Archive of Our Own ^beta

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Mi padre siempre me colocaba entre sus brazos,eran suaves,sumamente comodos,un aroma rico que cuando apenas lo percibía,me sentia en paz,me sentia segura. No puedo evitar sentirme bien cuando el esta cerca,con esa barba limpia y esponjosa,en la que me podria perder si me quedaba dormida en su pecho,eso siempre me dice mi tia cuando le pregunto sobre como era yo en aquel entonces,tambien me suele decir que yo parecia un tamal de esos oaxaqueños a 10 pesos que te venden con un vaso de unicel con champurrado bien calentito en tiempo de frio. Nunca probe un champurrado tan rico,ni aunque lo hiciera mi papá o mis tíos,simplemente hay una diferencia enorme,por eso me gustaba pedirle a mi papá cuando salíamos unos veinte pesos para comprarme tantito champurrado en esos dias,me gusta mucho el sabor,lo que no me gustaba era compartirlo con dusty ya que dejaba el vaso manchado de grasa de tamal de rojo.
El nombre de mi papá es Brad Armstrong,mi tia es la unica que comparte su apellido ademas de mí y Dusty,mis tíos en palabras de mi papá son amigos de toda su vida,se conocian desde niños,un grupito de cuatro chamacos gustosos de jugar futbol en el parque despues de las clases hasta que se hiciera de noche,acababando con una regañada por que se pasaban de la hora,por que habian regresado sucios,o por que simplemente le pasaba algo al balón,eso ultimo era la razón por la que siempre fueron tan unidos,eran regaños por no ser tan machos como se los dictaron,sobretodo mi padre,me cuenta que una vez le hicieron un "chichón" con una botella de cerveza,esas de indio,y el señor que se la aventó nomas le decia cosas feas,y no fue situacion de una vez,sino,de una,y otra,y otra hasta que mi bisabuelo se llevó a mi papá y a mi tia de ahí.

El tio Cheeks es muy amable conmigo,un señor de pocas palabras,quedandose calvo,con unas mejillas rojisimas que parecen parte de un lindo maquillaje de payaso,cocina muy rico,y cuando me cuida normalmente me acompañaba a comprar discos y ponerlos en su dvd,siempre son peliculas o musica,tambien me compraba series,tambien compraba algunos discos para Dusty o compraba lo mismo,asi para evitar que hubieran favoritismos. Me acuerdo que una vez le saqué un disco rentado para verlo a escondidas,una pelicula de pirañas que en la curiosidad y emoción por asustar a Dusty,sin embargo,ambos nos llevamos una sorpresa en cuanto la pelicula comenzó a reproducirse bajo la luz de la noche,siendo la unica iluminación aquella televisión enfrente de mí y mi hermano,impactando entre la oscuridad... No un screamer de una piraña,sino,una señora rubia en bikini junto con una voz horrible,acartonada que parecia gemir en cada segundo. Entre un grito de horror apagamos la tele y vino corriendo mi tio,quien se supone que estaba dormido,en una pijama que constaba de una playera del partido verde junto con un short y sus chancletas esponjosas,sosteniendo firmemente la puerta que habia azotado anteriormente,en silencio prendió la luz y vió la carcasa que protegía el disco. Desde esa noche no puedo quedarme en su casa a oscuras.

El tío Angoneli es chistoso,sobretodo por su forma de hablar,es como si fuera un "luigi" de la vida real,hasta fisicamente,solo que sin estar tan delgado,su vida es relativamente normal,aunque a veces suele estar haciendo viajes por ciertas cuestiones,mas que nada para acompañar al tio weeks en sus viajes de trabajo,casi no los veo siendo honesta,peero cuando los veo,es agradable,comida rica,juguetes,a veces solo una cerveza con mi papá y me dan dinero a mi y a dusty para comprarnos unas papitas. Por la parte del tio weeks,Richard,es "el ejemplo",un hombre "guapo",con dinero,una casa,esposa güera, y un hijo del que... el no gusta hablar.

La tia lisa es la unica mujer en la familia además de mí,esta en la preparatoria de pura suerte,papá esta feliz por que ella puede estudiar formalmente,pues,desde su infancia nunca la dejaban salir,era como un animalito en una jaula,un hamster que al contrario de otros,no era amada y bien cuidada,sufria demasiado,suele estar encerrada con tareas y por las noches se escapa con alguien,cuando vuelve solo se me acerca y me besa la frente antes de acostarse en su habitacion,apestando a la misma cerveza que mi papá bebe con mis tios,junto con un olor raro,ceniza. Sin embargo,puedo entender el por qué,a veces sus cabellos se quedan en la regadera,no suele dormir bien en la noche y duerme todo el dia,casi no come,y cuando come mucho,es un atracón según mi papá,pero prefiere que coma cosas ligeras a ciertos horarios especificos,sobretodo para evitar esto. Mi tia lisa estudió en escuelas abiertas antes de entrar a una preparatoria,no tiene notas muy altas,pero es muy inteligente,es similar al caso de dusty,quien a  diferencia de lisa,tiene un promedio un poquito mas alto,pero se ayudan entre sí. Dusty,mi hermano mayor,rubio,con una forma de ser muy empalagosa,pero bonita.. es el ultimo hombre en la familia,pero siempre lo veo entrenando con papá en el Dojo.

Luego estoy yo,al final,la menor de la familia armstrong Nancy,aunque prefiero que me llamen buddy,asi siempre me ha llamado papá.

-¿Nancy?-

logré escuchar mientras mis ojos se enfocaban en mi tía,quien traia uniforme,su mochila y uno de sus ojos descubiertos tras esa larga y oscura melena,mi lapiz estaba en la hoja de la libreta que tenia en la mesita de noche,algo en lo que,justamente Lisa estaba dejando las llaves,observando por encima de mí las hojas de cuaderno con dibujos temblorosos,en el cual,uno de ellos captó su atención.

-¿Son fantasmas?-

Cuestionó la armstrong mayor mientras disimuladamente arrebataba la libreta de buddy,fijandose especialmente en aquel dibujo que se supone que la representaba,mirandola fijamente. -no,no son fantasmas,eres tú- Al escuchar aquello de la inocencia de buddy asintió y una sonrisa se esbozó en sus labios mientras que en el fondo habian sonidos de un programa de tv que brad escuchaba mientras cocinaba,un ambiente ordinario para los cuatro en aquella vieja casa heredada,incluso para dusty,quien estaba en el sofá escribiendo aparentemente algo de una tarea,aunque mas bien,calcando dibujos de una imagen que imprimió. era tranquilo,y era lo que importaba. al menos para lisa,quien se veía feliz,paliducha,pero limpia,plena.

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1:30 de la tarde,jovenes siendo recogidos en autos bonitos, otros usando el camion de la escuela,otros que usaban la bicicleta, mientras que un trio de adolescentes caminaban por la salida de aquella preparatoria,dirigiendose al solido pavimento que daba vista a barras de metal que protegian la instancia junto con el trafico de autos, los cuales muy seguramente se encontraban con el aire acondicionado bien frio, mientras que Lisa tenia un molote mal hecho con un lázo que apenas se habia logrado peinar mientras se aseguraba que todas sus pertenencias siguieran en su mochila, sobretodo su cartera, despues de todo ahi traia sus pasajes, unos aretes y por su puesto unas calcomanias de Bernard,su guerito fan de los misfits que tambien es crusty pank,ah,como lo quería.

-¿Lisa,quieres un raspado antes de que nos subamos al camión?-
cuestionó dusty mientras de su cartera de pokemon sacaba unos dos billetes de veinte varos, cuarenta jugosos varos que iban a ser gastados en unos ricos raspados de limón, con tajíncito encima y si se ponían fresones, hasta un chorrito de chamoy.

-¿De a cinco?- cuestionó de vuelta lisa,cuestionando acerca de la oferta, pues, conociendo a Dusty,era un amanerado cuando se trataba del dinero,puto en toda su expresión para Bernard, pues el muy "puto" le daba "culo" su misma prescencia, sobretodo por traer la maña de querer jugar juegos prohibidos de la sacra mano de dios, "charlie charlie" por ejemplo.

"vete a la verga,¡¿en serio los va a pichar?!" Lisa pensó -salaverga- vocalizó,en cambio Bernard soltó con notorio entusiasmo "¡vas!". La desición fue tomada gracias a ello,por lo que una vez se acercaron a aquel vendedor ambulante, Dusty con sus mejillas rojas ante el calor pidió tres vasitos de raspado de la elección de los agenos y propia,siendo una de chicle,otra de fresa y una de limón,dos de ellas con su "lechera" y una con obviamente tajín. Los tres en plena flor de su juventud,dando una probada a aquel contenido de hielo con saborizantes por medio de un popote, por poco olvidaron algo...

¡Esperaban un camión!

Obviamente en cuando fueron corriendo a alcanzarlo, fue demasiado tarde,como si el gordo chofer les escupiera en la cara con aquel acto, sin embargo, solo optaron por sentarse en aquella banca mas caliente que un asador a disfrutar aquel manjar sin edad alguna, mirando los carros pasar. Bernard, en su afán de hacer reír a su amiga,de la cual era claro su interés, llevó una mano cerca de su boca y le gritó a un auto de un compañero "maricón",la reacción inmediata de los hermanos,no tan hermanos Armstrong fue reír ante aquello,luego pasó un coche de una familia con uno de los alumnos de aquella institución,Dusty,impulsado por la euforia del momento,ni se enmutó para ser el siguiente. "¡Puto!",la respuesta que obtuvo fue un dedo medio que sacó aquel estudiante por la ventana,a lo cual,Dusty reaccionó con una risa nerviosa. La ultima en continuar con esto,fue Lisa,quien al ver una troca café con un sticker de una rubia con el pecho desnudo y unas bragas con bandera americana,ésta exclamó. "¡Jotos!" Terminando en un siencio incomodo y una sensación horrible de alerta al ver a a aquel hombre azomar su cabeza,lentes oscuros,un mohicano negro y lo peor de todo,la misma edad de su padre,hermano y futuro cuñado si es que se lograba.

-Ay lisa... ya la regaste...- susurró Dusty quien se aferró a su raspado de chicle a medio comer.-¿Por que?- A lo que respondió Bernard -Ese es ¡don columbo!-

El horror ahi estaba,sabian que tal vez podrian correr peligro,mas que nada por que era un señor que les duplicaba la edad,por lo que en prisa salieron corriendo con sus mochilas a otra estacion,donde apenas iba a pasar el camión que esperaban,pagando sin preocuparse de tirar moedas por el miedo,estando relajados solo cuando llegaron a uno de los asientos,tratando de terminar su raspado como un alivio para el susto,terminando en un cerebro congelado.
Los tres no compartian una neurona,compartian el cerebro entero.

Cuando por fin llegaron cada uno a casa,Lisa se tumbó en la cama,gruñendo hacia su propia almohada,suspirando llena de hartazgo,tanto pot el calor,como tambien,por el tipico cansancio escolar,tras unos segundos de mantener su cabeza en la almohada miró la pared,un poster de my chemical romance y otro de metallica en la pared,ambos comprados en lugares de mala muerte,siendo uno,regalo de Bernie,Buzzo. Era evidente su felicidad,aunque fueran detalles pequeños,ella era feliz,le traia un sentimiento de entendimiento,cercanía sobretodo,incluso en aquel tipo de situacion donde solo se dejaban llevar. Su parada en el tren del pensamiento se dió en cuanto su hermano,Bradley,entró a la habitación.

-Lisa,ya está la comida,vas a comer ahora o más tarde?- Lisa se quedó en silencio y se alzó de hombros.-supongo-.-¿supones?-. Aquel rostro paliducho entre hebras negras se enrojeció,y con clara verguenza asintió frenéticamente antes de dirigirse a la mesa,sin antes lavarse las manos junto con su rostro,tenía que despertar.

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La noche es hermosa, el viento frío que contrasta con el calor veraniego, la luz de las estrellas, el miedo que te puede carcomer por la oscuridad, la pregunta de "¿que se encontrará en la esquina cuando me acerque a esta?" Donde los animales nocturnos finalmente pueden alimentarse, depredar... Horas en las que un hombre con un dilema de vida duro lidia con sus pensamientos, horas en las que simplemente el trauma puede devolverte una mirada, una caricia desde el abismo.
Nancy, Lisa, Dustin se encuentran dormidos a estas horas, yo trato de simplemente descansar pero no puedo, nunca he logrado conseguir aquello conocido como una siesta tras un largo día de trabajo, por mucho que me encantaría, simplemente no puedo lograrlo, tal vez es por que yo aún sigo siendo alguien patético, débil hasta para descansar.
Harto de escuchar mis propios pensamientos decido levantarme de mi cama, vestirme de una forma mas normal, y tomar una chaqueta para cubrirme del frio, pues, solamente iba a tomar una caminata. Siendo cuidadoso, tratando de no emitir sonido alguno que pudiera alterar la paz de los jóvenes y su niña... su preciada Nancy, la cual por su edad era curiosa, por no decir chismosa, y temía que las ansias de conocer sobre los ruidos de la noche podían traerle un trauma o algo demasiado incomodo.

El polvo del pavimento era sacudido por las suelas de mi calzado, acompañado de pasos ajenos, el paso de coches que iban a través de las calles, iluminando el camino que estaba tomando, irónicamente en el momento mas oscuro del día, encontraba algo de luz, puestos nocturnos, tiendas que estaban casi las 24 horas abiertas, de donde podía ver a algunas familias saliendo de hacer las compras, una escena que podría tener con sus pequeños, haciéndolo sentirse un poco cálido ante ello, sin embargo, mientras mas caminaba, se encontraba cada vez mas en el vago mundo del que su abuelo le advirtió cuando era mas joven, donde si querías seguir siendo un hombre mínimamente respetable, debías de evitarlos; bares, teiboleras, prostitutas en ciertos puntos... honestamente no me habían llamado la atención, a lo mucho había acompañado a algunos amigos a embriagarse para pasar el rato en algunos bares un poco lujosos solo para celebrar a alguno, claramente en algún restaurant-bar, donde todos cooperaban la cuenta a excepción del cumpleañero en cuestión, pese a la filosofía que seguía desde joven, no vi lo negativo en simplemente entrar a un nuevo bar,la razón por la que me llamó la atención fue justamente que no se trataba de un bar como cualquiera, sino, un cabaret. Al entrar,los colores cálidos,gente en traje,otros mas casuales,habian mujeres con sus parejas,algunas del mismo sexo,otros del genero opuesto. El ambiente de alguna forma era mas acojedor,mientras que una voz en el escenario era tan llamativa,una voz que digamos dulce,cantando de tal manera que lograba mantener cierta elegancia en un rincón que aprendí que era sucio,uno donde la escoria como yo podia pasar,no me gustaba ser violento,repudiaba aquella parte de mí,repudiaba incluso a los enfermos que se escudaban con el alcohol, sintiendome incluso culpable de beber,pero aquí no, habia algo más,era hermoso sentirme en paz,había encontrado un buen lugar donde podía apagar mis pensamientos un rato,hasta que llegó una mujer rubia,sentandose en la barra junto a mí,podia escucharla tararear en una voz un tanto grave la misma canción que la chica en el escenario cantaba,no era perfecto para cualquier otra persona,pero hubo algo que me gustaba,el gesto que hacia con sus dedos en su copa mientras tarareaba casi en susurros.

"besame... besame mucho".

el amarillo de sus rizos reflejaba un gran contraste contra el vello oscuro de mi barba y lo que quedaba de lo que alguna vez fue mi melena,simplemente era hermosa,con aquel vestido rojo que mostraba un poco de su escote,sus brazos,sus labios,sus pestañas sobretodo,que de alguna forma lograban verse pomposas,era una diva en carne propia y me horrorizaba,al menos esa es la palabra mas cercana para describir el escalofrío que me daba verla,no por miedo hacia ella,sino,miedo a arruinarlo, a aburrir a aquella rubia,quien claramente solo venía a beber. Antes de poder vocalizar algo,sentí sus ojos dirigirse hacia mí,otorgandome una sonrisa,una sonrisa que sin duda me flechó.
¿Fue culpa de la idealización por el alcohol? Talvez,pero no quitaba el hecho de que había algo en ella que me hacia sentirme atraído.

Brad tragó en seco mientras miraba fijamente a aquella mujer,quien rió al notarlo tan enfocado en ella.

-¿Tengo algo?- cuestionó con aquella sonrisa que dejaba escapar aquel carisma que empapaba el ambiente. -No.- Dijo a secas mientras miraba las bebidas en aquel menú,tal vez pediría algo simple,por lo que ordenó un "vampirito". No quería mirar demasiado a la mujer a su lado,pues tal vez ella estaba interesada en ofrecer algún servicio,no quería enfocarse demasiado en ella,iba a volver a su hogar en un par de horas de todas formas.-Oh- sus ojos verdes se enfocaron en otro lado,el ambiente comenzaba a ser incomodo,al menos para ella,Brad en cuanto notó el gesto de la rubia,de inmediato se retractó.-Yo... uh,no tenias nada en la cara-.La rubia asintió y movió su mano,mostrando su dorso.-No tenías que aclararlo,gracias de todas formas.- Brad asintió y rascó su nuca mientras miraba a la rubia.-... Mi nombre es Brad,Bradley armstrong- La rubia al escucharlo extendió su mano,la cual era un poco rasposa al tacto,pero no me molestaba para nada.-Diane rogers... aunque me llaman,,, "queen roger"- Brad no pudo evitarlo,se sentía en confianza con ella,me parecía hermosa,aunque fuese el alcohol,juraria que sobrio ella se vería mejor,sentía que perdía los detalles de la rubia por mucho que la mirase,parecía un sueño,hasta que Brad accedió al tacto,acariciando los dedos ajenos. Era la primera vez en mucho tiempo que podría otorgar un tacto en un sentido coqueto,en uno romántico o incluso hasta platónico,no podía evitarlo,esa mujer era hermosa para el.

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Lisa y yo nos encontrábamos en la sala,la joven de melena negra comiendo cereal,no tenia azucar,pues iba a ser empalagoso,no tenía fruta por que iba a pudrirse si no lo terminaba,después de todo,Lisa solía asquearse con la comida,no sabía por qué exactamente,pero solía comer cosas ligeras,era algo que se lo atribuía a sus malos horarios,aunque era más que obvio que no era por eso,o al menos,no era la razón principal,el cómo la lastimaban antes de poder quedar a cuidado de su hermano mayor. El solo papel de padre era horrible,asqueroso,era casi como el título de un demonio a los ojos de la muchachita,ella nunca entendió el por qué la gente la miraba raro cuando solo llamaba a su hermano por su nombre pese a que este la cuidaba casi como su propia hija,a diferencia de mí,claro,tanto yo como Nancy siempre llamamos a Brad papá,pero nunca lo escuchamos de Lisa,mi hermana mayor a mis ojos.

Tomaba un poco de café de la cafetera,después de todo,comía un poco de pan tostado con mantequilla los pocos minutos escuché como nancy gritaba emocionada,rogandome a mí,y claramente a su tía biológica a mirarla,aquella chiquilla en prendas increíblemente enormes,una especie de traje algo viejo que lisa reconoció al instante y se soltó a reír

-¡ahora si eres una brad en miniatura!

Aquello me abrió una memoria,haciendome reír al mismo tiempo que lisa mientras mirabamos a la pequeña en aquel zoot suit,era temprano,por lo que solo esperábamos que mi padre saliera del baño,normalmente tenia la rutina de bañarse y cambiarse con el uniforme que utilizaba para dar las clases para los adultos en el dojo,claro que empezaba una vez cuando me dejaba a mí y a Lisa en la escuela,en cuanto mi padre salió del baño de inmediato los colores se le subieron,sin embargo no estaba molesto con Nancy,era raro verlo así,en cuanto la tomó en brazos le acomodó el sombrero y suspiró,a diferencia de otras veces donde Buddy solía hacerlo enojar solo se quedaba en silencio,le daba una pequeña palmada en la cabeza y luego la alejaba del desastre que causó para limpiar. Esto fue diferente,el estaba mas relajado mientras cargaba a la mas pequeña de los armstrong.

-Aww... te ves adorable...-

Ante eso,buddy solo soltó un chillido entre risas mientras era mimada por papá,claro que me alegraba,es papá de todas formas,pero había algo raro,casi como si simplemente fuese coincidencia que se despertara sin sentirse tan estresado. Después de todo,yo y lisa éramos los únicos que presenciamos en el momento a mi padre en aquel zoot suit.

La historia era sencilla,mi padre vestía ese traje,solía bailar mambo en algunos clubes junto con el tío Rick,para mí era el copacabana,para mi padre una salida con sus hijos mientras bailaba en un lugar cercano al lado de mi tío,ambos alegres,energicos,mientras que yo y lisa caminábamos jugando a que explorábamos entre los árboles y comíamos lagrimitas con salsa,contando historias de terror con niños corriendo por ahí. Un dia,alguien más apareció,un amigo de mi padre con el que solo platicaban con nosotros presentes,pero una vez volteábamos era evidente que su relación avanzaba poco a poco. Un hombre de mohicano,más rústico en comparación a papá,con un bigote bajo esas narices rojizas,era un tipo medianamente agradable,pero era capaz de intimidar a Lisa,algo que me parecía totalmente imposible,pues,era la misma niña que hablaba sobre como una creatura que comía hígados,se asustaba con solo ver a Columbo,el nunca fué una mala persona conmigo o con ella,pero siempre estuvo este ambiente raro en cuanto hombres con gafas oscuras frente a ella.

Nada era completamente bueno entre Brad y él,si,se amaban,pero nunca llegaron a conjeniar por completo,siendo la ultima vez en la que lo ví,fue gritandole a mi padre,nunca recordaré bien lo que dijo,pero a veces me pregunto... ¿Qué fue exactamente lo que hizo que mi honorable padre llorar con tanta furia?

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La gente siempre ha sido escandalosa, entre multitudes actúan como perros, incluso pareciera que tuvieran sexo en sus bailes preferidos y esas canciones horribles. Bernard, pese a ser muy joven se había rodeado de muchas personas, sus influencias no eran nadie más que dos personas las cuales actuaban mas como padres que sus propios progenitores, la señora "July" y su marido, quien era mas presente, El señor Yado, quien pese a ser bastante mayor, no tenía hijos, por lo que yo, era tratado como uno. El día en el que Yado me salvó de todo, me salvó de mí mismo incluso fue hace años, yo era pequeño, y él a diferencia de los días actuales ,no tenía una calvicie tan notoria a diferencia del día de hoy. Nunca tuve nada, mis padres eran ausentes normalmente y mi madre casi no estaba, todo el día drogada con sus medicamentos, tenía la creencia incluso de que si mi madre podría hacer eso, ¿por qué yo no podría? A mis ocho años ya me encontraba tirado en la esquina de la calle, vomitado y convulsionando de no haber sido por un tipo que me llevó al hospital junto con su esposa, tal vez solo se hubiera quedado en eso, una muerte infantil. Mi padre nunca había velado por mi, el escándalo de la señora July, la mujer del señor Yado fue tal que decidió algo sencillo, y fue quitarle la custodia a mis padres y adoptarme, después de todo, era abogada, y como todos sabemos, los abogados siempre tendrán su "gancho" para colgarse y hacer lo que se les plazca. A pesar del paso de los  años, nunca me sentí cómodo para llamarlos "papá" o "mamá" el simple título me enfermaba, a pesar de todo, Yado una vez me vió saliendo de casa y me entregó a escondidas una bolsa con algo entre el susurro de "véndelo, no consumas nada por que luego yo tendré que aguantar los quejidos de July por tu pendejada." Y ese fue el trato, vender el contenido de la bolsa, claro que nos repartimos el dinero, valía la pena escuchar las palabras "buen chico" salir de su boca mientras que sus arrugadas manos revolvían mi cabello con orgullo. Al final de cuentas, las pastillas si eran parte para el camino a la felicidad.
El día actual era caluroso, pese a ello, estaba lleno de vergüenza, escondido en las cobijas de mi cama como si algo fuera a tocarme en cuanto saliera, la señora July por lo menos era permisiva, por lo que ella no tenía problemas con que yo, su hijastro estuviera al fin dentro de casa, descansando mientras que ella podía escucharse cocinar. -

¡Bernie,ya ésta la comida!- 

Tan pronto escuché a la vieja, salí de la cama como si hubiera pasado años sin comer, en cuanto tomé el plato para servirme, escuché que tocaron la puerta, maldije mentalmente antes de dejar el plato vacío en la mesa y proceder a abrir la puerta, sin embargo, con lo primero que me topé al abrirla fue al rubio de la familia Armstrong. ¿por que el puto Dustin tenía que venir? con fastidio dirigí mi mirada hacia él, quien tenia una camisa de cuadros azul abierta mostrando una playera de gatos y unos pantalones caqui, Dusty pudo obstruir mi mirada hacia el auto de su tío, el señor Rick, sin embargo algo que escuché llamó mi atención.

-¿No estás ocupado verdad? voy a ir de pesca y quería invitarte, después de todo... así nos podemos salvar de mi papá. Pude notar su sonrisa y el gesto apenado en su rostro, ¿una oportunidad para escaparme del dojo? carajo, eso si me interesaba, pero si o sí, mi prioridad estaba en otra persona por obvias razones.

 
-no quiero sonar muy encimoso, pero... ¿Lisa viene con ustedes?- Dusty como respuesta bajó la cabeza y negó. -solo viene mi hermanita, Nancy, Lisa se quedó con Brad por algo... un poco privado, necesitaba su espacio.- mi boca formó una "o" perfecta, pero antes de dar una respuesta negativa, ¿por que no ir?. -Dame 5 minutos para cambiarme.- comenté antes de volver a cerrar la puerta de golpe e ir a vestirme de una manera más decente, claro que con la prisa, ni siquiera me tomé el tiempo de despedirme, pero si tuve el tiempo suficiente para tomar mi dinero y entrar de inmediato al coche, sentándome en el asiento trasero donde estaba Dustin cuidando de su hermana pequeña.

La conversación era, lo normal, escuela, videojuegos que habíamos estado jugando hasta que nuevamente, el nombre de Lisa salió de mi boca, cosa que era inevitable hasta este punto dado a que mi relación con Dusty no era de las mas cercanas, en cambio, con su "hermana", la cosa era diferente.

-Ah, bueno... Ella iba a venir pero cambió de planes para quedarse con papá, quería practicar más y eso...-


Bernard alzó su ceja con curiosidad, dudando ante la repentina decisión de Lisa, sin embargo estaba consiente de las posibles razones por las que ella lo estaba evitando, tragando en seco mientras miraba a sus piernas cubiertas entre la mezclilla desgastada de sus pantalones, durante el camino no quiso hablar, solo se enfocó en su teléfono en busca de no indagar más, pese a que la culpa lo carcomía.

La noche anterior fue extraña, las manos de lisa estaban entrelazadas con las suyas, podía ver a la perfección sus ojos oscuros llenos de un desgaste temprano y para rematar, estaba con un brasier de encaje algo pequeño, que a pesar del tamaño, todavía le quedaba holgado, su cuerpo dulce, flacucho por una mala alimentación. Era hermosa a mis ojos, la propia venus en carne propia. En un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba frente al lago, había estado soñando despierto que no me había dado cuenta de cuanto tiempo había pasado, en cuanto vi a Dustin arreglando su caña me saludó y nos acercamos un poco más, su tío, el señor Rick parloteaba de los peces que había pescado cuando era de nuestra edad, grandes y preciosos, pero que necesitó su práctica para lograr eso. Mientras tanto, escuchaba como Nancy corría y jugaba con sus muñecas mientras estaba sentada de cuclillas cerca de nosotros, era algo de cierto modo agradable, casi similar a la cercanía en el dojo, con la diferencia de que Lisa no se encontraba con nosotros en ese momento.

El agua cristalina gracias a las piedras, moviéndose ante cada impacto contra ella, el ruido que producía era más que relajante mientras  Dusty bufaba y suspiraba al no sentir algún pez mordiendo el anzuelo.

-Que mala suerte- comentó mientras sus mechones teñidos iban hacia adelante de sus ojos, sacudiendo la cabeza para acomodarlos, yo, por mi parte reí antes de pedirle la caña e intentarlo, poniendo uno de los gusanos en la pieza de metal antes de lanzarlo y esperar. -Mmmh... - 
cerré los ojos mientras estaba parado, buscando algo en que concentrarse, y la ensoñación volvió. 
Mis manos temblaban mientras tomaba los hombros de lisa al momento de besarla pese a que no era la primera vez en la que sentía sus labios presionándose contras los míos, no éramos pareja como tal, pero ella confiaba demasiado en mí, la amo como los drogadictos aman ser unos violentos, sin embargo, Lisa parecía apenada al tan solo definirse como una persona con una relación, como mi novia, pese a que nos conocíamos desde mis primeros años entrenando en el dojo Armstrong, era como sí la idea de la atracción le resultaba extraña, sin embargo siempre decía que me amaba. Esa noche fue una de las muchas demostraciones de afecto de la propia Lisa, ella mismo lo ideó de todos modos, se encontraba sentada a mi lado, nuestras caderas estaban juntas, pero no encima de otra, más bien, el costado de la una, chocaba con la otra. 

Era como un sueño, el mejor de todos.

Las manos de lisa tomaron mis mejillas mientras nos acostábamos en mi cama, con un poco más de confianza mis manos pasaron a sus caderas, podía sentir un poco de su piel y huesos. 

"Bernie, ¿está bien si paramos?"

Aquella pregunta me erizó la piel, ni siquiera habíamos llegado a segunda base y temía haberla lastimado, Lisa estaba roja, pedía perdón una y otra vez, sin embargo solo traté de hacer lo mejor que pude hacer por ella, ayudarla a vestirla y sugerir que hiciéramos otra cosa, sin embargo, pese a que estábamos entretenidos mientras veíamos películas, ella se veía disociada, no me dirigía la mirada, ni mucho menos miraba bien la película durante ese instante, solo miraba el suelo mientras sus ojos estaban cristalinos.

Pude sentir movimiento por parte del anzuelo, jalando como pude encontrándome con una lata vacía, pude escuchar como Dusty reía, de inmediato reaccionó y le dió una palmada firme en la cabeza.

-¡Cállate que al menos sí conseguí algo!- exclamó antes de reír y le pasó la caña a Dusty, volviendo a buscar algún pescado, pude ver su concentración, en busca de callar mis inquietudes traté de sacarle conversación. - Dusty, Lisa no esta enojada conmigo?- Dusty negó  con la cabeza mientras miraba al agua. - Nope, no te ha mencionado.-
solo me sentí peor por ese detalle, aunque, no valía la pena ocultarlo, después de todo, éramos... "amigos".

-ayer pasó algo con Lisa y, casi se pone a llorar- Dusty me miró con preocupación, ignorando la caña. -¿Pelearon?-. -No, estábamos besándonos y luego se sintió mal- Confesé bajando un poco la mirada. -Se que no tienes idea de quienes son mis "padres", pero tampoco pienso decirle lo que pasó a Yado, sé cómo habla de su esposa, me va a llamar maricón si le confieso que mi novia se arrepintió en el "momento"- Dusty suspiró y negó nuevamente con su cabeza, agachándola un poco. -Estuvo bien, no la lastimaste, no la forzaste, eso... eso es una decisión madura.-

-Bien, ella está bien, yo estoy bien, creo que eso importaba.-

Dusty por fin sintió algo jalar el anzuelo, volviendo su atención a la posible presa, con tanto animo hizo lo que pudo y al sacarlo solo se trató de un pescado pequeño, quitándolo del anzuelo y tirándolo de vuelta al lago, fue agradable de una forma extraña estar con él, tal vez no estaría mal volverlo a acompañar a algo así.