Chapter 1: Pedidos
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La Scaloneta era la mejor carniceria del mundo y nadie dudaba de eso. De lo que si podrían dudar es de la eficacia de algunos trabajadores del lugar lo cual los había llevado a tener algún que otro pequeño problema. Quizás unos papeles mezclados, letras que parecen de doctor y distintos apodos asignados a los mismos clientes eran moneda corriente. Por suerte para los empleados y los mismos clientes no había nada que con un descuento en el local no se solucionara.
Era un lugar en el que jamás había paz. El trabajo era constante, por suerte, casi todo el año. La cantidad de ventas eran equivalentes a la cantidad de chismes y amistades que esa anteesquina había formado. Si bien solía haber un movimiento mucho más notorio en fechas especiales este año en las fiestas de diciembre hubo un desorden muy particular. Los pedidos eran demasiados, incluso para ellos que solían manejar cantidades industriales de carne. A pesar de haber traído refuerzos estaban desbordados por la cantidad de gente que se había acercado.
Las tareas solían estar acordadas no sólo con los jefes sino también entre los compañeros. Algunos preferían la paz del frigorífico y otros las charlas eternas de mostrador. Aunque también solían tener en cuenta las capacidades de cada uno para tener una mejor administración a nivel general. Esto hacía que no fuera muy bien recibido el hecho de cambiar tareas sobre la marcha.
──Pero la puta madre, ¿vos me estas jodiendo? ──Lisandro le gritó a Lautaro que no paraba de decirle que tome algún pedido con su teléfono. ──¿No ves que hace una hora estoy depostando? Salí del frigorífico para traer cortes nada más, no me puedo poner con el telefonito ahora. Decile a Paulo que se la pasa pelotudeando en Tiktok, o llamen a Ori que seguro se copa con eso.
──Paulo está haciendo las publicidades y subiendo las promociones, Ori va a venir mas tarde, no puede ahora. ──Explicó con cansancio. ──No te cuesta nada boludo, ahí Ota estuvo anotando números con pedidos a acordar por teléfono, agarras y confirmas. Listo, todos estamos haciendo todo, Licha, dale.──Lautaro le revoleó una libreta con números que parecían escritos por la hija del propio Toro, que tenía tan solo 2 años.
──Esto no se entiende una chota. ──volvió a mirar el papel, tratando de descifrar los números. Era como leer algo escrito en árabe.
──Dale Licha, tampoco estan tan mal. ──se rió sabiendo que mentía. ──Mandale que después hay que seguir preparando cortes para la tarde.
──Lo voy a hacer, Toro, pero con la peor de las ondas. Único aviso.
Lisandro se lavó las manos y posteriormente agarró una lapicera, su teléfono, la libreta donde se encontraban los números anotados y se fue al cuartito que estaba atras de la sala de ventas. Afortunadamente no parecían ser muchos y la mayoría eran apodos de personas que el conocía. Un ejemplo era Tita, que le pedía un peceto junto con dos lenguas y también estaba Checho, que quería tres matambres y una colita de cuadril.
Después de hablar, acordar y confirmar los pedidos con todos se dio cuenta de que nunca volteó la hoja y allí había un último pedido. El Chiqui Tapia, cliente de toda la vida y vecino de la cuadra, estaba pidiendo un gancho de chorizos bombón, además de morcillas y otras achuras. No pudo evitar que surgieran las ganas de boludearlo como hacía cada vez que lo veía en el local así que le escribió sabiendo que seguramente le respondería posterior al cierre de la panadería donde trabajaba.
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Hola goloso
Cuantos chorizos queres?
Al ver la doble tilde gris no pudo evitar reírse, le encantaría ver el rostro del hombre al momento de leer el mensaje.
──¿De qué te reís, carni? ──preguntó Nicolas que apenas asomaba la cara por la puerta.
──De la cara que va a poner el Chiqui cuando vea mi mensaje. ──respondió entre risas.
──¿Qué le mandaste? Algo de los chorizos, seguro. ──le dijo mientras se reía. ──Cómo te conozco chabón, se va a cagar de risa.
──Buenas, buenas. ──la voz de una mujer conocida se hizo presente. ──¿Dónde está mi carnicero favorito?
──Celia de mi vida, ¿cómo va, ma? ──Lisandro salió para saludar y atender a una de sus clientas favoritas. Dejó todo en la mesita de atrás, incluso su celular que tenia un mensaje de respuesta del "Chiqui Tapia".
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Mira flaco, si esto es por Grindr, paso. Creí que ya había borrado mi perfil.
Y si no es por eso y sos chistoso, te voy a cagar a piñas.
Chapter 2: Nahuel.
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El calor que hacía no podía ser legal. Respiraba y sentía que chorreaban poe su cuerpo cinco litros de transpiración. Odiaba el verano, detestaba el calor sofocante y asqueroso que azotaba la ciudad. Ni siquiera pudieron safar con el ventilador industrial que habían comprado con su abuela. Era tanto el calor que parecían los Simpson girando con el.
──No sirve ni pa bosta el Liliana ese, Cuti. ──Nelly le decía mientras se abanicaba con un cartón propio de la caja del ventilador. ──Tenemos que comprar un aire.
──¿Y con qué plata lo vamos a comprar? Si nos gastamos todo en el bingo y en las cosas para la ensalada de fruta para el sábado, buela.
──Ni me hagas acordar que de la bronca iría a agarrar de las mechas a Sonia.
──Cómo nos cagó la vieja chota esa, que manera de sacarnos plata a lo guaso.
──Ni el budín de vainilla nos dio de premio, vieja sucia. Y vos también, que no te fijaste que 'taba todo arreglado.
──Sí te dije que que la sucia de la granja y Rogelio iban a cada rato a la mesa de los que cantaban pero vos estabas meta vino y maní.
──Bueno, bueno, más respeto.
Cuti se río y vio como su abuela también lo hacía. Le encantaba compartir esos momentos con la mujer. Se levantó y se dirigió a la cocina a buscar agua fría para los dos y los medicamentos que debía tomar la mayor.
──Buela, voy a ir a buscar a Nahue que esta por llegar a la parada. No te hagas la loca queriendo limpiar eh. ──lo último lo soltó sarcásticamente ya que su abuela nunca lo hacía.
──Ni en pedo. ──respondió mientras buscaba algo en el bolsillo de su vestido. ──Toma Cuti, compra dos tortilla para comer con el tere cuando vengan.
──Buela, nos vamos a cagar encima. ──hizo una mueca acompañada de una risita. ──Tranqui, guarda que yo llevo plata. Acordate que trabajo. ──lo último lo dijo con una mueca de superioridad.
──Para mi el boliche no es trabajo pero como yo no laburo no opino. ──Cristian negó con la cabeza mientras sonreía y salió en busca de Nahuel.
Su hermano vivía con sus padres en Córdoba, pero siempre que podía se instalaba unos días con él y su abuela durante las vacaciones o algunas fechas especiales. Las cosas no habían sido fáciles para ninguno de los tres cuando todos se enteraron de que Cristian era gay. Sus padres lo habían echado como si fuera la peor persona del mundo y solo su abuela Nelly le abrió las puertas de su casa.
Nahuel no habia podido hacer nada pero aun asi se culpaba por no tratar de evitar que todo aquello suceda. Los dos eran, y son a día de hoy, sumamente unidos pues las sospechas de que Cristian no era lo que la familia esperaba siempre estuvieron allí provocando que fuera dejado de lado y su hermano menor fue el único que jamás lo dejó solo. Por esto para él no fue sorpresa cuando lo echaron prácticamente a patadas, cerrando las puestas de todos lados con tan solo una llamada, con la plata justa para un pasaje de micro y nada más porque nada era de él.
De eso ya habían pasado más de dos años, entre la pandemia y la exclusión, Cristian no la pasó muy bien. Aunque su amada abuela hacía que siempre tuviera una sonrisa. Era una mujer excepcional, tenía un ángel particular que lo cuidaba y lo quería incluso lo hizo cuando su mundo se destruyó completamente y lo salvó.
El teléfono que estaba en su bolsillo vibró y supuso, sin sacarlo, que sería Nahuel diciendo que ya bajó del colectivo. Siguió caminando mientras tarareaba la canción que invadió su mente de la nada y en el momento en el que estaba por doblar en la esquina sintió el peso de una persona sobre él que lo arrojó con fuerza al suelo.
──¡Hola fiero! ¿Me extrañaste? ──Nahuel se reía mientras se levantaba del piso.
──¡La concha de tu madre! ──soltó Cristian después de que su hermano le pegara, como extra, una patada en la cintura.
──Me la debías del último partido, jodete. ──y una sonrisa inocente surco su rostro.
Nahuel extendió su mano y ayudo al Cristian a pararse para luego abrazarse muy fuerte por unos segundos largos. Cuando comenzaron a caminar Cristian le contó algunas novedades, mas que nada chismes del barrio y sus amigos, al mismo tiempo que se quejaba del calor producto de la caída sobre algunas piedras y la patada de regalo. Le avisó que tenían que pasar por lo de su amigo para comprar jugo y tortillas para el tereré antes de ir a su casa.
──Le voy a mandar un mensaje a Juli para que vaya preparando las cosas y se venga con nosotros a casa. Ese también estaba re contento de que venías. ──cuando sacó su celular vio que tenía un mensaje de un número desconocido.
Número desconocido
+54 11 1812 2225
Hola goloso
Cuantos chorizos queres?
──¿Y este pelotudo quien es? ──preguntó en voz alta y con molestia.
──¿Quién? ──Nahuel volvió algunos pasos para tratar de ver el teléfono de su hermano.
──No sé, un idiota me mandó un mensaje. ──le mostró el celular a Nahuel y el otro soltó una risa.
──Se ve que te conoce, goloso. ──respondió para después largar una carcajada aún más fuerte. ──Capaz es de ese tinder que tenías. O algún pelotudo haciendo chistes.
──Le voy a contestar porque no me gusta que me rompan las bolas.
──Te iba a responder qué es lo que te gusta que te hagan en las bolas pero me vas a pegar y la buela no me va a defender. ──Sin haber terminado de hablar Nahuel salió corriendo en dirección a la casa de Julian para tocar el timbre antes de que su hermano le pegara.
Número desconocido
+54 11 1812 2225
Mira flaco, si esto es por Grindr, paso.
Creí que ya había borrado mi perfil.
Y si no es por eso y sos chistoso, te voy a cagar a piñas.
──Encima esa foto de Tini de perfil, dios, muy trolaso. ──negó con la cabeza.
Bloqueó el celular, lo guardó y cruzo la calle para ir con su hermano quien, como suponía, ya estaba abrazado a la mamá de Julian, como siempre el favorito de su "tia" Laura.
Chapter 3: (no) hay problema.
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La jornada laboral había sido eterna, no habían logrado parado ni un segundo a tomar un mate en toda la tarde. Estaban muertos pero por suerte ya era la hora de cerrar la carnicería e irse a sus hogares a dormir plácidamente para recuperar la mayor cantidad de energía posible ya que mañana sería un día igual de atareado o incluso peor.
Lisandro se desató el delantal por la espalda, luego se lo quitó y lo metió en una bolsa para después poder lavarlo en su casa. Posteriormente se higienizó las manos y tomó su celular para ver si el Chiqui había confirmado el pedido y así poder dejarlo anotado en el cuaderno.
Cuando desbloqueo su teléfono pudo ver que efectivamente tenia una respuesta pero no era del Chiqui y al leerlo no pudo evitar que la vergüenza se apoderara de él. Sintió como el rostro le comenzaba a quemar y estaba seguro de que el rosa el su nuevo tono de piel.
──Carni, vamos a lo del Toro y Ale con Paulito a comer unas pizzas, ¿te prendes? ──su amigo Nicolás había entrado al cuarto con una sonrisa y la mochila en la espalda, con gesto despreocupado como siempre.
──Vos sos un boludo. ──Lisandro dejó su teléfono en la mesa y se tapó la cara mientras su amigo trataba de pensar porque se lo decía.
──¿Y yo que hice? ──se acercó rápidamente mientras su cabeza le brindaba recuerdos de las posibles cagadas que se habia mandado. ──¿Es por qué te manché el delantal rojo con lavandina? Fue sin querer, es que estaba jugando con Paulo y la enana y...
──No, Ota, no es por eso. Sos un boludo porque te mandan a hacer una sola cosa y la cagas. ──levantó la mirada con cansancio. ──Anotaste cualquier verdura, pa, y ahora quedé como el orto con un desconocido.
──Uh, ¿qué cosa anoté mal?
──Él número del chiqui. ──Nicolás cerró los ojos. ──Encima parece que no le hizo ni gracia al chabon mi chiste. ──le mostró el teléfono.
──Uh, pero capaz que si le gustan los chorizos. ──no pudo evitar soltar eso cuando leyó lo de Grindr. Si bien Lisandro era bisexual él no se metía en ese tipo de cosas y seguramente desconocía la aplicación.
──Le voy a pedir disculpas, quedé re desubicado. ──mientras negaba y comenzaba a guardar sus cosas en la mochila.
──Bueno, ya está, fue un error. Tampoco es que lo vas a conocer, seguro es de la Pampa. ──trató de aliviar a su amigo. ──Punto a parte, ¿vas a comer con nosotros?
──Sí, pero solo porque quiero ver a mi sobrina. Sino se va a olvidar que soy su favorito tío y padrino ──resaltó la última palabra──favorito.
──Sí, sí, claro. ──resto importancia a las palabras de su amigo. ──Cuchame, mañana yo me pego un pique a lo del Chiqui y soluciono lo del pedido, no te hagas drama.
──Dale, tranqui. Igual mañana lo vemos. ──Lisandro metió el delantal en la mochila y tomó su celular.
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Hola, discúlpame por el mensaje de hoy. Mi compañero de trabajo anotó mal un número y yo quise hacerle una broma al cliente. Te pido mil disculpas.
Bloqueó su celular y lo guardó en el bolsillo. Esperaba que del otro lado no lo putearan y aceptaran sus disculpas. No había nada que odiara más que quedar como un maleducado. Su familia, tanto su mamá como sus tíos siempre le enseñaron a ser educado y respetuoso.
──Carni, vamos que Enzo me dijo que Nina no deja de llorar. ──Lautaro le gritó desde la parte delantera del local.
──Pobrecita mi enana── Lisandro salio del pequeño cuarto para encontrarse con sus amigos──, también como para no llorar si la dejas con el turro ese. Seguro que le hizo el pasito tiro tiro tiro puñalada puñalada otra vez. ──a medida que se acercaban a la salida iban apagando las luces del lugar.
──Mira la verdad es que no me sorprendería. ──dijo entre risas. ──Pero creo que más que nada es porque tiene sueño y le agarra papitis.
──A mi me agarra papitis también. ──comentó burlonamente Paulo mientras abrazaba a Lautaro por la cintura.
──Paulo, un día el colo te va a escuchar o ver así con el Toro y la ñapi más tranqui te va a mandar a Tero Violado en Córdoba. ──advirtió Lisandro mientras Nicolas asentía riéndose.
──No lo veo tan celoso a Alexis. ──acotó Oriana que había llegado media hora antes del cierre.
──Ale sabe que no me meto con gente casada ──respondió──. Ademas a mi no gustan los pelo duro.
──Bueno loco ──exclamó claramente ofendido mientras aplastaba un poco su cabello y terminaban de salir todos del local──, Alexis me compra el gel, hago lo que puedo. Además el peluquero me dijo que se re usa así.
──¿Y muchachos, nos vamos?──Nicolás se acercó cuando empezaron a poner los candados en la reja. ──Ya tengo la camioneta lista.
────────────
Nelly había preparado una fuente enorme de papas fritas con milanesas de pollo y de soja. Julian se había quedado a comer pero volvió a su casa para bañarse, ya que pasaría la noche con ellos. El chico era otro nieto más para ella asique había guardado porciones pata él.
──¿Les gustó? ──preguntó la mujer con una sonrisa mientras agarraba un par de papas con la mano. ──Las milas las hice yo porque ni en pedo iba a comprarles a las tramposas de Carmen y Sonia, para que se sigan llenando los bolsillos después de haber robado en el bingo.
── Estaban riquísimas buela, las de pollo nada que envidiarle a las de granja. ──Nahuel respondió metiéndose media milanesa mas en la boca.
──Me alegro Nahue. ──le pasó un vaso con agua porque conociendo a su nieto estaba segura de que se iba a atorar. ──¿Y las de soja, Cuti?
──Buenísimas buela, me voy a guardar en el freezer porque si las dejo el muerto de hambre este se las come también. ──Criatian agarró la bandeja y la arrastro hacia él.
──Y si quiere comer una comparti. ──lo retó.
──¡Se clavó siete milanesas de pollo, buela! Si come una más le salen alas. Y las de soja son mías, solo mías, no comparto.
──No me quemes, forro. ──Nahuel habló con la boca llena y Nelly le arrojó un repasador directo a su cara. ──¿Qué? Hace mil años no comía milas tan ricas. Igual ya me comí una de soja y prefiero salir volando, gracias.
──Bueno, yo me voy a bañar y después me voy a acostar. ──informó la mujer mientras se ponia de pie. ──Limpien y ordenen todo, no sean lacras.
Nelly se fue y los hermanos quedaron ordenando mientras esperaban a Julian quien prometió traer helado del almacén de su mamá. Nahuel se ofreció a lavar los platos mientras Cristian acomodaba los colchones en el comedor ya que a la noche estaba más fresco ahí y sería lo más cómodo para los tres.
──Cuti, tu celular está vibrando, vení a fijarte capaz es Juli. ──El teléfono estaba junto a la bacha y Nahuel podia sentie la vibración pero al tener las manos llenas de espuma no le quiso alcanzar el teléfono.
Cristian se acercó y revisó su celular. No era Julian, el número desconocido volvía a escribir. Estaba extrañado, ¿por qué no lo dejaba ahí y listo?
Número desconocido
+ 54 11 1812 2225
Hola, no hay problema. Igual que mala publicidad para tu trabajo que delires a los clientes.
Es que somos conocidos, es algo que solemos hacer cuando viene acá, solo que hoy bueno, salió mal
Esta bien entiendo, no hay problema.
Joya porque no me gusta quedar como maleducado
Tranca, no hay problema.
Decis mucho no hay problema, un psicólogo te diría que si lo hay (23:15)
✓✓
Cristian suspiró y bloqueó el teléfono, era otro boludito queriendo hacer chistes, no tenía ganas para eso hoy. Le contaría a Giovani el jueves solo para saber si realmente un psicólogo diria eso. Por suerte unas palmas se hicieron presentes y Julian se asomo por el portón.
──Buenas ──lo saludó su amigo con una sonrisa mientras le mostraba las cosas que tenia en sus manos──, te traje tu sabor favorito y mi ventilador chiquito.
── Por eso sos mi mejor amigo. ── le gritó desde la puerta. Dejó el celular en la mesita de la entrada y fue a abrirle la puerta a Julian. No volvió a revisar las conversaciones hasta el otro día, supuso que ya no tendría mensajes de aquel número.
Número desconocido
+54 11 1812 2225
Me clavaste el visto, seguro te ofendiste. No fue mi intención. Era un chiste, me cuesta dejar las conversaciones ahí (00:39)
Tengo una pregunta, que es Grindr? (00:47)
Ya lo googlee (01:00)
Ah y buenas noches, mi nombre es Lisandro (: (01:00)
Chapter 4: Grindr.
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La noche estaba fresca, el ambiente era ameno y todos se divertían. Paulo se había ido con Oriana hacia rato ya. Lautaro y Nicolás se encargaban de las pizzas mientras Alexis dormía a Nina y Enzo le preparaba bebidas a todos. Lisandro se había sentado en un banco cerca de donde solían estar los juegos de plaza de Nina. No sabía qué era lo que lo impulsó a buscar más conversación con el extraño pero desistió de escribirle más cuando notó la hora.
──¿A quien le estas escribiendo, Li? ──Alexis, su cuñado, se acercó con su ahijada Nina dormida en sus brazos. ──No me contaste nada.
──A mi tampoco me contaste nada gil. ──Enzo fue hacia ellos con otra jarra de vino con pomelo.
Lisandro bloqueó el celular, miró a sus amigos y les sonrió inocentemente. Sus ojos brillaban ante el reflector del patio denotando dos cosas, el cansancio por el largo día de trabajo y el buen ánimo provocado por las anteriores jarras de vino que preparó Enzo. Parecía estar en una nube, siempre que estaba con su familia se sentía así.
──Le estaba escribiendo a un flaco que no conozco. ──sus amigos lo miraron confusos. ──Al que le hice un chiste pajero por culpa de Ota. El boludo anotó mal un número y bueno, me la mandé. Hoy a la tarde me disculpe varias veces y el chabon me respondía lo mismo así que hice otro chistecito...──acercó sus dedos índice y pulgar para enfatizar en lo pequeña que fue la broma pero eso no convenció a su cuñado.
──Por favor decime que no fue otro chiste sexual, tenes que dejar de juntarte con Paulo y de escuchar al imbécil de Rodrigo, te pegan lo pajero. ──le dijo Alexis luego de suspirar y sentarse en el banco junto a él.
──No, no fue sexual. Él me dijo no hay problema varias veces y yo le tiré algo como que para un psicólogo sí habría problema, lo dije como chiste porque parecía copiado y pegado. ──trató de excusarse con lo último pero no sirvió.
──Licha, ¿cómo vas a hacer chistes sobre eso con alguien que no conoces? ──Alexis le pegó en la nuca.
──Mal boludo, ¡mira si es un esquizo psicópata sádico que se exita matando carniceros putos! Yo ya me acostumbré a ser amigo de ustedes, no quiero que los maten, la concha de la lora no puede ser. ¿Qué vamos a hacer solos con Alexis y Ninanga? ──Enzo se había largado a llorar encima de Lisandro producto del pedo que tenía y Alexis no pudo contener la risa.
──Tranquilo Enzo, dudo que eso pase. Quedate tranquilo. ──le hablo Licha mientras lo abrazaba y trataba de aguantar la carcajada. Luego Enzo se levantó y como si nada hubiera pasado se acostó en el pasto con Pipa, la pitbull. ──Encima, ahora me disculpe de nuevo y le pregunté algo que me llamó la atención.
──¿De qué hablan familia? ──Nicolas y Lautaro se acercaron con una pizza y se acomodaron en el pasto junto al mas chico del grupo y la perrita.
──Del falso Chiqui Tapia. Ah, hablando de eso, Ota, ¿vos sabías lo que era Grindr?──Todos sus amigos se miraron y empezaron a reir. Por supuesto que sabian, algunos tenían más conocimiento que otros, pero mínimo una experiencia en aquella aplicación había.
──Sí, por eso te dije que seguro le gustaban los chorizos. ──respondió riendo.
──¿Por qué no me dijiste? Le tuve que preguntar al flaco.
──¿Cómo que le preguntaste? ──Lautaro largó una carcajada.
──Y si boludo, le pregunté pero seguro estaba durmiendo y me tocó googlear.
──¿La vas a descargar? ──Nicolas le pregunto mientras seguía tentado, en cierto punto el grupo entero entendió que no era por la situacion sino por las tres jarritas de fernet que se habia bajado junto a la parrilla mientras hacian las pizzas.
──Naa, seguro son todos lecheros los que están ahí, como Enzo, Pauli y Rodrigo.
Todos se rieron, si se ponían a pensar tenía razón pero Otamendi jamas diría que el también tenía su paso firme en la aplicación al menos hasta hace unos meses. Al rededor de las tres de la mañana todos decidieron irse a dormir al comedor, menos los dueños de la casa. Cada uno se organizó como quiso después de todo siempre pasaban tiempo ahí y era como su propia casa.
───────────
La pierna de Julian estaba encima de la cadera de Cristian, mientras el primero era abrazado por Nahuel. Toda la vida, desde los 5 años dormían así. Siempre pegados y abrazados. Con melodías de ronquidos y bateador entre todos. Nunca durmieron separados, incluso juntaban las camas o elegían una donde dormir los tres apretados.
Julian amaba a los hermanos, se sentía muy feliz de compartir con ellos una amistad que se había convertido en hermandad. A pesar de que a Nahuel lo veía menos tiempo, los tres eran super unidos. Tal como decía Nelly, eran los tres mosqueteros; todos para uno y uno para todos. Si han pegado ese grito cuando en los partidos de potrero algún tarado se metía con alguno de ellos. Volaban piñas, patadas, piedras y pelotazos para luego, con moretones y raspones, volver a merendar abrazados sabiendo que habían dejado claro que nadie se metía con el trío.
La alarma de Julian sonó y, como era de costumbre, solo lo despertó a él y a Cristian. La morsa de Nahuel seguía roncando, nunca podían despertarlo decir que tenía el sueño pesado era poco.
──Cuti── le llamó la atencion Julián──, me voy a casa que mi mamá tiene que ir al mayorista y yo la cubro en el almacén.
──Ahí te abro la puerta, gordo.
Ambos se levantaron intentando no despertar a su compañero de cama, lo cual obviamente no ocurrió. Julian se puso las zapatillas, agarró sus cosas y se encaminó a la salida seguido por su amigo.
──Acordate de lo que te encargó la buela para mañana, Ju. ──Cuti se adelanto a la reja para abrirla. ──Sino la Nelly se pone como loca.
──Sí, sí, ya tengo casi todo solo faltan los mantecoles, el coso de nueces y algunos frutos secos. A la tardecita pasen con el Nahue a buscarlos y tomar unos mates.
──Boludo, hoy trabajo. Hace una cosa mandale un mensaje al marmota este para que vaya a buscar eso y después vayan para el bar. Hoy me toca estar adentro pero seguro el Dibu está en la puerta y los hace pasar.
──Bueno dale, nos vemos después entonces.
Cristian esperó a que Julian doblara en la esquina y se metió en su casa. Si bien el sol todavía no estaba pleno ya se iba aclarando el cielo. Decidió que iba a dormir un rato más para juntar energía para la noche. Antes de acomodarse tomó su celular y se encontró con que tenía varios mensajes.
Juli 🕷
+54 11 1812 2209
Ya llegué a casa, casi me pego un porrazo
Nos vemos después
Que boludo que sos eh, dale nos vemos a la noche
Pero no solo era el mensaje de Julian. Allí estaba otra vez el número desconocido con cuatro mensajes para él. ¿No dormía el cristiano? Además, ¿tantas ganas de socializar con desconocidos iba a tener?
Número desconocido
+54 11 1812 2225
Primero que nada buen día.
Ojalá estés durmiendo y todos los mensajes te lleguen por separado y te despierten.
Pensé que ibas a saber lo que es Grindr, tenes una foto de Tini lo cual no es muy heterosexual de tu parte.
Perdón si hago una suposición errada.
Te disculpo.
Y Lisandro es un buen nombre, el mio es Cristian. (06:38)
Puso su celular a cargar en la mesita de entrada y se tiro en el colchón con su hermano, no sin antes pensar en lo chistoso que era el hecho de molestar a alguien a quien no conocía, era entretenido el ida y vuelta hasta el momento. Aunque seguía sospechando que del otro lado había un boludito que se creía chistoso. Si decía otro chiste pelotudo lo iba a bloquear.
Chapter 5: Estómago revuelto.
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Lisandro no sabia cómo pero, a pesar de haberse acostado en el sillón, había terminado en la cama de Pipa lo cual cabe aclarar jamás sería queja ya que la perrita tenía mejor colchón que el suyo en su propia casa. Pipa estaba con Enzo que fue el primero en dormirse a la noche en el sillón mas grande y Nicolas se encontraba en un colchón en el suelo cerca del pasillo.
Miró el reloj que estaba en la pared y al ver que eran las siete decidió retirarse. Se levantó sin hacer demasiado ruido para irse a su casa a bañarse y desayunar tranquilo. Esquivando en el camino el brazo de Nicolás y posteriormente hacerle un mimo a Pipa, quien solo bufó en respuesta, salió de la casa.
Una vez que cerró el portón de calle sacó su celular y comenzó a caminar hacia la parada del colectivo. A decir verdad su casa no quedaba muy lejos pero era más cómodo ir viajando que caminando. Los perritos de la cuadra, a quienes solían alimentar y consentir con huesos, le estaban haciendo guardia y caminaban junto a él mientras que revisaba sus mensajes. Había algunos de Paulo, otros de Chicho y unos cuantos del falso Chiqui Tapia o Cristian mejor dicho.
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Buen día Cristian! Siempre te levantas tan temprano? La verdad es que estaba roncando, no sentí el teléfono así que tú maldad no resultó.
Te juro que no me había dado cuenta de la foto de Tini, seguro fue el gorreado de mi compañero
Igual no soy heterosexual, fue acertada tu conclusión, y al parecer vos tampoco
Cristian también es un lindo nombre, me gusta
Espero que te esté vibrando el teléfono y te despiertes porque acabo de subir al bondi y estoy aburrido
Días porque buenos hubieran sido si mi celular hubiera estado en silencio.
Te caíste de la cama? O volves de joda?
Estabas con el teléfono en la calle a esta hora? Unas ganas de que te afanen tenes.
Me desperté temprano en casa ajena y decidí huir en silencio, ninguno de mis amigos se dio cuenta
No me iban a robar, tenía a mi guardia de perritos
Mira [Foto]
Me acompañaron hasta que me subí al bondi
No podía el huir en silencio incluir los mensajes?
Son muy lindos, en mi barrio te acompañan las gallinas y hasta ellas te roban.
No, no podia. Perdía la diversión
Pero qué vivis en el medio del campo?
No, pero en mi barrio nos gustan los bichos.
Uy, tendría que darme una vuelta y probar suerte
Te gustan los bichos también?
No, soy uno
Ay no, sos de esos pelotudos que dicen ay soy re feo y después resulta todo lo contrario? Que paja.
Seguro vos haces lo mismo, ni foto tenes en wpp
Si tengo foto.
Y por qué no la veo?
Porque solo es visible para mis contactos.
Todavía no me agendaste?
No.
Me vas a agendar?
No.
Por qué?
Paja.
Agendame que quiero ver que no estoy hablando con el Chiqui Tapia
Quien es ese?
Tiene nombre de mafioso o barra brava.
Es mi cliente, con el que se confundió tu número y el chiqui es un poco de todo, pero es buena gente. Trabaja en la panadería de al lado
Uy que copado trabajar en una panadería, mi sueño frustrado. El pan calentito.
Y LAS FACTURAS!
Cuando vaya al laburo me voy a comprar media docena
Mándame un par.
Y vos de que trabajas?
Soy carnicero, trabajo en una carnicería
🤢🤮
No, no, no
No me digas que
Dios, no sos de esos
Dolor país
Como podes trabajar con el cadáver de una pobre vaca? Que asco.
Debes tener todo el tiempo olor a carne y sangre.
Se me revuelve el estómago.
No me jodas que sos vegano
Además no tengo olor, solo perfume. me pongo a disposición para que confirmes
Hay olor cuando el lugar es sucio y de mala calidad lo cual no es mi caso
No soy vegano pero soy vegetariano.
Entiendo que hay que trabajar pero de eso? No te da asco? O lástima?
No, pasapalabra.
La verdad es que aprendí el oficio de chico, es herencia y nada, que se yo, no me genera algo más que el hecho de que es mi laburo, no lo cuestione nunca (07:49)
Lisandro no volvió a recibir mensajes de Cristian por lo que supuso que se habia ofendido o se habia dormido y la verdad es que si era la primer opción se sentia medio mal. Bajó del colectivo diez minutos después y caminó menos de cinco metros para entrar en su casa, prendió todas las luces y el televisor. Metió su delantal en el lavarropas, puso el celular a cargar en su mesita de luz y se fue a bañar con la esperanza de que si hacia todo rápido incluso podría dormir unos cuarenta minutos antes de irse a trabajar.
Chapter 6: Stripper.
Chapter Text
Nelly se levantó despacio y observó a sus dos nietos prácticamente desmayados. Nahuel dormía plácidamente abrazado a una almohada, tenía la boca abierta, la baba chorreaba por la comisura logrando dejar una aureola en la sábanas mientras que algún que otro ronquido se le escapaba. Por otro lado Cristian, estaba durmiendo casi en el suelo con solo un la mitad superior de su cuerpo sobre el colchón ya que al parecer había rodado hasta quedar en el borde.
A la mujer le encantaba tenerlos a los dos así, juntos y con ella. Sabía de primera mano lo mucho que su Cristian extrañaba a Nahuel y, para ser completamente sincera, ella también lo hacía. Siempre se preguntaba que tantas cosas había hecho mal con sus hijos para que la situación llegara a esto, para que su hijo padre de Cristian lo hubiera borrado completamente de su vida sin siquiera importarle nada. Todos sus hijos fueron egoístas, obraron mal, incluso sus nietos y su mente solía castigarla muchísimo con eso, ¿ella no crío bien a sus hijos y por eso sus hijos no criaron bien a los suyos? No se quiso arruinar el día con eso y se apresuró a preparar unas tostadas de pan casero para cuando se despertaran.
Casi cerca del mediodía Nahuel fue traído desde las profundidades del reino de los sueños al mundo real, cosa que no hubiera sido bien recibida salvo por el hecho de que estaba siendo conquistado por el olor de pan tostado. Se levantó del colchón casi de un salto y corrió, como niño pequeño, en dirección a la cocina para abrazar a su abuela con una sonrisa.
──¡Buen dia buela! ──saludó mientras depositaba un sonoro beso en su mejilla──Sos una genia. ¿Por qué nos dejaste dormir hasta han tarde?
La mujer le sonrió mientras con las yemas de los dedos tomaba las tostadas sumamente calientes y las ponía en una bandeja. Esa acción era algo que, cuando sus nietos eran chicos, los volvia locos. Incluso ahora, de grandes, siguen creyendo que Nelly tiene manos magicas, con poderes que impiden que el calor magulle y lastime aquellas herramientas que con delicadeza y dureza propias de una abuela los acunan. ──Ayer se quedaron paveando con el Juli hasta tarde ──suspiró y apagó la hornalla──y hoy Cuti trabaja por lo cual supongo que vos vas a ir al bar. ──sonrió mientras levantaba la tapa de la pava para controlar la temperatura. ──Además los necesito para que me ayuden a pelar y cortar papa, zanahoria, remolacha y de más para que mañana pueda hervir todo temprano para la noche.
──O sea, nos queres de mulos. ──Cuti se acercó a ellos refregándose los ojos con una sonrisa soñolienta──Lo cual me parece perfecto. ──besó su frente a modo de saludo.
Una vez que el agua estuvo lista los tres se sentaron en la mesa a desayunar o almorzar.──Che, ustedes estaban tan dormidos que ni bola dieron que cortó la luz, hace un ratito vino noma'.
──No me diga' buela, seguro no cargo una mierda el teléfono. ──Y sí, efectivamente ambos celulares estaban sin batería. Los pusieron a cargar y se sentaron junto a su abuela nuevamente. Primero se hicieron una gran panzada de tostadas con manteca y dulce de leche para luego almorzar, al rededor de las tres y media de la tarde, un rejunte de cosas que había en la heladera ya que nadie tenía ganas de cocinar.
──────────────
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Supongo que la vida nos condiciona a no cuestionar, hay cosas que se hacen y ya.
En mi caso mi papá mató mi chanchito después de hacer que lo cuide durante meses.
Supongo que el trauma fue lo que me hizo cuestionar, no lo recomiendo creo.
Y hola. (17:30)
Me sorprende que me hayas respondido
Todo el día estuve pensando en que me ibas a mandar una horda de veganos a romperme la carnicería
Todo el día pensando en mi? Sos muy intenso Lisandro, baja un poco
.
Invítame a tomar algo primero
.
Sos un idiota
Además como te voy a mandar a romper tu lugar de trabajo el cual no conozco?
Ya te dijeron que sos medio fantasioso?
Me contagió mi amigo
Sabes que dijo que vos podrías ser un psicópata sádico que asesina carniceros?
Y ahora que lo pienso tiene bastante sentido
No soy nada de eso, dios, que amigos tenes?
Los normales, trolos, turros, chetos, vos tenes amigos?
La verdad, solo dos y son bastante normales
.
Estas queriendo decir que nada de lo que dije es normal?
Pasapalabra
.
Cagón
JAJAJAJAJA
.
Antes de volver a trabajar, lo que parece vos no haces, como es eso de que tu viejo te mató al chanchito? no cuenta como maltrato al infante o algo así?
Primero, si trabajo, pero a la noche
.
Segundo, supongo que puede ser que cuente como eso pero la verdad que es de lo más tranqui que me hizo
.
No da hablar de eso
.
Ok, respeto, no pregunto más
Pero vas al psicólogo, no? Por eso me clavaste el visto?
Si voy al psicólogo y si, también fue por eso
Oka
No pregunto más
Otra cosa, como que trabajas de noche y no me ofreciste tus servicios?
Menos mal que no ibas a preguntar más🙄.
Que enfermo que sos
.
Trabajo en un bar
.
Sos stripper?
Vos sos idiota?
No respondiste
Vos tampoco
.
Soy un poco idiota, si
Bueno, yo no soy stripper
.
El primero trabajas?
Si
.
Puedo preguntar donde trabajas? Con mis amigos queremos salir después del brindis
Si, podes
.
Estúpido, Donde trabajas?
En Creed, imbécil
.
Uh, nunca fui pero me dijeron que esta bueno
Listo, mañana caigo con los pibes
Y hablame bien
Joya, divertite
.
Vos me bardeaste primero, aparte no seas trolo tampoco te hablé mal
.
Para boludo, no me vas a agendar así puedo ver tu foto y te saludo allá?
No, ni ahí.
Anda y pásala piolita porque se re pone, si dejas de hacer preguntas boludas y logras caerme bien capaz te agendo algún día.
Me voy porque tengo cosas que hacer
p
ara mañana
.
Entonces yo tampoco voy a poner una foto mía, seguí hablando con Tini
Y yo tengo que agarrar la pala o la cuchilla mejor dicho
Bueno, te dejo, ahora vos pensa en mi todo el día
✓✓
Lisandro largó una carcajada al ver el visto de Cristian. Era divertido hablar con él. Un poco ácido pero muy gracioso. Se sentía cómodo y en cierto punto como un desahogo de lo cotidiano.
──No me jodas, ¿qué es esa carita trolo mirando el celular? ──Lautaro había entrado al cuartito para lavarse las manos. ──No me diga que ya 'tas babeando por el falso chiqui. ¿Te mostró la chota para que ya estés enamorado?
──Que decis, maceta de pasto. Me cae bien el chabon, es copado, más que ustedes encima menos trolo.
──Besatelo entonces, ¿que tanto? ──le arrojó el repasador, con el cual se estaba secando, en la cara. ──Mira si va a ser más piolita que nosotros, seguro es igual de gil que vos.
──Cerra el orto. ──ambos se rieron y Lautaro agarró su teléfono pasa escribirle a su pareja y a Enzo cuando se cruzó con el chat de Lisandro. ──Boludo, ¿que haces con una foto de Tini?
──Uh, me hiciste acordar, ¿vos me cambiaste la foto?
──¿Sos idiota? ──lo miró con una ceja enarcada. ──Si te estoy preguntando por eso obviamente no fui yo.
──Para mi fue Rodrigo, antes de salir de vacaciones. Que gorriado el gil ese. ──negó con la cabeza.──Con razón Tita me dijo linda y nena.
──Checho preguntó quien era la piba que tomaba los pedidos porque se parecía a una de la tele. ──La carcajada de Lautaro se pudo haber escuchado hasta el cotillon que estaba a la vuelta.
Chapter 7: Chorizo vegano.
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La tarde de Cristian había pasado entre risas a pesar del calor, muchas jarras de tereré mientras pelaban papas, cortaban zanahorias y remolachas con su abuela y hermano. Amaba ese mini clima que se creaba entre ellos en la previa a las fiestas. Era divertido, hogareño y le hacia sentir algo lindo en el pecho. A pesar de que le encantaría seguir haciendo cosas para la cena de día siguiente no podía quedarse más tiempo ya que le tocaba ir a trabajar un poco más temprano al bar.
──Buela, primero vamos a poner a hervir la zanahoria y la remolacha, así mañana solo toca cocinar las papas y los huevos. ──Cristian se giró a ver a su hermano. ──Vos controla eso y fíjate si podes hacer la carne para el vitel toné. Yo eso no lo toco ni en pedo si puedo evitarlo y la buela ahora va a amazar el pancito para mañana.
──Sí, chef. ──respondió el menor y revoleó los ojos. ──¿Vos que vas a comer?
──Hoy Mandi me va a llevar varias cosas al trabajo. Dijo que me preparó vitel toné, matambrito, chori y pollo todo veggie. Así que ya estoy arreglado.
──¿Emiliano no viene a pasar con nosotros, Cuti? ──Nelly dejó las zanahorias en la mesa y miró a su nieto.
──No buela, ya vino el veinticinco a comer con nosotros y mañana se va con la familia de Mandi. Viste que nos contó que van a ser papás ──su abuela asintió. ──, bueno la familia de ella todavía no sabe así que le van a contar ahí. Hoy le voy a preguntar se vienen a almorzar el primero o si viene en la semana.
──Está bien, vos avísame así preparo la mayonesa de ave que tanto le gusta.
──A mi también me gusta, podemos hacer igual buela. ──Comentó Nahuel con entusiasmo. ──Hacemos y si no vienen que se caguen. ──Nelly no respondió solo revoleó un respasador en su dirección.
Cristian agarró su celular y se fue a su habitación desde donde escuchaba a su abuela y hermano discutir. Nelly le decía a Nahuel que no podía ser tan vago y le explicaba que si hervía juntas las verduras la remolacha mancharía todo. Nahuel le replicaba que era mejor hacerlo así para no lavar tantas ollas. Al final la mayor lo mando a comprar pechugas de pollo para hacer la mayonesa de ave.
Número desconocido
+ 54 11 1812 2225
Nunca te pregunté pero, cuantos chorizos quería el goloso?
JAJAJAJAJAJAJ
Un gancho, viene una docena maso
Ah, si es goloso.
Que tarado que sos, igual son los bombón
Y la diferencia es que...
Que son más chiquitos y redondeados, cortitos en comparación a los otros
Pero son de buena calidad?
Más vale, son propios de la casa, excelente calidad
Seguimos hablando de chorizos?
Si...
De chorizos comestibles?
Sos un imbecil, después me decis a mi
Jajajaja
Bueno una vez que moleste yo🙄.
Igual, si te lo preguntas, los otros chorizos no sé pero hablo por mi y el mio esta bastante bien, nunca hubo quejas
Flaco.
Ya te dije que primero me invites a tomar antes de tirarme estas cosas.
No te tiré nada pero cuando quieras
CHABON
JAJAJAJAJSJSJSJJ
Igual no es contradictorio que comas chorizo si sos vegetariano
Sos un desubicado.
Igual no es contradictorio, soy vergano.
JAJAJAJAJAJAJ por qué mis amigos no son graciosos como vos
Soy único, igual, mis amigos no me seguirían esta boludez. Uno se pondría colorado y el otro me dejaría hablando solo.
No son como yo
Bueno, tengo que seguir trabajando, sino como te invito a tomar algo
Bueno, yo me voy a bañar y después me voy a laburar que el país se saca adelante tra ba jan do.
A ver...
Y vos también me podrías invitar algo
No.
Eso lo vemos después.
No es un no, me copa
Hablamos después
Dale dale.
Y labura posta que salgo caro.
Bueno pero mínimo me haces probar el chorizo vegano
Sos un sucio, tomatela.
JAJAJAJAJAJA
✓✓
──Eu, ¿con quién hablas? ──Nicolas lo miro y se acercó. ──¿Andas chamuyando?
──¿Te acordas de que no anotaste bien el teléfono de Chiqui? ──su amigo asintió. ──Bueno, estoy hablando con el chabon. Es re copado, me hace cagar de risa.
Nicolás enarcó una ceja.──¿Más que yo?
──Sí, me siguió un chiste que ustedes no me seguirían. Además es divertido molestarnos, es un ida y vuelta entretenido. Me cae bien.
──Quiero ver. ──y acto seguido le sacó el celular y se fue corriendo.
Lisandro salió atrás de él, salieron al local que afortunadamente estaba vacío de clientes y solo contaba con la visita de Oriana quien ya estaba acostumbrada a las boludeses del grupo de amigos. Nicolás lo esquivó lo más que pudo y se ocultó atrás de la chica para poder seguir leyendo.
──Boludo ──le llamó la atencion cuando vio que se acomodo sobre el mostrador ya redido──, ¿es vegetariano? Va a venir a romper todo disfrazado de vaca.
──No seas tarado, Ota. ──negó mientras se mordía el labio inferior.
──¿Qué estás leyendo? ──Oriana se giró en el banco y se acercó más a Nicolas para leer. ──¿Te estás chamuyando a alguien de Creed, Licha?
──¿Creed el de Rocky? ──Lautaro no entendía nada. Había ido a encargar pan para la cena de mañana y cuando volvió encontró a todos boludeando, por suerte las cámaras ya no andaban porque sino Scaloni vendría a romper las pelotas Pablo los defendería pero Lionel amaba hacerse el estricto. ──Che, ya encargué el pan, Chiqui mandó a decir que mañana pasa a buscar el pedido, Ota. Ahora ──se acercó a donde estaba Lisandro y arrojó su riñonera en la parte de abajo del mostrador──¿me cuentan que están haciendo?
──Estamos leyendo el chat de Licha y su novio Chiqui. ──Respondió Oriana y todos soltaron una carcajada. ──¿Vos sabías que el Licha quiere probar el chorizo vegano?
──El chorizo y al que lo tiene. ──siguió Otamendi.
──Y si quiere probar déjenlo ──Lautaro le palmeo la espalda a su primo──, por lo menos él prueba chorizo.
──Imbécil. ──Lisandro dijo por lo bajó y le dio un codazo.
──Para, Toro, le voy a contar al Ale que me tratas mal. ──respondió Nicolás con vos melosa haciendo que Paulo y Oriana soltaran una carcajada.
──Que idiotas que son, menos vos Ori. Ota dame mi celular. ──una vez que lo recuperó lo guardó en su bolsillo. ──Che, les aviso que mañana después del brindis tenemos boliche, vamos a Creed.
──Yo no puedo, esta Nina.
──Yo la cuido, Lauti. No seria la primera vez y no tengo ganas de salir. ──Paulo por primera vez dijo una oración después de puras carcajadas. ──Además podemos hacer tiktoks de palabras mal dichas.
──Mi hija no es un payaso. ──lo miró mal.
──Él que dice mal las palabras es Paulo, no Ni. ──comentó Lisandro.
──Vos callate.
──Pero tiene razón. ──sumó Oriana entre risas.
Después de lo que fue una discusión bastante infantil se dieron cuenta del porqué no había nadie en el local ni en la calle. Eran más de las nueve de la noche y se habían pasado de su horario, todos sus vecinos habían bajado las persianas a excepción de la heladería de la esquina y la farmacia.
──¿Mañana nos vamos directo a tu casa, Toro? ──pegó un grito Nicolas desde el cuartito mientras juntaba las cosas.
──Sí, sí ──respondió Lautaro mientras hacia el cierre de caja──, Ale dijo que va a tener el fuego para las siete así que llegamos, tiramos la carne y nos vamos bañando. Las ensaladas y eso las hacemos en el momento.
──Buenísimo ──se metió Lisandro──, yo voy a comprar el helado también.
──Dale Licha, Paulo lleva bebida y Ota todo lo dulce. Con eso vamo' a andar bien.
──¡Nico! ──gritó Oriana.
──¿Qué pasó Nena? ──preguntó saliendo del cuarto con las cosas de todos.
──No compres pan dulce ni budín, voy a preparar yo.
──Joya locura, entonces compró mas mantecol y turron.
──Y de ahí nos vamos a Creed.
Cerraron la carnicería y esta vez si cada uno se fue a su casa ya que tenían que descansar bien porque contrario a lo que muchos creen el peor día de ventas es el mismo 31, con toda la gente queriendo costillar, lengua, asado y demás a última hora. Tendrían que tener paciencia porque más de una persona los mandaría a la mierda por decir que no hay o protestaría por tener que esperar.
Chiqui Tapia
+ 54 11 1812 2022
Mi hermano y mi amigo vinieron al bar y no paran de darme escabio. No me puedo negar a un buen ferne.
Me acorde de vos porque la señora de mi amigo me trajo chori vegano.
Toda la tarde estuve pensando en eso porque mis amigos me agarraron el celu y me estuvieron gastando
Otra vez pensando en mi?
Y en tu chori vegano, eso es muy importante
jajajajsj si mi hermano lee esto no me va a dejar de joder.
Me voy que mi jefe me esta mirando feo.
Dale anda, y anda pensando en la cantidad de escabio que me vas a invitar mañana
Ni un vaso de agua.
Pero un beso capaz
No, y menos si sigo sintiendo que hablo con Tini.
✓✓
Chapter 8: Cargas familiares.
Chapter Text
Julian y Nahuel habían encontrado el mejor lugar para quedarse esa noche, estaban dentro de la zona que le correspondía vigilar a Cristian. Por suerte era su parte favorita. Mandinha y Leandro eran los encargados de aquella barra y no podria haber sido de mejor manera. Los cuatro molestaban a Cristian diciendo que todas las cosumiciones de los chicos serían cargadas a su cuenta, trataron de darle bebidas pero solo acepto una.
Había sido una linda noche, rieron, tomaron y Cristian había disfrutado mucho la compañía de Nahuel y Julián pero después, todo se fue a la basura. Un flaco se había acercado demasiado a Nahuel, lo había abrazado y a pesar de las negativas no se alejaba. Le quiso dar un beso de prepo, Julian intervino, lo empujó para salvar a su amigo y alejarlo.
Todo fue de mal en peor en solo cuestión segundos, el hombre le pegó una piña en el estómago a Julian dejándolo sin aire para luego empujar a Nahuel haciendolo caer y golpearse contra la barra. Cristian no sabría decir como esquivó a las más de diez personas que estaban entre él y los chicos en ese momento pero en menos de medio minuto ya había tomado al hombre por el cuello para arrastrarlo a la salida.
Una vez en la puerta, del lado de afuera, lo empujó y le pegó tres piñas en la cara pero el contrario no flaqueo y arremetió contra su estómago era un ida y vuelta constante de golpes y gritos. Emiliano, que había entrado a ver como estaban los otros llegó justo cuando ambos cayeron al suelo y frenó la pelea. Seguido a él otros compañeros también salieron.
Cristian estaba muy golpeado pero nada que se percibiera de lejos. El otro se había marchado lo más rápido posible. Nahuel y Julian salieron minutos después a ver a Cristian y entre los tres se revisaban ante la mirada de Emiliano.
──¿Están bien los tres? ──les preguntó, al ver que asentían se relajó y les sonrió. ──Era posta el asunto de los mosqueteros.
Todos se rieron y volvieron a entrar. Un poco menos de una hora después se retiraron del lugar para volver a sus casas con la promesa de Emiliano de almorzar todos juntos el primero en casa de Cristian.
────────
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Decime por favor que en el bar son tan rompe huevos como en la carnicería
Toda la mañana estuve atendiendo gente que me pide cosas que no hay, pero no es que no hay hoy
NO HAY NUNCA PORQUE NO VENDEMOS ESO
Tenes caviar?
Dame 46 piezas de sushi surtidas
Tendrás bombachas rojas?
Dios
Por suerte nos vamos a las 5
Che, pregunta, que vas a comer esta noche? Arroz con choclo y garbanzos? (10:30)
──Licha, vení un segundo para atrás. ──la voz de Paulo resonó cantarina en la parte de adelante. Lisandro evaluó la posibilidad de hacerse el boludo pero la cara de su amigo asomó por la puerta que conectaba el local con el cuarto y las cámaras. Tenía una sonrisa en la cara cuando lo llamó y eso no le gustó, al contrario pero al entrar en el pequeño recinto supo que era demasiado tarde. Las vinchas con estrellas, varas con luces y demás cosas estaban desparramadas en una mesa frente a una tela verde colgada de la la puerta del frigorífico.
──¿Que estás haciendo?──la pregunta en realidad no tenía un porqué, él sabía a la perfección que estaba pasando.
──Estamos grabando el saludo para la gente, vení que te toca a vos ahora. ──sonrió mientras se acercaba a él con la vincha de estrellas doradas.
──Paulito, yo te amo, pero porque en lugar de grabar esto no me ayudas a sacarme la gente de encima. ──el fastidio en su voz era notoriamente sarcástico.
──Porque no es mi trabajo. ──acomodó el pelo de su amigo──Dale Li, es para desear un lindo cierre de año y buen comienzo. ──Paulo siempre los hacia grabar videos así y a Lisandro le encantaba hacer de grinch para todo pero la verdad es que le encantaba toda esa culsileria. Incluso fue el único que se disfrazo de Papá Noel en Navidad.
──¿Empiezo? ──preguntó una vez que se paró junto al mini telón que había preparado Paulo. Como siempre era una producción modesta pero por demás excelente.
──Sí, Li ──se colocó frente a él con el celular en mano──, ahora.
──Hola gente ──los hoyuelos producto de su sonrisa no se hicieron esperar── soy Lisandro y les quiero desear un muy buen fin de año. Espero que comiencen un 2023 maravilloso, que este lleno de nuevos proyectos, culminaciones y muchísimo amor. No se olviden de abrazar a todos los que elijan para rodearse y levantar la copa en alto para los que ya no están. ¡Feliz año nuevo! ──en algún momento Nicolás apareció junto a él y soltó varios papeles al momento de que Lisandro diera el saludo final.
──Siempre te haces el duro y terminas siendo el más tierno de todos ──se acercó y le sacó la vincha──sos flor de trolaso.
──Mira quien habla de trolasos.
──Eh, yo me estoy curando.
──¿Cómo que curando, boludito?
──Estoy saliendo con una chica, ¿eso no sería curarme? ──Paulo se río.
──No idiota, eso sería ser bisexual. ──Lisandro lo abrazó y le pegó en la nuca. ──Ya lo sabia igual, decile a Ori que venga a comer con nosotros cuando quiera así no tenes que irte como rata después de que todas las juntadas.
──Pero como puede ser que sepas todo──lo empujó──, siempre lo mismo.
──Ojo de loco, papi. ──elevó los hombros.
──¿Y vos? ¿Hoy lo vas a buscar al falso Chiqui en Creed? Digo, para empezar el dos mil veintitrés como manda Bad Bunny.
──No sé si él quiere que lo busque, todavía no me agendó. Todo apropósito para que no vea su foto. ──Lisandro hizo una mueca. No iba a negar que el chico, hombre, viejo o lo que sea del otro lado le parecía bastante interesante y divertido. ──Ahora que lo pienso, ni siquiera se cuantos años tiene.
──¿Cómo que no sabes? ¡Capaz que estás a punto de conseguir sugar daddy y no lo sabes! ¡Mira si nos estamos perdiendo un viaje todo pago por El Caribe!
──Vos vas a ser nuestro suggar daddy cuando dejes de grabar videos para la carni o los pibitos del teatro y vayas a la escuela de cine a romperla.
──Uh, me llaman. ──Paulo evitó la conversación y Lisandro sabía porqué. Nunca se sintió capaz de enfrentarse a su familia para decir que no quería trabajar en el negocio heredado. Lionel Scaloni, su padre, siempre esperó que se hiciera cargo de la carnicería y esa era una enorme mochila para alguien con tantos sueños y otros talentos.
Sabía que su amigo moría por estudiar cine o comunicación y producción audiovisual pero también sabía que no lo haría a escondidas de su familia mientras le proyectaban una vida casi solucionada. Era complicado.
Algún día vería a sus amigos triunfar cumpliendo sus sueños y no se refería solo a Paulo. Suspiró y se acercó a la bacha para lavarse las manos y mojarse la cara. Luego agarró los últimos matambres y pecetos que quedaban para poner en el mostrador y regresó al local para seguir enfrentando a la ola de locura de último momento.
──────────
Nahuel se había levantado temprano como le habían prometido a su abuela para ayudar a cocinar y salir a comprar en caso de que sea necesario. Dejó que Cristian durmiera un rato más ya que había sido una noche movida para él y sabía que necesitaba descansar antes de fingir adelante de su abuela. Salió de la pieza cuidando de no hacer mucho ruido y vio a la mujer tomando mates frente a una fuente llena de papas y otras listas para poner en agua.
──Buen día Buela. ──besó su mejilla.
──Hola Nabu. ──lo saludo con una sonrisa pronunciando su apodo de cuando eran niños. ──¿Qué haces tan temprano? Pensé que iban a dormir hasta el mediodía como hacen siempre.
──Te prometimos que te íbamos a ayudar, buela, pero dejemos que Cuti duerma un poco más. Tuvo mucho trabajo anoche, un chabon estaba muy en pedo y armo bardo.
──¿Está bien Cristian? ──la preocupación en su voz y rostro afliraron con rapidez──¿Le pegaron?
──Tranqui abuela, esta bien. No le pagaron ──Nahuel no quería mentir pero no le quedaba otra, le había prometido a su hermano no decir nada muy específico de la pelea──, el Dibu y él pudieron sacar al flaco.
──Está bien. ──su abuela parecía debatirse entre hablar o no y después de eternos minutos se decantó por hacerlo.──Nabu... van a venir tus papás.
En silencio se instalo en el lugar. Nahuel se sentó frente a ella con mirada perdida en su dirección. Mil escenarios pasados cruzaron su mente y no podia pararlos. No se esperaba eso y por la cara que tenía su abuela, ella tampoco. Fue un baldazo de agua helada. ¿Por qué sus padres irían? ¿Cuándo? ¿Para qué?
──Van a venir en la semana, lo más probable es que sea el día de reyes. ──Nahuel se relajó ante eso, seguro lo iban a buscar a él ya que era el tiempo que habían acordado que que se quedaría con Nelly. ──Pasado mañana lo voy a hablar con Cristian. Así puede disfrutar hoy y mañana. No quiero que pierda su entusiasmo, viste que le gustan muchos las fiestas no quiero que se amargue.
──Está bien buela. ──sonrió levemente. ──Igual, sabes que él no va a querer estar acá ni de onda.
──Sí, lo sé. Seguro se vaya a la casa del Juli para evitar la situación y me parece bien. No justo, pero él no tiene la obligación de verlos.
──Y ellos tampoco tienen el derecho abuela, lo perdieron hace mucho tiempo. ──suspiró, no quería ser tan duro y supo que sus palabras lo fueron al ver la cara de su abuela. ──Perdón buela, vos sabes lo que amo al Cuti y yo vi lo mierda que fueron con él.
──Te entiendo, Nabu, quédate tranquilo. ──se puso de pie y se acercó a él para dejar un beso en su cabeza. ──No le van a volver a hacer nada.
Chapter 9: Abrazo de abuela.
Chapter Text
Lo primero que se le cruzó a Cristian cuando abrió los ojos fue agarrar su celular para ver si tenía mensajes de la gente de su trabajo o algo parecido pero lo primero que apareció fue el chat con el desconocido y decidió que era buena idea molestar.
Número desconocido
+54 11 1812 2226
¡Buen día, buen día!
Cómo que buen día? Son las 3 de la tarde flaco
Bueno perdon, volví de laburar y me desmayé del sueño, recién me levanto.
Te perdono, todo bien?
Decime que por lo menos te escabiaste un poco anoche
No mucho porque estaba trabajando.
No me escabio cuando trabajo, es algo de gente decente.
Uh, que paja, yo el otro día me vine un poquito en pedo, pero nadie se dio cuenta
Espero que tu hermano y tu amigo si se hayan puesto en pedo como corresponde y más si pidieron que te cobren a vos
Si, igual medio que se arruinó un poco la noche.
Uh, que pasó?
No estas laburando?
Si, pero el chisme me puede
Sos un idiota.
Creí que eso ya lo sabias
Dale contame
Bueno, termine a las piñas con un chabon que le quiso dar un beso a mi hermano y después lo empujó y le pegó a mi amigo.
No se si ese fue el orden porque la bronca no me deja recordar bien.
Estas bien? Te pasó algo? Te pegó muy mal? Estás lastimado?
Tu hermano y amigo están bien?
Sos policía también?
Respondeme, soy una persona que se preocupa y ama el chisme
Si ellos están bien, solo un golpe y el mal momento y yo estoy bien, pero me duele muchísimo la panza y las costillas.
Que hijo de puta
Igual le di bastante, se me escapó sino terminaba en policías en acción.
Me parece que vos también sos un idiota Tomaste algo para el dolor?
Todavía no.
Toma algo
Dios, sos peor que mi abuela, si hubiera sabido no te contaba nada a vos tampoco.
No le contaste? Cuando te duela reírte se va a dar cuenta
No creo.
Para cambiar el tema y responder a otra de tus preguntas idiotas, voy a comer ensaladas y "carnes" veggies.
Algún día tengo que probar algo de eso
Posta que hay cosas muy ricas, te voy a invitar a comer unas empanadas de no pollo que son lo más rico del mundo.
Me vas a cocinar vos?
Ma vale, no soy solo una cara bonita
Eso no lo sé porque no me agendaste
Encima capaz que hoy nos cruzamos y no te reconozco
Y bueno, así es la vida.
Boludo, cuantos años tenes?
24, por?
Che posta no sos policía?
Por nada, es que hoy pensaba que nunca te pregunté y capaz eras un viejo choto
Bue.
Vos cuantos años tenes?
24, en unos días es mi cumpleaños
En serio? Cuando?
El 18
Boludo falta más de medio mes, yo pensé que era ahora ya.
Es poquito
Banca, como es posible que te pidan tangas rojas en una carnicería?
Que se yo, ante situaciones desesperadas medidas desesperadas, creo que se usan el 31 para tener suerte en el amor
JAJAJAJAJAJAJAJA te la sabes todas.
Te vas a poner boxer rojo hoy?
No
:(
Una tanga
JAJAJAJA era sabido.
Si me agendas, hoy a la noche te la muestro
Hombre trola.
No gracias.
Así sos, me voy que me queda un ratito para cerrar. Después hablamos
Dale, dale, yo me voy a levantar a cocinar.
Che a que hora vas a Creed?
Cuando mi sobrina se duerma
Dale, así le digo al patova de la puerta que los chequee a todos para ver cual tiene tanga.
Tanga roja, no te olvides
JAJAJAJAJ
Sos un idiota.
Agendame
No, Tini. Basta de acosarme.
✓✓
─────────
Cristian salió de su habitación y escuchó risas en el comedor. La tele estaba prendida con un programa viejo de bloopers, sentados en frente estaban su hermano y su abuela con dos vasos grandes llenos de ensalada de fruta. Ambos estaban tan metidos en disfrutar de la ensalada y tentados con rel programa que no se dieron cuenta cuando él se sentó en el brazo del sillón.
──Qué mal que la pasan los pobres, eh.
──Hola bella durmiente. ──lo saludo su hermano y recibió un codazo. ──¿Te lo devuelvo, pedazo de trolo?
──Dos segundos y ya están rompiendo las bolas, Dios mio dame paciencia. ──se quejó su abuela al mismo tiempo que elevaba la mirada──Cuti en la heladera tenes un vaso servido, no saques del tupper grande que es para la noche y del tupper verde tampoco que es para Emi y Mandi.
──Sí esos no vienen hoy que se caguen. ──le respondió Cristian mientras iba a la cocina.
──Tocas esa ensalada de frutas y te corto la mano, Cristian Gabriel.
En ese momento hasta Nahuel se quedó helado. Cristian levantó las manos expresando su rendición y agarró el vaso que le tenía preparado su abuela. Cuando mandó la primera cucharada a la boca se sintió tocando el cielo, el néctar dulce invadió cada recoveco de su boca y le generó un puro placer.
Suspiro mientras metia otra cuchara cargada de ensalada en su boca. ──Vayan a dormir la siesta──se acercó a ellos──, yo me voy a poner a cocinar mis cosas.
Nelly lo miró con una sonrisa, se levantó y se acercó a él extendiendo su vaso vacío. ──No te comas la otra ensalada. ──lo apuntó con el índice──, es para los chicos. 'Chuchame, te compré unos garbanzos para que te prepares humo.
──Hummus buela. ──corrigió Cristian con dulzura y una sonrisa.
──Esa cosa. Y te separé papas para que hagas con huevo y verdeo como te gusta. Quedaron cosa' de la mayo de ave que hice para los chicos para que te hagas con el pollo de mentira.
──Está bien buela, gracias. ──no pudo evitar abrazarla y cuando la mujer lo apretó entre sus brazos todo el dolor de la noche anterior regreso y él hizo lo imposible para que no se notara.
──Bueno, me voy a dormir. ──le dio un beso en la mejilla para despues separarse y girarse en dirección a su otro nieto──Nahue, vos también anda a dormir que sino estás cabeceando en la mesa hoy a la.noche, déjalo al Cuti que tenga un rato a solas.
──Cómo usted mande, doña. ──le guiñó un ojo y se metió en la habitación que ahora compartían.
──Te dejo el ventilador porque está fresquito ahora. ──luego de aquello su abuela entró en su habitación, prendió la radio y cerró la puerta.
Dibu
+54 11 1812 2223
Dibu
Que me puedo tomar para el dolor?
Me abrazó la buela y me rompió todo
──────────
Número desconocido
+54 11 1812 2022
Hola perdón, que te moleste con esto pero no puedo preguntar en casa, mi amigo no me responde
Hoal, qué pasó? Estás bien?
Si, tranqui, es que estoy hecho verga
Sabes que me puedo poner para el dolor?
Hielo, envolvelos en un reparador y aplica en la zona
Y algún medicamento?
Ahora sos doctor también
Jajajajaja
Tomate un diclo, ese te va a ayudar
Gracias
Mi abuela me dio un abrazo y me hizo doler más que el gil de anoche
Los abrazos de abuela rompen huesos jajajjaja. Haceme acordar que no abrace a tu abuela
Vos podes no abrazarla pero ella a vos si jajajajajja
Bueno, me voy a hacer eso y a cocinar
Dale, avísame si funciona y como te sentis, si?
Después hablamos y me mostras que cocinaste porque no me puedo sacar de la cabeza un montón de lentejas con forma de pollo
JAJAJAJAJAJAJAJA dale, después te muestro
✓✓
Chapter 10: Foto.
Chapter Text
Una vez que Cristian terminó de preparar su ensalada de papá, huevo y verdeo, la mayonesa de no-ave y el hummus de garbanzos y porotos decidió que merecía un descanso por lo que se sentó, o mejor dicho se tiró, en el sillón del comedor a ver un compilado de fútbol. Habían pasado menos de dos minutos cuando su celular le vibró en el bolsillo del pantalón. Sonrió cuando lo leyó, le dio mucha ternura la situación.
Número desconocido
+54 11 1812 2225
Como te sentis?
Muchísimo mejor, gracias Lisandro.
El diclo me calmó a los minutos y el hielo desinflamó un montón te voy a pedir más consejos médicos a partir de ahora.
Tengo algunas manchas nomas.
[Foto]
Lisandro casi se ahogó con el mate. Cristian le había mandado una foto de su abdomen y aunque le encantaría quedarse en modo pajero y decir la cantidad de guarangadas que le cruzaban por la mente se fijó en los moretones. Eran muchos y bastante grandes.
Boludo te hizo mierda
Si, ya se, voy a tener una remera abajo de la camisa toda la noche.
Por qué no te pones la remera directamente?
Porque la camisa me la regaló mi abuela y le dije que la iba a usar hoy.
Sabes que pensaba hoy? Que sos una mezcla re rara.
Sos patova y medio forrito, pero sos un nene de abuela y vegetariano, lo cual es demasiado tierno
No soy medio forrito
Vos sos un imbecil pero también sos medio dulce
Me vas a agendar?
Que rompe huevos que sos, todo el día rompiendo los huevos🙄.
Ahí volvió mi medio forrito
Bueno bueno...
Miraa, hice algunas cosas veggies
[Foto]
Esa es una falsa mayonesa de ave
[Foto]
Matambrito y vitel toné
[Foto]
Chori
La mayonesa esa tiene tremenda pinta para comer con pancito
Si, no sabes lo rica que es.
El matambrito y el vt parecen de verdad
Son de verdad, tarado.
Me refiero a que son parecidos a los de carne carne
JAJAJAJAJAJAJ si, me los hizo mi amiga
Y el chori me decepcionó, pensé que era el tuyo
:(
Ves que sos un idiota.
Pero te pones nervioso
Salí, salí, te voy a escrachar Tini acosadora.
Seguro si lo hago aparezco en lam y mi abuela me pide que le mande saludos a yanina
JAJAJAJAJAJA
La banco a tu abuela, un día voy a caer a ver lam con ella
Es vegetariana también?
Va a ser, le entra más a la carne que gaucho
Uh, ya se como ganarmela, le caigo con algo para tirar a la parri
🤢
A vos te llevo chipa guazu para que pruebes lo que es bueno
Me traes eso y te esclavizo para que lo hagas todos los días
Es lo más rico que existe, ya estoy sufriendo porque no hice y hoy no voy a comer
Si llevas a Creed te hago un monumento
Esclavizame para lo que quieras, patrón
No creo llevar a Creed porque nosotros no hicimos este año :(
JAJAJAJAAJ que idiota.
Listo, no entran.
Eu no seas maaaalo
Entonces, no hay lentejas con forma de pollo?
No, lamento decepcionarte.
Dolor país
Che, me tengo que ir a comprar y después va a ser un re quilombo todo. Espero que pases una linda noche, seguro a las doce te saludo y me decis a que hora van
Dale, anda tranqui, yo me tengo que ir un toque a casa a buscar cosas y de ahí ir a lo de mi primo porque pasamos ahí con los chicos. Encima recién se fueron los últimos loquitos que querían parrillada para 20, A LAS 6 DE LA TARDE!
Dios, que paja la gente que deja todo para lo último, en fin anda tranqu.i
Espero que sea un ambiente apto para tu sobrina.
De eso no te preocupes jajaja
Te escribo después
Dale.
✓✓
────────
──El pavo y la pava se van a casar.
──Y todos les deseamos mucha felicidad.
──Pavo, vente pa mi nido.
──Yo contigo sí me anido.
──Quiero un pavo por marido.
──Yo soy pavo y no dormido.
Lisandro y Enzo estaban haciendo karaoke para Nina, mientras el resto no paraba de reírse de ellos. Habían pasado una noche más que hermosa; comieron, rieron y la mitad se tomó hasta el agua de los floreros.
Paulo, que no había tomado nada más que aquarius de pomelo, estaba sentado junto Oriana con Nina a upa mientras la hacía bailar al ritmo de las canciones de sus otros tíos. Las cuales variaban entre la granja y Topa.
Lautaro y Alexis se encontraban abrazados y diciéndose cosas de trolos, en palabras de Nicolas mientras este último tenía una botella cortada llena de fernet recién preparado.
──Muchachos, ya son casi las doce. ──dijo mientras golpeaba su lujosa bebida con un tenedor.
──Que fino que sos, Ota. ──le dijo Oriana mientras soltaba una carcajada y se acercaba para preparar las cositas dulces con él. ──¿Cuanto falta?
──Dos minutos. ──respondió mientras le pasaba los paquetes de garrapiñadas, maní con chocolate y demás. ──Ya serví la sidra
──Soy muy feliz con vos, ¿sabes?──Lautaro susurró en el oido de su pareja con una dulzura inmensa. ──Me llena de orgullo nuestra familia. Construimos todo con esfuerzo y amor. Y, por sorprendente que parezca, nos salió bien incluso tener a todos estos vagos con nosotros. ──Alexis no pudo evitar sonreír ante lo dicho por su pareja.
──Te amo.
Lisandro los miró con una enorme sonrisa, él daría lo que fuera por tener algo así y algún día lo tendría, lo sabía. Luego tomó a Nina en brazos, para que Paulo pudiera acercarse a Oriana, y agarró la copa copa que Nicolás le extendió. La pequeña se acomodó en su hombro, se notaba que tenía mucho sueño y estaba a punto de quedarse dormida pero hacía un enorme esfuerzo para poder ver todo.
El grupo entero, incluyendo a Pipa, se acercó a la mesa y comenzaron con la cuenta regresiva. Al dar las doce brindaron y como siempre, pidieron un deseo para cada uno en secreto y para el grupo a viva voz. Lisandro dejó la copa en la mesa y agarró su celular, ahora con Nina dormida en su hombro.
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
Feliz año nuevo Lisandro! Espero que te hayas puesto la tanga roja para conseguir marido y que te traiga suerte ✨️
Feliz año nuevo Cristian! Espero que esta noche pueda brindar con vos, aunque sos un gil y no me agendaste
Vos seguis con foto de Tini, me reservo el derecho de seguir en anonimato ;)
Lisandro sonrío y cuando estaba por responder algo más Enzo le sacó el celular para leer junto a Paulo la conversación.
──Pone una foto pedazo de tarado. Con la foto de la flaca esa no vas a conquistarlo. ──le respondió el menor del grupo.
──Tengo otros métodos. ──le guiñó un ojo.
──¿La tanga roja? ──preguntó Otamendi que se había acercado a Enzo y vio el celular. ──¿En serio te pusiste una tanga roja?
──No, no me puse una tanga. ──se río── Es un boxer.
──¡Yo también me puse algo rojo, Licha! ──le dijo Oriana muy feliz mientras abrazaba a Paulo.
──Pero vos ya tenes todo cocinado, hermana, a mi me falta todo. ──la chica solo le sonrió en respuesta.
──Sí pusieras una foto, primo, quizás tendrías algo. ──Lautaro se acercó a agarrar a Nina para llevarla a su habitación.
──Hace una cosa, pone una foto grupal así lo cagas. Te va a ver pero no va a saber quien sos.
──Sos re vivo, Ota, ya veo que se calienta con alguno de ustedes. ──lo empujó suavemente.
──No me culpes si cae a mis pies, mira lo que es este cuerpo. ──Nicolas dijo eso y todos se empezaron a reir.
──Che, la vamos a acostar a Nina. Pauli, Ori, ¿seguros que se quieren quedar? Pueden ir ustedes y yo me quedo con la pulga.
──Anda tranquilo, Toro, nosotros nos quedamos con mi brujita. Con Ori vamos a ver maraton de películas navideñas y esas boludeces.
──Sí, Lauti, no te preocupes. Vayan y sean novios por una noche. ──Lautaro y Alexis sonrieron y se fueron con su hija. El ambiente estaba raro y Oriana sintió que fue por su culpa. ──¿Qué hice mal, chicos? Siempre me mando alguna.
──Tranqui, Ori, no fue tu culpa. El tema novios es complicado para ellos porque no se pueden casar, cosas privadas. ──Le explicó un Enzo bastante serio pero a la vez despreocupado.
──Ah, entiendo. Perdón, no tenía idea.
──No pasa nada, gorda. ──Paulo la abrazó. ──Vení, vamos así ellos se pueden preparar para irse.
En el patio solo quedaron Lisandro, Nicolas, Enzo y Pipa, los primeros juntaron la mesa y dejaron todo en la cocina para picar cuando regresaran.
──Licha. ──habló Nicolas.
──Hmm. ──fue la única respuesta que obtuvo ya que estaba muy concentrado comiendo helado.
──Pone la foto mañana, hoy anda a divertirte. Si pinta algo pinta, y de mañana ves que onda.
──No es como que lo vas a cagar, si no son nada y hablan hace re poco.
──Sí, lo sé, es raro igual. Siento que ya lo conozco hace rato. No sé, es una sensación linda pero rara. Se siente bien, además vieron que no tengo otras formas de conocer a nadie y me gustaría ver que onda.
──Bueno, mi amigo el que menos delira. ──soltó Enzo mientras se dirigía al baño.
──Ojo, carni, paso a paso. ──Nicolás apretó su hombro y fue a la cocina
Cuando estuvieron reunidos de nuevo nadie dijo más nada, porque la conversación desencadenó en que Enzo no iba a dejar títere con cabeza y que Nicolas solo iba a disfrutar la noche con sus amigos cosa que los extrañó y los hizo sospechar algo que tendrían que confirmar más adelante.
Chiqui Tapia
+54 11 1812 2022
En un rato vamos a salir, la operación padres se les está complicando
Pobrecita, entiendo
Yo todavía no voy porque como trabajé ayer puedo ir más tarde y me quedo hasta el cierre pero le dejo dicho a los chicos que revisen para encontrar tangas rojas
JAJAJAJAJAJAJA dale
No te diste cuenta, no?
De que?
Nada, nada
Te dejo así mi abuela no me revolea una ojota
Okas, tene cuidado con la panza, esquivala
✓✓
Chapter 11: La roja.
Chapter Text
Cristian estaba muy feliz compartiendo con su familia. Les tomo una foto a todos, incluso a los hermanos de Julian y sus novias que estaban comiendo ensalada de frutas como si no hubiera un mañana. También se sacó una selfie y decidió que era una buena foto para poner de perfil en WhatsApp así como también era hora de agendar a su ¿amigo? Lisandro, regalo de año nuevo. Esperaba que no se borrara después de eso.
Lisandro🔪
+ 54 11 1812 2225
No te diste cuenta, no?
De que?
Nada, nada
Te dejo así mi abuela no me revolea una ojota
Okas, tene cuidado con la panza, esquivala
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La risa de Nelly inundó la casa. Cristian la miraba con una sonrisa enorme y las lágrimas en los ojos producto de la carcajada que habia largado. Habían estado hablando de la infancia y de tiempos lejanos cuando Laura, la madre de Julian, se confundió y nadie la perdonó lo que provocó una carcajada grupal entre las dos familias. Incluso ella se reía de sí misma.
Cristian amaba a su abuela, podría matar por ella si se lo pedía pero sabía que jamás lo haría porque ella no era así. Y quizás era la fecha lo que lo hacía poner melancólico pero no podría imaginar un lugar donde estar que no fuera ahí, con su abuela y sus hermanos, porque Julian también era su hermano.
Todos los años, en estas fechas le entra la sensación de nostalgia. Le llueven las preguntas y las imágenes de que hubiera pasado si el no hubiera sido lo que es, si sus padres nunca se hubieran enterado. ¿Habría podido estudiar gastronomía? ¿Habría logrado recuperarse de sus problemas con la comida? ¿Hubiera formado esa amistad más que entrañable con Julian?
Lo más probable es que la mitad de las preguntas tuvieran una respuesta negativa. No podría haber estudiado gastronomía porque sus padres lo hubieran obligado a seguir arquitectura. No se hubiera recuperado porque quienes fomentaba la situación eran sus progenitores. Su amistad con Julian sería asombrosa pero no tanto como la que tienen ahora.
Sus hermanos se encontraban hablando bajito entre ellos mientras reían, su abuela hacía lo mismo con Laura y Oscar. Todo era tan perfecto.
──Cuti, ¿vamos yendo?
──¿Se van todos? ──preguntó Oscar mirando a su hijo.
──No pa, solo nos vamos Cuti, Nahue y yo.
──Llevate la camioneta pero a la vuelta maneja vos, Cris.
──Dale Oscar, gracias. Prometo que volvemos perfectos.
──Por lo pronto vayan con cuidado.
Una vez que saludaron a todos y juntaros sus cosas, salieron para el bar. No estaban muy lejos, por lo que llegaron a Creed en menos de quince minutos. En la puerta había una fila de veinte personas, Nahuel se bajó rápido porque necesitaba ir al baño. Lo que proporcionó el momento ideal para Julian y Cristian.
──Va a estar acá y esta en sus manos encontrarte. ──sabia que su amigo estaba demasiado ansioso por eso, lo conocía como a la palma de su mano. ──Vos hace tu trabajo y disfruta la noche. Si no te busca es un idiota y no sabe lo que se pierde.
──Igual somos conocidos para amigos, Ju.
──Los dos sabemos que te decis eso con el único fin de no salir lastimado. El punto al que quiero ir es que, sea él u otro, esta noche es tuya. Divertite y hace lo que quieras. Vas a estar trabajando mucho menos porque esta lleno de seguridad por la cantidad de gente.
──Y si no me busca, confirmo mi teoría.
──¿Los hombres no sirven a excepción de nosotros?
──No, la otra. Nunca voy a ser lindo para que alguien me mire.
──No seas tarado, Cuti. Sos lindo, no te ilusiones, no sos mi tipo. ──ambos rieron. ──Lo que te hizo el otro imbecil fue una forrada, no todo el mundo es así. No vivas con miedo. Vamos, dale.
Los dos se bajaron de la camioneta y se encaminaron a la puerta. Germán y Guido estaban en ese puesto esta noche, al parecer Emiliano no había llegado.
──Hola chicos. ──los saludo como normalmente hacia.
──Buenas, Cuti.
──Hola Cuti, hola Juli. ──Julian les sonrió y entro para buscar a Nahuel.
──¿Todo bien chicos? ¿Esta tranquilo?
──Bastante. ──Germán se giró para ver la fila. ──Para la cantidad de gente que hay adentro y la gente que quiere entrar está todo tranquilo. Igual estos son casi todos rebotados, aunque se lo tomaron bastante bien.
──Bueno, mejor. Escuchen, necesito que me hagan un favor.
──Decinos, pa. ──Guido siempre estaba atento a lo que necesitaban los demás, dispuesto a ayudar.
──────────
──Que vivo loco por tus besos, en tu boca sigo preso condenado a la locura y de morir, por tu hermosura. ──Enzo cantaba mientras tenía una caja de vino mezclada con pomelo en la mano. El equipo del auto estaba al palo. Gonzalo les había dicho que los llevaba y los traía por cuatro mil pesos. Lo cual en pedo les parecía un precio muy accesible.
──Quisiera enamorarte a mi manera y que en mis brazos tú te mueras suplicando por mi amor. ──le siguió la letra Alexis mientras Nicolas prendía un pucho, Lautaro le escribía a Paulo y Lisandro trataba de tener una buena señal para los datos que no le dejaban actualizar nada.
Cuando estaban por llegar decidieron bajarse en la esquina para poder tirar las cajas y botellas cortadas. Todos se emprolijaron la ropa y se acercaron a la fila. Guido los vio llegar y les hizo seña para que se acercaran a la puerta.
El gran cartel de luces blancas decía en grande Creed, mientras que abajo se leía "BPB; bar, pool y boliche". La música de adentro emergía invitándolos a bailar.
──¿Alguno de ustedes es Lisandro?
Los cinco se quedaron quietos y se vieron entre sí. ──Sí, yo soy, ¿pasa algo? ──preguntó a la defensiva.
──No, capo, tranquilo. Nuestro amigo Cristian nos dijo que venías, pero necesitamos saber si trajiste la roja.
Lisandro no pudo evitar soltar una carcajada. No pensó que Cristian haría aquello en serio, creyó que era todo broma pero al parecer no. ──Sí, la traje. Pero solo se la puedo mostrar a él, sepan disculpar.
──No te preocupes, pero igualmente él no va a venir a chequear. Nos hicieron saber que ya contas con lo necesario para encontrarlo así que, pasen. En la barra del fondo vas a encontrar a Leandro, el barman, todos ustedes tienen dos consumiciones gratis. ──Germán se movió dejando el espacio para que grupo pase. ──Tengan buena noche.
Una vez que entraron la música los envolvió, el humo de las máquinas los hizo entrar en ambiente al instante. El lugar estaba a reventar.
──Licha, vamos a la barra, de ahí vemos. ──le dijo Lautaro elevando la voz.
Lisandro camino detrás de sus amigos tratando de pensar en porque se suponía que él ya tenía lo necesario para encontrarlo. Cuando estaba llegando a la barra chocó con dos chicos, uno era muy alto y el otro bastante más bajo. Se disculparon rápidamente y siguieron su camino.
──Seguro que Cuti no tiene problema, Emi.
──los escucho decir, o al menos eso le pareció. Al llegar a la barra se sentó en una banqueta libre.
──Buenas.
──Hola, ¿que vas a tomar?
──Me dijeron que Cristian nos dejó dos cosumiciones a cada uno.
Leandro sonrió y asintió. Lisandro no lo supo pero estaba siendo evaluado de cerca por dos personas de la vida de Cristian. El barman y el chico sentado a su lado.
Chapter 12: Creed.
Chapter Text
Cristian había vuelto a la puerta con Germán y Guido luego de que llegarán Emiliano y Mandinha. Los pobres no habían pasado una buena noche y estaban bastante tristes, los padres de ella estaban defraudados por su embarazo y los habían tratado muy mal. Cristian estaba preocupado de que la situación provocara algo malo en el bebé, tal como había ocurrido antes.
──Cuti. ──Germán le llamó la atención después de un rato de que no emitiera palabra alguna. ──¿Escuchaste lo que te dijimos?
──No, Pezze, perdón. Lo de los chicos me tiene muy preocupado. ¿Qué me decías?
──Quedate tranquilo que todo va a estar bien. Mandi es fuerte, además no es como la primera vez. Nos tienen a todos, va a estar todo bien.
──Eso espero. Bueno, decime, ¿qué pasó?
──Ese Lisandro, el que nos dijiste, ya vino.
Cristian se quedó paralizado. Obviamente estaba esperando a que eso ocurriera, decir que lo ansiaba era poco pero, ahora era una realidad. Estaban en el mismo lugar, al mismo tiempo.
──Yo necesito saber algo sobre eso. ──Guido lo sacó del trance. ──¿Qué es la roja? Porque no nos dijiste nada y el dijo que solo te la iba a mostrar a vos. ¿Es una droga?
Criatian soltó una carcajada. Al parecer era igual que por chat siguiéndole los chistes.
──Es un secreto, no puedo contarles pero no, no es droga. Che, ¿preguntó por mi?
──Cuti. ──Nahuel lo llamó, estaba con Emiliano quien tenía los ojos llorosos.
──¿Qué pasó? ¿Dónde está Mandi?
──Está en la barra con Lean y Juli. Cuchame, tenemos que hablar.
Los tres se alejaron de la puerta. ──Mira Cuti, a mi me da muchísima vergüenza esto pero, ¿podríamos Mandi y yo quedarnos hoy en tu casa? Nos sacaron el auto y la verdad es que no tenemos muchas ganas de volver a mi casa. Se que es un pedido grande, no queremos molestar a Nelly, la verdad es que no pasa nada, mejor vemos donde...
──No seas pelotudo, Dibu. Ma vale que pueden ir a casa, además mañana iban a almorzar con nosotros. Cero drama, no hay problema. La buela va a estar feliz. ──Le sonrió y le puso una mano en el hombro. Cuchame, vos anda a hablar con Pala, el de la remiseria, para que los lleve a casa, Nahu vos llama a la buela, yo voy a buscar a Mandi.
──No Cuti, nos vamos caminando no tengo un peso hasta el quince.
──Flaco, ¿yo te pregunté si tenes plata? ──Emiliano solo lo miró y negó. Parecía un nene chiquito, estaba triste y Cristian sabía que no era por él mismo sino por su señora e hijo. ──Anda a hablar con Pala, Emi, haceme el favor.
Cristian dejó a los chicos afuera e ingreso a Creed. Había muchísima gente esa noche y entre todo el tumulto estaba Lisandro. No quería pensar tanto en eso pero la ansiedad porque lo buscara lo estaba matando. Se cruzo a gente conocida que lo saludaba e intentaba hacerlo bailar con ellos, siempre fallando en el intento.
──Así que vos sos Lisandro, mira vos. ──Mientras Cristian trataba de cruzar el lugar siendo arrastrado por la marea de gente, Lisandro estaba pasando una situación bastante rara. ──Escuchame, yo te voy a dar los tragos para tus amigos pero vos, te vas a sentar acá porque antes tenemos que hablar seriamente.
──Bueno, pero primero háblame bien, segundo te voy a pagar las consumiciones de mis amigos. Son aquellos; el de los pelos parados y el colorado que se lo está comiendo, el de la camisa blanca con estrellas y el que tiene las zapatillas con luces.
──Pero, tienen dos consumiciones cada uno, vos tenes más pero él me dejó dicho esto.
──Sí, en la puerta nos dijeron eso tambien, pero me parece injusto que él tenga que pagarnos los tragos. No me gusta que le tengan que descontar plata o tenga que pagar tanto. Es un gasto.
──Mira ──una voz al lado llamó su atención. ──, yo lo conozco a Cristian y no tiene ningún problema, al contrario. Si dejó las cosas arregladas así fue por algo. Acepta, a él le gusta tener atenciones con la gente que le cae bien.
──¿Le caigo bien?
──Sí, le caes bien. Mira, yo soy Julian, su mejor amigo. Hablo con conocimiento de causa.
──Hola, soy Lisandro, el chico con el que habla por WhatsApp.
──Sí, sí, me hablo de vos, por eso se que le caes bien, demasiado bien. ──Julian queria reirse de los notables nervios de su compañero de barra. ──No estés nervioso, no es un psicópata asesino.
──Mi amigo estaría en desacuerdo. ──soltó una risa recordando lo dicho por Enzo. ──Pasa que estoy ansioso, me cae muy bien y no se, quiero verlo. Me gustaría ver que onda.
──¿Entonces lo vas a buscar?
──Es que no se cómo, no se como se ve. Solo me mando una foto de la panza...──Julian y Leandro se miraron con complicidad. ──No, no fue ese tipo de foto. Ojalá. ──murmuró. ──Me mostró los golpes, pobre lo hicieron aca.
──Sí lo hicieron mierda, pero banca. ¿Cómo que no sabes cómo se ve? Si hasta puso una foto de perfil nueva de él, sin la abuela.
──Ay, ¿tenía una foto con su abuela? ──todo lo referido a Cristian y su abuela le provocaba una ternura inmensa tal como se lo había hecho saber. ──Claro, pasa que no me tiene agendado, no puedo ver sus cosas.
──Flaco, te agendó hoy, antes de salir para acá. Me lo dijo.
Lisandro automáticamente comenzó a buscar su celular en los bolsillos del pantalón sin éxito. Busco a sus amigos y Enzo lo tenía en la mano, se estaba sacando fotos. ──Ya vengo.
Al irse para recuperar su teléfono se chocó con un chico, el cual le había puesto la mano en la cintura para poder pasar y se disculpo obteniendo por respuesta una hermosa sonrisa.
Cristian luego de esquibar el batallon de personas llegó a la barra pero no vio a Mandinha, solo a Julian y Leandro que tenían pinta de estar tramando algo.
──¿Qué hacen yararás? ¿Dónde está la Mandi?
──Sí te contáramos. Mandi fue a lavarse la cara. Pasa ──Leandro abrió una puertita para que entrara a la parte de atrás de la barra. ──, cuando salgas te decimos.
Mandinha estaba sentada en un barquito fuera del pequeño baño de empleados. Cristian se puso de cuclillas frente a ella y le tomó las manos. ──Mandi, ¿te sentis bien? Dentro de todo, digo.
──Sí, Cuti, gracias. Solo que me sofoque y quería mojarme un poco la cara. ──apretó las manos de su compañero.
──Está bien, ¿tomaste agua o jugo? Por ahí un poco de dulce te ayuda.
──Sí, corazón, tome juguito de naranja que me preparó Lean. ¿Hablaste con Emi?
──Sí, esta pidiendo un auto para ir a casa. Nahu ya debe haber arreglado todo con mi abuela. Ella va a estar más feliz que perro con dos colas, los adora.
──En serio, muchas gracias, Cris. Siempre estas ahí para nosotros.
──Y siempre lo voy a estar. ──se puso de pie y extendió sus manos. ──Ahora vamos, así vas a casa, comen algo, se ponen cómodos y descansan.
Los dos salieron del baño juntos, Mandinha caminaba delante de él. ──Ahora en diez minutos vuelvo y me cuentan.
──¿Vos no pensas agarrar la pala hoy? ──le dijo Leandro.
──El salame de Walter me dijo que hoy no me preocupara, supongo que para compensar lo del bardo. Ahora vuelvo.
Y otra vez Lisandro volvió a chocar contra alguien. ──Perdón, no te vi.
──No pasa nada. El tercer cruce viene sin golpe. ──le sonrió y siguió su camino.
Mandinha, quien estaba unos pasos más adelante se volteó. ──¿Todo bien, Cuti? ──Él solo asintió y avanzó hacia ella.
Lisandro casi corrió hacia la barra y le mostró el celular a Julian. ──¿Quién es Chiqui Tapia?
──Es Cristian.
──¿Eh?
──Pasa que, bueno, fue una confusión y quedó. Te muestro para que veas que no me aparece la foto.
──Es porque no tenes los datos activados, ni el WiFi.
──Usa el mio, Lean Walls, la contraseña es gallinadegollada.
──Cómo la tenes con river, ¿por qué no te haces socio? Bostero culo roto.
──No es por eso, boludo, la contraseña me la sugirió mi mamá. Viste que el novio anda en cosas raras.
──Ahí está. ──dijo Lisandro. ──Ahora si cargó... no puede ser.
──¿Qué no puede ser, flaco? ¿Qué te pasa?──el tono de voz de Julian reflejaba molestia.
──¡Lo bueno que esta, hermano!
──Juli, ¿que te pasa? ¿Te están molestando?
Las voces se mezclaron. Leandro soltó una carcajada y miró a Julian quien estaba con los ojos bien abiertos viendo a Lisandro y a Cristian. Ambos sin saber que estaban parados a centímetros de distancia.
──No, Cuti, nadie me está molestando.
──Bueno, me voy a buscarlo. Si alguno de los tarados de mis amigos pregunta, me fui buscar a Cristian. ──Lisandro se acercó a Leandro por encima de la barra para no tener que gritar porque la música parecía estar más fuerte.
──Mira, me parece que no vas a tener que buscar mucho. ──le respondió mientras le señalaba detrás suyo con la cabeza.
Lisandro se giró y ahí estaba, alto, muy alto. Con cara de confundido y una ceja enarcada que luego fue acompañada por una sonrisa al, aparentemente, entender lo que sucedía.
──Esto no cuenta como buscarme, prácticamente me estoy entregando en bandeja.
Chapter 13: Terraza.
Chapter Text
Lisandro no pudo evitar reírse ante lo dicho por Cristian al mismo tiempo que sentía como le ardía todo el cuerpo. El chico que tenía en frente era hermoso. Literalmente con solo sonreír bastaba para enamorar a cualquiera y más si lo conocías aunque sea un poquito. Su cuerpo quedó congelado, perdió la capacidad de realizar movimientos por algunos segundos.
──Hola. ──fue lo único que Lisandro pudo articular.
──Hola, ¿estas bien? ──aunque la pregunta fue en un tono medio burlón, tal como siempre imaginaba que le respondía por chat, también notó un poco de preocupación y no supo bien porqué.
──Sí, sí. ──sacando coraje de quien sabe donde, se acercó al mas alto y le dio un beso en el cachete. ──Vos, ¿todo bien? Me hubieras dicho que medias dos metros, me traía un banco.
──Que tarado que sos──le dio un empujón en el hombro──, no soy tan alto.
──Sí sos alto, Cuti, todos lo decimos siempre. ──Julian discutió desde su banco.
──Vos porque sos un chichón de piso noma. ──mordió su labio inferior y revoleó los ojos al ver la mueca que le hacia su amigo a modo de burla.
Leandro, que estaba justo detrás de Lisandro, le hacía señas a Cristian para que lo llevara a la terracita o falso vip, como le decían ellos sin lograr que su amigo se percatarse. Luego, al parecer con el tercer intento, justo antes de que el más bajo se girara, entendió.
──Lisandro, ¿queres acompañarme a tomar un poco de aire? Me estoy por desmayar del calor que hace acá. ──inclinó la cabeza hacia un costado y sonrió apenas.
──Sí, vamos. ──asintió antes de enarcar una ceja──Banca, ¿vos no estas trabajando?
──No, no, vamos que te cuento bien.
──Dale. ──se giró hacia los dos chicos que le hicieron compañía hasta recién. ──Les puedo pedir por favor que le digan a mis amigos que después vengo. Avisenles que ya encontré a Cristian.
──Vayan tranqui ──instó Julián──, nosotros les decimos.
Lisandro asintió, guardó su teléfono en el bolsillo y se volvió al frente para mirar a Cristian. ──¿Vamos?
──Sí, vení. ──sin decir más le tomó la mano y tiro de él a través del gentío que revoloteaba en la pista del bar. Lisandro sintió algo que según él sería muy de cursi admitir. Pero ahí estuvo, un cosquilleo y sensación de calidez, comodidad y seguridad, esas que siempre describen en las novelas románticas. Apretó la mano de Cristian en un intento de afianzar o absorber lo mas posible esa sensación con la duda de que se vuelva a repetir y apuró el paso. Su guía tenía piernas kilométricas comparadas con las suyas y dos pasos significaban medidas distintas para ambos.
La cabeza de Cristian daba mil vueltas. ¿Había Lisandro querido ir con él porque así lo sentía o había cedido ante la presión al haber sido consultado ante otras personas? La verdad es que hacer cosas delante de otros solía influir en las decisiones y eso era algo que él detestaba.¿Estaba cómodo con tomándole la mano? Dios, ¿y si estaba arruinando todo? Seguramente su acompañante pensaba que era raro y atrevido. Pero es que la manera en la que Lisandro sostenía su mano, apretandola con suavidad lo hacia sentir tan bien, como si ese simple contacto fuera algo que espero toda su vida. Definitivamente era un raro e intenso.
Frenó cuando llegaron a la puerta que conducía a la escalera. Cristian observó para todos lados tratando de evitar que alguien mas quisiera entrar con ellos, abrió haciendo que Lisandro ingresara primero y solo en ese momento se soltaran las manos. La sensación de vacío les molestó a ambos pero quisieron probar que era lo que hacía el otro ante esto y actuaron con normalidad.
Juntos subieron las escaleras rodeados de silencio y se encontraron con una hermosa terraza. Tenía algunos bancos altos con mesas, una pequeña barra y preciosa vista a la ciudad y su cautivadora paz nocturna. Pequeños foquitos de luz cruzaban en altura con los cables acompañados de finas enredaderas y jazmines de aire. Al pasar junto la barra Cristian agarró dos latas de cerveza que se encontraban en la pequeña heladera del vip y le entregó una a Lisandro. Eligieron apoyarse en la baranda del frente, allí donde el viento parecía ser un poco menos brusco pero aún así los abrazaba.
──Así que, hola...──Cristian lo pudo ver mucho mejor a la luz de los postes, podría haber sido más de novela romántica si la luna hubiera estado presente pero al parecer estaba reservándose para otro momento.
Lisandro tenía los pómulos marcados, casi sintió que podía acariciarlo con toda la suavidad del mundo y aún así no hubiera sido lo suficientemente delicado. Era precioso. No solo lindo, ni solo estaba bueno, era hermoso. Sus ojos era de color miel y brillaban de una manera en particular. Transmitía mucha paz y si se sinceraba no era para nada como se lo imaginaba.
Por otro lado, Lisandro no podía dejar de verlo. Estaba cautivado. Cristian tenía unos ojos oscuros que te podían ahogar, incluso parecían poder leerte el alma, sentia que podían devorarlo y el no pondria objeción. Tenía una que tan solo a la vista parecía suave, no podía esperar a comprobar con tacto su teoría. La boca de Cristian lo estaba llamando, quería darle un beso pero no quería ser desesperado, aunque lo estaba. Los labios carnosos lo tentaban aún cuando solo formaban una sonrisa nerviosa. Quizás aquel chico con cara de bueno solo estaba buscando una amistad y las cosas en su cabeza se dispararon como acabara de descubrir el tesoro más preciado.
──Hola──respondió antes de darle un trago a su cerveza para disimular su nerviosismo──, no sos muy bueno buscando, ¿no?
──La verdad es que si, soy bueno, pero no me diste tiempo. ──sonrió y las arruguitas a los costados de sus ojos fueron la explosion maxima de ternura para Cristian. ──Incluso podría decir que vos me encontraste a mi.
──Y con ninguna ventaja para hacerlo. ──Cristian sonrió. ──Al final te diste cuenta.
──No, me lo tuvo que decir tu amigo Julian. ──ahora el rostro de Cristian reflejaba confusión. ──Pasa que no tenía datos Bah, no tengo datos. Se ve que no pagué la factura y nunca se me actualizó tu contacto con la foto.
──¿En serio me decis? Yo creí que te había medio espantado, también pensé que no me ibas a buscar. ──se sinceró.
──Sos imbécil eh──hizo una mueca──, después me decis a mi.
──Bueno pero es que vos lo sos posta, yo tengo deslices.
Lisandro soltó una carcajada. La charla fue fluyendo igual que siempre con la diferencia de que estaban ahí, juntos, sin teléfono de por medio. ──¡Boludo, les dijiste lo de la tanga!
Y ahora el turno de reírse fue de Cristian. ──¿Cómo les voy a contar eso? ──sin dejar de reír siguió hablando. ──Les dije que te preguntaran por la roja y ellos pensaron que era droga. Recién les dije que no era. Igual fuiste rápido. ¿Me la vas a mostrar solo a mi? ──le guiñó un ojo haciendo que la cara de Lisandro se tiñera de rojo.
──Sos un imbécil, ahora no te muestro nada, encima es re linda. ──fingió ofenderse──Mis amigos vieron nuestra conversación y me re descansaron por eso.
──Un día voy a jugar un picadito con tus amigos, así intercambiamos maneras de molestarte. ──le pegó un manotazo en el hombro.
──Sos re bruto. ──se frotó donde el otro habia golpeado.──No te la devuelvo porque estás convaleciente todavía. Hablando de eso, ¿como estas con el dolor? ¿Te sigue molestando? ──sin pensarlo le puso una mano en la panza pero la sacó rápidamente. ──Perdón.
──No pasa nada, tranqui. ──sonrió y colocó su propia mano donde habia estado la ajena en un vano intento por mantener ese calor. ──Estoy mejor, me molesta un poco cuando me río pero casi nada.
──¿Tu abuela no te abrazo de nuevo?
──Sí, boludo, me abrazó cuando brindamos y me partió al medio.
──O sea que tu abuela es brusca como vos. Me da un poquito de miedo.
──No es que somos bruscos, lo que pasa es que no medimos la fuerza de nuestro cariño, cosa que es muy diferente.
──Sos una ternura, ya te lo dije. Medio forrito pero dulce. ──Cristian dio vuelta la cara para que no lo viera y se mandó un trago largo de cerveza.──Te pusiste nervioso, una dulzura. Aunque siento que me podrías dejar en silla de ruedas.
Cristian escupió la cerveza y se puso todavía más colorado si es que eso era posible. Lisandro lo miraba atentamente tratando de no reírse aunque se le estaba complicando y, finalmente, se rindió.
──No quería que sonará así. ──soltó otra carcajada. ──Igual déjame en silla de ruedas, elegi el cómo, yo siempre voy a estar de acuerdo.
──Sos un imbécil, en serio.
──Estoy tratando de conquistarte, pero sos complicado. ──ambos se rieron y quedaron en silencio.
No era incomodo, en realidad la sensación era bastante familiar y cómoda. Como si compartir el mismo espacio, estar ahí, juntos fuera algo de toda la vida. Era como estar con alguien que comprende todo lo tuyo a la perfección sin necesidad de mediar palabras.
──Estaba preocupado. ──Cristian no andaba con vueltas y no ocultaba como se sentía. Desde muy chico supo que no hay que esconder los sentimientos porque de alguna forma salen a la luz y pueden ser malinterpretedos. Aunque ser así le había costado muchas cosas.
──¿Qué te tenía preocupado? ──la atención plena de Lisandro abandono la luna para centrarse en Cristian
──Vos. ──susurró.
──Se invirtieron los roles y ahora yo era el psicópata asesino de vegetarianos que no comen lentejas con forma de pollo. ──trató de alivianar el ambiente al ver que las piernas de su acompañante comenzaron a subir y bajar con nerviosismo.
──¿No vas a dejar eso? ──soltó una risita baja.
──No, ninguna de las dos cosas. Más que nada la segunda, fue una gran decepción. ──sonrió y le dio el último trago a su cerveza.
──Te traigo más. ──Cristian se estaba por alejar pero Lisandro lo tomó de la mano y no dejó que se vaya.
──No, ahora no. Quiero que me digas por qué te tenía preocupado. ¿Tenías miedo de que sea alguien desagradable? Todavía tenes tiempo de creerlo cuando te diga que me gusta la lengua a la vinagreta.
Cristian hizo una mueca de desagrado para luego negar con una sonrisa. ──Son muchas cosas... Yo soy muy inseguro, pensé que cuando vieras mi foto me ibas a sacar cagando o me ibas a bardear. Pensé que no ibas a venir o que si lo hacías no me ibas a buscar. Lo volví loco a Juli con eso. Cuando llegamos me cagó a pedos. ──hizo una pausa. ──No tengo buenas experiencias y tenía un poco de reservas. No sabía qué esperabas vos de mi ni que tan conforme ibas a estar al encontrarme.
──Miedo, tenías miedo.
──Ay, ¿por qué lo dice tan brusco? ──el chiste fue un escudo claro para no sentirse vulnerable.
Lisandro en todo el rato que llevaban ahí e incluso los días que tenían hablando se dio cuenta de que Cristian siempre trataba de alivianar todo con un chiste, como ahora. Como si lo que sintiera necesitará ser opacado porque no tienen valor suficiente para ser.
──Yo también tenia miedo. Creí que no te caía tan bien y la verdad es que me da terror conocer gente nueva y quedar mal. Tengo un tema con eso. Quería buscarte y generarte una buena impresión pero bueno, las cosas no salieron como las esperaba. Jamás te hubiera bardeado ni ghosteado, esas cosas no me gustan por lo tanto no las haría. Además, ¿cómo voy a bardearte por la foto? Flaco, te pediría un hijo pero ni siquiera tuvimos la primer cita.
──¿Así que se puede decir que vamos a ir por ese camino? ──la voz de Cristian salió como un susurró como si la pregunta en realidad fuera para él mismo y no para Lisandro.
──A mi me encantaría y me encantaría que a vos te encante, ¿qué decis? ──estaba entusiasmado, le gustaba poder pautar los caminos en el comienzo para ir en un mismo camino con la otra persona y no llevarse desilusiones. Aunque igualmente en el pasado esto no evitó que le rompieran el corazón.
──Que está bien, Lisandro. Me encanta la idea. ──estiró su mano como quien cierra un trato pero en lugar de estrechar como los pactos clásicos mandan, recibió con ternura el dedo meñique de aquel chico que le ofrecía un cambio de rutina. ──Vamos a conocernos mas.
──Y a tener citas.
──Re de trolo fan de Tini, pero acepto.
──Tengo que cambiar la foto, ahora que lo pienso. ──tomó su celular── Encima yo ni siquiera escucho a Tini.
──Sacate una foto ahora que estas re lindo. ──Se quiso morder la lengua al instante. Lo pensó y lo dijo, no lo analizó.
──Gracias, vos también estas re lindo. ──otra vez logró ponerlo colorado pero estaba seguro que ahora estaban ambos en igualdad de condiciones.
──¿Y qué música te gusta? ──trató de evitar las gastadas que supuso que vendrían.
──La verdad, escucho de todo un poco. Hay artistas que me gustan más que otros. Por ejemplo ──Cristian supo que esto era algo de lo que le gustaba hablar cuando vio como Lisandro se acomodó mejor, rozando sus rodillas, y su mirada brillo más──, escucho mucho Taylor Swift, a mi amiga Ori le gusta y caí en la secta. También escucho bastante rock nacional. Pero después todo lo qué pongan en la carni me copa. Incluso la granja de Zenón.
──¿La granja de Zenón? ──preguntó curioso mientras anotaba mentalmente que debía escuchar más canciones de Taylor, le pediría consejos a las cuñadas de Julián.
──Sí, por mi chiquita. Hoy le dimos un show con mi simio, cantamos El pavo y la pava.
──Entonces el que hace shows sos vos al final. ──ambos se rieron.
──Sí y a vos cuando quieras. Sos muy lindo cuando te pones colorado, mi teoría de que sos un dulce de leche va en aumento. ──esta vez se animó a pellizcar suavemente su mejilla. ──Y a vos, ¿qué música te gusta?
──Bueno, el cuarteto va en mi sangre. Pero la verdad escucho de todo, lo que más suena en mi casa son los Caligaris, bastante funk brasilero por uno de mis amigos y cada tanto me tengo que fumar un poco de kpop.
──Definitivamente eso no me lo esperaba.
Cristian se rió. ──Tiene que ver con el bardo de nacionalidades de mis amigos.
No se habían dado cuenta de cómo había pasado la noche, ni cuando se habian tomado tres cervezas más. Pero Cristian trató de ayudar a Lisandro a elegir una foto pero como ninguna le convencia termino tomandole una él mismo. Luego de eso el mas bajo le presentó a su sobrina por medio de fotos.
──Es muy linda, sus rulitos son preciosos. ──estaba hablando como si la niña estuviera allí lo cual derritió completamente el corazón de Lisandro. ──Yo por suerte voy a ser tío postizo en unos meses. Mi amigo va a ser papá porque si espero a Nahue muero sin niños a mi alrededor.
──¿Tu amigo Julian? ──preguntó curioso.
──No, no, Emi, le decimos Dibu. Es el marido de la chica que me trajo la comida veggie. ¿Te acordas?
──Ah, si, si. Y Nahuel es tu hermano, ¿no vino? El me cae bien porque te hace pagarle los tragos.
──Si, si vino seguro lo dejo a Juli en la barra para ir a mover el traste por ahí. Es una lacra ese pero no lo cambio por nada. Es mi hermanito, me muero si no lo tengo. Me pasa lo mismo con Juli. Él ya es mi hermano, si les pasa algo me puedo llegar a tirar desde acá. ──señaló la baranda de la terraza.
──Te entiendo, yo soy así con mi familia. La que formé con mis amigos y mi primo, Lauti. Se meten con uno y hasta Nina salta. Siempre estamos juntos, las cosas de la vida nos llevaron a esto.
──Me gustaría conocer a tus amigos, vos ya conociste a Juli y bueno, a Leandro.
──Siento la diferencia entre ello, ¿pasó algo?
──Pasaron muchas cosas, a Lean lo conozco desde la secundaria fuimos super unidos pero bueno, ahora somos más compañeros de trabajo por decirlo de alguna manera. Como Guido y Pezze, los de la puerta, son geniales pero no amigos. Aunque si te digo la verdad me gustaría mucho volver a lo de antes, pero es difícil.
──Claro, entiendo, hay diferencias. Igualmente en algun momento las cosas pueden cambiar de nuevo. A mi me pasa solo que mi grupo es más grande. Mis Julis serían Alexis, Enzo, Nicolas, Paulito y mi Nahuel sería Lautaro. También esta Ori, que es la única chica del grupo porque el resto todos putos. ──largaron ambos una sonora carcajada. ──Hay un chico que vendría siendo como Leandro pero es muy complejo y la verdad es que no se si quiero que vuelva a ser como antes en ese caso.
──Entiendo.
──¿Te puedo hacer otra pregunta, aparte de esta? ──movió las manos para señalar la obviedad.
Cristian se rió. ──Sí, obvio.
──¿Yo te puedo decir Cuti? ──sin querer la forma en la cual preguntó aquello hizo que Cristian muriera de ternura internamente.
──Claro, me podes decir Cuti. ¿Y yo a vos como te digo? ¿Lisa? ¿Lis? ¿Sandro?
──Dios no, ninguno de eso. Decime Licha.
──Un gusto haber pasado esta velada con vos, Licha. ──una sonrisa dulce acompañó la frase.
──Él gusto es... ──su teléfono vibró dos veces y tuvo que atender. ──¿Qué pasó Enzo?
"──Estamos en la puerta, Gonza nos vino a buscar. Estoy con el Toro y Ale, Ota se fue a la mierda." ──aunque la capacidad de Lisandro para comprender las palabras era alta se notaba a leguas que Enzo estaba demasiado corrompido por el alcohol.
──Ahora vamos.
"──Uh la puta madre, te corte el chorro. Disculpa. Pero vení rápido porque dice Gonza que tiene mucho laburo."
──Ya voy.
"──Dale trolo, te esperamos."
──Perdón Cristian, cuando te comenté de mi familia omití decir que soy prácticamente el adulto responsable.
──No pasa nada, vamos. ──esta vez extendió su mano para ver la respuesta de Lisandro.
──Ves que sos un dulce. ──Cristian hizo un ruido con la boca y comenzó a alejarse cuando Lisandro le agarró la mano y entrelazo los dedos. ──Y sos un forrito también. Vamos dale.
Salieron de la escalera que los devolvía al gentío si soltarse un segundo. Mientras hacían el recorrido hacia la puerta lograron ver que ya estaba casi vacío el lugar. Sólo quedaban unos bailando temas de Floricienta y entre ellos se encontraba Nahuel.
──Ese que está en el medio ──señaló con la mano libre. ──, es Nahuel. Mi hermano.
──Se sabe toda la cortó de Tic Tac.
──Má' vale, se la enseñé yo. Vos con la granja de Zenón y yo con las de Cris Morena.
Siguieron caminando hasta la salida. Julián se encontraba hablando con un chico que tenía zapatillas con luces y junto a ellos había una pareja besandose muy fogosamente.
──Esos son mis simios. El que esta hablando con Julián se llama Enzo, es el niñero de Nina, los que están pasando saliva al lado son Ale, el colorado, y Lauti, mi primo. Le decimos Toro pero la historia la dejo para otro día.
──Me gusta la idea de otro día. ──apretó su mano.
──Ya te dije, vamos a tener citas. Yo me encargo de la primera, la próxima vos.
──Trato.
──¡Licha, me enamoré y es de River! ──Enzo le gritó mientras abrazaba a Julian, quien solo se reía, por los hombros.
──Dios que chabón. ──negó levemente con la cabeza.──Ese chisme lo quiero completo.
──Vos le sacas data a Enzo y yo a Juli, después cruzamos información. ──una bocina fue tocada varias veces y vieron como Enzo le daba un pico a Julian y trataba de arrastrar a sus amigos al auto.
──Me tengo que ir. ──lo miro, aún no se soltaban. ──La pasé re lindo hoy. Me encantó verte, espero que la próxima sea pronto porque no quiero esperar mucho.
──Yo tampoco. ──le sonrió. ──Fue una linda noche, gracias.
──Creo que el rojo funcionó.
──Encima para los dos.
Lisandro se acercó para darle un beso en el cachete pero terminó en la comisura lo cual los puso nerviosos a ambos.──Dios, bueno, chau, Cuti. ──Lisandro salió corriendo. ──¡Te escribo!
Cuando el auto se marchó Julian se acercó y se colocó a su lado. Nahuel, que había llegado justo a tiempo, se puso del otro costado. ──Estoy enamorado.
Chapter 14: ¡Cuidado!
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──Estoy enamorado. ──los dos se dieron vuelta inmediatamente. ──No sean idiotas. No estoy enamorado posta pero unas ganas de que me arrastre el ala el turrito ese.
──De que te arrastre el ala... ──repitió Nahuel la frase de Julian con burla.
──Hermano, deja de juntarte con mi buela que dentro de poco vas a decir que la luz mala te quiere agarrar. ──los tres se rieron y comenzaron a caminar hacia la camioneta. ──Nahu, ¿vos tomaste?
──Sí, me clave cuatro caipis, pero toy joya. ──frenó unos e intento hacer el cuatro con las piernas sin lograr el equilibrio necesario. ──Si queres manejo yo, hasta con lo ojos cerrados puedo.
──Soñá que vas a manejar. ──respondió Julian. ──Cuti, yo me baje 6 vasos de fernet. Ta bien que son lavaditos los que hace Lea pero igual no puedo manejar.
──Bueno, yo me tome unas birritas con Licha pero...──No pudo continuar porque lo interrumpieron.
──Uy, con Li-cha. ¿Escuchaste Juli?
──Ay, si, el tomó unas birritas en la terraza con Licha.
──Dios, son dos pelotudos. ──abrió la puerta de la camioneta y se subió. ──Ahora no les voy a contar nada.
──Vos no nos contas nada y mañana en pleno almuerzo te quemo con la buela, Cristian.
La amenaza de Nahuel al parecer si fue efectiva ya que una vez subieron a la camioneta Cristian les relato todo mientras conducía. Los chicos lo escuchaban atentamente a pesar de que Cristian repetía más de dos veces lo mismo porque de la emoción no recordaba que ya les había contado la forma en la que Lisandro lo había agarrado de la mano y entrelazado los dedos, o que el poste de luz de la esquina hacia que los ojos de Lisandro brillarán mucho más. Sin mencionar que Cristian había puesto mucho esfuerzo en explicar como se achinaban un poco los ojos de Lisandro cuando se reía. Porque Lisandro, Lisandro, Lisandro y porque Licha, Licha, Licha.
Julian y Nahuel lo supieron en seguida, Cristian estaba ilusionado por primera vez desde hace más de dos años cuando el gringo le rompió el corazón y esperaban que esta vez las cosas si salieran bien o iban a terminar presos y la verdad es que no les gustaría estar encerrados por asesinato.
──Y entonces ──la voz de Cristian los trajo de nuevo a la realidad──, me mostró fotos de su sobrina, en realidad es su ahijada pero todavía no la bautizaron. Es muy linda, tiene unos rulitos preciosos. Hasta me mostró una foto de él cuando vio a Nina por primera vez. Es tan tierna la imagen, el tiene lágrimas en los ojos y una sonrisa preciosa. ¿Saben qué? Cuando se ríe achina un poco los ojos y es lo más dulce del mundo.
Julian y Nahuel compartieron una mirada por medio del espejo retrovisor y sonrieron, no necesitaban decir nada para saber lo que cruzaba por sus mentes.
──¿Entonces van a ir viendo que onda? ──preguntó Julian.
──Sí, me propuso tener citas. ──se giró para responderle con una sonrisa tímida.
──Re trolo. ──quiso molestar el Nahuel.
──No le digas así, Nahuel. ──en respuesta solo vio que el mencionado le sacó la lengua y largo una carcajada. ──La primer cita la va a pensar él y la segunda yo. Tenemos un trato.
──Que lindo Cuti.
──Es raro, ¿saben? ──Cristian parecía no poder poner en palabras sus pensamientos. ──Me siento raro con todo esto. No raro mal, sino bien. Hermoso. Es una sensación linda. Como si hubiera llegado la persona. Se que no nos conocemos casi nada pero, cuando hablamos siento que si. Como si ya nos hubiéramos conocido. No me pasó nunca, ni siquiera con aquel.
──Supongo que es cuestión de energía y de piel, como dice mi mamá. ¿Y te sentis cómodo con eso? ──preguntó Julian poniendo una mano en su hombro con un poco de preocupación.
Cristian entendió que estaba alerta a cualquier pánico o susto. Le sonrió calidamente y asintió en respuesta. Luego de unos segundos Nahuel habló, como si hubiera estado analizando algo en su cabeza.
──Ahora que lo pienso, a mi no me pidió permiso para salir con vos. Es más, ni siquiera me saludó.
──¿Qué te va a saludar si no te conoce?
──A Juli tampoco y sin embargo estuvo charlando con él.
──Eso porque Juli estaba en la barra mientras vos jugabas a "Y donde están las rubias" con unos de por ahí.
──¿Y vos cómo sabes?
──Te vi cuando pasé con Mandi. ──se rió y dobló con la camioneta en la esquina. ──¿Vos comiste Nahue? Porque a Ju lo vi pero a vos no.
──Que tarado──interrumpió Julian──. Fueron un par de besos. Me conquistó con sus zapatillas con luces y river. Quedamos en arreglar para jugar un partidito con los amigos.
──No mientas porque voy a confirmar la información con Lisandro──molestó sacando la mirada del frente un segundo.
──¡Cuidado! ──gritó Nahuel y la camioneta frenó de golpe.
──────────
──Entonces...──ya habían llegado a la casa de Lautaro y Alexis. Habían dejado a Enzo en el departamento que compartía con Nicolas quien para sorpresa de todos no estaba allí. Esto último hizo que sospecharan y preocuparan acerca de lo que estaba pasando con su amigo.
──Entonces...──repitió Lisandro. Ahora se encontraba con su primo y Pipa en el patio. Siempre se tomaban un ratito para estar solos y esta vez era más que necesario.
──Contame──instó──, ¿qué pasó con el falso Chiqui?
──Toro──nombró con un tono entre dramático y alegre──, estoy enamorado. No sé cómo explicar lo que pasó.
──Licha, hoy lo viste por primera vez.
──Sí, ya sé pero ──hizo una pausa y tomó un mate. ──, no se bien como decirlo. Siento que hay una vibra, una energía particular. Me estoy poniendo modo Muri. ──ambos se rieron recordando como su amiga los había metido en el mundo de las energías.
──O Rodrigo que ahora le pinta esa ──ambos revolearon los ojos──¿Te gusta? Onda, ¿te atrae físicamente?
──No te das una idea de cuanto. ──mordió su labio inferior mientras negaba levemente. Su primo lo miraba escéptico ──Vos porque no lo viste.
──Mostrame la foto de perfil. ──extendió su mano pidiéndole el celular.
──No porque lo vas a dejar al Colo y me vas a robar a mi asesino de carniceros.
──Sos un estúpido. ──Lautaro se rió. ──Nunca lo dejaría a Ale. Lo sumaríamos y tendríamos una relación poliamorosa. ──Lisandro lo miró de reojo. ──Hablando en serio. Te entiendo, hay gente que al instante cala profundo dentro de uno.
──Vamos a tener citas. Yo tengo que pensar la primera.
──Sos un trolazo, te conozco tanto que seguro ya la tenes planeada.
──Obvio.
──¿Dónde vas a llevarlo?
──No te voy a decir, siempre me robas las ideas.
──¡Eso es mentira! ──exclamó ofendido.
──Boludo, te dije que me iba a comprar una aspiradora eléctrica y fuiste a comprarte una.
──Pero si te la regale yo, compre una para cada uno.
──Cuando teníamos cinco me copiaste el cumpleaños con temática de Dragón Ball Z.
──¿Sos pelotudo? Siempre la veíamos juntos, qué querías, ¿que lo haga de Barney, Pelotudo?
──Y la más grosa de todas, yo salí del closet como bisexual y ¡vos también! ──Lautaro se dio cuenta tarde de que Lisandro lo estaba boludeando.
──Sos un idiota. Ahora cuando me pueda casar con Ale no vas a ser mi padrino.
──Dale Toro, con eso no se jode. Es una promesa que hicimos, vos mi padrino y yo el tuyo. No seas gil.
──Vos sos gil. Le voy a decir a Rodrigo que sea mi padrino.
──¿Por qué no te vas un poquito a la mierda?
──No tengo ganas de ver a la tía Carmen.
──¿Estará viva la vieja?
──Yerba mala nunca muere, lo más probable es que sí siga viva.
La madrugada estaba tranquila. Los dos se quedaron en silencio disfrutando la leve brisa que les refrescaba la cara. Todo parecía indicar que había estado lloviendo en otro lado y que pronto el diluvio llegaría a ellos.
──Le voy a mandar un mensaje para preguntarle si llegó bien a la cada, ¿es muy de cargoso? ──Lautaro le sonrió.
──Estás prácticamente pensando en que tenes la cita organizada y esto te parece de cargoso. Me haces reir, Licha. Mandale el mensaje.
──Primero tengo que cambiarle el nombre, todavia lo tengo como Chiqui Tapia.
Cuti 🌱
+ 54 11 1812 2022
Hola Cuti, llegaste bien a tu casa?
Yo llegué hace rato (04:56)
──Mira, Ota escribió en el grupo. ──le mostró la pantalla.
CUMBIA CUMBIA
Ota, Paulito, Toro, Colo, Enzo y tú.
Ota: Eu, me re olvide que me tenia que tomar el micro a las 4, salí a las chapas porque no tenia ni el bolso listo.
Enzo: Uh noludo menos mal que avispaste pensé que nos entrron a rovar y te secuestron pq etabn todos lis cojoned abuerto
Te llevaste hasta las los chiprad que me izo el toto
Paulito: Uh, este tiene un pedo, anda a dormir Enzo
Ota: Enzo no rompas la casa, anda a dormir
Encima me confundí y casi me voy para Corrientes en vez de la costa, pero bueno ya esta
Nos vemos el lunes que voy a aprovechar el viaje para dormir
──¿A la costa? ──le preguntó Lautaro a Lisandro.
──¿No se iba a Santa Fe para ver a su familia?
──Este no nos está contando algo.
──¿Rodrigo cuando vuelve?
──El lunes, ¿por qué?
──No, por nada, para ver si vamos a necesitar gente en la carni.
──No creo, nos arreglamos bien nosotros. Licha, me voy a dormir porque no doy más. ¿Te quedas? Agarrate el sillón grande.
──Dale pa, yo me arreglo. Descansa.
──Vos igual.
Pipa siguió a Lautaro hasta la puerta pero al ver que Lisandro no se había movido, volvió con él y se acostó en sus pies.
Cuti 🌱
+54 11 1812 2022
LICHA
Recién llegué a mi casa, no sabes lo que nos pasó
Ay, seguro estas durmiendo. Mañana te cuento. Descansa (05:39)
Chapter 15: Lisa.
Chapter Text
Cuti 🌱
+ 54 11 1812 2022
No me digas que te peleaste de nuevo
Te pido encarecidamente que te cuides porque no quiero ser viudo
Buenos dias, no? O dormimos juntos?
No, todavía no dormimos juntos porque antes vamos a tener un par de citas
Pero buen día lindo
Ahora respondeme
Dios.
Bueno, tranqui, no me peleé.
Viudo tiraba🤌🏼
invítame a tomar algo primero.
Ya te voy a invitar a tomar algo y a comer rico también
Acordate que tiene que ser vegetariano.
Tranqui que eso no va a ser problema lindo
Dios que idiota.
CUTI CONTAME QUE PASÓ
[Foto]
No me dijiste que tenias un michi
Es una belleza
Es que no tenia.
Anoche cuando volvíamos con los chicos estaba acostada en el medio de la calle y casi la choco...
Justo Nahue la vio y frené, se ve que ya la habían chocado porque estaba lastimada, la subimos a la camioneta y la llevamos a una guardia veterinaria que queda cerca
Encima nos golpeamos cuando clavé los frenos pero tranqui un poquito nada más
Ay pobrecita, ahora esta bien?
La vas a adoptar?
Definí poquito
Si, tiene un golpe en la patita delantera nada más, como si la hubieran pisado apenas. Tiene una venda porque no fue nada grave solo que estaba asustada.
Si, ahora soy padre
Yo golpecito con el volante, Juli la guantera y Nahue la palanca de cambios
Me alegro mucho de que este bien
Ay, que hot los daddys🥵
Por favor decime que mañana no vas a andar a la madrugada porque ya van dos cosas en menos de dos días y en serio quiero seguir con esto
Sos un estúpido.
JAJAJAAJAJJA tranqui, ya me quedo en casa hasta el viernes que trabajo
Ok
Y como se llama la michi?
Todavía no le puse nombre porque quería que me ayudes
Ay más tierno
Cerra el traste
Un dulce
Basta
Jajajajaja
Daaa, tenes alguna idea?
La verdad es que no, quería ponerle un nombre lindo y que le quede a ella
Ponele Micha
Pero Micha es re común, 5 gatas se llaman así en la cuadra
Lo decía porque se parece a mi apodo
...
Ya esta, ya entendí, no va Micha
Ya sé algo que tenga que ver con vos
No le podes poner imbecil, idiota ni rompe huevos, Cristian
Le voy a poner Lisa, es lindo y es parte de tu nombre.
Además tiene el pelaje liso sin manchas ni nada... le queda bien
──¿Qué te pasa que tenes esa cara de idiota?
──Buen día Mufa. Ahora no te voy a contar.
──Dale, Licha, contame.
──¡Cuti le puso una parte de mi nombre a su nueva gatita! ──Alexis lo quedó mirando. Jamás lo había escuchado hablar de algo que no tuviera que ver con Nina con tanta emoción.
──¿Le puso Sandra? ──Paulo se había levantado y se acercó a la cocina donde estaban sus otros dos amigos.
──No, boludo. ──lo miro mal. ──Le puso Lisa... Por Lisan-dro.
──¿Qué le hicieron a Licha? ──Oriana se acercó al mencionado y lo abrazó.
──Nada Ori.
──Tiene los ojos llorosos, Alexis, algo le hicieron.
──Tiene los ojos llorosos porque es trolo, gorda, no le des bola.
──Paulo, vos también sos trolo, ¿no te acordas que anoche lloraste con Encanto?
──¡Buen día tíos! ──Lautaro se unió al grupo con Nina en brazos. ──¿Qué pasa acá? Por lo menos hubieran preparado mate, café algo para desayunar con pan dulce ya que se levantaron todos.
Todos sabían que lo del Toro no solo había sido un reclamo o una sugerencia sino, también, algo muy parecido a una orden. Mientras Paulo y Oriana acomodaban el comedor, Alexis puso la pava y la cafetera para tener opciones. Nina pidió ir a los brazos de Lisandro y Lautaro no se pudo negar. Así pudo ver la cara de felicidad de su primo.
──¿Ya te pidió que vivan juntos que estas tan feliz?
──No, boludo. ──Lautaro lo miró mal y él se mordió la lengua. No podían decir malas palabras con la niña tan cerca. ──Perdón. Brujita, esas cosas no se dicen. El padrino no lo va a hacer de nuevo.
La pequeña que todavía tenía sueño sonrió y se acomodó en su hombro haciendo notar las ganas que tenía de seguir durmiendo.
──¿Qué pasó, Licha?
──Creo que soy papá.
Lautaro, que justo había mordido un pedacito de budín abrió la boca y se le cayó todo por la sorpresa. ──¿Qué dijiste?
──No, para. No ese tipo de papá. ──Lautaro estaba aún más confundido si es que se podía. ──¿Viste Cuti? ──su primo asintió. ──Bueno, anoche se encontró una gatita, es preciosa, y la adoptó.
──Aja...
──Y le puso Lisa, por mi nombre, para que tenga una parte de mi nombre... ──Lautaro lo miraba fascinado. Aquellos dos eran un fiel reflejo de la intensidad y la conexión inmediata lo cual lo tenía un poco espantado porque a este ritmo en una semana se podrían casar. ──Lisa-ndro. Mira.
Tomo su teléfono y le mostró la foto de Lisa. La hermosa gatita gris estaba recostada en una sábana de los bananas en pijamas y veía atentamente a la cámara, hasta parecía estar posando.
──Ya soy tío.
──Bueno, después el intenso soy yo.
──Sí sos intenso. ──Nina se había dormido de nuevo por lo que su padre la tomó en brazos y recostó en el sillón del comedor. Desde allí le sonrió a su primo. ──No está mal que lo seas.
──────────
¿Había sido demasiado? ¿Y si lo había malinterpretedo? Cristian nunca quiso decir que Lisandro era un gato, no creía que lo fuera. No podía dejar de pensar en que quizás él se había ofendido.
Lisa se acercó a él y se recostó en sus piernas mientras ronroneaba. ──Creo que te tengo que buscar otro nombre, linda. Pero antes vamos a disculparnos con Licha porque no queremos que se sienta mal.
Lisandro 🔪
+54 11 1812 2225
Licha
Perdón si te molestó la idea, no fue mi intención
Le puedo poner otro nombre
NO
Esta bien, supongo que fue medio irrespetuoso. Igualmente no fue mi intención hacerte sentir mal o algo, te pido mil disculpas en serio
PERDÓN
Vinieron todos los tontos estos cuando estaba en pleno colapso por el nombre y no te pude contestar
Mi no, es para que NO LE CAMBIES EL NOMBRE
Ya está, se llama Lisa
Como yo y me parece excelente
En serio te parece bien?
Si, Cuti, me encanta
Pero, tengo un pedido
Uy, que pasó?
Quiero contenido diario de esa preciosura
Me parece justo
Pero con vos
Quiero contenido diario de los dos
Mmm no sé
Cuti, ya te vi y se me cayó la baba por mirarte... adelante tuyo
No me di cuenta
Fue cuando estabas viendo las fotos de Nina
JAJAJAJAJAJJAAJAJAJA POR QUÉ NO ME DIJISTE?
Si es porque no me viste quédate tranquilo que ya me vas a ver babear por vos muchas veces
Callate
Me voy a desayunar con la flia, después tenemos que intercambiar información de Julian y mi simio Enzo
Esta bien Licha, anda, yo voy a ver a Mandi que parece que no se siente muy bien
Dale, dale
Después te escribo
Dame contenido antes de irte
Que pesado
[Foto]
Tan lindos🥺
Eso es ahora?
Si, si, recién
Bueno me voy
Cristian dejó el celular en la mesa y a Lisa en el sillón para acercarse rápidamente al baño. ──Mandi, ¿estas bien? ¿Queres agua?
──No, corazón, gracias. Estoy bien. Son náuseas de todas las mañanas. ──Mandinha se lavó la cara y salió a su encuentro. ──Ya se me están por ir. Al menos eso me dijo la obstetra.
──Debe ser molesto, al menos un poco.
──Sí, un poco si, pero al menos esta vez lo estoy viviendo. Es la experiencia completa, lo que siempre quise.
──Va a salir todo bien, Mandi. Es una promesa, no voy a dejar que nada les pase. Va a tener al tío más cuida del universo.
──Gracias, Cuti. ──Mandinha no pudo evitar abrazarlo y llorar. Cristian le acariciaba el pelo y le decía que este tranquila.
Lisa se acercó a ellos, aún con su patita vendada intento trepar por el pantalón de él. ──Vos también sos tía, Mandi. Ella ──tomó a la gatita con una mano. ──es Lisa. Mi nena.
Mandinha le hizo mimos en la cabeza y la gatita no dejaba de ronronear buscando más mimos. ──¿Te fue bien anoche?
──Demasiado bien, vení, vamos a desayunar algo y te cuento.
Ambos se fueron a la cocina para preparar algo y estar más cómodo. Cristian dejó su celular sobre la mesa y su pequeña Lisa se acostó encima ocultándolo.
Lisandro 🔪
+54 11 1812 2225
Considero que vos también podes tener contenido
[Foto]
Pipa, Nina y yo te deseamos linda mañana😊(10:43)
Chapter 16: Lista.
Chapter Text
Mandinha sonrió cuando Cristian terminó de contarle los acontecimientos de la noche anterior. A él le brillaban los ojos pero al mismo tiempo había algo que no estaba del todo bien. Había miedo, atrás de aquel destello de ilusión y alegría producto de la intensidad y la fluidez con la que se estaba dando todo se escondía un profundo terror por lo que podria venir. Ella no había estado metida en la situación de la última relación de su amigo pero si sabía, por Emiliano, que no fue algo lindo ni que dejara un buen sabor de boca y estaba segura de que esa sombra lo estaba perturbando en silencio.
──Entonces quedamos en conocernos. Lisandro me propuso tener algunas citas e ir viendo. ──tomó lo que quedaba de mate──Si te digo la verdad, yo no tengo idea sobre esas cosas pero no dejo de pensar en la cita que me toca idear. Quiero que sea lindo y divertido.
──Es muy lindo lo de las todo, Cuti. Me parece muy dulce, también habla muy bien de ambos el querer ir conociéndose. ──le tomó la mano y apretó. ──Sobre lo de pensar en la salida, yo creo que se te va a ocurrir algo muy lindo e interesante para hacer. No te olvides que gran parte de mis salidas con Emi las orquestaste vos.
──¡No se supone que vos sepas eso, Mandi!
──Cuti, ¿cómo no me iba a dar cuenta de que fue idea tuya y no de Emi ir al Malba cuando habiamos hablado de eso? ──ambos se rieron. ──Estoy segura de que vas a organizar la mejor cita del mundo.
──Eso espero. Aunque no te niego que el hecho de que él tenga que organizar la primera me parece una gran ventaja.
──Lo es. ──Mandinha se levantó. -Cuti, me voy a acostar un rato más. ¿Te molesta? ──Cristian la miró mal. ──Ok, ya entendí. ──sonrió. ──Me voy a acostar en tu cama porque Emi está cuchareando con Nahu y no los quiero interrumpir.
──¿Qué hace el Nahu ahí? ──pasó ambas manos por su rostro.
──Anoche cuando llegaron se puso a hablar con Emi y después se acostó con nosotros. Como yo me levanto a cada rato para hacer pis se quedó abrazado a Emi.
──Bueno, les sirve para practicar. Encima no lo levantas ni con una grúa al hijo de puta, es una morsa. Anda a acostarte tranquila, Mandi, tene cuidado que la escalerita de la cucheta es medio mocha. Después los llamo para comer.
──Dale, corazón, vos aprovecha para hablar con...Lisandro, ¿no? ──Cristian asintió y Mandinha le sonrió antes de desaparecer por el pasillo.
──Después me tenes que decir que elegiste así me copio.──Él le sonrió antes de que ella desapareciera en el pasillo.
Cuando se quedó solo de nuevo decidió que había tomado demasiado mate, si seguía seguramente le daría acidez y no podría comer nada de las sobras de la cena. Tomo a Lisa en brazos, la acercó a su rostro y le dio un beso en la nariz. La pequeña gatita maulló y cuando Cristian repitió la acción anterior le lamió la cara.
──Me vas a matar de amor, ratita. Vení ──la acomodó en su pecho. ──, vamos al comedor para hablar con tu tocayo.
Una vez que llegó se desparramó en el colchón donde había pasado la noche. Lisa, por otro lado, se acomodó justo en la almohada que había utilizado Julián. Cristian negó con la cabeza ante la elección del lugar y decidió desbloquear su teléfono. Cuando abrió el chat vio la
foto pudo sentir como el corazón le latía fuerte y la ternura que transmitía la foto lo invadía.
Lisandro 🔪
+ 54 11 1812 2226
Los rulitos de tu ahijada me matan de amor
Y Pipa es preciosa
Las dos están sonriendo, son muy lindas
Che, como saco la mancha que esta en el costado?
Cual mancha?
La que esta al lado de Nina, la que tiene otras manchas de lo que parece ser dulce de leche.
Bue
No me di cuenta de que tenia dulce de leche, pasa que los pelotudos estos hicieron panqueques para Ninanga y ella me quiso convidar... así termine
Encima que te convida te quejas, yo no te daría nada.
Así nacen, con el corazón ortiva
Encima todo era una trampa para que me digas algo lindo a mi no a las nenas
Vos también sos muy lindo.
Ya se que te tengo a mis pies, disimula
Ves que sos un tarado?
Mentira, era un chiste, no te vayas
Ya te conozco, te pones nervioso y me clavas el visto (12:15)
✓✓
──Buen día, Cuti. ──Nelly estaba parada junto a él mirándolo con una sonrisa pícara. Criatian supo lo que venía.
──Buen día buela preciosa ──se levantó y la abrazó. ──, estas más linda hoy, vieja. Feliz año nuevo.
──Vieja tus calzones. ──lo empujó suavemente──Feliz año nuevo, aunque con la cara que tenias parece que hubiera venido papá noel.
El maullido de Lisa hizo que Nelly mirara hacia abajo. Al ver a la gatita sus ojos brillaron, se inclinó lentamente y la alzó como si de un bebé se tratara. Inspeccionó sus patitas notando la venda y miró a su nieto en busca de información.
──Buela, ella es Lisa. ──sonrió ──La encontramos anoche con los chicos.
──Es muy linda. Hacia falta un bichito acá. ──Nelly se sentó con Lisa a upa y le sonrió de manera rara a Cristian. ──¿Vos no tenes algo para chusmearme?
──No...
──Cristian, estas arrastrándole el ala a alguien. No me mienta, ya me di cuenta. Hace como cuatro días que estás tiki tuki con ese teléfono.
──Buela, nada que ver.──se hizo el desentendido y se alejó en dirección a la cocina.
──No te hagas el vivo, casi que te parí. ──en ningún momento dejo de hacerle mimos a la nueva integrante. ──Sabes que me podes contar.
──¿Qué te tiene que contar Buela? ──Nahuel se acercó a ellos. Estaba todavia con los ojos pegados del sueño. ──¿Que casi chocamos?
──¡¿Cómo que casi chocan?! ¡Ay mi Dios! ¡Ustedes me van a matar un día! ──gritó mientras comenzaba a abanicarse con un cartón que estaba en la mesita ratona donde depositó con cuidado a Lisa. ──¿Se lastimaron? ¿Están muy golpeados?
Cristian hubiera deseado poder con tan solo una mirada aniquilar a su hermano. ──Estamos bien abuela. Nahu se golpeó un poco con la palanca de cambios. Y yo apenitas me di la frente con el volante.
Nelly le levantó del sillón y se acerco a inspeccionar la cara de su nieto más chico y vio como tenia un moretón enorme cerca del ojo izquierdo mientras que Cristian tenía un pequeño raspón. Ambos se habían parado uno junto al otro. Su abuela sonrió con alivio y dos segundos después los tenía tomados de las orejas.
──No van a salir más ni a la esquina manejando. Ustedes no nacieron con ruedas, a partir de ahora caminen o me avisan y los mando de una patada en el upite a donde quieran. Puta madre, no gano para disgusto con ustedes. ──Nelly los soltó y se volvió a sentar tomándose la frente. ──Igual te digo una sola cosa Cristian, vos no me estas contando algo pero esta bien, ya vas a querer que te haga postrecito.
El teléfono de línea sonó y la mujer fue corriendo a atender. Al parecer era uno de sus hijos por lo que se quedaría un rato largo hablando en el comedor.
──¿Por qué no cerras el orto? ──Cristian golpeó la nuca de su hermano.
──Pensé que ya se había dado cuenta──frotó donde habia sido golpeado──, boludo. Y vos, ¿por qué no le queres contar del choricero?
──Porque no quiero que pase como la otra vez con... bueno, ya sabes. No quiero que ella conozca a alguien que después se va a borrar.
──¿Y vos que sabes si se va a borrar?
──Es verdad, no sé, pero tampoco sé si se va a quedar. ──La conversación murió ahí. Nahuel no iba a escarbar, sabía que esa conversación iba a darse igual, solo que no era el momento. Siempre fue complicado hablar del ex de Cristian, nunca supo todo lo que había pasado en esa historia y la verdad, su hermano estaba bien ahora como para remover aquello.
Cuti 🌱
+ 54 11 1812 2022
No te hagas el que me conoces.
Pero hay cosas que si
Si?
Tengo una lista
Por qué tenes una lista?
Da miedo.
Callate
Sos trolo
Vegetariano
Te gustan los animales
Serias un buen tío
Sos hermoso
Estas bueno
Sos bueno
Sos patova
Tenes un hermano y a Julian
Sos alto
Te gusta la comida paraguaya
No te cae de diez Tini
Te gusta cocinar
No sos de tener muchos amigos, sos selectivo con las personas
Sos el favorito de tu abuela
Sos cerrado
Medio anti
Medio forrito
Sos bruto
Hay unas cosas que son suposiciones.
Cuentan igual
Me da miedo que haya tantas cosas posta.
EN QUE MOMENTO SACASTE LO DE LA COMIDS PARAGUAYA? Y LO QUE ME GUSTA COCINAR?
Lo de la comida paraguaya fue por tus ganas de esclavizarme para que te lo haga todos los días
El chipa guazu
Bueno lo que quieras
Sos un estúpido.
Y lo de cocinar es porque te note muy emocionado hablando de eso cuando estábamos en la terraza
Y también muy atento, no pensé que te ibas a acordar.
Como no me iba a acordar, además lo decías con ternura, como si te gustara muchísimo
Yo creo que tendrías que estudiar gastronomía
Cristian estaba rojo. Se había acordado de aquello e, incluso, había notado la emoción con la que hablaba sobre la comida y la cocina. Aunque no iba a negar que lo rojo venía también por el lado de tenerlo esclavizado.
Si, bueno, es complicado.
Si, supongo que es una carrera cara
Encima tendrías que buscar gastronomía apta a tus ideales
Pero seguramente haya en algún lado sería cuestión de buscar
Si, veremos que onda.
Cómo está Lisandra?
Se llama Lisa, no Lisandra.
Es lo mismo, se lo pusiste por mí
Estoy a tiempo de cambiarle el nombre todavía
No.
Jajajaja esta bien, ahora se fue con mi abuela
Ya se la ganó
Después le voy a pedir unos tips
A mi abuela?
No, a Lisa, para ganarme a tu abuela
Aunque llevándole carne sumo puntos, no?
Jajajaj si, si, olvídate
Estoy esperando a que venga Enzo
El que se comió a Juli?
Si, ese
Para que me cuente que paso, pero con la mama que tenia anoche no se que tanta data me pueda dar
Yo se que chaparon un par de veces y que acordaron para jugar un partidito con tus amigos
Típico de Enzo, si era por él hasta jugábamos anoche mismo
Jajajaja me copa
Ayer la pasé lindo con vos, posta me sentí muy cómodo
Yo también, me cuesta mucho.
Soy, como pusiste en la lista, muy cerrado y nada, ayer me sentí cómodo y fue lindo.
Me alegro de que te hayas sentido cómodo
Ya estoy pensando en la cita, va a ser pronto pero tengo que ver una cosa antes de decirte
Pero, decime el lugar aunque sea
No
Dale
No
Te doy una foto de Lisa
Subí la oferta
Una foto de Lisa conmigo
Trato
[Foto]
Esa es de anoche, cuando nos acostamos
Después se fue a dormir con Julian la forra
Que me mandas fotos en cuero? Queres que vaya y me esclavice solo? Ella es tan linda, cuando se vaya me tenes que llevar a mi a dormir ahí. Dios las guarangadas que te diría
Perdón, no lo quise mandar, estaba borrando pero apreté sin querer, igual no me arrepiento de nada
JAJAJAJAJAJAJ sos un imbecil
Solo soy un hombre con muy buen gusto
Basta.
Ahora decime el lugar.
El lugar
No te banco.
Vamos a ir a pasear a un lugar verde, es lo único que te voy a decir
Ok, lo tomo.
Avísame si tengo que llevar algo, plata, comida, lo que sea.
La cita la organizo yo, no tenes que llevar nada, solo ir
Esta bien.
Ahora te dejo, que vamos a rompernos un torneo de canasta
Ese lo juega mi abuela con las del centro, es un juego de viejos.
Cerra las nalgas, este es EL juego de cartas
Ya te voy a educar
Hablamos después
Besito a Lisa 🤍
Trolo.
Le mando.
Y también besito a Lisa.
No tengo una Lisa, es Pipa
Chau, me fui.
(13:51)
Chapter 17: Rituales.
Chapter Text
Lisandro cruzó el umbral de la puerta y lo primero que hizo fue sacarse sus zapatillas y medias. Le encantaba sentir el frío de la cerámica en sus pies. Volviendo a su casa lo había agarrado la lluvia, él ama la lluvia por lo que no pudo evitar caminar todas las cuadras con una sonrisa bajo aquel hermoso y ansiado clima posterior al insufrible calor que perturbaba a todo el mundo. Durante algunos momentos de su caminata anotó mentalmente preguntas que quería realizarle a Cristian. ¿Frío o calor? ¿Invierno, verano, primavera u otoño? ¿Playa o montaña? ¿Fernet con coca o vino con pomelo?
Sonrió más de una vez al pensar en aquel chico que hasta hace días no era nadie pero que ahora era con quien fantaseaba charlas sobre mil temas distintos e incluso planeaba cosas para compartir con él. Podría ser intenso, sabía que lo estaba siendo pero él no era así. Si ahora estaba viviendo esto de esta manera era por algo. Había algo en particular, algo puntual, una química, vibra o magia especial en Cristian que lo hacía sentir bien y cómodo. La forma en la que podía hacerle chistes de doble sentido, tirarle palos, preguntarle sobre ciertos temas que parecían restringidos, incluso, el pensar en cómo ayudarlo a cumplir con las cosas que al parecer eran pendientes o sueños frustrados como la gastronomía.
Le gustaba la energía con la que se relacionaba con los demás. Tanto con él; ofreciéndole aquel trato delicado y familiar, cómodo y cálido como el trato que tenía con sus hermanos, porque sí, más allá de que lo había mencionado por encima, pudo notar como Julián era parte de su familia.
Hablando con Lautaro, Paulo y Oriana, había llegado a la conclusión de que realmente quería conocer todo de Cristian, incluso aquellas cosas que parecían apenarlo. Pero todo sería en su debido momento, total, estaba completamente seguro de que tendrían muchísimo tiempo juntos como para conocerse a fondo. Su amiga estaba mas que segura de que ellos se conocian de vidas pasadas o estaban conectados por medio del hilo rojo. A Lisandro le hubiera gustado desestimar eso pero el haber sido criado por Floricienta no ayudaba.
Lisandro se sacó la ropa y la dejó en el lavadero para poder irse a bañar. No había hablado con Cristian en toda la tarde por lo que decidió que al salir le escribiría.
────────
Emiliano y Mandinha se habían ido hacía poco más de una hora y con ellos se llevaron un tupper lleno de ensalada de frutas lo que llevó a una falsa y divertida discusión entre Nelly y Cristian. Julián se había quedado aparte mientras que Nahuel metía leña al fuego.
Después de una hermosa tarde juntos Julián se fue a su casa y se llevó a Nahuel con él. Cosa que fue sospechosa para Cristian pero no dijo nada. Él aprovechó que se había quedado solo con su abuela para hablar sobre algo que había escuchado sin querer.
──Me estas asustando Cuti, ¿qué pasa hijo? ──Nelly se había sentado en su sillón y tenía a Lisa recostada en sus piernas.
──¿Por qué no me dijiste que vienen Pedro y Alicia? ──Nelly bajó la mirada y suspiró.
──No te quise arruinar las fiestas. Quería que disfrutes y estés pleno estos días, no que te bajonees por ellos.
──Buela, ellos no me van a arruinar nada más. ──se acercó y le acarició su espalda con dulzura.──Pero no me gusta que me ocultes las cosas.
──Lo sé, perdón, pero no quería que se echara a perder el hermoso fin de semana. Te lo iba a decir mañana. Le conté a Nabu porque bueno, lo van a venir a buscar a él.
──Y a verte a vos, Buela, no te preocupes, lo sé. ──Cristian se sentó junto a ella y sentía que su pecho estaba siendo oprimido fuertemente. Su voz había salido con dificultad y, aunque no quería llorar, parecía que su organismo lo iba a traicionar. ──Sé que estas contenta porque vienen muy poquito en el año para no cruzarse conmigo. No me voy a enojar por eso, él es tu hijo y a mi ma──se detuvo antes de llamarla como lo que ya no era── a Alicia también la queres mucho. Sería injusto y de idiota enojarme por eso.
──Sos tan bueno, es una lástima que haya gente que no pueda ver eso. ──le tomó la mano y la apretó.
──Hay gente que no merece esas cosas mías, zafaste porque sos una de las privilegiadas, vieja. Sino, a la primera de cambios te pateo el bastón.
──Ya te dije que viejos son tus calzones. ¿Y qué bastón? Pendejo desubicado, si yo camino como una modelo, no necesito esa porquería.
──Una modelo de 1810, buela.
──Te voy a dar un bollo. ──él le sonrió y le dio un beso en el cachete. ──¿Estás bien?
──Sí, no te haga problema. Toy flama, vieja.
──Deja de decirme vieja. ──le dio un golpe en la cabeza.
──Está bien, no me pegue'──le sonrió levantando las manos en señar de rendición──. Cucha, ¿vos sabes por qué Nahue se fue con Juli y por qué estaban tan cuchicheros?
──No, yo pensé que se habían mandado otra cagada y te iba a preguntar a vos. ──Nelly parecía estar debatiéndose entre soltar algo más o no, se decidió por esto último ya que en realidad no estaba segura y podría poner en alerta a su nieto sin necesidad.
──¿Hiciste lo del vaso? ──preguntó Cristian luego de un rato en silencio.
──Sí, lo hice mientras lavaba los platos, le enseñé a Mandi a hacerlo para que ayude un poco.
──Está bien, yo me voy a tirar un rato en la pieza, mira que ya saqué todas las plantas para que les diera la lluvia, si se levanta viento chiflame que las entro.
──Anda tranquilo, yo me voy a ver una peli en necflis con Lisa.
Cristian sonrió y dejó al nuevo dúo en el comedor. Se sintió algo, bastante, triste por no poder decirle a su abuela que le dolía un poco mucho el hecho de que vinieran sus padres y que no fuera por él. A pesar de todo el tiempo que había pasado él no se podía hacer a la idea de que simplemente había dejado de existir o ser alguien de importancia para ellos. En especial para su mamá.
Le rompía el corazón. Y al principio, después todo lo qué pasó con su ex pareja, su mente hizo que él cayera en un torbellino de emociones oscuras del que todavía le costaba salir porque cuando tocó fondo lo único claro en su cabeza fue el sentimiento de no ser importante para nadie. De ser solo alguien que no valía nada, absolutamente nada y que nunca sería merecedor del más mínimo cariño por parte de alguien.
Tardó mucho en comprender que había gente que si lo quería; su abuela, Nahuel, Julián y toda su familia, Emiliano, Mandinha, Leandro y aquellos dos tórtolos a quienes extrañaba muchísimo y que a pesar de que no hablaban todo el tiempo sabía que estaban ahí para él; Richarlison y Son.
Salir de aquel pozo le había dejado secuelas. Era un ser muy complicado para relacionarse, no porque fuera alguien malo sino porque era muy cerrado y reservado. Tal como le había dicho Lisandro.
Ante la aparición de aquel nombre en sus pensamientos no pudo evitar sonreír. Era increíble que en tan poco tiempo haya entrado de esa manera en su día a día. Era un chico encantador, no había forma de pensar lo contrario. Era un payaso por naturaleza, lo hacía reír, sentirse cómodo e incómodo a la vez. No lo admitiría pero había llegado a hacerlo sonrojar con sus estupideces. También había notado lo dulce y atento que era. Recordaba cosas dichas al pasar, se preocupaba, e intentaba ayudar. Cristian no estaba del todo acostumbrado a eso pero le gustaba.
Se sentía cómodo de hablar y decir estupideces, e incluso de tirarle algún que otro palito. Era divertido ver que no entendía hasta que su cabeza le jugaba malas pasas haciéndole pensar que quizás si había entendido pero no quería saber nada. Pero Lisandro siempre lograba sacar esos fantasmas cuando replicaba, aunque fuera mucho tiempo después.
No pudo dejar de sonreír durante todo el tiempo que aquel chico estuvo en su cabeza. Él también podría hacer una lista de cosas que había aprendido de Lisandro pero nunca se la entregaría, tenía una reputación que mantener.
──Qué pelotudo. ──se insultó a sí mismo y soltó una risa. Tomó su teléfono y encontró que Lisandro le había escrito.
Lisandro🔪
+ 54 11 1812 2026
No te puedo explicar lo mucho que me descansaron por no haber entendido que me mandabas besitos a mí
Besito*
Uno solo te mandé
Fua, pero a mí no me gusta lo singular
Ajo y agua, es lo que hay
Le mostraste la conversación?
Le quería mostrar a Lautaro otra cosa pero me saco el teléfono y leyó
Los otros se enteraron porque son todavía más metidos
Todos chusmas, por eso me vine para mi casa
Ah, antes de que me olvide
Que pasó?
Frío o calor?
Frío, definitivamente
Bien, por eso me gustas
*Me gusta hablar con vos
Invierno, verano, primavera u otoño?
A mi también, igual
INVIERNO
A vos también que?
Explica
Desarrolla
Me gusta hablar con vos
Y vos que elegiste?
Invierno, siempre
Te juro que me iría a vivir a Base Marambio
Somos dos
Que estas haciendo ahora?
Estas con Lisa?
O con tu abuela?
No, con ninguna de las dos
Lisa esta con mi abuela, me la robó
Me vine a tener un rato de paz solo
Vos?
Estamos en la misma, me vine para mi casa porque ya estaba cansado, mucho desgaste de energía
De paso me bañé y preparé unas cositas, tipo rituales
Rituales?
Si, no me des bola
Sin boludeces
No, no, contame
Rituales de que?
Tipo brujo?
Me estas haciendo un amarre?
JAJAJAJAJJAJA no
No necesito hacerte ningún amarre
Es verdad
Son más que nada de buena vibra y abundancia
Desarrolla
Pongo un vaso con sal gruesa y agua para las malas vibras en la casa
ESE LO HACEMOS CON MI ABUELA
Bah, es el de poner en algo de vidrio un cuarto de sal y completar con agua, no?
Si, si, es ese
Yo pensé que solo era de campo, no sabia que se hacía
Bueno puede ser, a mi me lo enseñó mi tía cuando era más chico
Y que más haces?
Pongo un poco una ramita de canela con una hojita de albahaca colgadas en la puerta
Ok, eso ya no sé
Es para la abundancia, también agarras un poquito de canela en polvo, te lo pones en la palma de la mano y soplas de la puerta para afuera mientras afirmas que va a estar todo bien y que no van a pasar cosas malas
A mi me funciona pero bueno, capaz es una boludes
No digas eso, no es una boludes
Si vos crees es importante, a mi me gustaría saber más
Como aprendiste?
Mi tía sabía mucho de esto y Oriana también, pero ella es más de tarot y astrología
Es re interesante, después me tenes que contar otras cosas
Dale, te voy a dar clases
Perfecto y en serio, no necesitas hacerme el amarre, yo caigo solito
Che, tenes algo que hacer el fin de semana?
Solo trabajar a la noche, pero después no
Bueno, el domingo vos y yo tenemos una cita. Te paso a buscar y nos vamos
Gracias por darme tiempo para asimilarlo y organizarme
De nada
Me tenes que pasar la dirección
Eso me suena a secuestro
O si queres nos encontramos en Creed
Dale, me quedo con los chicos después de cerrar
Perfecto entonces, mira que es medio largo el viaje pero vale la pena
Me suena a secuestro parte 2
No te voy a secuestrar, si fuera así hay otros métodos
Che, sabes qué? No pudiste aparecer en mejor momento
Gracias
Voy a romper las pelotas toda la semana para que me vayas dando información de la salida
Cita, es una cita, la primera de varias.
Esta bien, perdón por mi error
Y no te voy a decir nada
Me tengo que ir a bañar, seguro salga y me desmayé porque no doy más
Así que, hasta mañana, descansa Brujito de Gulubú
Cristian bloqueó su teléfono y lo puso a cargar. Cuando salió de su pieza pudo escuchar como Nahuel le decía a su abuela que Julian iría a buscarlo para que se quedara el fin de semana en su casa.
──Che, dejen de querer organizarme la vida. ──se rió ante la cara de Nahuel. ──Nah, no se preocupen que ya tengo planes. El domingo no voy a estar en todo el día creo y el sábado me voy a lo de Dibu.
──Pero sabes que Juli no tiene problema, ¿no? ──preguntó su hermano para recalcar el hecho de que no sería una molestia.
──Obvio que sé, la tia Lau me ama. Pero posta, lo del Dibu la yo tenia pensado porque tengo que ayudarlos con unas cosas y lo del domingo surgió recién.
──¿Y qué vas a hacer? ──preguntó Nelly con picardía. ──¿Y con quién?
──Menos averigua Dios y le salen menos arrugas.
──Así no es el dicho, además a la buela le siguen saliendo arrugas igual ──Nahuel le respondió a su hermano──, por vieja no por chusma.
Por más que quisieron ninguno de los dos pudo evitar el chancletazo de Nelly. A Nahuel le dio en la espalda por decirle vieja y a Cristian le tocó seguir sufriendo golpes en la panza, esta vez por reírse.
Después de un rato más riéndose y hablando trivialidades Cristian se fue a bañar y Nahuel a atacar la mayonesa de ave que había sobrado mientras Nelly veía 'Diario de una pasión' con Lisa.
El teléfono de Cristian recibió un último mensaje esa noche pero él no lo vería hasta el otro día.
Lisandro 🔪
+54 11 1812 2226
Vos también apareciste en el mejor momento, en serio
Gracias a vos por no venir a romperme los huesos por ser carnicero y metido
Brujito de Gulubú? Vos me queres matar?
Ya se, me vas a decir trolaso
Pero también fue trolaso de tu parte así que nadie dice nada (22:38)
Me voy a dormir, descansa lindo
Ya se me va a ocurrir algo más copado que lindo para decirte
Besos 🤍 (23:23)
Chapter 18: Exclusivos.
Chapter Text
Seguía lloviendo y para Cristian no existía mejor alarma que las gotas de lluvia golpeando las hojas de la gran planta que se ubicaba junto a su ventana. Los ronquidos de Nahuel rompían un poco la atmosfera de una mañana perfecta pero le daban un toque más familiar y hogareño. Cuando no estaba hacía falta.
Era temprano no necesitó ver la hora en el celular, lo supo porque no escuchaba la tele ni la radio lo cual indicaba que su abuela seguía durmiendo y ella era alguien a quien las sábanas le picaban. Algo vibró cerca de su cuello y segundos después sintió el peso de la pequeña Lisa. No pudo evitar sonreír al sentirla acurrucarse junto a él, su hija buscaba contacto con él todo el tiempo menos cuando Julián o su abuela estaban cerca. Ahora estaba obligado a mantener aquella posición hasta que la minina decidiera moverse a otro lado cosa que sabia de antemano no iba a ocurrir pronto.
Estiró su brazo con cuidado y lentitud hasta la mesita de luz en la que se encontraba su teléfono junto a una botella de agua y una foto de él, Emiliano, Julián y Nelly. Se la había tomado Mandinha en su anterior cumpleaños y se había convertido en una de sus objetos favoritos en la vida. En aquel marco también había tres fotos más, de esas que salen en las máquinas de fotos de los parques de diversiones, en ellas estaba él junto a Son y Richarlison. Los tres sonreían y se abrazaban, en la última Cristian fingía una arcada ya que los otros se estaban besando.
Los recuerdos de aquel día lo invaden cada tanto, si bien no es muy seguido, ocurre lo suficiente para que una sensación rara lo envuelva. Son recuerdos pesados y a pesar de que no son malos se encuentran manchados de una bruma oscura por lo que Cristian decide rápidamente sacar a su mente de allí. Extraña muchísimo a sus amigos, hace tiempo no los ve y no porque no quiera o ellos no tengan ganas solo que la vida no los ayuda a organizarse. Optó por tomar su celular para mandar un mensaje al grupo que compartian con el unico fin de recordarles lo mucho que los quería.
Al desbloquearlo pudo descubrir la hora. Seis y media pasadas. Era temprano pero aun así él ya tenía mensajes, bastantes a decir verdad. Julián era el primero y el que más mensajes le había dejado, esto extrañó mucho a Cristian porque su amigo no solía ser muy expresivo por chat, tal como era en persona a menos que esté con su gente.
Juli 🕷
+ 54 11 1812 2209
Cuti
Queres venir el finde a casa?
Vamos a jugar un partidito con mis primos y después a comer un asadito en lo de mi tía Irma
Te quedas a dormir así nos vamos a boludear al centro
Mi papá nos presta la camioneta de nuevo (00:15)
CUTI
ASI SOS
TRAIDOR
ME CAMBIAS
CLARO, COMO YO NO MIDO DOS METROS NI ESTOY EMBARAZADO (00:48)
Está bien
Ya vas a querer comer sopa paraguaya de la abuela Gladys
Na, en serio, seguro que no queres venir?
Aunque sea el domingo y nos vamos a dar una vuelta, no sé (01:17)
Buen día araña, no querías dejarme más mensajes?
Cucha, el sábado posta ya había arreglado con el Emi y el domingo tengo algo pero les tengo que contar a los dos juntos porque sino el Nahue va a romper las bolas
A la tarde venite a tomar unos mates y les digo
Ahora seguro estas durmiendo morsa, claro, después de taladrarme el celular a mensajes, después nos vemos
Una vez que terminó de escribirle a Julián siguió revisando su celular. Se encontró con el grupo al que queria ingresar. Si decía la verdad no se sorprendía, siempre habían tenido esa conexión, seguramente alguno de los dos había pensado en él. Era increíble como esas cosas podían ocurrir. Ingresó a leer los cinco escasos mensajes, cuatro de Son y uno de Richarlison. Siempre era así, su Sonny siempre era mamá gallina.
Spurs berreta
Sonny, Pombo y tú.
Pombo: Sonny sonhou com você, mas não quis me contar. Espero que ele haya sonhado que hacíamos um trío 🔥
Sonny: CUTIIII
No hagas caso a Richy, está hablando tonterías este hijo de puta
Soñé contigo, es porque te extraño y seguro estas pensando en nosotros
Debemos vernos pronto. Te extrañamos
Hola feos, nunca quise hacer un trío con ustedes y menos ahora
Los extraño mucho, tenemos que vernos
Mi abuela también los extraña, necesita reírse del Pombo.
Salió de ese chat sonriendo y dando por hecho que sus amigos no contestarian hasta dentro de horas. Viendo la lista de mensajes no pudo evitas ensanchar más su sonrisa. Lisandro estaba ahí, con ocho mensajes para él. Seguro le escribió cuando él salió del baño y, tal como avisó, se desmayó del sueño.
La sonrisa se iba haciendo cada vez más grande al leer los mensajes de su no amigo. Había un calorcito especial que se le estaba instalando en el pecho. La ternura y la sensación de calidez hacían estragos en su sistema. Estaba contento, se sentía bien y le gustaba estar así aunque no podía negar que tenía miedo, terror mejor dicho.
La oscuridad que su última relación arrojó sobre él parecía no querer soltarlo y aunque Lisandro le proponía un viento fresco y hermoso capaz de borrar aquellos bancos de niebla asfixiante la resistencia de aquella tormenta de verano era tan fuerte que lo sofocaba.
Decidió no dejarse caer en eso, no permitir que se arruinara esto que estaba empezando con una energía tan linda. Seguramente necesitaría algún consejo de Lisandro para limpiar las malas vibras. Sonrió ante aquel pensamiento, quería que le enseñe todo lo que tuviera para enseñarle, quería aprender pero sobre todo conocerlo, conocer todo lo que le apasiona.
Volvió su vista al celular y vio que Lisandro había publicado un estado. La foto de Chayanne casi que lo hace soltar una sonora carcajada pero se contuvo para no despertar a su hija ni a su hermano. Allí estaba el cantante rodeado de flores rojas y algunos destellos como si fueran estrellas, acompañado en la parte inferior por una frase.
Lisandro 🔪
+51 11 1812 2226
Buen día para ti, mi bella dama. No olvides que la vida es demasiado corta y bella como para no disfrutarla. Que tengas una maravilloso día 🌹🌹🌹🌹🌹🌹
Ni mi abuela se animó a tanto
JAJAJAJJAJAJAJJAJA
Buena día Cuti 💗
Es que siempre subo algo así los días que trabajo para saludar a las chichis
A las chichis JAJAJAJJAJAJJAJA
No puede ser
Y sí, ellas siempre me responden y cuando vienen a comprar me dicen que les re gustó la imagen
A veces le sacan captura y la suben así, sin recortar
Las amo te juro
Son lo más
Mi favorita es Celia, la hermana de uno de mis jefes. Ella siempre que viene pide por mí, el favoritismo es recíproco
Seguro es porque le chusmeas todo
Obvio
A todo esto, no me saludaste
Sos re maleducado
Le ruego me disculpe
Buen día Brujito <3
Basta no me digas así que muevo la cita para hoy
Es más, ya te estoy yendo a buscar
Imposible que tengamos una cita ahora
Estoy con alguien en la cama
Che, para, no tenemos exclusividad?
[Foto]
Parece que a Lisa le gusta mi perfume
Ay era mi tocaya en el lugar que quiero estar yo
Sos un boludo
Igual no me respondiste
No sé Licha, vos queres que seamos exclusivos?
Vos queres?
La verdad?
Sí
Si me gustaría, más que nada para que si vemos futuro lo hayamos planteado bien desde el principio
Pienso igual
Entonces, si Licha, somos exclusivos a partir de ya
Genial.
Viste que está lloviendo?
Sí, tengo una planta en la ventana y escucho como cae la lluvia ahí
Ay que lindo, yo escucho porque tengo una casita de perro en el patio y suena ahí
No hablemos de eso ahora, después te cuento
Esta bien, gracias por evitarme quedar como un metido
Es que me pone sensible el tema y si me voy a poner así quiero un abrazo disponible
El domingo me contas entonces así te abrazo si lo necesitas
Si
Sos re cursi
Estoy re colegiala con eso y falta casi una semana, pero tengo pensado casi todo
Sos un trolo, creo que mejor me quedo en casa con Lisa
PARA
Puedo llevar a Lisa? Así la conoces
Ay perdón, fue muy de mandado, disculpa
Si obvio que podes llevarla, no se me había ocurrido
Pero como vas a hacer? no la vas a llevar a Creed
La voy a llevar a la casa de Pala, un amigo que hace remis, vive enfrente de Creed, cuando salgo la voy a buscar
Listo, vamos a pasear en familia
Primer salida familiar
...
Lisandro quiso borrar el último mensaje al instante de enviarlo pero Cristian nunca había salido del chat por lo que la doble tilde azul estuvo ahí automáticamente. Decidió evitar el hecho de que prácticamente daba por hecho que era un hombre casado con una hija y bloqueó el celular. Se levantó al ver que ya casi eran las siete y media, fue directo a bañarse ya que estaba llegando un poco tarde a su trabajo.
El recorrido habitual en el colectivo fue acompañado por su celular que vibraba haciéndole sentir algo raro, estaba nervioso. Si los mensajes eran de Cristian estaba aterrado ante la posibilidad de que le frenara el carro y le pusiera los puntos. Y si los mensajes no eran de él no le importaban. Solo atendería si Lautaro lo llamaba, eso era un código rojo. Algo había pasado con Nina pero como eso no estaba ocurriendo decidió olvidarse de que tenía un celular en el bolsillo.
El colectivo lo dejaba justo en la esquina de la carnicería. Cuando estaba dando la vuelta vio la camioneta de Nicolás, con Nicolás adentro, con Rodrigo adentro, con ambos adentro comiéndose la boca como si estuvieran en la habitación de algún hotel. Sonrió y negó, él tenía razón pero analizaría todo antes de comentar la situación con el segundo ser más chusma de la carnicería, Paulo.
—Amo tener la razón. —se dijo así mismo mientras negaba y se ponía de pie para tocar timbre y bajarse.
──────────
Lisandro 🔪
+ 54 11 1812 2226
Familiar? Va a ir Nina con sus papás también?
Nunca tuve ese tipo de cita
O ya no es una cita
Ay, no, ya entendí
El que no me respondas lo confirma
Sí, es una salida familiar, hay que se estables e ir de a poco por Lisa igual
El domingo es la primera cita y la primer salida familiar, en los tiempos de mi abuela era así también JAJAJAJJAJA
Te dejo trabajar, me voy a preparar el desayuno para mi abuela y Nahuel
Besos
Y no seas tarado, espero que me respondas que después decis que soy yo el que se espanta (08:49)
Dejó a Lisa durmiendo en su almohada y se levantó con mucho cuidado de no despertar a ninguno de sus dos compañeros de cuarto aunque Nahuel no se levantaría aunque se cayera de la cama de arriba.
Salió de la pieza y corroboró que su abuela seguía durmiendo. Ingresó a la cocina y lo primero que hizo fue poner la pava, tomaría unos mates mientras preparaba algo para desayunar. En su teléfono puso una playlist que tenía compartida con Julián y la música de los Caligaris inundó el lugar.
—No puedo dejar de pensarte, mis ojos solo quieren verte. —comenzó a cantar la primer canción en sonar y sonrió.
Nelly lo escuchaba, le gustaba saber que estaba contento, hacía mucho que no lo sentía así, la hacía feliz eso. Aunque su nieto se negara a contarle algo. Supo que hizo bien en no contarle que aquel chico que tanto daño le había hecho estaba tratando de contactarlo por medio de Nahuel y Julián. Por suerte antes de llegar a él tendría que pasar por aquellas murallas y luego sobre ella.
—Lo que duele de día en la noche se cura. —escucho que Cristian cantó y decidió salir a compartir un rato con él.
Chapter 19: Karaoke.
Notes:
Me olvidé completamente de publicar los capítulos acá, no me maten. En un rato les subo el cap 20 <3
Chapter Text
Lisandro se había pasado la mañana de charla en charla con sus clientas, siempre con un mate en la mano y cosas ricass que les llevaban. Paulo y él amaban los lunes o, mejor dicho, los días post festividades porque sus amigas volvían con mil chismes sobre suegras, nueras, cuñadas y yernos. Siempre había algo para contar pero esta vez fue demasiado.
Celia contó que Lionel, su hijo iba a casarse con Antonela, su novia de toda la vida, y que también estaba por ser papá. Marcela vino con el chisme de que el yerno nuevo compró comida en una parrilla y la quiso engañar diciendo que la había hecho él mismo. Lorena estaba más que enojada con su familia ya que había pasado toda la semana organizando, cocinando y limpiando para que el mismo sábado a la noche toda la familia le cancelara para ir a la casa de su hermano Daniel y ¡sin siquiera invitarla!
──¡Yo no te puedo creer, Lore! ──le decía Paulo mientras le entregaba la bolsa con carne y le cobraba.
──Te lo juro. ──respondió con voz cansada mientras agarraba la mercadería. ──Encima, subían fotos en las historias de todos en la pileta, comiendo, tomando y yo en casa como una pelotuda con toda la comida y fumándome a Oscar que me rompía las pelotas.
──Son unos hijos de puta, Lo. ──Lisandro le dijo mientras se limpiaba las manos y agarraba el mate que Nicolás le había dejado servido. ──Perdón que te lo diga.
──No, no te disculpes, es la verdad. ──Decía enfurecida. ──Pero bueno, ¿qué se le va a hacer? Me voy que tengo que ir a cocinar. Espero que les guste ──señaló con la mirada la fuente que les había llevado ──, hice ayer pero me fui al carajo con las cantidades.
──Gracias, hermosa. ──respondió Lisandro. ──Y con la familia bueno, no sé qué pensarás vos pero yo te digo que corto mano corto fierro.
──Veremos… ──La mujer se retiró y otra vez quedaron Paulo y Lisandro solos en la parte delantera del local.
Lautaro se había ido con el jefe a llevar plata al banco mientras que Nicolás y Rodrigo estaban en el cuartito; uno haciendo cortes y el otro revisando pedidos. La lamparita de la cabeza de Lisandro se prendió y aprovechando que era hora de cerrar se le ocurrió un plan.
Sin hablar tocó el hombro de Paulo y le indicó que cerrara la puerta en silencio. Una vez que su compañero de macanas cumplió lo hizo seguirlo al cuartito. Con suma cautela entraron y se encontraron con una situación común pero no tanto. Rodrigo estaba sentado en la mesa y Nicolás frente a él en el espacio libre entre las piernas del primer mencionado. La boca de Paulo se abrió con sorpresa al ver la mano de uno en la cintura del otro.
Lisandro solo sonreía con autosuficiencia como quién siempre supo algo esperando a que el tiempo le diera la razón, y así habia ocurrido finalmente. Empujó a Paulo hacía la parte delantera del local de nuevo.
──Boludo…──dijo Paulo.
──Sí, ya sé──elevo las cejas y asintió con una mueca que parecía ser una sonrisa──, hoy los vi desde el colectivo comiéndose la boca como si estuvieran en un telo pero en la camioneta.
──Esto es lo que tenía escondido Ota, se estaba comiendo a Rodrigo.
──Y el sábado se fue a la costa donde estaba Rodrigo, nunca fue su plan irse a ver a la familia.
──Que hijos de puta, ¿por qué no nos contaron?
──Ota anda a saber, son medios tarados los dos. Igualmente me puedo imaginar el porqué. ──Paulo asintió como si le cayera la ficha sobre una obviedad. ──Vamos a molestarlos a ver que hacen.
Caminaron haciendo un poco de ruido para darle tiempo a los otros dos de separarse. Cuando entraron al cuartito Rodrigo estaba sentado en el pequeño escritorio sirviéndose un mate y Nicolás aparentaba salir de la cámara con una cuchilla.
──¿Qué onda? ──el tono de voz que Paulo usaba no lo delataba pero su cara si, por suerte ambos sabían que sus compañeros estarían lo suficientemente nerviosos como para notarlo. ──Ya cerramos, ¿ustedes se quedan comiendo acá o se van?
Nicolás abrió los ojos grandes y Rodrigo se puso colorado desde el cuello hasta las orejas.
──Nosotros nos vamos a quedar a comer acá, tenemos sopa paraguaya que trajo Lorena y mi viejo dijo que nos va a mandar matambre y vitel toné con el Toro. ──Aclaró Paulo tratando de no reírse de las caras de los otros.
──Ah bueno, sí, si nos quedamos, te parece Os- Ota. ──respondió Rodrigo tratando de disimular.
──Si dale, nos quedamos. ──asintió sin mirar a Rodrigo.
──Voy a comprar una coca acá a la vuelta, ¿quieren otra cosa?
──No Rodrigo, no vayas. ──lo frenó Lisandro sacando botellas de la heladera chiquita. ──Acá tenemos. Che, Ota, ¿qué pasó que al final no fuiste a ver a tu familia a Santa Fe?
──Ah, es que… mi vieja se había ido con el marido a Mar de Ajó así que me fui para allá.
──Uh re lindo Mar de Ajó, ahí nomás de Rodri. ¿No se juntaron? ──soltó Paulo inocentemente.
──No, pasa que yo no sabía bien donde estaba Rodri.
──Claro y yo no sabía que Ota iba para la costa al final.
──Ah. ──dijeron los otros dos al mismo tiempo. ──Qué lástima ──agregó Lisandro ──, hubieran ido a comer churros juntos.
──Sí, supongo que la próxima. ──respondió nervioso Nicolás.
──Buenas, buenas. ¿Qué pasa acá? ¿Reunión de trolos? ──preguntó Lautaro al llegar.
──Sí, te estábamos esperando para empezar. ──Lisandro se sacó el tupper de las manos. ──Ah, antes de que se me pase. Rodrigo, ¿vos me cambiaste la foto de perfil por una de Tini?
──No, fue Ota. ──se rió mientras señalaba al mencionado──Lo hizo antes de que me vaya de vacaciones para que vos pensaras que fui yo. Te iba a avisar pero Tini es tan linda que me gustaba ver su foto en los estados.
Todos se rieron de aquello y se acomodaron para comer. Bajo la mesa, pensando que nadie lo notaría, Nicolás y Rodrigo tenían sus pies enganchados. Sin percatarse de que Lisandro y Paulo los miraban con una sonrisa mientras Lautaro preparaba las cosas y cortaba el pan para la comida.
───────
Julián estaba parado sobre la mesita ratona de Nelly mientras tenía un desodorante de ambiente en la mano a modo de micrófono y en la otra mano su celular siguiendo la letra de la canción que la misma abuela de Cristian había elegido.
Los cuatro estuvieron haciendo karaoke desde que terminaron de merendar. Incluso la mujer se había puesto a cantar con sus tres nietos. Ahora mientras esperaban a que Emiliano y Mandinha llegaran con las pizzas que se habían ofrecido a llevar para la cena y que Cristian volviera del almacén, era nuevamente el turno de Julián de maravillarlos con su voz. Él estaba completamente feliz con la canción que le tocó.
──Ahí viene mi parte favorita. ──dijo Nelly mirando a Nahuel con una sonrisa enorme.
──Aquella feroz sección de testosteronas en que las hormonas formaron parte del bello arte del beso al cuello le puso el sello que aquella noche después del coche todo iba a ser fenomenal. ──Julián soltó todo de una a la velocidad perfecta de la canción. Nahuel estaba por hacerse pis de la risa.
──Cristian va a estar re caliente por perderse esto. ──dijo entre risas al ver a su abuela bailar con Julián, quién había saltado de la mesa al terminar esa parte de la canción, y Lisa.
──Uh, me hicistes acordar, hablando de Cristian enojado, Nabu. Del gringo ese, ¿ustedes le contaron algo al Cuti?
──¡No! ──respondieron rápidamente los dos mientras se giraban hacia la ventana para ver que Cristian no llegara.
──No, buela, y no le dijimos nada. Y no le vamos a decir, menos ahora que está tan contento.
──Nelly, no le vamos a contar, Cuti esta re bien ahora, le costó mucho asi que no lo vamos a amargar. ──remarcó Julián──Además seguro el pedazo de mierda ese se deje de romper las pelotas en cualquier momento.
──Yo hablé con Richi y Sonny, ellos ya le advirtieron que dejara de romper los huevos. ──Nahuel había llamado a los otros amigos de su hermano en búsqueda de aliados para evitar cualquier avance de su ex.
──Estoy seguro de que los dos le dijeron que lo van a cagar a palo si se acerca.──Julián vio la cara de Nelly y se apuró a hablar. ──Sonny no asusta pero debería, a mí me dejo de cama una vez que nos peleamos de mentira así que imagínate.
──Menos mal que aclaraste que fue peleando porque si no también temería porque Richi venga a bajarte los dientes por tocar al marido.
──Idiota──lo golpeó con su falso micrófono──. En fin Nelly, vos tranquila que no se le va a acercar.
──Eso espero porque no quiero ir presa a esta altura de mi vida, ya estoy grande para eso.
──Igual te darían domiciliaria. ──Cristian abrió la puerta. ── ¿Por qué están hablando de cárcel?
──Le quiere ir a quemar la granja a Sonia. ──Salvó rápido las papas Nahuel. ──Sigue enojada por lo del bingo.
──Y sí Nahue, yo también estaría re caliente si me cagan de arriba de un poste. ──continuó Julián. ──Boludo, no sabes lo que te perdiste, tu abuela me dijo que cante Nadie es perfecto.
──¡Eso es alta traición! Vas a tener que cantarla de nuevo.
Los aplausos en el portón indicaban que Emiliano y Mandinha habían llegado. Cristian salió a abrir mientras los otros ordenaban un poco la mesa. ──Te juro que pensé que te la ibas a mandar, Nahue.
──Fua Juli, no me tenías fe.
──Yo tampoco, Nabu, que querés que te diga.
──Hay antecedentes.
──Así son, así son. ──fingió ofenderse.
──────
Cuti 🌱
+54 11 1812 2022
Tengo chismes
Y ganas de hablar con vos
No te pude escribir en todo el día, te juro que no dejaba de venir gente
Viste que me preguntaste si te estaba haciendo un amarre?
Creo que vos me lo hiciste a mi
Hoy estuve con Nina un ratito, fue a la carni
Nos sacamos fotos afuera así te las podía mandar, sé que seguro te da cosa el aspecto del local en sí
[Foto]
[Foto]
Ya sé quién puso la foto de Tini, fue mi amigo Ota, el que se fugó la noche de Creed
Bueno te dejo porque no doy más y mañana voy a ser torturado de nuevo
Espero que descanses Cuti
Besos a Lisa
Y a su papá
Hasta mañana lindo💗 (23:47)
──────
Licha 🔪
+54 11 1812 2226
Hola brujito
Perdón la hora, vinieron Juli, Emi y Mandi, estuvimos haciendo karaoke, vimos películas y comimos pizzas
Ahora estamos por ver otra película
Antes vimos Hasta el último hombre, que mal me hace esa peli
Mira lo lindos que son!
Amo los rulitos de Nina, y tu sonrisa cuando estas con ella es más hermosa de lo normal
Gracias por sacar la foto afuera, en serio, hasta trataste de esconder el delantal
Sos un trolo hermoso
Descansa Licha
Besos de parte de Lisa y su papá a su otro papá supongo...
Hasta mañana brujito🤍 (02:20)
Chapter 20: Desastre.
Chapter Text
Cuti 🌱
+54 11 1812 2022
Buen día lindo!
Esa película la tengo en la lista para ver pero nunca lo hago, capaz llegó el momento.
Vos me haces ser trolo así, hacete cargo
¿CÓMO ME VAS A DECIR QUE SOY EL OTRO PAPÁ DE LISA?
Me queres matar?
Dios
Me voy a laburar saltando en una pata
Que tengan lindo día los dos, les mando un beso. Espero poder hablar más que ayer con vos 🤍 (07:12)
──────
Licha🔪
+54 11 1218 2226
Buen día brujito trolo ❤️
Y si vamos todos a pasear en familia el domingo algún rol tenes que tener, sos el otro papá
Vos también me haces ser más trolo así que estamos a mano, tene lindo día y no te preocupes, hablamos cuando puedas
Nosotros también te mandamos besitos (09:42)
──────
El martes no ocurrió nada fuera de lo normal más que alguna situación sospechosa entre Nahuel y Laura, la mamá de Julián. Algo parecía estar sucediendo y él no estaba siendo participe, Cristian opto por esperar a que le comentaran que era. No habló con Lisandro en todo el día, lo cual lo extrañó y alarmó.
El miércoles fue igual. No estaban siendo días fáciles, todos parecían estar huyendo de él o escondiendo algo, incluso Nelly, su abuela, quien siempre le contaba todo estaba ocultando algo. Aunque trataban de parecer disimulados ninguno lo estaba logrando. Solo Emiliano y Mandinha parecían ver esa situación pero tampoco sabían que era lo que ocurría o eso le habían dicho, quizás también eran parte pero lo escondían. Ya no sabía que pensar, solo quería desconectarse por un rato de todos y sumirse en un silencio profundo… pero no lo podía hacer ya que había alguien que se negaba a dejarlo solo. Lisa se le había pegado como nunca desde que llegó a su hogar. Si Cristian iba al baño ella también, si él salía al patio, ella lo seguía de cerca. No se despegaba ni un segundo.
──¿Le vas a contar al Cuti? ──escuchó hablar a su abuela en la puerta de su pieza.
──Sí, pero el viernes. Quiero que disfrutemos la semana.
──Nabu, yo sé que tenes miedo de lo que te vaya a decir pero, él no está bien. No sé si te diste cuenta.
──Si buela, me dí cuenta pero ¿qué queres que haga? Se va a enojar. ──la voz de su hermano se estaba quebrando. Cristian se sintió mal ante ello. ¿Por qué se enojaría con él? ¿Qué es lo que están tratando de tapar?
──No sé va a enojar, pero el tiempo que tardes en contarle se va a duplicar para cuando él te tenga que perdonar.
──Es tan injusto.
──No es injusto, mijo, es algo natural. Que él no haya querido hacerlo no quiere decir que vos tampoco tengas que querer. Es tu vida y tu futuro lo que se va a gestar con esta desición y si bien nos atraviesa, no es nuestra vida de manera directa. Además es algo que tenes que hacer ya, los tiempos de Dios son perfectos los de la fuerza no.
La fuerza. Cristian lo supo de inmediato. Nahuel iba a entrar en la fuerza. Cómo lo había hecho su papá, su abuelo, sus tíos, varios de sus primos e, incluso, su hermano mayor, Quique. Todavía puede recordar el terror que tuvo cuando dijo que él no quería entrar, que prefería estudiar gastronomía cuando terminara el secundario. Se acuerda cómo los gritos y demás retumbaban en su cabeza y en la casa. Cómo Nahuel se había asustado, al igual que él, y se había escondido debajo de la cama. Dos días después, arriba de la mesa estaba el catálogo de las universidades donde se podía estudiar arquitectura o abogacía, porque él no iba a estudiar cosas de puto.
Puto. Maricón. Enfermo.
Los recuerdos se arremolinaron en su cabeza, no supo en que momento las lágrimas se escaparon de sus ojos ni tampoco se dio cuenta de que Nahuel había ingresado en la habitación. Estaba ahí, con una cara que combinaba pánico y angustia. Sabía que había escuchado.
Cristian reunió todas las fuerzas que su mente le estaba permitiendo conservar y se sentó. Nahuel lo miró con lágrimas y no necesitó más para levantarse y abrazarlo fuerte. Su hermano sollozó y le pidió disculpas. Él lo abrazó más fuerte y así se quedaron los dos, llorando abrazados y en silenció por lo que parecieron horas pero en realidad fueron minutos. Era otra trampa de la mente, de esas que te agotan creyendo que el tiempo fue una eternidad pero que en realidad fue tan breve como un suspiro.
──No me pidas perdón, Nahue, si es lo que vos queres yo voy a estar feliz de que trabajes para eso.
──Te estoy traicionando.
──No, negro, no digas eso. No me estas traicionando, estas peleando por lo que queres.
──Lo voy a hacer por nosotros, por nosotros cuatro.
──¿A qué te referis?
──Entré para que después los cuatro; vos, la buela, Juli y yo podamos vivir bien, los cuatro. Con parte de lo que me pagan para estudiar quiero pagarte tus estudios de cocina. Vamos a remodelar la casa de la buela así podemos vivir los cuatro juntos. Siempre fue nuestro sueño. La abuela no va a tener problema y…──Cristian lo miró triste y negó.
──No Nahue, no es así. Vos tenes que hacerlo por y para vos. Nosotros nos vamos a arreglar igual. Nuestros sueños los vamos a concretar de una u otra manera pero, no te sientas en la obligación de hacer esto por nosotros. Lucha por tu sueño. Yo me acuerdo cuando de pendejo te disfrazabas con la ropa de Quique. Sé que vos siempre lo quisiste y si no lo hiciste antes fue porque pensaste que yo me iba a enojar. No hay nada más alejado que eso. Yo quiero que seas feliz haciendo lo que vos quieras y te guste, tenes la opción de hacerlo así que hacelo pa. Yo voy a estar orgulloso de vos porque soy tu hermano y te amo, lo que yo haya decidido o piense es un tema mio y no tiene que intervenir en lo que vos quieras y desees.
Nahuel no pudo evitar que las lágrimas brotaran y que un sollozo demasiado fuerte se escapara de su boca. ──Perdoname, en serio, lo único que quise siempre es que vos estuvieras orgulloso de mi y ahora…
──Ahora lo estoy. Siempre lo estuve y siempre lo voy a estar a menos que te mandes una cagada re grosa. Y no te tengo que perdonar nada, no seas boludo. Que yo tenga malos recuerdos no tiene nada que ver con vos. Y quédate tranquilo, que así como vos vas a luchar por tu sueño yo voy a luchar por el mio y a Juli lo vamos a mandar a probarse a River así todos cumplimos nuestras metas. Además si alguno falla los otros lo mantienen.
──Sos un idiota. ──Nahuel se rio.
──────
Lisandro quería ahogarse en un balde de agua con lavandina y morir ya sea porque le falte el oxígeno o por intoxicación. Habían pasado dos días y todavía no había encontrado la forma de comunicarse con Cristian.
La estaba pasando muy mal y esperaba que Cristian pudiera entender que tenía unos amigos muy idiotas. Ni bien llegó a trabajar arrancaron los problemas. Nina estaba muy enferma por lo que Lautaro no iría, cosa totalmente comprensible. El celular de Lisandro quedaba como teléfono oficial de comunicación en el caso de que algo más pasara con Nina. Por otro lado Nicolás se dedicó a hacer los trámites bancarios del día con el jefe y decidieron llamar a Enzo para cubrir a los chicos.
Paulo atendía a la gente, Rodrigo preparaba milanesas, Enzo atendía en mostrador y Lisandro cortaba y atendía la caja. Oriana había llegado para ayudarlos a limpiar y allí ocurrió la tragedia. Enzo quería pelearla porque estaba siendo, según él, “muy cargosa con la rejilla”. Por lo que le quiso hacer burla y sin fijarse limpió el celular de Lisandro haciendo que este vuele directo al tacho de agua con lavandina que estaba en el piso.
Luego de eso el aire se cortaba con cuchillo para untar manteca, todo estaba demasiado tenso. Enzo se disculpó varias veces al igual que Oriana pero solo ella obtuvo una respuesta, aunque cortante, del damnificado. ──Estabas haciendo tu trabajo, ya está.
Hoy el clima seguía igual solo que con la presencia de Lautaro y Enzo siendo un che pibe dispuesto a bajarle la luna a su amigo. Había ido a dos técnicos de celulares para que ambos le dijeran que era imposible de arreglar el problema y que lo único que podía hacer era sacar la memoria y el chip ya que eran las únicas cosas con vida útil.
──Licha, ¿queres que te traiga un helado de tramontina? ──Preguntó Enzo y todos se rieron, incluyendo Lisandro.
──No pa, y ya está, ya te perdone. Está todo bien te mandaste una cagada pero ya fue, me compraré un teléfono cuando pueda y listo.
──¿Entonces no queres helado de tramontina?
──Enzo, el helado es de tramontana, ¡tramontina son los cubiertos! ──le dijo Pablo Aimar, uno de los dueños, al entrar a la carnicería.
──Hola pa. ──lo saludó Paulo.
──Hola hijo, hola chicos. ¿Cómo va todo?
──Flama, como siempre. ──Nicolás le respondió saliendo del cuartito con Rodrigo.
──Sí, eso dicen las cámaras también. Ojo con tanta flama que todos nos vamos a enterar si prende fuego. ──le respondió con picardía. ──Licha, podes venir un ratito afuera conmigo, quiero hablar de algo.
El “uh” general hizo que pablo los mirara mal a todos mientras salían a la vereda con Lisandro. Allí los esperaba Lionel Scaloni, el otro dueño de la carnicería. Se temió lo peor.
──Cambia esa cara, Licha ──le dijo Lionel con una sonrisa ──, no te vamos a decir nada malo, al contrario. Igual esto fue idea de Pablo y Paulo.
──Mentiroso de mierda que sos, vos tuviste la idea.
──Bueno, no me digas así delante de Lisandro.
──Escuchame Lis, sabemos lo que pasó con el teléfono y la verdad es que tenemos este celu para darte, no es el mejor ni nada pero por lo menos lo tenes mientras te podes comprar el que queres. Pau lo compró pero nunca lo usó porque después consiguió el I-phone, esta bueno tiene como cuatro camaritas.
──Sí, yo tengo el mismo ──acotó Lionel. ──encima tiene una re buena linterna que se regula, está bastante buena para quemar hormigas.
──¿Por qué quemas hormigas, Lionel?
──Porque se comen las plantas, ¿no viste que se manduscaron mi malvón blanco? Las odio, bichos sin derechos.
Lisandro, que sólo los había escuchado atentamente mientras veía la caja del celular y sentía algo en el pecho, se animó a interrumpir la charla sobre hormigas. ──En serio muchas gracias, yo les prometo que se los voy a pagar. Pongan un precio y me lo van descontando.
──No seas boludo, pibe.
──No te hagas drama, Lis, es un regalo de nosotros y Paulo para vos. Siempre estuviste para nosotros, igual que Lauta y nos ayudaron mucho tanto con el negocio como con Pau, les vamos a estar eternamente agradecidos.
──Sí, eso es verdad. Podremos estar más viejos pero el corazón y el alma tienen más memoria que la cabeza y lo que ustedes hicieron por nosotros está guardado ahí.
Pablo se giró a verlo sorprendido de que su marido haya dicho tan lindas palabras ya que siempre solía ser un duro y un seco. Lisandro no dijo nada, solo se acercó y los abrazó con fuerza. Eran sus jefes, sí, pero también eran familia. Él tampoco se iba a olvidar de lo que hicieron por él mismo y su primo. Estaba, no en deuda, pero si agradecido de por vida con ellos.
──Bueno, bueno que me vas a hacer lagrimear. Anda a trabajar, que quiero irme de vacaciones; primero a recorrer la Argentina y segundo todavía tengo que decidir entre Brasil o Francia.
──Pero Lio, para eso necesitamos un montón de plata.
──Por eso le estoy diciendo que vaya a trabajar, creí que era claro.
──Bueno los dejo que hay que tengo que depostar y poner en marcha a mi chiche nuevo. En serio, muchas gracias.
──De nada Lis, anda tranquilo y decile a Pau que lleve milas para cenar, no tengo ganas de hacer otra cosa.
──Le digo, le digo.
Ni bien entró fue corriendo a donde estaba Paulo y lo abrazó. Todos los miraron confundidos y sin lograr escuchar que era lo que estaban diciendo.
──Era para tu cumpleaños porque la verdad el tuyo estaba para jubilar ya, pero bueno, regalo adelantado.
──Sos de terror, gracias Pau, en serio.
──De nada, ahora anda a poner el chip y escribile Cristian, toma ──le dio una libreta ──, la encontré de pedo, ahí esta el número de Chiqui.
──Dios flaco, viniste a solucionar mi vida.
──Y, son cosas que hago en mi tiempo libre. ──río. ──Anda que seguro te extraña.
──Ojalá.
Cuti🌱💚
+54 11 1812 2022
CUTI
HOLA
Dios, no sabes lo que me pasó
Enzo me tiro el celular a un tacho con agua y lavandina, lo lleve a todos lados para arreglarlo pero no había forma y no tengo la plata suficiente hasta dentro de un par de días y hoy Paulo y sus papás (mis jefes y falsos tíos) me regalaron uno. Lo primero que hice fue venir a escribirte y confirmar que el domingo vamos a pasear en familia porque si no me ahogo en el mismo balde que mi otro celular
Encima perdí todo, hasta que no vuelva a casa y lea el papelito de las contraseñas no puedo poner el mail para que me restaure la información del drive
Soy medio abuelo con la tecnología, me lo pegó Lauta
En fin, espero que me hayas extrañado porque yo sí, estaba que caminaba por las paredes (19:48)
Chapter 21: Tonadita
Chapter Text
Pasar toda la tarde jugando a la pelota con sus hermanos fue un planazo, realmente disfrutaban mucho estar juntos. Como siempre. Ir a su heladería favorita fue la mejor forma de terminar el día. Nahuel ahora estaba en la casa de Julián ya que había acordado ayudar en el almacen aquella noche, era una oportunidad perfecta para aprovechar un cumpleaños del barrio que le dejaría muchas ventas a Laura.
Cristian había optado por volver a su casa, estaba cansado. Sentía que sus ojos se cerrarían en cualquier momento. Ni bien cruzó la puerta Nelly lo recibió con una toalla y le señaló el baño, lo conocía. No pudo evitar un suspiro de placer cuando el agua cayó sobre su cuerpo. Lo necesitaba, estaba agotado y un baño siempre ayudaba a relajar. Entre el ruido de la ducha escuchó claramente el llanto de su hija, quien seguramente estaba sentada o tirada haciendo drama junto a la puerta.
Una vez que se terminó de duchar se vistió con la ropa que su abuela había envuelto en la toalla, un short de Belgrano y una musculosa, y salió del baño encontrándose a Lisa sentada frente a la puerta.
──Hija, tenes que empezar a implementar el concepto de espacio personal. No podemos estar pegados todo el tiempo. ──Lisa maulló en respuesta. ──Tóxica.
Le hizo upa y se acercó a su abuela que estaba en el comedor viendo una película. No la quiso interrumpir por lo que le dio un beso en la cabeza y murmuró un simple hasta mañana para luego irse a su pieza con su gatita.
Su celular había quedado en la mesita de luz. No tenía con quien hablar porque Lisandro se había borrado así que consideró inútil llevarlo con él, por eso se sorprendió al ver que la pantalla se iluminaba por una nueva notificación. Dejó a Lisa sobre la cama y lo tomó en sus manos. Tenía muchos mensajes y todos eran de él.
Licha🔪
+ 54 11 1812 2226
Dios, ya recuperé todo
Vos me vas a matar de amor
Acepto ser el otro papá de Lisa, me hace muy feliz que me incluyas en tu vida
Y en la de ella obvio
Seguro estás enojado porque no te escribí estos días, es por eso que no me respondes?
Perdoname, en serio
No estaba en mis planes que mi simio se mandara tal cagada
Dios encima te extraño
Y te quiero contar algo
Bah, preguntar
CUTI
CUTI
CRISTIAN
POR FAVOR RESPONDEME PORQUE VOY A CREED Y ME TIRO DESDE EL BALCON
Bueno no, eso sería condicionar tu reacción a mi aparición y obligarte de alguna manera a escribirme y no quiero que sea así
Quiero que sea porque queres
Y me extrañaste
Dios, yo te extrañé
Te extraño
No sabes lo tristes que son mis días sin tu “buen día brujito”
Ya no hay buenos días Bart, solo días
[Foto]
Esa es la cara de nuestra hija al ver que te agarró un ataque de acosador
Tini flashbacks
CUTI LISA HOLA
Hola brujito, cómo estas?
Puedo seguir viviendo feliz porque soy brujito de nuevo
DIOS, como lo extrañé
A Dios extrañaste?
A vos te extrañé
Sí, creo que eso lo leí unas cuatro veces
Y a Lisa la extrañé
Casi te hacemos juicio por abandono y pedíamos la cuota alimentaria
Estaba por contratar a Ana Rosenfeld
JAJAJAJAJJAJAJAJA sos un idiota
Yo también te extrañe, Licha
No te voy a mentir
Pensé que te habías cansado o te habías dado cuenta de que soy muy cargoso e invasivo, te enchufé una hija jajajaja
No, pero hablando en serio, todo el mensaje anterior es realmente lo que pensé y la verdad es que sería re comprensible
No quiero decirte cómo te tenes que sentir ni que hacer pero no tendrías que creer eso nunca
Me encanta que me hayas agarrado con una bendi, no sos cargoso ni invasivo, ese es mi rol
Hablando de ser intenso, invasivo y eso, te puedo llamar? Sé que es tarde pero quiero escuchar tu voz y tu tonadita, no aguanto al domingo
Si, si, obvio pero espera
Ahí te llamo yo, pido perdón de antemano si me duermo, no doy más
Estamos en la misma, de última nos dormimos juntos
Dale, ahí te llamamos con Lisa
• • •
(22:47)
Llamada entrante de Cuti🌱🤍
+ 54 11 1812 2022
──Hola…
──Hola ──un maullido suave se escuchó luego de que Cristian saludara. ── ¿La escuchaste? Ella también te saludó.
──¡Hola mi amor! Es el maullido más lindo que escuché en mi vida. ──soltó una risita──Amo que sigue maullando.
──Es Euy lindo menos cuando lo escuchas a las tres de la mañana porque se quiere ir con mi abuela. ──Cristian bufó frustrado lo cual a Lisandro le pareció extremadamente tierno y no pudo evitar morderse el labio para contener un suspiro delator.
──Mi vida, ella es una malcriada, como corresponde. Más te vale que la lleves con tu abuela todas las veces que quiera.
──Obvio, soy su sirviente fiel y padre malcriador presente. No como otros.
──Falte dos días.
──Dos días súper importantes para esta edad en la que forjan el vínculo de apego, Lisandro. Te tenes que tomar nuestra familia en serio. —Cristian se sentía cómodo, Lisandro lo notó. Bromeaba con tranquilidad.
──Me tomo nuestra familia muy enserio──su voz se volvió un poco mas seria para seguir el ritmo de la conversación──, estoy trabajando el doble para nosotros, para que Lisa y nuestros próximos hijos tengan lo mejor.
──Eso espero… ──la risita suave que largó Cristian fue como una droga para Lisandro. Sintió calidez inmediata y no pudo evitar imaginar escenarios en los que rieran juntos, cerca, pegados, abrazados. ──Licha, ¿qué me querías preguntar?
──Ah, sí, quería saber que cosas comes y que cosas no. Pero de manera específica. Es para pensar en el desayuno, almuerzo, merienda y demás para el domingo.
──No te hagas drama, yo me compro algo, tranqui.
──Cristian, eso no fue lo que te sugerí. ──la voz de Lisandro salió firme pero esta vez realmente seria.──Decime que comes y que no así pienso algo rico.
──Bueno, no me retes. ──fue una melodía, dulce y con fingida inocencia, la que acompañó el pedido de Cristian. ──No como carne, ni fiambre.
──Tiene sentido.
──Tarado. Leche y huevos sí.
──Y banana también, ¿no?
──Sos un idiota.
──Te regalaste, lindo.
──…
──No te enojes, dale, ¿qué más?
──Verduras, cualquiera, frutas lo mismo menos arándanos porque soy alérgico.
──Eso es bueno saberlo, no te quiero matar por darte una tostada con mermelada de frutos rojos.
──Eso es muy de trolo.
──Mira quien habla. Bueno, entonces voy a ver que comemos de rico el domingo.
──Pero vos podes comer carne adelante mío, no tengo problema.
──¿No me vas a tirar un cascotazo o algo?
──No, Licha, no te voy a tirar nada.
──Está bien, confío.
──Ay, Li, ¿sabes qué? ──Lisandro casi se desmaya ante el apodo y la ternura con la cual fue dicho. ──Conseguí una correa con pretal y un bolsito para llevar a Lisa el domingo.
──¿En serio? Buenísimo Cuti, yo estaba pensando donde podía comprar una.
──Si en serio, se la encargué al veterinario que la atendió la primera noche. Mañana las trae a casa.
──¿Le diste la dirección a veterinario pero a mí no? ──le preguntó con fingida indignación.
──Sí, pasa que ya tuve una cita con él, también se lleva bien con la nena.
──Cristian…
──Tiene un nombre raro, Dejan.
──Tiene nombre de soltero. ──la carcajada de Lisandro fue tan contagiosa que Cristian no pudo continuar con su personaje y se sumó a él.
──Sos muy malo en esto de los chistes.
──A Dejan lo dejan… es buenísimo.
──No. Y le di la dirección porque me la pedía para el formulario de Lisa, solo por eso. Es más, esta anotada con otro nombre. Cuando la lleve a vacunar tengo que decirle que arregle la ficha médica.
──¿Puedo ir?
──¿A dónde?
──A vacunar a Lisa, cuando le toque.
──Sí, obvio, así también te pongo en el formulario. Como otro contacto sumado a Nahue y Juli.
──Me parece bien. ──el bostezo no pudo ocultarse.
──Estás re cansado, ¿no?
──Sí, vos también tenes la voz cansada y se nota cuando te tapas la boca para bostezar. ¿Te aburro?
──No, Li, para nada. Es que estoy muerto. Estuve todo el día jugando a la pelota con los chicos y no doy más.
──Vamos a dormir entonces. Yo quería escucharte un rato y ya lo hice. Me siento bendecido por eso.
──Sos un trolo cursi, me gusta.
──Siempre a mis pies.
──Ya quisieras.
──Gracias por llamarme, tu voz me relaja. Además posta que no iba a aguantar hasta el domingo. Falta muy poquito, sigo en modo colegiala con eso.
──Ahora que me confirmaste que sigue en pie, tengo que admitir que yo estoy igual. Encima me lo estoy guardando solo para mi. Los chicos todavía no saben que él domingo tengo una cita con vos.
──¿No les contaste?
──Todavía no, no los quiero escuchar gastándome. Igual para mí ya deben saber.
──¿Y tu abuela?
──Ella no sabe, todavía no le conté nada. Es complicado.
──Entiendo.
──Pero igual ella si sabe que le estoy arrastrando el ala, dicho así por ella misma, a alguien. Eso quiere decir que se me nota mucho la situación.
──Ay la amo. Pero banca ¿Me estás diciendo que tengo competencia? ──chistes que no eran tan chiste, porque así era la forma que Lisandro, y Cristian también, tenían de preguntar cosas incómodas.
──Sí, Dejan.
──¿No serás muy chistoso?
──Somos exclusivos, Licha, a vos solo te arrastro el ala.
──Dios, me siento muy afortunado. ──No quería decir nada pero estaba seguro de que con solo hablar el otro podría darse cuenta de la enorme sonrisa que tenía e incluso de lo rosas que estaban sus mejillas.
──Deberías. ──respondió con algo que quiso parecerse a mucha seguridad pero que según su criterio había flaquedado en el intento.
──Bueno tampoco te agrandes Chacarita.
Ambos rieron y se quedaron en silencio, solo interrumpidos por los maullidos de Lana y sus ronroneos. Era un silencio cómodo, tranquilo, hogareño y cálido. Un bostezo no alcanzó para romper el aura pero si para saber que no iban a poder quedarse mucho más.
──Licha, ¿vamos a dormir? Se me cierran los ojos.
──Si, si, lindo dale, vamos a dormir. Descansa, mañana hablamos. Es promesa.
──Mañana hablamos, Li, te mando un beso. Y Lisa también.
──Les mando besitos a los dos.
──Mira que tenes que cortar vos porque yo te llamé.
──¡Pero yo di la idea!
──¿Y? Yo llamé. Dale, corta.
──Me caes mal.
──Sí, sí, lo que digas. Besitos, lindo, descansa.
──Besitos, soñá conmigo que soy un angelito. ──antes de que Cristian pudiera refutar Lisandro cortó la llamada.
Llamada finalizada (23:58)
• • •
Licha🔪
+ 54 11 1812 2226
Si hay una manera más linda de irse a dormir que peleando con vos no quiero descubrirla.
Hasta mañana brujito de gulubú, descansa
Te mando besitos porque ya me dijiste que no te gusta lo singular <3 (00:00)
Gracias por llamarme, tenes la voz más linda que escuché. Podría haberte dicho esto en la llamada pero soy puto no trolo jajajaja Amo tu tonada, háblame la vida entera. Descansa, hasta mañana lindo🤍
(00:00)
Y esa noche una familia entera durmió con el corazón calentito. Lisandro, Lisa y Cristian se durmieron prácticamente al mismo tiempo e incluso, podría decirse que soñaron con lo mismo, un domingo familiar prometedor.
Chapter 22: Ofertas
Chapter Text
Cuti 🌱🩶
+54 11 1812 2022
Buen día Cuti
Yo tampoco quiero saber si hay algo más lindo que pelear con vos
Anoche no vi el mensaje porque justo te mande uno yo.
Espero que tengas un lindo día
[Foto]
No es el contenido que prometí pero hasta que vaya a ver a las nenas no tengo nuevas fotos
Te mando besitos y hablamos en el día o a la noche <3 (07:05)
• • •
Música, gente bailando, mates y medialunas. Así encontró Lautaro la carnicería cuando llegó a eso de las once de la mañana por pedido de Lionel. El lugar estaba a reventar de gente y no solo de clientes habituales. Si bien había muchas caras conocidas, otras no lo eran. Cuando entró casi se desmaya. Lisandro, que hacía dos días no dejaba de tener un malhumor para veinte, estaba con una sonrisa enorme mientras bailaba con Celia y le entregaba una bolsa con mercadería. Mientras Rodrigo estaba cobrando en la caja, Oriana preparaba milanesas y Nicolás cortaba carne. La fila era larguísima por lo que Paulo estaba dando números para no perder el orden y atender a todos como correspondía.
──¿Quién me explica que está pasando acá? ──Preguntó con una sonrisa mientras pasaba atrás del mostrador y dejaba la mochila en el piso.
──Licha vino con una energía que ni te cuento. Llamó a Pablo y puso ofertas en milanesas de carne, pollo y bondiola. Hizo carteles para las ventanas, la mando a Ori a empanar, puso música y hace dos horas no paramos, boludo. No para de entrar gente. ──explicó Nicolás mientras le pasaba un papel a Rodrigo con lo que tenía que cobrarle a Lorena.
──Eso no es nada, trajo medialunas de lo de Chiqui, como cinco docenas y le convida a todos una mientras esperan. Va por la fila bailando con la gente y tomando pedidos. No sé qué le pasa. ──agregó Paulo. Lautaro la miró a Oriana quién le sonrió y con la cabeza señaló a Lisandro que bailaba con Chicho un tema de los palmeras.
──Yo creo que tengo una idea de lo que pasa. Déjenlo, tuvo unos días de perro y encima esto nos beneficia a todos. Estuvo bien. —se colgó el delantal y se fijó en el sujeta papeles cual era el número que seguía y gritó. ──78.
Cuando el último cliente se fue Lisandro cerró la puerta y bajó la persiana. Todos se dejaron caer en una silla o en el piso como en el caso de Lautaro y Paulo. Fue una locura el mediodía. Llegaron a repartir más de cien números y si bien la gran mayoría llevó ofertas de milanesa otros aprovecharon para comprar otras cosas. Tenían que reponer cortes y sacar los carteles de las ventanas ya que decidieron cortar las promociones o todo sería un desastre.
──Estas enfermo. ──Lautaro le dijo a Lisandro y se rio. ──Que bien te hizo volver a hablar con él.
──¿Con quién? ──preguntó Rodrigo.
──Con nadie. ──cortó Lisandro. ──¡Bueno che! ¿Uno no puede tener un buen día, lleno de energía y buena vibra? Encima les traje medialunas. Y encargué pastas en lo de Di María para almorzar.
──Te amo Lisandro, lo dejo a Paulo y me casó con vos. ──dijo Oriana mientras se tiraba sobre él.
──¿Desde cuándo vos y Paulito están juntos? ──preguntó Rodrigo. ──Me fui poco más de una semana y acá pasaron muchas cosas. Falta que el Toro me diga que se va a casar con Ale mañana nomas.
El último comentario fue una daga, sabían que no lo había hecho con mala intención pero esas eran cosas de Rodrigo, hacer comentarios que no van. ──Todavía no me pidió la mano ──le respondió Lisandro tratando de alivianar el ambiente tenso. ──, así que no puede.
──Bueno, bueno, basta de tanta charla. Vamos a limpiar un poco y a preparar la mesa para comer. ──Paulo se puso de pie y se acercó a los que estaban detrás del mostrador.
──Toro, vamos a retirar la comida.
Lautaro agarró la billetera de su mochila y siguió a su primo. Cuando salieron y cerraron la puerta lo agarró del cuello y lo despeinó. ──Trolo enamorado de mierda, ¡mirá como te cambió el humor!
──Vos también sos un trolo enamorado, idiota.
──Pero yo lo soy hace años, no podes comparar. ──se alejó y lo empujó. ──Contame, ¿qué onda?
──Nada, le escribí ni bien tuve el celular y cuando llegué a casa también. Te juro que me siento re cargoso pero lo extrañé. No te puedo explicar las ganas que tenía de hablar con él.
──Y lo gastabas al Ale cuando recién empezamos a salir.
──Callate que estoy contando.
──Trolo.
──Bueno, a la noche pude entrar a la copia de seguridad de whatsapp y vi lo que me había escrito. Boludo, soy el otro papá de Lisa.
──Te enchufaron una bendi, hermano, cagaste.
──No tengo ningún problema con eso, al contrario, estoy feliz. Bueno, a la noche cuando me respondió le dije si podíamos hablar por teléfono porque quería escuchar su voz. No sabes, tiene esa tonadita cordobesa, de rodillas me pone.
──¿Tengo que decir lo que sos?
──No hace falta, ya lo sé y lo acepto. En fin, hablamos casi una hora y fue re lindo. Se sintió tan familiar, eso me re sorprende. Y me gusta.
──Fuera del chiste de que sos un trolo intenso pero como ya te dije eso no es algo malo, me pone feliz. Te mereces sentir cosas lindas y estoy muy feliz de que este pasando. Espero que este flaco te aguante.
──No seas forro.
──Sabes que no lo digo de verdad. Si no se banca tanto es porque no lo merece, Licha. Es porque vos sos demasiado y él es muy poco. Aunque por lo poco que te saco de información; estamos ante tu alma gemela. Mira que hay que ser intenso para encajar una bendi de una.
Los dos se rieron. Durante el tiempo que habían hablado caminaron lo necesario para llegar a Di María, la fábrica de pastas. Tocaron timbre y su vecino salió. ──¿Cómo va chicos? ¿Todo lo que me encargaste Licha?
──¿Todo tranqui, Fide? No, no, lo especial lo pasó a buscar a la noche.
──Dale, dale, ahí les traigo.
──¿Especial? ──preguntó Lautaro con una sonrisa burlona.
──Sí, le pedí unas cosas del menú especial para el domingo. Son cosas que puedo congelar y recalentar.
──¿Me vas a contar a dónde lo vas a llevar?
──Los ──remarcó──, dónde los voy a llevar. Lisa va con nosotros también.
──Ah mierda, es primera cita, primera salida familiar, todo junto.
──Sí, estoy re contento.
──Se nota. No se van a casar mañana, ¿no?
──Idiota.
──Acá esta chicos. Les puse un pedacito de queso para rallar y pancitos que hizo Jorgelina.
──Mil gracias Fide. ──Lisandro le pagó. ──Cuando cerramos paso a buscar el resto.
──Dale, te espero. Acordate que cerramos a las ocho y media para poder dormir temprano a las nenas.
──Sí, sí, no te preocupes. Nos vemos después.
──Che, llevate el auto. ──Lisandro lo miró. ──El domingo, llevate el auto. Tenes los papeles todavía, ¿no?
──Sí, sí, los tengo. Gracias Toro, ¿pero ustedes no van a salir?
──No, no, Nina se va a ir a la casa de su mamá. Le toca el finde, así que Ale y yo nos vamos a quedar en casa dándole masa.
──Que guarango asqueroso.
──Íbamos a hacer pancitos, pelotudo.
──Sí, dale. Bueno, me llevo su auto. Mejor porque si no teníamos que ir en tren y nos iba a quedar el culo cuadrado. Además no sé si nos dejan viajar con la minina.
──¿A dónde lo vas a llevar, a la Quiaca?
──No te voy a decir y apuremos el paso que seguro se están comiendo entre ellos en la carni.
──Cómo si no lo hicieran siempre.
──¿Vos sabes?
──¿Vos pensas que soy pelotudo? Aparte el otro los vi a Ota y Rodrigo manosearse atrás de la cámara grande. ──largó una carcajada. ──Ellos nomas piensan que no se nota. Ale dijo que los había visto comerse para Navidad. ¿Por qué chota no nos cuenta de una?
──Con Pau nos preguntamos lo mismo pero bueno, ellos sabrán.
──Igual, sabemos muy bien porque no nos quiere decir Ota, es medio boludo si no nos vamos a enojar.
──Sí, igual sé que──antes de continuar decidió deshechar la idea──... olvídate.
──Sos un pelotudo, eso sé yo. ──Los dos se rieron y entraron al local. Habían puesto la mesa en el medio de la carnicería, con delantales limpios como mantel y algunos pedazos de pan. ──¿Por qué trajeron todo acá?
──No todos los días comemos pastas Di María, ni todos los días tenemos tanta buena energía, hay que festejar. ──respondió Oriana y al instante supieron que había sido idea de ella.
──Tenes razón, Ori. ──concordó Lisandro. ──No pasa siempre.
• • •
Licha🔪
+54 11 1812 2226
FLACO
Perdón, primero lo primero
Buen día Licha❤️
Una advertencia antes no viene mal
Mira lo lindo que sos, no me importa recibir más de este contenido
Cómo podes tener esa sonrisa?
Mira cómo se te achinan los ojos!
Ojalá no hubiera estado haciendo cosas y hubiera visto la foto más temprano, ya hubiera arrancado el día de otra manera
En fin, espero que este siendo un buen día
Hablamos cuando puedas, no te preocupes❤️ (14:49)
────────
──¿Cómo te fue? ──con esa pregunta lo recibieron sus hermanos en la plaza.
Tuvo sesión con el psicólogo después de casi dos semanas. Le contó sobre todo y se descargó. Fue un vaivén de emociones. Habló sobre todo lo lindo que venía pasando con Lisandro, con Lisa e incluso con su familia, la cual incluía a Emiliano, Mandinha y a su futuro sobrino o sobrina. Pero también tuvo que llorar mucho al hablar del hecho de que su hermanito, su gran compañero se uniría a la fuerza.
Tuvo que hablar sobre el pánico y el terror que tenía de que toda la dulzura y el cariño de Nahuel se esfumaran, desaparecieran para dejar paso al rechazo, la decepción y la ira para con él. Tal como había ocurrido años atrás con Quique, su hermano mayor.
Lloró, lloró muchísimo de angustia, pero también lloró de alegría, porque su hermano estaba luchando por sus sueños y eso era algo que lo enorgullecía profundamente. Después de un intercambio de palabras con Giovani se sintió muchísimo más aliviado y tranquilo, y logró terminar la sesión de la mejor manera, esperanzado y con entusiasmo por lo que vendría.
──Bien. Fue una buena sesión. ──les respondió mientras se sentaba junto a ellos en las raíces de aquel gran eucalipto que perfumaba la plaza. ──Ustedes por lo visto la pasaron bien. ──dijo señalando los potes de helado que estaban junto a ellos.
──Teníamos calor, también te compramos. ──Julián le dio un envase de telgopor. ──Chocolate amargo con almendras garrapiñadas.
──Ya sabemos, ya sabemos. ──empezó a decir Nahuel. ──Somos lo mejor que te pasó en la vida.
──Sin duda, después de Lisa, la ensalada de frutas y la buela son lo mejor del mundo.
──Anda a cagar boludito. ──lo empujó su hermano.
──¿Vamos? ──preguntó Julián──Se está haciendo tarde.
Los tres se levantaron y comenzaron a caminar. Nahuel se dio vuelta y vio a Cristian comiendo el helado con una sonrisa como cuando eran chicos. ──Los voy a extrañar. Pero voy a tratar de venir lo más seguido que pueda.
──Nahue, no vas a venir desde Córdoba todas las semanas. ──lo retó su hermano. ──Eso va a ser re cansador.
──Cuti tiene razón, pa, podes venir una vez por mes o cada dos meses. Vas a venir cada finde y vas a estar muerto.
──Sí, es verdad. Pero voy a tratar de mínimo una vez por mes venir a verlos. ──Ahora caminaban los tres abrazados o mejor dicho Nahuel colgado de los hombros de los otros dos. ──Ju, vos me vas a cuidar muy bien a Cuti como siempre pero también me tenes que tener al tanto de lo que pase con Lisandro.
──Yo te voy a contar todo, pa, olvídate. Si necesito desaparecer un cuerpo te llamo para que hables con tus futuros nuevos contactos.
──De una.
──Que tarados que son los dos. ──Cristian negó con la cabeza. ──El domingo me voy con él. ──hizo una pausa. ──Ese es mi plan. Por eso no voy a quedarme con vos, Ju.
──Que hijo de mil puta que sos, Cuti. ¿Por qué no nos contaste?
──Nahue, ustedes estuvieron de compinches todos estos días y casi no me dan bola.
──Es verdad, perdón. Es que estábamos organizándonos para que te sea leve todo.
──Lo sé.
──Bueno pero contanos algo, con Nahue queremos toda la data.
──Todavía no me dijo dónde vamos a ir, pero él se va a encargar de todo, hasta de la comida. Anoche hablamos por llamada y──Nahuel lo interrumpió.
──¿Anoche hablaron por llamada? Decime por favor que no fue llamada obscena porque voy y vomito en tus sabanas Cristian Gabriel.
──No idiota, no fue de ese tipo de llamada. Dijo que quería escucharme porque no aguantaba hasta el domingo y quería escuchar mi tonadita.
──Es un trolo. ──concordaron los otros dos al mismo tiempo.
──Cállense. Y bueno, hablamos y me preguntó qué cosa comía y que no. También le conté que compre todo para poder llevar a Lisa con nosotros.
──¿Le contaste del lindo de la vete? ──preguntó Julián.
──No es tan lindo…──acotó Nahuel.
──Sos paki, no tenes vela en este entierro.
──Le conté ──se rio──, no le dije que es lindo ni nada porque a mí no me parece tan lindo. Es normal, que se yo. Pero le conté porque bueno le dije lo de las cosas de Lisa y que es su veterinario. Me dijo que me va a acompañar cuando haya que vacunarla. ──sus hermanos se rieron. Eso iba a ser digno de presenciar.
Cuando llegaron a la casa de Nelly se encontraron a la mujer durmiendo en el sillón con Lisa en su cuello a modo de bufanda dormida plácidamente. No pudieron evitar sacarles una foto con el celular de Nahuel, la cual se convertiría en el fondo de pantalla de Cristian.
Julián se fue a su casa y una vez que los hermanos terminaron de bañarse se fueron a dormir. Aunque el único que lo hizo fue Nahuel quien no daba más de sueño. Cristian decidió ver si Lisandro le había escrito y sí, lo había hecho.
Licha🔪
+ 54 11 1812 2226
Primero: Donde está mi buen día brujito? Yo pago el servicio Premium no estándar
Dos: vos sos lindo, muy lindo
No sabes lo que fue la carni hoy, un mundo de gente. Todo por tu culpa. Pero no te voy a contar porque no va a ser lindo para vos
En fin, mi primo, Lautaro el papá de Nina me dijo que me va a prestar el auto para el domingo
Así que espero que seas buen copiloto y me hagas unos buenos mates en ruta (21:12)
Hola brujito <3
Sirve aunque no sea un buen día?
Igualmente yo no estoy viendo mis honorarios por el servicio ni premiun ni standar
Sí, sirve
JAJJAJAJJAJA Gracias por resguardar mi integridad moral
Uy buenísimo, si yo hago mates re ricos así qué despreocupate por eso
Cómo estás?
Ahora si te voy a saludar.
Hola Cuti 🩶
Todo bien, cansadísimo, se me están cerrando los ojos
Vos cómo estás?
Igual, pero quería saludarte y contarte que mis hermanos ya saben que nos vemos el domingo
Pánico
Qué te dijeron?
Nada raro, me pidieron data y dijeron que sos un trolo
No es mentira
Y más con vos, me lo dijeron todo el día
Estamos en la misma entonces
Falta que mi abuela me diga nomas
JAJAJJAJAJA Lautaro me volvió loco todo el día con vos
Dijo que en algún momento tenes que ir a comer a la casa y conocer a Ale y a Nina
A él también pero se omitió el tarado
Sí obvio, más adelante, en algún momento me gustaría conocerlos
Sí, tranquilo, no los voy a llevar el domingo JAJAJAJJAJA no paniquees
Me vas a hacer infartar, imbécil
Cuti
Perdón por lo que voy a decir
Pero
Te estas durmiendo?
Sí, te juro que no doy más
Está bien, no pasa nada. Anda a descansar que estuviste laburando a full y mañana te tenes que levantar temprano y tenes que tener energía
Mandame una foto de Lisa así puedo dormir bien
Eso fue una orden?
Sí.
[Foto]
Lisa está sobre el pecho de Cristian. Por culpa del calor y la falta de ventilador tiene que dormir sin remera así que la foto, en consecuencia, muestra bastante piel.
[Foto]
Al igual que antes es una foto de la pequeña gatita durmiendo en el pecho de Cristian la diferencia con la foto anterior es que esta está tomada desde abajó y se puede ver un poco la sonrisa de Cristian.
AH BUENO MUY LINDA
LISA CORRETE HIJA QUE QUIERO VER A TU PAPÁ
Cómo me vas a mandar una foto así?
Deja de dormir en tetas, trolo
Tengo calor flaco, déjame en paz
Unas ganas de ser Lisa para dormir con esas almohadas
Sos un idiota
No te voy a mandar más nada
Te rompo las piernas si no me mandas más fotos
Más
de estas fotos
Que agresivo que sos, no quiero eso para el entorno de mi hija
Nuestra hija.
Dios te pelearía más pero enserio me estoy durmiendo
Está bien, anda tranqui
Capaz mañana no te escriba mucho porque voy a pasar mi último día con Nahue que se va para Córdoba. El domingo te cuento mejor
Besitos para los dos y no te preocupes por mañana, cuando puedas me escribís
No hay ningún problema
En fin, descansa brujito, te mandamos besitos❤️ (22:59)
Lisandro no llegó a responder porque cayó completamente dormido mientras que Cristian, que tenía una enorme y genuina sonrisa, le hacía mimos a Lisa.
No podía esperar a que llegara el domingo. Decidió que prepararía un budín de limón o naranja para comer en el camino y separaría algunos yuyitos para hacerle probar en el mate. Se preguntó si Lisandro sería más de la menta o del cedrón, capaz le gustaba el burrito. En medio de todo eso una imagen se le instaló en la cabeza, Lisandro con Lisa, le pediría permiso para sacarles una foto juntos.
Sería un lindo recuerdo, salieran como salieran las cosas. Se durmió algunos minutos después con la sensación de que las cosas iban a salir bien.
Chapter 23: Polaco
Chapter Text
Cristian estaba abrazando a Nahuel como si su vida dependiera de ello. Habían disfrutado de todo el día con Julián y Nelly, viendo películas, comiendo cosas para nada saludables como helado, papas fritas, chocolates, caramelos y mil cosas más. Por querer mimar a su hermano hicieron maratón de sus películas favoritas; toda la saga de Hotel Transylvania. También le había comprado mil cosas ricas y golosinas para que se llevara en el viaje y estadia. Sabía que no iba a poder entrar eso en la sede pero podía dejarlo en su casa durante la semana. Julián imprimió varias fotos en formato polaroid de ellos, de Nelly, de Lisa y una de todos juntos en año nuevo.
La nostalgia los envolvió durante todo el viernes y más cuando Cristian les comentó que no iba a volver a la casa. Al salir del trabajo se iría con Emiliano y se quedaría allí todo el sábado haciendo reformas con ellos. Por lo que esta era la despedida definitiva entre los hermanos. Se iría antes porque no podía estar allí cuando su Nahuel se marchara.
Todos sabían que había dos motivos; uno era el dolor que provocaría su partida y el otro era el evitar cruzarse con sus padres. Y a pesar de que no podría estar más feliz por sus planes de fin de semana ahora solo quería morir allí, abrazado con su familia.
──Dale Cuti. ──la voz de Nahuel salió como un susurro, él también estaba destruido y no había dejado de llorar. ──No me estoy por matar solo voy a estudiar... pupilo... en otra provincia.
──Sos la peor persona del mundo para consolar. ──Cristian se separó y soltó una risa. ──Posta, ojala nunca me tengas que acompañar en algo más triste.
──Sos un trolo, encima que me llenas de lágrimas y mocos la remera me reprochas que no soy bueno dándote ánimos, así sos. ──suspiró──Voy a estar bien y vos también.
──Ya sé, somos fuertes, pasamos por mucho y sobrevivimos. ──puso sus manos en los hombros de Nahuel y lo miro a los ojos. ──Estoy terriblemente orgulloso de vos y de lo que vas a hacer. Nunca te olvides de eso. No pude tener un mejor hermano que vos y me hace inmensamente feliz que luches por tus sueños, Nahuelito. ──Los ojos de su hermano se llenaron de lágrimas. Nelly estaba siendo abrazada por Julián, ambos emocionados viendo la escena. ──No tengas duda alguna, de que siempre te voy a apoyar y siempre voy a estar orgulloso de vos.
Nadie dijo nada. No hizo falta. Los cuatro se abrazaron fuerte. Ellos eran una familia. Unida, hecha de retazos, pero feliz. Una bocina se escuchó y Cristian recordó que estaba esperando el pedido de la veterinaria. ──Anda, que son las cosas de tu hija. ──Julián rompió en abrazo y lo empujo a la puerta. ──Dale que ya se tienen que ir para lo de Pala.
──Bueno eh, no me eches. ──reprochó falsamente indignado y salió al patio. La camioneta de la veterinaria Kuluvets estaba parada justo frente al portón. Una vez que lo abrió el chico que conducía bajó con las cosas que Cristian había encargado.
──Buenas tardes o noches, ¿cómo estás? ──le sonrió.
──Hola, todo bien, ¿vos?
──Bien, gracias, ¿y la gatita?
──Está a upa de mi abuela, es una malcriada.
──Mientras tenga cariño y salud, está perfecto. ──Cristian noto que el chico no dejaba de sonreírle y que parecía querer decir algo más pero no se animaba. Esperaba estar equivocado. ──Bien, acá tenemos; collar, placa, bolsito transportador, platitos plegables y, de regalo por la compra, una correa con pretal.
──Ay no hacía falta el regalo.
──No es ningún problema, es una atención por la excelente compra que hiciste.
──Bueno, muchas gracias. ──le sonrió ──Lisa va a estar contenta.
──¿Le pusiste Lisa al final? ──Cristian asintió recordando que cuando fue a la veterinaria solo la anotaron como michi. ── ¿Cómo la de los Simpson?
──Sí, cómo ella pero no por ella.
──Ah, claro, entiendo. Bueno, creo que ya está todo porque pagaste con transferencia así que me voy yendo.
──Muchísimas gracias.
──No, por favor. Disculpa que no vine más temprano pero estuve complicado. ──se estaba por subir a la camioneta cuando pareció recordar algo y volvió. ──Discúlpame por esto pero, ¿tenes planes para mañana o el domingo? Me gustaría invitarte a tomar algo o a dar una vuelta.
Cristian sintió que se le bajó el azúcar. Sus hermanos tenían razón cuando le dijeron que el veteriario le había hecho ojitos. No sabía cómo responder con una negativa y de los nervios se le escapo una sonrisa pero cuando lo notó rápidamente busco la manera de que no fuera malinterpretada.
──Uh. Eh, si tengo planes.
──Ay, bueno pero podemos hacer algo otro día. ──Los nervios del veterinario eran notables y Cristian quería que lo tragara la tierra. ──O alguna noche en la semana. Ir a cenar o ver una película.
──No, pasa que estoy empezando a salir con alguien y la verdad es que estoy muy interesado en esa persona. ──No quería dejar lugar a una esperanza que no era viable.
──Ah ──la decepción inmediata fue palpable. Su sonrisa se había apagado un poco──, claro, entiendo. Perdón, no me di cuenta de preguntar eso antes.
──No te preocupes, no hay problema.
──Bueno, supongo que me voy a conformar con ser... ¿veteamigos? ──Dejan se rio, sabía que estaba siendo estúpido.
──Sí, supongo que sí. ──A Cristian le dio ternura e incomodidad el nerviosismo del chico. ──Te vamos a ir a visitar con Li.
──Los voy a esperar. ──Cristian no aclaro a que Li se refería y permitió dejar que el chico se vaya creyendo que hablaba exclusivamente a la gatita.
Camino al interior de su casa y se encontró con sus hermanos, abuela e hija sentados junto a la ventana. No era idiota, habían estado espiándolo. Negó y agarró a su hija. Colocó sobre la mesa su bolsito transportador y la instó a entrar. Lisa no puso reparo y se metió al instante. Cristian colocó un pequeño peluche de cocodrilo, que en algún momento le regalaron en McDonald's, y ella lo abrazó de inmediato.
──Cero drama mi ahijada. ──Dijo Nahuel mientras cerraban el bolso.
──Re confiada la laucha. ──concordó Julián. ──¿Te invito a salir el polaco?
La carcajada de su abuela inundó el lugar, como siempre, era hasta casi musical el estruendo. Nahuel le había pegado un codazo a Julián por ser tan directo. ──¿Es polaco? ──preguntó mirando a su hermano.
──Que se yo, con ese apellido puede ser cualquier cosa.
──Vamos a lo importante ──los cortó Nahuel ──, ¿te invitó o no?
──Sí.
──¿Y qué le dijiste hijo? ──ahora su abuela se había sumado.
──Qué no.
──¿Por qué?
──Porque ya tengo cosas que hacer, Juli. ──el nombre lo pronunció entre dientes. Sabía lo que quería hacer.
──Pero podías decirle para hacer algo otro día, Cuti.
──No. ──si pudiera los asesinaría a los dos.
──Eso porque no e' este el que te arrastra el ala, ¿no? Con ese va a salir el domingo. No me contas nada últimamente, Cristian, ya vas a venir.
──Ay mi viejita linda, ya te voy a contar pero cuando estemos solos con una birritas bien frías y maní. ¿Te va?
──¿Cuándo se van ustedes? ──preguntó automáticamente a los otros presentes haciendo que todos rieran.
• • •
Alexis los había ido a buscar con Enzo y Nina a la carnicería. Iban a comer algo en su casa como era de costumbre una vez a la semana. Rodrigo, Paulo y Oriana iban en la camioneta con Nicolás. Mientras que Lisandro había sido arrastrado por su ahijada al auto con ella, sus padres y el "mimio" Enzo.
──Enzo, tapate los oídos que quiero preguntarle algo a Licha. ──Alexis manejaba pero quería hablar con su cuñado antes de llegar a la casa con todos.
──¿Para qué? ──preguntó exaltado──No, después me pierdo todo.
──Bueno pero no podes decir nada de esto, al menos no a Rodrigo.
──Prometo cerrar el ojo. ──Ese juego de palabras era algo que utilizaban siempre que la nena estaba presente en un afán de evitar que repitiera malas palabras.
──Bueno. ──frenó el auto en el semáforo──¿Licha, como estas con lo de ver al falso Chiqui Tapia el domingo?
──No wacho ──interrumpió Enzo antes de que Lisandro pudiera responder──, ¿vas a ver al hermano de mi novio? ¿Puedo ir? ¿Va a ir mi marido? ¿Qué me pongo? ¿Qué llevo? ¿Dónde vamos? ¿Día o noche? ¿Casaca de River o las footy con luces?
──Mimio ──Nina le habló y luego puso su dedo índice en la boca y sopló dándole a entender que debía callarse.
──¡Qué orgullo mi hija, loco! ──exclamó Lautaro y todos, incluso Enzo, se rieron.
──Estoy bien, Mufi. Un poco ansioso pero bien. Ya tengo casi todo listo para la cita. Y Enzo ──lo miró con una sonrisa──, Julián no va a ir, es una cita para Cristian y para mí, nada más. Si queres salir con el flaco invítalo.
──Dame su número.
──No lo tengo.
──Dame el de tu wacho así se lo pido.
──Soña.
──Bueno pedile el de mi marido y pásamelo. Lo más rápido posible porque mi vida no puede seguir si no me lo como de nuevo.
El auto volvió a avanzar mientras en el asiento de atrás Lisandro y Nina peleaban con Enzo. El primer mencionado decidió ser buena persona y pedirle a Cristian el número de Julián. No habían hablado mucho más que para saludarse y responderle que disfrute el último día con su hermano.
Cuti 🌱🤍
+ 54 11 1812 2022
Hola lindo
Te puedo pedir un favor para mi simio?
Quiere hablarle a Julián
Cuando puedas y si él quiere, me pasas su número así se lo doy y le escribe?
Gracias, suerte en el trabajo, trata de que no te caguen a piñas o de chocar
Te quiero sano para el domingo
Si terminas en silla de ruedas que sea mi culpa
Onda
Bueno, sí
Lo dije con ese sentido
Chau, besos a Lisa<3 (20:59)
• • •
Cristian dejó a Lisa en la casa de Exequiel. Fue muy divertido ver como la madre de su remisero favorito prácticamente le había sacado de las manos el bolso y la mochila con la comida y demás. Luego de cruzar la calle saludó a German y Guido que estaban en la puerta esperando a su llegada.
──Buenas y santas, muchachos.
──Hola Cuti, ¿cómo va? ──saludó Guido.
──Acá andamos. ¿Ustedes? ¿Cómo está la noche?
──Todo bien, está muy tranqui todo pero es temprano y hoy no hay show así que está bastante bien. ──respondió esta vez German.
──Bueno, mejor. Así no tenemos bardo. ¿Los chicos llegaron?
──Sí, sí, hace un rato ya.
──Joya, lo voy a buscar al Emi y les cambiamos el puesto. Hoy les toca pista.
──Dale, anda. Debe estar en barra, Juancito está en los baños.
Cristian asintió e ingresó al bar. Era verdad, no había mucho movimiento. La gente se encontraba en las mesas tomando algo y conversando. Todo estaba tranquilo, pero era temprano. Como mucho las diez y media. Todavía quedaba una noche larga por delante.
Cuando llegó a la barra sacó de su mochila un alfajor que compro para Mandinha y un turrón para Leandro. Había decido poner pausa a la guerra fría que el mantenía con el barman. Ya hasta era estúpido el motivo de su distancia y lo extrañaba mucho, después de todo ya había pasado un buen tiempo del motivo de su pelea y era hora de dejar eso atrás.
──¡Hola, cielo! ──su amiga lo saludó con una enorme sonrisa. Cristian amaba verla así, se lo merecía. Ojalá esa alegría fuera una constante en su vida, esperaba que en esta nueva etapa si fuera así.
──Hola, Mandi. ¿Cómo estás? ──le dio un beso en la mejilla y le sonrió. ──¿Y Emi?
──Estoy bastante bien, y muy contenta por el día que vamos a tener mañana. Creo que emocionada es la palabra. Ah, y Emi está acá atrás ayudando a Lean a sacar unas cajas de vino y fernet.
──Oka. Toma ──le extendió el alfajor con una sonrisa──, era este el que te gustaba, ¿no?
──¡Ay, sí! ──Salió de atrás de la barra y lo abrazó. ──Justo hoy le decía a Emi que no lo conseguía por el barrio y tenía mucho antojo de uno. Muchas gracias cielo.
──¿Y para mí? ¿No hay nada? ──Leandro salió de atrás con una caja y una sonrisa cálida como todos los días. Siempre actuaba como si su amistad no se hubiera desgastado y es que en parte no lo había hecho, la cordialidad la había reemplazado ya que trabajaban juntos y se podría decir que era algo similar. Pero faltaban cosas, cosas que ambos querían recuperar.
──Toma, este es para vos. ──cuando le dio el turrón Leandro sus ojos brillaron con alegría y un poco de nostalgia.
Cristian podría fingir demencia y hacer de cuenta de que no recordaba que aquella era la golosina favorita del barman y que cuando iban al colegio siempre se compraba cuatro, dos para cada recreo pero no lo hizo y le regaló una sonrisa. Aunque faltaba una charla fuerte e importante entre ellos, este era el inicio de una nueva etapa en su historia.
──Gracias Briel. ──ese apodo le robó una sonrisa aún más grande. Siempre había sido propiedad de Leandro, era el único que le decía así y era la forma que el chico había encontrado para sentirse un poco especial al lado de Julián.
Emiliano, que estaba parado detrás de Leandro le hizo la seña con los pulgares arriba a Cristian. Él había sido uno de los que vio cómo su amistad quedaba enterrada por alguien que al final del día solo había hecho daño a todos.
──Bueno, trastornos y mi amor ──dijo haciendo que Leandro y Mandi se giraran sorprendidos porque no lo habían notado. ──, hay que trabajar.
──Dale, vamos que nos toca puerta. Mandi, ¿te puedo dejar el celular así me lo cargas?
──Sí, dale, y déjame la mochi que la guardamos atrás.
──Bancame que respondo y te lo doy.
Licha 🔪
+ 54 11 1812 2226
Hola Li❤️
No podes ser tan guarango
Primero invítame a tomar algo JAJAJAJJA
👤 Juli 🕷
+ 54 11 1812 2209
Ahí está, justo hoy le dije a Juli que era un boludo por no pedirle el número y me dijo que si lo hizo pero que Enzo se puso a hablar de gallardo y terminaron medio llorando los dos y después chaparon
Tenían un pedo
En fin, me voy a trabajar que estoy con lo justo
Besitos trolo (22:47)
──Ahora sí.
──La sonrisa hermosa que pones, Cris, me pone muy contenta. Mañana me vas a tener que contar todo. ──Mandinha agarró el celular.
──Sí, mañana te cuento bien todo. Vamos a tener todo el día.
• • •
Parecía imposible para Nicolás y Rodrigo estar a más de medio metro de distancia. Toda la noche se persiguieron para todos lados. Si uno iba a la cocina el otro también para "ayudar". En uno de esos momentos en el que se fueron solos Alexis se animó a preguntar lo obvio obteniendo como respuesta un confirmación.
──¿Y por qué no blanquean? ¿Será que saben que somos todos iguales? ──preguntó Oriana al resto del grupo. ──Hasta yo soy bisexual.
Alexis se levantó para tomar en brazos a Nina y alejarse en dirección a los juegos del jardín con el fin de evitar que escuchara ciertas cosas en el caso de que le respondieran realmente a Oriana.
──Yo creo ──habló Paulo mientras se preparaba un pancho con salsa golf. ──, que los dos quieren ir despacio por sus reputaciones. ──No queriendo meterse en un terreno que pusiera a todos incómodos arrojó la conversación hacia otro lado. ──Siento que su recaudo no es con nosotros sino con ellos.
──Supongo que podes tener razón, después de todo tiene mucho sentido. ──concordó ella.
──Hay una canción de Taylor que lo explica. ──respondió Lisandro con seriedad haciendo que todos se rieran.
Cuti 🌱🤍
+ 54 11 1812 2022
Hola lindo, muchas gracias
Y vos sos más trolo
Suerte hoy, besitos ❤️
Simio
+54 11 1812 2225
Acá está trolo
Comportate no seas un camión de chele
👤 Juli 🕷
+ 54 11 1812 2209
Jujuu
Cheto, decile gracias al chiqui
──Che ──les llamó la atención Lautaro quien era el que tenía a Nina dormida en brazos ahora──, ¿quién está poniendo la música? ¡Me sacaron a Ciro!
──Espera a que arranque una canción y vas a saber, amor.
Y así fue, dos segundos después Tini sonaba en el parlante y Rodrigo salía de la casa haciendo la coreografía. Mientras Nicolás lo seguía con una sonrisa.
Chapter 24: Bebé
Chapter Text
El sillón era cómodo y aun así no lograba conciliar el sueño. Lisa estaba encantada con la camita que Mandinha le había hecho con un viejo buzo de Emiliano y un almohadón. Estaba toda desparramada juntó a su peluchito de cocodrilo. Cristian decidió que era contenido de calidad para Lisandro así que le sacó una foto.
Licha 🔪
+ 54 11 1812 2226
Buen día! Acá tu hija durmiendo pancha como si estuviera en su casa
[Foto]
Ay, no me mates, es re temprano, no vi la hora
Buen día lindo
Mirala a la loca
Banca, no está en su casa?
No te preocupes por la hora, en un rato me tengo que levantar pero no podía dormir
Yo tampoco puedo dormirme
No, no estamos en casa
Vinimos a lo de mi amigo, el que va a ser papá porque, los voy a ayudar a hacer unas reformas en una habitación para cuando nazca el bebé
Vos por qué no podes dormir?
Emiliano era, no?
Sí, sí, Emi
Qué lindo, después mostrame que haces porque si no voy a creer que hizo todo la nena
Qué nena Marielena?
Imbécil
JAJAJAJA sí, después te muestro que vamos haciendo
Ahora decime por qué estas nervioso?
Por mañana, boludo
Quiero que pase rápido hoy así ya los voy a buscar a Creed y tenemos nuestra cita
Estoy volviendo locos a todos con las cosas que preparé y con el lugar
Volveme loco a mí y contame
Ya te vuelvo loco a vos, lindo, a mis pies te tengo
Ves que sos un idiota?
Creo que establecimos eso desde el primer momento
Che, me tengo que ir a laburar
Anda así me mantenes y dejo de ser patovica
Ay pero eso me calienta
Además me da entradas gratis y consumiciones
Mejor manteneme vos a mí
Ni en pedo
JAAJJAJAJA bueno me voy, después te escribo
Besitos para Lisa
Te manda besos también
Y vos?
Vos no me mandaste a mi
Yo no regalo besos así nomás, que te pensas?
JAJAJAJAJA te mando besitos Cuti <3 no te pongas celoso de la bendi
No te aguanto chau
JAJAJJAJAJAJ chau lindo (07:28)
Lisandro se levantó de la cama y fue directamente a sacar del freezer varias cosas que había comprado para cocinar y llevar a la cita de mañana. Quería dejar casi todo listo ya que había acordado con los chicos salir un poco más temprano de la carnicería junto a Paulo y Oriana para preparar la comida y demás.
Una vez que pasó todo a la heladera se fue a bañar. Los nervios se lo estaban comiendo. Estaba demasiado ansioso y preocupado porque funcionara, tenía mucha ilusión. Nunca le salen bien las cosas de este estilo y la última vez que estuvo en una relación las cosas terminaron porque él no tenía nada para ofrecer.
¿Y sí Cristian creía lo mismo? Que no tenía nada para dar. Que era un simple carnicero paria que no es nada en la vida. Negó con la cabeza bajo el agua y se dijo a sí mismo que eso no iba a ocurrir porque Cristian no sería así, lo presentía. Salió del baño y se vistió rápido. Si bien no tenía tanto apuro como otros días porque Nicolás lo pasaría a buscar en la camioneta, tardó bastante por culpa de los malos pensamientos.
Agarró las llaves y cuando estaba apagando las luces la bocina particular de la camioneta de Nicolás anunció su llegada. Cerró la puerta y cuando abrió la reja se encontró con su amigo.
──Buen día muñeco, ¿te llevo? ──le dijo con una sonrisa mientras bajaba la ventanilla.
──Sí por favor, pero no te voy a entregar nada.
──Entonces anda caminando. ──los dos se rieron y Lisandro se subió al vehículo. ── ¿Cómo estás?
──No queres saber──suspiró mientras se ponía el cinturón──, ¿vos qué onda?
──Mira, cuando la gente pregunta por algo es porque tiene interés en saber sobre eso.
──Estúpido ──respondió seguido de un codazo ──, no fue la mejor mañana. Estoy preocupado. Vos sabes que no me suele ir bien en eso de las citas y estoy muy ansioso y con terror de que salga todo como el reverendo ojete. Viste como se fue todo a la mierda con Muri.
──Sí sale todo mal no va a ser tu culpa, va a ser del otro. ──lo miró── O bueno tambien puede que nadie tenga la culpa y solo algo que tenía que pasar de esa manera. Igual si es culpa de él voy y le rompo las gambas, vos sabes.
──Sí, lo sé. Me das miedo a veces.
──Ay no te hagas es santo ni el bueno que somo' pocos y nos conocemos mucho
──Bueno che. Cuchame, ¿te acordas de que hoy salgo temprano no?
──Sí boludo, si fui yo el que te dio la idea.
──El tonito, el tonito. ──le dijo de forma burlesca.
Después de recorrer un par de cuadras en silencio para poder escuchar la radio y saber cómo iba a ser el clima del fin de semana Nicolás frenó en una esquina y suspiró pesadamente.
──Estoy saliendo con Rodrigo. ──su voz salió firme pero a un volumen bajo, como con intención de desaparecer. ──Estamos saliendo hace dos meses. Ya somos novios y lo sabe mi familia.
Lisandro se quedó callado. Dos meses era bastante y el hecho de que la familia lo supiera pero ellos no lo hizo sentir mal.
──Sabía que estaban juntos, no pensé que hace tanto o que tu familia ya lo sabia pero, si me di cuenta ──decidió omitir el detalle de que todos los demás también estaban al tanto de la situación──.
──¿Qué pensas?
──¿Sos feliz?
──Sí, mucho.
──Es lo único que me importa. ¿Por qué no me contaste antes, Ota?
──Sé que la relación con Rodrigo es complicada, no solo de tu parte sino de todos. Yo sé que él se la manda, que dice y hace boludeces pero, no es malo. Me permití conocer otra parte de él y siento que él se escondió detrás de todo lo que hizo y se dice de él.
──Mira Nico, él conmigo se porto como la mierda, igual que con el Toro y Ale, hablando cosas que nada que ver con tal de quedar bien parado. Los lastimó muchísimo. Pero eso es; primero un tema nuestro y segundo pasado. Nosotros queremos que vos seas feliz y si es con Rodrigo bienvenido sea.
──Gracias, Licha. Igual no le cuentes a nadie, vamos a esperar para decirlo.
──No me tenes que agradecer. Esta bien, tómense su tiempo. Ah, eso sí, si te llega a hacer algo lo hacemos desaparecer.
Ambos rieron y dejaron que la conversación divagara en otros temas. Cuando llegaron a la carnicería se encontraron con los demás y una ayudante especial, Nina.
──¿Enzo se quedó dormido?
──No, tenía que hacer un tramite y al mediodía la viene a buscar para llevarla a casa. ──respondió Lautaro.
──Mimio no ta. ──le dijo su ahijada mientas pedía que le hiciera upa.
──Mejor porque no se baña y tiene olor. ──Lisandro le apretó la nariz y la hizo reír. Luego ingresaron al local y se dispusieron a organizar todo.
──Vamos, vamos ──gritó Lautaro mientras aplaudía──, hay que trabajar.
• • •
──Me pone muy feliz que hayas decidido recuperar el vínculo con Lean, te extrañaba mucho y yo los extrañaba a los dos. ──Emiliano estaba terminando de ajustar la nueva lámpara que habían colocado en la habitación mientras Cristian limpiaba el socalo que había sido levemente manchado con la pintura verde de la pared.
──Yo también lo extrañaba. Igual todavía nos debemos una buena charla pero me canse de no tenerlo en mi vida, es una de las personas que más quiero, siempre estuvo en mi vida. Es importante.
──Además, al fin y al cabo solo fue una víctima más por decirlo de alguna manera.
──Dibu ──le llamó la atención──, no vamos a entrar en ese tema hoy. Hay que seguir cargando este lugar de buena energía y si lo nombramos es posible que se caiga el techo.
──Me encanta como quedó ──Mandinha entró a la habitación con un barbijo. No la habían dejado entrar antes por el polvo y posteriormente la pintura. ──, esta precioso. Bebé dice que es un muy buen trabajo del papá y su padrino.
Cuando terminó de decir aquello a Cristian se le cayó una brocha al suelo. Emiliano, que se había bajado de la escalera, estaba mirandolo con atención mientras su mujer lo abrazaba.
──¿Qué? ──fue lo único que pudo decir.
──A Mandi y a mi nos encantaría que fueras el padrino de bebé. No podríamos confiar en nadie más que en vos para su cuidado y protección.
──Siempre estuviste para nosotros en los momentos lindos y feos, así como en el embarazo anterior. ──sonrió con lágrimas en los ojos. Los tres ya estaban llorando. ──Y nos cuidaste, tanto a Emi como a mi. Y ahora cuidas de nuestro bebé. Te elegimos porque sabemos que aunque todavía no llegó ya es muy amado por vos.
──Y esperamos que aceptes boludo porque la verdad es que no tenemos otro plan y no lo veo al jefe siendo un buen padrino.
Cristian se acercó y los abrazó fuerte a ambos. ──Má vale que acepto ser el padrino del bebé o la bebé. Lo voy a malcriar un montón.
──De eso no tenemos ninguna duda.
Lisa se escabullo entre sus piernas y maulló por atención. Mandinha la tomó el brazos y le dio un beso. ──Y ella va a tener un primito o prima con quien roncar.
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Cuti 🌱🤍
+ 54 11 1812 2022
Buenas
Mira, pintamos la habitación, cambiamos el piso, colgamos cortinas, arreglamos el ropero y cambiamos las luces
[Foto]
Faltan los muebles pero esos los van
Ay, no sabes
Me eligieron como padrino
A mi, entendes?
Voy a tener un minihumano para malcriar con libertad
Lloré
Y ahora también
Bueno, ahora nos vamos a trabajar de nuevo, arrancamos más temprano así mañana no laburamos
Besitos, cualquier cosa llámame
Para cancelar o lo que sea
Ojalá se pase rápido la noche porque te quiero ver (20:24)
Lisandro no abrió los mensajes pero los leyó en la barra de notificaciones. No podía responderle en ese momento porque seguramente le terminaría contando lo que estaba haciendo.
Paulo y Oriana lo estaban ayudando a cocinar. Había comprado muchas cosas distintas y todas aptas para Cristian. Consiguió unas falsas pechugas de pollo hechas de proteína de arvejas y las preparo en falsos tacos. Le había encargado a Di María unos canelones de acelga y salsa blanca. Sus amigos prepararon galletas de coco y chocolate y pancitos de queso.
Él estaba teniendo la tarea más difícil en este momento. Se le había puesto en la cabeza el recuerdo de las lentejas con forma de pollo y se negaba a no hacerlas así que en eso se encontraba ahora. Compro un molde como los de conejos de pascuas pero de pollo y con las lentejas hechas puré comenzó a rellenar y darle forma.
No fue fácil, estuvo un rato largo pero lo logro. Una vez que terminó lo condimento y lo metió en un tupper con verduras para preparar ensalada en el lugar.
──Li, ¿no te parece mucha comida? ──preguntó Oriana.
──No, la idea es que después se lleve lo que quede para comer en su casa y no me extrañe.
──¿Estás haciendo un amarre con la comida, Lisandro? ──preguntó de forms acusatoria Paulo.
──No seas tarado amor, Licha solo usa luz y manifestación, no se rebaja a hacer amarres.
──Exacto, yo solo lo amarro con mi belleza.
──Buena, adonis. ──rieron los tres. ──Anda a dormir, nosotros lavamos las cosas. Sino mañana vas a ser un peligro.
──Sí, sí. Gracias por la ayuda, en serio.
──De nada carni, siempre contas con nosotros. Ahora anda.
Y mientras sus amigos ordenaban la cocina él les hizo caso y se acostó, en menos de dos segundos estaba soñando con el auto, Cristian y Lisa, escuchando música y disfrutando del paisaje.
Chapter 25: Cita
Chapter Text
Licha🔪
+54 11 1812 2226
Buen día o buenas noches
No sé qué aplica para vos
Tipo siete llego a Creed, te parece bien?
Buen día supongo que está bien jajaja
Dale, buenísimo
Sino estoy en la puerta mándame un mensaje que seguro estoy en la remiseria
Dale, nos bamos en un rato
Vemos*
Perdón son los nervios
No pidas perdón, estoy igua
Nos vemos en un rato (05:59)
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Club Atlético Nelly Romero
Nahue, Juli y tú.
Juli: Este mensaje es para que sepas que hoy va a salir todo más que bien. No paniquees, se te permite estar nervioso porque es normal pero no estes asustado porque va a estar todo bien
Nahue: No tenemos ninguna duda de que antes de que vuelvan ya van a estar hablando sobre la próxima cita
Juli: De que va a ser la torta de su casamiento
Nahue: Donde se van a ir de luna de miel
Juli: Cuantos hijos más van a tener
Nahue: Y no tenemos dudas porque va a salir todo bien
Te amamos, disfruta mucho hoy y permitite ser tratado como te lo mereces
Juli: Si se llega a zarpar (de mala manera) acordate que tenemos contactos. Un ataque coreano y una macumba brasilera
Los amo, son unos imbéciles
Justo iba a venir a compartir mi ataque de pánico
Gracias por conocerme tan bien
Crucen los dedos
Nahue: ❤️❤️
Juli: ❤️❤️
Trolos
...
❤️❤️
(06:24)
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Cristian bloqueo el celular y se giró a ver a Leandro. Tenía una cara de muerto, seguro no daba más de sueño pero era terco como mula y no había aceptado irse a su casa dejándolo solo.
── Lean, en un ratito viene. Anda tranquilo que yo me voy a buscar las cosas a lo de Pala y me quedo ahí en la remiseria.
── ¿Seguro? ──preguntó mientras se refregaba los ojos──No tengo problema en quedarme acá.
──Te estas durmiendo contra la pared, boludito. ──sonrió──Anda tranquilo. Además vos tenes que trabajar hoy otra vez y no vas a estar durmiendo todo el día.
── ¿Quién te dijo que no? ──se rio. ──Vamos que te acompaño a la remi y de paso ya saco la moto de ahí.
──Un día la mamá de Pala nos va a sacar cagando por usarle la casa de estacionamiento y guardería.
──Ay, cierto que ahora sos papá y le dejaste a tu bendi. Me la podrías presentar, ¿no?
──Sí, sí. Ahora te presento a mi Lisa.
── No me jodas, ¿Lisa? Hermano si ustedes no se casan yo me mato.
──Bueno che. ──revoleó los ojos mientras su cara se tornaba de color rojo.
Saludaron al seguridad de la cuadra y cruzaron la calle. Ni bien estuvieron en la puerta de la casa de Exequiel la mamá del mismo les abrió entregándole a Cristian el bolso con Lisa y la mochila con las cosas de la gata. Leandro, por otro lado, ingresó y sacó su moto deteniéndose para abrazar a la mujer.
──Se me cuidan. Y vos ──señaló a Cristian── tráemela de visita que es una santa y me hace compañía.
──Si Nan, la voy a traer si la buela me deja, no sabes lo celosa que es.
──¡Y con razón! Sí esa criatura es un ángel. Bueno chicos, vayan con dios. Cuidense.
── Gracias por todo Nan, nos vemos a la noche. ──se despidió Leandro de la mujer. ──A ver, mostrame a Lisa.
Cristian abrió el bolso y sacó a la gatita que estaba dormida. ──Ella es Lisa. Es hermosa, ¿viste?
──Es muy linda, Cuti.
──No te das una idea de lo mimosa que es.
Leandro acomodó la moto y le hizo un mimo en la cabeza a la gata y esta ronroneó. ──Es una bebé.
──Sí, es grande, tiene cuatro meses según el veterinario, pero es re bebota.
──La amo. ──acariciónuevamente su cabeza y otra vez recibió un ronroneo──Bueno, me voy, cualquier cosa avísame, ¿sí? Te voy a buscar con la moto a dónde sea si hace falta. Pero seguro sale todo bien.
──Esperemos. Gracias Leo y tené cuidado.
Lisandro frenó en la esquina. Necesitaba respirar y relajar un poco porque estaba a punto de llorar de los nervios. Abrió su riñonera y saco la botellita de aceite esencial de lavanda, dejó caer unas gotas en sus manos y las frotó. Luego cerró los ojos y colocó sus manos allí mientras respiraba profundo. Dos minutos después estaba como nuevo. Se puso sus lentes de sol, agarró su celular y lo llamó a Cristian.
──"Hola ──nunca se cansaría de decir que la voz de Cristian era una de las más lindas que había escuchado──, ¿todo bien?" ──lo notó nervioso, no quería suponer pero estaba casi seguro de que Cristian creyó que lo llamaba para cancelar.
──Hola, sí, sí, te llamaba para decirte que estoy en la esquina.
── "¿Estás hablando por celular mientras manejas?"
──No, no, frené en la esquina... Ahí voy para la puerta de Creed.
──"Dale, te esperamos."
──Es un auto azul, te aviso así no te vas con otro eh.
──"Gracias, estaba a punto de subirme a un auto rojo." ──ambos se rieron y Lisandro cortó después de susurrar un ahí voy.
Arrancó el auto y fue hasta casi la otra esquina, allí donde estaba la entrada principal de Creed. Ahí estaba Cristian, vestido todo de negro como buen patovica, cosa que a Lisandro le pareció un regalo del cielo. Estaba parado junto a un árbol, con dos mochilas y un bolsito que supo al instante era donde se encontraba Lisa. Un suspiro escapó de sus labios con lo que parecían ser minutos de aire contenido. Bajó la ventanilla con una sonrisa.
──Hola lindo, ¿buscas papá para la bendi?
──Sos un idiota. ──le sonrió── Y mi hija ya tiene papá.
──Sí, somos nosotros. Ni se te ocurra decir que es otro porque lloro. ──se bajó y después de pasar por delante del auto lo saludó con un beso en el cachete. ──¿Sabes que vamos y volvemos en el día no? Todavía no nos vamos a fugar juntos pero pronto. ──le guiñó un ojo.
──¿Quién te dijo que yo me iba a fugar con vos? Flasheaste.
──No me pelees.
──Vos empezaste, Lisandro. ──le pegó en el hombro. ──Traje todas estas cosas porque me estuve quedando en lo de Emi. Tengo una mochila con mis cosas y otra con las de Lisa, piedritas, bandeja para ponerlas, sus platitos, la comida y unos juguetes.
──Sos todo un padrazo. Una dulzura. Veni ──le sacó una de las mochilas—, vamos a ponerlas atrás.
──¿A Lisa la podemos llevar adelante?──preguntó mientras dirigia una mirada al lugar donde su hija dormia plácidamente. ──No la quiero dejar encerrada en el bolso atrás.
──Obvio, la llevamos con nosotros adelante. Yo la tengo a upa y vos haces mates.
──Dale, me parece justo. Che, ¿te gustan los yuyos en el mate?
──Sí, me gusta el cedrón y la peperina pero más el cedrón. ──una vez que guardo las cosas en los asientos de atrás se giró para mirarlo. ──Hace una banda no tomo igual porque se me secó la planta con este calor del orto.
──Estas de suerte ──sacó una bolsita del bolsillo de la mochila antes de que Lisandro cierre la puerta──, traje cedrón para tirar al techo, no vivo sin ese yuyo. También te traje burrito y menta por si te gustaba.
──Me estas seduciendo y es muy temprano. ──le abrió la puerta del copiloto. ──Subí, ahora te doy las cosas para el mate.
Lisandro cerró y fue rápidamente a ocupar su lugar. Una vez todo listo dirigió su mirada a Cristian recorriendo todo su rostro hasta su regazo y ,expectante, le señaló las piernas. ──¿Me das a nuestra bendi?
──Sí, sí. ──No necesitaba verse en un espejo para saber que no estaba rojo sino bordó porque había entendido cualquier cosa. Esperaba que Lisandro se lo dejara pasar y por suerte, así fue o eso creyó.
──Atrevido, ¿cómo te voy a pedir eso con la nena presente? ──largó una carcajada.
──No te soporto. ──giró su rostro hacia la ventana para no ver el rostro burlón ni permitir que vea lo colorado que estaba.
──Lástima. Me vas a tener todo el día rompiendo las pelotas, y por elección propia porque no te estoy obligando.
Y con una sonrisa burlona encendió el auto mientras Cristian sacaba a Lisa del bolso. Seguía dormida como si el mundo no existiera. Tomó a la gatita que parecía estar por demás relajada y se la alcanzó logrando rozar sus manos por menos de dos segundos. Lisandro la agarró con las dos manos, la puso a la altura de su rostro y le dio un beso en la nariz. Cristian juró que seguir viendo esas cosas lo mataría. Así que con una sonrisa miró hacia atrás y agarró el termo, el mate y la yerbera.
──¿Amargo?
──Sí, sí, eso no se pregunta.
──Sí se pregunta, al menos en casa. ──comenzó a cargar el mate──Bah, en todos lados. El mate es muy personal cada uno lo toma como quiere.
──¿Sos un gurú del mate? ──preguntó con una sonrisa mientras observaba por el espejo retrovisor.
──Puede ser. ──No dijo nada más y se dispuso a tapar el mate con la mano para sacudirlo y retirar lo más que podía el polvillo.
──Cuti ──llamó su atención──¿te puedo preguntar algo? —dijo al mismo tiempo que acomodaba a Lisa sobre un su regazo y para que esté lo mas cómoda posible en el viaje.
──Sí──se giró hacia él un poco distraído ya que creyo que le haría alguna de sus preguntas para romper el ambiente. ──, ¿qué pasó?
──¿Cómo la pasaron el viernes?──preguntó mientras cedía el paso a una persona en la esquina.
──¡Bien! ──respondió sorprendido──Fue un poco melancólico por el contexto pero fue un re lindo día. ──respondió mientras comenzaba a agregarle cedrón a la yerba. Lisandro dobló y esperó a que Cristian siguiera, sabía por la forma en la que estaba respirando que estaba por continuar. ──Nahuel se va a unir a la fuerza, onda al ejército. A una parte en particular del ejército. Toda mi familia pasó por ahí, menos yo. Soy la oveja negra de la familia.
──Entiendo...──Lisandro tenía su rostro relajado pero serio mientras una de sus manos estaba en el volante y la otra acariciaba a Lisa.
──Yo tendría que haber hecho lo mismo pero bueno──hizo una pausa y cuando terminó de ponerle el agua al mate continuó──, dije que quería estudiar gastronomía y no era lo que esperaban. Las cosas fueron de mal en peor con mis viejos y mi hermano mayor. Todo se juntó con otras cuestiones y hubo mucha violencia, maltrato y más. ──Ahora estaba tomando el primer mate, más amargo que lo que estaba contando en búsqueda de aplacar el dolor de garganta que le estaba ocasionando hablar de aquello. No quería manchar su cita así pero se sentía tan bien hablar con él. Cuando terminó el mate le cebó uno al conductor y continuó. ──Nadie me recibía cuando me tuve que ir de esa casa, encima pandemia me busque el mejor momento. ──se rió──Al final caí en lo de mi abuela con una mano atrás y otra adelante. Me abrazó y nunca más me dejó ir, prácticamente se puede decir que la vieja me secuestró.
──Siempre la mencionas a tu abuela y yo todavía no sé cómo se llama. ──trató de desviar el tema, no quería que Cristian estuviera mal y entendió que él también quería quitarle lo gris a su relato.
──Mi viejita se llama Nelly. ──una risita, que para Lisandro fue música, escapó de sus labios──Está como loca porque le cuente sobre vos. Seguro mañana tengamos un día para nosotros solos y hablemos de todo. Te van a arder las orejas.
──¿Me vas a sacar el cuero? ¿A mí? ¿El padre de tu hija? ──aprovechó que el semáforo estaba en rojo para llevar una mano al pecho con fingida indignación.
──Sí, obvio. ──otra risita baja y Lisandro sintió que había encontrado el sentido de su vida, hacer reír a Cristian.
──Así son ──se mordió el labio y negó suavemente──. Uno tiene que pensar muy bien con quien copaternar.
──¿Qué haces usando esos términos? ──extendió su mano para sacarle el mate.
──Los aprendí cuando Lauta, mi primo, gestionó la tenencia compartida de Nina. Hablando de Nina──sonrió──, ¿sabes cómo le dice a Enzo?
──No me digas que le enseñaste a decirle simio.
──¡'Pero claro!──había orgullo palpable en su voz──Ahora le dice mimio. La amo, es mi orgullo.
──Mamadera ──juntó sus manos como para rezar──¡Qué padrino le tocó, eh!
──El mejor. Che, hablando de eso, ¡felicitaciones, padrino! Me imagino tu lo feliz que debes estar. Conn lo mucho que querías ser tío. Esto solo lo potencia.
──Gracias, Li. Sí, estoy re contento, además como me lo dijeron. Lloré. Yo soy bastante sensible, pero también pasa que ellos antes perdieron un embarazo y yo había estado re al pendiente de ellos y todo, no para ser padrino ni nada, como tío. Y el padrino que habían elegido fue el que propicio lo que pasó después. ──ambos giraron al mismo tiempo como si compartieran el sentimiento de amargura por un instante. ──Estuvieron muy tristes, Mandi tiene una familia de mierda y nunca lo quisieron a Emi. Siempre los tratan mal y bueno, ahora decidieron alejarse definitivamente, lo cual me llena de orgullo.
──Qué bueno que ahora se alejen de ese ambiente feo para traer al bebé con buena energía. ──Agarró el mate que Cristian le ofrecía y tomó. ──¡Dios, cómo extrañaba el cedrón! Me hace feliz este yuyo. ──con el paso de las cebadas el sabor de aquellas hojas iba intensificándose.
──Traje bastante así que te podes llevar a tu casa. ──paso la mano al asiento de atrás y sacó la bolsa llena de yuyos con orgullo para mostrarle que decía la verdad.
──Ay, yo preparé muchas cosas para que vos te lleves a tu casa también y no me extrañes.
──¿Qué hiciste? ──preguntó sintiendo calor en la cara y también en el pecho.
──Cosas.
──¿Comida?
──Sí, comida vegetariana.
──¿Cocinaste veggie?──preguntó sorprendido──¿Para mí?
──Para los dos. ──le dio una mirada fugaz──No iba a comer carne adelante tuyo, además estuve probando cosas y no está nada mal el asunto. ──comentó al pasar.
Cristian solo lo miró con una sonrisa y no dijo nada. No encontraba las palabras que estuvieran a la altura de la calidez que sentía y quería transmitir. Subió el volumen de la música y no pudo evitar reírse al ver que la playlist incluía, efectivamente, canciones de La Granja, Taylor Swift y Los Wachiturros. ──Variadito tu gusto musical.
Lisandro soltó una sonora carcajada. ──Yo te avise, aparte esta la usamos cuando nos juntamos con los chicos. Tiene que haber para todos, la granja para Nina, los wachi para Enzo, Taylor para mi, Leo Mattioli para Ale.
──Dios, ¿dónde nos metimos con Juli?
──En el mejor grupo del mundo. No somos tan malos, mira yo te cocino vegetariano y Enzo por Julián es capaz de bañarse.
──Ah, bien, es aceptable. ──no pudo contener el bostezo.
──Estás muy cansado, Cuti, dormí un rato. ──lo observó mientras el otro se refregaba los ojos──Todavía nos falta viaje.
──¿A dónde vamos? ──preguntó con voz somnolienta y le recordó a Nina.
──A San Vicente, hay una laguna que se llama Laguna del Ojo, es muy linda. Hay varias cosas para hacer. Conozco a alguien que tiene una pista de karting así que te voy a destruir ahí.
──Vos solo pensas que me vas a ganar.──puso los ojos en blanco──No me gusta perder a mí, así que prepárate desde ya para verme siendo campeón.
──A mí tampoco me gusta perder así que veremos que sale.──plateó el desafío──Ahora dormi, Cuti, en serio. Es largo el día y estuviste trabajando todo el sábado y anoche también.
──Está bien ──cerró el termo y puso el mate en el portavasos, se acomodó en el asiento deslizándose de costado en dirección hacia Lisandro y su hija──, ¿queres darme a Lisa?
──No, dejala conmigo. ──colocó la mano rodeando a la gatita──Vos dormí tranqui que nosotros vamos a charlar.
Cristian ni siquiera llegó a responder cuando se durmió. Lisandro aprovechó el semáforo para agarrar del asiento trasero una campera y taparlo, no hacía frío pero el aire prendido podría hacerle mal. No pudo evitar pensar en lo lindo que era y en las ganas que tenía de darle un beso. O besos mejor dicho.
Cambió la playlist por una de Taylor y bajó un poco el volumen. Lisa estaba recostada en sus piernas y la sentía ronronear. Iba a morir de ternura por culpa de aquellos dos. ──Los peores copilotos de la historia pero los más lindos también. —dijo con una sonrisa mientras el semáforo volvía a ponerse verde indicándole que avance.
El camino fue tranquilo. La ventaja de haber salido temprano le evitaba la horda de gente que haría el mismo plan que él. Trato de recordar por cual calle debía entrar para estar en la parte más linda y cerca del negocio de Casemiro. Esperaba que el brasilero no hubiera cerrado la pista de karting ni que David haya dejado de alquilar las motos para la laguna.
Llegar a San Vicente era pura serotonina para él. La cantidad de verde lo maravillaba y relajaba en partes iguales. Se sentía en su lugar. Su infancia y más. ──Es muy lindo por acá, está lleno de árboles. ──dijo Cristian mientras bostezaba y se acomodaba mejor en el asiento.
──Buen día. ¿Verdad que sí? ──le sonrió──Me encanta venir por acá, igual hace muchísimo no me daba una vuelta. Vamos a venir más seguido pero cuando no hayas trabajado la noche anterior porque te cagas de hambre como copiloto.
──Bueno che, perdón. ──hizo puchero y Lisandro supo otra cosa, Cristian podría pedirle lo que quisiera y con esa cara le sacaría hasta lo que no tiene. ──Te juro que no daba más, la próxima no me duermo.
──No pasa nada, Cuti, necesitabas descansar un poco. Además sos re lindo cuando dormís, bueno sos lindo todo el tiempo.
──Vos sos lindo todo el tiempo, hermoso. Encima sos fachero. Esos lentes te quedan muy bien. ──no iba a decir lo que pensaba realmente.
──Sos un tarado me haces poner nervioso──ambos se rieron──Me los regaló una de mis chichis.
──Esas mujeres te aman.
──Nos amamos ──aclaró──, es mutuo. El otro día me regalaron chocolate blanco.
──Uh que rico, unas ganas de comer chocolate pero con este calor todos los chocolates están tan derretidos que parecen cindor.
──Pero podes tomar helado de chocolate. Y en las estaciones de servicio suelen guardar los chocolates en la heladera, si pasamos por alguna paramos. ──parecía estar hablando con él mismo──Sabes que te iba a preguntar, Cuti, ¿cuándo hay que vacunar a Lisa?
Cristian no pudo evitar reírse al recordar la situación con Dejan. ──La semana que viene, el veterinario me dijo que la lleve en quince días cuando fuimos.
──¿De qué te reís?
──El viernes Dejan, el veterinario fue a casa a llevarme unas cosas que compre para Lisa.... ──Lisandro se metió en una calle de tierra y a lo lejos se veía el agua. ──Y me invitó a salir.
──¿En serio? ──la expresión de Lisandro era de preocupación, su voz también expresaba esa emoción.
──Sí, pero le dije que no porque estoy empezando a salir con alguien y estoy muy interesado en esa persona. ──Cristian le sonrió y pudo ver como la cara se le ponía poco a poco de color rosa y estiró su mano para acariciar la contraria pero se detuvo.
──Yo también estoy muy interesado en vos. ──Lisandro si se animó, extendió el brazo y le agarró la mano que Cristian tenía en la rodilla.
No dijeron nada más y Lisandro retomó el camino, sin soltarse. Cristian quedó fascinado con el lugar, era realmente muy lindo. Ya eran casi las once y el lugar estaba bastante lleno a pesar de que el día estaba un poco nublado.
Lisandro le propuso pasar por un bar que permitía a los no clientes ingresar al baño y para su suerte no era el único a punto de hacerse pis. Lisandro ingresó primero mientras Cristian se quedaba con Lisa y luego cambiaron de roles. No sería la primera vez.
──Vamos a desayunar──instó Lisandro cuando su compañero salió──, en la costita.
──Dale──sonrió entusiasmado ante la idea──, traje un budín de limón.
──Te dije que no trajeras nada porque yo me encargaba. ──lo miró con falso enojo.
──Sí, ya sé, pero quería traer algo no solo los yuyos. ──emoujó su hombro con el brazo──Además lo hice yo, así vas probando y me decís que tal salió.
──Está bien y cuando seas reconocido yo voy a decir a mí me hacía budines desde la primer cita.
──Tarado. ──respondió riendo.
Sacaron todas las cosas del auto menos lo que Lisandro había acomodado en dos cajas, que eran las cosas del almuerzo. Llevaron el mate, los yuyos, Cristian el budín y la mochila de Lisa junto con su bolso por las dudas.
──Vamos al solcito.
──Ahí al lado del árbol está lindo, tenemos sol y sombra. ──sugirió Cristian y Lisandro aceptó. Lisa caminaba con su pretal y la correa larga para que pudiera recorrer lo que quisiera.
──Es re linda──su voz se suavizo──, mira como camina, parece que marcha.
──La amo.
Una vez cerca del árbol Lisandro extendió una manta color verde con flores blancas. Puso las cosas pesadas en las esquinas para asegurarla y se tiró en el medio. Lisa se fue directo a él y olió su cabeza para luego lamerle el pelo.
──Me parece que Lisa dice que te tenes que bañar.
──Lo que dice es que me acepta como su familia, lo leí por ahí.
──Sí, es verdad. ──Cristian se sentó recargado contra el árbol. ──Oficialmente sos su papá.
──Soy papá en la primera cita, fuerte todo.
──La fortuna de tu vida.
──No la cambio.
Cristian comenzó a preparar mates y llenó con comida y agua los platitos de Lisa. También preparó la bandejita con piedritas porque su hija era delicada y no hacía sus necesidades en el pasto. ──Es una mañosa, gatas eran las de antes.
──Dejala, es malcriada y lo va a seguir siendo.
Lisandro se sentó y agarró a Lisa a upa para hacerle mimos. Había quedado un poco despeinado después de que la gata se le subiera a la cabeza. Cristian no pudo evitar acercarse y acomodarle el pelo. Cuando bajó la mano, sin querer o no, acarició la mejilla de Lisandro. Ante la sorpresa de ambos hicieron contacto visual y no querían cortarlo, el mundo se había esfumado. En ese momento los dos se dieron cuenta que la profundidad de la mirada ajena era el lugar donde amarían perderse la vida entera.
──A ver ese budín. ──automáticamente miró hacia abajo y dejo a Lisa en la manta, tratando de evitar que Cristian notara que su cara ardía por su toque. Quería más pero no iba a pedirlo, al menos no ahora.
──Yo quiero esas galletitas──agradeció el despeje de Lisandro porque sentia iba a desmayarse de los nervios──, tienen una pinta.
──Las hice con Paulo y Ori, su novia. No estaban en Creed la semana pasada porque se quedaron con Nina pero ya los vas a conocer. Son lo más.
──Nadie que no sea lo más puede hacer estas galletitas, Li, son riquísimas.
──¿Y si nos ponemos a vender cosas dulces vegetarianas? Porque este budín es el más rico que probé en mi vida, Cuti.
──Creo que sería un buen negocio. Le ponemos Lisa por la nena y nos llenamos de guita.
──Hay que hacerlo. Emprendimiento familiar. ──se rieron con la idea fija de que en algún momento, en sueños o no, eso iba a pasar.
Durante el resto de la mañana se la pasaron hablando de futbol, ya sea local, inglés, español o italiano. En algunas coincidían y en otras no tanto. Recordaron el hecho de que tenían un partido pendiente producto del intercambio entre Enzo y Julián. Lisandro le contó cómo descubrió que su amigo Nicolás estaba saliendo con su compañero de trabajo Rodrigo. Cristian le contó que había ido al psicólogo y los dos recordaron uno de los primero mensajes entre ellos.
──Yo que vos me hubiera rastreado y dado una piña, que pelotudo. Es que me daba vergüenza que quede la conversación en la nada y no sé, se me ocurrió eso. Ale, el otro papá de Nina, me cagó a pedos.
──Te quería matar pero bueno, después me hiciste reír y acá estamos.
──Te conquiste al instante, soy un Don Juan.
──La verdad es que sos un boludo y a mí me gustan mucho. ──se rió.
──¿Acabas de admitir que te gusto?
──Y sí, un poco me gustas sino no serías el padre de mi hija ni estaría en una cita con vos.
──Vos también me gustas, bastante a decir verdad. No te hubiera traído hasta acá si no fuera así. ──le agarró la mano y lo miró a los ojos con una sonrisa. ──Es un lugar especial, y ahora mucho más.
──Sos muy lindo.
──Vos so──
──CHIPA, CHIPA, CHIPA. CHURROS Y CHIPAS. SEISCIENTOS PESOS LA DOCENA. APROVECHE. ELABORACIÓN RECIENTE. PARA EL DESAYUNO, ALMUERZO Y MERIENDA. APROVECHE. CHIPA, CHIPA, CHIPA
──¿No es tarde para comer churros? ──preguntó Cristian.
──Uy, bancame que voy a buscar la comida así almorzamos.
No le pudo responder porque Lisandro salió corriendo al auto. El sol se había borrado completamente. Las nubes se estaban tornando cada vez más oscuras y a pesar del calor, el viento estaba siendo un poco violento.
Lisa se había metido en su bolso y estaba dormida. Cristian pensaba que esa era la vida que todos deseaban, ser amados, mimados y dormir todo el día. Sonrió y vio como Lisandro se acercaba con una conservadora y una caja.
──¿Estas listo para aceptar mi propuesta de matrimonio hecha con comida?
Una vez sentado comenzó a sacar las cosas. Todo estaba bien conservado y listo para comer. Eso era algo que cualquiera podría dar como punto base pero Cristian se sintió maravillado.
Todas las cosas eran aptas. Versiones vegetarianas y ricas, no cayó en solo hacer hummus con tostadas sino que se había tomado el tiempo de conseguir no pollo, soja y mil cosas más. Quería llorar, solo su familia se tomaba el tiempo de hacer esas cosas por él.
──Ahora sí, ¿te acordas de mi indignación por la ausencia de las lentejas en forma de pollo?
──Dios si, todavía no entiendo como tendría que haber sido.
──Bueno, este es un pollo hecho de lentejas. Así que básicamente son lentejas con forma de pollo.
Cristian se quedó con la boca abierta. Quería reírse pero al mismo tiempo no podía creer que había encontrado la forma de que realmente tenga forma de pollo.
──Sos increíble, no puede ser.
──Y esta rico, porque me comí una parte de la pata cuando lo preparé y la verdad, diez de diez.
──Muchas gracias, en serio. No tenias porque hacer esto. Encima es un montón de comida.
──Es para que lo que quede te lleves a tu casa y tengas para la semana. Todo se puede meter en el freezer. Mi propuesta de matrimonio comestible es este pollo.
Cristian aprovecho que ahora estaban sentados prácticamente al lado y lo abrazó. Eso lo tomo totalmente por sorpresa pero no dudó en rodear la cintura del más alto con sus brazos. ──Gracias. ──murmuró cerca de su oreja e hizo que lo recorriera un escalofrio. ──Acepto. ──se rieron.
──No me tenes que agradecer. ──le acarició la espalda. ──La idea era mimarte un poco.
Cristian se alejó un poco pero antes de hacerlo por completo le dio un beso en el cachete. ──Igual, gracias.
El almuerzo se basó en Cristian halagando a Lisandro y la comida que había hecho. Ambos comieron un poco de todo con el fin de no dejar nada sin probar. Lisa se levantó solo para comer y después se acostó en las piernas de Cristian. Lisandro les saco varias fotos y cuando la gatita decidió ir con su otro papá fue el turno de Cristian de agarrar el celular.
Cuando Lisa regreso al bolso comenzaron a guardar las cosas para poder ir a recorrer un poco el lugar y visitar la pequeña feria artesanal que allí se encontraba.
Llevaron todo al auto, ya que pasearían un poco y luego emprenderían el viaje de regreso. Lisa estaba dentro de la campera que Lisandro se acababa de poner. Cristian junto coraje y le agarró la mano, entrelazando sus dedos cuando comenzaron a caminar. En silencio, con el viento a favor, y señalando todo lo que les llamaba la atención.
Los pájaros, algunas parejas, perros enormes, policías en motos de agua y demás. Al llegar al primer puesto de la feria se dieron cuenta de que eran solo unos pocos los que estaban abiertos. Los recorrieron todos. Cristian compro un juguete para Lisa y unas piedras, sahumerios y suculentas que le regaló Lisandro. Por otro lado Lisandro le compró un atrapasueños, un llamador de ángeles hecho con cañas y un cuadro realizado con vidrio reciclado.
En uno de los puestos una señora les regalo pulseras iguales. Les dijo que era para que estuvieran conectados y brindandose energía linda cuando estaban separados. Fueron tres, una para ellos dos y una para Lisa, la cual engancharon en el collar.
──Sí alguna vez se necesitan o algo, con esta pulsera van a tener una parte del otro, o de los otros en este caso ──agregó mirando a Lisa──.
Le agradecieron con una sonrisa y siguieron su camino. No se soltaban las manos, encajaban a la perfección. Ambas era suaves, las de Lisandro tenían algunas callosidades producto del uso constante de las cuchillas pero nada que incomodara a Cristian que sentía que nunca había tocado algo tan cálido y reconfortante.
Estaban por ir a preguntar por el alquiler de las motos de agua, sugeridas por Lisandro, cuando el temporal se desató. Corrieron hasta el auto intentando ser los más rápidos posible para no mojarse pero fue en vano. La gente ponía en marcha los autos y las motos para huir lo más pronto posible de aquel tiempo tormentoso que parecía estar por instalarse.
Cuando se subieron al auto Lisa saltó directamente a su bolso y se acurrucó con su cocodrilo de peluche dando por terminado su paseo. Las bolsas con los regalos fueron a parar a los asientos de atrás y las plantas a la guantera con el fin de que no se volcara la tierra.
Los dos se miraron y se rieron mientras fuera del auto parecía caerse el mundo abajo. Ellos estaban en una burbuja. El estéreo estaba tardando en conectarse con el celular por lo que solo la lluvia musicalizaba el momento. Era algo hermoso.
No dejaban de sonreír, estaban contentos, se habían divertido y se habían sentido en casa. Lisando bajo la mirada a la boca de Cristian y sin pensarlo mucho pero con delicadeza pasó su mano por la nuca del contrario y lo acercó un poco a él. Cristian también había desviado su mirada y su respiración se volvió más pesada.
──Hasta empapado por la lluvia sos hermoso, me gustas mucho. ──le dijo y antes de que su copiloto respondiera lo beso.
Era un beso lento, suave, cálido y delicado. Cristian le acariciaba la cara con dulzura mientras sus labios se tocaban, el pulgar realizaba caricias en las mejillas de Lisandro teñidas de rosa. Fueron segundos, minutos, no sabrían decirlo con exactitud pero fue un momento hermoso. Íntimo, privado, de ellos solos, de su mundo.
──Sos precioso, Lisandro ──le acarició el labio inferior con el pulgar──, y me gustas un montón.
Chapter 26: Vuelta
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La vuelta, contrario a lo que hubieran deseado, se hizo mucho más corta. La lluvia solo apareció para espantarlos de la laguna porque después de unos kilómetros el cielo se despejó casi al completo permitiéndoles ver un arcoíris a lo lejos y cómo, poco a poco, el sol se iba ocultando.
Sus manos entrelazadas con confianza, varias caricias que bailaban en las piernas contrarias, mimos para una Lisa que se disfrutaba el cariño multiplicado, miradas cargadas de dulzura que intentaban recaudar la mayor cantidad de recuerdos de un viaje que parecía ser fugaz. El viento los golpeaba suavemente mientras el silencio se convertía en melodía y la presencia de ellos en aquel auto era lo único que importaba.
──Si me haces mimos así me voy a dormir, Cuti, y eso es peligroso para los tres. ──Cristian tenía su mano en la nuca de Lisandro mientras masajeaba el cuero cabelludo con delicadeza.
──Tenes razón...──respondió en el mismo tono bajo y meloso que el otro. Cuando frenaron en el semáforo, con un poco de fuerza hizo que Lisandro se girara y lo besó. Otra vez. La tercera vez. ──Perdón, tenía ganas de darte otro hace rato.
──Me hubieras dicho, yo también quería. ──le dio un pico, un suave roce. ──Sos muy lindo, ¿sabías?
──Y vos sos muy trolo, ¿sabías?
──Sí, me di cuenta, pero me volví más trolo desde que me besaste asique me contagiaste. ──se volvió hacía el frente y retomo la marcha ignorando, o al menos tratando de ignorar, la mirada de Cristian sobre él.
Una suave caricia en la mejilla del conductor y posteriormente una mano en su rodilla fue la manera que Cristian encontró para no romper el contacto que tantas cosas lindas lo hacían sentir.
Hablaron de cosas triviales durante los pocos minutos de viaje que quedaban. Sus últimos momentos juntos ese día. Lisandro se había preguntado varias veces si secuestrar a Cristian y a Lisa era demasiado para la primera cita respondiendose que sí pero poniendo como justificación las escazas ganas que tenia de separarse de aquellos dos. Se sentía tan bien con ellos, tan cómodo, feliz y seguro que no quería sentir el vacío que claramente quedaría una vez que se separaran.
──¿Qué pasa, brujito? ──si alguno de sus hermanos lo escucharan hablar con tanta dulzura y suavidad pedirían un examen de ADN para corroborar que realmente fuera él. ── ¿Estás bien?
Lisandro suspiró y quiso gritar porque era la primera vez que Cristian le decía brujito en persona y sintió que podría escucharlo el resto de su vida y no se cansaría. ── ¿Vos me querés matar? Antes con los mimos y ahora me decís brujito, mi corazón es débil. No aguanta tanto.
──En serio te pregunto──sus ojos lo instaron a perderse en ellos pero la preocupación en su rostro no lo dejó──, tenes cara rara. ¿Hice algo mal? ¿O algo que no te gustó? ¿Me desubiqué? ──y retiró su mano del cuerpo ajeno.
──No, no, Cuti, nada que ver. Al contrario. Es que no quiero que termine la cita y nada, eso. ──confesó con vergüenza.
──Yo tampoco quiero que termine. Estoy cómodo, me siento bien y me gusta estar acá con vos. Estaba pensando que no voy a dejar pasar mucho tiempo para la segunda cita porque te quiero ver de nuevo y todavía no nos separamos.
──¿Viste?
──¿Qué cosa?
──Qué vos me contagiaste lo trolo.
──Sos un idiota, me caes re mal. ──Se giró, con la cara colorada.
──Ay te pusiste colorado, no puede ser. Sos el trolo más lindo que existe. Dame un beso. ──Lisandro frenó a mitad de cuadra, ya habían salido de la ruta.
──No te voy a dar, ni en pedo. Así que arranca.
──Mirame.
──No. ──Cristian se cruzó de brazos y se orilló aún mas contra la puerta──Dejame.
──Dale, Cuti, mirame.
──Fua sos re cargos──y no pudo terminar de hablar cuando se giró porque Lisandro lo estaba besando, otra vez y el no pudo evitar corresponder al beso.
Lisa se metió en su bolsito, que estaba en el suelo, y se quedó allí como sabiendo la necesidad de privacidad que sus padres tenían. Cristian se acomodó de costado, puso ambas manos alrededor del cuello de Lisandro y profundizó más el beso. Si bien no perdía la dulzura del primero, este era mucho más hambriento y necesitado. Como si dependieran solo de ese beso para no sufrir la distancia que se avecinaba.
Sus labios se sincronizaban para cambiar de lugar, para abrirse un poco más, para capturar a los contrarios. Los dientes apenas acariciaban la carne pero lo hacían y en consecuencia el calor iba en aumento, y las manos de Lisandro en la nuca de Cristian no ayudaban a disminuirlo.
Un suspiro de alerta les dio la pauta de separarse. Con las mejillas coloradas, con los labios algo hinchados y humedecidos, sus respiraciones acompasadas, y las manos en el mismo lugar. Sus frentes rozándose y las sonrisas asomando con libertad.
──Sos re fácil de convencer. ──Lisandro durante el día había logrado empaparse del estilo de Cristian.
──Perdón pero si vos sos quien me convence y con esa técnica, no me puedo resistir. ──ambos se rieron y se alejaron, solo un poco, para poder verse a la cara. Cristian nuevamente acercó su mano al rostro de Lisandro y dejó una cálida caricia en su mejilla. ── Estaba tan inseguro sobre todo, de verdad tenía miedo de que todo saliera mal y de que hubiera tenido que volver en bondi con Lisa y vos terminaras bloqueándome. Hace mucho no me doy la oportunidad de conocer a alguien y de intentar algo. No la pasé nada bien la última vez y terminé muy mal. Y, para agravar la situación, con vos todo es intenso. Siento que es como si nos estuviéramos reencontrando y conociendo de nuevo aunque no nos habíamos conocido antes. No creo que esto tenga mucho sentido, pero te siento cercano y todo esto se siente tan bien y lindo que no me da miedo compartir lo que pienso al respecto de esto. ──Lisandro se quedó callado. ──Perdón, sé que a veces hablo mucho, cuando es así callame.
── ¿Cómo te voy a callar? Al contrario, quiero que siempre encuentres el momento para hablar y decirme las cosas. Gracias por contarme esto, por decirme cómo te sentís al respecto de todo porque yo pienso que capaz soy un poco pesado e intenso pero es que realmente me siento igual que vos. Estoy cómodo y todo es tan lindo. Me pone muy feliz que sea igual para los dos.
El maullido de Lisa se hizo presente, estaba tratando de trepar por el pantalón de Cristian. Este la tomó y la colocó en su pecho. ── Ay, hija, tu papá me estaba distrayendo. ──la voz de Cristian cambió para hablarle a la gata. Lisandro se derritió. Amaba escucharlo y verlo interactuar con ella y sobre todo amaba el hecho de que se refiriera a él como el papá.
── No te puedo creer.
── ¿Qué pasó?
Lisandro no le pudo responder cuando pudo ubicar a Enzo enfrente del auto con una sonrisa pícara mientras agitaba la mano con entusiasmo. Se acercó al lado del conductor y golpeó la ventana. ── ¿Qué onda, wacho? ¿Qué haces acá?
── Habla bien, no seas animal. ──le dio un golpe en el hombro──Mira que Cristian le va a decir a Julián que sos un animalito del conurbano.
──Dejalo, si igual a Juli le gustan así. ──Intervino el copiloto. ──Hola Enzo.
── Hola cuña──metió la mitad del cuerpo por medio de la ventana para saludarlo──, gracias por defenderme. ¿Vivis por acá? ──preguntó una vez que salió.
── ¿Qué sos policía ahora, gil?
── Callate, pelo quemado. ──Cristian solo reía ante la interacción entre aquellos dos.
── Me desvíe en automático, no me di cuenta de que vinimos para este lado.
── Podrías llevarlo a la casa de mis jefes, ya que esta lo presentas a la familia.
── Boludo, es la primera cita.
── Y si seguro que hasta ya pensaste en cómo le va a pedir casamiento a mi cuñado.
── Cerrá el orto, Enzo. Otro día lo voy a llevar, pero no te voy a invitar.
El celular de Cristian comenzó a sonar y finalmente la discusión que parecía no incluirlo finalizó.
── Hola tí, ¿qué pasó? ──su voz dejaba entrever algo de preocupación ──¿Todo bien?
──"Cuti, se están por ir pero él no quiere subirse a la camioneta hasta que vos no vengas.──una pausa──Nahue no se quiere ir."
──Ya voy para allá.
──"Dale, yo hago tiempo molestando a las lacras estas." ──y Laura, su tía, cortó la llamada.
── Li, me tengo que ir a casa. Nahue no se quiere ir si no voy a despedirme y no puede perder esta oportunidad.
── Te llevo.
── ¿Puedo ir?
── Enzo...──advirtió Lisandro.
── Era joda, mandale un beso a mi marido, cuña. ──le guiñó un ojo y se alejó de la camioneta.
Bajo las indicaciones de Cristian, Lisandro los llevó a destino. En la puerta de la casa que había una camioneta blanca enorme. Había varias personas discutiendo y sin darle tiempo a preguntar nada su copiloto se bajó del auto no sin antes dejar a Lisa en el regazo del otro.
Cristian no los miró, ni siquiera cuando los gritos frenaron al notar su llegada. Nahuel se acercó a él y lo abrazó fuerte, como si sientiera que una ráfaga de viento aterradora se lo estuviera por llevar. ── No nos abrazamos lo suficiente como para cubrir cuatro meses.
── Sos de terror, Nahue. ──palmeó su espalda pero sin intención de separarse. ──Vas a estar bien, todo va a estar bien. Con la buela y bueno, Licha, te vamos a hacer gualichos de protección. Con la buela te encomendamos a algún santo y con Li después veo.
──¿Es el que está en el auto? ──se alejó y dirigió su mirada hacia el auto. Cristian solo sonrió y asintió sin prever que Nahuel saldría corriendo hasta el vehículo. El menor de los hermanos abrió la puerta del copiloto y se sentó, para luego cerrar y poner la traba. ── Hola, no tengo mucho tiempo. Mi nombre es Nahuel y soy el hermano de Cuti. Tengo un par de cosas para decirte. Primero, estoy entrando a la fuerza si le llegas a hacer algo te voy a hacer cagar. Segundo y más importante, cuídalo. Cuidalo mucho porque aunque se haga el duro no lo es. No lo lastimes porque, te reitero, te voy a hacer cagar.
── Te prometo que lo voy a cuidar y no voy a hacer nada para lastimarlo, o al menos lo voy a intentar.
── Te tomo la palabra. Y vos ──señaló a Lisa──, no me defraudes, cuando vuelva tenes que ser tan grande como una pantera. Ahora sí, ya me puedo ir tranca. Mira que me voy a enterar de todo.
Nahuel no lo dejó responder y se bajó del auto yendo al encuentro de su familia. Julián también estaba allí abrazando a una mujer. Una vez que Nahuel y sus padres se fueron Cristian se acercó al auto con Julián y Lisandro supo que era para sacar todo del auto así que se bajó.
──Hola Juli, te manda saludos Enzo.
──¿Todo bien? A ese, decile que no sea pelotudo y me escriba.
── Le digo, le digo. ──respondió entre risas y abrió la puerta de atrás. Julián no dudó en sacar todo lo de Cristian y llevarse una caja que Lisandro le señaló. Lisa volvió a su bolso lista para volver a ser acunada por su abuela. ── ¿Estas bien, Cuti?
── Sí, Li, estoy bien. No te preocupes. ──le sonrió e inmediatamente fue rodeado por los brazos del más bajo. ── Gracias por todo, en serio. Por este abrazo también, lo necesitaba.
── Lo sé, y no me tenes que agradecer por absolutamente nada de esto. Es un gusto. ──Lisandro se quedó quieto un poco alejado de él pero sin romper el abrazo. ── No me quiero ir pero tengo qué.
── Está bien ──se separó completamente y acomodó el bolso de Lisa en su hombro. ──, tené cuidado, ¿sí?
── Sí, no te preocupes.
── Avisame cuando llegues a tu casa, por favor.
── Te voy a avisar. ──Cristian comenzó a caminar hacia su casa pero Lisandro lo frenó, lo hizo darse vuelta y lo besó. Fue un poco más que un roce, lindo y, aunque fugaz, se sintió perfecto. ── Ahora sí me puedo ir. Te escribo cuando llego. ── Y sin dejar que Cristian respondiera corrió hasta el auto y se fue.
Con el rastro del beso aún en sus labios, la calidez del abrazo en su cuerpo y el corazón tibio por las emociones del lindo día entro en su casa donde Julián, Nelly y Laura lo esperaban pegados en la ventana. Siendo su abuela la primera en hablar. ── ¡Así que es él! Es muy buenmozo. ¿Cuándo viene a comer?
Club Atlético Nelly Romero
Nahue, Juli y tú.
Juli: No sabes como esta tu abuela
A nada de salir a buscar a Lisandro
Nahue: Más le vale a ese que haga buena letra porque me vuelvo y le corto la chota
Juli: Cuti no está feliz con tu amenaza
Nahue: por qué no contesta?
Juli: Le está contando a mamá y a Nelly todo lo de Lisandro con lujo de detalles
Nahue: Cómo me fui a perder esto
Juli: Tu abuela le dijo que quiere que venga a comer el domingo, ya lo esta casando
Nahue: JAJAJAJAJAAJ LA AMO
como la voy a extrañar, la puta madre (20:04)
Chapter 27: Chismes
Chapter Text
Licha 🔪❤️
+ 54 11 1812 2226
Li, llegaste bien?
Hola lindo, ya me extrañas?
Si, si, llegué, pasa que fui a lo de Lauta a dejar el auto y huir sin que me pregunten sobre hoy ni que me traumen por su domingo de novios sin Nina
JAJAJAJAJA no les vas a contar?
Sí, pero si no les cuento a todos juntos me van a romper las pelotas
No me respondiste, ya me extrañas?
Que cargoso que sos
Yo si te extraño, no soy cagón y lo digo
Yo no soy cagón, gil
Si te extraño, fue el día más lindo que tuve en años
Sos un trolo
Y vos un imbécil
Pero te re gusto
Sí, me re gustas
Yendo a darte un beso
Te espero
Ah, mi abuela dijo que sos "buenmozo"
Epa, me gané a Nelly y todavía no me vio de cerca
Lo nuestro en realidad es una pantalla para conquistar a tu abuela con un buen asado
Sos un estúpido
Igual, mi abuela y mi tía Lau, la mamá de Juli, me interrogaron sobre vos
Quiero avisarte que estas invitado a comer en casa un domingo
Yendo no, llegando
que llevo? Cuando? Qué me pongo?
Lisandro, todavía no
Recién tuvimos la primer cita
Me estás diciendo que tenes dudas de que esto vaya a largo plazo?
No, te estoy diciendo lo mismo que le dijiste a Enzo
PUTA MADRE
Pero
No lo dije con ese sentido, es porque quiero guardar los primeros tiempos de esto para nosotros nada más. Todavía no tengo ganas de compartirte
Toxico
Dios, no
Igual yo pienso lo mismo, onda quiero que disfrutemos nuestro comienzo tranquilos, paso a paso, y después lo explotamos ante el resto
Vos vas a ser mi marido
Primero, vamos a tener una segunda cita.
Hasta que hora trabajas?
Hasta las 20:30
Listo, el miércoles a la noche vamos a tener una cita.
Ljsadbfzuailhle
Que te pasó?
Estoy acostado y se me cayó el celular de la emoción
Imbécil
Después pásame la dirección de tu trabajo así te voy a buscar (:
Ahora te dejo porque Julián quiere contarme algo y se va a quedar a dormir
Dale, dale, yo seguro ya me vaya a dormir porque mañana hay que agarrar la pala
Bueno brujito, descansa, con Lisa te mandamos besos
Toda esa oración me volvió más trolo
Gracias por el día tan lindo, en serio, gracias por preocuparte por la comida, por los regalos, por todo. Decile gracias a tu amigo que anotó mal el número porque nunca pensé que en tan poco tiempo eso hubiera comenzado algo tan lindo. Y a Paulo y Oriana por las galles. Sos muy lindo, me gustas un montón y compartir tiempo con vos, estoy seguro, ya es de mis cosas favoritas en la vida. Descansa Li <3
[Foto]
La foto que Cristian le saco con Lisa estaba allí, rodeada de iconos. La gatita pegada al rostro de Lisandro mientras este le daba un beso.
Mi nuevo fondo de pantalla
Chau me voy porque me pegaste lo trolo, que asco me voy a bañar
Bueno, listo, me velan en la rosada
COMO ME VAS A DECIR ESAS COSAS?
Gracias a vos por no mandarme a cagar con las boludeces de cargoso que te dije el primer día. Si hubiera sabido cómo iba a ir todo hubiera confirmado los pedidos antes. Vos también me gustas un montón, y espero de todo corazón seguir compartiendo tiempo con vos porque tenes una energía hermosa y me das tranquilidad
Hasta mañana lindo<3
[Foto]
En algún momento del almuerzo, cuando Lisa quiso robarse un poco del pollo de lentejas, Cristian alzó a su hija como si fuera un bebé y Lisandro capturó el momento que ahora adorna su pantalla.
Y este es mi nuevo fondo (22:22)
•••
No lo habían dejado tranquilo en toda la mañana. Enzo se había encargado de avisar en el grupo que los había visto y que él ya había conocido a Cristian y como los había encontrado. Lisandro invocaba toda la paz que había sentido el día anterior para soportar todas las preguntas que le estaban haciendo. No le molestaba que sus amigos estén tan interesados, lo que si lo incomodaba era que Rodrigo estuviera ahí queriendo interrogarlo.
──Dale Licha, contanos que hicieron. ──Rodrigo insistió, otra vez, como lo venía haciendo hace dos horas.
──Ya te dije boludo, fuimos a dar una vuelta, comimos, nos volvimos y lo alcancé a su casa. ──la forma seca, rápida y cortante en la que respondió al parecer funcionó porque no volvió a preguntarle nada más.
Vio como Nicolás le daba una mirada cansada a su pareja para posteriormente suspirar y volver su atención a la gente que ingresaba. Lisandro se sintió mal por la situación a la que se tenía que enfrentar su amigo y se sintió aún peor cuando se dio cuenta de que esto venía ocurriendo hacía tiempo. Rodrigo siguió como si nada, o al menos aparentó eso, y volvió a preparar milanesas mientras cantaba una canción de Tini.
──¿Estuve muy mal? -le preguntó en un tono bajo a Oriana que estaba entregándole un mate.
──No ──le sonrió──, no estuviste mal. Creo que tiene que ver con el hecho de que él no acepta como es la relación de ustedes con su persona. Es complicado darte cuenta de que hiciste tanto daño a gente que te incluyó y te dio un lugar, supongo que todavía no entendió eso. ──concluyó con seriedad sin perder la sonrisa.
──Fua, Ori, estás re precisa y culta.
──Ah, sí ──se entusiasmó──, es que estoy haciendo terapia y me siento, no sé, como... como si se me hubiera ampliado la mirada.
──Yo no te quiero decir cómo me hace explotar la cabeza antes de ir a dormir. ──intervino Paulo.
──Perdón, ¿cómo que antes de dormir? ¿Ustedes andan conviviendo fuera del horario de protección al menor?──preguntó en un tono que rozaba el reto irónico.
──No convivimos como tal pero a veces yo me quedo en la casa de Pau porque Lio y Pabli me invitan a comer.
──La aman boludo. Mis suegros también me aman, pero mis viejos con ella tienen adoración.
Y a pesar de que la conversación iba a seguir se vieron interrumpidos por la ola de clientes del mediodía. El mate se enfrío, la tensión que había quedado flotando después de la respuesta de Lisandro a Rodrigo se disipó y el día entero fluyó con tranquilidad.
•••
Volvía a hacer mucho calor y Cristian, contrario a lo esperado por su amigo y abuela, estaba de un excelente humor. Se levantó temprano y fue a comprar para el almuerzo. Pero antes, para el desayuno, preparó licuados para los tres y unos panqueques. El olor a comida rica y dulce estuvo presente toda la mañana, incluso para el mediodía seguía estando presente un rastro de vainilla.
Lisa no se despegó de él en ningún momento. Lo cual era medio raro, porque siempre que Julián estuviera presente su hija lo abandonaba.
Nahuel les mandó una foto temprano al grupo que compartían, minutos antes de ingresar al instituto. Estaba trajeado y peinado prolijamente como lo que él mismo llamaría niño bobo. No lograron responderle en el momento pero al despertarse le enviaron varios mensajes deseándole lo mejor de los éxitos aclarando que la suerte era poco. Y sin dejar de mencionar, en el caso de Cristian, que estaba sumamente orgulloso de él.
Ahora se encontraba en la entrada de su casa con su abuela, tomando una cerveza y comiendo maní. Iban a hablar, y no había mejor manera de hacerlo que así tal como le había prometido unos días antes.
──¿Y de dónde salió? ──la mujer, que estaba sentada en una reposera con un abanico en la mano derecha y el vaso con cerveza en la izquierda, reinició la conversación.
──De un error y lo primero que le dije fue que lo iba a cagar a piñas. ──sonrió ante la mirada de su abuela──Licha trabaja en una carnicería, estaba confirmando pedidos por mensaje y anotaron mal un número. Me preguntó cuántos chorizos y me dijo goloso.
La carcajada de su abuela seguro se escuchó dentro de la casa de Julián. Se le cayero un par de gotas de la cerveza producto del movimiento que acompañó su risa. ──Qué lo tiró de las patas, la vida es una hija de puta.
──¿Viste? ──concordó──Pero bueno, al principio me parecía un idiota, eso duró medio día porque al toque me dio la sensación de que era un chabón copado. Empezamos a chamuyar en joda, pero los nervios se volvieron muy reales y cuando nos vimos por primera vez sentía que ya lo conocía. Fue raro pero lindo.
──Sí, te entiendo. Es cuestión de piel, hijo, hay gente que llega y entra porque sí y hay otra que no. Cuando conocí a Marco me quería casar con él al otro día, tardamos dos meses en ponernos el anillo. Así que te entiendo de verdad.
──El abuelo te escribió una carta a los dos días diciendo cómo iba a ser toda su vida juntos, supongo que lo intenso es parte de esta familia.
──Parece que sí, hijo. ──tomó un sorbo de la bebida──¿Por qué no me contaste antes?
──Porque tenía──se callo tratando de reformular──, siento que no va a ser así, pero tenía miedo de que Licha sea otro...
──Otro gringo. ──Cristian solo asintió. ──No todo el mundo es tan basura, hijo. A decir verdad, hay muy poca gente cómo él.
──Supongo que sí, pero yo tengo tanta suerte que si había tres, me los iba a cruzar.
──Sí, la verdad es que no naciste estrella naciste estrellado. ──los dos se rieron. ──Yo me imaginé que esto de que no me chusmearas pasaba por ese lado.
──Me lastimó mucho, buela y no solo a mi. Lean la paso muy mal también, ahora, parado desde otro lugar lo puedo ver. Richie y Sonny también sufrieron, no sabían que hacer porque habían quedado en el medio.
──Pero todos hicieron una elección, buena o no buena, que no significa que sea mala. Actuamos como podemos ante lo que tenemos. Sentimos lo que sentimos, no hay control en eso. Se muy bien lo que te hizo porque nunca quise tanto que el dolor de alguien se pasara completo a mi. Lloraba todos los dias hablando con Laura porque vos no comias, dormias todo el tiempo y casi parecias un fantasma. Se había juntado con lo de los papás de Nahue también. ───Nelly estiró su brazo y acarició el pelo de Cristian. ──El que hayas podido salir de ahí es un orgullo enorme para mi.
Cristian estaba casi llorando y su abuela parecía no querer ayudar en lo más mínimo a evitar que eso pasara. Lo miraba con ternura y con disculpa, como si ella hubiera sido culpable de algo de lo tanto que había hecho de su vida un cuento con más cosas tristes que felices.
Terminaron la cerveza, se comieron todo el maní y con con La Konga de fondo organizaron una serie de reuniones que estarían por venir. No sin antes Cristian vengarse de su abuela por hacerlo lloriquear mostrandole la foto de Nahuel uniformado. Nelly se emociono tanto que incluso Lisa la fue a reconfortar.
Chapter 28: Secuestro.
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Cuti 🌱❤️
+ 54 911 1812 2022
CUTI
AYUDAME POR FAVOR
QUE TE PASO? ESTAS BIEN?
SALVAME
Llamada perdida de Cuti🌱❤️
Llamada perdida de Cuti🌱❤️
LISANDRO QUÉ PASÓ?
Estoy siendo secuestrado
La líder de la banda me está poniendo cosas babeadas en la boca
Creo que es veneno
Ah sos un idiota, me asustaste
Y bueno, que cagada
Jodete
Pero por lo menos disfrutaste tu vida hasta ahora
Te vamos a extrañar un montón con Lisa
CRISTIAN
No seas forro
Además estoy seguro de que llorarías mi perdida
Uf, por supuesto
No, fuera de joda sí
Quién más me haría lentejas en forma de pollo?
Te odio
Te voy a sacar la tenencia de la nena
Chupala
Bueno pero no es momento ahora, después nos organizamos para eso bebé
Sos un imbécil
Seguro te pusiste colorado
Dios, salí
Ojalá que sí sea veneno la baba de Nina
Enzo la está distrayendo, dice que te manda saludos
Le dijiste que Julián le dijo pelotudo y que le mande mensajes?
Sí, sí, aparentemente ya le escribió
Juli dice que no
Uh, es un cagón
Estas con Julián? Mandale saludos
Sí, está leyendo todo y cagándose de risa
BANCA
Pásame rápido el número de Enzo
👤 Simio
+ 54 11 1812 2225
Qué vas a hacer?
Dame dos segundos
Listo
El grito que pegó el trolo este, dios, casi nos hace chocar
Esa mente brillante que tenes, te daría un beso ahora
Podes dejar de ser tan trolo?
Pero dame el beso el miércoles
Veinte te voy a dar
Bueno, llegamos te dejo porque me van a interrogar con pizzas de por medio
Anda tranqui, yo estuve tomando birra con mi abuela toda la tarde así que seguro me voy a dormir
Ah, bueno, sos re blandito
Cerra el orto
JAJAJAJAJJAJA
Anda lindo, besitos y descansa. Hasta mañana <3
Besos brujito, y ojo con hacerme quedar como un trolo
Más trolo? No sé si es posible
Chau (21:58)
•••
Dos minutos después de entrar en la casa de Lautaro y Alexis, llegaron Paulo y Oriana con helado para el postre y gaseosas. Al parecer esto había sido meticulosamente planeado y Lisandro estaba fascinado con lo calculada que estaba la situación.
──Iba a venir Ota también pero tuvo que ir al departamento...
──Se fue con Rodrigo. ──terminó Lautaro la oración de Paulo. ──Está bien. Ahora es su pareja y él tiene que ver cómo distribuir los tiempos entre las personas que quiere y que no se llevan tan bien.
Y, como de costumbre, Lautaro siempre solía ser la persona que más aplacaba la situación con respecto a Rodrigo a pesar de haber sido en su momento uno de los que más sufrió. Además poseía una gran inteligencia emocional que equilibraba al grupo en general.
──¿Entonces ya nos contó a todos que él está con Rodrigo? ──preguntó Oriana.
──A mí no me dijo nada, pero es obvio y hasta me animaría a decir que están hace dos, tres meses juntos.
──Yo creí que solo me lo dijo a mí. ──Tanto Paulo como Oriana, Alexis, Enzo y Lautaro le hicieron saber con gestos que así había sido. ──Me pone mal que él no se sienta bien y cómodo como para contárnoslo.
── Yo nunca entendí del todo qué paso con Rodri, igual. ──expresó Enzo.
──Y no vas a entender nunca si estás todo el tiempo con el celular.
──Bueno Toro, háblame bien. Ni mi viejo me caga a pedo como vos.
──Porque prácticamente yo soy tu viejo. Sí te la pasas acá con nosotros.
──Dios me salve de tenerlo de hijo, no gracias. ──Alexis se metió en el intercambio y fingió un escalofrío.
──Bueno, bueno, basta de cháchara. Vamos a preparar la comida que me estoy cagando de hambre, los bizcochitos de hoy no me llenaron ni la muela. ──Lautaro comenzó a dispersar a todos del comedor para ir a la cocina. ──Igual, Ori, estaban riquísimos eh, no es queja.
──Que bueno que te gustaron, Lauti. Los hice anoche. Lio quería comer algo rico y Pabli ya se había ido a acostar así que los preparé rápido, no sabia si estaban tan ricos.
──Te juro que me explota la cabeza cada vez que les decís así porque sé que lo odian pero estoy seguro de que te perdonan todo a vos. ──le dijo Lisandro.
──Estás en lo correcto, Li. ──Paulo confirmó la teoría.
Nina se pegó a Lisandro toda la noche, juntos robaron queso y tomate de la mesa de ingredientes. Enzo, por otro lado no dejó el celular y en ningún momento les dijo con quién estaba hablando aunque tampoco era un gran misterio. El resto se encargó de preparar todo menos la masa ya que al parecer el fin de semana de Lautaro y Alexis si incluyo amasar.
Lisandro les comenzó a hablar de su cita, donde fueron, que hicieron, que comieron, les contó de Lisa, les mostró las fotos que había sacado y los regalos que Cristian le había hecho. Durante su exposición sobre cuán perfecto había sido todo fue el único momento en el que Enzo paró de mensajear con Julián y puso atención en la reunión.
──Decime por favor que se besaron bajo la lluvia como en las películas. ──preguntó su amiga que lo miraba como si le estuvieran leyendo una novela romántica.
──No Ori, te lo debo, pero casi. Estábamos en la feria, donde compramos nuestros regalos y las pulseras a juego...
──Eso prácticamente cuenta como un compromiso. ──le dijo Alexis con una sonrisa mientras abrazaba a Lautaro quien tenía a Nina a upa.
──No voy a decir que me lo estoy tomando como tal pero podría ser. Lisa también tiene una, se la enganchamos en el corrar. ──sonrió. ──En fin, cuando estábamos ahí se largó con todo, así que corrimos con todas las cosas, y Nina adentro de la campera, hasta el auto. Cuando nos acomodamos nos miramos y fue como si no existiera nada más en el mundo. No había lluvia, no había laguna, no había nada, solo nosotros y Cristian ahí me dijo que era lindo hasta empapado y me besó.
──Es un mentiroso, ya sos feo en seco no me imagino pasado por agua. ──Enzo lo interrumpió y se ganó un botellazo como respuesta.
──Y decí que es la de manaos porque no alcanzo la de vino. Por lo menos yo tuve huevos no como otro que tuvo que esperar a que le hablaran.
──Igual, cuña, yo pensé que vos ibas a activar un poco más. Todo lo hizo él. Que la mano, que el beso.
──Bueno, mufi, estaba re nervioso. Mira si me sacaba cagando. Igual al toque le di un beso yo y cuando me estaba yendo de su casa le di un pico, después me contó que nos vio su familia. ──se rieron. ──Uh, el hermano se me metió en la camioneta y me amenazó. Excelente muchacho, nada de miedo me dio el hecho de que me dijera que estaba entrando a la fuera.
──¿Te metiste en una familia con milicos?
──No hice una investigación profunda sobre el tema pero al parecer, mínimo, un milico hay.
──Te conviene portarte bien entonces, carni. ──advirtió Enzo.
──Y a vos también porque Julian es prácticamente de su familia.
──Uh, encima a Enzo por portación de rostro lo hacen cagar de una. ──Paulo dijo eso y abrazó al mencionado. ──Capaz si dejas de comportarte como un mono salido del zoológico puedas zafar.
Después de una mala mirada y más gastadas entre todos siguieron con la cena y con la presión de que Cristian tenía que conocer a la banda y no solo eso, sino sumarse a algún partidito de fin de semana y de paso, llevar a Julian. Aunque esto último solo fue una suplica de Enzo.
Cuando terminaron de lavar todo, Oriana se acercó a él para ayudar a secar la vajilla y ordenarla en su lugar. ──¿Por qué dijiste que él te besó primero si vos me contaste que fue al revés?
Lisandro se rió mientras agarraba un repasador para secar una de tablas. ──Le prometí que no lo iba a hacer quedar como trolo. Bueno, más trolo.
──Con esto que me acabas de decir, el más trolo y cursi sos vos. ──inclinó su rostro y Lisandro pudo ver un brillo en particular. ──Me pone muy contenta verte así. Aunque ya lo sabia porque hice una tirada y salieron cosas hermosas.
Y sin dejar que Lisandro la interrogara se fue corriendo al encuentro de Paulo que la llamaba a los gritos para que vea un video.
•••
Licha 🔪❤️
+ 54 11 1812 2226
Juli me dijo que tenemos un partido con tu grupo de amigos
Este Enzo de mierda, todavía no arreglamos nada
Encima siempre jugamos los findes a la noche pero vos trabajas
Podemos organizar un domingo a la tarde, antes de ir a Creed
Eu, re si, le voy a decir a los chicos
Che, vos no ibas a dormir temprano?
Si, pero Lisa quería comida porque en su plato solo había 43 trocitos no 45🙄
Espero que hayas dejado los 45 como corresponde, sino te denuncio por maltrato
[Foto]
Lisa estaba en su pecho, como era de costumbre, siendo acariciada por él. Dejando a la vista ambas pulseras, una enlazada al collar y la otra adornando la muñeca de Cristian. Lisandro se estaba volviendo adicto a ese tipo de fotos.
El contenido por el que pago
Yo no veo un peso todavía
Te pago con besos y comida veggie
Supongo que es un trato mas que justo jajajajaj
Bueno, ahora si nos vamos a dormir. Te mandamos besitos. Hasta mañana brujito, descansa ❤️
Les mando besitos a los dos, hasta mañana🤍 (23:55)
Chapter 29: Canchita
Chapter Text
El martes se estaba haciendo eterno. Lisandro no había dejado de hacer cosas en todo el día. Durante la mañana y la hora de descanso estuvo metido en el frigorífico depostando y preparando cortes de más para los pedidos grandes para luego, en la tarde, salir a hacer repartos junto a Lautaro. No tuvo tiempo de escribir más que un buen día para Cristian para luego dejar su teléfono abandonado en su mochila. Solo podía pensar en salir de allí, irse a su casa, bañarse, comer algo, llamar al padre de su hija y después dormir. Pero al parecer sus amigos tenían otros planes.
──Enzo ya tiene todo listo. ──escuchó decir a Lautaro. ──Dijo que nos espera allá.
──Vamos todos, ¿no? ──la pregunta de Nicolás fue casi un ruego y sin necesidad de verlo podía saber que Rodrigo estaba mirándolo mientras entregaba la mercadería a la clienta.
──Sí, vamos todos. ──Paulo se metió en la conversación y Lisandro supuso que fue para evitar que la respuesta proveniente de la voz cansada de Lautaro lo pudiera lastimar.
──Perdón que me meta eh, pero, ¿a dónde van?
──Nos vamos a jugar a la pelota y a comer unas burgas, Lichi. ──Lisandro miró a Rodrigo y sintió que si su compañero de trabajo sonreía más le comenzaría a doler la cara.
──Chicos, yo estoy fusilado ──miró a los demás──, no doy más. Creí que íbamos a organizar para el finde.
──Sí pasa que Enzo consiguió que el Pulpo nos dejara jugar gratis dos horitas en la cancha. ──Explicó Paulo.
──Hagamos esto, vayan ustedes, yo me voy a casa y la próxima yo me pago la cacha.
Paulo y Lautaro se miraron y Lisandro sintió que estaban diciendo algo sin hablar. Solían hacer eso, con él también y sentirse excluido no le gusto nada.
──No. ──respondió su primo cortante. ──Te vas con nosotros hoy, no aceptamos negativas.
──Boludo, te juro que estoy muerto y…
──Muerto vas a estar porque te vas a querer matar si no vas. ──Intervino Oriana mientras cerraba la puerta tras la última clienta y bajaba la persiana. ──Dale Li, y mañana te cubrimos así salís temprano.
La propuesta fue tentadora. Demasiado. Miró a su amiga y sonrió. ──Listo, te tomo la palabra. Más les vale que el morfi este bueno.
──Te prometo que vas a comer bien, Licha. ──respondió esta vez Paulo.
Se dividieron las tareas del cierre. Lautaro y Paulo hicieron la caja, mientras Lisandro y Nicolás limpiaron el cuartito y lavaron nuevamente todas las cuchillas. Por otro lado Rodrigo y Oriana le pasaron el trapo al piso y desinfectaron los mostradores. Una vez cerraron absolutamente todo y apagaron las luces, salieron.
Otra vez se habían divido en los vehículos para ir todos cómodos. Paulo, Oriana y Rodrigo iban con Nicolás en su camioneta mientras que Lisandro viajaba junto a Nina, Lautaro y Alexis. Su ahijada le contaba cómo había jugado toda la tarde con su mimio en la plaza.
Al llegar a la cancha vieron que había bastante gente, lo cual les generó la duda de que Armani cumpliera con su palabra de prestarles la cancha gratis. Al ingresar al lugar notaron como Enzo estaba sentado junto a un chico de cabello castaño y no paraba de hablar.
──Pobre flaco, ya se le pegó la mosca. ──dijo Paulo y todos se rieron. Todos menos Lisandro, porque él ya había visto a ese chico.
──Vamos a rescatarlo, porque si no va a llamar a la policía. ──respondió Alexis mientras dejaba que Nina saliera corriendo en dirección de su niñero.
Lisandro vio como la nena se tropezaba y caía de rodillas pero antes de que alguno de sus padres, Enzo o él mismo la ayudara a levantarse un chico llegó junto a ella y la levantó con cuidado. Todo el cansancio que tenía en su sistema desapareció, se esfumó, dejando paso a una energía increíble.
Cristian estaba allí, con su sobrina a upa, secándole las lágrimas, mirando a todas partes en busca de alguien que la tomara en brazos. Y en esa búsqueda, lo encontró a él, a centímetros de distancia. Alexis llegó antes que él y agarró a Nina para revisarla. ──Creo que no se lastimó porque tiene jogging puesto.
Eso fue lo que llegó a escuchar. Aquella tonada que lo volvía loco, incluso teñida por los nervios era un tono voz que le hacía temblar las piernas. Piernas que ahora parecían manejarse por sí mismas llevándolo hasta él.
──No, parece que fue el susto nada más. ──escuchó decir a Alexis mientras le acomodaba los rulos a su hija. ──Gracias.
Los ojos de Cristian volvieron a fijarse en Lisandro. El más bajo tenía el rostro rojo, no pudo deducir si era culpa del calor o de los nervios, y su mirada brillaba, muchísimo, lo hipnotizó. ── ¿Qué haces acá? ──le preguntó con una sonrisa. Lautaro y Alexis se miraron entre ellos y luego les prestaron atención nuevamente.
── ¡Vos sos Cristian! ──Lo señaló Lautaro. ── ¿Todo bien? Yo soy Lauta, el primo de Licha. ──lo abrazó.
── ¿Cómo va? Sí, yo soy Cristian. ──se rio y devolvió el gesto con una palmada en la espalda. ──Un gusto.
── Él es Ale, mi pareja, y ella es Nina nuestra hija. ──Alexis se acercó y saludó con una sonrisa. ──Aunque a la peque ya la conoces.
──Sí, a ella la conozco por fotos y me presenté recién cuando se cayó para que no se asuste. Perdón por agarrarla sin permiso, fue reacción inmediata.
──No te preocupes, al contrario, gracias por levantarla sino iba a ser peor. ──Lautaro se giró a ver a su primo. ──Nosotros vamos a ver que cancha nos toca para que Ori se siente con Nina.
──Dale, ahora los alcanzo.
Cuando se fueron y ellos se quedaron solos, entre toda la gente pero en su burbuja, Cristian lo miró con una ceja levantada. ── ¿Cómo los alcanzo en singular? ¿Me vas a dejar solo acá?
──Para, antes, hola lindo. ──se acercó con una sonrisa y le dejó un beso en la comisura derecha. ── ¿me podes decir qué haces acá?
──Ahora sí, hola bruji. ──le sonrió de vuelta──Mira, la verdad es que vine a comprar una moto. ──el sarcasmo era palpable y Lisandro se mordió el labio inferior para no reír. ──Vine a jugar a la pelota, salame. Enzo organizó todo para verse con Juli y me trajeron secuestrado y acá me dijo que venías vos también.
──Con razón estaban tan insistentes con que viniera.
── ¿No ibas a venir? ──la voz de Cristian salió suave y cargada de ternura.
──La verdad es que quería ir a casa, bañarme, llamarte y dormirme. Pero te vi y se me fue el sueño a la mierda.
──Que tarado que sos. ──negó con la cabeza── ¿Te sentís bien? ¿En serio no queres irte? ¿O querés que me vaya?
── ¿Y perderme de jugar un partido con vos y ver cómo Enzo se hace la estrella porque esta Juli? Ni en pedo.
──Juli también se va a hacer el piola. Juega re bien, posta. Así que lo quiero de mi lado para no ser humillado.
Lisandro le agarró la mano y lo llevó a donde estaban los demás. Se dio cuenta de que no lo había soltado cuando Rodrigo miro sus manos entrelazadas. ── ¡Ah bueno, te lo tenías escondido!
Todos se callaron y de un momento a otro el ambiente se volvió tenso. La situación era incomoda y para tres de ellos totalmente desconocida. Cristian notó como Lisandro estaba molesto y le quiso soltar la mano para ayudar a aliviarlo pero en respuesta obtuvo un agarre más firme.
──Sí, estaba un poco escondido pero porque soy egoísta y me quiero guardar nuestras cosas para nosotros. ──todo lo dijo con una sonrisa enorme y seguridad avasallante. ──Igual acá casi todos sabían ya. Menos Nico y vos, porque él justo estaba en la costa como vos cuando empezó todo.
La última oración salió un poco más filosa. Cristian buscó la mirada de Julián que estaba sentado frente a él con Enzo y cuando la encontró se dio cuenta de que tampoco entendía nada. Oriana apretó el hombro de Paulo instandolo a hablar pero no fue necesario.
──Bueno muchachos, los hice venir al pedo. ──interrumpió un hombre muy alto acercándose a ellos. ──Tengo las canchas ocupadas pero como ya están acá, pasen al quincho y usen la parrilla.
──Pulpo la concha de tu madre ──dijo Enzo mientras se paraba──, me dijiste que la tenías.
──Bueno flaco, se me mezclaron los papeles. No te calentes, ahora los anoté para el domingo.
──Bueno, pero el domingo también nos cubrís tres cocas.
── ¿Qué me viste cara de Papá Noel?
•••
Lisandro manejaba el auto de Alexis en busca de algún lugar que estuviera abierto y vendiera hamburguesas de soja porque, pequeño detalle, ninguno se acordó de Cristian. Cuando el carnicero se dio cuenta de esto casi mata a casi todos ya que Enzo, Lautaro, Oriana, Paulo, Alexis y Nicolás sabían que su… que Cristian no come carne. No le haría ni diría nada a Julián porque todavía no tiene la confianza suficiente pero si se llegara a repetir en unos meses él no se salvaría.
──Li, no te preocupes, volvamos.
── ¿Y qué vas a comer? ¿Pan con mayonesa?
──No, pero había queso y tomate, me hacía un sanguche con eso y listo.
──No. Vamos a comprarte algo rico, si no conseguimos volvemos.
──El pan con mayonesa es rico, Bruji.
──Bueno pero no vas a comer eso. Vamos a buscar algo rico.
──Está bien, pero en serio no hacía falta. ──Cristian se quedó callado unos minutos mientras Lisandro parecía buscar incluso en las casas una luz milagrosa que bajo ella tuviera hamburguesas vegetarianas. ── ¿Te puedo preguntar algo?
── Sí, ¿qué pasó?
── Justo eso iba a preguntarte, ¿qué pasó con el chico ese? Con Rodrigo, el del momento tenso…
Lisandro suspiró. ──Pasaron varias cosas.
── ¿Me queres contar? ──puso su mano sobre la del conductor y él asintió. Orilló el auto y estacionó frente a una casa sin bajada de auto.
──Con Rodrigo nos conocemos hace bastante, unos seis o siete años, creo que más. Fuimos muy amigos, con él, Lautaro y Ale. Nosotros, con Lauta y Ale, ya trabajábamos en la carni y le conseguimos laburo a él. Al principio estuvo todo bien, trabajábamos bien juntos y demás, hasta que él empezó a hacer cosas que no estaban buenas. Cobraba de más y se quedaba con plata, tenía actitudes raras con Alexis y eso hizo que Lautaro y él se separaran.
── ¿Lautaro y Alexis estuvieron separados? ──preguntó sorprendido.
──Sí, estuvieron menos de un año y medio separados. Ahí fue que Lauta conoció a Agustina y ella quedó embarazada de Nina. En realidad ellos estuvieron menos de dos meses en pareja pero igualmente llevaron a cabo el embarazo, de hecho se casaron, se separaron y ahora la crían juntos los tres. Pero Lauta y Alexis no se pueden casar por unas cuestiones que no entiendo y tienen que ver con eso. En fin la tenencia de Nina es completamentaria, durante la semana está con Lau y Ale, y los findes, no todos, se va con la mamá. ──suspiró y se acomodó de costado para hablarle de frente. ──En el transcurso en el que él empieza a meter cizaña en la relación de los chicos también empieza a comerles la cabeza a los jefes en contra de Alexis y él termina renunciando.
── ¿O sea que hoy en día Alexis se lleva mal con tus jefes?
──No, cuando salió todo a la luz, de que era Rodrigo quien se quedaba con plata y que cobraba de más, mis jefes hablaron con los dos pero Rodrigo les dijo que si lo echaban les hacía juicio porque no tenían pruebas palpables de todas las cosas de las cuales se lo acusaba.
──Eu, banca, es terrible todo, ¿cómo puede ser que siga estando en su grupo?
── Supuestamente cambió, pero las cosas que hizo y dijo no se pueden borrar como si nada.
──Que cagada, Li. ──Cristian vio a Lisandro suspirar y supo que había algo más──Y a vos, aparte de lastimar a los chicos, ¿te hizo algo?
──Cuando él empieza a tener las actitudes raras con Ale, que nunca llegó a pasar nada porque Mufi toda la vida estuvo y va a estar enamoradísimo de Lauta, en paralelo me chamuyaba a mí. Yo me sentí deseado después de mucho tiempo y nada, caí. Tuvimos relaciones un par de veces y él después me trataba como si fuera la peste hecha persona. Fuera de joda me trataba muy mal. Después como que se enfrió todo cuando Pau empezó a trabajar con nosotros y para cuando llegó Nico, que fue como el reemplazo de Ale, terminó de romper las pelotas. A veces tira comentarios venenosos cómo el de hoy, lo de tener escondido, es porque él no me dejaba decir nada de nuestra “relación”.
── Ah, es un flor de hijo de puta. ¿No es pariente de mi familia?
──Dudo mucho. ──largó una risita y después se quedó callado. ──Esto que te conté, sobre Rodrigo y yo, ¿te hace querer dejar todo acá?
Cristian, que se había girado a ver un perrito volvió su vista a Lisandro. ──Para nada. Creo que no hay nada que me haga querer dejar todo acá. El pasado es eso, pasado, forma parte de nosotros pero no nos cataloga de por vida. Son cosas que pasan y muchas veces no tenemos las herramientas para enfrentarlas pero las obtenemos una vez transitadas estas situaciones. ──suspiró. ──Si no mira a Lautaro y Alexis, ellos se separaron, Lautaro se casó, tuvo una pareja a la cual dejó embarazada, se separó, volvió con Alexis y formaron una familia hermosa, no se quedaron en lo malo, salieron de eso. Y estoy seguro de que no son las mismas personas que cortaron, ni por asomo. Yo también tengo un pasado del cual no vamos a hablar hoy pero que también pesa.
── ¿Alguna vez te dijeron que sos bueno para dar discursos?
──No soy bueno para dar discursos.
──Sos bueno para todo. ──Lisandro le agarró la mano y la apretó. ──Gracias.
──No me tenés que agradecer por nada. ──se acercó y le dio un beso. ──Ahora vamos, que estamos tardando un montón y me vibra el culo, clara señal de que Julián me está llamando.
•••
Al final uno de esos hipermercados los salvo y Lisandro consiguió para Cristian unas hamburguesas veganas las cuales cocinó en un rincón alejadas de las demás.
La reunión no tenía rastros de tensión y eso podría deberse a que Rodrigo estaba sentado en una punta junto a Nicolás sin dejarlo interactuar con el resto.
Después de cenar escuchando música llegó la hora de despedirse. En algún momento de la noche Julián y Enzo desaparecieron, nadie quiso averiguar a donde habían ido. Nina se había dormido por lo que toda la despedida se hizo más rápida y plagada de saludos con ideas para próximas reuniones.
──Mañana tenemos una cita, lindo, no te olvides.
──Mira si me voy a olvidar de que tengo la oportunidad de pasar un rato con vos. ──respondió Cristian mientras sostenía su mano, sin vergüenza, delante de todos sus amigos. ──Me tenes que pasar la dirección de tu trabajo así te paso a buscar.
──Mañana te la paso. ──La bocina del auto conducido por Alexis los espantó y no solo a ellos. De la camioneta del padre de Julián bajó Enzo con la remera desacomodada, despeinado y con el rostro rojo como un tomate. Sin mirar a nadie se subió al auto. Dos segundos después Julián bajó la ventanilla.
── ¿Vamos, Cuti?
──Sí, sí. ──respondió riéndose, se acercó a Lisandro y le dio un beso prolongado en la mejilla. ──Mañana nos vemos, descansa y ponete lindo aunque eso te sale natural.
Y sin dejarlo responder se subió a la camioneta y bajo la dirección de Julián se retiraron del lugar. Lisandro se subió al auto y sin decir nada para no despertar a su ahijada sacó su celular.
Cuti 🌱❤️
+ 54 11 1812 2022
Mañana espero que me beses como corresponde.
Avisame cuando llegues y mandale besitos a mi nena
Hasta mañana lindo🤍
Mañana besame vos, que siempre lo hago yo
Recién llegamos Lisa está durmiendo con mi abuela, una traidora
Hasta mañana brujito, descansa❤️
Chapter 30: Humor de perros
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Licha❤️🔪
+ 54 11 1812 2225
Buen día, brujito, buen día!
[Foto]
BUEN DÍA LISA BEBITA HERMOSA AMOR DE MI VIDA
No puede ser tan linda
Mira como abraza al cocodrilito
La extraño
A mí no me vas a saludar?
Buen día Cutie lindo🩶
Se te patinó la e
No, Ori, te dice así por lo que elegí copiarme
Aparte se parece a tu nombre
Es como lindo en inglés creo, no sé, ella es la teacher
JAJAJAJJAJAJJA
Capaz me estas bardeando pero vos lo mandas porque es parecido a mi nombre, ta bien
Ori no te bardearía así que tranqui, es algo lindo
Como vos
Que chamuyero que sos
Te gusta que te chamuye
Sí.
Trolo
Tarado
Gay
Imbécil
Dame un beso
No, ni en pedo
Me contagias lo trolazo
Sí te re gusta que te contagie
Salí
JAJAJAJAJA
Cutie, me voy que vino Nico a buscarme para ir a trabajar y esta dele tocar bocina
Te escribo durante el día y te paso la dirección
Dale Li, anda tranqui después nos vemos
Besitos
(07:27)
•••
Lisandro guardó su celular en la riñonera, apagó las luces de la casa y cerró la puerta del patio del fondo. Otra vez escuchó la bocina de la camioneta de su amigo y se apuró. Cuando salió pudo ver que Nicolás lo miraba con una sonrisa desde la camioneta, como siempre. Eso lo tranquilizó ya que pensó que quizás debido a la situación incómoda que pasó con Rodrigo la noche anterior las cosas estarían raras.
──Buen día, mi general. ──lo saludó mientras se subía al vehículo.
──Buen día Laucha.
──Cómo odio que me digas así.
──Ya sé ──se rio mientras ponía en marcha la camioneta──, por eso te lo digo.
Nicolás siempre le decía Laucha, ya que sostenía era una reversión de su apodo regular. Lisandro prendió el estéreo y justo radio Disney estaba pasando una canción de Tini. ──Nico.
──Sí, ya sé, tenemos que hablar de Ro.
──Te quiero pedir disculpas porque quedaste en el medio de problemas sin resolver y eso no es justo. Yo traté de hacer como si nada hubiera pasado durante todo este tiempo pero la verdad es que a veces me cuesta muchísimo.
──Lo sé, Carni, lo sé y también sé que es difícil todo y que lo que hizo no estuvo para nada bien pero él cambio, te juro que cambió solo que es un getón de mierda y no puede tener la boca cerrada.
──Mira Ota, ojalá tengas razón y haya cambiado. Hay muchas cosas que quizás no sabes y es mejor así porque tampoco estás saliendo con un asesino o algo así. ──Nicolás había frenado en un semáforo y se giró para verlo. ──Pero es muy difícil la situación y creo que lo es para todos porque siempre tratamos de seguir incluyéndolo en el grupo porque él estaba solo, porque compartió tiempo con Nina a pesar de todo y no hace nada por demostrar su cambio.
──¿No crees que quizás en tu propia bronca y resentimiento hacía Ro no queres ver que él sí cambió? ──ambos se quedaron en silencio después de eso y avanzaron en el camino.
El ambiente en la camioneta se hizo pesado y angustioso de soportar. Mientras Lisandro analizaba minuciosamente la pregunta de su amigo, cuestionándose si quizás tenía razón o incluso evaluando la posibilidad de que todo lo que sentía era una exageración, Nicolás quería cortarse la lengua y volver minutos atrás para no hacer aquella pregunta pero ya no podía.
Cuando llegaron a la carnicería Lisandro lo miró una última vez y antes de bajar le dijo. ──Creo que ni siquiera estoy realmente enojado. Sólo que fue mi amigo, lo ayudé todo lo que pude, le di mucho de mí y mi familia y no tuvo reparo en romper todo eso por su propio beneficio para que después fingiera ser una persona completamente angelada y nosotros tener que convivir con eso. No es resentimiento ni es bronca, Nico, es tristeza y desilusión. ──sin decir más cerró la puerta con cuidado y caminó hacia el local.
Cuando entró saludó a todos y se fue directamente a la cámara a preparar cortes donde estuvo hasta la hora de la comida. Sólo intercambió palabras con Oriana quien le alcanzó algunos mates y le chusmeó algunas cosas que le contó una de las vecinas. Cuando todos se reunieron en el cuarto de atrás para almorzar Rodrigo lo llamó para hablar a solas.
──Sé que me equivoqué un montón con ustedes, la embarré un poco. ──se rió.
──¿Un poco nada más?
──Bueno──sonrió──, un poco bastante. ──Lisandro lo seguía mirando con seriedad. Sabía que esta charla y falsa disculpa era solo por Nicolás por lo que la aceptaría y se iría solo para tener calma para su amigo. ──Quiero que tratemos de seguir como hasta ahora, como si nada hubiera arruinado nuestra amistad. Errar es de humanos, yo no soy perfecto y ustedes tampoco. Yo lo quiero mucho a Nico, sé que sabes que estamos juntos, y no me gusta que se sienta mal solo porque no pueden superar cosas que hice por pendejo.
──Me tenes que estar jodiendo. ──No podía entender el cinismo.
──Te estoy hablando en serio, Lis. Sigamos como hasta ahora por el bien de todos. Avancemos y dejemos las cosas malas atrás. Hay que tener buena vibra entre todos. Ya está, Lauti y Ale están juntos, se llevan bien con Agus y tienen a Nina entre los tres. Tan mal no me porté, bastante bien salió para ellos. Y vos ahora estas saliendo con alguien, ya está, concéntrate en él y deja ir el pasado que, para colmo, nunca significó nada.
Rodrigo le sonrió como si acabara de dar el discurso de miss universo, le puso la mano en el hombre y con un apretón finalizó toda la conversación haciendo que Lisandro tuviera un nudo en el pecho porque no tuvo tiempo ni oportunidad para responder y tampoco sabía si la quería ya que no serviría de nada. Volvió con el resto y se encontró con Nicolás viéndolo con una mirada que rozaba la angustia y una sonrisa esperanzada. No respondió más que con una mueca que pretendía ser una sonrisa y se acomodó junto a Paulo y Lautaro para comer.
• • •
Enzo
+ 51 11 1812 2224
Enzo, soy Cristian el hermano de Juli
Cuñaaa como va?
Todo bien, che me haces un favor?
Sisisi decime que necesitas?
• • •
Lautaro había recibido un mensaje de Enzo y en consecuencia no paraba de entrar y salir del local, ya estaba exasperando a todos y más que nada a Lisandro que estaba teniendo un día de perros.
──Lauta, ¿que te pasa padre? ──corroboró la ausencia de clientes y continuó──¿Tenes hormigas en el culo?
Lautaro observó hacia la esquina una última vez e ingresó al local. ──Que humorcito que tenes hoy, pa. ──golpeó su espalda cuando llegó a su lado. ──Estaba viendo a una señora que parece estar buscando algo.
──¡Y anda a ayudarla!
──Na, ya fue un pibe. ──respondió como si nada mientras afilada su cuchilla. ──¿A que hora te vas?
──¿Ahora? ──respondió en un tono que parecía las una pregunta que una afirmación.
Su primo asintió.──Anda a cambiarte y podes irte.
──Gracias.
En menos de dos minutos Lisandro ya estaba cambiando, vestido decente, perfumado y peinado. ──Pero para──exclamó Lautaro riéndose──, sos más rápido que los bomberos.
──Bueno che. ──se rió──Escucha, cualquier cosa te aviso, ¿si? ──y luego de recibir un asentimiento como respuesta saludó en general y se retiró.
Cuando Lisandro salió de la carnicería no pudo contener la sonrisa ante la imagen frente a él, todo el mal humor se desvaneció como si de magia se tratara. Cristian estaba parado junto al pequeño cantero que se encontraba en la esquina. Estaba hablando con una señora que al parecer le preguntaba algo sobre una calle. Decidió acercarse a paso lento hasta ellos.
──¿En serio no sabes, corazón? Es que me mandaron mis nietos a comprar raviolones y no encuentro el lugar.
──En serio no sé dónde puede ser, no conozco la zona──lucía avergonzado por no poder ayudarla──, es la primera vez que vengo.
Ninguno de los dos se percató de su presencia hasta que habló. ──Hola ──les sonrió──, ¿qué lugar está buscando señora?
──Hola, tesoro, estoy buscando una casa de pastas. Mis nietos me mandaron a comprar raviolones pero no me dijeron bien donde queda. ──La señora, que medía solo un poco menos que Lisandro parecía nerviosa. ──Me dijeron que se llama algo así como Los fideos de María o Cabello de Ángel.
Cristian y la mujer lo miraron con la esperanza de que eso hubiera podido orientarlo para darle una respuesta pero se encontraron con una sonora carcajada. ──Ay, le pido disculpas. Sí sé qué lugar está buscando ──otra risa──, perdón. El lugar se llama Pastas Di María. Queda justo al lado de la relojería de enfrente. ──señaló con una sonrisa.
──Ay corazón, no sabes cuánto te agradezco. ──le sonrió para después mirar a Cristian. ──A vos también. Espero que tengan ambos una linda tarde noche. Hasta luego.
──No es nada, hasta luego señora.
──Chau señora. ──Cristian vio como la mujer cruzó la calle por cualquier lado. ──Dio mío, esta es una Nelly cualquiera.
──Hola, ¿no? ──Lisandro hizo que lo mirara de nuevo.
──Hola brujito. ──la sonrisa que Cristian le regaló en ese instante se convirtió en su favorita pero sabía que no sería así por mucho tiempo porque cada sonrisa que le regalaba le parecía más hermosa que la anterior. Le dio un beso en la mejilla y se alejó antes de que pudiera corresponderle. ──Gracias por pasarme la dirección y decirme a qué hora salías, eh. ──el sarcasmo era palpable y Lisandro se dio cuenta de qué nunca le había dicho nada de eso.
──¿Cómo supiste? ──preguntó sorprendido. ──El brujo sos vos me parece.
──Le pedí a Enzo si me podía decir. ──y cómo una de esas tormentas de verano que te agarran completamente desprevenido la sonrisa del cordobés se borró en un instante dejando paso a un rostro angustiado y preocupado. ──Uh, me la mandé. Perdón, capaz tendría que haber esperado a tu mensaje. Es que cómo ayer acordamos que hoy nos veíamos pero hoy casi no hablamos y no sabía dónde quedaba la carni pensé que preguntarle a Enzo era lo mejor.
──Fue lo mejor ──le agarró la mano y sonrió──, tuve un día muy movido acá. Estuve depostando y tuve que salir a hacer repartos. ──decidió omitir las charlas incómodas que lo molestaron durante el día entero. ──Me olvidé totalmente de que nunca te di la dirección. ¿Me perdonas? ──Lisandro le tomó las manos.
──No seas tarado, no tengo nada que perdonarte. ──Le sonrió ahora más relajado. ──Aunque ahora que lo pienso...
──¿Qué?
──Hoy la saludaste a Lisa como si fuera dios. Que lo es──aclaró──, y a mí me saludaste así nomás. Eso si no te lo perdono.
──Es que me mandaste la foto más linda del mundo, ¿qué querías que hiciera?
──¿Saludarme bien? Ni siquiera ahora me saludaste bien.
──Uh, es que estabas en pleno chamuyo y no te quería interrumpir.
──Sos un imbécil ──Cristian soltó una carcajada──, igual me arruinaste todo y medio que me serruchaste el piso.
──Y bueno Cuti de mi corazón, así pasa cuando uno es fachero. Conquista sin proponérselo.
Cristian se puso rojo y le pegó en el hombro empujándolo un poco mientras ambos reían. ──Sos un tarado.
──Eso lo establecimos después de mi primer mensaje.
──Pasa que a veces no lo sos y me olvido. ──Lisandro se mordió el labio inferior.
──¿Qué vamos a hacer hoy?
──Vamos a ir a un barcito, toca la banda de un conocido y después hay karaoke.
──Compro, ¿vos vas a cantar después?
──Na, ni ahí, yo no canto, bruji.
Lisandro le sonrió con picardía. ── ¿Qué apostamos a que hoy cantas conmigo?
──Lo que vos quieras, total vas a perder.
──Sí cantas conmigo el viernes venis a comer a lo de Lauta y Ale.
──¿Premio o castigo? Es comida gratis y gente con la cual complotar contra vos. Es ganar o ganar para mí.
──Lindo, te van a tener con el cuchillo en el cuello listos para interrogarte todo el tiempo posible. ──la sonrisa de Cristian desapareció un poco. ──Y sí no cantas conmigo me ofrezco a un interrogatorio de tu abuela.
──No, tampoco soy tan bueno. Va a estar mi abuela, mi tía Laura, el Emi con Mandi y además de Juli, dos sorpresas más.
──¿No queres que vaya el presidente también?
──Si queres invito al papa de Juli también, pero ese no te va a dejar de amenazar cada dos segundos.
──Entonces así está bien.
Ambos se rieron y luego de dos segundos comenzaron a caminar hacía la parada del colectivo, agarrados de la mano, mientras que los vecinos de la carnicería los miraban con complicidad y le hacían señas a Lisandro de que les tenía que contar que había pasado allí.
──Siento que hay mucha gente mirándonos.
──No lo sentís ──Lisandro le susurró──, hay mucha gente mirándonos. La mayoría son mis chichis, mañana las voy a tener preguntándome todo en la carni.
──Uh, más vale que me dejes bien parado, no quiero caerles mal a tus chichis.
──Eso sería imposible.
Ninguno de los dos se percató, o al menos eso pareció, de que la camioneta del tió de Cristian estaba parada junto a ellos. Con Nelly y Julián dentro en una misión de espionaje.
──Nos va a matar si se entera que nos quedamos acá, Ne.
──No se va a enterar, aparte ya nos vamos. Solo quería chusmear un poquito.
──Está bien.
── Vamos así cocino algo rico para nosotros.
──Unas buenas papas al horno con pimentón.
── ¿Me viste cara de marteschef? ──le dijo robándole una risa al conductor. ──Igual vamos a hacer eso, con un poco de mayo de ave que hice al mediodía.
──¡Gracias vida por darme a Nelly! ──exclamó Julián mientras arrancaba la camioneta y veía cómo Cristian los miraba con una sonrisa por la ventana del copiloto.
──Mi abuela y Julián se acaban de ir.
──¿De dónde?
──De acá, allá se van, en la camioneta blanca. Ellos me alcanzaron pero estoy seguro de que la Nelly se quería quedar a chusmear.
──Es una linda.
──Cuando te haga mil preguntas por minuto vamo a ver si decis lo mismo.
Y antes de que Lisandro pudiera responder el colectivo frenó ante ellos y emprendieron camino hacía el lugar que Cristian eligió para su segunda cita.
Notes:
Holis. Pido disculpas por haber tardado tanto en actualizar. Este último mes fue un caos y las últimas semanas mucho más. Mi familia tuvo un golpe muy fuerte y estamos tratando de reponernos y adaptarnos a la situación. Prometo esforzarme para que no pase tanto hasta el próximo capítulo. <3
Chapter 31: Emerson
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
En el colectivo las miradas seguían sobre ellos pero eran acompañadas de sonrisas porque sus conversaciones terminaban en risas que llamaban la atención de todos los demás pasajeros de aquel transporte. Ellos ignoraron esto, estaban tan adentrados en su burbuja que lo que pasaba a su alrededor ni siquiera les inmutaba.
Cuando Cristian recordó que estaban yendo hacía un lugar en particular se alertó y miró por la ventana, con la suerte que solo algunos tienen, se dio cuenta de que debían bajar en la próxima esquina. Se acercó a la puerta del medio con Lisandro siguiéndolo y tocó el timbre.
──Casi que nos pasamos...──le dijo con una sonrisa.
──Bueno, si pasaba safábamos de cantar y todos contentos. ──la sonrisa de costado que le estaba regalando Lisandro lo hacía tener que reunir todas sus fuerzas para no comerle la boca en ese instante.
──Lástima, no te va a salvar de hablar con la Nelly.
──Vos tampoco te vas a salvar, ¿sabías que Ale es profesor de boxeo?
Antes de que Cristian pudiera responder las puertas se abrieron. Al bajar lo primero que vieron fue un gran playón de estacionamiento completamente vacío y con una carpa de circo cerrada en el medio. ──¿Vos te olvidas de que yo soy patovica? Emiliano también lo es, Mandi atiende una barra y es casi seguridad del baño de mujeres, las dos sorpresas extras saben varias cosas. No le tengo miedo a un boxeador.
──Ah, no le tenes miedo a un boxeador pero si a una tira de asado. ──respondió con burla y Cristian largó una carcajada.
──Sos un imbécil.
──Sí, creo que así fue cómo te conquiste. ──le guiño un ojo──¿Dónde queda el bar, Cris?
Casi que sintio sus piernas flaquear ante el diminutivo de su nombre. Tosió y pasó saliva para tratar de relajarse.──Acá en la esquina, vamos.
En algún momento del camino sus manos se soltaron y no volvieron a unirse aunque si se rozaban ya que caminaban pegados el uno al otro. Una melodía conocida los terminó de guiar hacia la puerta de entrada donde una chica rubia y un señor se encontraban fumando. Al verlos frenar en la puerta la mujer les sonrió y colocó un sello en sus manos. ──Hola Cris──se acercó a besar su mejilla──, pasen una linda noche chicos.
──Gracias Ka. ──Cristian le devolvió la sonrisa y Lisandro se sintió extraño ante esta interacción pero prefirió no decir nada, no quería quedar como un idiota solo por la manera en la que habían visto a Cuti, además la chica le sonrió a él también y los dejó pasar y se aferró más fuerte a la mano que sostenía la suya.
Una vez que cruzaron la puerta Cristian se giró y le sonrió. ──Ella es Karen ──le dijo mientras lo miraba con la cabeza ligeramente inclinada──, es una especie de prima segunda de Juli. Nos conocemos desde chiquitos, seguro le va a ir a chusmear y contarle que vinimos juntos.
Lisandro soltó el aire y se rio, de él y de lo que le acababa de decir Cristian. ──Mi mamá solía decir que hay ojos conocidos en todos lados, como un circuito de cámaras de seguridad con el cual se tenía que ser precavido. Creo que tenía razón.
Lisandro le agarró la mano y siguieron el camino por el pasillo hasta llegar al salón principal del bar. Cristian se quedó sorprendido, era la primera vez que Licha le hablaba sobre su mamá. Al llegar al centro noto que el lugar no estaba tan lleno como lo había esperado. ──No hay mucha gente ──le hizo saber lo que pensaba al chico que aún sostenía su mano──, es raro. Seguro que no avisaron que era noche de karaoke. Este lugar suele llenarse de señoras y es muy divertido. Mi tía Lau, la mamá de Juli, es de venir con sus hermanas y algunas veces trae a mi abuela.
──No sé por qué pero no me imagino a tu abuela acá cantando karaoke.
──Mi abuela ama hacer karaoke y payasadas pero en su casa con familia y cómoda. No en lugares así con gente que no conoce. Es bastante anti en eso. ──Cristian largó una carcajada. Cuando se sentaron un chico se acercó y les dejó una carta con el menú y una panera con tostadas.
──Gracias. ──dijeron ambos al mismo tiempo, el chico le sonrió a Lisandro para luego mirar a Cristian también pero con una sonrisa mucho más amplia.
──Lucas, ¿te puedo hacer una pregunta? ──el chico asintió── ¿Sabes a qué hora toca Emerson y a qué hora empieza el karaoke?
──Uh, Emerson no toca hoy, mañana sí y la noche de karaoke es el jueves.
──Me tenes que estar jodiendo. ──la cara de Cristian era de pura decepción, Lisandro lo miro con un poco de lástima.
──Sí──soltó una carcajada──, Emer me dijo que te espantara porque Richie le avisó que venías con una cita.
──Los dos son unos brazucas culo roto y vos un gil. No te voy a conseguir más entradas para Creed.
──No Cuti, todo menos Creed.
──Para que te perdone traenos más tostadas y una cerveza, después te pedimos lo otro.
Cuando Luca se fue Cristian le sonrió a Lisandro otra vez, no podía no hacerlo, era más fuerte que él. ──Él es el hermano de Karen, Emer es al que vinimos a ver y Richie es una de mis sorpresas si vas a conocer a Nelly.
──Cuti, te conoces a medio pueblo. ──largó entre risas.
──Sí, pero todos o la gran mayoría por medio de otros. Richie, por ejemplo, lo conocí por su novio y a su novio lo conocí por mi ex. ──Cristian hizo una pausa y miró para otro lado como si no quisiera profundizar en el tema. ──Al final me hice super cercano con Richie y Sonny, me los quedé yo después de la separación. Es más en cierto punto soy hasta más cercano con Sonny.
──Tenes la tenencia. ──acotó Lisandro.
──Sí, algo así. ──Cristian lo volvió a mirar y le sonrió.──Son lo único bueno que quedó de eso.
La música los envolvía, pasaban por todos los géneros musicales, incluso pudieron escuchar más de dos veces canciones de Floricienta. La primera cerveza fue consumida entre risas y tostadas picantes y un hummus que Lisandro terminó por comer a cucharadas. La segunda se evaporó junto con las papas fritas con queso y una conversación muy profunda sobre cómo Enzo y Julián parecían adolescentes hormonados mientras que ellos eran dos abuelos. La tercera fue la que más tardó en ser consumida producto de la temática de la charla: la familia de Lisandro.
──Entonces mi mamá se enfermó y cuando eso pasó todo el mundo quiso acercarse a ella en busca de beneficios.──sostenía el vaso desde arriba y hacia suaves círculos. ──Los únicos que nunca quisieron nada a cambio fueron los papás de Lauta y él mismo.
──El resto fueron todos una bosta, vos y tu mamá siempre estuvieron para todos pero cuando los necesito realmente...
──Le soltaron la mano. ──concluyó la frase de Cristian. Este lo abrazaba por la cintura y hacía pequeños círculos con el pulgar tratando de reconfortarlo. ──Después mamá falleció y fue muy difícil para todos. Bah──cortó para reformular──, fue muy difícil para mí, Lauti y sus papás. Ahí fue que nos empezaron a sacar las cosas. Imaginate que yo solo tenía diecisiete años nada más, Lauta igual y encima sus papás eran muy grandes. No sabíamos que nos correspondía y que no asíque nunca hicimos frente.
──Es horrible. Como si fueran carroñeros.
──Sí —hizo una mueca──, me terminé yendo a vivir con Lauta, su mamá Paloma y su papá Dante. Nos cuidamos entre los cuatro hasta que ellos decidieron irse del país. Le dejaron la casa a Lau y un día sin querer, mientras limpiábamos el altillo encontramos cosas de mi mamá que nos habíamos quedado nosotros. Entre esas cosas estaban los papeles de mi casa. Dónde vivo ahora, esa casita la había comprado mi mamá cuando era joven y nunca le dijo a nadie. Ni siquiera a Palo y Dan.
— Ella tenía todo organizado para vos, capaz el plan se le fue un poco de las manos pero, estaba lista para tu futuro ya fuera con ella o sin. —Cristian le habló con una delicadeza que hasta el momento no le había regalado.
──Sí, Inés siempre tenía planes listos para todo. ──Los ojos de Lisandro brillaron al decir su nombre y una sonrisa bailó en sus labios con nostalgia.
──Inés siempre fue un ángel y vos también.
Lisandro sientio que iba a llorar y se inclinó sobre el cuerpo de Cristian buscando más contacto y consiguiéndolo por medio de un abrazo cálido. Así se quedaron un rato largo, en silencio, solo con la música envolviéndolos. Incluso estuvieron así cuando Emerson subió al escenario a cantar solo dos canciones porque las señoras comenzaron a copar el lugar pidiendo el inicio de la noche de karaoke.
──¿A ustedes les parece lo que acaban de hacer las nenas de Sandro? ──Emerson se acercó hasta su mesa para saludar a Cristian y a Lisandro.
──Son unas atrevidas, no llegamos a disfrutar de tu hermosa voz. ──acordó Cristian sin haber sacado su brazo de la espalda de Lisandro.
──Cuando quieras les hago un show personal. ──sonrió emocionado en dirección a ambos.
──No, gracias, vamos a esperar a que salga tu disco. ──los tres se rieron. ──Emer, él es Licha.
──¿Cómo va? Yo soy el amigo brasilero más lindo que tiene Cutinho.
──Eso es mentira, no tengo amigos brasileros lindos. ──Emerson llevó ambas manos a su pecho fingiendo indignación.
──Cantas muy lindo, Emerson, si sacas un disco lo compro.
──Gracias fan número 32. Podes decirme Emer. ──le guiñó un ojo, cosa que no le salia muy bien y termino siendo algo muy cómico──Ahora, los dejo porque tengo que ir a comer algo. Tengan una linda noche parejita, le voy a contar a Richie que yo conocí primero a tu novio.
Antes de que pudieran aclararle que no eran novios todavía Emerson se alejó y ellos prefirieron fingir no haber escuchado lo que dijo y prestar atención a las mujeres que se encontraban en el escenario cantando La incondicional de Luis Miguel.
En unas servilletas de papel escribieron los números del siete al diez con el fin de calificar las presentaciones de quienes subían a cantar logrando ganarse así la simpatía de varías personas que comenzaron a hacer lo mismo y a bromear con ellos.
Al cabo de un rato una mujer pelirroja, con unos lentes bastante grandes de marco blanco se acercó a la mesa de Lisandro y Cristian con una enorme sonrisa. ──Buenas noches, disculpen que los moleste pero, ¿quisieras subir conmigo a cantar?
Cristian no pudo evitar que una sonrisa ganadora se instalara en su rostro al ver como la mujer se llevaba a Lisandro en dirección al escenario. Cuando subieron tardaron aproximadamente cuatro minutos para elegir la canción, tiempo que Emerson aprovechó para acercarse a Cristian.
──¿Cómo estás? Te veo bien y contento, pero quiero que me digas vos como estas.
──Bien, Emer, muy bien. ──Cristian sabía que si bien su amigo estaba preocupado, esto había salido de una charla con Richy y Sonny. ──Lisandro me hace sentir cómodo, es divertido y siento que esto va a funcionar.
──Me pone muy feliz escuchar eso, además es algo que me pidieron averiguar.
──Me imagine, igual es muy probable que lo conozcan en poco tiempo, más si él posta canta ahora.
──¿Apostaron? ──fue más una afirmación que una pregunta.
──Sí──se rió──, si canto yo me toca ir a comer a la casa de su hermano y si canta él le toca ir a casa con mi abuela, algunos más y de yapa Sonny y Richie.
──Dios, eso va a ser una tortura, pobre hombre. Lo van a volver loco, sobretodo Sonny.
──Por eso estoy muy feliz de que la señora lo haya venido a buscar para cantar, va a ser muy divertido.
──¡Un aplauso para Patricia y Lisandro!──Cristian incluso se puso de pie para aplaudir a Licha y hacerlo sentir aún más avergonzado. ──Ahora nos van a cantar Cuando lo veo de los Pimpinela.
La interpretación de ambos fue mucho más payacesca que seria y les robó carcajadas a todos incluso cuando llegó una parte en particular. Lisandro, que no había cantado todavía, bajó del escenario junto a su compañera y se acercó a la mesa para cantarle exclusivamente a él. —Cuando lo veo yo me siento otra persona, soy tan feliz que nada temo nada importa.
Lisandro estaba exagerando de una manera increíble y aun así logró que el rostro de Cristian se pusiera tan rojo como fuera posible. Patricia siguió el juego y concluyó la canción de manera exagerada entregándole una rosa de plástico que sacó de un centro de mesa.
──¡Gracias por los aplausos para los Pimpinela del conurba! ──saludó Lucas quien estaba presentando el show mientras aguantaba la risa.
Cuando Lisandro volvió a la mesa lo hizo con una enorme sonrisa burlona. ──Estas re colorado, ¿tenes calor, Cuti?
──Sos un tarado──le dio un manotazo en el hombro──, ¿cómo me vas a cantar a mí?
──¿Y a quién le iba a cantar? ¿A Emerson? ──se rio──Aparte te re gustó, casi lloras de la emoción. ──tomó un sorbo de la cuarta cerveza que aún quedaba en la mesa.
Cristian sonrió con suficiencia. ──Obvio que me gustó. Muero porque lo cantes de nuevo cuando vayas a comer a casa. ──vio como el otro tragó en seco. ──Igual ahí vas a cantar con mi tía Lau y ella es más de Chayanne así que anda practicando. No te habrás olvidado de lo que acordamos, ¿no?
──Te odio.
──Mentira, ya te encariñaste conmigo. Pero bueno, ¿te parece bien el domingo? Hacemos unas pastas caseras.
──Ya se me cerró el estómago de los nervios.
──Trolo.
──Vos me contagiaste.
──Vos me contagiaste a mi cuando me besaste.
──Bueno entonces devolveme mí no troles ──Lisandro lo tomo del cuello con ambas manos y lo atrajo para besarlo.
Era mas que nada una seguidilla de poquitos rápidos que se fueron corriendo de la boca de Cristian para pasear por sus mejillas. Lisandro se alejó un poco luego de que Cristian le robara un ultimpo beso fugaz. ──Lo lamento, Brujito, de ser trolo no se vuelve. Una lástima estas condenado a besarme todo el tiempo por mero gusto.
──¿Premio o castigo?
Tubarão
Sonny, Richy y tu.
CONOCÍ AL NOVIO DE CUTINHO
está enamorado
Notes:
¡BUENAS, BUENAS!
¿cómo están? Perdón si no es la gran cosa, prometo que dentro de poco volvemos a la normalidad. Siguen pasando muchas cosas que no me permiten seguir el ritmo que me gustaría pero lo intentoEn fin, ¿que les pareció?
Lxs leoPronto vamos a tener a Sonny y Richie. Y vamos a conocer más la historia de Licha, su familia y la relación pasada de Cristian. También van a empezar los saltos temporales a situaciones puntuales.
Chapter 32: Burbuja
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Se habían despedido hacía menos de cinco minutos de Emerson y Karen para poder emprender su camino a sus respectivos hogares. La noche estaba por demás hermosa. Lisandro no sabría decir si era por el hecho de que no hacía calor ya que, al contrario, estaba bastante fresco y no estaba muy pesado el clima o porque Cristian lo tenía abrazado por los hombros casi apretándolo mientras hablaba de cómo las estrellas parecían brillar mucho más de lo normal al mismo tiempo la música, ahora suave, seguía envolviéndolos a pesar de estar a casi cuadra y media del bar.
El eco de la risa del más alto resonaba en su pecho justo a la altura en la que él tenía apoyada su cabeza. Miró hacía arriba y la boca de Cristian se movía al soltar risitas y palabras que el cerebro de Lisandro, totalmente hipnotizado por la situación, no lograba comprender del todo. En algún momento la risa mermó al igual que la caminata, no podría decir a ciencia cierta cuando fue que dejaron de avanzar ni mucho menos podría definir el instante exacto en el que Cristian clavó su mirada en él con un brillo hermoso, aún más deslumbrante que el propio que emergía de la luna.
Cristian sentía que el tiempo se había paralizado allí, en ellos, abrazados y sonriéndose mientras una suave brisa les acariciaba el rostro. Sin evitarlo suspiró mientras recorría cada facción del rostro de Lisandro con la mirada, tal como había hecho aquella vez en la terraza, la primera vez que quedó obnubilado por el brillo particular que el otro parecía emanar sin percatarse en lo más mínimo. Aún la luna no estaba en su punto más brillante, al parecer tenía que esperar un poco más para tener su cuadro de cita romántica perfecta bajo la luz de la luna llena.
Los ojos de Lisandro estaban clavados en los suyos. Nunca había sido un gran fan de las miradas directas y sostenidas, para él eran extremadamente invasivas y juzgadoras pero ahora tenía aquellos ojos marrones fijos en la oscuridad de los propios y no podía recordar un momento en el que se haya sentido más seguro. Las pestañas y las arruguitas que adornaban su mirada acompañada de la sonrisa más dulce del mundo era la vista que él desearía tener la mayor cantidad de tiempo posible en su mente.
La mano de Lisandro se deslizó con cuidado y suavidad hacía el cuello de Cristian. En ningún momento tembló su mirada ni cayó su sonrisa. Se separó del cuerpo ajeno por solo escasos centímetros y por una cantidad de tiempo tan escaza que ni siquiera valía la pena contar. Los brazos de Cristian lo rodearon con firmeza y calidez por la cintura en un intento poco necesario de para que no se escape. Inclino la cabeza al punto perfecto para que sus respiraciones comenzaran a mezclarse aún con dos centímetros que se interponían entre sus labios.
El pulgar de Lisandro delineó primero la mandíbula de Cristian como si ésta se tratara del pétalo de una rosa para luego deslizarse por el labio inferior. La delicadeza de la caricia hizo que a ambos los recorriera un escalofrío. La escena era distinta, la sensación era diferente, mucho más de ellos, mucho más privada que todas las anteriores.
──¿Puedo? ──Lisandro sabía, Cristian sabía, los dos sabían que la pregunta era porque la connotación de lo que vendría a continuación no era ni por asomo similar a las anteriores.
── Sí... por favor. ──Cristian tragó saliva y la respiración profunda llegó al pecho al mismo tiempo que los labios de Lisandro se acercaron a los suyos, y con una ternura que jamás le habían regalado, lo besó.
El beso fue dulce e íntimo, incluso estando en el medio de la vereda de una calle transitada que se empecinaba en recordarles su normalidad con los autos que al pasar les gritaban cosas y tocaban bocinas. La burbuja que formaron fue lo suficientemente gruesa como para sentir que los ruidos y gritos estaban a metros de ellos. En la lejanía, justo donde había quedado el terror de ambos y su inseguridad por abrirse con el otro.
Los segundos pasaban y el beso seguía su ritmo, sus respiraciones acompasadas y calmas eran el fiel reflejo de la paz que los estaba inundando. El tacto de ambos sobre el otro poseía una calidez extraordinaria, la brisa seguía acariciándolos y era lo único, junto con la música suave a lo lejos, que los mantenía en la tierra sin dejar que sus mentes los hicieran volar a los miles de escenarios donde les gustaría replicar ese beso.
• • •
Separarse fue una tortura. Ambos sintieron la falta del calor y confort que el otro les infundía. Cuando Lisandro llegó a su casa se encontró con que Lautaro, Alexis y Nina lo esperaban en el comedor. Cuando cruzó la puerta vio a su ahijada dormida en los brazos de Alexis que parecía estar a punto de caer en la misma situación. Lautaro se levantó y su rostro le recordó al de su tío.
──¿Dónde estabas, Lisandro? ──le preguntó con firmeza mientras le revisaba la cara y el cuerpo. No pudo evitar sonreír. Su primo era uno de sus seres favoritos en el mundo entero. A veces olvidaba el detalle de que tenía solo un año más que él y lo paternaba como si fuera un nene chiquito, como hicieron toda su vida pues la relación era un ida y vuelta.
──Lauta, tranquilo ──colocó sus manos en los hombros de su primo──, estaba con Cuti. ──sonrió y sintió a Lautaro relajarse.
── ¿Seguías con él? Me podrías haber avisado, pensé que ibas a verlo un ratito y volver. Son las tres de la mañana. Pensamos que te había pasado algo porque el celu nos mandaba directo al buzón. ──la rapidez de las palabras y el residuo de alcohol que aún estaba en su organismo le hicieron soltar una risita mientras se arrojaba sobre él para abrazarlo.
──Me quedé sin batería y la verdad es que cuando estoy con él me olvido del celu —suspiró y se alejó de su primo—, perdón. Te prometo que no va a pasar de nuevo.
──Está bien. ──revoleó los ojos y le sonrió. ──Contame, ¿cómo la pasaron?
──Pone la pava para unos tecitos y anda a buscar el colchón grande a la pieza, así se acuestan cómodos ──Lautaro iba a protestar pero Lisandro se lo impidió── porque se van a quedar a dormir.
• • •
Cristian fue recibido por su hija. Su abuela había dejado una nota avisando que estaba en la casa de Laura y que después se irían al cumpleaños de Nora, la señora de la verdulería. Sonrió al pensar que seguramente aquellas mujeres que se sentían adolescentes volverían recién a la mañana con el sol naciente. Apoyó sus cosas en la mesa del comedor y se acercó a la cocina para agarrar una mandarina.
Su celular casi lo hace saltar del espanto cuando la melodía más horrenda del universo sonó. Se acercó lo más rápido que pudo y sacó el recordatorio. Al parecer, por alguna razón que no recuerda pero supone, pospuso la alarma durante toda la noche. Al darse cuenta del motivo del recordatorio quiso cabecear la pared. Se sintió un ser despreciable y descuidado.
Se arrojó directamente sobre el sillón del comedor y tomó a su hija en brazos para llenarla de besos y mimos que la gata no pudo rechazar. ──¡Perdoname bebé! ¡Me olvidé! ──la gata maulló y el sintió que debía explicarle que estaba pasando y el porqué su padre era un desastre. ──Hija, mañana tenemos que ir al veterinario, te tenes que vacunar y hacer un chequeo.
Otra vez la gatita maulló y saltó al suelo. Lo miró y se encaminó a la puerta de la habitación. Al parecer la minina se había ofendido y lo estaba andando a dormir. Bueno, tal vez solo estaba cansada y replicando las acciones de cada noche. ¿Quién sabe?
Cristian agarró su celular y recordó el pedido de Lisandro. Esperaba poder cumplir, de hecho estaba bastante seguro de que Dejan no tendría problema en darle un turno a las dos o tres de la tarde justo a tiempo para que el tocayo de su hija volviera a trabajar.
Licha❤️🔪
+54 11 1218 2225
Brujito, llegaste bien?
Hola lindo, ya me extrañas?
Sí, sí, llegué bien. Me estaban esperando Lauta con Ale y Ni, se asustaron porque no les atendía el celular
Si ya te extraño.
Y por qué no les atendiste?
Porque estaba con vos y no me di cuenta de que me quede sin batería
(yo también te extraño)
Vos llegaste bien?
Sí, nuestra bendi nos recibió.
Ella tan linda🥺🥺
Hablando de Lisa...
Qué pasó?
Mañana la tengo que llevar a la vete, me olvidé
Uy, a qué hora amor?
Amor. Le había dicho amor. Quizás era un montón o quizás no era nada. Todo el mundo se decía amor en estos tiempos, ¿no? Pero no todos tenían la incipiente relación que ellos tenían. Pero incluso las clientas de la carnicería solían decirle así aunque él no lo había dicho con el mismo sentido ni significado. Lisandro solo esperaba que Cristian lo dejara pasar por alto. Al menos por ahora, capaz en una semana no lo ponía tan nervioso decirle amor.
Cristian se sentó de golpe en la cama. Lisa se quejó porque le tocó besar el colchón y no le gustaba demasiado. Sintió que su rostro estaba prendido fuego, ardía, picaba y sabía que estaba rojo. Respiró profundo varias veces para tratar de calmar el nerviosismo que ahora nacía en la boca del estómago. Tal vez Lisandro lo había dicho al pasar, sin querer o por error. Optó por no hacer comentario al respecto, no quería sumarse y caer ante un malentendido aunque la verdad es que después de la noche que compartieron no se sentía para nada raro.
Voy a pedir para el mediodía, tipo 14/15
Sé que querías venir conmigo Li y así vas a poder volver bien para trabajar
Perdón si fue muy atrevido organizarte todo, si no podes o no queres no hay ningún problema
Pensas en todo, sos el mejor de todo el mundo
Obvio que soy el mejor, que bueno que lo digas
Cómo me va a molestar que organices esto o lo que sea? Me encanta que me incluyas además te acordaste de que te lo pedí
Sos un trolaso lindo
Vos sos trolaso, me contagias que asco
Bien que te gusto
Enamorado te tengo
Anda a dormir que estas delirando
Seguro estás colorado
Basta
Y yo no puedo ir a darte un beso
Dolor país
Mañana te paso a buscar por tu casa, te parece bien?
Sí, dale, acá hay un bondi que nos deja a una cuadra
Excelente servicio
Bueno, te dejo dormir que mañana trabajas. Descansa brujito, gracias por hacer todo más lindo y especial. Ojalá nuestra burbuja siga intacta por mucho tiempo y que avancemos juntos muchísimo más. Gracias por confiar en mí y contarme una parte de vos, me encantaría conocer el resto🤍
Gracias a vos por ser tan dulce, escucharme y llevarme a recorrer todos tus lugares con tu gente. Me hace feliz pasar tiempo con vos, me haces bien. Cada segundo vale la pena. Agradecido de que no hayas sido el Chiqui. Hasta mañana hermoso, descansa, te mando besos a vos y a mi hija❤️🫶🏻
Lisandro bloqueó el celular y lo puso a cargar. Se giró para quedar boca arriba con la mirada clavada en el techo. Su mente le regaló la mejor imagen antes de cerrar los ojos y caer en un sueño profundo donde se repetía en loop toda su noche con Cristian, de principio a fin porque no había un solo momento en el que no se hubiera sentido cómodo ni pleno.
Cristian por otro lado se abrazó al pequeño bodoque de pelo gris que estaba a su costado. Le hizo unos mimos mientras le explicaba lo que harían al día siguiente con su otro papá. La imagen de Lisandro con Lisa le generaba mil sentimientos distintos. Pensar en su brujito simplemente le producía la necesidad de sonreír.
Su mente formuló un escenario imaginario, que pronto se volvería realidad, en el cual Lisandro convivía con él y su familia. Toda su familia, de sangre y por elección. Moría por tener a Richie y Son con él, al igual que sabía que Julián y Mandinha serían sus aliados mientras todo el resto trabajaría para hacerle la vida imposible a Lisandro. Y así, con una sonrisa y una cómica escena cayó rendido al sueño.
Notes:
BUENAS BUENAS! Volví, les pido perdón pero mi vida es un desastre últimamente y estoy desbordada. Van a venir más capítulos estas semanas así que quédense tranquilxs.
Les cuento que estuve subiendo varios shots. Algunos son pedidos/comisiones que me hicieron por cafecito y otros son ideas que surgieron.
Se está yendo el sol | Julienzo/poquito cutilicha
Calesita | otapapu
¿Tan difícil? | trío palo santo/Lautaro y Joaquín
Chapter 33: Veterinaria
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
La mañana en la carnicería transcurrió con rapidez pero eso no evitó que sea palpable el raro clima que estaba sobrevolando el lugar. Algo estaba pasando y Lisandro estaba seguro de que no era el único que se daba cuenta de eso. Pablo le había pedido a Paulo y Oriana que fueran con Lionel a hacer algunas cosas y él se quedó en el local. Rodrigo estuvo mucho más recatado, Nicolás pudo intercambiar más con ambos Martínez e incluso todo parecía estar menos tenso.
Lautaro había acordado prestarle el auto al mediodía pero Alexis no logró hacerlo arrancar por lo que Nicolás se ofreció a cederle su camioneta. Solo le pidió que no hiciera cosas imprudentes porque le dio mucho asco limpiar luego de que Enzo y Julián se subieran el día de las hamburguesas. Lisandro se rio pero no quiso investigar más porque no quería dañar la imagen que tenía de su cuñado ni quería asquearse cada vez que lo viera a Enzo. Prometiendo cuidar el vehículo y devolverlo intacto, partió en dirección a la casa de Cristian.
Para suerte de todos tenía una memoria privilegiada en cuanto a recorridos y lugares se refería. Tardó menos de veinticinco minutos en llegar a su destino. Evaluó la posibilidad de tocar bocina pero no quería arriesgarse a pasar un papelón y quedar mal en caso de que su abuela fuera quien saliera a recibirlo por lo que optó por mandarle un mensaje advirtiendo su llegada.
Cuti🌱🤍
+54 11 1812 2213
Hola lindo, estoy en la puerta
Nico me prestó la camioneta
Nada. Sólo una tilde se marcó en su mensaje. Quizás no tenía buena señal dentro de su casa lo cual era raro porque hablaban todos los días casi todo el día y nunca habían tenido problemas con ello. Decidió mandar un sticker y no obtuvo respuesta alguna, todo seguía igual. Se bajó de la camioneta justo en el portón de entrada y golpeó las manos. Hubo un movimiento en la cortina de enfrente y una mano le hizo seña de que espere, no llegó a divisar bien a quien pertenecía pero supuso que era Cristian.
La puerta de la casa se abrió y una montaña de cosas salió a una velocidad increíble en dirección a la entrada. Cristian tenía un buzo a medio poner, la mochila colgada del cuello, el bolso de Lisa agarrado con su mano izquierda mientras el celular estaba siendo sostenido por su boca mientras que en su mano derecha estaba la llave apuntando justo a la cerradura, parecía estar fugándose. Lisandro esperó a que abriera y le sacó el transportador de su hija, el celular de la boca y le dio un beso en la comisura del labio.
──Hola lindo, ¿quién te persigue que pareces pollito en fuga? ──le dijo risueño. Cristian solo sonrió y negó mientras se acomodaba el buzo y la mochila.
──Hola bruji ──Lisandro se sonrojó, como siempre, era inevitable y al parecer una reacción fija──, estamos escapando de mi abuela. Me avisó que llegaste y fue al baño a ponerse linda. Aproveché y agarré todo para que no te la cruces ya así que vamos.
La carcajada de Lisandro seguramente llegó a oídos de Laura, la mamá de Julián. Los dos se encaminaron hacía la camioneta y acomodaron todo. Cuando estaba por arrancar el vehículo decidió tomar lista de todas las cosas que necesitaban tal cómo Lautaro y Alexis hacían cuando salían con Nina.
──Cris, ¿tenes todo?
──Sí.
── ¿Seguro? A ver, ¿comida?
──Sí, Li, no me falta nada.
──¿El pretal?
──Sí, y la correíta extensible también. Posta, no me olvidé nada.
──Bueno, vamos. ──Lisandro puso en marcha la camioneta de una vez pero antes se giró y preguntó casi con tono de burla. ──¿La libreta de Lisa trajiste? ──Estaba por emprender viaje cuando la mano de Cristian se cerró en su brazo y llamó su atención.
──Esperame acá, ya vengo.
──Te dije, menos mal que el otro papá de Lisa es brillante. ¿Qué serías sin mí?
──Sería un padre soltero que iría haría mil viajes al pedo. ──se rio y bajó.
Lisandro lo vio adentrarse en la casa con una sonrisa. Agarró el bolso donde estaba Lisa y la sacó de allí para saludarla y hacerle mimos. No se percató de que en la puerta de la camioneta se encontraba una mujer observándolo con curiosidad.
──Hola ──saludo la mujer mayor, Lisandro dio un saltito del susto y se abrazó a la gata en un afán por protegerla──, quería presentarme porque no sé cuándo se va a dignar Cristian a traerte. Soy Nelly ──le sonrió──, quería saber si gustas venir a comer el domingo o el sábado a la noche.
──Hola Nelly, es un gusto──le regaló una sonrisa enorme──, por supuesto me encantaría. Estaría bien el domingo, usted dígame que tengo que traer y acá voy a estar.
──Te aviso con él que tenés que traer, pero seguro que nada. Todavía nos sé que vamos a comer pero te aviso con Cristian.
──Está bien, por mi cualquier cosa es perfecta con tal de compartir con ustedes.
──Que educado que sos, espero te portes bien y como corresponde con mi Cristian porqué él no se merece otra cosa. ──Nelly advirtió con severidad, la sonrisa que adornó su rostro durante toda la conversación desapareció ante el pedido casi exigencia que acababa de realizar.
Lisandro sentía que en cualquier momento aquella mujer podría comenzar a notar que estaba temblando producto de los nervios. Tomó una bocanada de aire y asintió. ──Estoy comprometido a tratarlo y hacerlo sentir como se lo merece, es una persona maravillosa y no se me cruzaría por la mente tratarlo de una manera diferente.
──Perfecto entonces ──la sonrisa volvió y esta vez llegó incluso a los ojos──, nos vamos a llevar bien. Tranquilo, me vas a tener de tu lado el domingo. ──Lisandro la miró queriendo preguntarle a que se refería pero la apuesta con Cristian vino a su mente, aquella mujer sabía lo que hacía y había un porqué.
──Le agradezco, eso me tiene bastante nervioso. ──le sonrió.
──Está muy bien, tenes que estarlo. ──y sin decir más se encamino hacía el patio donde se cruzó a su nieto que la miraba con los ojos uy abiertos exteriorizando el terror. Apenas alcanzó a escuchar algo de lo que le dijo a lo lejos. ──Es bueno.
──Es una tramposa, escondió la libreta apropósito para venir a hablar con vos, dios. ¿Me hizo pasar mucha vergüenza?
──El que pasó vergüenza fui yo, casi me hago pis.
──Sí, lo sé, puede ser muy intimidante.
── ¿Le dijiste de la apuesta? ──Lisandro le preguntó curioso.
──No, pero le dije que te quería invitar a comer.
──Mira que yo el domingo no puedo ──Cristian lo miró y escuchó atento──, mi nueva amiga Nelly me invitó, al parecer le gusto a su nieto.
──Dios ──Cristian se tapó la cara con vergüenza──, ¿eso te dijo?
── No, no fue necesario, eso ya lo sé.
Y ahora, con ambos nerviosos a la par, emprendieron camino hacía la veterinaria bajo las indicaciones de Cristian quien llevaba a Lisa en su regazo mientras le hacía mimos con el fin de relajarla. Cuando llegaron al lugar Cristian le dio el bolso a Lisandro y bajó para anunciar que llegaron y así pudieran anotarlos ya que era por orden de llegada.
No había mucha gente, eso le llamó la atención ya que con normalidad solía haber filas de por lo menos cinco o seis personas. Se acercó al mostrador y saludó a la chico de la recepción. ──¿Cómo estás, Valen?
El chico pelirrojo era bastante más bajo, incluso sospechaba que media menos que Lisandro y eso lo hizo sonreír. No se parecía a su hermano más que en las pecas y el color naranja que adornaba su cabello. Le regaló una mueca que parecía una sonrisa. ──Todo tranqui, Cristian, bastante aburrido. Deki te espera adentro, solo ustedes están para consulta. Ellos──señaló a los señores sentados en el lugar con un pastor alemán y una galga gris──están esperando pedidos de alimento. ¿Dónde está la michita?
── Ahora viene Lisa. Bancame que le mando un mensaje. ──Valen lo miró con un gesto raro.
Licha❤️🔪
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Bruji, vení con Lisa que nos toca a nosotros
Yendo lindo
Cristian estaba en la puerta y cuando Lisandro llegó con su hija se dio cuenta de que era un tarado. Se mordió el labio inferior y eso fue irresistible para Lisandro que le dio un beso rápido. ── ¿Qué pasó, Cuti?
──Me olvidé la libreta en el asiento. ──casi que murmuró con vergüenza.
──¡Ah, era eso! No pasa nada, ahora la traigo, vayan entrando.
Se fue corriendo en dirección a la camioneta mientras Cristian y Lisa ingresaron en el lugar. Valentín le indicó que pase y así lo hizo. Dentro del cuarto estaba Dejan, con una sonrisa, parado justo junto a una mesa alta que tenía sobre ella una balanza y varios artefactos que ya había visto con anterioridad pero que no lograba poder nombrar.
── ¡Cristian! ──la voz de Dejan salió con mucho entusiasmo, cómo si hubiera estado a su espera por algo más que el simple chequeo de Lisa. ── ¿Cómo estás? Pensé que venían más temprano. ──todas las palabras salían como una oleada llena de nervios.
── Hola ──le sonrió sin mostrar los dientes mientras colocaba el transportador sobre la mesa──, hoy le avisé temprano a Valentín que íbamos a venir a esta hora y me dijo que no había problema.
──Sí, sí, no hay problema. Me dijo pero pensé que él me estaba molestando nada más. ──lo último lo dijo casi en un susurro. Dos segundos en silencio que no fueron incomodos pero que dieron la sensación de ser eternos fueron interrumpidos por él nuevamente. ── ¿Trajiste la libreta de ella? Así podemos ver bien para realizar el registro.
──Sí, ahí me la alcanzan──Cristian no llegó a finalizar la frase cuando dos golpecitos resonaron en el pequeño cuarto. La puerta se abrió y por ella asomó Lisandro con una sonrisa y las mejillas rojas, al parecer vino corriendo.
──Perdón yo──
──Le pido por favor espere afuera, cualquier turno o consulta lo puedo atender cuando termine. ──Dejan habló con autoridad y una cara severa.
──Perdón, su hermano me dijo que podía pasar. Estoy con ellos de hecho traje la libreta. ──el veterinario observó a Cristian con curiosidad a la espera de que confirmara o negara lo dicho por el, para él, extraño.
──Sí, él está conmigo. ──se giró y con la cabeza le indicó que ingrese.
Los pasos chiquitos pero rápidos de Lisandro lo posicionaron junto a Cristian y de manera automática Lisa, que estaba en la mesa se acercó a él lo más posible y ronroneó. Dejan hizo una mueca y suspiró. ──Está bien. De todas maneras, Valentín no es mi hermano.
──¿No? ──consultó con simpatía── Pero son iguales.
──Que ambos seamos pelirrojos no nos hace hermanos. ──lo miro seriamente y Cristian se mordió el labio.
──Yo también pensé que era tu hermano, perdón. ──quiso dar apoyo a Lisandro y que no sea el único desubicado.
──No pasa nada, supongo que es lo normal.
Y sin más la charla finalizó dejando paso al chequeo de Lisa. Fue pesada, medida y vacunada, contrario a otros animales la hermosa gatita color gris no hizo escándalo, solo un maullido a modo de queja cuando la aguja se clavó en su piel y nada más. Cristian, que tenía su mano en la espalda de Lisandro, apretó su remera en un puño cuando su gatita chilló.
Dejan por otro lado se concentró exclusivamente en su labor dando alguna que otra mirada a la pareja frente a él. No tenía que ser un genio, no era un simple amigo, estaba seguro que era la persona con la quien Cristian estaba saliendo y por la que lo había rechazado. Entendía porque, era un chico muy lindo y un tanto simpático aunque su cabeza en este momento no quisiera reconocerlo. Una vez que revisó los oídos de su paciente terminó de escribir unas notas en la libreta. Lisa estaba perfecta.
──No quedó ninguna secuela del golpe que tenía cuando la trajiste la primera vez. Está en excelente estado, peso y tamaño ideal. —sonrió mientras le hacía unos mimos en el cuello y por primera vez Lisa le ronroneaba. ──Los dientes están muy bien, las garitas igual. El alimento seguí dándole el mismo, por lo menos un mes más. En dos semanas tráiganla de nuevo para otra dosis y una ronda de desparasitaríos.
──Uy, genial. Me quedo tranquilo de que está bien. Bah, nos quedamos tranquilos. ──sonrió en dirección al otro papá de su hija──Te hago una sola consulta más, quiero agregarlo a él a la libreta en el caso de que yo no pueda venir algún día y Lisandro ──la cara de Dejan fue graciosa, claramente se había dado cuenta del porqué la gata se llamaba de tal manera──la traiga.
──Sí, eso ahora cuando salen se lo pedís a Valen. Él se encarga.
──Buenísimo. ──estiró la mano para saludarlo a modo de despedida. ──Mil gracias.
──De nada. Un gusto ──la mano del veterinario ahora estaba frente a, un extrañamente callado, Lisandro──, es bueno que los dos padres de Lisa se hagan cargo y preocupen.
Luego de eso se dirigió hacia la puerta mientras Lisandro terminaba de meter a la gata dentro de su transportador y le preguntaba a Cristian si tenía todo. Eran una familia y Dejan suspiró, algún día eso iba a llegar solo tendría que esperar.
Una vez que salieron de ahí fueron hasta el mostrador para que Valentín completara la libreta y la ficha en la computadora con los datos de Lisandro. Además pagaron los honorarios por la cita médica y unos juguetes que Lisa trató de agarrar desde dentro del bolso. Cuando estaban saliendo se cruzaron a un chico con un enorme y hermoso golden retriever, supieron que alguno de los dos se llamaba Agustín porque el chico del mostrador gritó ese nombre con mucha emoción.
──Así que, ¿Ron Weasley era el que me quería serruchar el piso? Cristian soltó una carcajada y le pegó en el hombro.
──Sos un estúpido. No le digas así, y si tu pregunta es referida a sí él me invitó a salir la respuesta es sí.
──Creo que al principio me quería tirar un bisturí en el ojo. ──le dijo con seriedad.
──Sí, después se le pasó. ──Cristian le agarró la mano. ──Creo que nos vio potencial y futuro.
──Qué bueno, ya somos dos.
──¡Eh, somos tres!
──Bueno cuatro si contamos a Enzo.
──Cinco si sumamos a Julián.
──Somos varios entonces, ya está.
──¿Qué cosa?
──Es un hecho, tenemos futuro, Cris.
El diminutivo de su nombre nunca le gustó tanto como cuando se deslizó de los labios de Lisandro. La nube rosa que los envolvía los acompañó durante todo el viaje, mientras la radio reproducía algunas canciones de Taylor Swift y sus manos relajaban entrelazadas en medio de los asientos. Cuando Cristian fue dejado en su casa junto a su hija Lisandro le dijo que le escribiría a la noche porque su jefe estaba con ellos en el local.
Licha🔪❤️
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Bruji, sé que íbamos a hablar ahora pero la mamá de Ju me pidió si la podía ir a ayudar al almacén. No me gusta estar con el celular cuando estoy con familia
Te prometo que mañana te molesto y hablo todo el día
Hola lindo, está bien no pasa nada
Yo me voy a dormir a la casa de Lauta así que íbamos a estar en la misma
Aprovecha para endulzar a tu tía y que no me mate el domingo
Voy a intentar jajajaja
Lisa y yo te mandamos besos
Y Nelly te manda saludos
Dijo que sos muy lindo
Que si no me caso yo con vos se casa ella
Uh, me gusta, tu abuela es linda
Ojo con mi viejita
Tranqui, ya estoy rendido ante vos, no tengo ojos para nadie más
Besitos familia❤️
(20:02)
Notes:
¡Buenas, buenas!
¡Feliz primero de mes! Espero hayan realizado sus rituales y sino, recuerden que pueden hacerlo el primer domingo.
Capítulo con un poco de Gialen porque pintó.
Gracias por haber aguantado tanto.
Espero que les haya gustado, lxs leo
🫶🏻🩷
Chapter 34: ¿Nos podemos ver?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
El mensaje en la pantalla fue como un puñal en el corazón. No lo esperaba y a pesar de no tener un nombre asignado aquella combinación de dígitos estaba grabada en lo más profundo de su mente. Tantos años después, incluso con todo el esfuerzo que hizo por eliminar aquel recuerdo innecesario, cada uno de los números que se veían en su celular le generaba una incomodidad y dolor tan fuerte que ardía. Tenía miedo, estaba asustado, no quería si quiera borrar aquella notificación por el pánico de que por error el mensaje se abriera. Tanto era su terror que el mensaje parecía estar duplicado, casi completando la pantalla.
El alrededor enmudeció y se volvió negro, no se sentía acompañado ni escuchaba siquiera alguna respiración que lograra llevarlo de nuevo al presente. Un zumbido era lo único que podía percibir, creía saber quiénes eran porque sabía dónde estaba pero por más que lo intentara no lograba verlos ni escucharlos con claridad. Las lágrimas en sus ojos aún sin caer crearon una cortina incómoda que no quería romper en un vano intento por evitar que se dieran cuenta de su estado.
──Cuti...──su apodo fue un murmullo que apenas acarició su oído. No logró distinguir quién era la persona que lo llamaba cuando todo se terminó de oscurecer.
• • •
Nina se encontraba junto a Lisandro, de rodillas sobre la silla, coloreando un libro con dibujos de animales que él mismo le había obsequiado. Los gatos en las páginas era de distintos colores, incluso se podía ver uno pintado hasta los bigotes de color rojo. No pudo evitar soltar una carcajada cuando ella señaló un garabato negro, que según su mente, representaba a Pipa. Frente a él Alexis la miraba con atención mientras, contrario a lo que hacía la nena, pintaba con mucho cuidado y prolijidad el libro de mándalas que su cuñado había llevado para él.
──No sé qué sería de mí sin vos, Licha. ──dijo Lautaro mientras se sentaba en la cabecera de la mesa y colocaba sobre ella el equipo de mate. ──Gracias por traer cosas para entretener a los dos nenes.
Ambos se rieron mientras Alexis y Nina seguían concentrados en sus dibujos. Habían trabajado sólo hasta el mediodía, por alguna razón sus jefes les habían dado el resto del día libre, cosa que les llamó la atención más que nada porque si fuera por Scaloni trabajarían de lunes a lunes casi sin descanso.
──¿Le mandaste el mensaje? ──preguntó Lautaro mientras le alcanzaba un mate a su primo.
──Sí, sí, pero todavía no me respondió. ──Lisandro y Cristian habían estado hablando como de costumbre durante todo el viernes y la mañana de hoy pero por alguna razón, después de un mensaje, el falso Chiqui Tapia dejó de responder. ──Seguro iba a comprar algunas cosas para mañana, hoy trabaja así que lo más probable es que cuando vuelva me responda y se vaya a dormir.
──Capaz pensó que le ibas a cancelar.
──Y, después de todas las pálidas que me tiraron hoy en la carni si yo no estuviera seguro de lo que quiero capaz que hubiera dudado.
──Uy él, el seguro de lo que quiere...──lo gastó Lautaro mientras se comía un bizcochito de grasa. ──Cucha, ¿qué vas a llevar? ¿el postre, bebidas, más comida?
──Es que quería hablar justamente de eso con él, por eso le dije que nos veamos. Iba a pegarme una escapada a Creed temprano para hablar mientras no está lleno. Pasa que quiero caerles bien a todos viste ──agarró el mate nuevamente──. Va a estar su abuela, sus amigos, Julián que es como su hermano e incluso su mamá que es como la tía de Cris. ──dio un sorbo largo──Es una oportunidad única.
──¿Vos estás seguro de que queres esto? ──preguntó seriamente Alexis.
──¿Vos sos sordo aparte de mufa? ──su cuñado soltó los lápices y le enseñó el dedo medio mientras que con la otra mano hacía una pared para que su hija no viera el gesto. Lisandro y Lautaro solo rieron. ──Sí estoy seguro. Siento que no estoy para las boludeces de ida y vuelta de pendejos. Me gusta, quiero conocerlo, conocer a su gente. No hay que olvidarnos de que él ya compartió con ustedes si bien no fue como hubiera querido──todos recordaron el momento tenso con Rodrigo── lo hizo, interactuó con mi familia. Quiero que sepan que no me tomo esto como un juego, que él me gusta y que quiero ver a dónde nos lleva el vínculo que estamos formando. Quiero que quede claro que no lo quiero lastimar o hacerle daño. Algo me dice que tuvo malas experiencias y quiero que lo nuestro, salga como salga, sea una buena anécdota.
──No bueno, si esto nos decis hoy mañana venis y nos contas sobre cómo va a ser el casamiento. ──le respondió su cuñado con una sonrisa──Yo lo único que te voy a decir, que es algo que pensamos con Lau──lo miró y le tomó la mano para comunicar que si era un pensamiento en conjunto──es que queremos que seas feliz, no importa si es con él o no, ojo que si es con Cuti──nombró el apodo estirando la i final a modo de burla──, nosotros más que contentos porque se nota que es buen pibe y que le gustas.
──Porque no cualquiera sale con alguien que es la representación──Lautaro agregó comillas con los dedos en la última palabra── contraria de sus creencias. Así que vamos a ponernos las pilas porque mañana tenes que caerles de mil, aunque es imposible que no lo logres.
──Ya que estamos claros sobre tu seguridad respecto de la reunión y todo esto, ¿por qué no la llamas a Ori para que te de algunas recetas dulces?
──No ──interrumpió Lautaro──¸ no va a ser necesario. Vamos a preparar la torta de frutillas con crema que hacía mamá y el tiramisú que hacía tu mamá.
Los ojos de Lisandro brillaron mientras que Lautaro mandó a Alexis con Nina a comprar algunas cosas que hacían falta. ──¿pero vos te acordas de las recetas?
──No solo me acuerdo, sino que tengo un cuaderno con las recetas de ellas, de puño y letra.
──¿Lo encontraste? ──era un niño que después de tiempo tuvo el premio de la búsqueda del tesoro.
──Sí, hace unos días en el altillo pero se me pasó decírtelo.──le regaló una sonrisa cargada de vergüenza──Perdón.
• • •
— ¡Dios, Cristian! Casi me matas de un ataque al corazón. —La voz de Son lo trajo al presente. Tenía la cara levemente rosada y una expresión de susto terrible.
Inhaló profundamente y al exhalar sintió un fuerte dolor en la parte posterior de la cabeza. Estaba tirado en el piso, sentía en la cadera el respaldo de madera de la silla en la cual estaba sentado hasta hace minutos. ──¿Qué pasó? ──las palabras se deslizaron de sus labios con una pregunta que trataba de desviar la atención. Él sabía que había pasado, no era idiota. Se había desmayado por la ansiedad.
──Flasheaste que el piso era Licha y te tiraste. ──molestó Julian tratando de disipar la tensión del ambiente. Cristian sonrió ante el chiste y ante la mención de Lisandro. Tomó las manos que le ofrecían sus amigos y se dejó levantar por ellos. Recorrió con la mirada el lugar y para su fortuna pudo comprobar que su abuela no estaba.
──¿Qué te pasó? ──preguntó Son con seriedad.
──¿Vos cuándo llegaste?
Julián se giró bruscamente y tuvo que levantar un poco la mirada para encontrar los ojos confundidos de Cristian. ──Gordo, vino hace un rato cuando mi vieja se estaba yendo con Nelly. ──sus amigos lo obligaron a sentarse.
──Cuti, ¿qué pasó? ──ninguno lo soltó y él agradeció aquel gesto silencioso.
Si supo que alguien lo había saludado pero creyó que era su tía yéndose, no distinguió a su amigo. No pudo hacerlo. Se sintió terrible por no estar explotando de felicidad ante la llegada de una de las personas más importantes en su vida. Y ahí volvió, como un golpe en la boca del estómago. Su celular vibró y el mensaje salió nuevamente en la pantalla pero no era el principal, tenía tres mensajes nuevos de Lisandro que dibujaron una pequeña sonrisa sincera en su rostro.
──Cuti, ¿qué pasó?
──¿Te escribieron tus papás?──Sonny lo abrazó por los hombros.
──¿Licha te canceló? Mira que voy y lo hago cagar. ──amenazó Julián con un tinte triste.
──Me escribió él. ──aquella palabra salió de sus labios rozandolos con filo, casi haciéndolos sangrar tal como la persona a quien hacía referencia había hecho con el propio corazón de Cristian tiempo atrás.
El silencio sepulcral se hizo paso entre ellos. Si había moscas volando incluso ellas frenaron los zumbidos, el motor del ventilador quedó mudo, hasta Lisa que estaba en el regazo de su padre dejó de ronronear. Ninguno quería pronunciar palabra alguna. Cualquier sonido podría doler y desencadenar una ola de lágrimas, eso ya había pasado con anterioridad. No hacía falta preguntar quién era, lo sabían.
──¿Qué quiere? ──pocas veces la voz de Julian fue dura y fría. Una de ellas fue el día que Cristian llegó golpeado a su casa, días antes de mudarse con su abuela. Todo evocaba a la gran tormenta de dolor que tanto habían tratado de dejar atrás.
──Que nos veamos. ──la voz templada de Cristian les dio un poco de paz, había frialdad, molestia y enojo pero ya no se sentía angustia de un principio, se había disipado.
──Está demente. ──Son se puso de pie y fue a la cocina en búsqueda de agua para los tres. ──¿Cómo te va a pedir para verse hoy? ¡Dios!
──Quem quer ver você hoje? ──Richie ingresó a la casa cargando con cuatro bolsas, dos en cada mano, seguido de Nelly.──Você não pode porque você tem que me dar toda a sua atenção.
──¡Pombo de mi vida! Ni a darme un abrazo llegaste que ya te secuestraron. ──se acercó para ayudarlo con las bolsas.
──Yo no lo secuestré, Riri fue el único que me quiso acompañar.
──Nelly, te llevaste a mi novio antes de que pusiera un pie en el comedor.
──Vos no vas a comer ensalada de fruta, por buche. ──le pegó un manotazo en el brazo. ──Y a vos, ¿quién te quiere ver hoy?
Cuti, que estaba viendo su celular porque estaba recibiendo una catarata de mensajes, se sorprendió al notar que su ansiedad no había duplicado los mensajes de su ex sino que Lisandro quería verlo.
Licha🔪❤️
En línea
¿Nos podemos ver? (14:21)
Lindo
Que llevo mañana? (14:39)
Les gusta la torta de frutillas con crema?
O el tiramisú? (15:22)
Cielo
Llevo los dos
Aca esta el tiramisú, lo decoramos con Lauta
[Foto]
Y la de frutillas las decoraron Nina y Ale, quedaron lindas
[Foto]
Es poco?
Puedo llevar helado
Tramontana, dulce de leche y flan está bien?
A tu abuela le gustan?
[Foto]
Que tu abuela caiga rendida a mis pies porque encima es artesanal
Ay me olvide de preguntarte que les llevo a tus amigos
Cris, puedo ir a Creed para verte un rato?
Hola bruji
Dios tantos mensajes, perdón por no responderte tuve un ataque pero ya estoy bien, después te cuento
No hacía falta que traigas nada
POR FAVOR NO TRAIGAS NADA MÁS
Tu presencia es más que suficiente
Todo tiene tremenda pinta y quédate tranquilo que a mi abuela ya te la ganaste, acaba de comprar todo para hacer mayo de ave
Si bruji, porfa anda hoy. Seguro me encontras sensible y necesite cariño trolo como el que me das vos
APARECISTE
yo dije lo cansé, se terminó lo que se daba
¿Te hicieron algo?
Yo podría matar por ti, pídeme que mate por ti
Listo hoy voy y te mimo mientras hablo con tu amiga en la barra
Mira si me voy a cansar de vos? Nunca.
Siempre quiero más
Uh alguien se levantó trolisimo
Si vos
No soy yo el que quiere abrazos
Bueno si quiero pero no los pido
Anda a cagar, no vayas
Yo voy igual, me gusta la música y un patova
No no vayas
Yo voy igual, vos no me mandas
Todavía;)
Dios sos un estúpido, mañana te hago quedar mal en casa
NI SE TE OCURRA
puedo llegar a morir
──Então, quem me va a roubar sua atenção? ──Richie estaba haciendo puchero mientras comía una mandarina que le había dado Nelly.
──Lisandro. ──Sonny y Julián se miraron sorprendidos. ──Licha va a verme un ratito a Creed hoy.
Mientras todos se alborotaban invitándose a Creed, Nelly sintió algo fuerte en el pecho, no supo si bueno o malo pero una sensación rara se instaló en ella.
Número desconocido
11 0923 9322
¿Nos podemos ver? (14:15)
No.
No recibirás más mensajes de este número porque lo has bloqueado.
Cristian estaba en el patio con Lisan en brazos y se sintió en paz luego de bloquearlo. ──Cuti, ¿estás seguro de ir a trabajar? Después del desmayo de hoy…
──Tranqui Ju, estoy bien──se giró a verlo──, voy a estar bien.
Notes:
¡Hola! Feliz cumpleaños para Licha aunque no aparezca mucho. Se que quizás no es lo que esperaban pero prometo que los próximos dos capítulos van a estar fuertes y lindos.
Quiero disculparme por la tardanza, muchos saben y otros no pero muchas cosas cambiaron este último tiempo en mi vida lo cual me hizo ordenar mis prioridades. Espero retomar el ritmo.
Gracias por esperar, gracias por estar.
Chapter 35: Luz y oscuridad.
Chapter Text
Sentía que su cabeza podría estallar en cualquier momento, estaba ansioso, había un repiqueteo extraño en su estómago. Se había lastimado el dedo pulgar porque comenzó a morder y pellizcar la pielcita casi sin darse cuenta. Su celular era extraído de su bolsillo casa tres minutos como si en esos pequeños lapsos de tiempo hubieran estado contenidas las horas que faltaban para que aquel lugar abriera sus puertas.
Llegó muy temprano, lo sabía, pero las palabras de Cristian no salían de su mente. Estaba sensible, quería verlo y él no podía perder tiempo. Se había colocado una chomba negra con detalles blancos en el cuello, un cargo color musgo y unos borcegos que fueron idea de Alexis. Le habían prestado todo lo puesto menos los nervios. Se quedaría en casa de sus primos así al día siguiente podría usar el auto para llevar todo lo que había comprado y preparado a casa de su patovica favorito.
Eso lo tenía aún más nervioso. Aquella mujer de sonrisa cálida y ojos amenazantes lo tenía emocionado y asustado en partes iguales. Quería conocerla, presentarse y dar una buena impresión. Lo mismo con los amigos que estarían allí, si bien Julian ya era más que un rostro conocido los otros no.
El chicle que tenía en la boca se desintegró y fue solo entonces que se percató del paso del tiempo. Había estado una hora y poco más con la mente perdida en cosas que escapan a su conocimiento actual. No había casi nadie a excepción de una mujer que se acercaba a él con una sonrisa hermosa. Lo miró a los ojos y se acercó para besarlo en la mejilla con una calidez y confianza que lo sorprendió. Quizás en otro momento no se hubiera sentido tan nervioso pero en puerta de todo lo que su mente le mostró no podía estar de otra manera.
──¡Hola Licha! ──la voz era dulce, suave y confortable. ──¿Te acordas de mí?
Él solo asintió, creía estar sin voz pero pudo responder. ──Sí Mandi, sos la amiga de mi Cuti.
──¿Tu Cuti? ──preguntó con una sonrisa pícara mientras enarcó una ceja. ──¿Ya estás siendo posesivo con mi amigo?
──Yo pensé que ibas a esperar hasta ser novios para sacar ese lado. ──La voz de Emiliano era la que hubiera imaginado para algún dibujo animado y ahí recordó el apodo que Cristian había mencionado al pasar; Dibu. ──¿Cómo estás? ──preguntó con interés mientras apretaba su hombro con suavidad──¿Te pasó algo?
──Bien, no nada. ──respondió con rapidez ──¿Por?
──Porque estás más pálido que albino, pa. ──rió.
──Además es temprano, son ocho y media pero abrimos en una hora. ──explicó Mandinha con calma al notar que efectivamente Lisandro estaba muy pálido. ──¿Seguro que estás bien? ¿Te podemos ayudar en algo?
──¿Creen que le puedo caer bien al resto de gente que rodea a Cuti? ──la pregunta salió disparada, con la angustia, ansiedad y miedo que estaba transitando Lisandro. La pareja se miró y con una sonrisa cómplice volvieron la vista a él.
──Veni locura, entra con nosotros. ──indicó Emiliano mientras señalaba con la cabeza la entrada a Creed.
──Mientras preparo algunas cosas de la barra charlamos los tres, ¿te parece? ──sin esperar respuesta tomó la mano de su pareja y comenzaron a caminar hacia la puerta──De paso tomas un jugo así te levanta, en serio estás muy blanco.
──Son los nervios. ──respondió mientras caminaba detrás de ellos.
• • •
Toda su casa se sentía viva, su corazón estaba pleno al ver la alegría que todos sus chicos tenían. Iban y venían los mates y algunas jarras de vino con pomelo, de estas últimas varías habían llegado a sus manos entre risas y retos por parte de su nieto. Su Cristian, su Cuti, su sol. Tenía muchos nietos y amaba a todos aunque no por igual. Nahuel era su luna, pero Cuti, Cuti iluminaba todo aunque él mismo estuviera apagado. Todavía hay veces en las que al cerrar los ojos la imagen de su primera noche con ella en casa se reproduce delante de ella como una especie de tortura.
Escucha a Laura, quién la había llamado con la voz entrecortada, con la congoja y angustia a flor de piel, desesperada como si algo le quemara. En un comienzo pensó que Julian y Agustín habían tenido algún accidente pero no, sus nenes no habían sido los heridos y nada la había preparado para ver a su nieto en tal situación.
──¿Qué le pasa a mi belita? ──Julián se acercó, esta vez con un enorme vaso de agua con hielo en sus manos. Aquel joven dulce, compañero de mateadas y de todo lo que se pudiera imaginar siempre estaba allí, atento, como si de un super poder se tratara, y se acercaba justo cuando su mente trataba de incomodarla. ──¿Pasó algo? ──insistió ante la nula respuesta de la mujer que tenía la mente cargada de recuerdos y el pecho lleno de angustias.
──Juju ──colocó su mano derecha en la mejilla de aquel chico que se había convertido en su familia sin siquiera intentarlo. los ojos de Julian la miraron con atención e inconscientemente su cabeza se apoyó en la mano que lo acariciaba──, se que no tengo que pedirte nada y menos esto pero hoy, hoy me lo tenes que cuidar al Cuti. Tengo miedo, hay algo raro. Tengo la sensación de que hoy le puede pasar algo.
Julián se debatía internamente entre decirle a la mujer lo que había ocurrido en la tarde, tanto el desmayo como el mensaje enviado por aquel monstruo. Lo más probable es que una parte de ella se calmara porque lo malo ya había pasado pero, no podía engañarse; algo más iba a pasar. Vio a Cristian sonreír mientras que su mirada lucía preocupada y optó por hacer lo mejor aunque eso le fuera retribuido por algún golpe.
──Nelly ──llamó la atención de la mujer que ahora sostenía a Lisa en brazos. Su sobrina gatuna maulló como si supiera lo que estaba por hacer y suspiró──, Cuti se desmayó hoy a la tarde ──ella giró bruscamente la cabeza buscando a Cristian y luego volvió a Julián──.
──¿Por qué no me dijeron? Fue cuando volvimos de comprar con Richie, ¿no? ──lo estaba retando, tal como cuando era chiquito y se escapaba de su casa sin avisar para ir a merendar con ella. Estaba por levantarse pero él le sostuvo la mano.
──Hay algo más, Ne. ──la mujer volvió a colocarse junto a él. El mueble detrás de ellos ya estaba volviéndose incómodo tal como la sensación en su pecho.──Le habló él. Le dijo para verse. Creo que por eso fue el desmayo, fue de los nervios, por un ataque.
──Hace mucho tiempo no pasaba. ──Julian asintió.
──Le pregunté si estaba seguro de ir a trabajar y me dijo que sí pero no creo que sea lo ideal. Lo mejor sería que se quede, descanse y esté bien para mañana. Es un día super importante para él.
──Tenes razón pero es duro, terco.
──Por eso vamos a ir todos, Lisandro va esta noche a Creed y con la excusa de verlo antes nos invitamos pero en realidad con Sonny queremos ir para pispearlo de cerca.
──Está bien, pero a la primera de cambio lo traen a casa. Así sea de los pelos, este pendejo me hace parir.
──La verdad que sí, canas de todos los colores tenes. Pareces más vieja de puro disgusto.
──Te voy a dar a vos, vieja tus medias. Raja de acá. ──lo empujó entre risas. Aunque lo dicho por Julián dio respuesta a su mal presentimiento algo seguía haciendo ruido.
• • •
──¿Tenes miedo de no caer bien? ──ante la respuesta muda por medio de un asentimiento leve de cabeza Mandinha sonrió con ternura. Lisandro parecía un nene a punto de empezar el jardín, lleno de angustia y vergüenza. ──Mira, nos vimos dos veces y se que es poco y precipitado dar una opinión de vos con tan poco vínculo… pero a mi me caes muy bien. Además también conozco lo que ve Cristian en vos y eso es más que suficiente. Creo que todos los que estamos en su círculo lo creemos así. Y hay algo más, el hecho de que te importe tanto caer bien a la gente que Cristian quiere y ama habla muy bien de vos y de cómo te tomas todo respecto a su relación. Eso es lo más importante. Demuestra que queres hacer bien las cosas y es muy valorable.
Emiliano se había retirado porque tenía que ordenar la planilla de sectores. Ambos habían insistido en que Lisandro tomara y comiera algo así que le dieron jugo y un alfajor del cofre de antojos que tenía Mandinha.
──Hoy tuve una conversación parecida con mi hermano y mi cuñado ──comentó Lisandro──. Siento que Cuti es un ser especial, quiero hacer todo bien para que él esté bien. Y no me olvido de mi, él me hace sentir bien. Prendió una chispa, una luz que se había apagado o al menos no se veía. Creo que él la ve y al mismo tiempo creo que no ve la suya propia.
──Nunca fue consciente de todo lo lindo que él implica. Es un gran amigo, compañero, hermano, es una persona hermosa por dentro y fuera pero le hicieron creer lo contrario por mucho tiempo y todos los días, lo cual es un trabajo agotador, se esfuerza por sentirse merecedor de lo bueno.
──Están describiendo a un ángel. ──No sé dieron cuenta de que el lugar abrió sus puertas hasta que este hombre los interrumpió. ──Ojalá el mundo estuviera plagado de gente así ──les sonrió a los dos──, aunque para colmo de males sobran muchos lobos disfrazados de oveja. Te pido un ron con cola.
La presencia de aquella persona era imponente. Era un tipo alto, no muy grande pero le sacaba dos cabezas a Lisandro, era medio rubio, ojos claros y poseía un leve acento, claramente el español no era su lengua madre. ──Acá está tu trago.
──Muchas gracias, linda. ──deslizó bastante plata sobre la barra, tomó el vaso y mojó los labios con la mirada clavada en Lisandro lo cual generó un tensión extraña. ──Te invito tu próxima ronda.
Se terminó el trago de un golpe, colocó el vaso en la barra y luego de guiñar un ojo a ambos se retiró sin decir más dejando el ambiente un poco denso. Ni Lisandro tuvo tiempo de replicar ni Mandinha de dar el vuelto. ──¿No sentiste el aura de villano de película? ──preguntó él tratando de cambiar el aire.
Mandinha no contestó, se quedó viendo algo detrás. Lisandro se giró y se encontró a Leandro parado como si hubiera visto a un fantasma, con los ojos abiertos por el susto y todos sus músculos tensos. Sin dudarlo se acercó a él y colocó una mano en su hombro. ──¿Estás bien?
──Buenas, ¿interrumpo algo? ──el tono de voz de Julián estaba cargado de burla pero cuando vio la cara de Leandro toda broma desapareció de su rostro. Corrió a Lisandro con cuidado y se paró frente al barman──¿Lean que pasó? ¿Te hicieron algo?
──Está acá, vino a──no pudo terminar porque el bar entero quedó sumido en la oscuridad producto de un corte de luz.
Fueron segundos, quizás un poco más pero estaban seguros que duró menos de lo que hubieran deseado. Leandro se abrazó a Julian con fuerza y Lisandro no pudo escuchar lo que dijo. Se volvió a la barra para no dejar sola a Mandinha y cuando la claridad los golpeó Cristian estaba junto a ellos con una sonrisa.
──Hola brujito.
Pero toda ternura quedó aplastada bajo la voz imperiosa de Emiliano que junto a Germán trataba de sacar a alguien del lugar. Julian se acercó y los miró a los dos. ──Licha, esta es tu prueba de fuego. Tenes que llevarte a Cristian de acá.
──¿Qué pasa, gordo? ──el más alto preguntó sorprendido ante la solicitud y seriedad.
──Él está acá. Harry vino. Te tenes que ir. Licha, llevátelo.
Y a pesar de no entender qué era lo que ocurría sabía que tenía que sacar a su Cuti de ahí. Le agarró la mano con fuerza y comenzó a llevarlo tras él, no había resistencia. Salieron por una puerta de servicio que daba justo a la parte de atrás. Ambos estaban agitados y lo primero que vieron fue un auto con el cartel de la remisería de enfrente. Se subieron y el chico a quien Cristian llamó Exequiel no preguntó y siguió el camino indicado por el celular.
Lisandro tenía la mano derecha de Cristian entre las suyas sobre su regazo. Mientras el más alto relajaba poco a poco los músculos de su cuerpo hasta que dejó caer su cabeza en el hombro contrario. ──¿A dónde vamos? ──preguntó con voz suave.
──A casa.
Chapter 36: Vulnerable.
Notes:
tw // antes de empezar me gustaría resaltar que se hará mención de las siguientes cuestiones: abuso intrafamiliar, abuso a menor, violencia verbal/física/sexual, mención a tca.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Lisandro insistió en pagar el viaje pero Exequiel no quiso aceptar y les dijo que a cambio quería una noche de barra libre a lo que el seguridad del bar accedió. Cuando bajaron del auto Cristian observó a su alrededor notando que, si su memoria no fallaba, ahí se habían quedado cuando Enzo los encontró después de su primera cita. Inconscientemente una sonrisa se dibujó en su rostro, le pareció tan tierno aquel simple hecho.
── No sé si es la forma en la que quería que vinieras por primera vez pero──colocó la llave en la cerradura de la vieja reja pintada de verde y abrió──bienvenido a casa.
Al entrar Cristian pudo ver mucho mejor el jardín. Había gran variedad de plantas esparcidas por todo el lugar, bebederos para colibríes y varias macetas pintadas. Una hamaca pequeña pintada de muchos colores la cual, imaginó, era para Nina. También estaba aquella cucha vacía, que había sido mencionada en una oportunidad, junto a una ventana que intuyó era la de Lisandro. Había un camino de piedras que te guiaba evitando el pasto bien cortado hasta la puerta de entrada. Automáticamente una oleada de calma lo invadió y tranquilizó, seguía angustiado pero ya podía respirar.
──Hasta ahora me siento en una casita del bosque, digna de un brujito. ──le sonrió apenas y Lisandro se sonrojó para luego negar con la cabeza.
Abrió la puerta principal y un perfume particular los recibió, como un abrazo sintió la calidez de la canela infusionada con lavanda. Cerró los ojos e inhaló tratando de llenar todo su ser con aquella fragancia. Se sintió abrazado y no solo por el brazo de Lisandro que ahora rodeaba su cintura mientras los llevaba lentamente hacia la sala de estar.
Las paredes pintadas de color naranja suave, con fotos de Nina y sus papás, con dibujos, plantas, cuadros y más hacían de aquel un lugar acogedor. Los sillones marrones, con mantas tejidas parecidas a las suyas propias hechas por Nelly, lo hicieron sentir más que bienvenido. ──Sentate, Cris, ponete cómodo. ──lo soltó e instó a que tomara asiento y rápidamente caminó hacia su cocina──¿Querés tomar un té, café, mate cocido o una sopita?
──Agua esta bien, Li. ──respondió suavemente con una sonrisa. Parecía estar a punto de perder la voz.
──¿Seguro? ──asomó la cabeza por el marco de la puerta──¿Jugo tampoco? Tengo gaseosa también pero eso puede ser un poco contraproducente en esta situación.
Quiso aligerar el ambiente pero la forma en la que Cristian negó y rápidamente cortó el contacto visual lo hizo volver a la cocina pronto, servir torpemente un vaso grande con agua y volver a su encuentro. Dejó la bebida sobre la pequeña mesa ratona frente al sillón y tomó asiento a su lado.
Cristian tenía la mirada fija sobre el mueble frente a ellos, Lisandro estaba con el cuerpo hacia él, cruzado de piernas, rozando apenas con la llama de los dedos su brazo más cercano. Dándole un espacio sin lejanía o abandono, todo lo que su Cuti necesitaba en ese momento en el cual los recuerdos llegaban como olas y la angustia tomaba total control sobre él.
El vaso de agua comenzó a tener pequeñas burbujas minutos después y ese fue el indicador que Cristian necesitó para saber que el silencio tenía que terminar, estaba cómodo seguro pero eso no hacía que contar parte de su historia doliera menos. Se dejó caer de costado sobre el pecho de Lisandro y suspiró.
──Se llama Harry, Harry Kane. ──el nombre pareció cortarle los labios con solo pronunciarlo.──Yo tenía trece años la primera vez que lo vi. Era chico. Él ya tenía dieciocho casi diecinueve. Trabajaba en el kiosko de mi escuela. Todo empezó muy lento.
No había preguntas, Lisandro no estaba haciendo un interrogatorio solo lo estaba dejando hablar y, simbólicamente, mientras le frotaba la espalda lo ayudaba a expulsar todo lo que calló por tanto tiempo.
──Yo era muy chico y también estaba en plena edad del pavo, no me daba cuenta de las cosas. Yo sólo quería ser interesante y me enamoré por primera vez de alguien que aparentemente me amaba también. ──tomó aire profundamente y llevó ambas manos a sus ojos con intención de frenar las lágrimas que comenzaron a luchar en conjunto por salir. ──Nadie sabía que a mí me gustaban los hombres, solo Lea que era mi mejor amigo, como Juli, una de mis amigas. Ella le contó un día porque yo quería ir a la marcha del orgullo y no tenía con quién. Ahí empezó todo. En junio, si, recién había cumplido los catorce. ──resaltar eso fue necesario para él, Lisandro lo comprendió, era una manera de recalcar que él era chico, demasiado, para esa situación. ──Él se ofreció a ir conmigo.
Lisandro no dejó de frotar su espalda o acariciar su pelo en ningún momento, sentía el debate interno de Cristian en la rigidez y posterior relajación mientras relataba las cosas. Sabía que no era incomodidad por él, lo sentía, era más una cuestión de castigo consigo mismo, demasiado complejo para una persona que evita la vulnerabilidad de manera constante.
──Durante meses organizamos cómo íbamos a ir y demás, en ese transcurso empezaron a subir de tono las cosas. Yo no sabía cómo se hacían las cosas, nunca en mi vida había hecho algo. Lo más sexual con lo que había tenido contacto era el GTA o el programa Mil Maneras de Morir ──soltó una risita que no logró contagiar a Lisandro y luego se tensó──, él me dijo que me iba a enseñar.
El estómago de Lisandro se contrajo de manera abrupta, sentía que un fuego le quemaba por dentro. No estaban hablando de el Cristian que estaba acurrucado contra él, no, estaban hablando de una criatura. Un chico adolescente que debía experimentar de manera lenta solo y entre pares, no con alguien mayor. No con alguien que se estaba aprovechando de la ilusión.
──Fue la experiencia más horrible del mundo, me sentí como un trapo que sirvió solo para limpiar la mesa. Fue a la salida del colegio mientras esperaba a que empiece la hora de educación física. Ni siquiera esperó a que me termine de acomodar la ropa. El vivía enfrente de la escuela así que solo dejó la puerta abierta y se fue.
La voz de Cristian no dejó de temblar un solo segundo. Lisandro hubiera querido abrazarlo más y hablar sobre otra cosa porque sentía el temblor de Cuti, eso le estaba partiendo el corazón y la sensación de que esto solo era la punta del iceberg le erizaba la piel en el peor de los sentidos.
──Así empezó nuestro noviazgo, como te diste cuenta fue lleno de romanticismo. ──soltó un bufido que quiso hacer pasar como risa. ──Salimos durante dos años, siempre era lo mismo. Salir del colegio, cruzar la calle y meternos en su casa. Desde la puerta de la secu yo ya estaba temblando. No me terminaba de gustar lo que pasaba ahí pero mi cuerpo… yo no sé.
Lisandro no hablaba pero al mismo tiempo no dejaba de reconfortarlo por medio de caricias y un semi abrazo que se sentía tan cálido y dulce.
──Conocí a sus amigos en ese tiempo, eran y son las personas más geniales del mundo. Sonny y Richarlison, ellos eran los únicos que sabían de lo nuestro. A él le daba vergüenza, de hecho en público me trataba bastante mal. Ellos siempre me decían que yo me merecía otra cosa, que era chico para estar en ese lugar, con la gente que me rodeaba. Era difícil. Yo sentía que si salía de ahí no iba a tener nada, él me decía que yo no iba a poder conseguir a alguien más que quisiera estar conmigo porque en realidad no era lindo y si sabían lo que él había hecho conmigo menos interés iba a haber. Yo me deprimí muchísimo, mi familia todavía creía que yo estaba con una chica, mi papá me regaló preservativos desde el primer día, mi hermano más grande también, me hacían ver videos e incluso querían llevarme a debutar así agarraba cancha. Tenía catorce, la única cancha que quería era la de fútbol. Julian me visitaba todos los fines de semana, la pasábamos genial hasta que yo no le hablé más porque Harry se ponía celoso. Lo raro es que no pasaba lo mismo con Lea. Juli no se enojó en ningún momento, al toque supo que algo más estaba pasando. Le preguntó a Nahue pero él no sabía nada así que optó por ir a hablar con Lea.
Ahora si Cristian estaba llorando, no lo veía pero lo sentía contraerse en espasmos constantes mientras la mano que lo abrazaba por el frente se humedecía. Lisandro quiso separarse para agarrar las servilletas que siempre tenía a mano en la mesa pero no pudo porque Cristian se aferró a él con más fuerza.
──Lea le contó todo y algo más. No creí que él supiera tanto. Juli no sabía qué hacer. Días antes de que cumpla quince, me dejó. Estaba totalmente desesperado, no sabía para dónde arrancar, los últimos dos años los había pasado pidiéndole permiso hasta para respirar. No podía hacer nada, en el patio no podía jugar con mis compañeros, no podía hablar con mis amigas, no podía hacer nada. Él siempre estaba ahí, siempre me estaba viendo. ──sus ojos estaban rojos, había algo de cansancio, de miedo, de bronca. ──De repente desapareció. Nunca más lo vi, aunque lo busqué. Me sentía como Bella cuando Edward la dejó. Sonny y Richie lo sacaron totalmente de su vida y decidieron adoptarme. ──sonrió sinceramente por primera vez en toda la noche. ──salíamos a comer con ellos, Juli y Nahue. Conocieron a la buela, fueron increíbles. Nunca pudimos integrar a Leandro en ese grupo. Yo empecé a dar más señales de quién era realmente y a mis viejos no les gustó, a Quique tampoco. Cuando deje de comer carne sintieron que algo se les estaba yendo de las manos. Me llevaron a boxeo y dejaron de lado el deporte en sí para tratar de corregirme. ¿Sabías que según ellos hay comidas que hacen los hombres y otras que hacen las mujeres? ──la pregunta estaba cargada de ironía── Resulta que ser vegetariano era consecuencia de ser gay, para mí no tiene concordancia. ¿Para vos?
Lisandro solo rió, ahora parecía que la depuración había tomado un giro. ──Cuando estaba terminando el secundario me pusieron en la mesa el formulario de ingreso a las fuerzas. Yo no quería eso. Quería estudiar gastronomía, siempre soñé con tener un restaurante pero ellos tenían otros planes. Fui a hacer el apto psicofísico y no lo pasé. Estaba por debajo del peso indicado, consecuencia de no comer o comer y que no me asentara bien en el estómago.
No se necesitó nada más para entender a lo que se refería, sobre todo cuando agachó la cabeza con vergüenza y procedió a jugar con la piel lastimada alrededor de las uñas.
──No hagas eso, Cris, te vas a lastimar y no lo vale. ──por primera vez habló en todo el rato que llevaban ahí, tomó las manos ajenas y las colocó entre las suyas como quien toma un tesoro valioso y busca resguardarlo con cariño.
──Cuando se dieron cuenta de que no iba a ser fácil que entre surgieron otras dos carreras, abogacía o arquitectura. Carreras de hombre de bien con futuro. ──puso la voz grave y gesticulo como lo hacen aquellos que ridiculizan la masculinidad más tóxica──Hice el cbc con la idea de quemar un poco de tiempo y ahí se fue todo a la mierda. Harry volvió. Él había estado saliendo con Leandro, eso me tomó completamente por sorpresa, y le había preguntado por mi con la excusa de que nunca me había pedido disculpas. Lea le creyó, después de todo, y le dijo dónde podía encontrarme. ──se tensó── Yo estaba hablando con unos compañeros, uno me abrazó para despedirse y atrás estaba él. Tenía la cara totalmente desencajada, parecía un villano de película de terror. Un escalofrío me partió al medio y tuve mi primer ataque de pánico en la puerta de la facultad. Otros compañeros se acercaron y me ayudaron pero el corrió y les dijo que me conocía, que era mi novio y que se encargaba.
──Es un hijo de re mil puta. ──No pudo contenerse y Cristian rió──Perdón, no quise interrumpir pero lo tengo en la garganta desde que empezaste a hablar.
──Está bien, Li, no dijiste nada que no piense o sepa. ──sonrió. ──Después de eso me llevó con él a la salida, me dijo un montón de cosas horribles mientras me apretaba fuerte el brazo. Yo estaba catatónico, no sabía cómo reaccionar. Nahue estaba afuera, ese día íbamos a lo de mi abuela, así que vino corriendo porque se asustó. Harry se presentó y le dijo que nos llevaba porque yo estaba descompuesto. Nahue aceptó, así conoció a mi abuela. Ella es lo más bueno que existe y creyó que le estaba presentando a mi novio así que lo trato excelente, incluso le mandó un tupper con comida. Apareció dos veces más, la segunda fue en la facultad tal como la anterior pero un poco más violenta, no dejé que me hiciera nada y eso no le gustó. La tercera fue la peor. Llegó a mi casa, le dijo a mis viejos que yo era un puto de mierda que lo estaba acosando y que era un enfermo. Ese día fue con Lea, él no sabía lo que había pasado últimamente pero de igual forma lo llevó a mi casa sin preguntarme. Vi como se asustó cuando empezó a despotricar mentiras contra mí. Nahue se encerró cuando cerraron de un portazo la entrada principal.
Los ojos de Lisandro se llenaron de lágrimas al mismo tiempo que Cristian relataba la paliza que le había dado su padre junto a Quique, su hermano mayor. Como su madre se había quedado parada junto a ellos observando todo sin hacer intervención alguna. Como él pedía que pararan en voz baja sin querer que Nahuel escuchara desde su habitación ni viera el horror de lo que estaba pasando. Su padre le había escupido la cara golpeada y ensangrentada.
──Y me dijo que me fuera──la voz de Cristian en ese momento no reflejaba nada más que cansancio y un poco de alivio──, que no me quería volver a ver nunca más, que a partir de ese momento él solo tenía dos hijos sanos. Yo me fui con dos pesos en el bolsillo, un buzo y mi mochila con tres mudas de ropa. Golpeé la puerta de varios de mis tíos y nadie me abrió, sólo una de mis tías me dio plata para viajar y así llegué a la casa de Juli. Esa misma semana ellos se mudaron a Córdoba. Julián y su familia me curaron la cara y estuve con ellos hasta que se me fueron las heridas más visibles. Ahí me fui a la casa de mi abuela, le conté por arriba las cosas y nunca más me fui. Me reencontré con Lean en el trabajo, nunca le di la oportunidad de hablar, estaba muy enojado por lo que Harry me hizo a través de él. No lo había perdonado hasta ahora, haciendo esto. ──negó con la cabeza suavemente──Me costó mucho recuperarme, pero pude. Realmente sos la primera persona con la que me puedo abrir de esta forma, y tengo un miedo enorme a que tu visión de mi cambie.
Por primera vez en más de una hora y media entre pausas y relato Cristian se enderezó completamente y giró para quedar frente a frente con Lisandro que lo veía de una manera tan inusual para él. No le estaba tirando la responsabilidad de lo sucedido. Se veía afligido, conmocionado, tenía los ojos llenos de lágrimas y su labio inferior estaba apresado entre los dientes propios.
Lisandro no dijo nada, solo acunó el rostro contrario con ambas manos y lo atrajo hacia él para depositar un tibio dulce en su frente mientras sus pulgares acariciaban con suma delicadeza las mejillas empapadas de Cristian.
La vulnerabilidad expuesta en su máximo esplendor se dio en ese lugar de cuentos, donde la calidez y el cariño eran palpables. ──Sos una persona increíble a pesar de todo lo que te pasó. Te admiro por tu fortaleza, sos maravilloso, Cris. Me enorgullece que hayas podido, lento o rápido da lo mismo, salir del pozo. Te prometo que siempre vas a tener mi mano para agarrarte fuerte cuando sientas que estás al borde del precipicio y siempre vas a tener este espacio para soltar todo lo que sentis. Mi forma de mirarte cambia todos los días, porque siempre haces que brille más.
Cristian no dijo nada solo sonrió y relajó los hombros, levantó su mirada para ver aquellos orbes vidriosos que ahora se veían más dulces y cálidos que antes. Lo abrazó por el cuello y depositó un tierno beso en sus labios.
No hacía falta decir nada más, ambos sabían que ahí se había sedimentado la base de un futuro brillante. La lavanda infusionada con la canela volvió a abrazarlos con ternura terminando de calmar el torbellino de emociones que la liberación de Cristian había desatado.
──Voy a preparar jugo, ¿querés comer un tostado o algo? ──Lisandro se separó y se puso de pie.
──Ahora sí te acepto algo, pero para que te acompaño. ──saltó del sillón y abrazó al más bajo por la cintura mientras entraban en la cocina. Sacaron queso, jugo, hielo y unos tomates que estaban al borde de pasar a mejor vida. No hablaban pero los roces, miradas y risas decían mucho más.
En cierto momento pusieron algo de música para llenar el ambiente aunque no era algo cien por ciento necesario. Lisandro le tomó las manos y lo hizo girar con facilidad a pesar de la altura. Estaban tan enfocados en su mundo que no notaron como el picaporte giraba para dejar ingresar a sus amigos como si de dueños se tratara.
Lautaro ingresó con Julián, Enzo, Alexis y Nina quien dormía en los brazos de su papá. ──Permiso, saqué a los nenes de la comisaría y los traje para acá. El resto se fue para lo de Emiliano, ¿no? ──la pregunta fue dirigida a Julian quien simplemente asintió y se acercó a Cristian para abrazarlo.
──¿Comisaría? ──preguntó él más alto mientras correspondía el abrazo.
──Sí, pero tranqui cuña que ta todo joya. Fue por disturbios nada más. Estamos todos sanos.
──Con sarna nada más──aclaró Alexis mientras se sentaba en el sillón con Nina──.
──No te preocupes, estamos todos bien. ──Julian le afirmó a su amigo antes de volver a la sala para sentarse con Enzo.
──¿Ustedes están bien? ──preguntó Lautaro con una sonrisa mientras los miraba con cariño. Ambos asintieron en respuesta. ──Genial. Ahora pónganse nerviosos porque mañana tienen comilona con tu abuela.
El tono de burla les dio un segundo más para caer en lo que había dicho. Mañana era domingo, hoy ya era domingo. Hoy tienen la comida familiar en su casa, con su abuela.
──Hoy vas a comer con Nelly.
──¡Hoy voy a comer con Nelly y yo no sé qué me voy a poner! ──lo tomó por los hombros y casi suplicando pidió──Ayúdame a elegir algo lindo.
──No, no──se metió Julián──, yo me lo llevo ya y vos preparate porque mañana te voy a agarrar.
Julián comenzó a tirar de Cristian hacia la salida pero antes de cruzar la puerta Lisandro le dio un beso. ──Mañana te doy más.
──Me gusta eso de mañana.
Una vez salieron, Lautaro puso los ojos en blanco y arrojó las llaves en dirección a Enzo. ──Anda, abriles la reja. Se ve que estar enamorados los convierte en seres sin raciocinio.
Enzo se fue y Alexis los miró. ──Hay que sacar todo del baúl. Están las tortas y demás. Che Li, no sabes cómo quedó el otro flaco.
──No me interesa porque estoy seguro de que no es suficiente ni lo mínimo que se merece. ──la pareja solo se miró y no dijeron nada más.
Una vez que volvió Enzo se dirigieron a la habitación de Lisandro y mientras los cuatro, con Nina incluida, se tiraban en la cama, el dueño de la casa comenzó a mostrar todas las opciones para usar en la reunión familiar de su Cristian.
Julián había pedido un Uber, estaban en la puerta esperando el Logan azul que figuraba en la aplicación. Cristian no decía nada aunque se moría por preguntar, quería que su hermano le contara primero y así fue. ──Emi está bien, no le hizo casi nada. Tiene algún raspón en la cara pero no más. Lea sí está bastante golpeado pero lo hizo mierda, por eso terminamos en la comisaría. Mandi nos sacó con el Agu, quedó en nada. Aquel hijo de puta quería hacer una denuncia pero cuando vio que estábamos todos y lo tenemos agarrado de los huevos dijo que no hacía falta y se fue. Richie lo re cagó a trompadas y también, Sonny lo puteo de arriba abajo. En su puta vida te va a volver a lastimar.
El auto llegó y la ira en la voz de Julian se disipó. Se subieron en el asiento de atrás, Cristian aprovechó que su hermano no lo miraba para enviar dos mensajes.
Leandro
+ 54 9 11 1812 2205
Mañana te espero en casa, vamos a comer en familia y vos no podes faltar, nunca tuviste que faltar.
Licha❤️🔪
+54 9 11 1812 2225
Nos vemos mañana, gracias por abrazarme y contenerme. Por quedarte y por cuidarme. Ojalá no sea solo mañana, ojalá sea mucho tiempo más.
No me tenes que agradecer, ni dudar de que va a ser mucho tiempo más. Descansa Cris
Hasta mañana, brujito
Notes:
Yo sé que me despedí de este fic hace poco más de un mes pero resulta y acontece que prometí volver si salíamos campeones así que acá estamos. No prometo que el próximo capítulo esté listo para el finde pero prometo subirlo la semana que viene.
Chapter 37: Domingo
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
No podía dormir. Quería tener todo limpio e impecable. Casi que su madrugar había sido en conjunto con la llegada de sus nietos después de lo que parecía una larga noche en Creed. Cristian solo la abrazó y besó su frente antes de irse a dormir, la sensación de su pecho se vio aplacada por la dulce sonrisa y el aroma a lavanda que su nieto desplegó. Julián lo acompañó y segundos después volvió junto a ella y le pidió que volviera a dormir, las cuatro y media de la mañana de un domingo no eran horas prudentes para comenzar el día. Julián se acostó en el colchón del comedor que ella les había preparado para que descansara junto a Son y Richarlison. Algo había pasado, ella lo sentía en el pecho, pero estaban muy cansados para tener esa conversación en ese momento. Hizo caso al pedido de su nieto postizo y se fue a acostar por dos horas más.
Tuvo un sueño extraño, no quería recordarlo, estaba segura que fue producto del nerviosismo y la incertidumbre de desconocer los hechos de la noche anterior, no había que ser muy inteligente todos habían llegado en diferentes horarios y algunos estaban con golpes. Finalmente a las seis y cuarto de la mañana se puso de pie y salió de su habitación para dirigirse a la cocina. Si había algo que le gustaba eran las reuniones familiares, su familia ahora era un poco distinta pero eso no quitaba la alegría de hacer una comida con mucho cariño para sus seres queridos. La noche del sábado cuando todos sus chicos se retiraron de su hogar se quedó pelando y cortando papas, zanahorias y remolachas para así dejarlas listas para hervir. Había dejado protas las pechugas para la mayonesa de ave, al igual que lengua para hacerla a la vinagreta, también dejó marinando en limón y provenzal dos pollos para meter al horno.
Sin hacer mucho ruido prendió la cocina para hervir todo lo que necesitaba para la ensalada rusa. También metió los pollos al horno y aprovechó para ir a bañarse. Solo restaban algunas cosas para preparar, ordenar la casa y preparar el patio de atrás que sería el lugar donde armarían la gran mesa para almorzar.
──────
El portón de la casa estaba abierto de par en par, dando la bienvenida a todo aquel que quisiera cruzarlo aunque no era ese el motivo por el cual se encontraba así. Finalmente había llegado el gran día, no solo para Cristian y Lisandro, sino para toda la familia y amigos del primer nombrado. Todos tenían tareas asignadas, algunos hacían las compras de pendientes, otros cocinaban, algunos se encargaban de la limpieza y otros simplemente comían todo lo que había a su paso o dormían aprovechándose de su favoritismo.
Nelly había organizado a todos en grupos de trabajo para tener todo listo antes de las doce del mediodía. Nadie almorzaba a esa hora por lo que el tiempo restante lo usarían para bañarse y ultimar detalles. Julián fue su primer guerrero, de pie firme a ella a las siete y diez, se encargó de limpiar el patio delantero y trasero. Cuando Emiliano y Mandinha llegaron a las ocho y cuarto los separó, él se encargó de despertar a Sonny para ir a comprar bebidas, ya que con el calor que estaba haciendo seguramente se quedarían cortos. Por otro lado, Mandinha comenzó a seguirle el ritmo a Nelly en lo que comida se refería, se encargó de repulgar las empanadas de lenteja y las de humita, así como también de picar finamente el verdeo para la mayonesa de ave.
Laura, la madre de Julian, iba y venía de su casa cada cinco o diez minutos. Se había tomado el trabajo de preparar pan casero de distintas variedades, también hizo chipa y dejó lista la masa para las tortillas, así como también terminó de cocinar el chipa guazú que su sobrino le había pedido. La sorpresa que ella y Nelly habían planeado en pos de molestar y avergonzar un poco más a Cristian y a Lisandro estaba en camino. Richarlison se despertó alrededor de las once menos cuarto, Nelly sólo tuvo que mirarlo para que él entendiera que si no agarraba un secador y trapo de piso en menos de un minuto le tiraría el mate directamente a la cabeza.
──Ju ──Mandinha le llamó la atención mientras él se mandaba tres chicitos a la boca──, ¿Lean te dijo a qué hora venía?
──¿Viene Leo? ──la sorpresa en la voz de Nelly acompañada por una enorme sonrisa fue contagiosa para varios de los presentes.
──Sí, viene. ──respondió con una sonrisa que le marcó arruguitas al costado de los ojos. ──Cuti le dijo que venga. Me mandó un mensaje a mi para preguntar a qué hora tenía que venir. Le dije que venga al mediodía y que traiga postre.
──Pero postre ibas a comprar vos hijo. ──le llamó la atención su madre.
Julian esquivó el repasador que ella le arrojó y mientras se reía soltó un simple ──Me olvidé.
La música fuerte fue su alarma, podía sentir claramente el retumbar del parlante ubicado en el comedor. Lisa parecía no haberse percatado de nada mientras seguía acostada junto a él del lado de la pared. Si agudizaba el oído podía llegar a percibir voces aunque no lograba reconocerlas por el volumen alto de Los Palmeras. Se sentó en la cama sin molestar a su hija y en el momento en el que sus pies descalzos tocaron el suelo frío recordó que día era, domingo. Había llegado ese domingo. Hoy Lisandro venía a comer a su casa, con su familia, con su gente.
Los recuerdos de la noche anterior lo atacaron violentamente. Cada evento volvió a su mente con imágenes erráticas, sonidos bruscos y luego paz, el rostro de Lisandro, las caricias y sus palabras solo le transmitían paz y seguridad. Lo había escuchado, tranquilizado, mimado y acompañado todo el tiempo. Cristian no lograba recordar alguna vez que se hubiera sentido tan protegido como anoche y no solo por Lisandro. Emiliano, Julian, Mandinha e incluso Enzo. El recuerdo de otro rostro lo abofeteó. Leandro. Su amigo Leandro. Estaba aterrorizado cuando él llegó a saludar, no pudo rescatarlo allí. Julian no había querido contarle nada del después de su partida, solo le aseguró que Leandro estaba bien y cuidado.
A él no lo vio, solo escuchó sus gritos e insultos pero eso había sido suficiente para sentir que su cuerpo se paralizó. Eso duró segundos, hasta que vio como Julian se paraba frente a él, le decía algo a Lisandro mientras lo miraba seriamente y luego solo supo que salió del boliche; se subió a un auto, terminó en la casa del brujo más dulce y hermoso que existe en el mundo, no tiene duda alguna de eso, y luego se permitió ser vulnerable en plenitud.
Decidió que tuvo suficiente de los eventos en la noche anterior y se puso de pie. Su hija se estiró y volvió a acurrucarse contra la almohada para seguir durmiendo. ──Sos una vaga de mierda, Lisa. Hoy viene tu papá y ni siquiera te lavaste las patas con olor a chicito.
La gata ronroneó y él se derritió de ternura ante su desinterés. Manoteo a ciegas una remera que había en la cama superior de la cucheta, se la puso y con paso lento se acercó a la puerta y salió. Un abrazo, así describiría la sensación que lo invadió al cruzar hacia el comedor. Todos o casi todos estaban allí. Limpiando, bailando, comiendo papas, tomando mates y algunos tereré. Su abuela abrazaba a Julián mientras parecía estar defendiéndolo de Laura. Richarlison bailaba exageradamente con el secador mientras Mandinha se tomaba la panza al mismo tiempo que trataba, fracasando en el intento, disminuir su carcajada. Vio a Emiliano y Heung-min entrar con varias cajas y bolsas, se acercó rápidamente y por primera vez el resto notó su presencia.
──Buenos días, bello durmiente. ──saludó su tía con una sonrisa.
──¿Te despertamos, Cuti? ──su abuela había soltado a Julian y se acercó a donde su nieto estaba con la única caja que logró sacarle a sus amigos.
──Sí, la verdad es que podrían bajar un poco la voz, loco, es domingo. ──se quejó burlonamente. ──¿Por qué no me llamaron temprano? Había una banda de cosas para hacer.
──Necesitabas dormir, gordo. ──respondieron al unísono Julian y Emiliano.
Luego de saludar a todos y ayudar a acomodar las bebidas en el freezer miró fijamente a Emiliano, Heung-min y a su tía con curiosidad. ──Pregunta, ¿por qué no compraron en el alma de la tía?
──Pasa hijo, que con el calorazo que hace y lo borrachos que son lo que yo tenía no alcanzaba. Tengo un almacén no un supermercado.
──Yo no pienso mentir ──intervino Sonny──, yo me re olvide que Lau tiene almacén.
──Eso e’ mentira, vos querías ir a comprarle a tus parientes. ──le refutó Nelly y casi todos se quedaron callados.
Él soltó una carcajada. ──Bueno, pero bien que nos hicieron flor de descuento y nos regalaron un Soju.
──No, ¿te acordas el pedo que se agarró la buela en mi cumpleaños por culpa de esa mierda? ──Cristian largó una carcajada estridente.
──Mas isso não foi culpa do Soju, foi culpa da avó que bebe como um pedreiro.
──Vos cerra el culiño. ──reprendió la mujer mientras se escondía en la cocina para reírse en soledad.
────────
Cargó las últimas cosas en el baúl del auto y lo cerró con cuidado. Suspiró profundamente y clavó su mirada en un punto fijo. Sentía que le temblaba todo el cuerpo, incluso le vibraban partes que no sabía qué tenía. Estaba ansioso, quería llegar ya a casa de Cristian y al mismo tiempo esperaba que el viaje en auto durara cinco horas como mínimo pero sabía que eso no sería posible, estaba a sólo quince o veinte minutos de Cristian. De su Cristian.
No sabía a qué punto estaba bien decir que anoche había terminado de clavar la última madera de su ataúd, había colocado la última reja de su celda o mejor dicho, había abierto el pestillo de la jaula y era libre. ¿Estaba mal sentir que estaba enamorado de un hombre que le había dado un mundo en pocos días? Si se ponían en fechas había pasado poco tiempo pero, ¿es el tiempo un factor determinante a la hora del despertar de los sentimientos? La verdad es que no le importaba mucho, él sabía lo que sentía y sabía porqué lo sentía, era suficiente. Aún no sé lo diría a él, Cristian merecía una declaración digna de un ángel, porque eso era lo que era.
──Cristian en un ángel ──murmuró como si acabara de comprender todos los secretos del universo──, es mi ángel.
Lautaro sonrió, sabía que no se lo estaba contando a él sino que simplemente estaba pensando en voz alta, soñando, imaginando o divagando. Aunque tenía que concordar en que Cristian seguramente era su ángel. Lisandro nunca había perdido la magia pero sí una chispa particular, algo que se rompió con las faltas de respeto que hubo en sus relaciones anteriores. Ahora había vuelto, no solo lo notaba más confiado sino animado y valiente, con un coraje particular, un coraje pleno que trasciende la familia. A él le había pasado con Alexis y aún hoy le pasa pero no quiere decir que sea menor el coraje que lo envalentona a la hora de correr a salvar a Lisandro sino que es diferente. Se siente distinto.
Se acercó suavemente y colocó su mano en el hombro de su hermano. ──No sabes lo contento que me pone verte así. Todo trolo y feliz, no te mereces menos.
Lisandro sintió que los ojos le picaban y la garganta se le cerraba. Sí, era un maricon, pero estaba abrumado por la catarata de sentimientos hermosos que lo estaban asaltando. No dudó un segundo y se refugió en el abrazo que Lautaro le ofrecía. Se quedó allí, como siempre lo hacían. Su hermano mayor que en realidad era su primo un año mayor siempre había estado allí para él y él le había devuelto el gesto de la misma manera.
──Te quiero mucho, Lauta.
──Y yo a vos, Licha, y yo a vos.
Se separaron después de unos segundos que les brindaron a ambos la tranquilidad que necesitaban. Uno ansioso por descubrir personas nuevas y muy importantes y el otro por dejar ir a quien fue su motivo de salir adelante cuando no tenían a nadie. Scaloni había dicho que ahora sus caminos iban a separarse hasta convertirse en simples calles paralelas porque eso era lo que pasaba siempre que uno empezaba su familia pero Pablo les dijo que ellos no iban a ser así. Él estaba seguro de eso, porque ellos siempre iban a dar con la forma de llegar a una rotonda y encontrarse allí.
──Mandale saludos a Cuti y a Juli. La próxima comemos algo en casa. ──dijo mientras cerraba la puerta del auto al mismo tiempo que Lisandro se ponía el cinturón.
───────
Todos estaban listos, algunos se habían bañado, otros simplemente se cambiaron la ropa. Cristian, Emiliano y Richarlison fueron a la casa de la suegra de Laura a buscar los tablones para armar la mesa, era lo único que faltaba. Nelly se había puesto un vestido negro, con flores rosas y hojas verdes desparramadas por todas partes, Mandinha la peinó aunque la mujer no tenía problema con su cabello. Era fino, dócil y corto, de cualquier forma se veía lindo. No se maquilló, “no quería robarle el novio al nieto” dio a entender entre risas.
Laura le llamó la atención a Nelly cuando vio que un auto se estacionaba en la vereda. La mujer salió disparada a la ventana para confirmar que fuera el invitado de honor y sí, allí estaba Lisandro. Temblaba como si de una hoja en medio de un temporal se tratara. No se movía, sacó su teléfono y miró hacia la casa con una sonrisa nerviosa. A este punto no solo Nelly estaba en la ventana, sino también Laura, Heung-min, Mandinha y Lisa. Julian salió corriendo para abrir la puerta a pesar de la pelea entre las dos mujeres mayores, que disputaban quien tenía que salir.
──¿Qué onda, pa? ──Julian le regaló una sonrisa cargada de confianza que lo hizo soltar el aire que estaba conteniendo inconscientemente.
──Toy’ re cagado amigo. ──Ambos se rieron y Julian abrió la reja que en algún momento del mediodía se cerró, lo saludo con un abrazo y lo invitó a pasar. ──Tengo cosas en el baúl, ¿me das una mano?
──Solo si me aseguras que Enzo no está ahí.
──Quédate tranquilo, está atado en casa. ──Lisandro abrió el baúl y comenzó a pasarle cajas a Julian.
──¿Pero qué trajiste, Licha? ¿No sabías que cocinamos nosotros?
──No es nada, boludo, traje tiramisú, tarta de frutillas, helado y algunas cositas más. ──cerró el baúl y puso la alarma.
──¡Gracias, loco, me salvaste!
──¿De nada?
──¡Una sola cosa le pedimos! ──la voz de Laura llegó como un canto a sus oídos ──Y se olvidó, si alguna vez necesitas algo se lo tenes que pedir dos semanas antes. Dame eso ──sonrió y le saco las cajas que tenía en sus manos──, yo soy Laura, la tía del Cuti y la mamá de Ju.
──Un gusto, mi nombre es Lisandro.
La siguió nervioso, mientras iba retando a Julian. Se sentía raro de estar allí sin Cristian, más que nada porque era la primera vez que iba. Cuando estaba por entrar un ronroneó llamó su atención. Lisa estaba frotándose contra su pierna mientras ronroneaba y procedía a acostarse sobre sus pies. ──Hola bebita ──susurró mientras se agachaba para tomarla en brazos──, ¿cómo está la más linda del mundo?
──¿Por qué te quedaste ahí? ──Nelly se acercó con una sonrisa── No nos tengas miedo, te prometo que no estamos tan locos como parecemos.
──Hola Nelly, ¿como esta? ──le sonrió y avanzó hacia el interior.──Permiso.
──Nuestra casa, tu casa, pasa con confianza. Cuti no está, se fue con los chicos a buscar los tablones para la mesa, así comemos afuera. Ella es Laura, ya se presentó, ella es Mandinha.
──Sí, ya nos conocemos nosotros, Ne. ──Mandinha se levantó y saludó a Lisandro con dos besos en la mejilla. ──¿Cómo estás? ──apretó su hombro con cariño.
Los dos sabían el trasfondo de la pregunta, su noche había sido un caos y su charla había quedado enterrada en un segundo plano. ──Bien, sigo con nervios pero ya estoy acá.
──Sentate, no vas a crecer más ──Nelly le ofreció una silla mientras Laura ponía la pava. ──¿querés tomar unos mates?
──Sí ustedes toman yo tomo.
La primera ronda de mates con burrito fue lo que Lisandro necesitaba para romper la tensión y cuando Laura le ofreció chipa guazú todo pasó a segundo plano. Julian y Mandinha no dejaban de sonreír ante el ida y vuelta de Nelly y Lisandro sobre yuyos y plantas.
──Mi casa está llena, tengo malvones rojos, rosas, blancos y bicolor. Menta, ruda, cedrón y buscapina por todas partes. Tengo jazmines, flores de nácar y azucenas.
──Voy a necesitar gajitos, de todo lo que dijiste. ──Nelly soltó una carcajada.
──También tengo un cantero con lavanda, es mi flor y mi planta favorita.
──A mi también me encanta, pero mis favoritas son las rosas. En el fondo hay rojas, rosas, amarillas, blancas y las bordo.
──Hagamos trueque de garitos, porque rosas no tengo y me encantaría tenerlas en el jardín.
Mandinha había dejado el mate en el primer intento ya que la acidez la estaba matando y Julian ya había empezado con sus brebajes mágicos, entiéndase vino con pomelo cuando Laura se introdujo en la conversación.
──Licha, perdón, ¿te puedo decir así? ──él asintió mientras le devolvía el mate a Nelly.──¿Te puedo hacer una pregunta? ──ella sonrió con ternura ante el nerviosismo de Lisandro pero no pudo evitar incrementarlo. ──¿A que era que te dedicabas, Lisandro? Parrillero, ¿no? Trabajas en una parrilla. ──se respondió sola.
Lisandro negó con una sonrisa──No, no, trabajo en una carnicería. Soy carnicero.
──¡Ah, claro! ──aceptó el mate que le pasó Nelly y antes de tomarlo, mientras asentía con la cabeza lentamente terminó su idea. ──Algo de trabajar con chorizos era.
La risa general podría haber aturdido a cualquiera. Mandinha se vio tapándose la boca antes de escupir la gaseosa que recién había tomado. Él mismo dejó escapar una carcajada sincera. ──Él gusto es más fuerte que la profesión. ──Laura también soltó una risa plena ante la respuesta.
──Que tonta que sos, deja en paz al chico. ──la retó Nelly mientras limpiaba las lágrimas de sus ojos. Se giró hacia Lisandro nuevamente. ──Veni, acompañame al fondo así te muestro las rosas.
Ambos se pusieron rápidamente de pie, Lisa, que no se había bajado de sus brazos se quejó ante el movimiento repentino. ──Dame a mi sobrina, a ella no le gusta mucho salir. ──Mandinha la tomó con cuidado y la recostó en su regazo, dos segundos después la pequeña gatita estaba nuevamente dormida.
Club Atlético Nelly Romero
Cuti, Nahue y tú
Nahue: como va todo por ahí?
Cuti se tomó el palo y Licha ya esta siendo torturado por mi vieja y la buela
Cuti: ya llegó li????
Si
Nahue: que vergüenza, lo dejaste en la boca del lobo
Cuti: ya volvemos
que no se vaya
Mira si se va a ir, esta chocho pero metele porque mi mamá dejo el mate y cazo mi vaso de vino
Nahue: QUE GRANDE LA LAU
Lalau
En media hora estoy
No saquen las fotos de bebes hasta que llegue
Llevo municioes
Dale amor, te esperamos para la tortura
Nelly explicaba cada una de las rosas que había allí, el patio era realmente enorme y estaba cercado por plantas de todo tipo. Las rosas tenían un lugar privilegiado al fondo del terreno, donde todos los colores en pleno se acompañaban para una imagen hermosa que podría ser digna de exposición en museos.
Cristian los vio a los dos hablando a lo lejos y no pudo evitar sonreír. Había imaginado algo así, pero verlo en vivo y en directo era mágico. Lisandro era mágico.
Notes:
Buenas, buenas! Opté por dividir el capitulo en dos partes así que el domingo también habrá capitulo nuevo!
Por otro lado, edite algunas cosas y ya determine algo importante respecto a la historia. Les mando un beso grande y gracias por la espera.
Chapter 38: Gajito
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cristian se acercó a paso lento, embriagado por la sensación de calidez que se instaló en su pecho. Fue silencioso, temía romper la burbuja que Lisandro y Nelly habían creado. Los vio charlar atentamente, reírse como confidentes y supo que quería eso el resto de su vida. ¿Era muy pronto para imaginar un futuro con Licha? No estaba muy seguro, lo único que sabía es que ya había empezado y no podía frenar.
Tampoco quería.
Captó palabras sueltas cuando solo estaba a dos metros de distancia. El tema central eran las rosas. Cristian pensó en el jardín de Lisandro, en cómo parecía un pedacito de bosque encantado y sonrió. El leve perfume de la lavanda le dio la bienvenida a la burbuja.
──Y estas blancas son las que más le gustan al Cuti. ──explicaba su abuela con una sonrisa. ──Cuando era un piojo chiquito y venía a visitarme siempre se robaba las rosas blancas. ──Lisandro sonrió con ternura. ──Siempre me daba cuenta porque si bien siempre fue alto no tanto como para alcanzar las rosas de arriba, así que esta planta siempre estaba pelada en la parte de abajo. También era bastante obvio porque cuando se iba y me saludaba el perfume de la flor me daba de lleno en la nariz, tenía un temita con guardarlas en el pecho, por dentro de la remera.
──Es que me gustaba estar perfumado, buela. ──estaba sonrojado. Puso su mano en el hombro de Nelly y fijó su mirada en Lisandro quien no dejaba de sonreír. ──Además, no era el único que robaba flores.
──¡Pero mira quien apareció! ¿Dónde estaban los tablones, en Turquía? ──lo deliró su abuela mientras pellizcaba su mejilla──Para nosotros mejor, con Lisandro ya nos ‘tabamos organizando para intercambiar gajitos.
──Me voy a armar un rosedal como este en casa. ──Lisandro asentía con una sonrisa en dirección de ambos pero con la mirada clavada en los ojos de Cristian.
──¿Sabes dónde quedarían re lindas? Al costado de la reja, donde está la planta de pinches.
──Ah, si, al lado de la corona de cristo. ──concordó mientras en su cabeza el jardín de su casa se llenaba de rosas de mil colores.
──Podríamos armar un cerquito bajo, con maderitas para que Lisa no se mande cuando te visitemos.
──Quedaría re lindo. Igual Cris, Lisa pasaría sin problema. Es gata, se derriten. ──Ambos rieron cuando su hija gatuna apareció entre sus piernas como si la hubieran llamado y Cristian la tomó en brazos.
──Igual también es medida de seguridad para Nina, Li, más que nada por los pinches. Con la otra planta no pasa porque se notan y de por sí espanta pero las rosas son muy hermosas y capaz quiere una y se lastima.
Su charla sobre las reformas del jardín duró mucho más de lo imaginaron, tanto que antes de hablar del cerquito Nelly ya los había abandonado para acomodar la mesa. Nada a su alrededor existía, solo ellos y las plantas.
Cristian se dio cuenta de que en un momento dejó de escuchar con claridad las palabras de Lisandro, sólo podía observarlo. Sus ojos brillaban de una manera particular, la sonrisa no había caído ni por un segundo. Hablaba mucho y no pudo evitar sentirse mal por no detenerse en ninguna de las las palabras que se deslizaban de sus labios pero estaba totalmente hipnotizado.
El fondo verde era el contraste perfecto para él. Parecía una pintura, de esas que se exponen en galerías caras en películas románticas. O quizás, en la película romántica que él mismo había estado viviendo desde aquel mensaje estúpido que recibió hacia ya semanas.
Todo iba tan rápido que en otro momento lo hubiera hecho querer abrir la puerta del auto en movimiento y tirarse a la ruta pero con él no, quería abrocharse el cinturón y seguir hasta donde Lisandro quisiera.
──No me estas escuchando, ¿verdad? ──Lisandro estiró su brazo para apretar suavemente la muñeca de Cristian, aprovechó a mimar a Lisa y le sonrió. Los hoyuelos se hicieron presentes como escoltas a ambos lados de sus labios. Su cabeza hizo cortocircuito. Toda la cadena de pensamientos impactó contra un muro gigante que de impronta tenía la cara del chico frente a él.
Como si se hubiera olvidado de respirar durante varios segundos su cuerpo inhaló una gran bocanada de aire y casi de manera automática, como la miel más dulce y ligera la frase se escurrió entre sus labios. ──Te quiero, bruji, y si es muy rápido la verdad que no me importa.
Silencio. No tuvo respuesta. No pudo formularla. El pecho les estallaba, su cabeza también, se sentía mareado, sabía que si pudiera verse a sí mismo tendría cara de pescado de tanto abrir y cerrar la boca sin emitir sonido alguno. Sus ojos se achinaron, como si acabara de adquirir los efectos de un cigarro combinado, como si acabara de tocar el cielo con las manos sin poder recuperarse de su sorpresa.
Tenía miedo que su falta de sinapsis asustara a Cristian, que le hiciera creer que él no sentía lo mismo. Que él no lo quería cuando el acto hermoso de su aparición lo hizo volver a abrir su corazón. Suspiró lentamente. La sonrisa que tenía seguramente era espantosa porque era la más grande que alguna vez había brindado. No lo pensó, ante su nula capacidad de responder con palabras solo pudo abalanzarse sobre él. Lo envolvió en un abrazo a pesar de los quejidos de su hija, quien se escapó y permitió a Cristian corresponder el gesto.
Un beso en el cuello y el susurro más hermoso conformaron la respuesta más cálida que Cristian pudo recibir. ──Yo también te quiero, Cris. Y si es muy rápido o muy lento, pasa a un segundo plano, me importa que sea con vos.
No se separaron por un rato, realmente se olvidaron de donde estaban. Ni siquiera percibieron las miradas fijas sobre ellos de Nelly, Laura, Mandinha, Julian y Richarlison quienes estaban apoyados en la mesa. La abuela les indico que fueran adentro para darles un poco de espacio y a pesar de la resistencia de los chicos logró llevarse a todos.
──Están abrazados en el patio, amor. ──Mandinha estaba llorando mientras le contaba a Emiliano como habían estado hablando un rato largo y luego, simplemente, sus amigos se olvidaron del mundo.
──Pero gorda, es algo lindo. ¿Por qué lloras?
──¡Porque estoy embarazada y sensible, Damian! ──le pegó en el pecho y se fue a refugiar en los brazos de Nelly quien solo negó con la cabeza diciéndole que ya se le iba a pasar.
Cristian entró con Lisandro siguiéndolo de cerca. Ambos tenían sonrisas hermosas adornando sus rostros. ──No lo tengo que presentar, ¿no?
──Y no papito ──comenzó su tía──, en lo que vos fuiste a cortar la madera para los tablones Licha ya es más sobrino mío que los hijos de mi hermana.
────────
Estaba ansioso, sentía que podría explotar de la alegría en cualquier momento, prácticamente había saltado del colectivo cuando éste frenó. Quería verlos a todos, quería molestar a su hermano y agradecerle a Lisandro. Se sintió culpable cuando Juli le contó lo que había pasado. Él tendría que haber estado ahí para romperle la cara al gringo pero no lo hizo.
Sus pasos fueron firmes, seguían el ritmo de sus pensamientos que ahora transitaban una zona de enojo y decepción cuando al llegar a la esquina lo vio. Leandro estaba parado junto al poste de luz, se estaba mordiendo los dedos de la mano derecha mientras su mirada estaba fija en la nada. Julián le había comentado que Cristian lo había invitado a comer así que no fue mucho misterio saber porqué estaba allí paralizado.
Se acercó con cuidado y tuvo que acelerar el paso cuando vio que Leandro comenzaba a caminar en sentido contrario a su casa. ──¿A dónde vas? ──preguntó con una sonrisa──Que yo sepa, mi casa sigue estando en el mismo lugar y es para allá──señaló en dirección contraria a donde su amigo se encaminaba──.
──¿Qué haces acá, tero? ──esos apodos espantosos que sólo Leandro podía poner, los ojos claros ahora brillaban con alguna comodidad que en cierto punto se había perdido.
──Estoy yendo a la comilona de la buela y si entendí bien, vos también tenes que ir conmigo. ──Nahuel se había acercado lo suficiente como para poner una mano en su hombro y dar un apretón cálido. ──Dale, vamos, hay que hacer pasar vergüenza a los tórtolos.
──No sé si está bien que venga, Tero. Capaz lo dijo porque se sintió mal anoche pero no──
──Callate mejor, si Cuti te dijo que vengas es porque eso es lo que quiere. No seas cabezón. ──Ambos comenzaron a caminar hacia la casa de Nelly. ──Me contaron lo que pasó anoche ──Leandro no respondió pero siguió avanzando──, ¿estuviste bien? Ju me dijo que estabas cuidado pero…
──Sí, estuve bien. No deje de estar asustado, él me da miedo todavía. Lo que le hizo a Cuti, lo que nos hizo… yo se que es capaz de cualquier cosa. Me asustó muchísimo. Cuando Lisandro se llevó al Cuti Juli me llevó a la casa de mi novio.
──¿Novio? ──la voz de Nahuel salió con un temblor que ambos prefirieron obviar.
──Sí, es un chico que trabaja en la escuelita de fútbol de mi barrio. Se llama Neymar.
──¿Un brazuca? ──se rió casi sin poder evitarlo.──Sabes que hay trolos argentinos, ¿no?
Leandro se relajó ante la broma y se rió dulcemente mientras negaba con la cabeza. El frente de la casa de Nelly les dio la bienvenida, la música los recibió con alegría.
Lalau
En línea
Ti, ya estamos en casa con Leo
Avísame si ya están en el fondo así entro
Dale amor, si están todos en el patio
Adentro estamos con Nelly nomas
Joya
──Nadie sabía que iba a venir, ni Juli. ──le comentó mientras sacaba la llave y la introducía en el portón. ──Quería darles una sorpresa y arreglamos con la buela y la tía.
──Cuti va a estar chocho.
──Hasta que pele las fotos de bebé y lo haga pasar vergüenza.
────────────
Casi todos estaban más o menos acomodados a lo largo de la mesa. A pesar de la insistencia de Nelly y Laura, Lisandro, Cristian y Julian aún no sé sentaban. Iban y venían de la cocina con las diferentes comidas para distribuir.
──Todo tiene una re pinta, Nelly. ──le dijo Lisandro con una sonrisa mientras llevaba tres compoteras con mayonesa de ave. ──Y los pancitos de salame son un sueño, Laura.
──Ya quiere quedar bien él, mira que siguen siendo mi tía Lalau y mi buela, eh. ──La voz de Nahuel invadió el lugar. Tan rápido como habló se escucharon las pisadas rápidas y fuertes de Cristian y Julian, fueron segundos pero no necesitaron más para ahogarlo en un abrazo cálido.
El resto salió el encuentro de aquella escena, menos de un mes había pasado y sin embargo se notaba que lo habían extrañado como si hubieran sido mil años. Cuando se separaron, Nahuel corrió a los brazos cálidos de su abuela y, posteriormente, a los de su tía.
──Les cuento que no vine de la guerra, eh. Me están haciendo verga con el entrenamiento pero todavía no es campo.
Nelly le dio un saque en la nuca. ──Habla bien, Nabu, y que la boca se te haga a un lado, ojalá nunca vayas al campo.
La mirada de la mujer estaba un poco ensombrecida ante la mención de aquella posibilidad pero rápidamente eso quedó en un segundo plano cuando vio a Leandro parado unos centímetros detrás de Nahuel. Ella le sonrió, se acercó a él y con dulzura lo abrazó. Mucho menos tiempo que a su nieto pero lo suficiente para poder murmurar se quede tranquilo.
Cristian también le sonrió y fue a saludarlo. Mandinha rápidamente noto lo tenso y nervioso que estaba su amigo así que fue hasta donde estaba y lo arrastró tras ella pidiéndole que se siente a su lado porque estaba enojada con Damian.
Dentro volvieron a quedar los mismos que al principio, solo que esta vez Lisandro estaba casi que escondido en la cocina. No había querido interrumpir así que retrocedió mientras el reencuentro se daba.
──Ustedes sabían. ──No había pregunta en las voces de Cristian y Julian.
──Obvio, nene. ¿Quién nos iba a ayudar a hacerte pasar vergüenza?
──Le pedí que me traiga unas cositas para mostrarle a Lisandro. ──su abuela mencionó esto como si no se tratara de nada.
Cristian abrió los ojos rápido y busco a Lisandro con la mirada. Él sólo sonreía con dulzura. Había dejado las compoteras sobre la mesada y observaba todo.
──Perdón bruji ──se había acercado en cuatro pasos, o menos si tenemos en cuenta sus piernas kilométricas, y acarició su rostro──, me deje llevar por la sorpresa. Vení que te llevo a saludar a Nahue.
Le tendió la mano y Lisandro la aceptó, se permitió deslizar sus dedos entre los contrarios y con pasos cortos y rápidos lo siguió. Afuera todos se estaban riendo de alguna pavada dice por Nahuel. Leandro ya se había acomodado en medio de Emiliano y Mandinha quienes no dejaban de darle cosas para que comiera. Junto a ellos estaba Sonny discutiendo con Richarlison quien tenía a Nahuel envuelto entre sus brazos. Julian estaba sentado en el tablón, lejos de la comida, observando a todos igual que solía hacer Nelly.
──Nahue, acá esta Licha que no lo saludaste.
──Y si se escondió en la cocina. ¿Me tenes miedo? ──preguntó mientras se acercaba con seriedad. Lisandro soltó una carcajada y Julian, que se había acercado a él cuando Cristian lo soltó, lo abrazó por los hombros.
──Pero quién te va a tener miedo a vos, lagartija.
──Vos callate araña galponera. ──se rió e imitó el gesto de Julian; rodeó a Lisandro con un brazo por los hombros y comenzó a caminar con él a su lado hasta la mesa. ──Se que te estuviste portando bien, eso quiere decir que sirvió mi amenaza de la última vez.
──Sigo totalmente aterrado, como si me hubiera olvidado de que puedo defenderme con chairas y cuchillas. ──soltó una risa suave que Nahuel imitó.
──Fuera de joda──lo soltó, se colocó frente a él, suspiró y pasó las manos por su rostro──, quiero agradecerte por cuidarlo. Se lo que pasó anoche y yo no estuve acá, vos lo cuidaste y protegiste, es todo lo que me importa.
──No me tenes que agradecer por eso, lo haría mil veces si fuera necesario. ──hizo una pausa y se giró para cerciorarse de que Cristian no estaba cerca. ──Realmente espero que no sea necesario porque no se si me podría controlar si lo tengo enfrente.
──Lo sé, te entiendo.
──Más allá de eso, Cris me tiene para lo que necesite por el tiempo que me quiera. No pienso irme ni dejar de cuidarlo.
──Estoy feliz de que te haya encontrado. Espero que te quedes para siempre. Hace de cuenta que eso que dije nunca pasó, yo no soy el trolo de la familia, ese es Juli.
Ambos se rieron llamando la atención de Cristian y Nelly quienes se acercaron a los dos. Nelly abrazó a Nahuel por la cintura y recostó su cabeza en su hombro. Cristian abrazó a Lisandro por los hombros y lo apretó contra él y sonrió. Antes de que se acomodaran para charlar Laura llamó a los últimos mencionados dejando a nieto y abuela solos.
──¿Ta’ aprobado, Nabu?
──Aprobadisimo, buela. Mira los ojos del Cuti y los ojos de él, no necesito más pruebas.
──Pienso igual, todo dicho tonces──rompió el abrazo y lo miró──, toca que Cuti pase vergüenza.
Los Palmeras sonaban de fondo, fundiéndose y perdiéndose entre las risas de la familia, incluso Leandro había dejado su incomodidad y timidez para unirse a las bromas. Las carcajadas de Lisandro, sentado a su lado, hacían que la vergüenza valiera totalmente la pena. Cristian tenía el rostro sonrojado, los codos apoyados sobre la mesa mientras sus manos atacaban su cara en un intento por desaparecer del lugar.
──Y ellos, tercos como mula seguían y seguían entonces se subieron a la rama con el Juli ──Nelly estaba en su salsa ventilando anécdotas de sus nietos──porque estaban seguros de que esta vez no se iban a caer.
──Lo peor es que no fue hace quinientos años──interrumpió Laura──, fue hace unos meses.
──Dos boludones, claro la rama dijo hasta acá llegué y apenas la tocaron se hizo cajeta.
──El culón cayó primero y Cuti arriba, con la cara en el culo de Julian y explotó.
La seguidilla de anécdotas y fotos tenía a Lisandro al borde de un desmayo por falta de aire. No podía evitar tirarse hacia atrás para liberar las risas más altas. Tenía los ojos llenos de lágrimas y cuando quería formular alguna palabra, ni siquiera una oración, una simple palabra, la risa brotaba de su garganta como una oleada de fuego.
Heung-min trataba de aguantar la risa mientras que su novio no dejaba de pedir traducciones a Mandinha quien no podía ayudarlo porque cada vez que estaba por hablar las risas la llevaban al punto de casi orinarse encima. Leandro estaba de color bordo, se había cambiado de lugar para estar más cerca de Julian, Nahuel, Lisandro y Cristian. Aprovechando que no estaba en el foco de las risas Nahuel no dejaba pasar la oportunidad de intensificar en confidencia las anécdotas contadas por su abuela y su tía.
Lisandro extendió su mano y la dejó reposando en la nuca de Cristian haciendo suaves caricias. ──Eran terribles. ──sonrió.
──¡Son terribles! Y esto no es nada, si te contáramos todos, ¡mamadera! Una vez…
──Bueno buela, ya está. ──Cristian descubrió su rostro sonrojado y miró a su abuela con suplica. La mujer soltó una carcajada y codeó a Laura en complicidad.
──Está bien, nos callamos pero que conste que es para que haya más anécdotas en las próximas.
──Las espero con ansias, Nelly. ──Lisandro bajó la mano de la nuca y la deslizó hacia la espalda haciendo círculos suaves mientras con la otra mano agarraba su vaso y le daba un sorbo a la mezcla de Julián.
Llevaban lo que suponía un poco más de tres horas entre la comida, la sobremesa y luego una ronda de ensalada de fruta. Mandinha y Emiliano se habían retirado porque ella estaba muy cansada, quería bañarse y acostarse. Les dieron a todos un gran abrazo, se detuvieron en Lisandro y le murmuraron algo solo para ellos tres.
Heung-min y Richarlison también se retiraron, tenían que volver a su casa porque había pasado mucho tiempo y debían ir por sus perritos a casa de Emerson. No se fueron hasta que la amenaza a Lisandro haya quedado sumamente clara o al menos ellos creyeron eso.
En la gran mesa solo quedaron Laura junto a Nelly, Nahuel, Leandro, Julián y Cristian cerca de Lisandro.
──Lisandro, ¿tomamos unos mates? ──Nelly le sonrió desde la cabecera de la mesa, mientras sostenía la pava y el mate, él vio una oportunidad especial.
──Uy si, re está para unos mates. ──se alejó después de darle un apretón en los hombros a Cristian y le hizo señas a Julian para que lo siguiera. Al llegar junto a las mujeres notó que el chico no le había dado pelota así que se inclinó hacia Laura. ──Creo que si se quedan solos en la mesa pueden charlar un poco.
Nelly quien tuvo que regresar a buscar una tabla para apoyar la pava entendió rápidamente la propuesta. Levantó su mirada hacia donde estaban los chicos y los llamó. ──Nabu, vení.
──Vos también Juli, vení a tomar unos mates.
──No buela, me voy a cagar encima. Se me va a mezclar con la fruta y tengo un re viaje ahora. ──negó con la cabeza mientras se frotaba el estómago. Julian había entendido el mensaje inicial, le pegó un codazo e hizo una seña hacia sus amigos. ──Pero un tecito de boldo te acepto.
Se puso de pie y se acercó a la cabecera. Tanto Cristian como Leandro sonrieron al darse cuenta de lo que estaba pasando. Un segundo tardaron los nervios en hacerse presentes a pleno. Ambos solían hacer lo mismo, sus piernas repiqueteaban bajo la mesa a un ritmo constante mientras que encontraban la forma de empezar aquello que por tanto tiempo pospusieron.
Leandro se puso de pie y pasó por encima del banco donde estaba sentado, palmeó su bolsillo y sacó la caja de cigarrillos que allí guardaba. Miró a Cristian a los ojos extendiendo una invitación silenciosa a alejarse de allí e ir al fondo del patio. Cristian se paró, miró a los demás con una sonrisa pequeña y se encaminó hacia un pozo de su pasado que debía ser arreglado.
Caminaron en silencio, había unos cuantos metros de pasto, flores y macetas. Un jazmín del aire se abrazaba al alambrado, perfumando el sector, encantando con dulzura el momento. Ambos tomaron una respiración profunda. Los ojos de Cristian se suavizaron al ver como su amigo, porque eso es lo que era, lo que había sido siempre, comenzaba a acumular lágrimas. Tenía la nariz enrojecida y sus labios rojos producto de estar siendo mordidos en un intento de contener los nervios y el llanto.
──No llores, Leo. ──susurró.
──Perdoname, amigo. ──su voz se quebró y las lágrimas retenidas en sus pestañas se vieron empujadas por otras nuevas.
──Perdoname vos también. ──sorbió por la nariz tratando de retrasar su estallido en llanto. ──No pensé en que él te había lastimado a vos también, que te había hecho lo mismo o…
──No tenías que pensar en mi, yo te traicione y traicione tu confianza. El me dijo que ustedes habían terminado, que vos lo habías dejado porque a él le gustaba yo. Me comió la cabeza, Cuti, nada justifica lo que hice pero él me mintió. Me hizo muchas cosas.
Cristian se vio reflejado en su amigo y le rompió el corazón. Se acercó y lo abrazó.
──Estaba asustado, no tenía idea de que me pasaba o que sentía y estaba celoso, era un pendejo de mierda. Creí… yo me sentí elegido una vez. ──sus palabras fueron calladas por el hombro de Cristian.
──Éramos chicos, Leo, él es el que estuvo mal siempre.
──Éramos chicos, sí ──rompió el abrazo y clavó su mirada inundada de tristeza en él──, pero sabíamos lo que estaba bien y lo que estaba mal, no éramos tontos. Yo no era tonto. Me equivoqué mucho, Cuti.
──Yo también me equivoqué, pero errar es de humanos.
──Yo creía eso también, así que seguí con él después de que se fue del kiosko del colegio.
──¿Cuando desapareció?
Leandro asintió. ──Errar una vez es de humanos, dos o tres también, pero yo siento que erré tantas que ya cruce una línea. Todos esos años, yo te vi estando mal, tratando de seguir adelante, mientras yo seguía sentándome en las piernas de la persona que te lastimó. No podía con la culpa pero él me hacía creer que había cambiado. Por eso te buscó cuando arrancaste la facu, yo le dije donde estabas estudiando.
──Antes, cuándo le contaste a Juli, lo hiciste para que él se quedara solo con vos, ¿no? Porque sabías que no quería que nadie supiera. ──su voz era suave, acusadora pero no violenta y Leandro no pudo sostenerle la mirada por la vergüenza y solo se limitó a asentir suavemente. ──Él no tenía problema en que yo me junte con vos, pero todo el resto del mundo parecía ser una amenaza.
──Supongo que disfrutaba el morbo de que nosotros compartamos algo más que a él. Nunca, en todos esos años, pude entender cómo funcionaba su cabeza.
──Nadie normal podría haber entendido su punto de vista.
──Me convenció de que necesitaba disculparse con vos. Por eso fuimos a tu casa, Cristian en mi puta vida me voy a perdonar por esa noche.
Las manos de Leandro comenzaron a temblar violentamente y el cigarrillo consumido se deslizó entre sus dedos cayendo. Antes de que se pudiera agachar Cristian le ganó de mano y pisó el cigarrillo obligándolo a levantar la mirada.
──¿Por qué? ¿Qué sabes, Leo?
──De vos poco, se que esa noche te fuiste de tu casa y viniste acá con Nelly. ──Cristian se debatió entre contarle lo que le había ocasionado su accionar esa noche o simplemente dejarlo allí, enterrado. ──A mí esa noche me destrozó. Me golpeó tanto que hay momentos de la paliza que no me acuerdo. Estaba enojado conmigo, con vos, con el mundo y yo estaba ahí. Cargue por todos, creí que me iba a matar. ──Cristian se quedó helado. Los dos habían pasado prácticamente por lo mismo, el mismo día, en el mismo momento. ──Yo estaba viviendo con él, cuando se metió a bañar salí corriendo con lo puesto, mi celular y billetera. Volví a lo de mi mamá y después conseguí laburo en Eros, Walter me mudó a Creed meses después y ahí nos encontramos. Quise hablar con vos pero…
──Estaba muy enojado. Mi papá… ──aclaró la garganta para borrar el nudo que allí se había formado──, mi papá me hizo lo mismo. Por eso me fui esa noche. Me mató de alguna manera y nadie me ayudó. Vine con lo que pude hasta acá. Fui a lo de Juli y la tía me ayudó a curar antes de ver a la buela.
Ahora Leandro fue quien lo abrazó. No dejaba de murmurar la palabra perdón. Cristian lo apretó hacia él. Se habían escondido de la vista de los demás. Ese árbol de naranjas los cubría y les daba el espacio y la privacidad que necesitaban.
Cuando sus respiraciones se calmaron rompieron el abrazo con cuidado, habían pasado minutos. Todo había quedado en silencio, solo la música que salía de la casa rompía el ambiente. Ambos limpiaron las lágrimas con el dorso de sus manos y sonrieron con tristeza. Les habían hecho mucho daño, les habían robado tiempo y les rompieron el corazón y un poco la cabeza.
──Me pone muy feliz verte bien con Lisandro. ──la voz de Leandro ya no estaba rota, ya no le quemaba la garganta y su sonrisa llegó a sus ojos. ──A mi también me están curando y mimando, espero que un día nos podamos juntar todos así te lo presento.
──Me encantaría.
Lisandro lo abrazó por los hombros y comenzaron a caminar hacia la mesa nuevamente. No los miraban, parecían estar enfrascados en una conversación muy intensa. La mesa estaba llena de postres y cucharas, nadie usaba platos, todos comían de las bandejas con una confianza familiar plena.
Leandro se sentó al lado de Julián quien le tendió una cuchara y le alcanzó la tarta de frutillas. Cristian se acomodó junto a Lisandro y lo abrazó por la cintura, el más bajó se giró hacia él con una sonrisa y le dio un beso en el cachete para luego volver al debate mayor.
──Pastafrola. ──Nelly se encargó de marcar cada sílaba de la palabra. ──Así se dice.
──Pero en el casino decía Pastaflora.
──Porque son tarados. ──sentenció Lisandro concordando con Nelly quien le sonrió y le dio un mate.
──Que charla filosófica, eh. ──Cristian agarró una cuchara y se adueñó del tiramisú, sin soltar a Lisandro ni por un segundo.
La mesa se fue vaciando, Laura se fue a su casa con un tupper lleno de comida que Nelly les prometió a sus otros nietos postizos, Julian fue con ella con el único objetivo de esconderse una porción de ensalada de frutas antes de que sus hermanos devoraran todo. Nahuel se despidió prometiendo volver la próxima semana y se subió a un remis de dudosa procedencia.
Solo quedaron cuatro en la casa. El calorcito fue menguando mientras la brisa fresca del atardecer los acariciaba. Juntaron todo y desarmaron la mesa así al otro día podrían llevarla tranquilamente. Lisa parecía saber que el día estaba terminando y se enredó en las piernas de Lisandro cuando los tres se acomodaron en el sillón.
──Me parece que alguien no quiere que te vayas. ──murmuró Cristian mientras pasaba un brazo por detrás de la cabeza de Lisandro y con la otra mano acariciaba a su hija. ──Y no es la única.
──Lisandro, te voy a preparar un tupper para que te lleves a tu casa.
──La verdad Nelly, es que mi parte educada me dice que me niegue pero se me hace agua la boca por comerme mañana un pancito con mayo de ave. ──respondió mientras se mordía el labio inferior.
──Igual si me decías que no te iba a dar igual. ──se rió y los dejó solos.
Lisandro levantó su mano y entrelazó los dedos con los de Cristian que hasta hace segundos estaba haciéndole caricias. ──¿Pudiste arreglar las cosas, Cris?
Él asintió y recostó su cabeza en el hombro contrario. ──Recuperé a mi amigo, bruji, vi a mi hermano, compartí todo el domingo con vos y me dijiste que me queres. Este día no podría ser mejor. Gracias.
──Me alegro de que hayas disfrutado tanto de este día pero ¿por qué me agradeces? No hice nada más que los postres. ──se rió.
──Porque haces todo más lindo.
──Vos te mereces que todo sea lindo, amor.
Cristian levantó la cabeza rápidamente y se encontró con los ojos dulces y brillantes de Lisandro mirándolo. ──¿Cómo me vas a decir amor así de la nada? ¿Vos queres que me dé un bobazo?
La sonrisa de ambos era hermosa, los ronroneos de Lisa mientras se mimaba con la mano de Lisandro era lo que completaba su burbuja. No podía creer su suerte, había pasado tanto tiempo en los lugares más oscuros de su mente, hiriéndose con palabras crueles, sintiéndose para nada merecedor de cariño y ahora estaba ahí, sentado con el ser mas bueno del mundo, portador de una luz mágica hermosa que no hacía más que alegrarle los días y la vida misma.
Los pensamientos de Lisandro no estaban lejos de los de Cristian. Tanto aislarse, tantos fracasos, tantos pensamientos horribles sobre ser insuficiente hoy ya no tenían espacio en su cabeza. El sol había llegado a iluminar todo a su paso, porque Cristian era el sol, su sol. Le calentaba el pecho con dulzura, lo hacía parte, lo mostraba y no lo escondía, lo quería y lo demostraba. Le abrió las puertas de su familia, gente que era igual de cálida que él. Se sentía afortunado de haberse equivocado, no solo con el mensaje sino también con ilusiones pasadas.
Lisandro le sonrió y depositó un beso fugaz, casi un roce, en la mejilla de Cristian al oír cómo los pasos de Nelly se hacían presentes. ──Me tengo que ir. ──Se separó de Cristian y tomó a Lisa con cuidado entre sus brazos para darle un beso en la cabeza y dársela a su otro papá.
──¡No te estaba echando, eh! ──Exclamó la mujer mayor al ver como comenzaba a preparar su retirada.
──No, no, lo sé. Pasa que no me gusta manejar de noche y tengo que devolver el auto. ──le sonrió. ──Mañana tengo que trabajar temprano y tengo que preparar la ropa.
Los tres, o cuatro mejor dicho, salieron al patio delantero. Al llegar a la reja Nelly se dio cuenta de que se olvidó el tupper y mandó a Cristian a buscarlo. Cuando se quedó sola con Lisandro le tomó la mano y la apretó. ──Te estoy dando uno de los gajitos más hermosos e importantes de mi jardín, Lisandro. Sé que no tengo que pedírtelo, ya demostraste que lo haces, pero cuidalo.
──No te preocupes, Nelly. Lo voy a cuidar siempre.
La mujer lo abrazó y algo en el gesto lo hizo querer llorar. Es un abrazo que le hizo acordar de su infancia y el calor de la familia. Se separaron cuando Cristian llegó. ──Vení cuando quieras, ya tenes mi número me manda un mensaje y yo te espero para tomar mates.
──Al final era cierto que tu plan era chamuyarte a mi buela. ──le recriminó entre risas.
──Ayudalo a guardar el tupper, yo me voy adentro porque no doy más. Avisa cuando llegues, nene. Cuídate.
──Le gustas.
──¿Qué puedo decirte? Soy un éxito con las chichis.
Abrió el portón y sacó la alarma del auto. Cristian abrió la puerta del copiloto, colocó el gran tupper en el asiento y cerró la puerta con cuidado. Al girarse se encontró siendo abrazado con fuerza por Lisandro.
──Gracias por abrirme las puertas de tu casa y tu familia. Todo fue hermoso.
──Gracias a vos por venir, mi brujito.
Rompieron el abrazo sin dejar de mirarse un segundo. Cristian en un movimiento rápido pero igualmente delicado colocó sus manos en el cuello de Lisandro. Dibujó la línea de la mandíbula con el pulgar, sus ojos se deslizaron hasta su boca en una pregunta silenciosa que fue respondida por el acercamiento de Lisandro.
Sus labios se encontraron nuevamente, se acariciaron y disfrutaron con lentitud. Fue un beso suave y dulce, más dulce que los anteriores pero con la seguridad de que era más amargo que los próximos. Sus narices se rozaban con suavidad mientras sus respiraciones se mezclaban en una danza armoniosa que estaban seguros de querer disfrutar hasta el final de sus días.
El beso terminó, contra la voluntad de ambos. El cielo rosado era indicador de que pronto todo iba a oscurecerse. Un pico y una sonrisa fueron su adiós. Lisandro se subió al auto y arrancó camino a su casa. Cristian cerró el portón y antes de adentrarse en búsqueda de su abuela para charlar sobre el día tomó su teléfono y escribió.
Brujito ❤️🔪
+ 54 11 1812 2225
Gracias por venir, no solo hoy sino por venir a mi vida. Te quiero, y ahora que lo dije en voz alta lo quiero repetir todo el tiempo
Te quiero, brujito.
Avísame cuando llegues
Notes:
Hey! Este es el motivo por el cual no actualicé antes. Era un capítulo cargado, que quería que sea extenso y que las primeras tres veces que lo escribí no me convenció. Ahora sí, ya está. Falta poco para terminar y esto me pone muy emocional. Espero que lo hayan disfrutado. Les quiero mucho ❤️
No se cuando lean esto pero mañana es primero, preparen canela y el vaso con sal <3
Chapter 39: ¿qué pasó?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Cuti 🌱❤️
+ 54 11 1812 2022
Acabo de llegar a la casa de los chicos y todavía siento el calorcito en el pecho que me generó este hermoso día. Gracias por abrirme las puertas de tu casa y tu familia. Gracias por dejarme entrar, te quiero mucho. Descansa, mañana hablamos ❤️
…
Lisandro terminó de enviar el mensaje y automáticamente fue abordado por Lautaro y Alexis que, con pijamas a juego y un kilo de helado en mano, hicieron más de quince preguntas distintas en menos de medio minuto. En un principio ni siquiera iba a entrar en la casa de su hermano pero una cosa lleva a la otra y terminó siendo invitado a la pijamada MacMartinez.
──Entonces…──Alexis le recordó a Nina en Navidad o su cumpleaños cuando alguien tarda demasiado en darle su regalo. La ansiedad y la alegría se desbordaban de tal manera que su sonrisa no podía ser más grande.
──Entonces… acabo de vivir el domingo más hermoso de mi vida y creo que estoy en condiciones de aceptar en voz alta que estoy enamorado de Cristian. ¿Es mucho? No quiero irme al pasto pero es realmente lo que siento. Yo sé que ustedes me van a entender, es como que todo tiene más color cuando él está cerca, todo huele más rico y se escucha más lindo. Vibra diferente, incluso el ritmo de mi corazón parece musicalizado.
──Sos un trolo de mierda. ──murmuró Alexis con una sonrisa.
──Tampoco es que descubriste América, Licha, era evidente que estás enamorado de Cristian. Creo que no te estás yendo al pasto, simplemente estás sintiendo y eso es lo más importante. Además es obvio que él también está enamorado de vos. ──Lautaro siempre tenía las palabras justas aunque la mayoría del tiempo no supiera dónde estaba parado. ──Ahora contamos qué onda los amigos, los conocimos ayer en Creed pero queremos saber que te hicieron.
──Hubo amenazas a montones, pero después fueron súper cálidos. Son re divertidos, igual mi dupla favorita fue Nelly, su abuela, y Lau, la mamá de Juli, los re descansaban y los quemaron como fósforos.
Lisandro se encargó de contar con lujo de detalles todo lo ocurrido en la comilona del domingo. Les contó que Nahuel había caído de sorpresa, que Mandinha casi se hace pis encima de la risa, les habló de Son y Richarlison, se despachó largo y tendido sobre como Cristian estuvo pegado a él todo el día y lo dejó colmarlo de mimos y culminó con las palabras de Nelly que quebraron de ternura a Alexis.
Para cuándo terminaron el helado Pipa ya se había acostado en las piernas de Lisandro así que su partida se vio obstruida por su sobrina perruna de cincuenta kilos. Lautaro le dijo que se quedara tranquilo porque tenía ropa de trabajo para prestarle y delantales limpios para los dos. También le comentó que Lionel le había mandado un mensaje avisando que mañana iban a ir temprano con Pablo a la carnicería y que tenían que hablar.
──¿Que pensas que es?
──No tengo ni idea, Licha, pero es raro que Rodri y Ota no vayan y de la nada vengan los tíos a la carnicería a querer hablar con nosotros.
──¿Vos decís que se pudrió todo?
──No quiero ni pensar, mejor recibir la cachetada mañana directamente.
…
La mesa de desayuno fue un rejunte de postres y sobras del día anterior. Nelly comía tiramisú y lo mezclaba con tarta de frutillas con crema y un poco de pastafrola de batata y todo lo bajaba con té de manzanilla porque según ella estaba con dolor de estómago.
Julián era un caso aparte, estaba cuchareando la compotera de mayonesa de ave como si no hubiera un mañana, acompañaba con un poco de pan casero y ensalada de frutas, Cristian no quería imaginar lo que pasaría en el momento que todo eso fermentara dentro de su amigo y tuviera que salir.
──Yo les diría que le bajen un poco a la comida porque van a reventar como sapos.
──Cállate la boca, Lichita me trajo estos manjares y no puedo desperdiciar ni despreciar. ──respondió Nelly mientras se limpiaba la crema de los labios con un repasador.
──Nadie dijo que hagas ninguna de las dos cosas vieja, te digo que le bajes al ritmo porque no va a haber buscapina que te salve. ──se giró para mirar a su amigo y recién en ese momento Julián soltó la mayonesa de ave. ──Vos después andas rompiendo las bolas, yo no te voy a cuidar, lo voy a llamar a Enzo.
──Cerra el orto. ──Julián se puso colorado y bajó la cabeza.
──Quiero conocer al hermano de Lichita y a su pareja, me dijo que tienen una nena que se llama Nina, sabes hace cuánto que no tengo una criatura chiquita corriendo por acá.
──Si, ya vamos a organizar para que conozcas a su familia, buela.
Cristian tomó su celular y escribió un mensaje a Lisandro.
Brujito ❤️🔪
+ 54 11 1812 2225
Buen día brujito de gulubú, hoy voy a andar cerca de ahí con Juli porque le vamos a comprar unas cosas a Mandi, si querés nos vemos un ratito.
Sin presiones, ya se que prácticamente pasamos juntos el fin de semana
Ay dios que cargoso
Sabes que olvidate, nos vemos el finde o la semana que viene
──¿Y? ──Nelly parecía esperar una respuesta a una pregunta que él no escuchó. Julián lo miraba nervioso mientras movía su pierna de arriba hacia abajo.
──¿Qué cosa, vieja? No te escuché.
──Quiero saber por qué el sábado llegaron todos en diferentes horarios, ¿qué pasó?
──No pasó nada buela.
──No me mientas, Leo estaba lastimado, Emiliano también. Son cuando llegó parecía estar a punto de explotar si no puteaba. ¿Qué pasó?
Nelly los miró a los dos haciéndolos entender que no recibiría con gusto ninguna respuesta esquiva. Quería la verdad. Julián suspiró y tomó un mate para ayudar a aclarar la garganta. Luego le devolvió la mirada a su abuela y comenzó a soltar todo.
──Belita, ¿te acordás que antes de salir estuvimos hablando de algo en particular? ──ella asintió con el rostro serio── Bueno, ese miedo que tenías está en lo correcto. Él apareció en Creed el sábado a la noche. Se armó un quilombo de la San puta. Lo primero que pasó es que dejó a Lean totalmente en shock, no podía ni hablar.
Cristian se removía incómodo y escuchaba con atención porque en realidad él no tenía idea de nada de lo ocurrido en el boliche.
──Después, cuando el Dibu estaba cambiándose de zona lo vió, dijo que Harry le sonrió y él no pudo frenar; le embocó una piña en la cara y lo agarró del cuello. Lo quería sacar a toda costa pero se resistía así que Germán y Guido lo trataron de ayudar, pero no pudieron. En ese ínterin le pedí a Licha que se llevara al Cuti, que lo sacara de ahí.
Para Cristian la vorágine en la que había estado envuelto comenzaba a tomar un poco de sentido pero faltaba más, sabía que había más porque él estuvo solo con Licha más de dos horas.
──Cuando se fueron Harry los vio y se puso como loco, se soltó de los chicos y los quiso seguir, ahí lo quise sacar a Lean para que se vaya también pero apenas en un segundo que cerré los ojos ya lo estaba cagando a piñas. No sabía qué hacer porque meterme no era chance, no tenía por donde pasar así que lo llamé a Enzo. Tardó en llegar. Ahí el Pombo entró y lo re cagó a patadas. Entre tanto quilombo de manos y piernas cayó Walter y nos sacó a todos a la vereda.
Julián hizo una pausa y se miró las manos que reposaban sobre la mesa estaban marcadas, ni Nelly ni Cristian se habían percatado de aquello. Las puso en sus piernas debajo de la mesa en un intento de esconderse.
──No sé si tengo ganas de seguir revolviendo aquello. Pero bueno, nada, alguien llamó a la policía y justo cayó Enzo con Lautaro y Alexis, dos segundos ahí bastaron para que mi turro cayera con nosotros. Fuimos a la comisaría, Son y Richi vinieron para acá así no estabas sola por si pasaba algo más.
──A mi eso me llamó la atención pero Sonny me dijo que estaban cansados, les creí porque ya son como jubilados. De vos Juli no sospeché porque siempre cerras con Cuti. ¿Les hizo algo la policía?
──No, no, nada. Nos tuvieron un rato por disturbios, como ninguno tenía antecedentes no nos hicieron drama. En un momento el hijo de puta nos amenazó pero Mandi le dijo que lo teníamos agarrado de los huevos y que se vaya. Ahí desapareció. Mandi y Emi se fueron a su casa, Enzo, Lautaro y Alexis me llevaron a lo de Licha. Primero fuimos a la casa de la mamá de Nina a buscar a la peque y de ahí fuimos para allá.
──Mira el quilombo que se armó por mi culpa. ──Cristian apoyó los codos sobre la mesa y enterró la cara en sus manos.
──No fue tu culpa, gordo. Fue su culpa. Siempre fue su culpa. Vos no sos responsable de sus acciones.
──No caigas ahí de nuevo, hijo, no es tu culpa que él sea un sorete reverendo hijo de mil puta.
Ninguno de los tres pudo evitar la carcajadas que les brotó desde el pecho ante la puteada de Nelly. No tocaron de nuevo el tema, Cristian aún sentía cierto grado de responsabilidad sobre lo ocurrido pero no quería meter el dedo en la llaga otra vez.
…
──¿Así que se terminó? ──Lautaro estaba con los brazos apoyado sobre el mostrador junto a Licha mientras que Paulo, Pablo y Lionel estaban sentados en las banquetas del lado de la caja.
──Sí, Torito, creemos que ya llegó el final.
Las palabras golpearon a los primos Martinez más fuerte que cualquier trompada. Querían llorar. Después de años les tocaba volver a empezar, se quedaban sin trabajo y, en cierto punto, sin una parte de su familia. Ambos tenían por lo mismo, Nina. Cómo harían para seguir solventando la vida que le daban a ella. Cómo harían para pagar la luz, el gas y absolutamente todo lo demás. Lisandro sentía las lágrimas acumularse en sus ojos.
──Sé que es brusco y que parece repentino pero lo venimos pensando hace mucho tiempo. ──Lionel se acomodó en la banqueta y los miró fijamente. ──Ya hicimos los papeles correspondientes y hoy es el último día. Fue un proyecto hermoso pero todo tiene fin.
──Claro, lo entiendo. ──Lisandro habló por primera vez desde que comenzó la reunión. ──Solo nos tomó totalmente por sorpresa, hubiera esperado más tiempo por la relación que tenemos pero supongo que a veces el tiempo es demasiado rápido.
──La verdad Licha es que no queríamos hablar sin tener los papeles listos para que todo esté finiquitado lo antes posible. ──la liviandad y despreocupación con la que Pablo habló lo lastimó y decepcionó.
──¿Vos sabías todo Paulo?
Su amigo tuvo la decencia de parecer avergonzado. Asintió con la cabeza y una sonrisa torcida. ──Lo sé desde antes de que aparezca el falso chiqui.
Lautaro se enderezó y lo miró como si le acabará de pegar un bife. ──¿Supiste todo esté tiempo y no pudiste advertirnos? Tengo una nena, Paulo, ¿cómo voy a hacer?
──Perdón, toro, había que esperar.
──Creo que hablo por los dos cuando digo que vamos a estar agradecidos toda la vida con ustedes por lo que hicieron por nosotros pero aún así, está es una decepción muy grande. ──Lisandro colocó una mano en el hombro de Lautaro para intentar reconfortarlo. ──Somos familia, nunca pensé que…
──Bueno basta ──Paulo se puso a llorar y los interrumpió──, no puedo hacer esto. Es de soretes. Ya no es divertido.
Los Martinez se miraron no entendiendo a qué se refería su amigo.
──Sos muy flojo hijo, idéntico a tu papá. ──negó Lionel con una sonrisa. ──Chicos, ustedes son los sobrinos que nunca tuve.
──Mi hermana tiene hijos. ──interrumpió Pablo.
──No me caen bien los hijos de Celia. ─le hizo una mueca a su marido. ──La cosa es que somos familia y vamos a ser familia para siempre si es lo que Dios quiere. Está reunión no es lo que parece. Chicos, les dejamos la carnicería a ustedes.
──Y no está hablando de seguir como hasta ahora. Se refiere a que ustedes dos, a partir de hoy, son los propietarios de la Scaloneta. Les dejamos el fondo de comercio, el local, los contactos, las máquinas y el capital inicial. Todo esto es de ustedes. Porque son nuestra familia, por qué son laburadores y…
──Y porque nosotros abrimos una parrilla la semana que viene y ustedes nos van a vender carne.
──¿Es una joda? No está bueno que nos boludeen así.
La voz de Lisandro salió firme aunque la angustia seguía siendo palpable. Miró a Pablo, luego a Lionel y por último a Paulo.
──No, Licha, no es una joda. Ustedes dos ayudaron a hacer de este lugar lo que es. Hace tres años que se manejan solos acá, la gente ya piensa que ustedes son los dueños, los proveedores hablan más con ustedes que con nosotros. Son los dueños de la pelota, y también de la cancha.
──No puede ser. ──Lautaro se tiró sobre Lionel y comenzó a llorar desconsoladamente.
Paulo se colgó del cuello de Lisandro y también lloró mientras Pablo lagrimeaba y sonreía al ver cómo su marido también había dado rienda suelta a las lágrimas.
──Ahora que no tengo que seguir con el negocio familiar, voy a estudiar cine. Ya me anoté en la carrera. ──Paulo murmuró con alegría y Lisandro lo abrazó con más fuerza. ──El sueño de mis viejos está en las mejores manos.
──Buen día, buen día. ¿Qué pasa acá que están todos abrazados menos yo? ──Oriana ingresó a la carnicería con un paquete enorme en sus manos.
──Acabamos de repartir una parte de la herencia, ¿vos qué haces acá?
──Yo vine a tomar mates con mis amigos y a que Li me cuente que onda el domingo con la familia de su futuro marido.
──¿Qué futuro marido? ──La voz de Lionel se volvió más firme. ──¿Vos andas con alguien y no nos contaste?
──Eso es muy doloroso, una traición espantosa. ──Pablo acordó con su marido.
──Después de lo que nos hicieron hoy no se pueden hacer las víctimas. ──Lautaro los apuntó a modo de reto. ──Igual, antes de que Licha suelte la sopa tengo una pregunta.
──¿Si les dejamos los delantales?
──No, ¿Ota y Rodrigo se quedan?
Hubo un silencio dramático mientras Lionel, que amaba torturar a sus chicos sonreía con picardía. Lisandro no dijo nada pero en el fondo se sentía responsable si la respuesta era un no. Además extrañaría horrores a Nicolás. Era su amigo, su familia.
──No, los chicos están con nosotros en la parrilla. Ellos no saben que les dejamos la carnicería a ustedes. Más que nada para que no les vengan a hacer problema.
──Van a tener que contratar a alguien para que los ayude. ──Pablo les sonrió quitando la tensión que se había querido instalar.
──Yo quiero ser cajera.
──Vos ya sos cajera, Ori.
──¡El falso chiqui puede venir a laburar con nosotros! ──Lisandro se ahogó con su propia saliva.
──Ori, Cuti es vegetariano.
──Y si no tiene que venir a comer carne, es para laburar.
──Infringe su código de ética.
──Quiero creer que escuché mal. Yo entendí bien, ¿el vago con el que salís es vegetariano, Licha?
──Dejalo, Lionel.
──Pero cómo va a ser vegetariano, ¿le tiene miedo a la morcilla? Curalo, Lisandro, sino no va a poder ir a comer a la parri.
Toda la mañana se basó en firmar papeles, comer chipa y brownies hechos por Oriana, explicar que el vegetarianismo no es miedo a la carne y chusmear sobre cómo los hoyuelos de Lisandro compraron a toda la familia de su chico.
Cuti 🌱❤️
+ 54 11 1812 2022
Hola lindo, siempre quiero verte
Espero que vengas, quiero contarte algo lindo e increíble que nos pasó hoy
Hola Li, seguro? Si crees que es re denso no
Sh, cállate y vení a verme
Además también quiero colaborar y comprar algo para el bebé
Bueno dale, nos vemos a eso de las 18
Perfecto, te espero en la esquina así no pasas por acá ❤️
Ah, tengo una pregunta. Hipotéticamente hablando, que comerías en una parrilla?
Eh? Jajajaja que era esa pregunta
Dudas que surgen en la vida
Las guarniciones, algún morrón asado, el postre y si vamos juntos a vos
No me podés decir esas cosas cuando faltan horas para vernos
Chau, te dejo con tu imaginación
Trolo malo
Notes:
HOLIS! Cómo están tanto tiempo? Se que seguramente planearon 500 formas de matarme, creanme que hice lo mismo. No hubiera querido que las cosas se dieran así pero a veces la cabeza es tan compleja y torturadora.
No les voy a decir que ya estoy bien, que todo paso porque seria mentirles descaradamente pero si puedo decir que estoy tratando de seguir.Gracias a quienes esperaron, a quienes siguen acá. Les mando un abrazo enorme, les quiero mucho. ❤️

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nimonhan on Chapter 1 Tue 31 Jan 2023 08:51AM UTC
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sclnta on Chapter 1 Tue 31 Jan 2023 12:47PM UTC
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