Chapter 1: Lealtá al cielo
Chapter Text
Los arcobaleno.
Parte del importante pero resguardado Tri-ni-sett. Los siete más fuertes, temidos por toda la mafia.
Temidos, y cotizados.
Reborn era letal como el sol, el asesino número uno, sus trabajos eran 100 % seguros y siempre que le pagaras bien y no te detestara, podía acabar con toda una familia mafiosa en una noche y sin dejar un solo rastro de ella al día siguiente .
Collonelo era como un monzón, parte de Mafialand, adiestrado en el uso de artillería pesada por su entrenamiento en el COMSUBIN, era directo y nunca evitaba una pelea, su única debilidad era Lal Mirch, y también, su mayor fortaleza. Tenía llamas de lluvia que implementaba en sus ataques volviéndolo letal.
La misma Lal Mirch representaba una lluvia torrencial, era fuerte y ágil y no aceptaba la flaqueza ni los errores, es la pesadilla del asesor externo de los vongola y jefe de CEDEF, Sawada Iemitsu.
Fon pertenecía a las triadas, un experto en las artes marciales chinas, siendo la calma antes de la tormenta, podía matarte de un solo golpe con la kata correcta.
El científico verde, un genio en su campo pero un ermitaño en su forma de vida. Sutil como rayo, cuidate de el porque podrias ser su proximo rata de laboratorio.
Esper Viper, misteriosa como la niebla, podía recolectar cualquier información que quisieras, pero no iba a salirte nada barato. El costo de sus trabajos podra dejarte pasmado un buen rato.
Skull el inmortal, resistente como solo una nube puede, con un cuerpo en su mayoría indestructible realizó las más locas hazañas de motocross que podías imaginar, no era tan deseada como los demás pero el título tenía su peso.
Ellos nunca demostraron lealtad a ninguna familia, siendo trabajadores independientes, es cierto que ahora rondaban al rededor del Décimo Vongola pero no parece que sea una unión permanente, fuera de Reborn, quien es su tutor privado.
Entonces, es una sorpresa para la mafia que todos ellos aceptarán la convocatoria con la Familia Sospetto.
La reunión se llevó a cabo en una sala espaciosa, con paredes de caoba y mesas de cedro.
El jefe de la familia se encontraba sentado detras de un gran escritorio de cedro bellamente pulido, todo gritaba dinero y estatus.
-Entonces, ya que estamos todos aquí, podemos comenzar esta reunión -comenzó Alessandro Sospetto con una sonrisa -Asi que, ¿porque no se sientan? Así estamos más cómodos.
-No sé confunda —replica Reborn - No vinimos a ponernos cómodos, ¿Que quiere de nosotros?
- Directo como siempre, o eso me han dicho - se río Don Sospetto sin amedrentarse por la grosería. - Esta bien, vayamos al grano, ¿querría que trabajaran conmigo para desaparecer una familia?
- Yare~Yare~, No movere ni un dedo hasta que no nos diga cuanto está dispuesto a pagar - murmuró Viper
- Ohh - tarareo Reborn - Y que familia podría ser esa.
-Vongola por supuesto.
- ¿Que le hace pensar que lo ayudaría a desaparecer vongola? - pregunto atónita Lal, segura de la idiotez de este hombre.
- Estoy consciente de que usted trabaja con los vongola, al igual que varios de ustedes pero déjenme explicarles, una vez que eliminemos esa familia, yo les daría un trato mejor de lo que usted tiene con ellos. - Argumento Alessandro descansando la barbilla entre sus manos entrelazadas. Sus rubios cabellos agitándose por el aire que corre por la ventana.
- ¿Y que trato seria ese? - exigió Collonelo, ni loco dejaba a Lal a la deriva con este idiota.
- ¿Y cuánto nos van a pagar?
- Viper cállate, esto es serio-kora.
- Si me dan presupuesto para mis experimentos los ayudaré.
- Verde-sempai se vende demasiado fácil.
- Cierra la boca Mono subdesarrollado, como puedes si quieres empezar a entender la importancia de mis experimentos.
- Verde, en este caso, estoy de acuerdo con Skull- kora.
- No te metas en esto Collonelo.
- Y - la voz tranquila pero seria de Fon corto la conversación de los demás - ¿Que trato seria ese? - cuestiono con una tensa sonrisa, los arcobalenos sabian que eso no auguraba nada bueno, asi que se callaron.
No sabían si temerle más a Reborn o a Fon en sus días malos.
Por supuesto - inicio el Don - Alonzo, trae lo que te encargue.
- Como desee - contesto Alonzo alejándose de la formación de guardianes, acercandose con siete maletas, procedió a colocarlas en la mesa, abriendolas con cuidado para revelar muchos fajos de billetes.
-Les ofrezco 50 millones a cada uno de ustedes como pago inicial si aceptan esta misión, los otros 50 se les pagará al terminarla. También, me encantaría que trabajaran para mi familia y la protegieran. A cambio les ofrezco seguridad y nadie se atrevería a ir contra ustedes.
Solo tenemos que deshacernos del Decimo Vongola y todo lo demás caerá fácil, después de divertirnos con el se lo pueden quedar. - opina Alessandro, seguro de si.
El silencio que siguió fue tenso y espeso, casi podía oír un alfiler caer, el Don creyendo que los había ganado los dejo ser.
Después de todo, tremenda oferta no se dio todos los días.
Oh pobre tonto.
Los arcobaleno por otra parte permanecían estáticos, sus rostros ocultos por su cabello, capa o casco.
-Bueno- comenzó Sospetto- lo primero que vamos a...¡Agh!- siseo el rubio, cubriéndose el hombro donde una bala había impactado. Había mucha sangre, así que seguro toco una arteria.
Sus hombres se pusieron en posición de ataque, Alonzo y Dante se acercaron a revisar el daño.
-¿Pero que? - balbuceo adolorido.
- Es usted muy arrogante o muy idiota para creer que aceptaríamos eso, en especial por que yo soy el tutor privado del Decimo que usted quiere eliminar - murmuró Reborn liberando su sed de sangre, ocasionandoles un escalofrío a todos los presentes.
-Pero creí que solo era su tutor por el pago- grito Alonzo si dejar de curar con sus llamas el hombro de su jefe.
- Al principio lo hice por eso, pero ese niño es mejor que ustedes, nosotros y toda la mierda que es el bajo mundo, no dejaré que cualquier imbecil lo saque del camino.
Los demás arcobalenos estaban atónitos por esa demostración de amor y lealtad de su sol hacia el vongola. Pero todos endurecieron sus expresiones y siguieron su ejemplo.
- Es verdad ~kora, Sawada tiene una voluntad férrea y eso no debe ser apagado. - exclamo Colonelo.
- Sawada es mi estudiante también, no solo tuyo Reborn, así que no permitiré tampoco que alguien más le patee el trasero a parte de mi. -grito Lal.
- El joven Tsunayoshi a cuidado a I-pin y kyoya como yo nunca pude hacerlo, no haré nada que pueda perjudicarlo ni ahora ni nunca. - Sentencia Fon.
- ¡El gran Skull-sama jamás haría algo en contra del mejor amigo de Enma! Además tsunayoshi me consuela cuando Reborn-sempai se comporta como un idiota conmigo - murmuró Skull.
- ¿Que fue eso lacayo?
-Na-nada Reborn-sempai.
-Hm Vongola es un buen objeto experimental, incluso a sido voluntario en algunas ocasiones, eso no se consigue tan fácil - dijo verde acomodándose las gafas con el dedo medio.
-Vongola me hace batidos de fresa gratis, a cambio no participo en ninguna actividad que pueda quitarle la vida, ese es nuestro trato - sentenció viper.
La familia Sospetto estaba aterrada, y es que nunca creyeron que las cosas tomarían este rumbo, muchas familias odiaban a los Vongola y creyó que los arcobaleno también lo harían, aceptarían su propuesta y harían el trabajo sucio por el, llevándolo a la cima y volviéndolo intocable.
Quien era Vongola Decimo para que los siete más fuertes reaccionaran así y lo protegieran.
- Bueno-comenzo Reborn - no se preocupe Don Sospetto, si quiere la erradicación de una familia, eso va a tener.
Y después de esa declaración le siguió el infierno.
Nadie nunca encontró los cuerpos de la familia Sospetto. Incluso su nombre estaba prohibido en el bajo mundo.
Lo sucedido se regó como pólvora, rumores y chismes sobre cómo después de una reunión con los arcobaleno está familia había sido quemada hasta los cimientos.
No supieron que sucedió en esa reunión, pero el nombre del Decimo Vongola se filtró en algunas conversaciones.
Temiendo más su nombre si eso significaba que tenía el apoyo y lealtad de los arcobalenos solo les quedó temblar de miedo.
Que terrible y macabro debe ser el joven décimo. Un monstruo sin corazón, intimidante, severo y sádico.
El bajo mundo solo pudo temblar.
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Unos dias después -Namimori, Japón- Residencia Sawada.
-HIIIIIIIEEEEEEEEEE -grito el temible décimo al ser electrocutado por su sádico tutor. - ¡¿Porque hiciste eso?!
Sus brillantes ojos color miel estaban empañados por unas pequeñas lágrimas a causa del dolor. Mirando a su tutor que más que lastima se divertía con lo sucedido.
- te equivocaste en la fórmula, es ax² + bx + c = 0 y tu pusiste ax2 + bc + x, si no te aprendes esa fórmula la próxima descarga será de 25 amperios.
-...y ¿cuánto es eso?- balbuceo tsuna.
- descubramoslo con tu cuerpo ¿quieres probar cuanto tiempo antes de que estés en término medio? - reborn parecía deseoso de descubrirlo, el sádico.
- HIIIIIIIII NO, ya me pongo con la fórmula. - se estremeció el castaño.
-Veo que sigues torturando al joven vongola, Reborn. -inquirio una vocecita tranquila.
Ambos voltearon para ver a un hombre vestido con ropa china en la ventana. El parecido con el prefecto demonio era terrorífico.
- Fon-San-chillo tsuna con alegría, el arcobaleno de la tormenta era el más amable de todos los arcobalenos, de la que se habia salvado.
- No molestes Fon, así es como le enseño a mis estudiantes, nunca se les olvidará lo que les enseñe de esta forma.
"Sí, nunca se me va a olvidar porque tendré pesadillas con esto y mi cuerpo tendrá espasmos los próximos cinco días" pensó sarcásticamente tsuna.
-¿Que haces aqui de todas formas? - pregunto reborn.
-Hoy es nuestra reunión para tomar té, así el joven tsunayoshi me pone al día sobre I-pin y kyoya— respondio tranquilamente el chino.
-¿Eres una madre gallina sabes? -se burló reborn.
Pero Fon solo levanto una ceja y miro a reborn antes de contestar- ¿en serio? Si quieres podemos platicar sobre lo que dijiste el otro día con los Carcassa y los Sospetto, a ver si el joven Tsunayoshi piensa lo mismo.
"maldito" pensó reborn atrapado en su propia broma, en aquellas reuniones había declarado su lealtad y aprecio por el dame frente a él que solo los miraba confundido. Le daba esta a Fon, pero luego se la cobraria de otras... maneras. -No gracias.
-¿Eh? - inclino la cabeza en confusión Tsuna- Reborn, ¿de que esta hablando Fon-san?, ¿que pasó con los Carcassa?, y ¿quién rayos son los Sospetto?
-Nadie que deba importarte en este momento Dame-tsuna.
En ese momento se oyó un ruido y vidrio rompiéndose en la parte baja.
En posición de defensa bajaron todos a ver que sucedía. Al bajar las escaleras encontraron a Viper en el sofá, Lal y collonelo estaban golpeando a un skull hecho bolita mientras Verde observaba aburrido.
-¡¿Que hacen?!-exclamo tsuna
- El lacayo nos tiró un vaso a la cara, si cree que no habrá reprimenda esta muy equivocado, kora~.
-Ya les dije que fue un accidente collonelo-sempai- sollozo patéticamente skull defendiéndose todavía de los golpes.
-¡Lal! ¡Collonelo! ¡Dejenlo! - ordeno tsuna en lo que todos habían nombrado "modo jefe".
Los nombrados hicieron caso y dejaron de golpear a la masa morada en el piso. Tsuna aprovechó y se arrodilló en frente de skull para revisarlo.
-¿Como estas skull? ¿te duele algo?- pregunto amablemente tsuna tomando su mano para levantarlo.
Skull por su parte lo miraba con ojos llorosos, como si viera a su salvador bajar del cielo se arrojó hacia tsuna y lo abrazó por su cadera, quedando su rostro en el estómago del castaño. Tsuna no se esperaba tal reacción, pero sabía como tratar con niños, así que acaricio el rebelde y morado cabello de skull en un acto que esperaba ser relajante.
-Ya pasó si, no te preocupes, fue un accidente.
Sin saberlo, los demás los miraban como si quisieran matar una calavera.
-Mu~, vongola me debe algo, si no quieres que te empiece a cobrar por mis servicios entonces manos a la obra -interrumpio Mammon la repulsiva escena frente a ella.
Tsuna solo dio un gran suspiro, separándose de Skull se preguntaba porque estaba con tanta gente loca.
-Hai hai, un batido de fresa verdad, el te de fon, la leche de skull, las bebidas deportivas de Collonelo y Lal, soda para Verde y el expresso de Reborn, ¿estoy en lo correcto? - inquirio aparentemente sin darse cuenta de la sorpresa en sus visitantes.
Solo pudieron asentir.
-Asegurate de que este bien cargado dame-tsuna o aumentare las cargas electricas.
- Ya entendí reborn, maldición, dame un respiro - se quejó tsuna mientras iba a la cocina a preparar todo lo necesario dejando solos a sus invitados.
Nadie nunca se había tomado las molestias de conocer sus gustos, y mucho menos prepararlos ellos mismos.
Por eso protegían a tsuna, el les daba un hogar sin importar lo diferentes o violentos que fueran. No permitirían que nadie le hiciera daño si tuvieran algo que decir al respecto.
No eran los siete más fuertes por nada.
Además, la cocina de tsuna era una delicia.
Chapter 2: Fiamme di rabbia
Summary:
Xanxus finge odiar a tsuna cuando está cerca, y cuando está lejos también, el que lo protegiera de ataques enemigos no cambiaba nada.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
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- ¡Xan-Xanxus!¡Espérame! – Balbuceaba asustado un lindo castaño de ojos miel y cabello que desafiaba la gravedad. Iba vestido con pantalones de mezclilla sencillos y una camisa naranja de manga corta con un 27 en el pecho.
No importaba cuanto intentará Reborn inculcarle un poco más de clase, siempre que no iba a reuniones o fiestas importante, tsuna siempre se vestía relajado y cómodo.
- ¡Cállate basura! Si no te apuras, te dejare aquí, no me importa lo que el viejo de mierda me diga. – Gruño Xanxus molesto por tener que soportar a semejante escoria.
Y te preguntaras, querido lector, ¿Qué hacen Xanxus y Tsuna en el mismo espacio sin guardianes y sin Nono para evitar que se maten? ¡Y sin pelear, incluso! Pues bien, yo puedo responder eso, pero para eso necesitamos retroceder unos cuantos días.
Cuatro días atrás.
En una gran oficina con libreros tapizando casi todas las paredes, se encontraban dos hombres, el más viejo de ellos se encontraba sentado en el sofá, recargando su adolorida espalda en los mullidos cojines, feliz de no estar más tiempo sentado en esa incomoda silla frente a su escritorio.
Frente a él se encontraba sentado un joven de tez morena, con cicatrices recorriendo su cuerpo, la mas prominente en su mejilla izquierda, de ojos rojos y apariencia intimidante. Recargado en un sillón negro con los brazos cruzados, miro a su padre (adoptivo) y preguntó con hastío.
- ¿Y bien, que quieres?
Nono se mostró divertido, acostumbrado a esa forma de hablar de su amado hijo. Fue al grano para no enojarlo tanto (aunque después de esta reunión, sabía que muchos jarrones y ventanas no quedarían intactos).
- Hay una misión a la cual quiero que vayas, es de suma importancia que vayas sin tus guardianes.
El aludido se mostró indiferente.
- mmm, ¿Y, cual sería esa importante misión en solitario?
- oh no, no es en solitario, tu acompañante simplemente no será ninguno de tus guardianes, eso es todo. Necesito que reúnas información de una familia que nos ha estado ocasionando problemas, para ello, debo mandar a personas capacitadas y con gran talento para la infiltración.
- Ya veo – respondió Xanxus con regocijo (escondido) al oír tal reconocimiento de sus capacidades al hombre que tanto quiere...y odia. Ugh, esto de los sentimientos es complicado. - ¿Quién será mi compañero?
Nono sonrió antes de tirar la bomba.
- Iras con Tsuna-kun, por supuesto.
Crack
Ah, ese jarrón era una reliquia.
- ¡¿Qué mierda dijiste anciano?! – gruño Xanxus iracundo – Porque tengo que ir con esa escoria a cualquier lado, ¿Misión de infiltración y reconocimiento? Esa basura hará que nos maten al instante.
- Vamos Xanxus, no seas asi – el viejo seguía con su sonrisa asquerosa. – Ustedes necesitan llevarse bien, el futuro de Vongola depende de ello, además, Tsuna tiene un gran carisma, si le das una oportunidad, estoy seguro de que ustedes se llevaran muy bien, ya se ha ganado a casi toda la mansión, después de todo.
- Los convirtió en sus perros querrás decir.
- Además – continuo nono como si no hubiera escuchado nada – Tsuna-kun es muy eficaz en misiones de reconocimiento, si no me crees, puedes leer los informes que reborn ha mandado sobre su desempeño, están en mi escritorio.
- No voy a perder más tiempo del necesario con esa escoria, voy a ir por mi parte. – respondió Xanxus enfurruñado.
Timoteo solo dio un gran suspiro, sacando su carta del triunfo a la cual sabía su hijo no podria negarse.
- Que lastima, si ibas con tsuna a esta misión, iba a darte de regalo un Royal Tokaji edición limitada, pero ya veo que no te interesa. – Dijo Timoteo con aparente tristeza.
Xanxus solo pudo abrir los ojos conmocionado, un Royal que...
- Ese es el vino más caro del mundo, solo hay 20 en existencia y se dice que su sabor es exquisito.
- Son muchas cosas las que se dicen de ese vino, lástima que no podrás descubrir si son ciertas.
- esto es chantaje anciano.
- No te estoy chantajeando, que horrible forma de ver las cosas querido niño, míralo como una inversión, pasas una tarde con tsunayoshi, se soportan y si pueden se conocen un poco mientras buscan información de la familia Tomaso, y listo, un caro y exquisito vino aparece en tus manos para acompañar tus comidas. – enuncio Timoteo con regocijo.
Xanxus estaba que explotaba de rabia, casi rompiéndose los dientes por la fuerza con la que apretaba la mandíbula.
Por supuesto que esto era un chantaje, no era un secreto para nadie que esa escoria y él se llevaban con la punta del pie, puede que se hayan peleado una, dos, bueno tal vez unos sietes veces cada vez que se veían, le molestaba que esa escoria siempre se librara de pagar las vasijas, es cierto que él era quien las rompía, pero mínimo podían dividir los costos.
No pensó que toda la mansión tenia cámaras y nono siempre veía quien rompía que, asi que a Xanxus le tocaban los vidrios y a tsuna las paredes.
Sí, nadie se salvaba.
Pero no podía dejar pasar una oportunidad como esa, le había costado encontrar ese vino, estaba agotado cuando lo fue a buscar y casi exploto la tienda del coraje, se abstuvo solo porque squalo lo llevo a una vinoteca de muy buena calidad.
Sabiendo que la batalla estaba perdida, se resignó a lo que supuso seria su peor día en la vida.
- Esta bien – aceptó a regañadientes - ¿Cuándo y dónde me tengo que ver con esa escoria?
Nono estaba extasiado – excelente, en cuatro días a partir de ahora, no te preocupes por la ubicación, un chofer pasara a recogerte y a tsuna igual, pórtense bien.
Actualidad
De solo recordar lo sucedido y lo feliz que estaba su padre tenía ganas de disparas sus X-guns y destrozar algunas cosas, y el que esa basura lo siguiera a todas partes como un patito lo ponía nervioso.
Ni siquiera se molestó en vestirse para la ocasión, presentadose con su ropa de siempre, esperando que eso demostrara lo mucho que le importaba esta misión.
Siguieron caminando unas cuadras más hasta que se dio cuenta que el chico no lo estaba siguiendo.
Miro de soslayo para ver donde estaba el chico, pero sin parecer que le importaba, Dios no quiera la basura pensará que se preocupaba por el.
El solo quería su vino, maldición.
Encontró al chico mirando una heladería, en específico un padre comprándole un helado a su hijo.
- basura ¿qué haces? Vámonos.
- ¡ah! Claro, lo siento Xanxus, solo, me distraje un poco. - murmuró tsuna con una sonrisa triste mirando la pequeña familia.
No era un secreto para nadie que Iemitsu era un mal padre, y también podía entender el sentimiento de no tener una figura paternal, aunque en distintos grados.
- ¿Xanxus?- hablo un pequeña vocecita.
-¿mmm?
- ¿nos...vamos?
Xanxus miró esos ojos color miel, una mirada que creía perdida en sus más lejanos y dolorosos recuerdos.
Recuerdos de un niño que no tenía mas que una madre enferma e inestable, sacando comida de la basura para poder sobrevivir.
Observando celoso a los niños con vidas felices y padres amorosos.
La voz del anciano lo sacó de sus recuerdos deprimentes.
"míralo como una inversión, pasas una tarde con tsunayoshi, se soportan y si pueden se conocen un poco."
Seguramente se iba a arrepentir de esto.
- Compra un helado - dijo Xanxus.
- ¿eh? - la basura tenía que actuar como si le hubiera pedido un pulmón.
- No me gusta repetirme. - le dio a la basura su mejor mirada de muerte y se sintió satisfecho cuando se estremeció de miedo, aunque no se movió.
- muévete si no quieres que te vuele la cabeza.
- HIIIIIII, ¡es-espera xanxus! Ya oí, solo quería saber de que sabor lo querías. - pregunto tsuna sin poder creer lo que le estaba pidiendo.
"Nada en esta salida es normal." Chillo Tsuna en su mente.
- mmm, Oolong tea, si no hay de eso no me traigas nada.
- ¡Hai!
Y con eso el niño se fue.
Xanxus se acercó y se sentó en un banco cercano, cansado de toda esta mierda. Preguntándose si un vino valía todo el esfuerzo.
Observando el parque al que habían caído, el Parco Pubblico s Giuliano, admiro la naturaleza y las masas de agua.
Venecia siempre era una belleza, además la carne de aquí era buena.
Mientras observaba las familias que pasaban, sintió una sensación extraña, la tensión de la batalla y la mirada de alguien a quien no podía ver.
Se levantó con cuidado, para no alertar a su enemigo, preparando su X-gun mirando a todas direcciones para ver algo fuera de lo común. Una mala mirada (estaba acostumbrado a esas), alguien sospechoso, pero no había nadie.
-Xan... HIIIIIIIII- tsuna se vio interrumpido por el cañon de una pistola apuntándole entre las cejas.
- ¡No te me acerques así basura!¿ Donde están los helados?
-b-bueno...-
El castaño dirigió su mirada al suelo y el peli negro le imitó, observando un batidillo de crema verde y rosada hecha un asco en el piso.
- Eres un inútil, ¿como mierdas planeas hacerte cargo de vongola siendo así? -no pudo evitar gritarle, esa presencia lo enojo, no le gusta enfrentarse a cobardes, el prefiere luchar de frente, de preferencia a muerte.
- lo siento. - murmuró tsuna.
El castaño no sabía dónde esconderse, temeroso de echar a perder más las cosas.
Su abuelito le había dicho que aprovechara esta misión para llevarse un poco mejor con xanxus pero parece que siempre hace todo mal.
Mientras se revolcaba en la culpa sintió su intuición vibrar. Abrió la boca para avisarle al otro cuando un rayo les cayó encima.
Con sus reflejos pudieron esquivarlo, pero terminaron separados.
- peor que rayos...- Tsuna tosio por el humo que el ataque había levantado, abanicando su mano para disiparlo más rapido.
Cuando el humo se disipó vislumbraron la silueta de un hombre con cabello Albino, traje negro y apuntándolos a ambos con una pistola negra en cada mano.
-vaya, vaya, pero que tenemos aquí, el heredero de los vongola. - hablo el hombre con un prominente acento italiano. - Para ser el próximo Don, la seguridad alrededor tuyo es un chiste, ¿seguro que quieren que tu heredes? ¿No crees que están planeando matarte en el primer descuido?
Tsuna, ya en posición de pelea y en modo última voluntad pregunto - ¿porque dices eso? Y más importante, ¿quién eres tú?
La risa del hombre le dio un escalofrío a tsuna, este solo se le quedó mirando, nunca se dignó a darle una mirada al peligroso hombre a su izquierda.
-disculpa mi rudeza Decimo, soy Fabrizio Tomaso, pertenezco a la familia Tomaso, acérrimo enemigo de Vongola. Y, acerca de su pregunta ¿qué más evidencia quiere? Lo mandan a un lugar abierto, siendo un objetivo fácil, con la persona que más lo odia en todo el mundo.
- Xanxus no me odia. - replico tsuna inconscientemente.
Frabrizio dejó escapar una carcajada.
- Claro que no lo odia, solo trato de matarlo, es obvio que no es lo mismo.
Tsuna apretó los dientes, molesto con ese hombre por burlarse de ellos.
-es cierto que tenemos nuestras diferencias - exclamó - pero el no haría nada para dañar al vongola.
- Por supuesto que no. -rebatio - después de su intento fallido de golpe de estado, es obvio que va a estar con el rabo entre las patas esperando su oportunidad y atacando como la víbora asquerosa que es. No me sorprendería que te asesinara en una de estas misiones y nos culpara a nosotros, de verdad, la gente así me da asco...-
- ¡CALLATE! -grito Tsuna sorprendiendo al asesino y a xanxus - ¡como te atreves a hablar así de Xanxus! ¡El es más honorable que tú!, aprecia a la familia por sobre todas las cosas, y si no me acepta en la familia es por que soy débil, no he demostrado que puedo cuidar a la familia que el tanto lucho por mantener y lo entiendo. Tantas oportunidades en que pudo hacerme algún daño y no lo ha hecho, peleamos y rompemos cosas, lo admito, pero me he dado cuenta que no tiene intención de matar, es solo la forma iracunda que tiene con todos. Así que retractate de lo que has dicho.
Su pequeño discurso dejó sorpendido al Albino, pero a Xanxus lo dejó boquiabierto.
De donde sacaba tanta mierda sentimental esa escoria.
Claro que le disparaba a matar, bueno, puede que no con toda la potencia que tenía porque entonces el viejo se le echaría encima. Pero ha pensado en asesinar al niño.
Diablos, lo ha soñado.
La impresión que tenía la basura de él era la de un tipo sufrido por la familia, un protector y defensor que iría hasta las últimas consecuencias por mantener a la familia vongola.
"Voy a vomitar."
Sin perder tiempo, tsuna se abalanzó a fabrizio, dándole un puñetazo que el otro bloqueo con el antebrazo.
Impulsandose hacia atrás apoyo la mano en el suelo, dando una patada giratoria que le impactó en el estomago. El hombre trastabillo sin dejar de apuntar hacia el décimo cuando un rayo de llamas del cielo le impactó en el brazo.
Frabrizio acuno su apéndice cercenado contra su pecho, reprendiendose por haberle quitado la vista a esa rata traicionera.
Xanxus se abalanzó sobre el, no dejándolo descansar ni un instante. Cada patada y puñetazo tenía un ímpetu increíble.
- Vas a pagar por haberme insultado de esa forma escoria asquerosa.
Los golpes y ataques los llevaron a un claro, el albino solo atacaba con una mano pero aún así se defendía contra el monstruo sediento de sangre que era el peli negro.
Sin embargo, no podía seguir así por más tiempo, la pérdida de sangre lo estaba debilitando, por no decir que se sentía mareado.
"Dos contra uno, y ambos son cielos, no puedo ganar. Maldición, el jefe me va a matar."
Arrinconado como un animal herido, apuntó con su arma al suelo descargando llamas de rayo, destrozando el suelo y creando una pantalla de humo.
Gritos de civiles se oían por todas partes. Todos huyeron lo más lejos posible del lugar, y lo que antes era un hermoso parque natural con praderas, cuerpos de agua y puestos callejeros, ahora estaba silencioso, vacío y destrozado.
- se fue...- dijo tsuna, observando los alrededores antes de dar un gran suspiro y llorar dramaticamnete -reborn me va a matar, todo esto significa otra pila de papeleo para mi y ya tengo suficiente de eso.
Xanxus solo observo el lugar donde esa basura se había esfumado como la rata que era, perdido en sus pensamiento, más específico, en las palabras del chico a su lado.
Todavía lo detestaba, porque el tenía el puesto que siempre soñó, porque parecía una rata cobarde si no se amenazaba a su familia.
Y ahora, al parecer, el era parte de esa misma familia.
Sabiendo que se odiaria por esto en el futuro, pero sabiendo que era lo correcto, puso su mano en el hombro del castaño.
- ¿Xanxus? - ahí estaba otra vez esos ojos de cachorro pateado.
"Esta es la razon" pensó "por la que todos en la mansión parecen cachorros perdidos con este idiota."
- ve a comprar otro helado en lo que esperamos la limpieza basura, me quede con el antojo. -dijo xanxus.
Esperaba que la basura frente a el creyera que el rubor en sus mejillas se debía al calor.
-¡ah! Pero dijiste...
- ¡¿que dije acerca de repetirme?!
-HIIIII, lo siento, voy enseguida. - chillo tsuna corriendo al puesto de antes, dejando a xanxus solo con sus pensamientos.
Tratando de descubrir que era ese sentimiento cálido que revoloteaba en su estómago, amargo y extraño.
Al menos tenía ese vino garantizado.
Notes:
No tengo nada que decir sobre esto, solo quería un lindo día con xanxus y tsuna, si fue una mierda me disculpo.
Puede que la misión de reconocimiento solo fuera una cita de juegos planificada por Nono y el ataque De Tomaso solo fue una consecuencia, no es como si Nono pensara que no irían por su propia voluntad si sabían que era una salida amistosa.
Es difícil escribir a Xanxus, ya que siempre está enojado y es muy orgulloso. Pero siento que así podrían ser sus interacciones con Tsuna, además, puede que Xanxus invitándole un helado a tsuna sea muy OC, pero si existe el X27 creo que yo puedo ponerlos en una relación más fraternal.
Voten y comenten que Les pareció chicos, eso me anima mucho
Chapter 3: La nuvola nel cielo
Summary:
"Cuando la nube esta celosa, las cosas no terminan bien para la tormenta y la lluvia."
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
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Hibari kyoya era, en su propia definición, un carnívoro.
Estaba por encima de cosas mundanas como gritar y acobardarse ante enemigos más fuertes. Deja al pequeño animal que haga eso. Lo suyo era más golpea primero y pregunta después. Eso último solo cuando esta interesado.
Su madre una vez le dijo que las unicas emociones que Kyoya parecia tener eran ira, irritacion, molestia y emocion antes de una pelea. Por alguna razón, la amabilidad ingreso a esa lista despues de que lo viera regresar a un pequeño pajaro a su nido en la copa de un arbol.
Es por eso no entendía como lidiar con ese horrible sentimiento que tenía cada vez que veía al omnivoro con ese arcobaleno de color rojo.
Claro que reconocía-en su mente, por supuesto-que ese niño era su Shūshu. Pero hasta que no lo derrote en un combate de verdad no lo reconocerá como tal. Prefería ignorarlo. Y Este a su vez, respetaba los deseos de su Wàishēng.
Pero esto era demasiado traicionero.
El prefecto tuvo que verse sometido a ver a Fon con el pequeño animal toda la semana. Al parecer el bebé carnívoro le dejó encargado a su alumno por algunos asuntos que, según le dijo tetsu, tenían que ver con el inútil padre del animalito y unas familias aliadas que estaban ocasionando problemas.
Se dijo que no le importaba.
No le importaba que el animalito le sonriera a su tío, o que comieran juntos, o que entrenarán juntos. O que simplemente el omnivoro se viera más cómodo con el arcobaleno de la tormenta de lo que nunca pareció estarlo con el.
"No le importaba en absoluto." Se dijo al escuchar el sonido satisfactorio de la nariz rota de esos idiotas que pensaron que aglomerarse e inhalar porquerías en su ciudad era una buena idea.
Sin más regreso y dio una última patrulla alrededor para liberar más tensión. Y, sin darse cuenta el atardecer llegaba y sus pies le dirigieron a una calle muy conocida. Esta se dirigía a la casa de ese animalito. Kyoya solo apretó los puños.
Incluso su cuerpo era un traidor.
-Hibari-san-escucho una voz muy conocida.
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Comenzó pequeño al inicio.
No pequeño en el sentido de la paliza, por que esas siempre son duras y dolorosas si es Hibari Kyoya quien las imparte.
Pero suponia que ahi estaba la cosa. Nunca se necesitaron razones para ser disciplinado, como le decía el prefecto.
Ese dia se quedaron despues de clase porque Yamamoto tenía práctica de béisbol y tsuna no quiso regresar sin el. Así que tsuna lo espero debajo de un cerezo para que al finalizar, pudieran irse a su casa todos juntos. Gokudera se quejo pero nunca le llevaría la contraria a su precioso décimo, así que se sentó junto a él.
Reborn no estaba en Japón por unos asuntos, los cuales deben ser muy serios si dejo al arcobañeno de la tormenta encargado del moreno, pero aunque amaba a Reborn como un padre, no iba a negar que la amabilidad de Fon tenía su encanto.
La cosa salió mal cuando hibari-san pasó haciendo sus rondas.
Tsuna sabia que sus guardianes no necesitaban excusas para comenzar una pelea y que estas podian empezar por razones tanto serias como estúpidas.
La razón está vez fue estúpida.
El prefecto paso su mirada seria en los alrededores revisando que ningun herviboro inutil faltara a las reglas, y a la vez, esperando que hicieran algo para poder morderlos hasta la muerte. Por alguna razón, cuando su mirada cayó en Tsuna, se desvio rápidamente a su hombro, donde Fon se encontraba sentado, lo miraba con tal intensidad que tsuna temia que hubiera una pelea en donde tendria que interferir, o peor, donde su guardian de la nube saliera lastimado.
Por suerte, Hibari se enfoco en la presa más fácil para sacar su frustración.
-Por llevar la corbata del uniforme en mal estado te mordere hasta la muerte-Y con eso dicho se lanzó contra Gokudera.
Más que pelea fue una carnicería. No llamaban a Hibari-san su guardian más fuerte por nada. Y el temperamento de Gokudera no se iba a quedar atrás. Al final de la "pelea" el italiano tenía un ojo morado y el pelo chamuscado, Yamamoto que se había acercado para defender al albino se encontraba recostado en el árbol al que el prefecto lo mando a volar con sus tonfas. Fon solo miraba con una sonrisa inmutable.
Y Tsuna, temiendo ser el próximo cerro los ojos esperando el inevitable dolor.
Dolor que nunca llego.
Abrió sus ojos lentamente para asegurarse que la nube se hubiera ido, solo para encontrarse con esos ojos tormentosos que tanto miedo, y sorprendentemente, confianza le daban.
La nube siguió mirando al tiempo que levantaba su tonfa acercandola con suavidad a su frente. Tsuna no supo que sentir cuando el frío tubo de metal permaneció allí un rato mientras evitaba por todos los medios moverse.
-Hi-Hibari-san.
Este solo se alejo y deshizo el contacto visual. Tsuna se encontró extrañando el extraño contacto.
-No te metas en problemas, pequeño animal.
Menos de 5 minutos después caminaban un tsuna todavía asustado por enfrentar la ira irracional de su gardian de la nube, un Gokudera Hayato lleno de heridas y sangre saliendo de un corte en su brazo y un Yamamoto cojeando con, en palabras de su tormenta, una sonrisa tonta en su cara.
-Pero que le pasa a ese maníaco de las peleas.-dijo Hayato malhumorado.
-Debes admitir, Gokudera, que conociendo a Hibari esto pudo ser peor-dijo Yamamoto haciendo una mueca de dolor cuando su sonrisa estiro su moretón.
-Callate, idiota del béisbol, recibiré cien palizas por el décimo si es necesario-. Dijo el bombardero solemnemente-. Lo que me alegra de todo esto es que ese imbecil al fin reconoce la grandeza del décimo como se merece.
Y eso último captó totalmente la atención de Tsuna quien al fin encontró la curita que estaba buscando en su mochila.
-Eh! ¿A que te refieres, Gokudera-kun?
-Últimamente Hibari no te golpea como al resto de nosotros, y si no fuera extraño decirlo, casi pareciera que es gentil y más suave contigo Tsuna-termino Yamamoto.
Lo más raro es que tsuna de alguna forma lo sabía. Es solo que no le había prestado demasiada atención.
Hibari-san no lo golpeaba ni lo disciplinaba como a los demás. Pensándolo bien, esto comenzó a volverse más pronunciado después de la pelea de Hibari-san con Adelheid. Después de esa frase que soltó su nube y que aún al día de hoy sigue llenándolo de calidez y confianza.
"Es porque hay un cielo, que las nubes pueden flotar libremente."
Sin saberlo, el comienzo de una sonrisa se formó en la cara del cielo, llevando a su tormenta a enfurruñarse ("Porque ese maníaco recibe la preciosa amabilidad del décimo") y a su lluvia a soltar quejidos de dolor por tratar de reírse por segunda vez.
—Me parece, tsunayoshi-kun—dijo Fon—que te has ganado el respeto de Kyoya.
Con la cara colorada salió corriendo dejando atrás a sus compañeros, quería llegar rápido a su casa y dejar de escuchar sus teorías sobre el comportamiento del prefecto, porque era imposible que lo que decían fuera cierto. Tal vez era más amable con tsuna porque le tenía lastima o algo asi.
No quiero saberlo.
Pero parecía que el mundo sí quería porque vio una silueta inconfundible en frente de su casa. No pudo evitar llamarlo.
—¿Hibari-san?
Este le dirigió una mirada molesta y tsuna solo pudo chillar. Tuvo suerte hace rato y Hibari estaba de buen humor que no lo golpeó, pero ahora está solo y seguramente no podría escapar de la paliza.
—¿Donde esta el carnívoro rojo y porque no esta contigo? — tan inmerso en sus pensamientos que no se dio cuenta de cuando el prefecto se acercó a medio metro de él.
¿Se refiere a Fon? Espera, ¿esta preguntando eso porque esta preocupado?
—Fon-san se quedo con Gokudera y Yamamoto cuando salí corriendo por algo que estábamos hablando.
No pareció sufiente para el porque seguía mirándome en busca de una respuesta más satisfactoria. El castaño solo se sonrojo de vergÜenza de pensar en decirle lo que me dijeron los chicos.
—Ellos, dijeron unas cosas sobre ti, y me dio pena.
—¿Qué tipo de cosas?—dijo Hibari entrecerrando los ojos.
—Hiie, nada malo, lo prometo, solo unas tonterías, diciendo que Hibari-san no era tan duro conmigo en su disciplina porque me tiene respeto, pero eso no puede ser-rió nerviosamente al final de esa oración, sin poder creer que en verdad le dijo eso en la cara al prefecto demonio.
Este último solo lo miro un largo rato, el suficiente para ponero incómodo. Ya iba a hacer dogeza por la ofensa cuando la nube dio un gran suspiro.
—No son tan idiotas como pensé entonces.
—¿Eh?
—Entra a la casa, pequeño animal, y espera a que venga el niño de rojo, si va a estar todo el tiempo contigo que lo haga bien o yo le diré al bebe carnívoro cuando regrese.
—¿pero que...?
—Nos vemos.
Y con eso se fue. Tsuna mudo de la impresión y Kyoya con una sonrisa.
Notes:
Esto pudo ser mejor pero es lo mejor que salio, no se cuando actualizare pero espero les guste. Hibari es un personaje muy complicado de escribir, me costo mas que Xanxus y eso ya es mucho, lo peor es que Kyoya es mi personaje favorito de todo KHR.
Dejen sus comentarios tambien, esos me animan mucho para seguir actualizando. Aunque en terminos de parejas, no se si pondre un 1827 en este fanfic, o un 6927 que es otra de mis parejas favoritas, puede haber insinuaciones pero no se. La unica pareja totalmente canonica en mi fic, si es que se le puede llamar asi, es el RF, o Reborn x Fon.
Chapter 4: Nebbia protettiva
Summary:
Mukuro cumple con su rol de guardian, pero no lo digas en voz alta porque le da pena.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
—¿Estás seguro de esto?
— ¿Cuándo no he estado seguro de algo?
—En realidad, son muchas veces para contarlas.
—Olvida eso, estoy seguro que esta vez tendremos éxito.
—¿Secuestrando al Décimo Vongola? Te escuchas a ti mismo.
—Se que dirás que parece una locura...- —Porque lo es.
—Pero tengo buenas fuentes que me aseguran que el Décimo se encontrará en una situación desfavorable pronto.
—¿Que no tiene como 10 guardianes que no se le despegan para nada? Escuchó rumores sobre algunos de ellos y, ciertamente, parecen historias de terror.
—Son siete, y es cierto que, aunque todos son ciertamente formidables, los más fuertes no parecen tan cercanos a el.
—¿Quienes?
—El ex convicto y el salvaje.
Su compañero arrugo la nariz en concentración hasta que supo de quienes estaban hablando.
—¡Ah!, hablas del guardián de la niebla y el de la nube.
—Así es. Dentro de tres días volando, el décimo ira a su pueblo natal y según mis fuentes, ira solo con el relámpago llorón y la niebla hembra. Son los más débiles de todos los guardianes así que no debemos preocuparnos.
—¿Que esa niña no es protegida del ex convicto?
—No pasara nada, ese tipo odia la mafia, seguro que como la niña decidió quedarse a proteger al décimo la repudia, y ni hablemos del décimo. Se corren rumores en el mercado negro de que Rokudo Mukuro busca el cuerpo de Sawada Tsunayoshi para desmembrarlo y poder vengarse de la mafia que lo lastimo tanto en el pasado.
—Yo escuche que en realidad lo que quería con su cuerpo era... ya sabes. Quitarle la pureza del cielo.—terminó algo avergonzado.
—Bueno, ¿y quién no? Ha visto su cara.
—No creo que debamos expresarnos así de el.
—Oh por favor, a quien le importa, si incluso sus propios guardianes buscan eso y lo dicen tan desvergonzadamente, nosotros también podemos. Aunque sabes que, pensándolo mejor, iba a vender al décimo a los Millefiore o a los Estraneo después de llevárnoslo pero creo que puedo jugar con la mercancía antes de dejarla ir.
—Deja de...
La última frase quedo inconclusa y una heladez se filtro por toda la sala en la que se encontraban, ocasionándoles un escalofrío. Una niebla espesa comenzó a filtrarse ni lenta ni perezosa bajo el marco de la puerta y en unos segundos los rodeo por completo. El miedo los paralizó.
No eran unas personas muy religiosas pero rezaron para que no fuera quien suponían porque si lo era estaban muertos. Sin embargo una risa muy peculiar destruyo sus esperanzas y comenzaron a llorar internamente.
—Kufufufu, ¿porque dejaron de hablar? Su conversación se estaba poniendo muy interesante.
Un hombre alto, de pelo azulado y con una extraña forma de piña con ojos heterocromáticos apareció de la nada en la sala, y si eso no los termino de convencer de que cavaron su tumba, el tridente apuntando a sus cuellos ciertamente lo hizo. El que hace solo un segundo hablaba de forma asquerosa de cierto castaño trago fuerte, y al hacerlo, su nuez de adán rozo la punta del tridente. Sudo frío.
—No-nosotros no teníamos intención de hacer nada eso, en realidad.
—Oh, por supuesto que querían hacer todo eso, y hasta más. Es por eso que después de matarlos a ambos iré a casa para poder limpiar mi pura e inocente mente de las perversidades que estaban pensando.—Mukuro presionó mas su agarre y saco un poco de sangre de aquellos idiotas, había tantas opciones, y, aunque Tsunayoshi le dijo que se abstuviera de matar a nadie, lo que Tsunayoshi no sepa no le hará daño.
Sin una palabra más, se lanza contra ellos.
Unas horas después, el personal del Hotel entra a limpiar la habitación donde se hospedaban dos inquilinos importantes de cierta familia mafiosa. Y se encontraron extraños al encontrar la habitación limpia y vacía.
La heladez que calaba hasta las habitaciones de los inquilinos adyacentes no desapareció hasta bien entrada la noche.
Si hay algo que aburre más a Tsuna además del papeleo es la tarea de matemáticas. Sabe que debería estar agradecido con la ausencia de Reborn y su martillo eléctrico, pero el silencio y no encontrarse en peligro de muerte hace que comenzar a aletargarse.
¿Se estara volviendo masoquista? Talvez.
¿Lo admitirá alguna vez? Por supuesto que no.
Pero supone que algunos de sus guardianes lo sospechan o lo saben.
Mukuro seguro siente la felicidad y aprehensión que lo invade cada que el escalofrío de su presencia lo alertan.
—¿Mukuro?—. Dice Tsuna, dejando su lápiz en la mesa. Las ecuaciones olvidadas hasta el regreso de su tutor.
—¿Oyá? ¿Debería sentirme molesto de que ya nunca te sorprenda mi presencia?— La voz de su guardián de la niebla suena sarcástica pero el castaño sabe cuanto le gusta que alguien pueda sentirlo y no lo reciba con una tonfa en la cara.
—Por supuesto que me sorprende tu presencia—dice Tsuna. —El saber que me has extrañado lo suficiente como para venir a verme siempre me llena de felicidad.
Mukuro no dice nada aunque sus mejillas tomaron un ligero tono rosado, prueba de su vergüenza. Caminando hacia su jefe y sin decir una palabra se dejo caer en su regazo y hablo.
—No vine porque te extrañará, solo pasa a darte mi reporte de misión.
—Seguro, muy bien, escuchemos el reporte entonces—dijo Tsuna con una sonrisa mientras le acariciaba esas hebras azules.
—Durante los últimos cuatro días, me he estado encargando de topos en tus filas, Tsunayoshi-kun. Deberías estarme más agradecido—Mukuro se volvió a masilla cuando esas manos lo tocaban con tanta ternura y cuidado, bien podría disfrutar, lastima que el nombre que salió de los dulces labios del castaño le hicieron fruncir el ceño.
— ¿Estuviste trabajando con Hibari-san?
— ¿Qué te hace decir esa barbaridad?
—Acabo de leer el reporte de Hibari-san, dice que estuvo golpeando herbívoros cantores y en las noticias de italia dicen que varios mafiosos pequeños están desapareciendo de formas terribles. Eso me suena a ustedes. —dijo Tsuna dándole una mirada pícara y una sonrisa traviesa.
Mukuro no dijo nada. No tenía caso. Ambos sabían leer entre líneas, Era algo que desarrollaron desde su pelea en Kokuyo Land, hace una eternidad. Cuando eran rivales.
Cuando la idea de hacerle daño a Sawada Tsunayoshi era una opción.
Ahora el solo pensamiento de que esta persona que lo acogió y lo tomo entre sus brazos tan libremente este lastimada hace le hierva la sangre. Por eso no se arrepiente de purgar al mundo de basura como aquellos idiotas del hotel. Lo que vio en sus mentes todavía le dan ganas de vomitar y asesinar a alguien en partes iguales.
Acomodándose en el regazo del único que llamaría jefe cerró los ojos obviando la risilla ganadora de Tsuna, relajandose porque aqui era.
Este era su hogar.
Haciendo una nota mental de visitar a la alondra para decirle que, aunque la operación “deshazte de la basura” fue un éxito, debían ser menos obvios.
Porque si hay algo que la mafia no sabe, y que mejor se entere pronto, es que puede que los guardianes de la tormenta y la lluvia siempre estén con su cielo, pero cuídate de la niebla y la nube. Ellos te arrancarán la garganta si ni siquiera pensaban en lastimar a su cielo.
Notes:
Perdón por la tardanza. Estoy trabajando y pierdo la motivación con mucha facilidad. Lo interesante de este capítulo es que es tan fácil escribir el amor y el cariño que sienten Mukuro y tsuna por el otro pero me cuesta horrores hacerlo con Hibari. Y eso que me encanta la relación de los dos guardianes más fuertes con tsuna.
No se cuando volveré a publicar así que, disfruten. Me interesa saber su opinión.
Chapter 5: Réquiem of Rain
Chapter Text
Yamamoto Takeshi es, en opinión de muchos, un chico popular. Es la estrella del equipo de béisbol y aunque sus calificaciones dejan mucho que desear, tampoco están tan mal, al menos lo suficientemente decente para evitar las clases extracurriculares y las amenazas de expulsion del club.
Tiene un club de fans bastante sólido, tanto de hombres como de mujeres. Muchos matarían por qué Yamamoto les sonriera y hablara con ellos. O al menos eso era antes.
Antes de que perdedor tsuna lo arrastrará al fango.
Nadie sabe que le dio a Yamamoto a cambio de su amistad pero era tan potente que ni el ni el italiano malhablado se separaban de él. Las chicas decían que le hizo brujería y los chicos que le daba dinero. Algunos asquerosos llegaron a decir que Sawada le pagaba con su cuerpo, aunque ese último rumor se extinguió tan rápido como llegó a oídos del prefecto demonio.
La expresión de completa furia que adorno su rostro antes de lanzarse a atacar a quienes soltaron aquellas palabras tan denigrantes contra el castaño era algo que nadie quería recordar.
Nunca más supieron de ellos.
Eso no impidió que algunos considerarán su deber recordarle a dame tsuna su lugar en los raros momentos que lo encontraban solo. Tal y como sucedía ahora.
Un grupó de tres estudiantes de tercero rodeaban a un pequeño bulto castaño y le pateaban con saña.
"Te advertimos, perdedor, que no te acercaras a Takeshi." Decía uno mientras pateaba las piernas del castaño.
"Parece que le gusta que lo golpeen"
"Hay que recordarle su lugar"
"Yamamoto es demasiado bueno para dejar a una basura como tu pero pronto lo descubrirá y te abandonará.
Estas eran algunas de las cosas que le decían y el castaño solo se encogía en sí mismo protegiéndose la cabeza con sus manos y el estómago con sus piernas. También, se encontró deseando tener otro par de manos, para cubrir sus oidos y no escuchar las terribles palabras que le lanzaban.
Sentía un escozor en sus ojos, pero no se permitiría llorar. Reborn lo regañaria por eso.
Cuando por fin terminaron lo dejaron ahí tirado, detrás de los salones y huyeron antes de que el prefecto se diera cuenta de lo sucedido. Tsuna solo respiro y se desenrosco, callando sus quejidos. Lo peor de todo es que el castaño no sabia que le dolia más, si su cuerpo o su corazón.
Decidiendo ser fuerte al menos para sí mismo, se levantó y comenzó a caminar con dirección a su casa.
Trató de evitar también la presencia de su guardián de la nube, no por temor a que le hiciera algo por estar en la escuela a deshoras (hibari-san le había dado permiso de hacerlo siempre que tuviera una razón aceptable) si no por los golpes y cardenales que adornaban su rostro. Hibari seguro se daría cuenta de su cojera, y cuando lo hiciera el no podría evitar decirle toda la verdad al prefecto, lo que terminaría en un baño de sangre.
Tan inmerso en sus pensamientos de evitar a su guardian de la nube que no sintió a otro de sus guardianes. Aquel por el que estaba lastimado en primer lugar.
"¡Tsuna!" Saludo alegremente Yamamoto posando su mano en el hombro de Tsuna, asustandolo. "Oh, disculpa por asustarte."
"No te preocupes, Yamamoto." Dijo el castaño con una sonrisa tensa. "¿Que haces aquí? Creí que tenias entrenamiento de club."
Yamamoto solo se río, pero dándole una mirada a su amigo por fin se dio cuenta de su estado, y eso no le gustó nada.
—¿Quién te hizo eso, tsuna?—la voz del "modo hitman" como le decían a veces a esa voz hueca de la lluvia le provocó un escalofrio en toda la espalda al castaño.
Yamamoto se sentiria mal después por asustar a tsuna pero la situación lo ameritaba. Su amigo estaba cubierto de moretones y tierra, marcas de zapatos dibujadas en sus brazos y rasguños en su uniforme.
Takeshi podría apostar su espada a que cualquiera de los demás guardianes reaccionarian mil veces más violentamente con la vista que se le presentaba.
—Yo... este, en realidad... lo que paso fue...—balbuceaba tsuna, no sabiendo que responder, se estaba cuidando de su guardián más violento pero se le olvidaba que todos sus amigos se transformaban en bestias sedientas de Sangre cuando se trataba de su bienestar.
Sentía que exageraban.
—No me mientas, Tsuna.—la seriedad de yamamoto era poco vista, pero algo en ella hizo que un nudo se le formará en la garganta.
—Yo...yo...— el primer sollozo salio, desde lo profundo de su corazón, obstruyendo su garganta y las calientes lágrimas comenzaron a caer, manchando sus mejillas.
Yamamoto reacciono al instante, jalando a su amigo y jefe, atrapandolo en sus brazos. Los balbuceos y llantos sacudian el pequeño cuerpo de su amigo y lo apretó mas hacia sí.
—Tu..—Susurro tsuna una vez que se calmo.
—¿Si?—dijo Takeshi pasando su mano por los rebeldes cabellos.
—¿quieres irte? ¿Te sientes obligado a permanecer conmigo?—Las solas palabra le queman la garganta, no quiere pensar si quiera en la posibilidad, pero le duele más pensar que realmente Yamamoto se sienta así y por algun sentido de responsabilidad no lo demuestre.
—¿Porque piensas eso Tsuna? ¿Alguna vez te he dado razones para pensar que no quiero estar contigo? —la lluvia estaba en tempestad. Le dolia que su amigo pensara esas cosas, sabía que alguien debió haberle dicho algo horrible a su amigo para que pensara eso, lo que solo aumenta su ira.
Tsuna solo niega entre sus brazos.
Yamamoto lo aleja, solo lo suficiente para tomar su rostro entre sus manos, mirándolo con seriedad y hablando sin parecer un idiota por una vez.
—Escúchame bien, tsuna, no puedo hablar por los demás, pero para mi, tu eres mi cielo. No solo por esto de la mafia, si no porque ese día que evitaste mi caída, renací, no como Yamamoto Takeshi, idiota del béisbol, si no como el guardian de la lluvia de Sawada Tsunayoshi. Renací para limpiar tus lágrimas, tus tristezas, para defender la familia que has creado y de la que formó parte. Así que la única forma de alejarme de ti será en un ataúd porque de otra forma, no de desharas de mi a menos que tú así lo desees.
Si tsuna sentía que no podía respirar por una confesión y entrega total de parte de Yamamoto, el que este se arrodillara y besara su anillo vongola ciertamente lo dejo cerca del desmayo.
Su corazón latía fuertemente. Se sentía amado, protegido, sabía que sus amigos lo querían, ellos no era sutiles de ninguna forma, algunos más que otros claro. Pero tener una confesión tan sincera hizo que su anillo brillará y sus ojos color caramelo se tornaron ámbar como el atardecer.
Las lágrimas dejaron de caer y las inseguridades que arañaban su mente fueron aplastadas sin piedad.
—Gracias, Takeshi.—Susurró Tsuna, una hermosa sonrisa le fue entregada al guardian de la lluvia.
Yamamoto se sonrojo un poco, pero inmediatamente se puso feliz de que su resolución fuera aceptada por su cielo. Pasando su brazo por sus hombros lo llevó con cuidado a su casa, donde limpiaria sus heridas.
Ya mañana hablaría con los demas para ver quienes eran los tontos que lastimaron a su cielo. Les iban a dar un infierno por meterse con tsuna.
Nadie se mete con lo que la lluvia protege.
Chapter 6: Sole e Tempesta
Summary:
La razón por la que Reborn no estuvo presente en los capítulos de la nube, niebla y Lluvia.
Chapter Text
Fon se desplomó en el asiento, aliviado de que el peso extra en su tobillo maltratado desapareciera. Seguía sintiendo la mirada del hitman en su cuerpo, la ira que salía a oleadas, pero no se sentía amenzado.
Sabía que esa ira no iba dirigida a él.
Al menos no toda.
El exarcobaleno del sol se hincó de repente frente a él, y con su mano derecha tocó su tobillo magullado como si tocara cristalería fina. Cosa absurda. Reborn sabía que ese pie era mil veces más peligroso que un cuchillo bien afilado.
El acto en sí produjo un respingo en el chino, quien no pudo apartar la mirada de su compañero. Pocas eran las veces en que podía observar al otro de tan cerca, sus patillas rizadas, su cabello negro como el cuervo y esas manos que han asesinado a tantos siendo tan suaves, trayéndole recuerdos de una época olvidada hace mucho tiempo.
Siempre era un gusto ver la forma sin maldición del hitman. Después de que se rompió la maldición tenían picos esporádicos de crecimiento, pero en su mayoría seguían teniendo sus aspectos infantiles, sin embargo, hubo momentos en los que podían permanecer en su forma normal un buen rato.
Reborn permanecia callado, virtiendo sus llamas de sol en el apendice maltratado, mientras recuerdos lejanos llenaban su memoria. Recuerdos de sus primeras misiones con el arcobaleno. Antes de toda esta basura de maldición.
El ver como ese pie rompía de una patada el cráneo de un enemigo que estaba a un segundo de matar a Skull era algo que no estaba dispuesto a olvidar.
Casi podría decir que su corazón se emociono como hace mucho no lo hacía.
Con delicadeza solo reservada para aquellos a quienes ama con todo su podrido corazón, dígase Tsuna (aunque no lo diga), Yuni y al parecer, este moretón rojo. Envolvió sus largos dedos alrededor de su tobillo y levantó la pierna del otro. Con dos dedos tanteo en busca de fracturas, sintiéndo su rabia aumentar al escuchar un gemido de dolor al tocar la superficie dorsal.
Virtio mas llamas.
Levanto la vista y el solo mirar a Fon recargado en ese sofá, con golpes en su siempre inmaculado rostro, su traje rasgado, hizo que la ira que sentía se incrementará por diez.
-¿Que paso?-ordenó Reborn.
Fon solo lo miro. Al final, respondió con voz suave.
-Fue una emboscada, eran más de cuatro familias que se unieron para este ataque. Buscaban una forma de atacar al joven Tsunayoshi asi que no podia dejarlo así. Normalmente esto no hubiera sido un problema, pero...-su voz se fue haciendo más insegura al dirigir una mirada al pacificador que colgaba en su pecho.
"Por supuesto. Incluso liberados de esta maldición, estas cosas no dejan de joder." Pensó Reborn chasqueando los dientes.
-Hay que tratar esas heridas, Tsuna y sus guardianes no tardan en llegar y ese Dame es capaz de desmayarse si te ve así de patético.
Claro que eso era un eufemismo. Ambos sabían que a pesar de ser de los más fuertes en la tierra, Tsuna aún los cuidaba y preocupaba si veía a cualquiera de su familia lastimados. Así de bueno era. Y sabía que Fon pensaba en lo mismo al ver una sonrisa tranquila y cariñosa en sus labios.
La primera desde que irrumpió su descanso entrando por la ventana luciendo como si lo hubiera atacado un tigre. Su café, lastimosamente, terminó en el piso en su prisa por ver al artista marcial.
Reborn levanto a Fon por las caderas para evitar más presión en su tobillo lastimado, y con una dulzura solo reservada a sus amantes tocó una pálida y delicada mejilla cubierta de algunos pequeños cortes.
-Deberías saber, Fon, que me vas a deber una. Mira que hacerme desperdiciar mi expresso por cuidarte.-obviamente es una mentira, tiraría todo el café del mundo por que Fon se encuentre a salvo.
-Me pregunto que es lo que debería darte entonces.—Sonrió el artista marcial envolviendo los anchos hombros del sicario con sus brazos.
Este solo dejo un beso en la suave y tersa piel de la mejilla del chino mientras apretaba su agarre en la cintura.
-Cuida a tsuna unos días en lo que yo me encargo de sacar la basura.
Fon solo se dejó hacer, seguro entre esas manos letales que tantas muertes han causado, pero tan amables con gente que el asesino ama.
Y Fon se derrite al saberse una de ellas.
—Sabes que siempre es un placer cuidar de tu hijo.—observa divertido como esa ceja prfecta respinga ante la verdad que todos los arcobalenos saben ya.— Pero ¿que gano yo?
—Bueno.—responde el hitman instando a sus largar piernas a que se enreden en su fuerte cintura, para después jugar con su larga trenza entre sus dedos, un beso suave en la punta.—Creo que podemos llegar a un acuerdo con eso.
Fon solo sonríe mientras acerca más al hitman a su fuerte, pero maltratado cuerpo, sonríe de esa forma en que le gusta a Reborn, y antes de pasar su lengua por sus labios carnosos susurra.
—No puedo esperar.
Chapter 7: Tormenta y celos
Summary:
A Gokudera no le gusto saber que Yamamoto armonizo con Tsuna y el no. Tal vez platicar con alguien lo haga reflexionar.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Normalmente Gokudera solo fumaba tres o cuatro cigarros por día. Los necesitaba para prender su dinamita y su preciado Decimo nunca le decía nada aunque evitaba en lo posible fumar cerca de el.
Pero ese día, casi se había terminado la cajetilla completa.
Como era posible que el maníaco del béisbol haya armonizado con el décimo y el no. El era su mano derecha. ¿Que había pasado?
Nadie se dio cuenta más que el y Fon-san. Esta seguro que si él convicto o Reborn hubieran estado ahí también se darían cuenta. El aumento en el poder la lluvia y el color ámbar residual en los hermosos ojos del decimo.
Era obvio.
Apretó con los dientes el cigarro saboreando la nicotina mientras la frustracion crecía en oleadas.
—No creo que a tsunayoshi le agrade saber que te estas sobrepasando con esos cigarrillos.
De la impresión de escuchar esa voz tan calmada escupió el cigarro aplastado. Reconocería ese traje chino a kilómetros de distancia, lo único raro era esa forma tan alta.
Todavía seguían acostumbrandose a los picos de crecimientos de los arcobalenos.
—¡Fon-san! Por favor no le diga al décimo.—exclamo avergonzado.
Fon solo levanto una ceja ante la mirada preocupada del chico en contraste con la pila de colillas esparcidos a su alrededor.
—Solo si podemos hablar de lo que te atormenta.
Gokudera no quería hablar de eso. Lo consideraba infantil, creyó que solo hablaría si el décimo se daba cuenta y le preguntaba, pero era por eso mismo que se vino al parque más alejado de su casa para poder despotricar a gusto y no preocupar al décimo.
No creyó que el arcobaleno fuera a buscarlo.
—¿Cómo supiste que estaba aquí?
—Contigo solo hay que seguir el olor a humo, además, ambos somos tormenta, podemos sentirnos si hemos pasado mucho tiempo juntos.
Cierto. Fon era una tormenta. Aunque por su personalidad tan tranquila solía olvídarlo.
—Me siento... frustrado.
—¿Por qué?—quiso saber Fon sentadose con cuidado en la banca junto a el.
—Porque el idiota del béisbol armonizo con el décimo y yo no. —sonaba como un crío al que le negaban los dulces que quería pero no podía evitarlo.
Fon solo se quedo callado un momento. Sopesando su sentir y el que decir.
—¿Sabes como fue que sucedió?
—No.
—Yo si. Estaba escondido entre los árboles. —reveló Fon con una sonrisa triste. Gokudera solo lo miro con atención.—Tsuna estaba siendo golpeado por unos compañeros de escuela.
Eso no era lo que esperaba.
—¡Qué! Esos idiotas hicieron que... ¡¿porque el maníaco de las peleas no hizo nada?!
—Kyoya se encontraba patrullando el ala norte mientras ellos acorralaron a Tsuna en el ala sur. Tsunayoshi incluso se cuido de que kyoya no lo viera, sabía que terminaría todo en un charco de sangre.
—Por supuesto que terminaría así, es nuestro cielo, cualquiera que lo toque merece la muerte.
Fon lo miro fijamente cuando dijo eso. Y sonriendo dijo:—Yamamoto Takeshi también pensó eso cuando armonizo.
Eso dejo a gokudera pensando. Se calmo y se sentó para seguir escuchando.
—Esos chicos le decían a tsuna que Takeshi no lo quería, que ustedes solo están con él por lastima y que seria mejor que se alejara de él, de todos ustedes.
Gokudera apretó los puños con ira. Que estupideces decían esos idiotas. Cuando los viera los haría explotar con sus dinamitas.
—Cuando terminaron de golpearlo, Tsuna, cuidándose de Kyoya salio de la escuela en mal estado pero se encontró con Yamamoto.
—¿Y que dijo el maníaco del béisbol?
Fon solo se recostó en el banco mirando al cielo.
—Le ofreció su persona y lealtad infinitas. Beso su anillo y le aseguro que el estaría con el hasta la muerte a menos que Tsuna ya no lo quiera.
Gokudera sopeso lo dicho por el arcobaleno. Es cierto que sentía un gran cariño y lealtad por el décimo pero nunca se lo había dicho con la seriedad que correspondía. Solo esa primera vez que lo salvo cuando el quiso matarlo por órdenes de Reborn y eso fue todo.
Sabia desde ese día que el décimo era un alma pura pero no lo había vivido ni sentido como ahora lo hace.
Con una nueva resolución se paro y salió corriendo a la casa del decimo.
—Nos vemos después Fon-san, muchas gracias por todo.
Fon solo lo observo irse, contento de haber ayudado a que el joven Tsunayoshi pueda armonizar con sus guardianes.
Una presencia muy conocida lo observaba desde los árboles. Fijo su mirada en ellos y su pequeño sobrino se lanzó enfrente de él con una mirada aterradora.
—Hola kyoya. ¿Tú también quieres armonizar con tsunayoshi?
—Ahórrate tus tonterías.—dijo frunciendo el ceño.— Me vas a decir ahora mismo quienes fueron los herbivoros qué lastimaron al pequeño animal y porque no hiciste nada por ayudarlo.
Kyoya sabia que su tío y el carnívoro tenían algo, era algo natural supuso, ambos eran carnívoros, pero nunca le pareció más obvio al mirar esa sonrisa sádica y mirada aterradora. Apretó sus tonfas no sabiendo si con expectativa o inquietud.
—Con mucho gusto.
°•○●°•○●°•○●
—¡Decimo!—grito gokudera tocando la puerta de la casa del decimo. —!Decimo!
—agh, bakadera, ya callate.—Lambo abrió la puerta con fastidio.—Tsuna-nii esta en su cuarto, pasa de una vez.
Gokudera no necesito que le dijeran eso dos veces. —cállate vaca estúpida, luego me encargo de ti.
Subió corriendo las escaleras ignorando las groserías qué la vaca aprendió de el y fue directo al cuarto del decimo. Lo encontró en su escritorio firmando una pila de papeles a su alrededor.
-Décimo.
Tsuna levanto la mirada de su infierno personal, sorprendido de ver a gokudera tan agitado aunque feliz de poder verlo.
—Gokudera‐kun. ¿Que sucede? Llegas en buen momento, ya estaba harto de estos papeles.
—Yo también.
—¿Eh?
—Yo también quiero estar contigo toda mi vida.
Tsuna se encontraba confundido, no se esperaba esto para nada.
—Gokudera, pero que...
—Armonizaste con el idiota del béisbol. —eso sorprendió a Tsuna.— nadie más que Fon-san y yo nos dimos cuenta, pero me puso muy celoso. Se supone que soy tu mano derecha y ni quiera he podido armonizar contigo.
—No tienes porque sentirte así, Gokudera-kun. No se como fue que hicimos eso Yamamoto y yo pero no significa que lo quiera más que a todos ustedes. Ustedes son libres también de ir y venir como quieran, no tienen porque estar atados a esta vida y a alguien como yo.
La molestia que sintió gokudera al oír como golpeaban al décimo regreso multiplicada por diez. ¿Cómo era posible que el décimo, su salvador, pensara qué no valía la pena armonizar con ellos, con él?
Con grandes zancadas acortó la distancia entre ellos y tomando sus manos miro fijamente los ojos chocolate del decimo, que lo miraban asombrados
—Siempre fui un marginado, un bastardo que nadie quería en su familia. Pensé que mi destino era morir como un perro callejero por mi horrible personalidad y boca malhablada pero tu me salvaste.
—Yo no hice nada...
—¡Si lo hiciste! Tu no te diste cuenta pero al llamarme tu amigo, al aceptarme como tu guardián, me salvaste. No importa que no quieras que sea tu mano derecha, con estar a tu lado siento que he ganado en la vida. No importa si somos parte de la mafia o no, lo único que quiero es servirte y estar a tu lado, como amigo o como guardián. No importa.—termino besando el anillo del cielo con delicadeza.
Tsuna solo miraba a gokudera con lagrimas en los ojos, su corazón rebosando de amor y cuidado. Un calor recorriendolo hasta la punta de sus pies.
—Yo...no se que decir.
—Tsuna.—el nombre que nunca se había atrevido a decir salio con reverencia de la boca del italiano, sorprendiendo aun más al castaño. —¿puedo permanecer a tu lado para siempre?
Tsuna estaba mudo, primero Yamamoto, ahora Gokudera, si todos sus guardianes iban a llegar y decirle lo importante que era en sus vidas se moriría de un infarto ahí mismo. (No se dio cuenta que una niebla traviesa revisa de vez en cuando su seguridad y memorias, y muy pronto todos sus guardianes se enteraran de esto.)
—Bu-bueno, si eso es lo quieres, me encantaría tenerte conmigo todo el tiempo que quieras, Hayato.
Todo el ambiente se sentía cálido, las llamas de tormenta inundaron felizmente al castaño, mientras las llamas del cielo abrazaron al italiano haciéndole suspirar de alivio.
"Yo también armonice con el décimo, comete eso idiota del béisbol, no te iba a dejar al decimo para ti solo."
—¿Qué están haciendo? Bakadera por fin se te confesó, Tsuna-nii.—la voz inocente de lambo corto el hermoso momento, haciendo que ambos adolescente se sonrojaran de pies a cabeza.
—¡Lambo! Por el amor de Dios, no digas esas cosas.
—Vaca estúpida, como te atreves a interrumpir mi precioso momento con el décimo.
—Yo también quiero abrazarte tsuna-nii, no es justo que bakadera te acapare.—grito lambo empujando a gokudera lanzándose a los brazos de tsuna.
—oh. Yo también quiero abrazar a tsuna-san. —dijo i-pin entrando al cuarto seguida de fuuta.
—Dejen al decimo en paz, mocosos malcriados, este es mi momento con el décimo y no dejaré que me lo arruinen.
Al final, Tsuna se encontró cubierto por los niños y Gokudera, sus brazos lo suficientemente grandes para abrazarlos a todos, y ellos igual.
El calor que sintió en ese momento sería imposible de olvidar y la sonrisa que el recuerdo le daría no desaparecía en un buen tiempo.
Notes:
No puedo creer que me haya tomado tanto tiempo encontrar inspiración para seguir, peor aún que aunque amo a gokudera, es de quien menos escribo, y este capítulo básicamente se escribió solo.
Nunca había entendido el significado de esa frase hasta ahora.
Si les gustó pueden decirme en los comentarios, ellos me animan mucho, también si tienen algo que les gustaría ver en especifico soy todo oídos. Solo que si ya me decidí y esto será puramente platónico, podrá parecer romántico pero no lo es. El fandom necesita más amistad y menos yaoi aunque me encante. Menos por el FR, ese es mi OTP y nadie me va hacer cambiar de opinión.
Chapter 8: Rayos y Uvas
Summary:
Lambo también puede mostrarle cosas geniales a Tsuna.
Notes:
No puedo creer que Lambo sea de mis capítulos más largos. Intenté que saliera en el día del niño. Obvio no funcionó, pero aquí esta.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Lambo es egoísta.
Lo sabe y siente que no es una mala cualidad. Pero su tsuna-nii dice que debe ser compartido, así que de mala gana comparte sus dulces y juguetes con i-pin y fuuta.
Cuando tsuna lo está mirando, eso es. Y si puede conseguir elogios y abrazos por ser un buen niño el no se queja.
El punto es que a lambo no le gusta compartir. Pero parece que el mundo quiere que lo haga, porque se ve obligado a compartir a tsuna con otros diez idiotas regulares. Eso no es justo. El fue el primer niño que llegó a los cálidos abrazos de dame-tsuna. Debe ser el primero. No debe ser arrojado a un lado a la más mínima oportunidad.
"Lo siento, pequeñín, llevare a tsuna a la escuela hoy."
"Quítate, vaca estúpida, tengo que decirle algo al décimo."
"Kufufufu, lo siento niño, pero es mi turno de estar con el joven vongola el día de hoy."
"No se aglomeren."
"Deja de molestar, vaca estúpida, y ve a hacer algo de provecho."
Solo de recordar a Reborn golpeandolo hace que tenga ganas de llorar. Pero debe resistir.
No solo tiene que aguantar esto si no que ahora quien sabe que les picó a todos esos idiotas que no se le despegan a tsuna para nada.
Después de que estupidera se le confesara a tsuna, unos días después la piña terrorífica y la niña del parche se encerraron con su hermano y no salieron de ahí por horas. Le molesta que otros hagan feliz a tsuna pero si estar con los sirvientes hacia tan feliz a tsuna-nii, el no se quejaba.
—oh. ¿Lambo? ¿Qué haces extremadamente aquí?—Ryohei se acercó de su trote matutino a un apared donde se encontraba el niño agazapado.
—¡cabeza de césped!¡callate! Por Dios, estas como ese idiota de gokudera.—Dijo Lambo tratando de controlar su corazón por el susto.
—!No me compares con cabeza de pulpo!—Replicó Ryohei sin bajar la voz.
Lambo solo se alejó corriendo.
—¡agh! El bigotudo de las sombrillas tiene razón sobre ustedes, son unos monos.—No valía la pena perder el tiempo con ese zopenco.
Su misión aún no estaba perdida.
Encontró su objetivo unos minutos despues en compañía—como no—de gokudera y yamamoto, caminando de regreso de la escuela, platicando y riendo.
Le daba náuseas.
Concéntrate Lambo. Golpeandose las mejillas suavemente puso en marcha su plan.
—¡Tsuna-nii!
—!Lambo!—grito sorprendido tsuna al sentir al niño con pijama de estampado de vaca caer de improviso en sus brazos.— Eso es peligroso, te pudiste haber hecho daño.
—ararara, que tonto eres dame-tsuna, no sabe que lambo-san nunca se hará daño.—porque eso haría llorar a tsuna-nii, y eso no está bien.
Tsuna solo le dio la razón, no valía la pena pelear por eso ahora.—¿Qué sucede? Porque estas aquí y no en casa con los niños y mamá?
Es el momento. — Lambo-san tiene una misión super importante y solo tsuna-nii puede ayudarlo. — dijo lambo con seriedad.
—¿Una misión?— pregunto Yamamoto.— ¿De que tipo?
—No seas idiota, no hay ninguna misión, la vaca estúpida solamente está molestando como siempre. —Regaño Gokudera a la lluvia por creer semejantes juegos de parvulario.
—¡Claro que si hay una misión!—Grito Lambo apretando en un puño la camisa de tsuna cuando se giro a mirarlo.— verdad que tu si me crees, tsuna-nii.
—Bueno...—Tsuna miro los ojitos de lambo, se veían tan inocentes, tan decidido, que pensó que pasar un día jugando con lambo no haría daño.— ¿De que trata esta misión?
La sonrisa del rayo valió totalmente la pena.
—!No le crea, décimo!
—¡Yatta! En tu cara, estupidera.
—Lambo.
—oh, cierto, vamos, tsuna-nii, te explicaré en el camino.—Y como si estuviera espoleando un caballo pateo con delicadeza las costillas del castaño para que se fueran de ahí de una vez por todas.
Tsuna le siguió la corriente al pequeño, despidiéndose de sus amigos y siguiendo las instrucciones del rayo, llegaron a un parque, algo alejado de la casa, pero tenía muchos árboles. Cuando llegaron al sitio, Lambo salto de los brazos del otro y salió corriendo.
—Lambo, espera, no corras.—Tsuna troto detrás del niño para no perderle de vista. Era muy escurridizo cuando quería.
Lambo por su parte se metió entre los matorrales y se puso a buscar entre la tierra. Entró unos arbustos e instala a Tsuna a hacer lo mismo. Entre la maleza había un tipo tunel, perfecto para un niño de cinco años pero algo angosto para el cuerpo de un adolescente.
—Lambo, ¿a dónde vamos?
—Ya lo veras, dame-tsuna, te demostraré que yo también puedo mostrarte cosas geniales. — farfullo entre dientes.
—créeme, Lambo, de ustedes me espero cualquier cosa.
—Estoy seguro...—el niño llego al final del túnel y se hizo a un lado para dejar pasar a su hermano mayor, quien quedó momentáneamente aturdido por la luz en el claro. —Qué no te esperabas esto.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz inesperada, Tsuna pudo vislumbrar un pequeño viñedo. No había como decirlo de otra forma. Pequeños uveros de uvas koshu hacían un bosque en miniatura con algunos racimos por aquí o por allá.
Realmente quedo sorprendido.
—Pero que...—Tsuna estaba sin palabras.
Lambo sonreía con suficiencia. —Te dije que yo también podía sorprenderte.
—Pero como encontraste este lugar.
—Un día que Reborn me golpeó fuera de la casa por usar la bazooka aterrice cerca de aquí. Las uvas huelen muy bien y te juro que solo me comí un racimo.— Aunque era el racimo qué más uvas tenía. — Ten, prueba una.
El rayo agarro con delicadeza una uva del racimo más cercano y se la dio a tsuna, quien la tomó con delicadeza, dudo un momento si comérsela o no, después de todo, quien sabe de quien seria ese lugar.
Los viñedos normalmente eran privados o zonas protegidas, no quería a hibari-san golpeandolo por perturbar la paz o invadir propiedad ajena. Pero una mirada a lambo hizo que se olvidará de sus miedos.
Sus ojos jade brillaban con una felicidad y expectativa por haberle mostrado un lugar tan fascinante a su hermano mayor que puso la uva en su boca.
Exploto de sabor. Casi se derrite de lo rico que estaba.
—¡Qué tal! A que esta deliciosa.
—Una delicia. —asintió mientras acariciaba el afro del niño. —¿Porque querías enseñarme esto, Lambo?
Lambo quedo en silencio un momento, disfrutando las caricias de su hermano.
—Quería demostrarte que yo también puedo mostrarte cosas geniales y divertirme contigo.
—Hace un momento dijiste lo mismo. Siempre estoy contigo en casa y me muestran muchas cosas.— dijo Tsuna enrollando su dedo en un rizo.
—!No es cierto!–objeto Lambo vehemente. —Siempre estas con estupidera o alguno de los demás, si no con ellos, con él tonto de reborn o el caballo. Casi nunca juegas con nosotros, conmigo, se que a veces soy una molestia pero siento que a veces me dejan a un lado. — pequeñas lágrimas comenzaban a asomarse en esos ojos esmeraldas.
—No sabia que te sentías así. —Tsuna sintió una piedra en su estómago. Hizo sentir mal a Lambo dejándolo a un lado por ser el menos de los guardianes. — Pero siento que te pondré en peligro si sales con nosotros.
Lambo hizo un puchero.
— A pesar de verme así, soy un asesino de la familia Bovino, cosa que pareces olvidar, dame-tsuna.
Tsuna solo sonrió con tristeza.
—Tienes razón, lambo, lo olvido. Pero creo que es por eso te trato como un niño, porque para mi, eso es lo que eres. Eres mi niño.
Ahora lambo es el que no supo que decir. Asi que llorando se lanzó hecho una bolita al regazo de su jefe, su hermano.
—Este lugar es el lugar de secreto de Lambo, y solo se lo enseñare a tsuna-nii. Será nuestro secreto, ¿esta bien, tsuna-nii?
—Nuestro secreto.
Ahí se quedaron un buen rato, comiendo uvas‐con moderacion- y riendo.
°•○●°•○●°○●
—Si algo le pasa al décimo, voy a matar a esa vaca estúpida.
Gokudera daba vueltas en la sala de estar esperando a su precioso décimo, molesto por dejar que Lambo se llevara a su jefe a quien sabe que problemas.
—Relájate, Gokudera. El niño podrá ser excéntrico pero el no querría hacerle daño a tsuna.
—En eso Yamamoto tiene razón.— dijo Reborn cómodo en el sofá disfrutando su expresso.
—Pero Reborn-san...
El chasquido del picaporte fue suficiente para callar lo que sea que fuera a decir la tormenta.
—Estamos en casa. —grito tsuna sosteniendo a Lambo en su pecho.
— !Decimo! ¿Cómo está? ¿Se hizo daño?
—¿Acaso crees que no puedo cuidar de dame-tsuna, estupidera?
—Lo dudo totalmente.
—Oye, Gokudera, creo que te estas pasando. —intento mediar Yamamoto.
—Admitelo, estas celoso porque tsuna prefirió irse conmigo este día.
— Como si estuviera celoso de eso. El décimo y yo armonizamos hace poco, simplemente lo cuido. —
—Hablas de la armonizacion como si fueras mejor que yo por eso. —Le grito el rayo a la tormenta sosteniendose de la camisa de tsuna, quien lo apretó más en sus manos.
— Chicos. — a tsuna no le gustaba esto.
—No pienso eso, pero al menos se que te llevas al décimo porque intentas armonizar con el como hemos estado haciendo todos estos últimos días.
Gokudera lo había visto, yamamoto estaba más pegajoso, la piña venía más seguido junto a Chrome a visitar al décimo, e incluso el maníaco de las peleas hacia visitas esporádicas para ver al décimo.
El no era ciego.
—No me interesa armonizar con tsuna porque yo ya lo hice.
— Es por eso que... espera, ¿que dijiste?
—dije que yo ya armonice con tsuna, así que si usas eso como escala para alguna cosa, el perdedor aquí eres tu. —dijo Lambo sacándole la lengua.
Gokudera frunció el ceño.
—Tampoco es que mientas para sentirte mejor, vaca.
—No, Lambo tiene razón. —intervino Reborn dejando su expreso ya acabado en la mesita.
—Lo sabias. —la vida de tsuna no se alejaba de su tutor, casi padre. Nunca soltó su pequeña carga.
—Por su puesto que lo sabía, que tipo de tutor sería si no supiera cuando tus elementos armonizan contigo.
—¿Eso no sería una violacion de mi privacidad?
—Eso no existe conmigo aquí.
—¡Reborn-san!—interrumpio gokudera la guerra de miradas entre tutor y alumno.— Pero cuando fue eso, creí que el primero en armonizar con el décimo había sido el idiota del béisbol.
—En realidad, fueron dos los primeros, y no fueron ni tu ni yamamoto. —dijo tapando su mirada con su sombrero, de modo que la sonrisa come mierda de Reborn podía apreciarse en todo su esplendor.
Ahora no solo gokudera estaba sin palabras, también Yamamoto, quien expreso lo que todos pensaban.
—¿Quiénes?
—Lambo y Hibari.
—¡Queee! El maníaco de las peleas. ¿Pero cuándo?
— cuando pelee con Rauji. —soltó Lambo como si no hubiera freido el pequeño cerebro de gokudera.
—¿cuando peleamos con lo Simon?—gokudera pensó un momento y luego se dio cuenta. —Fue cuando dijiste que el décimo era tu hermano.
Lambo solo sonrió con suficiencia. —Así es.
—¿Entonces cuando fue el maníaco de las peleas?
—Qué importa. —grito tsuna con un sonrojo tremendo qué le cubría toda la cara. — Qué importa cuando armonizaron conmigo, lo importante es que lo hicieron, verdad.
—vamos, dame-tsuna, que no te de pena.— se burló Reborn. —Qué acaso no es el cielo el que permite que la nube flote libremente.
Al escuchar esas palabras que tanta fuerza, calor y esperanza le daban, Tsuna sintió su corazón retumbar, abrazando a Lambo subió corriendo a su habitación ignorando las llamadas de sus amigos, los gritos de los niños y la carcajada de Reborn.
Se subió a su cama y se hizo un ovillo con el niño entre sus brazos. No lo soltó ni un momento.
Recordó, claro que recordó. La pelea de Adelheid contra hibari-san siempre era un recuerdo constante cuando quería sentirse fuerte. Cuando olvidaba su orgullo y cuando olvidaba lo que era importante. Esa pelea siempre le daba fuerzas.
La mirada de Hibari-san proclamando su respeto-a su modo-, diciéndole que siempre estaría con el, seguro los chicos pensarían que esta loco si supieran lo que el pensaba de esa pelea. Pero fue como una conversación que tuvieron hobari-san y el en esa ocasión.
Un calor que creció en su pecho y lo recorrió desde la cabeza a los pies. Lo mismo que sintió con Yamamoto esa vez.
No sabia que era armonizacion.
Igual con Lambo. Nunca quiso ser un jefe de mafia, lo ha repetido hasta el hartazgo. Entonces cuando uno de los niños a su cargo proclama qué lo ve como su hermano en lugar de su jefe, claro que se pondrá feliz. Su corazón revolotea en su pecho de felicidad.
Sin darse cuenta lambo se quedó dormido en su pecho mientras el divagaba. Acunando su cabeza, cerró sus ojos para tratar de dormir después de un largo día.
Soy un egoísta.
Pensó Tsuna antes de caer en la inconsciencia del sueño.
Notes:
Divague al final pero esas dos escenas para mi me dan la misma sensación se armonizacion, en especial la pelea de hibari y adelheid.
Reborn ya regreso. ¿Tienen curiosidad por lo que estaba haciendo? Yo también. El que adivine de quien es el próximo capítulo o lo que estaba haciendo Reborn en estos capítulos que estuvo ausente le dedico el próximo capítulo.
Comentarios me animan mucho. Un beso.
Chapter 9: Recuerdos Solares
Summary:
¿Que estuvo haciendo Reborn en los capítulos en que no estaba y por ello dejo a Tsuna al cuidado de Fon?
Siendo sobreprotector.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Una carrera contra reloj. Falta de aliento. El corazón latiendo a mil por hora. La muerte respirandole en la nuca. Un ratón escapando de un depredador.
Así se sintió el hombre sobreviviente al exterminio de su familia. Sus pisadas apresuradas hacían eco en el muelle y alertaban de su presencia.
Pero siguió corriendo.
No podía detenerse.
Ese hombre, no, esa bestia está suelta. Lo olia. Lo perseguía. Y si no lo mataba el, lo haría su corazón desbocado.
Llego a un callejón sin salida. Amparado por la oscuridad se detuvo. Se creyó a salvo. Y mientras recuperaba el aliento se preguntó como había ido tan mal.
Eran una familia relativamente nueva, ni si quiera habian tenido su revelación todavía y su nombre se encontraba entre las sombras. Pero eran fuertes, muy fuertes.
El jefe quería la cima. Quería un mundo ideal donde todos ellos pudieran hacer lo que quisieran. Eso dijo. Pero no podría tener la cima hasta que vongola no cayera de su pedestal. Y la forma más rápida era eliminando al décimo.
Creyeron que tendrían éxito. Incluso hubieron informes de que dejaron muy herido al arcobaleno de la tormenta. Todo un logro. Estaban orgullosos de eso. Tanto, que hicieron una fiesta para celebrar.
Ahí. Ahí fue que todo se torció.
Las luces que cubrían toda la finca se apagaron, dejándolos a medios tragos y entre conversaciones. No se oyeron disparos. Solo de crujidos. Sonidos terribles de huesos rompiéndose y cuellos quebrándose. Los gritos ahogados por la oscuridad.
Unos fueron donde el jefe, iluminando con velas o con los teléfonos. La figura destrozada del jefe como un muñeco de trapo tirado en el suelo era una imagen que perseguiría a muchos de ellos hasta a la tumba.
Muchos huyeron después de eso, no eran idiotas como para pelear contra esa bestia en la oscuridad.
Pero el monstruo los siguió. Les dio caza. Sin un disparo en solitario. Solo con sus manos. Los mato a todos.
A todos menos a él.
Sentadose entre los contenedores de basura, no le importo ensuciar su costoso traje con mierda de pájaro y comida podrida.
Tal vez el olor lo haría imperceptible. Tal vez podría salvarse. Si se quedaba lo suficientemente callado.
Podría regresar a su país natal, apreciar la nieve como nunca lo había hecho. Alejarse de mafias y compañías estúpidas. Alegrarse por algo tan común como el respirar.
Pero unos pasos lo sacaron de su ensoñacion, destruyendo sus sueños como una pelota de béisbol rompiendo una ventana o el hielo al cuartearse.
La alerta fue máxima. El corazón latiendo otra vez. Los pasos acercándose a los callejones. Despacio. Como un ave de rapiña afilando las garras.
Una sombra empezó a asomarse por su callejón. Y por primera vez en toda la noche pudo ver, aunque sea la silueta del hombre que había acabado con toda su familia.
Alto, muy alto, con sombrero, las manos en los bolsillos.
Unas extrañas patillas rizadas.
"Estoy muerto. " Pensó.
Nadie sabía cual era el aspecto exacto del mejor asesino del mundo, pero esas patillas rizadas eran cultura general. Era el más fuerte de los siete arcobalenos y el tutor del Décimo Vongola.
Seguramente se entero de los planes de acabar con el décimo y este lo mando a exterminarlos al igual que sucedió con los Estraneo.
" Entonces lo de los Sospetto no fue un rumor."
—Oye, es de mala educación tener esa cara de imbecil cuando te voy a matar.
El escalofrío que sintió al ver al hombre frente a él, mirándolo como una cucaracha lo puso blanco como la cal. Ni si quiera se dio cuenta cuando lo encontró.
Empezó a sudar.
—Esa expresión me gusta más. —sonrió Reborn con sorna. Su mirada oculta por su amada fedora. — ¿Creyeron que se saldrían con la suya lastimando a Fon y conspirando para matar a dame-tsuna?
La posición era de lo más extraña. El, en posición fetal en el suelo mirando hacia arriba al mejor asesino del mundo. Ni si quiera sabia quien rayos era dame-tsuna. El sudor le bajaba en cascada por el cuello.
— ¿No quieres hablar? Yo pensé en darte unas últimas palabras pero lo respeto si no tienes nada que decir. Te prometo que esto no será rápido.
Y así, antes de saber lo que pasaba sintio cómo se rompia su esternón y desgarraba la pierna. Solo atino a dar un primer aullido antes de ver una mano moverse demasiado rápido a su cara.
Todo se volvió negro.
°•○●°•○●°•○●
Las nubes que cubrían el cielo se movían lentamente mientras los últimos rayos del sol creaban una aureola, lastima que Timoteo no pudiera ver por la cantidad malsana de papeleo que tenia que leer y firmar.
" Falta poco para que todo esto pase a Tsunayoshi, mi pequeño nieto."
En ese momento tocaron la puerta.
—Adelante.—Aprovechando a este invitado, timoteo soltó el lapicero y se alejó un pequeño tramo de su escritorio.
—Nono, vengo a traerte la investigación sobre las diferentes familias. —empezó Iemitsu con otro fajo de papeles en la mano.
—¿Son las que se han estado reuniendo para acabar con los vongola?—dijo con seriedad.
— Así es.
Y mientras Iemitsu buscaba entre los papeles alguno en específico la puerta volvió a sonar, pero esta vez no espero permiso para abrirse.
Reborn sabía que era irrespetuoso entrar sin tocar al despacho de timoteo pero la ira no lo dejaba pensar con claridad.
Y Timoteo y el inútil de Iemitsu lo notaron.
—Reborn, viejo amigo. ¿Que sucedió con nuestros adversarios?—dijo timoteo descansando su mentón sobre sus manos entrelazadas.
—Difícilmente podría llamarlos adversarios con lo fácil que fue asesinarlos.—Reborn hablo entre dientes.
—Escuche rumores de un tipo de sadismo poco normal en ti.
—No son rumores.—el negro de los ojos del asesino parecía un pozo de pura ira. Timoteo no puedo evitar el escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza.
Pero esa mirada no estaba dirigida a él, si no al tercer bulto en la habitación qué hasta el momento permanecía en silencio.
—Quieres explicarme, Iemitsu...—comenzó Reborn con voz aterciopelad, saboreando el nombre con veneno.—¿qué hacía una foto de tsuna de niño en la mansión de la familia que acabo de exterminar?
Iemitsu abrió los ojos con sorpresa.
—¿Cómo dices?
—Lo que oíste. Sabes que odio repetirme.
Rápidamente Iemitsu comenzó a ver su billetera, buscando sus fotos de nana, las cuales encontraron. Pero se puso pálido al no encontrar las de su hijo. Eso solo sirvió para enojar aún más a Reborn, si es que eso era posible.
—Tanto que te llenas la boca de decir que no visitas a Tsuna para protegerlo pero no cuidas su imagen de ninguna forma. Admitelo, no te interesa tsuna.
La ira qué consumía a Reborn era tal que apretó los puños para evitar romperle la cara a ese idiota. Un error, un error de novato nada menos.
Iemitsu también se enojo ante semejante acusación.
—Puede que haya perdido la foto de mi atún.— la ceja del asesino brinco ante aquel mote tan vergonzoso.— Pero no te atrevas a decirme que no me interesa mi hijo, reborn, porque entonces me enojare.
—Tu ira no me interesa. Preocúpate por la mía. —dijo Reborn mientras se alzaba en todo su esplendor ante el consejero de CEDEF.— No permitiré que sigas dañando a Tsuna de esta forma. Solo dile directamente que no te importa, de todas formas, solo te falta eso, pues con tus acciones lo demuestras siempre.
—Te lo advierto...—pero reborn no había terminado.
— Acaso has visto cuanto ha crecido. Cómo está formando su propia familia. Cuan poderoso se ha vuelto. Es capaz de luchar contra todo aquello que intenta lastimar a su familia pero no puede evitar la tristeza que lo encarga cada vez que su madre está triste porque su esposo inútil no puede verla más que una vez cada cinco años.
La tensión era opresiva. Timoteo no se atrevía a hablar. Es mas, parecía que esos dos se había olvidado que estaba presente. Y por alguna razón, creyó estar en una pelea de padres sobreprotectores. Sin que nadie se diera cuenta—o al menos eso esperaba—saco su cámara para enseñarle a tsuna en algún futuro próximo cuanto lo quería renacer.
—No entiendes nada.—grito Iemitsu pálido como la cal.— Si me acerco mucho, ellos los encontrarán y los mataran. Por eso me aleje.
— Eso fue cuando tsuna era un niño que no sabia defenderse ni sabia nada de la mafia. Ahora es diferente. ¿Que te impide irlo a ver?
—Te veo muy preocupado por Tsuna. —Iemitsu hablo lentamente, mirándolo con sospecha.— Casi pareces su padre y no yo.
—No parezco.—renació cuadro los hombros y metió las manos en su elegante traje, dejando ver sus ojos, negros como la noche, con una emoción tal que iemitsu pudo entender lo que decía aunque no hablara. "Tócalo y muere". —Lo soy.
Esas palabras perseguirian a Iemitsu toda su vida.
—¿Cómo?
—Soy más su padre que tú. No dejes la vara muy alta en ese sentido.
—No digas más...
—Entonces, así las cosas, te quedaras aquí y dejaras de molestar a tsuna. Mínimo, no has perdido a Nana, te aconsejo que vayas a verla antes de que se aburra de ti. El amor no debe darse cuenta por sentado.
—Eso no...
Pero Reborn seguía sin importarle lo que el jefe de CEDEF tuviera que decir.
—En lo referente a tsuna, yo me haré cargo de todo, pues es obvio que tu no eres capaz de garantizar su seguridad. No te preocupes por nada, incluso le daré la charla de las abejas y las flores. Lo protegeré y le ayudaré en todo lo que me pida. Nunca lo dejaré solo. Así como el nunca se rindió conmigo, le regresaré cada gramo de amor que me ha dado... a mi manera claro.
Todo estaba callado. Y dando por terminado su discurso, Reborn se acercó a Timoteo dejando a un desnudo Iemitsu atrás. Timoteo solo escondió la cámara entre sus papeles mientras el asesino dejaba más en su mesa. Solo de verlos quería llorar.
—Aquí esta toda la información de esa familia. Lo que querían hacer con tsuna y como fueron capaces de lastimar a Fon. Consideralos exterminados.
Con eso, dio la vuelta y se fue, dejando a un Iemitsu que parecía a punto de vomitar, y un timoteo feliz pues sabi aque su viejo amigo quería a su nieto, y esto solo lo demostró. Además, no había tenido algo tan entretenido que vera en meses. No podía esperar para contárselo a Coyote.
°•○●°•○●°•○●
Namimori, casa Sawada .
—Entonces, para resolver esta pregunta, debes usar...—inquirio Fon con amabilidad al joven vongola.
Tsuna solo se rasco la cabeza un momento, su mirada en las preguntas, ya pesar de saber que no recibiría una descarga eléctrica si se equivocaba, hablo con duda. —¿La primera ley de Newton?
—correcto, tsuna.—Fon dio un pequeño aplauso y sonando, después, saco una piruleta de sus largas mangas y se la entrego al chico. —Por tu buen trabajo.
Tsuna miraba la paleta con brillos en sus ojos, feliz de saber que no le explotaría en la cara, le quito el envoltorio y se la metió en la boca, sonriendo mientras lo hacía.
Parecía que estaba en el cielo.
Pero todo sueño debe terminar.
—Si sigues mimando a dame-tsuna de esta forma, se volverá perezoso.
Tsuna casi escapa la paleta al escuchar esa voz.
—¡Re-renace, volviste!
La patada que le dio en la cabeza fue su respuesta.
—Que te he dicho de tartamudear, un jefe de la mafia no hace eso.
—Lo siento. —Tsuna lloraba cómicamente en el suelo.
Iba a levantarse para salvar un poco su dignidad, pero unos brazos fuertes y seguros lo levantaron del suelo, alto, muy alto, hasta que se dio cuenta que Reborn lo levantó en brazos como un bebé, sus manos se sostuvieron a los hombros del asesino, y sin querer, apretó el saco del otro para poder sostenerse mejor.
— ¿Eh? ¿Eh? —los signos de interrogación en la cabeza de tsuna eran casi visibles para los dos arcobalenos, la tormenta cubrió su risa con su larga manga, mientras que el sol miraba a su pupilo. -¿Renacido?
La mirada de reborn era extraña, pero no activaba su intuición, así que tsuna se la mantuvo. Un sentimiento cálido lo recorrió de pies a cabeza, no era la primera vez que renacía lo levantaba del suelo, pero si era la primera en que sentía algo parecido a lo que un compañero le dijo que sentía cuando su padre lo cargaba.
"Me siento seguro, cálido, que nada me podría hacer daño ."
Y así como empezó, término. Reborn lo dejo caer en la cama y simplemente dijo: —Termina tu tarea, dame-tsuna.
—!Sí!—tsuna se apresuró a terminar, aunque la calidez no se había ido, y supuso que dudaría mucho para que se fuera. Regreso a sus papeles con una pequeña sonrisa mientras los arcobalenos salen de la habitación.
Cuando reborn cerró la puerta para que el castaño terminará su tarea y quedó frente a Fon, una sonrisa comemierda lo recibió en todo su esplendor.
—¿Qué?—dijo a la defensiva. Ya se había expuesto demasiado con timoteo, y va y hace lo mismo con Fon. Lo próximo sería comportarse como un idiota frente a la piña.
—Nada.—dijo Fon sin perder la sonrisa.—Solo me preguntaba si habías cumplido la misión.
—Por quien me tomas.—si no fuera indigno de él, reborn hubiera dejado escapar un mohin.—Les rompi las piernas por haberse atrevido a tocar las tuyas.—se acercó y tomó la cintura del chino en sus manos.
—Todo un seductor.—siguió burlándose Fon.—¿Paso algo referente a Tsuna?
—Porque preguntas eso?—Si Fon no se callaba con lo que paso con los Tomaso, si se enteraba de su pequeño pleito con Iemitsu, nunca lo dejaría pasar.
—Por nada. —la tormenta recorrió con sus largos dedos los hombros del sol, deteniéndose en su pecho, de donde saco una foto y se alejó antes de que Reborn pudiera quitársela.
" Maldición "
El arrullo que soltó Fon es algo que lo lleno de vergüenza y calidez a aportes iguales. Pero como ya dijo, tiene una reputación que mantener, así que no dejo que se dejará ver nada de eso.
—Pero que lindo, Reborn, tienes una foto de tsuna de niño. Es tan lindo. ¿Seguro la pondrás en tu álbum, verdad?
—¿Estás loco? ¿Yo no hago esas cosas?—' en público .'
—ah si? Bueno, no te importara si me la quedo verdad.—La foto que empezó todo tapaba la hermosa sonrisa de mierda de Fon, ya pesar de si mismo, Reborn entendía porque se había enamorado de la contradicción que tenía enfrente.
Se lanzó para recuperar la pero Fon fue más rápido. Seguro que si quisiera realmente se la podría quitar, pero la vergüenza de que los niños, o Dios no lo quiera, Tsuna, se enteraran de esto era mortificante.
Sin embargo, Fon se detuvo y el también, acercandole la foto con una sonrisa más genuina y amorosa.
—Estoy tan feliz por ti, Reborn.
Este solo le arrebato la foto, y se fue tratando de conservar la dignidad que le quedaba.
—Lo que sea. Iré a ver a dame tsuna. Seguro se volvió blando por todo el tiempo que estuviste con el.
—Puedes decir que lo extrañaste.
—Como si.
Notes:
Se que me tarde un poco. Pero comencé a trabajar y se me olvido. Esto no es una excusa. El lado bueno es que no me tarde un año. Yaaaaay🥳🥳🥳🥳🥳
De todas formas, este capítulo está dedicado a Adhepando559, y cuando sepa como dedicar el capítulo como antaño lo haré. De todas formas, el o ella descubrió el siguiente personaje del que iba a escribir, en este caso. REBORN.
Amo escribir sobre reborn siendo un padre para tsuna. El merece todo lo bueno del mundo, y aunque reborn es muy sádico, lo ama mucho.
Espero les guste el capitulo y no tardarme mucho para la siguiente actualización. Comentarios y votos son siempre muy bien recibidos. Dios los bendiga.
También si tienen ideas de algo que les gustaría ver. Escríbanme en comentarios. Me encanta leerlos.

half_moon_shine on Chapter 2 Tue 14 Oct 2025 05:38AM UTC
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Amehotaru on Chapter 2 Sun 19 Oct 2025 12:55PM UTC
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Kisaki_Yazmin_Motou on Chapter 3 Mon 03 Jul 2023 11:17PM UTC
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Nisantzaza1999 on Chapter 8 Sat 10 May 2025 05:36PM UTC
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Amehotaru on Chapter 9 Tue 26 Aug 2025 02:34AM UTC
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Amehotaru on Chapter 9 Thu 18 Sep 2025 06:56PM UTC
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