Chapter Text

Capítulo 1: Mal Augurio

El invierno nunca parece acabar; llevamos años con el mismo clima sin importar en que momento del año estemos; Primavera, Verano, Otoño y, sorprendentemente, la estación que nunca acaba. Afortunadamente, ha mejorado un poco desde hace algunos años, a pesar de que todavía haga demasiado frío se empieza a notar poco a poco ese bello y aromático verde que solía pertenecer al bosque, un bosque que nunca he conocido, hasta ahora.

Ha pasado mucho tiempo desde la última aventura a lado de mis compañeros; hemos pasado alegrías, tristezas, discusiones, momentos románticos, enojos, etcétera, hemos pasado de todo, pero siempre nos hemos estado apoyando los unos a los otros. Ronnie, quien al principio nunca me vio como una figura paterna hasta después de un tiempo de haberla conocido, ha crecido, al igual que Richie, nuestro hijo adoptivo que ha mostrado progreso de confianza en si mismo en el transcurso helado del tiempo. Sin embargo, siguen siendo niños y nuestros pequeños ángeles consentidos. Por otro lado, Débora y Oliver también han creado su vida juntos, no obstante, no hemos podido tener contacto tan seguido con ellos, ya que tienen sus propios planes de vida, aún así, seguimos siendo grandes amigos. Por el momento todo está yendo muy bien; Montimer y yo hemos logrado unir a varias comunidades de murciélagos, ratones, ardillas y otras especies, nos protegemos unos a los otros ante ataques de hostiles enemigos, hemos logrado crear una econoía en donde se pueda trabajar y convivir sin que haya problemas en la armonía que existentes entre presas y depredadores. Lastimosamente, no todo es perfecto; los pocos murciélagos que habitan en nuestra comunidad le es difícil buscar algún sustituto para la carne que solían comer, llevando pequeños roces entre las diferentes especies por que unos tienen "mejor" posibilidad de alimentarse que otros.Afortunadamente, hemos podido sustituir la carne con algunos insectos, vegetales, frutas e incluso pequeños peces. Con la creación de esta gran comunidad, se han esparcido de boca en boca la unión de estos dos "bandos" (como algunos suelen referirse a los roedores o a los murciélagos, dependiendo a quien se le pregunte) y, con ello, sabemos que hay otros murciélagos que tienen la noción de la existencia de esta nueva pequeña y recién creada aldea, queriendo atacar fácilmente a animales pequeños, especialmente en la noche. Milagrosamente, se han dado muy pocos casos y, afortunadamente, ninguna pérdida se ha dado; el último caso fue hace varios meses, de ahí en fuera, no hemos sabido de otro ataque.

Hemos realizado varias actividades en la frescura que nos brindó el día de hoy en las, cada vez más reconfortantes, "calles" de nuestro pequeño poblado; al inicio de la mañana todos salimos juntos con el propósito de adquirir lo necesario para preparar un desayuno digno de cuatro personas. Después de haber terminado el desayuno procedimos a pasear un rato, tanto dentro como fuera de la aldea recién creada, pues, después de deambular durante mucho tiempo en el invernal bosque ya no nos parecía amenazante a estas alturas de nuestras vidas ya que Ronnie y Richie jugueteaban en la fría nieve que cubría el suave sendero hacia nuestro nuevo hogar. Cuando el sol se empezó a ocultar nuevamente nos empezábamos a dirigir nuevamente a nuestra casa dentro del reciente poblado ante el suave tono naranjado del sol, coloreando las nubes con ese cálido color que deseábamos sentir hace mucho tiempo, ahora, a pesar de que no irradiaba tanto calor como nos imaginábamos, se sentía mucho más agradable estar afuera de un refugio y no temblar en busca de algo que protegiera contra las ráfagas de ventisca golpeando tu piel incluso por encima del pelaje. Una vez llegamos a casa nos fuimos a dormir temprano, esta vez, en mi propia habitación con Montimer, mientras que nuestros hijos dormían plácidamente en otra distinta. Lamentablemente, Montimer y yo ya no somos tan jóvenes como ellos, por lo que, una vez tocamos nuestra suave cama de hojas, caímos dormidos casi al instante.

No sé cuánto tiempo habrá pasado desde que empezamos a tomar descanso en la tranquila noche, pero se escuchó un fuerte estruendo desde fuera de nuestro hogar, causando que, definitivamente, me despertara de forma inmediata.

-¡Aaaahh.- Jalé aire fuertemente mientras me sentaba en la cama, sudando frío mientras volteaba hacia la venta, definitivamente había una fuerte tormenta fuera de nuestro hogar.- ¡Montimer! ¡Despierta! Hay-

Cuando intenté poner mi pata sobre él para moverlo suavemente para despertarlo de su sueño, no lo encontraba palpando en lugar donde debería estar. Volteé mi mirada nuevamente hacia donde mi mano falló su búsqueda, teniendo el mismo resultado. - ¿Montimer? – busqué sin moverme de la cama en el interior de la habitación, girando mi cabeza, examinando cada rincón del frío cuarto, pero no estaba, ¿Se habrá ido sin mí? ¿Habría tomado a los niños con él? Encontré la respuesta a la segunda pregunta sin ni siquiera en esforzarme en buscar su respuesta. - ¡Papi Larry!.- Gritaron al unísono ambos, relejando miedo en sus jóvenes voces. ¿¡Acaso estaban en peligro!?- ¡Ron! ¡Richie!.

Salí lo más rápido que pude de la recámara, tropezándome recién levantándome de la cama debido a que uno de mis pies se enredó en las sábanas de la cama. Sin importarme mucho eso, salí de la habitación, liberándome como pude de ello. - ¿Richie? ¿Ronnie? -No hubo respuesta, pero si un indicio; la puerta de la entrada estaba abierta, mi corazón se detuvo por un segundo al momento de que el pensamiento de que hayan salido a la tormenta de fuera cruzara por mi mente. - ¡Oh, no! – Salí de nuestra casa, solamente para ser golpeado por una fuerte corriente de aire, moviendo brutalmente el pelaje de mi cuerpo. - ¿¡Ronnie!? ¿¡Richie!? ¿¡Montimer!? – Me puse a bajar las escaleras de nuestro hogar para ir a la ciudad en su búsqueda con sumo cuidado, pues, aunque no lo pareciera, el fuerte vendaval trataba de desequilibrar mi bajar.

No era una tormenta, ¡Era una tempestad! El aire era inmensamente fuerte, la lluvia caía a grandes cantidades, el cielo estaba relampagueante con cada segundo que pasaba, pero eso no me impidió en avanzar hacia la ciudad, o su intento dé. Me costaba mucho trabajo caminar, tuve que taparme la cara con un brazo para poder tener los ojos un poco entreabiertos, pues las gotas de agua y el tormentón amenazaban mi pupilas para que se cerraran ante tales amenazas presentes. Lamentablemnte, no solamente era el clima lo que estaba en mi contra, también unos murmullos proviniendo de ningún lugar en concreto, cosa curiosa que los lograra escuchar a pesar de los estruendos que el paisaje me ofrecía.

Hiswingisruined … Iwonteatyou… Youwanttotakeherplace?…

- ¿Qué? – Me fije por todos lados, pero no había nadie cerca de mí, y mucho menos lo habría en unas escaleras tan estrechas como las que estaba bajando ¿Eran así de angostas? - ¿Hay alguien ahí?

No hubo respuesta alguna, más que simples murmullos que apenas se escuchaban, pero se escuchaban claramente.

larryIthurtsimscared … Stupidmouse… Areyoulostdoyouneedhelp… Montiourmontimer…

Seguí avanzando, con el factor de miedo ahora presente en mi interior. – Esto no puede estar pasando… debe ser una pesadilla…- Pudo haber sido un murmuro o un grito con lo que dije dicha frase, en ambos casos, pudieron ser fácilmente silenciados por los efectos que estaban presentes en el bosque. Mientras más caminaba, más fuertes se escuchaban esos murmullos, para mi fortuna o infortuna, esas voces logré reconocer algunas voces, pero ahora tenían una especie de efecto de eco que las hacían más oscuras, pero, sobre todo, más molestas.

Fatherareyousick ?… Iknowhelovesmetoo… Itreatedyousodifferentlythatron… Icantlosehim…

Agarré mis orejas y las bajé, esperando a ya no oír esas voces que estaban volviéndome loco. Sin embargo, las escuchaba más y más cercanas a mí. - ¡Basta! ¡Déjenme tranquilo! – continué bajando las escaleras, pero, en esta ocasión, corriendo, esperando huir de esas voces, aún contra corriente. Por fortuna logré deshacerme de ellas, sin embargo, el esfuerzo que impliqué me obligó a parar a tomar aire, un aire muy difícil de respirar por lo helado que estaba y por la violencia de la turbulencia que estaba presente.

Para mi mala suerte, mientras recuperaba el aliento,escuché un fuerte crujido por encima de mí, con todo el temor del mundo volteé mi cabeza hacia arriba solo para darme cuenta de que un pedazo de rama se desprendió del árbol que habitaba y se dirigía hacia mí. Podría jurar que parecía más grande y pesado que yo. - Oh no…- exclamé, mientras veía aquel pedazo de madera cayendo, ¿Hacerme a un lado? ¿Saltar? Estaba en un lugar muy alto, si la rama no me mataría, la caída si lo haría. – No, no, no, ¡Nonononono! - cerré mis ojos con fuerza, rogando que el destino tuviera otros planes que solo acabar mi existencia en ese momento, llena de confusión y disgusto por no saber que es lo que realmente estaba ocurriendo...

…

Savememontimer …