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Hombre músculoso se atora y twink se lo folla

Summary:

¡Oh, no! Sett se ha quedado atascado en la puerta de entrada para mascotas ¿Cómo llegó ahí? Menos mal que Aphelios está en casa para echarle una mano o dos.

Notes:

En mi Twitter subiré algunos dibujos @Oh_woopz

(See the end of the work for more notes.)

Work Text:

Es un día pacifico, los chicos han salido a comprar cosas para comer mientras que Sett se quedó en casa para terminar su rutina de ejercicio. Cuando esta acabó, notó que se habían ido todos, estiraba su cuerpo y salía a verificar por la sala y la cocina, viendo a lado de esta la puerta que conectaba al patio la cual tenía un gran hueco cuadrado, llevaban unos días planeando como poner la puerta para mascotas de Ernest —sí, el perro que sale el vídeo musical— Fue ahí que tuvo una idea, él se encargaría de ello, solo debía subir por unas herramientas para terminar de instalarla.

Caminando de regreso con estas en el pasillo, se dió cuenta que salía musica de la habitación de Aphelios, tocó y se asomó. Sorpresa, aunque no para muchos; el chico peliazul había preferido quedarse en casa a seguir componiendo algunos beats antes que andar fuera con el grupo ruidoso.

"¡Phel! No sabía que estabas aquí, me alegra saber que hay alguien más, andaré abajo instalando la puerta de Ernest." Comentó mostrando las cosas que tenía en manos.

Aphelios contestó mirándolo con un pulgar arriba y eso fue suficiente para que el fortachón se fuera feliz.

Ahora sí, parado ante su nuevo reto, dejó a un lado las herramientas en el piso y sacó de una caja plana lo que sería la puertecilla negra de goma.

Sett quiere demostrar que es más que un cabeza hueca con buen cuerpo.

Manos a la obra. Se sienta en el suelo y ve que las medidas que Kayn ya había hecho para el hoyo eran exactas, ajustándolo bien y sacando unos tornillos para incrustar en los laterales, fuera o no como lo estaba haciendo, ese no era el punto, sino que lo estaba logrando. Minutos después de seguir apretando otras tuercas por dentro y fuera, se dió cuenta que estaba finalizado.

"Fue mucho más fácil de lo que creí!" Exclamó en su felicidad.

Sacando la cabeza por ahí para ver parte del patio, si que había sido un trabajo sencillo. Levantándose para abrir y cerrar la puerta, observando lo bien que había quedado de ambos lados; por último la cerró y se sentó en frente para admirarla, pequeños brillos y una sonrisa salían de él demostrando lo bien que se sentía.

". . ."

Pero, sin siquiera razonarlo un segundo, se puso de rodillas para sacar su fuerte brazo por aquel portón, viendo lo grande que era, fue ahí cuando se dió cuenta de que la misma duda llevaba dando vueltas en su cabeza, claramente es grande y espaciosa para que pase un perro como Ernest, pero... ¿Podría pasar una persona también?

Las preguntas necesitan respuestas, así que se atreve a continuar no solo con su brazo, sino también la cabeza, eso era divertido, moviéndose un poco más haciendo que la puerta entera chocara con el propio marco haciendo un escándalo, pero esto no impediría su descubrimiento, siendo un poco más difícil sacar el otro brazo, esforzándose y empujandose con los pies, provocándole unos gimoteos de cansancio.

"!Y-Yaaaa.... casiiiii!"

Se divierte a la hora de pasar su gran pecho, poniendo ambas manos contra la madera para impulsarse, sientiendo una liberación y dando un suspiro enorme al momento de tener más espacio en su torso, una cintura pequeña permitía perfectamente que tuviera un poco más de movilidad, se reía listo para terminar, su cara estaba llena de gozo por cumplir su capricho, hasta que...

"....... ¿¿E-Eh??" Seguía moviéndose pero lo único que lograba era obtener el sonido tosco de la puerta chocando. "¡¿Por qué no puedo saliiiiir?!

Agitándose a los lados y por dentro de la casa usando sus piernas para seguirse impulsando.

"Ay, no...."

Sus orejas decaídas y su rostro sonrojado mostraban su vergüenza al quedarse atorado por su curiosidad. Volteando sin poder creerlo, su gran trasero y anchas caderas le impedían el paso, y ahora regresar por dónde había venido le era imposible, sin embargo, su sutil cintura era un punto medio donde tenía cierto espacio a su alrededor, tenía suerte de que los contornos de aquella entrada instalada fueran de goma para no lastimarlo ¡Pero ese no era el punto! ¡Estaba atascado! Usando su último recurso de emergencia:

"¡¡Pheeeeeeeeeeel!!" Gritando por ayuda, no quería que los chicos volvieran y lo vieran así, se sentía como un tonto. "¡¡Ven aquí, necesito tu ayuda!!"

Suspirando mientras bajaba las escaleras por todo el ruido que se había creado, Aphelios no tuvo palabras para describir la escena que tenía ante sus ojos ¿De verdad Sett había intentado cruzar el portón del perro? Claro que sí, lo estaba presenciando, y no solo eso, sino también ese magnífico show privado, las caderas del mayor se agitaban de derecha a izquierda no se podía ni imaginar cómo estaba luchando del otro lado, escapándosele una risa.

"Pfffff- jajajaja~" Suave y dulce como una melodía, pero lo suficientemente alta para ser escuchada.

"¡Phel! Que alivio que estás aquí, fiuuu~ JA JA ¿Podrías ayudarme? Me quedé atascado y no puedo hacerme para atrás."

Este se acerca con cautela y lo primer que hace es poner las yemas de sus dedos en la parte del trasero, su cara mostraba todas sus intenciones. ¿A caso está era su recompensa por su arduo trabajo en la banda? Empezó a pasear su mano entera por aquella ropa ajustada que resaltaba lo mejor del pelirrojo, impresionante, eran más suaves de lo que creía, tal vez no todo era músculo.

"Emmm... No creo que lo logres solo con una mano, intenta con ambas, tienes que usar más fuerza."

Dicho y hecho, poniendolas juntas para amasarlas y dar toqueteos, ayudando a empujarlo una que otra vez, Sett bajaba la orejas al sentir esa sensación recorriendo toda su parte inferior, recibiendo casi un choque eléctrico al sentirlas nuevamente posicionadas pero esta vez en sus muslos internos.

"¡AaAAAaAAaH!~ ¡P-Phel! T-Ten cuidado, ¡P-Por ahí no!"

Que lindo, esas palabras que trastabillaban una contra la otra intentando dar órdenes en vano hacia alguien que ya tenía asegurado lo que haría; una gran sonrisa era clara en el rostro del Aphelios, rodeandole la cintura para desabrocharle el cinturón. ¡Buena idea, sin tanto estorbo eso podría ayudar! Tirándolo a un lado y deslizándole el pantalón junto a la ropa interior para apreciar todo lo que sería suyo, mordiéndose el labio y apreciando aquellas grandes proporciones, dando un masaje más íntimo al oír esos gemidos que provocaba.

"Espera... Haaa... E-Esto no está funcionando... m-mejor ve por aceite o algo que ayude a deslizarme."

Tenía razón, eso era muy listo de su parte, Aphelios se levantó con una erección notable dentro de su pantalón la cual ya comenzaba a doler y se dirigió por lubricante a su habitación, era rápido, muy veloz en realidad, no podía esperar ni un momento más a dejar con hambre ese maldito culo que se había entregado ante él. Poniéndose de rodillas ante este y dejando caer el lubricante sobre el trasero sin previo aviso, estaba un tanto frío, Sett había reaccionado ante la temperatura dando un pequeño brinco, sonrojado daba indicaciones de que pusiera más por la parte de alrededor, sus palmas expertas le permitían acariciar la espalda baja y los costados, dando un buen masaje mientras frotaba 'sin querer' su propia erección contra él, esperaba que la sintiera tanto como quería, llevó más lubricante por la parte del abdomen, sintiendo esos músculos que lo excitaban tanto, tocandolos a placer y bajando hasta su miembro viril.

"Ahhh~ ¿E-Es necesario e-el.... aceite ahí?~"

Mierda, sí que se sentía jugoso. Esa inocencia lo estaba provocando muchisimo más, sus manos volvieron al punto de inicio y comenzaron a jugar con esas grandes mejillas, pasando sus dedos, rozando lo que sería su premio. Fue ahí cuando uno de los dedos entró.

"¡AHHHH!~ mnnnn~ ¿Q-Q-Qué haces...? Hngghhh~"

De forma discreta iba adentrándose por toda la cavidad del mayor, haciendo espacio con mucho más lubricante. Los gemidos no se hicieron de esperar, alguien tan grande atascado en una situación como esa no se debía desaprovechar, movía su trasero encontrando un punto donde calmar sus ansias, sus pies se recorrían contra el suelo como si quisiera avanzar, pero solo terminaba por cansarse, exhausto y gimiendo ante todas esas atenciones especiales y únicas para él, su cuerpo lo traicionaba al darle una erección.

"Veo que estás disfrutando de estar atrapado~"

Un tono sucio y seductor era lo que salía de él, Sett negaba mientras continuaba sin ningún resultado. Mientras tanto, un segundo dedo se iba incorporando, y junto a ellos, unos gemidos ahogados, se sentía demasiado bien, no había forma de negarlo con esos ojos que se ponían casi en blanco ante esos delgados medio y anular que lo hacían desfallecer, los separaba, los hundía e incluso los flexionaba ligeramente para escucharlo jadear más, al menos ya tenía una idea de dónde le daría más gusto. No quería que se viniera aún, mucho menos que tuviera un orgasmo sin que ÉL estuviera dentro. Aphelios continuó en su largo goce un tiempo más antes de retirarlos.

"Tenías razón, Sett, esto no está funcionando, creo que intentaré empujarte con algo más grande."

"Aaaaaah....~ Ahhhhh~ g-gracias por darte cuenta haa...~ Ya comenzaba a cansarme~"

Pero sus afelpadas orejas se pusieron en alerta ante el ruido del cinturón de Phel cayendo, el sonido de la ropa de su compañero bajando era claro, Sett no entendía para que era eso, hasta que sintió algo grande como este le había dicho... el pene de Aphelios no era para nada pequeño, escurriendo en lubricante y presemen no podía aguantar más las ganas de llenarlo, tomándolo de esa resbaladiza cintura para por fin hacerlo suyo, pasando a través de aquella ya dilatada entrada, sus palabras lo alentaban, su cuerpo lo estaba aceptando bastante bien, iba lento en esa cavidad tan estrecha.

"Sett, que haces... Tch~ Afloja un poco más o no podrás salir de ahí- haaa...~"
 
Esto sí que era divertido, en ese rostro se veía el anhelo tan enorme que representaba, su buen pedazo de carne estaba adentrándose a su antojo, sujetandolo bien para empinar aquel gran cuerpo, observaba como las piernas de Sett temblaban ligeramente, era normal que no estuviera acostumbrado a tener algo tan bueno... y menos dentro de si. Sett ni siquiera podía formular una palabra, todo lo que salía de su boca era una mezcla de gemidos y jadeos, sería una mentira si dijera que no le gustaba, le encantaba. Esta nueva sensación lo hacía sentir indefenso pero no comprendía por qué. Aphelios continuaba metiéndolo hasta cierto punto donde lo escuchaba llegar a ese grado de placer esperado, tan apretado y lujurioso; las embestidas se vuelven rápidas, tomando mas movimiento en contra, su miembro entero cabía a la perfección. Estaba hecho para él.

Se dilataba y acoplaba, sus estocadas iban a buen ritmo, quedándose rápido sin aliento por la emoción, dando un pequeño descanso... su ajetreo era más calmado, aquella erección era caliente, quería aguantar en ese límite tanto como pudiera.

"Ohhhh... ahh~ Sett... se siente bien... dime qué te lleno por completo~ si.. eres un buen chico"

Sin duda alguna, esas caderas grandes eran esenciales, agarrándose de estas para ir a su medida, los gemidos del exterior le hacían saber que lo estaba haciendo más que excelente. Una de sus manos de desplazaba suavemente por debajo, sintiendo las gotas de lubricante en su transcurso hasta tocar el miembro de Sett, el cual se hallaba gordo y escurriendo. Por dios, que podía ser mejor que esto, teniéndolo a su merced, no lo pensó más... comenzando a masturbarlo un poco, masajeaba desde la punta a la base como si quisiera provocar que se viniera de una vez.

"P-Phel.... Phel... Ahhhh~ e-es... espera-haaaa... Pheeel~"

Escuchar tantas veces su nombre era señal de lo bien que lo estaba dominando. Era suyo.

"Vamos Sett... Ahhh~ ya casi me vengo... Hazlo... ¡Aprietame más...! mnnn~" su voz era casi quebradiza por todo el estímulo recibido.

El pelirrojo pudo sentir como en un instante una sensación diferente se apoderó de él, esa excitación era mucho más grande, sus ojos lagrimeaban y se aferraba a lo que podía. Su cuerpo inclinado hacía que entrara directo donde le gustaba, levantando un poco el pecho y agitando sus caderas para mejorar la forma de recibirlo, su respiración se agitaba y comenzaba a casi exigir por más. Ese punto de no retorno donde su mente no podía pensar con claridad, dejándose convencer y manejar al antojo del contrario, apretando como quería y recibiendo esa recompensa que hacía sus sentidos explotar, la forma en que era masturbado en serio le gustaba, jadeaba con saliva cayendo por su comisura hasta sentir algo caliente que lo despertó. Aphelios se había corrida en su interior, Sett temblaba ante el calor que abrazaba su cuerpo y se hacía constantemente más grande.

"¡¡SETT-!! NGHHH.... ¡aghhh...!. haaaaa~ ahhh~ Sett..." Su vista se sentía nublada y suspiraba. "Que bien- ... se sintió eso~"

Ese orgasmo era increíble, sin duda el mejor que había tenido. Recargandose un poco contra la puerta empujando más su cadera contra este, dándose cuenta que la mano que seguía abajo se sentía mojada, Sett también se había venido. Una sonrisa llenó su rostro, usando aquella eyaculación para seguirlo masajeando de forma más cariñosa, dándole un poco de la ternura que merecía ante tan buen trabajo. Cuando fue el momento preciso posó ambas manos en los laterales del mayor para ir sacando su miembro, apreciando la vista de como Sett se retorcía, separandole sus mejillas para observar como todo ese semen salía, escurriendose lento hasta los genitales. Se sentía orgulloso, sobandolo un poco, dándole un ligero masaje en los muslos y todo el largo de su pierna, seguramente se sentía adolorido. Lo había hecho tan bien que ni siquiera tenía palabras para decir. Atesorar el momento, eso era todo.

"Ahhh... a-ahhh~ p-phel.. hmn... c-creo que mis caderas ya están un poco... más fuera." Su voz se entrecortaba pues aún no procesaba bien lo que había sucedido. 

Era cierto, por un momento había olvidado que estaba atrapado ahí, Aphelios tomó el lubricante y lo esparció más por los alrededores, y por fin con un último empujón, Sett se había desatorado.

Jadeando en el pasto mientras retiraba las piernas de la puerta de goma y se subía su ropa para taparse, todo aquel proceso había sido verdaderamente agotador, tanto físico como mental. El ruido de la puerta abriéndose le hizo voltear lento, fue ahí cuando pudo ver a Phel, quién se abrochaba su ropa de igual forma.

"Haa~ eso sí que fue dificil, déjame darte una mano" Agachándose a su lado para ayudarlo a pararse. "Debes estar exhausto." Acariciaba su cabeza para que se sintiera mejor, viendo como las orejitas de este se movían mientras entraban nuevamente a la casa y cerraban la puerta. "Pero déjame decirte que hiciste un buen trabajo, la puerta de Ernest quedó bien, y descubriste que puedes pasar con ayuda de un empujón."

Sett sintió las mejillas coloradas, bajando las orejitas aún más mientras sonreía un poco bobo. "S-Sí, muchas gracias por ayudarme Phel, ¡No se que hubiera hecho sin ti! Aunque... me siento un poco pegajoso, creo que me iré a bañar~ tengo que quitarme todo ese aceite." Decía para después darse la vuelta e irse caminando un poco adolorido de las piernas, sobándose atrás.

"Claro, claro~ ve, yo me quedaré aquí a limpiar."

Se sentía completo, se podría decir que incluso aún con energía, había sido una buena tarde, así que debía recoger las cosas antes de que los chicos llegaran; inclinándose para tomar las herramientas y acomodarlas, su cuerpo revivía las sensaciones una y otra vez, teniendo una gran sonrisa en rostro que nadie podría borrar, su adorable Sett se metía en problemas pero Aphelios siempre estaría ahí, listo y en el momento indicado, esperando con ansias la siguiente vez que necesitara de su ayuda.

Notes:

Gracias por leer!! Haré más historias de ellos
✧◝(⁰▿⁰)◜✧