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¿Aún me atarias mis agujetas después de lo que te hice?

Summary:

bill tiene complicaciones para atarse los cordones. Ford amablemente decide ayudar en eso. No sabiendo lo mucho que le avergüenza al joven demonio.

Notes:

Está historia está basado en mí au que tengo preparado con las aventuras futuras que tendrán Bill y Dipper. Espero que les gusten (estoy orgullosa de escribir tres capítulos completos mientras espero en un maldito aeropuerto)

Playlist: https://music.youtube.com/playlist?list=PLK0UOBivSjA-_vIJeJX6LmQH99v3o-Fav&si=kZQv2XSlGRZFmT_h

Chapter 1: Agujetas

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

vamos…vamos…esto es fácil…¡Cualquier bolsa de carne puede hacer esto!-

Los cordones se cruzaban como si estuvieran bailando, pero no encontraban su compañero de baile indicado. Pasaban por arriba, se cruzaban por abajo, se unían para luego disolverse y volvían a intentarlo otra vez.

-vamos…vamos…¡Ugh!-

Cada vez que el nudo se desataba, la paciencia del poderosísimo triángulo del reino de las pesadillas se iba agotando cada vez más.

Él era alguien poderoso,¿como no sabía algo como atar unas simples agujetas?. Hay que admitir que Bill siempre usaba zapatillas con abrojos desde que era un pequeño triangulito. Siempre le decía a su mamá que las zapatillas con cordones eran fascistas, pero en realidad, simplemente no sabía cómo atarselos. Le daba vergüenza admitirlo, ya que las demás formas del colegio usaban zapatillas con agujetas y no quería otra excusa para que se rieran de él.

Ahora como joven demonio de los sueños y futuro rey del reino de las pesadillas, intentaba usar las vestimentas más elegantes y respetables posibles, por lo que requería usar zapatos con agujetas. Era tan frustrante usarlos, aunque usará magia o se rindiera, volvían a desatarse y lo volvían a molestar. los cordones se deshacía, no conformes con la forma en que se cruzaban con su compañero, y se volvían a separar.

Toda esa lucha del joven triángulo contra los zapatos pasaba, mientras que el científico y escritor, Stanford Pines, veía levantando una de sus gruesas cejas con diversión la confrontación que veía desde lejos. Ford a veces se preguntaba ¿cómo un ser tan omnipotente y lleno de conocimiento como su musa, podía llegar a actuar como un niño berrinchudo que se frustra cada vez que algo le sale mal?.

Desde un principio pensaba que su musa era el ser más intelectual que descubrió. Bill lo complació de conocimiento ilimitado, lo ayudó a tener la mente tranquila y a formular su teoría sobre el origen de lo paranormal en este pueblo. Su musa era siempre tan generosa, pero no podía pasar de largo el hecho de que Bill se comportaba como un niño.

Había veces que lo sacaba de quicio con sus bromas y otras veces en donde el demonio estaba pegado a él como una garrapata, solo para suplicarle que comprará waffles o le hiciera de cenar spaghetti. También él no sabía controlar sus poderes, por más que Bill se lo ocultase o lo negara rotundamente, él lo presenciaba perfectamente.

soltó un profundo suspiro desde la cocina y se dirigió hacía el quejoso demonio -¿necesitas Ayuda, mí musa?-

Bill sintió un escalofrío recorrerle por la espalda al verlo enfrente suyo. Se sentía débil al estar agachado y ver los grandes zapatos bien atados del escritor enfrente de su cara triangular. Detestaba por completo cuando él lo trataba como un niño que necesitaba ayuda para hacer las cosas más sencillas.

-¡¿Yo!? ¡¿Tu ayuda?!, Pfttt ¡No no no! - el intento forzar una de sus maniáticas risas para dar a creer que no le importaba -¡Ay dulce fordy!, ¡soy un demonio poderoso de puro conocimiento!. ¡No necesito la ayuda de un saco de carne como tú!. Además, es demasiado tonto preguntarme si necesito ayuda para atarse unos simples ilitos en mis zapatos. ¡Puedo hacerlo!- sonriendo de manera confiada, se paró en el aire y chasqueo los dedos, automáticamente sus zapatos se ataron perfectamente solos.

-¡lo ves!, ¡pan comido!- justo cuando había logrado convencerlo. Sus cordones se desataron, sin ganas de permanecer sujetos

Ford se tapó la boca, intentando no formar una suave risa en sus labios. El frustrado triángulo se volvió rojo, le salieron dos pares de brazos más y su ojo estaba negro, acompañado de una pupila roja palpitante. -¡UGH!, ¡ESTÚPIDOS PROTECTORES DE PIES!. ¡¿POR QUÉ NO ME OBEDECEN DE UNA MALDITA VEZ?!- rugió despertando su tono demoníaco distorsionado. Jalo sus zapatos como si fuera un perro intentando sacarse un cono de su cabeza. Pero sus zapatos estaban atorados y sin poder aflojarse de su pie. -¡UGH!, ¡VAMOS!, ¡SAL DE UNA MALDITA VEZ!-

Ford no pudo resistirse más y río. Aprovecho a que Bill estaba tan distraído gritando y jalando del zapato para reírse en voz baja. Lo agarro por los hombros con sus gruesas manos de seis dedos. -a ver, déjame ayudarte con eso-

-YA TE DIJE QUE NO NECESITO TU ESTUPIDA AYUD- Bill volvió a su color y forma normal cuando Ford le agarró de un pie y empezó a cruzar los cordones, de una manera que le pareció bastante elegante para tener seis extraordinarios dedos.

Por primera vez, Bill se quedó en completo silencio. Su pupila seguía los dedos gigantescos y rústicos del hombre, yendo de un lado al otro sujetando las agujetas y entrelazando las entre sí, como si de un baile se tratase. El no quería elogiar su capacidad de dejar un perfecto Moño a sus cordones, estaba muy avergonzado para subirle el ego al escritor.

Cuando pasó al otro zapato, Ford le lanzó una sonrisa suave a Bill que hizo que su corazón de piedra empezará a despertar, intentando salir de su pecho con cada latido. Esos ojos marrónes como el café negro reflejaban el sonrojo que tenía en su cara triangular.

Ajolote santo, ¿¡Por qué mierda ese hombre lo trataba tan bien!?

-listo mí musa, reforzé el nudo para que los cordones no se te deshagan- el demonio solo respondió con un murmuró entre labios, seguía en estado de shock. Su expresión era la más tonta que pudo haber puesto.

El investigador solo rió ante la actitud catatónica del demonio. no debería reírse de una autoridad tan poderosa, pero era difícil ignorar lo divertido que eran los momentos en donde el demonio se comportaba de manera infantil como ahora.

El se levantó y caminó hacia su escritorio de vuelta -estaré con los planos del portal, avísame si necesitas algo- Bill asintió todavía en trance.

El siguió con la mirada como el escritor robusto apretaba los botones de la puerta hasta deslizarse y mostrar un pasillo secreto que lo dirigía al portal en construcción. Al cerrar la puerta abruptamente. vio hipnotizado los perfectos nudos que el hombre de seis dedos le había hecho, solamente para él. sonrió tímidamente mientras el sonrojo se esparzia más por su rostro, hasta brillar de un rojo suave en los bordes de sus tres ángulos perfectamente iguales. El pensamiento de “solamente para él” seguía vivido en su mente.

Notes:

¡A Bill le gusta Ford a Bill le gusta Ford!

Ok ya paro

(Headcanon Time: si si...Bill es un adolescente (aprox 14) que no envejece por qué dejo su forma física en el Mindscape. Y tiene un crush bastante inocente en Ford pero no quiere admitirlo. Aunque más que crush, ford se convierte en una figura paterna para el)