protocolar, solo pueden asistir militares y sus familiares. Lamento no poder invitarlos — el omega se disculpa — Pero mi madre hará una fiesta, irán algunos de mis colegas y yo quiero invitarlos a ustedes, así que… ¿quieren ser mis acompañantes?
Los tres alfas asienten rápidamente y Louis se ríe por lo tiernos que son.
— Me gustaría recibir una respuesta verbal, por favor.
— Será un honor ir a la fiesta como tus acompañantes — responde Edward.
— Gracias por invitarnos — dice Marcel.
— ¿Es una fiesta de etiqueta? — Harry tiene una expresión de felicidad, si tuviera una cola se estaría agitando de un lado a otro.
— Supongo que sí, pero le preguntaré a mi madre para saber todos los detalles — mientras Louis habla, Marcel aprovecha para servirle más refresco y sonríe inocentemente cuando el omega lo atrapa en el acto.
Una hora después los cuatro están en el patio trasero. Louis está sentando en el regazo de Marcel y conversan sobre el nuevo libro que el alfa está por publicar. Harry y Edward nadan tranquilamente en la piscina y se besan ocasionalmente.
— Tengo que traer algo de la casa — dice Marcel — Por favor no te sientes en los regazos de mis hermanos.
— No lo haré, alfa, lo prometo — le asegura el ojiazul.
Pareciera que es físicamente imposible para Marcel separarse de Louis pero lo hace, va corriendo al interior de la casa y en cuanto Edward y Harry lo ven, se apresuran en salir de la piscina, incluso Harry se resbala una vez.
— ¡Gané! — grita Edward deteniéndose al lado de Louis, el alfa solo viste un traje de baño que por la humedad se adhiere a sus largas piernas, las gotas de agua recorren desde su pecho hasta su torso marcado.
— Bonita vista — dice Louis lamiéndose los labios — Pero tu hermano casi se parte la cabeza en su prisa por llegar a mí.
Harry camina lentamente hacia ellos, cojea un poco pero por la forma en que lo hace, Louis sabe que solo está actuando.
— Soy neurocirujano, lo habría solucionado.
— No tenía idea de que eras doctor, pensé que eras stripper.
— Panquecito, si lo que quieres es que me desnude solo tienes que decirlo — Edward se inclina para estar más cerca de su omega — Lo haré gratis, no será necesario que pongas billetes en mi tanga.
— No molestes a mi omega — dice Harry, Edward lo corrige diciendo “Nuestro”.
Harry se sienta en la mecedora al lado de Louis, tiene la intensión de sentar a Louis en su regazo pero Edward quiere lo mismo.
— Yo gané — Edward le recuerda a su hermano — La Princesa debe sentarse en el regazo de un ganador.
— Primero — Louis los señala a ambos — No soy una princesa. Segundo, le prometí a Marcy que no dejaría que eso pase.
Marcel sale corriendo de la casa, empuja a Edward y sienta rápidamente a Louis en sus piernas, enreda sus brazos en el estómago de su omega y les sonríe burlonamente a sus hermanos.
— Mío — les gruñe Marcel.
— Nuestro — gruñen sus hermanos de vuelta.
Louis rueda los ojos, a veces se comportan como niños malcriados y no como alfas de casi 30 años.
— Compórtense, idiotas — el omega los regaña — Y Marcel, estoy sintiendo algo duro junto a mi trasero, no es que me queje.
— ¿Qué? Oh, no, no es eso — el alfa se sonroja — Tengo algo en el bolsillo.
El alfa saca una cajita larga de su bolsillo, toma la mano de su omega y le deja sobre su palma. Louis mira el objeto con curiosidad antes de abrirlo, en el interior hay una elegante pluma para escribir, es de oro. El apellido Styles se encuentra con letras negritas y cursivas.
— Es hermoso — dice Louis mirando el regalo — Gracias, alfas.
— Solo lo mejor para usted, Capitán Tomlinson — dice Harry.
Louis voltea para besar a Marcel y luego se levanta del regazo del alfa para besar a Edward quien lo recibe gustoso, el trillizo mayor le muerde los labios antes de dejarlo ir y le da una palmada en el trasero cuando Louis voltea para ir hacia Harry y besarlo como es debido.
Notes:
"Las risas y los secretos nocturnos"
Chapter 27: Capítulo 26
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Las semanas siguientes son duras para Louis, el trabajo lo agota y exprime toda su energía pero los regalos de cortejo que recibe y el continuo apoyo de sus alfas lo hacen sentir feliz.
Los días en que pueden verse en persona, los trillizos cocinan para él, o bueno, Harry y Marcel lo hacen, Edward no podría cocinar ni aunque su vida dependiera de ello.
Otros días trabaja demasiado y no puede verlos, en esos días recibe muchos regalos, desde flores, hasta joyería cara, no le alcanzan los dedos para la cantidad de anillos que Harry le ha regalado, también tiene cerca de una docena de gemelos para los trajes.
Louis sonríe al pensar en sus alfas, justo ahora está en su oficina, la base ha sido asentada ayer, está firmando los permisos que le faltan porque mañana será la ceremonia protocolar y por la noche la fiesta que su madre ha organizado.
El sonido de la puerta de su oficina siendo tocada saca a Louis de su amorosa ensoñación, estaba empezando a perderse en la imagen de hoyuelos y brillantes ojos verdes.
— Adelante — ordena el Capitán.
La puerta es abierta y Zayn ingresa vistiendo su uniforme militar, las botas rechinan contra el pulcro piso, se sienta en la silla frente al escritorio de Louis y le regala una sonrisa.
— ¿Qué puedo hacer por usted, soldado? — dice Louis.
— Mamón.
— Irrespetuoso — el omega chasquea la lengua en desaprobación — Puedo mandarte a hacer 1000 abdominales.
— Niall te agradecería por ayudarme a marcar más mi abdomen.
— No te olvides de la fuerza en los brazos, seguro apreciaría ser levantado contra la pared — se burla el ojiazul y Zayn asiente con una sonrisa lasciva.
— Sin duda mi Nialler sería el más beneficiado del castigo pero no vine aquí a hablar de mi esposo, aunque sin duda eso me gustaría.
— ¿A qué se debe tu agradable visita y por qué no pudiste solo llamarme?
— Tus alfas fueron a mi casa hace unas semanas — dice Zayn, Louis levanta las cejas ante esa información y espera a que su amigo continúe — No sabía que les habías contado acerca de Michell y lo que hiciste después.
— Son mis alfas aunque aún no lleve sus marcas, además no pensaba ser cortejado con mentiras a nuestro alrededor, no podría esperar que ellos me amen sin saber todo de mí, lo mejor hasta lo más cruel que pude hacer — la dura confesión y la cálida aceptación que hubo después de ese día aún hace que su corazón se sienta ligero.
— Me alegra saber que los cabrones no solo piensan con la cabeza de abajo — Zayn no puede decir que los trillizos son sus amigos, a lo mucho conocidos — Pero eso no es lo que me preocupa.
Por el tono de voz que utiliza su amigo, Louis sabe que los trillizos le contaron sobre Lorenzo y la maldita Camorra, cierra los ojos y se reclina en la silla.
Maldita sea, él hablando de confianza y sus alfas van y hablan con alguien más a sus espaldas, no importa si esa persona es Zayn.
— Así que te lo dijeron.
— Lo hicieron — el alfa lo confirma — Y por tu reacción deduzco que ellos no siguieron mi consejo, les dije que hablaran contigo.
La base para una buena relación es la confianza y la comunicación, Louis lo aprendió de sus padres, el mejor ejemplo de una relación sana y amorosa. Y él lo hizo, confió en los trillizos, no les ha mentido nunca.
¡Carajo! Les contó que mató a 4 hombres por venganza, si eso no es confiar en alguien ¿Qué mierda lo es?.
— No, no lo hicieron.
— Lo lamento — Zayn sabe que Louis aprecia mucho la confianza y la lealtad.
— No es tu culpa.
No es culpa de su amigo, es su culpa por confiar en personas que no le devuelven el sentimiento, decir que está enojado seria quedarse corto, pero más allá de la ira está la decepción.
— Estoy preocupado, Lou, me tomó por sorpresa lo que me dijeron y confieso que me molestó que tú no me hayas dicho nada.
— No hay peligro, no saben quién soy, cubrí todas mis huellas y si llegué a cometer algún error, alguien más ya escondió la mugre bajo la alfombra — habla con seguridad, no quiere involucrar a Zayn, está felizmente casado, tiene buenos compañeros, no quiere que su mejor amigo esté en el ojo de la tormenta si en algún momento llega a suceder.
— Soy tu mejor amigo, sabes que puedes contar conmigo y quítate esa estúpida idea de que solo me traerás problemas — Zayn lo mira a los ojos con determinación — Saber que estás seguro me hará feliz, eres como mi hermano, no pidas que no me preocupe por ti.
— Lo pensaré.
— Una mierda, solo dime en cuanto sepas algo, sino lo haces yo mismo me haré cargo y dejaré al jefe de la Camorra como un maldito colador.
— Basta, harás que me sonroje — se burla el ojiazul.
— No estoy bromeando, Louis, te recomiendo que me mantengas informado, no aceptaré un no por respuesta.
— Hago lo que me da la gana, además ya te dije que lo pensaré, ahora levanta tu trasero y sal de mi oficina, tanto amor me asfixia,
— Uno que solo quiere ser un buen amigo y este es el trato que recibo.
Louis no le responde, solo vuelve su vista a los documentos y empieza a firmar donde es necesario, el omega escucha que su amigo se levanta y camina hasta la puerta.
— Y sobre los trillizos, son buenos hombres, no te enojes con ellos, solo querían saber cómo mantenerte a salvo — dice Zayn.
— Entonces no me conocen en lo absoluto — sentencia el omega militar.
Las horas pasan volando, casi está oscureciendo cuando sale de su oficina, su secretario, un beta, se apresura aponerse de pie para saludarlo.
— Buenas tardes, Capitán Tomlinson — dice, el hombre es joven, al parecer quiere unirse al ejercito pero aún no se decide así que creyó que trabajar en una base le daría un mejor panorama.
— Buenas tardes, pensé que ya te habías ido a casa.
— Creí que podría necesitarme — el beta es algo tímido y con justa razón, el Capitán es todo pómulos marcados, ojos azules fríos y postura erguida, muy impresionante.
— Tienes un horario, cúmplelo como es debido, si necesito tu ayuda en algo más fuera de tu horario de trabajo te lo haré saber, bien puede el gobierno pagar horas extras.
— Entendido, Capitán.
Louis asiente y voltea a cerrar su oficina con llave. El beta, de nombre Chris, pone su bolso al hombro y salen juntos, caminan por el pasillo que alberga un par de oficina y luego salen al gran campo de entrenamiento. Afuera hay soldados que vinieron temprano para instalarse, todos ellos se detienen y con gran sincronía se ponen firmes y saludan a su Capitán.
— Descansen — ordena Louis, todos bajan el brazo.
— Llegaron 50 — le dice Zayn a Louis ya que él fue quién los recibió — Los llevaré a que escojan un catre y luego irán a cenar al gran comedor, ¿tengo su permiso, Capitán?.
— Lo tienes y muchachos — les dice a los solados — Mañana Curimana será oficialmente una nueva base, no quiero ver ninguna arruga en sus trajes.
— Señor, sí señor — dicen al unísono.
Louis saluda con la cabeza a Zayn y luego va hasta el estacionamiento, Chris aún continua a su lado.
— ¿Tienes un automóvil? — le pregunta el ojiazul.
— No señor, vine con mi bicicleta — el beta se sonroja un poco, Louis lo encuentra algo entrañable.
— ¿Cuántos años tienes?
— 19, señor.
— ¿Qué tan lejos está tu casa?
— Unas 10 cuadras — responde Chris.
— No está muy lejos pero si algún día necesitas que te lleve solo dímelo.
— Gracias, Capitán Tomlinson.
Louis llega a su vehículo y sube, mientras sale del estacionamiento ve a Chris por el espejo retrovisor, recuerda ser así de joven, con un año menos que el beta ingresó al ejército.
Conduce hacia su casa y eso le da tiempo de pensar en su día, desde la sonrisa enamorada que tenía durante la mañana hasta la pesadez de su cuerpo y alma al enterarse de la traición de los trillizos.
Es consciente de que no está exagerando, a pesar de que su omega solo quiere ir a la casa de sus alfas y acurrucarse junto a ellos. Solo conduce hacia la casa de sus padres, no quiere hablar con los trillizos ahora porque sabe que si lo hace, dirá cosas las cosas que piensa y quiere en este momento pero quizá mañana no piense lo mismo.
Su teléfono suena, sabe que es uno de ellos, contesta y pone el altavoz porque si no lo hace probablemente vayan a su casa y definitivamente no quiere eso.
— Hola — dice y ve que es Harry quien llama
“Cariño” pero es la voz de Marcel quien saluda “¿Saliste del trabajo?”.
— Sí.
“¿Vienes a casa?, Harry cocinó hoy y Eddy compró el postre de camino a casa”
Casa, los dias en que no dormía en la base iba a la casa de los trillizos, recibía un masaje espectacular, una cena deliciosa y tres cuerpos cálidos que se acurrucaban con él.
— Estoy yendo a casa de mis padres — hay silencio a través de la línea y Louis puede imaginar el ceño fruncido en la frente de Marcel y un diminuto puchero, es algo que hace cuando las cosas no se ajustan a sus planes.
“¿Está todo bien?” pregunta el alfa con duda.
— No.
“¿Hay algo que pueda hacer para que las cosas mejoren?”.
— Necesito pensar, Marcel — dice Louis — Sabes que me gusta cubrir todas las bases, analizar los pros y contras antes de tomar una decisión y eso es justo lo que haré.
“¿Hicimos algo mal?” Marcel suena afligido y a Louis le duele escuchar al alfa en esa situación “Te juro que podemos mejorar, seremos mejores para ti”.
— Debo colgar.
“Amor” hay una súplica escondida en esa palabra.
— Disfruten la cena, cuídense.
Corta y al final no sabe si solo fue la llamada o también su relación.
Notes:
"Si algo no te da felicidad y tranquilidad, ese no es un lugar para ti"
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Chapter 28: Capítulo 27
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
A la mañana siguiente Louis se levanta de la cama temprano, mucho antes de que salga el sol. Se pone ropa deportiva y ata sus agujetas antes de salir de su casa, se interna en el bosque que rodea la casa y trota un poco, camina cuando el suelo está lleno de raíces, no quiero caerse y romperse el tobillo, definitivamente odiaría eso.
No durmió en lo absoluto aunque si lo ves probablemente no lo notes, su rostro es impecable, no hay bolsas debajo de sus ojos o algo que delate su estado, todo gracias a las largas horas que pasó despierto vigilando a un objetivo o investigando.
Su mente procesa todo lo ocurrido ayer, su determinación al contarle a Zayn que confía totalmente en sus alfas para que segundos después se entere que él es el único que lo hace, ellos no confían en él y le ocultan cosas, cosas malditamente importantes y eso le duele.
Se detiene y se sienta junto a un gran árbol, recuesta su espalda en el grueso tronco, mira al cielo y ve como los rayos del sol están empezando a filtrarse por el espeso follaje. Sonríe melancólicamente porque algo como eso hicieron los trillizos, lograron atravesar sus muros, colarse en todo su ser hasta sentir su amor hasta los huesos. Tan profundamente que le rompe el corazón el pensar que ellos no confían. Louis fue tan claro y abierto al contarles todo y asegurarles que tenía las cosas bajo control y ellos solo pasaron sobre él y jodieron todo.
Puede entender porque lo hicieron, sabe lo que es sentirse impotente e inútil al no poder proteger y ayudar a alguien a quien amas, lo sabe, es por eso que mató a cuatro personas, solo para poder sentirse mejor aunque no ayudó pero lo intentó.
Entiende de donde viene el proceder de los trillizos pero a pesar de todo aún así lo lastimaron y eso es algo que no puede aceptar. Tolera el dolor, los golpes, ni la tortura a la que fue sometido cuando un grupo de narcotraficantes lo retuvieron por 3 días, se compara al sentimiento de traición que se arraiga en su corazón.
Puede soportar toda esa mierda porque es física, prácticamente fue entrenado durante toda su vida para aceptarlo, aguantarlo y superarlo pero nunca nada se comprará el saber que los hombres que amas no confían lo suficiente en ti como para malditamente hablarlo y usar la puta comunicación.
Vuelve a su casa sin tener aún una idea claro de lo que debe hacer a partir de ahora, sabe que los alfas deben estar vueltos locos de preocupación pero no planea sentirse mal por eso, hizo lo correcto al no ir a casa de los trillizos ayer, así que no se arrepiente.
Clifford sale corriendo por la puerta trasera y revolotea a su alrededor en cuanto llega a su lado, el perro mueve la cola feliz y Louis le sonríe, a veces solo necesitas una gotita de felicidad genuina para que las cosas empiecen a aclararse un poco.
Caminan juntos hasta la casa e ingresan a la cocina, su padre Magnus prepara café mientras su madre le pone mermelada de fresa a los panes, su padre Marcos baja el periódico y lo mira en cuanto lo ve junto a su perro.
— Buenos días, cachorro — le saluda — ¿Saliste a correr?
— Lo hice, me encontré a Clifford en el patio — camina hasta su madre y le da un beso en la sien, su padre Magnus hace lo mismo con él.
— Te extrañará cuando te vayas de casa — le dice su padre, Louis se agacha un poco y recibe un beso en la mejilla de su parte.
— ¿Y a dónde se irá mi cachorro? — dice Magnus — La casa es grande, esos alfas tuyos pueden mudarse aquí.
— Cariño — dice Alice con un tono condescendiente — No creo que a sus alfas les guste mucho la idea de vivir con los padres de su omega.
Louis resopla por lo bajo aunque por la mirada que recibe de sus padres no fue tan sutil como esperaba que fuera.
Se sienta en el comedor junto a su padre quien inmediatamente le sirve fruta picada en un bowl. Su padre Magnus escoge el pan con más mermelada y se lo entrega, su madre ya tiene una taza de té preparada para él.
— ¿Tu uniforme está planchado? — le pregunta Magnus mientras saca la silla para que su esposa pueda sentarse y desayunar.
— Lo está.
— ¿Prefieres ir solo a la base o vas con nosotros?
— Quiero ir con ustedes por favor — pide amablemente.
— Tenemos 3 horas para estar ahí así que come con tranquilidad, cachorro.
Louis asiente y toma un sorbo de té, puede sentir la mirada de sus padres pero finge que no lo hace, porque si dice algo al respecto será inundado de preguntas.
— El Coronel Gabe confirmó su asistencia a la fiesta — dice su madre y Louis casi quiere gruñir, es el estúpido Coronel que lo llamó omega frígido — Dijo que está encantado de asistir y preguntó si Bianca también podía venir, eso es espectacular ¿Hace cuantos años no la ves?
— Probablemente desde que ingresé al ejército — responde simplemente.
— Ella era tan encantadora, ustedes hacían muchas travesuras cada que se encontraban, aún recuerdo la vez que pintaron con plumones el uniforme naval de su hermano mayor.
Y eso definitivamente le saca una risita, Dioses ese fue un buen día, sus padres estaban distraídos con una conversación en la sala y ellos simplemente escaparon, tendrían aproximadamente 8 años y el uniforme blanco como un lienzo fue tentador y ellos hicieron lo que tenían que hacer, una obra de arte.
— Ni me lo recuerdes — dice Louis — Elías aún no logra superarlo, creo haberlo visto esconder un bolígrafo cuando nos encontramos hace unos años, pobre hombre.
Magnus se carcajea ruidosamente y Marcos esconde su sonrisa detrás del periódico, aman a su cachorro hasta la medula y harían cualquier cosa para conservar una sonrisa en su rostro.
Los trillizos tendrán que soportar una gran tormenta si en algún momento los padres del omega se enteran que su precioso cachorro de ojos azules ha sido menos que feliz a su lado.
[…]
Llegan a la base media hora antes de la ceremonia, la reja es abierta rápidamente en cuanto miran la placa del vehículo, los militares de más alto rango tienen números de placas diferentes, y si conducen por la ciudad, la policía de tránsito despeja la vía para su uso exclusivo.
El vehículo es conducido hasta el centro del campo de entrenamiento porque es el Coronel Tomlinson y que el mundo se pudra antes de que no haga una entrada increíble, el resto que ponga sus autos en el estacionamiento.
Magnus baja del vehículo primero, vistiendo su impecable uniforme, después de él sale Marcos con un traje negro muy sobrio, el alfa le tiende la mano a su omega, Alice viste un vestido de un rosa pálido, muy recatado y adecuado para un evento protocolar.
Louis es el último en salir del vehículo, viste su uniforme de gala color azul marino, el saco tiene nueve botones dorados, una polaca con diseño de armas que muestran a que fuerza pertenece, los pantalones son del mismo color que el resto del uniforme y sus zapatos negros están bien lustrados. El omega se coloca el quepi con bordados dorados sobre la cabeza, ocultando así su cabello castaño.
Todos caminan hasta el otro extremo del campo donde la ceremonia está por iniciar, los asistentes se ponen de pie en cuanto los distinguen, todos (a excepción de los que no pertenecen a las fuerzas armadas) levantan el brazo derecho colocando los dedos juntos a la altura de la sien.
Marcos y Alice caminan hasta ocupar sus lugares al frente, mientras Magnus y Louis suben al estrado, inmediatamente Louis realiza el mismo saludo hasta que su padre les dice a todos que descansen y se sienten.
La ceremonia se prolonga por casi dos horas, llena de formalidades, reglamentos y el posterior juramento del Capitán Tomlinson, quien dirige la base oficialmente. Después de eso todos van al comedor para un almuerzo unido, el segundo grupo de soldados que consta de 600 personas, llegará en la tarde, Louis tiene que darles la bienvenida y luego podrá ir a la fiesta que su madre celebra en su honor.
Louis recibe apretones de mano y palmadas en la espalda, tuvo que oír un comentario engreído de Matthew que dejó pasar por alto ya que en realidad su mente no está del todo ahí, solo está pensando en los trillizos y en que los verá en unas horas, ya que definitivamente asistirán a la fiesta.
Lo único que logra animarlo son los comentarios de Niall que trató de susurrar que el Mayor Jobs caminara como si tuviera un palo en el culo, Zayn tuvo que pellizcarle el muslo para evitar otro de esos comentarios porque los jóvenes soldados que llegaron ayer definitivamente lo escucharon, uno expulsó al de su refresco por la nariz.
Los asistentes empiezan a retirarse de la base, los más suertudos fueron invitados a la fiesta, el resto solo irá a casa e imaginará lo que se está perdiendo. Liam y Niall también se van prometiendo que le compraran un regalo a Louis.
— ¿Hablaste con tus alfas? — pregunta Zayn mientras camina de regreso al interior de la base después de despedir a Liam y Niall, los padres de Louis se fueron unos minutos antes.
— No son mis alfas — corrige Louis — No tengo una marca.
— Formalidades — descarta el alfa — Y no respondiste mi pregunta.
— No hablé con ellos y antes de que lo preguntes, no, aún no sé qué haré.
— No hicieron nada que tú no harías, como alfa puedo comprender porque lo hicieron, si mi Niall estuviera en peligro y no pudiera protegerlo buscaría toda la ayuda posible.
— Eso lo sé, no me gustó que me lo ocultaran, podrían haber hablado conmigo.
— Fue a mí a quien se lo dijeron, soy tu mejor amigo así que no actúes como si te hubieran vendido a la mafia — dice Zayn.
— He pensado esto, revisé todos los ángulos, también puedo buscar una excusa para lo que hicieron pero eso no quita el hecho de que me traicionaron y pisotearon mi confianza.
— Sea cual sea tu decisión, yo te apoyaré pero te aconsejo que pienses muy bien las cosas, no quiero que en futuro te arrepientas de tu decisión.
— Créeme Zee, el futuro y las consecuencias de la decisión que tome son lo único en lo que pienso.
El omega se despide de su amigo y entra a su oficina, el traje negro y a la medida que fue hecho exclusivamente para hoy se encuentra en una esquina de la habitación, encima del escritorio los gemelos de oro con incrustaciones de diamantes que los alfas Styles le regalaron para iniciar su cortejo, brillan como su futuro junto a ellos, si es que decide tomar ese camino.
Notes:
"Quédate junto a mí, prometo hacerte felíz"
Chapter 29: Capítulo 28
Notes:
Este capítulo fue escrito con Bones de Imagine Dragons de fondo.
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Chapter Text
34 horas, 28 minutos y 45 segundos, ese es el tiempo que los trillizos no han visto a Louis y no han sabido nada de él. El día anterior su omega salió de casa, los despidió con un beso y dijo que volvería para la cena pero eso nunca ocurrió.
Marcel lo llamó más tarde y Louis solo dijo que no volvería, que necesitaba pensar y ellos ni siguiera saben que mierda han hecho mal. La situación es frustrante.
Un día tienen a su precioso omega acurrucado a su lado y al siguiente no saben lo que está haciendo, lo que ocurre y porque los está alejando, si tan solo tuvieran una pista, algo para saber lo que hicieron y así redimirse, pero su omega no les dio esa cortesía.
Y decir que Edward está molesto es quedarse corto, el alfa está a segundos de salir por la puerta e ir a buscar a su omega, lo quiere en su cama, en sus brazos, rodeado de sus hermanos y de su aroma celestial.
— Lo veremos en unas horas, Eddi — dice Harry, el alfa está en un sillón, envuelto con una manta, tiene un semblante terrible, estar alejado de su omega lo enferma visiblemente.
— Te ves como una mierda, no entiendo como sigues siendo tan comprensible aun sabiendo que estás así porque él no está aquí — espeta Edward.
— Louis debe tener un motivo, él no se alejaría de nosotros sin una razón, estamos cortejándolo, si no nos quisiera ya nos lo hubiera dicho — Marcel se sienta junto a Harry y envuelve sus brazos alrededor de su hermano.
— Espero que sus motivos sean de vida o muerte porque el pequeño descarado está haciendo que me enoje.
— Espero que no tengas una actitud de mierda cuando lo veamos, Louis nunca ha hecho algo que pueda lastimarnos así que contrólate y espera a que nos diga cuál es el problema — le dice Marcel a su hermano, el alfa no quiere que nada arruine su cortejo, espera que Louis tenga un buen motivo porque de lo contrario no sabe cómo reaccionará su trillizo.
Edward no soporta ver sufrir a sus hermanos, los ama con todo su ser, ver a Harry enfermo y a Marcel triste es algo que lo lastima, solo quiere que ellos sean felices y saber que no puede hacer nada para mejorar las cosas lo hace sentir impotente, como un maldito perdedor. Y saber que su omega es el motivo, lo empeora todo.
— Si no nos quiere como sus alfas debería darnos la puta flor blanca de una vez, no entiendo porque tanto drama — gruñe Edward, el alfa camina por la sala, su aroma espeso sofoca a sus hermanos.
— No hablas en serio — Harry señala un hecho — Solo estás herido y enojado pero sé con seguridad que no lo dices en serio, el rechazo de nuestro omega nos mataría.
— Por favor — pide Marcel — No hablen de un rechazo, nuestro cortejo aún no termina, nos quedan unos días más, hoy veremos a Louis y solucionaremos lo que sea que esté ocurriendo.
— Si logramos superar esta mierda, morderé el trasero de mi omega y no lo perderé de vista nunca más.
Harry se queja del comentario de su hermano porque argumenta haber dicho con anterioridad que su marca iría ahí, algo que Edward discute, los alfas se concentran en una pelea tonta y Marcel suelta un suspiro de alivio, al menos ahora sus hermanos no están imaginando el peor escenario.
[…]
La fiesta está ubicada en un pequeño castillo, un espacio jardín y una fuente de agua adornan el frontis. Harry conduce por el camino de grava y detiene el vehículo en la entrada, los alfas bajan y un beta vestido de traje los recibe en la escalera de piedra y los saluda amablemente, pide sus nombres y con una gran sonrisa los invita a entrar al castillo.
El beta los guía por un gran pasillo, las paredes están repletas de cuadros y retratos familiares además de jarrones caros, el hombre se detiene frente a una pesada puerta, luego la abre y les desea una feliz velada.
En el interior hay alrededor de 50 personas, la mayoría vistiendo uniformes militares, algunos llevan uniformes de otras fuerzas como la naval y la policía, las omegas visten vestidos costosos y accesorios caros.
Edward viste un traje negro, Marcel un traje gris con rayas y Harry un traje de gamuza color carmesí. Las personas voltean a verlos porque definitivamente no pertenecen aquí, nadie los conoce, son unos completos extraños en este mundo.
— Muchachos — dice una voz conocida proveniente de algún lugar, segundos después Marcos Tomlinson se dirige hacia ellos con una sonrisa en el rostro — Buenas noches.
— Buenas noches, señor — dice Edward y sus hermanos secundan el saludo.
— ¿Louis vino con ustedes?
— No, pensamos encontrarlo aquí — responde Marcel.
— Se está retrasando un poco, ya llegará — el alfa sacude la cabeza — Vengan, mi esposa está esperando.
Los trillizos caminan junto al alfa hasta la mesa principal, ahí se encuentra Alice y Magnus Tomlinson. Los alfas jóvenes bajan la cabeza respetuosamente a la omega y ella les sonríe suevamente, es maleducado besar la mano o la mejilla de un o una omega con parejas.
— Queridos — saluda Alice — Se ven muy elegantes y guapos, Lou estará feliz de verlos.
Los alfas le sonríe rígidamente y luego se sientan junto a ellos a pedido de Marcos, saludan a Magnus y el alfa solo los mira antes de levantarse e irse a alguna parte.
— Está molesto — les dice Alice, tratando de justificar la actitud de su esposo — Se acaba de enterar de algo y no le gustó en lo más mínimo, hoy rodaran algunas cabezas.
Los trillizos se remueven incomodos en su asiento y miran en distintas direcciones.
Los minutos pasan, los alfas se enfrascan en una conversación con la omega, le cuentan que sus madres están en un viaje con su padre que por cierto terminará en unas semanas, aún no les han dicho que están cortejando a un omega y probablemente reciban una paliza por ocultar algo tan monumental.
Edward está contándole a Alice como le va como jefe del hospital cuando las puertas del salón vuelven a abrirse y dos hombres vestidos completamente de negro ingresan, un alfa de cabello azabache y un omega castaño.
El traje negro se acentúa a la delicada cintura de Louis, dándole la ilusión de un ser suave y delicado pero sus fríos ojos azules y sus pómulos marcados son duros, una impresionante combinación entre tierno y peligroso.
Edward quiere follarlo duro y rápido.
— Primero hablaremos con él — le susurra Marcel al oído, muy consciente de los pensamientos de su hermano mayor — Luego podremos divertirnos.
Harry tiene toda la intensión de correr a abrazar a su omega, necesita poder oler el rico aroma a vainilla y canela, siente que la piel le pica, necesita tocar a Louis pero se frena a si mismo cuando una alfa se acerca a Louis y lo agarra por la cintura antes de plantarle un beso en la mejilla.
— Cálmense — dice Marcel solo para que sus hermanos lo escuchen.
Los trillizos miran como Louis agarra la mano de la alfa y la saca de su cintura, le da palmaditas amistosas en el antebrazo y comparten una breve conversación antes de caminar en dirección a los alfas. Louis levanta el brazo para acomodar su tupé y los costosos gemelos que le regalaron al iniciar el cortejo son visibles para sus ojos.
Louis llega a la mesa y besa la mejilla de su madre para después abrazar a su padre, luego mira a los trillizos.
— Demos un paseo por el jardín trasero — les dice Louis escuetamente.
Los alfas se ponen de pie y siguen a su omega, algunas personas intentan hablar con Louis pero el ojiazul les sonríe fingidamente y continua su camino, antes de que salgan al aire libre un alfa se acerca a ellos e intenta tomar del brazo al omega pero tres gruñidos fuertes y roncos detienen su avance.
— No sabía que tenías guardaespaldas — dice el alfa.
— Miller — Louis pone las manos detrás de la espalda y los trillizos mentirían si dijeran que no vieron el trasero voluptuoso de su omega — ¿Qué quieres?
— Necesitamos hablar, omega.
— Ya dijiste eso antes — Louis chasquea la lengua — Y mi respuesta sigue siendo la misma, no me digas omega, no tienes ningún derecho y es irrespetuoso para los alfas que me están cortejando.
Matthew mira a los hermanos Styles y sonríe burlonamente antes de volver la vista a Louis.
— ¿En serio? — el alfa levanta una ceja y mira al omega como si fuera estúpido — ¿Me dejaste y al final terminarás emparejado con alfas inútiles? Sabía que nunca ibas a encontrar a alguien como yo.
Antes de que Harry de un paso adelante y golpee su puño en el rostro del otro alfa, Louis levanta la mano y detiene su acción.
— Podría tomarme el tiempo y responder algo elaborado que te haga abrir los ojos y darte cuenta de lo imbécil que estás siendo pero justo ahora tengo asuntos más importantes — el omega sonríe y luego agrega — Y no vuelvas a intentar tocarme porque te romperé el brazo.
Dicho eso continúa su camino y sale. Los trillizos miran a Matthew y le sonríen, sus hoyuelos a la vista.
— Si te acercas a mi omega — le dice Edward — Haré que conozcas el infierno en la tierra.
No esperan la respuesta del alfa y salen en busca de su omega, lo encuentran mirando el cielo estrellado y la imagen es celestial.
— Pensé que venían detrás de mí — comenta Louis.
— ¿Quién es el alfa? — pregunta Marcel.
— Ese — Louis baja la cabeza y mira a los trillizos — Es Matthew Miller, mi ex novio.
Los alfas digieren la información y contienen sus gruñidos.
— ¿Y sobre qué quiere hablar contigo? — cuestiona Harry.
— No lo sé y no me interesa, no vine aquí para hablar de él.
— ¿Así que al fin nos dirás porque no fuiste ayer a casa? No pudimos darte tu regalo de cortejo — señala Marcel.
Louis aparta los ojos de sus alfas y continua caminando, ellos lo siguen, el silencio se extiende por unos minutos más hasta que el omega se detiene frente a un gran árbol y voltea a ver a los trillizos.
— Quebrantaron mi confianza y necesitaba pensar que hacer al respecto.
— ¿Quebrantamos tu confianza? — el tono de Harry es de suma confusión — Me estoy perdiendo de algo ¿Qué hicimos?
— Ni siguiera lo saben, esto es una mierda — Louis ríe sin gracia y niega con la cabeza.
— Cariño — pide Marcel — Por favor, dinos que está pasando.
— Le dijeron a Zayn sobre los hombres que asesiné, no le contaron que robé ropa de una tienda cara, no le contaron que no pago impuestos, no le contaron que conduzco sobre el límite de velocidad, le contaron que maté a personas ¿Se dan cuenta de lo estúpido que fue eso? Justo después de que les dijera que me iba a encargar.
— Pero él ya lo sabía — ofrece Harry.
— ¿Y si no lo hubiera sabido? ¿Qué hubieran hecho?
— Estábamos seguros de que él estaba al tanto — dice Edward.
— Claro que él lo sabía — dice Louis — Pero no sabía sobre la mafia y nunca se lo hubiera dicho, esa es mi mierda, es mi problema no de él — sisea Louis.
— Entiendo tu enojo — acepta Marcel — Cometimos un error, Zayn también nos lo dijo en el momento que buscamos su ayuda, íbamos a decírtelo.
— Lo hicimos porque queremos mantenerte a salvo, puedes decirnos que lo tienes bajo control, que tú te encargaras pero somos tus alfas, nuestras acciones son instintivas, nuestra necesidad de que estés a salvo y feliz son primarias — explica Edward.
— Comprendo eso pero ustedes también deben saber que fui muy claro, les dije que si necesitaba su ayuda iba a pedírselos porque confió en ustedes pero ustedes en mí no — Louis está cansado, para muchos puede estar reaccionando exageradamente pero él se permitió ser vulnerable, confiar en sus alfas, contarles algo con lo que pueden destruirlo.
— Solo queríamos ayudarte — dice Harry — Lo siento mucho, amor, prometo que no volveré a hacer algo a tus espaldas.
— Sé que quieren lo mejor para mí pero al hacer estás cosas se ponen en peligro y eso es lo último que quiero, precisamente por eso quería alejarme, si están junto a mi ahora son un blanco.
— Por favor — Marcel habla— No nos dejes, de ahora en adelante haremos lo que tú digas con respecto a esto, pero permítenos ser útiles, eso apaciguará nuestros instintos alfas.
Edward no ha dicho ninguna palabra durante toda la discusión, solo absorbe todo, entiende de lo que habla su omega, si estuviera en problemas y se los contara a sus hermanos y ellos intentaran ayudar sin su conocimiento, y de alguna forma terminaran heridos, no se lo perdonaría nunca.
— ¿Aún nos quieres? — pregunta Edward.
— Lo hago — responde Louis.
— Entonces continúa haciéndolo, trabajaremos para que vuelvas a confiar en nosotros, no volveremos a actuar sin que tu sepas lo que estamos haciendo pero promete que nos contarás todo, no importa si la información nos pone en peligro, si nuestro omega no está a salvo, nosotros tampoco queremos estarlo — Edward mira a su omega y espera que sus ojos transmitan lo que sus palabras acaban de hacer.
— Uno de mis colegas, su nombre es Ben, sabe sobre el asunto, parece un buen tipo, no creo que me delate, ofreció ayudarme, dijo que volvió a revisar mis huellas y estoy limpio, por el momento no hay de qué preocuparse — informa Louis y los alfas asienten — Lo que acabo de decirles es algo que aún no compartí con ustedes, así que este soy yo contándoles todo y sin ocultarles nada.
— Gracias — dice Marcel.
— Son mis alfas, los primeros en cortejarme y espero que los últimos, por favor no hagan que me arrepienta de esto — Louis pasa sus dedos por una rosa, siente pequeñas gotas de agua.
— No vuelvas a irte así, nos enferma saber que estás en alguna parte, dudando de nuestro amor — declara Edward
— ¿Amor? — pregunta Louis, algo cálido se extiende por su cuerpo pero la sorpresa se refleja en su rostro
— Te amo — confiesa Edward — Y quizá no es el momento más romántico decirlo después de una pelea pero aun así es imposible guardármelo un poco más. Te amo.
— Idiota — le grita Harry a su hermano — Yo iba a decírselo primero.
— Yo lo conocí primero — les dice Marcel a sus hermanos — Me gané el derecho de ser el primero en decir que lo amo.
— ¿Me aman? — vuelve a preguntar Louis porque aún no comprende cómo es posible, se conocen poco más de un mes y estos hombres frente a él acaban de decirle que lo aman y es hermoso, maravilloso y jodidamente increíble porque el sentimiento es mutuo, él también los ama. Y se los hace saber — Yo también los amo.
Los alfas dejan de discutir y vuelven a mirar a su omega, a su valiente omega militar, de ojos azules mortales, quién también dice amarlos y si pensaron que la vida no podía ser más maravillosa acaban de recibir la prueba de que puede ser aún mejor.
Harry se acerca primero y lo abraza con fuerza, pone su nariz en la fuente de olor de su omega e inhala con fuerza, sabe que no puede vivir sin esto, sin Louis.
Edward y Marcel hacen lo mismo, abrazan a su omega en medio de un jardín repleto de hermosas flores y rosas pero Louis sigue siendo lo más precioso que hay.
— Por un momento pensé que no iba a volver a tenerte así — dice Marcel — Te amo.
Edward besa la sien de su omega y baja lentamente hasta juntar sus labios. Louis sabe increíble y se permite morder los labios de su omega y se deleita con el gemido que recibe a cambio.
Marcel también quiere besar a su omega, pasa lentamente su nariz por la mandíbula de Louis y capta un aroma que claramente no pertenece a su omega y le hace fruncir el ceño.
— La alfa — dice Marcel sosteniendo con ambas manos el rostro de Louis — Te agarró de la cintura y luego besó tu mejilla, su aroma aún está en ti.
Harry gruñe, sigue oliendo el aroma de su omega y no le gusta saber que huele a una alfa.
— ¿Quién es ella? — Marcel piensa que hasta que no marque a su omega seguirá haciendo esta clase de preguntas.
— Bianca — responde Louis débilmente, su mente está nublada por el aroma de sus alfas, tan espesos y fuertes, su posesividad es viciosa — Su padre dijo que ella y su compañero quieren cortejarme.
Si Louis hubiera estado en sus cinco sentidos probablemente no hubiera ducho eso justo en este momento. Hace unos minutos sus alfas pensaban que todo iba a terminar, que su omega los dejaría y ahora se enteran que tienen competencia.
Harry levanta el ligero cuerpo de su omega y este enreda hábilmente sus piernas en el fuerte torso de su alfa y pone su cabeza en la fuente de aroma de Harry, huele a menta y lavanda pero la menta es picante y eso solo significa una cosa. Lujuria.
Louis no sabe a dónde lo lleva su alfa pero es consciente de que sus otros alfas también están a su lado. Escucha el ruido de las pisadas en la loza y se da cuenta de que están en el interior del castillo, una puerta es abierta y es puesto delicadamente sobre una cama.
— Así que ella planea cortejarte — Edward se arrastra sobre el cuerpo de su omega, Louis siente la presión de la erección del alfa sobre la suya, no estaba consciente de que tan bien estaba duro — Ella sabrá que tienes alfas, que eres nuestro.
— ¿Me van a follar? — Louis pregunta despacio, siente manos por sus muslos y otras por su torso, solo se deja hacer, que sus alfas hagan lo que quieran, está dispuesto a recibirlo.
— No, Princesa — dice Marcel en su oído — Solo te marcaremos.
— Justo ahora podrían confundirme como un alfa, sus aromas están sobre mí.
— Mi pobre omega — el tono de Edward es condescendiente — No te marcaremos con nuestro aroma, te marcaremos con nuestro semen.
— Maldito infierno, alfas de las cavernas — sisea Louis pero gime cuando Harry muerde juguetonamente su cuello.
— ¿Estás de acuerdo? — pregunta Marcel — Porque después tendremos que volver a la fiesta y no quiero que te sientas incómodo.
— Todos sabrán lo que hicimos — le dice Edward — Tus padres probablemente nos maten.
— Pero tu ex novio imbécil y la alfa sabrán que eres nuestro ¿Quieres eso? ¿Quieres que sepan que tienes dueños? — dice Edward mientras agarra con fuerza los gruesos muslos de su omega.
— ¿Dueños? Ustedes me pertenecen tanto como yo a ustedes.
— Eso es un sí ¿Nos dejas marcarte?
— Les pertenezco, hagan conmigo lo que quieran.
Y eso es justo lo que los alfas necesitaban, Marcel gime cuando siente la mano de su omega sobre su erección, le agarra de la muñeca y besa su palma.
— Esto se trata de ti y si sigues haciendo eso harás que me corra en mis pantalones y realmente quiero hacerlo sobre tu estómago.
Harry está a la izquierda, Marcel a la derecha y Edward en el centro. Los hábiles dedos de Edward desabotonan la camisa porque el saco se encuentra en alguna parte de la habitación. El torso de Louis queda expuesto, los omegas suelen tener el estómago blando y suave, su anatomía no les permite los músculos o abdominales marcados pero Louis es diferente, tiene un paquete de seis y los alfas están a punto de babear por la vista.
— Eres precioso — dice Marcel — Maldita sea, podría escribir una saga sobre tus abdominales.
— Sin duda es el cumplido más raro que me han hecho — se burla Louis, su descaro está presente aun cuando puede ver las erecciones de sus alfas.
Harry se desabrocha el pantalón y el líquido preseminal es visible sobre la tela lo que hace que Louis lubrique un poco, está tratando de controlarse para que su mancha no se vea en sus pantalones, eso sería demasiado vergonzoso.
— Puedo olerte — dice Edward — Lo que daría para poder probarte.
— Hazlo, alfa — pide Louis.
— No cariño, lo haremos correctamente, en nuestra cama, donde te sientas más cómodo y seguro.
Edward y Marcel sacan sus erecciones y se acarician lentamente, la vista de su omega tendido en la cama, con las mejillas sonrojadas y los ojos dilatados es erótico. Aún más cuando Louis pasa sus manos por su torso y juega con sus pezones.
El semen espeso de Harry se esparce por el pecho de Louis, liquido blanco escurre por los pezones del omega, eso hace que Marcel también llegue al orgasmo y esparce su carga por el estómago de su omega.
Edward continua masturbándose, Louis pasa el dedo índice desde su estómago hasta su pecho y luego lleva su dedo a la boca, probando el semen de sus alfas, el ojiazul gime obscenamente y se arquea en la cama. Eso es lo que necesitaba Edward para terminar y marcar a su omega de la forma más primaria.
Harry y Marcel besa el rostro, el cuello y la sien de su omega, Louis sonríe perezosamente y deja que sus alfas lo mimen. Mira a Edward desabotonar su pantalón y levanta ambas cejas cuando el alfa lo ve a los ojos antes de meter la mano y palpar su erección.
Louis gime cuando su alfa empieza a masturbarlo, sus otros alfas miran como la tela se levanta por la mano de su hermano y la erección de su omega.
— Alfa — dice Louis — Mojaré mis pantalones.
Edward se agacha y le baja el pantalón junto al bóxer, sus hermanos apenas captan la polla del omega antes de que Edward se lo lleve a la poca y eso es todo, Louis termina y su semen es tragado por su alfa y el ojiazul piensa que murió porque esto se siente como el paraíso.
Marcel se acerca a Edward, jala del saco a su hermano y estampa sus bocas en un beso acalorado, gruñe cuando siente el sabor del semen de su omega.
Louis pasa sus manos por los lugares donde tiene la corrida de sus alfas y lo esparce por su piel limpia. Harry le da un beso y lo ayuda a botonarse la camisa, luego se baja de la cama, mete su pene en su ropa interior y se sube la cremallera. Sus hermanos han dejado de besarse y ahora Edward tiene a Louis en su regazo y besa su mandíbula.
Marcel va hasta el baño y vuelve con una toalla húmeda, limpia la mano de su omega y besa la frente de su hermano. Harry encuentra el saco de Louis y lo ayuda a ponérselo.
El omega huele sumamente fuerte y en cuanto salgan todos sabrán que tiene alfas. Alfas tan territoriales que lo acaban de marcar de la manera más primitiva pero su sonrisa en el rostro demuestra que ha disfrutado cada momento.
Notes:
"Porque hay magia en mis huesos"
Chapter 30: Capítulo 29
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Los alfas y su omega caminan por el pasillo hacia el gran salón. Harry tiene el brazo alrededor de la delicada cintura de su alma gemela y besa su sien cada que puede. Marcel camina al lado de Louis con las manos entrelazadas y Edward está muy cómodo caminado detrás del grupo, tiene una excelente vista del regordete trasero de su omega.
— Maldita sea — dice Louis.
— ¿Algo anda mal? — Marcel pregunta con preocupación.
— Puedo sentir los ojos de Edward en mi culo.
— No puedes culparme — se defiende Edward sin quitar la vista de la zona — Está para ser apreciado y soy demasiado débil para resistirme.
— Maldito perdedor — murmura Louis con la vista puesta en alguien.
— Oye, no te enojes — pide Edward pero Louis no está hablando de él, el omega se zafa del agarre de sus alfas y corre hacia la puerta lateral.
Los trillizos siguen a su omega y logran ver como éste taclea a un alfa muy robusto, pero el sujeto logra girar sus cuerpos y Louis queda debajo hasta que el omega le da un rodillazo en las partes bajas y el alfa se tira a un lado, siseando de dolor.
— Eres un idiota — gruñe Louis y le da golpes en el pecho con la palma abierta — Dijiste que la traerías para navidad, no pude verla.
— Lo siento, Boo, las vacaciones fueron inesperadas — el alfa trata de agarrar las muñecas del omega y evitar los golpes.
— ¿Qué ocurre? — pregunta Edward mientras levanta a su omega del césped y lo agarra con fuerza de las caderas.
— ¿Quiénes son los muñecos? — el alfa se pone de pie y mira a los trillizos.
— Mis juguetes sexuales — es la descarada respuesta del omega militar.
— Somos sus alfas — ofrece Marcel amablemente — ¿Y tú eres?
— Soy Arthur Tomlinson, el hermano mayor de Louis.
El macizo alfa de casi dos metros tiene el cabello rubio y profundos ojos azules, barba espesa que contrasta con la gran sonrisa que muestra.
— Es mi primo — Louis mira con saña al alfa — Ahora dime dónde está mi sobrina.
— Tu madre me la robo así que salí un momento a fumar — el alfa olfatea levemente el aire y luego retrocede dos pasos — Así que en realidad son tus alfas, hueles como si te hubieran orinado encima.
— Algo parecido — el omega se encoge de hombros — Involucró pollas.
— Dioses, eres un vulgar — increíblemente el alfa se sonroja ante el poco filtro de su primo — Mis tíos estarán furiosos.
— Lo superarán, tengo 25 años y mi cortejo está por terminar.
— Y ni siguiera pudiste levantar el teléfono y contarme sobre eso.
— Bien — el omega cede — Edward, Marcel y Harry Styles, lograron enamorarme en cuestión de días y ahora los estás viendo.
— Siempre siendo un omega encantador — Arthur se burla — Pronto hablaré con ustedes muchachos — el alfa mira a los trillizos.
— Quiero ver a mi pequeño pétalo — se queja Louis — La extrañé.
Arthur asiente comprensivamente, su pequeña hija tiene una obsesión con su tío Louis y pide verlo constantemente lo que es casi imposible debido al trabajo del omega.
— Fumaré un cigarro y volveré adentro — informa el alfa — Ágata debe estar esperando verte.
El alfa le sonríe a su primo y luego camina hacia la dirección opuesta, desea poder abrazar a Louis pero aprecia su vida y tocar a un omega que acaba de ser marcado como lo fue el militar, es suicida.
Los alfas parecen estar cuerdos pero no quiere tentar su suerte. El rizado vestido como si fuera a modelar en una pasarela parece que está a punto de arrodillarse y adorar a Louis. El que usa anteojos tiene una sonrisa perpetua en el rostro, como si Louis fuera la definición de la felicidad. Y el otro alfa, el que parece ser el líder del grupo mira al omega como si estuviera dispuesto a matar por él, es una mirada intensa y no sabe cómo su primo puede manejar a alfas tan fuertes y posesivos.
Louis camina apresuradamente hacia el interior del castillo y sus alfas lo siguen, Marcel se adelanta y le abre la puerta, el omega sonríe en grande y busca con la mirada a su pequeña sobrina pero su sonrisa se congela cuando nota que todos lo miran. Maldice internamente porque por un momento había olvidado que su aroma es fuerte, quizá lo olieron mucho antes de que entre.
Los gruñidos roncos y poderosos de sus alfas hacen que todos vuelvan a sus conversaciones pero es inevitable que una u otra persona lo mire de reojo pero apartan rápidamente la mirada cuando se topan con amenazantes ojos verdes.
— Sería hipócrita si me quejara — les susurra Louis a sus alfas — Me gustó lo que hicieron.
— Cariño — Harry detiene a su omega antes de que lleguen a la mesa donde están sus suegros — ¿Podemos irnos pronto? Está costándome mucho controlarme alrededor de todos, mi alfa solo quiere tenerte cerca.
— ¿Es tu celo? — pregunta el omega dócilmente.
— No lo creo, hoy pasaron muchas cosas y solo quiero tener a mi omega para mí.
— Una hora, lo prometo, luego nos iremos.
— Te amo — el trillizo más joven besa dulcemente los labios de su omega.
— ¡Tío Lou! — una niña corre hacia el militar y abraza su pierna con fuerza.
— ¿Oyeron algo? ¿Creí escuchar mi nombre? — el omega finge no ver a la pequeña.
— ¡Estoy aquí tío, aquí abajo! — chilla Ágata presionando su rostro en el muslo de Louis.
— Creo que también lo oigo — Marcel le sigue el juego — Aunque no sé de donde proviene.
— ¡Me gustan tus rizos! — declara la pequeña — Y tus gafas, eres muy bonito.
— Gracias — el alfa se sonroja y Louis lo ama aún más.
— Oh, estás aquí — dice Louis acariciando el cabello dorado de la cachorra, se pone de cuclillas y le guiña un ojo — ¿Cómo ha estado mi niña favorita?
— Aprendí a contar hasta cien — comenta — Y golpee la nariz de James.
— ¡Ágata! ¿Por qué lo hiciste?
— Él me mordió y quería hacerlo de nuevo, le dije que no lo hiciera pero lo intentó y lo golpee, pero no muy fuerte tío Lou, no quería que te enojaras conmigo — la pequeña bate sus pestañas suavemente y Louis resopla, la pequeña sabandija sabe cómo convencerlo.
— Espero que no estés mintiendo, Ágata Tomlinson Duff.
— Lo prometo, tío Lou — la cachorra niega con fuerza y sus coletas se balancean.
Louis la toma de la mano y camina hasta donde sus padres hablan animadamente con la madre de la pequeña, una linda y tierna omega llamada Jade.
— Esta pequeña me encontró — dice Louis.
— Louis — saluda Jade — Sabía que había ido en tu búsqueda pero Ágata, sabes que primero debes decírselo a mamá.
— Lo siento mami, tenía muchísimas ganas de ver a mi tío Lou — la pequeña alarga la última silaba.
— ¿Y quiénes son los caballeros que te acompañan, Louis? — pregunta la omega.
— Edward, Marcel y Harry Styles, mis alfas — Louis los presenta y cada uno sonríe y asiente cuando son nombrados.
— Un placer conocerlos — Jade les sonríe y les dice que por favor se sienten.
Se enfrascan en una amena conversación, Marcel le recomiendan libros infantiles para Ágata, Jade le cuenta a Harry que su hermana menor es su fan y que planea ir a varios de sus conciertos, mientras tanto Edward conversa con Marcos sobre medicina y nuevos artículos científicos. Pronto Ágata pide ir al baño y su madre se disculpa antes de retirarse.
Minutos después Louis ve a su padre Magnus acercarse y fruncir el ceño, sabe que está jodido cuando su padre lo mira directamente a los ojos, en retrospectiva dejarse marcar cuando tenía una fiesta a la que volver no fue la mejor idea pero como ya dijo con anterioridad, no puede quejarse, le gustó de principio a fin, además ama sentir a sus alfas y lo orgullosos que se ven.
— ¿En serio, Louis? — dice su padre en cuanto está a su lado, su voz es baja para que nadie más que los que están en la mesa escuchen sus palabras — ¿En qué estabas pensando?.
— Magnus — dice Alice — Tu hijo es un hombre adulto.
— Y ustedes — Magnus mira a los trillizos — ¿Cómo se les ocurrió que esto era una gran idea? Está fiesta es la celebración de mi hijo, de sus logros, de su éxito, ahora de lo único que van a hablar será de como estuvo oliendo a sexo y lujuria.
— ¡Papá! — sisea Louis — Contrario a lo que crees, no soy un cachorro, sé lo que hago y me siento cómodo al respecto, y por favor, si quieres seguir hablando de esto lo haremos después.
— No entiendo porque lo hiciste — Magnus dice — Este es tu momento, no te comprendo.
— Sigue siendo mi momento, estamos celebrando mis logros, tengo a mis alfas conmigo y a mi familia, es todo lo que me importa, el resto puede besarme el trasero.
— Preferiría que lo último no sucediera — dice Edward y Magnus voltea a verlo — Solo una pequeña acotación, señor — le dice a su suegro.
— Es suficiente, deja a nuestro hijo y sus alfas en paz — dice Marcos — Concentra tu enojo en alguien más, no voy a permitir que Gabe siga diciendo estupideces, si tú no le dices algo lo haré yo.
— El imbécil se quedó en el siglo en que nació — gruñe Magnus — ¿Y por qué no me dijiste que fue un patán? — le dice a Louis.
— Soy un Capitán — responde Louis — No voy a ir llorando hacia a ti cada vez que alguien intenta ofenderme, puedo defenderme solo, aunque aprecio el gesto.
— ¿Qué sucedió? — pregunta Harry, no sabe de quién están hablando.
— El Coronel Gabe pidió nuestro permiso para que su hija y su compañero cortejaran a Louis — dice Magnus.
— ¿Cuándo fue eso? — el omega quiere saber cuándo ocurrió tal idiotez.
— Antes de que llegaras, también me dijo que fuiste grosero con él pero que perdonará tu conducta si aceptas a su hija — informa el alfa mayor.
— Viejo de mierda, seguro hace años no chupan sus bolas arrugadas — gruñe Marcos.
Louis ríe a carcajadas y sus alfas hacen lo mismo, ver sonreír al amor de su vida hace que todo sea más placentero, aun sabiendo que alguien más quiere arrebatárselo.
— No sé lo que debe sentir — dice Louis — No tengo ese problema.
Todos en la mesa lucen incómodos por el comentario menos Alice que sonríe por el comportamiento libre y alegre de su hijo, no es común verlo tan despreocupado y divertido.
— De todas formas, le dije que ya estás siendo cortejado y lo dejaste más que claro cuando volviste oliendo así — Magnus mira a su hijo — Pero sigo algo molesto y ustedes — mira a los trillizos — Aún no tuvimos una charla adecuada pero eso se solucionará pronto.
Los trillizos miran a su suegro y asienten respetuosamente, sabían que este momento tenía que llegar y están preparados para eso, antes de que finalice el cortejo y le den el último regalo a Louis, deben conversar con sus padres y pedir su aceptación.
Lo que les recuerda que aún no les han dicho a sus madres y a su padre que están por unirse a un omega, Patricia y Sariel probablemente se enojarán mucho por no haber sido informadas pero Tom estará feliz con la noticia.
— Louis — Niall llega a la mesa y saluda al omega — Alice, querida, luces preciosa.
— Gracias, cariño, tú luces hermoso — la omega felicita a Niall por la elección de traje.
— Señor — Zayn saluda a su superior y Magnus asiente.
— ¿Se divierten? — pregunta Marcos, siempre siendo un buen anfitrión — ¿Bebieron y comieron? ¿Hay algo que gusten?
— Vine por Louis — dice Zayn — Nuestros colegas quieren felicitarlo.
Harry agarra sus muslos con fuerza, evitando tocar a su omega y sentarlo en su regazo, la sola idea de Louis rodeándose de otros alfas lo hace sentir enfermo, justo en este momento piensa que quizá su celo sí está cerca.
— Dile a Charlie y Ben que les invitaré un par de cervezas pronto, hoy no me siento cómodo estando lejos de mis alfas — Louis mira a Zayn y su amigo comprende la situación.
— No hay problema, lo entenderán — acepta Zayn, si alguien toca a Louis los trillizos se enojarán y eso hará que Louis esté enojado y eso no es algo que quiera.
Magnus mira a Louis como diciendo “Te lo dije” pero el omega solo rueda los ojos y agarra la mano de Harry debajo de la mesa, la aprieta y el alfa lo mira, Louis le dice que lo ama.
Comen y beben, Niall se une a ellos después junto a Zayn, Liam está de turno y no pudo asistir. Arthur y Jade organizan un almuerzo familiar el fin de semana e invitan a todos.
Louis comparte el postre con Ágata, la niña habla animadamente con su tío quien parece muy interesado con la conversación. Edward mira la escena e imagina su futuro, Harry y Marcel preparando la cena, Edward enseñándoles la tarea a sus hijos mayores mientras Louis les da un baño a los más pequeños.
Sí, definitivamente quiere muchos hijos junto a los amores de su vida.
Notes:
"Eres increíble ante mis ojos y no importa si yo no lo soy ante los tuyos"
Chapter 31: Capítulo 30
Summary:
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Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
— Él es tan guapo — dice la interna mientras ve pasar a Edward.
— Y totalmente fuera de tu alcance, eso es seguro — responde su amiga rodando los ojos.
Ambas están sentadas en las sillas ubicadas en el pasillo, descansando después de atender una emergencia.
— Él es un alfa y yo una omega, la biología está a nuestro favor, pronto será mío.
— Probablemente ya tenga una omega en casa, un hombre así no está soltero.
— No lleva un anillo — señala Carla.
— Casi nadie aquí lo hace.
— ¿Sobre qué hablan? — Mateo pregunta al llegar junto a sus colegas, se derrumba en una silla al lado.
— El doctor Styles — dice Carla soñadoramente, suspirando incluso.
— Es ardiente — concede el beta — Pero no creo que quiera salir con alguien de aquí, parece tan correcto.
— Eso es porque aún no me ha conocido — Carla sonríe.
— Ya nos conoce — dice su amiga — Solo que no le importamos lo suficiente para que nos recuerde.
Es cierto, él fue quién los admitió para el internado.
— Si quieres lograr algo con él, hazte amiga de Niall, parece que ellos son amigos — Mateo aconseja.
— Ufff — se queja Carla — Ese omega es un insoportable, se cree la gran cosa por ser el jefe de enfermeros, soy una doctora, debería conocer su nivel.
— Por amor a todo lo que quieras — exhala su amiga — No hables mal de él, lo último que queremos es que nos odie, podría hacer nuestra vida imposible.
— Eso es cierto — Mateo dice — No nos pongas en malos términos con los enfermeros.
— Si soportar a Niall me da una oportunidad con mi alfa, lo haré.
Su amiga cierra los ojos con fuerza, sabe que nada saldrá bien, solo espera que Carla no haga algo estúpido.
Los internos son nuevos, apenas llevan una semana en el trabajo, no están enterados del espectáculo que fue el nombramiento de Edward como jefe del hospital. Así que es claro que no vieron a los hermanos Styles y a Louis. Lamentablemente se perdieron de un gran acontecimiento.
Liam pasa al lado de los internos, su excelente audición alfa le permite captar parte de la conversación, le enoja saber que piensan utilizar a su omega pero no hará nada, aún, su esposo es demasiado inteligente para caer en la farsa.
Entra a la oficina de Edward y se sienta frente al escritorio de su amigo, saca un táper y de ahí un sándwich.
— ¿Entonces ahora todo está bien con Louis? — le pregunta Liam a Edward. El neurocirujano ya está comiendo.
— Todo es perfecto — responde Eddi mientras come el asado que le preparó Marcel en la mañana.
— ¿Cuántos días faltan para que finalice el cortejo?
— Cinco días, pero aún no hablamos de los detalles, él está en la base, va ser difícil marcarlo y que al día siguiente vuelva ahí — Edward se queja.
— Definitivamente no podrán con eso, tienen que hablarlo, que tu omega se aleje un día después de marcarlo hará que tu alfa enloquezca.
— Lo sé.
La puerta se abre abruptamente y Niall entra a la oficina, arrebata la hamburguesa que su esposo come, le da un mordisco, se lo devuelve y sale nuevamente.
— ¿Qué acaba de suceder? — pregunta Edward viendo la puerta por donde el omega salió.
— Vomitó durante toda la noche, en la mañana no quiso comer y supongo que está hambriento — explica Liam, el alfa guarda su hamburguesa y se pone de pie.
— ¿Está embarazado? — Edward jamás es sutil.
— Sabes que estamos intentándolo, Zee y yo le pedimos que se haga una prueba pero no quiere, teme que salga negativa.
— Si el rubio está embarazado será un demonio — el alfa ojiverde frunce el ceño al imaginar a Niall embarazado.
— Será aún más lindo, aunque no prometo que sea amable, odia estar enfermo y los síntomas del embarazo son terribles — Liam sale de la oficina y va en busca de su omega, tiene que alimentarlo.
— Louis será amable cuando esté embarazado — murmura Edward y sonríe suavemente.
[…]
— ¡Me dan vergüenza! — gruñe Louis.
Más de cien soldados hacen planchas en el campo abierto, el sol arde como mil infiernos pero no se rendirán porque eso significa que su Capitán estará decepcionado de ellos, y definitivamente no quieren eso.
El omega está parado adelante, en el centro del pelotón, lleva pantalones militares y una camisa verde que se adhiere a su cuerpo debido al sudor, la chapa de plata de su identificación militar brilla con el sol.
— ¡Smith! ¿Qué mierda es eso? ¿Estás follando o haciendo planchas? — grita al ver los movimientos poco comunes de su soldado.
— ¡Planchas, señor!
Zayn sonríe burlonamente a su lado pero Louis voltea a verlo y el alfa se calla inmediatamente. El omega está a punto de gritar una orden pero su celular vibra en el bolsillo, se sorprende al ver que es Niall quien lo llama, mira de reojo a su amigo pero el alfa está distraído instruyendo a los soldados.
Louis se aleja para contestar la llamada.
— Hola, Niall — saluda.
“Louis, amigo, ¿cómo estás?” dice el enfermero desde la otra línea.
— Estoy bien, ¿sucede algo?
“Solo quería saber si podemos vernos”
— Por supuesto
“¿Puede ser hoy?” pregunta Niall tímidamente.
— Justo ahora estoy en la base, ¿en serio todo está bien? Si es algo urgente puedo salir.
“No quiero ser molesto pero es urgente, te necesito” solloza Niall.
— Joder, ¿dónde estás? — pregunta Louis.
“En el hospital, en el ala de neurocirugía, estoy en el cuarto de suministros” explica Niall en medio del llanto.
— Estaré ahí en 20 minutos, por favor no cortes, sigue hablando conmigo.
Louis se acerca a Zayn y le dice que tiene algo urgente que hacer, el alfa frunce el ceño pero asiente cuando el omega le pide que se encargue de todo.
El militar conduce a toda velocidad hacia el hospital, baja hasta el estacionamiento, deja el carro y sube al ascensor, presiona el botón para la planta de neurocirugía, todo con Niall en la otra línea.
Cuando las puertas del ascensor se abren todos lo miran, Louis es consciente de que aún está uniformado pero era una emergencia, el omega de su mejor amigo está llorando, así que discúlpenlo si no fue a ponerse un saco y una corbata.
— Hola, ¿sabes dónde está el cuarto de suministros? — le pregunta a una interna.
— No puede ir, señor — dice ella — Es solo para personal autorizado.
Louis la deja con la palabra en la boca y le pide a Niall que le indique dónde es, lo encuentra rápidamente y entra. El otro omega está sentado en el piso, las lágrimas fluyen libremente pero está comiendo papas fritas.
— Cariño — dice Louis acercándose lentamente y sentándose junto a Niall — Dime que sucede.
— Estoy embarazado — susurra.
— ¿Eso es bueno? ¿No es lo que estaban buscando? — la noticia no toma por sorpresa a Louis, Zayn habla constantemente de su futuro bebé.
— Estoy feliz — Niall sonríe y restos de comida se ven en su boca — Pero también estoy asustado, no sé qué me pasa.
Louis lo abraza, nunca ha sido bueno reconfortando a las personas, no sabe cómo consolar a alguien pero sabe que un abrazo siempre ayuda a conectarte a tierra.
— Todo estará bien, eres increíble, tus alfas son grandiosos, serán buenos padres.
— Lo sé, soy una perra afortunada — dice Niall secándose las lágrimas para después meter un puñado de papas fritas a su boca.
— Zayn va enloquecer — Louis sonríe — Quiere tanto un bebé.
— Liam no dejará que coma frituras, por eso estoy comiendo lo que más pueda.
Los alfas de Niall no saben de su arrebato, de lo contrario dejarían todo para buscarlo. La marca permite que tus compañeros sientan lo que tú sientes pero puedes bloquearlos, es una decisión dejar que tengan vía libre para saber tus sentimientos.
— Hay que salir de aquí — Louis le tiende la mano a Niall — Este lugar huele a medicina.
Caminan juntos hacia la sala de control, Louis quiere buscar a Edward y saludarlo, tal vez también besarlo. Pero cuando lo ve, las ganas de hacerlo se esfuman.
El alfa está de espaldas a Louis, su cuerpo recargado en el mostrador, una guapa omega de ojos verdes y cabello negro, agarra el brazo del alfa y sonríe coquetamente.
Por la ropa que lleva, Louis supone que es una interna, la mujer desliza la mano y aprieta el bíceps de Edward, quien en ningún momento se aleja y trata de perder el contacto.
Louis y Niall pasan de largo, sin prestarles atención al doctor y su interna.
— Omega — dice la voz grave y baja de Edward cuando ve a Louis pasa a su lado, el militar se detiene y voltea a verlo.
— Alfa — responde Louis, no suena respetuoso, lo dice como si se burlara del término.
Edward camina hasta su omega y le besa la frente, todo bajo la atenta mirada de la interna y varias personas que circulan alrededor.
— ¿Te sientes mal? ¿Por qué no me avisaste qué estás aquí?
— Me ves ahora, no es necesario que te lo diga — la descarada respuesta no pasa por alto para el público no deseado, la omega incluso levanta una ceja.
Edward sonríe de lado, un hoyuelo se nota en su mejilla derecha, besa castamente los labios de su omega para después agarrarlo de la mano y llevarlo a su oficina.
Una vez que están lejos de los mirones, Louis se suelta del agarre de Edward, camina por delante del alfa y entra a la oficina, se sienta en el sofá evitando mirar a su alfa.
— Tiramisú ¿qué te tiene tan enojado? — pregunta Edward. Se quita la bata blanca y queda vestido con una elegante camisa.
— ¿Por qué dejas que esa mujer te toque?
— ¿Qué mujer?
— La interna con la que estabas hablando — dice Louis mirándolo, sus ojos azules centellean.
— No le estaba prestando atención, ella estaba preguntándome algo pero me distraje — confiesa el alfa — Te imaginaba vestido con tu uniforme y ahora estás aquí, justo como te imagine.
— Mentiroso.
— ¿Crees que me fijaría en alguien más teniéndote a ti? — Edward suena terriblemente ofendido — Tú eres el sol, los planetas, la luna, las estrellas, eres mi maldita galaxia.
Louis quiere sonreír ante las palabras cursis, pero mantiene la fachada, al menos por unos minutos más.
— Si me engañas — sisea Louis — Desapareceré de tu vida, jamás volverás a verme.
— Si lo hiciera no solo me condenaría, sino también a mis hermanos — señala el alfa — Y nunca haría algo para lastimarlos.
Edward se para frente a Louis, el omega levanta la mirada y pestañea lentamente, la polla de su alfa prácticamente está a la altura de su boca.
— Ahora, fuiste muy grosero ahí afuera, así que haz algo amable — el alfa le sonríe a su omega — Como chuparme la polla por ejemplo.
El sexy militar le devuelve la sonrisa, se levanta y aprieta la polla vestida del alfa, Edward sisea de dolor y placer, hecha la cabeza hacia atrás, su cuello blanco y su manzana de adán balanceándose es definitivamente algo erótico.
— Dejaste que te tocara, no importa si no lo notaste, eres mío y no me gusta que toquen lo que me pertenece — gruñe Louis — Y tú, Edward Styles, eres mío.
Louis besa el cuello y la mandíbula de su alfa, chupa la piel tersa hasta dejar una marca rojiza que pronto se volverá purpura. Edward jadea cuando el ojiazul suelta el agarra que tenía sobre su polla.
— Debo volver a la base — el omega besa el pecho de su alfa — Pero continuaremos esto en casa.
Louis no se va sin antes besar la marca que dejó en el cuello de Edward, el alfa sale de la bruma segundos después, cuando su omega ya no está en la oficina.
Notes:
"Ojos azules y pecas en la mejilla"
Chapter 32: Capítulo 31
Notes:
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Chapter Text
Harry sube las gafas de sol hasta su cabello y mira a Edward caminar rápidamente hasta su vehículo, comparte una rápida mirada con Marcel que está en el asiento trasero, debido a que quiere evitar una pelea con Edward por sentarse adelante. Fue suficiente con Harry quedándose sin un mechón de cabello.
— Pastelitos — saluda el trillizo mayor a sus hermanos mientras sube al automóvil.
— Ewww — dice Harry — No vuelvas a llamarnos así.
— ¿Tu auto se descompuso? — pregunta el escritor.
Edward llamó a Harry y le pidió que viniera al hospital a recogerlo, y que no se olvidara de traer a Marcel, cómo ninguno tenía nada importante que hacer, solo decidieron obedecer a su hermano.
— No.
— ¿Entonces por qué me hiciste conducir hasta aquí? — dice Harry, el alfa sale hasta la autopista principal.
— Mi Cheesecake vino a visitarme en la mañana, así que ahora iremos a devolverle la visita — Edward se quita la corbata y pasa sus dedos por su cabello rizado.
— ¿Iremos a la base? — la emoción pinta la voz de Marcel.
— Así es.
Harry conduce y la música de su nuevo álbum se reproduce a todo volumen. Edward le cuenta a sus hermanos todo sobre la visita de Louis y lo celoso que se puso cuando lo vio hablando con una interna, ni siguiera recuerda el nombre.
El portón de la base queda a la vista, un militar armado camina de un lado a otro, a la derecha hay una caseta con un soldado dentro. Es la primera vez que los trillizos verán a Louis en su elemento y lo imponente que es tener como omega a un Capitán de las fuerzas armadas.
— Buenas tardes — Harry saluda al estoico militar que se acerca al vehiculo.
— ¿Qué busca? — pregunta el uniformado con voz grave, es un alfa.
— Vinimos a visitar al Capitán Tomlinson — dice Edward desde el asiento de ha lado.
— Sus identificaciones — pide el alfa.
Los trillizos se miran entre sí y se encogen de hombros. Es normal que pidan que se identifiquen antes de ingresar a una base militar, ellos no están tan seguros de eso pero aun así presentan sus identificaciones.
— ¿Señores Styles? — pregunta. Su voz es un poco menos autoritaria que antes, mira a los trillizos con asombro y traga saliva.
— Esos somos nosotros — dice Harry — ¿Hay algún problema?
— Para nada señor, pueden ingresar — le hace una señal al militar que se encuentra en la caseta y la puerta se abre — Me disculpo por el inconveniente, no volverá a suceder.
Harry conduce y el silencio se instala en el vehículo, ninguno dice ni una sola palabra, todos asimilan lo sucedido hace unos minutos.
— Joder — dice Marcel — Eso fue extraño.
— Eso hermanito — dice Edward — Ese es el poder de nuestro omega, y supongo que acabamos de ver una mínima parte.
— Me gusta mucho Louis — habla Harry y sonríe dulcemente — Lo amo, me casaré con él y tendremos muchos cachorros.
— Sí Harry — acepta Marcel fácilmente — Tendremos todo eso con él.
El cantante estaciona el vehículo y todos bajan, salen del estacionamiento y se dirigen hasta la edificación principal, los soldados que se encuentran en el camino los miran de pies a cabeza y murmuran entre sí.
— Vaya, vaya, vaya, que tenemos aquí — dice Zayn saliendo del lugar.
— Malik — dice Edward.
— Styles.
— ¿Está Louis ahí? — pregunta Harry señalando detrás de Zayn.
— El Capitán Tomlinson está en el campo, entrenando a los reclutas — Zayn baja los escalones y llega al nivel de los trillizos — No es una buena idea que estén aquí.
— ¿Por qué? — pregunta Edward, su voz bordeando los celos — Somos sus alfas, tenemos derecho de visitarlo en su trabajo.
— Idiotas, no sé cómo pueden gustarle a Louis — sisea Zayn.
— Oye, cálmate — dice Marcel — No vinimos con ninguna mala intención.
— Vinieron a una base llena de alfas a visitar al único omega del lugar, ustedes son blancos, todos vigilan sus movimientos — se burla Zayn.
— Louis me dijo algo sobre eso — comenta Marcel — La mayoría son alfas jóvenes y ven a Louis como alguien a quien deben proteger.
— No sé si eso me hace sentir bien o celoso — dice Harry, por un lado se siente bien al saber que cientos de alfas protegen a su omega y por el otro ¡Cientos de alfas protegen a su omega y ninguno de ellos es él!
— Todo sería más fácil si ya estuviera marcado pero aún están cortejándolo y eso es más peligroso, si alguno siente que Louis está en peligro, los atacarán — explica el pelinegro.
— Son como salvajes — dice Harry.
— Entraron a un nido de serpientes y todos protegen el tesoro — Zayn suspira — Solo no digan o hagan algo estúpido y estarán bien.
— ¿Qué se creen estos niños? — gruñe Edward.
— Bueno, Harry y Marcel estarán bien, tú eres un caso aparte — le dice el alfa pelinegro al trillizo mayor.
— Quiero ver a mi omega — exige Edward como un niño petulante — Llévame a donde está.
— Edward — susurra Marcel — Sabes que no es una buena idea.
A Edward le importa una mierda si todas estos alfas lo ven como un objetivo, él quiere ver a su omega, al precioso ojiazul que lo dejó con la polla erecta hace una horas, quiere llevarlo a casa y follarlo lentamente, tomarse su tiempo, desarmarlo poco a poco, que lo recuerde siempre.
— Quiero ver a mi omega — exige — Nadie me detendrá.
— Bueno, eso será divertido — sede Zayn — Louis no estará contento pero ese es tu problema hombre.
Los trillizos siguen a Zayn, durante el trayecto es bastante notorio que los soldados los vigilan como halcones, no intentan ser discretos. A lo lejos se distingue a un grupo de soldados corriendo, mientras más se acercan es fácil distinguir que Louis lidera el pelotón.
El omega está vestido con los mismos pantalones militares que en la mañana, solo que ahora no lleva una camiseta, su torso está al descubierto, sus abdominales son bañados por el sudor.
— Creo que me está sangrando la nariz — dice Marcel y es cierto, un hilo de sangre llega hasta sus labios.
— Mierda — jadea Harry, se apresura a sacar un pañuelo y lo pone en la nariz de su hermano.
Mientras tanto Zayn se carcajea ruidosamente pero Edward solo mira a su omega acercarse a ellos, el grupo que corría a su lado queda atrás y miran cuidadosamente a su Capitán.
— Cariño ¿Estás bien? — pregunta Louis acercándose a su alfa.
— Estoy bien — Marcel logra decir, baja el pañuelo y la sangre ha dejado salir pero sus mejillas están sonrojadas.
— ¿Qué pasó? — Louis toma el rostro del alfa y mira si hay algún otro problema — Me asustaste.
— Tú eres demasiado — murmura Marcel.
— ¿Soy demasiado? — pregunta el omega confundido.
— Demasiado para mí, me pones nervioso, no puedo soportar lo que conlleva ser tu alfa, me dejas sin palabras.
— Tienen compañía — dice Zayn al oír la declaración de amor — Será mejor que lo lleven a otro lado.
Louis voltea y ve a sus soldados, pellizca las mejillas de Marcel y le sonríe a Harry y Edward.
— Denme un minuto, luego podremos irnos.
Los trillizos miran a su omega volver junto a sus soldados, todos se paran derecho y observan atentamente al ojiazul pero no pueden evitar mirar a los Styles.
— ¡Firmes! — grita Louis, todo el pelotón acata la orden — El soldado Malik continuará con el entrenamiento, los veré a todos en el desayuno.
— ¡Sí Capitán! — responden en coro.
— Los hombres que ven — dice — Son cercanos a mí y volverán a visitarme, no quiero ningún problema, al primero que oiga murmurar algo sobre mi vida privada le patearé el trasero, ¿Estoy siendo claro?
— Sí señor.
— Tienen 10 minutos para beber agua y cuando vuelvan continuarán ¡Rompan fila! — ordena el Capitán, todos corren hasta los caños y las mangueras.
— Irás con nosotros — dice Edward cuando todos se han ido.
— Zayn te quedas a cargo, Charlie está con un grupo en el gimnasio y Ben está dictando una clase — habla Louis sin hacer caso a lo dicho por su alfa — ¡Hey Morales! — le grita a un soldado.
— Capitán Tomlinson.
— Trámeme una camiseta limpia y dile a Chris que vuelva a casa temprano, por cierto, estaré en el estacionamiento, tienes 3 minutos.
El soldado asiente y sale corriendo. Al fin Louis mira a sus alfas y estos ya lo están viendo, Zayn se ha alejado después de recibir sus órdenes.
— No esperaba esta visita, ¿Creí haberte dicho que nos veríamos en casa — le dice a Edward.
— No podía esperar, soy impaciente.
— Puedo ver eso.
Media hora después Harry estaciona el vehículo frente a su casa, en el asiento trasero Louis está sentado en el regazo de Marcel y se muele contra la erección de su alfa.
— Llegamos — anuncia Harry, el alfa se acomoda su erección, escuchar los jadeos y gruñidos de su hermano y su omega no han hecho más que ponerlo duro, Edward está igual de afectado.
— Bien — dice Louis separándose de Marcel, quien se queja por la pérdida — Me daré un baño y cuando salga follaremos.
— ¿Qué? — pregunta Marcel tontamente, las gafas del alfa están torcidas.
— ¿En serio? — habla Harry ilusionado — ¿No bromeas?
— No lo diré dos veces — dicho eso el omega sale del vehículo y se contonea hasta la casa, saca la llave debajo del tapete y abre la puerta.
Los alfas se quedan un minuto más en el vehículo y luego salen disparados hacia la casa, apretujándose para entrar, corren a su habitación y ven los pantalones militares en el piso y la camiseta verde cerca al baño, el sonido del agua corriendo les avisa que Louis está bañándose.
— Iré primero — dice Edward y sus hermanos se quejan.
— Dejemos que Louis elija — Marcel habla.
— Follaré con Louis — murmura Harry y camina por la habitación mientras se desviste — Soy un alfa solo para poder follar con él, lo haré mío.
Edward y Marcel discuten quien será el primero pero Harry está feliz, él por fin podrá joder a su omega. Termina de desvestirse quedando solo en bóxers y entra al baño, sus hermanos ni siquiera lo notan.
— Te atreves a tocarme — le sisea Louis a su alfa — Y no dejaré que me folles.
Harry asiente y mira el cuerpo de su omega, sus muslos, su polla rosada en la punta, su pecho y sus clavículas, su trasero voluptuoso, su espalda con pecas, todo de Louis es magnífico.
— Pásame un toalla — la voz del ojiazul lo saca de su observación, el alfa obedece — ¿Tienen condones?.
— Sí, en la mesita de noche.
— ¿Ya follaron entre ustedes? — cuestiona el omega mientras se seca el cabello.
— Aún no, queremos que la primera vez sea contigo a nuestro lado.
Louis sale de la ducha, desnudo. Edward y Marcel dejan de discutir y miran a su omega, es la primera vez que lo ven en este estado, y es tal y como lo imaginaron, no cabe duda de que son unos bastardos con suerte.
— La próxima vez quiero ver como follan — dice Louis casualmente mientras sube a la cama, se sienta con la espalda pegada a la cabecera — Pero hoy se trata de mí, quiero que me follen lento y luego rápido, dulce y rudo, quiero recordarlo por días, no se contengan, hagan lo que quieran.
Edward se acerca primero, se quita la camisa y se saca la correa. Louis le sonríe y le guiña un ojo. Marcel y Harry también se acercan.
— Ven aquí — le dice Louis a Edward — Quítale el pantalón — le ordena a Marcel y luego también te desvistes.
Marcel se apresura a obedecer, besa los labios de Edward y luego le baja el cierre, mete la mano en el bóxer de su hermano y siente su palpitante y pesada polla.
— Sin juegos — habla Louis — Hazlo ya.
Mientras Marcel desviste a su hermano, Harry se acerca a la cama y se arrodilla junto a Louis, besa el cuello y el pecho de su omega hasta bajar a su ingle. Inhala con fuerza y luego besa la punta de su pene.
Edward va hasta a cama, está desnudo, su polla erguida se mueve con cada paso, Louis lo mira desde su posición, sentado en la gran cama, se ve como un rey en su trono mientras Harry le hace una mamada.
— ¿Te diviertes? — pregunta Edward — ¿Te gusta estar al mando?
— Doble sí.
— Dijiste que podíamos hacer lo que queríamos y ahora nos das ordenes — Edward toma los delicados tobillos de su omega y jala, Louis queda tendido en la cama.
— Hey — se queja Harry — Estaba en algo.
— Enseñémosle a nuestra Princesa lo bien que lo podemos hacer sentir.
— Me gusta la degradación — comenta Louis en una risita. Marcel pasa sus manos por sus costillas y besa el estómago de su omega.
— Te gusta ser una puta — murmura Harry en el oído de Louis — No me sorprende, definitivamente pareces una.
— Trae el lubricante y los condones — le pide Edward a Marcel.
— ¿Si notaste que estoy lubricando justo ahora? — se burla el omega.
— Lo noto y lo huelo pero no creo que estés preparado para dos pollas.
— Un poco de dolor no está mal — dice Louis.
Harry continua besando el suave cuello de su omega y dejando marcas, el presemen humedece sus bóxers así que se los quita. Ahora todos en la habitación están desnudos.
Marcel pone varios condones sobre el colchón y vuelve a adorar el estómago de su omega, le gusta esa parte de Louis, se pregunta si hay chocolate en la cocina, le gustaría lamerlo del estómago de su omega, quizá la próxima vez.
Louis gime cuando Harry muerde sus clavículas, no lo sufrientemente profundo para una marca de compañeros pero es algo doloroso, le gusta.
— Mierda — jadea el omega cuando siente los dedos de Edward en su entrada — Ha pasado un tiempo desde que tengo algo ahí.
— ¿El último fue una polla real o un consolador? — pregunta Marcel celosamente mirando a su omega.
— Una real, la de un beta, era grande, cumplía con su trabajo — responde el directo omega.
— Ahora tendrás dos — le dice Harry — ¿Crees que podrás volver al trabajo mañana?
— Veamos cómo se desempeñan — responde descarado — Quizá no me haga ni cosquillas.
— Eres muy hablador, Harry hazlo callar — ordena Edward.
El alfa obedece, pone sus rodillas a los costados del cuerpo de su omega, su polla cuelga en la boca de Louis, el ojiazul abre los labios y recibe gustoso la gruesa y pesada polla.
— No chupes — le ordena Harry a Louis — Solo mantenlo caliente, no quiero correrme aún.
— Mira esto, Marcel — llama Edward quien ahora tiene 3 dedos dentro del trasero de su omega.
Marcel se acerca y mira lo abierta que está la entrada de Louis, el lubricante natural y artificial salen de la zona, cuando Edward saca los dedos, el anillo de músculos se abre y cierra en busca de algo.
— Está listo — dice Marcel — Listo para nuestras pollas.
Harry saca su duro miembro de la boca de su omega, un hilo de saliva se conecta entre sus labios y el glande, Harry besa con fuerza al ojiazul y luego gira su cuerpo, lo ayuda a ponerse de rodillas, en cuatro, y se acomoda nuevamente para que su polla vuelva a estar entre esos pecaminosos labios.
Edward y Marcel tienen una vista gloriosa del desnudo y necesitado trasero de su omega. El trillizo mayor se agacha para morder una nalga. Louis jadea silenciosamente debido a la gruesa polla que tiene en la boca, el movimiento hace que Harry gruña.
— Controla a tu zorra, Harry — dice Marcel y Edward sonríe por lo liberal que está siendo su hermano nerd.
— ¿Quieres ir primero? — pregunta Eddi.
Marcel asiente, se pone un condón y lubrica su polla, golpea la punta en la entrada de su omega antes de empujar, el dilatado agujero recibe fácilmente la grande y gruesa polla, Marcel sisea y se controla para no empezar a moverse.
— Lo estás haciendo bien cariño — Marcel no puede evitar hablarle dulcemente a su omega.
— Eres muy bueno en esto — le dice Harry a Louis, el omega tiene los ojos brillosos — Puedes empezar a chupar, haz sentir bien a tu alfa.
Unos minutos después Marcel empieza a moverse, primero movimientos cortos y suaves pero acelera cuando Louis empieza a empujar contra su pelvis, pidiendo que lo folle adecuadamente, aun con una polla en la garganta.
— ¿Está listo para mí? — pregunta Edward.
— Lo está.
El alfa mayor ya tiene puesto un condón y se posiciona junto a su hermano, mete su polla lentamente, la nueva intromisión hace que Louis saque de su boca el pene de Harry.
— Mierda — gime Louis — Es demasiado.
Edward se detiene y acaricia suavemente la cadera de su omega. Harry se agacha, le besa los pómulos y los párpados, le susurra palabras dulces y le dice cuanto lo ama.
— ¿Puedo continuar? — le pregunta Edward a su omega — Todo estará bien si dices que no puedes con los dos a la vez.
— Si sacas tu polla de mi trasero jamás dejaré que vuelvas a ponerlo — gruñe Louis.
— Tan mandón, Capitán — se burla Eddi — Que militar tan zorra, pidiendo por la polla de su alfa.
— Tres pollas — indica Marcel — Puede con tres pollas a la vez, todo un campeón.
— Puedo dejar que me llenen con tres pollas — dice Louis — Pero también puedo llenarlos con mi polla.
— Me encantaría ver eso, Princesa.
— Puedo ser tu Princesa pero también tu Rey — declara el omega.
Edward penetra a su omega, Louis curva la espalda al sentir las dos pollas llenándolo, ambos alfas se mueven en sincronía. Harry pasa la punta de su miembro por los delgados labios de su omega, golpea su mejilla y ríe cuando Louis hace el amago de morderlo.
— No bromees — le dice juguetonamente a su omega, la respuesta de Louis muere cuando sus alfas tocan su punto dulce haciendo que se corra.
— Jodida mierda — jadea el ojiazul — Se siente muy bien, por favor alfas, no paren.
— Vamos, chupa, quiero correrme — ordena Harry.
Louis obedece y chupa el pene de su alfa mientras es penetrado por detrás, oye los jadeos y gruñidos de sus alfas, el dolor por tener dos pollas follándolo será un agradable recordatorio.
Harry saca su miembro antes de que anude la boca de su omega, se masturba hasta acabar pintando el rostro de Louis con semen, el ojiazul lame sus labios para probar el esperma de su alfa.
— Estás apretado — gruñe Edward — Jodidamente apretado, un buen culo para follar.
— Mierda, voy a correrme ¿Crees poder tomar dos nudos? — pregunta Marcel.
— Nací para tomar nudos — declara Louis — Hazlo.
La vista de su polla junto a la de su hermano entrando en el mismo omega, hace que Marcel se corra, su nudo se hincha y el esperma se llena en el condón, sino fuera por eso, probablemente el fértil omega acabaría embarazado.
— Dámelo, Edward — gime Louis — Lo quiero, alfa.
El trillizo no puede moverse mucho debido a que el gran nudo de su hermano está llenando a su omega pero se las arregla para seguir follando a su insaciable alma gemela.
Su nudo se expande y Louis grita derrumbándose en el colchón, se corre por segunda vez al sentirse tan lleno, le tiemblan las piernas y su cuerpo sufre pequeños espasmos. Sus alfas lo miran con adoración, su omega está tendido en la cama, lleno de sus sémenes por dentro y por fuera.
Y quizá pronto lleno también por sus cachorros, no pueden esperar para dejarlo embarazado.
Notes:
“Reír con quién también follas”
Chapter 33: Capítulo 32
Summary:
"Las luces brillan a tu alredor y yo solo puedo verlas a travéz de tus ojos"
Chapter Text
Harry siente que algo le pica en la mejilla, pestañea suavemente antes de abrir los ojos y darse cuenta que alguien en vez de algo está atacando su rostro.
Louis está acostado sobre el pecho de su alfa, tiene la cabeza levantando y sus ojos azules miran directamente a los verdes de Harry. Su dedo índice pica insistentemente la mejilla de su alfa a pesar de que el hombre está claramente despierto.
— Buenos días, amor — saluda Harry, levanta la mano y acomoda el flequillo que cae por la frente de su omega — ¿Necesitas algo?
— Tengo hambre.
— ¿Dónde están tus modales?
— Se perdieron cuando tus hermanos me follaron el culo y tú la boca — el omega responde mientras continúa picando la mejilla de su alfa.
— Entonces nosotros tenemos la culpa, mi pobre omega — de burla el cantante — ¿Qué puedo hacer para recibir tu perdón?
— Una taza de té y tostadas con mermelada.
Harry voltea rápidamente y Louis queda debajo de él, besa la frente de su omega y luego baja el rostro hasta llegar a la fuente de aroma de su alma gemela, respira el exquisito olor antes de levantarse de la cama e ir a preparar el desayuno.
Edward y Marcel continúan durmiendo, no despertaron en ningún momento, están a cada lado de Louis, el omega besa la mejilla de sus alfas y se levanta de la cama con dificultad, el dolor en su cintura y trasero continuarán por unos días, está seguro de ello.
Louis camina hasta la puerta pero se detiene y regresa sobre sus pasos, con una sonrisa lasciva saca un condón de la mesa de noche y va en busca del única alfa de la casa que aún no lo ha anudado.
Encuentra a Harry poniendo el hervidor a funcionar, el alfa solo viste su bóxer negro. Se acerca suavemente, deja el preservativo en el mesón y luego abraza por detrás a su alfa, le acaricia la nuca y el cuello con la punta de su nariz y sonríe cuando siente el cuerpo de Harry estremecerse.
— Siempre tan bueno ¿verdad? — murmura al oído del rizado — Preparando el desayuno de tu omega.
— Solo quiero que estés feliz y cómodo — responde mirando por el rabillo del ojo.
— Mi alfa, tan bueno y dulce — hace girar el cuerpo del ojiverde para que estén cara a cara — Ayer fuiste tan paciente, hoy puedes recibir tu recompensa.
— ¿Y eso es?
— A mí por supuesto.
Harry pone una mano debajo del trasero de Louis y lo levanta, con la otra mano agarra su delicada cintura. El omega envuelve sus piernas en la espalda baja de su alfa y lo abraza por el cuello.
— Eso fue caliente — dice Louis, la demostración de fuerza de su alfa lo tiene lubricando en cuestión de segundos — Mi lado omega se encuentra muy satisfecho por haber encontrado un alfa fuerte.
— Estará más satisfecho cuando te folle en la cocina.
— Apresúrate, aún hay tela cubriendo mi cuerpo.
Después de que sus alfas lo anudaran, Louis se quedó completamente dormido, supone que lo limpiaron y luego le pusieron calzoncillos, es por eso que no despertó desnudo.
Harry coloca a Louis sobre el mesón de la cocina, besa el cuello y el pecho del castaño por unos minutos, está jugando un poco, tomándose su tiempo, disfrutando de los angelicales sonidos que produce su hermoso omega.
— Aquí estarán mis cachorros — dice Harry mientras besa el abdomen de su omega — Te llenaré de ellos, darás a luz y luego te embarazaré de nuevo.
— Claro, soy una máquina de hacer bebés — bromea el omega y es castigado con una mordida en su cadera — Eso dolió cabrón.
Harry besa sobre la reciente mordida y luego baja los calzoncillos de su omega, ahora Louis está completamente desnudo sobre el mesón de la cocina pero no se siente vulnerable o avergonzado, no cuando su alfa chupa su polla vigorosamente.
— Tienes una fijación oral — dice Louis con dificultad, Harry es bueno dando mamadas.
Harry saca el pene de Louis de su boca, lo baja y luego voltea a su omega para que quede con el pecho pegado al mesón. El alfa se arrodilla y le abre las piernas, separa sus mejillas y ve el lubricante salir, lame y chupa con fervor.
— Así es como un hombre debe recibir los buenos días — dice una tercera voz en la cocina. Edward acaba de despertar y se encuentra con esta espléndida vista.
— Prepárame un té — dice Louis.
— ¿No puedo unirme a la diversión? — pregunta mientras se acerca y ve cómo su hermano lame el lubricante que escurre por las piernas de Louis.
— Quiero tostadas con mermelada, Harry está algo ocupado así que hazlas tú.
Edward besa el cuello de su omega a modo de saludo y luego gira para prepararle el desayuno, si su Alfajor tiene hambre, él debe cocinar, aunque no sepa hacer ni un carajo, al menos lo intentará.
Mientras le pone mermelada al pan, escucha un fuerte gemido y voltea a ver justo en el momento en que Harry se hunde en Louis, el trasero del omega rebota con cada embestida, es malditamente erótico ver el gran cuerpo de Harry cubriendo el más pequeño de Louis.
La naturaleza de Edward hace que le sea imposible no excitarse, su hermano menor está follando con fuerza a su omega, al mismo que Edward folló ayer, aún puede recordar lo estrecho, cálido y húmedo que estaba el interior de Louis.
— Más fuerte — gime el omega — Por favor alfa, más fuerte.
— Joder, eres una puta masoquista — gruñe Harry — Ojalá pudieras ver como mi polla entra en tu pequeño agujero.
— Por favor — suplica Louis.
Harry cree que nunca escuchará una súplica de Louis a menos que sea mientras tienen sexo y aún en ese momento siempre tiene ese aura fuerte y elegante, como si dejarlos meterse en él, follarlo, fuera un privilegio.
El cantante continúa golpeando con fuerza el trasero de su omega, el golpe de piel con piel se escucha por toda la cocina, Harry mira a Edward y le sonríe, su hermano le guiña un ojo.
El sexo continúa por varios minutos más hasta que Louis se corre, eso lo pone aún más sensible pero Harry continúa follándolo durante el orgasmo y luego lo anuda, le murmura lo bonito y sexy que se verá cuando esté embarazado y Louis le golpea el brazo.
— Estoy cansado — dice Louis, siente la fuerte respiración de Harry en su oído — Y hambriento.
Harry los mueve suavemente y luego se sienta en una silla, el nudo hace todo más incómodo pero logran una buena posición, Louis se recuesta contra el pecho de su alfa y siente como el semen sigue llegando el condón.
— Tu desayuno, Princesa — dice Edward poniendo frente a Louis todo lo que había pedido — ¿Quieres algo más?
— Gracias alfa.
— Iré a darme un baño, mi pene puede cortar madera justo ahora — habla Edward mientras sale de la cocina.
Louis come y Harry lo besa en todos los lugares a los que puede alcanzar, sus manos acarician el estómago de su omega, siente su nudo en su vientre y ríe.
— Debes sentirse muy orgulloso — dice Louis.
— Estoy anudando a mi omega, soy el alfa con más suerte.
Marcel entra a la cocina y se sonroja cuando ve a su hermano y su omega desnudos, en su mano hay una manta y se acerca para cubrirlos a ambos, besa los labios de Louis y luego los de Harry.
— Parece que tuvieron una buena mañana — dice Marcel.
— Fue muy bueno — responde Harry — Aún estoy corriéndome dentro de mi omega.
Louis levanta el brazo de Harry y lo muerde, el alfa apaga su risa sobre el cabello de su omega.
[…]
Un jeep blindado se estaciona frente a la casa de los trillizos, un hombre vestido de uniforme baja de vehículo y toca la puerta.
Marcel es quien abre y saluda cortésmente.
— Buenos días señor — saluda el sujeto — Vine a recoger al Capitán Tomlinson.
— Él saldrá en unos minutos, ¿Desea pasar? Hay té y galletas.
— No se preocupe, lo esperaré aquí.
Una de las reglas que los militares deben cumplir es que nunca deben ingresar a la casa de un oficial de alto rango sin tener el permiso tácito del mismo o de sus compañeros, a menos que alguno de ellos se encuentre en grave peligro.
Marcel aún no es el alfa de Louis así que el militar no puede ingresar a la casa aunque sea invitado a hacerlo.
El Capitán sale unos minutos después, besa a Marcel en la puerta y se despide. El soldado lo saluda formalmente y luego ambos suben al vehículo.
Mientras el vehículo militar se aleja, otro elegante automóvil negro se estaciona frente a la casa y Marcel empieza a sudar porque pensó que tenía más tiempo.
— Querido — saluda una voz masculina mientras baja del auto — Cuanto tiempo sin vernos, te extrañé mucho
— También te extrañé — dice Marcel caminando a su encuentro — Los tres te extrañamos.
— Un momento — dice el omega deteniéndose antes de abrazarse con el alfa — Huelo a un omega.
— ¿Un omega? — Marcel se hace el desentendido, no planea enfrentar esto solo, tiene que hacerlo junto a sus hermanos — No hay ningún omega.
— Sé cuándo me mientes, de los tres tú eres el único que no aprendió a hacerlo.
— Te amo — dice Marcel — Jamás quise ocultártelo.
El omega camina furioso hacia la casa y Marcel lo sigue rápidamente.
— Papá, déjame explicarte — grita el alfa pero su padre no le hace caso.
Marcel sabe que están jodidos aunque espera que su padre los perdone cuando conozca a Louis y note lo increíble que es.
Chapter 34: Capítulo 33
Notes:
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Chapter Text
Un pequeño omega rizado está sentado en el sillón individual, frente a él se encuentran tres alfas sudorosos y preocupados.
Marcel no hace contacto visual con su padre, le parece muy interesante la pintura en la pared. Harry juguetea con el hilo suelto de su sudadera y Edward se rasca la nuca mientras mira de soslayo a su progenitor.
— Tienen tres segundos para empezar a hablar — dice Tom — Porque sus madres llegaran en cualquier momento y debo decidir si avivo el fuego o los defiendo.
— Dime que no viniste sin decirles — Marcel habla lentamente ya temiendo la respuesta.
— No vine sin decirles — responde secamente el omega.
— Estás mintiendo ¿verdad? — comprueba Harry.
— Estoy diciendo lo que quieren escuchar.
— ¡Papá! — se quejan los trillizos en sincronía.
— Agradezcan que no vine ayer y lo hice hoy, porque quien sabe lo que los hubiera encontrado haciendo — sisea el omega.
Los alfas guardan silencio, no saben por dónde iniciar, son conscientes de que tardaron mucho en hablar con sus madres y su padre sobre el omega al que están cortejando. Pero las últimas semanas fueron una montaña rusa de emociones y sucesos.
— ¿Y bien?
— Conocimos a un omega — dice Harry, es el menor y el más apegado a su padre, cree que eso le jugará a favor — Él es perfecto.
— Lo dudo — Tom habla, su tono lleno de celos y molestia.
— ¡Él es el Sol! — dice Marcel efusivamente. Harry asistente rápidamente de acuerdo con su hermano.
— Padre — es el turno de Edward — Lamentamos no habértelo dicho antes, me disculpo por eso pero no te enojes con Louis, él es grandioso, lo amarás.
Edward es el trillizo mayor, siempre ha sido el más responsable y el que suele dar la cara cuando se encuentran en cualquier situación que los ponga en malos términos con su padre y sus madres.
— Así que Louis — comprueba el omega — ¿Cuál es su apellido?
— Tomlinson — ofrece Harry.
— Quiero conocerlo — sentencia Tom — Llévenlo a cenar hoy.
— Bueno — dice Marcel — Eso tenemos que hablarlo con él, su horario de trabajo no es común.
— ¿Es modelo, actor, cantante? Nunca escuché su apellido en la industria — el padre de los trillizos trata de hacer memoria.
Tom conoció a Patricia y Sariel en una fiesta benéfica, las alfas son dueñas de una inmobiliaria muy reconocida en la ciudad y Tom es un conocido diseñador. Fue difícil conquistar al omega rizado pero lo lograron, dos años después del matrimonio, la familia Styles fue bendecida con trillizos alfas.
— Su trabajo es poco ortodoxo — dice Edward.
— ¿Es un acompañante?
En el pasado Marcel contrató a un acompañante para que fingieran una relación, ya que sus hermanos tenían parejas y él era el único que no. Siempre se ha sentido por debajo de ellos, insuficiente, pero desde que salen con Louis y lo cortejan, puede ver y sentir como el amor del omega es igual para todos. Louis lo ama tanto como a sus hermanos.
— Por supuesto que no papá — Marcel habla — Y no te lo diremos hasta que él nos diga si podemos hacerlo.
— ¿Trabaja en la CIA? ¿Es un espía Ruso? — Tom continúa preguntando.
— Ya sabes que estamos cortejando a un omega y te lo presentaremos, te diremos que día podemos cenar juntos — sentencia Edward.
— No me hables así jovencito — riñe el omega — Soy tu padre y aún estoy enojado por no haber sido informado sobre la futura unión de mis hijos.
— Sonará grosero, papá, pero lo último que pensamos estas semanas fue decirles a ustedes sobre nuestro omega, invertimos nuestro tiempo en lograr que él nos acepte y llevar nuestro cortejo por un buen camino — dice Edward — Y entiendo que como nuestro padre quieres saber quién estará a nuestro lado como compañero pero ya me disculpé y te dije que lo conocerás.
— Espero que ese omega sea como lo describen, no quiero que mis hijos se emparejen con cualquiera.
— Estamos agradecidos de que Louis aceptara tener una relación con nosotros — habla Marcel — Respetamos tu opinión pero no necesitamos tu aprobación, nos emparejaremos con la persona que nosotros queremos.
— Vaya, parece que ya tienen todo resuelto — Tom cruza las piernas y mira a sus hijos — Me pregunto qué dirán sus madres cuando conozcan al misterioso omega.
A lo largo de los años los trillizos tuvieron parejas, betas y omegas, algunos compartidos y otras relaciones monógamas. Hubo un alfa con el que Harry y Marcel experimentaron juntos. Sus padres han conocido a un omega con el que Harry y Marcel salían, también a un beta. Edward nunca presentó a nadie, a menudo solo salía con betas así que como planeaba tener un nido junto a sus hermanos, no veía la razón de presentar a alguien que no duraría.
Sus madres alfas trataban con cortesía a los novios de sus hijos pero nunca llegaron a quererlos o a aceptarlos en la familia. El omega que Harry y Marcel presentaron solo era alguien que buscaba fama y reconocimiento y eso fue algo que Tom captó de inmediato. Al principio creyó que solo quería salir con él y acompañarlo a los eventos con el fin de conocer al padre de sus alfas pero el omega solo quería salir en las fotos y las portadas. El beta con el que salían se aprovechaba de Marcel y su dificultad para decir "No".
Antes de que alguno de los trillizos pueda argumentar algo sobre la declaración de su padre, oyen la puerta abrirse y dos alfas de metro con impresionantes ojos verdes, ingresan a la sala.
— Omega — dice Patricia, su voz con un toque de molestia — ¿Por qué sales de casa sin decirnos a dónde vas?
Patricia tiene el cabello corto y castaño, viste una camisa blanca y pantalones de tiro alto, los tatuajes en sus brazos se notan porque su elegante camisa está arremangada, los tacones resuenan cuando se acerca y se inclina para besar el cabello de su omega.
Sariel lleva un vestido largo y floreado, su cabello está trenzado y un mechón cae libremente por su mejilla izquierda, lleva anteojos que esconde en parte las pecas de su rostro.
— Al menos hubieras dejado una nota o llamarnos en cuanto llegaras, también queremos ver a nuestros cachorros — dice Sariel.
— No tuve tiempo de hacerlo, había asuntos que resolver — responde Tom.
— Mamá — saluda Marcel acercándose a Sariel para darle un abrazo, luego hace lo mismo con Patricia — No sabía que llegarían antes.
— Tu madre peleó con un alfa italiano — dice Tom — No sabía que era un mafioso, así que tuvimos que acortar el viaje
— ¿Está solucionado? — pregunta Edward — ¿Debo hacer algo, madre? — mira a Patricia.
— Todo está bien — dice la alfa — El idiota quiso propasarse con mi esposa, no iba a permitir algo así.
— Puedo defenderme — contraataca Sariel — Soy una alfa.
— Eres mi esposa, tú y Tom solo deben lucir bonitos, de la escoria me encargo yo — habla la alfa.
— ¡Oh por Dios! — exclama Edward — Soy como tú, no puede ser, me parezco a mi madre.
— Te llevé nueve meses en mi vientre, soporté el dolor después de la cesárea, te amamanté por un año — sisea Tom — Al menos deberías parecerte a mí.
Mientras Edward y Tom discuten, Harry se apresura a ir a saludar a sus madres, no las ve desde hace meses, así que las extrañó mucho. Sus madres lo abrazan y pellizcan sus mejillas, como si aún fuera un niño.
— Tu padre está enojado — susurra Sariel, de fondo la discusión continua — ¿Qué pasó?
— Fue culpa de Edward — responde Harry rápidamente — ¿Verdad Marcy?
— Se los diremos en el desayuno — Marcel rueda los ojos por la mentira de su hermano — Y no fue culpa de Edward.
Minutos después todos se encuentran en el comedor, el té humeante y los huevos revueltos son el desayuno elegido, también hay fruta fresca y pan suave. Marcel mira a Edward y le suplica con la mirada que él hable.
— Madres, padre, fue un gusto recibirlos en nuestro humilde hogar — inicia con tono pretencioso y elegante. Marcel le golpea la nuca y es reprendido por su padre — Como decía antes de que me interrumpieran con un ataque físico. Es un gusto recibirlos pero debo irme al trabajo.
— ¡Edward! — grita Harry — No seas tonto.
— Estamos cortejando a un omega — dice Edward al fin — Dicho eso, me retiro, ser jefe del hospital requiere que llegue temprano.
Mientras Edward camina fuera del comedor, los gritos de "¿Cortejando a un omega?" de sus madres y "¿Jefe del hospital?" de su padre, llegan a sus oídos.
[...]
Durante todo el día, los Capitanes de la base estuvieron entrenando a los soldados. Louis entrenaba resistencia física, aunque solo daba indicaciones, el ejercicio que hizo anoche y hoy en la mañana fue suficiente. Charlie dictaba una clase de información jurídica militar y Ben cursos específicos militares.
Al finalizar el día los soldados vuelven a sus cuarteles, para que puedan asearse y luego ir al comedor a cenar. Los Capitanes comen junto a los soldados a menos que hayan pedido un permiso para que vuelvan a sus hogares.
Louis está en su oficina, falta media hora para el llamado a cenar, el sol ya se esconde y el cielo empieza a oscurecerse. Su secretario le informa que tiene visita y Louis le ordena que lo haga pasar.
— Mocoso — dice Arthur Tomlinson a modo de saludo.
— Imbécil.
Su primo entra a la oficina y se sienta frente al gran escritorio, estira las piernas y las pone sobre la madera.
— Saca tus pezuñas de mi escritorio, animal — gruñe el omega.
— El amor familiar se siente muy bien — el alfa bromea.
— Si no traes a mi sobrina ¿a qué vienes?.
— El día de la fiesta mi omega mencionó que haremos un almuerzo familiar, solo vine a recordarte que tus alfas están invitados, me encontré con Zayn camino aquí y también lo invité.
— Gracias — dice Louis miran a su primo — ¿Ahora dime a qué has venido? Porque eso lo hubieras dicho por teléfono.
— Me caga que seas así, quiero darte un cabezazo para ver si así te vuelves más sensible — gruñe Arthur.
— ¿Vas a decirlo o no?
El alfa no dice nada, Louis continua leyendo los documentos y firma algunos. Los minutos trascurren hasta que Arthur habla al fin.
— Jade está embarazada, seré padre nuevamente.
Louis se pone de pie y va a abrazar a su primo, lo levanta por la cintura y lo hace girar, solo se detiene cuando Arthur le pellizca las costillas.
— Felicidades, lo único bueno que haces son hijos — dice el omega — Ágata es hermosa, mi futuro sobrino o sobrina también lo será.
Arthur refunfuña un poco mientras vuelve a sentarse, Louis hace lo mismo.
— Compraremos una casa acá, me transferirán en el trabajo. Queremos que nuestros hijos estén más cerca de la familia.
— Eso es hermoso.
— Por eso queremos hacer el almuerzo, darles la noticia a la familia — explica el alfa — Mi omega está emocionada, hago lo que sea para hacerla feliz.
— Buen chico, ¿quién es mi buen chico? — Louis imita la voz que hace cuando habla con Clifford.
— Me largo, eres un idiota, no serás el padrino de mi hija.
— Sabes que lo seré y vete que tengo trabajo por hacer.
— Deseo que no se te pare la polla cuando tengas sexo — dice Arthur.
— No me cuentes tus problemas.
Arthur sale dando un portazo pero segundos después vuelve a abrir la puerta.
— Será al medio día, en la casa que compraremos y no le digas a mi omega sobre mi comportamiento infantil.
— Y pensar que serás padre nuevamente — el omega chasque la lengua y niega.
Su primo se va y Louis ríe a carcajadas. Es hijo único asi que Arthur es lo más cercano a un hermano que tiene, se lleva muy bien con sus otros primos pero con Arthur el sentimiento es distinto.
Media hora después Louis camina hacia el comedor, saca su teléfono y llama a Harry, hoy dormirá en la base y quiero hacérselo saber.
“Amor” saluda el alfa al otro lado de la línea “¿Cómo estuvo tu día?”.
— Cansado, estoy yendo a cenar, hoy no iré a casa.
“Lamento oír eso” Louis no puede ver a su alfa pero sabe que está haciendo un puchero.
— ¿Cómo estuvo tu día? ¿Estás junto a tus hermanos?
“Tuve un buen día, fui al estudio a grabar algunas canciones. Marcel está haciendo la cena y Edward aún no vuelve del hospital” dice el alfa “Pensé que vendrías, así que tu regalo de cortejo está aquí pero te lo llevaré”.
— Eso no es necesario, alfa — habla Louis — Puedes dármelo mañana.
“Te haré un pastel y escribiré otra canción para ti”.
— Eso suena bien, gracias cariño.
La línea queda en silencio por un momento, Louis continua caminando pero oye la respiración del alfa por el teléfono.
— Mi primo nos invitó a un almuerzo familiar.
“Lo recuerdo, dale las gracias de mi parte”.
— Conocerás a mi familia, conocerán — se corrige.
“Sobre eso” Harry murmura “Mis madres y mi padre están en la ciudad, vinieron a casa hoy, quieren conocerte".
— Vaya, había olvidado eso — Louis suena afligido — ¿Crees que me aceptarán?
“Lo harán, eres encantador” el alfa ríe suavemente “Te amo”.
— Te amo, dile a tus hermanos que también los amo. Descansa cariño, te veo mañana.
Harry vuelve a decir que lo ama y le manda algunos besos, luego de eso la línea se corta y Louis guarda su teléfono. Camina hacia el comedor y piensa en los peores escenarios al conocer al padre y las madres de sus alfas, solo espera que todo salga bien.
Notes:
"A veces aquello que no podemos entender, comienza a tener sentido con el paso del tiempo"
Chapter 35: Capítulo 34
Notes:
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Chapter Text
El Capitán tiene un día realmente ocupado. Por la mañana entrenó resistencia física con sus soldados y ahora están en el gimnasio, algunos levantan pesas, otros están en la cinta, varios practican box, todo va bien, eso es hasta que un recluta le da un puñetazo a otro.
Louis camina hasta donde están, el alfa voltea a verlo, tiene los ojos rojos y resopla con fuerza, es claro que el hombre no tiene control sobre sus emociones.
El soldado alfa se elevaba sobre el Capitán omega, al menos en estatura pero no en poder. Mientras el alfa expulsa feromonas que demuestran su enojo, el omega se mantiene tranquilo y exuda confianza, eleva una ceja al ver la postura dominante del soldado.
— ¿Qué sucedió? — pregunta, no grita pero su tono es severo.
— Solo estamos jugando — dice el alfa.
— ¿Eso es cierto, Fort? — le pregunta al otro alfa quien masajea su mejilla.
— Es cierto, señor.
— Correcto — acepta el Capitán — Si vuelvo a ver o me entero que esto continúa, los expulsaré, no aceptaré excusas mediocres, son hombres, no niños.
— Entendido Capitán.
— Y Karev — le dice al alfa que golpeó a su compañero — Tu acto de alfa superior me llega a los huevos, lo vuelves a hacer y te romperé las piernas ¿Estoy siendo claro?
— Sí señor.
— ¡Ahora todos continúen, esto no es una fiesta, es el ejército! — gruñe el omega.
[…]
— Joder — gime el omega.
Louis no sabe cómo acabó así, bueno, en realidad es muy consciente de las cosas que hizo pero se negará a admitirlo. Lleva semanas tomando del pelo al alfa, presionando sus botones, irritándolo, así que no es una sorpresa que ahora esté siendo follado contra la pared.
— Pequeño descarado — le susurra Edward al oído mientras lo penetra con fuerza.
Después del incidente con los soldados, todo continuó con normalidad. Le pidió a su secretario que agende una cita con el terapeuta para ambos, informó a sus colegas sobre al asunto para que estuviesen pendientes por si algo más llegase a ocurrir, puede que Fort esté siendo intimidado por Karev o simplemente son alfas idiotas que no saben controlarse.
Así que distraído por todo ello, no fue consciente de que el olor del enojado alfa se impregnó a su piel, así que cuando llegó a casa de los trillizos, Edward era el único que estaba y en segundos notó el aroma de un alfa en su omega.
Le preguntó qué había sucedido y Louis, siendo Louis, le dijo que se vaya a la mierda y entró a darse un baño. Cuando salió cubierto solo con una toalla, su alfa lo esperaba y bueno ahora están aquí.
— Más rápido — pide el omega.
— Deberías ver como mi polla entra en tu pequeño agujero — gruñe el alfa.
Edward agarra la pierna derecha de Louis y la levanta, dándole más comodidad para que folle a su omega, el cuerpo del ojiazul se mueve junto a las estocadas de su alfa, sus sensibles pezones rozan contra la pared lo que lo hace gemir de dolor y placer.
— Me aprieta deliciosamente, como si fuera hecho para mí, hecho para mi polla.
Louis no puede formular una respuesta, perdido en la bruma de placer, el olor de Edward se esparce por la habitación haciéndolo marear, drogarse con las feromonas lujuriosas de su alfa.
El alfa continua follando a su omega por unos minutos más, se apiada de él y empieza a masturbarlo, Louis lloriquea suavemente y se corre cuando Edward muerde su nuca, no tan profundo como para formar un vínculo pero sí para que sea notorio.
— Alfa — gime Louis, tiene los ojos cerrados y se recuesta levemente en el fuerte pecho de Edward.
El ojiverde da unas estocadas más y llega al orgasmo, llena el interior de su omega con esperma caliente, levanta el cuerpo de Louis mientras siente que su nudo empieza a crecer, el omega ancla sus tobillos en las pantorrillas de Edward para evitar caerse.
Alfa y omega se acuestan en la cama. Edward cubre sus cuerpos con una sábana fina, su cuerpo grande cubre el de Louis, lo abraza y acaricia su abdomen, puede sentir rastros de la corrida de su omega y eso lo hace sonreír.
— Puedo sentir tu sonrisa, idiota — se queja Louis pero el alfa se concentra en lamer la mordida en la nuca de su omega.
— Marcel se enojará — dice Edward minutos después, sintiéndose satisfecho de haber curado la herida — Él quiere marcarte aquí.
— Te gusta molestar a mi alfa.
— También soy tu alfa, no lo olvides, aún estoy corriéndome dentro de ti.
— Como si pudiera olvidar que tengo el culo abierto por culpa de tu monstruosa polla.
— Dices las cosas más dulces, omega — bromea Edward.
Antes de que Louis pueda responder se escucha el grito de Harry y Edward gruñe.
— ¡Louis está aquí! — dice otra vez el alfa mientras avanza por el pasillo — ¡Marcy! ¡Louis está aquí!
— Lo juro, se comporta como un niño — habla Edward, esconde su rostro en el cuello de su omega — Dile que se vaya, es mi momento.
— Tú te quedaste mientras él me follaba en la cocina, compórtate alfa.
— Amor — dice Harry entrando a la habitación — Te extrañé.
Harry camina rápidamente y se acerca a besar a su omega, Edward gruñe pero no le hace caso, reparte suaves besos por el rostro de Louis antes de besarlo en los labios.
— Veo que se divirtieron sin mí — se queja.
— Deja descansar a mi omega — dice Edward.
— ¿Estás cansado, cariño? — pregunta el alfa acariciando las mejillas de Louis.
— Un poco — admite, el sexo caliente e irreal que acaba de tener le está pasando factura — Tomaré una siesta ¿Está bien?
— Por supuesto, Tiramisú — dice Edward y Louis gime, en parte por el apodo y porque otra descarga de semen lo llena.
— Ayudaré a Marcel a hacer la cena — Harry habla, besa la frente de su omega y palmea la mejilla de su hermano quien lo manda a la mierda.
— Tenemos que hablar — dice Louis antes de que su alfa salga de la habitación y lo tranquiliza rápidamente cuando siente el cambio en su aroma y el de Eddi — Nada malo, solo cosas del cortejo, tranquilos.
— Está bien, omega — acepta Edward, asiente hacia Harry.
Cuando Louis despierta, la habitación está iluminada por una lámpara, un cuerpo cálido lo abraza y lo reconoce como Marcel. Puede sentir que está vestido, seguro uno de sus alfas lo hizo. Gira suavemente y mira el pacifico rostro de su alfa nerd.
Las largas pestañas del alfa crean sombras en sus pómulos y Louis sonríe ante eso. Los alfas suelen ser descritos como fuertes, poderosos y rudos pero nunca como bonitos. Marcel es tierno, dulce y bonito, el omega sabe que su alfa también posee las características comunes de los alfas pero uno no quita lo otro.
— Te amo — le susurra Louis a su durmiente alfa — Eres muy bonito y me encanta cuando cocinas para mí.
Marcel continúa durmiendo, Louis lo deja ser, le acaricia el cabello y besa ocasionalmente la nariz, las mejillas y los labios de su alfa, eso lo hace despertar.
— Cariño — dice Marcel adormilado, acercando más el cuerpo de su omega — ¿Qué haces?
— Aprecio lo precioso que es mi alfa.
Pese a la poca iluminación de la habitación, Louis puede ver el sonrojo floreciendo en las mejillas de su alfa, eso hace que pequeñas cosquillas se arremolinen en su estómago, como mariposas revoloteando.
— Te amo — dice Marcel, besa los suaves labios de Louis y sonríe cuando se separan.
— Te amo — corresponde el omega — Ahora vayamos a cenar, tengo hambre.
— Hice la cena, Harry y Edward ayudaron.
— Estás mintiendo, no ceo que Eddi cocine — resopla el omega mientras se levanta de la cama.
— Hizo la ensalada.
— Eso no es cocinar, alfa.
Louis camina fuera de la habitación así que se pierde del colapso que sufre Marcel al escuchar ser llamado alfa por el amor de su vida.
Después de cenar se trasladan a la sala, comen el postre mientras conversan sobre su día. Louis comenta sobre lo ocurrido con sus soldados y Harry se enoja un poco al saber que su omega olía a otro alfa, Louis tiene que sentarse en su regazo para aplacar sus celos.
— Dijiste que querías hablar sobre el cortejo — dice Edward.
— Solo faltan un par de días para que finalice — habla Louis — Así que sería bueno que hablemos sobre qué haremos.
— Te follaré hasta el olvido y te marcaré — gruñe Harry cerca de su oído.
— Alfa tonto, esto es serio — regaña Louis, puede sentir el inicio de la erección de Harry, así que se mueve levemente para provocarlo.
— No juegues, amor.
— Volviendo al punto — dice Louis — Si nos unimos después de que finalice el cortejo, sería un poco complicado, recién inicio en la base así que un permiso tomaría algunos días, aún no he conocido a sus padres, no hablamos de donde viviremos, y hay muchas cosas que aún faltan.
— Todo puede solucionarse, solo tenemos que organizarnos bien, comprendo tu punto — dice Marcel — Así que vayamos al tema del permiso ¿Cuánto tiempo tomaría?
— Mínimo 5 días, máximo un mes, aunque no lo creo, tengo influencias, además soy uno de los pocos omegas en la milicia, nuestra situación es diferente a la de los alfas.
— Eso nos deja con una semana más para planear todo ¿Cuánto tiempo dura el permiso? — pregunta Edward.
— Un mes pero tengo el grado de Capitán, además dirijo una base, puedo suponer que solo me darán 15 días.
— No sé si pueda dejarte ir tan pronto después de marcarte — dice Harry.
— Entiendo, alfa — acepta Louis — Será complicado pero no hay nada que pueda hacer.
— Sabemos que si estuviera en tus manos harías algo — Edward consuela a su omega — No te preocupes amor, lo manejaremos.
— Nuestras madres y padres quieren conocerte, podríamos ir a cenar con ellos mañana — propone Harry — ¿O prefieres un almuerzo?
— La cena estaría bien, mañana almorzaremos con Arthur ¿recuerdas? — dice Louis.
— Es cierto, entonces eso ya está resuelto — sonríe Marcel — Nuestras madres te amarán, nuestro padre puede ser algo quisquilloso pero también te amará.
— Eso espero — susurra Louis — Nunca conocí a los padres de mis parejas.
— Cada que mencionas que estuviste con otras personas antes de nosotros, un hada muere — dice Harry.
— No quiero eso — declara Louis — Pondría a las hadas en peligro de extinción.
Louis ríe cuando Edward gruñe y Marcel abofetea a su hermano para que se controle. Harry agarra con fuerza la cadera de su omega para recordarle que no está contento con el comentario.
— ¿Dónde quieres vivir, Alfajor? — pregunta Edward minutos después.
— Esta casa me gusta.
— Pero es pequeña, solo tiene dos cuartos de invitados, ¿Dónde serán los cuartos de nuestros cachorros?
— Nuestra familia siempre ha vivido en la casa a la que fuimos en nuestra primera cita — dice Marcel — Podríamos vivir ahí.
— ¿Y dónde vivirán tus madres? No creo que a tu padre le guste la idea de abandonar su casa.
— Ellos tienen un departamento aquí, no lo usan mucho, siempre están de viaje, la casa es nuestra — explica Harry.
— Cuando nos conozcamos, quiero asegurarme de que estén bien con eso — dice Louis.
— Claro, amor — concede Marcel, feliz con las perspectiva de que su omega conozca a su padre, intuye que Tom y Louis se llevarán bien.
— Ahora quisiera consentir a mi sexy Alfajor — dice Edward — Iré a traer tus regalos de cortejo.
El alfa sale de la habitación y Louis sonríe cuando Harry le murmura que lo follará más tarde. Marcel mira a la pareja con ojos lujuriosos, huele la mancha de su omega y acomoda su pantalón para disimular su erección. Louis no se lo pierde y le guiña un ojo haciendo que el alfa se ahogue con el helado que come de postre. Será una buena noche.
Notes:
"Lo que sea que te ayude a superar la noche más oscura"
Chapter 36: Capítulo 35
Notes:
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Chapter Text
Louis masculla frente al espejo. Sus alfas están en alguna parte de la casa y él aún no sale del baño, está tratando de averiguar cómo tapar la marca que Edward le dejó anoche. Se siente ridículo usando un pañuelo alrededor del cuello porque ese no es su estilo. Finalmente se da por vencido y sale con la marca sin cubrir a la vista de cualquier persona que mire su nuca.
Pasó toda la mañana junto a sus alfas, nadaron en la piscina y juguetearon un poco. Descubrió el talento de Marcel para preparar bebidas alcohólicas, no se excedieron porque aún era temprano pero sin duda lo disfrutaran más en algún momento.
— ¿Qué tiene molesto a mi Pastelito? — pregunta Edward. El alfa abraza por detrás a su omega y besa la marca en la suave piel.
— No solo no puedes tener tu pene bajo control, tampoco lo haces con tus dientes.
— Esto hubiera pasado en cualquier momento, tú eres sabroso.
— No soy comida o un postre — refunfuña el omega mientras se mueve tratando de liberarse, es obvio que en realidad no quiere hacerlo.
— Discrepo totalmente.
Marcel entra a la habitación y mira a la pareja, luego se centra en Edward, ha actuado molesto con su hermano, demostrando que no le hizo ninguna gracia que marcara a Louis en el lugar que ha denominado como suyo.
Se acerca y besa castamente los labios de su omega, se separa y mira directamente los ojos de su hermano. Edward pestañea rápidamente en un intento fallido y burlesco de coqueteo que no saca ninguna sonrisa de Marcel.
— Debemos irnos si queremos llegar a tiempo — dice Marcel volviendo la mirada a Louis.
— Si alguien hace algún comentario sobre la marca, dejaré a Edward sin sexo hasta que me plazca — amenaza el omega antes de soltarse de los brazos del alfa y salir de la habitación.
— Ojalá lo haga — comenta Marcel. Camina por la habitación en busca de un chaleco para poner sobre su camisa.
— Deja de actuar molesto, sé que no lo estás.
— Aunque debería estarlo ¿verdad? ¿Te habría gustado que marcara a Louis? — contrataca el alfa y Edward gruñe — No me gruñas ¡Joder! Sabes que no debiste hacerlo.
— Lo sé y me disculpo pero fue inevitable, es mi omega de quien estamos hablando.
— Nuestro omega, no solo el tuyo, no olvides eso — elige un suéter y golpea con el hombro a Edward mientras sale.
Edward rueda los ojos y lo sigue, sabe que hizo mal, fue consiente desde el primer segundo en que recobró los sentidos, se sorprendió un poco cuando lo hizo ya que suele controlarse con esas cosas pero como dijo antes, se trata de Louis, el omega hace que pierda la cabeza.
Casi media hora después, Harry estaciona el vehículo frente a la acera de una linda casa de dos plantas, con ventanas grandes y vallas blancas, la pintura perfecta de una casa familiar.
Hay cerca de una decena de costosos vehículos estacionados en la calle, la mayoría de ellos con ventanas polarizadas, pareciera el punto de encuentro de una mafia salvo los distintivos militares en algunos de ellos.
— Casi todos están aquí — comenta Louis mientras Marcel lo ayuda a bajar del vehículo — No los veo desde hace meses.
— ¿Toda tu familia está en el ejército? — pregunta Harry. El alfa se recoge el cabello en un moño, lo que hace resaltar su mandíbula definida.
Caminan juntos y Louis es quien toca la puerta, la madera es abierta y antes de que los trillizos puedan reaccionar, su omega es alzado por un corpulento alfa y desaparece en el interior de la casa.
— ¿Qué acaba de suceder? — dice Edward mientras entra seguido de sus hermanos. Encuentran a Louis en la sala, siendo abrazado por varios alfas quienes voltean en dirección a los trillizos en cuanto los notan.
— ¿Quiénes son ustedes? — pregunta otro alfa de cabellos negro y ojos azules, da un paso cerca de los trillizos.
— Cálmate, querido — dice Louis con voz suave, los trillizos se impresionan porque rara vez escuchan esa voz en su omega — Ellos son mis alfas.
En cuestión de segundos los hombres se alinean formando una pared de músculos y poderoso aroma terroso característico de los alfas. Louis es bloqueado y debido a la estatura de los hombres, el omega no puede ser visto.
— ¿Cuáles son sus intenciones con nuestro Louis? — pregunta otro alfa.
— ¿Nuestro? — gruñe Edward — Louis no es de ustedes.
Error, grave error. Los alfas gruñen roncamente en respuesta y los trillizos hacen lo mismo. Es difícil tratar de apaciguar la situación en este momento, no con la clara muestra de fuerza y posesividad que denota cada alfa en la habitación.
— Todos cálmense — dice la suave voz de Louis — Por favor — agrega.
Es notorio el cambio de ambiente por la voz del omega pero los alfas continúan mirándose a los ojos, a la espera de que alguno haga un movimiento.
Louis sale detrás de los alfas y se pone en medio, de espalda a los trillizos y mirando directamente a los seis alfas de ojos azules. ¿Y qué rayos? Los genes Tomlinson son fuertes.
— Ellos son Edward, Marcel y Harry — presenta Louis — Son mis alfas, están cortejándome. Les pido que sean amables y educados con ellos.
— No me gustó el tonito de uno de ellos — dice el alfa que minutos antes había cargado a Louis.
— Ese es Edward, no sabe quedarse callado y eso es algo que me gusta de él — sonríe Louis — Aunque a veces sea un dolor en el trasero.
— Sigue sin gustarme.
— Aprenderás a soportarlo porque me amas y él me hace feliz, podrás vivir con ello — el omega continua usando su voz suave, los trillizos notan que tiene a cada alfa comiendo de la palma de su mano.
— Está bien.
— Ahora — Louis voltea a ver a sus alfas — El de camisa blanca es Josua, el de cabello rubio es Daniel, los gemelos son Mason y Robert, nunca los diferenciaran asi que llámenlos por cualquier nombre — los alfas se quejan — El pelinegro es Reece y el mastodonte es Damian.
— Un gusto conocerlos — dice Marcel, quien ya recobró la compostura — Soy Marcel Styles.
— Soy Harry Styles — se presenta el trillizo menor.
— ¿El cantante? — pregunta uno de los gemelos, Harry no sabe si es Mason o Robert.
— Sí — Harry asiente casi tímido — Soy yo.
— Mi hija escucha tu música, lamento si se vuelve un poco entusiasta cuando te vea.
— No hay problema.
— Tengo sed — dice Louis de manera aleatoria.
— Hice limonada, te serviré un poco, por favor ve al patio trasero, tus padres están ahí — indica Reece.
Los alfas besan el cabello o la mejilla del omega antes de dispersarse por la casa, dejando a los trillizos solos junto a su omega. Louis rueda los ojos ante la mirada atónita de su alfas.
— Y no eran ni la tercera parte de mis primos — dice Louis con una sonrisita tonta — Será un almuerzo interesante.
— Todos son alfas — señala Harry.
— ¿Olvidé mencionar eso? Soy el único omega de la familia — explica — El único Tomlinson de sangre directa, es por eso que son algo protectores.
— ¿Algo? Te llamaron suyo — dice Edward.
— Y lo harán siempre, crecimos unidos, tenemos un fuerte instinto de pertenencia, aunque disminuirá en cuanto tenga marcas en mi cuerpo.
La última parte de la declaración tiene a Edward sonriendo.
— ¿Así que cuando te marquemos dejarán de ser tan apegados a ti?
— Un poco, más que nada por respeto a mis compañeros y a mí.
— Entonces vámonos, volveremos cuando te hayamos marcado — sentencia Edward.
— ¿Por qué eso tiene que ser lo primero que escuche? — dice una voz grave detrás de los trillizos, todos maldicen internamente. Magnus Tomlinson entra a la sala y abraza a su hijo.
— Buenas tardes señor — saluda Marcel — Es un gusto verlo nuevamente — sus hermanos secundan el saludo.
Magnus los descarta con un movimiento de mano y se centra en mimar a su cachorro.
— ¿Todo bien? Escuché los gruñidos de gatitos de tus primos — dice el Coronel.
— Solo estaban conociendo a mis alfas, se llevan de maravilla.
— Ya lo creo — besa la frente de su hijo — Tu madre está esperando por ti, ve, dame un momento con tus alfas.
— Pórtate bien, no los intimides — advierte Louis antes de alejarse entre risitas.
Magnus mira a los trillizos y luego sale de la sala, los alfas se miran entre sí antes de seguir al padre de su omega. Magnus abre una puerta y los trillizos entran, es una especie de estudio pero aún no hay muchos libros. El alfa mayor cierra la puerta.
— ¿Cómo va el cortejo?
— Muy bien — dice Edward — Hacemos feliz a su hijo.
— No espero menos.
— Lamentamos no haber hablado con usted antes — dice Marcel — Íbamos a ir a su casa, presentarnos como es debido y solicitar su permiso.
— El doctor Tomlinson debe estar decepcionado de mi conducta — agrega Edward — No fue respetuoso no pedir su aprobación.
— Me basta con saber que mi hijo está feliz y tranquilo. Aunque espero conocer a sus padres antes de dar mi permiso para que se unan a mi hijo.
— Louis los conocerá hoy en la cena, si usted desea podemos desayunar todos juntos mañana, quizá también puedan conocer el lugar donde pensamos formar nuestro hogar.
— ¿Ya tienen una casa? — pregunta Magnus y los jóvenes alfas asienten — Me gusta eso, mi hermano y mi esposa estarán contentos de conocer el lugar donde nuestro cachorro vivirá.
— Esperamos que sea de su agrado, señor — dice Harry.
Magnus evalúa a los alfas y levanta levemente la comisura de sus labios al ver lo nerviosos que se encuentran.
— Si mi hijo derrama una lágrima que no sea de felicidad, los buscaré, les arrancaré las uñas antes de romperles los dedos — Marcel se sacude visiblemente — Les cortaré la piel y rogarán que los mate pero no lo haré, me deleitaré con su sufrimiento y desearán jamás haber lastimado a mi cachorro.
El Alfa sonríe burlonamente antes de salir del estudio dejando a los trillizos asimilando la amenaza.
— Mierda — dice Harry — Él es aterrador.
— No lo dice en serio — Edward descarta — Trata de asustarnos.
— Habla en serio — Marcel pasa los dedos por su cabello lleno de gel — Es un Coronel, probablemente le haya hecho lo mismo a otros hombres en nombre de su país ¿Crees que no haría lo mismo por su hijo?
— Lo haría — Harry asiente — Carajo, probablemente haríamos lo mismo si alguien lastima a Louis.
— No tienen de que preocuparse, no dañaremos a nuestro omega, prefiero cortarme el nudo antes ver lágrimas en mi precios Alfajor.
Cuando los trillizos salen de la casa hacia el patio trasero ven a su omega sentado bajo un árbol, hay niños jugando a su alrededor y Louis sonríe cuando un niño pequeño trata de reventar una burbuja pero se eleva demasiado para que logre alcanzarlo.
Harry siempre ha querido hijos, los niños son su debilidad, se alegró mucho cuando supo que su cuñada estaba embarazada, era el tío más feliz del mundo. Hubo un tiempo en que pensó que nunca tendría hijos, los omegas con los que salía no congeniaban con sus hermanos y a decir verdad nunca se enamoró de ninguno de ellos.
Pero ahora, viendo a Louis, su omega, rodeado de niños bajo un árbol que lo protege de los rayos del sol, se siente como un vistazo a su futuro, en unos años los niños que estarán serán sus hijos, pequeños bebés de ojos verdes o azules, con el cabello rizado o lacio, con hoyuelos o nariz de botón. No importa como luzcan, Harry los amará con todo lo que tiene.
— Así que ustedes son los alfas de Louis — dice una mujer que se acerca a ellos, es alfa. Tiene el cabello amarrado en un moño y viste ropa de diseñador.
— Así es — Edward cuadra los hombres, está listo para un nuevo enfrentamiento.
— Me compadezco de ustedes, no por Louis, él es un encanto — agrega — Sus primos serán las piedras de sus zapatos, nunca los dejarán en paz.
— Sabremos cómo lidiar con ellos — dice Harry — ¿Quién eres?
— Bárbara Tomlinson, la prima que más ama a Louis y quien les hará la vida imposible — entrecierra los ojos antes de entrar a la casa.
— ¿Acaso todos nos odian? — susurra Marcel — Ni siguiera nos conocen.
Dos mujeres alfas, salen de la casa y los recorren con la mirada antes de dirigirse hacia Louis. Son gemelas, tienen pintado el cabello de rubio platinado, lo que les da un aspecto angelical, sumado a su piel blanca y sus ojos azules. Desde que llegaron no han visto a nadie con un color de ojos distinto al azul.
— No es como si quisiera que mis hijos tengan el color de mis ojos — dice Edward — Me gustan los ojos de mi omega.
— Y definitivamente tendremos gemelos — Harry mira a los presentes y hay varios gemelos, y un grupo de trillizos, deben ser los sobrinos que Louis mencionó en su primera cita.
— Muchos alfas alrededor de mi omega — Marcel va hacia Louis, Edward y Harry hacen lo mismo.
Louis se pone de pie y va al encuentro de su alfa, Marcel lo acuna en sus brazos y besa su sien, se mecen suavemente. Harry lo abraza por el costado y Edward por detrás, están dando todo un espectáculo pero no pueden permitir que su omega huela a otros alfas.
El almuerzo transcurre con normalidad, por increíble que suene. Los primos de Louis dejan las asperezas y los comentarios mordaces en algún punto, se presentan como es debido, gran parte de ellos tiene alguna carrera en la milicia o en alguna rama que trate de salud.
Todo va bien hasta que Arthur bromea con Louis sobre algo y terminan luchando en el césped, como lo hicieron el día que los trillizos lo conocieron. Cuando el alfa grita su rendición, Louis se levanta con una sonrisa ganadora que se convierte en una mueca cuando el alfa señala algo.
— ¡¿Quién te mordió la nuca?!
Y joder, los Dioses odian a Edward.
Notes:
"Hay días en los que quieres rendirte y sumirte en la oscuridad, no lo hagas, te prometo que habrán días mejores, confía en mí"
Chapter 37: Capítulo 36
Notes:
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Chapter Text
Louis actúa rápido, se pone delante de su alfa y entrecierra los ojos a sus primos y padres. Los alfas miran a Edward sin pestañear, lo que hace la situación más aterradora.
— No sé cuántas veces dije esta palabra hoy, pero cálmense — gruñe el omega, sorprendiendo a sus familiares. Louis era rudo con otros, nunca con ellos.
El pequeño omega de ojos azules mostró ciertas habilidades y fuerza desde que era un niño, aunque eso no impidió que sea un omega suave y cariñoso. Le encantaban los abrazos y acurrucarse con sus primos tanto como jugar a las luchas y vencerlos.
Todos ellos pululaban alrededor de su primo omega, siempre tratando de protegerlo e impresionarlo. Era un buen día si podían ver la hermosa sonrisa llena de pequeños dientes blancos que Louis mostraba cuando algo lo hacía feliz.
Cuando todos ellos crecieron y se convirtieron en adolecentes las cosas cambiaron un poco, ellos eran alfas y Louis un omega, la mayoría de las personas no podrían evitar dar su opinión al respecto. Creían que Louis se emparejaría con alguno de ellos pero eso no sucedió. Era terrible tener que soportar los susurros malintencionados y morbosos, pero eso no cambió el fuerte apego que tenían.
Con el tiempo tuvieron que separarse, por estudios, familia y muchas otras cosas. Algunos de ellos tienen omegas y los aman con todo su ser, lo que sienten por Louis es distinto, no es comparable de ninguna manera al amor que sienten por sus compañeros o compañeras. Pero siempre está presente, fuerte e inamovible.
Ver la marca en la impecable y suave piel del omega es como un baldazo de agua fría, una vuelta a la realidad que no esperaban, aún pueden ver al Louis de 6 años corriendo con los pantalones manchados de barro y una corona de flores en su cabeza. Pero siendo realistas, él ya no es un niño, es un hombre omega de 25 años que está a punto de formar un nido, una familia.
— Si dicen o hacen algo en contra de uno de mis alfas — advierte el omega — Me enojaré con ustedes, no aceptaré sus disculpas.
— Louis — dice Marcos con algo de reproche en su tono.
— No, papá — Louis sonríe y no es la típica sonrisa que muestra, es maliciosa — Escuchen con atención porque no volveré a repetir ninguna palabra — todos lo miran, incluso los niños — Por años he estado solo, vi a todos ustedes conocer a sus compañeros, los vi enamorarse, casarse, formar una familia, vi a sus hijos nacer, vi el amor que esta familia puede ofrecer y creí que se alegrarían por mí. Conocí a estos increíbles alfas, hombres que me respetan y me aman por quien soy pero ustedes no pueden comportarse y tratarlos como se merecen.
— Lou — dice Arthur — No fue nuestra intención, sabes que nosotros estamos felices por ti.
— Pues no lo parece, desde el momento en que llegamos he visto las malas caras y las miradas injustificadas, he oído los murmullos y las amenazas — Louis sacude la cabeza y cierra los ojos antes de hablar nuevamente — Sé que quieren protegerme pero la forma en la que están actuando no es la correcta, elegí a estos hombres porque los amo, si confían en mí también deberían confiar en mis alfas.
— Lamento mi actitud — Damian se apresura a decir — Edward, Marcel, Harry, discúlpenme.
— Estaba siendo un idiota — Reece dice — No volveré a actuar así.
Todos se disculpan como es debido, conscientes de su actuar inapropiado y sin fundamento alguno, los trillizos aceptan las disculpas y por primera vez en toda la tarde el sentimiento de incomodidad desaparece de sus cuerpos. El ambiente parece más ligero y agradable.
— Tío Eddi — Ágata jala la pernera del pantalón de Edward, el alfa se pone en cuclillas para estar a su altura — Disculpa a papi, mami dice que a veces es un tonto.
Louis resopla burlonamente y Arthur sonríe avergonzado.
— Todo está bien cariño — Edward le sonríe.
— Cuando vuelvas a visitarnos podemos jugar a tomar el té, tío Marcy puede ser el príncipe.
— Estaría encantado — dice Marcel quien está sonrojado.
— ¿Y yo no puedo jugar? — pregunta Louis.
— Tío Lou — dice la pequeña como si su tío acabara de decir la cosa más tonta — Tú estarás ocupado teniendo antojos y el tío Harry te cuidará.
— ¿Qué? — Harry balbucea.
— Tío Lou tiene un bebé igual que mami.
— ¡Estoy embarazada! — grita Jade sacando a todos de su estupor por las declaraciones de la pequeña.
Todos felicitan a la pareja por la feliz noticia, Louis articula en pequeño gracias a Jade por haberlo salvado de la ronda de preguntas ridículas porque claramente no está embarazado. Los niños tienen una gran imaginación.
[…]
Tom siempre ha imaginado a sus hijos unidos junto a lindo omega, teniendo un hogar estable y por supuesto feliz. Amelia fue la primera, conoció a Daniel en una cafetería y se enamoró del alfa inmediatamente, por años pensaron que serían ellos dos, incluso tenían planeado adoptar un bebé, todo cambió cuando conocieron a Rocío, una linda y tímida omega que robó sus corazones, ahora están unidos y tienen una hija llamada Micaela.
Para sus trillizos las cosas eran más complicadas, encontrar a un omega que pudiera congeniar con tres personas distintas, personalidades y temperamentos diferentes sin duda era un desafío. Así que tiene mucha curiosidad por conocer al omega que sus hijos dicen amar.
El restaurante está repleto, las conversaciones se mezclan junto al sonido del piano. El lugar es uno de los más conocidos de la ciudad, pero también es costoso y exclusivo. Quiere ver como el omega se desenvuelve.
La cabellera larga y rizada de Harry es la primera que se ve en la esquina, después Edward Marcel caminan flanqueando a un pequeño omega castaño. A simple vista parece decente, lleva un traje azul oscuro, una camisa blanca sin corbata.
Cuando llegan a su mesa puede verlo mejor, tiene ojos azules y una nariz pequeña, su postura es perfecta, no inclina la cabeza ni se muestra sumiso a pesar de que Edward tiene una mano posesiva en su cintura.
— Buenas noches — saluda Edward — Madres, padre, les presento a nuestro omega, Louis Tomlinson.
— Es un gusto conocerlos, señoras Styles — Louis sonríe — Señor Styles.
— El placer es nuestro — dice Patricia extendiendo la mano y dando un apretón fuerte que Louis iguala, la alfa sonríe.
— Un omega fuerte eh.
— Como todos los omegas que existen — responde Louis.
— Por supuesto, por supuesto.
Sariel también saluda pero Tom se queda en su asiento, Louis lo mira y extiende su mano, el omega mayor responde y suelta rápidamente la mano del omega ojiazul.
Marcel carraspea para romper el incómodo momento, Harry saca la silla para que Louis se siente y besa el suave cabello de su omega antes de sentarse.
El mesero llega momentos después y todos dictan su orden, pasta, carne y papas en su mayoría, también un buen vino. Cuando el mesero se va es donde comienzan las preguntas.
— Así que Louis — inicia Tom — Cuéntanos sobre ti, queremos saber un poco más del omega que ha hechizado a mis hijos.
— Bueno, tengo 25 años, nací aquí, soy hijo único — responde el omega, sabe lo que la madre de sus alfas está tratando de hacer y él está dispuesto a seguirle el juego.
— Hombre de pocas palabras ¿verdad? — Tom se burla.
— De respuestas concisas en realidad.
— ¿Cómo estuvieron sus vacaciones? — pregunta Edward para cambiar de tema.
— Hermoso, todo fue magnifico — dice Sariel — Ustedes también deberían tomarse unas vacaciones, es bueno para el cuerpo y el alma.
— ¿Ya conocieron a los padres del omega? — habla Tom.
— El nombre del omega es Louis, papá — advierte Marcel — Por favor sé respetuoso; y sí, ya conocimos a los padres de Louis.
— Su papá es el dueño del hospital donde trabajo — dice Edward, Tom levanta las cejas pero recupera su expresión estoica segundos después.
— Hospital Siuol, vaya, es Louis al revés, muy ingenioso — Patricia ríe — Me encantaría conocer a tus padres, Louis.
— De hecho mañana desayunaremos todos juntos, para que ambas familias se conozcan, debido a que estaban de viaje, al horario ocupado de Louis y sus padres, la reunión se aplazó pero mañana es un buen día — Edward habla.
Harry y Marcel se encargan de dirigir la conversación, no están nada contentos con la actitud de su padre así que evitan que haga más preguntas, no habría ningún problema si solo quiere saber más sobre Louis, pero la manera en la que lo hace les recuerda a la noche en que pusieron incomodo a Louis y prácticamente lo interrogaron. No quieren que su omega se sienta mal.
El mesero trae los platillos ordenados y todos se disponen a comer, es ahí donde Tom aprovecha y empieza nuevamente con las preguntas.
— ¿A qué te dedicas, Louis? No has habla sobre eso.
El omega sonríe antes de responder, sabía que en algún momento iba a suceder pero está seguro de que nada cambiará, no importa si a Tom no le gusta su profesión, es lo que es.
— Soy Capitán del ejército — dice simplemente, tranquilo.
Patricia se ve sorprendida, sin duda no lo esperaba, con lo suave y delicado que se ve el omega. Sariel sonríe, de hecho no ha dejado de hacerlo durante toda la cena. Tom tiene los ojos abiertos y las mejillas rojas.
— De ninguna manera — dice el omega ojiverde — ¿Cómo es posible?
— No es la profesión que los omegas comúnmente eligen pero es lo que a mí me gusta, me va bien, estoy a cargo de la base en esta ciudad, no tengo de qué quejarme.
— Estoy sorprendido — Tom exhala — No esperé esto.
— Louis es el mejor en lo que hace — halaga Marcel — Nuestro omega es increíble.
— Basta — susurra Louis, sus mejillas se vuelven rojas.
— Vamos, no te pongas tímido ahora, presume con tu suegro — Edward bromea.
— No haré eso, discúlpelo señor Styles — Louis palmea el muslo de su alfa y Edward sonríe más.
— Su otro padre es un Coronel — dice Eddi — Louis inició su entrenamiento desde que era un niño, habla 4 idiomas, es un experto en combate cuerpo a cuerpo, en desactivación de explosivos y por si eso fuera poco, es Capitán, tiene a cientos de alfas bajo su mando.
— Mi omega es increíble — Marcel besa la mejilla de Louis.
— Estoy muy impresionada — Patricia mira al ojiazul — Me alegra saber que mis hijos encontraron a un omega más que digno para ellos.
— Gracias.
— ¿Algo qué decir papá? — Harry mira a Tom.
— En lo absoluto, continuemos con la cena por favor.
Mientras todos vuelven la atención a la comida en frente, Tom no deja de mirar a Louis y una pequeña sonrisa se hace presente. Él es perfecto para ellos, piensa.
Un par de horas después Edward conduce a casa. Harry, Marcel y Louis van en la parte de atrás, los alfas se acurrucan en el calor de su omega y duermen plácidamente rodeados de su olor.
El celular de Louis vibra notificando un mensaje, ve que se trata de una imagen y desbloquea su teléfono, allí en blanco y negro se ve una mancha oscura, es una ecografía, segundos después le llega otro mensaje ¡Voy a ser papá!, dice Zayn.
Sonríe e imagina cual será la reacción de los trillizos cuando se enteren que serán padres, no es que ahora esté embarazado, solo imagina la situación.
Notes:
"Estoy aquí, junto a ti, solo fíjate en mí"
Chapter 38: Capítulo 37
Notes:
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Chapter Text
El último día del cortejo inicia con Louis sentado sobre el torso de Marcel, tratando de despertar a su alfa.
Normalmente es Marcel quien despierta primero, prepara el desayuno y luego despierta a sus hermanos, si Louis se queda a dormir, entonces Marcel lo despierta con besos en las mejillas u olfateando su cuello, siempre le dice que su aroma es más espeso y fuerte en las mañanas.
Pero hoy es diferente, Louis despertó primero y sacó a rastras a Harry que refunfuñó todo el tiempo, luego despertó a Edward con un golpe en la mejilla, acción que le costó ser aplastado sobre el colchón y besuqueado por unos minutos.
Ahora ambos alfas están en la cocina, preparando el desayuno mientras Louis está sobre Marcel, su lindo alfa que arruga la nariz cuando Louis le pica la mejilla constantemente.
Sin embargo el alfa no despierta así que el omega presiona la nariz de Marcel impidiéndole respirar, segundos después el alfa abre los ojos y palmea la mano de su omega.
Louis solo ríe y rebota sobre el torso de Marcel, el alfa se queja un poco por la falta de aire así que él omega baja hasta sentarse sobre la ingle del hombre, deteniendo su queja.
— ¿Empezando bien el día? — pregunta Louis mientras mueve sus cejas.
Marcel ríe y acaricia la delicada cintura de su omega, tomándose su tiempo, mirándolo con lo que puede ser descrito como amor.
El sol de la mañana entra por la ventana, el cabello del bello omega brilla, dándole un aspecto dorado, sus dientes nacarados están a la vista y sus ojos azules reflejan una genuina alegría.
Marcel lo ama, así de simple y sencillo, espera poder despertar así el resto de su vida.
— ¿Dónde están mis hermanos? — pregunta minutos después. Louis se agacha y le besa la mandíbula antes de responder.
— Preparando el desayuno, en media hora mis padres llegarán al igual que los tuyos, todo debe estar listo.
— Espero que no quemen la cocina, Harry es más hábil que Edward así que le tengo algo de fe.
Louis tararea, haciéndole saber que está escuchando pero es obvio que está pensando algo más.
— ¿Algo te preocupa, cariño? — Marcel se aventura a preguntar.
— Antes de despertarte envié un correo electrónico solicitando mi permiso, espero que respondan rápido — se queja el omega.
— Hoy es nuestro último día de cortejo — recuerda Marcel — Nuestros padres y madres se conocerán, Dioses, espero que todo salga bien.
— No lo sé, tu padre tiene un carácter fuerte, y fue algo grosero conmigo ayer — antes de que Marcel vuelva a disculpase cómo lo hizo anoche, Louis chasquea la lengua — No digas nada, entiendo de donde viene, su preocupación es genuina aunque hubiera sido agradable que no estuviese a la defensiva todo el tiempo.
— Hablamos con él, le dijimos que fuera respetuoso y educado, parece que eligió ser todo lo contrario — se queja el alfa.
— Su actitud no me afecta pero no creo que a mis padres les haga gracias, mi madre puede parecer una mujer refinada y elegante, no digo que no lo sea, pero ella puede llegar a ser algo agresiva si considera que alguien me está haciendo sentir incómodo — Louis suspira — Y si tu padre tiene la misma actitud que ayer las cosas se complicarán.
— Mi padre se comportará, de eso me encargo yo, suficiente con lo que dijo ayer, no permitiré que lastime a mi omega.
— Hace calor, me prende verte todo alfa protector — Louis gime exageradamente.
El omega ve el momento exacto en que las mejillas del alfa se tornan rojizas por el coqueteo burlesco y descarado.
— Basta, no te burles de mí.
— No bromeo, alfa — Louis mueve su trasero sobre la polla de Marcel — Si tuviéramos tiempo estaría dándote la mamada de tu vida pero lamentablemente tenemos que darnos prisa.
Completa su declaración con un tortuoso y lento movimiento que tiene a Marcel gimiendo antes de que baje del regazo de su alfa y se contonee hasta la puerta.
— Joder — gruñe Marcel al ver su semi — Está noche te haré rogar por mi nudo.
— Estaré contando las horas, alfa.
Hora y media después tres costosos vehículos son conducidos por la carretera, los bordes están repletos de árboles altos y frondosos, y a los lejos se puede ver una gran casa, rodeada de árboles viejos. Es una especie de cabaña pero más moderna y grande, de una sola planta, claramente el diseño es rustico debido al lugar en el que está construido pero los detalles y el acabado de madera en las puertas y las ventanas son impecables.
— ¡Wow! — exclama Louis — Cuando vi la casa por primera vez era de noche, de día es incluso más hermosa.
— Me alegra saber que te gusta tu nuevo hogar — Marcel besa la sien de Louis — ¿Crees que tus padres y tu madre consideren que es un buen lugar?
— Lo harán y si dicen lo contrario entonces están mintiendo. Aunque aún no hablo con tu madre, no sé si acepte que viva aquí.
El celular de Louis vibra, lo saca de su bolsillo y es un nuevo mensaje de Zayn, el alfa le ha estado enviando textos desde ayer. Se enteró que Louis sabia del embarazo de Niall y su método de venganza es enviarle a Louis cada actualización de lo que sucede en el embarazo. La ecografía, las náuseas de Niall, su apetito, sus antojos, las groserías, o cualquier cosa que haga o diga el omega.
— Estoy a segundos de bloquear a Zayn — se queja el omega.
— Está feliz, han querido concebir por un tiempo, Liam ha estado haciéndome varias preguntas como si el no fuera pediatra — Edward suspira — Pero es mi único amigo así que tolero su comportamiento idiota.
— Que la vida me dé más amigos como Edward — se burla Harry — Personas que desbordan amor y empatía.
— Gracias por apreciarlo, soy un gran amigo — Edward no nota el comentario sarcástico de Harry.
Marcel y Louis se sonríen mutuamente, el omega esconde su rostro en el pecho de su alfa y sus hombros se mueven por la risa contenida, el alfa amortigua su risa en el cabello de su omega. Edward es ajeno a todo.
Minutos después los tres vehículos estacionan, del primero bajan los trillizos junto a su omega, del segundo Magnus, Marcos y Alice, del último vehículo, Patricia, Sariel y Tom. La familia de Louis fue hasta la casa de los trillizos y partieron de ahí, la familia de los alfas se encontraron a medio camino con el grupo, así que aún no se han presentado oficialmente.
Marcel como el buen ser humano que es, inicia las presentaciones. Todos se saludan cortésmente, incluidas sonrisas naturales. Harry besa la mejilla de su omega y lo toma de la mano, les dice a los demás que lo sigan. Edward y Marcel se quedan para que saquen la canasta y las bolsas con el desayuno.
El interior de la casa es agradable a la vista, hay jarrones costosos y pinturas que también lo parecen pero se complementa bien con los adornos baratos y las fotografías familiares en la pared.
Se trasladan a la cocina. Harry saca platos y tazas, Louis conversa con Sariel quien le cuenta algunas historias sobre la infancia de los trillizos, lo que hace reír al omega ojiazul.
— Edward pidió que le pusieran la tarántula en la mano — cuenta Sariel — Tom estaba asustado pero el pequeño bribón sonrió en todo momento.
— Creo que tenemos una foto de eso — dice Patricia — Debe estar en uno de nuestros álbumes, después del desayuno te mostraré.
Louis asiente y sonríe suavemente. Alice ve a su hijo y no puede evitar sonreír al verlo tan feliz y rodeado de hombres que lo aman, no pasa desapercibido el beso cariñoso que le da Marcel cuando entran a la cocina, o la caricia suave que Edward le brinda mientras Louis continua hablando con Sariel.
El desayuno es servido en el interior de la casa debido al clima sombrío y el viento que corre en el exterior. Hay sándwich, galletas, tostadas, pan, mucho café y el clásico té.
La conversación se direcciona en ambos lados, los padres no pueden evitar preguntar sobre los hijos del otro. Pero la curiosidad no traspasa límites y todo fluye de manera natural. Tom parece haber superado sus prejuicios y pregunta sobre Louis y su trabajo, Magnus presume notoriamente sobre los logros de su cachorro, lo que hace sonrojar a Louis.
Después del desayuno Magnus se disculpa y va a inspeccionar la propiedad, es inevitable para él hacerlo, debe conocer bien el lugar donde su hijo y posiblemente sus nietos van a vivir, debe estar seguro de que estarán a salvo. Marcos y Edward van con él.
Patricia, Sariel llevan a Alice a conocer los alrededores y el jardín, la omega tiene un gran amor por cultivar flores así que se emociona al saber que podrá ver las plantas. Marcel y Harry se encargan de lavar la vajilla, dejando a Louis y Tom solos.
Louis ve las fotos de un gran álbum que Patricia le dio antes de salir, hay muchas fotos, los trillizos eran cachorros muy tiernos y traviesos. Hay muchas fotos de Marcel con las mejillas rojas y los hoyuelos visibles, pintando o leyendo un libro, el alfa era muy lindo, aún lo es. Louis no puede evitar pensar en cachorros gorditos y sabelotodos.
Las fotos de Edward y Harry son más difíciles de diferenciar, pero Louis logra a reconocer a Harry usando un brasier, lo que lo hace reír a carcajadas, definitivamente ese no puede ser Edward.
— Es Harry — Louis oye la voz de Tom — Tenía 8 años y se preguntaba porque sus madres podían usar ese canguro y él no.
— Cielos, es demasiado lindo, lo amo — dice el omega ojiazul y segundos después nota lo que confesó. Tom debe ver el cambio en su semblante así que lo tranquiliza.
— Está bien, me alegra saber que mis hijos conocieron a un omega bueno y que los ama, ¿Ellos saben que lo haces?
— Lo hacen, puede parecer apresurado, nos conocemos menos de dos meses pero nuestros sentimientos tienen una base sólida, somos fuertes y nos amamos — dice Louis.
— Quiero disculparme por cómo me comporté anoche, tuve malas experiencias con las antiguas parejas de mis hijos pero eso no justifica mi actitud contigo. Todos merecemos ser tratados con respeto y olvidé eso — Tom mira a Louis esperando que el omega acepte sus disculpas.
— Todo está en el pasado — Louis sonríe — Imaginé que su obvio rechazo hacia mí se debía algo más porque yo soy perfecto.
— Eres descarado pero también bonito, lo que compensa la actitud burlona. Mis hijos eligieron bien.
Louis ríe y Tom hace lo mismo, las aspereces parecen haber sido limadas al fin. Lo que quita un peso encima de los hombros de Louis, no iba a terminar todo con sus alfas solo porque Tom no lo aceptara aunque hubiera sido triste que no hubiera una buena relación con la familia de sus futuros compañeros.
— Espero que puedan mudarse pronto — Tom habla un momento después — Esta casa a albergado a tres generaciones Styles, es la indicada para formar una familia y me gustaría mucho que mis hijos y tú puedan ser muy felices aquí.
— Muchas gracias señor.
— Por favor, dime Tom.
El día transcurre con normalidad, todos ayudan a preparar el almuerzo y conversan, todo es agradable y doméstico. Louis le pide a Harry que prepare un pastel de chocolate ya que tiene muchas ganas de comer uno, el alfa acepta rápidamente, feliz de complacer a su omega.
Después del almuerzo, la familia de los trillizos debe volver a la ciudad ya que tienen una cena pendiente con Amelia, la hermana de los alfas. Sariel dice que la alfa está deseando conocer a Louis y Marcel le dice a su madre que puede visitarlos en cuanto se hayan mudado, los hombres tienen ganas de ver a Micaela, su tierna sobrina.
Edward le da el recorrido oficial de la casa a Louis, le muestra las habitaciones, en total son seis, hay dos salas, una cocina, dos estudios y un pequeño gimnasio. La habitación principal es impresionante, la cama es grande incluso para cuatro personas, hay dos sillones en la esquina, hay una puerta que lleva a un cuarto pequeño que es destinado como closet. El baño es amplio, hay una tina grande, donde Louis planea darse un baño relajante.
— Si algo no te gusta no dudes en decirlo — Edward abraza por detrás a su omega mientras Louis ve el patio trasero a través de la ventana — Puedo mandar a remodelar.
— Todo es perfecto, me gusta tal y como está.
— Me alegra saber eso, Tiramisú — el alfa sonríe cuando Louis no se queja por el apodo — Ahora tomemos una siesta, hoy alguien me despertó temprano.
— ¿Dónde están mis otros alfas?
— Fueron a la ciudad, pasaremos la noche aquí y no hay provisiones para la cena.
Louis asiente y se deja llevar por su alfa. Edward lo sienta en la cama y lo mira esperando su aprobación antes de sacarle los pantalones, el omega cierra los ojos y Edward besa sus labios antes de quitarle la ropa, luego él hace lo mismo con sus prendas. El alfa cierra las persianas antes de recostarse junto a su alma gemela, comparten otro beso antes de rendirse y dormir.
El militar despierta unas horas después, su alfa no está acostado junto a él, las ventanas están abiertas y la habitación es iluminada por la luna llena. Louis puede ver una hoja en la mesa de noche, se estira para poder agarrarla y leerla.
“Ve al lugar donde la Diosa Luna se encuentra en lo alto, donde el ruido del agua son murmullos de nuestro amor y donde las luciérnagas son opacadas por el brillo de tus ojos”
El arroyo, donde los trillizos le dijeron que estaban enamorados de él y donde les correspondió el sentimiento.
Se levanta de la cama y enciende la luz, sobre uno de los sillones hay ropa, un pantalón deportivo marrón casi rojizo, una sudadera verde con cuello blanco, la prenda tiene un cierre con rayas a los bordes. Son prendas peculiares, supone que Harry hizo la elección.
Antes de vestirse se da un baño, seca su cabello y usa la crema que estaba junto a sus prendas, se viste y se peina, se calza las zapatillas blancas, pone su celular en el bolsillo y finalmente se ve al espejo, increíblemente la ropa combina y no se ve ridículo, es una victoria.
Sale de la habitación y como esperaba la casa está en silencio, sale por el patio trasero y se dirige por el camino hacia el arroyo, con una sonrisa en el rostro porque ya puede imaginar lo que le espera.
Durante un mes ha sido cortejado por tres hermosos alfas que lo aman y respetan. Ha sido tratado con nada menos que amor y adoración, su corazón y cuerpo les pertenece a tres hombres con rizos, ojos verdes en distintos tonos y hoyuelos devastadores.
Al final del camino logra verlos, están parados y conversan entre ellos. Louis da un par de pasos más y tres pares de ojos desbordantes de amor lo miran y negará hasta la tumba que sus piernas temblaron y el corazón le latió más rápido.
— Viniste — dice Marcel, los ojos del alfa ya están cristalinos — Viniste a nosotros.
Harry estira la mano y Louis lo toma, el alfa besa la frente de su omega y lo conduce hasta el claro del bosque, donde la luz de la luna le da de lleno, parece un ángel.
Marcel tiene un ramo de rosas, Edward una elegante caja y Harry una bolsa de regalo, los alfas le sonríen y Louis los ama un poco más, increíblemente.
— Cuando te vi, le dije a la primera persona que tenía cerca que serias mi omega, estaba dispuesto a pelear con mis hermanos para tenerte junto a mí pero el destino fue piadoso y nos permitió conocerte — Edward se detiene y traga el nudo en su garganta — Es nuestro último día de cortejo y no me sorprende el amor que siento por ti, amarte fue natural, casi tan sencillo como respirar.
Louis está al borde del llanto y ver a Harry con lágrimas en los ojos hace que controlarse sea más difícil.
—Siempre sentí que era solo un hermano más, alguien que viene con el paquete que conforman Edward y Harry, alguien con quien solo tenían que conformarse y convivir — Marcel respira hondo — Todo cambio cuando te conocí, increíblemente etéreo en medio de un pasillo lleno de libros, solo podía pensar en que quería ver tus ojos hasta mi último aliento y ahora solo deseo que seamos eternos, poder amarte para toda la vida, pero sé que es imposible así que espero poder amarte no solo aquí y ahora, sino también en mis otras vidas.
— Joder — exclama Louis, las lágrimas bajan por sus mejillas y ni siquiera intenta secarlas.
— Denme un momento — pide Harry para poder recomponerse — Es imposible hablar de lo mucho que te amo, eres mi inicio y mi fin, no existo sin ti, eres mi alma, mi cuerpo y mis pensamientos, eres todo. Eres mis sueños y mis anhelos, eres mi corazón lleno de amor y mi razón de vivir. Ni siquiera sé si todo lo que digo tiene sentido, solo sé que quiero pasar mi vida junto a ti, eres mi alma gemela, mi mitad errante, eres mi Louis y yo soy tu Harry.
— Los amo — dice Louis en medio del llanto — Los amo con todo lo que soy y lo que tengo.
Edward se acerca y abraza a su omega, no puede soportar verlo llorar, no importa si son lágrimas de felicidad, la necesidad de protegerlo es instintiva.
— Nosotros tenemos obsequios para ti — dice Marcel, Edward lame las lágrimas del rostro de su omega antes de separarse y ponerse al lado de sus hermanos — Eddi te dará el primer obsequio.
— Nuestro último regalo de cortejo, esperamos que sea de tu agradado — el alfa le entrega la caja y Louis lo recibe con dedos temblorosos.
El omega desata el lazo rojo y abre el obsequio, en el interior descansa una elegante y delicada daga, el mango de oro macizo se ve opacado por las incrustaciones de dimanantes y zafiros, la hoja es de plata y el apellido Tomlinson está grabado en la base.
El arma no solo es letal, también es precioso, igual que Louis.
— Es hermoso — dice Louis viendo la daga, la gira en su mano con una habilidad increíble — Gracias.
— De nada, amor — Harry lo mira — Pero sabemos que no puedes llevar la daga todo el tiempo, así que decidimos darte un segundo regalo.
El alfa le entrega la bolsa que sostiene, Louis la abre haciendo caso omiso a la vibración del teléfono en su bolsillo, se asegurará de asfixiar a Zayn en otro momento. La bolsa contiene otra caja, Louis le entrega la bolsa a Harry y abre el objeto, hay una delicada esclava de oro.
— Podrás usarla en todo momento, en el interior está nuestro apellido, espero que te guste — dice Marcel, no quiere ser un típico alfa posesivo pero saber que su omega lleva una joya con su apellido lo hace sentir poderoso.
— ¿Styles eh? — Louis sonríe — Me gusta, muchas gracias.
— Antes de hacerte la pregunta definitiva — Marcel le extiende el ramo de rosas, la flor blanca resalta entre todas — Es parte de la tradición entregarle al omega un ramo de rosas que contenga una flor, la decisión está en tus manos.
— Opino que tires el ramo — dice Harry — No lo necesitarás.
Louis ríe por lo ridículo que es su alfa pero deja de hacerlo cuando su teléfono vuelve a vibrar.
— Nuestros corazones están en tus manos, Louis Tomlinson ¿Aceptas ser nuestro omega? — pregunta Edward.
Louis está a punto de responder pero su teléfono vuelve a vibrar de manera consecutiva, jura que le arrancará el cabello a Zayn Malik y se lo hará comer.
Saca el teléfono de su bolsillo para tirarlo al arroyo pero el mensaje en la pantalla lo hace detenerse, desbloquea el aparato y algunas fotos aparecen, en la primera se ve a Edward saliendo del estacionamiento del hospital, en la segunda se ve a Harry con ropa deportiva y en la tercera está Marcel haciendo las compras en el supermercado.
La Camorra nunca olvida, la Camorra te observa, dice el mensaje que hace temblar las manos del militar.
— No acepto — Louis levanta la vista y mira a sus alfas — No acepto ser su omega.
Notes:
"Juré protegerte de todo, incluso de mí"
Chapter 39: Capítulo 38
Notes:
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Chapter Text
Los alfas miran a su omega en completo estado de shock, no pueden creer lo que acaban de escuchar, es simplemente inaudito.
— ¿Qué? — Harry es el primero en reaccionar — ¿Qué sucede?
Louis agarra su celular con fuerza, sus nudillos se tornan blancos por la presión ejercida. Edward lo nota y se acerca suavemente a su omega, agradece a los Dioses que permita hacerlo.
— Omega — habla Edward, toma la mano temblorosa de Louis y besa sus nudillos, el ojiazul mira a su alfa — Dinos qué está mal, por favor.
Louis sostiene el ramo y sus regalos de cortejo contra su pecho. Mira a sus alfas como un ciervo atrapado en los faros. No sabe que decir o hacer, su mundo se derrumba frente a sus ojos, su futuro se le escapa entre los dedos. Es un infierno.
Harry se acerca y trata de abrazar a su alma gemela pero Louis se aleja, acción que termina alejando también a Edward que sostenía su mano. Los alfas lo miran como si acabara de clavar un cuchillo en sus pechos.
Los bonitos ojos del omega que antes reflejaban amor y alegría, ahora son solo dos pozos azules que muestran temor. Los trillizos no saben qué hacer, no saben que sucede. Y su omega no hace nada para aclarar la situación, lo que vuelve todo más confuso y doloroso.
— Por favor — la voz de Marcel llega a espaldas de sus hermanos. Louis mira a su bonito alfa que luce devastado — Quiero entender.
Louis parpadea lentamente, su mente es un torbellino. Buscando soluciones, buscando la forma de mantenerlos a salvo, lo único que importa es eso.
— Ben — susurra Louis — Necesito llamar a Ben.
La voz del omega suena robótica, no expresa ninguna emoción a pesar de todo lo que siente en este momento. Marca un número y pone el teléfono en su oreja, su mirada rehúye a la de sus alfas. No puede verlos porque lo hará sentir más culpable.
— Necesitamos vernos — dice Louis al teléfono en cuanto tiene la línea abierta — Estaré en la base en 45 minutos. Trae tu equipo.
El militar se pone en marcha pero no logra dar ni dos pasos antes de ser bloqueado por sus alfas. Edward lo sostiene de los hombres y lo mira fijamente. Harry pone una mano en el brazo de su hermano para tratar de calmarlo.
— No irás a ninguna parte, ya hemos pasado por esto — Edward sonríe sombríamente — Parece un maldito dejavú, siempre tratas de alejarnos pero nunca lo logras. Ahora cuéntanos que mierda sucede para poder solucionarlo y continuar con lo importante.
— Esto es más importante, Edward — dice Louis sin mirar a su alfa.
— ¿Más? — el alfa se burla — ¿Qué puede ser tan importante para dejarnos así? ¡¿Qué carajos es más importante?!
El militar levanta el rostro y mira a Edward, quien suena enojado pero su mirada solo denota tristeza. Y no es para menos, acaba de ser rechazado por su omega y no tiene ni puta ideal de cual es el motivo.
Louis no lo soporta más y solloza con fuerza, se derrumba sobre el pecho de su alfa, las flores y los obsequios se aplastan pero el omega nunca los suelta. Edward abraza a su omega y lo marca con su aroma para tratar de calmarlo. Su cabeza da mil vueltas, se está volviendo loco, no tiene el control y eso es algo que lo enoja.
— Lamento haber gritado — susurra Edward. Harry da un paso y los abraza a ambos pero Marcel no se acerca, solo mira la interacción.
El ojiazul murmura una serie de frases y maldiciones gangosas que no llegan a tener sentido para los alfas. Solo saben que su omega lloraba de felicidad y estaba a punto de aceptarlos pero un segundo después lo que sea que haya en su teléfono cambió todo.
— ¿Nos dejarás, omega? — la voz ronca de Marcel se sobrepone sobre el lloriqueo de Louis. El omega se aleja del pecho de Edward, tiene los ojos rojos y el cabello revuelto, y mira a su otro alfa — ¿Solo te irás sin ninguna explicación? ¿Y qué supones que hagamos?
— Yo no... — Louis trata de hablar pero la mirada oscura de Marcel lo hace callar.
— Acabamos de abrir nuestros corazones para ti, te dijimos cuanto te amamos ¿Y de qué mierda sirvió? — gruñe el alfa — Nos rechazas después de decir que nos amas, tratas de irte sin dar ninguna explicación, ¿Qué clase de juego retorcido es este?
— Marcel — advierte Harry pero su hermano ríe sin ganas, es triste.
— Solo te irás, y seguro tienes buenos motivos para hacerlo, pero eso no significa que sea menos doloroso para nosotros.
— Lo siento — susurra Louis, nuevas lágrimas corren por sus mejillas.
— Si te vas, no quiero volver a verte — el alfa ahoga un sollozo y su pecho se sacude — Si nos dejas, si me dejas — mira a su omega — Esta será la última vez que me veas, este será el último recuerdo que tendrás de mí.
El alfa tiembla visiblemente, las lágrimas descienden por su rostro pero la seriedad en su voz deja en claro que no está bromeando, que tratará de cumplir su palabra, así sea los más doloroso que haga.
Edward toma con delicadeza la mandíbula de su omega y lo obliga a mirarlo. Louis puede ver el dolor en la mirada de su alfa, el sollozo de Harry a su lado le rompe el corazón pero las imágenes que vio se repiten en bucle en su mente.
La mafia vigila a sus alfas, están en claro peligro y es su culpa, fue descuidado, se permitió tener libertad, se permitió amar y ahora le está pasando factura. Tiene que solucionarlo.
— Habla con nosotros, confía en tus alfas — pide Edward.
El pequeño omega se separa de los brazos de su alfa y cuadra los hombros. Mira por última vez a sus alfas, trata de memorizar cada pequeño detalle, desde el color azul del suéter que usa Marcel hasta las pestañas húmedas de Harry.
— Mi amor por ustedes no tiene límites. Me duele saber que les causo sufrimiento, pero hay cosas que uno debe hacer, no importa si el proceso es doloroso, el resultado final debe ser placentero. Y no hay nada mejor que saber que están a salvo — Louis dice sus últimas palabras y se aleja.
Esta vez ninguno de los alfas intenta detenerlo.
El omega corre por el bosque, solo, con el corazón apesadumbrado y las lágrimas derramándose a su paso. Abraza sus regalos de cortejo con fuerza, temiendo que alguien intente quitárselos, se lo dieron sus alfas, los hombres a los que acaba de dejar para poder mantenerlos a salvo.
Su inteligente y estoico Edward, el alfa que lo llama por tontos apodos, que dice odiar pero en el fondo ama. El hombre que besa su cabello y le murmura que lo ama antes de irse a dormir, quien besa sus nudillos antes de irse a trabajar. El alfa que le aseguró hace tiempo atrás que iba ser de él, que sería un Styles.
Marcel, el dulce alfa que le cocina con una sonrisa en el rostro y le lee mientras toma el sol junto a la piscina. El alfa que se sonroja cuando le hace cumplidos, el que sonríe cuando lo ve llegar y besa sus mejillas con devoción.
El coqueto y encantador, Harry, el alfa sin vergüenza que robó su corazón y le escribe canciones. Quien le canta preciosas melodías y dulces letras. El rizado que oculta su ruidosa carcajada con sus manos pero la vuelve a mostrar cuando se lo pide a cambio de un beso.
Tres hombres que no han hecho nada menos que amarlo incondicionalmente. Que abrazaron sus pecados y besaron sus cicatrices.
Alfas que no volverá a ver si continua corriendo, no habrán más galletas recién horneadas, ni libros narrados bajo la ronca voz de un alfa, mucho menos apodos ridículos que calientan su pecho. No habrán rizos verdes y hoyuelos a juego.
Tampoco cachorros regordetes con dientes de conejo, con el cabello castaño y los ojos azules. Todo lo que ha imagino para él, para sus alfas, queda atrás mientras avanza por el bosque.
— Los amo — susurra.
Y se detiene, mira los regalos que acuna con tanto fervor, abre la caja donde está la daga y mira los detalles, los diamantes y zafiros brillan. Guarda el arma al costado de sus costillas. Abre la caja de la esclava, besa el grabado del apellido de sus alfas y se coloca la joya.
Marca el número de Ben y llama.
"Estoy cerca a la base" es lo primero que dice el beta.
— Cambio de planes, ve a la dirección que te enviaré — ordena.
"Dime qué pasa, Calamity"
— Lo sabrás cuando nos veamos.
El omega cuelga y rápidamente envía la nueva dirección. Respira hondo y ve el ramo de rosas en sus manos, saca la flor blanca y la arroja a los arbustos.
Sonríe temblorosamente antes de volver sobre sus pasos porque sería el hombre más estúpido si pierde la oportunidad de tener una vida grandiosa junto a los mejores alfas que pudo conocer.
Y el Capitán Tomlinson puede ser cualquier cosa, menos un cobarde.
Corre mientras piensa en ellos, en cuanto los ama y cuanto los lastimó al dejarlos así, sin explicación alguna. Corre porque habrán miles de obstáculos y ahora está seguro de sorteará cada uno de ellos al lado de sus alfas. Corre porque amarlos lo hace más fuerte porque son todo y la vida sin ellos no tendría sentido.
Encuentra a sus alfas en el mismo lugar. Edward le grita a alguien en el teléfono. Harry llora desconsolado y Marcel camina de un lado a otro.
Es mágico el momento en que los alfas sienten el aroma a vainilla y canela de su omega, todos giran al mismo tiempo y el alivio inunda sus expresiones. Louis corre y salta sobre el alfa más cercano que resulta ser Harry, el ramo se aplasta mientras lloran y se besan.
Edward saca de los brazos de su hermano a Louis, el ramo cae pero eso no importa, besa a su omega porque hace minutos pensaba que jamás tendría la oportunidad de volver a hacerlo y los dulces labios de su omega son el mejor néctar.
Marcel camina y separa a la pareja, toma el rostro de Louis y besa sus lágrimas antes exponer su cuello y morder su mandíbula. No con la fuerza necesaria para formar un vínculo pero el deseo de unirlos está más presente que nunca, aunque jamás haría algo sin el consentimiento de su omega.
El ojiazul se vuelve dócil y cierra los ojos pero una sonrisa se expande en sus labios. El alfa lo levanta por los muslos y el omega enreda sus piernas en la espalda baja del rizado.
— Louis Tomlinson — susurra Marcel al oído del militar — ¿Aceptas ser nuestro omega?
— Sí — responde Louis con facilidad — Ahora y en todas mis otras vidas.
Edward y Harry comparten un beso en medio de la felicidad, escuchar la aceptación del hombre de sus sueños es malditamente placentero. No hay vuelta atrás, el bello omega ha aceptado, y todo aún es confuso pero Louis volvió, lo hizo.
— Tienes muchas explicaciones que dar pequeño omega — dice Edward después de dejar los labios de Harry y caminar hacia Louis.
— Lo siento, por favor perdónenme — pide Louis. Continúa llorando, sus emociones fluyen libremente, sin control alguno.
— Tú volviste — dice Harry — Eso es lo que cuenta.
— No volveré a irme, lo prometo.
— No hubiera podido hacerlo — dice Marcel captando la atención de todos — No hubiera podido cumplir mi palabra. Iría a buscarte hasta los confines de la Tierra, así tu continúes huyendo.
El omega besa a su alfa, lo besa con pasión, quiere transmitir su amor, sus promesas y sus disculpas. Se jura jamás volver a dejarlos, no si está en sus manos impedir tal cosa.
Cuando se calman un poco deciden volver a la cabaña. Louis es llevado por Marcel, el alfa se niega a soltarlo, el omega se acurruca y aspira el aroma de su alfa. El hombre no dice ninguna palabra pero todo el tiempo deja besos en su cabello plumoso.
Cuando llegan, Harry corre por mantas a la habitación principal y Edward se sienta en un sillón en la sala, le gruñe a Marcel porque no suelta a Louis, al final lo hace y Eddi sienta a su omega en su regazo.
Harry vuelve y los cubre con una manta, se sienta en el piso y colca su cabeza en el muslo de su omega. Louis acaricia sus rizos y el alfa le muestra una sonrisa complacida.
Ninguno dice nada, temen arruinar el frágil momento, el temor de que su omega vuelva a irse está aún presente, así que esperan pacientemente a su alma gemela.
— Enviaron fotos suyas a mi celular — inicia Louis unos minutos después, siente a Edward tensarse y abrazarlo con más fuerza — La Camorra los vigila, al menos eso es lo que dice el mensaje.
— ¿Cómo supieron? — pregunta Edward — Dijiste que no había rastros.
— No los hay — el omega sisea — Soy meticuloso y solo cinco personas saben lo que hice.
— ¿Crees que te delatamos? — Marcel lo mira — ¿Por eso nos dejaste?
El saber las cosas que sus alfas pensaron cuando se fue le quema la piel. Se maldice por actuar de esa manera, por generar inseguridades, por no saber ser un buen omega.
— Eso nunca cruzó por mi cabeza — descarta el ojiazul — Confío en ustedes. Lo que me deja a Zayn y Ben, mi mejor amigo no me traicionaría y tampoco creo que Ben lo haga, pero debo comprobarlo.
— ¿Te fuiste porque estamos en peligro? — susurra Harry.
— Lo siento — Louis se disculpa nuevamente — Mi respuesta fue inmediata, lamento mucho haberlo hecho. He sido entrenado para actuar en segundos y lo primero que pensé fue en su seguridad y en mí como el principal culpable de que estén en peligro.
— Eso no es así — gruñe Edward, su pecho retumba — Cuando empezamos a cortejarte sabíamos que algo como esto podría pasar. Este no es el momento de alejarte de nosotros, Princesa.
— Lo sé y me disculpo. Hablo todo el tiempo que debemos tener una buena comunicación y lo primero que pensé fue en ocultarles todo y salir corriendo.
Harry besa el muslo de su omega y libera feromonas, la sala se llena del aroma a menta y lavanda, sus hermanos dejan que lo haga, no luchan para liberar su aroma propio, saben que su hermano menor tiene la necesidad de marcarlos como suyo, el reciente suceso saca sus instintos más primarios.
— Está bien — lo tranquiliza Louis — No me iré, no iré a ningún lado sin ustedes.
— ¿A dónde planeas ir? — cuestiona Marcel con voz grave.
— Me reuniré con Ben, tengo que confirmar si la mafia los vigila o es alguien más.
Edward se levanta del sillón llevándose consigo a Louis. Harry se queja por la pérdida de los sedosos muslos de su omega.
— Iremos contigo — sentencia el alfa mayor — No irás a verlo solo.
— No planeaba hacerlo.
— Si fue Ben quien lo hizo ¿Qué harás? — pregunta Marcel.
— Lo obligaré a decirme cuáles son sus motivos y si lo más conveniente es matarlo, lo haré — le cuesta decir esas palabras pero en el fondo sabe que no tendría más opciones.
— Eso es extremo — dice Harry — Es tu amigo.
Sabe que Harry es un ser bondadoso y que jamás lastimaría a alguien pero Louis no puede evitar el sentimiento que se arremolina en su pecho. Su alfa jamás lo comprenderá, lo amará pero nunca entenderá las cosas que tenía y tiene que hacer.
Aún sabiendo que Louis ha torturado y matado por venganza, a pesar de eso no sabe los detalles, no sabe de los actos sangrientos, de la ferocidad del omega y de lo salvaje que puede ser si se meten con alguien que ama.
— No nos adelantemos, cruzaremos ese puente cuando sea el momento — dice simplemente, tratando de alivianar el tema — Y por favor, dejen de imaginarme matando a alguien, eso no les hará ningún bien.
— No lo hacía — se defiende Edward — La muerte forma parte de mi día a día, no es algo que me asuste.
— Tus hermanos tienen el almuerzo en la garganta — Louis se burla — Por cierto, tengo hambre, no cenamos nada.
— Podemos pasar por comida antes de que veas a Ben — ofrece Marcel sin inmutarse ante el cambio de tema de su omega.
— No, quiero el pastel de chocolate que Harry preparó — mira a su alfa — ¿Puedo tener una porción?
— Por supuesto cariño.
Casi una hora después Harry conduce hacia la ciudad. Louis está acurrucado en los brazos de Edward mientras come pastel de chocolate, también pidió piña, sus alfas no hicieron ningún comentario por la extraña combinación.
Y Edward tampoco comenta sobre el aroma más espeso que tiene el omega en estos últimos días. Le vienen a la cabeza dos opciones y ambas lo hacen sumamente feliz.
Notes:
“Puede ser doloroso pero confía en el proceso, al final habrá felicidad. Solo asegúrate de que el dolor por algo que vale la pena”
Chapter 40: Capítulo 39
Notes:
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Chapter Text
Harry detiene el vehículo en la dirección que Louis le indica. Es un gran edificio, las personas entran y salen por la puerta principal. El omega baja del carro cuando Edward lo hace, Marcel y Harry se ponen a su lado.
— Tengo un departamento aquí — comenta Louis mientras camina hacia las puertas de vidrio — Lo compré hace un par de años, lo uso cuando tengo vacaciones.
— Pensé que vivías en la casa de tus padres — dice Harry.
— Pero no puedo llevar ahí a la gente con la que voy a follar.
Edward deja de caminar y toma del codo a su omega, su mirada oscura demuestra que no le hizo nada de gracia saber que su omega ha follado con otras personas justo en el lugar al que están por entrar.
— Creo que es hora de irnos — sentencia Edward, mira el edificio como si se tratase de Sodoma y Gomorra.
— Ben ya llegará, tengo que hablar con él — dice Louis mientras se suelta del agarre de su alfa — Si deciden acompañarme está bien. Y si no quieren hacerlo, lo entiendo.
— Iré contigo — habla Marcel — No puedo perderte de vista.
— Limpiaré ese lugar con cloro — gruñe Edward — Mejor aún, véndelo.
— No seas dramático, y sí lo venderé, no tiene sentido que lo conserve — responde el ojiazul.
Louis entra al edificio y se pierde la sonrisa engreída de Edward. Harry le da un codazo a su hermano y también le sonríe, Marcel rueda los ojos ante la actitud infantil de sus hermanos.
El omega va hacia los ascensores y presiona el número 15, sus alfas se apresuran a entrar junto a él, mientras suben, el teléfono de Louis suena, el omega le dice a Ben el número de piso y apartamento. El lugar es simple, es claro que solo viene a pasar el rato, no hay nada que indique que es su hogar, ninguna foto, disco o libro, el lugar es bastante estéril.
Todos se sientan en los sillones, el omega escribe algo en su teléfono y se levanta segundos antes de que el timbre suene, abre la puerta y los trillizos ven a un hombre, alto, moreno y musculo, no tiene ningún aroma, suponen que es un beta.
— Calamity — saluda Ben — Esto sí que es una sorpresa.
— Pasa — dice Louis, el hombre entra y cierra la puerta — Hay trabajo que hacer.
El beta mira a los trillizos en la sala y luego mira a Louis, la confusión inunda sus rasgos pero mantiene la boca cerrada y evita las preguntas.
— Apresurémonos con las presentaciones — Louis mira a los trillizos — Ellos son mis alfas, Edward, Marcel y Harry Styles — los hermanos asienten hacia el beta — Y este es Ben, un compañero de trabajo.
— Encantado de conocerlos — dice Ben, aún de pie y visiblemente incómodo.
— Hay una habitación en el fondo, prepara el equipo — las indicaciones de Louis mueren en la punta de su lengua por el gruñido de Edward, el omega pestañea lentamente y moja sus labios — ¿Algún problema, alfa?
— No es necesario que vayan a otra habitación, no hay nada que no sepamos — habla Edward.
— Haz lo que acabo de decir — le indica Louis a Ben, el hombre no replica y va hacia el pasillo. En cuanto Louis está seguro que no escucha, voltea a ver a su alfa — Explícate.
— Es sencillo, no quiero que mi omega esté un cuarto solo con otro hombre que no sea uno de mis hermanos.
— Lo que va pasar ahí adentro no se acercará en lo más mínimo a lo que estás imaginando, así que contrólate y déjame mantenerlos a salvo.
— Iré contigo — dice Edward.
— Sabemos que tratas de protegernos — Marcel interviene — Pero somos tus alfas y también queremos hacerlo. No estás solo, seremos alfa y omega, somos un equipo.
Louis no dice nada por un momento, tratando de pensar y ponerse en los zapatos de sus alfas, tienen razón, no hay duda pero continua teniendo miedo, no quiere que vean lo que quizá pase en esa habitación. No será piadoso.
— Los amo y no quiero que la imagen que tienen de mí cambie, entiendo que quieran ayudar pero no hoy, esto es algo que tengo que hacer solo.
— Está bien — dice Harry — Te entendemos cariño, estaremos aquí, si necesitas ayuda grita — el alfa le guiña un ojo.
Louis les sonríe antes de ir a la habitación, encuentra a Ben en su computadora, el beta siente su presencia y levanta la vista de la pantalla.
— ¿Está todo bien, Louis?
— Llegaron fotos a mi teléfono, alguien está vigilando a mis alfas.
— Mierda — exclama Ben — Eso está jodido ¿Cómo diablos la Camorra supo de ti?
— No estoy seguro de que sea la mafia — Louis entra del todo a la habitación y le pone seguro a la puerta — Mientras venia aquí estuve pensando. Si la mafia supiera de mí, mis alfas ya estarían muertos, no harían este juego tonto de enviar fotos.
— ¿Quiénes son tus otros enemigos?
— Tengo muchos pero no saben sobre la Camorra. Solo 5 personas tienen esa información, 3 son mis alfas, otro mi mejor amigo y luego estás tú.
Ben debe imaginar hacia donde se dirige todo porque deja la computadora a un lado y se pone de pie. Ambos se estudian, Louis sabe que Ben busca la forma de salir ileso de un posible enfrentamiento aunque el beta debe notar las desventajas porque su postura se debilita.
— Lo primero que alguien hace ante una acusación como la que acabo de hacer es indignarse, pero tú solo viste como defenderte, no pensaste en explicarte. Y sabes muy bien como yo que eso demuestra culpa.
— Eres un militar calificado y eso te hace peligroso — dice el beta — Pero más allá de eso, eres un omega enojado, tus alfas están siendo amenazados y eso te hace mortal.
Ambos se miran a los ojos. Louis lo está midiendo, desde que Ben puso un pie en el departamento, el omega sabía lo que tendría que hacer si llegase a confirmar sus sospechas.
Sabía mucho antes de esto, cuando decidió pedir su baja y vengar la muerte de su amigo, que cosas como estas podrían pasar, pero nunca imaginó que la vida amenazada no sería la suya, sino la de sus alfas.
— Planeo torturarte — comenta Louis — Sé que estás entrenado y que no será fácil pero doblegaré tu espíritu, le pedirás a los Dioses tu muerte pero tú único Dios seré yo, y no seré un Dios misericordioso.
— Temo por mi vida, sé que puedes matarme pero también estoy seguro de mi inocencia. No vigilo a tus alfas, no te envié esas fotos — dice Ben y Louis sonríe ante sus palabras.
— Tienes 5 minutos para rastrear el origen de las fotos, quiero nombre, dirección, hasta su maldito tipo de sangre — el omega saca su teléfono del bolsillo y lo lanza en dirección al beta, quien agarra el dispositivo.
Ben conecta rápidamente el teléfono a su computadora. Louis se pone detrás para que vea lo que está haciendo. Las fotos fueron enviadas desde un celular desechable. Así que Ben analiza las fotos, ubica los lugares y hackea cámaras de seguridad. En las cámaras del estacionamiento del hospital se ve a un hombre usando gorra pero su rostro no es visible. Es en las cámaras del supermercado en donde se ve al mismo sujeto y su rostro si puede ser detectado.
El beta pasa la imagen por reconocimiento facial. Su nombre es John Winston, es un ex recluta del ejército, expulsado por mala conducta. Tiene una sentencia por agresión agravada y actualmente no tiene trabajo conocido.
— Buen trabajo — le dice Louis, desconecta su celular y hace una llamada.
“Su nombre es John Winston” dice Zayn inmediatamente.
— Lo sé.
“Probablemente alguien lo contrató, ¿Crees que sea Ben?”
— No lo creo, hay alguien más, pronto lo sabré.
“Ten cuidado Lou, sabes que estoy para ayudar. Ahora debo colgar, Niall quiere un masaje en los pies”
— Mándale mis saludos, pronto iré a visitarlos.
El omega corta la llamada y Ben lo está mirando, se nota que no se siente seguro y eso pone un poco triste a Louis, ahora sabe que no fue él pero tenía razones para dudar.
— Quiero disculparme contigo — dice Louis, es lo mínimo que puede hacer — Lamento haberte amenazado.
— Lo entiendo, me pongo en tu posición y es algo que haría — el beta sonríe con rigidez — Dije que te considero un amigo, espero que ahora no dudes de mí, no soy tu enemigo.
Louis asiente, Ben toma sus cosas y sale de la habitación, Louis camina detrás. Los trillizos están donde los dejó, ven como el beta sale del departamento sin despedirse e ileso.
— ¿Todo está bien? — pregunta Harry poniéndose de pie y yendo junto a su omega.
— Lo está — Louis sonríe y Harry lo abraza — Hay algo que necesito que hagan por mí.
— Lo que sea, Tiramisú — dice Edward.
— Entraré en celo — siente a Harry tensarse — Probablemente en unas horas, llévenme a casa y cuiden de mí.
— Gracias — dice Marcel — Gracias por confiar en nosotros.
— ¿Quieres la inyección? — pregunta Edward. Cuando un omega entra en celo, el aroma que desprende es malditamente tentador, lo que hace 100 veces más probable que sean marcados durante ese tiempo, es por eso que si aún no quieren unirse a sus alfas, se pongan unas inyecciones que hacen imposible que el vínculo se forme.
— Hoy acepté unirme a ustedes, es lo que mi corazón más desea. Este soy yo, completamente lucido y seguro de que quiero unirme en cuerpo y alma a ustedes, mis alfas.
Edward y Marcel se acercan a la pareja. Edward besa a Louis y Marcel hace lo mismo con Harry, el deseo y la excitación corre por su torrente sanguíneo. El aroma suave de su omega invade sus sentidos.
— Vamos a casa — le dice Edward al oído — Te haré mío, te marcaré, me pertenecerás.
El gemido de Louis golpea las paredes, los gruñidos de sus alfas lo acompañan. Los días serán largos y el placer será eterno.
Notes:
"Rodéate de personas que te hagan sentir cómodx, amadx y feliz"
Chapter 41: Capítulo 40
Notes:
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Chapter Text
El aire es denso, casi asfixiante, como una pequeña probada de lo peligroso que es el infierno. Aunque la vista no es nada menos que paradisiaca.
Louis está en medio de la cama, completamente desnudo, el sudor cubre su cuerpo, la piel morena brilla, tentadora y atrayente. El omega pasa sus manos lentamente por su abdomen, baja hasta su ingle pero no toca su polla. Todo el tiempo mira a sus alfas, quienes le devuelven la mirada con ojos depredadores.
Hace más de dos horas llegaron a casa, el omega era una masa de gimoteos y dulzura, queriendo contacto y mimos todo el tiempo. Dejaron a su omega en la habitación para que tome una siesta y se pusieron manos a la obra. Abasteciéndose de comida, ropa y sabanas limpias, productos de higiene y preservativos.
Cuando volvieron a la habitación encontraron a su omega muy furioso. Los ojos azules eran fríos, trataron de acercarse al bello hombre pero obtuvieron un molesto gruñido de advertencia.
No me toquen. Tres palabras fueron suficientes para casi hacerlos arrodillarse en busca de perdón. Ahí estaba el hombre de sus sueños, desnudo y necesitado pero no podían tocarlo.
— Omega — dice Marcel. El alfa mira a su alma gemela, cada pequeño movimiento es captado y almacenado en su memoria — Por favor.
— Se fueron — gruñe Louis.
— Teníamos que prepararnos, queremos que tu celo sea bueno, no queremos matarte de hambre — habla Harry.
El omega parpadea, no emite ninguna palabra, solo continua tocándose, pellizca sus pezones y gime. Harry da un paso adelante pero Edward lo detiene y chasquea la lengua.
— Si te acercas sin que él lo pida, te verá como una amenaza y te arrancará la garganta — dice Edward.
Louis sonríe, ahora la diversión brilla en sus ojos. Su lado omega cada vez toma más el control y está amando el juego previo, ver a sus alfas tan impotentes y deseosos hace que su sangre se caliente.
Sin previo aviso gira en la cama y queda en cuatro, su agujero expuesto y a la vista de los trillizos. El lubricante gotea sobre la cama y el aroma inunda la habitación.
— Hermoso — dice Marcel — Tan hermoso.
Harry asiente vigorosamente a la declaración de su hermano. La posición es provocadora y juguetona, no pueden acercarse y Louis lo disfruta, se burla, sabe que sus alfas jamás irían en contra de sus deseos. Le encanta tener el control.
— Cariño — habla Harry con suavidad pero Louis vuelve a gruñir — Edward — le dice ahora a su hermano — ¿Qué hacemos?
— Someterlo — Edward sonríe, malicioso — Demostrarle quienes mandan.
— Si nos acercamos atacará — dice Marcel — Haz dicho eso.
Louis vuelve a acostarse boca arriba, toma su polla y empieza a masturbarse. Edward se acerca lentamente, con las manos en alto, su omega lo mira y entrecierra los ojos pero no deja de darse placer. Harry camina a un lado de la cama, se arrodilla y acuesta la cabeza sobre el colchón, Louis voltea a verlo y el trillizo mayor aprovecha la distracción. Toma de los tobillos a su omega y Harry de las muñecas.
Técnicamente el omega está sometido pero su expresión no es la de alguien que ha perdido, sacude la pierna izquierda y el alfa aprieta su tobillo más fuerte, Louis aprovecha esos segundos y se zafa del agarre en su pierna derecha, gira el cuerpo haciendo fuerza hacia sí mismo, arrastrando a Edward y Harry. El trillizo menor queda debajo de su pecho y Edward debajo de su entrepierna.
— Linda vista — murmura Edward, la polla de su omega está a centímetros de su boca.
Louis levanta el torso para ver a Harry, le gruñe, el alfa sonríe con vacilación. Marcel al fin se acerca, pasa sus dedos con delicadeza sobre la espalda desnuda de su omega. Louis voltea a verlo y el alfa le murmura un suave Te amo.
— Me disculpo, precioso omega — dice Marcel — Lamento haberte dejado solo. No volverá a ocurrir — el alfa inclina la cabeza respetuosamente.
— Alfa — gimotea Louis, baja de la cama y da un paso para estar junto a Marcel, soba sus mejillas en el pecho de su alfa y ronronea — Alfa — vuelve a repetir esta vez mirándolo a los ojos.
— Está bien amor, ahora déjanos cuidar de ti — Louis asiente. Edward y Harry miran con su hermano levanta por los muslos a su omega y lo recuesta en la cama.
Marcel le besa los nudillos, el ojiazul vuelve a gimotear. Harry toca la piel de su omega, ha querido hacerlo desde hace horas. Es suave, tan delicada. Sus grandes manos se posan en el estómago de su omega e imagina lo estirado que estará cuando lleve a sus cachorros.
— Princesa consentida — dice Edward. Se acuesta de costado y besa las mejillas de Louis.
El gemido necesitado de su omega es música para sus oídos. Marcel se desnuda mirando a su omega, sus hermanos también empiezan a quitarse la ropa. Tienen erecciones desde que salieron del departamento de Louis, fue tan doloroso pero saben que pronto tendrán liberación.
Harry emboca la polla de su omega, chupa con fuerza antes de soltarlo, besa desde la base hasta la punta y continúa haciéndolo. Edward se entretiene mordiendo y chupando los pezones rosados de Louis, mientras Marcel pasa un dedo sobre la entrada goteante de lubricante.
La sobre estimulación hace que Louis se corra con facilidad. Harry chupa todo lo que puede, se mueve hacia arriba, su omega abre la boca y el alfa escupe en ella.
— Traga — ordena. Louis obedece — Buena puta.
Marcel tiene dos dedos en la entrada de su omega pero los saca para probar el sabor de su ardiente amante. Almizclado, ese es su sabor. El alfa se agacha para poder probarlo mejor, pasa la lengua por la necesitada entrada antes de chupar. Louis se sacude violentamente y vuelve a correrse.
La facilidad con la que lo hace se debe a su celo, su cuerpo solo busca liberación y placer extremo, lo que justamente está recibiendo. Su cuerpo también se prepara para un nudo y la posibilidad de un embarazo. Lo que es el objetivo real de todo esto.
— Alfas — dice Louis — Fóllenme — pide.
Edward mueve el cuerpo maleable de su omega y lo hace sentarse en su pecho. Lo toma de la cintura para luego pasar las manos por ese trasero voluptuoso y húmedo.
— Quiero que te sientes en mi cara y te corras en mi boca — habla Edward.
Louis hace lo que le pide, se sienta en la cara de su alfa. Edward saca la lengua y prueba el lubricante, continua lamiendo y chupando por unos minutos más antes de meter la lengua en la entrada de su omega. Ahí el lubricante es más abundante y el sabor más fuerte.
— Me voy a correr — dice Louis con voz temblorosa. Edward saca la lengua para poder chupar la polla de su omega, lo que lo hace correrse al instante, el alfa traga el semen.
Louis ha llegado al orgasmo tres veces pero una nueva erección se hace presente. Solo quiere que lo follen y le frustra que sus alfas solo jueguen con él. Cuando ve que Harry se acerca para lamer sus pezones nuevamente, se enoja.
— Me iré — dice Louis y se mueve lejos del rostro de Edward — Buscaré alfas que puedan follarme como es debido.
Los ojos de los alfas se oscurecen, el aura de la habitación cambia, el aroma a vainilla y canela se ve opacado por los aromas de los trillizos, marcando cada poro de su omega.
Harry toma de las mejillas a su omega, lo besa con fuerza antes de inclinarse y morderle el cuello. Louis cierra los ojos y gime cuando el dolor de ser marcado se mezcla con el placer y las emociones de su alfa. Acaba de ser unido, Harry es su compañero y la infinidad de sentimientos lo hacen sentir mareado.
— Nunca vuelvas a hablar de otros alfas cuando estás desnudo y húmedo frente a mí — gruñe Harry antes de besar la marca fresca.
Edward levanta su cuerpo, Louis está sentado en su estómago con los ojos desorbitados y una sonrisa floja. Acaricia su rostro antes de besarlo en los labios, mientras lo hace, Louis toma una de las manos de Harry, no quiere que su compañero deje de tocarlo.
— El omega más hermoso — reverencia Edward mirándolo a los ojos — Mi omega.
— Si piensas marcarme en el culo, te cortaré el pene — amenaza Louis. Aparentemente muy en sintonía con los pensamientos de su alfa.
— Tan romántico — se burla Edward — El omega más dulce y educado. El amor de mi vida.
— No molestes a mi omega — gruñe Harry, puede sentir que a Louis no le gusta que se burlen.
Edward no mira ni le responde a su hermano. Levanta la delicada muñeca de Louis y besa el dorso interno antes de morderlo. Conoce el cuerpo humano mejor que nadie en la habitación, sabe que una marca en la muñeca se conecta al corazón, es más fuerte y sólida que cualquier otra, es por eso que Louis grita más fuerte y se sacude. También es más dolorosa pero es necesario.
Los dos lazos que han sido formados, tienen a Louis en un estado de euforia. Tiene compañeros, es un omega emparejado y está en celo. Ahora un nudo es tan necesario como respirar.
Harry le da a Edward un condón y Louis se queja cuando lo ve, no quiere eso, quiere que sus alfas lo embaracen, quiere tantos cachorros como sean posibles, quiere estar embarazado siempre.
— Cariño — dice Marcel — Tú pediste esto.
— Quiero cachorros — suplica, lágrimas escapan de sus ojos, se siente triste y traicionado — ¿Por qué no quieren cachorros conmigo?
— Esto me duele más a mí que a ti — Harry hace una mueca mientras habla — Dijiste que no podíamos tener cachorros aún.
Mientras volvían a la casa de los trillizos, Louis mencionó que éste no es el mejor momento para un embarazo, están en peligro e incluir más vidas inocentes a todo el enrollo, no es lo mejor. Los alfas estuvieron de acuerdo, aunque Harry estaba un poco triste pero entiende el punto.
— Los quiero — grita Louis — Por favor, alfas.
Marcel lo toma del rostro y lo besa para distraerlo mientras Edward se pone el condón. Vuelve a tomar de la cintura a Louis y lo sienta sobre su polla, el omega deja de besarse con Marcel y lo mira a los ojos antes de gemir. El alfa mueve las caderas y folla a su omega, el ojiazul dobla el cuerpo hacia atrás y deja que Edward haga el trabajo.
Harry se pone un condón al igual que Marcel. Lo que van a hacer ya ha sido hablado, Louis quiere que los tres lo follen al mismo tiempo, no es peligroso si lo hacen con cuidado, y es justo lo que harán, lastimar a su omega, no es una opción.
Mientras Harry besa la espalda de su omega. Marcel admira la vista, Edward está en la cama, con Louis sobre él, ambos parecen sacados de un sueño húmedo, el gran y musculoso cuerpo de su hermano debajo del pequeño y curvilíneo de Louis. No puede ni imaginar lo que millones de personas darían para estar en su lugar.
Marcel toma un puñado del cabello de Harry y lo obliga a mirarlo. Su hermano sonríe, sus ojos lujuriosos demuestran que está demasiado metido en esto.
— La próxima vez — le dice Marcel — Quiero follarte — Harry asiente y lo besa.
Cuando se separan, Harry inclina el cuerpo de Louis, su entrada queda a la vista, se puede ver la polla gruesa y larga de Edward salir y entrar, el lubricante sale a borbotones y los gemidos que brotan desde el fondo de su garganta son celestiales.
Harry mete se polla lentamente junto a la de su hermano, ambos se mueven a un ritmo combinado, lento y suave. Marcel se arrodilla al lado del otro alfa y mete su polla en la cálida entrada de su omega. Es un poco más difícil pero no imposible. El celo de Louis hace que dilatarse sea más fácil.
Los tres se mueven al mismo tiempo. Edward pellizca los pezones de su omega, Louis tiene la cabeza inclinada hacia Edward, con las manos sobre el pecho de su alfa. Su cuerpo cansado por el placer constante se mueve al ritmo de las estocadas de sus alfas.
El omega grita cuando en cada movimiento tocan su punto dulce. Su entrada estirada arde levemente pero el éxtasis le da un sentimiento mejor. Ser follado por grandes alfas, sus alfas, lo hace gemir y gimotear.
— Vamos, zorra — le dice Marcel al oído — Córrete, sé que quieres hacerlo.
Louis tiembla cuando el cuarto orgasmo de la noche lo golpea, su semen pinta los abdominales de Edward. Su entrada se contrae lo que provoca que Edward se corra y su nudo se expanda. Debido a eso Harry y Marcel también lo hacen, el semen caliente se riega en el condón.
Marcel muerde la nuca de Louis, el último lazo se forma, puede sentir la variedad de emociones que componen a su omega. Pero la que más resalta es el amor, puede sentir como los ama incluso en su bruma sexual. Puede sentir los sentimientos de sus hermanos a través de Louis, lo que hace su unión aún más increíble.
De ahora en adelante son un solo corazón, una sola alma. Son compañeros de vínculo, uno muy fuerte y poderoso. Están en sintonía con el cuerpo y los sentimientos del otro.
— Cálmate amor — le dice Harry a su omega quien solloza por el placer y la felicidad que está experimentando — Todo está bien, te amamos.
Besan cada parte que puedan de su omega, su preciosa alma gemela tiene las emociones a flote y ellos están felices de saber que pueden cuidarlo. Pasan sus manos por sus costados, sus muslos, su pecho. La piel de su omega está caliente y sudorosa. Lo aman así.
Los nudos los mantienen unidos y lo harán por lo menos media hora más, pueden sentir como el semen continua saliendo. Y este es la primera ola del celo de su omega. Tiene 3 días más de sexo y amor por delante.
Notes:
"Ella es una reina asesina"
Chapter 42: Capítulo 41
Notes:
Hola amores, espero que disfruten el capítulo.
Bailaremos juntxs en el infierno.
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Chapter Text
Las noches y los días parecen eternos pero no es algo de lo que se quejen. El celo dura casi 4 días, todos llenos de placer y lujuria, de sexo increíble y pecaminoso.
Louis es el primero en despertar, un brazo tatuado se envuelve por su torso. Una polla dura se pega a su trasero, se mueve ligeramente y siente dolor en su parte baja. No hay duda de que fue follado cómo es debido y eso lo hace sonreír.
Otro cuerpo caliente y desnudo está frente suyo, los rizos largos cubren el bello rostro de Harry. Louis estira la mano para esconder los mechones tras la oreja de su alfa. Detrás del hombre está Marcel.
Edward se mueve y su polla se clava aún más en el trasero de Louis. El omega suelta una risita juguetona al ver lo necesitado que está su alfa, a pesar de que han follado por días enteros.
— Omega — susurra la voz ronca y gruesa de Edward. Un escalofrío recorre el cuerpo del ojiazul, la voz mañanera de su alfa lo excita a sobremanera.
— Una vez más — dice Louis en voz baja, no quiere despertar a sus otros alfas — Fóllame una vez más.
Edward mueve el cuerpo de su omega para que estén frente a frente. Los ojos de Louis son más brillantes en las mañanas, aunque ahora hay bolsas debajo de sus zafiros y costras a los costados, debido a que no ha descanso mucho.
— Por mucho que quiera meter mi polla en ti. Creo que necesitamos darnos un baño, luego desayunaremos y descansaremos por el resto del día — responde el alfa, pasando su pulgar bajo los ojos de su omega para eliminar los restos del sueño.
Louis suelta un quejido, un sonido que haría arrodillar a los alfas, pero Edward agradece que solo sus hermanos y él puedan escucharlo, porque de lo contrario sería muy peligroso.
El quejido de un omega demuestra su vulnerabilidad. Solo se da en lugares y situaciones íntimas, donde se sientan más seguros. Si esto ocurre en un lugar público, las cosas se tornarían más oscuras.
— Cheesecake — intenta Edward pero es interrumpido cuando Harry y Marcel se levantan alarmados.
— ¿Qué diablos sucede? — pregunta Harry mientras toma las mejillas de Louis y lo examina, luego hace lo mismo con el resto de su cuerpo, preocupado de que algo lastime a su omega.
— Cariño ¿Está todo bien? — pregunta Marcel sobre el hombro de Harry, viendo con ojos alarmados toda la situación.
Louis continúa soltando quejidos bajos, dignos de un Oscar, solo quiere que lo follen y sus alfas sólo están mirándolo. Está completamente desnudo y abierto.
— Todo está bien — Edward los calma, sus hermanos se relajan visiblemente — Nuestro pequeño y necesitado omega quiere que lo folle y está molesto porque le dije que no.
— Pero es Louis — dice Harry viendo a su hermano como si fuera un idiota — Quiero follarlo todo el tiempo.
Louis deja de quejarse y se levanta suavemente para sentarse sobre el torso de Harry. El alfa parece accesible al sexo, Louis no perderá el tiempo.
Harry puede sentir el lubricante de su omega, el olor inunda la habitación, su polla ya está semi dura, la idea de volver a meterse dentro de Louis casi lo hace correrse. Mira el estómago de su omega, está algo hinchado, su alfa deseoso de que haya un cachorro ahí.
— Alfa — dice Louis — Por favor.
Harry baja el cuerpo de Louis para ponerlo sobre su polla. El omega se apresura y toma con una mano el miembro de su alfa, pone la punta sobre su agujero necesitado. Baja lentamente hasta que se siente completamente lleno.
El omega salta sobre la polla de su alfa, sus gemidos son opacados por los gruñidos de Harry. El sonido del golpe de piel contra piel, hace que Marcel quiera participar, Edward nota la mirada vidriosa de su hermano y lo jala del brazo para poder acercarlo y besarlo.
Louis cabalga a Harry con energía, nadie podría imaginarse que el omega fue follado por días, aunque las muecas de placer se mezclan con la del dolor.
— ¿Quieres parar? — pregunta Harry. Deja de mover las caderas pero Louis continúa moviéndose.
— Me gusta algo de dolor — responde su omega — Sigue jodiéndome.
Harry gira su cuerpo a una velocidad impresionante que deja a Louis sorprendido. Ahora el omega está debajo del cuerpo de su alfa. Harry aprovecha la nueva posición para follar a su omega con más fuerza.
Marcel y Edward se besan mientras se masturban mutuamente. La pesada polla de Edward se contrae cuando escucha el gemido agudo de Louis.
Ambos voltean a ver a la pareja y la vista del trasero desnudo de Harry parece una invitación a unirse. Marcel pasa la mano por la espalda de su hermano, mientras que Edward le da una palmada que hace sisear al trillizo menor.
— Ustedes — dice Edward sin dejar de verlos — Son malditamente calientes. Dioses, si fueran actores porno no tendríamos que trabajar nunca.
Marcel gruñe ante la idea de que alguien más vea lo que está frente a sus ojos. Estos hombres frente a él son suyos, nadie más puede verlos.
— Cálmate hermanito — continúa Edward — Solo bromeo, estos dos son nuestros.
Harry sigue follando a Louis, siente las manos de sus hermanos recorriendo su cuerpo. El omega tensa el abdomen cuando una mano grande agarra su polla y empieza a masturbarlo.
Louis llega al orgasmo minutos después, el semen sale a borbotones al igual que su lubricante, empuja el cuerpo de su alfa, para alejarlo, no quiere ser anudado, su cuerpo cansado no resistiría el estiramiento. Harry sale de su omega, aún con la polla dura, pero no se preocupa por eso, besa las mejillas y la nariz de su bonito compañero.
— ¿Fue bueno, amor? — pregunta el alfa.
Louis asiente, le duele la garganta por los gritos y gemidos de placer que hizo durante varios días.
— Si los tortolitos terminaron — dice Edward — Creo que nos toca a nosotros.
Harry bufa antes de quitarse de encima de Louis para acostarse a su lado. Sus hermanos lo miran y sabe lo que está a punto de suceder. Lo han alargado por mucho tiempo y al parecer hoy es el día.
— Joder — Louis también mira a sus alfas — Por fin.
Marcel suelta una carcajada y se inclina para besar a su omega. Louis lo recibe gustoso, los afelpados labios de su alfa, son adictivos.
— ¿Te unes a nosotros? — susurra el alfa a su oído.
— Daría un brazo por eso, pero estoy muy cansado — el ojiazul se queja — Solo miraré.
— Lo que la bella princesa quiera — dice Edward esta vez.
Louis se mueve por la cama, pega la espalda a la cabecera y mira a sus alfas. Esta posición le recuerda a la primera vez que tuvieron sexo, aunque ahora su Harry será el que estará en su lugar. Quiere verlo perder el control.
— Hermanito — Edward ronronea, pasa sus manos por los costados de Harry, el alfa se estremece por el toque. Louis saca el lubricante de la mesita de noche y se lo da a Marcel. El alfa le sonríe y le guiña un ojo.
Marcel pone lubricante en sus dedos y desliza dos adentro, el agujero de Harry está seco y necesita preparación. Nunca lo han follado, esta será la primera vez pero confía en sus hermanos. Sabe que van a cuidarlo.
Harry gime cuando tres dedos resbaladizos con lubricante presionan dentro de él, estirándolo un poco con su grosor, pero no lo suficiente. Hecha la cabeza hacia atrás con frustración, deseando más que nada que alguien lo llene como necesita.
Una serie de "por favor" sale de sus labios antes de sentir unos dedos presionando entre ellos. Los de Edward, ya que los de Marcel aún están en su interior. Su hermano pone su cabeza en su regazo y le acaricia el cabello tratando de calmarlo.
— Marcel — la voz de Louis llama la atención del alfa y sus dedos dejan de moverse, eso hace que Harry se queje — Fóllalo o lo haré yo mismo.
Edward gruñó ante el descaro de su omega. Medio molesto y medio excitado por la demostración de poder. Cómo si no le importara ser irrespetuoso con sus alfas.
Marcel no pierde el tiempo y lubrica su grueso miembro, alinea la punta con la entrada ligeramente abierta de Harry. Empuja adentro con un gruñido y la cabeza de Harry cae hacia atrás en el regazo de Edward con un fuerte gemido. El estiramiento es justo lo que necesitaba.
Grandes manos agarraron sus caderas con fuerza y desea que las manos de Marcel dejen moretones. Las ásperas embestidas lo hacen gemir ruidosamente, con la cabeza echada hacia atrás. Sin embargo, jadea cuando su cabeza cae repentinamente más abajo.
Edward se desliza de la cama y deja el lado de Harry no sin antes darle un beso en la mejilla. El trillizo menor siente que la cama se hunde de nuevo junto a su cabeza, un par de rodillas presionando a cada lado de él.
Marcel no detiene sus embestidas pero mira atentamente como Edward saca los dedos de la boca de Harry, y los reemplaza con su polla. Harry no está preparado para el profundo empujón en su garganta. Se abruma por la sensación de Marcel y Edward empujando dentro de él desde ambos extremos. Los movimientos de Edward son bruscos pero medidos, no quiere que su hermano se ahogue con su polla. Los de Marcel son rápidos y erráticos, está por correrse.
Louis observaba todo desde donde está sentado, palmea con la mano su erección, aún sensible por su reciente orgasmo. El que le dio el hombre que está siendo follado por sus hermanos, justo ahora.
Harry se ve como un pecado entre Marcel y Edward, con el estómago tenso y la cabeza echada hacia atrás mientras le follaban la boca y el trasero como el alfa cachondo que es.
Harry está cerca, su polla gotea líquido preseminal sobre su estómago, manchándolo. Marcel lo folla con fuerza, sus embestidas se vuelven más bruscas. Edward, sin embargo, ralentiza sus embestidas, va más profundo y lento, haciendo que Harry se ahogue con la gruesa polla, solo para escuchar los hermosos y desesperados sonidos que hace.
— Omega — llama Edward y Louis deja de ver el movimiento de caderas de Marcel para centrar su atención en su otro alfa — ¿Merece correrse? ¿Ha sido un buen chico para nosotros? — Harry hace un ruido desesperado alrededor de la polla de Edward.
— Ha sido un buen chico. Un buen alfa — dice Louis.
Harry gime, un sonido bajo y amortiguado, Edward empuña su pene, bombeándolo fuerte y rápido. Sus caderas se arquean a pesar de lo fuerte que Marcel las está agarrando.
Está tan cerca, chispas cruzando su visión incluso con los ojos cerrados con fuerza. Solo necesita algo más, un pequeño incentivo.
— Ven por nosotros. Ven ante la mirada de tu omega, la futura madre de tus cachorros — dice Marcel y eso es todo. Su cuerpo se arquea, el semen pinta su estómago de blanco mientras Edward empuja su garganta hasta derramarse en su interior.
Marcel lo sigue rápidamente, clava sus uñas en los moretones que ya se estaban formando en las caderas de su hermano mientras llena su apretado agujero. Harry gime cuando la polla de Edward sale de su boca, dejándolo descuidado y usado mientras el esperma de Marcel se filtra lentamente fuera de su trasero.
Edward y Marcel demuestran un fuerte y claro autocontrol para no anudar a su hermano. Si lo hicieran sería muy peligroso, el cuerpo de un alfa no está preparado para un nudo, aún menos para el tamaño que tienen.
Se acuestan a ambos lados del cuerpo laxo de su hermano. Marcel le da un beso en los labios y prueba el sabor de Edward en ellos, así que es inevitablemente los muerde. Harry sonríe cuando siente el sabor de la sangre en su boca.
La cama se mueve y el cuerpo de Louis se acurruca al lado de Harry. La misma posición en la que despertaron. El aroma en la habitación es asfixiante pero ninguno tiene las energías para levantarse y abrir las ventanas.
— Eso fue increíble — dice Louis unos minutos después — En cuanto tenga la energía suficiente, voy a follar el trasero de Marcel.
— Oye — se queja el mencionado pero su voz es opacada por las carcajadas de sus hermanos.
— Puedo sentir tu erección en mi muslo — habla Harry — ¿Te puso duro verme sometido por mis hermanos?
— Oh cariño, no tienes idea.
Edward olfatea el cuello de su omega, el dulce aroma a vainilla lo tranquiliza y lo insta a dormir. Aunque esta vez hay un aroma extra, pero está demasiado cansado para notarlo.
Notes:
No se olviden de dejar sus Kudos (felicitaciones) y comentarios. Me encanta leerlos.
Chapter 43: Capítulo 42
Notes:
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Chapter Text
El alfa es implacable en sus estocadas, folla a su omega con fuerza y Louis lo disfruta gratamente, una sonrisa perezosa se extiende en su rostro cuando llega al orgasmo, siente el pene de su alfa salir de su interior, reacio a anudarlo en una posición tan incómoda.
Harry se masturba un poco y el semen sale a borbotones, extiende el líquido viscoso sobre la espalda baja de Louis y luego lo hace girar para hacer lo mismo sobre el abdomen de su omega, que ahora tiene un pequeño bulto. La visión le hace cosas, puede imaginar a sus cachorros creciendo ahí. Un golpe en su pecho lo saca de su ensoñación.
— Ni siquiera lo pienses — le regaña Louis — No es el momento.
El alfa tiene la decencia de lucir algo avergonzado. Deja un beso sobre el cabello húmedo de su omega y va a su habitación por una camiseta, cuando vuelve lo encuentra poniéndose ropa interior limpia. Harry lo viste con su ropa y ambos salen de la ducha.
Lo que al principio era un baño relajante para limpiar a su omega antes de desayunar, se convirtió en una sesión de sexo. Nadie puede culparlo, ver a Louis desnudo y suave en la bañera lo puso caliente. Ahora su omega está vestido y marcado de la manera más primitiva. Su alfa interno está orgulloso.
Louis va a la cocina y deja a Harry vistiéndose. Marcel, saca un pastel de manzana y lo pone en la encimera. Edward está al teléfono, parece algo importante. Ambos alfas se acercan a su omega y lo besan en los labios. Louis ronronea suavemente.
Han pasado algunos días desde que su celo terminó. Todo ha sido increíble, sus alfas lo consienten mucho y Louis se está acostumbrando a eso. Aunque no puede evitar preocuparse por otras cosas. Aún corren peligro tiene que hablar con un par de personas más pero por el momento su lado omega está ganando la batalla, no puede separarse de sus alfas.
— Tengo que hacer algo — aunque piensa que hoy puede ser el día — Zayn vendrá a recogerme. Daremos un paseo — trata de que su tono sea casual pero ahora es un omega unido y sus alfas notan su mentira, ya sea por el vínculo a través del lazo o su abierto lenguaje corporal.
— ¿A dónde irán? — pregunta Marcel mientras vuelve para untar con mermelada las tostadas. No quiere confrontar aún a su omega pero si Louis continua mintiendo lo hará.
Louis lo mira a los ojos y luego se ríe, no es alegre, es burlón.
— Adiós a mentirles. Maldita sea — se queja el omega — Y yo queriendo tener una aventura con el alfa fortachón que me coqueteó el otro día.
Fuertes brazos lo envuelven por la cintura y un beso en su mejilla es el amable recordatorio sobre no bromear así. Su unión es reciente y si sus alfas sienten de alguna forma que su omega podría dejarlos, podría haber algunos problemas.
— No juegues así — le susurra Edward al oído.
— Lo siento.
El trillizo mayor desenvuelve sus brazos y agarra la mano de su omega para llevarlo junto a la silla alta. Louis se sienta y le agradece a Marcel por servirle el desayuno. Harry llega ya vestido y besa los labios de Marcel cuando le ofrece una taza de té.
— Iré a hacerle una visita a John Winston, Zayn me acompañará — dice Louis.
— Te acompañaré — Edward muerde su tostada — No sé qué piensan mis hermanos pero que me corten el brazo si dejo que mi omega vaya solo a ver al hombre que nos ha estado vigilando.
— También iré — dice Harry — ¿Necesitamos llevar algo? Ese hombre puede estar armado.
— Zayn traerá algunas cosas — informa Louis — No estoy muy seguro de que deban acompañarme. Puede ser peligroso.
— Es por eso que estamos yendo contigo — Marcel toma las manos de su omega — Somos un equipo. No lo olvides.
Louis toma la mano de su alfa y le besa los nudillos. Asiente un par de veces anunciando su conformidad. Sonrisas ganadoras se expanden por los rostros de los trillizos.
Una hora después el timbre suena anunciando la llegada de Zayn. Harry es quien abre la puerta pero no permite que el otro alfa ingrese a su casa.
— Espera un momento — dice el alfa rizado — Mis compañeros saldrán pronto.
Zayn acepta con facilidad. Sabe lo territoriales que se pueden volver los alfas con los olores y el acceso a su hogar, eso sin contar el nuevo vinculo. Si entra a la casa sin autorización, lo mínimo que logrará es un golpe en la cara.
Unos minutos después el militar sale de la casa, viste pantalones deportivos y una sudadera negra. Tres alfas grandes caminan un paso detrás, el omega asiente hacia su amigo a modo de saludo y se sienta adelante, cerrando la puerta con fuerza.
Zayn mira a los alfas y alza una ceja perfecta. Los trillizos evitan el contacto visual y murmuran.
— ¿Qué hicieron? — pregunta el alfa militar.
— No es de tu incumbencia — contesta Edward bruscamente y camina hacia el vehículo, sus hermanos hacen lo mismo.
Zayn va hacia el lado del conductor e ingresa, los alfas están en los asientos traseros. Ninguno dice nada y Zayn bufa, los Styles a veces actúan como niños.
— ¿Dónde está? — pregunta Louis. Zayn enciende el auto y conduce fuera de la propiedad.
— Está en una casa abandonada, es un lugar donde van a drogarse.
— ¿Trajiste lo que te pedí?
— En la guantera.
Louis abre la guantera y saca un arma. Es una glock calibre 9, le saca el cargador y ve las balas, lo vuelve a introducir en la pistola, lleva la corredera para atrás y la suelta con fuerza, el sonido es acompañado de un jadeo emitido por Harry. Louis mira sobre su hombre directamente a los ojos de su alfa.
— Soy un especialista — le dice Louis, temiendo que Harry esté asustado — Sé cómo utilizarla y lo haré solo si es necesario.
— No tengo miedo — dice al alfa — Eso fue caliente.
— Por todos los Dioses — se queja Zayn — Lleven su raro ritual de apareamiento a otro lado, láncense del auto o algo.
El omega pone el arma nuevamente en la guantera y no dice nada más durante el resto del viaje, es obvio que está algo afligido. Zayn le preguntará después el porqué, ya que no cree que se deba por el pequeño paseo que están dando, cosas como estás no asustan a su amigo.
El alfa estaciona su auto cerca a la vereda, todos los pasajeros bajan. Louis ya tiene el arma en la cinturilla de su pantalón, oculta por su sudadera. Zayn le indica cual es la casa y todos caminan. Una madre pasa cerca de ellos, lleva a su bebé en una carriola y el alfa militar nota como Louis aparta la mirada. Interesante.
— Quédense acá — Louis se dirige a sus alfas cuando están en el descuidado jardín de la casa — Volveremos en un minuto.
— Iremos contigo — insiste Edward.
— No tengo tiempo para discusiones — sisea el omega caminando hacia la puerta de la casa.
Zayn lo sigue rápidamente. Louis le indica que vaya a la puerta trasera, cuando ve a su amigo irse, voltea rápidamente y ve a sus alfas donde los dejó, un poco más aliviado, gira el pomo de la puerta y entra.
La casa huele a moho debido a la humedad, hay un hueco en el techo, un par de sofás viejos y muchas latas y botellas de cerveza. La cabeza de un hombre se distingue en unos de los sofás, Louis saca su arma y camina apuntando hacia ahí. Contrae la nariz por el repugnante aroma en el lugar, cuanto más se acerca logra ver la cabellera rubia de una mujer en el regazo del hombre.
Joder, le está dando una mamada.
— John — dice Louis cuando está frente al hombre. El sujeto está tan drogado que ni siquiera lo había visto, la mujer sigue en lo suyo, probablemente no sepa ni donde está.
Zayn llega a la sala y oculta una mueca al ver la escena. Se acerca a la mujer y la toma del brazo. El hombre que resulta ser un beta se queja y empieza a insultar.
— Cállate la puta boca — gruñe Louis apuntándole con el arma.
El beta se calla instantáneamente y mira a Louis, el horros nubla sus rasgos, mira a Zayn y a la mujer que está en el piso, tan drogada que aparentemente ya está dormida. Sus ojos vuelven al omega que sostiene un arma.
— Guarda esa porquería y súbete los pantalones — ordena Louis. El beta se apresura a hacerlo aunque las drogas en su sistema hacen que sus habilidades motrices sean nulas.
— ¿Qué quieren? — pregunta el hombre — Si es por Willy, dile que estoy juntando el dinero, le pagaré pronto.
— No es nada de eso.
— Llévate a la chica. Diviértete un rato — ofrece.
— Pedazo de animal — Louis lo golpea con la cacha del arma. Le hace un corte en la ceja y la sangre sale a borbotones.
— Mierda — grita John — ¿Qué carajos quieres?
— ¿Dime quién te pagó para seguir a esos alfas? — sisea el omega.
— No sé de qué diablos estás hablando — la mano que cubre la herida ahora está cubierta de sangre.
— Si no me lo dices, te cortaré los dedos — Louis saca una navaja de su bolsillo y la hace girar entre sus dedos — O las bolas.
El hombre lleva su mano libre a sus partes íntimas, temeroso de que el sádico omega cumpla su palabra.
— Dame 10 mil dólares y te contaré todo — trata de negociar.
— Sostenlo, Zayn — pide Louis.
El alfa se acerca al hombre y agarra su brazo, el sujeto forcejea pero no tiene ninguna oportunidad. Mira como el omega sonríe antes de cortarle el pulgar. Su grito de dolor es acallado por un trapo en la boca.
— Ahora, John — dice Louis — Creo que estás abierto a la comunicación.
— Un sujeto, me encontró en un bar — habla en cuanto Zayn quita el trapo de su boca — Dijo que, que me daría mil grandes, te juro que no, no quería, lo prometo, no lo volveré a hacer, perdón — el hombre tropieza con sus palabras.
— Cálmate y habla más lento. ¿Cómo era el hombre?
— Alfa, alto, tenía el cabello negro, creo que era un policía.
— ¿Por qué crees que es un policía? — Louis cuestiona.
— No lo sé, algo en él, en su porte, quizá un militar, pero una de esas cosas.
La sangre gotea sobre el sofá, una mancha oscura se extiende, ensuciando aún más la tela.
— ¿Te dijo su nombre?
— Ben, se llama Ben.
Entonces Louis ríe, lo hace fuerte pero es seco, no hay diversión detrás de la carcajada.
— Maldito cabrón — gruñe el omega — ¿Cómo no lo vi antes?
— Lo siento, por favor no me mates — el beta suplica.
— Dime, John, ¿Cómo se llama el bar?
— Spicy, está en los barrios bajos. Pregúntale al cantinero, él nos vio.
Louis golpea al beta nuevamente, el cuerpo del hombre se vuelve flácido y cae sobre el sofá. El omega vuelve a guardar su arma y mira a Zayn.
— Vamos Zee, dime que piensas.
— Fue demasiado fácil, no me gusta.
— Alfa inteligente, ese es mi amigo — Louis se burla.
El omega mira al beta y luego a la mujer aún dormida. Luego se dirige a la puerta, sus alfas están en el porche, esperándolo.
— Hablaremos en el auto. Vámonos.
Los alfas lo siguen en silencio, no intentan molestar a su omega. La discusión que tuvieron antes de que Zayn llegara los tiene ansiosos. Hay cosas que deben discutir pero ver lo complicada que es la situación ahora les da un golpe duro y los trae a la realidad.
Louis no dice nada durante mucho tiempo, lo que se traduce en 10 minutos. Zayn conduce en silencio, sumido en sus pensamientos. Edward quiere abrir la boca y hacer la maldita pregunta pero no lo hace. Esperará.
— Dijo que Ben le pagó para hacerlo — Louis habla unos minutos después.
— Ya sospechabas de él, esto lo confirma — dice Marcel — ¿Qué harás?
— La cuestión, querido — el omega responde — Es que no creo que lo haya hecho, no es tan estúpido para dar su nombre. Además dijo que era un alfa y Ben definitivamente no lo es.
— No lo es — se burla Zayn mirando de reojo a Louis, el omega suelta una risita. Parece ser una broma interna entre ellos.
— ¿De qué se trata? — pregunta Harry.
— No es algo que quieras saber — dice Zayn.
— ¿Tuviste sexo con Ben? — Harry pregunta bruscamente a su omega, su tono bajo y serio es acompañado de una mirada oscura.
— En primer lugar, cambia ese tonito — Louis gira su cuerpo en el asiento para mirar a su alfa — Y Zayn solo está recordando nuestro tiempo de entrenamiento, es una broma tonta, nada que ahora sea de importancia.
La piel de Harry pica, su lado más animal, su lobo, está molesto por la respuesta ambigua de su omega pero no quiere presionar, quizá más tarde, ahora se controla por la marca que puso en el cuello de su omega.
— Volviendo a lo importante — habla Zayn — Hay alguien que quiere inculpar a Ben, ahora tenemos que averiguar quién es y porqué lo está haciendo. Aunque me doy una idea.
— Por supuesto que es ese maldito idiota, la próxima vez que lo vea le romperé los dientes — gruñe Louis, se lamenta al instante al ver lo inquietos que están sus alfas.
— ¿Entonces lo conoces? — pregunta Edward — ¿Quién es?
— Solo hay una persona con los medios y el motivo, Matthew Miller.
— Lo mataré — gruñe Edward — Juro que lo haré. Mierda.
Louis puede sentir la ira de sus alfas a través del vínculo, es como fuego en su corazón y lava en sus venas. Lo deja sin aliento, el sentimiento es malditamente increíble, así como agotador. Puede sentir las gotas de sudor bajando por su espalda y sus ojos se cierran lentamente, lucha para no hacerlo pero no puede evitarlo. Antes de perder la conciencia escucha la maldición de Zayn.
Cuando el omega despierta, está en su habitación. Una mano cálida sostiene la suya, parpadea un poco para alejar el aturdimiento, voltea el rostro y ve a Marcel acostado a su lado. El alfa agarra su mano con fuerza, está dormido pero un ceño fruncido altera su rostro perfecto.
— Cariño — llama Louis pero su voz suena débil. Aún asi el alfa despierta.
Marcel abraza a su omega, Louis oye sus disculpas y no entiende que está pasando hasta que recuerda estar en el auto y sentirse adormecido, como la oscuridad lo llamaba. En segundos se da cuenta que había caído. Estuvo en el espacio omega.
— Está bien — dice el ojiazul — Amor, vamos, mírame.
— Lo siento tanto, cariño — Marcel tiene los ojos rojos, llenos de lágrimas — Perdóname, Omega.
— Cálmate, está bien, no tienes de que disculparte.
— No digas eso — el alfa se ve alarmado — Te hicimos eso, no supimos controlar nuestras emociones, te abrumamos. Es nuestra culpa.
— No lo fue, esto es nuevo, nuestro vínculo es reciente. Ninguno sabe cómo manejarlo, así que no te culpes. Aprenderemos a hacerlo — el omega calma a su alfa. Marcel aún se ve afligido pero no dice nada más.
Se mantienen abrazados por un tiempo. Marcel recita poesía al oído de Louis, el omega sonríe tímidamente y se sonroja por las palabras bonitas. Su alfa también le cuenta sobre el nuevo libro en el que está trabajando, el personaje principal suena parecido a Louis aunque el omega no comenta al respecto.
La puerta de la habitación es abierta. Harry trae consigo un tazón de sopa y Edward un vaso de agua. Ambos alfas se apresuran a disculparse con su omega pero Louis les dice lo mismo que a Marcel, no calma el sentimiento de culpa de ningún alfa pero fingen que lo hace.
Su discusión de la mañana queda en el olvido, aunque cuando Harry acaricia su estómago después de que haya tomado la sopa, todo vuelve a su memoria.
Estaba vistiéndose apropiadamente antes de que Zayn llegara y recordó sus supresores. Edward estaba a su lado y le preguntó si debía cambiar sus supresores ahora que estaba emparejado. Al parecer ese no era un tema a tratar con un alfa que acababa de marcar a su omega.
El enojo del omega atrajo a sus otros alfas, lo que llevó a una discusión de 3 contra 1. Los alfas sabían que no estaban siendo justos ni maduros pero la idea de que su omega recién salido del celo pregunte sobre formas de no quedar embarazado los hizo erizarse, sus alfas internos gruñendo de enojo. Definitivamente no fue su mejor momento.
Louis terminó tomando el supresor que siempre trae consigo y dio por finalizada la discusión. Pero se sintió mal cuando vio a la omega junto a su bebé hace unas horas, aunque debe ser responsable, un bebé ahora no es lo adecuado.
— Te amo — le dice Edward — Lamento todo lo que dije e hice hoy.
— Tenemos que hablar pero ahora solo abrázame.
— Con gusto, Alfajor.
— Que asco — se queja el omega aunque una risita se le escapa.
Mientras su hermano abraza a su omega, Harry inconscientemente continua acariciando el vientre de su alma gemela.
Notes:
"Y cuando creas que ya nada tiene sentido, entonces encontrarás algo por lo que vivir"
Chapter 44: Capítulo 43
Notes:
Ha pasado un tiempo pero volví, espero que ahora pueda subir capítulos mas seguido.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
A pesar de que daría su brazo derecho para continuar para siempre en este momento, Louis sabe que es imposible, hay un mundo ahí afuera, tiene un trabajo al que volver, asuntos que arreglar y cuentas que saldar. Pero no se irá sin luchar, olfatea el cuello de su alfa, por el aroma sabe que es Edward, quien debe tener sus misma intenciones porque lo abraza más fuerte.
— Daría mi brazo derecho por tenerte en esta cama para siempre — dice Edward, su voz grave envía escalofríos por la columna vertebral del omega, quien sonríe por el comentario de su alfa, sin duda es su alma gemela.
— Tanta gente moriría — comenta Marcel a espaldas de Louis — Necesitas tu brazo para poder operar.
— Opero con mis manos, no con mis brazos — responde el doctor con petulancia, segundos después debe darse cuenta de su error porque se apresura a salvar las apariencias — El olor de mi omega me hace idiota, no pueden culparme.
Se mudaron oficialmente hace unos días a la casa que ha pertenecido a la familia Styles por generaciones, contrataron un servicio de mudanzas para traer algunas cosas de sus casas, en su mayoría solo ropa. No han visto a sus familias aún, están disfrutando su tiempo juntos lo más que puedan. Pero eso acaba hoy, sus familias han pedido verlos y no pueden posponer más el suceso.
— ¿Crees que tus papás se enojen? — pregunta Harry, los dedos de sus pies acarician la pantorrilla de su omega.
— No lo creo, saben que nuestra unión sucedería, así que no será una sorpresa.
El sonido de un teléfono les recuerda que tienen cosas que hacer, Marcel alcanza el dispositivo y se lo entrega a su compañero. Los ojos de Louis revolotean antes de leer el nombre de quien le llama y contesta.
"Necesitas venir ahora mismo" el tono urgente en la voz de Zayn lo hace sentarse rápidamente en la cama.
— ¿Qué pasa?
"No lo entiendo, Louis, hace unos segundos todo estaba bien y ahora esto parece sacado de una película de terror"
— Joder, ¿Dónde estás?
"En casa" susurra el alfa, en el fondo se escucha el ruido de algo rompiéndose "Ven rápido, Liam y yo no sabemos cuánto tiempo podemos resistir"
— Estoy en camino — el omega baja de la cama apresuradamente y se viste igual de rápido, sus alfas copian sus acciones y lo siguen.
"Trae uno de los postres de Harry" dice Zayn "Eso siempre lo calma".
— Está bien, está bien — Louis corta la llamada, se sienta en el piso y se pone los zapatos — Harry, necesito una porción de algo que hayas horneado.
El alfa asiente y se dirige a la cocina. Louis se pone de pie y va por sus llaves, Harry le entrega un pedazo de pastel cuando se acerca a la puerta, besa sus mejillas como una dulce esposa mandando a su marido a la guerra. Lo que técnicamente es lo que está pasando.
Edward rueda los ojos por la escena dramática y Marcel sonríe dulcemente a la pareja que finge sollozar por la inminente partida de su otra mitad.
— Envíame cartas — pide Harry mientras se aleja de su omega.
— Lo prometo — Louis dice mientras sale de casa y se dirige a su coche.
Solo pasan unos segundos antes de que Marcel ría a carcajadas y Harry lo mire mal por burlarse. Edward los deja mientras menciona algo de irse a vestir apropiadamente porque dice ser un hombre adulto con responsabilidades serias.
— Todo un espectáculo y apenas son las 9 de la mañana — comenta Marcel.
Harry cierra la puerta y sigue a su hermano a la cocina para preparar el desayuno.
— Mi pobre omega, se dirige a su propia muerte — Harry exagera.
— Solo fue dos veces y ambas salió victorioso, no hables de Niall como si fuera un monstruo.
— Aunque lo parece — murmura el trillizo menor.
Y no está tan equivocado, depende de cómo lo veas. El omega se enteró hace unas semanas que está embarazado y ya es todo un dolor de cabeza, pero sus alfas benditos sean, complacen todos sus caprichos sin rechistar, Liam parece parir arcoíris cada que su omega pide que le cumpla algún antojo.
Pero hay veces, como las de hoy, que no pueden hacer nada para complacerlo y recurren a la artillería pesada, que se compone de un dulce omega comprensible (Louis) y un delicioso postre (preparado por Harry), así que no es exagerada la despedida de hace unos minutos. No señor.
Edward entra vestido con un traje caro que lo hace ver apetecible y Harry moja sus labios. Antes de que acorrale a su hermano, Eddi levanta una mano y niega con la cabeza.
— Nada de juegos, curly. Tengo una reunión importante hoy y si pones tu boca sobre la mía no saldré de esta casa — Edward lo despide y Harry hace pucheros.
— Malo — se queja el cantante.
— Ahora, esposa — Edward mira a Marcel — Sírvele el desayuno a tu marido.
— Vete a la mierda — responde Marcel pero le ofrece un tazón de frutas y jugo de naranja.
Edward le agradece cortésmente y le lanza un beso volado que Marcel finge agarrar y luego tirar por la ventana. Se lo merece, piensa Harry.
[...]
Louis llega horas después, casi al mismo tiempo que Edward, el doctor sale de su vehículo y camina hacia el de su omega para abrirle la puerta. Louis le agradece con un beso y van de la mano hacia su casa.
Marcel está en la sala y camina alrededor mientras lee, ruidos en la cocina les hace saber que Harry está dando vueltas por ahí. Todo es tan doméstico que Louis siente la calidez en su alma y su vínculo. Han sido días increíbles y espera que los siguientes años y si es posible, las siguientes décadas, sean iguales a estas, espera con ansias vivir una vida larga y feliz con sus alfas.
— Tu padre llamó — dice Marcel cuando nota la presencia de la pareja — Dice que tu familia se auto invitó a la cena.
— Lo sabía — responde Louis — Por eso pase por el supermercado antes de venir, las cosas están en el carro.
— En camino — la voz de Harry llega a sus oídos, el alfa besa la sien de su omega y sale por las cosas.
— Iré a mi oficina — Edward trata de huir del trabajo en la cocina pero al ver las cejas alzadas de su omega, refunfuña mientras va a su habitación a cambiarse para poder ayudar a hacer la cena.
Marcel besa las mejillas de su omega antes de ir a ayudar a Harry a traer las compras. Louis queda de pie en medio de la sala y una sonrisa tonta se filtra en su rostro, no puede creer lo afortunado que es, y aunque sus vidas aún están llenas de peligro, cree fervientemente que saldrán bien parados, se asegurará de eso.
Los cuatro trabajan hábilmente preparando la cena, incluso el postre, ponen una mesa larga en el patio y acomodan las pequeñas luces que harán ver el lugar como un bosque encantado. Se bañan en parejas para cuidar el agua, palabras de Harry. Todos se visten adecuadamente, y hacen los últimos arreglos antes de que sus seres queridos lleguen a casa.
Los primeros en llegar son los padres de Louis, junto a su encantadora madre. Los trillizos camina detrás de su omega, van hacia la puerta para recibirlos en la entrada. Ven a Magnus bajar del vehículo junto a Marcus y el último abre la puerta y le tiende la mano a su esposa. Alice viste un precioso vestido negro, muy acorde a la sencilla cena que tendrán, los alfas llevan puestos pantalones de vestir y camisas blancas.
El grupo camina hacia la casa, Magnus mira a su hijo y le sonríe pero la felicidad le dura poco al ver la orgullosa marca que lleva en el cuello. Louis decidió usar una camiseta con cuello V, la marca de Harry es visible para todos, al igual que la de Edward, algo que Marcus nota cuando su cachorro acomoda su flequillo y parte de la mordedura queda a la vista.
El poderoso gruñido de los alfas se deja oír por el silencioso bosque, Los trillizos ponen a Louis detrás de sus cuerpos, listos para protegerlo de la potencial amenaza. Sus instintos ganan la batalla contra la parte racional de sus cerebros que les dice que los alfas frente a ellos no le harán nada a su pareja, sus padres nunca dañarían a su cachorro pero sus instintos mandan a la mierda cualquier respuesta lógica. Aquí y ahora hay dos alfas que gruñen amenazadoramente y es vital proteger a su precioso omega.
— Cálmense todos — dice Alice suavemente, agarra los brazos de sus compañeros, los alfas dejan de gruñir, aunque continúan mirando.
— Contrólense — sisea Louis, Edward voltea a mirar a su omega y Louis levanta la mano para acariciarle la mejilla, la postura del alfa se relaja visiblemente.
— Todo está bien — Edward les habla a sus hermanos, los alfas quitan la mirada de los hombres mayores y asienten hacia su hermano.
— Alfas — Alice rueda los ojos y se acerca a abrazar a su hijo — Felicidades, cariño, espero que su unión sea eterna.
— Gracias mamá — el omega respira el dulce aroma de su madre, la omega besa las mejillas de su cachorro y procede a darle abrazos a los trillizos, quienes reciben las felicitaciones de su suegra.
— Por favor, entren — Marcel pide amablemente, atrás quedó el alfa de las cavernas de hace unos segundos, ha vuelto a ser el dulce alfa de siempre.
Louis y su madre entran a la casa y los alfas los siguen. Magnus y Marcos aún no le han dirigido la palabra a los trillizos pero al menos no parecen listos para arrancarles la garganta. Los omegas se entretienen en una charla amena y poco a poco los alfas parecen relajarse más. Edward les ofrece whisky a sus suegros y eso parece terminar el conflicto.
Las madres y el padre de los trillizos llegan 10 minutos después, las alfas lucen impresionantes, ni que hablar del omega, pues alguien que se dedica a la moda, jamás puede usar algo menos que perfecto. Sus reacciones a la reciente unión son sorprendentes, felicitan a los jóvenes hombres y les desean lo mejor.
— Haces felices a mis hijos y estaré eternamente agradecido por eso — susurra Tom al oído de Louis antes de besar la frente del omega.
Y hasta el momento todo marcha perfecto pero Louis sabe que las cosas están por volverse complicadas, sus primos llegarán pronto y sabe muy bien cómo van a reaccionar, está listo para patear sus traseros, es más, espera que tengan mala actitud, necesita enseñarles buenos modales.
Arthur y su familia son los siguientes en llegar, su esposa rueda los ojos cuando ve a su alfa caminar con una postura más dominante. Louis le da una palmada en el pecho que suena sumamente fuerte, tenía que hacerlo, el alfa estaba a punto de gruñirle a sus compañeros. Arthur se queja pero besa el cabello de su primo y mira mal a los trillizos antes de entrar.
— Ese es mi esposo — dice Jade — Toda una dulzura.
— Es un encanto — Ágata repite lo que su madre ha dicho innumerable de veces.
Louis le sonríe a su adorable sobrina, la pequeña le pide que se agache para que pueda darle un beso y hace lo mismo con sus nuevos tíos, los trillizos lucen hoyuelos a juego y acceden encantados.
— Ya los tiene comiendo de su palma — Louis se burla.
— Imagínate cómo será cuando tengan una hija — comenta Jade.
Louis sonríe rígidamente y los alfas notan el cambio en el ambiente, le ofrecen sonrisas tensas a la omega y la invitan a pasar. Jade sabe que ha tocado un tema sensible pero se abstiene de disculparse, conoce muy bien a Louis y sabe que lo mejor es hacer como si nada ha pasado, hablar de sus sentimientos no es algo que desee.
Dos vehículos se acercan y eso evita que los alfas digan algo sobre lo ocurrido. Del primero bajan las primas gemelas de Louis, visten trajes formales y tacones altos, levantan sus cejas al mismo tiempo en cuanto notan la marca en el cuello del único primo omega de la familia.
— Felicidades — dicen al unísono, Louis sonríe descaradamente antes de jalarles de sus coletas, las alfas chillan y pellizcan las costillas de su primo.
— Me rindo — grita una de ellas, Harry solo sabe el nombre de una, así que irá por Clarissa — Lou, basta.
— Pequeñas perras — les sisea el omega y les ordena que entren, las mujeres apenas miran a los trillizos antes de entrar.
Los alfas se sienten algo ofendidos, los primos de su omega parecen odiarlos fervientemente y al menos sería un consuelo que tuvieran un motivo, los han visto un par de veces, contando la cena de hoy y no creen ser merecedores de la actitud de mierda que están teniendo todos ellos.
— ¿Algún día dejarán de ser tan groseros? — pregunta Marcel en voz alta.
— Ya los aman — dice Louis — De lo contrario ahora tendría el puño rojo y ellos moretones.
— Ah, encantadora familia a la que nos hemos unido — comenta Harry sarcásticamente.
— Todos ellos tienen una actitud genial, me caen bien — Edward sonríe.
Solo Edward, en verdad, es el único que piensa eso.
Una bella omega se acerca hacia ellos, Louis no la conoce pero al parecer sus alfas si lo hacen.
— Hola, queridos — saluda, se acerca para abrazar a los alfas y luego le sonríe a Louis — Y tú debes ser Louis.
— Ese soy yo, ¿Y tú eres?
— ¿Estos tontos alfas no hablaron de la prima más hermosa que tienen? — ella finge estar decepcionada.
— Louis, cariño — Harry habla — Te presento a Ginger, nuestra tonta prima.
— Tan educados, siempre es un placer verlos — ella niega con la cabeza y los felicita antes de entrar a la casa.
Louis la mira entrar y luego mira a sus alfas.
— ¿Saben que probablemente esta noche conseguirá compañeros, verdad?
— ¿Qué? — Marcel casi grita.
— Todos mis primos son alfas y al haber un gran número de alfas es probable que encuentre atractivos a un par de ellos, lo demás será historia.
Los trillizos se ven escépticos pero no contradicen a su pareja, Louis la mayor parte del tiempo tiene razón así que solo tendrán que esperar un par de horas y ver si es cierto o no.
En casi media hora alrededor de una decena de vehículos estacionan y saludan, hay algunos gruñidos, golpes por parte del hermoso omega ojiazul y muchas disculpas de los alfas. Todo se vuelve casi mecánico, la reacción siempre es la misma, los trillizos encuentran hasta divertido la reacción de sus primos políticos.
La cena es otra cuestión, hay muchas personas alrededor, los tazones y platos pasan de un lado a otro, la familia Tomlinson parece ser estoica pero la realidad es otra, son sumamente unidos y divertidos si logras comprender su humor negro y sarcástico.
Como era de esperar, su larga data de miembros pertenecientes a alguna fuerza armada resulta en interminables historias de guerra y anécdotas sangrientas. Todos gesticulan salvajemente y sus ojos azules brillan con picardía cuando cuentan algo sumamente heroico. Louis ríe a carcajadas y besa de vez en cuando a sus alfas.
Al finalizar la cena, el omega se encuentra sentado en el regazo de Edward mientras escucha atentamente a su primo Damian, el alfa pertenece a la fuerza aérea y está contando como una vez invitó a una omega a volar con él, en el intento de sorprenderla con sus habilidades al pilotear, dejó caer el helicóptero en picada por unos segundos. Ahora sabe que dar sustos de muerte en la primera cita no es adecuado. Al menos es una anécdota divertida.
Mason y Robert, los alfas gemelos, están teniendo una charla amena con Clarissa. Louis mira a Marcel que está al otro lado de la mesa y luego mira al triplete sumido en una burbuja, el alfa sigue su mirada y resopla, Louis sonríe victorioso y luego vuelve a sintonizar otra de las anécdotas de su primo, no sin antes notar como Marcel alimenta a Ágata con un poco de helado.
Dulce, ese es Marcel Styles, el alfa más dulce de todos, y Louis desea tanto que la niña en sus piernas tenga el cabello dorado y rizado, y que la sonrisa sea un conjunto de hoyuelos.
Hijos, es algo en lo que ha pensado superficialmente a lo largo de su vida, la palabra omega y cachorros casi va de la mano pero no tanto para Louis, no sabía que algo así estaría sobre la mesa algún día pero ahora la situación es más real, tiene alfas amorosos, tiene un trabajo increíble y si no fuera por el peligro que corren, echaría a todos de aquí y se sentaría sobre el nudo de uno o dos de sus alfas y rogaría porque lo dejen embarazado.
Pero, el maldito pero de la situación es que ahora no es el momento, por más que su omega lloriqueé y suplique, la parte racional de sí sabe que no puede, no ahora al menos, pero espera que pronto.
— Cariño — la voz de su madre lo saca de sus pensamientos — Ven por favor, estamos huyendo por un minuto de los alfas.
Y es cierto, los omegas esperan pacientemente junto a la puerta trasera a que Louis los acompañe. El ojiazul besa castamente los labios de Edward, luego se levanta y sigue a su madre. Antes de entrar a la casa, entrecierra los ojos y los mira a todos, algunos de los alfas se retuercen bajo su mirada y otros miran para otro lado. Imbéciles.
— Pórtense bien — grita antes de dejarlos.
No pasa ni un minuto antes de que los alfas se acerquen a los trillizos, incluso sus madres, lo que sin duda es una gran traición. Injusto, eso es lo que. Harry hasta podría hacer pucheros.
— Al fin solo nosotros y ustedes — dice Magnus, Patricia ríe cuando ve la expresión de sus hijos.
— Así que ahora son los compañeros de Louis — dice Reece, un primo del omega.
— Eh, sí, eso es correcto, es algo que hemos repetido toda la noche — Edward responde.
— ¿Y están seguros de eso? — pregunta Arthur.
— Por supuesto — Marcel responde de inmediato — No hay nada que nos haga dudar.
— ¿Ni siguiera ser amenazado con ser cortado en pedacitos? — dice otro alfa, los trillizos no recuerdan su nombre.
— Baja un poco el tono — Sariel regaña al alfa, quien se sonroja a pesar de esforzarse por no hacerlo.
— Como decía mi sobrino — Habla Marcos — Ser el compañero de Louis requiere tener cierto nivel de preparación.
— Sabemos todo sobre nuestro omega — responde Harry.
— ¿Y cómo se sentirán cuando vaya a zonas peligrosas, misiones al otro lado del mundo y exponiendo su vida?, ¿Podrán con eso?, ¿Podrán sus alfas aceptar todo? — Magnus empuja.
— Disculpe, señor — inicia Marcel — Pero a pesar de que conocemos a su hijo poco más de un mes, se siente como si fueran años, Louis ha sido abierto con nosotros y nos ha advertido muchas veces sobre todas esas cosas y ni una vez dudamos de nuestros sentimientos. Amamos a Louis y amamos su trabajo.
— No les creo — dice Josua.
— Es una lástima que sientas eso — Harry mira al alfa — Pero estás equivocado si crees que nos importa un poco, la única opinión que nos importa es del bello omega que está en nuestra cocina atiborrándose de tarta de manzana.
— Y sabemos que continuarán amenazándonos o tratando de hacernos dudar pero pierden el tiempo — Edward descarta rápidamente el acto de los alfas — Louis es nuestra alma gemela y todo lo que él diga o haga es angelical, somos unos pobres diablos, nacimos para servirlo e intentar que sonríe todos los días de su vida. Si eso no es suficiente para ustedes no sé qué lo sea.
— Mis cachorros — Sariel se apresura a pellizcar las mejillas de sus hijos. Patricia arrulla la imagen.
— Eso es todo muchachos — dice Magnus en voz alta — No quiero saber que están molestando a los alfas de mi hijo, si llego a oír algo, los colgare de un árbol por los huevos.
Los alfas hacen ruidos de asco y miedo ante la idea.
— Lo mismo para las alfas, les raparé la cabeza y sé cuanto aman sus cabellos.
Patricia palmea el hombre de Magnus y el alfa asiente en su dirección. Parece que ambos están de acuerdo en la forma en que terminó todo el asunto.
— Ahora vayamos adentro — dice Marcus — Nuestros omegas están muy tranquilos ahí, esas no pueden ser buenas noticias.
— Solo los Dioses saben sobre que rayos están conspirando.
Mientras la mayoría de los alfas entran, los trillizos se quedan atrás un momento, eso sin duda no fue como esperaban que lo noche terminara pero no pueden quejarse, parece que durante todo el intercambio llegaron a una especie de acuerdo y aceptación. Están algo convencidos de que acaban de ser aceptados en la familia Tomlinson, aunque con los ojiazules nunca puedes estar tan seguro.
Cuando entran a la casa, la ven atiborrada de personas, están sentados en la sala, en el piso y en la cocina se escuchan algunas carcajadas, en medio del mar de personas, la brillante sonrisa de Louis es la que capta su atención.
Su precioso omega militar.
Notes:
"Y tú nunca puedes decirme nada, tu silencio lentamente me mata"
Ha pasado un tiempo, hubiera deseado que no fuera tan largo pero así es como se dieron las cosas, lo lamento mucho y espero puedan comprender la situación. Ahora trabajo y estudio al mismo tiempo y mis horarios son un caos pero espero que pronto pueda organizarme mejor y subir capítulos seguidos.
Lxs quiero mucho y no se olviden de mí, pueden seguirme por mis redes, me encuentran como Vert_et_Bleu_R en Instagram.
Chapter 45: Capítulo 44
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
A veces Edward se pregunta que hubiera sido de sus vidas sino hubiesen conocido a Louis. Antes del omega sus vidas eran relativamente normales, el trabajo ocupaba la mayor parte de sus agendas, pero siempre se daban tiempo para un viaje corto o ir a algún club.
Las novias o novios pueden contarse con facilidad, las aventuras de una noche eran las más comunes. Claro, sus madres y su padre querían que formalizaran con alguien, que tuvieran relaciones más estables pero eso nunca llegó a suceder.
Complacer a tres alfas tan poderosos era un sueño idílico, nadie se atrevía a intentarlo, ni siguiera los alfas lo tomaban como una opción. Hasta Louis, el precioso omega ni siguiera lo intentó, solo se dio con naturalidad, encajó perfectamente, era justo lo que necesitaban.
Aunque hay momentos como estos en que Edward no puede evitar preguntarse si la vida sería más sencillas si Louis no fuera su omega. El alfa sonríe ante la tonta idea, nada sería lo que es ahora si Louis no formara parte de todo.
— Lo juro, los alfas tienen un nudo en la cabeza en lugar de cerebro — el comentario de su omega trae a Edward a la realidad.
— Si alguien voltea en tu dirección, no respondo por mis acciones — dice Harry.
— Por favor — Louis se burla — No matarías ni una mosca.
El comentario pacifista que Marcel iba a hacer muere en su lengua al ver a su hermano empujar contra una pared a su omega, el movimiento deja a todos estupefactos pero Marcel rueda los ojos al ver como los tortolitos frotan sus cuerpos entre sí.
Dioses, esto es de todos los días. Louis dice algo, Harry finge irritarse y terminan teniendo sexo en cualquier lugar de la casa. No es tan malo si los otros alfas se unen a la diversión. Pero este no es el momento adecuado. Louis debe volver al trabajo hoy y eso tiene a los alfas irritados. Así que no está seguro de si el enfado de Harry es fingido o no.
— Harry — el tono autoritario de Edward hace que el alfa deje de repartir besos en el cuello de su omega y mire a su hermano.
— ¿Qué? — responde el alfa, claramente nada contento de ser interrumpido.
— Louis debe volver al trabajo, tiene que llegar a tiempo.
— No — gruñe — Es mi omega, se queda conmigo.
Louis gime frustrado, las feromonas posesivas de su alfa le hacen perder la cordura, frota su pelvis contra el muslo de Harry y jala de su camisa para que le preste atención, cuando voltea, ve los ojos negros de su alfa quien empieza besarlo con ferocidad. Segundos después el cuerpo cálido de su alfa desaparece, abre los ojos y ve a Edward tomar del cabello a Harry y besarlo con rudeza. El alfa menor gime cuando su hermano le muerde el labio hasta hacerlo sangrar.
— Hemos hablado de esto — le susurra Edward a Harry — No me gusta cuando eres malcriado. Ahora llevaremos a nuestro omega al trabajo y te comportarás. ¿Estoy siendo claro?
— Sí.
— ¿Sí, qué?
— Sí, alfa — Harry baja la cabeza hasta quedarse recargado en el hombro de su hermano. Edward le acaricia la nuca.
— Omega — se dirige a Louis — Ve a refrescarte, te esperaremos en el auto.
Louis aún tiene los ojos vidriosos pero está más consciente de lo que está sucediendo. Siempre le impresiona lo fácil que Edward logra controlar y calmar a sus hermanos.
Una hora después, el vehículo conducido por Edward estaciona en la base. Marcel baja primero y le abre la puerta a su omega. Louis está usando su uniforme, se ajusta a todas sus curvas, es realmente hermoso y Marcel duda, no quiere dejarlo aquí, junto a cientos de alfas.
— No será necesario que me recojan — dice Louis — No sé a qué hora saldré, tengo muchas cosas que hacer.
— Eso no será problema — Edward mira a su omega— Solo llámame y vendré a recogerte, no importa la hora que sea.
Un grupo de jóvenes soldados bajan de un vehículo militar, bromean entre ellos y se empujan mientras caminan, al ver a su Capitán, rápidamente se forman y saludan.
— Buenos días, Capitán — dicen al unísono.
— Buenos días — responde Louis — Descansen.
Los soldados obedecen, pero también bajan la cabeza respetuosamente hacia su superior. Louis sabe que quieren hablar con él, así que asiente.
— Estuvimos preocupados, señor — dice uno de los jóvenes, Louis cree que se llama Ricardo — El instructor Malik dijo que pidió permiso, ¿se encuentra usted bien?
Marcel abraza por la cintura a su omega. No puede evitar los celos irracionales que siente al ver a otro alfa preocupado por su omega, y eso se multiplica al ver los rostros ansiosos de los otros. Dioses, es como el infierno para un alfa recién acoplado.
— Estoy bien, no hay nada de qué preocuparse — Louis los calma.
— Es bueno saber eso, señor — habla otro soldado — Y disculpe la indiscreción, pero ¿Ellos son sus alfas?
Marcel gruñe fuerte, molesto por el atrevimiento del joven alfa. El soldado se queja cuando uno de sus compañeros le patea en la pantorrilla con gruesas botas militares. Todos ellos miran alarmados a su Capitán y a los alfas.
— No es algo de tu incumbencia — Louis los mira con seriedad, los soldados bajan la cabeza — Pero sí, ellos son mis alfas.
— Disculpe a mi compañero, señor — uno se apresura a disculparse.
— Está bien, los veo en el gimnasio. Retírense — ordena el Capitán omega.
Los soldados saludan formalmente antes de irse apresuradamente. Louis golpea la mano de Marcel que se posicionó en su estómago y voltea a verlo.
— ¿Qué fue eso? — pregunta molesto.
— Estaba siendo entrometido, no tiene porque importarle tu vida privada.
— Y no digo lo contrario, pero le gruñiste, no tenías porque hacerlo, respondo si así lo quiero. Acabas de avergonzarme frente a mis soldados de rango inferior — Louis gruñe.
— Omega — dice Edward — Cálmate, no es para tanto.
— Dioses, ustedes los alfas ni siguiera lo entienden. Lucho diariamente contra los prejuicios, aunque muchos se llenen la boca y digan alegrarse por mí y mis logros, sé que también están esperando que flaquee y muestre debilidad.
— Entendemos eso — habla Harry — Pero eso no tiene nada que ver con lo que hizo Marcel.
— Soy un omega, lo primero que van a pensar al ver a mi alfa gruñir ante la mínima pregunta es que soy un omega débil que no pudo encontrar un compañero que pudiera controlarse.
— Omega — intenta Marcel pero Louis no lo deja continuar.
— Debo trabajar, hablaremos de esto en casa.
Los alfas ven a su omega caminar hasta el gran edificio. Marcel patea frustrado la rueda del vehículo y mira al cielo, sabe que no debió gruñir pero aún piensa que Louis está exagerando.
— Ni siguiera entendí que acaba de suceder — dice Harry — Solo quería besar a mi omega, no lo veré en todo el día.
— Vamos a casa — dice Edward — Tengo algo que hacer contigo, curly.
Edward conduce nuevamente, mientras esperan a que se abra la reja, pueden oír al de la puerta hablar con otro soldado, no notan que los trillizos están ahí.
— No hombre, dicen que gruñó como un alfa vicioso — habla uno.
— Puede ser todo lo Capitán que quiera pero eso no quita que sea un omega y reciba polla por el culo — se ríe otro.
— Los voy a matar — gruñe Harry.
— No — dice Edward — Aquí no, ya hicimos demasiado, denme tiempo y pensaré en algo.
En cuanto les abren. Edward mira los apellidos en las placas de los soldados y piensa en lo que hará. No sabe si debe consultarlo con su omega, pero ya tiene un plan en mente.
[...]
Marcel mira a Edward azotando el trasero de Harry mientras lo penetra. El alfa había dicho que su hermano menor merece un castigo por su desobediencia en la mañana aunque por los gemidos de Harry no sabe si en verdad está tomando esto como tal.
— ¿Volverás a ser un mocoso malcriado? — Edward pregunta mientras da una estocada fuerte.
— No, lo prometo — responde Harry entrecortado por sus gemidos.
— Puedo sentir la maldita sonrisa en tu cara — el alfa le da una palmada — Así como siento a mi polla en tu estrecho agujero.
— Eddi — se queja Harry — Más fuerte por favor.
— No me pidas nada, recuerda que estás siendo castigado — Edward jala el largo cabello de Harry mientras sigue golpeando su trasero contra su pelvis. El pecho de Harry está contra el colchón y sus gemidos ahora son amortiguados por la almohada.
— Lo siento — logra articular Harry — Pero por favor, déjame tocarme.
Edward detiene sus estocadas y suelta el cabello de su hermano, en su lugar toma sus manos y las pone tras su espalda, evitando que Harry pueda masturbarse. Luego continúa follándolo con fuerza.
— Y tú — le grita Edward a Marcel — Ni intentes correrte, fuiste un mal alfa hoy. Louis se encargará de ti.
Marcel agarra con fuerza los bordes del sillón para evitar llevar sus manos a su polla. Solo desea que Louis esté aquí, follándolo como Edward lo hace con Harry, demostrando que no solo tiene que ser follado por ser un omega, Louis muy bien podría hacer que esos malditos alfas supliquen por él.
Algo que sin duda Marcel hará en cuanto su caliente omega llegue a casa, ha perdido el tiempo, podría haber tenido a Louis hace días entre sus piernas pero no más, hoy será el día.
— Mira este culo — Edward llama la atención de Marcel — Mira como succiona mi polla.
— Harry siempre quiere tener una polla en el culo — dice Marcel, ve a Harry tratar de asentir.
— Y no le importa si esa polla es la de su hermano — se burla Edward — Es una puta por polla, increíble.
Harry se corre y mancha las sabanas, Edward golpea su trasero un poco más y se corre dentro, pero sale antes de formar un nudo, la punta de su pene se infla un poco y el semen sale a borbotones. Harry se apresura a lamer la polla de su hermano.
Marcel abandona la habitación con una dolorosa erección, tendrá que esperar un poco más para poder tener algo en el culo, preferiblemente la polla de su omega.
La espera es dura, pensó que vería a su omega para la cena pero Louis llamó diciendo que no lo recojan, que tiene mucho trabajo que hacer. Son casi las 11 y aún no ha llegado. Hace unas horas, Edward quería ir a buscarlo, pero Marcel lo detuvo. Ahora sus hermanos están durmiendo y Marcy está en la sala.
Las luces de un auto es lo que ve primero antes de oír el ruido del motor de un vehículo, Marcel se levanta y va hacia la puerta. Louis estaciona el auto en la entrada y baja, aún sigue con su uniforme pero los primeros botones están sueltos lo que deja la marca de Harry a la vista.
Su cabello está alborotado, como si hubiera pasado sus dedos por ellos contantemente, lo que seguro hizo. Cuando levanta la vista, Marcel ve sus ojos azules y la sutil sonrisa en sus labios, esa pequeña mueca hace temblar sus piernas. Y Louis lo sabe y se aprovecha de ello.
— ¿No podías dormir? — pregunta el omega mientras sube los escalones.
— Estaba esperándote — dice Marcel.
— No deberías, dije que vendría tarde.
Louis pasa al lado de su alfa y no lo saluda con un beso. Marcel cierra la puerta y sigue a su omega al interior de su hogar. El ojiazul deja su gorra sobre la mesita de la sala y camina hasta la repisa de las bebidas. Se sirve un vaso de wiskey y lo toma de un trago, se sirve otro y camina, deja el vaso junto a su gorra y luego se quita el chaleco, desabotona su camisa y su pecho queda al descubierto.
El poderoso omega se sienta en el sillón y agarra el vaso, da un trago y su nuez de adán se mueve de arriba a abajo, su pecho sube y baja al compás de su respiración, sus fríos ojos azules miran al alfa parado en medio de la sala. Abre las piernas y palmea su muslo, el alfa se apresura a sentarse en el regazo de su omega.
— Yo quiero — Marcel trata de disculparse pero Louis lo mira a los ojos y el alfa se calla.
— No hables — dice el omega — Solo quiero beber y tener algo bonito en mis piernas.
Marcel gime ante las palabras de su omega. Louis continua bebiendo, ocasionalmente acaricia con su pulgar la cadera de su alfa, pero no más.
El alfa se acurruca, pone su nariz en la glándula de olor de su omega, y su palma encima del corazón de su alma gemela, lo siente latir y sonríe, su otra mano va a la nuca y pasa su dedo índice por su marca, siente el escalofrío que recorre el cuerpo de su omega y le muerde suavemente el cuello.
— Te amo — dice el alfa.
— Lo sé.
— Lo siento.
— Lo sé.
Louis da un último trago a su bebida y palmea la cadera de su alfa para llamar su atención.
— Trae el lubricante — ordena — No demores.
Marcel besa su mejilla y rápidamente va a su habitación. Louis pone el vaso sobre la mesa de centro y recuesta su cabeza contra el sillón, cierra sus ojos y espera. Puede sentir la excitación en su vientre bajo, sabe porqué Marcel lo ha estado esperando y le dará justo lo que quiere.
Oye los pasos de su alfa y abre los ojos, el hombre se para a su lado tímidamente, tan dócil y dispuesto.
— Ábrete — le ordena Louis.
El alfa se quita la camiseta, asi como el pantalón de chándal y su bóxer, la polla dura y erecta golpea contra su estómago. En su apuro por abrir el lubricante, este cae al suelo. Louis resopla y su alfa se sonroja.
— Ven aquí, lo haré por ti.
Marcel se sienta a horcajadas en el regazo de su omega, Louis esparce lubricante en dos dedos y acaricia la entrada del alfa. Marcel sisea por el líquido frío, esconde su cabeza en el cuello de su omega mientras Louis mete sus dedos, lo abre lentamente, disfrutando de cada pequeño escalofrío y gemido de su alfa.
El alfa muerde la piel tersa de su omega, deja marcas, probablemente mañana Louis se queje de eso pero por ahora puede salirse con la suya. Gime cuando el dedo de su omega toca su punto más sensible.
— Haces los ruidos más bonitos — halaga Louis.
Marcel no responde, continúa retorciéndose cada que su omega se burla de él al tocarlo justo donde más quiere. El alfa siente el delicioso aroma del lubricante natural de su omega. Louis está tan mojado, solo por tocar con sus dedos el agujero de su alfa.
— Toma — Louis le entrega el lubricante al alfa — Ponlo en mi polla y móntame.
Marcel sonríe y besa los labios de su omega. Hace un rápido trabajo al desabrocharle el pantalón, mete su mano por dentro de la ropa interior del omega y le saca la polla. Con su pulgar acaricia la punta y la unta con el líquido pre seminal. Luego pone lubricante en su palma y acaricia la polla de su omega.
Louis gime por el toque de su alfa, cierra los ojos y disfruta el momento. Marcel es bueno con las manos, el omega deja que su alfa lo masturbe por un rato. Abre los ojos cuando siente al alfa acomodarse entre sus piernas, una de sus manos va a su polla y la otra a la cadera de su alfa, pone la punta en la entrada del alfa, con su otra mano empuja la cadera de Marcel hacia abajo.
El agujero del alfa recibe sin resistencia la polla húmeda y caliente del omega. Marcel gime por el placentero dolor, hecha la cabeza hacia atrás y gruñe cuando su omega lo penetra con fuerza. Cuando baja la cabeza, lo ve, las expresiones de Louis son distintas cuando es follado, siempre está ruborizado y con los ojos dilatados. Justo ahora su cabello es un caos, sus ojos azules brillan y una pequeña vena se marca en su frente, un claro indicio de que está luchando para no mover sus caderas y golpear el trasero de su alfa.
— Lo estás haciendo muy bien — le dice Louis a su alfa, sus manos se acomodan en sus nalgas, toma un puñado de ambos y mueve sus caderas para una estocada.
Marcel gime, el ritmo de Louis es suave pero constante, deja que el cuerpo de su alfa se acostumbre, mueve sus caderas, su pelvis se encuentra contra el trasero del alfa, quien no deja de gemir y gruñir.
— Omega — jadea Marcel — Por favor.
— ¿Qué quieres?, dímelo.
— No lo sé — responde el alfa. Sus emociones están revueltas, el placer es extraordinario, su omega golpea en el lugar correcto, los sujeta como desea, todo es maravilloso pero siente que le falta algo.
— Mi pobre alfa, estás abrumado, cariño — Louis reparte besos por el pecho de Marcel — Vamos amor, haz lo que quieras.
Necesitaba eso, el permiso de su omega para ser egoísta y buscar su propio placer, usarlo como quiere. Marcel se mueve de arriba abajo, empalándose en la polla de su omega, golpeando su próstata con cada estocada de Louis cuando mueve sus caderas.
Está tan abrumado y perdido en su placer que no nota las lágrimas que corren por su rostro, solo siente las manos delicadas de su omega mientras seca sus lágrimas.
— Te amo — dice Louis, toma con fuerza las caderas de su alfa y las mueve a su antojo.
La polla de Marcel hace fricción contra el abdomen de su omega, eso junto al constante golpe a su próstata, hacen que su orgasmo se arremoline y llegue a la cúspide de su placer, el semen pinta el abdomen de Louis.
— Lo siento — se queja Marcel — Llegué sin tu permiso.
— Está bien, alfa — Louis lo tranquiliza — Ahora dámelo, ponlo en mi boca, no quiero que se desperdicie.
Marcel pasa sus dedos por el abdomen de su omega y los unta con su semen, los lleva a los labios de su omega. Louis abre la boca y lame el semen de los dedos de su alfa.
El alfa tiene los ojos vidriosos, lo mira como si fuese un Dios u otro ser celestial. La mirada de adoración de su alfa se pierde cuando cierra los ojos al sentir el semen caliente y espeso en su interior.
— Ponte de rodillas — Louis ordena.
El alfa se apresura a obedecer, sus rodillas hacen contacto con la alfombra cara. Siente la mano de su omega acariciando sus costillas, gime cuando siente un beso en su nalga derecha y gruñe cuando su omega lo muerde.
— Cálmate, alfa.
El dolor de la mordida se pierde en el placer cuando su omega besa su agujero y lame el semen que se escapa. Nunca antes ha sentido tanto placer, esto solo es comparable a la sensación de estar profundamente enterrado en su cálido omega y sintiendo su nudo estallar.
— Dioses — gime el alfa — Eres increíble.
— Me lo han dicho.
— Por favor, dime que nunca le has hecho esto a alguien — suplica el alfa.
Louis no responde, continúa lamiendo el semen del agujero de su alfa. Marcel olvida pedir una respuesta, se concentra en el placer que su omega lo está haciendo sentir.
Louis solo se detiene cuando su alfa lloriquea y le pide que se detenga. Marcel está muy sensible y se ha corrido por segunda vez, y está a punto de hacerlo de nuevo. Louis acaricia lentamente la polla de su alfa y el pobre hombre se corre por tercera vez en la noche.
— Ven, cariño — Louis ayuda a su alfa a ponerse de pie.
Marcel lograr erguirse, sus piernas se sienten como gelatina. Louis lo carga al estilo nupcial y el alfa comentaría al respecto pero está demasiado cansado para decir algo, solo cierra los ojos y se acurruca en el pecho de su omega.
La próxima vez que Marcel abre los ojos, es de día, el sol entra por la ventana, sus pestañas revolotean antes de que se acostumbre a la claridad, lo primero que ve es la cara de Harry cerca de la suya, una sonrisa emocionada se extiende por el rostro de su hermano.
— Tú, perro — Harry lo señala — Cuéntame todo.
Una risa escapa de Marcel y siente sus mejillas calientes, sin duda se está sonrojando, cubre su rostro con la sabana y lucha contra Harry quien intenta quitarle la tapadera.
Notes:
“Haz más de eso que te hace feliz”
Chapter 46: Capítulo 45
Notes:
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Chapter Text
A veces, cuando la vida te sonríe y todo va como deseas, es fácil olvidarse de la realidad. Te acostumbras a las cosas buenas, a las sonrisas, a la alegría, a la encantadora vida que estás viviendo. Y es justo ahí cuando la realidad te golpea con fuerza, con tanta saña que crees merecerlo por ser tan confiado, tan crédulo.
Y Louis lo sabe con certeza, las cicatrices que dejaron sus momentos de felicidad son una prueba de ello. Como la vez que estaba junto a su equipo en una pequeña base en una zona remota, todos alrededor estaban tranquilos, algunos pateando una pelota, otros jugando a las cartas y un par bebiendo ron barato que lograron esconder para poder disfrutar.
Todo estaba bien, el día caluroso y seco era un poco más soportable, estaban felices y ninguno de ellos siguiera hubiera imagino lo que sucedería. El sonido de un disparo los dejó paralizados por un segundo antes de que reaccionaran y corrieran a sus puestos, en busca de sus armas, pero minutos después el silencio sepulcral y el aura de muerte solo confirmó algo. No estaban siendo atacados porque si así fuera, las balas silbarían al ras de sus orejas.
Quien apretó el gatillo había sido Lester Davis, militar condecorado con más de 10 años en el ejército, un hombre de honor, respetable y valiente, dispuesto a ayudar a otros y sacrificar su vida. Lástima que decidiera que la suya no era necesaria. Un disparo en su sien fue lo que le causó la muerte. Fue encontrado por Louis, sentado en su catre, una biblia en su muslo y un rosario en la mano, el arma estaba sobre la cama, la vista era demasiado obvia.
Se había suicidado.
Louis lo recuerda bien, su tez morena brillaba por el sudor cuando jugaba fútbol, sus dientes perlados siempre estaban presentes, era un hombre aparentemente feliz en medio de toda la desgracia, le gustaba compartir sus cigarros y chicles, pero gruñía cuando alguien se atrevía a tocar sus manzanas, su fruta favorita. La que también era de Lisa, su pequeña hija de 6 años, que le escribía cartas con letras torcidas y demasiada purpurina.
El hombre estuvo un día y al otro no. Louis lo recuerda para tener siempre presente que la vida es una sola, para estar atento a su alrededor, para ver si las sonrisas son verdaderas, para ver si no está siendo demasiado crédulo.
Sabe que todo es efímero y aunque se esfuerce para que todo vaya como quiere, sabe que es imposible, la vida tiene la brillante idea de volverte a la tierra de un latigazo. Tal y como ahora.
Había decidido hace dos semanas que lo mejor era seguir con su rutina, no levantar sospechas e investigar sobre lo bajo. Zayn se había ofrecido ir a Spicy, las cámaras de seguridad solo eran meros adornos, pero el cantinero pudo dar una descripción más detallada, dijo que lo recordaba bien porque era obvio que no pertenecía ahí.
Es así como supieron que Matthew era el hombre. Louis solo tenía un motivo en mente, su obsesión por él, aunque no quería sonar como un idiota, no encontraba otra explicación, pero también estaba la otra pregunta, ¿Cómo diablos sabía sobre la Camorra? Y ¿Quién más lo sabe?
Algunas de sus preguntas fueron respondidas.
— ¿No esperabas que fuera yo, cierto? — Matthew se burla.
Está sentado en la silla frente al escritorio de Louis. Minutos antes había entrado sin permiso y lo había sorprendido, se sentó frente a él sin decir una sola palabra, hasta ahora.
— No sé de qué estás hablando — Louis finge confusión.
— No te hagas el tonto, omega — el alfa gruñe ligeramente
— En tu puta vida vuelvas a llamarme así — está harto, tiene un límite y el alfa imbécil lo ha sobrepasado.
Matthew carcajea ruidosamente, disfruta de la ira de Louis, ama verlo perder la compostura y ahora sabe que lo tiene en su mano, al menos eso es lo que cree.
— Tus alfas inútiles son un blanco fácil — Matthew sonríe, sus ojos tienen un brillo peligroso — Sería tan sencillo desaparecerlos.
Y eso, la amenaza directa a sus alfas, hace que Louis se ponga de pie y golpee sus palmas en la madera dura. Sus ojos azules son fríos.
— No permitiré que una escoria como tú, amenace a mis alfas — Louis gruñe — Si algo les llega a pasar, si un solo rizo de sus hermosas cabezas está fuera de lugar, que los Dioses intenten detenerme, porque no pararé hasta ver tus ojos en mis manos. Imbécil.
— ¿Te atreves a amenazarme? — Matthew gruñe de vuelta — Puedo hundirte, tengo pruebas de tus asesinatos, sé cuándo estuviste en Rusia o mejor que eso, puedo entregarte a la Camorra.
Su mundo se detiene, este es el momento exacto en el que está de vuelta en la vida real. Conocer a sus alfas, el cortejo y las marcas de vinculo, todo eso fueron momentos donde fue feliz y crédulo, donde se permitió soñar. Pero ahora sus alas han sido cortadas, ha caído de las nubes y el golpe a tierra es duro.
— Ya no eres tan valiente — Matthew continúa — Eres solo un pequeño omega asustado, pero soy un alfa bueno, tú lo sabes. Así que puedo quedarme callado, olvidar todo si me das lo que quiero.
Nunca, aunque la tierra se abriese y los cerdos volaran, jamás dejaría que este pobre intento de alfa lo chantajeara, así que Louis se burla, primero resopla, luego trata de sofocar la risa, pero no puede, el sonido de su carcajada golpea las paredes y rebota directo a los oídos del alfa.
— ¡Te arrepentirás de esto! — Matthew grita — Vine aquí a tener una conversación civilizada contigo, pero veo que no estás dispuesto — el alfa se pone de pie y mira a Louis quien ahora sofoca sus risitas con el dorso de la mano — Si aceptas ser mi omega y los dejas, entonces todo habrá acabado, yo mismo me encargaré de la Camorra.
El alfa camina hacia la puerta, pero antes de que gire el pomo, Louis dice su nombre.
— Matthew — el alfa voltea a verlo, la emoción se nota en sus ojos — No entendí nada de lo que dijiste, no sé si tienes algún problema, pero te recomiendo visitar un terapeuta — el hombre aprieta el pomo de la puerta con fuerza, hasta que sus nudillos se vuelven blancos — Dicho eso, me tomo las amenazas en serio y tú acabas de amenazar a mis alfas y eso no será olvidado. Ahora márchate y cierra la puerta al salir.
Louis vuelve a sentarse y hojea los documentos sobre su escritorio, no se inmuta en cuanto la puerta se cierra de golpe. Segundos después su teléfono suena, sonríe levemente cuando ve que se trata de Harry.
"¿Está todo bien, amor?" es lo que pregunta el alfa en cuanto responde, por su tono, es claro que está preocupado.
— Sí, aunque tengo algo que decirles cuando llegue a casa — ahora son un equipo y no quiere ocultarles nada — ¿Por qué suenas tan preocupado?
"Sentí tu angustia" dice el alfa y Louis podría derretirse "Probablemente mis hermanos querrán contactarte"
— Te amo — Louis susurra, esa simple declaración lo vuelve más valiente, lo hace creerse capaz de todo — Por favor nunca lo dudes.
"Te amo mucho más, cariño" responde Harry, en el fondo se escuchar algo de ruido "Me llaman, tengo que cortar"
El alfa casi ha terminado su disco, estos días ha estado ocupado con reuniones y solo logra verlo por las noches, no es como si su trabajo le permitiera otra cosa.
— Nos vemos en casa, alfa — Louis se despide.
En cuanto corta, ve el mensaje de Marcel preguntándole como está y le responde al instante, también hay un audio de Edward, donde dice que golpeará a la persona que ha hecho angustiar a su omega, Louis escucha el regaño de Liam, quien siempre es la voz de la razón.
No es hasta después del almuerzo que va en busca de Zayn, el alfa está en el gimnasio, ladrando órdenes a los soldados. Todos detienen su entrenamiento en cuanto ven a su Capitán, se paran erguidos y hacen el saludo protocolar.
— ¿Cómo van, Malik? — Louis pregunta.
— Son demasiado flojos — gruñe Zayn — Pequeños mocosos mimados.
— Mañana iremos a la zanja — informa Louis — Evaluaré sus capacidades. No formaré soldados débiles, haré de ustedes hombres capaces. Ahora vuelvan a lo que estaban haciendo.
— ¡Si señor! — gritan los soldados y se dispersan a sus actividades.
— Vamos Zayn, tenemos que hablar.
El alfa lo sigue, caminan en silencio, cada soldado a su paso, se detiene para saludarlo y luego continua. Louis no dice nada y Zayn tampoco pregunta, solo sigue a su amigo, dispuesto a esperar.
— Matthew vino a mi oficina — Louis dice al fin, oye a Zayn maldecir — Me amenazó y a mis alfas, dijo que tiene pruebas y que puede delatarme o entregarme a la Camorra.
— Ese hijo de puta — gruñe Zayn — Lo mataré, carajo, lo haré hoy mismo.
Louis se detiene y Zayn hace lo mismo, el omega mira a su amigo con el ceño fruncido, claramente molesto.
— No harás tal cosa — regaña — Serás padre en unos meses, justamente por eso no quería decirte nada, no quería involucrarte, lastimosamente tengo tres alfas bocones.
— Tenían preocupaciones legítimas — increíblemente Zayn los defiende — Aunque es cierto, son chismosos.
El omega reanuda la caminata, está pensando tantas cosas, tratando de idear un plan, también tiene que contárselo a sus alfas, tratar de evitar que Zayn mate a alguien, todo es tan cansado.
— No estás solo — le recuerda Zayn, al ver lo preocupado que está su amigo — Tienes a tus alfas, me tienes a mí, también está tu familia, ustedes los Tomlinson bien podrían formar un pequeño ejército.
— No sé qué hacer — Louis confiesa — Hay momentos en los que pienso que he puesto en peligro a tres hombres maravillosos, sin razón aparente, no es justo que estén en peligro solo porque se han unido a un omega.
— No cualquier omega — recuerda Zayn — Eres tú y si mal no recuerdo, fuiste completamente honesto sobre la situación, sabían en lo que se metían.
— Son alfas estúpidos, debieron huir en ese momento.
— Pero te aman y no puedes mandar en sus corazones.
Louis no dice nada, solo camina sin dirección exacta, Zayn lo sigue de cerca. El alfa se preocupa, no quiere ni imaginar lo que está sintiendo. Él se volvería loco si alguien amenazara a Liam o Niall, el tan solo pensar en eso hace que el miedo y la irá recorran su cuerpo.
— Pensaré en algo — dice Louis tiempo después — Ahora solo quiero a mis alfas, quiero tenerlos a mi lado y saber que están seguros.
— Ve — empuja el alfa — Eso te hará sentir mejor.
Louis asiente y sonríe cuando ve a su amigo dándole un saludo formal, con la postura rígida y la punta de los dedos a la altura de la sien.
— Conduzca con cuidado, Capitán Tomlinson — dice el alfa.
El omega se dirige al estacionamiento, con el uniforme puesto. Mientras enciende su vehículo, llama a cada uno de sus alfas y les pide que vayan a casa, ninguno tiene objeciones.
El vehículo sale de la ciudad, ahora la carretera vacía y los grandes árboles son lo único que están a la vista, aunque la tranquilidad dura poco. Louis ve por el espejo retrovisor el auto negro que viene detrás.
— Mierda.
No tiene a donde ir, no hay calles o entradas, solo la autopista y el bosque, piensa en conducir hacia el bosque, bajar antes de que le disparen y correr, pero es un plan con muchos riesgos, nada le asegura que no va recibir una bala en cuanto salga del vehículo.
Mientras masculla maldiciones, con una mano abre la guantera para asegurarse de que su arma está ahí, saca la pistola y la pone sobre su muslo, palpa la daga que está en el cinturón de su pantalón y aunque solo sería útil en un combate cuerpo a cuerpo, sentir el arma, el regalo de sus alfas, lo tranquiliza.
Vuelve a ver el espejo retrovisor y el vehículo sigue atrás. Acelera solo para confirmar si lo están siguiendo y efectivamente ese es el caso, el vehículo negro también aumenta la velocidad.
El omega toma su celular y llama a Zayn, pone el altavoz y en cuanto su amigo contesta, habla con toda la calma que puede reunir.
— Me están siguiendo — dice.
"¡¿Dónde estás?!, ¡Puedo llegar a ti!" el alfa grita por la línea, hay un poco más de ruido así que Louis supone que está corriendo.
— No tengo muchas opciones, conduciré hacia los árboles y correré al bosque — suelta el suspiro que estaba conteniendo — Si me disparan no podré llegar muy lejos, si corren tras de mí, entonces lucharé con ellos — oye el gruñido de Zayn — Si me matan, sabes quién es el culpable, así que el regalo de la boda que no podré tener, será que mates a Matthew Miller.
"Escucha, Louis, solo sigue conduciendo, estoy en camino" el sonido de un motor encendiéndose, le hace saber que Zayn viene a su búsqueda.
— No llegarás a tiempo, Zee — ve que el auto negro se acerca más — Solo júrame que mantendrás a mis alfas a salvo.
"Mierda" gruñe Zayn "No seas estúpido, es a ti a quien necesitan, no a mí"
— Y por eso lucharé, no caeré fácilmente, pero necesito que jures protegerlos.
"Lo haré" dice el alfa con convicción "Los protegeré"
Louis siente un peso menos en sus hombros, pisa el acelerador más fuerte, el vehículo va a 140 km por hora, el otro auto está cada vez más cerca.
— Gracias, Zee. Ahora debo colgar, tengo cosas que hacer.
Corta la llamada antes de que Zayn pueda responder algo. Piensa unos segundos antes de marcar otro número.
"Pastelito" la voz de Edward lo hace sonreír levemente "Estoy camino al estacionamiento, las niñas de pediatría querían que les lea una historia, pero llegaré pronto a casa"
— No te preocupes, alfa.
Sus siguientes palabras mueren en su lengua cuando el vehículo negro impacta por detrás. Louis masculla y tira el celular al asiento del copiloto, pisa el acelerador y se aleja. Oye la voz preocupada de Edward por el altavoz.
"¿Omega, estás bien?, ¿Qué fue eso?" pregunta el alfa frenéticamente.
— Eso fue un auto chocando contra el maletero — el gruñido de Edward envía una corriente por su columna vertebral, el sonido vicioso es tan primitivo que no le sorprende que tenga tal efecto aun cuando no están cara a cara.
"Mataré al imbécil" sisea Edward.
— Escucha, amor — Louis llama su atención — Solo mantén la calma y escucha lo que tengo que decir — respira profundamente antes de hablar — Me están siguiendo, probablemente quieran matarme o secuestrarme, tengo un plan, pero no sé si funcio...
Sus palabras se cortan por los gritos y maldiciones de Edward. El alfa va desde palabras tranquilizantes hasta promesas sangrientas.
— Te amo — dice el omega y eso parece calmar al alfa — Confía en mí, todo estará bien. Recuerda quien soy.
"No es momento de presumir" masculla el alfa.
— Oh, pero sabes que me encanta — mira que más adelante, al costado de la carretera hay una entrada — Oye, Doctor Styles.
"Estoy saliendo de la ciudad, dime dónde estás"
— Me gustan tus estúpidos apodos.
Louis agarra su arma y gira bruscamente el vehículo hacia la derecha, el camino es corto y por la velocidad con la que conduce, apenas logra frenar antes de chocar contra un árbol, baja del vehículo y corre.
Logra escuchar los crujidos de las ramas y las hojas secas, calcula que al menos son 4 hombres. Su corazón late salvajemente, pero continúa corriendo, los disparos no tardan en llegar, ninguno impacta contra él, pero pasan demasiado cerca.
A la distancia hay un gran árbol tirado en medio, la adrenalina fluye por sus venas, el omega corre a toda velocidad y salta. Una bala roza su brazo y lo hace sisear, aterriza dramáticamente, la sangre fluye hacia abajo, manchando su mano con sangre, los segundos perdidos le pasan factura cuando se levanta y ve armas apuntándole de frente.
— Hola, caballeros — saluda — ¿Se perdieron?
Notes:
“Eres una buena persona, pero no está de más recordar que no todos son como tú”
Chapter 47: Capítulo 46
Notes:
Nuevo capítulo, espero que estén bien y hayan tenido buenas semanas.
Solo quiero decirles que amo leer sus comentarios así que no duden en dejarlos.
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Chapter Text
La mansión está sumida en un silencio sepulcral. No hay ruidos, ni siguiera el de las respiraciones. Nadie se mueve, todos esperan la inminente explosión. Arthur sonreiría al ver las expresiones de los alfas de su primo, pero la situación es tan tensa que no puede hacerlo.
— Déjenme ver si entendí — Magnus masculla las palabras — Hay una mafia peligrosa en busca de mi hijo para matarlo, y como si eso no fuera poco, dicen que Miller lo ha secuestrado.
— Sí señor — confirma Edward.
Diversas maldiciones se escuchan en la habitación, los primos de Louis están presentes. Los trillizos no saben cómo es que llegaron tan rápido.
Hace apenas unas horas, Zayn encontró el auto de Louis al costado de la carretera, siguió el rastro y encontró un cuerpo en el bosque, el hombre tenía indicios de haber sido apuñalado, había diversos cortes en su cuerpo. Minutos después Edward llegó, el alfa estaba frenético, contacto a sus hermanos y decidieron que lo mejor era buscar ayuda, lo que los lleva a este momento.
— ¿Por qué no nos lo dijo? — pregunta Robert, uno de los gemelos.
— Louis no quería involucrar a más personas — Zayn salta en defensa de su amigo — Lo último quiere es que se preocupen.
— Mi cachorro — dice Marcos — Siempre pensando en los demás antes que él.
— ¿Qué vamos a hacer? — Harry susurra — ¿Dónde buscamos a mi omega?
— Maldición — gruñe Magnus — Síganme.
El alfa se pone de pie y sale de la sala, todos lo siguen, caminan por los pasillos. Los trillizos ven cuadros y fotos por las paredes, Louis es el protagonista de todas. Marcel casi llora cuando ve a un pequeño Louis con una corona de flores y manchas de barro en la mejilla. Malditamente tierno.
El alfa mayor se detiene frente a dos grandes puertas de madera, al costado, empotrado en la pared, hay una pequeña pantalla. Magnus digita una serie de números y las puertas se abren. La madera es una fachada, en realidad las puertas son de acero.
La habitación está muy bien iluminada, el piso tiene una gran alfombra, hay un gran escritorio de cedro y varias computadoras, también una pantalla plana al lado izquierdo, frente a los sillones. Al lado derecho hay varias armas en exhibición, desde pequeños revólvers hasta metralletas.
— Tío — silva uno de los alfas — ¿Por qué nunca me hablaste de esto? Bien podría esconderme aquí cuando mi omega está enojada.
Magnus no responde, solo entra a la habitación y Marcos lo sigue, el alfa les dice que entren y lo hacen rápidamente. Algunos se sientas en los sillones y otros inspeccionan el lugar, ven las armas y conversan.
Los trillizos se sientan fuera de lugar, nunca han visto tantas armas juntas. Saben que Louis tiene un par en casa, pero nada comparado con esto. Además, no saben qué hacer, no tienen un plan, maldita sea no saben ni cargar un arma. ¿Cómo mierdas van a ayudar a su omega?
— Siéntense muchachos — les dice Zayn — Tenemos que pensar en algo.
Edward asiente en dirección del alfa y camina hacia los sillones, sus hermanos están unos pasos detrás. Cuando los alfas se ubican en los sofás, la gran pantalla frente a ellos se ilumina y proyecta un mapa satelital.
Todos dejan sus conversaciones y lo que sea que están haciendo para mirar. Marcos se para al lado de los trillizos y Magnus camina hacia el centro, tiene un iPad en la mano y está escribiendo, murmura un par de cosas y luego el mapa se acerca más a la ciudad, segundos después, un punto rojo brillante aparece.
— Louis tiene un chip rastreador — habla Magnus — Está en el implante falso de un diente.
— Joder — Zayn está impresionado, ese tipo de tecnología es costosa.
— Lo tiene desde que entró al ejército. Aceptó porque quería que nos sintiéramos más tranquilos — cuenta Marcos.
— ¿Entonces está ahí? — Edward habla — ¡Vamos a buscarlo!
El alfa se pone de pie, pero Marcos pone una mano en su hombro y lo detiene.
— Cálmate y escucha, muchacho.
Edward vuelve a sentarse, Marcel pone una mano sobre su rodilla y la acaricia, tratando de tranquilizar a su hermano.
— Lo que ven en la pantalla es el último momento donde el rastreador emitió señal — Magnus continua — Eso fue hace una hora, así que hay dos opciones, le sacaron el rastreador o está bajo tierra.
— ¿Está muerto? — chilla Harry, su rostro completamente pálido.
— Dioses, no — descarta Arthur — Es probable que esté en un sótano o un estacionamiento.
Harry suelta un suspiro de alivio, y sus mejillas se sonrojan, no puede creer que haya sido tan tonto, está muy avergonzado, es el compañero de un militar y no sabe absolutamente nada de estas cosas. El alfa acomoda sus rizos para tener algo que hacer con sus manos. Felizmente Zayn salva la situación.
— Si fue hace una hora, eso quiere decir que puede estar en cualquier lugar — comenta el alfa pelinegro — Aunque si esto es obra de Matthew, seguramente está haciendo las cosas a su manera. Así que lo más probable es que aún esté en la ciudad.
— ¿Qué quieres decir? — Magnus pregunta.
— Lo más seguro es que no sepa que Louis nos contó sobre él. Debe pensar que nadie más lo sabe y que está libre de sospecha. Así que continuará con normalidad, seguirá trabajando y llevando su rutina. Eso quiere decir que no puede sacar a Louis de la ciudad.
— Porque lo quiere cerca — completa Arthur.
— Exactamente. Así que tenemos que buscar en un radio de 5 kilómetros de la última ubicación.
— Debemos llamar a la policía — habla Marcel — Podrían ayudar.
Una risa sarcástica se escucha y los hombres ven a dos mujeres alfas entrar a la habitación. Son altas y delgadas, el cabello pintado de un rubio platinado que esta peinado en un cuidadoso moño, visten un típico uniforme militar, con botas negras y todo.
— Querido — dice una de las mujeres — En esta habitación tienes a un coronel, militares, marinos y policías. Todos especializados en cosas que ni siguiera has escuchado. Estamos más que calificados para encargarnos de esto nosotros mismos. ¿Verdad, tío?
— Así es. Esto queda aquí, nada sale de esta habitación — sentencia Magnus.
Después de eso, el alfa procede a gritar órdenes. Algunos están encargados de investigar la vida de Matthew Miller, necesitan saber todo, con quienes se relaciona, quienes son sus compañeros (en caso de tenerlos), donde vive, que propiedades posee. Absolutamente todo.
Zayn y los gemelos, Mason y Robert, son los designados para seguir a Matthew. Por lo que tienen entendido, el Mayor está en una base cercana y es hacia donde se dirigen.
Las alfas y otros primos más, los trillizos no tienen idea de cómo se llaman. Están encargados de revisar la zona donde el rastreador estuvo activo, para que puedan reducir el área de búsqueda. Tienen que revisar estacionamientos, edificios vacíos, cualquier lugar donde puedan tener a Louis.
El trabajo de Magnus es el más complicado. Tiene que enseñar a los trillizos a usar armas, es necesario que sepan, no solo para proteger a Louis, sino también a ellos mismos.
— Tú deberías ser perfecto para esto — le dice Magnus a Edward — Tienes buen pulso y la puntería no debería ser un problema.
— Nunca he tocado un arma — confiesa el alfa.
— Toma — Magnus le entrega una pistola. Edward la sostiene y la observa, la mueve de una mano a otra para sentir su peso — Es automática, puedes hacer 9 disparos consecutivos, antes de cargarla nuevamente.
El alfa le enseña como cargarla. Marcel y Harry miran de cerca. Es Marcel quien se anima primero y busca otra arma. Harry un poco más temeroso hace lo mismo que su hermano.
— Lo más seguro es que no vayan con nosotros — dice Magnus, antes de que Edward pueda discutir eso, el alfa continua — Pero sé que quieren ayudar a su omega. Así que solo les diré que nunca duden, un segundo les puede costar la vida. Si hay alguien frente a ustedes, solo apunten y disparen.
— Entendemos que es complicado — Marcos se acerca a ellos y les habla — Todo esto es nuevo y no han tenido tiempo de asimilar nada, pero esto es lo que tiene que hacer por su omega. Para que mi hijo vuelva a casa.
— Haremos cualquier cosa por Louis — dice Harry — Mataré por mi omega si tengo que hacerlo.
Marcos les da una simple sonrisa. Luego les pide que lo acompañen para que puedan practicar, hay una puerta a la derecha que los lleva a un salón de tiro.
La noción del tiempo les juega una mala pasada, no es hasta que el estómago de Arthur gruñe, cuando se dan cuenta que son más de las 7 de la noche. Magnus les indica el mini bar y las reservas de comida enlatada que tiene. Comen en relativo silencio, solo conversaciones cortas que en su mayoría consisten en los pequeños hallazgos que han tenido.
Es así que Daniel (ahora los trillizos recuerdan su nombre), informa que la compañera de Matthew, una alfa llamada Amber, falleció hace 6 meses en un accidente automovilístico, la pareja no tenía un omega, así que Matthew quedó solo. O bueno, lo estaba, hasta que hace 2 meses, conoció a una omega, de nombre Verónica, la mujer vive en Italia, así que eso explicaría los vuelos constantes del alfa al país.
Pero es claro para todos que esa no es la verdad. En primer lugar, está prohibido que un solo alfa corteje a una omega, las leyes son claras, de dos a cuatro alfas es lo permitido. Así que probablemente la mujer es solo una pantalla. Ahora la pregunta es ¿Por qué viaja?
Su posible conexión con la mafia, es una de las teorías, pero no encuentran el vínculo, aún.
Un alfa corpulento, llamado Damian, es quien les da esperanzas. Encontró varias propiedades a nombre Matthew, pero la mayoría están fuera de la ciudad o del rango de búsqueda, solo hay dos que coinciden. Pero también hay una propiedad a nombre de Amber, una casa que heredó de su padre y que ahora aparentemente está abandonada.
— ¿Podría estar ahí? — pregunta Marcel.
— Es probable — responde Magnus — Pero no quiero dejar nada a la suerte. Debemos revisar los tres lugares, simultáneamente.
— ¿Entonces nos dividiremos? — pregunta Arthur.
— Lo haremos.
Una hora después, tres camionetas completamente blindadas salen de la residencia Tomlinson. La primera se dirige a la casa abandonada que pertenecía a Amber, el equipo está conformado por Magnus, Edward y Josua. La segunda camioneta va a otra propiedad, allí van Marcel, Arthur, Daniel y Reese. En la tercera camioneta van Harry, las gemelas y Damian.
Zayn llamó antes de que salieran y les informó que Matthew fue a la base pero que volvió antes, probablemente se cruzaron en el camino, pero no se dieron cuenta. Así que mientras más rápido actuaran mejor.
Las camionetas se separan, pero los equipos mantienen constante comunicación. Magnus se siente seguro, sus sobrinos están muy bien preparados y son capaces. Lo que le preocupa es la seguridad de los alfas de su hijo, pero ya hizo lo que podía, ahora solo puede esperar lo mejor.
— Tío — llama Daniel mientras conduce — ¿Matarás a Matthew? — pregunta con cautela.
— No planeo dejársela tan fácil.
— ¿Qué quiere decir? — Edward pregunta.
— Haré algo mucho peor que matarlo. El malnacido deseará jamás haber nacido. Pobre imbécil, no sabe con quién se está metiendo — escupe Magnus con odio.
Después de eso, solo hablan para comunicar a los otros equipos su ubicación y avance.
El segundo vehículo es el primero en llegar a la ubicación señalada y espera a que los otros dos lleguen a su destino antes de ejecutar el plan.
— ¿Asustado, primito? — pregunta Damian a Harry.
— No, solo preocupado — responde el alfa — Quiero tener a mi omega en mis brazos.
— Lo tendrás, te lo aseguro.
Cuando les informan que ambos vehículos llegaron y están en posición, ellos hacen los mismo. Harry se acomoda el chaleco antibalas y le quita el seguro a su arma. Entraran a una pequeña casa, el vecindario parece tranquilo, las luces están apagadas, solo hay una farola encendida.
— Aquí L3 — llama Damian por la radio.
“Aquí L1” responde Arthur
“Aquí L2” dice Magnus
— L3, listo para entrar.
Los otros dos equipos confirman y se ponen en marcha.
Damian y una alfa, saltan la cerca y avanzan hacia la parte de atrás. Harry y la otra alfa avanzan hasta la puerta principal. En segundos la mujer, abre la puerta e ingresan, no hay nadie en la sala, tampoco en la cocina. Damian les indica que suban al segundo piso mientras él y la otra mujer van al sótano.
Harry sigue a la alfa escaleras arriba, solo hay dos habitaciones y un baño pequeño. Todos están vacíos, al bajar las escaleras se encuentra a Damian y a la mujer en la sala.
— Vacío — confirma el alfa.
“Vacío” dice Arthur.
“¡Vacío, mierda!” gruñe Magnus.
Y Harry se quiebra, el alfa ha estado conteniendo sus emociones todo el día, ha tratado de ser fuerte y valiente por su omega, por sus hermanos, pero ya no puede más. Cae de rodillas y oculta su rostro en sus manos, sus sollozos son desgarradores. Llora no solo por la abrumadora situación, llora también porque acaba de perder a su omega, no puede sentir sus emociones, pero es como si su vínculo con Louis ha sido roto.
[…]
No sabe a dónde se dirige, siente que ha estado corriendo por horas, pero probablemente solo han sido minutos. Sus muslos queman y no siente los pies. Aun así, no se detiene, porque su vida depende de ellos. Si quiere volver a ver a sus alfas, a su familia, tiene que seguir corriendo.
Pone una mano en su costado y sisea por el dolor, una bala le ha rozado, gruñe de cólera y acelera el paso. Ya no escucha pisadas detrás pero no está seguro, siente que aún lo siguen.
Sin saberlo logra vislumbrar un borde, hay una carretera más adelantes, así que corre más rápido, un poco más, se dice. Al llegar a la carretera se detiene al borde, mira sobre su hombro y confirma que no hay nadie siguiéndolo.
Pero nada es tan fácil, como parece. Siente el líquido caliente que baja por sus piernas, palpa sus costillas y abdomen para que compruebe si hay alguna herida más pero no la encuentra. Palpa su trasero sobre la tela de su uniforme y siente la humedad. Con el corazón desbocado lleva sus manos a la vista y mira la sangre.
No ha sido atacado sexualmente, así que solo queda una opción, antes de siguiera parpadear una vez más, su vista se vuelve borrosa y cae al pavimento.
Notes:
"La temida oscuridad muchas veces nos da paz, solo no te acostumbres, recuerda que la luz es más bonita"
Chapter 48: Capítulo 47
Notes:
Hola amores, estoy de vuelta con un nuevo capítulo.
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Chapter Text
La primera vez que abre los ojos, todo es demasiado brillante, parpadea suavemente para acostumbrarse a la luz, su cabeza palpita dolorosamente, pero es una batalla difícil, pronto sus ojos se cierran nuevamente.
La segunda vez que despierta, está más alerta, escucha el pitido de la máquina que registra sus signos vitales. Cuando levanta la mano, ve la vía intravenosa que se encuentra ahí. Intenta hablar, pero su lengua se siente pesada, no puede formular ninguna palabra y apenas registra el suave susurro en su oído.
— Hola, amor — dice una suave voz, siente la tibieza de los labios que dejan un beso en su sien — ¿Puedes oírme?
Louis vuelve a intentar hablar, pero solo algunos ruidos salen de sus labios, así que se conforma con mover la cabeza para asentir.
— Está bien, no te preocupes — habla otra voz, el omega gira levemente para ver a otro hombre rizado, apoyado contra la pared — Duerme un poco, la próxima vez que despiertes, todo estará mejor.
Quiere discutir, preguntar cómo llegó aquí, quienes son estos hombres, pero no puede hacerlo. La voz que usó el alfa fue clara, una orden para su omega, así que solo cierra los ojos y el sueño invade sus sentidos.
La tercera vez que despierta, se siente mejor, ya no le duele la cabeza, ni los ojos por la luz, pero siente la garganta seca, así que sus primeras palabras son para pedir agua.
— Bebe, cariño — dice una tierna voz. Louis levanta la mirada y ve a su Marcel, le tiemblan las manos cuando agarra el vaso de plástico, pero se apresura a beber su contenido.
Cuando termina, su alfa acaricia el dorso de su mano y Louis vuelve a acostarse en la cama. Marcel le sonríe y Louis refleja el gesto, se miran por un tiempo más. El omega aun está cansado, pero se siente seguro al lado de su alfa. Aunque se pregunta dónde están los otros dos, ¿les pasó algo?
La puerta de la habitación se abre y los saca a ambos de su burbuja. Edward y Harry se acercan rápidamente a su omega y besan sus mejillas. Louis suelta una pequeña risita que se convierte en un jadeo cuando Harry muerde su marca de vinculo. El omega cierra los ojos y cuando los vuelve a abrir se siente mareado, pero también más ligero, como si todo se hubiera solucionado, como si lo que le faltaba ha sido completado.
— Imbécil — le gruñe Edward a su hermano y lo aleja de su omega — Su cuerpo aún está débil. Podrías haberle inducido una caída.
— Mío — gruñe Harry — Mí omega.
El alfa tiene los ojos negros, su mirada fluctúa entre su hermano y el precio omega que tiene la mirada perdida, pero una sonrisa tonta pinta sus rasgos. Ese es el omega de Harry, el omega que creyó haber perdido, con quien perdió su conexión. No iba a dejar que nadie los separara, sería la sombra del hombre pequeño, no lo perdería de vista.
Su precioso omega ojiazul, quien lleva a sus cachorros en el vientre.
Cuando creyó que su vínculo con Louis estaba roto, todo a su alrededor dejó de importar, no había nada que lo ayudara con el dolor agonizante de no sentir a su omega. Su omega secuestrado y quien sabia en dónde. Harry había perdido la esperanza. Ahora viendo a su omega frente a él, se avergüenza de haber pensado lo peor.
Pero en aquel entonces, todo su mundo tembló, su cuerpo débil y frágil fue levantado bruscamente por Damián quien lo había mirado a los ojos y le había dicho con toda seriedad que, sino volvía a sus cabales y se recuperaba, en cuanto encontraran a Louis, le iba a decir que se había vinculado con un alfa débil.
Y Harry podría sr cualquier cosa, menos débil. Así que respiro hondo secó sus lágrimas y le preguntó a Damián que es lo que harían a continuación.
Fue Magnus quien les dio buenas noticias. Sin que nadie supiera, le ordenó a gente de su confianza que rondara por algunos lugares, lugares que ninguno de ellos podía cubrir. Fue así como uno de ellos, encontró a Louis tendido al costado de la carretera.
El omega fue llevado inmediatamente a la mansión Tomlinson, donde Marcos tenía todo lo necesario para ayudar a su cachorro. Todos estuvieron conmocionados al ver el estado en el que se encontraba Louis. Tenía cortes en los brazos, sus muñecas estaban rojas y eran visibles las marcas de sogas, tenía el labio partido y marcas rojas por los brazos y muslos, marcas que se volverían moretones en poco tiempo.
Todo era tan claro, el omega había luchado por su vida.
Cada alfa en el lugar, sentía su sangre hervir. Que los Dioses se apiaden del culpable porque los Tomlinson y los Styles desatarían el infierno.
El omega fue tratado con sumo cuidado, su padre se encargó de ello con la ayuda de Edward. Ambos doctores curaron sus heridas y lo mantuvieron estable. Fue Edward quien se dio cuenta de la perdida de sangre de su omega, el shock le duró apenas unos segundos porque tuvo que actuar rápidamente.
Mandó a traer un ecógrafo del hospital para que pudiera confirmar sus sospechas. Las cuatro pequeñas manchas fueron todo lo que necesitó para romper en llanto. Sus hermanos tuvieron la misma reacción, como era de esperarse.
A partir de ahí las horas se hicieron largas y cansadas, todos velaban el sueño del omega, esperando a que despierte y vuelva a sonreír. Necesitaban que lo hiciera. Felizmente fue así.
— Sí, idiota, es tuyo, pero tienes que controlarte — sisea Edward.
Harry le gruñe a su hermano y luego se acerca para abrazar a su omega. Se acomoda junto a Louis en la cama, besa la marca y lame las pequeñas gotas de sangre. Y Louis ronronea, sorprendiendo a todos pero también haciéndolos inmensamente felices.
— Agradable — dice Louis, casi susurrando — Alfa agradable.
— Te amo — le recuerda Harry.
Louis se acurruca más en el pecho de su alfa, esconde su rostro en el cuello de Harry pero sale de su escondite segundos después, mira a sus otros alfas, ellos se apresuran y se acurrucan junto a la pareja.
— Solo un poco más — habla Louis — Luego tengo que cazar a ese cerdo.
— No — dice Edward, su voz es fuerte y no deja espacio a discusión — No dejaré que hagas eso — no está enojado, solo impactado por la terquedad de su omega.
— ¿He pedido tu permiso, alfa? — Louis arremete, volteando su cuerpo para que pueda ver los ojos de Edward.
— ¿Crees que dejaré que corras hacia el peligro cuando llevas a mis cachorros en tu vientre? — Edward gruñe.
— ¿Qué? — es la pregunta ahogada de Louis.
Los alfas se congelan, porque jamás se les cruzó por la cabeza que Louis no supiera sobre el embarazo, el omega tiene un mes de gestación, es casi imposible que no supiera aún. Mucho menos Louis, que es tan inteligente y está en contacto con sus instintos.
— Repítelo — pide el omega — Vamos, dilo de nuevo.
— Omega — Harry intenta agarrar el brazo de su omega, pero Louis se sienta en la cama y se sacude.
— Louis — Edward se acerca para abrazarlo, el omega se aleja y choca con el cuerpo de Harry.
— Salgan — pide. Los alfas solo lo miran, ninguno se mueve — ¡Joder, salgan! — grita.
Los trillizos bajan de la cama, se miran entre ellos y a su omega. Edward sacude la cabeza y sale, sus hermanos lo siguen de cerca. En todo ese tiempo, Louis no los mira, la noticia es demasiado impactante para siquiera notar algo más.
El omega solloza, se acurruca en la cama, pega sus rodillas a su pecho y gime por el dolor en su cuerpo. No hay nadie que lo consuele. Él lo quiso así, porque necesita estar solo, llorar, de miedo y alegría, no lo sabe aún, sus emociones se arremolinan, no piensa y siente con claridad.
No sabe por cuánto tiempo las lágrimas se derraman y mojan la almohada, le duele la cabeza y le arden los ojos. Es así como su madre lo encuentra. Alicia corre ha abrazar a su hijo. Louis llora como un cachorro en los brazos de su madre, el aroma floral de la omega lo tranquiliza un poco y llora aún más, porque eso es lo que hacen las madres, cuidar a sus cachorros y eso lo entristece.
— Todo está bien, cariño — le dice su madre — Tranquilo.
— Estoy embarazado — decirlo en voz alta solo reafirma lo que tanto teme.
— Lo sé, pero está bien, sé que los amarás.
— ¿Los?, ¿Son más de uno? — el omega mira a su madre con los ojos llorosos y asustados.
— Son cuatro — dice Alice.
Louis llora más fuerte. Alice nunca lo ha visto llorar tanto y la asusta. Su cachorro siempre está en control, mostrándose fuerte y decidido. Jamás deja que alguien lo vea tan vulnerable, ni siquiera a ella, y verlo ahora, así, llorando a mares en sus brazos, la deja sin palabras y la apena. Sabe que, si su hijo no se calma pronto, podría sufrir otra caída, y eso no le haría bien a él ni a sus pequeños bebés.
Llama a los alfas de su hijo y segundos después los hombres se amontonan en la puerta, ven el estado de su omega y se acercan. Alice deja a Louis en los brazos de Marcel, los mira una vez más y ve que Louis se calma, así que los deja solos. Espera de todo corazón que todo mejore.
— Lo siento — dice Louis con la voz entrecortada — Lamento haberles gritado. Lo siento mucho.
— Está bien — acepta Harry — No te preocupes.
— No está bien — repite Louis — No debería reaccionar así.
— Tienes razón — concede Edward — Pero también entendemos el porqué.
Los alfas abrazan a su omega y Louis corresponde sus muestras de afecto. Porque, aunque se encuentre tan confundido, lo único real que siente es el amor por sus alfas, no puede hacer nada más que amarlos a cambio.
— Lamento no haber tenido tacto al darte la noticia — dice Edward — Pensé que lo sabías.
— No lo hacía — Louis le sonríe levemente a su alfa, le incomoda saber que su alfa se siente culpable cuando no tendría que hacerlo — No tenía ni idea, pero recuerdo que antes de desmayarme sangré.
— El sangrado es común en las primeras semanas del embarazo, sumándole el estrés por el que atravesaste y el cansancio, lo complicó más, pero están bien. Los cuatro fetos se encuentran estables — explica Edward.
El alfa intuye el motivo de la reacción de su omega a la noticia inicial. Es consciente, porque ya lo hablaron, Louis no quiere tener hijos, al menos ahora. Y lo entiende, la situación es complicada, y lo que ocurrió hace unas horas es un mero recordatorio. Así que Edward trata de mostrarse lo menos apegado posible, porque no quiere que su omega sienta que está condicionado a algo.
— Sabemos que esto estaba fuera de nuestros planes — dice Marcel — Ninguno querría que tu embrazo se dé en esta situación.
— Apoyaremos cualquier decisión que tomes — habla Harry y besa el cabello de su omega.
— Te amamos — dice Edward — Y estaremos contigo pase lo que pase.
Louis asiente levemente y abraza a Edward, su alfa lo acerca más a su cuerpo. Marcel también se acerca a su omega, y Harry abraza a su hermano. Los cuatro están apretujados en la cama, pero lo importante es que están juntos. Los alfas liberan feromonas para que la habitación sea más relajante y pronto su omega suspira y se relaja, minutos después está dormido.
— Se ve tan pequeño y frágil — Harry rompe el silencio.
— Nuestro pequeño omega — dice Marcel, el alfa besa la nuca de su hermano — Pero no es frágil, es más fuerte que nosotros juntos.
— Eso es cierto — Edward sonríe — Míralo, parece un ángel aún con ese corte en el labio. Nadie sabría a cuantos mató hace unas horas.
— No me lo recuerdes — Harry se estremece — Preferiría no pensar en eso.
Los alfas se quedan en silencio, sumidos en sus pensamientos, aunque casi sean los mismos, ninguno se atreve a decirlo en voz alta. Porque, aunque apoyen cualquier decisión de Louis, eso no quiere decir que no sentirán dolor. Probablemente no se compare al de su omega, pero, aun así, el solo pensarlo los entristece.
Será algo que hablarán con Louis, aunque no saben cómo hacerlo, no quieren influir en su decisión.
Notes:
"Tranquila, mantén la calma, todo saldrá bien"
Chapter 49: Capítulo 48
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El pequeño omega pelinegro camina sorteando a transeúntes descuidados y niños correteando. El mercadillo está lleno de ruido, las voces se esparcen por el lugar y suenan una encima de la otra. Una omega regordeta le ofrece queso fresco pero el omega le sonríe cordialmente y niega con la cabeza, continua su camino, se hace tarde.
El pequeño café se encuentra escondido en una de las tantas callejuelas de la ciudad, el omega ingresa al local y la campanilla suena, el beta que está en el mostrador le sonríe y se para más erguido.
— Buongiorno Lucas / Buenos días Lucas — saluda el beta — Come di solito? / ¿Lo de siempre?
— Sì grazie / Sí gracias — responde el omega — Francesco è in cucina? / ¿Francesco está en la cocina?
— È sempre lì, puoi entrare / Él siempre está ahí, puedes entrar — descarta el beta con un movimiento de manos.
El omega abre la pequeña puerta al costado del mostrador y se dirige a la cocina. Un alfa alto y musculoso, es lo primero que ve, el hombre trabaja con una masa, probablemente para alguno de los postres que ofrece el lugar. El omega ve el momento exacto en que siente su presencia, ve como su nariz se arruga ligeramente y olfatea el aire, segundos después el hombre voltea y le ofrece una sonrisa radiante.
— Buongiorno, Sole / Buen día, Sol — el alfa camina hacia el lavatorio y se lava las manos, agarra una pequeña toalla y se seca, en dos pasos está frente a frente del omega.
— Francesco — el omega le sonríe — ¿Cómo has estado?
— Tuve días de mierda, pero ahora que te he visto, todo está mucho mejor.
— Guarda las palabras bonitas para las personas con las que funcionan — el omega empuja al alfa y el hombre retrocede no sin antes darle besos en la mejilla al omega.
— Descarado, algún día conoceré a esos alfas tuyos y les exigiré un duelo, quien gana se queda con la principessa.
El omega rueda los ojos y camina hacia la mesa donde docenas de pastelitos se enfrían, agarra el que tiene glaseado verde y le da un mordisco. Mastica y frota su estómago, sus cachorros definitivamente aprecian lo dulce.
— Suponiendo que aún me quieran cuando vuelva, puedes hacer el intento — el omega intenta bromear, pero el alfa se da cuenta que hay cierta verdad en su declaración.
— Noi alfa siamo stupidi, ma amiamo il nostro omega / Los alfas somos tontos, pero amamos a nuestro omega — dice el hombre.
— No importa, ahora dime si tienes lo que te pedí — el omega corta la conversación anterior. No está dispuesto a soltar lagrimas frente a su amigo, al menos hoy no es uno de esos días.
— Por supuesto, tengo todo lo que pediste — el alfa camina hasta uno de los grandes cajones que hay en la cocina y saca un maletín negro.
— Gracias — el omega acepta el maletín, no se molesta en revisar el interior.
— Llámame si me necesitas, sabes que podría ayudar.
— Claro.
Ambos saben que es una mentira, el omega nunca llamará, demasiado terco para pedir ayuda, o quizá demasiado noble para involucrar a alguien más en lo que está por hacer.
El omega sale del café, con una bolsa llena de pastelitos y un maletín lleno de armas. Camina unos metros, pero se detiene al escuchar el grito de su amigo.
— Omega, olvidaste tu té — Francesco regaña.
— Lo siento.
El alfa niega con la cabeza, le entrega el vaso y le da otra de sus sonrisas radiantes, de esas que hacen que cualquier omega muestre el cuello, pero el omega solo se burla y continua su camino. Cuando se adentra nuevamente en el mercadillo, ve el nombre en el vaso.
Louis, la O tiene palitos, como el dibujo de un Sol.
[…]
Hace más de un mes que no ve a sus alfas. Huyó en cuanto pudo ponerse en pie sin marearse, corrió en cuanto supo que sus alfas habían ido a buscarlo, habían puesto su vida en peligro, y eso era lo último que quería.
Escapó cuando la noticia de su embarazo se asentó en su mente y proceso la idea. Durante los días de su recuperación, podía sentir la inquietud de sus alfas, podía ver como se abstenían de decir las cosas, él sabía de qué querían hablar, pero no estaba listo para hacerlo, así que solo se fue.
No hay día en que su alma no duela, en que su vínculo queme por la distancia, porque no solo se alejó de sus alfas, se alejó de los padres de sus cachorros. Es un mal omega.
Pero lo está intentando, se está esforzando mucho. Él va a lograrlo.
Louis entra al pequeño cuarto en el que vive, solo hay espacio para una cama, un baño y una pequeña mesa, es ahí donde deja el maletín y la bolsa de pastelitos.
Se quita los zapatos y se acuesta en la cama, agarra una de las prendas que están junto a su almohada, resulta ser un suéter, el de su Marcel, lleva la prenda a su nariz e inhala. Sus ojos rápidamente se humedecen, ya no hay rastros del aroma a almendras amargas, el aroma de su alfa.
Sabe que lo que hizo estuvo mal, es consciente de que sus acciones tendrán consecuencias, pero no podía quedarse y ver como su familia, sus amigos y sus alfas, arriesgaban todo por él. Está agradecido por el amor que le tienen y el sentimiento es mutuo, pero también sabe que nunca se perdonara si les llegase a pasar algo, no podría vivir con eso.
¿Qué haría su madre si llega a perder a unos de sus compañeros? ¿Qué harían las omegas de sus primos, sus hijos? ¿Qué haría Niall si a Zayn le pasara algo? ¿Qué haría él si pierde a uno de sus alfas?, la idea lo enferma.
Quizá nadie entienda sus motivos, quizá los juzguen, lo tachen de irresponsable por correr hacia el peligro, pero su decisión viene de un lugar de amor, aunque no quiera decir que todo el mundo lo entienda, y está bien con eso, está preparado para las consecuencias.
El omega solloza sobre la prenda, acerca sus rodillas a su pecho y esconde la tela bajo su barbilla, busca a tientas las otras prendas e intenta inhalar los olores tenues, aun con lágrimas en los ojos, coloca las prendas sobre su vientre, tiene una pequeña barriguita, que bien podrían confundir con grasa, pero son sus cachorros.
Buscó por muchas páginas cuando es que su vientre crecería y muchas decían que depende del cuerpo de cada persona, pero lo común era el cuarto y quinto mes, pero Louis iba a tener 4 cachorros, lo que sin duda se mostraría más temprano que tarde. Ahora con más de dos meses, los cambios en su cuerpo son más visibles, al menos para él, espera que nadie más lo note.
Cuando huyó esa noche dejando a todos atrás, lo primero que hizo fue contactar a Ben, sabía que era el único que podría ayudarle. Se quedó en su casa por una semana, mientras el hombre hacia todo lo posible para rastrear a Matthew, sabían que estaba en Italia, pero eso no era suficiente, tenía que saberlo todo.
Cuando los hombres que lo secuestraron lo encontraron en el bosque, mató a uno con su daga en segundos, pero ellos eran varios, además Louis quería saber si Mathew era el que estaba detrás de todo. Lo llevaron a una cabaña abandonada, no vio nada mientras lo transportaban, tenía los ojos vendados. El lugar era oscuro y la humedad estaba en el aire, sus captores eran demasiado tontos y jactanciosos, no les llevó ni una hora contar quien les había pagado, y Louis ni siquiera tuvo que amenazarlos, ellos hablaban entre sí.
No creían que el omega atado a la silla, fuera hacer algún otro daño, que rápido habían olvidado que hace solo unas horas había matado a un hombre con una daga. Louis fue rápido al soltar las ataduras, atacó a uno y dejó inconsciente a los otros, no esperaba que lo siguieran y cuando se dio cuenta de que lo hacían, solo pudo correr más rápido y despistarlos, al final lo logró, pero apenas.
Ahora sabía que Matthew fue quien les pagó para que lo secuestraran, pero aún no sabía cómo es que estaba al tanto de la Camorra.
Ben había hecho gran parte del trabajo, le contó a Louis que, desde el día de la misión, cuando fue demasiado obvio al dejar huir a ese criminal, no le dio muy buena espina, así que lo investigó. Ante la ceja levantada de Louis, Ben se apresuró a explicar la situación, porque Jesús, el hombre parecía estar al tanto de todo.
Ben había descubierto que antes de que Matthew ascendiera a Mayor, era Capitán en una base a las afueras de Nápoles, una ciudad de Italia. Y todo empezaba a cobrar sentido, la Camorra, la famosa organización criminal mafiosa, tenía su sede en Nápoles. Y no era tan extraño pensar que es ahí donde todo se vincula.
Ben trabajo día y noche para darle a Louis las respuestas que quería, y el beta lo logró. El Capitán Matthew Miller, tenía una investigación en su contra por tráfico de armamento militar, investigación que se archivó rápidamente, e incluso terminó con el ascenso de Matthew, aunque el alfa no se quedó en Italia, volvió a su ciudad natal y fue puesto a cargo de un equipo de élite, el equipo de Louis.
Es bien sabido que la Camorra no es solo un grupo de narcotraficantes, también son empresarios que incluso hacen obras para el Estado y sus clanes están inmersos en la política y ocupan cargos importantes. Entonces es sensato pensar que también están infiltrados en las ramas militares. Así es como recompensaron a Matthew.
Ben descubrió que Matthew viajó a Italia un día después de que Louis fuera encontrado. El hombre era demasiado cobarde para quedarse y enfrentarse a Louis y su familia, así que huyó. El alfa se oculta en una mansión en Nápoles, mansión que pertenece a uno de los sub jefes de la Camorra.
Louis fue a Italia después de saberlo todo, le pidió a Ben total discreción y se negó rotundamente a que el beta lo acompañe. Condujo por horas, tomó varios trenes, todo para evitar los aeropuertos, viajar por carretera es más sencillo si no quieres que te encuentren, después de tres días y haber tomado todas las medidas de seguridad para no ser encontrado. Louis llegó a Nápoles, Italia.
Pagó con efectivo el alquiler del pequeño cuarto donde vive, e inmediatamente se contactó con un conocido en la ciudad. Francesco era un ex policía que se retiró para poner una cafetería en la ciudad que más amaba. Louis lo conoce desde hace años, se acostaron un par de veces, es un alfa guapo y Louis un hombre con buenos gustos.
El cuanto se vieron, el alfa supo que Louis ya no era un hombre disponible, aunque no sabía que el omega estaba en estado. Louis temía que si lo supiera no lo ayudara, es bien sabido que los omegas embarazados son intocables, si alguien los lastima, el agresor recibe sentencias duras. La pena de muerte es una de ellas.
Nadie se atrevería a hacer algo que ponga sus vidas en riesgo. Los omegas son escasos, es por eso que son más protegidos. Louis cuenta con ello, si algo le pasa, no caerá solo, ya tiene un plan listo que se pondrá en marcha si muere.
El omega se levanta de su siesta con los músculos adoloridos y dolor de cabeza, ahora es algo común, un omega no puede estar mucho tiempo lejos de sus alfas, peor aún si está embarazado. Y como cereza del pastel, Louis está demasiado estresado y ansioso, lo que es aún peor para su estado.
Camina hacia el baño y orina, para ser tan temprano en su embarazo, las ganas de orinar son más frecuentes, supone que son las consecuencias de tener 4 cachorros ahí.
— Pastelitos, pastelitos — tararea mientras se lava las manos — Los pequeños Pastelitos quieren pastelitos.
Ha empezado a llamarlos así, siente que los acerca más a sus padres, Edward seguro estaría feliz de escucharlo, o quizá se le ocurriría algún otro apodo tonto.
Al principio no estaba feliz con la idea de su embarazo, eso solo hacia todo más complicado y peligroso, pero ha tenido tiempo para pensarlo.
Está de acuerdo con el aborto, de acuerdo con los omegas que deciden hacerlo, porque es algo que deciden por voluntad propia y que es lo mejor para cualquier situación que están pasando. Sabe que cada ser humano es complejo y decide en base a sus propias experiencias y vida.
Sabe que un aborto viene de un omega que ha pensado, se ha informado y ha decidido hacerlo, porque sabe que es lo mejor para su vida.
Louis lo haría si no quisiera tener hijos, lo cual no es cierto, amaría ser madre. Louis lo haría si se interpondría en sus metas de vida o algo parecido, pero no es así. Solo pensó en hacerlo porque sería peligroso para sus cachorros, lo cual es entendible, pero por eso es que está haciendo lo que hace.
Eliminar cualquier obstáculo que se le cruce. Para que pueda traer al mundo, seres humanos que tenga una vida buena y feliz. Sino pensara que puede darle eso a sus cachorros, entonces no los tendría.
El omega se sienta en la cama y saca un pastelito más de la bolsa, gime gustosamente por el sabor, Francesco es un buen pastelero. Toma el maletín de la mesa y lo pone a sus pies, en el interior hay una metralleta, dos pistolas, cuatro granadas, dos walkie talkies (para que Francesco piense que tiene apoyo) y muchas municiones.
Louis termina el pastelito y saca la metralleta. Toda la tarde engrasa las armas y se asegura de que no tengan ninguna falla, los carga con municiones, y las vuelve a poner en la maleta. Planea dar un paseo mañana.
Su teléfono desechable suena cuando está por agarrar otro pastelito.
— ¿Pasó algo? — pregunta, solo hay una persona que tiene su número.
“Preguntaron por ti otra vez” dice Ben.
Sus alfas, Louis sabe que sus alfas han estado buscando a Ben y exigiéndole respuestas. El beta no les ha dicho absolutamente nada, pero sus compañeros no son tontos, saben que solo podría haber acudido a él.
— ¿Les dijiste algo? — él sabe que no, pero quiere seguir escuchando sobre ellos.
“No, pero Louis, están sufriendo demasiado, el que tiene el cabello largo estaba a punto de arrodillarse y rogarme que le dijera algo”
Harry, joder, su Harry.
— Terminará pronto, lo haré mañana.
“Puedo ir” ofrece Ben “Déjame ayudarte”
— ¿Sigues bloqueando que mi padre rastree el chip? — Louis cambia de tema.
“Claro, supuestamente estás en 5 ciudades al mismo tiempo”
— Gracias Ben, debo irme.
Louis tira su teléfono sobre la cama y se pone sus zapatos. Necesita salir, afuera está oscureciendo y tiene hambre, quiere comer algo delicioso, alimentar a sus cachorros. Quien sabe y esta podría ser su ultima cena.
Notes:
"El cielo es más bonito en tus ojos"
Chapter 50: Capítulo 49
Notes:
Faltan pocos capítulos para que la historia termine.
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(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
El omega se mueve sigilosamente por los arbustos de la mansión. Se oculta tras un gran árbol en forma de cupido. Un guardaespaldas camina frente por el frente, pero no nota a la persona detrás.
Ingresar a la mansión fue pan comido. Después de observar por unas horas y caminar fuera del perímetro, le permitió notar el punto débil del lugar, donde los guardias casi no pasaban. Ahora está adentro y, hasta el momento, todo va según su plan.
Louis camina a hurtadillas bajo los rosales, voltea un par de veces para detectar si hay alguien a la vista y, cuando confirma que todo está despejado, corre rápidamente por el césped hasta la esquina de la mansión. Se pega a la pared y, con facilidad, abre la puerta que está al lado.
En cuestión de segundos, está dentro de la gran casa. Abre la pequeña puerta a la derecha, que resulta ser el cuarto de servicio y entra. Exhala todo el aire que estaba conteniendo, pone una mano sobre su vientre. Es ahora donde comienza el trabajo sucio. Actualmente está en el ala este y tiene que llegar al ala oeste, donde sabe que está Matthew. Ya que el lugar tiene el doble de guardaespaldas, seguramente ahí se esconde un cobarde.
Sabe que será difícil llegar al lugar sin que nadie lo note; el lugar tiene mucho personal, además de los hombres que deambulan y que están sumamente armados. Pero este no es su primer rodeo, así que hará lo mejor que puede.
Revisa una vez más que la metralleta esta cómodamente sobre su espalda; una pistola descansa sobre el elástico de sus pantalones y la otra está en su mano derecha. En cada lado de su cadera, están dos granadas; una funda de cuero se envuelve en su muslo, donde su preciosa daga brilla. El omega está vestido completamente de negro, y el pequeño bulto en su vientre es visible.
Inhala y exhala un par de veces antes de girar el pomo de la puerta y salir nuevamente al pasillo. Camina unos metros hasta que escucha el ruido de pasos. Se esconde al costado de un estante hasta que una mujer vestida con uniforme de limpieza, pasa apresuradamente. El omega se pone de pie y mira su reflejo en el espejo que está sobre el estante; se ve muy bien, debe admitirlo, el negro oscurece sus ojos y sus mejillas tienen un bonito tono rosado.
Después de una última mirada a su reflejo en el espejo, continúa caminando. Escucha ruidos a la izquierda: hay personas jugando una ronda de póker en una mesa, beben y fuman, demasiado absortos en su juego. No notan la presencia del intruso. Louis camina a paso apresurado y pasa.
Avanza unos metros más sin toparse a nadie hasta que, adelante del pasillo, una puerta a la derecha se abre y sale un hombre corpulento. Mira al omega y antes de que logre sacar su arma, Louis le dispara en la pierna. El hombre gruñe y cae de rodillas; por el shock, tira su arma. El omega está a su lado en un segundo; con la cacha de su arma, golpea la nuca del sujeto y se desploma.
Louis agarra el arma del piso y corre. Sabe que los hombres distraídos de hace un momento escucharon el disparo. Afortunadamente, no hay nadie más adelante, así que entra por una de las tantas puertas, la cierra y recarga su frente. Cierra los ojos; su corazón late salvajemente.
Un momento después, escucha pasos apresurados por el pasillo; el sonido de puertas abriéndose y cerrándose lo hace moverse nuevamente. Mira la habitación en la que ingresó y corre hacia el armario, se esconde tras los largos abrigos y cierra la puerta. Por la rendija, puede ver a dos hombres entrando a la habitación; uno va hacia el baño y el otro revisa bajo la cama y alrededor.
— Non c'è nessuno nel bagno / No hay nadie en el baño — gruñe el hombre que fue a revisar el lugar.
— Anche qui / Aquí tampoco — dice el otro — Dove si nasconde il bastardo? / ¿Dónde se esconde el bastardo?
Ambos hombres miran en dirección al armario, y Louis contiene la respiración. En verdad, no quiere matar a ninguno de estos tipos, pero si no tiene otra opción, lo hará.
Uno de los hombres, un alfa, si el olfato de Louis no se equivoca, saca su arma y apunta en dirección al armario; su compañero lo imita. Louis masculla una maldición y acaricia su vientre antes de dar a conocer su presencia.
— Non sparare / No disparen — grita el omega, los hombres rastrillan sus armas, pero no disparan, el omega sale lentamente del armario, con los brazos en alto, su arma aun empuñada en una de sus manos.
— Guarda cosa abbiamo qui, Piero / Mira lo que tenemos aquí, Piero — dice el alfa — Un po' di omega / Un pequeño omega.
— Piccolo il tuo pene / Pequeño tu pene — se burla Louis.
— Dammi la pistola / Dame la pistola — gruñe el alfa.
Louis lanza el arma y toma por sorpresa a los hombres. Aprovecha los segundos de distracción y saca la otra pistola que tiene en su cintura. Le dispara al alfa en la frente; el hombre cae al asuelo con un ruido sordo, y su compañero mira estupefacto lo ocurrido. Louis le dispara en el hombro; el hombre grita de dolor.
— Portami dal tuo capo o farai come il tuo amico / Llevame con tu jefe o te irá igual que a tu amigo — ordena el omega, apunta su arma en la frente del hombre.
El sujeto se pone de pie y presiona con una mano la herida de bala en su hombro; la sangre mancha su camisa celeste. Mira al omega y asiente. Es claro que el hombre frente a él no bromea y no dudará en matarlo, así que planea hacer todo lo que le pida.
— Il signor D'angelo è in biblioteca / El señor D'angelo está en la biblioteca — informa el hombre.
— Come ti chiami? / ¿Cómo te llamas?
— Valentino.
— Anche l'uomo che stanno proteggendo è lì? / ¿El hombre al que protegen también está allí? — Louis pregunta.
— Sì signora / Sí señora — el hombre asiente efusivamente.
Louis hace una mueca al escuchar que lo llama señora, los italianos y sus costumbres. Para ellos, no es importante si el omega tiene pene o vagina, siempre serán señoras, damas, señoritas y cualquiera que les parezca adecuado.
— Fai strada, Valentino / Dirige el camino, Valentino.
El hombre camina lentamente hasta la puerta y Louis lo alcanza. Pone el arma en la espalda del sujeto y abre la puerta. Afuera hay al menos una decena de hombres; todos apuntan al omega.
— Non pensarci nemmeno / Ni siquiera lo piensen — gruñe el omega — Fai un passo indietro o ti faccio saltare le cervella / Den un paso atrás o le vuelo los sesos.
Los hombres se miran entre sí y luego dan un paso atrás. Es bien sabido que las mafias italianas, en su mayoría, están conformadas por familiares, así que seguramente Valentino es uno de ellos. Louis agradece que no puedan ver el cuerpo del alfa que está dentro de la habitación.
El omega les ordena que se queden atrás y los hombres obedecen. Probablemente tenga un plan en mente, pero Louis tiene un objetivo específico y está decidido a todo para llegar a él. Así que da pasos hacia tras por el pasillo, aún con el arma en la espalda de Valentino, pero sin perder de vista a los hombres que aún tienen sus armas apuntándolo y caminan a su ritmo.
En pocos minutos, su rehén le indica que están frente a la biblioteca. Louis sabe que debe hacer un movimiento antes de que los hombres frente a él intenten dispararle, así que empuja el cuerpo de Valentino hacia ellos y gira la metralleta al frente, dispara hacia el techo y el piso, dándoles la oportunidad de poder esconderse y a él de entrar a la biblioteca. Cierra la puerta de una patada.
— Omega — dice Matthew Miller.
Louis lo mira directamente a los ojos. El hombre está sentado cómodamente en un sillón grande, tiene un libro en la mano, hay una mesita al frente con una tetera humeante y pequeñas tazas. El alfa luce impasible, claramente sabía que Louis vendría y lo estaba esperando. El omega escanea la habitación y ve a otro hombre, un alfa, parado en la esquina, de espaldas, con las manos en los bolsillos. Está mirando por la ventana. El hombre es alto y fornido, viste ropa elegante y su aroma es fuerte.
No hay duda alguna, ese es el jefe.
— Si sieda, signora Styles / Siéntese, señora Styles — dice el hombre, aún sin dignarse a darse la vuelta y mostrar su rostro — Lo stavo aspettando / Lo he estado esperando.
— Tomlinson, il mio cognome è Tomlinson, non sono ancora sposato / Tomlinson, mi apellido es Tomlinson, todavía no estoy casado — Louis responde, siguiéndole el juego, como si la situación no fuera extrema y frente a él no estuviera un omega armado hasta los dientes.
— Mi scusi signora / Disculpe señora — el hombre habla.
— Siéntate, omega — dice Matthew, deja su libro a un lado y sirve té en una taza — Por favor — agrega cuando nota que Louis no se mueve.
El omega les da una última mirada antes de quitarle el seguro al soporte de la metralleta y que caiga al suelo; de todos modos, ya no le sirve, no tiene municiones. El ruido del arma cayendo al suelo parece que llama la atención de capo, ya que el hombre al fin se da la vuelta.
Es guapo, Louis puede darle eso, pero la mirada en sus ojos parece muerta. No expresa ninguna emoción, como si toda la situación le aburriese y preferiría estar en otro lugar.
El alfa camina hasta sentarse cómodamente en otro sillón, cruza las piernas y junta sus manos en su regazo. Mira a Louis de pies a cabeza antes de asentir para sí mismo, como si estuviese aprobando lo que ve. El omega quiere darle un puñetazo y romperle la nariz.
Louis se mueve al fin, se sienta frente a los hombres, mantiene sus piernas abiertas y una de sus manos acaricia su vientre, mientras la otra toma una galleta que está junto al té. Tiene hambre, no pudo desayunar nada.
Tararea contento por el sabor de la galleta y va por más. No quiere que estos hombres estúpidos se las quiten. Además, si ya está aquí, lo menos que puede hacer es alimentar a sus cachorros.
— Parecen ser de tu agrado — dice el alfa, con un acento marcado al hablar otro idioma que no sea el italiano.
— Me gustan, ¿Podrías pedirle a alguien que me prepare un vaso de jugo de naranja? — Louis lo mira a los ojos, incluso libera un poco de su aroma, mostrando su estado actual.
— Por supuesto — el alfa levanta su teléfono y lo ordena, luego asiente en dirección a Louis, diciéndole que llegará en unos minutos.
— Estás embarazado — dice Matthew, parece ser que recién lo nota, idiota lento.
— Aún no me has dicho tu nombre — Louis lo ignora y dirige su pregunta al otro alfa en la habitación — Tú conoces el mío, así que sería justo que me lo digas.
— Santiago D'angelo, es un placer conocerte al fin — el alfa inclina la cabeza respetuosamente — Me han contado mucho sobre ti.
— Espero que cosas buenas — Louis murmura — Soy encantador.
— ¿Esos alfas inútiles son los padres? — pregunta Matthew nuevamente, su tono es duro, al borde de un gruñido.
— Cierra la boca, perro sarnoso — Louis le sisea, luego muerde otra galleta.
— Dígame, ¿Por qué ha venido a mi casa? — pregunta Santiago.
Dioses, Louis está tan aburrido. Si no necesitara respuestas, bien podría solo haberle metido un par de tiros a estos alfas, pero como están las cosas, quiere saber sobre algunos asuntos.
— Bueno Santiago, ya que tienes tanta curiosidad, sería muy mal educado no decírtelo — Louis parpadea suavemente.
— Claro — el alfa se burla.
— Quiero cortarle las bolas a Matthew y luego dárselas de comer, algo simple — Louis mueve la mano como si no fuera gran cosa.
— Interesante — Santiago rasca su barbilla — ¿Y exactamente porque quieres eso?
Antes de que Louis pueda responder, alguien toca la puerta, Santiago ordena que pase, y una mujer ingresa con un vaso de jugo de naranja sobre una fuente. Camina rápidamente y lo deja sobre la mesita antes de inclinarse levemente y salir de la habitación. Louis mira sobre su hombro a la puerta abierta y ve a muchos hombres armados en el pasillo.
— ¿Tienes compañeros?, ¿Un omega? — Louis pregunta.
— Sí.
— Entonces comprenderás que si alguien amenaza sus vidas, lo que más quieres es destruir a esa persona.
— Por supuesto — una mirada oscura pasa por los ojos del alfa y Louis logra captarlo.
— Y esa persona, la que amenaza a mis alfas y a mi familia, es Matthew y al parecer tú también.
— ¿Yo? — Santiago sonríe, todo lleno de dientes, hasta tiene un hoyuelo — Pero nunca he hecho tal cosa.
Y bueno, Louis mató al sobrino del hombre, si lo que dijo el alfa al que Matthew dejó ir el día de la misión es cierto. Louis recuerda claramente todo sobre eso: que la Camorra lo busca por la muerte del sobrino del jefe. Además, Santiago está protegiendo a Matthew, y eso ya dice mucho.
— Estas poniendo bajo tu ala al hombre que planeo matar, así que estas en mi camino.
— Matthew me dio información valiosa, sobre alguien a quien estoy buscando, y que al parecer eres tú — Santiago expone sus cartas.
— No sé qué es lo que te ha dicho este lunático — mira a Matthew — Pero nada de lo que dice es cierto.
— El omega militar, demasiado apegado a sus colegas, que deja la milicia para vengar la muerte de uno de sus amigos — el alfa levanta una ceja — Eso suena como tú.
Louis no es estúpido. Sabe que prácticamente no dejó rastros; sabe que no hay fotos ni videos de nada de lo que ha hecho, solo simples suposiciones que Matthew está usando a su favor.
— Dejé el ejército porque quería formar una familia, y es justo lo que hice. Tengo tres alfas, y ahora estoy embarazado — el omega acaricia su vientre — Eso no parece ser la agenda de alguien que va por ahí haciendo lo que dices.
Santiago carcajea ruidosamente, y Louis le devuelve una sonrisa. Mira a Matthew, y el hombre le devuelve la mirada. El omega le hace un gesto con los dedos, de dispararle a la cabeza. El alfa se mueve incómodo en su asiento. Louis se inclina para agarrar el vaso de jugo y beber un poco, mientras Santiago se calma.
— Mi omega se pondría celoso si supiera que otro hombre me está haciendo reír así — Santiago pasa una mano por su cabello, su hoyuelo aun visible — Pero entre gitanos no nos vamos a leer las manos. Sé que mataste a mi sobrino. No me importa si solo es la palabra de Matthew contra la tuya. A decir verdad, no le creo una mierda, así que lo confirmé al verte.
Louis se encoge de hombros, sin comprometerse, pero dispuesto a escuchar la diatriba del hombre.
— Pareces del tipo que hace exactamente lo que Matthew dijo, eres leal y peligroso, si alguien lastima a los que aman, vas por sus cabezas.
— Esa es una forma de verlo — Louis deja el vaso sobre la mesa.
— Así que dígame, señora Tomlinson, ¿Qué hago con usted?
— ¿Dejarme matar a este estúpido? — Louis le sonríe dulcemente a Santiago — ¿No? Que aburrido.
El omega se pone de pie, Matthew se inclina hacia atrás en su asiento, pero Santiago no reacciona; solo mira al omega que deambula por la habitación.
— Necesitaba estirar las piernas — dice Louis mientras hojea un libro — Esta semana tuve algunos calambres, no sé si sean una cosa del embarazo.
— Probablemente lo sea, mi omega tuvo los mismos síntomas — comenta Santiago.
Louis camina por unos minutos más; los alfas lo vigilan como halcones, uno esperando algún movimiento sospechoso que pueda acabar con su vida, mientras que el otro solo lo mira con interés.
— ¿Por qué haces todo esto, Matthew? — Louis pregunta, no mira al alfa.
— En este punto ya debes saber que trabajo para la Camorra, así que solo soy leal a mi familia.
— Por favor — el omega chasque la lengua — Nunca te ha gustado la pizza.
— Eso no tiene nada que ver — grita el alfa.
— Dioses, no tuerzas tus bragas — Louis sonríe — Ahora responde mi pregunta, no te atrevas a mentirme.
— Santiago, creo que puedo ocuparme del omega — Matthew se dirige al alfa — No te preocupes, puedes continuar con tu día.
— No.
— Porque ahora que recuerdo — Louis continúa hablando, se acerca al Mayor — Hace un mes, fuiste a mi oficina y exigiste que dejara a mis alfas para unirme a ti; luego, casualmente, el mismo día fui secuestrado.
— No fui yo — Matthew niega con vehemencia.
— Casi pierdo a mis Pastelitos — el omega pone sus manos sobre su vientre y le lanza una mirada mordaz al otro alfa — Empieza a hablar.
El alfa se remueve incómodo sobre su silla, su mirada va desde Louis hasta Santiago. Y eso es muy interesante; el omega intuye que el capo no está enterado de todas las jugarretas del Mayor.
— Nunca hice nada de lo que dices — gruñe Matthew — Estas mintiendo.
— ¡Oh mi error!, entonces debes haber sido tú — el omega mira al mafioso.
— Como dije antes, no sabía si fuiste tú el que mató a Lorenzo, así que no hice nada. Aunque este es un interesante giro de los acontecimientos — el alfa señala y mueve su dedo hacia Matthew — Parece ser que no me dijiste toda la verdad.
— Y eso no es todo — el omega niega con la cabeza, camina hacia la mesita, sirve una taza de té y se la entrega a Santiago — Mandó a alguien a seguir a mis alfas y me dijo que fue la Camorra, ¿puedes creerlo? Culpando a su supuesta familia.
— Interesante.
— ¡Mataré a esos alfas y haré que abortes a esos cachorros bastardos! ¡Serás mío! — grita Matthew, el alfa se levanta del sillón y camina hacia el omega, pero Louis le dispara en la pierna.
— Mira lo que me hiciste hacer — el omega refunfuña, el alfa presiona la herida de bala y gruñe de dolor.
En segundos, varios hombres armados irrumpen en la habitación y apuntan al omega, solo esperando la orden de su jefe para que abran fuego. Santiago deja la taza vacía sobre la mesa y mira al omega, quien ahora apunta su arma a la cabeza de Matthew.
— Habla Matthew, porque si él no te mata, lo haré yo — dice Santiago.
— Tienes que creerme, todo lo que te dije es cierto, él mató a tu sobrino — gruñe el alfa.
Louis hace un disparo al aire y vuelve apuntar su arma entre las cejas de Matthew, el alfa traga su saliva.
— Omega — mira a los ojos de Louis — Te amo.
— Que asco — Louis se estremece.
— Hice todo por ti, acepté trabajar para la Camorra para poder darte una vida mejor. Amber, mi compañera, murió hace unos meses, así que solo me quedas tú, volví para que estuviéramos juntos, pero ya tenías a esos imbéciles — el alfa escupe sus palabras con amargura — Tuve que hacer lo necesario para que vuelvas a ser mío, no puedes culparme por eso. ¡Nadie puede culparme por tratar de recuperar a mi omega! — grita para que todos en la habitación lo escuchen.
— Así que solo eres un hombre obsesionado — Louis señala — Fuiste tú todo el tiempo, actuando en nombre de ellos y buscando ser el héroe.
— Todo lo hago por ti, eres mi alma geme-
Las últimas palabras del hombre son cortadas por el sonido del disparo. Matthew Miller cae al suelo, su rostro bañado en sangre y un orificio de bala en la frente. Salpicaduras de sangre y partes de cerebro manchan el piso.
— No podía oír más de sus estupideces — dice el omega.
— Es una alfombra persa — dice Santiago mirando el hilo de sangre que llega hasta la alfombra.
— Necesito más de esas malditas galletas, todo este asunto me dio hambre — Louis rodea el cuerpo del alfa y va hasta su antiguo asiento. Agarra todo el plato y las pone en su regazo — Si vas a matarme, al menos déjame terminar esto.
— Andare via / Váyanse — le ordena Santiago a su gente — Avremo una conversazione seria più tardi, non posso credere che la signora li abbia superati fácilmente / Tendremos una conversación seria más tarde, no puedo creer que la señora los haya superado fácilmente.
Los hombres asienten en dirección a su jefe y salen de la habitación. Louis sabe que esto terminara con un hombre muerto. Él es quien tiene las armas y, por lo que sabe, Santiago no porta ninguna, pero nunca puedes estar tan seguro, porque estos capos esconden pistolas hasta en el culo.
— Ahora que está muerto, ¿Qué planeas hacer?
— No pensé que iba a llegar tan lejos.
— Eres una de las personas más inteligentes que he conocido, y solo te conozco desde hace unos minutos. Y aun así, sé que tienes todo calculado — Santiago se pone de pie y se quita el saco, desabrocha los botones en la muñeca de su camisa negra y la arremanga.
— No quiero pelear — dice el omega, recuesta su cabeza en el sillón y cierra los ojos — Estoy demasiado cansado, no sabía que el embarazo quitaría tanto mis energías.
— Mataste a mi sobrino y aunque era un pedazo de mierda, es familia — el sonido del revólver cerrándose es lo que hace que Louis abra los ojos — Si no te matara, seria visto como un traidor, y no estoy de humor para esas tonterías.
— Que encantador — dice una voz. Louis voltea a ver en dirección a la puerta y un omega está parado con las manos en la cadera — Matarás a un omega embarazado solo para evitar habladurías.
— Cariño — Santiago mira al hombre — ¿Qué haces en casa tan temprano?
— Santiago Alessandro D´angelo Moretti, si no guardas ese revólver en este instante, me enojaré mucho más — exige el omega. Louis silva y mira expectante al capo.
— Come ordini, caro / Como ordenes, querida — el alfa sonríe y deja el arma sobre el escritorio.
El omega entra completamente a la biblioteca, su alfa va a su encuentro con los brazos extendidos, pero el omega no se inmuta y pasa de largo. Se acerca a Louis y le sonríe suavemente. Es un hombre bonito, pequeño y suave. Su cabello plumoso cae sobre su frente, tiene ojos azules y una nariz diminuta, como un pequeño duendecillo, envuelto en Dior.
Louis hace la actuación de su vida, baja la mirada, dándole un aspecto suave y delicado. Pone su mano sobre su vientre y saca un poco más la barriga. El omega es la viva imagen de la inocencia.
— Lamento mucho el mal rato — se disculpa el hombre — Por favor acompáñame, tienes manchas de sangre.
El omega extiende su mano y Louis la toma. No mentía cuando dijo que estaba cansado, y este pequeño ángel parece querer ayudarlo. No se negará a eso. Debido a su cercanía, cuando Louis se pone de pie, sus vientres se rozan, y es ahí cuando el militar se da cuenta que el otro hombre también está embarazado.
— Estabas dispuesto a matar a un inocente omega, por la escoria de tu sobrino — le sisea el omega al capo.
— Hago lo que tengo que hacer — se excusa Santiago.
— No me busques hasta que yo lo haga, dile lo mismo a tus hermanos. Sé que no haces nada sin decírselos primero, así que ellos estaban al tanto de esta locura.
El alfa asiente, aceptando su castigo. Louis se reiría, pero sabe que no es el momento adecuado; el alto y fornido jefe de la Camorra parece un cachorro pateado al ver la furia en los ojos de su omega. Le recuerdan un poco a sus alfas. Dioses, los extraña mucho.
Sale de la biblioteca junto al otro omega. El hombre le sonríe nuevamente cuando ve que Louis lo mira de reojo, une sus brazos y caminan por el pasillo. Louis de deja guiar; su cabeza se siente rara, como si estuviese llena de algodón, sabe que está cerca de una caída.
— Por cierto, soy Bastien, ¿Cómo te llamas?
— Louis.
— Es un lindo nombre.
Bastien lo lleva hasta el frente de altas puertas de caoba, le sonríe nuevamente ante de abrir la puerta y entrar, invitando a Louis a hacer lo mismo. La habitación es grande; hay una cama gigante con dosel, unos sofás en la esquina y el piso está cubierto por una bonita alfombra. El lugar está decorado con cosas doradas; Louis no descartaría que fuese oro.
— Te prepararé la bañera, puedes sentarte en el sofá, no tardaré — dice Bastien antes de desaparecer por una puerta en la esquina.
Louis mira el lugar por un tiempo; no sabe si son segundos o minutos, pero logra salir de la ensoñación y se dirige al sillón. En cuanto se sienta, nota lo suave y esponjoso que es. La habitación tiene aromas fuertes. Louis capta 5 olores distintos; cuatro son de alfas y el otro es del omega.
Debido a los diferentes aromas, Louis se siente mareado, así que se recuesta en el sillón, pone una mano para que su cabeza descanse y la otra va a su vientre. Tararea una canción de cuna mientras dibuja patrones irregulares. Ni siquiera nota que se queda dormido.
Notes:
"Todos los días esperé por ti"
Chapter 51: Capítulo 50
Notes:
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Chapter Text
Santiago no está nada contento con el giro de la situación, esperaba a Louis y estaba listo para matarlo. No se disculpará por pensar en hacer eso, en su mundo, situaciones como estas son comunes, no lo de matar omegas, por supuesto. Pero si lo de eliminar a tus enemigos, y el omega militar venía haciendo mucho ruido, lo estaba dejando mal parado, su gente estaba empezando a preguntarse cuando pondría una bala en la frente del hombre que mató a su sobrino, su familia.
Y ahora todo cambió, el hombre cuyo cuerpo en este momento debería estar repartido en varios lugares de la ciudad, duerme plácidamente en su cama, y su omega se acurruca junto a él.
A decir verdad, la vista es muy buena, dos lindos omegas embarazados duermen juntos, sus suaves aromas se mezclan, es como el cielo para un alfa, y Santiago es un hombre débil
El alfa cierra las persianas para que la luz del sol no despierte a las bellezas y sale de la habitación. Su hermano, Ángelo lo espera en la sala y sonríe burlonamente en cuando lo ve.
— Togliti quello stupido sorriso dalla faccia / Quita esa estúpida sonrisa de tu cara — le gruñe Santiago y patea sus pies antes de sentarse en el sofá.
— Così bello, eh? / Así de bueno, ¿eh? — sonríe el alfa.
— Che cosa? / ¿Qué cosa?
— Le bellissime creature nella nostra stanza / Las preciosas criaturas en nuestra habitación.
— Dannazione, non puoi immaginare, stanno dormendo lì, tutti teneri e angelici / Joder, no te lo imaginas, están durmiendo ahí, todo suaves y angelicales — el alfa gime — I tuoi odori, amico, potrei sbavare / Sus olores, hombre, podría babear.
— Solo Bastien è una visione / Bastien por si solo es una visión — el alfa lame sus labios — E gli altri omega non sono da meno, si somigliano anche un po’ / Y el otro omega no se queda atrás, hasta se parecen un poco.
— Se non avessi visto cosa è capace di fare quell'omega per i suoi alfa, probabilmente mi farei una mossa, un omega del genere farebbe bene al nostro nido, oserei addirittura dire che il nostro omega ne sarebbe felice / Si no hubiera visto lo que ese omega es capaz de hacer por sus alfas, probablemente haría un movimiento, un omega así le vendría bien a nuestro nido, hasta me atrevería a decir que nuestro omega estaría feliz con eso.
— Forse, ma col tempo si annoierebbe, gli piace essere al centro della nostra attenzione / Quizá, pero con el tiempo se aburriría, le gusta ser el centro de nuestra atención — dice Ángelo.
— Hai ragione, del resto nessuno potrebbe nemmeno eguagliarlo, nessuno è come lui / Tienes razón, además nadie siquiera podría igualarlo, nadie es como él.
— Peggio ancora, ora che va in giro barcollante perché porta nostro figlio nel grembo, è una vera visione / Peor ahora que anda por ahí contoneándose porque lleva a nuestro hijo en su vientre, es toda una visión — el alfa gruñe.
— Calmati, non voglio vedere il tuo nodo sciogliersi nel nostro salotto / Cálmate, no quiero ver reventar tu nudo en nuestra sala.
— A proposito di nodi… / Hablando de nudos…
— non l'abbiamo fatto / No lo hacíamos — interrumpe Santiago.
— Si rifiuta ancora di parlarci? Ne ho abbastanza, voglio legare la mia omega incinta / ¿Aún se niega a dirigirnos la palabra?, estoy harto de eso, quiero anudar a mi omega embarazado.
— È sconvolto / Está molesto — admite el alfa — Ha detto che se gli alfa di Louis non saranno qui domani, non potremo legarlo per un mese / Dijo que si los alfas de Louis no están aquí mañana, no podremos anudarlo por un mes.
— Misericordia — Ángelo refunfuña.
Louis ha estado una semana en la mansión, solo habla con Bastien, los omegas se han vuelto inseparables, hacen todo juntos. Cocinan juntos, pasean por el jardín como dos pequeñas hadas embarazadas, toman sol, siembran algunas rosas, se dan largos baños de burbuja.
Los dos parecen haber caído en algún tipo de espacio omega. No dejan que nadie se acerque, demasiado protectores con sus cachorros y entre sí. Bastien es el único que se comunica, pero son cosas breves, algunas palabras aquí o allá, bueno, hasta que ayer se acercó a Santiago y le gruñó en la cara que Louis necesita a sus alfas.
— Mattias è già al lavoro / Mattias ya está en eso — descarta Santiago — Ha detto che li ha già trovati e che partiranno con un volo notturno / Dijo que ya los encontró y que salen en un vuelo por la noche.
— Pensi che il nostro omega tornerà da noi quando Louis vedrà i suoi alfa? / ¿Crees que nuestro omega volverá a nosotros cuando Louis vea a sus alfas?
— Probabilmente si stanno proteggendo a vicenda, quando uno di loro ottiene ciò che vuole, l'altro si arrenderà / Probablemente, están protegiéndose, cuando uno de ellos obtenga lo que quiere, el otro cederá.
— Lo spero, mi manca accarezzare il suo pancino / Ojalá sea así, extraño acariciar su pequeño vientre.
Santiago tararea en reconocimiento. Aunque sus pensamientos regresan a la llamada que tuvo con Mattias hace unas horas, cuando su hermano le dijo que los alfas estaban a un paso de volverse salvajes. En estos momentos Santiago se pregunta qué hizo para verse envuelto en estas situaciones, él solo quería matar a un omega.
[…]
Louis se despierta por el tarareo de la persona que está a su lado, parpadea suavemente antes de enfocar su mirada en los ojos azules del omega frente a él. Bastien le sonríe tímidamente y pasa sus dedos por los pómulos de Louis.
— Parece que las horas que pasamos bajo el sol está dando sus frutos — comenta el omega — Tu piel se está volviendo dorada.
— La mayor parte del tiempo es así, me he vuelto un fantasma este último mes, estar encerrado en un cuartucho da eso como resultado.
— Aun me enoja que hayas tenido que vivir así, aun les daré un infierno a mis alfas por eso.
— No tenían la culpa — le recuerda Louis al otro omega — Ni ellos, ni yo, sabíamos que Matthew envenenaba ambos lados.
Bastien no responde, solo continúa pasando sus dedos por el rostro de Louis, el omega solo suspira y cierra los ojos, deja que el aroma a lavanda lo envuelva y calme la bola de ansiedad que siente en su estómago.
Desde el momento que despertó de su caída, hace una semana atrás, supo que no podía alejarse de la única fuente de alivio que tenía cerca, Bastien es el único que lo mantiene cuerdo, sabe que su estado es grave, sabe que si se aleja del omega e intenta volver a casa, no lo lograría, está demasiado débil para eso.
Un omega en su condición, debería estar en el lugar más seguro para los de su casta, en su hogar, acostado en su nido, envuelto por el aroma de sus alfas, los padres de su cachorro, y nada de eso es lo que Louis tiene. Ha sido demasiado descuidado en ese aspecto, no pensó que empeoraría tanto.
Así que ahora está aquí, siendo abrazado por el omega del mafioso al que planeaba matar, recibiendo de este ángel de ojos azules, la amabilidad que no cree merecer, pero Louis tomará todo lo que puede para sobrevivir, por el bien de sus cachorros, por el bien de sus alfas.
— ¿Quieres que salgamos a caminar? — pregunta Bastien.
— Estoy demasiado débil para eso — Louis se queja.
— Está bien, entonces debemos comer algo, nuestros cachorros deben tener hambre.
— Pastelitos — dice Louis.
— Tienes razón, nuestros Pastelitos deben tener hambre.
Louis asiente contento, deja que el otro omega se haga cargo y vuelve a cerrar los ojos. Cuando despierta de su pequeña siesta, Bastien está sentado en un sofá, bebiendo té, frente a él, la mesa está repleta de comida.
— No sabía que te apetecía desayunar hoy, así que pedí que trajeran lo que estas comiendo estos días, si gustas algo más no dudes en decírmelo.
— Eres demasiado bueno conmigo — Louis refunfuña mientras se levanta de la cama y camina hasta el sofá, su mano acaricia distraídamente su vientre, que increíblemente ha crecido en estos días.
Los omegas desayunan tranquilamente, conversan y comparten la comida. Luego ambos van hacia el gran closet de Bastien y se visten para el día, mientras Louis se pone un suave suéter, el otro omega lleva un vestido floreado. Últimamente Louis tiene demasiado frio, otro síntoma de su grave problema por la lejanía de sus alfas.
Ambos se toman de la mano y van hacia la puerta, salen y caminan en dirección a la sala, pero se detienen en cuanto ven a los alfas ahí reunidos. Bastien da un paso adelante y protege a Louis con su cuerpo, levanta una ceja y mira a sus alfas.
— Buon giorno cara / Buenos días, cariño — saluda Santiago.
— Santiago, Ángelo, Leandro — Bastien saluda.
— Puoi venire a sederti? vogliamo parlare con Louis / ¿Pueden venir a sentarse? Queremos hablar con Louis — pregunta Leandro.
Louis solo ha visto a Santiago y Ángelo, pero ahora reconoce el aroma del otro hombre, que supone es Leandro. Santiago y Ángelo, son gemelos, y por lo que Bastien le contó, Leandro y Mattias también son gemelos, solo dos años menores que Santiago y Ángelo. Y son hermanos.
— Di cosa vuoi parlargli? / ¿Qué quieres hablar con él? — pregunta el omega a la defensiva.
— Omega — el tono de Santiago contiene una advertencia.
Mascullando un par de insultos, Bastien agarra con fuerza la mano de Louis y lo insta a caminar junto a él, hacia el sofá doble, ambos se sientan y miran a los alfas.
— Ciao Luis, come stai? / Hola Louis, ¿como estás? — pregunta Santiago.
— Meravigliosamente / Maravillosamente — contesta el omega — Ho intenzione di lasciare 5 stelle su Yelp / Voy a dejar 5 estrellas en Yelp.
Ángelo se carcajea y tira sus risos para atrás, lo que atrae la mirada de su omega, pero Bastien aparta la vista en cuanto cruza miradas con su alfa, aun no dará su brazo a torcer.
— Non c'è bisogno di essere sarcástico / No hay necesidad de ser sarcástico — dice Santiago.
— Allora dovresti smetterla di fare domande stupide / Entonces deberías dejar de hacer preguntas estúpidas — arremete el omega.
Santiago está a punto de hacer un comentario venenoso, pero Leandro lo detiene y niega con la cabeza. Su hermano tiene razón, están sobre hielo delgado con su omega, y atacar a su protegido no sería bueno.
— Ascolta, Louis, non ho più intenzione di farti del male. Bastien ha detto chiaramente che non vuole vederti soffrire, e io sono agli ordini del mio omega / Escucha, Louis, ya no tengo la intención de hacerte daño. Bastien ha dejado muy claro que no quiere verte sufrir, y yo estoy bajo las ordenes de mi omega — dice Santiago, sus hermanos asiente en señal de confirmación.
— E la tua gente? / ¿Qué hay de tu gente? — Louis cuestiona.
— Mi rispettano molto o hanno troppa paura di me, non importa, nessuno oserebbe farti qualcosa se non lo ordino io / Me respetan mucho o me tienen demasiado miedo, da igual, nadie se atrevería a hacerte algo si yo no lo ordeno.
— E non lo farei mai / Y jamás lo haría — dice Bastien, su alfa le guiña un ojo — Non mi interessa il tuo flirt, se scopro che Louis è in pericolo, succederanno cose molto brutte / No me interesan tus coqueteos, si me entero que Louis está en peligro, cosas muy malas sucederán.
— Moglie / Esposa — Leandro interviene — Penso che tu stia andando troppo oltre / Creo que estás llevando esto demasiado lejos.
— Aún no han visto nada — sisea el omega y con eso da con terminada la conversación, ambos de ponen de pie y salen con dirección al jardín.
— Non potremmo innamorarci di un omega sottomesso, dobbiamo amare il più combattente / No podíamos enamoramos de un omega sumiso, tenemos que amar al más luchador — Ángelo sonríe y tiene esa mirada suave como todas las veces que piensa en su omega.
Ningún alfa dice algo más, cada uno va a su oficina, que convenientemente tiene vista al jardín, de esa manera siempre pueden ver a su omega en su lugar favorito, ahora acompañado de alguien más.
Bastien y Louis, aún están tomados de la mano y caminan sobre el césped, es claro para la vista de cualquiera que el primero es quien lleva al otro. Louis está casi completamente recargado en el cuerpo del otro omega y acaricia su mejilla contra el hombro de Bastien.
— ¿Crees que mis alfas aún me quieran? — Louis se atreve a preguntar.
— Por supuesto, si todo lo que me contaste de ellos es cierto, entonces jamás dejarán de amarte.
— Pero soy un mal omega, nunca he encajado en el estereotipo y tampoco me importaba, pero ahora solo puedo pensar en que todo sería diferente si no fuera quien soy — Louis detiene sus pasos y mira a su amigo.
— Si no fuera quien eres, entonces quizá jamás los hubieses conocido, o no te hubieran amado, y quien sabe, probablemente nunca te hubieras fijado en ellos — el omega mira a Louis — Nunca lo sabremos y lo único que importa es el ahora.
— Ojalá pudiera pensar lo mismo.
— Por cierto, en cuanto los conozca, probablemente sepa cuan perfectos son juntos. Porque siempre es así, creemos que no encajamos con nadie, pero luego simplemente te enamoras y ni siquiera lo notas.
— Eso es cierto, los vi un par de veces y ya estaba enamorado de ellos. Estoy seguro de que sus hoyuelos tuvieron algo que ver — Louis sonríe y comienzan a caminar de nuevo.
— Al menos los viste dos veces, lo mío con esos bastardos fue amor a primera vista — refunfuña el omega — Ahí estaban, vestidos de negro como si fueran a un entierro, bueno, enterraron algo esa noche — el omega mueve las cejas en dirección a Louis y el militar suelta una carcajada.
— Sucio pervertido.
— Sabes, el destino es algo raro, semanas antes había decidido viajar a Francia, le había rogado a mi padre que me dé permiso, pero se negó. Mis hermanos iban a venir aquí y los chantajee para que me trajeran con ellos, si no fuera por eso, no los hubiera conocido — el omega se detiene para arrancar algunas flores y ponerlas en el cesto que sostiene.
— Cuéntame mas — pide Louis amablemente.
— El día que aterrizamos, mis hermanos me dicen que tenemos una invitación, una fiesta de jubilación para el dueño del hotel donde nos hospedaríamos — Bastien acerca la cesta a Louis para que guarde las flores que sostiene — Entonces, compré un elegante vestido y fui a la fiesta. Resulta que mis hermanos me mandaron solo y ellos fueron a una discoteca.
— Malditos traidores.
— No te preocupes, obtuve mi venganza — los omegas ríen — Entonces, estuve durante toda la celebración, hablé con las personas de mi mesa, aplaudí en los momentos correctos, era el epitome de la etiqueta social.
— No lo dudo.
— Cuando todo terminó, salí del salón y mientras caminaba hacia el ascensor mi tacón se rompió, era la maldita cenicienta, te juro que nunca estuve más avergonzado.
— Pobrecito — Louis arrulla
— Entonces, grito para que las puertas del ascensor no se cierren y ahí los veo, cuatro alfas que fueron cincelados por los Dioses y Santiago dijo “Buona notte bellissima” con esa voz grave que tiene y estuve a punto de lubricar — el omega suspira dramáticamente.
— Tiene que escribir un libro sobre eso.
Bastien está a punto de continuar su historia, pero cuando mira el rostro del omega, ve lo pálido que está, agarra su mano con fuerza y sus ojos están enfocados en cierta dirección, entonces lo entiende. Los alfas de Louis están aquí.
Oye el suave murmuro que emite antes de ser separado de él y tres hombres altos y rizados sostienen al omega de cualquier lugar que puedan tocar. Oye los sollozos y las palabras dulces, oye las suplicas, las disculpas y las adoraciones.
Entonces es cuando entiende cuan perfectos son, y cuan destinados estaban.
Notes:
"Las cosas buenas toman tiempo, trata de relajarte"
Chapter 52: Capítulo 51
Notes:
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Chapter Text
Marcel es un mentiroso y no tiene vergüenza de admitirlo. Mintió cuando le dijo a Louis que, si se iba y lo dejaba, no quería volver a saber de él, porque solo los Dioses saben cuánto ama al omega y no lo dejaría ir.
Es casi gracioso la forma en que se enamoró. Pasó gran parte de su vida escribiendo como otros lo hacían, todos los clichés conocidos se los sabía de memoria. Y así es como se enamoró de un bonito omega, en medio de un pasillo de libros, solo bastó con ver sus ojos y él había caído a sus pies.
Louis es todo lo que no sabía que necesitaba. El omega es como un soplo fresco, como un campo de flores o como una cálida biblioteca, podría pasar años tratando de describir como es su omega o lo que le hace sentir y aun así no acabaría nunca.
Y ahora, su amor, su pequeño y embarazado omega huyó y no tiene ninguna idea de a donde fue, y eso lo vuelve absolutamente loco.
Porque lo ama tanto que duele, sin Louis a su lado siente que se está ahogando, que nada tiene sentido y que no vale la pena luchar, pero tiene que ser fuerte por sus hermanos, quienes cada día se marchitan más, y eso es desgarrador.
— ¿Cómo están? — pregunta Zayn, aunque es obvio para ambos que sabe la respuesta.
— Ha sido difícil — responde Marcel, porque decir algo mas solo lo sumiría en un pozo oscuro.
Los primeros días de la desaparición de Louis, solo los recuerda vagamente, pequeños vistazos de determinación y esperanza, pensando que sería sencillo encontrarlo, ya que se fue por voluntad propia, al menos su vida aún no estaba amenazada. Pero los días se convirtieron en semanas y las esperanzas de volver a ver a su omega fueron disminuyendo.
Nunca fue un hombre pesimista pero la dura realidad le dio un golpe fuerte, como no podría pensar lo peor si su omega embarazado de cuatrillizos se fugó y probablemente fue a dar de cara con el peligro.
Todo empeoró cuando su suegro Magnus les dijo que lo mejor sería que volvieran a casa, que ellos se encargarían y que les informarían de cualquier cosa. Y eso solo los hacía sentir inútiles, el no poder ayudar a que su omega vuelva a casa a salvo.
Han pasado dos semanas desde entonces, es Zayn quien viene de vez en cuando a hacerles una visita, a saber cómo están y a contarles las novedades, si es que acaso se pueden llamar así. Porque no hay nada nuevo. Louis se fue y no tienen idea de adonde.
La respuesta obvia era Italia y Edward estaba dispuesto a buscar debajo de cada piedra de la vieja ciudad, pero Magnus le dijo que no era lo mejor, eso solo pondría a Louis en más peligro. ¿Por qué? Marcel no tenía ni puta idea y estaba harto de eso.
— Un contacto en Italia le dijo a Arthur que Francesco; un ex colega de Louis; compró armas — dice Zayn.
— ¿Qué significa eso? — Marcel se anima.
— Eso nos acerca más, pero no son tan buenas noticias.
— ¿Por qué?
— Si compró armas, probablemente sean para Louis y eso es lo que nos preocupa, que sea tan tonto y trate de enfrentarse a algún jefe de la Camorra.
— Mi omega es así de tonto o valiente — dice Marcel.
— Lo lamento mucho — Zayn baja la mirada, avergonzado por no poder darle a Marcel las noticias que desea.
— No lo hagas — Marcel se pone de pie — Te agradezco la visita, pero tengo algunas cosas que hacer.
Ambos saben que es mentira. Pasa gran parte del día durmiendo, llorando o enojado, es obvio que está deprimido, pero se niega a admitirlo porque eso lo haría verse más débil, un alfa inútil, un alfa roto que no puede ser lo suficientemente fuerte para tener esperanzas y esperar que su omega vuelva a casa.
Ve a Zayn salir por la puerta y va a su habitación, las persianas están entrecerradas y hay un gran bulto en medio de la cama. Marcel camina hacia ahí y descubre la parte de arriba, los rizos de sus hermanos es lo primero que ve y luego nota la posición. Harry tiene su cabeza sobre el pecho de Edward, el alfa se acurruca sobre su hermano.
Han sido días duros para su hermano menor. Harry es quien visiblemente está más afectado por la lejanía de su omega, llora constantemente, ha bajado de peso y ha descuidado en absoluto su cuidado personal.
Edward es quien se ha mostrado más cerrado y estoico, salvo algunos ataques de ira que tiene, es por eso que Marcel recibe a Zayn. Hace unos días tuvo una gran pelea con el alfa, que casi llega a los puños. Edward cree que nadie nota su deterioro físico y psicológico, pero es claro para Marcel que su hermano está sumido en la oscuridad.
— Harry, Edward — el alfa sacude el hombro de su hermano mayor — Despierten, debemos comer.
— No hagas ruido — dice el alfa con voz pastosa por el desuso — Deja que Harry duerma un poco más.
El alfa besa la coronilla de su hermano antes de moverse poco a poco y poder levantarse de la cama, se agacha y deja otro beso en la sien de Harry antes de salir de la habitación junto a Marcel.
— Zayn estuvo aquí — dice Marcel mientras sirve una taza de café — Hay algunas novedades.
— No quiero saberlo — Edward gruñe — Y no le digas nada a Harry, no quiero que se desilusione.
— No puedo esconderle algo así, Louis también es su omega — contrataca Marcel.
— ¿Y lo que le dirás ayudará en algo? ¿Traerá a nuestro omega a casa? — el alfa golpea el puño sobre la mesa de granito.
La cruda respuesta de Marcel muere en su garganta cuando el timbre suena. Deja la taza de café al lado de Edward y va a abrir la puerta esperando ver a Zayn, pero se equivoca.
— ¿Es usted Marcel Styles? — pregunta el alfa frente a él.
— ¿Quién pregunta?
— Soy Mattias D’angelo — el alfa extiende la mano y Marcel corresponde el saludo, algo confundido — Tengo noticias sobre el señor Louis Tomlinson.
— ¿Qué?
Por un segundo Marcel piensa lo peor, imagina que el hombre está a punto de decir que Louis está muerto, es lo único que puede pensar, porque no es posible que sean buenas noticias.
— ¿Qué sabes de mi omega? — Marcel escucha a Edward gruñir, mira detrás de su hombro y su hermano está a unos pasos, con los puños cerrados viendo al hombre que está en la puerta.
— Hola Edward — dice Mattias — Ha pasado un tiempo.
— Déjate de estupideces y dime porque mierda sabes de Louis — Marcel ve como la expresión de su hermano cambia y nota con claridad el miedo en sus ojos — ¿Está bien?, por favor dime que está bien.
— Él está bien — el alfa tranquiliza — Pero es necesario que me acompañen, es vital para su omega.
— No entiendo — Marcel mira al alfa — ¿Quién eres? ¿Por qué sabes dónde está Louis?
— Puedo explicar todo durante el viaje, pero debemos darnos prisa, el jet nos espera.
Marcel quiere exigir explicaciones ahora, pero ve a Edward avanzar por el pasillo y gritar el nombre de Harry. En cuestión de minutos los trillizos están sentados en la parte trasera de una camioneta negra, rumbo al aeropuerto. Mattias habla por teléfono con alguien y Marcel no entiende lo que dice, pero sabe que el idioma es italiano.
— ¿Cómo lo conoces? — Marcel interroga a Edward.
— Estudiamos juntos — dice Edward — Es un colega.
— ¿Y cómo carajos sabe dónde está Louis?
— ¿Y cómo carajos esperas que sepa eso? Tengo tanta información como tú — gruñe Edward.
— Cálmense — dice Harry — Solo cállense.
Mattias continua su conversación por teléfono y pareciera que dura horas, los trillizos no se hablan. Algunos días sucede eso, son como almas en pena deambulando por su gran casa, no se dirigen la palabra, es como si cada alfa estuviera en su mundo, inconscientes de lo que los rodea.
— Bien — dice Mattias trayendo a los trillizos a la realidad — ¿Cómo has estado, Edward?
— Habla ahora — es lo único que dice el alfa.
— No has perdido tu ingenio, sigues siendo tan divertido.
— Puedes burlarte de mi hermano en otro momento — dice Harry — Ahora di lo que está sucediendo.
— Su omega hizo una sorpresiva pero encantadora visita a mi casa — Mattias sonríe — Tuvo una amena charla con mi hermano y ha estado una semana unido de la cadera a mi omega.
— Ahora la historia real y no la sarcástica — dice Marcel.
— Tienes razón — el alfa se pone serio y se sienta más erguido — Como está la situación no es necesario mantener las apariencias. Como Edward sabe, soy solo un humilde doctor.
— El mejor cirujano cardiotorácico — el alfa se burla del intento de humildad del otro hombre.
— Tus palabras, no las mías — Mattias sonríe.
— Continúa — le dice Harry.
— Bien, como decía, soy médico y en realidad no estoy tan metido en el negocio de mi hermano. Mi familia pertenece a una antigua y extensa mafia italiana, de la que Santiago se hace cargo.
— ¿Tú hermano es jefe de la Camorra? — Harry ata cabos.
— Jefe de una gran familia, es como le gusta llamarlo — Mattias mira a los alfas — Es por eso que Louis llegó a nuestra casa.
— Pero dijiste que está bien, ¿Cómo sucedió eso?, no entiendo nada — Marcel se frustra.
— No quiero entrar en detalles, probablemente Louis quiera contar eso, solo les puedo asegurar que está bien, mi omega lo cuida, son amigos.
— Él está embarazado — Edward mira a Mattias — Su estado es delicado y la separación ya debe estar mostrando consecuencias, dime como esta su salud.
— Se ha deteriorado un poco, ha está con nosotros durante una semana. Después de su caída se rehusó a hablar con algún alfa, ha bajado considerablemente de peso y solo come lo suficiente para no enfermarse, pero su estado no es bueno — el alfa luce avergonzado, está en sus instintos más primarios el que un omega esté saludable y feliz durante su embarazo.
— Entiendo — habla Edward. Marcel y Harry no se atreven a pedir más explicaciones, están cansados, lo único que quieren es tener a su omega en sus brazos.
[…]
El jet aterriza en el aeropuerto de Nápoles al amanecer, los alfas son conducidos a una gran camioneta que a todas luces es blindada, dos carros con las mismas características inician la caravana y dos más la finalizan. No saben hacia donde se dirigen, solo van con la fe ciega de que pronto verán a su omega. Probablemente sea imprudente, pero a estas alturas, cualquier cosa es mejor que nada.
— ¿Sabe que vamos? — pregunta Harry con esperanza en los ojos.
— No sé si mi hermano se lo dijo — Mattias responde — Pero seguro estará feliz de verlos.
— Se fue por voluntad propia — dice Edward con amargura — Así que no sé qué tan feliz esté.
— No digas eso — pide Marcel.
— Hizo todo esto para que no corramos peligro, pero mira donde estamos, yendo directo a la boca del lobo, lo que justamente estaba tratando de evitar.
Todos se quedan en silencio después de eso, porque no hay forma de negarlo. Louis estaba tratando activamente de evitar esto y ellos están haciendo lo contrario, pero no pueden ser culpados, es lo que todo alfa haría.
El viaje toma un par de horas, Mattias les recomendó dormir un poco, pero fue imposible que lo hicieran, demasiado ansiosos por toda la situación.
Llegan a la enorme mansión y de inmediato son conducidos al interior. Mattias les pide que se sienten en los sofás y luego desaparece por uno de los tantos pasillos.
— A la mierda con esto — Edward masculla — Iré a buscar a mi omega.
Marcel y Harry siguen los pasos de su hermano. Es increíble como Edward recorre los pasillos como si conociera el lugar, pero lo cierto es que está guiándose del leve aroma a vainilla y canela de su omega. El alfa evita gruñir al oler como el dulce aroma está mezclado con otros aromas.
En el momento que salen al jardín es cuando lo ven. Una ola de alivio recorre el cuerpo de cada alfa, es como si un peso de encima hubiera sido quitado. Toda la preocupación, la rabia y la tristeza desaparecen con facilidad.
Su bello ángel está justo frente a sus ojos. Su omega camina descalzo por el césped y sonríe ligeramente, el sol baña sus pómulos y el azul de sus ojos es hipnotizante. Aquí está el hombre por el que ríen y lloran, la razón de todo su existir. Su Louis.
Harry es el primero en correr hacia su alma gemela, ríe de alegría cuando siente el cuerpo de Louis presionarse contra el suyo. Edward y Marcel los abrazan a ambos. Los alfas besan cada lugar que pueden.
— Lo siento mucho — Louis solloza — Lo siento mucho.
— Te amo, te amo, te amo — murmura Marcel con devoción.
— Jamás me iré de nuevo — Louis suplica mientras es colmado de besos — por favor perdónenme.
— Mi omega — Edward gruñe en su oído.
— Alfa, lo siento.
— Por favor, nunca nos dejes — Harry llora — Por favor.
— Perdóname, lo siento mucho — las lágrimas del omega mojan la camisa de su alfa — Puedo arrodillarme y suplicar perdón.
— No — Edward toma el rostro de su omega y besa sus labios con rudeza.
Cuando su hermano deja ir los labios de su omega, es Marcel quien los toma de vuelta. Había extrañado tanto besar a su dulce omega que podría llorar de nuevo.
— Te amo — le dice a su omega antes de besarlo otra vez.
— Quiero besar a mi Louis — pide Harry y separa a su hermano de su omega.
— Hola bebé — Harry saluda a Louis antes de besarlo.
No saben cuánto tiempo están en el jardín, besando y abrazando a su omega, tampoco les importa, están demasiado felices para pensar en otra cosa que no sea Louis, lo extrañaron demasiado.
— ¿Los cachorros están bien? — es Edward quien pregunta. Sostiene a Louis contra su cuerpo y puede sentir su vientre contra su abdomen, y nada lo hace más feliz.
— Los Pastelitos están bien — Louis sonríe y pone una mano sobre su vientre.
— ¿Pastelitos? — Edward levanta una ceja.
— Los empecé a llamar así — Louis se sonroja — ¿Te gusta? — mira a su alfa y bate sus pestañas.
— Lo amo — el alfa se arrodilla y besa el vientre de su omega — Los amo — susurra y deja cuatro besos antes de levantarse.
— Te amo — Louis solloza nuevamente — Lo siento, estoy demasiado sentimental.
Marcel besa la mejilla de su omega. Louis lleva la mano de su alfa a su vientre y se deleita con la alegre reacción de su alfa. Harry también se apresura a tocar y ríe cuando como todas las manos cubren el pequeño bulto.
— Vamos a casa — pide Harry — Te quiero en nuestra casa.
— Por favor — Louis asiente y Marcel besa sus lágrimas.
El grupo está en su burbuja y no notan a los alfas y al omega que miran desde lejos.
Notes:
"No podemos controlar lo que sucede, pero si podemos controlar como afrontamos la situación"
Chapter 53: Capítulo 52
Notes:
Ya casi llegamos al final, unos capítulos más y nos despedimos
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Chapter Text
El pequeño omega ojiazul tiene lagrimas corriendo por sus mejillas, sorbe ruidosamente su nariz y un entrañable puchero adorna sus rasgos. Es la viva imagen de un omega consentido y caprichoso, claramente sus alfas caen a sus pies.
— Voglio che tu mi prometta che non proverai mai a ferire Louis / Quiero que me prometan que nunca intentarán lastimar a Louis — Bastien mira a sus alfas.
Se encuentran en la oficina de Santiago, donde todo este enrollo inició. Louis y sus alfas están en la sala, teniendo un momento a solas. Bastien sabe que eso es lo que su amigo necesita.
— Lo prometto, caro / Lo prometo, querida — Santiago besa los nudillos de su omega — Ogni tua parola è un ordine / Cada palabra tuya es una orden.
— Hai la mia parola, amore / Tienes mi palabra, amor — Leandro se acerca a su omega y lo abraza por detrás, sus grandes manos van al vientre de Bastien.
Ángelo y Mattias secundan las promesas de sus hermanos. Saben lo importante que es el omega para Bastien, así que jamás lastimarían a alguien que su omega aprecie. Louis está fuera de los limites, ahora y siempre, es algo que tienen muy claro.
— Tesoro, vuoi dire addio alla signora? Immagino che sia ansioso di tornare a casa / Tesoro, ¿quieres despedirte de la señora? Supongo que está ansioso por irse a casa — Ángelo mira a su omega, ya consciente de la respuesta.
Bastien chilla y se aleja de sus alfas, va apresuradamente hacia la puerta y sale de la oficina. Los hombres lo siguen de cerca, Mattias le pide que no corra por los pasillos y por el bien de su cordura, su omega empieza a caminar.
— ¡Louis! — grita Bastien llegando junto al omega, quien abre los brazos y lo recibe — ¿Te irás tan pronto?
— Lo lamento, pero mis Pastelitos necesitan que me sienta seguro para que puedan estar sanos — Louis acaricia su vientre.
— Por supuesto — el otro omega acepta fácilmente — Por favor no te olvides de mí, puedes venir de visita o yo puedo hacerlo.
— Nada me haría más feliz.
— ¿Dónde están mis modales? — Bastien mira a los alfas de Louis — Soy Bastien D´angelo, encantado de conocerlos, lamento que haya sido en esta situación.
— Edward Styles — el alfa inclina la cabeza y saluda cordialmente al omega, ya consciente de todo lo que hizo por Louis — Un placer conocerlo y gracias por cuidar de mi omega.
Louis da un paso atrás y se acurruca en el pecho de su alfa. Edward besa su coronilla y rodea su cintura. Bastien sonríe al ver lo cómodo, feliz y seguro que se ve Louis.
— Soy Harry Styles — el trillizo menor se presenta.
— ¡Oh Dioses! — el omega grita — Me encantan tus canciones.
Harry se sonroja y sonríe cuando oye los gruñidos de los alfas del otro omega. Está acostumbrado a estas cosas.
— Hola, soy Marcel — el alfa mueve la mano — Tu casa es bonita.
— ¿Lo crees? Lo decoré yo mismo, antes de mí era un lugar lúgubre — el omega se estremece — ¿Puedes creer que había espadas en las paredes?
— Que horrible — Louis se burla.
Los omegas se miran y sonríen. Bastien se acerca nuevamente a Louis, quien se aleja de Edward para poder abrazar a su amigo. Los alfas miran encantados el dulce cuadro que los omegas pintan.
— Le cortaré los nudos a mis alfas si se atreven a romper su promesa — Bastien le susurra Louis.
— Estoy seguro de que no se atreverían — Louis ríe bajito — Los alfas se asustan fácilmente.
— Al menos estos tontos lo hacen — Bastien bufa.
Los omegas se separan después de varios minutos. Ángelo acompaña a Bastien a su habitación, para que pueda controlar a su omega, quien solloza ruidosamente. Louis no se queda atrás, tiene los ojos rojos por las lágrimas, y se excusa por las hormonas del embarazado.
Los trillizos y Louis van hacia la puerta, un auto los espera afuera para ser llevados al aeropuerto. Aunque Santiago tiene otros planes, y no quiere que su omega de entere de eso.
— Voglio parlarti da solo / Quiero hablar contigo a solas — le dice Santiago a Louis en cuanto están cerca del auto.
— Sei pazzo o stupido se pensi che ti lascerò parlare da solo con il mio omega / Eres loco o estúpido si crees que dejaré que hables a solas con mi omega — gruñe Edward en un perfecto italiano.
Louis no sabía que su alfa hablaba italiano ¿Por qué no lo sabía? Debería hacerlo, su alfa es tan inteligente, a veces lo olvida por las cosas tontas que dice.
— Non sto chiedendo il tuo permesso / No estoy pidiendo tu permiso — Santiago mira a Edward — E tu non puoi negarmi nulla, mi devi tutto / Y no estás en la posición de negarme nada, me debes todo.
— Quello non è vero / Eso no es cierto — Louis se burla — Se Bastien non arrivasse, uno di noi sarebbe morto e non credo che sarei io / Si Bastien no llegaba, uno de nosotros estaría muerto y no creo que fuera yo.
— Avevo la pistola puntata alla tua testa / Tenía mi arma apuntando a tu cabeza — recuerda Santiago y hace caso omiso a los gruñidos de los trillizos y la risa de Leandro.
— ¡Cálmense todos! — Louis les grita — Ora dimmi che cazzo vuoi / Ahora dime que mierda quieres — mira a Santiago.
— Voglio che tutto rimanga privato, non ci siamo mai incontrati prima. Se scopro che ti vanti di qualcosa, ti uccido / Quiero que todo se mantenga en privado, nunca nos hemos visto antes. Si llego a enterarme que estas alardeando sobre algo, te mataré
— Sei così drammatico / Eres tan dramático — Louis rueda los ojos.
— Dico sul serio / Hablo en serio — Santiago sisea.
— A più tardi, ti manderò un assegno per comprare un tappeto nuovo / Nos vemos luego, te enviaré un cheque para que compres una alfombra nueva — el omega palmea la mejilla del mafioso y sube al vehículo. Sus alfas lo siguen rápidamente.
En cuanto el vehículo se pone en movimiento, Louis baja la ventanilla, saca su mano y les muestra el dedo medio.
[…]
El omega gimotea en cuanto ve su casa, ha extrañado tanto estar aquí. Marcel lo consuela y Louis esconde su rostro en el cuello de su alfa, ha extrañado demasiado a su Marcel, su alfa bonito.
— Te amo — Louis murmura — Lo siento mucho.
— No puedes estar disculpándote en todo momento, hablaremos sobre lo ocurrido después, ahora lo primordial es que estés bien.
Louis asiente y deja un beso en el cuello de su alfa. Edward estaciona el vehículo y Harry se apresura en abrir la puerta, ayuda a su omega a bajar y caminan juntos. La gran mano del alfa se ubica sobre la espalda baja de su omega, Louis encuentra consuelo en su toque.
El omega está temeroso de lo que sus alfas tengan por decir. Durante el vuelo no fueron menos que considerados y cariñosos, cuidaron de su bienestar y el de sus cachorros en todo momento, pero sabe que una conversación se acerca y tiene miedo.
Marcel abre la puerta y Louis es el primero en entrar, solloza en cuanto huele el aroma de su hogar, una combinación de los aromas de sus alfas. Su omega se siente tan contento, pero le falta algo y le avergüenza pedirlo, no sabe si está en la condición de poder hacerlo.
— Creo que deberías hacer un nido — Edward rompe el silencio.
— ¿Dejarías que lo haga? — el omega pregunta temeroso, mirando al piso.
— Nunca te he negado nada, y no empezaré a hacerlo ahora — el alfa se acerca a su omega — Por favor mírame.
— Lo siento mucho — Louis mira a su alfa a los ojos — Por favor, grítame, enfádate, dime algo, lo que sea, lo aceptaré.
— Louis — Marcel suena triste — Él no haría eso, ninguno de nosotros.
— Mi hermano tiene razón — Edward habla — Y quiero dejar algo en claro, omega — el alfa pone sus manos en la cintura de Louis — No acepto tus disculpas, porque sé que crees que hiciste lo correcto. Solo quiero que me prometas una cosa.
— Lo que sea.
— Prométeme que no volverás a ponerte en esa posición, que jamás volverás a poner a mis cachorros en peligro — los ojos del alfa se vuelven cristalinos — Prométeme que nunca nos harás pensar que te perdimos, porque no creo que mi corazón pueda soportarlo.
— Lo prometo, alfa — el omega llora — Lo prometo alfas, nunca volveré a hacerlo.
— Todo está bien — Harry abraza a su omega por detrás — Todo está bien, por favor no llores. Te amo.
Louis llora nuevamente en los brazos de sus alfas, quienes lo consuelan y le dicen que todo estará bien. Él les cree, por supuesto que lo hace, pero aún se siente terrible por lo que hizo y la forma en que manejó todo. Huyó, se fue y dejo a sus alfas atrás, lo hizo para protegerlos, pero eso no quiere decir que haya estado bien, y eso lo carcome. Al tratar de protegerlos, los lastimó.
— Vamos, amor — Marcel susurra suavemente al oído de su omega — Vamos a la habitación, sé que quieres hacer un nido.
— Por favor — el omega asiente vigorosamente.
Louis se separa de sus alfas y va a su habitación. Los trillizos lo siguen como pequeños cachorros ansiosos. El omega mira sobre su hombre y les sonríe, ellos le devuelven las sonrisas a juego, sus hoyuelos a la vista.
En cuanto el omega entra a su habitación, los alfas pueden sentir alivio. Su hermoso omega, está en el lugar más seguro del mundo. Y eso los pone eufóricos. El pequeño ángel abre las cortinas y luego pasa sus manos por cada lugar que pueda tocar, dejando su aroma en todo el espacio. Es magnífico.
— Todo estará bien — Edward mira a sus hermanos — Él está en casa.
Harry y Marcel sonríen con fuerza, sus hoyuelos son como cráteres en sus mejillas. Los alfas ven a su omega revolotear por el closet y luego salir con muchas prendas en sus brazos, las deja sobre la cama y los mira, ellos aún están parados torpemente en la puerta.
— Podrían ayudarme con algo — el omega militar pone las manos detrás de su espalda y se balancea con las puntas de sus pies.
— Lo que desees, Tiramisú — Edward le guiña un ojo.
— Extrañé esa estupidez — el omega rueda los ojos — Ahora, ¿pueden venir y oler estas prendas?
Los alfas no necesitan que se lo digan dos veces, se acercan rápidamente a la cama y toman las prendas, en su mayoría son suéteres suaves, camisas blancas y floreadas, algunas sudaderas y corbatas.
Cada alfa pasa las prendas por su fuente de aroma y se la entregan a su omega, quien las huele antes de ubicarlas en su nido que está en la esquina de la habitación. Hay algunas almohadas y mantas para la base, pero el resto consiste en las prendas de los alfas.
No saben cuánto tiempo pasa, los alfas hacen su trabajo y observan el esmero y cariño con el que Louis coloca cada cosa, lo oyen murmurar y tararear. Observan como acaricia su vientre y de vez en cuando coloca una prenda encima como si esperara la aprobación de los cachorros.
— Ya está — Louis anuncia, los alfas se detienen, las prendas cuelgan en sus manos.
El omega se acuesta sobre el nido y ronronea, se saca la camiseta y da un par de vueltas, luego se queda quieto, cierra los ojos y libera su aroma. La vainilla y la canela se hace espesa en el aire, el aroma se combina con el de los alfas y es perfecto.
Los trillizos miran a su deslumbrante omega, sus ojos no se apartan de la pequeña protuberancia, sus manos pican por tocar, poder sentir la dureza del vientre de su omega, el hogar de sus cachorros.
— Pueden venir — la voz de su omega los saca del estupor.
Marcel es el primero en ponerse en movimiento, inclina la cabeza antes de acostarse junto a su omega, el ronroneo de Louis se hace más fuerte cuando las grandes manos de su alfa tocan su piel. Es la primera vez que el contacto es directo y eso lo pone feliz.
Edward y Harry no se demoran en seguir los pasos de su hermano, ambos inclinan la cabeza respetuosamente e ingresan al nido. Los alfas se acomodan estratégicamente para que todos puedan poner una mano en el vientre de su omega.
Este es uno de los momentos que vivirá en sus mentes para siempre, será uno de los muchos recuerdos felices que atesoraran.
— Soy feliz — Louis habla, su voz es suave y calmada, una sonrisa relajada adorna su rostro — Muy feliz.
— Haré todo lo posible para que siempre te sientas así — Harry le promete a su omega.
— Gracias alfa.
Continúan abrazados por quien sabe cuánto tiempo, demasiado perdidos en su felicidad, nada importa en este momento, solo ellos y la felicidad que están sintiendo. Pero su pequeña tranquilidad termina cuando el estómago del omega gruñe.
— Alguien tiene hambre — Marcel ríe.
— Como por cuatro — Louis se defiende — Y todo es tu culpa, no puedes quejarte.
— Jamás lo haría — el alfa besa la mejilla de su omega — Pero no olvides que no fui el único responsable de esto, tus otros alfas también ayudaron.
— No podría olvidarlo — Louis pellizca los brazos de Edward y Harry.
Los alfas se quejan y gruñen, lo que hace reír a su omega, molestándolos por ser demasiado débiles.
— Iré a preparar algo — Harry se aferra al cuerpo cálido de su omega, contradiciendo sus palabras anteriores.
— Nuestros Pastelitos tienen hambre — el omega se queja.
— Pastelitos — Edward prueba el apodo — Me encanta, jamás se me habría ocurrido.
— Mentiroso, todo el tiempo me llamas por esos apodos ridículos.
— Te encantan — el alfa toma la mano de su omega y besa la palma — Me amas, llevas a mis cachorros, eres mi omega — gruñe las palabras.
— Lo sé neandertal, no pensé que fueras tan lento — el omega se burla — Todo es noticia vieja.
— Sarcástico como me gustan — el alfa muerde el cuello de su omega, quien chilla por el ataque.
— Aléjate, primero aliméntame, luego podemos hacer otras cosas — el omega mueve las cejas.
Edward nunca se ha movido más rápido en su vida, se levanta del nido y sale de la habitación, segundos después el ruido de ollas hace que sus hermanos se burlen.
— Iré a ayudarlo, los Dioses saben que es un inútil en la cocina, no quiero que queme nuestra casa — sentencia Marcel.
Harry y Louis se quedan en el nido, se abrazan y el alfa acaricia a su omega. Ambos se dicen cosas dulces, el alfa habla tontamente sobre las pequeñas cosas que deben comprar, sueña con las ropas pequeñitas y las medias estampadas, el omega escucha atentamente, contento de ver la sonrisa radiante de su alfa y el brillo en sus ojos.
— Le diré a Edward que programe una cita con el medido — Harry detiene sus divagaciones para decirle eso a su omega — Es importante.
— Está bien.
— También debes llamar a tus padres — el alfa se acuerda tardíamente.
— Joder, lo olvidé, soy estúpido, debía ser lo primero — el omega refunfuña y se levanta del nido, su alfa hace lo mismo.
El omega camina por la habitación en busca de su teléfono, pero recuerda que no tiene uno consigo, antes de pedirle a su alfa que le preste el suyo, Harry le entrega el dispositivo.
— Gracias amor — Louis besa los labios de su alfa, luego regresa al nido.
— ¿Quieres que te deje solo? — el alfa pregunta tímidamente.
— No, por favor acompáñeme.
Cuando el alfa vuelve a abrazar a Louis, recién tiene el valor de llamar a su padre, al segundo timbre el Coronel contesta.
“Hola Harry, ¿Todo está bien” Magnus saluda.
— Papá — Louis apenas dice la palabra antes de ahogar un sollozo.
“Cachorro”
Notes:
"Nada pueden las armas de fuego,
las balas que tiran contra él
las detiene con su mano desnuda"Leyenda de Andrés el Pastor, bandolero de la Edad Media
Chapter 54: Capítulo 53
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Harry está viviendo el maldito sueño. Nació alfa únicamente para poder embarazar a Louis y tener el placer de verlo cargando a sus cachorros.
Su omega está demasiado radiante, no es que antes no lo estuviera, pero el embarazo lo hace aún más atrayente. Su Louis es tan adorable.
— Te arrancaré el nudo de un mordisco — el omega le gruñe a Edward.
Louis está de mal humor porque el ruido de la alarma de su alfa lo despertó. En momentos como este preferiría haberse emparejado con un hombre que no dirige un hospital.
— No me coquetees — Edward mira a su omega y lo señala con el dedo — Tengo que ir a trabajar, no puedo quedarme en la cama contigo.
El omega vuelve a gruñirle a su alfa y luego se acurruca más en el pecho de Harry. Ambos ven a Edward atarse la corbata y mirarse en el espejo, ambos también se burlan cuando el alfa les guiña un ojo.
— ¿A dónde fue Marcel? — Harry le pregunta a su hermano mientras acaricia el trasero de su omega.
— Tiene una firma de libros fuera de la ciudad. No quiso despertarlos, dijo que volvería al medio día — el alfa camina hacia el sofá y agarra su maletín.
— ¿A qué hora es la cita con el obstetra?
— A las tres, los veré en el hospital — Edward se acerca a la pareja que aun esta acostada en la cama — Omega, ¿estás molesto conmigo?
— Perdedor — Louis sisea y se cubre el rostro con la sábana.
Harry se ríe y pellizca el trasero de su omega. Louis le muerde el pezón en represaría, haciendo que el alfa gruña.
— Hoy estas muy descarado — Edward niega con la cabeza, luego besa los labios de Harry a modo de despedida — Haz que desayune.
— Está bien — Harry persigue los labios de su hermano para un segundo beso.
Cuando se separan, Edward se agacha y deja un beso sobre la sábana a lo que supone es la frente de su omega y luego sale de la habitación.
— Vamos, bebé, los Pastelitos deben desayunar — Harry recorre el cuerpo de su omega con sus grandes manos y le hace leves cosquillas. Louis refunfuña hasta que se quita la sábana del rostro y dirige sus furiosos ojos hacia su alfa.
— No me molestes — el omega palmea el muslo de Harry y luego se levanta de la cama, sale de la habitación murmurando maldiciones.
Han pasado apenas dos días desde que Louis volvió a casa. Ayer sus padres y sus primos vinieron de visita, todo se podría resumir en llanto, reprimendas y disculpas. Sus padres estaban furiosos, pero a la vez aliviados de volver a ver a su cachorro.
Magnus se disculpó profusamente con su hijo y sus yernos. El alfa se sentía avergonzado por no poder localizar a su hijo, por no poder calmar la inquietud de su hermano y el dolor de su omega. A todo eso se sumaban los sentimientos de los trillizos, es por eso que pensó que lo mejor era mantenerlos alejados, no sabía que eso hizo que todo fuera peor para los hombres.
Las madres y el padre de los trillizos, también visitaron a sus hijos y se preocuparon por la salud de Louis, quien les dijo que todo estaba bien, que los cachorros son saludables.
Felizmente todo se aclaró, las disculpas fueron bien recibidas y la alegría inundó a toda la familia. Todos están ansiosos por los meses venideros y la llegada de los nuevos integrantes.
Louis está bien, aunque sus cambios de humor son notorios, un minuto está contento, se vuele adorable y pegajoso, pero al siguiente les gruñe a sus alfas y los aleja.
Al menos los mantiene alertas. Así que Harry no se queja, al contrario, le encanta.
El alfa entra a la cocina y encuentra a su omega masticando un pan seco, el alfa desearía reírse, pero le gusta poder anudar a su omega.
— Tengo pastel de naranja — Harry le dice a Louis — ¿Quieres una porción?
Louis mira a su alfa y luego al pan que tiene en sus manos, asiente lentamente y deja el pan sobre la mesa. Harry se acerca a su omega y le besa la coronilla antes de buscar un plato para poner la tajada de pastel.
20 minutos después, su omega recién alimentando le pide amablemente hacer una pequeña caminata, y Harry jamás le negaría algo a su alma gemela.
— Dame un momento — le dice el alfa — Iré a buscar tus zapatillas.
Louis se levanta de la silla, deja el plato en el lavatorio y se lava las manos. Jala su suéter para que cubra sus manos y luego las coloca sobre su vientre, tararea mientras camina hacia la puerta trasera. Su alfa lo alcance un minuto después, lo ayuda a sentarse en la escalera, le pone medias y luego las zapatillas.
— Te amo — Louis le dice a Harry.
— Te amo mucho más, cariño — el alfa besa las rodillas de su omega y luego le da la mano para que pueda pararse con facilidad.
Alfa y omega caminan de la mano y van hacia el bosque.
— ¿Crees que todo saldrá bien? — Louis pregunta unos minutos después, al ver la mirada confusa de su alfa, aclara la pregunta — ¿Crees que todo acabó, que eso fue todo y seremos felices por siempre?
— Creo genuinamente que merecemos ser felices.
— Eso no responde mi pregunta
— No sé lo que vaya a suceder mañana, en un año o en una década. Lo único que sé es que haré todo lo que esté a mi alcance para que tú, mis hijos y mis hermanos, estén bien y sean felices — el alfa aprieta con fuerza la mano de su omega y Louis sonríe suavemente.
— Gracias, Harry.
— De nada, amor.
La respuesta de su alfa, tranquiliza al omega. No podía dejar de pensar en eso, si este era el final, si al fin seria libre y estaría tranquilo. Todo parece indicar que sí, así que tratará de tomar todo lo que pueda y disfrutará de cada momento.
Llegan hasta el riachuelo donde los alfas le pidieron a Louis que sea su omega. El lugar sigue igual de encantador que aquella vez, es aún más hermoso iluminado con la luz del día.
Harry se sienta sobre las hojas secas y jala a Louis para que se siente en su regazo, el omega recuesta todo su peso sobre el pecho de su alfa y cierra los ojos. El ruido de la corriente del riachuelo es como una canción de cuna, así que se queda dormido con facilidad.
El omega despierta en los brazos de su alfa. Harry camina por el bosque cargando a su omega al estilo nupcial y no nota que su compañero está despierto o al menos eso cree el omega. Louis se hace el dormido, le encanta ser llevado por su alfa, se siente seguro.
El alfa tiene dificultades para abrir la puerta, pero lo logra, camina por la cocina y va a su habitación, mira a su omega y sonríe porque sabe que ya está despierto, aunque le gusta cuando Louis se vuelve mimoso.
— Amor — el alfa arrulla a su omega — ¿Quieres tomar un baño con burbujas?
— Ummm — el omega actúa como si acabara de despertar — ¿Qué dijiste?
— Baño de burbujas.
— Por favor.
El alfa camina hasta el baño, deja a su omega de pie. Abre el grifo para que la tina se llene de agua. Y luego ayuda a Louis a desvestirse, le quita la camiseta y se arrodilla para bajarle los pantalones, no sin antes dejar un beso sobre su vientre.
Louis le sonríe cariñosamente, su Harry es muy dulce y considerado.
Cuando la tina tiene suficiente agua, el alfa le pone burbujas y ayuda a su omega completamente desnudo a subirse a la bañera. Louis se sienta y su cuerpo instantáneamente se relaja.
— Esto es muy bueno — el omega comenta, tiene los ojos cerrados y la cabeza recargada sobre la tina.
— Lo es — Harry está de acuerdo por algo completamente distinto. Ve el impresionante cuerpo de su omega ser envuelto por burbujas — Muy bueno.
Louis abre los ojos y mira como su alfa lo devora con la mirada, sonríe de forma ladina y pone una mano sobre su vientre. El cuerpo de Harry reacciona instantáneamente, se acerca mucho más a la bañera, con los ojos fijos en la mano de su omega, es como si estuviera hipnotizado.
— ¿Te gusta lo que ves, alfa? — Louis ronronea.
Harry asiente vigorosamente y levanta una mano para tocar el vientre de su omega, pero se detiene, mira a Louis como si le estuviera pidiendo permiso y el omega le sonríe, así que el alfa tiene carta libre.
— Es muy bonito — dice el alfa mientras acaricia el vientre de su omega — Eres hermoso.
— Lo sé.
— Por supuesto — el alfa lo mira — Eres consciente de tu belleza.
— Ummm — el omega acepta — ¿Y sabes algo más?
— ¿Qué cosa?
— Soy tuyo.
— Mío — el alfa asiente como si acabara de recordarlo — Mío.
— Completamente, llevo a tus cachorros en mi vientre.
Harry toma a su omega por la nuca y lo besa con rudeza. Louis gimotea, siente como sus lenguas bailan y el aire se hace escaso, Harry apenas le da unos segundos para recuperarse antes de volver a besarlo. La fiereza del beso es un contraste con la suavidad con la que el alfa continúa acariciando el vientre de su omega.
— Alfa — Louis gime — Por favor.
— Dime, pídemelo.
El omega gime cuando el alfa empieza a dejar besos por su cuello, sobre su marca. Lo único que hace es pasar sus dedos sobre los rizos de Harry y tira de ellos cuando el alfa lame la marca de apareamiento.
— Por favor, por favor — suplica.
— Quiero oírte decirlo.
— Fóllame.
El alfa se aleja del cuello de su omega y lo mira a los ojos para después sonreír. Louis es un hombre fuerte y por eso no sufre un infarto en ese momento, los hoyuelos de Harry son así de peligrosos.
El alfa se desviste y entra a la bañera, no demora en sentar a su omega en su regazo y volver a besarlo. Louis no sabe por cuánto tiempo su alfa besa cada lugar que sus labios alcanzan.
— Me privaste de esto — dice Harry, sus grandes manos agarran el trasero de su omega — Me privaste de lo que es mío.
— Lo siento.
— No puedes disculparte por eso, no lo aceptaré — el alfa niega — Te castigaré, te follare tan fuerte que solo pensarás en eso cuando me mires.
— Lo quiero.
— Claro que sí, eres una zorra por mi polla, ¿verdad omega?
— Sí alfa.
Harry separa el trasero de su omega y siente el líquido viscoso salir, mete un dedo y acaricia los bordes, disfruta ver como el cuerpo de Louis se estremece por el placer. No lo ha follado por casi dos meses, es hora de que le recuerde a quien pertenece.
— No tengo porque perder el tiempo, estás demasiado ansioso y lo quieres.
El omega asiente. Harry toma su miembro y lo alinea en la entrada de su omega, lo ayuda a bajar lentamente hasta que está sentado completamente en su polla, la espalda de Louis se arquea y gime.
— Te extrañé — dice el omega.
— Podrías haber estado sentado sobre mi polla todo este tiempo, pero preferiste ir a jugar a Italia — Harry da la primera estocada y el omega gimotea en su cuello.
Louis gime con cada estocada, había olvidado lo grande que es Harry y lo bien que lo conoce. El alfa toca cada lugar que lo hace gritar de placer, sabe dónde besarlo y que decirle para hacerle marear, cuando folla con Harry se vuelve un muñeco que solo suplica por más.
— Estás ansioso, siempre pides más, nunca te contentas con lo que te doy.
— Perdón alfa, seré bueno.
— ¿Un buen omega? — Harry pregunta y Louis asiente — ¿O una buena zorra?
— Lo que tú quieras.
Las estocadas de Harry se aceleraron sin que se diera cuenta, sus gruñidos se hacen más fuertes y se combinaban con los gemidos de su omega.
Louis tira de los rizos de su alfa cada que toca su punto más sensible, las lágrimas caen por sus mejillas y Harry sonríe al ver el placer que produce en su omega.
— ¿Quieres otro cachorro? — el alfa gruñe en el oído de Louis.
— Sí alfa, tantos cachorros.
— ¿Quieres ser mi pequeña ama de casa? ¿Quieres estar siempre lleno de mis cachorros?
— Por favor — el omega gimotea y asiente.
— Mi pobre omega, te estoy follando tan bien que aceptarías cualquier cosa que te pida — Harry se ríe y toma la polla de su omega.
— Alfa, alfa, alfa — Louis repite como un mantra. El placer que siente es demasiado, la polla de Harry está tocando el manojo de nervios que lo hace llorar de satisfacción y también combina sus estocadas con la mano que lo masturba.
— Tendrás mi nudo, pequeño omega, te lo daré.
Harry toma las caderas de su omega y lo ayuda a saltar sobre su polla, Louis va de buena gana, siente los testículos de su alfa chocar contra su trasero. El agua chapotea y rebalsa de la bañera, así de fuerte su alfa lo está follando.
— Más, Harry, más fuerte.
El alfa acerca su rostro a los pezones de su omega y los lame, en unos meses estarán llenos y ya planea divertirse con eso, sabe que sus hermanos también disfrutarían.
El nudo del alfa se hincha atrapando a su omega, cargas de semen llenan el útero del omega, quien esconde su rostro sonrojado y lleno de lágrimas en el pecho de su alfa. Harry masturba a su omega hasta que siente su liberación.
— Tranquilo, mi amor — Harry murmura — Ya lo tienes, estoy dentro de ti.
— Es grande — Louis solloza — Puedo sentir como tu semen me llena.
Harry tararea y aleja el rostro de Louis de su pecho, le limpia las lágrimas y le sonríe suavemente, le besa los labios un par de veces antes de dirigir sus ojos a la marca de apareamiento en el cuello de su omega.
Es algo que su alfa necesita hacer y sabe que el omega de Louis, también lo necesita. Harry besa la marca antes de hundir sus dientes, reabriendo la herida. Cuando se separa, puede ver los hilos de sangre que corren por el delicado cuello de su omega, lame el líquido carmesí hasta que la herida deja de sangrar.
Se quedan en la bañera por más tiempo, el nudo del alfa continúa dejando escapar cargas de semen y el omega solo se queja cuando sucede, aunque Harry ve la sonrisa en su rostro. Louis no logra engañarlo.
[…]
Edward ve a su hermano y a su omega llegar. Le ladra una orden a su residente y luego se acerca a sus compañeros. Sus ojos se dilatan cuando ve la marca en el cuello de Louis. Su hermano hizo un buen trabajo con la cicatrización, pero Eddy nota que la herida es fresca.
— Omega — el alfa besa lo besa y Louis lo acepta, pero rueda los ojos — ¿Aún enojado conmigo, Cheesecake?
— ¿Dónde está Marcel? — el omega hace caso omiso a la pregunta de su alfa.
— En la cafetería, no le dio tiempo de almorzar, así que fue a comer algo — el alfa complace los engreimientos de su omega y deja pasar su comportamiento.
Louis tira de un rizo de Harry y le da un beso en la mejilla, luego mira a Edward, el alfa se inclina esperando un beso, pero el omega lo abofetea en la mejilla y se aleja dejando a su alfa atónito.
— Él quiere que lo folle — dice Edward.
— No sé cómo llegaste a esa conclusión — Harry se carcajea.
— ¿No viste lo que acaba de pasar? — Edward mira a su hermano como si fuera un estúpido — Está seduciéndome.
Harry se queda boquiabierto ante las palabras de su hermano, no quiere ni empezar a pensar que es lo que hay en la mente de su trillizo, así que prefiere dejar que piense lo que quiera, total, él no es quien se quedará sin nudo si molesta a Louis.
Notes:
"Siempre he necesitado la música, como necesito la comida o el agua"
Chapter 55: Capítulo 54
Notes:
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Chapter Text
El Capitán Tomlinson mira al soldado de arriba abajo. El pobre muchacho agacha la cabeza, pero aún tiene ambas manos suspendidas en el aire sosteniendo una botella de agua.
— Lo lamento señor, no puedo evitarlo — el soldado se disculpa.
Louis hace un ruido evasivo y entrecierra los ojos, pareciera que el soldado siente el enojo del omega porque se encoge más, baja lentamente las manos y sostiene con una la botella.
— ¿Te pedí algo? — el Capitán gruñe.
— No señor.
El omega militar ya tiene cinco meses de embarazo, desde hace unas semanas ha sido imposible que oculte su gran vientre bajo su uniforme y sus soldados se han dado cuenta del estado de su Capitán.
Y ahora eso representa un problema. La mayoría de los jóvenes son alfas y no controlan del todo sus instintos, los que les gritan para cuidar y proveer al omega embarazado. Así que Louis, empezó a recibir muchos regalos, desde cosas pequeñas como fruta o ropa de bebé, hasta cunas de madera talladas a mano. Por supuesto, todos son regalos de los soldados.
Al principio estaba bien, entendía que todos tenían buenas intenciones, pero ahora también sus superiores se han enterado de la noticia y los regalos se han vuelto más extravagantes por decir lo menos. Ha recibido un par de automóviles, cheques en blanco, joyería costosa. Y la cereza del pastel la recibió hoy, cuando uno de sus ex pretendientes le mandó los documentos de una isla que está a su nombre.
El puto Mikhail Petrova le regaló una isla.
Que sus alfas no se enteren de eso, porque solo los Dioses sabrían que harían para “competir” con el regalo del otro alfa.
Y ahora el muy embarazado y enojado omega está tratando de evitar descargar su ira en el joven soldado que le trajo una botella de agua. Sus compañeros están en filas detrás de él. Mirando lo que sucede, ninguno se atreve a ayudar a su compañero. Louis tendrá que darles una lección por eso, aunque más tarde, ahora está cansado y tiene sed, pero tiene que mostrar su punto.
— No tengo sed — sisea, el soldado asiente repetidamente, como confirmando las palabras de su Capitán.
— Lo siento, señor — el joven vuelve a disculparse.
El omega mira sobre el hombro del soldado y posa su mirada sobre el batallón. Los alfas y betas se retuercen desde sus posiciones, conscientes del enojo del omega embarazado, que para colmo de males, es también su Capitán.
— Mi estado no es sinónimo de debilidad — el omega gruñe. Sabe que ninguno de ellos ha insinuado algo parecido, pero quiere verlos retorcerse un poco más — ¿O creen que me he vuelto débil?
— No señor — gritan al unísono.
Hace apenas unos minutos el omega junto a los solados dieron unas vueltas por el campo (Louis solo una), hicieron algunos ejercicios (Louis una sentadilla) y estaban prontos a dirigirse al gimnasio, hasta que ocurrió el incidente de la botella de agua.
Louis aún puede hacer la mayoría de las cosas en su trabajo (por supuesto). Aunque en su casa no es nada menos que un omega consentido y mimoso, al que le masajean los pies y el vientre.
— Voy a decir esto una sola vez, presten atención — el Capitán grita — No quiero recibir ningún regalo, hagan como si no estuviera embarazado, al próximo que me trate como si no pudiera valerme por mí mismo, lo mandaré al calabozo. ¿Entendido?
— Señor, sí señor.
— Ahora lárguense al gimnasio ¡Rompan filas! — ordena el omega.
Los solados se dispersan y salen corriendo del campo rumbo al gimnasio, ninguno mira atrás.
— Pido, disculpas, señor, no volverá a ocurrir — el soldado frente a Louis se disculpa.
— Dame esa botella — el joven se la tiende y sonríe suavemente — Lárgate antes de que te patee el trasero.
[…]
Louis está en su oficina, firmando algunas solicitudes de permisos, cuando oye el sonido de la puerta abrirse, levanta la mirada de sus documentos y ve a Zayn en el umbral, o lo que parecen ser sus piernas, porque su cuerpo está tapado por el peluche gigante que sostiene en frente.
— Saca esa cosa de aquí y quémala — el omega frunce la nariz con disgusto al ver el peluche.
— Es un regalo — el alfa baja el peluche y deja su rostro al descubierto, le sonríe a Louis y el omega levanta las cejas.
— No me digas — Louis sonríe y lo señala — Niall no lo aceptó.
— Lo tiró por la ventana — Zayn refunfuña y deja en el piso el objeto, se sienta con desgana en la silla frente al escritorio de su amigo — Dijo que me abandonaría si vuelve a ver ese peluche.
El omega hecha la cabeza hacia atrás y ríe con fuerza. El alfa lo mira mal y le lanza un bolígrafo que Louis logra esquivar instintivamente.
— Niall es mi espíritu animal — Louis se burla.
— Por supuesto — Zayn sonríe.
Su omega tiene 34 semanas, está pronto a dar a luz. Su preciosa cachorra está saludable y el embarazo de Niall transcurre con normalidad. Los alfas están contentos y adoran el suelo por el que su omega camina.
— ¡Que mierda haces aquí? — Louis cuestiona — Estas de permiso.
— Me votó de la casa — el alfa gimotea como un niño — Estaba muy furioso, no sé que hice mal.
— ¿Aparte de ese peluche horroroso?
— Pero a él le gustan, además es un elefante, le encantan.
Louis no responde, solo rueda los ojos y vuelve a leer los documentos. Escucha el ruido de pasos y ve a Zayn acostarse en el sofá de la esquina, así que no comenta nada. El omega continua con su trabajo, le pide a su secretario unos bocadillos y continua después de comerlos. No es consciente de que el tiempo pasa y solo se detiene cuando sus ojos le arden.
Guarda sus cosas, levanta los brazos por encima de su cabeza y oye su espalda crujir, pone una mano sobre su vientre y camina hasta pararse al lado de Zayn, le abofetea la nariz y el alfa se sienta en un instante.
— ¿Qué demonios? — el alfa sisea y oye la risita del omega — Eres un diablillo.
— Eso me recuerda, Marcel me compró un disfraz de ángel.
— No me lo cuentes.
El alfa se pone de pie y deja un beso sobre la frente de su amigo. Louis le sonríe y lo ve salir por la puerta, así que se dispone a ponerse la chaqueta y salir de la oficina. El invierno está cerca y el viento cada vez es más frio, así que siempre se abriga, odia estar enfermo.
— ¿A casa, Capitán? — Chris pregunta.
— Sí, al fin — el omega se despide de su secretario y sale, camina por el pasillo y asiente ante los saludos formales de los soldados. Se dirige al estacionamiento en busca de su vehículo.
El omega conduce hacia la salida unos minutos después, la reja es abierta y se despide de los solados que la custodian. Lo que le recuerda a los soldados anteriores que ocupaban el puesto. Edward le contó a Magnus lo que les oyó decir y el Coronel los mandó a otra base, un lugar muy alejado.
Conduce a una velocidad moderada y tararea la canción que suena en la radio. Sabe que al llegar a casa sus alfas lo estarán esperando para alimentarlo. Marcel y Harry, cocinan y hornean como locos, se toman muy en serio que su omega come por 5 personas. Edward hace un buen intento, al menos ahora hace una buena taza de té.
Louis sonríe ante el pensamiento, sabe con seguridad lo que le espera al llegar.
Marcel saldrá a recibirlo, le dará un beso y caminarán de la mano al interior de la casa, le ayudará a quitarse los zapatos y colgará su chaqueta. Ambos irán a la sala donde Edward estará sentando frente a la chimenea leyendo un nuevo libro de medicina, el alfa sonreirá al ver a su omega y le dará un beso, le preguntará por sus síntomas, y solo lo dejará ir cuando le asegure que todo va con normalidad. Luego irá a la cocina, Harry estará sacando algo del horno, sus rizos tendrán harina y sus mejillas estarán manchadas con chispas de chocolate, el alfa se excusará y dirá que son los antojos del embarazo que su omega le contagió.
Louis nunca creyó que esa sería su vida, siempre pensó que no encontraría a las personas perfectas para él, y cuan equivocado estaba, se alegra de haberlo estado, le hace feliz que el destino haya tenido otros planes para él.
Es un hombre feliz, su vida es feliz, todo está bien, tiene cerca a todas las personas que ama y en cuatro meses podrá tener a sus cachorros en brazos.
El omega baja la velocidad y se estaciona frente a su casa, apaga el vehículo y ve a su alfa salir por la puerta. Marcel se apresura y lo ayuda a bajar, le da un suave beso en los labios y ambos sonríen.
— Te extrañé amor — dice el alfa — No puedo esperar a tu permiso de maternidad.
— También te extrañé, cariño — Louis aprieta las mejillas de su alfa, quien sonríe en grande y su hoyuelo derecho se prenuncia mucho más que el otro.
Caminan de la mano, el alfa abre la puerta y deja que su omega entre primero, Louis se sienta en el banquito que está en el recibidor y su alfa le quita las botas militares, el omega mueve sus dedos cubiertos por calcetines y le saca una risa a Marcel.
— Póngase de pie, señor, necesito sacarle la chaqueta — dice el alta con voz elegante.
Ayuda a Louis a sacarse la prenda y la cuelga en perchero, vuelven a tomarse de la mano y van a la sala. Louis ve el momento exacto en que Edward huele su aroma, los ojos de su alfa se dilatan y brillan como las llamas de la chimenea.
— Tiramisú — el alfa saluda, cierra su libro y lo deja en la mesita — Ven a sentarte en las piernas de papi.
— Tengo dos padres — dice Louis y rueda los ojos, suelta la mano de Marcel y se sienta en las piernas de su otro alfa — No vuelvas a decir una cosa así.
— Aburrido — el alfa abuchea, pero besa a su omega, rodea su cintura con un brazo, su mano abarca gran parte del vientre de Louis — ¿Cómo están mis herederos?
— Están bien, los Pastelitos se portan bien con mami — el omega sonríe y mira su vientre.
Louis ha sido uno de los omegas afortunados que no ha tenido muchas nauseas durante el inicio de su embarazo, luego de reunirse con sus alfas, todos sus síntomas de privación táctil desaparecieron, está muy saludable al igual que sus cachorros. Pero Edward es su alfa y también un médico, así que Louis lo complace y responde todas sus preguntas.
— ¿Ningún dolor? ¿Mareos? ¿Falta de apetito?
— No, no y no. Todo perfecto.
— Por supuesto, mis espermas son fuertes.
— Me largo — el omega se levanta del regazo de su alfa y camina a la cocina, oye como Marcel se burla de las ridiculeces que dice su hermano.
El omega se para en el umbral de la cocina y mira a Harry revolotear entre el horno y la olla que está en el fuego. El alfa tiene el cabello atado con una diadema, pero algunos rizos se escapan y le dan la apariencia de una muñeca de porcelana, una muñeca que hornea.
— Alfa — Louis dice haciendo notar su presencia.
Harry deja de mover la cuchara de palo en la olla y mira a su omega, su sonrisa podría compararse con la brillantes de mil soles. El alfa deja lo que está haciendo y se acerca a su omega, besa todo el rostro de Louis y no se detiene, aunque su omega se queje, luego se arrodilla y deja cuatro besos más sobre el vientre de su omega.
— Bebé — el alfa se levanta y deja otro beso en los labios de su omega — ¿Cómo estuvo tu día?
— Tranquilo — el omega limpia las mejillas de su alfa y Harry se sonroja al ser descubierto — ¿Comiendo chocolate otra vez?
— No puedo evitarlo, tengo antojos — el alfa se queja.
— Claro, no lo dudo.
— No te burles de mí — el alfa picotea la pequeña nariz de su omega — Hice que Marcel te preparara un baño, el agua debe estar tibia.
— Gracias amor, ¿Qué hay en la olla?
— Estoy haciendo una salsa de tomate, hoy comeremos pasta.
— Me encanta.
Louis besa a su alfa antes de irse a su habitación, no pasan ni un minuto antes de que uno de sus alfas lo acompañe en su baño, preocupados por si se resbala y también emocionados por ver el cuerpo desnudo de su omega embarazado. Mira sobre su hombre y ve a Edward.
— Ningún comentario inapropiado — Louis le advierte a su alfa.
Edward sonríe con malicia, toma la mano de su omega y lo lleva al baño, lo ayuda a desvestirse y besa sus nudillos antes de apoyarlo para que entre a la tina.
Louis ama los baños de burbuja y desde que está embarazado los ama aún más, son increíbles, puede pasar horas acariciando su vientre, pasando sus dedos sobre las pequeñas estrías, que han aparecido, aunque cada noche sus alfas froten su vientre con aceites especiales. No le importa, esas son marcas que atesorará toda su vida, son las señales de que hay vida creciendo dentro.
Increíblemente Edward no hace ningún comentario inapropiado, o bueno, no más de lo normal. Ayuda a secar a su omega y lo viste con pantalones holgados y una camiseta grande que pertenece a Harry, le pone un par de medias con estampados de libros que son de Marcel.
Durante la cena, Harry comenta que reprogramará el lanzamiento de su álbum porque quiere pasar tiempo con Louis y después estar presente en los primeros meses de sus cachorros. Louis discute un poco porque cree que Harry no debería hacer eso, pero el alfa le dice que no se preocupe, que lo hace porque es importante. Inevitablemente el omega llora por lo bondadoso que es su alfa y sus hermanos le gruñen a Harry por dar esa noticia cuando están comiendo, ahora su omega no tiene hambre.
Una hora después todos están acostados, los alfas tocando el vientre, los muslos o los brazos de Louis, cualquier parte, solo quieren tener las manos en el cuerpo de su omega.
— No pensamos en nombres — murmura Louis — Me estresa tener que pensar en 4.
— Yo elegiré el nombre de nuestra niña — Marcel se emociona.
— Tres niños y una niña, te luciste, Princesa — Edward elogia a su omega.
— Estoy para complacer — Louis se burla, pero Edward no capta el sarcasmo, así que solo sonríe.
— Sus nombres tienen que sonar poderosos — Harry piensa en algunos, pero nada se le viene a la cabeza — Joder, no tengo ni idea.
— Tranquilo cariño — Louis frota el cuero cabelludo de su alfa, Harry ronronea como un gatito — Tenemos tiempo.
Los alfas ofrecen algunos nombres pero el omega los derriba de inmediato, no cree que sean lo suficientemente bonitos para sus cachorros, sus Pastelitos especiales.
— Apolo — el omega hace una mueca — No me gusta.
— Crema Volteada, Suspiro a la Limeña, Chumbeque y Ranfañote — Edward propone nombres.
— Marcel, dile al idiota de tu hermano que no lo dejaré acercarse a mis cachorros, no sé que mierda tiene en la cabeza — el omega le pide a su alfa.
— Está queriendo aprender a hornear — Marcel explica — Leyó un artículo sobre postres peruanos, de ahí los nombres.
— Es un imbécil, que no me dirija la palabra, por favor y gracias — Louis refunfuña y aleja su cuerpo de Edward.
— Ome… — el alfa inicia una disculpa falsa que lo hará merecedor del perdón de su omega, pero siente un golpe en su palma, baja la mirada a la mano que está sobre el vientre de su omega — ¿Lo sentiste?
— ¡Sí! — Louis asiente repetidamente y las lágrimas inundan sus ojos.
Sus cachorros acaban de patear. Louis los siente a veces, pero es mínimo, ahora fue fuerte y muchas más patadas, parece que todos están despiertos. Los alfas tocan el vientre de su omega y sonríen cuando sienten los golpes sobre sus palmas.
La felicidad es una palabra, un sentimiento, Louis y sus alfas son la personificación.
Notes:
"Dar testimonio, luchar contra la nada que nos barrerá. Así quedan todavía en el aire del alma esas pequeñas cosas"
Julio Cortázar, Rayuela
Chapter 56: Capítulo 55
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Harry y Marcel salieron de casa, esta noche tendrán una cita nocturna, Louis les pidió que lo hicieran, sus alfas están demasiado tensos y nerviosos por su embarazo, así que creyó que sería bueno que tengan un poco de tiempo libre. Claramente Edward no estuvo de acuerdo y se preocupó por dejar a su omega solo.
Ahora Louis está acostado cómodamente en el sofá, una manta de lana cubre sus piernas y su redondo vientre. El omega mira detenidamente el rostro de Edward, su mandíbula definida, el solitario rizo que cae sobre su frente, el ceño fruncido por la concentración, también lleva gafas, nunca lo ha visto usándolas.
Edward está sentado en el sillón individual, tiene en sus manos un libro grueso de medicina que encuentra muy interesante, hace apenas unos minutos estaba concentrado pero la mirada ardiente que su omega le está dando hace que sea difícil leer las líneas en el papel. Aunque no dirá nada, quiere saber cuándo Louis hará un movimiento.
Louis siempre lo ha pensado, incluso llegó a sugerirlo, pero justo ahora, mientras mira a su alfa sentado en el sofá siendo la personificación de un hombre sexy e inteligente, da la casualidad que su alfa sea justo lo que su doctor le recetó.
Con casi siete meses de embarazo, Louis tiene las hormonas vueltas locas, les pide a sus alfas que lo follen casi a diario, si no tiene una polla en el culo, la tiene en la boca.
Aunque hoy es diferente, quiere follar a Edward, la sola idea lo hace lubricar.
— Si sigues mirándome así, te inclinaré sobre el sofá y te azotaré el trasero — dice el alfa sin levantar la vista del libro.
— Podría ser al revés — Louis responde, se lame los labios y sonríe dulcemente cuando su alfa lo mira a los ojos.
— ¿Estás sugiriendo lo que creo?
— Si estás dispuesto — el omega se encoge de hombros como si no fuera gran cosa.
El alfa estudia a su omega, Louis le sostiene la mirada y sonríe triunfante cuando Edward cierra el libro, lo deja sobre la mesa y se pone de pie.
— No pensé que fuera tan fácil — dice el omega, Edward le tiende una mano y la toma.
— Esperaba que lo preguntaras algún día y después de que lo hiciste con Marcel sabía que sería el siguiente.
Ambos caminan a la habitación, el alfa abre la puerta y espera a que su omega entre antes de hacer lo mismo.
— ¿Por qué no Harry?
— Mi hermano es un hombre fácil — Edward se quita la camiseta, sus abdominales quedan a la vista para el deleite de Louis — Después de hacerlo con Marcel sabías que él quería lo mismo, así que no representa un desafío.
— ¿Y tú sí? Porque fuiste muy fácil de convencer — Louis levanta los brazos y el alfa se acerca para ayudarlo a desvestirse.
— No esperaba que me convencieras, tenía una respuesta a mucho antes de que lo propusieras — el alfa baja los pantalones y la ropa interior de Louis — No creas que eres el único que ha pensado en esto.
— ¿Lo deseas? — el omega desnudo posa una mano sobre su vientre y mira a su alfa.
— Por supuesto, eres el omega más hermoso que he visto en mi vida, además tienes una polla bonita — el alfa toma con ambas manos el rostro de su omega y sonríe con lascivia — No quería morir sin antes dejar que mi omega me follara.
— Joder — Louis gimotea.
Edward sonríe y besa a su omega, sus labios se unen con pasión, ambos tienen una conexión inexplicable, el deseo eléctrico envuelve la habitación, el recuerdo de lo que está por ocurrir los hace sentir mareados.
Edward es un alfa estoico, no entiende el sarcasmo y casi nunca bromea, se rige por principios impenetrables. Jamás en su vida se imaginó dejar que un omega lo follara, mucho menos desear que eso suceda.
Y ahora está aquí, besando a su alma gemela, al omega con el que está emparejado y lleva a sus cachorros en su vientre. Dejará que este hombre vea su lado más vulnerable, lo que tendrán en unos minutos no solo será sexo, será algo mucho más especial y único.
— Cuidaré de ti, cariño — dice Louis cuando se separan, besa las mejillas ser su alfa y lo toma de las manos.
— Confío en ti — Edward le asegura — No haría esto con alguien más, solo tú.
— Y lo aprecio.
Louis tira de la mano de su alfa y lo guía hasta la cama. El cuerpo de Edward cae sobre el colchón y Louis se arrastra hasta sentarse sobre sus piernas.
— Lo haré despacio — dice el omega — Te prepararé, no quiero que te duela.
— Quiero sentir dolor — dice al alfa.
— Maldito masoquista — el omega se ríe.
— Tú me elegiste como tu alfa — Edward se burla.
Louis no lo complace con una respuesta descarada, toma la mano de su alfa y la lleva a sus muslos, el lubricante corre por sus piernas y moja la mano de Edward, el alfa mira hipnotizado lo que su omega hace.
Louis introduce tres dedos del alfa en su interior, desde ahí Edward se hace cargo y juguetea con el anillo de nervios, escucha los gemidos de su omega y sonríe.
— Siempre eres muy ruidoso, me encanta — habla el alfa.
El omega deja que su alfa se divierta un poco con su trasero, pero después lo toma de la muñeca y lleva la mano mojada de lubricante a su polla. Edward entiendo lo que Louis está haciendo así que hace correr su mano de arriba a abajo sobre la polla de su omega.
— Haces que haga todo el trabajo — Edward mira como su mano abarca gran parte de la polla de su omega, aun así, el tamaño de Louis es considerable en largo y grosor.
— No quiero perder fuerzas, las usaré para follarte.
— Sigues siendo mimado aún cuando te dejo follarme.
— Tú me elegiste como tu omega — Louis usa la misma frase que el alfa le dijo hace minutos.
— Touché, pequeño descarado.
— No soy pequeño.
El alfa vuelve su mirada a la polla de su omega, su propio miembro erguido golpea el estómago de Louis. Edward levanta las cejas y el omega rueda los ojos.
— Eres un alfa, por supuesto que eres más grande que yo.
— Gracias.
— No es un cumplido, solo señalo lo obvio.
— Aún así es bueno que mi omega sepa lo grande que soy — el alfa retoma los movimientos de su mano y su omega sisea por la fricción.
— Suficiente, date la vuelta, ponte en cuatro — el omega ordena.
Edward obedece la orden de su omega, pero antes le da un beso en los labios y luego se pone de rodillas. Siente el peso de su omega sobre su espalda baja, el gran vientre choca contra el trasero del alfa.
— ¿Estás seguro de poder hacerlo? — el alfa mira sobre su hombro, Louis asiente — Porque podemos hacerlo en otro momento.
— No, tengo antojo de poner mi polla en tu trasero.
— ¿Antojo? — el alfa mueves las cejas de forma burlesca.
— Cosas del embarazo, no me hagas caso — el omega descarta la pregunta de su alfa.
Louis recorre la espalda de su alfa con su dedo índice, Edward se estremece ante el toque de su omega, su cuerpo está ansioso por lo que sucederá, no puede controlarse.
El omega besa los omoplatos de su alfa, muerde la piel y se deleita por el gruñido que trae como consecuencia tal acción.
El lubricante sale del omega a borbotones, mojando las sábanas. Louis lleva su mano a la fuente y luego unta su polla con el líquido viscoso, hace lo mismo con el agujero de su alfa.
— Mojado por el lubricante de tu omega — Louis murmura al oído de Edward — Eres un alfa sucio.
El alfa no responde, los únicos sonidos en la habitación son los gruñidos y los gemidos que emite. Edward se queja cuando Louis saca sus dedos del lugar que le da tanto placer.
— Tan ansioso — Louis molesta a su alfa — No pensé que lo querrías tanto.
— Deseo cada cosa que puedas darme.
Louis recompensa las palabras de su alfa, metiendo parte de su polla en el ansioso agujero. Edward esconde su rostro en las sábanas y su cuerpo se tensa, él omega se detiene y pasa sus palmas sobre la espalda de su alfa para que se calme.
— Iré más despacio — Louis avisa.
— No, lo quiero todo de una vez — pide Edward.
— No quiero lastimarte.
— No lo haces, omega, me haces sentir tan bien que lo quiero todo ahora, me has vuelto codicioso.
El omega continúa y ambos gimen cuando la polla entra en su totalidad. Louis deja que el alfa se acostumbre y continúa las caricias por el cuerpo de su compañero.
— Joder, soy un campeón — Edward se tira flores — Apuesto a que nadie toma tu polla tan bien como yo.
— Lo que te deje dormir por las noches.
— Amo tu descaro, fóllame antes de que cambie de opinión y golpee hasta el cansancio tu trasero.
Louis mueve las caderas lentamente, sonríe por el gemido que Edward suelta ante el movimiento, continúa haciéndolo unas cuantas veces más y luego da la primera estocada. El alfa muerde su brazo para ocultar el gruñido que está a punto de soltar.
— Quiero oírte — Louis le dice a su alfa — Le hará muy bien a mi ego.
El alfa suelta el gruñido que estaba conteniendo y Louis se deleita por el sonido, continua sin cesar las estocadas, aunque tiene cierto cuidado ya que su vientre choca con parte del cuerpo de Edward.
El hombre más pequeño rodea la cintura de su alfa y toma la polla, aprieta el miembro y Edward grita, el placer se mezcla con el dolor, no sabe si pedirle a su omega que continúe o se detenga.
Louis lo masturba al compás de sus estocadas. El alfa es consciente de los sonidos que producen sus cuerpos, del delicado aroma que el lubricante de su omega desprende. La habitación está llena del olor a vainilla y canela, también del aroma más fuerte que le pertenece. La fusión de los aromas hace que sus pensamientos se nublen.
— Mierda — Louis gime — Aprietas mi polla tan bien.
Louis rueda los ojos y muerde la nuca de su alfa. Lame la sangre que la herida produce, el alfa sisea por el dolor, pero se calla cuando su omega continúa sus movimientos.
Louis folla a Edward con movimientos lentos pero certeros, cada golpe da en el lugar exacto. Elogia y alaba a su alfa, quien también murmura su devoción y amor.
Ninguno sabía que así es como se desarrollarían las cosas. Louis pensó que Edward sería el alfa feroz y posesivo que siempre es, aunque esa parte de la personalidad del hombre se mantiene, el omega descubre que también puede ser más suave y receptivo.
Edward por su parte pensó que podría manejar la situación, pero estaba muy equivocado, el toque de su omega es como lava recorriendo su piel, sacó de sí un lado que no creía tener, se mostró en parte sumiso y complaciente ante su alma gemela.
— Te amo — le dice Edward a Louis — Te amo.
— Te amo mucho más, alfa.
Se besan en una posición incómoda, pero lo hacen funcionar. Edward se hace cargo, muerde y chupa los labios rosados de su omega, quien no deja de follarlo en ningún momento.
— Estoy cerca — le dice a su alfa.
— Córrete dentro, estoy tomando la píldora.
— Maldito idiota, te amo aún con todas las cosas ridículas que dices.
— Ese es el mejor tipo de amor — el alfa le sonríe y luego le muerde el labio.
Louis retoma sus movimientos. Edward lo ayuda y se encuentran en cada embestida, el omega toma las caderas de su alfa y golpea con más fuerza, no pasa mucho antes de que su orgasmo lo alcance, el semen llena el interior del alfa, un poco sale de su agujero y cae sobre las sábanas mojadas de lubricante.
Edward sisea por la sobrecarga de placer y Louis continúa masturbándolo, unos minutos después el semen del alfa pinta su mano, el omega levanta la palma y lame el líquido viscoso, bajo la atenta mirada de su alfa lame sus dedos.
Si no lo hubieran follado hasta dejarlo casi desmayado, Edward follaría el gordo trasero del pequeño descarado que juega con su cordura.
— Soy muy bueno — Louis tararea, pasa dos dedos por el agujero de Edward e intenta mantener su semen en el interior de su alfa.
La forma en que Louis lo sigue tocando, burlándose de él, excitándolo sin siquiera pensarlo, hace que la polla de Edward vuelva a endurecerse y una sola idea se le viene a la cabeza
El omega se deja caer al lado de su alfa y tararea contento. Edward gira la cabeza y mira la sonrisa radiante que adorna el rostro de Louis. El alfa se acomoda entre las piernas de su omega y empieza a masturbarse, Louis es la representación de alguien que acaba de cumplir uno de sus más grandes deseos, y no hay nada más que excite a Edward que el hombre debajo suyo.
El alfa no mentía cuando decía que podría correrse con solo verlo y es justo lo que hace, el semen espeso y caliente cae sobre el vientre abultado de Louis, el alfa continúa golpeando su mano contra su polla y el líquido viscoso salpica.
— Pareces una dona glaseada — dice el alfa mirando el vientre de su omega. Louis solo atina a darle una palmada en la pierna.
El alfa vuelve a acostarse junto a su omega, lo recibe gustosos cuando se acerca y se acurruca a su cuerpo.
— No puedo moverme — el alfa se queja — Joder, me quema el trasero, ¿Cómo disfrutas de tener dos pollas dentro?
— Está en mi naturaleza, me gustan las pollas — el omega empuja a su alfa — Ahora consígueme un bocadillo, los Pastelitos están despiertos.
Edward se acerca y besa la mejilla de su omega, luego pone una mano sobre el gran vientre de su pareja, siente a sus cachorros patear y eso lo hace sonreír. Parece que Louis dice la verdad, sus cachorros están despiertos y hambrientos.
Notes:
“El aire frío llena mis pulmones, el vino de tus labios llena mi alma”
Chapter 57: Capítulo 56
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El omega come fresas mientras mira la televisión, está dando un programa de cocina y le gusta criticar a los participantes inútiles, aunque él no pueda hacer ni un sándwich.
— Le falta sal, eso será desabrido — bufa cuando el hombre no le agrega sal al platillo que prepara — Si Marcel participara, ganaría. Su padre cocina delicioso — habla con los bebés en su vientre.
Tiene 8 meses de embarazo y está demasiado contento. Todo va viento en popa, sus cachorros están saludables y crecen de maravilla. Su cesárea está programada para dentro de dos semanas, no puede tenerlos por parto natural porque eso sería muy peligroso.
Actualmente está de permiso por maternidad. Zayn está a cargo de la base junto a Ben, constantemente los alfas le envían mensajes de texto quejándose del otro. Louis se burla cada vez.
— ¿Quieren chocolate? — el omega tiene antojos todo el tiempo y vuelve locos a sus alfas, lo disfruta mucho.
Hace unos días, se despertó en la madrugada y les pidió a sus alfas una sandía, no sabe porque, pero lo deseaba tanto, así que hizo lo que mejor sabe hacer actualmente, llorar. Lloró y gritó hasta que sus alfas fueron en busca de la fruta. Se quedó dormido en cuanto salieron de la casa.
El omega se levanta del sofá y va a la cocina. Ninguno de sus alfas está porque de lo contrario sólo habría gritado pidiendo que le den chocolate.
— Sus padres llegarán pronto — les dice a sus bebés — Fueron a recoger sus cunas.
A pesar de la cantidad de regalos que recibieron, tomaron la decisión de comprar ellos mismos las cosas para sus bebés. Era algo que deseaban desde hace mucho tiempo y creyeron que sería más especial si escogieran las cosas y se encargaran de todos los detalles. Los regalos fueron donados a orfanatos para que puedan ser utilizados por personas que los necesitan.
Así que el omega envío a sus alfas en búsqueda de las cunas porque quería tener un momento a solas. Harry y Marcel están todo el día en casa, solo salen por algunas horas para realizar sus actividades y luego regresan, ambos se turnan para no dejar a su omega solo. Edward está de permiso hace una semana, así que la casa está llena y Louis está a nada de jalarles de los pelos y arrastrarlos por el piso.
Los ama, pero no soporta que no lo dejen solo nunca. Harry incluso quería acompañarlo al baño.
El omega acaricia su enorme bulto, llevar cuatros cachorros no es color de rosas, es una tortura y Louis sabe que no tendrán más hijos, cuatro son suficientes.
— Chocolate, chocolate, chocolate — el omega tararea mientras busca en la despensa.
Su teléfono vibra en su bolsillo y lo saca justo cuando encuentra la barra de chocolate, levanta ambos brazos con cada objeto en una mano, y se contonea por su pequeña victoria.
— Mami puede hacer dos cosas a la vez.
Revisa el mensaje que llegó a su teléfono y se congela.
"Tenemos a tus alfas. Ven a buscarlos"
El mensaje está acompañado de una foto el hombre tiene la cabeza cubierta con una bolsa negra, Louis sabe que es Edward por la ropa que ve, su alfa está sentando en una silla y tiene los brazos atados
Su teléfono vuelve a vibrar con la dirección del lugar.
— Hijos de puta — Louis gruñe — Un omega embrazado no puede comer sus malditas fresas con chocolate porque luego le hinchan los huevos — sisea.
El omega camina a su habitación mientras llama a Marcel, el alfa no contesta, tampoco lo hace Harry.
— Solo tenían que ir por las cunas. No puedo perderlos de vista un minuto porque los idiotas se dejan secuestrar — sisea con los dientes apretados.
Aún fresca en su memoria lo fácil que sus alfas se fueron con uno de los hermanos de Santiago, ya les dio una reprimenda por sus acciones tan descuidas.
El omega entra a su habitación y va en busca de su caja fuerte, ingresa la contraseña y saca el arma qué hay adentro.
— Lo juro por los Dioses, si Santiago está involucrado en esto, le daré un balazo en las bolas — gruñe.
El omega marca otro número en su celular y oye timbrar, su padre Magnus tampoco contesta, lo que se le hace muy raro, llama a su otro padre y a su madre, el resultado es el mismo.
Prometió que no actuaría de forma imprudente y buscaría ayuda cuando lo necesitara y ahora que lo hace nadie está disponible. Eso le parece muy sospechoso.
Continúa marcando números y nadie le contesta, ni sus primos, tíos o amigos. Está absolutamente solo y justo ahora a sus cachorros les dio por patear sus costillas, el omega aprieta la mandíbula para evita gritar de dolor, solo es una de las tantas cosas que tiene que soportar por traer vida a este mundo.
— No están cuando los necesito, no quiero que me estén jodiendo cuando se enteren — le grita a su teléfono.
El omega sale de su habitación con el arma en una mano y su celular en la otra. Le parece risible que esta mierda esté pasando justo ahora, el destino tiene formas crueles de hacer las cosas.
Unos minutos después el omega conduce su vehículo a la dirección que le enviaron, no tiene tiempo para planear nada, solo llegará y verá lo que puede hacer para poner a sus alfas a salvo. Joder, cubrieron el rostro perfecto de su Eddi, no estará contento hasta matarlos.
El omega llama a Bastien, tiene la esperanza de que su amigo sepa lo que está sucediendo, no sabe a quién más recurrir. Pasa lo mismo que antes, él omega no contesta, la llamada va a buzón de voz.
— Jodida mierda — el omega gruñe y golea el volante del carro.
No sabe cuándo empezó a llorar, pero lo nota cuando se le dificulta conducir, recién ahí siente las lágrimas correr por sus mejillas. La situación lo supera, está embarazado de más de 8 meses, está pronto a dar a luz y ahora va a quién sabe dónde en busca de sus alfas.
— Es una pesadilla — trata de convencerse — Es una pesadilla, estoy seguro, despertaré y Harry estará a mi lado, oiré a Marcel en la cocina y Edward estará comentando lo bien que me veo llevando a sus cachorros.
Él omega asiente repetidas veces, hace lo imposible para convencerse de que todo es un mal sueño, pero sabe que ese no es el caso, las lágrimas corren libremente.
Sus pensamientos son tormentosos, no sabe con claridad lo que hace, todas sus acciones son guiadas por instinto y los años de formación militar que tiene, que es casi toda su vida.
Estaciona el vehículo lo más lejos posible del lugar y recorre el perímetro. Es una cabaña, está bien conservada, tiene un jardín en buenas condiciones, todo parece normal, salvo por las persianas cerradas, lo que le dificulta ver lo que sucede en el interior.
No hay ningún plan de acción, no sabe cuántas personas hay en el interior o donde están ubicadas, lo único que puede hacer es tocar la puerta y entrar cuando lo inviten.
Louis guarda el arma detrás de su espalda y camina sobre la grava, sus pasos resuenan por el silencioso bosque, pone una mano sobre su vientre y con la otra golpea la madera.
— Ben — dice en cuanto la puerta es abierta y ve a su amigo — ¿Qué haces aquí?
— Louis, tardaste mucho, te estábamos esperando.
— ¿Qué?
El omega da un paso atrás cuando Zayn parece y se para al lado de Ben, el alfa le sonríe, pero su sonrisa se transforma en una mueca cuando ve la expresión de Louis.
— ¿Te sientes bien? — Zayn pregunta y se acerca a Louis.
— ¿Qué mierda está pasando? — el omega gruñe.
— ¡Bastardos! — Zayn vuelve al interior de la cabaña y se oyen algunas risas y aullidos de dolor.
— Ben — el omega fija su mirada en el beta — ¿Qué carajos?
Antes de que Ben pueda decir algo, los trillizos salen de la cabaña y se amontonan alrededor de su omega. Louis solo necesita eso para derrumbarse y llorar.
No entiende una mierda, pero se siente aliviado al sentir los brazos de sus alfas rodear su cuerpo. El resto puede esperar, lo único importante es que sus almas gemelas están junto a él.
Unos minutos después, cuando el omega se calma y sus alfas han dejado de gruñir, Louis es llevado dentro de la cabaña, no sabe lo que está pasando, todos sus familiares están dentro, al igual que la familia de sus alfas. Mira alrededor, hay globos y una mesa llena de bocadillos, parece ser que están celebrando algo, cuando sus ojos se posan en sus primos, ellos desvían la mirada y lucen avergonzados.
Magnus se aclara la garganta y Arthur es el primero en hablar.
— Lo siento mucho Louis, no pensé que la situación se desarrollaría así.
— Elaboren — el omega les gruñe a sus primos, está seguro de que ellos fueron los artífices.
Magnus se acerca a su hijo y extiende la mano, el omega saca el arma detrás de su espalda y se le entrega a su padre.
— Te organizamos una fiesta sorpresa — dice Reece, otro de los primos del omega — Fue idea de Arthur.
— Les dije que no usaran esa estupidez como carnada para traerte aquí — Bárbara se su burla de sus primos quienes le dan una mirada mortal, a la alfa no puede importarle menos — Tus alfas tampoco estuvieron de acuerdo.
— Déjenme ver si entiendo — Louis pone una mano en su cintura.
Si el momento fuera menos serio, Edward le diría que parece una tetera, tal y como están las cosas, es mejor que se muerda la lengua
— Me organizaron una fiesta sorpresa y me trajeron hasta aquí haciéndome creer que mis alfas estaban secuestrados y sus vidas corrían peligro — el omega entrecierra los ojos.
— Cuando lo dices de esa forma suena horrible — Damián hace una mueca.
— Porque lo es, malditos inútiles, les arrancaré los cabellos — el omega gruñe y avanza amenazadoramente hacia el grupo donde sus primos están reunidos, pero es detenido por el brazo que rodea su cuerpo.
— Cálmate, Panquecito — Edward le murmura al oído — Ya obtendrás tu venganza, ahora necesitas sentarte y cuidar de tus cachorros.
— Suéltame, seré el responsable de que nunca tengas hijos.
— Omega — ahora es Harry quien intenta calmarlo — Por favor.
— Esto no ha acabado — Louis les sisea y sus primos tiemblan — Ahora tráiganme un pedazo de pastel o me comeré sus corazones.
— Louis — su padre Marcos lo llama — Ya es suficiente, asustarás a los niños.
En realidad, los pequeños miran divertidos como su tío omega con un vientre gigante les grita a sus padres.
El omega es guiado hacia uno de los sofás, pero voltea y hace una señal de cortarles sus cuellos. Arthur está pálido y los otros no se quedan atrás. Zayn y Ben se burlan de ellos.
— Ahora díganme ¿Qué estamos celebrando? — refunfuña y acomoda su trasero sobre el sofá.
— Tu cumpleaños, amor — Harry se sienta en el suelo y recuesta su cabeza sobre el regazo de su omega, Louis pasa sus dedos por los largos rizos de su alfa.
— ¿Qué? Falta mucho para mi cumpleaños — el omega inclina la cabeza y su expresión es confundida.
— No, hoy es tu cumpleaños.
— Estúpido cerebro de embarazado, olvido todo — el omega se queja.
Sus alfas se ríen de su adorable omega. Louis olvida todo y es muy adorable verlo confundido y molesto cuando sucede. Aman cada pequeña cosa de su omega, son devotos a él.
Después de que le cantan y sopla las velas, el omega al fin consigue su porción de pastel, tararea contento cuando el chocolate inunda su paladar. Sus alfas le traen refrescos y dulces que el omega recibe gustoso, es tratado con adoración por cada persona en la cabaña. Le dan muchos regalos y lo felicitan por lo bien que se ve.
Louis ama ser mimado, antes le avergonzaba, pensaba que recibir tratos especiales lo hacían ver como un omega débil, pero desde que sus alfas entraron a su vida, lo ve como una muestra de amor.
[…]
Louis camina por su habitación, está buscando prendas de sus alfas, quiere arreglar un poco su nido, en los próximos días será enviado a reposo en cama, así que en cuanto llegó a casa se dispuso a hacerlo.
— Omega — Edward lo mira desde la cama — Ven aquí, has eso mañana.
— No.
Los trillizos están acostados y miran a Louis en constante movimiento, el hombre solo lleva calzoncillos, su gran vientre a la vista de sus alfas, cada uno mira la marca de apareamiento que dejaron en la piel de este magnífico omega.
— Bebé — Harry llama — Ven, aún no termina el día, tenemos otro regalo más para ti.
— ¿Regalo? — el omega levanta la mirada de las camisetas que tiene en ambas manos — ¿Qué es?
— Está aquí — Edward posa su mirada sobre su entrepierna y luego mira a su omega.
— No gracias — el omega vuelve a lo suyo.
Edward se encoge de hombros y mira entre sus hermanos.
— ¿Alguno se ofrece?
— No gracias — dicen Harry y Marcel al mismo tiempo.
Louis se burla de Edward y el alfa gime, su pequeño omega está corrompiendo a sus hermanos. El alfa se levanta de la cama y se acerca su omega, Louis está acomodando un par de calcetines en su nido y mira sobre su hombro a su alfa.
— Si lo quieres tendrás que esperar — el omega le dice a su alfa.
— Puedo esperar años para poder poner mi polla en tu culito — el alfa mueve las cejas.
— Sigue así y lo único que conseguirás será tu mano.
El alfa levanta los brazos en señal de rendición y vuelve a su cama. Los trillizos continúan observando los movimientos de su omega, después de lo que parecen décadas, el omega se levanta del nido y camina hacia la cama.
— Te montaré — le dice Louis a Edward mientras gatea sobre la cama, el alfa se sienta y ayuda a su omega a sentarse sobre su regazo.
— Por favor y gracias — dice el alfa.
Harry ayuda a su omega a quitarse la única prenda que cubre su cuerpo. Pasa un par de dodos entre las nalgas de Louis y siente el lubricante fluir. Aunque lo niegue, el omega está constantemente caliente, quiere follar con sus alfas todo el tiempo, pero también le gusta hacerlos esperar.
— Ya está listo — Harry le dice a su hermano.
Edward toma su polla y se masturba un poco antes de ponerla sobre la entrada de su omega, Louis está de espaldas a él, así que el alfa besa la marca que Marcel dejó sobre la nuca de su omega.
— ¿Estás cómodo, amor? — Edward pregunta.
El omega asiente repetidamente y su palabra de confirmación muere en su garganta cuando siente la polla de su alfa meterse dentro de él, sus paredes se abren y reciben la enorme polla de Edward, el omega solo puede gemir.
— Ya casi, solo un poco más, omega — dice Edward — Lo estás tomando muy bien.
Marcel besa los labios de su omega para distraerlo y funciona de maravilla. Louis se pierde en el beso, tira de los rizos de su alfa y lo acerca más.
Harry lame los pezones de su omega y siente las gotas de leche en su lengua. Ya se han estado divirtiendo por semanas con eso, Louis es muy sensible y le encanta que sus alfas les presten especial atención a sus pechos.
— Tienes las tetas más hermosas que he visto — dice Harry y lame la gota en la punta del pezón.
— No son tetas — Louis discute — ¿Y cuantas has visto? — sisea con enojo.
— Harry es un imbécil — dice Edward mientras da la primera estocada — Se vuelve así cuando te ve desnudo.
— No puedo discutir eso — el alfa sonríe dulcemente, nadie creería que hace segundos chupaba el pezón de su omega embarazado — Me haces tonto.
— Habla menos, si te escucho decir una vez más que has estado con otras personas antes de mí, no te dejaré tocarme — el omega sentencia.
Marcel vuelve a besar a su omega para librar a su hermano de la ira de su compañero. Louis gime en el beso, puede sentir lo grande que es la polla de Edward, lo abre de forma exquisita y toca cada nervio, su cuerpo tiembla.
— Te follamos casi todos los días, no entiendo como siempre estas apretado — Edward se maravilla de lo bien que su omega toma su polla.
— Está hecho para nosotros — comenta Marcel — Nuestro pequeño ángel.
Harry deja marcas en los muslos internos de su omega. Louis agarra los rizos de su alfa y le levanta la cabeza. Su alfa tiene las pupilas dilatadas y los labios maltratados por el esfuerzo que está haciendo al marcarlo.
— Abre — Harry obedece sin pestañear y Louis escupe en la boca de su alfa — Ahora chupa.
Harry toma el miembro de su omega con facilidad, siempre le ha gustado chuparle la polla, Louis es muy receptivo y le encanta oír lo ruidoso que es.
El omega tiene una sobrecarga de placer, Edward lo folla con suavidad, pero cada estocada da justo en punto más sensible. Marcel lame y chupa los pezones de su omega con saña, queriendo probar la dulzura que su omega produce. Harry toma su polla, puede sentir como la punta golpea la garganta de su alfa. Es simplemente demasiado y se corre en lo profundo de su alfa.
Harry lo toma todo y traga, Louis está demasiado sensible y su cuerpo se mueve al compás de los movimientos de Edward, sus ojos están por cerrarse, pero lucha para mantenerlos abiertos y probar su sabor en los labios de Harry.
— Delicioso — le dice el alfa y lo toma de la nuca para acercar su rostro y besarlo — Pruébate.
Louis gimotea al besar a su alfa, no sabe por cuánto tiempo Harry y Marcel se turnan para besarlo, solo es un poco consiente cuando algo cálido inunda su interior y siente el nudo de Edward estallar. Se queja en voz alta por el dolor que le produce, pero también por el placer que siente.
— Fuiste un buen omega — Edward lo elogia — Estuviste perfecto.
— Gracias alfa — el omega acepta el cumplido.
Louis es sumiso con sus alfas, aunque es algo que recién está explorando, confía tanto en ellos que se permite ser vulnerable, muestra una parte de sí mismo que había escondido por mucho tiempo y que ya no creía tener.
Louis no solo es un hombre poderoso y un Capitán del ejército, también es un dulce omega y los únicos con el privilegio de ver lo último son sus alfas.
— Gracias a ti, cariño — Marcel besa el lóbulo de la oreja de su omega — Siempre eres muy bueno.
— Pero no viniste — el omega mira a su tierno alfa — Fui malo.
— Eres increíble, verte disfrutar es lo más placentero para mí — el alfa toma la mano de su omega y le besa la palma antes de ponerla sobre su polla, los ojos de Louis se abren cuando siente la tela húmeda.
— Oh
— Tuve un orgasmo en cuanto puse mi polla en tu boca — le dice Harry en cuanto el omega dirige su mirada hacia él con una pregunta silenciosa — Podría tener uno con solo verte caminado con mi ropa.
— Tontos — Louis suelta una risilla y mueve levemente sus caderas sacando un gemido de Edward.
Marcel deja un último beso en los labios de su omega y luego se levanta de la cama, va en busca de un paño húmedo para limpiar a Louis, cuando vuelve, encuentra a su omega dormido sobre el pecho de su hermano, Harry está acurrucado al costado del vientre de Louis.
— Es una linda vista, ¿verdad? — Edward pregunta.
— La mejor de todas — Marcel confirma.
— Por cierto, aún tengo mi nudo dentro de la pequeña delicia.
— Joder — Marcel gime — En la mañana espero ser afortunado y estar en tu posición.
Notes:
"No solo estás encadenado a tu vida mientras la vives, sino que sigues atado a ella cuando te has ido"
* Philip Roth
Chapter 58: Capítulo Final
Notes:
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Chapter Text
Louis mira los diversos animales de peluche mientras Harry empuja la silla de ruedas. Hoy es el día en que la cesárea está programada, el omega hizo que sus alfas revisaran diligentemente las cosas que habían traído en las pañaleras, pero faltaba el pequeño peluche que le había comprado a uno de sus cachorros, Louis no permitiría que su bebé no tenga un preciado peluche.
Así que ahora están en la tienda de regalos en la planta baja del hospital. Marcel revolotea por la tienda y le muestra a su omega los pequeños animales afelpados y el caprichoso embarazado no está contento con ninguno, incluso cruza los brazos sobre su vientre abultado para probar su punto.
— Cariño — el alfa dice suavemente — Tienes que elegir uno, tenemos que volver a la habitación.
— No dejaré que me corten si mi pequeño cachorro no tiene un regalo — el omega levanta la barbilla con petulancia.
Marcel niega y suelta un suspiro, fingiendo enojo, pero secretamente está complacido por lo feroz que es Louis al consentir a sus hijos que están por nacer.
— Bien, miraré si hay algo más en el otro pasillo.
Louis ve a su alfa alejarse con al menos diez peluches en sus brazos, ninguno le gustó, no le dará a su cachorro nada menos que lo mejor.
— Estás siendo gruñón — Harry camina hasta pararse frente a su omega, se sienta en cuclillas y toma las manos de Louis — ¿Estás nervioso por la cirugía?
— No, es solo que todo tiene que ser perfecto para mis Pastelitos — el omega baja la mirada y acaricia su vientre.
— Por supuesto — el alfa sonríe y besa el gran bulto que alberga a sus bebés — Vamos a ver que encontró Marcel.
Harry se posiciona detrás de la silla de ruedas y empuja. Los ojos de Louis deambulan por todo el lugar, buscando algo que llame su atención, ve a una omega sosteniendo un pequeño oso panda, el omega interior de Louis salta de alegría al ver el precioso peluche, lo obtendrá a de lugar.
— Maldición — oye murmurar a Harry.
Es ahí cuando lo nota, la omega está conversando con Marcel.
Louis lo negará hasta su lecho de muerte, pero si es sincero consigo mismo, últimamente se ha vuelto muy celoso, no soporta que nadie más además de su familia se acerque a sus alfas, detesta la idea de que el rico y espeso aroma de sus compañeros se ensucie con el aroma dulzón de cualquier omega.
Hace apenas unos días atrás, Louis quiso desayunar fuera de casa y sus alfas lo complacieron. Fueron a un pintoresco café cerca de la ciudad. Louis estaba disfrutando de un delicioso desayuno hasta que una mujer se acercó y le pidió a Harry un autógrafo. El alfa, como siempre, se mostró amable y accedió, pero Louis vio rojo cuando la mujer acarició los bíceps de su alfa.
Trató de calmarse, de verdad lo intentó, pero lo perdió cuando oyó lo que la omega murmuró al alejarse, basta decir que un mechón de cabello quedó en sus manos.
— Amor — Marcel deja de hablar con la omega y le muestra a Louis la nueva variedad de peluches que sostiene en sus brazos — Encontré estos ¿Te gustan?
— ¿Quién es ese? — la mujer le pregunta a Marcel y mira a Louis como si fuera basura.
Harry solo desea que Edward esté aquí, pero su hermano está en una cirugía de emergencia. Joder.
— ¿Disculpa? — Louis sisea — ¿Quién carajos eres tú?
— No me hables así — la omega pone una mano sobre el hombro de Marcel — ¿Conoces a este hombre?
— Parece que tienes las orejas llenas de mierda — Louis escupe — Hace apenas unos segundos me llamó “Amor”, no te hagas la estúpida.
Para ser un omega con un gran vientre y estar sentado sobre una silla de ruedas, Louis sigue siendo muy aterrador cuando se enoja.
— Lunático — la mujer insulta a Louis, el omega ser burla por la ridícula palabra.
Marcel se aleja de la omega y se para junto a pareja, el alfa aun sostiene los peluches en sus brazos.
— Agradecería que te fueras — Marcel se dirige a la mujer — Mi omega no debe alterarse.
— Esperaba que firmaras mi libro — la mujer se sonroja y baja la mirada, tratando de mostrarse con una omega suave y sumisa. Louis tiene arcadas.
— No veo ningún libro — Louis mira a la mujer — ¿Está metido en tu trasero?
— Omega — Harry y Marcel dicen al mismo tiempo.
— No puedo creer que te hayas emparejado con este hombre — la mujer le dice a Marcel — Pensé que eras más inteligente.
— No tienes ningún derecho a decir eso — Marcel no permitirá que esta mujer le hable así y mucho menos menosprecie a su omega — Puede que hayas leído mis libros y considerarte fan de mi trabajo, pero no puedes opinar de mi vida privada, estás siendo muy irrespetuosa.
— Lo siento, alfa — dice la mujer.
— Jodida mierda — Louis se levanta de la silla a pesar de las protestas de sus alfas — ¿Cómo carajos lo llamaste? Lávate la boca con ácido antes de volver a llamarlo así, él es mi alfa.
— No mereces estar con Marcel — la mujer continua su ataque — No eres un omega educado.
— Podría insultarte en 4 idiomas — Louis da un paso adelante — Podría sacarte los ojos en un solo movimiento — la mujer da un paso atrás — Podría hacerte suplicar mi perdón, pero hoy me siento generoso así que dejaré que te vayas, aunque te advierto que si nos volvemos a cruzar, tendrás cicatrices que mostrar después de nuestro encuentro.
La mujer corre por el pasillo, en su huida deja el oso panda tirado en el piso, Louis se acerca y mira al peluche.
— No puedo agacharme — Louis mira a sus alfas — ¿Pueden dármelo?
Harry sonríe y se acerca a su omega, recoge el peluche y se lo entrega. Louis mira a la cosa esponjosa y le arranca la cabeza, le entrega las dos piezas a Harry quien tiene la boca abierta.
— Quiero uno igual a ese — les dice a sus alfas, los hombres solo asienten y van en busca del peluche.
[…]
Los pequeños bebés nacen por la tarde, las decoraciones navideñas inundan por todo el hospital, especialmente en el ala privada que Marcos Tomlinson dispuso para la comodidad de su hijo y sus nietos.
Sebástian Tomlinson Styles es casi una copia exacta de sus padres, con sus ojos verdes y el cabello rizado. Hace pequeños ruidos cuando es alejado de su madre, es obvio que no hay nadie más importante para él.
Kayden Tomlinson Styles tiene el cabello rubio y rizado, ojos azules que derriten el corazón de sus padres. Harry arrulló a su bebé hasta que se quedó dormido en sus brazos.
Draven Tomlinson Styles tiene el cabello castaño y lacio, su ojo izquierdo es de color verde y el derecho de un profundo azul. Marcel ya planea escribir muchos poemas sobre su pequeño ángel bebé.
Agnes Tomlinson Styles posee grandes ojos azules, una pequeña nariz de botón y abundante cabello rizado. En cuanto Edward tuvo en sus brazos a su cachorra, juró protegerla del mundo. Louis ya teme la llegada de la adolescencia de sus hijos.
— Marcy — habla el omega en voz baja, el alfa levanta la mirada del pequeño bebé que duerme en la cuna y le presta atención a su omega — Ayúdame, quiero acostar a Sebástian.
El alfa se acerca a su omega y toma a su cachorro en brazos, tararea en voz baja y deja a su bebé suavemente en la cuna. Los recién nacidos han sido alimentados y ahora duermen, sus padres los vigilan como halcones, nadie a excepción de los médicos ha visto a los pequeños.
— Duerme un poco, cariño — le dice Harry a Louis — Te ves cansado.
El omega acepta fácilmente y cierra los ojos, se queda dormido con una sonrisa en el rostro, sus pequeños bebés son perfectos, no podría desear algo más.
Se levanta por el llanto de uno de sus hijos, pasa el dorso de su mano por sus ojos para tratar de ver mejor y cuando lo hace con claridad ve como Edward sostiene contra su pecho a su pequeña cachorra, la vista podría derretir el corazón de cualquiera.
— ¿Tiene hambre? — le pregunta a su alfa.
— No lo creo, no pasó mucho tiempo desde que la alimentaste, ya revisé su pañal y está limpio, tampoco tiene gases, así que todo está en orden.
— No me gusta que llore — el omega frunce los labios — Pienso que algo le duele.
— Nuestra cachorra es saludable, está todo bien — el alfa tranquiliza a su omega, se acerca y pone al bebé en los brazos de su madre, increíblemente el llanto cesa — Creo que solo quería estar cerca de ti, probablemente tu aroma la calma.
Louis sonríe ante eso y arrulla a su bebé, la pequeña parpadea lánguidamente y luego abre los ojos, mira a su madre con mucha atención.
— Mira eso — Edward habla — Ya puedo decir que tenemos una alfa.
— Eso parece — el omega ríe — Mi pequeña cachorra es una alfa.
El alfa mira a su omega y su cachorra, sus otros hijos continúan durmiendo tranquilamente, pero parece ser que su hija será una pequeña mimada.
— ¿Dónde están mis otros alfas? — Louis pregunta.
— Fueron a hablar con tu padre, sigue reacio a que alguien entre al ala.
Magnus se ocupó de la seguridad, tiene a soldados en cada esquina del ala privada, sus sobrinos resguardan la entrada a la habitación principal donde Louis se encuentra. El omega no dijo absolutamente nada, dejó que su padre haga lo que quiera, si eso lo hace sentirse útil, entonces adelante.
— ¿Vino mi madre?
— Lo hizo, estabas dormido, no quiso despertarte.
— Si Harry o Marcel no lo convencen, dile que nombraré a uno de los cachorros como Danilo.
— ¿Y ese nombre?
— Fue un alfa que cortejó a mi mamá, mi padre lo repudia — el omega se burla y rueda los ojos.
— Quieres usar a mi hijo para chantajearlo, eres malvado.
— Y tienes cuatro miniaturas de mí, te espera una vida muy entretenida.
— Disfrutaré cada segundo.
[…]
El alfa mueve sus caderas al ritmo de la música, se inclina para ver el estado de las galletas en el horno y sonríe cuando ve que están quedando perfectas como siempre, sus oídos se agudizan cuando oye pasos y luego dos brazos rodean su cintura, mira sobre su hombro y los ojos azules de su alma gemela le devuelven la mirada.
— ¿Agotado, amor? — pregunta Harry, se da la vuelta para que su omega lo pueda abrazar cómodamente.
Han pasado casi dos meses desde el nacimiento de los cachorros y sus días han sido muy ocupados.
— Totalmente, tus hijos son terribles.
Justo en ese momento el llanto de un bebé llega a sus oídos, Marcel les avisa que lo tiene resuelto, así que ambos padres se calman y vuelven a su burbuja.
— Los amo — dice Harry — Ya quiero que tengan la edad suficiente para poder darles de comer, les cocinaré cosas deliciosas.
— Por supuesto cariño, estarán encantados con tu cocina — el omega contribuye a la felicidad de su alfa.
Ambos se balancean al ritmo de la música, Louis recuesta su mejilla sobre el pecho de su alfa y suspira feliz, el aroma de Harry siempre lo calma. Una vez le dijo al alfa que su olor le recuerda a cuando era pequeño y hacia coronas de flores con su madre, el hombre lloró a mares y le prometió devoción por siempre, fue muy conmovedor.
— Crecen muy rápido — el omega se lamenta — En un abrir y cerrar de ojos estarán yendo a la universidad.
— Los educaremos en casa — Harry frunce el ceño — No se irán.
— No podemos hacer eso — Louis le recuerda a su alfa — Deben crecer, vivir experiencias, conocer el mundo.
Unas horas después, el omega sale de su habitación después de darse un baño y va en busca de sus bebés, encuentra sus cunas vacías y el silencio en la casa le confirma que sus alfas otra vez están haciendo de las suyas.
Los hombres no pueden resistirse a la ternura de sus cachorros, así que quieren pasar mucho tiempo con ellos, lo que definitivamente impide seguir sus horarios de sueño. Ahora deberían estar tomando una siesta en sus cunas, pero no están por ningún lado. Louis les dará una reprimenda a sus alfas.
Sale por la puerta trasera, está seguro de que están en el patio, todas las veces los encuentra ahí, en este punto ya debería cambiar de lugar si no quieren ser descubiertos.
Tal y como lo predijo, sus alfas están sentados y forman un triángulo sobre la manta que está en el césped, los cachorros están acostados, sus regordetas piernas se mueven lentamente y balbucean, al parecer todos están en una animada conversación con sus padres.
El sol se esconde en el horizonte, el cielo se pinta de naranja y rosa. Louis sabe con exactitud que cuando sea viejo y sus recuerdos se desvanezcan, este momento será lo último que quede en su memoria.
Ha vivido un sinfín de cosas, ha pasado por tanto, pero esto es lo más hermoso que han visto sus ojos azules; o, como decía Michell, sus ojos Blue Mortel.
Fin
Notes:
"Las despedidas son agridulces, como el último párrafo de una cautivadora historia que perdura en nuestra mente"

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