Actions

Work Header

Rating:
Archive Warnings:
Categories:
Fandoms:
Relationships:
Characters:
Additional Tags:
Language:
Español
Stats:
Published:
2024-12-21
Updated:
2025-09-23
Words:
74,966
Chapters:
21/?
Comments:
5
Kudos:
18
Bookmarks:
5
Hits:
1,144

Hermanos Jurados [AU-Omegaverso]

Summary:

Este Fic tendrá como personaje principal a Jin GuangYao y se centrara en el amorío entre Nie MingJue, Lan Xichen y él, durante el fic habrá muchas escenas entre ellos tres explicitas y otras escenas en las que protagonice Jin GuangYao necesarias para la trama de la historia. Así también como la historia de su madre, nacimiento, crianza, pensamientos y vida personal. Me tomare el trabajo muy en serio por lo que puede ser que sean engañados durante la lectura por los mismos personajes.
Habrá: WangXian, XiYao y XiCheng... entre otras ships (Muchas ships)...
La historia se basara en un mundo Omegaverse con varios cambios pero se tomaran muchas referencias de la novela, el Dorama The Untamed y el Donghua por lo que será un fic bastante largo. Inventare muchos sucesos trágicos y horribles, pero seguiré la línea de tiempo del canon y muchas de las acciones agregadas llevaran eventualmente a los sucesos que ya conocemos. Por ende nuestro personaje principal no tendrá un "Final feliz".

Adjunto PDF con la Guía Omegaverse, explicaciones y cuadro de parejas de esta historia [Click Aquí]

Notes:

Arco 1 | El comienzo

Para comenzar con esta historia hay que contar primero el pasado de la madre de Jin GuangYao.
Meng Shi, era una Omega hermosa y talentosa que nació en una familia pudiente. Su padre procuró darle la mejor educación a su hija con el sueño de verla casada con un Alfa de alguna familia prestigiosa o de algún clan de cultivo prominente.
En la novela no cuentan mucho acerca de Meng Shi, así que aprovecharé para hacer correr mi imaginación y contarles la historia detrás de la "Talentosa Prostituta".

Chapter 1: La desgracia de la Familia Meng

Chapter Text

En las afueras de la Cuidad Sin Noche, territorio de la Secta Qishan Wen, había una residencia de una familia prestigiosa y adinerada que se dedicaba al comercio, el señor de la casa era un Alfa artesano de joyas.

 

La residencia era grande y tenía un hermoso jardín lleno de flores en donde se podía ver a una hermosa niña Omega que trenzaba flores armando una bella corona que regalaría a su madre. Meng Shi desde que tenía memoria siempre vio a su madre enferma. La niña se cubría del sol con una sombrilla para que su piel no se queme con sus fuertes rayos.

 

Entonces, de repente, su trabajo se vio interrumpido por el llamado de su padre. La niña se levantó rápidamente y corrió a su padre. El semblante de su padre era pálido y cansado lo que le llamo sumamente la atención. Sin embargo su curiosidad murió rápidamente con las palabras de su amado padre.

 

—A-Shi... mamá ya no estará más con nosotros.— Dijo el Señor Meng con un tono apagado y muy dolido.

 

Las flores en su mano cayeron al suelo y lágrimas comenzaron a manchar su rostro, sin poder creer en las palabras de su padre corrió a la habitación de su madre. Su madre ya no respiraba y estaba tapada con una sábana blanca.

 

Meng Shi solo tenía doce años cuando perdió a su madre.

 

Su padre realizó un gran funeral y muchos amigos de la familia asistieron ya que no tenían más familiares cercanos.

 

El hombre era hijo único y sus padres habían fallecido cuando él era muy joven y aprendió el oficio de un viejo amigo de sus padres, por su gran talento tuvo un éxito inmediato y logró obtener con esfuerzo todo lo que hoy poseía.

 

Mientras vendía sus artesanías y joyas en su tienda una joven entró a su negocio buscando un abanico que pudiera combinar con un vestido que había comprado anteriormente, el cortésmente mostró los distintos abanicos que su negocio tenía a disposición, pero la joven no estaba conforme con ninguno de ellos y como buen vendedor, sugirió que traiga el vestido y que él personalmente haría el mejor abanico.

 

La joven acepto y llevó el vestido. El vendedor después de ver la fina túnica le dijo que volviera en tres días y así ella lo hizo. El abanico era magnifico. Ese día el vendedor no solo hizo una venta sino que también se llevó el corazón de la hermosa doncella. Pero la familia de la joven no estaba de acuerdo con su matrimonio, ya que la querían casar con una familia más prestigiosa con un buen apellido para ganar mayor estatus social.

 

El amor que se tenían era muy fuerte y la joven renunció a su familia para casarse con el joven comerciante.

 

Su esposa gozaba de buena salud, pero después del parto su cuerpo se debilitó, los cambios de clima nunca ayudaron en su recuperación y año a año su semblante decayó, era un milagro que sobreviviera tanto tiempo. Pero fue gracias a que su esposo traía a los mejores médicos y las medicinas más caras.

 

Meng Shi desde la edad de diez años cuando su segundo genero apareció, comenzó sus estudios en diferentes artes, música, caligrafía, poesía. Su padre contrataba a los mejores tutores para que su hija sea la digna esposa de una familia prestigiosa.

 

Meng Shi era delicada y hermosa. Aun en una edad muy temprana rebosaba de inteligencia y una gran capacidad de aprender cosas nuevas, era el orgullo de sus padres y merecedora de tener un futuro brillante.

 

Unos dos años después del fallecimiento de su madre Meng Shi ya dominaba el guqin con gran habilidad. Sus tardes las pasaba tocando música y cantando en el jardín. Su padre trabajaba todo el tiempo por lo que ella apenas lo veía. La joven era cuidada por los tutores y sirvientes de la casa. Sus pinturas eran muy buenas y su padre usaba algunas de ellas para los abanicos con incrustaciones que vendía en su negocio.

 

Una noche su padre llego a cenar acompañado de una joven Omega. La mujer parecía ser mayor a Meng Shi pero más joven que su difunta madre. También parecía una persona alegre y amable. En esa cena su padre le dijo que esa mujer seria su futura madre y que pronto se casaría con ella.

 

Meng Shi no sabía que pensar, no estaba feliz por la noticia. Ella no aceptaría a esa mujer como su madre. Pero tampoco quería ver triste a su padre, el hombre se veía muy solo llenando la soledad de su corazón con trabajo. Por lo que a regañadientes acepto el matrimonio, ya que con el tiempo podría aprender a querer a su futura madre.

 

El matrimonio se celebró con gran fanfarria.

 

Meng Shi tenía quince años cuando la salud del señor Meng, su padre, decayó abruptamente. Los médicos no sabían que le había pasado ni que enfermedad tenía.

 

Con el tiempo los médicos dejaron de venir así también los amigos de su padre, ya que en los momentos buenos abundan las amistades pero en momentos de enfermedad desaparecen los que solo son amigos por interés.

 

La joven Omega se sentía cada vez más sola en su gran casa, los maestros ya no le daban clases, y los sirvientes uno en uno fueron dejando la casa. Meng Shi no sabía que estaba pasando, su madrastra se paseaba por la residencia luciendo sus vestidos caros y joyas que su padre le había regalado como si nada pasara.

 

El tiempo seguía pasando así como los meses y su padre no mejoraba, cada vez estaba más delgado y pálido. Ella pasaba el tiempo leyéndole libros ya que estaba postrado en cama o tocaba su guqin para animarlo un poco.

 

Su madrastra todos los días iba y le daba de comer a su padre, hasta que un día su padre no volvió a despertar.

 

Meng Shi tenía solo quince años cuando su padre también se fue dejándola con su madrastra como única cuidadora.

 

El entierro fue muy sencillo, solo ella y su madrastra estaban presentes. Ninguna de las amistades de su padre se acercó a dar el pésame, ni una simple flor o un incienso en su altar.

 

»»————-  -————««

 

La joven estaba sola en su habitación, deprimida y apagada, ya no salía prácticamente a ningún lado, por lo que las flores en su jardín estaban descuidadas y marchitas, así como su corazón y sus ganas de vivir. La mujer que había sido amable en un principio había cambiado su actitud para con ella completamente ahora que su padre ya no estaba. Su madrastra traía distintos Alfas a la casa todos los días y derrochaba el dinero que era de su padre, el que debería ser de ella por heredad. Meng Shi en ese tiempo jamás vio una pieza de oro o plata.

 

La mujer estaba fastidiada. El tener que cuidar de Meng Shi no era algo que ella quisiera. Sin embargo, la doncella era muy hermosa y además una Omega, por lo que podría sacarle provecho. Una tarde irrumpió en la habitación de Meng Shi con una propuesta de matrimonio cosa que la doncella rechazo. La discusión se intensifico y la mujer no pudo seguir ocultando el rechazo que la mujer tenía para con la joven.

 

Entonces un día, Meng Shi hizo algo que jamás hubiera pensado en hacer.... Entró al cuarto de su madrastra cuando la mujer estaba fuera de la casa. Ella había decidido tomar el dinero que le pertenecía y escapar a algún lugar lejano para hacer su vida en paz.

 

¡No quería casarse por obligación, Meng Shi solo se casaría por amor!

 

Al revolver los cajones encontró las medicinas que su madrastra le daba a su padre. Leyendo las etiquetas de los frascos se dio cuenta de la trágica y desdichada verdad, la mujer había envenenado y asesinado a su padre.

 

El plan de la mujer era quedarse con todo el dinero de una familia solitaria. Ya que ningún familiar vendría a visitarlos y los amigos se irían alejando hasta dejarlos solos en el mundo.

 

Meng Shi estaba sola en el mundo y su mente comenzó a divagar en todo lo que había ocurrido en su familia.

 

De repente, Meng Shi parpadeo desconcertada. No supo cuánto tiempo quedo inmersa en sus pensamientos, pero un escalofrío le paso por la espalda haciéndola temblar de la impresión.

 

—A-Shi, mi niña... ¿Qué estás haciendo?— Canturreó la mujer.

 

Meng Shi miró hacia la puerta del cuarto y vio a su madrastra parada cómodamente apoyada en el marco mientras la miraba con una sonrisa divertida.

 

—¡Tu-...! ¡Mataste a mi padre!— Exclamó Meng Shi.

 

—Así es... tuve que hacerlo. Era el plan que tenía con mi amante. Conseguir un Alfa que estuviera solo y con una gran fortuna. Es una pena que tuviera una hija tan molesta como tú. ¡Haciéndote la perfecta e inocente! ¡Ya no soportaba aparentar cuando te veía!— Contestó la mujer dejando ver el desagrado que sentía por Meng Shi.

 

Meng Shi derramó lágrimas nuevamente. Trato de pasar corriendo por la puerta queriendo escapar de la habitación, pero la mujer la atrapo. Ambas forcejearon pero no pudo librarse del agarre de esa mujer. Entonces, su madrastra la llevó a rastras hasta su cuarto y la encerró allí.

 

La Joven doncella intento escapar pero le era imposible, la puerta estaba cerrada con llave y la ventana que daba al exterior estaba en un piso superior. Las horas pasaron y no había señal de la mujer dentro de la casa ya que todo parecía muy silencioso, hasta pasada la noche. Un ruido en la entrada de la residencia la alerto, así que Meng Shi se acercó a la ventana para ver que ocurría.

 

En la entrada de la Residencia Meng había un carruaje y tres hombres que no conocía junto a su madrastra. Al poco tiempo, todos ellos entraron en la casa.

 

Unos minutos después su madre abrió la puerta con una sonrisa en su rostro, el hombre más viejo le dio una bolsita de dinero antes de entrar a la habitación de Meng Shi. La mujer contaba las piedras con los ojos grandes mientras los otros dos hombres también entraban al cuarto y rodearon a Meng Shi.

 

—¡No está todo el dinero! ¡Este no fue el precio acordado!— Se quejó la mujer.

 

—Te daré el resto cuando comprobemos que la Omega es virgen y si tiene buena calidad.— Exclamó el Alfa más viejo.

 

La mujer tenía la mala reputación de venderse regularmente en la zona, por lo que el viejo comerciante quería asegurarse de comprar una mercancía que no había sido usada, de lo contrario el precio sería más bajo ya que muchos Alfas morbosos pagan altas sumas de oro por tener la exclusividad y ser el primero. Siendo un zorro veterano en este tipo de negocios sabía muy bien cómo hacer que sus inversiones le dieran ganancias.

 

Meng Shi se llenó de terror y su perfume se volvió amargo, al escuchar lo que esos hombres querían hacerle.

 

—¡Mira ya la asustaste! Bueno no importa, trabajo es trabajo.— Dijo el otro Alfa más joven mientras la tomaba del brazo y levantaba su vestido.

 

El hombre más viejo se acercó y le separo las piernas mientras que el tercer hombre que parecía ser un médico Beta la revisaba.

 

Meng Shi trató de forcejear pero los hombres eran muy fuertes. Ella era solo una joven delgada y delicada que desde pequeña solo leía libros, pintaba o tocaba música, nunca hizo ejercicio físico y no tenía nada de fuerza. Gritó y pidió ayuda, pero nadie la ayudo.

 

La mujer la miraba con una sonrisa, sin mover un solo musculo mientras los hombres la tocaban. —A-Shi, deja ya de gritar, irás a un buen lugar. Con tu belleza seguramente serás muy popular.— Se burló la mujer observando el espectáculo.

 

—Señor, ¡la doncella aun es virgen!— Dijo el médico Beta con entusiasmo.

 

El viejo comerciante se puso muy contento por la gran compra. La pequeña Omega era muy hermosa, virgen y de excelente calidad. —Señora, ¿qué edad tiene la joven?— Preguntó.

 

—Está por cumplir los dieciséis dentro de muy poco.— Contestó la mujer.

 

Los hombres estaban más que contentos. Podrían subastar la virginidad de la joven cuando llegara su primer celo. Era un muy buen negocio y ganarían diez veces más que lo que pagaron por la joven Omega.

 

—Excelente, excelente. Acá tienes el resto. Cincuenta piezas de plata.— Exclamó el viejo comerciante dándole otra bolsita de dinero a la mujer que se veía muy complacida.

 

—Adiós, A-Shi... Que la vida te sonría.— Se despidió la mujer mientras reía a carcajadas con el dinero de la venta en sus manos.

 

Meng Shi maldecía por primera vez en su vida mientras los hombres se la llevaban de su hogar y la subían al carruaje a un lugar lejano que no conocía.

 

»»————-  -————««

 

El viaje duró una eternidad para Meng Shi.

 

Los hombres hablaban de negocios y de lo tonta que fue la mujer al vender tan buena mercancía a un precio que para ellos era barato.

 

Meng Shi estaba resignada y en cuanto pudiera ella misma acabaría con su vida. Eso pensaba, pero la verdad era que ella no tenía el valor para hacerlo. No lo había hecho antes y no lo haría ahora. Siempre pensaba en las historias románticas de sus amados libros, en el caballero que pudiera ir a rescatarla y llevarla a su mansión donde serían felices para siempre.

 

¡Que tonta había sido! Era mimada e ingenua, esas fantasías no se harían realidad.

 

Nunca se cumpliría.... después de todo, con lo que el destino le depare en ese lugar, ningún caballero querrá quedarse con ella.

 

Llegaron a la cuidad de Yunmeng donde había una residencia muy iluminada y decorada como si estuviese de fiesta.

 

—Bienvenida a tu nuevo hogar, A-Shi.— Canturreó el viejo comerciante sacándola del carruaje.

 

—Es el mejor burdel de Yunmeng, aquí solo hay mercancía de primer nivel. Deberías sentirte agradecida. Las chicas y jóvenes Omegas que trabajan aquí tienen un muy buen trato y ganan muy bien.— Dijo el otro Alfa mientras la arrastraban dentro del lugar.

 

El lugar parecía un palacio por dentro y por fuera. El burdel estaba decorado con hermosos cuadros, cortinas y telas de la mejor calidad.

 

Las chicas que estaban dentro atendiendo a sus clientes con licores y aperitivos, la miraban pasar junto con el dueño del lugar. El otro hombre le tapó la boca para que no gritara y molestara a la clientela. Nadie se acercó a ayudarla, solo la miraban como la "Chica Nueva", algunos con una sonrisa maliciosa y otros la miraban con pena mientras seguían haciendo su trabajo.

 

Meng Shi ya había dejado de forcejear y de pedir inútilmente ayuda al ver como se comportaban las personas con su llegada.

 

Dejando el gran salón detrás, subieron las escaleras y la llevaron a una de las habitaciones. El viejo comerciante se sentó frente a ella y le hablo del lugar, del buen trato que tendría si hacia lo que ellos le ordenaban y que de lo contrario, la castigarían por no querer cumplir.

 

Él había pagado por ella y ahora le pertenecía. Ella era solo una cosa. Un objeto lindo y hermoso para los clientes. Una mercancía de su propiedad que ya no tendría verdadera libertad.

 

Meng Shi estaba por cumplir dieciséis años cuando fue vendida a un burdel.

Chapter 2: La subasta

Chapter Text

El jefe y dueño del burdel era un Alfa de unos cincuenta años que mantenía el buen semblante de sus mejores años y una gran fuerza vital. En el negocio era conocido como el “Mayor Zhen”. Quien comerciaba con Omegas y niños en el bajo mundo, bajo la fachada de un burdel distinguido y exitoso.

 

El Mayor Zhen aprovechaba para hacer negocio y dinero de cualquier modo posible. Los Omegas de mejor calidad los exhibía en su burdel o vendía a algún viejo pervertido por una muy buena suma de oro.

 

Muy pocos Omegas tenían la suerte de encontrar a sus destinados y lograr que compren su libertad para vivir una vida feliz y llena de amor. Los más inteligentes usaban sus encantos para atrapar algún pez gordo para que los libere y se los lleven del burdel.

 

Al Mayor Zhen no le interesaba lo que hicieran, mientras pagaran por ellos si deseaban llevárselos ya que él siempre conseguía llenar la vacante con carne fresca en muy poco tiempo.

 

El negocio de la venta de niños era más complicado, pero traía mucho dinero a sus bolsillos. El Mayor Zhen contaba con buena suerte y un buen ojo para la belleza. Algunos niños eran vendidos a familias que no podían tener hijos y deseaban tener herederos, otras familias los querían como sirvientes o con fines perversos. Dependiendo de las opciones, si estos tenían un poco más de diez años podía pasar que el Mayor Zhen viera belleza y talento en algún niño Omega y deseara mantenerlo en el burdel para así invertir algunos años en comida, hogar y educación, para entonces aprovechar grandes oportunidades de tener buenas ganancias.

 

Al principio el Mayor Zhen andaba contento por su nueva adquisición, quien se convertiría en la nueva joya de su burdel. Sin embargo, la joven Meng Shi comenzó a traerle problemas con sus intentos de escape.

 

No había pasado ni una semana y la Omega había intentado escapar en tres oportunidades. La primera vez, solo le advirtieron que no volviera intentar escapar. La segunda vez, le privaron de alimentos durante unos días y la tercera decidieron darle una pequeña lección.

 

Meng Shi estaba ahora en su nueva habitación con un pie vendado. Ella nunca había escuchado la Voz de Mando antes, ni siquiera su propio padre la había usado en ella. Había pensado que si la necesitaban no la iban a lastimar. Pero, ¿quién hubiera sabido que tenían un método tan cruel para hacerla obedecer?

 

En su tercer intento de escape, ya algo debilitada por la falta de alimento fue atrapada por el viejo Zhen nuevamente, quien la observó con desaprobación. Cansado de los problemas que les estaba causando la llevaron al sótano del burdel donde Meng Shi se asustaría al ver la espantosa situación de los Omegas desobedientes.

 

Había una serie de jaulas donde tenían sometidos a varios Omegas que no querían ser dóciles y obedientes por las buenas. Estos estaban privados de cuidados, alimentos y vestimentas.

 

El lugar era frio y húmedo. El nauseabundo olor perturbo a la joven Meng Shi y trato de forcejear mientras la ponían en una silla y la ataron.

 

El Mayor Zhen dio la orden al médico Beta de comenzar con el castigo.

 

El medico retiró uno de los zapatos de la doncella, y con una aguja perforo debajo de una de sus uñas. Mientras el viejo Zhen con la Voz de Mando trataba de doblegarla para que no escapara de nuevo.

 

Ella se negó.

 

El medico siguió con otro dedo. El viejo siguió con su orden exclamando espantosas amenazas sobre toda clase de castigos que se ganaría por ser tan terca, señalando las jaulas frente a ella.

 

Meng Shi acepto su destino a la tercera aguja. Ya no escaparía. No lo intentaría ni en sus sueños. Jamás en su vida había sido castigada físicamente por lo que el dolor era insoportable y la asustaba.

 

El medico vendo sus heridas, no dejarían marcas en su cuerpo perfecto, solo un ardor y dolor por varios días.

 

El Mayor Zhen pensó que no podía dejarla sin supervisión aun si la Omega decía que ahora sería obediente. Él había comprado una niña Omega de once años que era muy arisca y desaliñada, pero tenía el potencial para convertirse en una gran belleza y lo obedecía fielmente como un cachorro.

 

Meng Shi ahora compartiría el cuarto con la pequeña Omega, a la que debía educar y enseñarle modales recatados de una verdadera doncella. La niña se llamaba SiSi.

 

SiSi, había nacido en una familia complicada, con un padre ebrio y una madre que abandono el hogar a los pocos años de su nacimiento, cansada del maltrato de su esposo. El hombre endeudado con la bebida y la mala vida, vendió a su única hija por unas cuantas monedas al Mayor Zhen. Quien se llevó a la niña de esa choza que tenía como hogar, al burdel.

 

Para la pequeña SiSi, el Mayor Zhen era un héroe que la trataba bien, de daba comida y una linda habitación, una cama cómoda y cálida, lindos vestidos y un techo donde vivir donde no se filtraba la lluvia ni entraba el frio de la noche. A su corta edad ya sabía mucho sobre el negocio y del futuro que tendría en el en unos cuantos años.

 

Unos días después la pequeña SiSi le habló sobre lo que los Alfas y Omegas hacían en las habitaciones privadas. Ella no podía creer que una niña supiera de esas cosas, el lugar era repugnante.

 

Meng Shi, a su edad no sabía nada de eso, de la intimidad, de las parejas destinadas ni nada. Ella era pura e ingenua, de todo lo que el mundo era realmente. Había vivido en una burbuja protegida por su padre y viendo la realidad delante de sus ojos se resignó y acepto la vida que tendría. Su cumpleaños número dieciséis se acercaba y estaba a solo un mes de que su primer celo llegara.

 

Los días seguían pasando y Meng Shi moría de aburrimiento por lo que pidió libros para leer, pero solo le dieron unos pocos. También necesitaba tocar música. Meng Shi extrañaba su guqin así que decidió hablar con el Mayor Zhen.

 

El viejo Alfa escucho su petición y vio la oportunidad de exhibir a la doncella para después tener mayor éxito en la subasta. Él podría mostrar las habilidades musicales de la "Chica Nueva" a sus clientes y los interesados en desflorarla pagarían sumas inimaginables por ser los primeros en poseer a tan encantadora doncella.

 

El Mayor Zhen ofreció darle un guqin si ella aceptaba tocarlo en el salón para animar a la clientela con su música y su canto. También debía perfumar un poco el lugar con su aroma para ir seduciendo a los Alfas como carnada para la subasta.

 

El viejo ya se hacía la idea de la cantidad de dinero que ganaría esa noche. Aparte de que muchos más clientes vendrían a ver a la doncella tocar y pagarían por las las bebidas que tomarían durante el espectáculo. Era un negocio redondo y el dinero llenaría sus bolsillos, le daría una parte a la doncella para que se comprara joyas, vestidos, libros, lo que quisiera.

 

Meng Shi acepto todas las condiciones, y al día siguiente comenzó a tocar el guqin en el gran salón, perfumando el lugar con su característico aroma a melocotones, dulce y elegante. Su belleza se dio a conocer por todo Yunmeng, incluso la noticia de la hermosa Omega y sus talentos llegaron aún más lejos, así como también la subasta que el Mayor Zhen haría en su burdel dentro de un mes.

 

Alfas de distintos lugares iban llegando al lugar llenos de curiosidad, muchos de ellos queriendo comprobar la verdad de tan animados rumores con sus propios ojos y juzgar por ellos mismos si estos no habían sido exagerados.

 

Muchos adinerados querían poseer tan buen espécimen y comenzaron a negociar exclusividad con el dueño del burdel. Pero el Mayor Zhen, se negó a sus insistencias diciendo que esperaran a la subasta para hacer sus ofertas. Pensando que la desesperación les haría poner más dinero.

 

Durante esas pocas semanas un joven Alfa de túnicas amarillas se paseó de vez en cuando por el salón del burdel mirando con ojos hambrientos a la joven doncella.

 

Su mirada no pasó desapercibida por Meng Shi, por lo que ella le devolvió una sonrisa y perfumaba más el lugar en respuesta al interés del Alta. Meng Shi hacia todo lo que el dueño del lugar le había ordenado "Coquetear y atraer a los futuros clientes".

 

»»————-  -————««

 

El mes pasó a una gran velocidad y llego la noche en la que se celebraría la gran subasta. El Mayor Zhen se paseaba por el lugar saludando a los clientes prestigiosos, vistiendo una costosa túnica con anillos de oro con incrustaciones de piedras preciosas en cada uno de sus dedos. Las jóvenes Omegas servían licor y aperitivos, mientras algunos Omegas tanto femeninos como masculinos hacían un baile con campanillas en sus muñecas y tobillos para entretener a los clientes que esperaban la atracción principal.

 

Se colocó una plataforma, arreglos florales y buena iluminación donde se exhibiría la mercancía para ser subastada. Cuando el celo de Meng Shi comenzó a manifestarse por el aumento de su respiración y temperatura corporal le dieron de beber una infusión de hierbas que la hizo sentirse mareada para que permaneciera dócil durante el celo, la llevaron frente a la gran multitud de Alfas embriagados por su aroma y la recostaron sobre la plataforma.

 

Meng Shi sentía calor y su mente estaba nublada, sin embargo comenzó a sentirse extrañamente feliz y adorno su rostro con una dulce sonrisa. Ella no sabía qué tipo de té había bebido anteriormente y tampoco le importaba si estaba drogada, al menos así no estaría lucida cuando eso pase en la habitación privada.

 

Además, la idea de que alguien pagara por ella una estúpida suma de dinero la divertía, al menos no sería un hombre cualquiera como en los burdeles de los callejones. Ella vestía una túnica de terciopelo roja con detalles en rosa y dorado, tenía joyas muy caras en su cabello, cuello y manos.

 

Se sentía como si fuera la concubina de un emperador, una cortesana de la más alta categoría. Por lo que Meng Shi pensó que por ahí la vida no sería tan mala después de esto. Después de todo.... ¿A dónde iría? Estaba sola en el mundo, y SiSi le dijo que la vida no era buena para una Omega sola en las calles y que el Mayor Zhen podría llegar a ser una buena persona mientras ganara dinero.

 

Meng Shi acepto su nueva realidad, no podía escapar ni ser libre, no tenía un lugar al que llamar “Hogar” al cual regresar. Aunque la casa donde creció con su padre volvía a su mente llevándola a los recuerdos de los mejores años de su corta vida, llegaba también la imagen de sus padres fallecidos y esa mujer que ahora vivía en ese lugar.

 

El Mayor Zhen inicio la subasta con una suma mínima de ochenta piezas de plata.

 

—Ochenta piezas de plata.—

 

—Noventa piezas de plata.—

 

—Una pieza de oro.—

 

—Tres piezas de oro.—

 

—Cinco.—

 

—Diez piezas de oro.—

 

—Dieciséis.—

 

—Diecinueve.—

 

—Veinte piezas de oro.—

 

El Mayor Zhen sonreía en gran manera —¡Veinte piezas de oro! ¡¿Alguien da más?!—

 

—Veinticinco.—

 

—Veintiocho.—

 

—Treinta.—

 

Parecía que ya nadie pujaba una mayor oferta de treinta hasta que el silencio se cortó abruptamente.

 

—¡Cincuenta piezas de oro, que no se hable más!— Exclamó un joven Alfa levantando en alto su abanico.

 

El salón se llenó de un murmulló, y grandes exclamaciones por la gran suma pagada. El Mayor Zhen cerró la subasta vendiendo la virginidad de Meng Shi en cincuenta piezas de oro.

 

El joven Alfa de túnicas amarillas fue llevado a la mejor habitación del burdel para que disfrutara de su compra y mientras esperaba la llegada de la Omega, le dieron aperitivos y el mejor licor de la casa.

 

El Mayor Zhen se acercó a Meng Shi y le dio varios consejos, ella asentía en silencio mientras se tambaleaba y era guiada a la habitación del brazo para que no se cayera. El Alfa saco un frasquito y le dio dos píldoras para que las tomara antes de entrar, ella las puso en su boca y entró en la habitación.

 

Meng Shi se tambaleo al primer florero que vio, sacando las píldoras de su boca las tiró en él y se dirigió a la cama donde el Alfa la estaba esperando.

 

—Hola, Meng Shi, mi nombre es Jin GuangShan.— Exclamó el Alfa mientras levantaba su mano haciéndole el gesto para que se acercara a él.

 

Meng Shi sonrió y se arrojó a los brazos el Alfa, Jin GuangShan era muy apuesto, elegante, y se jactaba de tener un buen estatus, él era uno de los hijos del Líder de la Secta LanLing Jin y sería elegido como el próximo heredero dentro de pocos años.

 

La doncella se deleitaba bajo el toque el Alfa, era gentil y paciente o eso aparentaba ya que rebosaba de una gran experiencia. Sin embargo en un principio Meng Shi había sentido dolor y se dejó llevar lentamente por los placeres durante su celo.

 

Meng Shi pasó la noche entera con Jin GuangShan y al amanecer rogo para que se quedara con ella un poco más de tiempo hasta que pasara su celo. El joven Alfa pagó por una noche más y después se fue del burdel prometiendo que volvería por su compañía dentro de muy poco tiempo.

 

Meng Shi se encerró en su habitación los otros tres días del celo con la excusa de sentirse demasiado mal y enferma para ver otro cliente, pero que después atendería a tantos como el Mayor Zhen le ordenase. Cuando SiSi le hacía compañía la Omega se quejaba de su estado para que la pequeña no dudara de su malestar y le cuente al Mayor Zhen su engaño.

 

Su plan estaba marchando y si le salía bien, en unos cuantos meses el Alfa la sacaría de ese lugar. Meng Shi sonrió y una carcajada fue ahogada bajo la almohada.

Chapter 3: La popularidad de Meng Shi

Chapter Text

Meng Shi era hermosa, amable, de bella sonrisa, elegante y culta. Entre las otras Omegas del burdel, ella destacaba por excelencia y buena presencia.

 

Ya habían pasado unas semanas de la subasta y atendía a pocos clientes diarios pero muy acaudalados, ellos le regalaban joyas y flores junto con algunas propinas por su gran belleza y atenciones. Ese trato le traía problemas con las otras hermanas y jóvenes omegas que estaban celosos de su creciente popularidad.

 

Jin GuangShan se pasaba por el burdel entre una a dos veces por semana pidiendo las atenciones de Meng Shi, su ahora favorita. Para ella la presencia del joven Alfa le daba felicidad y tenía un trato especial con él, casi amoroso.

 

La pequeña SiSi había mejorado notablemente, parecía una niña educada y culta, siempre y cuando no la enojaran ya que su lengua seguía siendo dura y afilada. SiSi ahora se peinaba sola, llevaba las jarras de licor a las mesas de los clientes y los aperitivos de manera elegante, mientras sus hermanas mayores en las mesas trabajaban atendiendo y haciendo compañía a los Alfas y Betas que iban al burdel. También limpiaba el lugar y recogía la mesa cuando los clientes se levantaban y se dirigían a las habitaciones privadas en buena compañía.

 

El Mayor Zhen estaba encantado con los resultados de su brillante idea de poner a SiSi al cuidado de Meng Shi, así como la notable suma de dinero que él estaba ganando con el trabajo de la hermosa y talentosa Omega. Aunque en parte le llamaba un poco la atención que altos cargos de la Secta LanLing Jin se acercaban al burdel con mayor regularidad pidiendo las atenciones exclusivas de Meng Shi, como si fueran mandados por recomendación. Pero a él eso no le importaba, ya que esos viejos traían mucho oro para gastar y dejaban buenas propinas.

 

Meng Shi diariamente tocaba su guqin para animar el gran salón del burdel, este era el momento preferido de todos los que iban al lugar, escuchar a la talentosa Meng Shi cantar y tocar bellas melodías. Esto era deleitante y su aroma perfumaba el salón atrayendo la mirada de todos los presentes, así también como la mirada de odio de cierta Omega.

 

—¿Qué se cree Meng Shi?— Exclamó AnXin de forma despectiva escupiendo el nombre de la Omega —Se cree una dama y no es más que otra prostituta al igual que nosotras.—

 

—AnXin-Jie, que no te escuche el Mayor Zhen— Le murmuró la pequeña SiSi recordándole lo que paso poco tiempo atrás con el joven Omega que intento lastimar a Meng Shi por envidia.

 

—¿Qué? ¿Acaso ese viejo bastardo también me venderá a un burdel de baja categoría? Yo le traigo también buenas ganancias, él no me echara... y tu mocosa no te metas en mis asuntos o me las pagaras en algún momento— Se echó a reír AnXin.

 

SiSi se limitó a limpiar la mesa y retirarse a la cocina con la mirada baja.

 

Después del hermoso espectáculo Meng Shi se retiró a su habitación para tener un descanso para empezar a atender a los clientes más tarde, de repente sintió náuseas y vomitó el almuerzo al suelo. Asustada de que alguien lo vea, limpió el desastre a gran velocidad tirando esencias de perfumes en la habitación para ocultar el olor.

 

Su plan dio resultado. Ella estaba embarazada de Jin GuangShan pero tenía que ser inteligente y ocultar el embarazo varios meses. Si el Mayor Zhen se enterara seguramente la obligaría a perder a su bebe y eso no podía pasar. Era bueno el haberse enterado que durante el celo la posibilidad de embarazo era extremadamente alta, logrando hacer buen uso de la información.

 

Con la excusa de que había comido algo que le cayó mal mando a la pequeña SiSi a que le comprara medicina para las náuseas, la niña no dijo nada y fue con su encargo. También le dijo que no le dijera de su malestar al Mayor Zhen ya que quería cumplir con los encargos que el viejo ya había arreglado para ella y no quería molestarlo. SiSi le creyó, ya que Meng Shi era como una hermana mayor para ella y la quería tanto como al Mayor Zhen.

 

Después de tomar sus medicinas, y guardar una gran parte de ella en su cajón para futuros malestares, se tranquilizó al notar que la pequeña no se dio cuenta que el pedido era mucho para un pequeño malestar, ya que la cantidad de medicina comprada era excesiva.

 

Preparó el baño y perfumó el agua con aceites aromáticos deleitándose en su corto momento a solas para relajarse mientras acariciaba su vientre y cantaba. Después buscó entre sus nuevos vestidos y eligió una túnica de seda blanca interior casi traslucida, con detalles en dorado a la altura del escote. Como túnica exterior un haifu rojo con bordados en dorado y una gasa verde con ocre también con detalles en dorado. Se sentó frente al espejo y comenzó a peinarse recogiendo su cabello en un rodete alto con horquillas y joyas enlazadas con una cinta roja. Cuando finalizo el peinado se dispuso a maquillarse con colorete en labios y ojos. Sintiéndose conforme con el resultado salió de su habitación.

 

Caminó por el pasillo hasta encontrar al Mayor Zhen.

 

—Mayor Zhen, estoy lista para mi trabajo de hoy.— Dijo Meng Shi con la mirada baja.

 

El viejo Zhen la miro detenidamente —Te ves muy bien hoy A-Shi, como siempre tu belleza es deslumbrante.— Alabo el Mayor Zhen —Ve a la mejor habitación y espera al cliente.—

 

El Mayor le dio las píldoras y se fue al salón. Meng Shi las sostuvo en su mano y las tiró cuando nadie estaba cerca y pudiera verla.

 

—Si llego a tomar estas porquerías le harían mal a mi bebé.— Pensó mientras arrojaba las píldoras por la ventana.

 

Meng Shi con elegancia y buen porte caminó por los pasillos pasando por las distintas habitaciones donde sonidos obscenos se llegaban a percibir de sus hermanas trabajando hasta llegar a la última habitación del pasillo.

 

Sintiéndose privilegiada de tener la mejor habitación, se sentó frente a la puerta y esperó al cliente. Seguramente un hombre prestigioso de gran fortuna que habría pagado una gran suma solo para estar con ella. O uno de los altos funcionarios que Jin GuangShan le había pedido que tratara bien para cerrar algún negocio de la secta, ya que ella quería ayudarlo a que sea líder cuanto antes para que él pudiera sacarla del burdel.

 

La puerta se abrió sacándola de sus pensamientos, una brillante sonrisa seductora se dibujó en sus labios mientras acariciaba la cinta de su cabello y se preparaba mentalmente para recibir al primer cliente del día.

 

—Esta humilde Omega está feliz de dar sus servicios....— Dijo Meng Shi con una reverencia —Meng Shi está a sus cuidados, sea gentil por favor.—

 

Sintiéndose algo desilusionada Meng Shi pensó —Haa~... Hoy también será un alto rango...—

 

El Alfa entro a la habitación completamente satisfecho por la recomendación del Joven Maestro de su secta. Él estaría dispuesto a estar de su parte para que tomara el cargo de líder al haberle recomendado tan encantadora Omega.

 

Quitándose sus túnicas las tiro al suelo y llevó a Meng Shi a la cama, deleitándose con las atenciones de la talentosa Omega, su gran belleza y perfección, así como también su suave y delicioso aroma.

 

»»————-  -————««

 

Las semanas pasaron y la rutina diaria de Meng Shi siempre fue la misma, tocar el guqin y atender a los clientes. Cuando tenía un tiempo libre ella se dedicaba a la lectura de poesía, que muchas veces recitaba en el salón o decía para endulzar los oídos de los Alfas mientras ella los atendía en la habitación privada.

 

Por suerte para ella, las náuseas eran muy pocas y se le pasaban rápidamente con muy poca medicina. También ayudo que su embarazo no era para nada notable, su bebé seguramente era muy pequeño así que lo tomó como algo bueno ya que no necesitaba usar vestidos más holgados todavía.

[Nota: Es una ficción, para nada es igual a la realidad.]

 

—Ya mi pequeño... mamá te cuidara por siempre... un poco más, unos meces más y mamá no tendrá la necesidad de ocultarte.— Murmuraba Meng Shi mientras acariciaba su vientre.

 

Tomo su libro preferido y comenzó a recitarle poesía a su bebé, ella estaba segura que el pequeñito dentro de ella seguramente la escuchaba y se sentía amado.

 

Meng Shi, escribió todos los buenos y malos momentos que vivía en un diario, que guardaba en uno de sus cajones junto con varios pensamientos y su creciente amor platónico por Jin GuangShan.

 

Dedicando poemas y alabanzas a su Alfa:

 

"No puedo correr a tu lado, abrazarte y
decirte lo que ahora siento, no puedo explicarlo.
No puedo gritar al viento cuanto te amo.
Solo puedo escribir en secreto, sentir y susurrar,
mis sentimientos al cielo".


Chapter 4: Jin GuangShan x Meng Shi

Summary:

Advertencia: Contenido de relaciones heterosexuales [Ship : Jin GuangShan x Meng Shi]. El capítulo abarca la subasta, la primera noche, los planes de Meng Shi y la manipulación de Jin GuangShan. Leer bajo su propia responsabilidad. Saltear el capítulo no influye mucho en la trama principal pero se pierden algunos detalles.

Chapter Text

Había llegado la noche de la subasta, en la que Meng Shi iniciaría su plan. Ella aprovecharía la oportunidad de su celo, para quedar embarazada del Alfa que la comprara esta noche.

                

El Mayor Zhen inicio la subasta con una suma mínima de ochenta piezas de plata.

 

Meng Shi se sonrió desde su lugar en esa plataforma.

 

—Noventa piezas de plata.—

 

—Una pieza de oro.—

 

—Tres piezas de oro.—

 

—Cinco.—

 

—Diez piezas de oro.—

 

—Dieciséis.—

 

—Diecinueve.—

 

—Veinte piezas de oro.—

 

—¡Veinte piezas de oro! ¡¿Alguien da más?!— Exclamó el Mayor Zhen.

 

Meng Shi clavó su mirada en un joven Alfa de túnica amarilla que la miraba cubriéndose la mitad del rostro con su abanico.

 

La subasta continuo.

 

—Veinticinco.—

 

—Veintiocho.—

 

—Treinta.—

 

Parecía que ya nadie pujaba una mayor oferta de treinta pizas de oro hasta que el silencio se cortó abruptamente.

 

—¡Cincuenta piezas de oro!— Exclamó un joven Alfa levantando en alto su abanico.

 

El salón se llenó de un murmullo y grandes exclamaciones por la gran suma pagada. El Mayor Zhen cerró la subasta vendiendo la virginidad de Meng Shi en cincuenta piezas de oro.

 

Meng Shi sonrió triunfante, al menos el primero sería un Alfa joven y apuesto.

 

El joven Alfa de túnicas amarillas fue llevado a la mejor habitación del burdel para que disfrutara de su compra, mientras esperaba a la Omega le dieron aperitivos y el mejor licor de la casa.

 

Jin GuangShan se sirvió una copa y la bebió, después llevó los aperitivos y el vino a la cama donde esperaría a la bella Omega.

 

El Mayor Zhen se acercó a Meng Shi y le dio varios consejos, ella asentía mientras se tambaleaba y era guiada del brazo a la habitación.

 

—A-Shi, debes ser obediente, has todo lo que el Alfa te diga, él es el heredero de una prominente secta no me hagas quedar mal— Le aconsejó el viejo Zhen mientras sacaba de su túnica un frasquito de píldoras.

 

Meng Shi las reconoció rápidamente, eran píldoras anticonceptivas para Omegas. Ella había planificado el no tomarlas y deshacerse de ellas para así atar al Alfa con un cachorro. Era lo único que podía hacer en su situación para tener una vía de escape del burdel.

 

Meng Shi tomó las píldoras que el Mayor Zhen le ofreció, las puso en su boca y entró en la habitación.

 

Ella estaba mareada y sentía con mucho calor, se tambaleo al primer florero que vio y sacando las píldoras de su boca las tiro en él. Luego se dirigió a la cama donde el Alfa la estaba esperando.

 

—Hola, Meng Shi, mi nombre es Jin GuangShan.— Exclamó el Alfa mientras levantaba su mano haciéndole el gesto para que se acercara a él.

 

Meng Shi sonrió y se arrojó a los brazos el Alfa.

 

Jin GuangShan la atrapó y la tomó entre sus brazos, ayudándola a quitarse las túnicas que la asfixiaban y aliviar un poco el calor que la Omega estaba sintiendo.

 

—Meng Shi, eres muy hermosa. Tu aroma a melocotones es tan dulce y suave, eres elegante y talentosa, muy diferente de otras Omegas que he conocido antes.— Alabo Jin GuangShan a la Omega que le sonreía muy gustosa de sus palabras.

 

—Joven Maestro, Meng Shi ya no puede ser paciente, te necesito...— Exclamó la Omega mientras se colocaba sobre el Alfa buscando una atención más íntima.

 

—Meng Shi, eres bastante atrevida y directa, me gusta eso de ti. Bebe una copa conmigo y brindemos por muestro primer encuentro.— El Alfa sonrió mientras llenaba una copa de licor para la doncella.

 

Meng Shi asintió como en trance y bebió de la copa ofrecida.

 

El Alfa sacó la cerámica de su mano y la arrojó a un costado, se quitó las túnicas que terminaron en algún lugar de la cama. Mostrando su pecho entrenado y tonificado, su contextura física era delgada y esbelta, sus músculos en brazos y piernas eran marcados pero no muy grandes y su piel podía verse muy tersa y suave.

 

Meng Shi se relamió los labios con la vista frente a ella.

 

Jin GuangShan removió todas las prendas de la Omega y dejó una serie de besos en su cuello y clavícula. Mientras que con sus manos estimulaba los pezones de sus bustos en forma de limón.

 

La doncella se deleitaba bajo el toque el Alfa, que parecía gentil y paciente en un principio, ya que rebosaba de una gran experiencia en la cama.

 

Ella se dejó llevar por las nuevas sensaciones que su cuerpo inexperto estaba recibiendo. Se sentía cómoda con el Alfa, había pensado que tendría miedo y no sabía que le hacía confiar y dejarse llevar en el trato que Jin GuangShan le estaba brindando.

 

Jin GuangShan mientras declaraba y susurraba alabanzas de su gran belleza y suavidad cerca de su oído, comenzó a dilatarla con sus dedos para hacer más fácil la posterior penetración.

 

Meng Shi arqueo su espalda por la sensación de intromisión en su intimidad, se retorció debajo del Alfa y dejo salir jadeos placenteros de sus labios rojos cereza.

 

—Meng Shi, eres una Omega traviesa, mira lo mojada que ya estas. ¿Tan bien se siente mi toque?— Preguntó Jin GuangShan en tono travieso.

 

—Joven Maestro, se siente muy bien.— Contestó la Omega.

 

El Alfa se posiciono entre sus piernas, separándolas con sus fuertes brazos.

 

—Relájate, al principio dolerá un poco.—

 

Meng Shi no tuvo tiempo de asentir ni prepararse mentalmente para lo que venía, sintió de golpe un dolor muy fuerte.

 

Jin GuangShan ya había entrado en ella, sin dejar que la omega se acostumbrara comenzó a penetrarla. Algunas lágrimas rodaron del rostro de Meng Shi, dolía, dolía mucho, apretó los dientes y aguantó.

 

Después de unos minutos el dolor se fue dejando una sensación placentera y un leve ardor. Comenzó a disfrutar de las atenciones, instintivamente abrazo con sus piernas la cadera del Alfa y también comenzó con un vaivén bastante indecente.

 

Jin GuangShan se complació con la sensación. Meng Shi era verdaderamente talentosa y aprendía muy rápido. La Omega podría volver adicto a cualquier Alfa con su cuerpo y aroma.

 

El Alfa siguió acariciando su cuerpo como quien afila una espada, con cuidado y devoción, un movimiento en falso y podría cortarse con su filo.

 

Las estocadas se volvieron más demandantes y salvajes, Meng Shi se aferró a la espalda del Alfa para sostenerse. Dejando salir un gemido ahogado ella tuvo su primer orgasmo, apretando fuertemente el duro miembro del Alfa en su interior, después de varias estocadas más profundas y lentas el Alfa se vino dentro de ella anudándola por varios minutos quedando conectados como uno solo.

 

Después de salir de ella se recostaron para descansar un rato.

 

Meng Shi alabo al Alfa y le recito algunos poemas que había leído, Jin GuangShan se asombró del conocimiento de la Omega y gustoso por sus palabras se dejó alabar.

 

—Joven Maestro si gusta también puedo cantarle.— Ofreció Meng Shi mientras se recostaba sobre el hombro del Alfa.

 

—No “Joven Maestro”, puedes decirme A-Shan si gustas Meng Shi.—

 

La Omega se sonrojó —A-Shan...— Murmuró apenada.

 

El Alfa sonrió, ese nombre sonaba muy bien con la hermosa voz de Meng Shi.

 

—A-Shan... si quieres puedes también llamarme A-Shi.— Sonrió la Omega mientras más se aferraba al brazo del Alfa presionando sus pechos en él.

 

—A-Shi, A-Shi... La hermosa y bella A-Shi— Exclamó meloso el Alfa cuando deposito un beso en la frente de la Omega.

 

La mirada de Meng Shi se llenó de entusiasmo y felicidad. —A-Shan tengo ganas de seguir.— Exclamó con un tono apenado y mirada baja, como si lo tentara.

 

—Por supuesto A-Shi.—

 

Jin GuangShan la hizo suya una vez más, impregnándola de su esencia y acabando nuevamente en su interior. Meng Shi pasó la noche entera de su primer celo con él.

 

Al amanecer Jin GuangShan se despertó, el Alfa comenzó a buscar sus prendas por la habitación para marcharse. La Omega también se despertó sintiendo que el Alfa ya no estaba acostado a su lado haciendo que tenga algo de frío por su ausencia.

 

Meng Shi se levantó y comenzó a perfumar la habitación. El Alfa se giró a verla algo sorprendido.

 

—Perdona A-Shi, parece que te desperté.—

 

—A-Shan quédate un rato más conmigo, no me dejes sola tan rápido, te necesito.— Hizo un puchero rogando para que se quedara con ella.

 

Meng Shi quería pasar la mayor parte del celo con él.

 

Jin GuangShan se sonrió, y acepto el quedarse una noche más con ella. Se acercó a la puerta y pidió la presencia del Mayor Zhen.

 

Después de arreglar una suma de dinero con el dueño del burdel, pidió comida, licor, dulces y agua para el baño de la habitación. Era como una luna de miel ya que ambos pasaron el día en la cama, acostándose, comiendo y bebiendo, entre risas y charlas.

 

Ya habían perdido la cuenta de cuantas rondas habían tenido, el Alfa se sintió muy satisfecho. Al amanecer se fue del burdel prometiendo que volvería por su compañía dentro de poco tiempo ya que Meng Shi ahora sería su nueva favorita.

 

»»————-  -————««

 

Meng Shi se encerró en su habitación durante los otros días de su celo fingiendo un malestar, cosa que nadie cuestiono.

 

El viejo Zhen había ganado una muy buena cantidad de dinero, darle unos días de descanso a la Omega no le traería perdidas futuras sino que tendría mejores ganancias si la Omega tenía buen humor mientras hacia su trabajo.

 

Meng Shi siguió pensando en su plan. Jin GuangShan era muy apuesto, elegante, y se jactaba de tener un buen estatus. Él era el hijo favorito del Líder de la Secta Lanling Jin, por lo que sería el próximo líder dentro de poco. Si le salía bien en unos cuantos meses el Alfa la sacaría de ese lugar.

 

Meng Shi sonrió y una carcajada fue ahogada en la almohada de su habitación.

 

Después de una semana de su celo, el Mayor Zhen la llamo para que vaya a atender al cliente del día.

 

Meng Shi se preparó, colocándose un vestido de gasa rosa, y una túnica exterior en un tomo más oscuro y fuerte de rosado con detalles bordados en rosas doradas, se colocó joyas y accesorios en su peinado alto y elegante. Para terminar se maquillo de manera más suave y natural, resaltando sus labios con colorete.

 

Elegante, fina y hermosa se paseó por el pasillo acompañada del Mayor Zhen que no paraba de alabarla, y toquetear de más su figura aprovechando cada oportunidad que tenia de hacerlo. Fuera de la habitación le dio las píldoras y las indicaciones de esperar al cliente que estaba en el salón bebiendo.

 

Ella asintió, y entro en la habitación.

 

Aun con las píldoras en su mano espero paciente hasta que la puerta se abrió.

 

Ella sonrió.

 

—A-Shan, viniste.—

 

—Por supuesto, A-Shi. Te extrañe mucho mi bello melocotón.— El Alfa se acercó a ella rodeándola por la cintura.

 

—A-Shan, bebamos una copa por nuestro reencuentro.— La Omega sonrió más ampliamente.

 

Jin GuangShan asintió y se dirigió a la cama mientras se quitaba las túnicas.

 

Meng Shi tomó el licor de la mesa y rápidamente tiro las píldoras por la ventana, sirvió las dos copas y fue con el Alfa a la cama, caminando de manera sugestiva meneando las caderas con cada paso como una danza mientras perfumaba la habitación con su aroma a melocotones.

 

—A-Shi, eres tan perfecta... tu aroma me fascina.— Se inclinó el Alfa hacia adelante y tomó la copa de licor —Por tu belleza y nuestro reencuentro.— Exclamó y levantó la copa.

 

—Por ti A-Shan, y nuestro reencuentro.— Meng Shi bebió el licor relamiéndose los labios tentando nuevamente al Alfa con sus feromonas y gestos corporales.

 

Extendiendo sus manos Jin GuangShan desato la faja del vestido de la Omega, tomándose el tiempo de admirar y besar la hermosa piel, cremosa y pálida de Meng Shi. Ella tomó con sus manos la virilidad del Alfa y comenzó a estimularlo, dejando salir un gruñido del Alfa por tal atención a su parte baja.

 

Meng Shi se inclinó para estar más cerca del Alfa y se atrevió a besar sus labios.

 

Era su primer beso.

 

Jin GuangShan se sorprendió pero correspondió profundizando el beso. Volviéndolo más íntimo y cercano.

 

Meng Shi se entregó completamente al Alfa, las palabras dulces y halagos de Jin GuangShan habían calado en su corazón y mente, haciendo que se enamorara platónicamente del Alfa.

 

Se subió sobre las piernas del Alfa sin cortar el apasionado beso y comenzó a penetrarse con el miembro erecto y caliente de Jin GuangShan comenzando a moverse lentamente en un vaivén sensual y muy lascivo. Una danza para su Alfa, su amado A-Shan.

 

Jin GuangShan acariciaba y tomaba en sus brazos a Meng Shi acercándola al calor de su cuerpo acompañando el movimiento de la Omega deleitándose en las sensaciones de tan talentosa mujer. Sonidos obscenos llenaron la habitación, gemidos necesitados, besos húmedos y demandantes. Cambiando de posición recostó a Meng Shi y siguió penetrándola con ímpetu.

 

Los sonidos de piel con piel se hicieron más fuertes al igual que los gemidos, música para los oídos de Jin GuangShan. Palabras de amor, cariño y afecto llenaban el corazón de Meng Shi de alegría y esperanza.

 

Después de unas cuantas penetraciones fuertes y profundas el Alfa se vino dentro de ella con un fuerte gruñido, volvió a llenarla con su esencia.

 

—A-Shi, necesito que me hagas un favor. ¿Podrías?— Dijo casualmente el Alfa mientras se recostaba al lado de la Omega.

 

—Si puedo ayudar a A-Shan, haría lo que sea.— Contestó Meng Shi sin vacilar.

 

—Sabes que soy el heredero de la Secta LanLing Jin, mi padre aun no quiere hacerme líder, pero él ya es un hombre mayor y está muy enfermo, necesito de tus talentos para poner de mi lado a los altos rangos de la secta.— Explicó Jin GuangShan.

 

Meng Shi escuchaba atentamente al Alfa, segada por las palabras amables y promesas de libertad al obtener el puesto de Líder de la Secta, ella acepto ayudarlo, endulzando los oídos de esos Alfas en su favor, además seguramente pagarían bien y el viejo Zhen estaría de acuerdo con tenerlos en el negocio.

 

—Hare lo que sea para ayudarte A-Shan. Cuenta conmigo para lo que necesites.— Meng Shi sonrió —¿Quieres que toque para ti?—

 

El Alfa asintió, ella se levantó para pedirle al Mayor Zhen su guqin. A los pocos minutos el dueño del lugar toco la puerta y Meng Shi se asomó para tomar su guqin para sentir como el mayor acariciaba levemente sus manos mientras le daba el instrumento. Ella tomó rápidamente el instrumento y se alejó de la puerta y la cerró lentamente algo sorprendida.

 

—A-Shi ¿Qué pasa?— Pregunto el Alfa.

 

—Nada A-Shan, nada.—

 

Después de que ella le tocara y cantara un par de canciones Jin GuangShan se despidió de Meng Shi con un profundo y tierno beso, acompañado de la promesa de volver pronto a su lado.

 

El joven Alfa cumplía fielmente su promesa, pasaba por el burdel pidiendo las atenciones de Meng Shi una o dos veces por semana, además de compartirle los planes y proyectos futuros para su pronta asunción como Líder de Secta.

 

La joven Omega era muy inteligente y lo ayudaba con los proyectos dándole brillantes ideas. Para ella la presencia del joven Alfa le daba felicidad y tenía un trato especial con él, casi amoroso.

 

De todos los clientes que Meng Shi atendía, solo besaba a Jin GuangShan, sus labios no eran tocados por otro Alfa que no sea su amado A-Shan.

 

Meng Shi escribía sus sueños, anhelos y sentimientos en un diario, junto con las cosas malas que le habían pasado, la muerte de su madre, padre y lo que su madrastra había hecho. Partes lindas de su niñez y recuerdos felices, todo era volcado sobre las páginas del diario.

 

Varios pensamientos, su creciente amor platónico por Jin GuangShan, poemas y alabanzas a su Alfa, llenaban las páginas escritas en las últimas semanas.

 

Meng Shi se tocó el vientre había tenido leves mareos, y arcadas con algunos alimentos. Sonriendo plenamente pensó que su plan estaba marchando correctamente el Alfa la necesitaba, su A-Shan la amaba.

 

Vistiéndose con sus finos vestidos, se preparó para el próximo cliente. Estando conforme mientras se miraba al espejo, salió de su habitación al pasillo, con aire elegante y superior. Al llegar a la habitación privada se sentó a esperar al cliente.

 

La puerta se abrió, y Meng Shi sonrió.

Chapter 5: El nacimiento

Chapter Text

Meng Shi llevaba cinco meses de embarazo. Ocultarlo por más tiempo le podría traer daños al bebé ya que su pancita ya era más visible y se negaba a usar fajas o cintos apretados. Agradecía a su contextura física de tal hazaña, pues era delgada y de caderas anchas, lo que logró ocultar su embarazo por bastante tiempo.

 

Si la descubrían a esta altura del embarazo ya era tarde para hacer que perdiera a su hijo sin poner en riesgo su vida. El Mayor Zhen seguramente no se permitiría perder a su gallina de los huevos de oro para el negocio.

 

Durante estos cinco meses Meng Shi se mantuvo en su puesto de la mejor, la más bella y la más talentosa Omega del burdel. Teniendo para si la mejor habitación, con los clientes más influyentes, acaudalados y prestigiosos de la región. Tal era su fama que venían Alfas de lugares lejanos a conocerla y tener un momento con ella.

 

El plan de Jin GuangShan también era parte de su creciente prestigio como la mejor de Yunmeng, los altos cargos, funcionarios y ancianos "Respetables" de la Secta LanLing Jin iban especialmente por sus servicios. Estos al gozar de un buen trato y placeres con la Omega, votarían a favor de Jin GuangShan y este ganaría méritos para su pronta asunción a Líder de la Secta.

 

Ocultando muy bien el hecho de hacer beber a los clientes sin necesidad de beber ella alcohol. Recitando poesía o comiendo aperitivos, no llamo la atención de nadie. Algo que no pasó desapercibido por los ojos atentos de un zorro astuto que merodeaba por el salón. Mas especialmente en la Omega y todo lo que ella hacía.

 

Ella ignoro completamente este hecho. Sin saber que alguien en las sombras sabia de su situación y embarazo.

 

Meng Shi estaba en su habitación enseñándole a la pequeña SiSi a hacer peinados refinados. SiSi aprendió mucho de Meng Shi, la confianza y cariño eran notables, si tan solo la pequeña Omega no fuera tan leal a un ser tan repugnante como el Mayor Zhen. Ella no podía creer la clase de vida que la niña había tenido en el pasado para tener en tan alta estima a alguien tan despreciable como el viejo Zhen.

 

SiSi le conto que su padre la golpeaba si no conseguía monedas para el licor, muchas veces pasaba varios días sin comer, o comiendo muy poco. Siempre pasaba hambre. Sufría del frio y el abandono. Hasta que el Mayor Zhen la saco de ese lugar.

 

Meng Shi maldijo por segunda vez en su vida recordando que el toqueteo del Mayor Zhen a su persona era cada vez más descarado. Pasó de simples roses y caricias a sus manos a manoseo a su cintura y cadera. Además de las alabanzas que el Alfa daba a su belleza cada vez que tenía la oportunidad.

 

Meng Shi solo sentía asco al escucharlas y al tenerlo tan cerca. Ella siempre trataba de mantener distancia con ese viejo Alfa, pero el Mayor Zhen siempre invadía su espacio personal, como si fuera el dueño absoluto de un objeto. No era mentira ella había sido comprada, era una mercancía en el negocio. No negaba el miedo que tenia de que un día pasara la línea y la llevará a su habitación privada para su disfrute.

 

Odiaba ese pensamiento.

 

Un golpe en la puerta la alertó, exaltándola de su estado pensativo y silencioso. SiSi se acercó y abrió la puerta. El Mayor Zhen pedía su presencia para hablar de algo privado. Sin tener más remedio se levantó, se acomodó de manera presentable y lo siguió con algo de miedo en su interior.

 

Caminando por el largo pasillo los segundos parecían eternos, la atmosfera era pesada y silenciosa lo que la hizo estremecer. El Mayor Zhen se detuvo frente a una habitación que ella reconoció de manera automática como el cuarto privado del Alfa.

 

—Entra, A-Shi.— Exclamó el Mayor Zhen tranquilamente.

 

Ella seguía mirando el piso, con miedo y una gran duda en su interior. No quería hacerlo.

 

—A-Shi, eres muy preciada para mí. No te hare nada, solo hablaremos de un asunto delicado.— Intentó tranquilizarla el Alfa al olfatear el aroma del miedo en la Omega.

 

Meng Shi se resignó, tenía que obedecerlo si quería mantenerse a salvo. Además no pondría en riesgo la vida del bebé por una simple sospecha y entró en la habitación.

 

El Mayor Zhen tenía algunas cosas preparadas para la conversación en la mesa, donde invito a la Omega a sentarse con él.

 

—¿Qué necesita Mayor Zhen?— Preguntó Meng Shi.

 

—Antes de empezar a hablar, bebe un poco de licor conmigo.— Dijo el Mayor Zhen, mientras servía dos copas.

 

—Preferiría beber té, el licor me dificulta el trabajo.— Se excusó Meng Shi.

 

El Alfa la observo detenidamente y se bebió las dos copas, luego cortó el silencio —¿Piensas que no lo sé?— Preguntó el Mayor Zhen.

 

—¿Cómo? Perdone... no entendí.— Murmuró Meng Shi confundida.

 

—¿Si piensas que no se de tu embarazo? ¿Cuánto tienes? Cuatro o cinco meses, ¿no?— Dijo el Mayor Zhen, su tono extremadamente tranquilo era lo preocupante. —Es de Jin GuangShan, ¿o me equivoco?—

 

Meng Shi palideció, pero sabía que no ganaba nada bueno negando lo dicho por el Alfa, si no era sincera tenía miedo de ganarse algún castigo mayor del que tendría si confesaba sinceramente.

 

—Yo- yo... si estoy embarazada... cinco meses y no se equivoca él es el padre del bebé, estoy realmente segura de eso.— Murmuró Meng Shi sacando con fuerza de voluntad cada palabra a pesar del gran miedo que tenía.

 

—Ya veo.— Suspiró el Alfa y agregó. —Pensé que serias más inteligente. Pero lo hecho, hecho esta. Te tengo una propuesta, olvídate de ese inútil y se mi esposa. El niño heredara el negocio, me atraes mucho desde la primera vez que te vi Meng Shi.

 

—No... emm... ¿Qué? ¿De qué está hablando?— Meng Shi no entendía nada de lo que escuchaba.

 

—Como lo escuchas. Me interesas y quiero que te que conviertas en mi esposa. Reconoceré al niño o niña como mío, heredara el negocio. Además ya no tendrías que trabajar más, solo serias mía y no permitiría que nadie más te ponga un dedo encima. Tendrás una vida cómoda y serás la encargada de enseñarle modales a los Omegas que trabajan aquí. ¿Qué dices? ¿No te interesa?—

 

—Jamás aceptaría algo así antes yo......—

 

—Espera, aun no me rechaces tan rápido. Supongamos que tu plan resulta bien y tu amado Jin GuangShan te lleva. Yo no me negaría a venderte a un buen precio y te dejaría ir. Pero, si eso no pasa tendrías que quedarte aquí. Si tu hijo independientemente si es niña o niño resulta ser Alfa cuando cumpla los diez años, lo venderé... si es Beta tendrá mucha suerte ya que podría trabajar aquí en la cocina o de ayudante. Pero si es un Omega... trabajará en lo mismo que su madre y compartirá tú mismo destino...— Explicó el Mayor Zhen y agregó. —Si aceptas mi propuesta nada de eso pasara. No me contestes ahora, yo te esperare Meng Shi, el tiempo que haga falta. Piénsalo. No importa que tardes unos días, diez años o dieciséis y quieras hacerlo para salvar a tu pequeño de su destino. No te molestare más, puedes irte.—

 

Meng Shi se levantó lo más rápido que pudo y salió del cuarto. Caminando a toda velocidad llego a su habitación y se encerró.

 

Sentía el estómago completamente revuelto. Jamás aceptaría ser la esposa de ese viejo degenerado. Temía por el futuro de su hijo, pero confiaba en que su amado A-Shan la liberaría de este lugar. Se tambaleo y vomito en su camino al baño.

 

Llorando limpio el desastre, la pequeña SiSi la miraba asustada en un costado de la habitación, el aroma a melocotones era amargo demostrando el disgusto y la tristeza que tenía en su corazón. SiSi se acercó temerosa y la abrazo.

 

Meng Shi dudo.

 

—SiSi... ¿tú le dijiste alguna cosa al Mayor Zhen de mí? El parece muy enojado.— Le dijo a la pequeña probando sus dudas.

 

—No, Shi-jie...— Dijo la pequeña —¿Por qué está enojado?—

 

Dejando salir un suspiro profundo, tomó la mano de SiSi y la hizo tocar su vientre —Voy a ser mamá. Pero no te preocupes, no me pasara nada malo.

 

SiSi le sonrió ampliamente y la abrazo más fuerte.

 

»»————-  -————««

 

Jin GuangShan se acercó al burdel como tenía costumbre pidiendo ver a Meng Shi. Notando que la mirada del Mayor Zhen no era tan amigable como lo era habitualmente se dirigió a la habitación privada a esperar a su tierno melocotón.

 

Meng Shi llegó a los pocos minutos con una gran sonrisa, abrazando al Alfa apenas pudo verlo. —¡A-Shan, te extrañe mucho!— Exclamó Meng Shi mientras rodeaba el cuello del Alfa para sentir mejor su aroma.

 

Desde hacía tiempo dejaron de llamarse de manera formal y se llamaban de manera más íntima y cariñosa, A-Shi y A-Shan.

[Nota: Esta parte aparece en el Capítulo 4 - Jin GuangShan x Meng Shi.]

 

El Alfa rodeó su cintura, bastante gustoso de tener en sus brazos a la Omega nuevamente. Después de un juego previo romántico, suave y paciente. Se acercaron más íntimamente y terminaron con varias rondas en la cama.

 

Antes de que el Alfa se marchara, Meng Shi tomó su túnica para que aun no se fuera. —A-Shan, hay algo que quiero decirte.— Murmuró Meng Shi su rostro tan rosado como un melocotón.

 

—Claro mi dulce A-Shi, ¿qué pasa?— Contestó Jin GuangShan.

 

—Estoy embarazada... de cinco meses.—

 

—¿Eh?...—

 

—A-Shan. ¡Tendremos un bebé!— Dijo Meng Shi con una gran sonrisa abrazando al Alfa, su perfume a melocotón era muy dulce y alegre.

 

—Oh... ¡Qué bueno, A-Shi...!— Dijo el Alfa disimulando su nerviosismo. —Hay que arreglar las cosas, entonces.—

 

—Si. Mnn... A-Shan, ¿cuándo me vas a llevar?— Se apresuró a preguntar Meng Shi con su rostro lleno de ilusión.

 

—Mmm... Aun no puedo llevarte, A-Shi.— Dijo Jin GuangShan pero al ver la cara de desilusión de la Omega agregó. —Cuando todo sea perfecto, solo espera... ¡Ah! ¡Mira, mira...!—

 

Arrancó un botón de perlas de su cinto y se lo entregó a Meng Shi, como si fuera el tesoro más delicado y raro del mundo.

 

—Este es un botón especial, si tienes una emergencia úsalo... ve a LanLing Jin y muéstralo, eso demostrara que me conoces y que yo te lo di. ¿Me esperaras mi melocotón?— Lo último lo dijo con un tono angustioso para demostrar su "Dolor" al estar separados durante un tiempo.

 

—Sí, lo atesorare mucho. Gracias, A-Shan.—

 

—Te extrañare mucho mi amado melocotón. Cuídate mucho mientras arreglo todo.— Dijo depositando un beso casto en sus labios y una caricia extremadamente suave en su vientre.

 

Meng Shi sonreía muy feliz, apretando en su pecho el botón que le dio el padre de su bebé, su amado A-Shan y la promesa de que volvería pronto a llevársela del burdel.

 

Después de salir del lugar, Meng Shi fue a su habitación a tocar música y cantarle a su bebé.

 

»»————-  -————««

 

Jin GuangShan estaba furioso y sin previo aviso irrumpió en la oficina del Mayor Zhen pidiendo explicaciones.

 

El Mayor se hizo el desentendido y sorprendido, llegando a la conclusión que la Omega los había engañado a ambos y no tomaba las píldoras que le habían dado en todos sus encuentros. Pero que la fecha coincidía con su primer celo y la subasta, por lo que no había duda de que él era el padre del cachorro.

 

Jin GuangShan recordó que estuvo un día y dos noches con la Omega. Luego de insultar al viejo Zhen el joven Alfa se marchó del burdel.

 

Después de todo la había pasado muy bien mientras la "Magia" duró. Llegó a convertirse en el Líder de la Secta e inclusive estaba casado. Su ahora esposa, Madame Jin estaba embarazada y pronto tendría un heredero legitimó.

 

Jin GuangShan no estaba interesado en otros asuntos por lo que se olvidaría de Meng Shi en un corto periodo de tiempo.

 

»»————-  -————««

 

El Mayor Zhen le arregló muy pocos encuentros a Meng Shi para cuidar de su salud y cuando cumplió los siete meses ya no atendía ningún cliente.

 

Meng Shi estaba muy tranquila, solo tocaba diariamente el guqin en el salón y la noticia que la talentosa Omega estaba embarazada se extendió como un gran chisme por toda la región rodeado de muchas incógnitas sobre el presunto padre del cachorro.

 

An Xin no desaprovechó la oportunidad para tirar veneno de su boca en contra de Meng Shi, intentando desprestigiarla.

 

Paso el tiempo y Meng Shi se encontraba en su octavo mes de embarazo.

 

El Mayor Zhen entró a su habitación para hablar con ella y recordarle su propuesta, aunque dijo que le daría tiempo cada vez que podía le recordaba a la Omega sus intenciones y "Sentimientos Amorosos".

 

Meng Shi se negaba a creer que alguien como él pudiera siquiera saber lo que era el "Amor".

 

—Ya le dije que no, no sea insistente por favor.— Dijo Meng Shi fastidiada, el embarazo la ponía de mal humor muy fácilmente.

 

—A-Shi, no te das cuenta... ese inútil Alfa no vendrá. Él ya está casado y su esposa esta por tener a su cachorro. No te va a llevar. Además hace ya muchos meses que ascendió a Líder de la Secta gracias a su matrimonio arreglado y los favores que le hacías.—

 

—A-Shan no la ama, solo se casó porque su padre lo obligó para darle el puesto que tanto quería. Aparte no me importa con quien este casado, él me ama a mí. Vamos a tener una casita alejada, y él vendrá a visitarme cuando pueda. No me importa no estar siempre a su lado mientras me ame. Viviré feliz con nuestro bebé.—

 

—No seas tonta. Son puras mentiras, todas sus palabras, él no vendrá...—

 

—Él me dio un recuerdo, creo en A-Shan.— Lo interrumpió Meng Shi el mal humor amargando su dulce aroma.

 

Entonces de repente, una fuerte punzada la hizo gritar de dolor. La cama se había mojado con un líquido trasparente y algo de sangre. El Mayor Zhen se asustó y salió corriendo a buscar al médico Beta del burdel.

 

Cuando llegó el medico mando a calentar agua y traer paños limpios y absorbentes.

 

SiSi corrió rápidamente a la cocina.

 

El viejo Zhen caminaba ansioso por el cuarto sin saber qué hacer, hasta que el medico lo hecho del lugar por poner a la Omega de mal humor y más nerviosa.

 

El parto se había adelantado con el disgusto y Meng Shi estaba asustada. SiSi llegó con una cubeta y muchas telas. Después de unas horas de trabajo de parto, nació él bebé. Pero no se escuchó ningún llanto.

[Nota: Se sabe que en algunos partos el bebé no llora por lo que el medico/partera les da un golpecito para que lloren. Esta es una ficción y el medico esta tan atónito que se le olvido hacerlo llorar.]

 

El corazón de Meng Shi se detuvo.

 

—¿Él está bien? ¿Dígame que paso?—

 

El medico estaba mudo y asombrado. Él bebé nació sano y salvo. Era pequeño pero respiraba normalmente. Extremadamente hermoso, sus ojos eran grandes y redondos de color marrón claro almendrados. Lo que más le llamó la atención era que él bebé no lloraba, era muy expresivo y lo miraba atentamente. El hombre había sido famoso por su sangre fría y actitud despiadada en contra de cualquier persona, ya sea Omega, Beta o incluso Alfas. Sin embargo, al ver al pequeño no pudo levantar su mano para golpearlo. Tomó los paños y los humedeció limpiando al pequeño.

 

—Es un niño.— Dijo el médico y agregó: —Él está muy bien, pero hay que mantenerlo caliente ya que nació antes de tiempo.—

 

Después de arroparlo con las telas secas se lo dio a Meng Shi. El tener a su bebé en brazos, hizo de ese día el más feliz de su vida. Prometió protegerlo de todo y darle un mejor futuro.

 

SiSi se quedó con ella y le ayudó en todo lo que pudo.

 

El medico salió de la habitación encontrándose con el dueño preocupado, ambos se fueron hablando de algo. Para no molestar a Meng Shi con su bebito.

 

—A-Yao, al fin te conozco. Soy tu mamá.— Murmuró dulcemente mientras alimentaba a su bebé. —Eres hermoso Meng Yao.—

 

Durante el primer mes de su bebé Meng Shi se volvió muy territorial no dejaba que nadie aparte de SiSi entrara a la habitación. El Mayor Zhen le dio su espacio y unos meses de "Vacaciones" antes de que empezara nuevamente con su trabajo.

 

Meng Yao era muy silencioso por lo que nadie pensaría que en el burdel había un bebé.  Solo balbuceaba cuando quería alguna cosa o tenía hambre. Él bebé nunca lloró. Meng Shi le tarareaba canciones y lo tenía en sus brazos, perfumando el lugar alegremente dándole su amor y calor. —A-Yao sonreíste de nuevo, eres muy lindo.—

 

Meng Shi bailaba y giraba con su bebé en brazos, la risita de Meng Yao llenaba su corazón de alegría y esperanza.

Chapter 6: Creciendo en un burdel

Chapter Text

En la región de Yunmeng había una ciudad rodeada de lagos llenos de bellos lotos, llamada Yunping.

 

La ciudad era bulliciosa y alegre por sus grandes licorerías, comercios y en la parte más ostentosa de la ciudad un gran "Palacio Rojo" que todos conocían como el burdel del Mayor Zhen.

 

El mejor burdel de la región de Yunmeng, en donde los Omegas de mayor calidad atendían a los clientes con bebidas, aperitivos, cantos, baile y luego en sus habitaciones privadas.

 

El lugar era ostentoso y refinado. Por fuera un palacio recatado y elegante, por dentro el lugar donde los placeres carnales eran saciados y debajo de este, el mercado negro del bajo mundo donde los Omegas que no querían trabajar o perdían clientes eran "Vendidos".

 

En las afueras del lugar diariamente se podía ver a una hermosa mujer que sostenía a un niño de tres años después de la hora del almuerzo y caminar por la bulliciosa ciudad para después de un tiempo determinado volver al burdel donde ella tendría que trabajar nuevamente.

 

—¡A-Yao ven! ¡Es hora de regresar o el Mayor Zhen nos llamara la atención y no nos dejara volver a salir!— Exclamó Meng Shi.

 

—A-Niang... A-Niang... abrazo.— Exclamó Meng Yao mientras corría al lado de su madre.

[ Nota: A-Niang, significa "Madre" con mucho afecto y cariño.]

 

—A-Yao... tu sombrero esta torcido, los caballeros tienen que tener muy en cuenta sus modales y etiqueta.— Le recordó Meng Shi mientras se agachaba y acomodaba el sombrero de su hijo para después abrazarlo y llevarlo a su habitación.

 

Meng Shi tenía dos horas libres todos los días después del almuerzo, que usaba para salir a pasear con su hijo Meng Yao. Para que su bebé no esté encerrado todo el día en su habitación, ya que SiSi había empezado a trabajar hacia muy poco tiempo y ya no podía cuidarlo como antes.

 

Meng Shi ya no tenía la misma popularidad de antes pero se las arregló para mantenerse como la segunda mejor del burdel. El primer puesto lo tenía ahora An Xin, pero no le daba mucho tiempo de fama ya que SiSi seguramente en unos meses le arrebataría el puesto rápidamente.

 

—A-Yao, ya sabes que te tienes que quedar aquí, lee este libro mientras mamá va a trabajar y no salgas de tu cuarto.— Exclamó Meng Shi y agregó. —Sabes las reglas, ¿verdad? Dilas.

 

—Emm, no salir de la habitación si no es con A-Niang o SiSi-jie, no dejar que nadie toque a A-Yao, ni A-Niang ni SiSi-Jie pueden entonces nadie puede tocar, leer y aprender mucho para que papá este orgulloso.— Dijo Meng Yao sonriendo, su tierna y dulce voz le calentaba el corazón a su madre.

 

—Muy bien mi bebé, eres muy inteligente. El orgullo de tu madre. Pórtate bien, mañana te comprare más libros y dulces.— Exclamó Meng Shi complacida.

 

Meng Yao era muy inteligente, desde muy pequeño lo incentivo a jugar, leer libros y escribir, no parecía en nada a un niño de tres años si no fuera por su apariencia, ya que se comportaba como un pequeño de diez años.

 

Meng Shi, agradecía el haber sido instruida en la casa de su padre, ahora tenía muchas herramientas para hacer de Meng Yao un señorito letrado. Solo necesitaba conseguir libros de cultivación, esgrima y meditación, lastimosamente para comprarlos necesitaba más dinero pero lo conseguiría con su trabajo, todo sea para el futuro de su pequeño bebé.

 

»»————-  -————««

 

Los años pasaron muy rápido.

 

En todo ese tiempo, Jin GuangShan no había regresado por ellos y Meng Shi había entrado en depresión y su salud empezaba a desmejorar al igual que su aspecto físico. Después del embarazo comenzó a subir de peso gradualmente así que tenía que cuidarse con las comidas para mantenerse en buena forma.

 

Meng Yao tenía ahora nueve años y muy pronto se daría a conocer su segundo género, esto también se sumó al creciente estrés de su madre que presentía que su hijo sería un Omega.

 

Cada año que pasaba más convencida se hacía de ese hecho, ya que los rasgos faciales de Meng Yao eran iguales a los de su madre, su hijo se había parecido tanto a su abuela, que al verlo le recordaba su infancia y a su padre. Rasgos delicados y delineados, ojos bien grandes y hermosa sonrisa, su cabello largo y sedoso. Solo el color de ojos y su cabello se parecían al de su padre, su amado A-Shan.

 

Pero Meng Yao era la viva imagen de su amada madre.

 

Meng Shi se enamoraba cada vez más de su pequeño, lo llenaba de amor y afecto, aunque a veces era algo estricta, pero lo hacía por el bien de su hijo.

 

Él no sería un ignorante del mundo como ella, ella no lo haría crecer dentro de una burbuja. Su padre fue amable y muy bueno, pero ella jamás salía de la casa. Meng Shi siempre había sido cuidada por los sirvientes y tutores, que le hablaban de libros y música, nunca supo la verdad del mundo exterior o la realidad de muchos Omegas.

 

Ella no cometería ese error.

 

Unas semanas después Meng Yao entro en un estado febril leve y el medico Beta lo fue a revisar, dejando a Meng Shi con sus preocupaciones a flor de piel.

 

Meng Yao era un Omega y fuera del cuarto estaba parado el Mayor Zhen con un rostro completamente indescifrable.

 

El cuarto se fue perfumando de un dulce aroma a vainilla y Meng Shi se arrodillo apoyando su rostro al borde de la cama mientras lloraba. Su bebé no solo tenía la apariencia de su abuela, heredo su género y hasta su aroma a vainilla. Levantando sus ojos llorosos cruzó miradas con el Mayor Zhen.

 

Después se levantó temblorosa y se dirigió a la puerta. Pasando por al lado del Mayor sin mirarlo siguió de largo, caminando por el pasillo. Detrás de ella el Alfa la seguía a escasos metros en silencio, hasta que quedaron fuera de la habitación del Alfa.

 

—Jamás aceptare su propuesta.— Cortó el silencio Meng Shi frente a la habitación y abrió la puerta.— Pero le tengo una propuesta diferente que puede llegar a interesarle.

 

Ambos entraron en la habitación y cerraron la puerta.

 

»»————-  -————««

 

Cuatro años después:

 

Meng Yao tenía catorce años de edad, ayudaba con la limpieza del burdel y hacia recados si alguna cosa faltaba. A veces le ayudaba al Mayor Zhen con el trabajo de administración del lugar y llenaba los libros de contabilidad.

 

En su tiempo libre leía atentamente sus libros de esgrima y cultivación que su madre le compró con mucho esfuerzo, también asistía a una casa donde había un tutor privado que su madre también contrató para él.

 

Meng Shi y SiSi compartían una mesa donde atendían a dos clientes mientras bebían, reían y comían aperitivos antes de pasar a las habitaciones privadas.

 

Meng Shi tenía un vestido rojo con mangas verde esmeralda, mientras que SiSi lucía un vestido todo rojo con bordados en dorado.

 

—A-Yao, ya sabes lo que tienes que hacer.— Exclamó Meng Shi señalando la mesa.

 

—Sí, A-Niang.— Asintió Meng Yao.

 

—A-Yao te deje un libro de poemas en la oficina.— Exclamó SiSi mientras le regalaba una sonrisita.

 

—Gracias, SiSi-Jie, lo regresare cuando lo termine.— Contestó Meng Yao mientras se acercaba a la mesa recoger los utensilios y limpiar la mesa.

 

Las dos Omegas salieron del salón con sus clientes, subieron la escalera y se dirigieron a las habitaciones privadas.

 

Meng Yao se quedaba limpiando las mesas del gran salón, mientras su madre trabajaba en el piso de arriba. Meng Shi le había prohibido subir mientras ella estaba ocupada "Trabajando". Quedando muchas veces parte de la noche en la oficina del Mayor Zhen donde tenía algunos de sus libros para continuar con sus estudios.

 

Mientras limpiaba escuchó parte de la conversación que tenía An Xin con su cliente en una mesa no tan alejada de donde él estaba trabajando.

 

—Ja-ja-ja... ¡Claro que la Omega quería casarse! Así que opto por quedar embarazada, sabiendo que la iban a castigar por eso. Pero el Mayor Zhen jamás la castigo y no se sabe el por qué.— Exclamó An Xin entre risas escandalosas.

 

Su cliente la miraba sorprendido mientras bebía licor. —Y, ¿qué paso después?— Preguntó intrigado el cliente.

 

—Y bueno, ella quería salir del burdel era obvio, pero el padre del niño jamás volvió por ellos.— Contestó An Xin mientras se servía más licor y acercaba una fruta con sus labios al cliente que comió gustoso.

 

—Un hijo es un hijo, después de todo, ¿el hombre no lo quería?— Dijo el cliente.

 

Meng Yao se hacia el distraído tardando más tiempo en limpiar la mesa y siguió escuchando la conversación.

 

—No lo sé, ella dijo que el padre del cachorro era un pez gordo de una prestigiosa secta de cultivo, pero seguramente tendría ya muchos hijos, no creo que le interese uno que no está en su casa. Ya pasaron unos catorce años y nadie vino a buscarla. Ella tuvo que criarlo sola.— Canturreó An Xin y le sirvió más licor a su cliente.

 

Meng Yao junto las botellas y cuencos en una bandeja, y comenzó a caminar hacia la cocina lentamente.

 

—¿Un pez gordo? ¿Es eso verdad?...—

 

—Oh... ¡¿Por qué habría de mentirte?! !Su hijo está trabajando ahora mismo aquí, ves es ese de ahí!...— Dijo An Xin, y girándose sobre su asiento saludo al niño que sostenía una bandeja y exclamó: —¡Xiao-Meng! ¡Ven Aquí!—

[Nota: Xiao, significa "Pequeño" o "Joven" se usa para demostrar afecto o simpatía. An Xin lo llama "Pequeño-Meng" mientras que el "Xiao" de Xiao XingChen significa "Amanecer".]

 

Meng Yao al escuchar que lo llamaban se acercó a la mesa y dijo: —An Xin-Jie, ¿qué pasa? ¿Me necesitas para algo?—

 

—Xiao-Meng, ¿aun estas estudiando esas cosas no?— Preguntó An Xin.

 

—¿Qué cosas?— Preguntó Meng Yao sin comprender.

 

—Y pues las cosas que tu madre quiere que aprendas, la caligrafía, etiqueta, esgrima, meditación... Esas cosas. ¿Sigues estudiando?...—

 

La mujer no terminaba de preguntar y un murmullo de risas se comenzó a escuchar en el salón. Como si hubiesen encontrado algo muy divertido y gracioso en las palabras que la mujer decía.

 

Meng Yao se puso nervioso y comenzó a apretar la bandeja con sus dedos con mucha fuerza. Pero su rostro se mantuvo serio.

 

—¡No se rían! ¡Estoy diciendo la verdad!— Exclamó An Xin y agregó: —¡Su madre lo está criando como el Joven Maestro de una familia rica! Incluso le enseño a leer y a escribir... ¡Le compro esos libros de esgrima y tiene pensado mandarlo a la escuela!—

 

—¡Creo que escuche mal! ¡¿Dijiste... “Mandarlo a la escuela”?!— Exclamó divertido un cliente.

 

—¡No escuchaste mal!— Lo regañó la Omega pero dejo salir una sonrisa antes de mirar de nuevo a Meng Yao. —Xiao-Meng diles... diles a estos Jóvenes Maestros, que has estado leyendo libros en la biblioteca, ¿no es verdad?—

 

—¿Sigue yendo?— Preguntó un cliente metiéndose en la conversación abruptamente.

 

—Ya no va, después de unos días volvió y ya no quiso volver a ir. ¿Qué paso Xiao-Meng? ¿No te gusta estudiar o no te gustaba el lugar?— Preguntó An Xin, sus ojos divertidos llenos de una profunda burla.

 

Meng Yao quedo en silencio sin contestar mientras más risas se escuchaban en el salón.

 

—Pequeño, ¿acaso estás enojado?— Preguntó con "Preocupación" An Xin, mientras que con su dedo manchado de colorete le hizo presión en medio de la frente al Omega dejándole algo parecido a una marca bermellón.

 

La mujer soltó una carcajada, seguida por la risa de los clientes.

 

Meng Yao se puso la mano en la frente para limpiarse el colorete —No estoy enfadado An Xin-jie— Murmuró Meng Yao.

 

—Bueno. Basta, basta. No tengo ningún recado para ti, puedes irte.— Exclamó An Xin mientras movía su mano para que el Omega se fuera.

 

Meng Yao asintió en silencio, y se dio la vuelta con su bandeja para ir a la cocina a limpiar las cosas.

 

—¡Espera! ¡Aquí tienes una fruta!— Exclamó An Xin arrojándole una fruta a Meng Yao.

 

El omega se giró rápido, pero no alcanzo a agarrar la fruta, esta reboto en su pecho y cayó al suelo.

 

—¡¿Por qué eres tan lento?! ¡Ni siquiera puedes atrapar una fruta! ¡Júntala rápido! ¡No la desperdicies!— Se quejó An Xin.

 

Meng Yao sonrió, tomó la futa del suelo y la limpió con su ropa, su sonrisa se hizo más profunda y dijo: —Gracias An Xin-Jie.—

 

—No te preocupes, sigue con tu trabajo.— Exclamó An Xin.

 

—Llámame si necesitas algo.— Dijo Meng Yao antes de ir a la cocina pero en su camino siguió escuchando otros comentarios.

 

—Si mi hijo estuviera en un lugar como este ya me lo hubiese llevado de aquí, pase lo que pase.— Exclamó un cliente.

 

—¿Será verdad que es un pez gordo de una secta de cultivo? ¿No sería algo sencillo para alguien de su nivel comprar la libertad de la mujer y darle algo de dinero para criar a su hijo fuera de este lugar?— Preguntó otro cliente.

 

—Si realmente fuera cierto, comprar a una prostituta y darle una casa para su hijo, sería tan fácil como mover un dedo para él.— Dijo otro cliente de una mesa vecina a la conversación.

 

—Puff... Ja-ja-ja... No se pueden creer las palabras de esa mujer... al fin de cuentas el "Pez gordo" solo existe en sus palabras, seguramente se trata de un comerciante adinerado y ella solo exagero los hechos.— Exclamó divertida An Xin.

 

Meng Yao entró a la cocina y apoyó la bandeja, sus manos estaban sangrando levemente ya que apretó el metal de la bandeja muy fuerte. Se lavó las manos con frustración apenas contenida y un sonido muy fuerte lo alertó.

 

Dejando las cosas en la cocina volvió al gran salón a ver qué estaba pasando.

 

Alguien había gritado desde el primer piso. El estruendo de la cerámica siendo destruida resonó en el gran salón alertando a todos los clientes que bebían en las mesas. Varios casi tropezaron hacia atrás cuando un guqin salió volando estrellándose contra el suelo en medio del gran salón.

 

—¡¡¿Qué está pasando aquí?!!— Gritó alarmada An Xin.

 

—¡¡A-Niang!!— Gritó Meng Yao queriendo subir las escaleras.

 

Todos los presentes miraron hacia arriba, y vieron a un hombre fornido sacando a una mujer del cabello, arrastrándola fuera de la habitación. Meng Shi forcejeaba tratando se soltar la mano del Alfa de su cabello y tratando de subir su vestido para no quedar completamente expuesta frente a tantas personas.

 

Meng Yao al ver a su madre en ese estado subió las escaleras e intento ayudarla a soltarse del Alfa.

 

—¡¡Te dije que no subieras!! ¡¡Baja, baja!!— Gritó Meng Shi asustada que el Alfa lastimara a su hijo.

 

El hombre fornido, solo le dio una patada en el estómago a Meng Yao, provocando que rodara escaleras abajo causando una oleada de exclamaciones de los clientes del gran salón.

 

El Alfa siguió tirando del cabello de Meng Shi arrastrándola por las escaleras provocándole lesiones en sus piernas y moretones en su cuerpo. En el salón agarró las finas telas de sus vestidos, las rasgó y la empujó desnuda a la calle.

 

—¡Ves! ¡Eres como una vagabunda, te crees mucho y no quieres atenderme por pagar lo que vales! ¡Eres una vieja puta que se cree carne fresca! ¡¿Piensas que pagare esa absurda suma de dinero?!— Exclamó el hombre fornido escupiendo sobre su cuerpo desnudo.

 

Meng Shi estaba aterrada, temblando de miedo. Tenía mucho miedo a levantarse y que el Alfa vuelva a golpearla. Además del Miedo a moverse y que la gente que se había reunido a su alrededor, pudiera ver más de su cuerpo. Los transeúntes se habían reunido al escuchar el escándalo, la señalaban y miraban con ojos lujuriosos y brillantes llenos de expectación.

 

La entrada al burdel se había llenado de las otras Omegas que se reían entre dientes, contándoles a sus clientes la "Triste historia de la Omega" como lo había hecho An Xin.

 

Del salón salió una Omega de vestido rojo que se quitó la túnica exterior y cubrió con ella a Meng Shi. Revelando una estrecha cintura de avispa y la mitad de sus grandes y nevados pechos cubiertos por una gasa carmesí. Era más que llamativa y todos comenzaron a echarle un buen vistazo.

 

SiSi escupió en el suelo maldiciendo entre gritos: —¡¡Vamos sigan mirando bastardos!! ¡¿Acaso tienen el derecho de mirarme sin pagar?!... ¡Por cada mirada deberán pagar! ¡¡Vamos, vamos!! ¿Dónde está el dinero?—

 

El hombre fornido se fue de mala gana a una licorería cercana al ver el espectáculo arruinado, mientras que  los transeúntes se disiparon en cuanto la mujer comenzó a pedirles dinero.

 

Después de que las cosas se calmaron, SiSi ayudó a Meng Shi a ponerse de pie y sosteniéndola la acompañó a su habitación mientras decía: —A-Shi, ya te he dicho que no puedes ser tan orgullosa. ¿De qué sirve el orgullo? Ya viste lo que paso, recuérdalo para la próxima vez.—

 

Luego SiSi y se acercó a Meng Yao que seguía tendido en el suelo del salón. —A-Yao, A-Yao...— Susurró SiSi y pensó: —No creo que pueda levantarse por un tiempo.—

 

Tirando de su túnica lo pudo agarrar y se llevó a ambos a su habitación. Meng Yao logró escuchar algunas conversaciones mientras era llevado por SiSi.

 

—¿Quién es la hermosa Omega?— Preguntó un cliente.

 

—Una zorra famosa llamada SiSi, da bastante miedo... ¿No lo creen?— Contestó An Xin.

 

—¿Acaso esa es la talentosa Meng Shi de antes? ¿Cómo fue que termino así?...—

 

An Xin sonrió, le encantaba hablar mal de Meng Shi, su boca solo escupía veneno. —Claro que sí, ella estaba decidida a tener un hijo. ¿Acaso una mujer puede mantener bien su cuerpo después de un embarazo?...—

 

SiSi dejó apoyados a Meng Shi y a Meng Yao en el pasillo al escuchar lo que An Xin estaba diciendo, bajó al salón y se detuvo a escucharla.

 

—Si no fuera que hasta ahora ha vivido de su fama como "Talentosa" puede que no haya ningún Alfa que quiera estar con ella. Diría que todo es por culpa de los libros.— Escupió An Xin con descaro.

 

—Tiene sentido.— Exclamó comprensivo un cliente y agregó: —Aquellos que han tocado tinta tienen ese estúpido orgullo en ellos y no quieren deshacerse de esa idea.—

 

—Voy a ser franca. ¡Aquí todas somos unas zorras! Nadie es mejor que otra solo porque haya leído algunos libros, ¿no?... ¡Además los clientes prefieren elegir a una joven sencilla, que pagar por una vieja fea cuya fama ya disminuyo! Todo el mundo lo sabe y ella es la única que no lo entiende...—

 

La voz de An Xin fue interrumpida por una palmadita que recibió por detrás, al darse la vuelta recibió una fuerte bofetada en el rostro, haciendo que diera un giro y cayera al suelo. Saliendo del shock vio a SiSi y se levantó rápidamente.

 

—¡¡Puta!!— Exclamó An Xin.

 

—¡¡Tú eres una puta!! ¡¡Hablando peste todo el día!! ¡¿Esa lengua tuya no tiene nada más que hacer?!— Increpó SiSi furiosa.

 

—¡¿Que mierda tiene que ver contigo lo que diga?!— Preguntó An Xin.

 

—¡¡No te metas con A-Shi!!— Exclamó furiosa y comenzó a golpear a An Xin.

 

Ambas Omegas se golpeaban usando sus uñas y dientes. Tirándose de los cabellos y revolcándose en el suelo.

 

—¡Maldita bastarda tarde o temprano te cortare esa maltita cara que tienes! ¡Nadie te querrá aunque les des dinero!— Exclamó entre golpes An Xin.

 

Los otros Omegas se acercaron a detenerlas.

 

—SiSi ¡Detente!—

 

—¡¡Basta!!— Un Alfa uso la Voz de Mando y se acercó furioso.

 

Todos los Omegas se congelaron en sus lugares, temblando ligeramente de temor.

 

El Alfa tomando del cabello a An Xin la empujo a un lado del salón.

 

—¿Qué creen que están haciendo? ¡Arruinando mi negocio!— Exclamó el Mayor Zhen.

 

SiSi se acercó a rastras al Mayor Zhen.

 

—Mayor, mayor, A-Shi... está en el primer piso golpeada, y A-Yao... A-Yao.....— Sollozó SiSi.

 

El rostro del Mayor Zhen se ensombreció. —Arreglen este desastre, y sigan trabajando.— Ordenó y se fue al primer piso.

 

Llevó primero a Meng Shi estilo princesa a su habitación y la recostó en su cama, después volvió al pasillo y llevó de la misma forma a Meng Yao que compartía habitación con su madre.

 

Salió unos minutos y volvió después con el medico Beta y una palangana con agua fresca.

 

Limpió las heridas de Meng Yao primero, el joven solo tenía algunos raspones que no le dejarían marcas y les puso medicina. Después de que el medico revisara a Meng Shi y dijera que estaba estable se fue de la habitación. El Mayor Zhen se quedó a cuidarlos durante la noche.

 

La primera en despertar fue Meng Shi.

 

—A-Shi, ¿cómo estás?— Preguntó el Mayor Zhen y se acercó a ella.

 

—Me duelen las piernas pero no parece que tenga nada grave.— Contestó frunciendo el ceño por la proximidad del Mayor Zhen —¡A-Yao! ¡A-Yao!...—

 

—Él está ahí, está bien. Sigue durmiendo.— La calmo el Mayor Zhen.

 

Meng Shi comenzó a toser muy fuerte y una bocanada de sangre fue escupida de repente.

 

El Mayor Zhen se preocupó. —A-Shi, ¿qué tienes? ¿Qué pasa?—

 

—Shh... Shhhh no lo despiertes.— Lo calló Meng Shi —Ya no tiene caso que lo oculte de ti más tiempo. Pero, no le digas a A-Yao. Parece que tengo la misma enfermedad que mi madre tuvo, no tiene cura, no hay nada que se pueda hacer.—

 

—¿Cómo que no tiene cura?...—

 

—Shh no hablemos más de eso tengo sueño, será mejor que te vayas.— Exclamó Meng Shi lanzándole una mirada molesta al Mayor Zhen.

 

El Alfa solo suspiró y se fue. Más allá de su aspecto tosco y serio, se le veía muy preocupado y triste.

 

En la mañana Meng Yao se levantó y salió de la cama para acercarse a su madre.

 

Su corazón se comprimió, su pecho dolió y un sentimiento que jamás había experimentado surgió al ver a su madre en ese estado. Con moretones en sus piernas y cuerpo, su rostro estaba enrojecido e inflamado por algunas cachetadas y su labio inferior lastimado por algún golpe que ese Alfa le había dado.

 

De sus ojos comenzaron a salir lágrimas, sorprendiéndose por este extraño sentimiento trato de secarlas pero eran muchas.

 

Jamás había llorado.

 

Esta fue la primera vez que Meng Yao lloró y la primera vez que él sintió un profundo odio hacia una persona.

Chapter 7: Amor platónico entre dos Alfas

Summary:

Aviso: Ship - Nie Mingjue x Lan Xichen (Alfa Dominante x Alfa Dominante). Mención del amor prohibido de Nie Mingjue por su hermano menor Nie HuaiSang. Este fic es mi paraíso, donde dejo correr mis fantasías y gustos culposos. Espero que disfruten de la lectura así como yo al escribirlo.

Chapter Text

El Líder de la Secta Qinghe Nie estaba caminando apresuradamente fuera de la habitación, de un lado al otro, donde los sirvientes entraban y salían con rostros llenos de preocupación mientras llevaban telas y agua caliente.

 

El mejor médico de la secta estaba adentro atendiendo a su esposa que estaba en labor de parto. Después de varias horas se logró escuchar el llanto de un bebé, el líder se detuvo y entró a la habitación, el médico le mostró a su cachorro, un varón quien sería su heredero.

 

El líder lo tomó en sus brazos admirando su futuro brillante y se acercó a su esposa.

 

El médico y parteras se retiraron en silencio con sus rostros ensombrecidos, dejándolo solo y en privado.

 

El hombre al acercarse se da cuenta que su esposa no se veía muy bien, pero lo atribuía a que el parto había durado mucho tiempo y debía estar muy cansada.

 

—Mi líder... mi Alfa, mi esposo, mi amado... tu heredero MingJue...— Susurró la Omega con un hilo de voz y una leve sonrisa.

 

—Nie MingJue.— Repitió el Líder Nie mirando a su cachorro en brazos y tomó la mano de su esposa con cariño.

 

—Te am...— La mano de Madame Nie perdió fuerza, se soltó y al mismo tiempo sus ojos se cerraron.

 

El Líder Nie quedó en silencio y atónito.

 

—¡¡Medico!! ¡¡Medico!!—

 

El médico que había salido de la habitación volvió con su rostro mirando el suelo.

 

—Líder de Secta, hicimos todo lo que pudimos pero... durante el parto perdió mucha sangre y fue muy difícil... ...ella no lo resistió y lo dejamos a solas como su esposa nos ordenó. Disculpe mi incompetencia mi líder, si desea puede tomar mi vida.— Exclamó el médico de rodillas.

 

El Líder Nie dejó a su cachorro en brazos del médico y se acercó a abrazar a su amada esposa.

 

El medico se puso de pie y volvió a salir de la habitación para dejar al niño con la nodriza que ahora se encargaría de alimentarlo y cuidarlo, como Madame Nie había ordenado después del parto.

 

El mismo día de su nacimiento, Nie MingJue había perdido a su madre.

 

»»————-  -————««

 

Nie MingJue tenía cuatro años, cuando su padre que era estricto y distante desde la muerte de su esposa, había cambiado abruptamente en muy poco tiempo y ahora podía verse algo más alegre y flexible.

 

Una tarde mientras el pequeño entrenaba con un sable de madera adecuado para su edad, su padre llevó a alguien a su casa. Un joven atractivo y delicado, con hermosas facciones y por su aroma a jazmín Nie MingJue se dio cuenta de que era un Omega.

 

Su padre se acercó a él y le presentó al joven Omega diciendo: —MingJue, él será tu nueva madre.—

 

Nie MingJue no lo aceptaba, su padre había profesado un amor fiel a su esposa fallecida, que jamás se volvería a casar con ninguna otra mujer y ahora le traía a un joven Omega como su nueva madre.

 

El joven era amable y paciente, se notaba el amor que sentía por su padre en la mirada.

 

Nie MingJue lo odiaba.

 

Pocas semanas después se entregaron las invitaciones y su padre se volvió a casar. La felicidad estaba en sus rostros y la alegría brotaba nuevamente en la Secta Nie. Mas Nie MingJue estuvo todo el banquete con un puchero de disgusto en su rostro, hasta que su nodriza lo llevó a su habitación cuando ya era tarde.

 

Los meses pasaron y Nie MingJue notaba como el joven Omega iba usando prendas cada vez más grandes y su vientre se abultaba. Para el pequeño era algo curioso y por lo que sabía él sería hermano mayor dentro de algún tiempo. Sin embargo, no se animó a acercarse al Omega y en lo profundo de su mente se trataba de convencer a si mismo que debía detestarlo por arrebatarle el lugar de su madre en el corazón de su padre.

 

Tiempo después tuvo un hermanito. El hermoso Omega lo llamo Nie HuaiSang y por primera vez lleno de curiosidad Nie MingJue se acercó al Omega para conocer al cachorro que sería su hermano menor.

 

Aunque él se había convencido mentalmente en odiarlos a ambos, algo paso en su interior cuando lo vio, algo floreció y burbujeo.

 

El joven Omega lo puso en sus brazos indicándole como agarrarlo correctamente, el pequeño bulto lo miró y sonrió.

 

Nie MingJue tenía seis años y se había dado cuenta que su medio hermano menor era su Alma Gemela. Maldijo a la tierra y a los cielos, él había leído sobre las Almas Gemelas y no podía creer que de entre toda la gente del mundo, su alma gemela, su amor verdadero, compartiría la mitad de su sangre.

 

Entonces, Nie MingJue se juró protegerlo y cuidarlo. Pero también se juró que jamás podría hacer que su amor sea correspondido y lo enterró en el fondo de su corazón.

 

»»————-  -————««

 

Los años siguieron pasando y llego el tan esperado momento de tener la edad suficiente para salir con su padre a las Conferencias de Discusión y sociabilizar con otras sectas, este año la secta encargada de recibir a los líderes era la de GusuLan.

 

Nie MingJue a sus doce años salió por primera vez de Qinghe, su padre le contaba las distintas reglas que el lugar tenia y que debía comportarse como el Joven Heredero que era, también que conocería al Joven Heredero de la Secta GusuLan.

 

El Líder Nie tenía la esperanza de que su hijo hiciera su primer amigo ya que muchos le temían por su fuerte temperamento de Alfa Dominante a tan temprana edad. Nadie se le acercaba de su propia secta, ya que era respetado y temido por sus hermanos discípulos. También sabía que el heredero de GusuLan había despertado hacia poco tiempo como un Alfa Dominante, cuyo carácter era tranquilo y amable, algo poco común, seguramente podría llevarse bien con su hijo.

 

Los Recesos de la Nube para Nie MingJue era un lugar mágico, hermoso y lleno de vida. Qinghe era árido y desértico con muy poco verdor y zonas que podían cultivarse con mucho esfuerzo adaptando el suelo con abundantes minerales. Los arboles antiguos de gran tamaño y porte se alzaban en el bosque llenando el lugar de frescura y sombra. Los Recesos de la Nube era un lugar más que magnifico.

 

Al caminar por el jardín y observar el lugar, más se maravillaba de la belleza a su alrededor. Sus ojos viajaban por cada rincón hasta que se posaron sobre una suave y gentil sonrisa.

 

Su respiración se entrecorto y su corazón se aceleró.

 

Era un Alfa, uno Dominante como él. Su aroma refrescante acompañaba la belleza de Gusu, sus penetrantes ojos cafés lo miraban curiosos con un hermoso brillo y sus labios rosados jamás dejaron de darle esa hermosa y amable sonrisa. Este joven se estaba acercando a él acompañado de su hermano menor.

 

Nie MingJue que una vez maldijo a la tierra y al cielo por su cruel destino, sintió algo especial. No era como lo que sentía por Nie HuaiSang, sino que una especie de amor y posesión lo abrumaron profundamente. No le importo que fuera un Alfa al igual que él.

 

Si el destino lo había maldecido con un amor imposible, el negaría al destino mismo teniendo la libertad de amar a quien él quisiera, aunque sea un Alfa.

 

Él mismo forjaría su propio destino.

 

—Joven Maestro Nie, estos son mis sobrinos.— Exclamó Lan QiRen y señalo al mayor de ellos diciendo: —Él es Lan Huan, nombre de cortesía Xichen y el menor es Lan Zhan, nombre de cortesía Wangji.—

 

Nie MingJue se apresuró a hacer una reverencia y presentarse correctamente. —Un placer conocer a los Jóvenes Maestros Lan, mi nombre de cortesía es MingJue.—

 

Lan Xichen le devolvió el saludo y le sonrió más ampliamente.

 

El corazón de MingJue parecía no entrar en su pecho. Su respiración era fuerte y profunda. Intento parecer lo más normal posible para dar una buena impresión.

 

—A-Huan, ¿podrías mostrarle al Joven Maestro Nie el lugar mientras su padre asiste a la conferencia?— Exclamó Lan QiRen, más que una pregunta fue como una orden.

 

—Por supuesto tío.— Dijo Lan Xichen mientras hacia una reverencia, su etiqueta era exquisita como todo discípulo de GusuLan.

 

Lan Wangji se despidió y fue a su habitación a practicar con su guqin, mientras su hermano le mostraba a Nie MingJue los alrededores de los Recesos de la Nube.

 

—El lugar es hermoso, es la primera vez que veo un paisaje tan verde y vivo.— Exclamó Nie MingJue, sus ojos brillaban ante la bella vista.

 

—Estoy seguro de que Qinghe también tiene sus lugares con mucho encanto.— Contestó Lan Xichen.

 

—Si llega a ir el Joven Maestro Lan, gustoso le enseñare los mejores sitios.— Exclamó Nie MingJue y un rubor claro cubrió su rostro.

 

Estaba nervioso, ¿cómo podría ser que este Alfa sea tan hermoso y perfecto? Su aroma se mezclaba muy bien con la suya. Su frescura y calidez, eran casi relajantes. Definitivamente el destino era una mierda, cruel, y con un mal sentido del humor.

 

Lan Xichen tendría que haber nacido Omega y sería su pareja perfecta. Pero el destino era caprichoso y le puso un Alfa delante. Sin embargo a Nie MingJue ya nada le importaba, él haría que funcionara de alguna manera.

 

—Por favor no me llame tan formalmente, puedes decirme Xichen.— Dijo el menor con una sonrisa.

 

MingJue tragó en seco, le era permitido tener un trato más cercano con el Joven Heredero de GusuLan. Su corazón se aceleró golpeando su pecho con fuerza. Era un milagro que el otro no se diera cuenta.

 

—Bueno, pero lo correcto sería que también me llamaras MingJue. ¿No lo crees así, Xichen?— Se quería golpear a sí mismo, lo que dijo sonaba muy altanero y presuntuoso.

 

—MingJue-Xiong.— Lan Xichen sonrió.

 

Nie MingJue apretó su mano, conteniéndose de saltar encima del pequeño Alfa y abrazarlo. Sonaba tan bien su nombre de los labios de Lan Xichen.

 

—Gracias, ahora somos... más cercanos.— Tartamudeó un poco Nie MingJue, las palabras casi no salían de sus labios.

 

Lan Xichen y Nie MingJue pasaron los cuatro días de la Conferencia de Discusión conversando y conociéndose mejor. Se hicieron muy buenos amigos. Prometiendo que en la próxima conferencia se reencontrarían de nuevo y cuando sea la hora de ir a Qinghe, Nie MingJue prometió llevarlo a conocer la ciudad y los mejores puestos de comida, así también la zona de artesanías ya que eran muy hermosas y de buena calidad.

 

»»————-  -————««

 

Después de unos años Lan Xichen visito Qinghe junto a su tío, su madre había fallecido hacía ya dos años y su hermano menor había cambiado mucho. Una de las cosas que Lan Xichen y Nie MingJue compartían era su cuidado hacía sus hermanos menores. Eran muy protectores y eso los unía aún más. Ya que compartían sus cargas al hablar entre ellos de esos temas.

 

Nie MingJue estaba esperando a Lan Xichen en el jardín de flores que su padre le había hecho a su madre, era su lugar especial y favorito para estar a solas dentro de la secta.

 

Su segunda madre había cuidado de esas flores con amor y devoción. Nie MingJue se había preguntado muchas veces si la madre de HuaiSang era tan amable por naturaleza o para encajar. Hasta que descubrió que el joven era el Destinado de su padre. Pero más allá de la atracción entre ambos había un amor incondicional del Omega a su padre.

 

Él sabía que su madre era el Alma Gemela de su padre y el perderla lo dejó con un vacío emocional muy grande. Con el tiempo Nie MingJue acepto al Omega como su segunda madre.

 

Cuando Lan Xichen llegó al jardín se quedó un rato observando al Alfa en silencio.

 

Nie MingJue había cambiado mucho desde la última vez que lo vio. Se veía mucho más maduro y grande. Su cuerpo era robusto y muy fuerte. Aunque su aspecto era rudo y serio, la escena del apuesto Alfa rodeado de las hermosas flores blancas del jardín era casi mágica ante sus ojos. Entonces, Lan Xichen se preguntó si lo que estaba sintiendo en ese momento era algo más que una amistad. Negó internamente esa posibilidad. Ambos eran hombres y Alfas.

 

—MingJue-Xiong.— Exclamó Lan Xichen y se acercó unos pasos.

 

Nie MingJue al verlo le dio una sonrisa casi anhelante, muy suave para alguien con su aspecto, algo amorosa. Arrancando una de las flores se la dio a Lan Xichen.

 

—Xichen, bienvenido a Qinghe.— Dijo MingJue desviando la mirada avergonzado.

 

Lan Xichen acepto la flor y le sonrió, sus mejillas de jade tenían un leve rubor. Nie MingJue se deleitó en la vista sonrojada frente a él. Lan Xichen definitivamente le había cautivado el corazón.

 

De repente, sintió calor.

 

Mucho calor.

 

Su cuerpo tembló.

 

—Xichen, no me siento bien, será mejor que me vaya a mi habitación.— Exclamó adolorido Nie MingJue.

 

—MingJue-Xiong, ¿qué sucede? Hace poco estabas bien.— Se preocupó Lan Xichen.

 

—No... Aléjate. Mejor mañana hablamos...— Gruñó Nie MingJue intentando caminar a su habitación, tambaleándose ocasionalmente.

 

—Deja que te ayude, dime donde queda.— Exclamó Lan Xichen rodeando uno de los brazos de Nie MingJue sobre su hombro para ayudarlo a caminar.

 

Nie MingJue no podía pensar muy claramente, se sentía febril y mareado. Pero el aroma de Lan Xichen lo relajaba.

 

—Tu aroma es relajante.— Confesó en un hilo de voz Nie MingJue.

 

Lan Xichen se sonrojó y pensó: —¿Acaso la voz de MingJue-Xiong siempre fue tan tierna y amorosa?— Volvió a empujar esos pensamientos al fondo de su mente y llevo al Alfa a su cuarto.

 

Cuando estaba por irse una mano lo sujeto de la cintura.

 

—Por favor no te vayas... No me dejes solo...— Murmuró Nie MingJue.

 

Lan Xichen tembló levemente, se lo veía muy sumiso y tierno, como un osito. —Ambos somos Alfas, no debería pasar nada.— Pensó y luego le dio una sonrisa amable y dijo: —Como gustes.—

 

Nie MingJue se quedó un rato abrazándolo y oliendo su cuello donde el aroma a sándalo y olmo se concentraba, la habitación se llenó de un aroma refrescante a eucaliptos.

 

—MingJue-Xiong, ¿estás en celo?— Preguntó Lan Xichen algo nervioso.

 

—No lo sé, debe ser culpa de Xichen.— Murmuró cerca del oído de Lan Xichen, su nariz roso su cuello.

 

Lan Xichen se arqueo por la sensación del cosquilleo en su cuello y exclamó: —MingJue-Xiong... ambos somos Alfas... no se puede, y somos amigos.—

 

Nie MingJue lo abrazo más fuerte y dijo: —No amigos, no quiero ser solo tu amigo.—

 

Lan Xichen trago el nudo en su garganta, y tomó la mano de Nie MingJue y la acarició.

 

Nie MingJue quiso retirarla como si tocara fuego, pero se quedó quieto recibiendo las caricias suaves a su mano. Sin pensarlo dos veces sus impulsos eran más fuertes que su mente racional. Su mano tomó el rostro de Lan Xichen y lo giró a su dirección y beso lentamente de manera delicada y gentil sus labios.

 

Para su sorpresa Lan Xichen no lo rechazo y tampoco lo aparto sino que correspondió lentamente su beso. De manera tierna. No había el calor de la lujuria, no era su Destinado ni si Alma Gemela, solo había cariño, afecto, devoción y un sentimiento puro nacido de un Amor Platónico.

 

MingJue fue guiando a Lan Xichen a su cama y se recostaron uno frente al otro, sin dejar de besarse ni separarse de su abrazo. Las manos del mayor fueron viajando por su cuerpo y silueta, solo se detuvo en su entrepierna sintiendo la dureza de Lan Xichen.

 

Lan Xichen se sonrojó, su cuerpo era muy honesto ya que estaba excitado por las caricias y besos. Observando las acciones de Nie MingJue se avergonzó aún más al ver la mirada penetrante que el otro le daba mientras lo tocaba.

 

Nie MingJue se sonrió y tomó una de las manos de Lan Xichen y lo hizo tocar su erección, para que sintiera que él también estaba igual.

 

—Xichen, eres hermoso. Mira como me pusiste.— Murmuró Nie MingJue.

 

Lan Xichen aparto la mirada, pero roso su intimidad con la del mayor buscando complacer su impulso interior.

 

Nie MingJue gruño, comenzó a desvestir al Lan y cuando le iba a sacar la cinta de la frente a Lan Xichen este se negó.

 

—¡No!—

 

MingJue se congelo en el lugar.

 

Lan Xichen se sacó su cinta y la doblo de manera prolija. Después la puso en el costado de la almohada. Retirándose sus propias túnicas revelando su cuerpo entrenado y marcado esculpido en jade. Nie MingJue no apartó la vista y sin quedarse atrás también se sacó las túnicas y así ambos quedaron completamente expuestos a los ojos del otro.

 

La batalla por el dominio empezó. Se abrazaron fuertemente y se besaron entrelazando sus lenguas de manera demandante buscando al ganador. La pelea era igualada ya que ninguno de ellos se dio por vencido.

 

Acariciaron sus cuerpos y exploraron cada parte de ellos. Disfrutando del calor del otro y de su aroma. Entonces, un gemido fue ahogado entre besos al rosarse sus miembros entre sí de manera accidental en el forcejeo. Dándoles una descarga de placer. Descubriendo así la manera de sentirse bien.

 

Nie MingJue tomó ambos miembros erectos y comenzó a masturbarlos, Lan Xichen no tenía la intención de perder y su mano también ayudo a envolverlos.

 

Besos, gemidos ahogados y roses indecentes. No hubo penetración, ambos eran Alfas Dominantes y encontraron su manera de estimularse y darse placer.

 

De acompañarse.

 

Este sería su secreto.

 

Nie MingJue le murmuró su deseo y amor, tan solo una pequeña parte del amor de Lan Xichen y el sería feliz. Sabía que no podía atar a Lan Xichen, pero su amor seria leal y verdadero aun si Lan Xichen no lo amara de la misma manera.

 

Él estaría satisfecho solo con tenerlo a su lado.

 

Las caderas se movieron más violentamente, la humedad entre el rose de sus palpitantes miembros hacia que sea más placentera y resbalosa la sensación. Sus pechos se rosaban, sus manos se rosaban, sus erecciones se rosaban. El cuerpo del otro los llenaba de sensaciones. Una mejor que la otra.

 

Sus manos se apretaron sobre sus miembros y ambos acabaron.

 

El calor había pasado.

 

Nie MingJue se sintió tonto pero feliz. Lan Xichen sonreía a su lado mientras lo abrazaba.

 

Nie MingJue se sintió completo.

 

Después de estar recostados descansando un poco y haciendo que sus aceleradas respiraciones agitadas vuelvan a la normalidad, ambos se lavaron y vistieron correctamente.

 

Al salir de la habitación, se encontraron con un sirviente que los buscaba para que vayan al salón.

 

Después del primer día de discusión. Pasaron la tarde juntos, paseando por la Ciudad de Qinghe, visitando los puestos de comidas y artesanías. Nie MingJue le compró algunas cosas a Lan Xichen y también recibió algunos obsequios de parte del Lan.

 

Al llegar la noche, fueron a cenar con su familia en el salón. Lan QiRen estaba algo complacido con lo bien que se llevaban los dos amigos, sería algo bueno para el futuro de ambas sectas. El Líder Nie se sonrió asintiendo positivamente a lo dicho por Lan QiRen.

 

Nie MingJue estaba algo deprimido ya que el próximo día Lan Xichen se iría de regreso a Gusu y lo extrañaría mucho.

 

Esa noche se escaparon por la ventana para mirar las estrellas. Pasando la mayor parte de la noche entre risas y besos. Y con el cielo nocturno como testigo juraron esa noche seguir con sus encuentros en secreto.

Chapter 8: Manos manchadas

Chapter Text

Era una tarde como cualquier otra, ya había pasado una semana del incidente en el burdel y Meng Yao estaba en condiciones de seguir con su trabajo en la cocina y el salón.

 

Su madre no había vuelto a trabajar, ya que las marcas en su cuerpo no se habían borrado por completo. Meng Yao la veía muy decaída, pero lo atribuyo a lo sucedido.

 

Él estaba limpiando las mesas cuando tres hombres, un Alfa y dos Betas, pidieron una mesa para beber en compañía de An Xin.

 

Meng Yao reconoció casi de inmediato al Alfa, era el hombre fornido que había lastimado a su madre. Calmando sus impulsos, se tranquilizó y puso su mejor sonrisa para atenderlos y guiarlos a una de las mesas desocupadas.

 

An Xin se acercó a la mesa y comenzó a charlar con ellos, pero no logró escuchar nada de lo que decían. Después de varias jarras de licor, los tres hombres subieron al piso de arriba donde estaban las habitaciones privadas en compañía de otras Omegas, amigas y compinches de An Xin.

 

Meng Yao no había notado nada extraño, pero tenía una leve inquietud que decidió ignorar por el momento, así que fue a la cocina a limpiar los utensilios que se habían usado.

 

El Mayor Zhen no estaba en ese momento en el negocio.

 

No había pasado más de media hora y los tres hombres salieron apresuradamente del burdel. Eso a Meng Yao le llamo un poco la atención, su curiosidad y un sentimiento que no podía explicar lo impulsó a subir al piso de arriba.

 

—Ja-ja-ja~.... ¡Te lo dije pequeña puta! ¡¡Te dije que te cortaría esa cara altanera que tienes!!— Se burló An Xin.

 

Meng Yao vio a An Xin salir de una de las habitaciones y él se escondió detrás de las cortinas hasta que la Omega bajo al gran salón. Saliendo de su escondite entró a la habitación y encontró a su amada SiSi-Jie con sangre en todo su rostro.

 

—¡¡SiSi-Jie!!— Exclamó Meng Yao —¡Háblame!—

 

—A-...Yao... A-Yao, me quema la cara.— Contestó en un hilo de voz SiSi.

 

Meng Yao apretó los puños, la tomó del brazo y la llevó al cuarto del médico Beta.

 

Después de golpear desesperadamente la puerta el medico la abrió, y se dispuso a atender las heridas de SiSi. Meng Yao podía contar más de cinco cortes arruinando el rostro de la Omega. No había caso, esas marcas quedarían por el resto de su viva y una Omega con cicatrices en su piel perdía completamente su "Valor".

 

Meng Yao se culpó, él podría haber intervenido cuando reconoció al hombre fornido. Él podría haber salvado a su SiSi-Jie de quedar desfigurada.

 

El odio en su interior le hizo revolver el estómago.

 

Quería justicia para SiSi.

 

Pero, ¿qué era la justicia?

 

Según sus libros era un acto heroico de las personas justas.

 

Pero, ¿y si no era así?... Y la justicia solo era la venganza de los que se llamaban ser justos.

 

Justicia, venganza... ¿No era acaso lo mismo?

 

El deseo venganza y hacer "Justicia" por mano propia. La vida de SiSi, fue arruinada completamente. No sabía lo que le depararía el futuro a su hermana mayor, pero él haría pagar al culpable de su sufrimiento.

 

Fue a la cocina, tomó el cuchillo más afilado y lo escondió entre sus túnicas. No conocía a los otros que participaron. Pero si sabía del hombre fornido, ese Alfa siempre bebía en una licorería cercana al burdel.

 

Meng Yao se arregló un poco y salió a la calle.

 

Llegando a la licorería se paró en la vereda de en frente.

 

A la vuelta del lugar había un callejón solitario que daba a la parte trasera del burdel, era el lugar perfecto para llevar a cabo su plan. Si el hombre gritaba podría disimularse con los gemidos de las habitaciones.

 

El Alfa bebía despreocupadamente, mientras hacia algún que otro comentario a sus compañeros. Meng Yao comenzó a mirarlo sin apartar su mirada de ese hombre, después de un rato el hombre noto que alguien lo estaba mirando y levanto la mirada haciendo contacto visual con Meng Yao.

 

El hombre fornido intento ignorarlo pero el Omega lo seguía mirando con deseo. Tragando en seco volvió a levantar la mirada para verlo y el Omega le dio una sonrisita lujuriosa, como si lo estuviera invitando.

 

El hombre fornido se puso de pie y se despidió de sus compañeros.

 

Al ver Meng Yao que el hombre se estaba acercando comenzó a caminar hacia el callejón, el hombre lo siguió a escasos metros hasta llegar a la parte trasera del burdel.

 

Meng Yao se giró a mirarlo con mayor deseo dejando salir su aroma a vainilla.

 

El hombre fornido no iba a desaprovechar la oportunidad de tener a un Omega que se le estaba entregando en bandeja de plata. No sería un Alfa si dejaba pasar dicha invitación.

 

Se acercó a Meng Yao y lo aprisionó contra la pared, tocando su cuerpo con lascivia. Meng Yao roso con su rodilla la intimidad del hombre fornido para estimularlo más. El hombre ya estaba un poco ebrio, sumado a la calentura, no podía pensar muy claramente.

 

Meng Yao sacó el cuchillo de su túnica y se lo clavó en el estómago, retorciéndolo en su interior.

 

El Alfa uso la Voz de Mando para que el Omega se detenga, pero no estaba dando resultado.

 

Meng Yao sonrió y volvió a apuñalarlo. Cuando el hombre comenzó a ahogarse con su propia sangre, Meng Yao se sacó algo de los oídos.

 

—Todos los Alfas piensan que pueden dominar a los Omegas solo con su Voz de Mando, pero están equivocados. Si el Omega no te escucha, no te obedecerá.— Exclamó con una sonrisa maliciosa mientras retiraba el cuchillo y lo apuñalo ahora en la garganta.

 

El hombre fornido había recibido cinco apuñaladas en su torso y una en la garganta. Murió ahogado en su propia sangre.

 

Meng Yao retiró el cuchillo y lo envolvió en una tela para llevárselo a la cocina nuevamente.

 

Cuando se estaba por alejar del callejón un Alfa le cortó el paso, aplaudiendo con una sonrisa y una mirada divertida en su jovial rostro.

 

—¡Wow!... Que magnífico espectáculo. Pero lo mejor de todo, fue tu mirada al matarlo.— Dijo el Alfa mientras acercaba un caramelo a su boca para degustarlo.

 

Meng Yao iba a sacar el cuchillo para matar al testigo y que nadie lo pueda delatar en un futuro. Pero el Alfa frente a él, era muy rápido y saco su propia navaja con mayor velocidad atrapando a Meng Yao contra el muro y luego apoyó el filo de su navaja contra su cuello.

 

—¿Qué quieres? ¿Vas a entregarme para que me castiguen?— Preguntó Meng Yao, su rostro era serio y calmado, mientras que por dentro estaba temblando de miedo.

 

—No. Eso sería aburrido.— Contestó el Alfa.

 

Meng Yao se dio cuenta que el Joven tenía casi su misma edad —Si quieres puedes venir a donde trabajo a beber, si gustas te presentare una buena Omega, o yo mismo podría...—

 

—No me interesan esas cosas.— Lo interrumpió el Alfa y lo soltó.

 

—Entonces, ¿qué quieres?—

 

—Estaba aburrido, te vi coqueteándole a ese Alfa. Entonces te seguí para ver lo que iban a hacer en este callejón. Pero me lleve una grata sorpresa con el espectáculo que me diste. Así que solo quiero molestarte un poco.—

 

Meng Yao se apartó y volvió a donde estaba el cuerpo del hombre fornido y le robo la bolsita de dinero.

 

—Ten, úsalo para lo que quieras.— Dijo Meng Yao y le dio la bolsita al Alfa.

 

El Alfa tomó la bolsita y la agitó, había mucho dinero dentro de ella —Parece que me entiendes, pequeño Omega.— Se sonrió el Alfa.

 

—Si no quieres estar con Omegas, no quieres nada de mí, no deseas que te invite a beber y tener placeres, eso quiere decir que te interesa el dinero.— Resopló Meng Yao.

 

El Alfa soltó una carcajada y exclamó: —Eres muy listo... puedes decirme Xue Yang, aunque no me quedare en esta ciudad mucho tiempo.—

 

—Entonces, te diré mi nombre si nos volvemos a ver, Xue Yang.— Dijo Meng Yao y entró por la puerta trasera de la cocina del burdel.

 

Meng Yao estaba más que agitado, había mantenido su rostro serio y despreocupado, pero por dentro estaba más que horrorizado de que alguien lo haya visto.

 

Comenzó a preguntarse si Xue Yang lo iba a delatar, pero descartó esa posibilidad. Él podría inculparlo de matar al Alfa para robarle el dinero. A lo sumo lo podía confesar y decir que fue su cómplice y llevárselo con él.

 

Limpió sus manos manchadas de sangre y el cuchillo. También se sacó la túnica exterior que se había salpicado con la sangre de ese asqueroso bastardo y prendió la cocina arrojando al fuego las prendas manchadas.

 

Respirando profundamente, se tranquilizó.

 

Subió a su cuarto sin que nadie lo vea y se cambió de ropa.

 

»»————-  -————««

 

Después de unas horas los gritos escandalosos de discusión llamaron su atención. Una de las voces que reconoció era la del Mayor Zhen y se acercó al pasillo para escuchar mejor lo que decían.

 

—¡Te digo que no!— Exclamó el Mayor Zhen.

 

—SiSi no tuvo la culpa de lo que paso. ¿Qué tiene de malo que se quede y haga los quehaceres del lugar o este en la cocina?— Replicó Meng Shi furiosa.

 

—Mi negocio tiene un estándar alto, SiSi ya no puede quedarse aquí.— Exclamó el Mayor Zhen y agregó: —Tengo una imagen que mantener del lugar, vete a tu cuarto. Ya no hablare más de este asunto.—

 

—¿Qué?... No. SiSi se queda...—

 

—No... Por los años que estuvo aquí ya le di su libertad. Ella es libre y puede irse a donde quiera.— Contestó el Mayor Zhen.

 

—¿Libertad?... SiSi está desfigurada, ¿qué futuro tendrá fuera de aquí?... ¿Por qué no quieres dejar que se quede?— Exclamó Meng Shi.

 

Meng Yao vio a su madre seguir al Mayor Zhen por el pasillo y ambos entraron en uno de los cuartos.

 

Respiro hondo, cerró la puerta y se acostó a dormir un rato. Que los dos discutan no era algo nuevo para él, por lo que no le dio importancia.

 

»»————-  -————««

 

—A-Shi, ¿qué es lo que no entiendes? Quiero estar tranquilo.— Se quejó el Mayor Zhen y se sentó a tomar licor.

 

—SiSi puede trabajar perfectamente en la cocina, y nadie podrá ver su cara...—

 

—SiSi ya no está aquí... ¡La libere y se fue!— La interrumpió el Mayor.

 

—¿Cómo pudiste? Para SiSi eras como un padre.—

 

—A-Yao tiene muy buena mano para la comida y se encarga perfectamente de la administración del negocio, no necesito a otro Omega en la cocina.— Explicó el Mayor Zhen.

 

—Eso no fue lo que acordamos... te permití tomarme a cambio de que liberes a A-Yao cuando sea mayor de edad. ¿Acaso me engañaste?— Exclamó exaltada Meng Shi.

 

—A-Shi... yo solo quería tu amor verdadero, no solo tu cuerpo. Yo te amaba de verdad y tú me rechazaste. Pero A-Yao es un Omega muy bueno e inteligente, no dejare que nadie le ponga la mano encima.—

 

—¡Tu-...! ¿Acaso...tu? No... No... ¡¿Cómo pudiste?!...—

 

—A-Shi, todo está bien no tienes que preocuparte por el futuro de A-Yao.—

 

—¡Cállate! ¡No me hables! ¡Eres una basura! ¡No quiero verte!— Exclamó Meng Shi.

 

Luego salió del lugar para ir a su habitación. Al llegar se encontró a Meng Yao durmiendo, así que tomó un papel y su pincel para comenzar a escribir. Las lágrimas corrían por sus mejillas manchando el papel, tomó su diario y también escribió en el. La tinta se corría por las gotas traslucidas que mojaban el papel haciendo ilegibles barios caracteres.

 

Meng Shi se quedó sin dormir durante toda la noche, mirando a su hijo dormir, contemplando su placido sueño, acariciando su cabello y susurrando palabras amorosas.

 

Al otro día Meng Yao se despertó, y encontró a su madre pintando un abanico.

 

—A-Niang buenos días.— Exclamó Meng Yao.

 

—Buenos días mi bebé. ¿Vas a trabajar temprano en la cocina hoy?— Preguntó Meng Shi con una sonrisa.

 

—Sí, pero primero quiero ver como esta SiSi-Jie.— Contestó Meng Yao mientras se limpiaba la cara.

 

—Oh... Bueno bebé, yo me quedare aquí hasta terminar, después iré a buscarte, ¿le das un beso y un abrazo a tu madre?—

 

Meng Yao sonrió, abrazó fuerte a su madre, le dio muchos besos y le dijo: —Te quiero A-Niang.—

 

Meng Shi se quedó unos segundos disfrutando del aroma de su hijo y su abrazo. —Bueno ve, no quiero que te regañen.— Exclamó despidiéndolo.

 

Meng Yao salió de la habitación sin notar que la sonrisa del rostro de su madre se había borrado  en cuanto él se voltio y cerró la puerta.

 

Meng Shi dejó lo que estaba haciendo y se puso su mejor vestido. Sentándose frente al espejo se maquilló, pintó sus labios, tomó las distintas joyas y se las colocó. Luciendo como la "Talentosa" ella aún mantenía su elegancia.

 

Se sonrió y tomando una de sus horquillas, la apoyó sobre su cuello y una lágrima corrió por su mejilla.

 

»»————-  -————««

 

—Mayor Zhen, ¿sabe dónde está SiSi-Jie? La busque en su habitación pero no estaba, estoy preocupado por sus heridas.— Dijo Meng Yao.

 

—SiSi ya no trabaja más en este negocio, A-Yao.— Contestó el Mayor Zhen.

 

—Pero ella esta lastimada. ¿A dónde iría?...—

 

—A-Yao, no te preocupes por SiSi. Ella ahora es libre de ir a donde quiera. Es lo mejor que pude hacer por ella.— Se excusó el Mayor Zhen rodeando son sus brazos la cintura de Meng Yao.

 

—¿Mayor?...—

 

—Tranquilo A-Yao, no te preocupes, yo siempre estaré para ti.—

 

Meng Yao le devolvió el abrazo y dijo: —Mayor tengo que retirarme para seguir con mi trabajo.—

 

—Claro, ve A-Yao.— Dijo el Mayor Zhen mientras acariciaba el rostro del Omega.

 

Meng Yao salió de la habitación del Mayor Zhen.

 

Pero antes de ir a la cocina decidió ir a ver a su madre y contarle que SiSi ya no estaba más en el burdel.

 

Al abrir la puerta el olor a sangre era intenso y el aroma a melocotones estaba casi apagado y opacado por esa metálica fragancia.

 

Corrió dentro del cuarto resbalándose con la sangre del suelo.

 

Su madre estaba tirada en medio de un gran charco rojo.

 

—¡¡A-Niang!! ¡¡A-Niang!!— Gritó desesperado Meng Yao sacudiendo el cuerpo sin vida de su madre.

 

Los gritos del Omega alertaron a las personas que trabajaban en el lugar y el Mayor Zhen fue uno de los primeros en llegar.

 

—¡¡No!! ¡¡A-Shi!!— Exclamó el Mayor Zhen.

 

Cuando se quisieron acercar al cuerpo de Meng Shi, Meng Yao gruño: —¡No se le acerquen! ¡No la toquen!—

 

El Mayor Zhen estaba muy pálido y su rostro más que angustiado ante la escena. Empujó a los presentes afuera del cuarto para dejar al pequeño Omega solo para que se desahogue.

 

Luego de gritar y llorar con su rostro sobre el cuerpo de su madre, se levantó levemente a observar la habitación para ver si descubría lo que había pasado.

 

En la mesa vio una carta, la tomó y comenzó a leerla.

 

"Mi dulce bebé...."

 

"...Desde el día que mis ojos te vieron por primera vez me jure protegerte. Sentí que tenía algo verdaderamente mío entre mis brazos. Eres la luz de mis ojos y el por qué no podía rendirme todavía..."

 

Las lágrimas caían de los ojos de Meng Yao, respirando con dificultad siguió leyendo.

 

"Conocí el amor... caí en el... y naciste tu mi precioso bebé"

 

Esa parte no se entendía bien ya que la tinta estaba algo corrida.

 

"Mi cuerpo se fue debilitando con el tiempo y la enfermedad me fue consumiendo lentamente. Los últimos días de mi madre me persiguieron y atormentaron en sueños. Yo no quería arrastrarte conmigo..."

 

Las lágrimas de Meng Yao comenzaron a correr la tinta de la carta.

 

"... Que tengas que cargar con mi enfermedad. Verme morir lentamente y llegar a un estado irreconocible. Preferí ser egoísta e irme por mi cuenta luciendo como soy... y no un cascaron deteriorado de lo que solía ser tu madre."

 

Meng Yao arrugó un poco el papel, su madre estaba enferma... él no lo sabía... ¿Por qué no se lo dijo?

 

"Mi amor, mi bebé, perdona a tu madre por ser egoísta y dejarte en este mundo. Has crecido como un hermoso Omega, puedes cuidarte a ti mismo. Puedes tener la libertad que yo no tuve. Te crie para que seas inteligente y libre."

 

"Vive por mí, se feliz por mí. Si odiarme es tu consuelo hazlo. Pero nunca te culpes. Vive con la frente en alto. Eres mi orgullo. Jamás me arrepentí de tenerte mi bebé. No oigas a quien diga lo contrario."

 

"...Por eso me hare a un costado... no seré tu jaula... ni tu ancla."

 

"Mamá aunque ya no esté a tu lado siempre te estará cuidando. En el fondo del primer cajón te dejé dinero junto al recuerdo que nos dejó tu padre, ve a LanLing Jin y se libre...."

 

"...Perdón. Te amo mi bebé. Tu madre Meng Shi".

 

Meng Yao, abrazó el cuerpo sin vida de su madre, arrugando la carta con ese fuerte abrazo.

 

Después de unos minutos el Mayor Zhen entró y le dio una bolsita de dinero para la sepultura de Meng Shi y se fue.

 

Meng Yao tembloroso abrió el primer cajón pero estaba vacío.

 

Recordando que la carta decía específicamente al fondo del primer cajón, presionó la tabla del fondo y se levantó revelando varias bolsitas llenas de dinero, un diario y un pañuelo que tenía un botón de perlas.

 

Dejó las cosas ahí y solo tomó el diario. Guardándolo en su túnica salió a pedir ayuda para llevar a su madre para que la cremaran.

 

El medico Beta y el Mayor Zhen, lo acompañaron y después lo dejaron solo volviendo ellos primero al burdel.

 

Meng Yao mientras veía las llamas del fuego consumiendo el cuerpo de su madre, comenzó a hojear el diario.

 

Al principio solo hablaba de los recuerdos de su madre, su infancia y su madrastra. Meng Yao apretó sus puños, si esa desgraciada mujer no hubiera vendido a su madre, ella no terminaría como una prostituta.

 

Leyó sobre las veces que intento escapar, los castigos que recibió. El miedo que su madre sintió. Sobre su "Padre" Jin GuangShan, y los negocios que tenía con su madre para obtener el puesto de Líder de la Secta.

 

Su estómago se revolvió.

 

Su rostro se ensombreció al leer tantos poemas dedicados a un hombre como su padre, no merecía el amor puro de su madre. Su madre era pura y perfecta... el mundo debería arrodillarse ante ella.

 

Una punzada le atravesó la cabeza, el Mayor Zhen le había hecho una propuesta a su madre, una que ella rechazo. Siguió leyendo.

 

Una leve sonrisa se dibujó en su rostro al leer sobre su nacimiento y las cosas lindas que su madre sentía gracias a su existencia. Las primeras palabras, sus primeros pasos. Un sentimiento agridulce burbujeo en su corazón.

 

Después su madre escribió que le propuso al Mayor Zhen acostarse voluntariamente con él a cambio de la libertad de su hijo. Pero ella jamás le entrego su corazón.

 

En el diario estaban escritos muchos de estos encuentros donde el hombre la degradaba y abusaba de ella. Ordenándole con la Voz de Mando que corresponda a su amor.

 

Meng Yao no podía soportar leer eso.

 

Sabía que el Mayor Zhen era un Alfa degenerado y desgraciado, un asqueroso bastardo ya que él mismo había sido abusado en varias oportunidades. No pudo hacer nada, y tampoco pudo hablarlo con su madre. El hombre solo le decía que necesitaba experiencia para el negocio. Pero nunca le presento ningún cliente. Solo trabajó en la cocina, limpiaba las mesas del salón y llenaba los libros de contabilidad.

 

Hojeo velozmente el diario para leer lo último que su madre escribió... era un manchón ilegible. Solo se pudo entender muy poco de lo que decía. Algo que su madre se enteró en su discusión con el Mayor Zhen. Que ya no podía vivir si estaba enferma y SiSi ya no estaba con ella para proteger a su hijo. Algo que le dedico a su padre, pero el último carácter no se entendía.

 

"Jin GuangShan yo te....".

 

¿Te amo, te necesitaba, te odio, te desprecio, te maldigo...?

 

Meng Yao no entendía.

 

Seguramente le profeso su amor antes de pensar en quitarse la vida. Apretó el diario de su madre por última vez antes de arrojarlo al fuego junto con la carta.

 

El fuego era cálido y hermoso. Un pensamiento apareció en su mente disparando una sensación placentera en su cuerpo como la que sintió al matar al hombre fornido.

 

Después de un tiempo el encargado le entrego una urna con las cenizas y el resto de los huesos de su madre. Meng Yao se despidió y volvió al burdel.

 

Cuando llegó a su habitación el lugar había sido limpiado, viéndose como si todo lo que sus ojos habían visto solo fuera una espantosa ilusión. Pero Meng Yao no se dejó llevar por el deseo de que todo fuera una pesadilla. Sabía muy bien lo que debía hacer, después de todo ya estaba decidido.

 

Se acercó al armario, tomó su ropa y todas las cosas que entraban en el costal junto con el dinero que su madre le había dejado. Cuando termino de empacar lo necesario, se quitó la ropa y fue a darse un baño con aromas y aceites.

 

Cuando terminó, cepilló su cabello, trenzó unos mechones y lo adornó con algunos apliques de su madre. También se maquilló y se vistió con uno de los vestidos de Meng Shi, una gasa fina amarilla casi traslucida. Mirándose al espejo comenzó a reírse, se veía demasiado atractivo.

 

Por último tomó la horquilla con la que su madre se había quitado la vida, la colocó en su cabello y salió rumbo a la habitación del Mayor Zhen.

 

Caminó con gracia por el largo pasillo que su madre había caminado tantas veces, lleno de sonidos obscenos y gemidos de animales en apareamiento que resonaban a través de las paredes y puertas.

 

Al final del pasillo la mejor habitación del burdel, la que su madre había usado durante años, ahora vacía y oscura. Al lado de esa habitación la puerta al dormitorio privado del Mayor Zhen.

 

Nunca había pensado en eso, hasta ahora. ¿Por qué el Mayor Zhen tendría su habitación al lado de la habitación que usaba Meng Shi para atender a sus clientes? ¿Acaso el Mayor Zhen disfrutaba el escucharla a través de la pared y espiar cómo atendía a los otros Alfas? ¿Qué tan despreciable y morboso podría llegar a ser?

 

Obsesión, instinto de posesión, todos los Alfas eran iguales.

 

Solo querían poseer a sus Omegas en su totalidad, no solo su cuerpo, su corazón, su mente, todo tenía que pertenecerles.

 

Respiró profundo y puso su mejor rostro.

 

—¿Mayor...?— Murmuró tocando la puerta Meng Yao —A-Yao... se siente muy solo.— Su voz anhelante era casi amorosa.

 

El Mayor Zhen abrió la puerta, tenía un semblante pálido y varias lágrimas en su rostro.

 

—A-Yao... ven.— Lo tomó del brazo y lo metió a su habitación.

 

—Mayor, ¿llora por mi madre?— Preguntó meloso Meng Yao.

 

—A-Yao... Es una pesadilla, ¿no? ¿Un sueño...? ...Te ves muy hermoso, debe ser un sueño.— Murmuró el Mayor Zhen mientras lo abrazaba.

 

—Ojala fuera solo un sueño Mayor...— Tomó el rostro del Mayor Zhen para que lo mire, dándole una mirada llena de desprecio y odio.

 

—No... A-Yao... ¿Tú también me vas a odiar?...— La mente del Mayor Zhen estaba devastada, pensando en que todo era una pesadilla o un sueño, nada de lo que estaba pensando se sentía real para él y exclamó con desesperación: —No me odies, te necesito A-Yao...—

 

El Mayor Zhen cayó de rodillas y comenzó a sollozar, tomado de las piernas de Meng Yao como un niño.

 

Meng Yao sintió asco.

 

Lo empujó con su pierna y lo apartó unos metros de él.

 

—Te atreviste a lastimar a mi madre. A obligarla, ultrajarla. Solo porque tu orgullo no podía permitirse estar con una muñeca inmóvil. Tú querías todo de ella, hasta que la rompiste en pedazos y ya no quiso vivir más.— Exclamó Meng Yao, el odio en su mirada penetraba hasta el alma del Mayor Zhen.

 

—Yo amaba a tu madre y ella me rechazo. Me entrego su cuerpo pero no era suficiente, yo quería su amor. Hasta que te vi A-Yao... tu si me querías y correspondías.— El Mayor Zhen se arrastró como un animal por el suelo y abrazo nuevamente las piernas de Meng Yao refregando su rostro en la tela del vestido.

 

—¿Yo? ¿Quererte y corresponderte?... No me hagas reír... tú me obligaste.— Dijo Meng Yao mientras lo empujaba hacia atrás con su pie y se sentaba sobre el Mayor Zhen de una manera muy íntima.

 

El Mayor Zhen al tener a su anhelado Omega, le acaricio la cintura y muslos. Meng Yao dejo salir una carcajada y se sacó la horquilla del cabello dejándolo caer suelto. El Mayor Zhen sonrió, queriendo acercarse más a él sintió un pinchazo en el cuello.

 

—¡A-Yao-....! ¡Tu-...!—

 

—¿Crees que no sé lo que le hesite? El cuello de mi madre tenía una marca de enlace, lo vi antes de que la cremaran. En su diario no mencionaba nada de eso. Ni mi padre ni ningún otro cliente la marcaron. Está prohibido. ¡El único que podría haber hecho eso, eres tú!—

 

—A-Yao llama al médico...—

 

—Ja-ja-ja... No tengo ganas de hacerlo Mayor, tengo más interés en ver cómo te desangras hasta la muerte.—

 

—¡A-Yao llama al médico! Ordenó el Mayor Zhen.

 

—Bueno, parece ser que todos los Alfas son unos ignorantes. Si el Omega no te escucha, la Voz de Mando no sirve de nada. Y si te escucha depende de la naturaleza del Omega obedecer de buenas a primeras. Si es un Omega sumiso te hará caso enseguida, pero... ¿Y si no lo es?... Tienes de doblegar su espíritu hasta que ceda y te obedezca.—

 

El Mayor Zhen abrió mucho los ojos se comenzaba a ahogar, solo pudo ver que una de las manos de Meng Yao apretaban muy fuerte uno de sus muslos, por lo que el dolor le estaba impidiendo someterse a su Voz de Mando.

 

—Eres... un Omega... muy listo... A-...Yao.......— Fueron las últimas palabras que el Mayor Zhen pudo pronunciar antes de que sus ojos quedaran opacos y su último aliento se atascara en su garganta.

 

Meng Yao se puso de pie y salió de la habitación.

 

Corrió a la cocina y tomó el cuchillo.

 

Luego fue a buscar a An Xin quien seguramente estaba en el sótano por sus malas acciones. Bajando lentamente las oscuras escaleras pudo comenzar a escuchar los gritos de una mujer y un hombre que maldecía bastante enfadado.

 

—¡Mira lo que causaste, maldita puta! ¡La mejor mercancía del negocio quedo arruinada por tu causa! ¡No solo eso, provocaste el suicidio del juguete favorito del dueño!— Gritó el medico Beta.

 

—¡Ahh! ¡¡Ya mátame!! ¡¡Maldito bastardo!! ¡¡Ella se lo merecía!! ¡¡Ja-ja-ja!!— Escupió An Xin.

 

Otro grito se volvió a escuchar, Meng Yao se acercó a mirar lo que estaba pasando.

 

An Xin estaba sentada y atada en la silla de castigos, sus pies sangraban, no solo le habían clavado ya diez agujas, sino que también el médico le estaba sacando las uñas una a una.

 

Meng Yao sonrió ahogando su risa contra la manga de su vestido. Ver a la bastarda y maldita de An Xin ser torturada era un deleite para sus ojos. Cuando el medico Beta le quitó todas las uñas de los pies, parecía que ya no la iba a castigar más.

 

Meng Yao se sintió desilusionado. ¿Eso es todo? Tener parte de la culpa del suicidio de su madre, el haber desfigurado a SiSi, el haber hablado durante años con veneno ¿Eso era todo el castigo que iba a recibir?

 

Mientras el medico Beta estaba ocupado vendando los pies de An Xin que estaba desmayada en la silla, Meng Yao se puso detrás de él y lo apuñalo por la espalda. El hombre quiso forcejear, era muy fuerte y logró empujar al Omega.

 

Meng Yao cayó sobre las herramientas médicas y tomó lo primero que encontró, las agujas y se las clavó en los ojos. El medico al querer sacarse las agujas se sacó uno de sus ojos. Meng Yao tomó el cuchillo y se tiró encima del hombre apuñalándolo varias veces hasta que dejo de moverse.

 

Se sentó en el suelo a descansar unos minutos y recuperar el aliento. Después se puso de pie frente a la Omega desmayada en la silla y la abofeteo varias veces.

 

—¡¡Vamos despierta!!— Exclamó Meng Yao.

 

—¡Xiao-Meng! ¡¿Qué haces aquí abajo?!— Preguntó An Xin exaltada.

 

—Disfrutando de tu castigo, pero no pude soportar que este inútil haga mal su trabajo, así que lo saque del medio para que no moleste.— Respondió divertido Meng Yao mientras señalaba el cuerpo del médico Beta.

 

—¡¡Aahh!! ¡¡Suéltame, suéltame!! ¡¡Déjame ir!! ¡¡El Mayor Zhen te castigara Xiao-Meng!!— Gritó An Xin mientras intentaba zafarse de las ataduras de la silla inútilmente.

 

—Ja-ja-ja... Ese maldito viejo asqueroso ya está muerto. ¿Qué podría hacerme ahora?­— Sonrió Meng Yao retirando el cuchillo del cadáver a su lado y limpiándolo con la túnica del médico Beta —An Xin-Jie... si haces el mal, ¿no sería lógico que te pase lo mismo? ¿No lo crees?—

 

Meng Yao cortó el rostro de An Xin, la sangre salía de los profundos tajos que no solo cortaban la piel superficial, sino que llegaban al musculo y raspaban el hueso. El rostro de An Xin se iba desfigurando y distorsionándose en diferentes muecas graciosas mientras los músculos faciales eran cortados.

 

Al terminar Meng Yao vio los ojos llenos de terror de los Omegas enjaulados, se acercó a ellos y les dio algunas túnicas que había en la habitación, abrió sus jaulas y les ordeno irse por la puerta de atrás del sótano que daba al callejón.

 

Los pobres Omegas agradecieron su amabilidad de dejarlos escapar y vivir. Cuando quedo solo tableó la puerta y la aseguró.

 

An Xin aún estaba con vida, atada en la silla, gritando de dolor y ardor, tomó el aceite de una lámpara y lo derramó sobre el cuerpo de An Xin. Acercó una vela y le prendió fuego.

 

Salió del sótano y fue a su habitación, se puso rápidamente otra ropa y tomó sus pertenencias.

 

Tirando todas las lámparas y velas en su camino a la salida, propagando el incendio por todo el burdel.

 

Cerró las puertas a su paso para que nadie salga y muera quemado.

 

Llego al salón donde también arrojó aceite y velas, las finas telas y la madera de las mesas ardían con facilidad haciendo que el fuego sea más intenso. Salió afuera y cerró la puerta principal.

 

El palacio rojo ardía en llamas como una gran antorcha en medio de la noche, junto con todos los pecados cometidos en ese lugar, Meng Yao pensó que el fuego los purificaría.

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao viajo hacia el territorio de Qishan Wen y al llegar se hospedó en una posada pequeña que era atendida por una viejita muy amorosa.

 

—Disculpe bella dama, ¿podría decirme si conoce la residencia Meng?— Preguntó Meng Yao con una linda y brillante sonrisa.

 

—Oh que joven tan educado.— Se sonrió la viejita. —Hace muchos años que no escuchaba sobre esa familia.—

 

—¿Los conoce?— Preguntó con mucho interés Meng Yao.

 

—Claro, hace muchos años vivían en una hermosa residencia una familia de mercaderes de joyas, que está ubicada hacia las afueras de la ciudad al noroeste.— Contestó la viejita.

 

—¿Cómo que vivían? ¿Se mudaron acaso?—

 

—El hombre había perdido a su esposa por una enfermedad, después se volvió a casar y al parecer tanto el padre como la hija murieron de la misma enfermedad. Fue una gran tragedia para la pobre viuda.—

 

—Que desgracia... ¿Sabe si la viuda vive aún en esa casa?— Preguntó Meng Yao.

 

—Mmm... Creo que si vive en esa casa, ya que nadie compro el lugar.—

 

—Muchas gracias bella dama por la información.— Exclamó Meng Yao y le volvió a sonreír a la viejita que se fue a seguir con sus ocupaciones.

 

Meng Yao acomodó su equipaje en la habitación de la posada y se dio un buen baño relajante. Salió de la posada en dirección al noroeste, en el camino compró una vasija de aceite para lámparas y después de caminar un par de millas llegó a la Residencia Meng.

 

El lugar aún tenía el apellido Meng en la entrada, estaba deteriorado y el jardín inexistente. Más que una "Residencia" parecía una pocilga venida a menos por la falta de cuidados.

 

Meng Yao se acercó a la puerta, dejo apoyada la vasija a un costado y la tocó. Una Omega bastante madura le abrió la puerta.

 

La Omega lucía algunas joyas de excelente calidad que habían pertenecido a su difunto esposo. No podía decir lo mismo del gusto de la mujer, su vestimenta no era para nada "Apropiada".

 

—No atiendo niños...— Exclamó la Omega.

 

Antes de que la mujer pudiera cerrar la puerta, una mano la detuvo.

 

—Este Joven Amo no ha conocido mujeres, ¿puede ser capaz el dinero compensar mi inexperiencia?— Canturreó Meng Yao agitando una bolsita de dinero con su otra mano.

 

—Claro... Joven Amo. Pase, pase.— Dijo la mujer.

 

Meng Yao ocultando su rostro divertido bajo la máscara de la seriedad, entró al lugar y puso la bolsita de dinero en las manos de la Omega.

 

—Cincuenta piezas de plata.— Exclamó Meng Yao.

 

La mujer sonrió y abrió la bolsita para contar el dinero. Después de un tiempo su rostro se puso serio por la sensación de "Déjà vu" levanto lentamente la mirada hasta hacer contacto visual con el joven frente a ella que la miraba con un rostro sonriente.

 

—Meng..... Shi.....— Murmuró la mujer como si recordara algo del pasado.

 

Meng Yao se rio a carcajadas: —Ja-ja-ja.... ¡¿Aun la recuerdas?!...—

 

—¡Tu-..! ¡¿Tú quién eres?!— Preguntó la mujer dando pasos hacia atrás horrorizada.

 

—¿Yo?... Alguien que te conoce y conoce lo que hiciste... como el vender una excelente Omega por unas miserables cincuenta piezas de plata.... Ja-ja-ja... y mírate ahora viviendo en esta pocilga, vendiendo tu cuerpo por unas monedas.— Se burló Meng Yao y continuó: —¡¡Por tu culpa mi madre termino en ese lugar!! ¡¡Si tú no existieras ella habría sido feliz!!—

 

Las manos de Meng Yao rodearon el cuello de la mujer privándole del aire, asfixiándola.

 

La mujer intento librarse de él, pero no podía. Meng Yao aunque era un Omega era un hombre, joven y con mayor fuerza. La mujer fue perdiendo estabilidad y cayó al suelo.

 

Meng Yao la agarró del cabello y la arrastró por la casa buscando la cocina.

 

—Tú serás una ofrenda para mi madre.— Exclamó Meng Yao mientras prendía la cocina.

 

—¡¡Ayuda!! ¡¡Alguien ayúdeme!!— Gritó la mujer su voz áspera mientras trataba de respirar, su cuerpo se sentía pesado y sin fuerzas.

 

—No importa cuánto grites, nadie vendrá a ayudarte.— Exclamó sonriente Meng Yao, disfrutando del miedo y la agonía de la mujer que le arruino la vida a su madre.

 

Abrió la puerta de la cocina donde se ponía la leña y metió la cabeza de la mujer dentro para que se quemara.

 

Las manos de la mujer arañaban el metal de la cocina, rompiéndose las uñas, mientras gritaba y pataleaba para zafarse. Meng Yao sostenía el cuerpo con fuerza para que no pudiera sacar su cabeza del compartimiento. Hasta que el cuerpo debajo de él quedo inmóvil.

 

Se paró y buscó entre los utensilios algo que le pueda servir para terminar con lo que había planeado. Encontró un hacha de cocina para trozar carne, con ella desmembró el cuerpo de la mujer y lo fue metiendo dentro del compartimiento, pedazo a pedazo, hasta que no quedo nada.

 

Se quedó unos minutos contemplando el fuego, recordando los pecados cometidos.

 

Tomó unas tijeras, cortó su largo cabello hasta cerca de sus hombros y lo ofrendo a su madre junto al cuerpo quemado de su madrastra.

 

Volvió a la puerta de entrada y tomó la vasija que había dejado ahí anteriormente y desparramando el contenido por diferentes lugares de la residencia le prendió fuego al lugar.

 

Salió como si nada hubiera pasado con la casa en llamas atrás de él y caminó sin mirar atrás.

 

Después volvió a la posada, descanso un día y tomando sus cosas se despidió de la viejita.

 

Meng Yao se marchó rumbo a la Secta LanLing Jin para conocer a su padre.

 

 

Arco 01 | El comienzo 
— FIN —


Chapter 9: Rechazo

Notes:

Arco 2 | Meng Yao

Meng Yao esta decido a viajar a Torre Koi para conocer a su “Padre Biológico” el Alfa del que su madre se había enamorado.
Aprieta en su mano el recuerdo que le daría la entrada a la prestigiosa Secta de LanLing Jin. Lugar donde sueña ganar el reconocimiento de su padre, cultivarse y llamarlo su “Nuevo Hogar”. Él ya no tiene un lugar al que llamar hogar, un lugar al cual regresar. Solo puede caminar hacia adelante y no mirar atrás.
Meng Yao, juró levantar un altar a su madre un lugar donde la gente tenga que arrodillarse ante ella, postrarse ante su perfección y pureza. Él lo lograría, su madre se merece eso y mucho más. La gente la adoraría como una deidad. Él levantaría un templo para Meng Shi.

Chapter Text

Meng Yao estaba caminando por el costado del camino hacia LanLing Jin, llevaba ya mucho recorrido y estaba algo cansado. Nunca se había alejado tanto del burdel y mucho menos viajar a otras regiones.

 

El camino hacia Qishan Wen había sido muy rápido y poco recordaba de lo sucedido, ya que estaba enceguecido por la sed de venganza y no había notado lo cansado que estaba ya su cuerpo.

 

Tendría que haberse quedado unos días en la posada de la viejita amable. Pero estaba más preocupado por si alguien lo había visto entrando o quemando la casa de esa maldita Omega.

 

Suspiró agotado y se sentó unos minutos al costado del camino. Algunos mercaderes habían pasado y no le prestaron atención. Cerró los ojos unos minutos, el sol era muy fuerte. Pero se sentía cálido y tranquilo.

 

—Jovencito... ¡Jovencito!... ¿Necesita que lo lleven?—

 

La voz de un hombre mayor lo despertó, Meng Yao se puso de pie y vio una carreta maltrecha y un viejito con un rostro amable, que lo miraba expectante.

 

—Sí, Señor... Usted, ¿a dónde se dirige?— Preguntó Meng Yao educadamente.

 

—Voy a la capital del territorio de LanLing Jin, a vender semillas.— Contestó el viejito.

 

—En la capital se encuentra Torre Koi, ¿verdad?— Preguntó Meng Yao.

 

—Si jovencito, la Residencia de la Secta LanLing Jin se encuentra ahí. ¡Suba! ¡Suba! ¡Lo llevare!— Exclamó el anciano.

 

—Gracias Señor.—

 

Meng Yao se subió a la carreta al lado del viejito, cuando estuvo cerca de él se dio cuenta que el hombre mayor era un Alfa. Meng Yao se puso nervioso. La carreta comenzó a moverse.

 

—Señor le pagare por la gentileza de llevarme.— Meng Yao sacó su bolsita de dinero y le estaba ofreciendo unas piezas de plata.

 

—No hay necesidad. Jovencito, guárdalo para algo más útil.— El viejito le dio una sonrisa amable.

 

Meng Yao se quedó pensando, nadie es tan amable para no pedir algo a cambio. ¿Acaso en el mundo hay personas buenas por naturaleza? Personas... gentiles y amables... Meng Yao no lo sabía, había vivido en un lugar donde eso no existía, siempre había algo detrás de la sonrisa amable de las personas.

 

Meng Yao volvió a insistir con pagarle al comerciante, pero el viejito se negaba a aceptar.

 

—Es aburrido viajar solo, tomare como pago la compañía de un joven apuesto, es más entretenido charlar con alguien.— Dijo el viejito.

 

Meng Yao pasó el día escuchando las historias del viejito, sobre su negocio y familia. Meng Yao solo le contó que él no había salido mucho de su "Casa" y que iba a conocer a un familiar en Torre Koi. El viejito le comento lo poco que sabía sobre la secta de cultivo, y algunos rumores del líder. Sus afectos por las Omegas y los burdeles, además de la cantidad de hijos ilegítimos que el hombre tenía y no reconocía.

 

Meng Yao se puso algo pálido. Pero recordaba las cosas buenas que su madre había escrito del Alfa que era su padre. Aunque no estaba seguro de que fuera una "Buena persona" pero, era su padre. Nunca iba a perdonar los favores que su madre hizo por él, pero le podría dar una oportunidad si llegaba a ganar una buena posición en la secta y lo aceptaba como su hijo ya que ese es el deseo que su madre siempre había tenido para él.

 

Llegó la noche y pararon en un pequeño pueblo a las afueras de LanLing Jin. Meng Yao pensó que el viejito iba a pedir una sola habitación pero pidió dos y partirían después de un descanso al día siguiente.

 

El joven Omega no entendía la amabilidad, el ser generoso, ni tampoco el dar sin pedir nada a cambio. Él ahora comprendía que existían Alfas que eran amables con los Omegas.

 

Al principio pensó que era como la viejita de la posada, que fue amable solo por la vejez o la soledad y que tener compañía jovial les brindaba entusiasmo.

 

Pero, no. Las personas podían ser buenas también.

 

Meng Yao solo conocía lo malo de las personas y ahora comenzó a conocer lo bueno. Algo de esperanza brotó en su corazón.

 

—Jovencito, jovencito.— Exclamó el viejito temprano en la mañana. —Baja a desayunar, que vamos a partir pronto.—

 

Meng Yao se había quedado dormido muy profundamente, hacía tiempo que no dormía tan cómodamente y en paz. Se arregló lo más rápido posible y bajo con su costal que tenía como único equipaje.

 

—Señor discúlpeme, me había quedado dormido.— Exclamó Meng Yao.

 

—No te preocupes jovencito, en el camino puedes dormir un rato más.— Dijo alegre el viejito.

 

Tardaron varias horas en llegar a su destino y en el centro de la capital Meng Yao se despidió del amable viejito deseándole suerte en sus negocios. El viejito también le dio su bendición con una brillante sonrisa y se dispuso a vender su mercancía.

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao subía los interminables escalones de Torre Koi, los guardias a los costados no se movían de sus lugares ya que eran como estatuas vivientes.

 

Un gran bullicio se escuchaba en la residencia y al llegar a la puerta de entrada, un sirviente le pidió su invitación. Meng Yao negó tener dicha invitación, solo quería conocer a su padre.

 

—Sin invitación no puede pasar. Hoy es el cumpleaños número quince del Joven Maestro, vuelve otro día.— Exclamó el sirviente, su rostro era serio y miraba a Meng Yao como si fuera un pordiosero.

 

Meng Yao se detuvo unos momentos a verlo, sus túnicas eran de calidad y se lo veía muy envejecido. Seguramente era un sirviente directo de la familia principal, uno que servía a la Secta LanLing Jin durante muchos años.

 

—Disculpe mi insistencia, pero vengo a conocer a mi padre, Jin GuangShan. —Exclamó Meng Yao mientras le mostraba el botón de perlas, el recuerdo que le dio su padre a su madre en ese entonces.

 

El sirviente abrió mucho los ojos al ver el botón. —Jovencito ese botón es un accesorio muy común en los cintos de los miembros de la secta, muchos lo tienen. No tiene nada de especial.— Dijo el sirviente.

 

Meng Yao lo miraba perplejo por sus palabras y al sirviente se le hizo un nudo en el pecho, él sabía de las actividades del joven Líder de su Secta. Ya que el mismo Jin GuangShan se jactaba de ello abiertamente con regularidad.

 

Jin GuangShan muchas veces usaba regalar ese tipo de botones como recuerdos a mujeres Omegas hermosas. Fingiendo que el hermoso y delicado botón de perlas era un raro tesoro, que a menudo iba a acompañado de promesas y votos en su coqueteo. Él dio muchos de estos botones y así como los daba se olvidaba de ellos.

 

—Jovencito... préstame el botón, se lo mostrare al Líder de la Secta.— Dijo el sirviente, apiadándose del joven que se veía muy pálido como si estuviera a punto de colapsar por lo que escucho anteriormente. —Y necesito saber tu nombre, para poder presentarte ante el Líder de la Secta.—

 

—Muchas gracias.— Meng Yao extendió su mano y le dio el botón al sirviente —Me llamo Meng Yao, mi madre es Meng Shi.—

 

El sirviente al escuchar su apellido, no pudo evitar su asombro. Tomo el botón y le hizo una reverencia —Espere aquí afuera, veré si puedo arreglar un encuentro con el Líder de la Secta, hoy es un día muy ocupado y puede que tengas que esperar muchas horas.—

 

—Si. Esperare. Muchas gracias. Agradezco su amabilidad.— Exclamó Meng Yao y realizo una reverencia aún más baja en agradecimiento.

 

Jin GuangShan y Madame Jin celebraban el cumpleaños de su querido hijo Jin ZiXuan, un hermoso Alfa.

 

En la residencia no solo asistieron varios Líderes de Sectas de manera formal por el cumpleaños del heredero Jin, sino también familiares y la familia de su prometida Jiang Yanli de la Secta Yunmeng Jiang.

 

Antes de que oscureciera y comenzara el esperado momento de encender las linternas para pedir los deseos, el sirviente encontró un momento en el que su líder estaba desocupado y se le acercó.

 

—Líder de Secta, hay un jovencito en la puerta de entrada que quiere verlo.— Dijo el sirviente entregándole el botón a su Líder.

 

Madame Jin estaba cerca de su marido y cuando sus ojos vieron el botón de perlas su rostro se ensombreció, recordando lo que su marido hacía y como regalaba dicho accesorio a las tontas Omegas con las cuales se acostaba.

 

—GuangShan... ¿Ese no es uno de los botones que regalaste?— Preguntó furiosa Madame Jin.

 

—Claro que no mi señora, es un accesorio muy común.— Se burló Jin GuangShan restándole importancia.

 

—¿Acaso piensas que soy tonta? ¿Qué no sé qué me engañas y te revuelcas en burdeles con cualquier Omega que se te cruce enfrente?— Increpó Madame Jin.

 

—No sé de qué hablas, yo me hare cargo.— Exclamó Jin GuangShan y caminó para alejarse de su esposa e invitados.

 

Saliendo a un pasillo alejado de los invitados miró inquisitivamente a su sirviente y apretó el botón de perlas haciéndolo polvo entre sus dedos.

 

—¡¿Quién te lo dio?!— Preguntó furioso Jin GuangShan.

 

—Un jovencito, no parece pobre. Se lo ve con ropa limpia y arreglada que no es de alta calidad, pero tiene muy buenos modales como si hubiese sido muy bien educado, dijo llamarse Meng Yao.— Explicó el sirviente.

 

—¡Eres un inútil! ¡Échalo, no lo quiero frente a mi casa!— Bramó Jin GuangShan muy enojado.

 

—Líder de Secta. ¡Me disculpo, me disculpo! Pero sería bueno que por lo menos lo vea.— Dijo el sirviente postrándose frente a su Líder, su rostro tocaba el suelo.

 

—¡¡Llévame a verlo!! Ordenó Jin GuangShan.

 

El sirviente tembló de miedo, se apresuró a ponerse de pie y llevar a la entrada de la residencia a su líder.

 

Jin GuangShan se quedó mirando al joven que estaba esperando cerca de la puerta, era bastante atractivo, su cabello y ojos parecían tener el mismo color que los de él. Su apariencia no era parecida pero se notaba que era su hijo. Al acercarse un poco más a él, el aroma a vainilla lleno su olfato.

 

El joven no era un Alfa, era un Omega.

 

—¿Quién eres? ¡Contesta! Ordenó Jin GuangShan.

 

Meng Yao se sorprendió al verlo y su pecho se comprimió al escuchar una orden con Voz de Mando como las primeras palabras que le daba su padre.

 

—Me llamo Meng Yao, mi madre Meng Shi.— Contestó Meng Yao y realizo una educada reverencia.

 

Jin GuangShan se acordó de la prostituta Omega a la que había usado años atrás y también que la Omega le había dicho que estaba embarazada de él. Él se negó a creerlo. Pero, viendo a "Su hijo" frente a su casa, podía darse cuenta que la mujer no le había mentido. Pero ese hijo era un Omega y un hijo de prostituta.

 

—¡Lárgate! No te reconozco como mi hijo.— Exclamó con desprecio Jin GuangShan.

 

—Pero, tú eres mi padre. Yo...—

 

—¡Échalo a patadas! ¡No lo conozco! Ordenó Jin GuangShan interrumpiendo lo que su hijo estaba diciendo.

 

El sirviente tembló de miedo. Pero era una orden de su amo, su única opción era obedecer así que cerró los ojos y pateó a Meng Yao.

 

El joven Omega salió despedido hacia atrás y tropezó con los escalones, haciéndolo rodar por las escalinatas de Torre Koi desde la cima hasta la base de esta. Golpeando su cuerpo y cabeza con la punta de los afilados escalones de piedra.

 

Los guardias a los costados no se inmutaron ni se movieron para ayudarlo, como las estatuas humanas que eran se quedaron en su lugar inmóviles mientras él caía lastimado.

 

Su rostro se llenó de sangre por la herida en su frente. Meng Yao tardo un tiempo en ponerse de pie, sus piernas estaban golpeadas y se tambaleo un poco.

 

Había sido rechazado por su padre.

 

Sus ojos miraron al hombre parado imponente en la cima, mirándolo como si no fuera nada.

 

El sirviente tomo el costal que el joven traía y lo arrojó también por las escaleras, las pertenencias de Meng Yao quedaron a sus pies.

 

Meng Yao desempolvo su túnica, sacudiéndola con sus manos, se acomodó la ropa y se giró hacia la Torre Koi.

 

Mirando a su padre realizo una reverencia.

 

Agarró sus cosas y se marchó.

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao se alejó del lugar y pidió una habitación en una pequeña posada.

 

El encargado se sorprendió al verlo, preguntándole si había sido robado o algo peor, por ser un Omega. Meng Yao solo le sonrió amablemente diciendo que había tenido un accidente.

 

En su habitación se quitó las túnicas sucias y se miró al espejo. Su cuerpo estaba lleno de hematomas y raspones. Entro al baño para limpiarse las heridas y la sangre.

 

Su mente comenzó a pensar en muchas cosas.

 

Entre ellas en las últimas palabras escritas en el diario de su madre.

 

Ahora entendía lo que su madre sintió, ella había sido llevada a tal extremo por todo lo que le había pasado. Pero un factor importante, fue haberse dado cuenta de que su amado A-Shan nunca la iba a ir a buscar. Que había sido usada para tomar el liderazgo de la secta y olvidada. Y que lo que su madre habría escrito fue un "Jin GuangShan yo te ODIO" o un "Te maldigo".

 

Se sintió un tonto, si su madre siempre escribió; "A-Shan, te amo" o "A-Shan, te extraño". 

 

¿Cómo no se había dado cuenta?  

 

La última línea decía "Jin GuangShan" no A-Shan.

 

Comenzó a reírse. 

 

¿A dónde iré ahora?... 

 

La secta LanLing Jin ya estaba descartada. El burdel estaba hecho cenizas, la casa de su madre estaba hecha cenizas también. 

 

No tenía un lugar al que regresar.

 

¿La Secta GusuLan?— Pensó Meng Yao.

 

No... Recordó que había escuchado que aunque la Secta GusuLan trataba a los Omegas como tesoros vivientes. Los Omegas de Gusu no tenían prácticamente libertad. No les enseñaban casi nada de la cultivación, solo lo básico. Les enseñaban labores domésticos y como ser buenos, dóciles y tiernos con sus maridos e hijos. Además de que aceptaban exclusivamente "Omegas Puros".

 

Meng Yao volvió a reírse a carcajadas... Omegas Puros. El ya no era puro, ni virgen. El Mayor Zhen había sido su primer y único Alfa, el recordarlo le generaba asco y repulsión.

 

Suspiró en su baño tibio y siguió pensando: —La Secta Yunmeng Jiang...—

 

No, también estaba descartada. Aunque los Omegas podían acceder al mismo entrenamiento de cultivo que los Alfas y se les exigía de la misma manera, tratados con igualdad por el riguroso entrenamiento de la "Temible Araña Violeta". El burdel era parte de la región de Yunmeng ahí lo reconocerían muy fácilmente y por ahí alguno lo señale como el criminal responsable del incendio. Solo podía alejarse de Yunmeng.

 

Solo quedaba la Secta Qinghe Nie... era sabido que los Omegas en esa región eran discriminados, pero no se les impedía entrenarse en la cultivación. Ahí aunque recibiera malos tratos no se le negaría aprender y ser un discípulo.

 

Cerró los ojos y lo decidió.

 

Él se haría fuerte, usaría su ingenio. Escalaria hasta lo más alto y ganaría el reconocimiento de ese Alfa que tenía como padre.

 

Salió de la bañera, lavó sus prendas y se acostó en la cama.

 

Se quedó en la posada unos cuantos días para descansar de todo el viaje que había hecho.

 

Se despidió del encargado y salió del territorio de LanLing Jin rumbo a Qinghe.

 

Meng Yao había cumplido quince años, el mismo día que su padre lo había rechazado. Había conocido tanto la crueldad como la amabilidad de las personas. Sus manos estaban manchadas de sangre, no era puro, ni virgen, ya había avanzado mucho y ya no podía retroceder.

 

Él estaba decidido y para lograrlo estaba más que dispuesto en hacer cualquier cosa.

Chapter 10: La Secta Qinghe Nie

Chapter Text

Habían pasado más de dos semanas del suceso en LanLing Jin y Meng Yao ahora estaba parado en la puerta de la Residencia de la Secta Qinghe Nie, donde fue recibido por un sirviente directo del Líder de la Secta.

 

Después de una charla de menos de dos varitas de incienso, le otorgaron el título de discípulo invitado y le explicaron que comenzaría con sus clases de cultivación junto con los demás discípulos de la secta. El sirviente le aclaró los riesgos que tenía la profesión de cultivador para un Omega y que el entrenamiento en Qinghe Nie no era separado por géneros.

 

Todos entrenaban en el mismo lugar pero estaban separados por niveles; el básico y el avanzado.

 

Meng Yao tenía un conocimiento básico de la meditación y logró tener algo de poder espiritual, nunca tuvo un Maestro que lo guiara por lo que no había formado un Núcleo Dorado. Era solo un poco más fuerte que un humano ordinario y sanaba un poco más rápido gracias a la meditación. Por lo que comenzó en el nivel básico.

 

El encargado de los entrenamientos se sorprendía del gran avance que día a día Meng Yao estaba logrando, y de que haya podido logar algo aun sin un Maestro en el pasado, solo por su propia cuenta. Tenía mucho talento.

 

Meng Yao comenzó a darse cuenta de que ser muy bueno en el cultivo para un Omega le podría traer problemas con los Alfas. Comenzó a desarrollar un estilo delicado y débil que mostraba a los demás. Mientras que lo aprendido lo pulía en secreto.

 

Su poder espiritual fue aumentando en gran manera, desarrollando varias técnicas y estilos de esgrima diferentes. Su Núcleo Dorado se formó eventualmente en poco tiempo.

 

Pasados unos meses de haber ingresado a la secta Qinghe Nie, lo pusieron en otro grupo de entrenamiento más avanzado.

 

En ese grupo había un Omega delicado que agitaba un sable de madera de manera muy desordenada. Meng Yao se sorprendió que pusieran a un Omega con tan poco talento y técnica entre los discípulos más importantes, hasta que escucho el murmullo de unos Alfas que miraban al Omega practicar.

 

—El Líder Nie lo mando de nuevo al patio de entrenamiento, no tiene el más mínimo cuidado de su delicado hermano menor. Al fin de cuentas no tiene talento para nada.— Murmuró un discípulo Alfa.

 

—No es de extrañar que le llamen "Bueno para nada".— Susurró otro discípulo en tono de burla.

 

Meng Yao se dio cuenta de que ese Omega descuidado, no era otro más que el Joven Maestro de Qinghe, Nie HuaiSang, el medio hermano menor del Líder de la Secta, el temible Nie MingJue.

 

Paseó su mirada por el campo de entrenamiento, casi todos a su alrededor eran Alfas y solo un puñado eran Betas, a excepción de Nie HuaiSang y él que eran los únicos Omegas en el lugar.

 

En el grupo anterior había algunos Omegas más entrenando, pero no tenían fortaleza ni temple para pasar al siguiente nivel.

 

Parecía ser que nadie entrenaba con Nie HuaiSang, estaba a un costado apartado del resto intentando mover el sable de madera.

 

—¡Tú, el nuevo!— Se acercó uno de los discípulos más grandes mientras lo señalaba y le ordenó: —Entrena con él.—

 

Meng Yao se exaltó por un segundo de que lo señalaran y lo mandaran a practicar. Realizó una reverencia educada y se acercó a Nie HuaiSang.

 

—Joven Maestro, los superiores me pidieron ser su compañero de entrenamiento.— Dijo Meng Yao con una reverencia.

 

—Uhm. Bueno, pero no soy bueno en esto.— Murmuró Nie HuaiSang.

 

Los Alfas se pusieron a mirar el espectáculo del enfrentamiento de los dos Omegas.

 

Con sables de entrenamiento comenzó el combate, de tres estocadas Meng Yao mando a volar el sable de madera de la mano de Nie HuaiSang y este tropezó cayendo al suelo asustado.

 

Algunos Alfas sonrieron nerviosos por el futuro del nuevo discípulo, por intimidar al Joven Maestro Nie, lo cual era ganarse unos días de castigo por parte de su protector hermano mayor.

 

Meng Yao cayó en la trampa de esos Alfas ineptos.

 

Pensando en lo que podría pasarle al poco tiempo de entrar a la secta y ganarle de esa manera al Joven Maestro. Se arrodilló con su mejor sonrisa y ayudó amablemente a Nie HuaiSang a ponerse de pie.

 

—Joven Maestro Nie, me disculpo por mi falta de tacto, mi nombre es Meng Yao, si gusta puede castigarme como más le parezca.— Se inclinó un poco frente al Omega.

 

—No es necesario, gracias por entrenar conmigo.—

 

Nadie había notado que desde el principio el Líder Nie MingJue estaba mirando el entrenamiento desde las sombras, así como también vio la amabilidad de Meng Yao con su hermano menor.

 

—¡Nie HuaiSang!— Exclamó Nie MingJue acercándose imponente a su hermano menor.

 

Los Alfas retrocedieron al instante de sentir su presencia, se formaron e inclinaron respetuosamente sus espaldas y rostros.

 

Meng Yao al ver que el Líder de la Secta se acercaba a él con sus ojos clavados en su persona, sintió algo en el cuerpo que lo hizo estremecerse y se arrodilló de inmediato.

 

—¡Hermano mayor!— Se acercó haciendo un puchero Nie HuaiSang y se quejó: —¡No me gusta entrenar, hace calor!—

 

Nie MingJue estaba por reprender a la persona que había tirado al suelo a su hermano, pero al verlo más de cerca se dio cuenta que era un Omega y un discípulo nuevo. Seguramente los discípulos superiores lo habían puesto a entrenar con su hermano menor e incluso había sido amable después del combate.

 

—¡Nie HuaiSang, eres parte del Clan Nie por lo que tienes que aprender las técnicas!— Resopló Nie MingJue y agregó: —No importa, ve a preparar las cosas, en una semana empiezas las clases en los Recesos de la Nube y más te vale que este año apruebes el curso.— Y viendo que el otro Omega seguía mirando el suelo arrodillado dijo: —Puedes irte a formar con los demás.—

 

Meng Yao tomó su sable de entrenamiento y se puso entre los discípulos que seguían formados de manera silenciosa y ordenada.

 

—Selecciona algunos discípulos Omegas o Betas que te acompañen.— Exclamó Nie MingJue antes de marcharse.

 

Nie HuaiSang bajo su postura y se quedó en el lugar, en silencio.

 

Meng Yao al verlo se acercó. —Joven Maestro Nie, ¿se encuentra bien?—

 

—No sé qué hacer... Mi hermano me matara si no apruebo este año el curso.— Sollozó Nie HuaiSang y sollozo: —Anteriormente lo había reprobado y se enfadó mucho.—

 

—Joven Maestro, lo podría ayudar con sus estudios, si así lo desea.— Dijo Meng Yao.

 

Nie HuaiSang le sonrió y lo tomó del brazo como si fuera un salvavidas. —Sabes de literatura, caligrafía, historia....—

 

—Si. Si me lo permite... me gustaría ayudarle, en agradecimiento por su amabilidad Joven Maestro.—

 

Nie HuaiSang ese día se llevó a Meng Yao como su ayudante, el Joven Nie le dio una habitación en su residencia, diciéndole que para un Omega como él no era muy seguro dormir en las habitaciones de los discípulos ya que eran todos Alfas y a los Betas no les importaba los que les ocurriera, ya que ellos tenían su grupo aparte.

 

Meng Yao agradeció su generosidad.

 

»»————-  -————««

 

Entre charlas y anécdotas entre las lecciones, los dos Omegas se fueron conociendo más y se hicieron un poco más cercanos.

 

Nie HuaiSang era muy bueno en el arte y la caligrafía, pero no tenía interés en los libros de estudio. Meng Yao se dio cuenta que el joven era muy capaz, solo en las cosas que le interesaban y era muy bueno como artista. Su pasatiempo era coleccionar abanicos y muchas veces él mismo los pintaba.

 

Meng Yao le conto que su abuelo había sido artesano de joyas y su madre le había enseñado a hacer y pintar abanicos. Los ojos de Nie HuaiSang brillaron al tener a alguien con quien compartir sus gustos.

 

En los pasillos Meng Yao notaba que el Líder Nie tomaba otro camino para no pasar cerca de él, era como si lo estuviera evitando.

 

Se preguntó muchas veces a qué se debía ese extraño sentimiento que tenía cuando veía al Líder Nie MingJue, pero trato de no darle importancia ya que el llevarse bien con Nie HuaiSang le era provechoso para su plan.

 

Nie MingJue no se sentía cómodo cerca del Omega que su hermano menor había adoptado como su ayudante de estudios. Pero no intervino ya que parecía que Nie HuaiSang comenzaba a estudiar con más esmero y tampoco pudo negarse ante la petición insistente de su hermano de llevarse al joven discípulo a los Recesos de la Nube.

 

Faltaban solo dos días para partir a Gusu y los rumores sobre el pasado de Meng Yao comenzaron a extenderse por toda la secta.

 

—Meng Yao, ¿es verdad lo de tu padre?— Preguntó Nie HuaiSang mientras se abanicaba, tratando de ocultar su vergüenza al preguntar algo personal a su nuevo amigo.

 

—Si. Aunque me sorprende que no preguntaras primero por mi madre.— Suspiró Meng Yao mientras hacía unas pinceladas sobre un lienzo.

 

—Nunca hablaría mal de la madre de nadie, mi madre murió de tristeza tiempo después de que mi padre muriera.— Murmuró Nie HuaiSang y continuó: —Ellos eran Destinados y la madre de hermano mayor era su Alma Gemela, murió en el parto.

 

—Lo siento. Pero, me pone contento que pudieron estar juntos y tener un tiempo de felicidad. Desde que se enteró de mi existencia mi padre nunca volvió a aparecer. Pero ahora estoy aquí y serviré a la Secta Qinghe Nie.— Exclamó Meng Yao.

 

—Está bien, perdona por preguntar.— Dijo Nie HuaiSang tomando uno de los pinceles y trazando también sobre el lienzo murmuró: —Si... ellos al menos se amaban de verdad.—

 

—Joven Maestro, ¿a qué se refiere?— Preguntó interesado Meng Yao.

 

—Tengo un prometido. Mi padre arreglo el matrimonio. Pero yo lo odio. Su aroma me da asco.— Contestó Nie HuaiSang.

 

—Eres el Joven Maestro de Qinghe Nie, ¿no puedes cancelarlo?— Preguntó Meng Yao.

 

—No se puede cancelar, ni siquiera mi hermano mayor lo puede cancelar...— Se sonrió Nie HuaiSang con pesar y dijo: —Cada unos cuantos meses viene a verme y me trae regalos. Lo bueno es que durante este año no tengo que verlo, gracias a que estaré en Gusu estudiando.—

 

—Oh... Pero, no veo ningún regalo de cortejo en su habitación.— Dijo Meng Yao mirando a su alrededor.

 

—No los tengo a la vista, están tirados dentro de ese baúl.— Señalo Nie HuaiSang una esquina apartada del cuarto y exclamó: —No puedo tirarlos, cuando sea nuestro matrimonio tendré que tenerlos ya que quedaría mal que se entere que los deseche.—

 

Meng Yao se mantuvo en silencio mientras seguía con la pintura.

 

—Eres muy bueno pintando.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—Mi madre me enseño todo lo que sabía, ella era una mujer muy culta e inteligente.— Exclamó Meng Yao mirando a la nada.

 

—¿Era?— Preguntó el joven Nie.

 

—Era. Ya no la puedo volver a ver jamás.—

 

Nie HuaiSang entendió que no debía preguntar más del asunto. —Gracias, por aceptar venir conmigo a Gusu. Como mi ayudante puedes asistir a las clases del Maestro Lan QiRen.— Cambio el tema de la conversación.

 

—Gracias Joven Maestro Nie, por darme la oportunidad.— Sonrió Meng Yao y dijo: —Pero si no soy bienvenido o hay algún problema, no quiero hacer perder cara a la secta que me acogió, yo volveré a Qinghe si algo sucede.—

 

—Está bien. Yo.... quiero presentarte a mis amigos de la Secta Yunmeng Jiang, ellos son muy buenos y son Omegas como nosotros. Jamás te trataran mal Meng Yao. Jiang Cheng es el Joven Heredero de Yunmeng, es algo temperamental y malhumorado para ser un Omega, pero es bueno y amable en el fondo. Wei WuXian es el caos en persona.... Ja-ja-ja...— Se rió Nie HuaiSang y agregó: —Fue adoptado por la familia Jiang y es como un verdadero hermano para el Joven Heredero, es travieso y muy bromista. ¡Ninguno cumple con el estereotipo de Omega "Delicado y tierno"!—

 

—Me gustaría conocerlos.—

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao había pedido prestado los pinceles y algunos materiales a Nie HuaiSang para hacer un retrato de su madre.

 

Estuvo toda la noche pintando sobre el lienzo, trazo tras trazo, retratando cada rasgó del rostro gentil de su madre, su cabello y sonrisa mientras pensaba: —Madre cuando tenga el dinero, hare un templo para ti. El escultor necesitara un retrato de tu rostro para la estatua que pondré. Tiene que ser perfecto. El lugar donde lo construiré también ya está decidido. Solo espera, este hijo lo hará posible.—

 

Meng Yao sonreía mientras miraba la obra terminada, era tan hermosa como la recordaba. Dejo el retrato apoyado en la mesa para que se secara y comenzó a guardar sus pertenencias.

 

Cuando terminó de empacar lo que necesitaba para el viaje se dirigió al campo de entrenamiento. La mayoría ya sabía de su madre y procedencia, por lo que trato de hacer oídos sordos y sonreír. Tenía que ser paciente y no dejarse provocar por las burlas. El haberse acercado al Joven Maestro Nie le ayudo para que los Alfas no lo estuvieran acosando y no quisieran propasarse con él.

 

Meng Yao suspiró, terminó su entrenamiento y se dirigió a la habitación de Nie HuaiSang para devolverle los materiales que le había prestado.

 

—Joven Maestro, vine a agradecerle por prestarme los materiales para hacer la pintura.— Hizo una reverencia Meng Yao después de entrar como tenia ahora costumbre.

 

Nie HuaiSang estaba colorado con su bolso detrás de su espalda. —Eh... No hay necesidad, Meng Yao je-je...—

 

—Joven Maestro, ¿se siente bien parece muy nervioso?—

 

Nie HuaiSang se acercó mirando para todos lados como si su hermano mayor pudiera aparecer de la nada para retarlo. —Shh...— Lo silenció. —Tengo que llevar algunos libros para no aburrirme en los Recesos de la Nube, además le prometí a Wei-Xiong que le llevaría uno. No le digas a nadie.—

 

—Ah... Se refiere a esos libros, ¿no?— Susurró Meng Yao.

 

—Si... No veo que te alarmes por eso.—

 

—He visto mucho más de lo que puedes ver en esos libros.— Murmuró Meng Yao.

 

—Es cierto, lo siento.— Dijo apenado Nie HuaiSang y metió más libros en su equipaje luego se quejó: —No entran más.... ¿Me harías el favor de llevar estos entre tus cosas?... Por favor.—

 

Meng Yao dejo escapar un suspiro y tomó los libros que Nie HuaiSang le dio. —Como gustes.—

 

—Mañana partimos temprano, después de despedirnos de mi hermano. Descansa Meng Yao.—

 

—Gracias Joven Maestro Nie.—

 

Meng Yao salió y llevó su cena a su habitación. Después de acomodar mejor el equipaje con los libros de Nie HuaiSang se acostó a dormir.

 

En unas cuantas horas partiría a los Recesos de la Nube.

Chapter 11: “Bueno para nada”

Chapter Text

Después de la muerte de la madre de Nie MingJue, el Líder de la Secta Nie estaba devastado y estuvo de duelo durante un par de años, hasta que conoció a ese hermoso Omega. La atracción fue instantánea. Su cuerpo reacciono instintivamente y su Alfa interior rugió en deseo de posesión ante la mera vista de sus ojos encontrándose.

 

Su vida tenía color nuevamente, su familia volvió a unirse y se agrando con el hermoso cachorro, ahora en sus brazos.

 

Nie HuaiSang.

 

No solo le trajo alegría al Líder Nie, sino que también fue la causa de la máxima unión en su familia, su hijo mayor Nie MingJue se había vuelto celoso y protector de su hermano pequeño. El Líder de la Secta Nie temía que el Joven Heredero, rechazara a su medio hermano como había rechazado a su nueva esposa. Pero sus temores desaparecieron al ver como su familia sonreía ahora feliz y en armonía.

 

Cuando Nie HuaiSang cumplió tres años una carta de la Secta Qishan Wen, sellada por el mismo Wen RuoHan, llego a Qinghe.

 

El Líder Nie apretó la carta en sus manos haciéndola añicos su rostro se volvió distorsionado de pura rabia e ira apenas contenida.

 

—Esposo, ¿qué sucede?— Preguntó el Omega con preocupación.

 

—Wen RuoHan.— Escupió el nombre como si fuera una blasfemia a los mismos cielos. —Quiere una reunión para hablar conmigo... quien sabe de qué. Sea lo que sea, no es nada bueno si viene de ese Alfa caprichoso.—

 

—Tranquilo. Por ahí solo quiere hablar de la próxima Conferencia de Discusión o incluso podría ser... que quiere tu permiso para que sus discípulos hagan alguna cacería en nuestro territorio.— Trato de calmarlo el Omega.

 

El Líder Nie resopló y se sentó en la cama. Su Omega lo abrazó por detrás y dejo salir su aroma para tranquilizarlo, perfumando la habitación.

 

Después de respirar el aroma de su amado, se fue recostando en su regazo cayendo dormido mientras el Omega le acariciaba el cabello y murmuraba palabras de afecto.

 

»»————-  -————««

 

Al otro día el Líder Nie partió hacia Qishan solamente con su mano derecha y dos guardias de confianza. Al llegar fueron recibidos por un sirviente que los guio por los pasillos del Palacio de Fuego hacia la sala del trono.

 

En un trono de hierro negro con llamas rojas a los costados y el emblema del sol en lo alto, estaba sentado Wen RuoHan espéranoslos con una sonrisa de superioridad.

 

Wen RuoHan era un Alfa Dominante que se tomó el atrevimiento de auto-proclamarse el "Líder Soberano del Mundo del Cultivo". Nadie estaba en su contra y nadie osaba a contradecirlo.

 

Nadie, a excepción del Líder de la Secta Nie.

 

Wen RuoHan había sido obligado a tener un matrimonio político, por su padre el anterior Líder de la Secta Wen.

 

Pero Wen RuoHan amaba a dos personas; un Alfa de la Secta GusuLan que lo rechazo en su juventud, al enterarse de su compromiso y una Omega.

 

Cuando ocupó el cargo como Líder de la Secta Qishan Wen, él intento llevarse a la Omega para que sea una concubina, ya que él estaba casado.

 

Sin embargo la Omega no lo amaba ya que su corazón le pertenecía a otro Alfa. Ese Alfa era el actual Líder de la Secta Nie, el único que se opuso a Wen RuoHan y se llevó a su amada para luego casarse con ella.

 

Wen RuoHan había aceptado su derrota y trato de conformarse con un harem, no solo de Omegas sino que también había Betas y Alfas. Sus gustos eran refinados. Si le gustaba, no importaba el género y se lo llevaría a su harem.

 

Ahora Wen RuoHan no solo dominaba su secta y todo el mundo del cultivo con miedo a su gran poder, sino también su palacio e incluso sus propios aposentos privados.

 

Era un Alfa completamente Dominante y de temer.

 

—Líder de la Secta Nie, nos vemos nuevamente.— Exclamó Wen RuoHan.

 

—Líder de la Secta Wen.— Reverenció solo por cortesía el Líder Nie.

 

—Dejémonos de hipocresía.— Bufó Wen RuoHan y agregó: —Seguramente quieres saber rápidamente el por qué te he citado.—

 

—Después de tantos años donde solamente nos saludábamos por obligación en las conferencias, no sé de qué quieres hablar conmigo.— Exclamó el Líder Nie.

 

—Iré directamente al grano, no soporto ver tu cara de impertinente después de todo.— Se rió Wen RuoHan y exclamó: —Me entere que te volviste a casar y tienes un hermoso cachorro saludable.—

 

El Líder Nie frunció el ceño ante sus palabras. Pero, se mantuvo tranquilo y en silencio.

 

—Pensé que seguirías siéndole fiel al recuerdo de tu esposa y por eso yo había aceptado mi derrota. Ella no me correspondió y murió al tener un cachorro de tu sangre. Ese cachorro resulto ser un Alfa como su padre y tiene hasta tu misma apariencia. Pero ahora tienes un nuevo hijo... Lo quiero.— Dijo Wen RuoHan.

 

—No. ¡No puedes pedir a mi hijo para tu asqueroso harem!— Rugió el Líder Nie bastante furioso.

 

—¿Para qué quiero un bebé de tres años en mi harem?— Se burló Wen RuoHan. —Será el prometido de mi hijo mayor y heredero, Wen Xu.—

 

—HuaiSang es un niño, aún no sabemos su segundo género.— Exclamó el Líder Nie, la vena de su frente estaba casi por explotar.

 

—Ese no es un problema... si es un Omega será la futura Madame Wen, si es un Beta o un Alfa, lo tendrá como una concubina. No puedes negarte, es una orden Líder Nie. Wen Xu es un excelente candidato, un día antes de mandarte la carta despertó como un Alfa Dominante.— Explicó Wen RuoHan.

 

—¡¿Y si me niego a aceptarlo?! Exclamó el líder Nie, su Alfa gritó imponente.

 

—¡Si te niegas, habrá guerra! ¡Destruiré todo y tomare lo que quiera! Replicó Wen RuoHan poniéndose de pie de su trono, su mirada ardía y una sonrisa sádica se dibujó en su rostro. —Te llevaste lo que un día desee, sabes que puedo hacerte polvo a ti y a tu secta si quisiera.—

 

El Líder Nie retrocedió y se postró ante Wen RuoHan.

 

Años atrás solo estaba él contra el mundo, si moría no perdía nada en su lucha por el amor. Pero ahora tenía una secta y una familia a la cual proteger. Se vio acorralado.

 

—Disculpe mi impertinencia. Yo, el Líder de la Secta Nie acepto el compromiso de nuestros hijos, Nie HuaiSang y Wen Xu.—

 

—Muy bien, cada cuatro meses Wen Xu ira a visitar a su prometido para que se vayan conociendo.— Exclamó con una sonrisa victoriosa. —Ah... y deseo un sable, dicen que los sables de la Secta Qinghe Nie son los mejores. Quiero uno y quiero que me lo traigas personalmente cuando sepas el segundo género de tu hijo.—

 

El Líder de la secta Nie apretó los puños, haciendo sus manos sangrar y exclamó: —Como lo ordene, así se hará.—

 

—Puedes marcharte.—

 

»»————-  -————««

 

Siete años después:

 

—Ja-ja-ja... Hermano mayor, me haces cosquillas.— Se reía Nie HuaiSang mientras era perseguido por Nie MingJue.

 

—HuaiSang deja de correr y ven a entrenar.— Se quejó Nie MingJue.

 

Cuando lo estaba por atrapar tropezó y rodaron por el jardín, sus cuerpos se rosaron involuntariamente por el impulso de la caída, dejando salir un gemido del pequeño HuaiSang.

 

Nie MingJue tragó en seco por la posición en la que estaban y no podía dejar de mirar a su hermano menor debajo de él. Cuando se dio cuanta lo que estaba por hacer y la cercanía de sus cuerpos se puso de pie rápidamente.

 

—¡Vamos! Padre quiere que vayas al campo de entrenamiento.— Exclamó algo sonrojado Nie MingJue.

 

Nie HuaiSang se había dado cuenta que el sentimiento de cariño que tenía por su hermano mayor no era normal, era como si sus corazones resonaran juntos. Comenzó a sentirse algo mareado y sus mejillas se pusieron rojas como un tomate.

 

—Hermano mayor, ayúdame a ponerme de pie. Creo que me di un golpe en la cabeza.— Se quejó levantando su mano para que su hermano la tomara.

 

—¡HuaiSang! ¡¿Estás bien?!— Se preocupó Nie MingJue y se agacho a su lado para ver si tenía algún golpe. —No tienes ninguna herida, pero parece que tienes fiebre.—

 

—No sé, me siento raro...— Se desmayó Nie HuaiSang y su cuerpo comenzó a despedir un aroma a jazmín.

 

—¡Oh, no! ¡HuaiSang despertó como un Omega!— Tomó a su hermano menor en sus brazos y lo llevó a su habitación.

 

Cuando lo apoyó en su cama estaba por ir a buscar a sus padres, pero una mano lo tomó del brazo.

 

—Hermano no me dejes solo, quédate un rato...—

 

—No puedo, HuaiSang. Eres un Omega y yo soy un Alfa... tengo que irme.—

 

—No, hermano... no me dejes...— Dijo Nie HuaiSang en un hilo de voz antes de caer desmayado por la fiebre nuevamente.

 

El corazón de Nie MingJue latía demasiado rápido, el aroma de su hermano menor era encantador, lo sacaba de sus pensamientos racionales y una parte de su Alfa interior comenzó a tomar el control de él.

 

Se arrodillo al lado de la cama de su hermano y comenzó a masturbarse, la tela del pantalón comenzó a estorbar. Saco su dura erección y se bajó la mitad del pantalón. Su otra mano tocaba el cabello de su hermano menor y lo llevaba a su nariz para aspirar su aroma mientras seguía acariciando y jalando su miembro con necesidad.

 

Después de un rato manchó sus manos con una sustancia blanquecina. Pero, no era suficiente, su Alfa no estaba saciado.

 

Se subió a la cama y se recostó al lado de su hermano y lo puso de costado, la espalda de HuaiSang sobre su pecho y le bajó también la mitad del pantalón. Poniendo su erección contra los muslos apretados de su hermano comenzó a empujar y su cabeza estaba contra el hombro de Nie HuaiSang refregándose en su cuello y cabello.

 

Simulando embestidas se imaginó dentro de él, profanándolo. Nie HuaiSang comenzó a gemir entre sueños, Nie MingJue se mordió los labios para reprimir el fuerte impulso de ir aún más lejos. Tomó el ahora despierto miembro de su hermano y también lo masturbo al mismo tiempo que refregaba su erección entre sus muslos. La velocidad y la fricción fueron en aumento hasta que los dos acabaron.

 

Al saciarse un poco, se dio cuenta de lo que había hecho y lo que casi estaba por hacer, su miembro que aún estaba erecto después de dos descargas estaba a escasos centímetros de la entrada de su hermano. Gracias a un poco de control en su mente no lo hizo ir aún más lejos.

 

Se levantó y miró el desastre. Sacando la sabana se limpió, limpió a su hermano y lo vistió nuevamente acomodándole la túnica, coloco una sábana nueva y salió de la habitación con la sabana manchada al patio trasero donde la quemó con urgencia. Después fue a buscar a sus padres para avisarles de la fiebre de su hermano menor.

 

Cuando el Líder de la Secta Nie y la madre de HuaiSang entraron al cuarto, el lugar estaba impregnado con un aroma a jazmín y eucalipto muy intenso.

 

—¿Qué paso?— Preguntó el Líder Nie a su hijo mayor.

 

—Estábamos afuera, lo estaba buscando para que vaya al entrenamiento, HuaiSang se desmayó y lo traje a su habitación. Como vi que se sentía mal y sufría, perfume el cuarto y se quedó más tranquilo.— Explicó Nie MingJue.

 

—Hiciste bien en cuidar a tu hermano menor.— Exclamó el Líder Nie acercándose a la cama. —Vamos a tener que decirles la verdad.—

 

—¿Qué paso padre? ¿Qué verdad?— Preguntó Nie MingJue.

 

—HuaiSang está comprometido con el heredero Wen Xu, como es un Omega será la futura Madame Wen— Exclamó el Líder Nie.

 

—¡No se puede casar con él! ¡HuaiSang no lo quiere! ¿Es por eso que ese Alfa viene a visitarnos cada tanto?— Exclamó enfurecido Nie MingJue.

 

—No se puede hacer nada, ya he aceptado ese compromiso. Y si, aunque dije que venía de visita para tener una mejor relación con los Wen, la verdad es que venía para conocer a HuaiSang y que tu hermano lo conozca un poco ya que se casaran en un futuro.— Contestó el Líder Nie.

 

Nie MingJue estaba desesperado, no aguantaba más estar en ese lugar. Salió de la habitación enfurecido hacia el patio de entrenamiento y entrenó con su sable todo el resto del día hasta que cayó exhausto.

 

Se despertó mientras su padre lo cargaba en su espalda.

 

—Padre... ¿No hay nada que se pueda hacer?— Murmuró Nie MingJue.

 

—Si habría algo, ya lo hubiera hecho.— Suspiró el Líder Nie. —¿Qué te parece si cuando vuelva de la Conferencia de Discusión en Qishan vamos de cacería nocturna?—

 

—Si. Padre.— Exclamó con un poco más de ánimo Nie MingJue.

 

—Descansa, en una semana iremos.—

 

»»————-  -————««

 

—Y bien, ¿me traes mi encargo y la noticia, Líder Nie?— Preguntó Wen RuoHan.

 

—Si. Líder de la Secta Wen.— Exclamó mientras traía una caja larga de madera labrada con adornos en metal esculpidos, se arrodilló y abrió la tapa.

 

El Líder de la Secta Wen se puso de pie, caminó hasta quedar frente a la caja y sacó un sable extremadamente raro. Era magnifico. Wen RuoHan se sintió complacido con el sable.

 

—Bueno, cumple con mis expectativas, lo probare luego.— Exclamó mientras guardaba el sable, le dio la orden a un sirviente para que sostenga la caja y se sentó nuevamente en su trono. —Entonces, ¿qué buena noticia me trajiste?—

 

—Mi hijo menor, Nie HuaiSang es un...— Respiró profundo, cerró los ojos y trato de articular las palabra que no querían salir de sus labios. —...Es un Omega, Líder de la Secta Wen.—

 

—Excelente, ya me lo imaginaba. Sabes que hay otra noticia muy buena de la cual eres ignorante.— Exclamó divertido Wen RuoHan.

 

El Líder Nie apretó los puños y se mantuvo tranquilo. —No la sé.— Escupió con dificultad.

 

—Wen Xu me informo después de visitar a tu hijo unas cuantas veces, que estaba muy agradecido con el compromiso. Parece ser que HuaiSang es su Predestinado. ¡¿No es una muy buena noticia?! No tendrás que preocuparte de que el matrimonio funcione ya que serán muy compatibles íntimamente. Wen Xu está muy entusiasmado con casarse cuanto antes, pero le tuve que decir que aún no están en edad de matrimonio y que tenía que ser paciente.— Explicó Wen RuoHan.

 

—No lo sabía, HuaiSang nunca mencionó alguna cosa parecida.—

 

—Es muy probable que no se dé cuenta ya que es muy pequeño para esas cosas. Pero bueno, que sea su Destinado es algo que no me imagine, así que su segundo género era lo de menos. Wen Xu lo quiere de todas formas.— Exclamó Wen RuoHan y luego de una pausa en la que disfruto de la mirada abatida del Líder de la Secta Nie agregó: —Disfrute su estadía Líder Nie, puede retirarse.—

 

Dos días después se celebró la última reunión de líderes en la Conferencia de Discusión y Wen RuoHan mostró el sable frente a sus invitados.

 

—¿Qué opinan de este sable mío?— Preguntó Wen RuoHan.

 

—Es un magnifico sable, Líder Wen.— Alabó un invitado.

 

—Ningún sable en toda la historia puede compararse con su perfección.— Exclamó el Líder de la Secta Jin.

 

Varios murmullos fueron escuchados acerca de lo bueno, maravilloso, perfecto y magnifico que era el sable en manos de Wen RuoHan. El Líder Wen pasó su mirada por el salón hasta que encontró a un invitado con un rostro serio, como con amargura en su semblante ante las aclamaciones generales del banquete.

 

—Tú... ¿qué opinas de mi nueva arma?— Preguntó Wen RuoHan señalando al invitado.

 

Todos quedaron en silencio mirando expectantes lo que pasaba.

 

—Por supuesto, tu sable no tiene paralelo. Pero, como ves, me temo que cierta persona no estará de acuerdo.— Exclamó el invitado mirando al Líder de la Secta Nie que bebía licor sentado en otro de los asientos.

 

La sonrisa de Wen RuoHan se borró de su rostro y preguntó aun sabiendo la respuesta: —¿Quién es esa persona que no está de acuerdo?—

 

—Naturalmente solo podría ser el Líder de la Secta Qinghe Nie.— Respondió el invitado y agregó: —Es una secta reconocida por su cultivo con sables, el Líder Nie es muy arrogante y se jacta de que su preciado sable no tiene rival e incluso dijo que ni en cien años habrá otro sable que se pueda comparar con el suyo. El hombre no lo admitirá, incluso aunque las palabras salgan de su boca y lo admita, su corazón jamás lo hará.—

 

Wen RuoHan se echó a reír. —¿Estás seguro de eso? Bueno, yo quiero verlo. Líder de la Secta Nie, puede mostrarnos su sable.—

 

El Líder de la Secta Nie desenfundo su sable y se paró frente al Líder Wen y sostuvo el sable para que lo pudiera ver.

 

—Si. Realmente es un buen sable. Sostenlo fuerte.— Exclamó Wen RuoHan con una sonrisa ladeada.

 

Un fuerte estruendo se escuchó y el Líder Nie cayó de rodillas aun sosteniendo su sable mientras era golpeado por el sable de Wen RuoHan. Golpeó el sable varias veces y después se detuvo.

 

—Bueno, parece que ambos son excelentes sables. Puedes retirarte.— Dijo Wen RuoHan.

 

El Líder Nie no sintió nada fuera de lo normal cuando enfundo su sable, por ahí algo confundido por como resultaron los hechos, pero no había duda de que estaba muy molesto por la actitud dominante de Wen RuoHan.

 

La Conferencia de Discusión terminó y el Líder de la Secta Nie volvió a Qinghe. Fue recibido con abrazos de sus hijos y esposa. Después de descansar del viaje hizo los arreglos para salir de cacería nocturna con su hijo mayor.

 

Nie MingJue estaba muy entusiasmado por la salida con su padre, llegaron a un bosque entre Qinghe y LanLing.

 

Una bestia salió entre los árboles y comenzó el enfrentamiento.

 

La bestia era muy violenta y su piel era algo dura. En el momento que el Líder de la Secta Nie la golpeó con su sable este se partió, rompiéndose en pedazos. La bestia lo atacó e hirió de gravedad con su cuerno, Nie MingJue tenía su sable Baxia en su mano, con furia se arrojó encima de la bestia y la mató para intentar salvar a su padre.

 

Llevaron al Líder Nie a su residencia con heridas graves, y los pedazos de su sable. Pasaron los meses y sus heridas no sanaban, su mente estaba llena de resentimiento e ira. Después de medio año del incidente, finalmente falleció.

 

Nie MingJue guardo rencor en su corazón contra los Wen, no pudo romper el compromiso ya que su padre lo había arreglado y dio su palabra. Solo podía hacer todo lo posible para llevar a la Secta Nie adelante y cuidar de su familia.

 

La madre de HuaiSang se enfermó después de la muerte de su esposo, muriendo de tristeza meses después. Quedando ambos hermanos solos.

 

Después de los cien días de duelo por su padre y cien días del duelo por la muerte de Madame Nie. Nie MingJue asumió el liderazgo de la secta haciéndose el Líder más joven del mundo del cultivo.

 

»»————-  -————««

 

Nie HuaiSang siempre creyó que lo que había pasado, fue solo un sueño que tuvo por sus sentimientos hacía su hermano mayor. Para él era un amor no correspondido, algo que tenía que evitar y que su hermano mayor jamás debía descubrir. Era feliz estando cerca de su hermano y evadía cada acercamiento de su prometido Wen Xu, ya sea algún abrazo que el Alfa quería darle o el simple rose de sus manos.

 

Nie HuaiSang odiaba a su prometido, dándole repulsión y rechazo, pero su cuerpo decía otra cosa, él quería estar con Wen Xu.

 

Pero su mente lo negaba y rechazaba.

 

—Hermano mayor, ¿siembre me cuidaras?— Preguntó Nie HuaiSang mientras caminaba por los jardines, acompañado por su hermano.

 

—Siempre.— Contestó Nie MingJue.

 

—¿Inclusive de Wen Xu?— Preguntó acercándose más a su hermano.

 

—Siempre HuaiSang, incluso de Wen Xu.— Exclamó Nie MingJue mientras acariciaba la cabeza de su hermano menor con suavidad y agregó: —Siempre. Incluso si muero, te protegeré.—

 

Nie HuaiSang sonrió y sus mejillas se pusieron rosadas. Se acercó un poco más al pecho de su hermano y sintió el aroma que tanto le gustaba y lo tranquilizaba, feliz dejo salir su dulce aroma a jazmín. 

 

Movió más su cabeza para recibir más caricias de su amado hermano mayor y este correspondió con un rostro gentil que no dejaba ver a nadie más que a Nie HuaiSang y a Lan Xichen.

Chapter 12: Los Recesos de la Nube

Chapter Text

Meng Yao estaba despertando, hoy iba a ser el día en el que viajaría por primera vez al territorio de la Secta GusuLan y conocer los hermosos Recesos de la Nube. La idea de tener la oportunidad de presenciar las clases del prestigioso Maestro Alfa, Lan QiRen lo hacían sentir privilegiado.

 

Después de acomodar sus prendas agarró su equipaje y se dirigió al Gran Salón. En el camino se cruzó con Nie HuaiSang.

 

—Joven Maestro, buenos días, ¿está listo para el viaje?— Saludó Meng Yao.

 

—Buenos días.— Se froto el rostro con su manga Nie HuaiSang, aun tenia sueño. —Ni lo menciones, no sé si me da más miedo enfrentar a mi hermano si repruebo nuevamente o estar un año con Lan QiRen.—

 

Meng Yao sonrió levemente ante su comentario y lo siguió a un metro de distancia respetando su posición de ayudante. En la sala los estaban esperando el grupo que los custodiaría hasta la entrada de los Recesos de la Nube y las otras dos personas que tomarían el curso ese año.

 

En el grupo había dos Alfas como guardias, dos Betas como acompañantes para el curso y los dos Omegas, Nie HuaiSang y Meng Yao.

 

Meng Yao después de hacerse conocido como el ayudante del "Bueno para nada" no había visto a Nie MingJue de frente nuevamente, solo lo cruzaba a lo lejos en los pasillos.

 

El tenerlo frente a frente, fue intenso y electrificaste. Todo su cuerpo se sentía pesado con la mirada penetrante del Alfa en su figura. Después de un intercambio de miradas, Meng Yao bajo el rostro sin poder mantener contacto visual por más tiempo.

 

—Hermano mayor ya tenemos todo listo para partir.— Dijo Nie HuaiSang algo nervioso.

 

—Bien, este año nada de juegos. Quiero que apruebes el curso sino tendrás un entrenamiento infernal cuando vuelvas.— Amenazó Nie MingJue su voz fuerte e imponente pareció asustar al pequeño Omega. —Los demás pueden ir adelantándose.—

 

Los sirvientes y acompañantes, hicieron una reverencia y comenzaron a marcharse del salón. Meng Yao también realizo una reverencia y salió con su rostro mirando el suelo. Pero sentía la mirada del Alfa en su espalda hasta que salió del lugar.

 

Nie MingJue vio que estaban solos y dijo: —HuaiSang, cuídate mucho, ¿llevas todo lo necesario?—

 

El de Nie MingJue se volvió tranquilo y su rostro severo se transformó en uno apacible.

 

—Si hermano mayor.— Nie HuaiSang sonrió y se relajó: —Llevo todo, incluso las medicinas, no me olvidare de tomarlas.—

 

—Bien. Pudimos ganar dos años. Pero aún no se sabe que tendrá planeado Wen RuoHan.— Exclamó Nie MingJue con los puños apretados.

 

—No te preocupes. Meng Yao me acompañara y siempre estará a mi lado.— Dijo Nie HuaiSang.

 

Cuando su hermano nombro al Omega MingJue se tensiono un poco. —Oh... Veo que te has apegado mucho a él. Es bueno que tengas apoyo en los estudios. Te extrañare mucho.—

 

Nie HuaiSang dio dos pasos más cerca de su hermano y lo abrazo con fuerza, el mayor correspondió y se quedaron abrazados unos segundos sintiendo el calor y el aroma del otro. —Yo también.... hermano.— Contestó Nie HuaiSang, separándose del otro.

 

Los dos hermanos caminaron hacia la puerta de Qinghe, donde el grupo ya estaba preparado para partir. Viajarían a caballo ya que Nie HuaiSang no podía volar en su sable y Meng Yao aún no tenía mucha experiencia en volar distancias tan largas.

 

Después de despedirse del Líder de la Secta Nie, el grupo salió de Qinghe hacia Gusu.

 

»»————-  -————««

 

El viaje fue largo pero entretenido para el joven Nie HuaiSang, la conversación con su asistente Meng Yao lo distrajo lo suficiente, haciendo el largo trayecto más llevadero y ameno.

 

Llegando a la Ciudad de Caiyi, el ambiente se hacía más frío. El aroma de las vertientes de agua cristalina y las montañas llenaban el aire fresco con su fragancia, un aroma que tranquilizaba el corazón y la mente.

 

El verde de los bosques espesos de árboles aromáticos se alzaba a su alrededor y el azul del cielo iluminaba el panorama. Unas escaleras que parecían infinitas estaban delante de ellos.

 

Una risa bulliciosa se escuchó arruinando la tranquilidad de tan mítico lugar, llamando la atención de los presentes. Nie HuaiSang se dio la vuelta para mirar con alegría al joven de cabellos negros, recogido en una coleta alta que se sostenía del hombro de un joven serio de ceño fruncido, pero de mirada tierna.

 

—¡HuaiSang-Xiong!— Saludó eufórico Wei WuXian agitando su mano.

 

—¡Wei-Xiong, Jiang-Xiong!— Saludó alegre Nie HuaiSang acercándose a ellos mientras arrastraba del brazo a Meng Yao.

 

Los tres amigos se sonrieron y saludaron después de no verse por un tiempo.

 

—HuaiSang-Xiong, ¿nos presentas a tu nuevo amigo?— Preguntó con una sonrisa Wei WuXian.

 

El perfume de los tres Omegas había sido llevado por la brisa y Meng Yao, noto el leve aroma a jazmín de HuaiSang mezclado con el de lotos y manjusaka.

 

El último aroma le dio un mal presentimiento.

 

La flor era conocida como "La flor del infierno" Los bulbos de esa flor eran venenosos y estaban asociados con la pérdida, la añoranza, el abandono y los recuerdos perdidos. Se decía que los que portaban ese aroma estaban malditos. La inmortal BaoShan SanRen tenía dicho aroma, por algún motivo desconocido se recluyo en una montaña secreta y nunca más fue vista.

 

—Él es mi asistente Meng Yao.— Exclamó Nie HuaiSang dándole un tirón y poniendo al Omega delante de él. —Es muy inteligente, me dio clases para poder aprobar este año. Así que lo traje para que estudiara con Lan QiRen.—

 

Meng Yao salió de sus pensamientos y se vio delante de los jóvenes que lo miraban con curiosidad. —Mi nombre es Meng Yao.— Se inclinó levemente en saludo.

 

Wei WuXian sonrió ampliamente. —No estés nervioso somos Omegas, no mordemos.— Se rió y agregó: —Yo soy Wei WuXian discípulo principal de la Secta Yunmeng Jiang y él es mi Shidi, Jiang Cheng el Joven Heredero de la secta.

 

Meng Yao estaba asombrado por lo que sus ojos veían, el porte y la manera imponente de pararse podrían confundirse como unos Alfas, los rumores del entrenamiento riguroso de los Omegas en Yunmeng no eran exagerados.

 

Wei WuXian el hijo de un sirviente del Líder de la Secta, también rumoreado ser un hijo bastardo del mismo. Era amado y admirado por las personas de Yunmeng. El mismo Líder Jiang FengMian, le daba un trato especial sobre su propio hijo de sangre. Incluso el heredero y su hermana lo tomaban como un hermano verdadero.

 

Wei WuXian tenía todo lo que él deseaba, poder y reconocimiento.

 

Lo admiraba, y de igual manera Meng Yao lo envidiaba.

 

—Wei-Xiong, ¿qué haces con eso?— Preguntó Nie HuaiSang viendo lo que su amigo tenía en su mano.

 

—¡Oh! ¿Esto?— Wei WuXian levantó su mano. —Son dos jarras de la Sonrisa del Emperador, las voy a esconder en el bosque y más tarde vendré por ellas.—

 

Nie HuaiSang sonrió nervioso, Jiang Cheng se llevó su mano al rostro dándose un golpe en la frente y Meng Yao estaba estático pensando en las reglas que Nie HuaiSang le había dicho que había en el lugar.

 

—Joven Maestro Nie, me adelantare con el equipaje y para tener listo su cuarto.— Exclamó Meng Yao.

 

—Está bien Meng Yao, compartimos el mismo así que nos veremos más tarde.— Sonrió Nie HuaiSang.

 

Después de que Wei WuXian escondió las jarras de licor, los tres amigos subieron las escaleras hacia los Recesos de la Nube, entre risas y anécdotas para ponerse al día.

 

Era de noche y Meng Yao estaba en su nueva habitación que compartía con Nie HuaiSang, por lo que acomodo sus pertenencias y las del Joven Maestro Nie en los cajones antes de disponerse a dormir después de un día agotador. Ya que en la mañana siguiente había que levantarse temprano para la ceremonia de apertura en donde cada secta daría los saludos y regalos al Maestro Lan QiRen.

 

»»————-  -————««

 

La luna era brillante e iluminaba claramente los Recesos de la nube, un Alfa Dominante salía de meditación solitaria y comenzó a patrullar. Los discípulos de las sectas que venían a estudiar a Gusu habían llegado esa misma tarde.

 

Lan Wangji, de repente escuchó un leve sonido de pasos sigilosos y apresurados en los techos de Gusu. Ya se había dado el toque de queda, así que nadie debería estar fuera de su dormitorio a esas horas.

 

¿Era un intruso o era alguien rompiendo las reglas?

 

Saltó al techo para atrapar al intruso y se encontró con un joven Omega con dos jarras de la famosa "Sonrisa del Emperador" en sus manos. Algo en él llamó su atención. Su sonrisa iluminaba todo a su alrededor, incluso más que la luz de la luna y su aroma era peligrosamente seductora para su sensible olfato.

 

—Es la Sonrisa del Emperador. Si comparto una jarra contigo, ¿podrías fingir que no me has visto?— Exclamó Wei WuXian extendiendo su brazo con la jarra.

 

Lan Wangji había olvidado como respirar, exhalando e inhalando profundamente, llenando sus pulmones de oxigeno replicó con voz firme y clara: —El alcohol está prohibido en los Recesos de la Nube.—

 

—¿Y qué cosa no está prohibida en tu secta?— Una sonrisa se dibujó en el rostro de Wei WuXian al decir eso.

 

Enojado, Lan Wangji señaló el Muro de la Disciplina, con las tres mil reglas escritas de la Secta GusuLan. Sus puños se apretaron al observar al Omega fruncir levemente el ceño ante la cantidad de reglas intentando visualizarlas.

 

—Bueno, si el alcohol está prohibido en la Nube no entraré y lo beberé aquí afuera... ¿Eso no cuenta como violar las reglas, verdad?— Wei WuXian sonrió y acabó el contenido de una de las jarras.

 

El licor era tragado de unos cuantos sorbos y el resto fue derramado en la boca abierta del Omega que degustaba del dulce y picante líquido, mientras una parte fluía por su cuello y se perdía en su túnica negra.

 

Lan Wangji enmudeció y quedó como hipnotizado, sin embargo recupero el sentido en poco tiempo al darse cuenta de que el Omega estaba siendo descarado e insolente por lo que se puso furioso. Se apresuró en sacar su espada “Bichen” y atacó al joven Omega, el cual demostró ser tan hábil en esquivar como él en el manejo de la espada.

 

No pensé que este Alfa tan anticuado tuviera tan buena habilidad.— Pensó Wei WuXian mientras esquivaba y frenaba algunos ataques con su espada aun enfundada.

 

Lan Wangji durante el enfrentamiento lo miró seriamente, sin decir una sola palabra. La pelea solo duró unos instantes, y terminó cuando la otra jarra de Sonrisa del Emperador voló por los aires y se rompió en el suelo.

 

La pelea se frenó y el Omega lo miró de manera amenazante dejándolo helado.

 

—Tendrás que pagarme por la jarra que rompiste.— Exclamó Wei WuXian.

 

Lan Wangji lo miró aún más fríamente e ignoro su reproche.

 

Wei WuXian sonrió y en tono burlón exclamó: —Todas las Omegas de cada secta de cultivo, admiran a los prestigiosos Alfas de la Secta GusuLan. Que lastima.—

 

—¿Lastima, dijiste?— Exclamó Lan Wangji con el ceño fruncido.

 

—Sí, es una lástima que ellas no sepan que esos Alfas que tanto admiran son implacables, irrazonables, rígidos y anticuados. Pero no importa, cuando termine mis estudios les hare saber la verdad.— Exclamó divertido mirando la expresión cada vez más oscura del Alfa delante de él.

 

—Mañana, recibirás tu castigo.— Exclamó Lan Wangji y se marchó.

 

Wei WuXian volvió a su dormitorio acalorado y al entrar, Jiang Cheng lo estaba esperando.

 

—Wei WuXian, ¿dónde estabas a esta hora?— Exclamó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian se rió nervioso. —Había ido a buscar mis jarras pero no salió como lo esperaba. Veo que acomodaste las camas gracias A-Cheng.—

 

—Claro, las camas son individuales así que las junte, de esa manera entramos los dos y por la noche no me molestaras metiéndote en mi cama.—

 

Wei WuXian de pequeño desarrollo el mal hábito de meterse en la cama de Jiang Cheng, incluso ahora lo hacía de vez en cuando.

 

—Gracias A-Cheng.— Exclamó sonriente Wei WuXian quitándose la túnica y botas.

 

Cuando Wei WuXian se acercó, Jiang Cheng se llevó una mano a su nariz frunciendo el ceño. —¿Por qué hueles a sándalo? ¿Qué estabas haciendo con un Alfa a esta hora?—

 

—¿Estas celoso? No te preocupes. Tuve un pequeño duelo, nada importante.— Explicó Wei WuXian y se recostó en la cama.

 

—No me agrada.— Le reprochó Jiang Cheng mientras lo abrazaba y dejaba salir su aroma a lotos para tapar el aroma a sándalo de su hermano.

 

Wei WuXian se reía y se dejaba marcar por el aroma de su hermano mientras él también lo perfumaba. Después se fueron a dormir y terminaron acercándose por el frío hasta quedar abrazados.

 

»»————-  -————««

 

A la mañana siguiente, Meng Yao se despertó y se vistió con una túnica interior blanca, una túnica color marfil y una túnica exterior gris ceniza. Cuando terminó de acomodarse de manera presentable, alisto las pertenencias de HuaiSang y la ropa que tenía que usar. Despertó a su compañero de cuarto que de mala gana trato de levantarse mientras Meng Yao lo ayudaba a vestirse con una túnica blanca con el emblema de Qinghe en el hombro.

 

Todos los discípulos tenían una túnica blanca para asistir a las clases en los Recesos de la Nube con el emblema de su respectiva secta en el hombro y las fajas también tenían los colores característicos de sus sectas.

 

Los dos salieron de su habitación y se dirigieron al salón donde tendrían sus clases. En el camino se cruzaron con Jiang Cheng y Wei WuXian, este último bostezaba de manera bulliciosa y se veía somnoliento.

 

—¡Jiang-Xiong, Wei-Xiong! Buenos días.— Saludó Nie HuaiSang.

 

—¡HuaiSang-Xiong, Meng Yao! Hola.— Saludaron los Omegas de Yunmeng.

 

—Jiang-Xiong, se te ve molesto, ¿acaso tuviste que despertarlo para que asistiera a clases?— Se burló Nie HuaiSang tapándose la mitad del rostro con su abanico.

 

—Este idiota no se dignaba a despertarse y tuve que tirarle el agua de un florero.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—HuaiSang-Xiong, mira a este pobre Omega. Mi Shidi me maltrata.— Dramatizó Wei WuXian.

 

—¡Tu-...!— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Ya, ya...— Intervino Nie HuaiSang. —Tranquilos no quieren tener problemas con Lan QiRen. Él se especializa en educar buenos cultivadores, se dice que sales de su curso siendo un respetable y educado cultivador.—

 

—¿Acaso no me veo lo suficientemente educado?— Preguntó Wei WuXian con una sonrisa inocente.

 

—Definitivamente serás una mancha negra en su record impecable como profesor.— Le contesto Jiang Cheng.

 

—Este lugar está lleno de reglas pero también puede llegar a ser muy divertido.— Dijo Wei WuXian.

 

—Wei-Xiong te daré un consejo, así que préstame mucha atención y escúchame.— Dijo Nie HuaiSang acercándose a su amigo. —Mientras estés en Gusu hay una persona a la cual no debes provocar.—

 

—¿Quién, Lan QiRen?—

 

—No hablo de él. Debes cuidarte de su sobrino, que es su discípulo del que está muy orgulloso, Lan Wangji.—

 

—¿Lan Wangji? ¿El de los dos Jades de Lan, que es un Alfa Dominante como su hermano mayor? ¿Lan Zhan?—

 

—¿Qué otro Lan Wangji puede haber? Sí, es un Alfa Dominante ejemplar, el modelo a seguir, tiene nuestra misma edad pero es más serio, rígido y estricto que el mismo Lan QiRen.— Dijo Nie HuaiSang.

 

—¿Es un Alfa muy apuesto, con la mirada aguda y penetrante, tan serio y frío que su rostro tiene la expresión como si estuviera en un funeral?— Preguntó Wei WuXian.

 

—Si es él. Pero, ¿cómo lo conoces si estaba en meditación solitaria?— Preguntó Nie HuaiSang.

 

—Ah... Entonces era él quien me encontré anoche.— Exclamó Wei WuXian.

 

—¿Anoche? ¿Ese es el Alfa que te encontraste anoche?— Preguntó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian les conto a sus amigos el cómo había peleado con Lan Wangji en los techos de Gusu, como bebió el licor y se rompió la jarra.

 

—Rompiste el toque de queda, trajiste alcohol a Gusu y lo bebiste, también tuviste un duelo sin permiso, apenas llegamos y ya has roto mínimo tres reglas.— Exclamó Jiang Cheng poniendo los ojos en blanco.

 

Wei WuXian se rio. Meng Yao los seguía escuchando su conversación.

 

—Wei-Xiong deberías tener cuidado, Lan Wangji va a matarte. Seguramente jamás un Omega le ha faltado el respeto antes. Seguro te tendrá vigilado, él es el encargado de supervisar y dar los castigos en Gusu.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—No te preocupes Nie-Xiong, seguramente es un Alfa muy ocupado y no tendrá tiempo para vigilar a un simple Omega. Además ya debe saber todo lo que su tío enseña, ni siquiera lo cruzare durante los cursos....— Wei WuXian estaba a punto de reírse cuando en su campo de visión estaba Lan Wangji sentado dentro del salón mirándolo con un rostro serio.

 

—Wei-Xiong cuídate.— Le murmuró Nie HuaiSang y entró apresurado apara tomar su asiento y detrás de él se sentó Meng Yao.

 

—Te está mirando, buena suerte.— Jiang Cheng le toco el hombro dándole apoyo antes de también dirigirse a su asiento.

 

Wei WuXian bufó de mala gana y arrastrando los pies también tomó su asiento atrás de su Shidi. En el asiento de al lado, separado por un pasillo central, estaba Lan Wangji que lo miraba de reojo.

 

La ceremonia empezó cuando Lan QiRen hizo acto de presencia seguido por su sobrino Lan Xichen. El Alfa tomó asiento delante de los estudiantes y Lan Xichen se quedó de pie a un costado.

 

Los estudiantes se pusieron de pie y dieron sus saludos en silencio con unas reverencias hacia Lan QiRen. Un discípulo con un rollo de gran diámetro comenzó a recitar las reglas de la Secta GusuLan. Después de un tiempo los discípulos comenzaron a bostezar.

 

Wei WuXian cabeceaba durmiéndose. Jiang Cheng de vez en cuando lo codeaba para que se mantuviera despierto. Lan Wangji se mantenía atento. Nie HuaiSang jugaba con un pergamino mandándose notas con Wei WuXian y Meng Yao estaba atento a la clase de manera ordenada y educada.

 

Unas horas después los integrantes de la Secta LanLing Jin fueron los primeros en presentar sus saludos y respetos al honorable Lan QiRen.

 

Jin ZiXuan, el Joven Heredero, realizó una reverencia y su ayudante sostenía el presente. El obsequio era una caja blanca de madera con el emblema de la secta en oro que contenía un libro. Después de entregar la caja a un discípulo volvieron a sus asientos.

 

Después, había llegado el turno de la Secta Qinghe Nie. Nie HuaiSang se puso algo nervioso y Meng Yao llevó la caja y se posicionó detrás de su compañero.

 

—Nie HuaiSang de la Secta Qinghe Nie está aquí presente para saludar al Maestro— Exclamó Nie HuaiSang educadamente realizando los respectivos saludos y reverencias junto a Meng Yao. —Representando a la Secta Qinghe Nie le obsequio un quemador de incienso de cinabrio purpura.— Exclamó y luego susurró por lo bajo: —Meng Yao.—

 

—Asistente Meng Yao de la Secta Qinghe Nie está aquí para entregar el presente en nombre de nuestro Líder, Nie MingJue. El cinabrio purpura es antiguo y solemne. Sencillo pero profundo. Justo como la cualidad del Maestro Lan. Espero que el Maestro pueda aceptarlo.—

 

Mientras Meng Yao presentaba sus respetos, los murmullos de los múltiples rumores a su persona no se hicieron esperar.

 

—¿Quién es ese?...—

 

—Él es ese Meng Yao. Es el hijo ilegitimo del Líder de la Secta Jin...—

 

—Se dice que fue a la Secta Qinghe Nie a presentarse como discípulo porque cuando fue a Torre Koi fue echado y expulsado....—

 

—Después de eso se volvió discípulo invitado en la Secta Qinghe Nie y ahora sigue a todas partes al Joven Maestro Nie...—

 

—Los hijos del Líder Jin son tratados de manera tan desigual, uno como si estuviera en el paraíso y el otro en el infierno....—

 

Lan QiRen al escuchar los murmullos se aclaró la garganta y exclamó con su Voz de Mando: —Silencio.—

 

Los que murmuraban se callaron y bajaron sus rostros al instante.

 

Meng Yao se mantuvo en reverencia y en silencio, con el obsequio en sus manos.

 

Lan Xichen se acercó a él y lo miró con una amable sonrisa. —He oído del Líder de la Secta Nie, que Nie HuaiSang tiene un servicial asistente. Habiendo visto hoy la elegancia de tu discurso ciertamente cumples con mi expectativa.—

 

Meng Yao levanto su rostro, sus ojos brillaron al ver a tan magnifico Jade frente a él sonriéndole de manera amable. Ambos se miraron por unos segundos y sus miradas se conectaron. Meng Yao se sonrojó levemente y bajo su mirada. Lan Xichen tomó la tapa de la caja y al levantarla acaricio intencionalmente las manos del Omega.

 

Las manos de Meng Yao temblaron ante la sensación cálida de esa simple caricia y se mantuvo firme para que el quemador de incienso no se le cayera al suelo.

 

Lan Xichen viendo el hermoso obsequio exclamó: —El cinabrio purpura se ve inusual, seguramente será del agrado del Maestro Lan.—

 

El Alfa volvió a colocar la tapa de la caja, y la tomó desde abajo tocando más de las suaves manos del Omega. Meng Yao tembló levemente sintiéndose algo apenado al ver esto Lan Xichen se sonrió levemente ante las reacciones adorables del Omega.

 

—Gracias, ZeWu-Jun.— Exclamó Meng Yao.

 

Ambos Omegas reverenciaron al Maestro y volvieron a sus asientos. Las manos de Meng Yao estaban calientes y se sentía incómodo bajo la mirada de Lan Xichen. —¿Acaso Lan Xichen es mi Alma Gemela?—

 

Jiang Cheng se puso de pie junto a su asistente.

 

—De la Secta Yunmeng Jiang, soy Jiang Cheng, cortesía Jiang Wanyin, y me presento para entregar este......—

 

Su discurso se vio interrumpido por la presencia de la Secta Qishan Wen. El Alfa que dirigía el grupo no frenaba su paso por lo que Jiang Cheng se hizo a un costado y volvió a su lugar.

 

—Pude notar que entrar a los Recesos de la Nube no es algo complicado, pero si fue molesto.— Exclamó Wen Chao.

 

Detrás de él lo seguían una hermosa joven y un Alfa tímido, también varios guardias.

 

—No sabíamos que el Joven Maestro Wen iba a asistir a las clases. La Secta GusuLan se disculpa.— Exclamó Lan Xichen solemnemente. —En el último siglo la Secta Qishan Wen nunca había aceptado la invitación de las lecciones en los Recesos de la Nube. Joven Maestro Wen, ¿se puede saber porque está aquí hoy?—

 

—Líder de la Secta Lan, está equivocado no estoy por las lecciones solo estoy escoltando a mis primos.— Exclamó Wen Chao señalando a la hermosa joven.

 

—Joven Maestro Wen, es descortés el haber interrumpido un discurso.— Exclamó Wei WuXian.

 

—¿Quién es este perro que está labrando?— Se burló Wen Chao.

 

—No soy un perro, soy Wei WuXian de la Secta Yunmeng Jiang.—

 

—Un Omega cualquiera se atreve a interrumpirme.— Exclamó Wen Chao rebajando con la mirada a Wei WuXian.

 

Wei WuXian se puso serio, odiaba que lo subestimaran por ser un Omega. —Mi hermano Jiang Cheng estaba dando sus respetos al Maestro en estos momentos. ¿Cómo puedes venir e interrumpir de esa manera? ¿Así es como la Secta Qishan Wen les enseña a sus discípulos?—

 

—Bien. Hoy te mostrare como la Secta Qishan Wen educa a sus discípulos y se encargan de aquellos que no saben mantener su lugar.— Exclamó Wen Chao.

 

Jiang Cheng apretó los puños y frunció el ceño. —Joven Maestro Wen, solo es un malentendido, ¿por qué actuar tan agresivamente?—

 

—La Secta Yunmeng Jiang desconoce de modales y etiqueta. Sus Omegas son altaneros y pretensiosos... Si no les doy una lección, la gente dirá que la Secta Wen no se apega a sus principios.— Exclamó furioso Wen Chao desenfundando su espada.

 

Los guardias de la Secta Qishan Wen corrieron rodeando a Jiang Cheng y a Wei WuXian con sus espadas desenfundadas al ver la reacción de su Joven Maestro. Al mismo tiempo los presentes desenvainaron sus espadas para defenderse al igual que los Omegas de Yunmeng que en un movimiento rápido ya estaban listos para el ataque. Meng Yao se puso delante de Nie HuaiSang para protegerlo.

 

Todo el salón estaba en tención. Todos estaban apuntándose con las espadas. Lan Xichen tomó su xiao y comenzó a tocar una melodía que hizo que todas las espadas desenfundadas volaran en el aire y se clavaran en el suelo.

 

—El Mayor de los Jades de Lan, merece su reputación.— Murmuró Nie HuaiSang a Meng Yao.

 

El Omega miraba con admiración a Lan Xichen al presenciar su magnífica técnica y porte.

 

—Joven Maestro Wen, hoy es la ceremonia de apertura de las lecciones en los Recesos de la Nube. Espero que usted pueda contenerse.— Exclamó Lan Xichen.

 

Wen Chao se enfureció aún más y estaba por arremeter contra el primer Jade, pero fue detenido por su prima que se puso delante haciendo una reverencia ante Lan QiRen y Lan Xichen.

 

—Soy Wen Qing de la Secta Qishan Wen. Bajo las ordenes de su Excelencia, he venido a asistir a las lecciones junto a mi hermano menor, Wen Ning. Estamos en los Recesos de la Nube por primera vez y no estamos familiarizados con las reglas. Espero que el Maestro Lan y el Líder de la Secta Lan nos disculpen.—

 

Todos los presentes estaban admirados por las palabras de la joven Wen Qing y su gran valor para ponerse al frente de Alfas de renombre como Lan QiRen y ZeWu-Jun.

 

Jiang Cheng y Wei WuXian estaban admirados de su belleza y valentía sin poder apartar la mirada de ella.

 

Wen Ning que sostenía una caja labrada con el presente se puso al lado de su hermana y le entregó el regalo.

 

Wen Qing extendió la caja y bajo la mirada esperando que el Alfa tomara el presente aceptándolo. Lan Xichen se quedó mirándola y Lan QiRen se puso de pie y caminó lentamente mientras se movía con elegancia.

 

—Siendo así, lo aceptare.— Exclamó Lan QiRen mirando a su sobrino Lan Xichen.

 

Lan Xichen tomó el obsequio y exclamó: —Joven Maestro Wen, la ceremonia de bienvenida ha sido efectuada, por favor tome un descanso en la casa de huéspedes. En cuanto a la lección de mañana, por favor llegue a tiempo.—

 

Wen Chao fulmino a todos con la mirada y se marchó del lugar, seguido por sus escoltas y sus primos.

 

El ambiente volvió a la normalidad y Jiang Cheng pudo finalmente entregar el presente de la Secta Yunmeng Jiang, el cual era una campana de viento que tenía la habilidad de aclarar la mente al igual que las campanas de plata que usaban los miembros de la Secta. El obsequio fue recibido y las clases continuaron.

 

Al finalizar los tres amigos salieron juntos para acompañar a Wei WuXian al Pabellón de la Biblioteca donde tendría que copiar las reglas de la Secta GusuLan como castigo por romper las reglas la noche anterior.

 

—Wow~... La señorita Wen Qing es una mujer muy valiente, incluso Wen Chao vino como su escolta. El Líder Wen RuoHan debe tenerla en alta estima.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—Tiene un dulce aroma a rosas. Por su porte y presencia se asemeja a una Alfa, pero ella es Beta parece.— Dijo Wei WuXian sonriéndole a Jiang Cheng que solo aparto la mirada apenado.

 

—Wen Chao suele ser irrespetuoso y mandón, nada caballeroso como Alfa. Te admiro Wei-Xiong, eres genial te enfrentaste a un Alfa como Wen Chao sin miedo alguno.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—¿Por qué habríamos de temerle? Enfrentarme con Alfas de su tipo me da una gran satisfacción al ponerlos en su lugar y dejarlos en ridículo.—

 

—Wei-Xiong, me gustaría tener tu coraje.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—¿Coraje? Su valentía no es algo que la gente común pueda tener, solo es un busca problemas y un idiota.— Exclamó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian empujó a Jiang Cheng mientras reía. —HuaiSang-Xiong, antes de buscar tener más coraje debes aprender a divertirte y jugar. Vamos después atrás de la montaña, ahí hay un arroyo donde podemos atrapar peces y jugar un rato.—

 

—¿Cómo piensas ir a jugar? Aun tienes que terminar tu castigo de escribir las reglas, ¿lo recuerdas?— Preguntó Jiang Cheng.

 

—Jiang Cheng... ¿Puedes dejar de mencionar eso? Otra vez.— Exclamó desilusionado Wei WuXian.

 

Mientras seguían su camino paso Lan Wangji en dirección al Pabellón de la Biblioteca.

 

—¡¡Wangji-Xiong, Wangji-Xiong!!— Exclamó escandalosamente Wei WuXian mientras agitaba sus manos saludándolo y se reía. —¡¡Soy yo, soy yo!!—

 

Lan Wangji se frenó, lo miró seriamente y luego siguió su camino ignorándolo.

 

—No me escucho, estoy seguro.— Exclamó Wei WuXian. —Tiene un mal oído.—

 

Jiang Cheng se golpeó la frente ante las acciones de su hermano, definitivamente su estadía en los Recesos de la Nube le iba a generar más de un dolor de cabeza.

 

Nie HuaiSang estaba perplejo. —Wei-Xiong, incluso te atreves a provocar al famoso Lan Wangji, al Segundo Maestro Lan. Yo solo quiero evitarlo en cada momento.—

 

—No es la gran cosa, aunque es temerario no da tanto miedo. Puede ser divertido.— Exclamó Wei WuXian.

 

Jiang Cheng puso los ojos en blanco y siguió a su hermano.

 

Los tres amigos seguían riendo y a lo lejos se podía ver un hermoso edificio en donde Wei WuXian tendría que cumplir su castigo.

Chapter 13: Jiang Cheng x Wei WuXian

Summary:

Atención: Ship [Omega x Omega] [ChengXian] No hay besos ni penetración. Hay abrazos, caricias y manoseo. Leer bajo tu propia responsabilidad. Si el contenido no es de tu agrado saltea el capítulo ya que el hacerlo no cambiara la trama principal del fic solo se perderá algún detalle.

Chapter Text

—¡¡Hey!!.... ¡Mira!— Exclamó un hombre codeando a su compañero Alfa.

 

—¿Qué?— Respondió el Alfa de mala gana.

 

—Esa niña que está ahí. Si le quitamos toda la suciedad que tiene encima seguramente sería muy hermosa y podríamos venderla a buen precio.— Dijo el hombre mientras señalaba un callejón cerca de la calle principal en YiLing.

 

—Veo que estas ciego, hermano.— Exclamó indignado el Alfa. —Es un niño, un cachorro.—

 

—¿Qué, un niño? Pero, se ve tan lindo y delicado, ¿piensas que sería un Omega?—

 

—No lo sé, su mirada es aguda y penetrante, sería un Alfa... y uno poderoso.— Exclamó el Alfa.

 

—No importa si es Omega, Alfa o incluso un Beta. Esa calidad no se encuentra tan fácilmente.— Dijo el hombre y saco un pastel hojaldrado de su manga. —¡Hey~! ...¡Niño! ¡Ven~...!—

 

El pequeño cachorro, sucio y hambriento los vio con desdén. Sus ojos de color plata brillaban imponentes y dio un gruñido ante las dos personas que se le acercaban. Aun con el estómago vacío se negó a acercarse al hombre que tenía el pastel hojaldrado en su mano.

 

—¡¡¿Qué están haciendo?!! ¡¡Largo!! ¡¡Sanguijuelas apestosas!! Gritó una viejita con una escoba en sus manos amedrentando a los dos hombres que se acercaban al cachorro.

 

Los hombres se miraron sorprendidos y escaparon apurados ante la Voz de Mando.

 

La viejita era una Alfa avanzada en edad, pero su imponente presencia ganada por los años pondría a cualquiera con los pelos de punta. —Tranquilo pequeño, ya se fueron... ven y come algo bebé...— La viejita se agachó y le dio unos panes al vapor que vendía en su tienda.

 

El pequeño cachorro tomó los panes y los comió rápidamente después de comerlos una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro y exclamó: —Gracias Señora.—

 

La viejita se sonrió y preguntó: —Pequeñito, ¿dónde están tus padres?—

 

—No sé... mamá y papá salieron de cacería nocturna hace mucho tiempo y no regresaron, por no venir a buscarme me echaron de la casa que teníamos.— Dijo el pequeño.

 

—¿No tienes más familiares? ¿Cómo te llamas?—

 

—No sé, pero me llamo Wei Ying.— El pequeño sonrió.

 

Wei WuXian había perdido a sus padres a la tierna edad de cuatro años.

 

Su padre era Wei ChangZe, un Alfa que servía al Líder de la Secta Yunmeng Jiang y su madre CangSe SanRen, una Omega que era una cultivadora errante. Junto a su pequeño Wei Ying viajaban de ciudad en ciudad como cultivadores errantes. Viviendo en posadas y yendo de cacerías nocturnas. Hace ya varios meses sus padres salieron de la posada de YiLing hacia el bosque cercano a los Túmulos Funerarios y no volvieron.

 

Wei WuXian al no tener familia ni dinero fue echado a la calle por el dueño de la posada. Desde ese momento estuvo vagando por la ciudad buscando a sus padres, comiendo alimentos en muy mal estado que lo enfermaban y le daban fiebre. Su instinto de supervivencia era muy fuerte y no se daba por vencido.

 

Con el tiempo aprendió a cuidarse de las personas malas que se llevaban a los niños huérfanos con promesas de hogares y comida caliente. Sus padres siempre le enseñaron a no tomar cosas de desconocidos. A su tierna edad aprendió a distinguir por puro instinto, a las buenas y malas personas que se le querían acercar para "Ayudarlo".

 

Había personas buenas que se apiadaban de él y le daban algún alimento. También había tiempos en donde no conseguía que comer, pasaba hambre y frio, por lo que peleaba con los perros callejeros por un pedazo de pan o verdura en mal estado. Muchas veces ganándose mordidas y rasguños. Después de incontables veces que fue mordido por esos animales, Wei WuXian comenzó a desarrollar un terror por esas criaturas peludas de colmillos y cuatro patas.

 

Habían pasado ya dos días de los ricos panes que la viejita le había dado, caminó por las calles mientras su estómago rugía ante la vista de los puestos frente a él.

 

Wei WuXian aunque paso hambre y grandes problemas nunca robo nada, solo se acercaba a pedir sobras pero era cruelmente ignorado, o hasta echado del puesto con algún empujón o golpe. En su camino al callejón encontró unas papas tiradas que estaban brotadas y maltrechas. Las tomó del suelo y las limpio un poco con su túnica desgastada.

 

Cuando estaba por alimentarse un gruñido detrás de él lo hizo saltar del pánico y comenzó a correr, tres perros callejeros lo perseguían entre las calles de YiLing, por lo que corrió por los callejones. Wei WuXian gritó por ayuda, pero nadie se acercó a alejar esas bestias de él y nadie iba en su ayuda. Corrió hasta quedar entre unas cajas donde se hizo una bolita y escondió en su pecho las papas que lo mantendrían vivo un día más.

 

Esperando ser atacado, templaba en el suelo.

 

Pero, nada paso.

 

Los perros que lo habían arrinconado salieron corriendo asustados. Una persona estaba parada frente a él. Wei WuXian levantó su rostro que estaba escondido tras sus piernas y vio un par de botas negras. Su mirada siguió subiendo logrando ver las túnicas purpuras y unas manos gentiles que se le acercaban.

 

—¿Wei Ying?— Exclamó el hombre, su voz continuó en tono gentil y seguro: —No tengas miedo, soy Jiang FengMian, conocí a tus padres Wei ChangZe y CangSe SanRen.—

 

Wei WuXian al escuchar el nombre de sus padres levanto aún más el rostro para ver a la persona que tenía delante de él.

 

El hombre era de bello semblante, rasgos delicados y definidos, su rostro reflejaba amabilidad y sinceridad, sus ojos lo miraban con amor, como algo preciado y no un sucio pordiosero como las demás personas lo miraban.

 

Wei WuXian relajó su postura protectora, y sonrió. —Señor, ¿sabe dónde están mis padres?— Preguntó lleno de esperanza.

 

—Lo siento Wei Ying, tus padres ya no volverán.— Contestó Jiang FengMian su tono fue bajo y lleno de pesar. —Pero, vine a buscarte. Si quieres puedes venir conmigo y vivir en mi casa. Tu padre era como un hermano para mí y tu madre... era una muy cercana amiga mía.—

 

—Eres, ¿Jiang-Shushu?— Preguntó curioso el pequeño.

[Nota: Shushu = Tío Paterno.]

 

—Si.— Contestó Jiang FengMian y sacando un melón de su túnica se sentó al lado del niño y lo corto. —Ten, debes estar hambriento.—

 

Wei WuXian asintió y tomó el pedazo de melón rojo. Su sabor era dulce y refrescante. Su textura era exquisita. Ese momento quedó grabado en la mente de Wei WuXian.

 

Jiang FengMian tomó al pequeño en brazos y se marchó.

 

»»————-  -————««

 

—¡FengMian! ¿Quién es ese niño?— Preguntó Madame Yu, su tono estaba lleno de desaprobación ante la llegada de su marido con el niño colgado de su cuello.

 

Yu ZiYuan, era la hija del Líder de la Secta Meishan Yu, una secta de Omegas de renombre y poderosos en el mundo del cultivo. El entrenamiento de sus Omegas era aún más exigente que el de los Alfas ya que estos debían rivalizar en poder espiritual en igualdad o hasta en mayores condiciones. Yu ZiYuan era una Omega y su carácter rivalizaba con el de los Alfas, incluso su marido Alfa la dejaba ser en la secta.

 

Su aroma a lirios se intensificaba dependiendo de su estado de ánimo, llegaba a ser completamente empalagoso si estaba disgustada y de mal humor. Jiang FengMian frunció ligeramente el ceño ante el choque del aroma de su esposa. —Mi señora, es Wei Ying nombre de cortesía Wei WuXian, estará aquí con nosotros y vivirá como uno más de nuestros hijos.—

 

En la mesa estaban Jiang Yanli, hija mayor de la familia quien era una Alfa como su padre y el pequeño heredero Jiang Cheng, quien tenía también solo cuatro años. Por unos meses menor a Wei WuXian. Cuyo segundo género aún no se presentaba.

 

Jiang Cheng frunció el ceño en disgusto ante las palabras de su padre. Pero su hermana mayor estaba con una gran sonrisa y se acercó a su padre para mirar mejor al pequeño. Quien al verla prácticamente salto a sus brazos.

 

—Padre, ¿puedo llevar a A-Xian a darse un baño y darle una ropa apropiada?— Preguntó Jiang Yanli con una sonrisa amable.

 

Su madre resopló derrotada ante el acto de bondad de su hija, y dejo el asunto para discutirlo en privado con su esposo más tarde.

 

—A-Li, puedes llevártelo. El pequeño apesta y no es adecuado que ande por Muelle de Loto con ese aspecto.— Dijo Madame Yu.

 

Jiang Yanli se llevó al pequeño Wei WuXian, quien se había aferrado a su cabello, sintiéndose seguro y protegido por su aroma a lotos y miel.

 

Al poco tiempo Jiang Yanli había tomado mucho cariño por el pequeño, al ser una Alfa su instinto de protección era muy fuerte, protegía en gran manera a su hermano Jiang Cheng, su Alfa interior había adoptado a Wei Ying como un pequeño al cual debía cuidar al igual que a su hermano como un miembro más de la familia.

 

Wei Ying podía sentir que en esa gran casa las únicas personas que lo habían aceptado eran su Jiang-Shushu y la hermosa Jiang Yanli. Podía sentir hostilidad viniendo de Madame Yu y el pequeño Jiang Cheng.

 

Para Wei Ying el lugar era completamente desconocido y se había apegado mucho a Jiang Yanli.

 

Con el paso de los días, los perros espirituales que había en la secta fueron retirados ya que él les tenía pánico. Jiang Cheng estaba furioso, no solo el pequeño le había robado a su padre y hermana, sino que también hacia enojar a su madre y perdió a sus perros quienes eran sus amigos.

 

Esa misma noche el Joven Heredero Jiang, echó a Wei WuXian del cuarto que compartían.

 

—Jiang Cheng, Shidi.— Exclamó Wei WuXian mientras golpeaba la puerta de la habitación.

 

—¿A quién le llamas Shidi? ¡Lárgate! ¡¿También quieres robarte mi habitación?!— Dijo furioso Jiang Cheng.

 

—Yo no te he robado nada, déjame entrar hace frío.— Exclamó Wei WuXian.

 

—¡Vete! ¡Si no te vas... llamare a los perros para que te ataquen!— Amenazó Jiang Cheng.

 

—¡Esta bien, me iré! ¡Me iré! Pero, no llames a los perros.— Sollozó Wei WuXian aterrado.

 

La noche era fría y oscura. La secta aún era un lugar que todavía nuevo para él. Con mucho miedo de que los perros lo vayan a atacar se escondió en los parques y se subió a un árbol donde trato de dormir abrazado al tronco.

 

—A-Cheng, A-Cheng... ¿Esta A-Xian ahí?— Preguntó Jiang Yanli fuera de la habitación de su hermano.

 

—¡¿Tú también lo quieres más a él que a mí?!— Preguntó enfadado Jiang Cheng.

 

—A-Cheng, ¿qué sucede?— Preguntó Jiang Yanli su tono era amable y paciente.

 

—Lo eche, no lo quiero cerca de mí.— Contestó Jiang Cheng.

 

—¿Puedo pasar?— Al ver que la puerta se abrió, ella pasó y se sentó en la cama, donde le hizo señas a su hermano para que la acompañe. —¿Por qué no quieres a A-Xian?—

 

—Extraño a mis perros y él tiene más atención que yo, ¿por qué no se lo llevan a otro lado?— Se quejó, su pequeño ceño fruncido era como el de Madame Yu.

 

—A-Cheng, puede que no lo sepas, pero A-Xian ya no tiene padres.— Le dijo mientras acariciaba la mejilla de su hermano menor, quien la miraba ahora con grandes ojos llenos de asombro y pesar. —A-Xian estaba solo y con hambre, había perros malos que lo atacaron y mordieron, en su cuerpo tanto en piernas y brazos tiene mordidas y varias cicatrices. Él sufrió mucho y por eso les tiene miedo.—

 

Jiang Cheng comenzó a llorar en el regazo de su hermana. —Yo no sabía... lo trate mal... lo amenace con los perros.... él se fue y aun no vuelve... yo pensé...—

 

—Shh... Está bien no hiciste nada malo, no lo sabias. Por eso tenemos que cuidar de A-Xian. Él está solo y ahora nosotros somos su familia. Hice sopa de raíz de loto y costillas de cerdo para que A-Xian la pruebe, pero la comeremos los tres más tarde. Ahora quédate aquí, yo lo buscare.— Explicó Jiang Yanli.

 

Después de abrazar a su hermano se fue a buscar una lámpara para buscar a Wei WuXian.

 

Tiempo después lo encontró arriba de un árbol, y lo convenció de bajar. Sus brazos cedieron y cayeron los dos al suelo. Wei WuXian se había golpeado la pierna así que fue llevado en la espalda de su Shijie.

 

En el camino encontraron a Jiang Cheng que también había salido a buscarlo, pero se había perdido en la oscuridad. Jiang Yanli fue la mediadora para la reconciliación y cuando llegaron a Muelle de Loto los dejó en su habitación y fue a buscar la sopa. Entre los tres tomaron de la sopa siendo esta la preferida de Wei WuXian de ahora en adelante.

 

Dejando a los dos niños en su habitación, Jiang Yanli fue a la cocina para limpiar los utensilios y después a su cuarto a dormir.

 

—Wei Ying, perdón.— Dijo Jiang Cheng.

 

—Está bien.— Sonrió Wei WuXian. —Mantendremos esto en secreto de Jiang-Shushu.—

 

Jiang Cheng lo miró sorprendido. —Entonces cuando haya algún perro, yo lo espantare y te cuidare de ellos para que no tengas miedo.—

 

—Promesa.— Dijo Wei WuXian.

 

Jiang Cheng asintió con una sonrisa. —Promesa.—

 

»»————-  -————««

 

Unos meses habían pasado y Wei WuXian no era ajeno a los distintos rumores acerca de su origen y sus padres.

 

Con muchas dudas fue a buscar a su Shijie.

 

—Shijie, ¿qué son los Destinados y las Almas Gemelas?— Preguntó el pequeño.

 

—Los Destinados son parejas, que no importa las circunstancias tienden a estar juntas, como dos imanes. Y las Almas Gemelas son las parejas que se aman sin importar las circunstancias.— Explicó Jiang Yanli.

 

—¿Los Destinados pueden no quererse?— Preguntó Wei WuXian.

 

—Eso depende de la convivencia que tengan. Si se llevan bien, muchas veces si se quieren... pero tienen la elección de decidir a quién amar. Solo se atraen, incluso si no se quieren. Pero eres muy pequeño para entenderlo, en unos años te lo explicare mejor.— Se rió Jiang Yanli por las preguntas de su hermanito menor.

 

—Bueno.— Contestó Wei WuXian y se fue a jugar al lago.

 

Wei WuXian se había quedado pensando en lo que había oído de los sirvientes y los discípulos que hablaban en los pasillos.

 

Su mamá era el Alma Gemela de su papá, ellos se amaban y se querían mucho. Pero había gente que decía que su papá no era su padre, sino su Jiang-Shushu, quien era el Destinado de su mamá. Cuando llego al muelle escucho a otros sirvientes hablar.

 

—Pobre niño, me da mucha pena.—

 

—¿Por qué lo dices?— Preguntó el otro que lo acompañaba.

 

—Él piensa que sus padres volverán, piensa que se han perdido en algún lado y que volverán algún día y no se da cuenta de que ya murieron y que jamás volverán.—

 

—Shh.— Lo silenció el otro. —No digas esas cosas, si el líder Jiang te escucha seguramente nos daría algún castigo, ya que cuida mucho de ese niño.—

 

Los sirvientes caminaron rumbo a la cocina mientras seguían murmurando a lo lejos. Dejando en el aire las palabras "Bastardo" y "Engaño".

 

Wei WuXian estaba sentado en el muelle con lágrimas en los ojos. Ese día se dio cuenta de que sus padres jamás volverían.

 

La cena esa noche fue incomoda y silenciosa, nadie decía una palabra. Wei WuXian tenía los ojos colorados de tanto llorar en la tarde y estaba esforzándose para no alarmar a su nueva familia. Él no quería que se preocuparan.

 

En la noche él no podía dormir.

 

Se levantó, tomó su almohada y la arrastró unos metros a la cama de su Shidi.

 

—Jiang Cheng, Jiang Cheng.— Exclamó Wei WuXian sacudiendo a su hermano para despertarlo.

 

—¿Eh? ¿Qué pasa? Ve a dormir....— Dijo somnoliento.

 

—No puedo, puedo dormir contigo, me siento mal.— Exclamó Wei WuXian, sus ojos comenzaron a derramar lágrimas nuevamente.

 

—¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?— Preguntó Jiang Cheng despertándose un poco al escucharlo hipar.

 

—Mis padres jamás volverán, ellos no están porque murieron.— Sollozó Wei WuXian.

 

Jiang Cheng frunció el ceño y lo jaló a su lado. —Ven duérmete.— Se corrió a un costado haciéndole un espacio en su cama.

 

Wei WuXian sonrió levemente y se acostó al lado de su Shidi, en algún momento de la noche se abrazaron y quedaron así durmiendo juntos. Después de ese día cada vez que Wei WuXian sentía frío o estaba decaído por algún motivo, se metía en la cama de Jiang Cheng.

 

»»————-  -————««

 

Jiang Wanyin y Wei WuXian tenían catorce años y ambos eran Omegas.

 

Cuando el segundo género de Wei WuXian se supo Jiang FengMian estaba muy feliz, ya que cada año que pasaba el pequeño se parecía cada vez más a su madre, inclusive había heredado su distintiva aroma. Mientras que Madame Yu andaba bastante disgustada por ese hecho ya que su marido parecía que tenía al Omega como el recuerdo vivo de CangSe SanRen.

 

Unos meses después Jiang Cheng había despertado como un Omega. Su padre no tuvo ninguna reacción ante este hecho, pero su madre se sintió completamente desilusionada. Ella ya no podía tener más hijos. Jiang Yanli era la mayor y había sido Alfa, esperaba que el heredero sea también un Alfa pero resulto que era un Omega.

 

Jiang Cheng se sintió deprimido al saber que su madre estaba desilusionada con él. Pero el ser un Omega era algo que no podía cambiar. Decidió que aunque fuera Omega sería más fuete que cualquier Alfa, para ganar la aprobación de su madre.

 

Wei WuXian y Jiang Cheng tenían habitaciones separadas, pero muchas veces dormían juntos en la misma cama, haciéndose compañía y sintiendo el aroma del otro ya que los tranquilizaba a ambos.

 

A Jiang Cheng le encantaba el aroma distintivo de su hermano, era muy extraño y delicioso. Mientras que Wei WuXian lo abrazaba por su aroma a loto muy parecido al de su padre Jiang FengMian.

 

Ambos sabían que no eran hermanos de sangre, ya que si así lo fuera no se sentirían atraídos el uno por el otro. Era un sentimiento que ninguno de los dos podía entender, pero de algo estaban seguros, ellos no se amaban de manera romántica. Lo que ellos sentían no era nada más que "Necesidad".

 

La invitación para estudiar en los Recesos de la Nube había llegado esa mañana, ambos Omegas estaban muy emocionados de poder ir ya que ellos no estarían en la sección de Omegas de Gusu sino junto a los discípulos Alfas e hijos de los líderes estudiando por igual.

 

Wei WuXian había fruncido el ceño al pensar en lo horrible que sería estudiar en la sección de Omegas. Sus entrenamientos eran muy básicos, y la mayor parte de la enseñanza era "El cómo ser un Omega tierno, lindo y sumiso para su esposo Alfa" Además de clases de como criar a los hijos, según Wei WuXian. Cosa que nadie pudo ir en contra de eso ya que era casi al cien por cien cierto.

 

El solo pensar en eso tanto a Jiang Cheng como a él casi los hace vomitar de lo cursi y empalagoso que eso sonaba, ser un Omega en Yunmeng era casi todo lo contrario. Ser fuertes, orgullosos y proteger a los suyos.

 

Eran Omegas guerreros, cultivadores poderosos, Omegas que acompañarían a sus Alfas y darían apoyo. No eran, accesorios lindos para estar al lado del Alfa, como un adorno del cual presumir.

 

Esa noche Wei WuXian se metió a escondidas al cuarto de Jiang Cheng para bromear un rato y dormir tranquilo.

 

Jiang Cheng se había acostumbrado a lo pegajoso que podía llegar a ser su hermano cuando estaban solos. Incluso le gustaba la idea de ir un poco más lejos y llegar a ser más íntimos.

 

Sus cuerpos no eran delicados ni frágiles, eran marcados y fuertes. Su contextura física era menor que la de un Alfa, pero era más robusta de la de un Omega. Haciéndolos ver socialmente casi como Alfas pero con un agradable aroma.

 

Wei WuXian y Jiang Cheng estaban acostados en la cama, con sus túnicas interiores abiertas y rosando sus miembros con sus manos mientras olían el cuello del otro aspirando su aroma.

 

Una de las manos de Jiang Cheng tomó del cabello a Wei WuXian para separarlo unos centímetros de su cuello para mirarlo detenidamente. Un impulso se apodero de su mente al verlo, excitado, jadeante y sonrojado. Su rostro se acercó centímetro a centímetro casi al punto de besarlo, Wei WuXian abrió mucho los ojos y lo alejo un poco.

 

—No.— Jadeó tratando de articular las palabras.— Lo guardo para mi Alfa o lo que sea.

 

Jiang Cheng frunció el ceño algo celoso, solo lo acerco más y le dio un beso en su mejilla y frente.

 

—Está bien.— Murmuró mientras apretó y bombeo más fuerte con su mano sus miembros erectos.

 

Por ahora esto estaba bien para él, aunque él quería más de Wei WuXian, sabía que en algún lugar podría estar su Destinado o Alma Gemela y lo que ellos tenían podría terminar en cuanto los encontraran. No había garantías en su "Relación".

 

Wei WuXian se retorció más en su toque y volvió a jadear amortiguando sus murmullos en el pecho de Jiang Cheng.

 

Jiang Cheng también se estaba por venir, después de varios minutos más donde se rosaron con lascivia, y gimieron moviendo sus caderas apretando sus erecciones, ambos se vinieron en las manos del otro.

 

—A-Cheng, ¿podríamos seguir con esto en los Recesos de la Nube?— Preguntó Wei WuXian abrazado a Jiang Cheng.

 

—No lo sé, por lo que se tendremos nuestro propio cuarto, si tenemos cuidado podríamos hacerlo de vez en cuando.— Contestó Jiang Cheng.

 

—¿Crees que encontremos a nuestras parejas destinadas?— Volvió a preguntar ahora jugando con un mechón de cabello sedoso de Jiang Cheng.

 

—Podría ser, habrá muchos Alfas y Betas de las sectas más influyentes, imagino que no serán unos desconocidos, o eso creo. De todas formas, a mí no me interesan esas cosas. Es muy probable que se desilusioné de mí y no quiera saber nada de un Omega que no parece un Omega.— Explicó Jiang Cheng.

 

—Yo creo que si es nuestra Alma Gemela nos amara por cómo somos, no creo que nos odie.— Dijo Wei WuXian con una sonrisa.

 

—Eres un tonto romántico, Wei Ying. No le hagas caso a todo lo que hermana dice, no todo es tan lindo en la vida. La verdad es que yo no creo necesitar un Alfa en mi vida para poder liderar una secta. Seré poderoso y el Líder de Yunmeng Jiang, con mi propio esfuerzo y mérito.— Declaró Jiang Cheng mientras apretaba con sus brazos la cintura de Wei WuXian y lo acercaba más a él.

 

—¡Aiyaa!— Se quejó golpeando el pecho de su hermano con golpecitos débiles. —No me aprietes así, me haces doler.—

 

Jiang Cheng se burló. —No te hagas el delicado, porque no lo eres.—

 

Wei WuXian hizo un puchero y se cruzó de brazos. —Ya verás, en los Recesos de la Nube te molestare todos los días.—

 

Wei WuXian se dejó acomodar mejor en el cuerpo de su hermano y así durmieron juntos.

Chapter 14: Almas Gemelas

Chapter Text

Wei WuXian reía escandalosamente junto a sus amigos Jiang Cheng y Nie HuaiSang, quienes lo miraban nerviosos por el ruido que hacía en los silenciosos Recesos de la Nube.

 

—Wei-Xiong, no le encuentro la gracia. Tienes suerte que Lan Wangji no te haya asesinado.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—Deberías cerrar la boca. Si alguien más te escucha, seguramente tendrás que copiar más de sus infinitas reglas.— Aconsejó Jiang Cheng.

 

—¡Aiya! Ja-ja-ja, ustedes son unos aguafiestas y aburridos. Pero, tienen razón..... Son muchas y no sé cómo las escribiré tantas veces.— Se quejó Wei WuXian.

 

—Seguramente podría ayudarte a copiarlas.— Se ofreció Nie HuaiSang.

 

Wei WuXian sonrió ampliamente de manera cómplice con su amigo. —¿Qué quieres a cambio? Nadie se ofrece gratis.—

 

—No creo que sea una buena idea.— Exclamó Jiang Cheng poniendo los ojos en blanco.

 

—Wei-Xiong, me sorprende... pero, solo es una pequeña ayudita en el examen... ¿Qué dices? Nadie se dará cuenta.... Je-je-je~......— Exclamó Nie HuaiSang tapándose la mitad de su rostro con su abanico.

 

—¡Hecho!—

 

—No funcionara.— Exclamó Jiang Cheng. —Creo que alguien te vigilara para que no hagas trampa.—

 

—¡Ay, por favor! ¿Quién tendría tanto tiempo libre para ponerse a gastarlo en vigilar a un simple Omega?— Exclamó Wei WuXian mientras abría la puerta del Pabellón de la Biblioteca.

 

El aroma a sándalo llegó a su olfato, sus acompañantes al olfatearlo se dieron cuenta de la presencia dentro de la biblioteca y emprendieron la huida.

 

—¡Hey! ¡¿A dónde van?! ¡¡Cobardes!!— Gruñó Wei WuXian y bajando los hombros en desilusión arrastró los pies hasta la mesa.

 

Frente a él estaba Lan Wangji, quien escribía sobre un pergamino de manera delicada y pulcra. Su caligrafía era por demás perfecta.

 

Wei WuXian intento cumplir con su castigo y cuando llego a escribir la regla doscientos cuarenta y seis, había perdido completamente el interés en la tarea y comenzó a aburrirse rápidamente. Mirando al serio Alfa que tenía delante intentó llamar su atención.

 

—¿Por qué tú me odias tanto?— Se apresuró a preguntar Wei WuXian.

 

No obtuvo ningún tipo de respuesta ni reacción.

 

Wei WuXian hizo un puchero infantil al no conseguir lo que quería, así que comenzó a pensar en qué podría hacer para que el Alfa le hablara o al menos tener alguna reacción o mirada de su parte.

 

Las palabras no funcionarían en este caso, redobló la apuesta pasando a la acción. Se levantó del suelo y comenzó a dar vueltas alrededor de Lan Wangji.

 

—Wangji-Xiong...— Llamó Wei WuXian y al no tener respuesta camino al otro costado —Wangji... Lan Wangji... Lan Er-Gege...— De pronto una sonrisa se dibujó en su rostro como si descubriera la manera perfecta, sentándose sobre la mesa exclamó. —¡Lan Zhan!—

 

En el mismo instante que pronunció esas palabras, Lan Wangji dejó de escribir y elevó sus ojos al Omega revoltoso que estaba sentado sobre la manga de su túnica, y lo miró con una mirada fría y seria, sin apartar su vista de él.

 

Cualquiera en lugar de Wei WuXian se sentiría automáticamente intimidado. Sin embargo, Wei WuXian al sentir la intensa mirada del Alfa sintió un estremecimiento pero no se acobardo ahora que había logrado llamar su atención.

 

—No te enfades conmigo.— Exclamó Wei WuXian y agregó: —Como me ignorabas, decidí llamarte por tu nombre, así que si quieres puedes llamarme por mi nombre Wei Ying a cambio.

 

Wei WuXian soltó una risa y continúo su discurso al ver que Lan Wangji no dejaba de mirarlo ni por un segundo. —No puedo creer que estés aquí supervisando mi castigo. Pero, ¿acaso no deberías también escribir las reglas ya que el duelo lo empezaste tu.....?—

 

Cuando Wei WuXian intento seguir enumerando las reglas que "Ambos Rompieron" sintió algo en los labios. Intentó hablar y no pudo articular palabra alguna, se sentía asfixiado. Claramente era el hechizo de sellar los labios que se usaba en la Secta GusuLan como castigo a los que no hablan con propiedad o eran escandalosos.

 

Wei WuXian empezó a desesperarse, así que tomó papel y pincel y empezó a escribir unas disculpas "Me disculpo. Por favor retira el hechizo silenciador, me portare bien" Al poner el papel frente a los ojos de Lan Wangji, fue ignorado.

 

Wei WuXian ahora sollozaba y arrugó el papel con enfado, tomando uno nuevo garabateo un dibujo con un juego de palabras, y volvió a ponerlo frente a los ojos del Jade quien al verlo lo encontró algo divertido. Tapándose el rostro con el libro, retiro el hechizo silenciador.

[Nota: El dibujo es un juego de palabras con el nombre Lan Wangji. Porque en mandarin: "Lan" suena similar a "Lobo", "Wang" significa "Mirar", y "Ji" suena parecido a la palabra "Gallina". O sea el dibujo describe a "Lan Wangji" como "Un lobo mirando a una gallina" y así lo dibujó Wei wuXian.]

 

Wei WuXian apenas noto que el hechizo se había ido suspiro aliviado y exclamó: —Lan Zhan, solo quería pedir disculpas, no tienes que ser tan rudo con un pobre e indefenso Omega, somos delicados.—

 

Wei WuXian parecía divertirse con las palabras que dijo, como si él mismo no las creyera en lo más mínimo.

 

—No hables, continua con tu castigo.— Exclamó Lan Wangji tan serio y frío como siempre.

 

Wei WuXian hizo un puchero, iba a seguir con sus bromas pero no quería volver a ser silenciado. Se sonrió al pensar que tendría mucho tiempo para molestar al Alfa en algún otro momento.

 

Su castigo no sería aburrido.

 

»»————-  -————««

 

Lan Xichen después de haber hablado con varios discípulos al finalizar la ceremonia de apertura, caminó con elegancia por los Recesos de la Nube pensando en aquel Omega que lo había cautivado con su presencia y su manera de hablar, además su elegancia y delicado aroma a vainilla lo hizo perder la cabeza a primera vista.

 

Como si el destino no estuviera ya de su parte, el dulce aroma llegó a su olfato y su mirada se dirigió rápidamente hacia dónde provenía la deliciosa fragancia. Sus ojos se posaron en el Omega que estaba recostado bajo la sombra de un árbol leyendo atentamente el pergamino que tenía las reglas de la Secta GusuLan.

 

Sus labios se curvaron en una sonrisa y caminó unos cuantos pasos hacia el joven.

 

—Tu nombre era Meng Yao, ¿no es así?— Preguntó Lan Xichen.

 

Meng Yao levanto la vista y se puso de pie rápidamente al ver al mismo Lan Xichen frente a él. —Si, Líder de la Secta Lan.— Exclamó haciendo una reverencia.

 

—No es necesario que seas tan formal.—

 

—Soy un cultivador invitado no me corresponde tratarlo de manera irrespetuosa.— Explicó Meng Yao y un leve rubor decoro sus pálidas mejillas al recordar el rose de sus manos hacía tan solo unas horas atrás.

 

Lan Xichen estaba cada vez más encantado con su actitud, era de su agrado y el Omega era claramente su tipo. Deseaba conocerlo mejor y ser más cercanos.

 

—Meng Yao, ¿estas ocupado? Me gustaría poder conversar un poco contigo si es posible.— Preguntó amablemente Lan Xichen.

 

—No tengo ninguna tarea pendiente, el Joven Maestro Nie salió a jugar con el Joven Heredero de Yunmeng Jiang, tengo la tarde libre.— Explicó Meng Yao.

 

—Magnifico, ven conmigo.— Lan Xichen lo invitó a seguirlo.

 

Meng Yao caminó unos pasos detrás del Alfa con su rostro levemente inclinado pero cada tanto se aventuraba a mirar la espalda de Lan Xichen y su bello porte.

 

Lan Xichen se frenó delante del Hanshi y le sonrió. —No vienen muchos invitados aquí, pero tenía unos papeles que escribir, me gustaría hablar contigo mientras hago mi trabajo.—

 

Meng Yao se quedó mirándolo sin entender hasta que vio bien en donde estaba. ¿No era acaso el Hanshi la habitación privada del Líder de la Secta Lan? ¿Era correcto estar junto a un Alfa solos? Pero al ver la amable sonrisa no pudo evitar pasar dentro. No quería dejar una mala impresión.

 

El lugar era amplio y ordenado.

 

—Meng Yao, no estés nervioso.— Exclamó Lan Xichen sentándose y sirviendo una taza de té.

 

Al ver que el Alfa le estaba sirviendo el té se sonrojo y se sentó aún más nervioso. —Líder de la Secta Lan no es necesario que me sirva, en todo caso el que debería servirle soy yo.—

 

Lan Xichen dejó la tetera en medio de la mesa y de todas formas le acercó la taza ya servida a Meng Yao y tomó la suya acercándosela al Omega para que le sirviera el té. Meng Yao tomo la tetera y le sirvió el té.

 

—El té es muy bueno, las hojas de té verde están en su punto justo y ciento una leve fragancia a menta, su color y sabor son exquisitos.— Exclamó Meng Yao al degustar su taza.

 

Lan Xichen sonrió ampliamente. —No sabía que eras conocedor de las aromas y gustos del té, me sorprendes Meng Yao.—

 

Meng Yao se sonrojó aún más hasta parecer un tomate y bebió más de su taza.

 

—No soy un experto, solo conozco lo suficiente.— Dijo Meng Yao luciendo apenado.

 

Lan Xichen tomó sus papeles y comenzó a escribir.

 

—Líder de la Secta...—

 

—Llámame Xichen.— Lo interrumpió Lan Xichen.

 

—Disculpe, no es correcto.— Exclamó Meng Yao.

 

Lan Xichen le sonrió. —No es problema puedes hacerlo cuando no haya nadie cerca.—

 

—Xichen, ¿puedo ayudarlo con la tinta? Me sentiría mal si usted está trabajando y yo sin ayudar en nada.—

 

—Eres muy amable Meng Yao, también si quieres puedes ayúdame a clasificar las cartas.— Exclamó Lan Xichen.

 

Meng Yao pasó la tarde con el Alfa ayudándolo en su trabajo, mientras se volvían minuto a minuto más cercanos y tenían mayor confianza en sus conversaciones.

 

Lan Xichen estaba maravillado con lo educado y culto que era Meng Yao, incluso su caligrafía era hermosa. Descubrió no solo su buen gusto en infusiones y licores, sino también el amplio conocimiento que tenía en literatura, poesía e historia. Nie MingJue le había hablado un poco del Omega que ayudaba a Nie HuaiSang con sus estudios.

 

Le había parecido extraño que el Líder de la Secta Nie, hablara bien de algún Omega. Sin embargo, ahora él podía entenderlo. Meng Yao era un Omega talentoso e inteligente.

 

El tiempo paso rápidamente y pronto llego el horario en el que se estaría sirviendo la cena en el salón.

 

—Xichen, se hizo bastante tarde, debería retirarme para buscar al Joven Maestro Nie y cumplir mis obligaciones como su asistente.— Exclamó Meng Yao.

 

El Alfa miró hacia afuera, algo desilusionado al tener que dejar ir al Omega.

 

—Disculpa Meng Yao, no me he dado cuenta del tiempo.— Exclamó Lan Xichen.

 

Meng Yao se estaba poniendo de pie para despedirse con propiedad, pero al haber estado sentado mucho tiempo se le durmieron las piernas y se tambaleo.

 

Lan Xichen ya estaba de pie y lo vio a punto de caerse. Sus manos lo sujetaron con gentileza, envolviéndolo suavemente entre sus brazos para darle mayor apoyo. Sintió lo perfecto que entraba Meng Yao en sus brazos, el aroma a vainilla era dulce y parecía que el Omega estaba algo feliz. Al darse cuenta que logró ese tipo de reacción en Meng Yao no pudo evitar que una sonrisa genuina adornara su rostro..

 

Meng Yao al notar el gran acercamiento de sus cuerpos se separó, dando un paso hacia atrás y miro a Lan Xichen a los ojos. El Omega se llevó la mano al pecho al sentir su respiración cortada. No había duda Lan Xichen era su Alma Gemela. Meng Yao se ruborizo aún más al descubrirlo.

 

Lan Xichen lo miraba con expectación, viendo todas sus reacciones y esperando algo.

 

—Yo... yo... Lo siento, casi me caigo, que torpeza la mía.— Tartamudeó Meng Yao.

 

Ante la vista de Lan Xichen, Meng Yao era hermoso, delicado y perfecto. Por lo que él no quería asustar al Omega. —No te preocupes Meng Yao es muy común cuando no estás acostumbrado a estar mucho tiempo en la misma posición.— Explicó Lan Xichen.

 

Meng Yao asintió con su cabeza. —Xichen... yo debo marcharme, gracias por invitarme.— Exclamó con una reverencia y se marchó del Hanshi.

 

Lan Xichen lo miró irse.

 

Al estar el Omega lo suficientemente lejos Lan Xichen miró su mano que había quedado impregnada con el aroma de Meng Yao cuando lo abrazó, la llevo a su nariz y respiró profundamente el dulce aroma a vainilla. Sonrió levemente ya que sin duda el Omega era su Alma Gemela.

 

»»————-  -————««

 

Unos días después Jiang Cheng estaba solo en los Recesos de la Nube, su hermano Wei WuXian estaba castigado y Nie HuaiSang estaba estudiando junto a su asistente Meng Yao en su habitación personal. Por lo que decidió ir a algún lugar más apartado a entrenar su esgrima.

 

Mientras practicaba se sintió observado, la mirada sobre su cuerpo le dio un escalofrío. Un Alfa estaba merodeando por ahí.

 

Jiang Cheng estaba acostumbrado a que las Omegas se hagan falsas ilusiones pensando que Wei WuXian y él eran Alfas. Pero después de unos cuantos halagos por parte de Wei WuXian, ellas no se entristecían tanto ya que se sentían halagadas o creían que el joven era un ganador y ellas nerviosas se marchaban entre risas.

 

Muy rara vez aparecía algún Alfa ebrio que quería propasarse con ellos, sobre todo cuando Wei WuXian lo arrastraba a las licorerías a beber. Algo que un Omega no debía hacer siendo esto visto como un acto vulgar socialmente.

 

Definitivamente dentro de los Recesos de la Nube no había Alfas alcoholizados, y la sección de Omegas estaba separada, así que solo quedaban dos opciones, o era algún admirador o algún pervertido que no le importaba su contextura para nada delicada. Además de que la mirada era penetrante como si lo estuvieran desnudando con los ojos, por lo que era seguramente la segunda opción.

 

Enfundó su espada y cruzó los brazos. —¡Sé que hay alguien aquí que me está mirando! ¡Sal, si tienes el valor de dar la cara, sino lárgate!— Exclamó con enfado e intensifico su aroma que estaba levemente oculta en señal de hostilidad y disgusto.

 

Nadie salió y parecía que la mirada se había ido.

 

—Hump... seguro debe ser algún tonto que se quiso aprovechar de algún Omega indefenso.— Gruñó enojado Jiang Cheng y quiso continuar con su práctica.

 

Sin embargo, estaba tan concentrado en su entrenamiento que no noto que el cielo se había nublado repentinamente. El clima de la montaña era muy cambiante y podía llover en cualquier momento y después volver a estar soleado. Al verse interrumpido pudo ver ese cambio en el ambiente por lo que juntó sus pertenencias y comenzó a volver a su dormitorio cruzándose en el camino a Lan Xichen.

 

—ZeWu-Jun.— Exclamó Jiang Cheng con una reverencia.

 

—Joven Maestro Jiang.— Lo saludo Lan Xichen con su típica y amable sonrisa.

 

Jiang Cheng había notado el extraño comportamiento del Líder Lan hacia su persona después de haberle entregado la campana de viento en la ceremonia de apertura. Sus manos habían chocado accidentalmente. Él había sentido una extraña sensación pero Lan Xichen había comenzado a ignorarlo y casi podía ver un leve parecido con Lan Wangji, si no fuera por la forzada sonrisa tranquila que le estaba ofreciendo desde ese entonces cada vez que se veían a lo lejos.

 

Jiang Cheng no se caracterizaba por quedarse callado.

 

—Me disculpo, Líder de la Secta Lan si lo he ofendido en algún momento.— Exclamó Jiang Cheng con una leve reverencia, después de todo las buenas relaciones entre sectas eran importantes.

 

Lan Xichen estaba sorprendido. —No es necesario, no estoy ofendido.—

 

Jiang Cheng lo miró con duda, iba a decir algo más pero decidió quedar en silencio. Caminó un poco y al pasar por al lado del Alfa fue tomado del brazo.

 

—¿Qué sucede ZeWu-Jun?— Preguntó Jiang Cheng.

 

—No, yo... Lo siento... no es nada.— Se excusó.

 

—¿Es porque estamos destinados?— Preguntó Jiang Cheng sin rodeos y viendo como el Alfa apartaba la mirada, se burló. —Hump, hace unos minutos alguien me observaba, ¿pensaste que no me daría cuenta de que eras tú?—

 

Lan Xichen negó con la cabeza, pero no podía decir lo contrario ya que era verdad.

 

—Primero tenía mis dudas, pero luego te encuentro aquí y me sujetas del brazo sin razón alguna. Ahórrame el problema, no me interesan los Alfas que miran a otros Omegas. Se perfectamente que no soy el tipo de Omega que algún Alfa desearía a su lado.— Exclamó con enfado Jiang Cheng recordando como Lan Xichen se acercaba demasiado a Meng Yao y su aroma nuevamente hostil hizo dar unos pasos hacia atrás a Lan Xichen.

 

—Tienes razón, no volverá a pasar, discúlpame.— Exclamó Lan Xichen y se marchó del lugar.

 

El cielo nublado rompió en una lluvia torrencial.

 

Jiang Cheng quedó parado en el lugar apretando sus puños y dientes en un completo enfado.

 

¿Por qué su destinado tenía que ser un Alfa como Lan Xichen?

 

Un Alfa de la secta de los Omegas delicados y perfectos, todo lo que él no era. Y como si eso no fuera poco podía ver claramente las miradas que Lan Xichen le daba a Meng Yao, miradas de deseo y anhelo.

 

Y a él... solo lo ignoro y trato de evitarlo a toda costa.

 

Para Jiang Cheng claramente el Alfa no lo tomaba en cuenta, era un caso perdido.

 

Pero, ¿por qué le dolía el pecho? Él no quería hacerse falsas ilusiones.

 

Necesitaba ver a Wei WuXian.

 

La lluvia se detuvo y el sol salió nuevamente.

 

Jiang Cheng caminó con una mirada llena de rencor en su rostro y algunos discípulos que cruzaron por su camino, salieron huyendo por su aroma desagradable y expresión dura y fría.

 

En su camino se cruzó con Wen Qing, la Beta al no sentirse intimidada por su aroma o su semblante se acercó preocupada.

 

—Joven Maestro Jiang, ¿le sucede algo? ¿Se siente mal? No dude en venir conmigo, soy médico y podría ayudarlo.— Exclamó Wen Qing.

 

Jiang Cheng le dio una sonrisa sombría. —¿Existe alguna medicina para el dolor que siento en el pecho?—

 

Ella lo miró atentamente y dejo salir un suspiro. —No creo que haya medicina para su dolencia, pero tengo algunas que podrían ayudarlo a descansar mejor.— Aclaró Wen Qing y lo agarró del brazo.

 

Se sorprendió al ver que Jiang Wanyin caminaba como un cadáver ambulante, siendo llevado con facilidad.

 

Jiang Cheng al entrar a la habitación de Wen Qing, se tranquilizó un poco al sentir el aroma a rosas mezcladas con gardenias. Wen Qing lo sentó delante de la mesa central y comenzó a mezclar varias hierbas para preparar una medicina.

 

—¿Compartes la habitación?— Preguntó Jiang Cheng con interés en los aromas que se sentían.

 

—Sí, con mi hermano menor, Wen Ning.— Contestó Wen Qing moliendo las hiervas con un mortero.

 

—Debe ser un Omega amable, hay algo en el aire que genera paz.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Alfa amable.— Aclaró Wen Qing y agregó: —Wen Ning es un Alfa, dicen que su aroma es suave como a gardenias y que es un olor parecido al de los Omegas.—

 

Eso confirmaba que Wen Qing era Beta no sentía los aromas ni de los Alfas ni de los Omegas, solo podía tener miedo a la Voz de Mando por la presión espiritual que generaba la onda de choque, pero Jiang Cheng dudaba que tuviera algún efecto en ella, ya que parecía una mujer muy orgullosa y fuerte.

 

—Aquí tienes, Joven Jiang.— Exclamó Wen Qing acercándole un cuenco.

 

—Gracias.— Contestó Jiang Cheng y se bebió todo el contenido.

 

—No hay problema.— Exclamó Wen Qing y agregó: —Si tienes problemas, o algún problema como Omega, puedes venir a verme. También te daré unos sobres con hierbas por si te sigues sintiendo mal. Estos te ayudaran a dormir y tranquilizarte si estás muy nervioso, solo tienes que ponerlo en el té.—

 

Wen Qing le dio tres sobrecitos que apoyo con gentileza en sus manos.

 

—Muchas gracias doncella Wen.— Sonrió un poco mejor Jiang Cheng.

 

Ella se mostró seria pero asintió: —Se te ve mejor ahora.—

 

Wen Qing al verlo anteriormente había sentido que debía ayudarlo y cuidarlo, no sabía por qué. Pensó por un momento que se debía a su profesión como médico y que no podía evitar ayudar a quien lo necesitara. Pero ahora que lo veía mejor ella se sintió más aliviada de manera genuina.

 

—He-hermana, ¿viste mi tu-túnica exterior?— Preguntó Wen Ning saliendo del baño en túnica interior.

 

Jiang Cheng miró rápidamente hacia otro lado, ahora que sabía que él era un Alfa.

 

—A-Ning tenemos visitas.— Wen Qing, señaló a Jiang Cheng.

 

—Pe-perdón Joven Ma-maestro Jiang no sabía.— Se disculpó Wen Ning apenado de ver al Omega en su habitación y se puso detrás del biombo.

 

—Será mejor que me marche.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Que descanse Joven Maestro Jiang, y tome las medicinas.— Exclamó Wen Qing.

 

Ambos se despidieron con una reverencia y Jiang Cheng se fue a su habitación.

 

»»————-  -————««

 

Era de noche y habían terminado de cenar hacia algún tiempo. Jiang Cheng había regresado a su habitación y espero recostado en su cama con la mirada clavada en el techo bastante pensativo.

 

Wei WuXian que había llegado más tarde se acomodó a su lado y lo observo un tiempo con interés.

 

—A-Cheng, ¿qué paso que estas tan enfadado? ¿Peleaste con alguien?— Preguntó Wei WuXian.

 

—Para nada, solo me encontré con mi maldito Destinado.— Exclamó con claro enfado.

 

Wei WuXian abrió mucho los ojos y se apoyó sobre el pecho de Jiang Cheng —Cuéntame, ¿cómo es él? ¿Es guapo?— Preguntó Wei WuXian.

 

—¿Qué si es guapo? Es jodidamente perfecto, y es por eso que está descartado.— Se giró dándole la espalda y haciendo que Wei WuXian volviera a estar sobre la cama.

 

—Bueno, no sé si contarte ya que te vez muy enfadado.— Tarareó Wei WuXian dejando salir su aroma para tranquilizar a su hermano. —¿Qué si te digo que encontré a mi Alma Gemela y a mi Destinado casi al mismo tiempo?—

 

Jiang Cheng volvió a voltearse para verlo, ahora era él quien tenía interés. —Dime, ¿lo conozco? Aunque no es espectacular también aparte del maldito Destinado encontré a mi Alma Gemela, no me gustaría hacerme esperanzas con ninguno de los dos, pero no puedo evitar sentir algo lindo al pensar en mi Alma Gemela.

 

—Wow, y yo que decía en broma lo de encontrar pareja en Gusu y mira lo que paso.— Se rió Wei WuXian. —Te contare de mi Alma Gemela pero no te diré quién es, emm... creo que me odia.— Exclamó Wei WuXian apenado.

 

—Bueno, parece que mi Destinado también me odia o mejor dicho me ignora, da igual no lo necesito. —Aclaró Jiang Cheng.

 

—A-Cheng las Almas Gemelas no nos deberían amar con amor verdadero y cuidado, ¿por qué me odia?— Se quejó Wei WuXian enterrando su rostro en el pecho de su hermano.

 

—Te dije que no creyeras todo lo que dice nuestra hermana.— Le recordó Jiang Cheng mientras acariciaba el cabello de Wei WuXian. Luego Preguntó: —¿Y tú Destinado quién es?—

 

—No te diré hasta que me digas quien es tu Alma Gemela.—

 

—Bueno, pero lo decimos al mismo tiempo.—

 

—¡Dale! Hagámoslo.— Exclamó Wei WuXian.

 

—Uno.—

 

—Dos.—

 

—Y tres...—

 

—Wen Qing...—
—La doncella Wen...—

 

Exclamaron al unísono, Wei WuXian y Jiang Cheng. 

 

El cuarto quedo en silencio mientras ambos se miraron con asombro.

 

—Em, eso es raro.— Comentó primero Wei WuXian.

 

—Parece imposible, ¿cómo puede pasar algo así?— El mundo pareció derrumbarse ante Jiang Cheng.

 

Wei WuXian se sonrió y exclamó: —Bueno no es imposible ya que paso, igual no te preocupes no tengo interés en casarme e irme de Muelle de Loto.—

 

—No quiero tu lastima, ¿por qué renuncias? Wen Qing es una mujer muy buena.— Se quejó Jiang Cheng.

 

—Porque ella cumple con todos los requisitos que un día escribiste en tu lista cuando pensabas que serias Alfa y querías una Omega que te gustara.— Se burló Wei WuXian.

 

Jiang Cheng se puso colorado, se sentó en la cama y golpeó a Wei WuXian con la almohada.

 

—¡No! ¡Que malo que eres A-Cheng, ¿cómo puedes golpearme así?!— Actuó de manera dramática Wei WuXian.

 

—Tonto. Espera, ¿y tú Alma Gemela? A-Xian no me contaste.— Dijo Jiang Cheng.

 

—Bueno que mí Alma Gemela y tu Destinado queden en secreto.— Sugirió Wei WuXian.

 

—Está bien, pero igual no pienses que perderé. Aunque seas mi hermano no te dejare ganar.— Exclamó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian asintió y ambos se recostaron a dormir.

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao se sentía muy intranquilo. Los rumores y malos tratos a su persona lo estaban molestando mucho. No quería que la Secta Qinghe Nie tuviera problemas por su causa.

 

Se sentía contento de hablar con Lan Xichen pero tampoco quería hacerse falsas ilusiones. El Alfa en ningún momento le propuso cortejarlo y solo hablaban amigablemente.

 

Esa mañana hablo con Nie HuaiSang quien entendió su problema. Aunque estaba algo triste de que se fuera, no podía obligarlo más sabiendo el pasado de Meng Yao. Si su amigo no estaba tranquilo era mejor que volviera a Qinghe.

 

Meng Yao juntó sus pertenencia y caminó hacia la residencia de Lan QiRen para pedir disculpas y agradecer su hospitalidad al haberle permitido estar en sus clases.

 

Mientras caminaba dos discípulos lo empujaron chocando su hombro, ambos siguieron caminando ignorándolo. Meng Yao sabía que lo hacían apropósito y con desprecio.

 

Su mirada paseo por los múltiples pasillos y vislumbro a Lan Xichen quien caminaba con elegancia.

 

Meng Yao apresuró su paso y se acercó al Alfa con su rostro bajo exclamando: —Xichen, yo.....—

 

—Meng Yao, ¿qué sucede? Las clases comenzaran en un rato.— Preguntó Lan Xichen, había llegado a ver como unos discípulos habían pasado a su lado y chocado con el Omega intencionalmente para molestarlo.

 

—Xichen, yo quería despedirme.— Se inclinó cortésmente Meng Yao.

 

Lan Xichen al verlo le tomó los brazos para que no se inclinara más.

 

—Meng Yao... ¿Por qué despedirte?— Preguntó Lan Xichen, él no deseaba que el Omega se vaya de Gusu. —Quédate unos meses más.—

 

—Xichen, soy un discípulo invitado de la Secta Qinghe Nie, es mejor si no me quedo demasiado tiempo aquí, ya hable con el Joven Maestro Nie.— Explicó Meng Yao.

 

—Bueno Meng Yao, si es así no puedo insistir.— Exclamó Lan Xichen y agregó: —El Líder de la Secta Nie es franco y directo, él sabe cuándo castigar y cuándo recompensar. Cuando vea y reconozca todas las buenas habilidades que tienes te tratara de manera justa.—

 

—Tomare en cuenta sus palabras. Xichen, gracias.—

 

—No hay necesidad, somos cercanos no necesitas agradecer.— Exclamó Lan Xichen tomando sus brazos con más ímpetu.

 

—Perdona que me vaya tan rápido.—

 

Meng Yao dio unos pasos hacia atrás separándose de los brazos de Lan Xichen y comenzó a caminar hacia la entrada. Cruzándose con otros discípulos que lo miraron con desprecio, mientras seguían murmurando palabras rencorosas en contra él.

 

Mantuvo su compostura sintiendo la mirada de Lan Xichen en su espalda.

 

Meng Yao se encontró finalmente con Lan QiRen y se despidió, el Alfa también deseaba que se quedara un poco más de tiempo en Gusu, sin embargo no fue insistente al escuchar la situación y lo dejo marchar. Después de unos minutos el Omega se fue de los Recesos de la Nube rumbo a Qinghe.

Chapter 15: Nuestros cuerpos se atraen

Chapter Text

El clima era seco y cálido, en el territorio de la Secta Qinghe Nie donde un joven y apuesto Omega viajaba a caballo.

 

Era media tarde cuando Meng Yao llego a la Ciudad de Hejian. Después de entrar a la Residencia de la Secta Nie, se dirigió al sirviente principal de la casa para avisar de su llegada y darle el reporte sobre su partida de los Recesos de la Nube antes de tiempo, para que se lo acercara al Líder de la Secta, Nie MingJue.

 

El sirviente fue muy amable con él ya que el joven Omega era muy apreciado y querido por el Joven Maestro Nie HuaiSang. Al tomar el reporte lo despidió con cortesía. Meng Yao de igual manera hizo una reverencia y se marchó a su habitación.

 

Al entrar en su cuarto preparo el baño y se relajó del largo viaje. Se vistió con prendas limpias y cómodas, mientras se secaba su cabello desempaco sus túnicas y repaso rápidamente el cuarto para dejarlo ordenado e impecable.

 

No mucho tiempo después su puerta fue tocada de manera tosca y escandalosa. Seguramente la noticia de que había regresado antes de tiempo ya se había expandido por toda la secta.

 

Meng Yao suspiró, se puso su túnica exterior rápidamente y atendió la puerta.

 

—¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿Por qué no estás en el campo de entrenamiento?!— Exclamó un discípulo superior.

 

—Yo... acabo de regresar, pensaba entrenar mañana.— Contestó Meng Yao.

 

El discípulo suspiró con indignación y exclamó: —¡Aquí en la Secta Nie se entrena todos los días! ¡El Líder de la Secta así lo quiere! ¡¿O acaso quieres ir en contra de lo que él ordena?!....—

 

—Está bien, me cambiare rápido e iré enseguida. Disculpa la molestia, por venir hasta aquí.— Respondió Meng Yao.

 

El discípulo se marchó y Meng Yao cerró la puerta, se cambió rápidamente y tomo su sable de entrenamiento.

 

»»————-  -————««

 

Cuando Meng Yao llego al campo de entrenamiento se dio cuenta que sin la presencia de Nie HuaiSang, él era el único Omega en el grupo y además los Alfas de alguna manera parecían más hostiles con él que de costumbre.

 

Meng Yao trato de no darle importancia y comenzó a entrenar.

 

Después de unos minutos un Alfa se le acercó, queriendo conversar con él.

 

—Xiao-Meng... ¿Cómo te fue en Gusu?— Preguntó el Alfa, su tono era bastante sarcástico.

 

Meng Yao ignoró su falta de modales y le contestó cortésmente: —Bastante bien, aprendí muchas cosas.—

 

—Ahh~~... ¿Acaso no se va a estudiar un año en Gusu? ¿O te echaron por querer chupársela al Maestro Lan QiRen? Ja-ja-ja...— Se burló el Alfa.

 

Meng Yao comenzó a sentirse incómodo y exclamó: —El Maestro Lan QiRen es una eminencia, merece respeto.—

 

—Bueno, eso es verdad, dudo mucho que el Gran Maestro Lan QiRen se deje hacer algo por un Omega de tu clase... ellos buscan otros tipos de Omegas, más puros... Pero~... No te preocupes Xiao-Meng, nosotros no tenemos estándares tan altos...—

 

Meng Yao dio varios pasos hacia atrás al sentirse amenazado por la manera en la que el Alfa lo estaba mirando.

 

—Mira, lo asustas....— Se quejó otro discípulo entre risas.

 

—Es obvio que lo han echado por acosar a algún Alfa en los Recesos de la Nube, por ahí lo descubrieron haciendo algunas cosas inapropiadas.— Se burló otro de los Alfas del grupo.

 

—Por ahí intento algo con el Líder Lan Xichen....—

 

—También pude que no haya hecho nada, pero descubrieron que es hijo de una prostituta y que trabajo en un burdel.—

 

—Si... Los Alfas de Gusu son muy correctos no van a querer que un Omega promiscuo ande por su residencia.—

 

—Ja-ja-ja...—

 

Meng Yao no aguanto más el estar oyendo las barbaridades que esos Alfas decían. Rodeo al grupo rápidamente y se marchó a su habitación donde se encerró hasta el día siguiente.

 

Al otro día lo que había pasado en el campo de entrenamiento parecía un mal sueño, nadie dijo nada y lo trataron como siempre. Incluso parecían ignorarlo como si su presencia fuera inexistente.

 

Meng Yao logró entrenar tranquilamente ese día.

 

Así paso una semana sin que hubiera ningún tipo de incidente y todo parecía estar tranquilo y en paz.

 

Una noche y Meng Yao estaba en el salón donde todos los discípulos compartían la cena. Durante la cena uno de los discípulos superiores no apartaba su mirada de él y la manera en que lo estaba mirando le hizo erizar la piel. Un recuerdo que parecía olvidado, volvió a su mente generándole un malestar estomacal, era el rostro del Mayor Zhen cuando lo miraba con esos mismos ojos......

 

Meng Yao se levantó dejando su cena a medio terminar y se dirigió por los pasillos a buscar al sirviente que siempre lo trato de buena manera.

 

Al encontrarlo, le comento que algo le había parecido extraño y que tenía un mal presentimiento, el Omega confiaba que si algo le llegaba a suceder el sirviente lograría ayudarlo o pediría ayuda en su nombre.

 

Luego caminó de regreso al salón no podía dejar la cena sin terminar, en el camino se cruzó con el Alfa que lo había estado mirando y este venía acompañado por su compañero discípulo.

 

Meng Yao lo saludó con cortesía, realizando la respectiva reverencia. Pero, solo recibió una mirada divertida del Alfa frente a él.

 

—Meng Yao, sin el Joven Maestro Nie, no tienes a nadie cerca... ¿No te sientes un poco solo? Podría hacerte compañía.—

 

—Disculpa, tengo asuntos que atender en el salón.— Contestó de manera tajante Meng Yao.

 

Ambos Alfas se miraron y se sonrieron. —Se un buen Omega y ven con nosotros...—

 

Meng Yao no tuvo tiempo de reaccionar. El compañero del Alfa le tapó la boca para que no pudiera gritar, mientras el otro lo agarró. Los dos Alfas se lo llevaron por el pasillo hasta las habitaciones de los discípulos mayores.

 

Cuando entraron colocaron un talismán para silenciar el cuarto. Meng Yao forcejeaba para soltarse pero su contextura física era mucho más pequeña que la de ellos, además su cultivo no era tan fuerte.

 

—Tú vigila la puerta, yo seré el primero.—

 

El discípulo menor asintió y salió fuera dejando a su compañero que era un superior a solas con Meng Yao.

 

El Alfa destapo la boca del Omega y al estar liberado Meng Yao comenzó a pedir ayuda.

 

—Shh ¡Cállate!... ¡Nadie vendrá a ayudarte!... ¡Vamos abre las piernas para tu Alfa!— Demandó el Alfa gruñendo y usando su Voz de Mando.

 

Meng Yao al oír la orden se cruzó de piernas tercamente y lo miró desafiante. —Tú no tienes el derecho de ordenarme nada.—

 

El Alfa se enfadó y comenzó a romper las túnicas de Meng Yao revelando su piel nívea y delicada. A la vista era suave y apetecible. —No seas terco, a todos los Omegas les gusta cuando se la ponen... Ahora... ¡Abre las piernas!— Volvió a ordenar.

 

Meng Yao comenzó a empujarlo para que no siga tocando su cuerpo, sentía asco y repulsión. La imagen del Mayor Zhen volvió a golpear su mente, haciendo que se retorciera debajo del Alfa para que este no pudiera someterlo.

 

Las ropas de Meng Yao estaban destrozadas por el Alfa y casi estaba totalmente desnudo, a duras penas podía mantener su pantalón ya desgarrado tapando su entrada, dificultándole más las cosas a su atacante.

 

Un estruendo en la puerta le hizo entender a Meng Yao que el sirviente había mandado ayuda o lo estaban por rescatar. El Alfa estaba muy emocionado con la idea de poseer al Omega y no se había dado cuenta de nada.

 

Meng Yao soltó el pantalón que fue arrancado rápidamente, abrió las piernas y comenzó a gritar ahora más fuerte que antes mientras lagrimas corrían de sus ojos.

 

—¡¡Ayúdenme!! ¡No! ¡No! ¡¡No!!...—

 

El Alfa que estaba tratando de penetrar a Meng Yao salió disparado contra el muro.

 

—¡No se permiten actos de abuso en la Secta Qinghe Nie!—

 

Meng Yao vio con sus ojos llenos de lágrimas el rostro enojado de Nie MingJue delante de él.

 

Nie MingJue vio el cuerpo de Meng Yao y apartó la mirada, quitándose su túnica exterior se la tiró para que se cubriera con ella. Lo ayudo a levantarse y dejo salir su aroma para hacerlo sentir seguro y marcar su territorio.

 

El Alfa que había sido arrojado a un costado tembló de miedo al ver al Líder Nie MingJue tan enfadado. —Líder Nie, no es mi culpa. Ese Omega me sedujo y se me insinuó. Era todo de mutuo acuerdo.— Se excusó el Alfa.

 

—Eres una vergüenza para la secta, si querías acostarte con un Omega podrías haber ido a un burdel, no abusar de tus hermanos discípulos. Estas expulsado. ¡Lárgate!— Bramó Nie MingJue.

 

Meng Yao temblaba de miedo entre sus brazos. El instinto protector de Nie MingJue se había activado. Estaba completamente furioso y deseaba matar al discípulo, pero se contuvo y salió del lugar llevándose a Meng Yao.

 

Nie MingJue lo acompaño hasta su habitación.

 

—¿Te sientes mejor ahora?— Preguntó Nie MingJue.

 

La pregunta sorprendió a Meng Yao, el Líder Nie nunca había hablado con él de esa manera tan cercana como si se preocupara por su bienestar.

 

—Muchas gracias por la ayuda Líder de la Secta Nie, ahora estoy más tranquilo.— Contestó Meng Yao viéndose muy indefenso.

 

—Hasta que HuaiSang vuelva te asignare un maestro y entrenaras en otro lugar.— Exclamó Nie MingJue.

 

—Gracias, por su amabilidad.— Se inclinó Meng Yao.

 

Algo dentro de Nie MingJue salió de él, instintivamente abrazó a Meng Yao y lo marcó con su aroma.

 

Meng Yao se dejó abrazar.

 

Nie MingJue pareció darse cuenta de lo que había hecho y se marchó rápidamente, sin decir una palabra más.

 

Meng Yao entró en su habitación y busco una bolsita de dinero. Luego salió al pasillo donde el sirviente lo estaba esperando.

 

—Aquí tienes, hiciste un muy buen trabajo, no pensé que traerías a Nie MingJue directamente.— Exclamó Meng Yao con una sonrisita mientras le daba el dinero.

 

—El Líder Nie es un hombre justo, además que parecía que le tenía estima al ser amigo de su hermano menor, ¿hice mal?— Dijo el sirviente.

 

—No. Salió bastante bien. Cuando necesite otro favor, te lo pediré y serás muy bien recompensado.— Exclamó Meng Yao.

 

—Lo que necesite joven, es un placer hacer negocios con usted.— Dijo el sirviente y se marchó con el dinero.

 

Meng Yao volvió a cerrar la puerta y se recostó en su cama. Una sonrisa se dibujó en su rostro. La primera parte de su plan ya estaba marchando. Las cosas se pondrían mucho más interesantes.

 

»»————-  -————««

 

Unos días después, Meng Yao salió de la residencia para caminar un poco por la Ciudad de Hejian. Pasando entre los callejones más apartados de las calles principales, entro en una tienda donde vendían diversos artículos.

 

—Buenas tardes, ¿llego lo que pedí?— Preguntó Meng Yao.

 

—Claro que sí. Joven Amo, somos muy eficientes en este negocio y comerciamos siempre con la mejor calidad.— Dijo un hombre bastante robusto.

 

Meng Yao sacó su dinero y lo puso sobre el mostrador. El hombre conto el dinero y al ver que era la cantidad correcta, sacó unas bolsitas y se las dio a Meng Yao.

 

—Una medicina para el celo de los Omegas, un estimulador para el celo de los Omegas, un afrodisiaco muy potente para Alfas y unas píldoras anticonceptivas muy fuertes.— Dijo el hombre mirando con interés a Meng Yao.

 

—Excelente.— Exclamó Meng Yao y saco más dinero y lo puso en el mostrador y dijo: —Nosotros jamás nos hemos visto.—

 

—Así es.— Dijo el hombre y guardo el dinero.

 

Meng Yao sonrió, guardo su compra en su túnica y salió de la tienda.

 

Cuando regreso a la residencia volvió directamente a su habitación. Él había limpiado la túnica de Nie MingJue y había comprado un té en agradecimiento por su ayuda. Solo tenía que pedir verlo para devolverle la prenda y así tener una oportunidad para acercarse más a él.

 

Los días posteriores al incidente, Nie MingJue lo miraba a lo lejos pero no se le acercaba, como si vigilara que estuviera bien y a salvo de los otros Alfas.

 

También se había dado cuenta que la puerta de su habitación tenía un aroma a eucalipto bastante fuerte, como si el Líder de la Secta pasara todos los días y marcara su puerta para que ningún otro Alfa se atreviera a intimidarlo.

 

Él no sentía nada por Nie MingJue más allá de una atracción física, seguramente el Alfa estaba de igual manera, ambos eran Destinados pero no había sentimientos románticos entre ellos.

 

A este paso, necesitaba acelerar las cosas.

 

Meng Yao suspiró divertido mirando las cosas que había comprado, el tablero tenía todas las fichas a su favor, solo tenía que hacer Jaque Mate y comerse al Rey.

Chapter 16: Engaño

Chapter Text

—Ah~ ah~ ah~... No más... Por favor... Ah~ Espera...—

 

—Es solo la tercera ronda... Aprieta más los muslos.—

 

—No... Me acabo de venir... estoy ya muy sensible... detente.—

 

—Resiste un poco más, ya estoy por terminar.—

 

—Ah... me estoy volviendo loco. Detente... ahh~~~...—

 

—Mira cómo te tiemblan las piernas, te ves hecho un desastre. Vamos junta más tus muslos y aprieta mi miembro como me gusta...—

 

Nie MingJue movía su cadera de manera frenética como un desesperado, las estocadas eran fuertes y demandantes. Su miembro estaba demasiado caliente y necesitado de mucha atención.

 

La sensación era húmeda por el esperma de las descargas anteriores y también era resbalosa y pegajosa. La persona debajo de él, se retorcía en éxtasis, por la gran excitación de su cuerpo sensible ante el toque de Nie MingJue y su fuerte trato. Salvaje y dominante. Sus piernas temblaban, imposibilitadas de mantenerse erguidas, el choque del Alfa detrás de él lo hacía jadear, sintiéndose sometido por Nie MingJue. Era muy excitante.

 

—Vamos Xichen, levanta más las caderas, sé que puedes. Mira, tus brazos se mantienen firmes, tu entrenamiento da resultados y aún te sostienes gracias a el. Pero, deberías entrenar más tus piernas, no hemos terminado y tiemblas como potrillo recién nacido.—

 

Lan Xichen no sabía cómo terminaron en tal posición, había llegado temprano a Qinghe para hablar con Nie MingJue. Pero al entrar al cuarto del mayor este ya lo había sometido y desvestido. Como un animal hambriento, beso cada rincón de su cuerpo y terminó sucumbiendo ante la lujuria.

 

La mano de Nie MingJue apretaba su miembro, mientras era "Embestido" desde atrás como si fuera un Omega. Pero ambos miembros se estaban refregando entre si y solo era una simulación. El sentirse así lo excito aún más, el poder de Nie MingJue era sorprendente y el porte dominante que llevaba en las sabanas, era exquisito y su mano experta.

 

Lan Xichen tembló nuevamente terminando en seco. Nie MingJue no pudo aguantar más... la vista era hermosa, perfecta y obscena. Ante sus ojos, Lan Xichen estaba completamente agotado, jadeando y sonrojado. Él era el causante de tal hecho y eso le gustaba mucho. Se sintió satisfecho de su obra y después de varias estocadas acabo manchando más sus manos.

 

Ambos se recostaron en la cama, cansados y agotados.

 

—MingJue-Xiong, ¿ocurrió algo? Estabas muy... caliente... ¿Tu celo, tal vez?— Preguntó apenado Lan Xichen.

 

—Te extrañe mucho Xichen, paso algo de tiempo de la última vez... bueno, el verte y sentir tu aroma me prendió.— Explicó Nie MingJue.

 

Lan Xichen se sonrojo aún más al escuchar sus palabras.

 

—Hablemos de otra cosa.— Dijo Nie MingJue aclarándose la garganta. —¿Cómo le está yendo a HuaiSang sus los estudios? Seguramente viniste a hablar de algo así... ¿O viniste porque me extrañabas?—

 

—HuaiSang aprobó los exámenes, además se lleva muy bien con Wei WuXian y Jiang Wanyin, ambos son muy buenos en los estudios.— Respondió Lan Xichen.

 

—Eso es bueno... y... ¿No me extrañaste?— Repitió Nie MingJue.

 

Lan Xichen se puso nervioso, el acto no pasó desapercibido por el mayor y frunció el ceño levemente. —Yo... si te extrañe, pero vine a hablar de algo serio contigo. Aprecio mucho nuestra amistad, y lo que tenemos... Pero ya no puede seguir. Creo que estoy enamorado de alguien.—

 

Nie MingJue se tensiono ante lo dicho por su amante, o al menos para él Lan Xichen era su amante, su amor... pero para el Lan, él solo era un gran amigo. No quería perder a Lan Xichen, al menos no completamente. —Qué bueno que hayas encontrado a quien darle tu corazón, es una muy buena noticia.— Las palabras ya no salieron más de su boca, no sabía que más decir en esa situación.

 

—Esa persona es mi Alma Gemela, cuando hablo con ella mi corazón late muy rápido y siento que dependo de su compañía para sentirme feliz. Aun no le he dicho nada pero creo que mi familia no lo aceptara como mi pareja. No sé qué hacer MingJue-Xiong. No sé a quién recurrir además de ti. No tengo a nadie más con quien hablar de esto.— La voz de Lan Xichen parecía que imploraba por algo en las últimas palabras dichas.

 

Nie MingJue no se rindió ante sus sentimientos. Aun había esperanza para él. Lan Xichen lo necesitaba y eso era algo que no podía dejar pasar. —Puedes contar conmigo Xichen, somos cercanos, me gustaría que sigamos con nuestra relación, ¿si no te molesta?—

 

—MingJue-Xiong, gracias. Está bien, discúlpame por precipitarme, dije todo por impulso.— Dijo Lan Xichen acercándose más a Nie MingJue y sentándose en su regazo.

 

—Mmm... ¿No sé si perdonarte Xichen?— Se quejó Nie MingJue.

 

Lan Xichen sonrió, tomó su rostro, lo acercó y lo besó. El beso fue correspondido de inmediato, de manera gentil y amorosa.

 

Nie MingJue era feliz. Su corazón dolido, se conformaba con tan poco. Una pizca del cariño de Lan Xichen era suficiente para hacerlo feliz. Una sonrisa de él y Nie MingJue tocaba el cielo con las manos. Por mantener esa cercanía él haría lo que fuera, incluso negar sus propios sentimientos.

 

Se separaron y comenzaron a vestirse.

 

Lan Xichen no pudo evitar preguntar: —¿Cómo le están yendo las cosas a Meng Yao?—

 

—¿Meng Yao?— Preguntó Nie MingJue.

 

—Si. El asistente de HuaiSang. Se fue antes de terminar los estudios.—

 

Nie MingJue frunció el ceño ante la mención del Omega. —Según su reporte, se marchó por asuntos personales y pensó que los rumores a su persona traerían una mala imagen a la secta, ¿no te lo dijo?—

 

Lan Xichen negó con la cabeza. —Él dijo que era un discípulo invitado y que no le correspondía quedarse más tiempo en Gusu. Escuche algunos de esos rumores. Las personas que los difundieron en los Recesos de la Nube fueron castigadas, y escribieron las reglas varias veces bajo la supervisión de mi tío.—

 

Nie MingJue sonrió divertido. —Pobres, son muchas reglas y bajo la mirada estricta de Lan QiRen, apenas siento pena por ellos. Meng Yao tiene un maestro personal ahora...—

 

Nie MingJue le explicó sobre el intento de abuso contra el Omega, cómo el discípulo fue castigado con cinco golpes con el látigo de la disciplina al igual que su cómplice, y que fue posteriormente expulsado de la secta.

 

Lan Xichen deseo poder matar al Alfa con sus propias manos si pudiera. Pero se mantuvo neutral, sin dejar salir ningún tipo de emoción delante de Nie MingJue.

 

—Xichen, ¿por qué preguntas por él?— Preguntó Nie MingJue.

 

—No, por nada, me pareció que tenía mucho talento.—

 

Una vez estuvieron listos, Lan Xichen le dio un beso más en los labios, sorprendiendo a Nie MingJue y se despidió marchándose nuevamente a Gusu.

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao estaba algo frustrado, había salido a entrenar llevando en su bolsita Qiankun la túnica del Alfa y el té que había comprado en agradecimiento. Pero, Nie MingJue no había ido a mirar su entrenamiento esa mañana.

 

Su instructor de esgrima lo vio algo distraído pero no dijo nada, ya que el desempeño del Omega era muy bueno. Meng Yao terminó su entrenamiento y salió en a busca del sirviente.

 

Después de vagar por varios pasillos lo encontró y le preguntó por el Líder de la Secta.

 

—Joven Amo, el Líder de la Seta esta en este momento ocupado. Tiene una reunión con el Líder de la Secta de GusuLan.— Contestó el sirviente.

 

—¿El Líder de la Secta Lan está aquí? ¿Lan Xichen?— Volvió a preguntar Meng Yao, para asegurarse de que había entendido bien.

 

—Si. El líder ZeWu-Jun es un muy querido amigo del Líder de la Secta, desde hace ya muchos años.— Explicó el sirviente.

 

Meng Yao se quedó pensando, era normal que líderes de sectas formen amistades y vayan a visitarse. Lo extraño era que Lan Xichen había llegado a Qinghe y no se hizo ningún anuncio de su presencia, tampoco se lo saludo o dio una bienvenida formal.

 

Meng Yao suspiró y se despidió del sirviente. Lo mejor sería dejar su plan para otro día. Se sentía pesado y agobiado, por lo que tomó la decisión de relajarse un poco, dando un paseo por la Ciudad de Hejian.

 

El clima era perfecto, cálido y seco. Un clima favorable en esa época del año para un territorio árido como lo era el de Qinghe.

 

El Omega se distrajo con varias chucherías que vendían los artesanos. Definitivamente Qinghe era bello y sus artesanos tenían mucho talento. Miró los diferentes abanicos, recordando a su madre, su corazón se sintió pesado por el repentino recuerdo y se alejó del puesto buscando algo dulce que comer para aliviar la amargura que subía por su garganta.

 

Compró una bolsita con diversos dulces y algunos caramelos típicos de Qinghe. Llevándose uno a los labios, sintió su textura y lo degusto. La dulzura era intensa y se extendía por todo su paladar generando una sensación de bienestar y satisfacción.

 

Sumergido en esas sensaciones no se percató de la presencia hostil que lo estaba siguiendo.

 

Meng Yao caminó por las calles y puestos con su mente completamente en blanco. Al llegar a una parte menos concurrida sintió una opresión en el brazo y fue jalado de manera violenta hacia uno de los callejones. Su cabeza quedó algo aturdida por el golpe contra el muro y fue arrinconado fácilmente.

 

—¡Maldito Omega! ¡Por tu culpa mi vida esta arruinada!— Exclamó el Alfa mirándolo con odio.

 

Meng Yao al recuperar un poco la compostura, se dio cuenta de lo que estaba pasando. El conocía a ese Alfa que tenía ahora delante. Era el discípulo superior que había sido expulsado de la secta.

 

Antes de que pudiera replicar algo, una patada fue directamente a su estómago, el dolor fue intenso y su cuerpo se desplomo en el suelo. El golpe certero le había quitado todo el oxígeno.

 

—¡¡Me las pagaras bien caro!! ¡Pero antes, veras lo que es bueno!— Dijo el Ex Discípulo bajándose los pantalones y mostrando una erección en su dirección.

 

Meng Yao intento alejarse pero el dolor era muy fuerte, lo habían agarrado con la guardia baja y no podía hacer mucho para zafarse de esta situación hasta que su cuerpo se recuperara del daño que recibió.

 

El Alfa lo tomó del cabello levantando su rostro, para obligarlo a acercarse a ese pedazo de carne erecta. —Si me muerdes, te matare.—

 

Meng Yao comenzó a retorcerse, el miembro golpeaba su rostro, buscando entrar en su boca. Con sus manos logró alejarse un poco empujando las piernas del Alfa para crear un poco de espacio entre ellos. Al ver que el Omega no se iba a dejar, el Alfa lo volvió a patear.

 

Meng Yao volvió a caer en el suelo y el Alfa se colocó ahora sobre él, intentando sacarle los pantalones. De repente, una bocanada de sangre manchó el rostro de Meng Yao, tiñendo su visión de rojo. Su ropa fue manchada y el olor a hierro oxidado fue nauseabundo.

 

El cuerpo del Alfa cayó sobre el suyo, inerte y jadeando algunas palabras incomprensibles. Meng Yao logró correr el cuerpo para poder levantarse y escapar del lugar. Pero estaba algo perdido y sus piernas no respondían correctamente ya que no se había recuperado de los golpes recibidos anteriormente.

 

Una fuerte mano lo tomó de la túnica tirándolo hacia arriba para levantarlo y una tela fue presionada en su rostro, limpiando la sangre de su visión. El movimiento era tosco y con poca delicadeza. Después de parpadear un par de veces logró vislumbrar a la persona que lo "Salvo".

 

—¿Xue Yang?— Exclamó Meng Yao dubitativo.

 

—¿Me recuerdas, Xiao-Xiangcao?— Se rió Xue Yang y preguntó con ironía: —¿Acaso tienes algún fetiche extraño con los Alfas en los callejones?—

[Nota: Xiangcao ( 香草 ) = Vainilla – Xiao = Pequeño / O sea “Vainillita”.]

 

—Si te recuerdo... ...No, no tengo esa clase de fetiche y no me llames Xiao-Xiangcao...—

 

—No me has dado tu nombre, así que eres “Xiao-Xiangcao" para mí. La última vez dijiste que me darías tu nombre si nos volvíamos a ver, ¿recuerdas?— Dijo Xue Yang sonriendo mientras lamia su navaja bañada en sangre y agregó riendo: —De todas formas, Xiao-Xiangcao..... ¡Nunca dejas de sorprenderme! Ja-ja-ja.—

 

—Es Meng Yao, mi nombre.— Contestó el Omega.

 

—Oh... Así que, Meng Yao. Bien... ¿Me darás alguna recompensa por salvarte? ¿Seguramente recordaras lo que me interesa?—

 

Meng Yao pensó por un tiempo y sacó de su túnica la bolsita de dulces, que había comprado anteriormente y se la dio a Xue Yang. Quien la tomó gustoso y miró su contenido dejando salir una sonrisa complacida.

 

—Por ahora esto estará bien. Dime una cosa Meng Yao, ¿estas estudiando en alguna secta no?...—

 

Meng Yao se puso algo pálido, ¿acaso Xue Yang lo había estado vigilando? ¿Cuánto sabia él en realidad?...

 

Mentir no era una opción.

 

—Soy un discípulo invitado de la Secta Qinghe Nie y ese era un discípulo superior que fue expulsado.— Exclamó Meng Yao mirando con desagrado el cadáver del Alfa.

 

Xue Yang no se dignó a darle ni una sola mirada al cadáver cerca de sus pies, estaba más entretenido con el Omega frente a él. —¿Qué te parece si nos hacemos socios? Tú me ayudas, yo te ayudo. ¿No es acaso un buen negocio que nos dará ganancias a los dos?—

 

Meng Yao pensó en su plan y tener una ayuda extra para el trabajo sucio no era una mala idea. Le dio dinero a Xue Yang para que comprara una túnica para él. Tapando así las manchas de sangre. Luego pidieron una habitación en una posada para hablar en privado. Después de limpiarse la sangre, ambos hablaron de diversos temas.

 

El sol se estaba ocultando y los nuevos socios se separaron cada uno por su camino. Hasta que llegue el momento de reencontrarse nuevamente y seguir con la siguiente fase del plan. Para eso necesitaba tener una posición importante en la Secta LanLing Jin, lo que le llevaría bastante tiempo lograr. Mientras tanto Xue Yang buscaría un lugar donde podría hacerse de algún futuro si el plan no terminaba como ellos deseaban.

 

»»————-  -————««

 

Meng Yao apresuradamente caminó por los pasillos de la residencia Nie, hasta llegar a su habitación donde se cambió de ropa.

 

Suspiró aliviado, ya que Xue Yang se encargaría de limpiar el cadáver y hacerlo pasar como un ajuste de cuentas o algún rencor profundo contra el Alfa. Cosa que ninguno sería sospechoso del hecho. Además de que su socio, dejaría la ciudad después de acomodar la escena del crimen.

 

La hora de la cena estaba llegando así que Meng Yao se acomodó de manera prolija y salió rumbo al salón. En el pasillo se cruzó con Nie MingJue.

 

—¡Líder de la Secta Nie!— Exclamó Meng Yao acercándose al Alfa con una reverencia.

 

El Alfa lo miró y sus ojos cayeron sobre él de manera penetrante. —¿Necesitas algo?—

 

Nie MingJue era serio y de pocas palabras, muchas veces llegaba a ser muy intimidante. Pero, Meng Yao no iba a dar brazo a torcer.

 

—Quería agradecerle por lo que ha hecho por mí, devolverle su prenda y si no es mucho pedir traje un té en agradecimiento...—

 

—No es necesario.— Dijo el Alfa tomando su túnica, el aroma a vainilla estaba impregnado en la prenda.

 

—Yo... no quise ofenderlo... Si no es de su agrado me retirare.— Meng Yao bajo su rostro, en sus manos apretaba el sobre de té.

 

Nie MingJue no pudo evitar el querer complacerlo. —Está bien, podemos tomar ese té.—

 

Meng Yao asintió y lo siguió por el pasillo.

 

Ambos estaban ahora en la oficina del Líder de la Secta, Nie MingJue le pidió al sirviente que preparara el té y que lo trajera a su oficina junto con la cena.

 

La habitación estaba en silencio y ninguno hablaba, la sensación para Meng Yao era muy fuerte, el lugar cada vez parecía más pequeño y estrecho, con la presencia imponente y fría de Nie MingJue frente a él.

 

Meng Yao tomó valor y comenzó una charla casual hablando del té que había adquirido, sus propiedades y hierbas, así como también su aroma y sabor. Nie MingJue pareció perdido ya que no entendía del tema y no estaba interesado en infusiones costosas. Para él, el té era solo té y le era indistinto, su tipo, sabor y calidad.

 

Al ver que el tema no era algo de un gusto mutuo, comenzó a hablar de arte y distintas obras literarias. El tema fue abandonado al poco tiempo, hasta que descubrió que ningún tema que no sea hablar de esgrima, sables o de Nie HuaiSang era de interés para el Líder Nie.

 

Opto por hablarle de sus pocos días en Gusu con Nie HuaiSang y lo que habían hecho. El Líder Nie pareció ahora disfrutar de la charla, logrando que el clima fuera más cálido y ameno.

 

El sirviente llegó con el té y la cena, después de acomodarla en la mesa salió de la habitación, dejándolos a solas.

 

Ambos disfrutaron de la comida y la bebida.

 

Así pasaron varios minutos y parecía que el afrodisiaco estaba haciendo efecto, el Alfa comenzó a comportarse de manera más inquieta, también su mirada estaba como nublada y perdida.

 

Meng Yao dejo escapar un poco de sus feromonas de Omega junto con su característica y exquisita fragancia a vainilla, dulce y delicada.

 

Nie MingJue instintivamente comenzó a entrar en "Celo"... Y su aroma a eucalipto se hizo más intenso. El Alfa comenzó a perder la cabeza, dejando que su instinto animal tomara el control de su cuerpo.

 

Aunque era un Alfa Dominante y podía regularizar su celo a través de su poder espiritual, no pudo controlarlo al están en una situación con su "Destinado" en la misma habitación y su poder espiritual completamente disperso por la sustancia que de manera secreta había ingerido.

 

Nie MingJue se levantó de su asiento y atrapó Meng Yao con sus fuertes brazos, lo levantó fácilmente y lo llevó sobre su hombro hasta su habitación. Donde tenía pensado poseer a su Omega.

 

Obviamente Meng Yao se dejó llevar sin protestar, ni oponer resistencia.

 

Aunque el corazón de Nie MingJue perteneciera a su hermano menor y a Lan Xichen, el cuerpo y el instinto sucumbían a los deseos de otra manera. El calor de la lujuria solo podía apagarse completamente con su Destinado.

 

Meng Yao lo sabía y se aprovechó de ese hecho.

 

La puerta fue abierta de manera estruendosa y cerrada de la misma manera. Meng Yao fue arrojado bruscamente sobre la cama, donde dejo salir de sus labios un quejido, que puso aún más duro y erecto al Alfa.

 

Sus prendas fueron quitadas revelando su cuerpo níveo, piel delicada y clara. Cuerpo que invitaba a ser marcado, aunque tenía algunos moretones leves en su estómago esto al Alfa no pareció importarle y se dedicó, a besar y lamer, cara rincón de su cuello, clavículas y pezones. Dejándolos enrojecidos y sensibles al tacto.

 

Meng Yao jadeaba por las atenciones a su cuerpo, el placer recorría cada parte que era tocada y besada por el Alfa. Como pudo fue desvistiendo a Nie MingJue, notando su gran miembro apretado debajo del pantalón, tragó saliva por la impresión al ver del tamaño de este.

 

Nie MingJue detuvo sus movimientos y quitó, el mismo sus túnicas y pantalón, dejando al Omega enmudecido ante el cuerpo trabajado y musculoso, tallado por los mismos inmortales.

 

Meng Yao sabía cómo debía comportarse, debía dejar una impresión de inocencia y de un Omega profanado, que se negaba a tales actos. De todas formas los recuerdos de Nie MingJue serían borrosos y algunas cosas que él diga quedaran grabadas en su memoria.

 

—Líder de Secta, deténgase... No.— Jadeó Meng Yao intentando de manera muy penosa alejar al Alfa de él.

 

Sus piernas fueron separadas y unos dedos gruesos entraron con brusquedad dejando salir sollozos de los labios del Omega.

 

—No... No... Piedad, sea más gentil es mi primera vez... No entrara... Ah~~~...—

 

Los dedos fueron profanando y estirando la piel de su entrada, humedeciéndose con sus propios fluidos, la zona era cada vez más resbalosa y blanda. El Alfa solo admirada al Omega llorar y retorcerse debajo de él. Sin decir ni una sola palabra, solo se dedicó a complacer a la bestia que tenía en su interior.

 

Meng Yao abrió mucho los ojos, al sentir el miembro del Alfa en su entrada, haciendo presión para entrar en él.

 

—¡No! ¡Líder de Secta! ¡Deténgase, duele!... Ah~ Ah~~~....—

 

El miembro erecto de Nie MingJue comenzó a entrar centímetro a centímetro, abriendo las paredes, que se apretaban y contraían alrededor de su erección. Cuando entro completamente en él, comenzó a moverse lentamente disfrutando de la sensación apretada y estrecha dentro del Omega.

 

Los gruñidos y gemidos resonaron en la habitación, las penetraciones lentas subieron gradualmente de velocidad e intensidad, dejando solo los sonidos de las respiraciones pesadas y agitadas, al igual que el del chapoteo de piel con piel.

 

Meng Yao seguía repitiendo que era su primera vez, que le dolía y que se detuviera. Pero lo que él decía y lo que estaba sintiendo eran cosas completamente opuestas, el placer era magnifico, Nie MingJue era un animal en la cama y su miembro era de otra dimensión. Chocaba precisamente en su punto dulce, dándole oleadas de sensaciones eléctricas a su cuerpo. La compatibilidad de sus cuerpos era del cien por cien y su ser no rechazaba las atenciones del Alfa, sino que su Omega interno estaba completamente complacido.

 

El Alfa no era completamente gentil con él, solo estaba saciando sus deseos y su instinto lo dominaba. Eso le dejo un vacío emocional a Meng Yao, el saber que no podría tenerlo completamente para él era algo que le disgustaba. No le gustaba la idea de compartir, él era un ser egoísta y si quería a alguien esa persona tenía que corresponderle enteramente a él.

 

Nie MingJue se corrió dentro de él, pero su miembro seguía erecto y aun no lo había anudado, ni mordido. Meng Yao comenzó a impregnar el lugar con su aroma dándole a entender al Alfa que no estaba complacido y que deseaba aún más atenciones.

 

Complaciéndolo meramente por instinto, siguió penetrándolo ahora en otra posición, Meng Yao estaba de espaldas y el Alfa detrás de él. Mientras seguía dándole estocadas fuertes y profundas comenzó a masturbarlo, dándole aun mayor placer a Meng Yao.

 

Meng Yao bajo las atenciones de Nie MingJue acabo en la mano del Alfa, sintiéndose cada vez más debilitado y sensible. Su entrada apretaba el miembro, que entraba y salía de él salvajemente. La lujuria, ahora a ambos los tenia cegados, cayendo en un espiral de sensaciones. Meng Yao movía sus caderas para que el miembro del Alfa chocara con su próstata, encaminando las estocadas a ese lugar. La saliva corría fuera de su boca abierta por los jadeos interminables.

 

Su cuerpo comenzaba a temblar y el Alfa no parecía estar satisfecho, siguió ultrajando su ser completamente. Marcando su piel con mordidas y chupones. Pero se negaba a enlazarse con él por algún motivo desconocido.

 

Después de un tiempo en esa posición, las manos de Meng Yao cedieron dejando caer la mitad superior de su cuerpo sobre la cama, mientras sus caderas eran sostenidas por Nie MingJue quien seguía usando su agujero para su deleite y satisfacción personal. La cabeza de Meng Yao fue hundida en el colchón mientras las estocadas eran más frenéticas y erráticas. Llegando al momento del éxtasis, Nie MingJue dio una última estocada fuerte y profunda, en donde se vacío completamente dentro del Omega anudándolo.

 

Meng Yao al sentirse lleno y anudado dejo salir un gemido, el nudo era muy grande, si el miembro de Nie MingJue era de otra dimensión el nudo era de otro mundo. Trato de relajar su cuerpo adaptándose y ambos se recostaron en la cama, aun unidos íntimamente. El Alfa rodeo la cintura de Meng Yao acercándolo a su pecho, mientras se restregaba gustoso en su aroma.

 

Meng Yao suspiró, no había logrado que lo marcaran, pero al menos había tenido sexo con el Líder de la Secta Nie.

 

Cuando el nudo bajo su hinchazón, el Alfa se retiró y cayó dormido. Meng Yao alejo la mano que lo abrazaba y como pudo se arrastró hasta su túnica donde tenía unas píldoras y un frasquito con medicina. Después de tomarse las tres píldoras anticonceptivas, se bebió el contenido del frasco que contenía la medicina para el celo de los Omegas.

 

Antes de salir de su cuarto se bebió el que inducia al celo y usando su poder espiritual logro encubrir su aroma y los síntomas. Cuando llego el momento justo había dejado salir sus feromonas, para seducir a su Destinado con un celo de Omega. Ahora tenía que suprimirlo nuevamente para ocultar las evidencias y que quedara él como una "Pobre doncella profanada" y no como un Omega que uso su celo para seducir a un Alfa.

 

Las píldoras eran muy fuertes y tenían algunos efectos secundarios con los que debería lidiar más adelante, pero la seguridad era lo primero.

 

Rompió el frasquito y tomó un trozo de vidrio. Meng Yao se hizo un tajo siguiendo una de las líneas de la palma de su mano izquierda y con la sangre mancho su entrada mezclándose el rojo carmesí con la sustancia blanquecina que salía de él y mancho las sabanas y el miembro de Nie MingJue. Simulando que había perdido la virginidad con el Alfa.

 

Una vez la escena montada era de su agrado, se recostó acomodándose nuevamente entre los brazos de Nie MingJue y se quedó dormido.

 

»»————-  -————««

 

Era temprano por la mañana y el Líder de la Secta Nie dormía plácidamente, hasta que el peso extra sobre su cuerpo lo hizo abrir los ojos, un dolor de cabeza lo llevo a fruncir el ceño en molestia.

 

—Eh~... Xichen... debes marcharte.... ¿Qué hora es?...— Balbuceó Nie MingJue, él aún no estaba del todo lucido.

 

El cuerpo sobre el suyo no se movió para nada, ya que estaba completamente dormido. Nie MingJue parpadeo un par de veces hasta vislumbrar con claridad quien era su acompañante. Al reconocerlo se separó un poco sorprendido y recuerdos borrosos de la noche anterior chocaron en su cabeza generándole una jaqueca aún más dolorosa.

 

"—Líder de Secta... Deténgase... No...—"

 

"—No... No... Piedad, sea más gentil es mi primera vez...—"

 

"—¡No! ¡Líder de Secta! ¡Deténgase, duele!...—"

 

Nie MingJue estaba completamente horrorizado. Él, un Alfa que se decía ser justo y respetable, había sucumbido a sus deseos lascivos, y abusado de un pobre e inocente Omega. El rostro con lágrimas en sus ojos, jadeos de dolor y los pedidos de que se detuviera lo hacían sentir cada vez más culpable.

 

Mirando su cuerpo y el del Omega noto la sangre y el semen en las sabanas y el colchón. Lo había lastimado. Con mayor preocupación y con mucho cuidado corrió el cabello del cuello de Meng Yao. Temiendo lo peor observo detenidamente.

 

—Gracias a los cielos no lo marque...— Pensó Nie MingJue, sintiéndose un poco más aliviado.

 

El Omega al sentir movimiento cerca de él comenzó a levantarse. Al abrir los ojos el pánico se hizo presente y se tapó el cuerpo con las sabanas.

 

—Líder de la Secta Nie... Yo... Será mejor que me marche....— Murmuró asustado Meng Yao, la clara imagen de una víctima.

 

Meng Yao, intentando ponerse de pie sus piernas le fallaron y cayó al suelo. Nie MingJue al verlo se alarmó y fue a ayudarlo. El Omega se resistió a su agarre intentando alejarse de él. Lagrimas comenzaron a manchar el hermoso rostro, y sus ojos acuosos lo miraban con miedo. Generando mayor sentimiento de culpa en Nie MingJue.

 

—Meng Yao, no tengas miedo. Perdóname, no te hare daño.— Murmuró Nie MingJue tratando de darle algo de seguridad.

 

El Omega al escucharlo dejo de forcejear y pareció estar más tranquilo.

 

—Será mejor que olvidemos lo que ocurrió...— Murmuró Meng Yao aun tapando de manera penosa todas las marcas enrojecidas de su cuerpo.

 

—Yo me hare responsable... Yo....— Exclamó Nie MingJue.

 

—Es claramente un incidente que ninguno quisiera recordar, será mejor que lo dejemos en el pasado, sería lo correcto. Usted es un Líder de Secta y yo solo un discípulo invitado, un ayudante de su hermano menor.... Un Omega sin buenos antecedentes familiares......—

 

Al nombrar a Nie HuaiSang el corazón de Nie MingJue se oprimió.... ¿Qué había hecho?...

 

Meng Yao tomó sus prendas ahora parándose con mayor firmeza y se vistió rápidamente para salir de la habitación. —Disculpe mi atrevimiento, pero será mejor que me marche para no dar malos entendidos.—

 

Nie MingJue se quedó en silencio pensando en sus actos.

 

Meng Yao se retiró cojeando y tambaleándose hasta que la puerta se cerró detrás de él. Al ver que no había nadie cerca se puso derecho y caminó con normalidad hasta su habitación donde se encerró durante el día para tratar la herida de su mano, que logro ocultar exitosamente.

 

Después de darse un buen baño en donde se limpió todo el esperma que había dentro de él, se sentó en su cama ya sintiéndose más fresco y relajado. Luego comenzó a pensar en su siguiente paso.

 

»»————-  -————««

 

Unos días después, una carta de Lan Xichen llegó a manos de Nie MingJue.

 

El Omega lo había estado evitando y se alejaba de él cada vez que intentaba acercarse para hablar. Nie MingJue se sentía muy mal y quería hacerse responsable de lo que había hecho, ya que de todas formas era su Destinado y podrían llegar a tener una buena relación.

 

El Alfa suspiró pesadamente y abrió la carta, solo tenía algunas líneas pero su contenido lo dejo en blanco.

 

"Para mi querido amigo MingJue...

La última vez que nos vimos no me anime a confesarte el verdadero motivo de mi visita, y hablarte de ello. Cuando llegué a los Recesos de la Nube comencé a sentirme culpable de no haberlo hecho y tomó ahora el coraje de escribirlo en estas líneas.

Yo te aprecio mucho, eres especial para mí. No quiero que lo nuestro se acabe, solo puedo contar contigo y confiar en ti.

Te hablare sobre él... mi Alma Gemela. Lo conocí durante la Ceremonia de Apertura, no pude evitar sentirme atraído a primera vista por su belleza y aroma, al igual que no pude evitar el rosar sus manos. Lo poco que pudimos hablar me dio a entender éramos el uno para el otro... yo me había enamorado.

La razón por la cual no pude evitar preguntar por él era porque necesitaba saber más de él y cómo estaba. Sé que su pasado nos traerá problemas con mi familia y solo podríamos tener un amor secreto. No necesito saber de su pasado, me interesa el presente y el futuro que podríamos tener juntos. Él es el ayudante de tu hermano, Meng Yao.

No pienses mal de mí, mi querido amigo. Sé que lo nuestro sería imposible pero mi corazón fue arrebatado y anhelo tenerlo cerca de mí.

Pronto iré a verte personalmente y aclarar las cosas. Disculpa que te confieso esto por medio de una carta pero necesitaba decírselo a alguien.

Te quiero MingJue-Xiong, tu Xichen."

 

Nie MingJue arrugo la carta en sus manos, su cabeza se estrelló contra la mesa delante de él. ¿Qué había hecho?... Él había abusado del Alma Gemela de Lan Xichen... Del Omega que había arrebatado el corazón de su preciado Xichen.

 

Su Alfa se había deleitado con su cuerpo y lo había profanado. Su único consuelo fue el no haberse enlazado con el Omega. ¿Qué iba a hacer? Nie MingJue no lo sabía. Debía pensar seriamente en sus propios sentimientos y las consecuencias de sus actos. Recordó que Meng Yao se había resistido y pedía clemencia. ¿Y si el Omega ya tenía sentimientos por Lan Xichen? Tal vez solo por ese motivo lo había rechazado.

 

El peso de la culpa lo carcomía internamente. Aún tenía tiempo antes de que Lan Xichen llegara... él verdaderamente debía aclarar las cosa. Lo bueno era que su amado hermano menor, aún le quedaban unos cuantos meces en Gusu, tenía tiempo de arreglar el asunto antes de su llegada.

 

Mientras tanto en una de las habitaciones de la residencia de la Secta Qinghe Nie, un Omega se levantaba muy satisfecho, su mirada penetrante estaba enfocada en sus metas futuras y sus ojos iluminados con la convicción de que sus deseos se cumplirán tarde o temprano.

 

El Omega que disfrutaba de sus logros, no se daba cuanta de la realidad y la verdad oculta tras la relación entre ambos líderes de secta. Siendo completamente ignorante de ese hecho dio por hecho su "Medio éxito" en su plan. ¿Qué podría salir mal?

 

 

Arco 02 | El comienzo 
— FIN —

Chapter 17: Arte erótico y conejos

Notes:

Arco 3 | Cacerías y Romances

Las clases en los Recesos de la Nube no han terminado, los estudiantes revoltosos hacen de las suyas, haciendo que la paciencia del maestro Lan QiRen se vea diezmada por los suelos.
Lan Wangji, comienza a tener pensamientos románticos por un Omega en particular.
Lan Xichen y Jiang Wanyin cada vez se distancian más, los malos entendidos y el mal humor del Joven Maestro Jiang no ayudan al Alfa a tener un trato más cercano y amigable. Lan Xichen siente que tener una buena relación de amistad sería provechoso para la Secta GusuLan, al ser Jiang Wanyin el futuro heredero de Muelle de Loto.
Wen Qing comienza a dar rienda suelta a sus sentimientos encontrados por los dos Omegas de Yunmeng entrando en un triángulo amoroso, mientras que su hermano menor comienza a admirar a Wei WuXian, siguiéndolo a donde sea que el Omega vaya, entablando una relación más cercana de amistad, lealtad y un amor secreto por él.
Las relaciones personales irán más allá de las enseñanzas de Gusu, dejando a los nuevos cultivadores con varias misiones y cacerías nocturnas, para obtener mayor experiencia y afianzar las amistades, con los discípulos de otras sectas de cultivo y poder trabajar mejor en equipo.
Nie HuaiSang participara muy poco de dichas actividades ya que el Joven Maestro Nie esta compenetrado enteramente en los estudios y el miedo a que su hermano mayor le rompa las piernas si desaprobaba el curso nuevamente está muy presente en su mente.

Chapter Text

El Omega se paseaba por los Recesos de la Nube rumbo al Pabellón de la Biblioteca, el lugar donde cumplía con su castigo y este consistía en copiar las tres mil reglas del Muro de la Disciplina de la Secta GusuLan bajo la atenta mirada de Lan Wangji.

 

Su comportamiento y bromas hacían poner nervioso y enojar al Alfa de una manera muy entretenida para él. Ver las distintas reacciones que su típico serio rostro de jade tallado dejaba salir era un deleite y un gran logró para Wei WuXian.

 

Durante su estadía en las clases del Maestro Lan QiRen, era descubierto pasándole papelitos a Nie HuaiSang, o muchas veces diciendo algo inapropiado durante las clases siendo así reprendido y castigado. Las veces que debía copiar las reglas se fueron sumando día a día. Si seguía de esta manera pasará todo el año copiando las reglas.

 

Wei WuXian se sentó frente a Lan Wangji como lo venía haciendo durante las últimas tres semanas, su postura era completamente inapropiada y desordenada sobre la mesa.

 

—Siéntate bien, comienza con tu castigo.— Exclamó Lan Wangji sin apartar su mirada del libro en sus manos.

 

El Omega tomó un papel, luego el pincel y comenzó a tararear algo completamente al azar.

 

—Silencio.— Demandó el Alfa.

 

—¿Eh?... No estoy siendo ruidoso, ni estoy hablando... ¿Acaso se me prohíbe hasta tararear?— Preguntó con clara ironía Wei WuXian.

 

Los ojos ámbar se clavaron en Wei WuXian y la voz de Lan Wangji remarco la palabra con frialdad: —Si-len-cio.—

 

—Está bien, está bien... ya no lo hare... no me silencies.—

 

La habitación quedo en completo silencio, solo las pinceladas eran escuchadas así como también el hojeado de las páginas del libro en manos de Lan Wangji.

 

Después de un tiempo, Wei WuXian terminó lo que estaba haciendo y extendió un papel frente a Lan Wangji. —Es para ti.—

 

Lan Wangji aparto su mirada del libro y miró el papel, sus ojos brillaron momentáneamente. Era un dibujo de él, un retrato hermosamente dibujado a la perfección.

 

—Pierdes el tiempo haciendo garabatos en vez de cumplir con tu castigo.— Dijo el Alfa con claro enfado en su tono.

 

Wei WuXian sonrió y se lo acercó más carca de sus ojos. —Entonces, ¿no lo quieres?—

 

Lan Wangji dejó sobre la mesa el libro que estaba leyendo para tomar el dibujo. En ese instante, Wei WuXian con un ágil movimiento intercambió el libro del Alfa por otro sin que éste se diera cuenta mientras aun sostenía en su mano el dibujo tapando con su dedo un detalle sobre la cabeza del Lan Wangji retratado sobre el papel.

 

—Patético.— Dijo Lan Wangji, mientras agarraba el dibujo para guardarlo.

 

Wei WuXian al soltarlo revelo que en el dibujo Lan Wangji tenía una flor en la cabeza, al ver el rostro de enfado del Alfa se echó a reír: —Ja-ja-ja... Dices solo "Patético"... ¿Acaso no sabes decir nada más que eso?...—

 

—Extremadamente patético.— Recalcó Lan Wangji, apoyó el dibujo en la mesa y volvió a tomar su libro para continuar con la lectura.

 

La risa de Wei WuXian era bulliciosa, pero aún se contenía ante la palabra agregada del Alfa tratando de no estallar en carcajadas.

 

De pronto el rostro de Lan Wangji palideció.

 

Las páginas del libro estaban cubiertas con imágenes obscenas, en ellas había mujeres Omegas siendo penetradas por Alfas mientras les mordían el cuello para marcarlas, en distintas posiciones.

 

Lo que él tenía en sus manos era un libro de arte erótico. Tal fue el shock que el libro se le cayó al suelo.

 

La risa del Omega sin poder aguantar por más tiempo estalló en carcajadas al verlo "En Shock" por un simple libro erótico.

 

Miles de cosas empezaron a pasar por la mente de Lan Wangji. Sus orejas estaban levemente rosadas, pero su rostro reflejaba una ira incontrolable. Al escuchar la risa de Wei WuXian ya no pudo contenerse.

 

—¡¡Wei Ying!! ¡¿Cómo te atreves?!— Exclamó furioso Lan Wangji —¿Qué clase de persona eres?...—

 

—Ja-ja-ja... No te enfades, es solo un libro erótico... ¡No tiene nada de malo!— Respondió riendo el Omega. —Supongo que no es la primera vez que ves uno...—

 

El rostro de Lan Wangji se puso más rígido y oscuro.

 

—No puede ser... Es tu primera vez, ¿verdad?— Preguntó Wei WuXian con sorpresa, no podía creer que los Alfas de la Secta GusuLan fueran tan inocentes.

 

Lan Wangji ya estaba completamente fuera de sí. Desenvainó su espada espiritual cegado por la furia y no le importaba el lugar en el que estaba.

 

—¡Por tu culpa yo...!— Gritó enfurecido Lan Wangji. —¡Salgamos afuera, vamos a tener un duelo!...—

 

—¡¡Las reglas...!!— Respondió tranquilamente Wei WuXian con una sonrisa en su rostro. —No te olvides de las reglas, Lan Er-Gege: "Los duelos sin permiso están prohibidos en los Recesos de la Nube", además de que es incorrecto entre Alfas y Omegas tener duelos sin supervisión.—

 

Wei WuXian el ver el libro en el suelo se inclinó para agarrarlo. Al ver esto Lan Wangji se lanzó hacia adelante y ambos terminaron agarrando un estreno del libro al mismo tiempo.

 

—Lan Zhan, Lan Zhan... Si no querías ver el libro... ¿Por qué quieres tenerlo?— Dijo Wei WuXian con gran astucia. —Si tanto quieres verlo, sólo dilo y te lo prestaré... ¿No soy acaso una persona amable?—

 

—¡No!—

 

—¿No, qué? ¿No quieres verlo? Entonces suéltalo... ¿O acaso quieres mostrárselo al viejo QiRen? ¿Qué pasa si se lo das y piensa que lo has visto? ¿O quieres verlo en secreto?...—

 

—¡Yo... no voy a verlo!...— Exclamó Lan Wangji haciendo énfasis en cada palabra.

 

—Por supuesto, si el contenido no es de tu agrado, te daré uno de Omegas Masculinos y Alfas, entonces ¿sería ese del agrado del perfecto Segundo Jade de Lan?— Se burló Wei WuXian.

 

Completamente furioso Lan Wangji dejó escapar una ráfaga de energía espiritual que destruyó el libro. Wei WuXian al ver que la prueba del delito se había hecho trizas, se relajó y volvió a pegarle al hierro caliente.

 

—¡Ahhh~!... ¡Lo rompiste y solo lo había ojeado un poco!— Se quejó el Omega con tono desilusionado. —Era un muy buen libro, excelente y de muy buena calidad... Como tú lo rompiste te toca limpiar todo esto, yo no lo hare.—

 

Lan Wangji lo miró fijamente. —¡LARGATE! Gritó a puro pulmón.

 

Era la primera vez que Lan Wangji dejaba salir su Voz de Mando. El momento lo enojo tanto que perdió momentáneamente el control.

 

Wei WuXian se acercó a él con una sonrisa en sus labios que hizo erizarle los cabellos a Lan Wangji. El aroma del Omega era un poco más dulce haciéndole notar el buen humor que tenía en ese momento. Lo cual sorprendió a Lan Wangji, el Omega no se había asustado para nada de su Voz de Mando, sin embargo estaba cada vez más cerca y sonriendo.

 

—¿Qué me largue? ¿Es la primera vez que le dices algo así a alguien?— Exclamó Wei WuXian caminando a su alrededor. —Mírate nomás, Lan Zhan. Todo el mundo creyendo que eres un Alfa por excelencia, serio y caballeroso... y ésta es la realidad. Rompiste varias reglas del Muro de la Disciplina de tu propia secta, pero como me has dicho que me largue, me iré siguiendo tu orden de Alfa Dominante ya que soy el mejor en irme.—

 

Tomando sus pertenencias Wei WuXian se paseó delante del Alfa que estaba completamente enfurecido y su aroma lo demostraba con intensidad. En ningún momento el Omega demostró debilidad ante Lan Wangji. Sintiéndose completamente satisfecho de sus logros salió del Pabellón de la Biblioteca.

 

»»————-  -————««

 

Al salir de la vista del Alfa las piernas de Wei WuXian temblaron levemente, le fue bastante complicado no caer ante la Voz de Mando de Lan Wangji, un poco más de tiempo y su Omega interior lo hubiera traicionado.

 

Debajo de un árbol a unos cuantos metros lo estaban esperando Jiang Cheng y Nie HuaiSang. Wei WuXian dejo salir una sonrisa y se acercó a ellos, corriendo muy alegre.

 

—Wei-Xiong.— Exclamó Nie HuaiSang poniéndose de pie.

 

—Ja-ja-ja... Lograron escucharlo, ¿no?— Se rió Wei WuXian y se apoyó en el árbol.

 

—Sí, no lo puedo creer, su Voz de Mando me hizo temblar de miedo. Seguramente es la primera vez que alguien lo hace enfadar tanto.— Explicó Nie HuaiSang.

 

—Seguramente ahora te debe odiar aún más.— Exclamó Jiang Cheng poniéndose de pie y agregó: —La próxima vez no me pidas presenciar otra de tus bromas.—

 

Wei WuXian ignoro lo comentado por Jiang Cheng y se dirigió a Nie HuaiSang. —Nie-Xiong... es una pena lo de tu libro... él lo destrozo y aun no lo había terminado de ver...—

 

Wei WuXian hizo un puchero y Nie HuaiSang se sonrió. —No te preocupes tengo muchos más de esos por si quieres ver.—

 

—Ja-ja-ja, gracias Nie-Xiong. ¡Eres el mejor!— Lo codeó Wei WuXian mientras reía.

 

Jiang Cheng puso los ojos en blanco mientras preguntaba: —¿Y ahora que vamos a hacer?—

 

—Emm... podríamos ir detrás de la montaña, hay un buen clima y podemos ir a jugar.— Exclamó Wei WuXian.

 

—Que buena idea Wei-Xiong.— Dijo Nie HuaiSang.

 

Los tres Omegas caminaron a la parte más alejada de los Recesos de la Nube donde había un arroyo de aguas cristalinas con algunos peces.

 

Wei WuXian se apresuró a quitarse la túnica exterior y la arrojó cerca de la orilla. Nie HuaiSang estaba quitándose el cinto y la faja al igual que Jiang Cheng. Wei WuXian se acercó sigilosamente a su hermano y lo empujo al agua.

 

—¡¡Wei WuXian... tu-...!! ¡¡¿Acaso quieres morir?!!— Exclamó todo empapado Jiang Cheng.

 

Los dos Omegas se rieron de él, Jiang Cheng se quitó la túnica y la extendió para que se secara al sol. Aun de mal humor fue al lado de Wei WuXian y ambos forcejearon tirándose agua y salpicando al otro.

 

Nie HuaiSang entró también al agua uniéndose a sus amigos.

 

Los Omegas reían y jugaban en el agua. Las túnicas interiores eran blancas y muy delgadas. Estas al estar mojadas se trasparentaban y se pegaban a sus cuerpos.

 

De repente la sonrisa de Nie HuaiSang se congeló y se escondió detrás de Wei WuXian. Jiang Cheng frunció el ceño mirando hacia todas las direcciones. Mientras que Wei WuXian despreocupadamente cubría con su aroma al Nie que estaba asustado, reconfortándolo.

 

—Maldito pervertido.— Murmuró Jiang Cheng.

 

Wei WuXian sin entender se acercó murmurando: —A-Cheng, ¿conoces quién puede estar espiándonos?

 

—Claro que lo sé, aunque esconda su aroma muy bien al igual que su presencia, su mirada la pude sentir perfectamente, es un maldito desgraciado.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—¿Acaso es.... el destinado ese del que me hablaste?...—

 

—No digas nada, no quiero hablar de él...— Lo interrumpió Jiang Cheng.

 

—Jiang-Xiong, ¿hay algún Alfa que está acosándote? ¿No sería mejor que pidamos ayuda?— Dijo Nie HuaiSang, con preocupación.

 

—No es necesario, si quisiera hacernos algo ya lo habrá hecho. Él no tiene las agallas para dar la cara. Además a ustedes no les haría nada, su mirada estaba concentrada en mi.— Explicó Jiang Cheng. —Vámonos de aquí, ya no me siento a gusto.—

 

En la distancia el Alfa al ser descubierto se marchó rápidamente. Había estado espiando por puro instinto al joven heredero de la Secta Yunmeng Jiang. Aunque negara tener sentimientos por él, su cuerpo y aroma lo atraían con locura. Se deleitó observando como el agua se deslizaba por su piel y como las túnicas se pegaron a su marcado y esbelto cuerpo pudiendo vislumbrar su piel hermosa, perfecta y blanca, y cómo sus rosados botones estaban erectos por el agua fresca y se marcaban en la túnica trasparentada por la humedad. El Omega poseía un cuerpo trabajado y fuerte, una cintura pronunciada y su cadera era ancha. Sus nalgas voluptuosas eran de ensueño.

 

Lan Xichen se mordió la mano para frenar el impulso, eso no era amor era pura lujuria. Él amaba a otra persona, pero Jiang Wanyin era una poderosa tentación.

 

»»————-  -————««

 

Wei WuXian se había levantado más temprano que de costumbre mientras que Jiang Cheng seguía durmiendo abrazado a él. En la noche su hermano andaba de mal humor y le costó mucho conciliar el sueño. Al verlo tan cansado, Wei WuXian se corrió a un costado y lo dejo durmiendo en la cama.

 

Al darse cuenta del horario se sintió bastante aburrido y después de dar varias vueltas por la habitación, decidió escaparse al bosque a cazar faisanes. Después de mucho buscar, no encontró ninguno en toda la montaña alrededor de los Recesos de la Nube.

 

Cuando emprendió el regreso se encontró con un conejo blanco, tan puro y brillante como la nieve. Se acercó lentamente, pero el conejo comenzó a saltar y a alejarse de él. Wei WuXian lo persiguió por un buen rato hasta atraparlo y una idea se cruzó por su mente, sonrió con el conejo entre sus brazos y busco otro para que le hiciera compañía.

 

Guardando los conejitos en su túnica volvió a subir la montaña para llegar a los Recesos de las Nubes. En su camino se encontró con sus amigos y se apresuró para caminar junto a ellos, mientras hacía sus típicas bromas rumbo al Pabellón de la Biblioteca, pues Wei WuXian tenía que seguir con su castigo.

 

El Omega sonrió al ver a Lan Wangji sentado cerca de la ventana, sus ojos conectaron por escasos segundos y el primero en desviar su mirada fue el Alfa, quien siguió leyendo su libro.

 

Wei WuXian se despidió de sus amigos. Al quedar solo hizo un puchero y vio el árbol frente a la ventana del Pabellón, su rostro recupero el ánimo y subió por el hasta la ventana, donde se apoyó en el marco y le sonrió ampliamente al Alfa.

 

—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan! Aunque debo continuar con mi castigo, quiero disculparme por lo de ayer, no estés tan enojado, te traje un regalo.— Exclamó Wei WuXian.

 

—No es necesario.— Respondió Lan Wangji.

 

—Lan Zhan... No puedes rechazar la amabilidad de un Omega, es descortés y nada caballeroso.— Se rió Wei WuXian.

 

Lan Wangji seguía ignorándolo, llevando su atención completamente al libro frente a sus ojos.

 

—¡¡Mira!!— Exclamó Wei WuXian sacando de su túnica los conejitos y agregó: —Lan Zhan, ¿acaso no son lindos? ¿Los quieres o no?—

 

Lan Wangji miró en su dirección y abrió un poco sus ojos, respiró con dificultad y siguió en silencio ignorando al Omega.

 

Wei WuXian entró con los conejitos y los soltó sobre la mesa, mientras se sentó frente al Alfa.

 

—Bueno... si no los quieres... se los daré a alguien más.— Exclamó Wei WuXian con un leve tono de desilusión en su voz.

 

—¿A quién se los darás?— Preguntó Lan Wangji.

 

—A alguien que sepa cocinar conejos.— Exclamó despreocupado Wei WuXian, luego de una pausa continuó: —Últimamente no he comido nada delicioso, la comida de tu secta no tiene condimentos y es muy desabrida, necesito nuevos sabores.—

 

—Matar está prohibido en los Recesos de la Nube.— Exclamó seriamente Lan Wangji frunciendo el ceño.

 

—Entonces bajare la montaña, los matare afuera y volveré a cocinarlos, así no romperé las reglas. De todas formas no los quieres... ¿O acaso te preocupa lo que les pase?— Contestó Wei WuXian.

 

—Me los quedare.— Exclamó finalmente Lan Wangji.

 

—Ja-ja-ja... Sabía que te gustaban, deberías haberlo dicho desde el principio y ser más sincero.— Exclamó Wei WuXian.

 

Ambos quedaron en silencio durante un tiempo observando las dos pequeñas bolas de pelos saltar y jugar entre sí.

 

—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan!... ¡Mira! Se ponen uno encima del otro... parecen una pareja... parece que están haciendo...—

 

—¡Ambos son machos!— Exclamó Lan Wangji interrumpiendo los comentarios que comenzaba a balbucear Wei WuXian.

 

Wei WuXian atrapo los conejos y los observo detenidamente. —Si... efectivamente son machos.— El rostro de Lan Wangji era indescifrable, pero por su aroma el Omega podía decir que el Alfa no estaba enojado. —Emm... ¿Por qué te pones así de tenso?... No me había fijado si lo eran o no en un principio, pero tu si pudiste distinguirlos... ¿Acaso los miraste también?— Explicó Wei WuXian en un tono irónico.

 

—Obsceno.— Se limitó a contestar Lan Wangji con indiferencia.

 

Wei WuXian comenzó a reírse, después de notar que Lan Wangji ahora si se estaba enojando saltó por la ventana y gritó: —Por ahora me marchare, más tarde seguiré con mi castigo.—

 

Lan Wangji miró a los dos conejos pasear por la habitación y sus labios dibujaron una leve sonrisa. Los pequeños animalitos eran muy hermosos y tiernos. Uno blanco como la nieve y el otro negro como las noches sin luna. Tomándolos los acomodo en sus brazos y salió rumbo al Hanshi, la habitación de su hermano mayor.

 

Después de tocar la puerta y obtener el permiso de entrar, se sentó frente a Lan Xichen quien se sorprendió por los dos conejos en sus brazos.

 

—Hermano quiero conservarlos.—

 

—Wangji, conoces las reglas de la secta, sabes que no puedes.— Contestó Lan Xichen.

 

La expresión de Lan Wangji era complicada, bajo la mirada y acaricio a los conejos que se acurrucaban en su pecho. Al verlo el corazón de Lan Xichen se derritió. —¿Dónde los encontraste?—

 

—Fueron un regalo.—

 

—Él te los regalo, ¿no es así?—

 

Lan Wangji apartó su mirada y quedó en silencio.

 

—Bueno, está bien, pero que tío no se entere quien te los dio, sino no dejara que los conserves. Puedes tenerlos detrás de la montaña.— Exclamó Lan Xichen.

 

—Mnn— Asintió Lan Wangji.

 

Lan Xichen se puso feliz, su hermanito se veía muy contento.

 

Lan Wangji se puso de pie y se despidió de su hermano mayor.

 

Después de caminar un poco llego al lugar perfecto y ahí se quedó a jugar con los conejos durante un tiempo, sus orejas estaban coloradas y cada tanto murmuraba "A-Zhan" llamando al conejo blanco y este venia por caricias, "A-Ying" y el conejo negro se acercaba y se acurrucaba en sus piernas.

 

Lan Wangji pasaba todas las mañanas antes de sus clases yendo a alimentar a sus conejos y jugar un rato con ellos, y por la tarde supervisaba el castigo del Omega revoltoso Wei WuXian.

Chapter 18: Ghouls de Agua

Chapter Text

—¡Wei-Xiong!... ¡Wei-Xiong!... ¡Wei-Xiong!...—

 

El Omega en su habitación se despertaba perezosamente, la comodidad de la cama lo hizo abrazar su almohada y acomodarse para caer nuevamente en el mundo de los sueños.

 

—¡Wei-Xiong!— Abrió la puerta Nie HuaiSang y entró apresuradamente con mucho entusiasmo.

 

Wei WuXian salto de su cama, despertándose de golpe ante la intromisión de su amigo.

 

—Aiiyaa~... HuaiSang-Xiong... está prohibido gritar en los Recesos de la Nube... te van a castigar, déjame dormir diez minutos más... no seas malo.—

 

—Wei-Xiong... Vamos a jugar o salgamos a algún lado a divertirnos. Es nuestro día de suerte... Lan QiRen se marchó muy temprano para la Conferencia de Discusión y no volverá en unos cuantos días... ¡No tendremos clases!—

 

Al Escucharlo Wei WuXian pareció despertarse de repente con bastante energía. —¡¿El viejo barba de chivo se fue?!... Digo... ¿El Maestro QiRen?—

 

Nie HuaiSang asintió sonriente y se acercó para tirar del brazo de su amigo y asi ayudarlo a que se levante y comience a vestirse.

 

—Jiang-Xiong ya está afuera, se puso a entrenar la esgrima y nos alcanzara luego...—

 

—Jiang Cheng es un mal hermano, se fue a divertirse solo y me dejo aquí...—

 

—Ja-ja-ja... Pero él intento levantarte y no hubo caso, así que te dejo aquí durmiendo.— Explicó Nie HuaiSang.

 

—¡Seguramente no lo intento lo suficiente!— Se quejó Wei WuXian con un puchero.

 

—Vamos, vamos... Disfrutemos del día.— Insistió Nie HuaiSang.

 

Al estar ya vestido Wei WuXian salió de la habitación junto con Nie HuaiSang para buscar a Jiang Cheng y pasear por la Ciudad de Caiyi.

 

»»————-  -————««

 

—Hermana buenos días.—

 

—Buenos días A-Ning, ¿dormiste bien?— Saludó Wen Qing con una mirada amable y una sonrisa en su rostro.

 

—Si.— Contestó Wen Ning acercándose a su hermana para que lo mime un poco.

 

—A-Ning, ya no eres un niño, eres un Alfa.— Exclamó Wen Qing mientras de igual manera malcriaba a su hermano menor. —Al parecer no habrá clases durante un tiempo, ¿qué te parece si salimos a la ciudad?—

 

Wen Ning asintió con su rostro llenó de ilusión. Cuando habían llegado a Gusu no tuvieron tiempo de ver la ciudad y hasta el momento no habían salido de los Recesos de la Nube, era una muy buena oportunidad de pasar el día libre con su hermana y explorar juntos los puestos de la bulliciosa Ciudad de Caiyi.

 

»»————-  -————««

 

—¡A-Cheng~...! Eres tan malo conmigo...— Se quejó Wei WuXian codeando a su Shidi.

 

—Deberías ser más ordenado con tus horarios de sueño.— Le reprochó Jiang Cheng.

 

—Jiang-Xiong, ¿a qué te refieres?— Preguntó Nie HuaiSang.

 

—Hump~... Este holgazán, se va a dormir a la una y se despierta a las nueve, incluso muchas veces se queda hasta más tarde, o ni siquiera duerme de noche. No entrena la esgrima y pierde el tiempo en cacerías inútiles.— Explicó Jiang Cheng.

 

—¿Quién necesita entrenamiento cuando tengo mucho talento?— Exclamó Wei WuXian y agregó: —Y no son cacerías inútiles, no hay nadie mejor que yo para cazar faisanes en Muelle de Loto, inclusive me he escapado para robar... digo, "Comer" semillas de loto.—

 

—¡Wow~! Quiero ir a Muelle de Loto.— Exclamó Nie HuaiSang lleno de entusiasmo.

 

—Ja-ja-ja... Eres muy listo HuaiSang-Xiong... Podemos irnos juntos y jugar en el lago, o bien podríamos pasear por la ciudad. Inclusive te presentare hermosas jóvenes, las bellezas de Muelle de Loto son incomparables, no encontraras otras igual.—

 

—Siempre andas coqueteando, esa es una muy mala costumbre.— Se quejó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian le saco la lengua haciéndole burla y corrió unos pasos hacia adelante riendo mientras esquivaba los ataques de su Shidi enfurecido por sus acciones.

 

De repente ambos se pusieron serios, al sentí la presencia de dos Alfas acercándose al lugar en el que estaban. Eran Lan Xichen y Lan Wangji, era como ver dos gotas de agua, no por nada se les llamaba los Dos Jades Gemelos de GusuLan.

 

—Líder de la Secta Lan.— Saludaron al unísono Jiang Cheng y Wei WuXian haciendo la respectiva reverencia en respeto.

 

—Xichen-Xiong.— Balbuceó Nie HuaiSang.

 

Lan Xichen sonrió y los saludo con cortesía: —Joven Maestro Jiang, Joven Maestro Wei, HuaiSang.—

 

—¡Lan Zhan!— Gritó Wei WuXian al verlo detrás de su hermano Lan Xichen.

 

Lan Wangji se puso más serio y lo comenzó a ignorar.

 

—¿Jóvenes los veo muy alegres, van a salir a pasear?— Preguntó Lan Xichen sin apartar la mirada de Jiang Cheng.

 

El Omega al sentir que el Alfa lo miraba, desvió la mirada y lo ignoro de manera orgullosa, como si no le importase su presencia.

 

—Sí, vamos a ir a la Ciudad de Caiyi, ¿ustedes también están por salir?— Exclamó Wei WuXian.

 

—Oh, nosotros vamos a encargarnos de unos asuntos en la ciudad, al parecer están siendo atacados por ghouls de agua. Al enterarme de estos sucesos vine a buscar a Wangji, ya que necesitamos refuerzos.— Explicó Lan Xichen.

 

Los ojos de Wei WuXian se iluminaron y antes de que pudiera contestar dos personas llegaron al lugar ya que era el único camino para salir de los Recesos de la Nube.

 

—Doncella Wen, Joven Maestro Wen.— Saludó Lan Xichen.

 

—Líder de la Secta Lan.— Saludaron los hermanos Wen.

 

Wei WuXian y sus amigos también saludaron a los recién llegados.

 

—Líder de la Secta Lan, ¡¿podemos ir con ustedes?! En Muelle de Loto también nos hacemos cargo de los ghouls de agua, podemos ayudarlos con el problema.— Exclamó Wei WuXian.

 

—Claro mientras más seamos mejor.— Exclamó Lan Xichen.

 

Lan Wangji se comenzó a sentir nervioso. —Hermano, no los invites. Exorcizar ghouls de agua no es un juego, además el asunto es urgente y tenemos que irnos rápido.—

 

Lan Xichen murmuró por lo bajo. —Wangji, los invite porque pensé que querías que el Joven Maestro Wei nos acompañara... Además el heredero Jiang y su Discípulo Principal son muy talentosos y deben saber más que solo jugar y divertirse.—

 

—Por supuesto que no.— Susurró Lan Wangji y se marchó primero.

 

—Líder de la Secta Lan, a mí me gustaría también participar del exorcismo.— Exclamó Wen Qing.

 

—Hermana yo también quiero ir.— Murmuró Wen Ning.

 

El Líder Lan Xichen comenzó a dudar si llevar a los hermanos Wen, pero de repente, una voz llena de alegría corto el silencio.

 

—Estaría muy bueno que pudieran venir, la doncella Wen es muy hábil en las artes curativas, si alguien resultara lastimado ella podría brindarle ayuda de inmediato, además Wen Ning también podría ir yo lo cuidare.— Exclamó Wei WuXian con una sonrisa.

 

Lan Xichen sonrió. —Está bien, pueden venir. ¿HuaiSang tu vendrás también?—

 

—No, yo no soy bueno en esa clase de misiones, será mejor que me quede y estudie.— Exclamó Nie HuaiSang y se despidió de sus amigos, diciendo que otro día saldrían a jugar.

 

El grupo salió de los Recesos de la Nube rumbo al Lago Biling, junto a algunos discípulos de la Secta GusuLan.

 

Jiang Cheng caminaba con el ceño fruncido y su mal humor no era disimulado. Su aroma se había vuelto un poco más fuerte con matices hostiles a su alrededor, además parecía que un aura oscura estaba sobre él. Wei WuXian lo miraba sorprendido y algo perplejo.

 

—A-Cheng... disculpa, no estés enojado, yo quería cazar ghouls de agua, te lo compensare en la noche... ¿Si?... No estés de malhumor... Xian-Xian comprara licor y tendremos una fiesta en nuestra habitación, inclusive invitaremos a Nie HuaiSang... ¿Qué dices?...— Wei WuXian intentaba animar a su Shidi, sin resultado aparente.

 

—¿A-Cheng? No me ignores...— Wei WuXian comenzó a mirar a su alrededor y detrás de ellos Wen Ning los miraba curioso.

 

Wei WuXian le dio una sonrisa, haciendo que este se sonrojara y mirara apenado hacia abajo, pero al sentir el aroma de Jiang Cheng retrocedió un poco poniéndose detrás de su hermana.

 

—A-Cheng, mira, estas tan malhumorado que asustaste al pobre Omega con tu aroma hostil.— Se quejó Wei WuXian.

 

—¿Qué Omega? No te veo asustado.— Le contestó Jiang Cheng.

 

—¿Qué? No... Yo hablo de Wen Ning...— Susurró al oído de Jiang Cheng.

 

—¿Eh? Se nota que tienes el instinto Omega atrofiado, Wen Ning es un Alfa... Dudo mucho que en tus celos hagas siquiera un nido.— Resopló Jiang Cheng.

 

—No te creo... Se ve muy lindo...— Dijo Wei WuXian dándose la vuelta para mirar a Wen Ning un poco más y se sonrió. —Definitivamente se equivocaron en nuestros géneros, yo tendría que ser un Alfa y Wen Ning un Omega, si fuera así... creo que me lo llevaría lejos y lo escondería para mí solo. Sería un Omega muy adorable completamente mi tipo...—

 

—¿Cómo es eso de que lo quieres a secuestrar? Llevártelo y encerrarlo... Eso sería un crimen y algo enfermo...— Dijo Jiang Cheng conteniendo la risa por las tonterías que decía su hermano.

 

—Incluso si fuera un Alfa lo intentaría contigo, eres muy lindo A-Cheng...— Se rio Wei WuXian.

 

—Si fueras un Alfa, estarías en la misma categoría que Wen Chao, con las tonterías que estás diciendo.— Se burló Jiang Cheng.

 

—No me compares con ese grasiento, yo sería un caballero.— Contestó Wei WuXian muy orgulloso.

 

—Si claro...— El humor de Jiang Cheng había mejorado.

 

—A-Cheng eres malo con Xian-Xian... Cuando estés en celo, no te acompañare y tampoco te prestare alguna de mis túnicas para tu nido.— Murmuró con enfado Wei WuXian y se cruzó de brazos.

 

—¡¿Quién querría alguna de tus sucias prendas para su nido?!...— Al darse cuenta que lo último lo dijo algo más fuerte, Jiang Cheng se sintió avergonzado y no le volvió a hablar a su hermano.

 

Wen Ning se sonrojo aún más, Wen Qing sonrió levemente, ya que le pareció que un Omega haciendo un nido era una escena muy tierna. Lan Xichen apretó los puños tratando de ignorar sus impulsos de Alfa, Lan Wangji se asombró y aunque había pensado que sería algo lindo de ver, lo disimulo ya que su rostro no mostro ningún tipo de cambio.

 

Wei WuXian al ver que tanto Lan Wangji como Jiang Cheng lo ignoraban, dio un salto y se acercó a Wen Ning comenzando una conversación con él.

 

Wen Qing, aprovecho para acercarse un poco a Jiang Cheng y casualmente le pregunto cómo se sentía y si el té que le dio lo había ayudado. Pero todo era una excusa para conocerlo mejor.

 

Los Dos Jades de Lan al ver que los Omegas de Yunmeng andaban muy apegados a los hermanos Wen sintieron celos, y aceleraron un poco el paso para llegar a la Ciudad de Caiyi más rápido y así empezar con la misión de exorcizar los ghouls de agua en el Lago Biling.

 

»»————-  -————««

 

Al llegar a la Ciudad de Caiyi los Omegas sonrieron al ver sus hermosos puestos y calles concurridas, así también los botes y los ríos. Como discípulos de Yunmeng Jiang el ver botes y agua los ponía muy felices, ya que les recordaba su hogar.

 

Wei WuXian se quedó mirando y escuchando asombrado la "Discusión" de dos Alfas frente a un puesto.

 

—A-Cheng... mira.— Señaló Wei WuXian. —Si eso es discutir en Gusu, no me imagino lo que pasara si ven y oyeran a los habitantes de Yunmeng discutir, seguro morirían de miedo.—

 

Jiang Cheng miró de reojo, pero no dijo nada. Seguía algo enfadado con su hermano ya que por culpa de él perdió algo de cara, frente a los Alfas de Gusu y lo que más le preocupada era perder cara delante de la doncella Wen.

 

De repente una serie de gritos alertó a los cultivadores, unos ghouls de agua se habían aparecido perturbando la paz de la ciudad y atacando a sus habitantes cerca del río y los botes.

 

Wei WuXian y Jiang Cheng sacaron sus espadas y comenzaron a pelear con ellos, salvando a los comerciantes de estos monstruos.

 

Un destello azul barrió con todo a su paso, matices de exorcismo aparecieron sobre los ghouls y fueron eliminados al instante. Lan Wangji concentro su poder espiritual, y su espada regreso a él con elegancia. Ningún movimiento fue hecho al azar y tampoco perdió energía en movimientos inútiles.

 

—ZeWu-Jun, al parecer los ghouls de agua no solo están en el Lago Biling, es muy extraño, ya que las personas de esta Ciudad son muy hábiles y no se ahogarían en sus aguas.— Exclamó Wei WuXian.

 

—Hemos podido atrapar algunos de estos ghouls y llamamos a las personas de la ciudad, más ninguno de ellos pudo ser identificado. Los cuerpos no parecen ser de esta zona. Vayamos al lago a investigar más a fondo.— Explicó Lan Xichen.

 

El Líder Lan, dio las instrucciones y el grupo subió a sus botes y navegaron río abajo hasta el Lago Biling.

 

El lago era amplio y profundo, la corriente llevaba lentamente los botes hacia el centro del lago. Todos estaban expectantes y los botes en la retaguardia lanzaron sus redes para atrapar los ghouls de agua y cortarles el paso.

 

Durante varios minutos todo era tranquilo y nada parecía perturbar la quietud de las aguas ni a las personas que entraron al lago. Hasta que una voz muy vivaz comenzó a resonar.

 

—Wangji-Xiong... Wangji-Xiong... ¡Mírame aquí!— Exclamó eufórico Wei WuXian su bote se acercaba al de Lan Wangji, mientras el saltaba y agitaba la caña que usaba de remo.

 

Wei WuXian con un movimiento calculado hundió la caña en el agua y barriéndola, le lanzo agua al bote de Lan Wangji. El Jade para no mojar sus pulcras prendas, salto al bote de su hermano mayor mirando con desaprobación y enojo al Omega.

 

Wei WuXian salto y acomodó la caña, debajo del bote y lo levantó volteándolo en el aire, para sorpresa de muchos debajo del bote había tres ghouls de agua agarrados del fondo.

 

Lan Xichen y Lan Wangji lanzaron matices para exorcizarlos.

 

—Joven Maestro Wei, ¿cómo supo que estaban debajo del bote de Wangji?— Preguntó Lan Xichen.

 

—Es muy sencillo, el bote de Lan Zhan estaba más abajo del nivel del agua que los botes en los que iban dos personas, eso quería decir que había algo en el fondo.— Explicó Wei WuXian.

 

—Joven Maestro Wei, verdaderamente es un experto.— Halagó Lan Xichen.

 

—Discúlpame Lan Zhan, no era mi intención mojarte, los ghouls de agua son algo inteligentes y si lo decía ellos se escaparían.— Se disculpó el Omega.

 

Lan Wangji lo miró asintiendo en silencio y después desvió su mirada, algo avergonzado. Sus orejas estaban levemente teñidas de rosa, hecho que nadie además de Lan Xichen pudo percibir.

 

Wei WuXian iba a seguir intentando hablar con el Alfa, pero la voz de su Shidi lo alerto.

 

—¡Wei WuXian! ¡Al costado de tu bote!— Gritó Jiang Cheng.

 

El bote de Wei WuXian se tambaleo levemente, haciéndolo perder un poco el equilibrio, salto al bote de Lan Wangji antes que su bote se diera vuelta y comenzara a hundirse.

 

Jiang Cheng comenzó a cortar ghouls de agua que intentaban subir a su bote, uno de esos seres horribles logró lastimar su pierna con sus uñas largas. Un quejido de dolor se escapó de sus labios, poniendo a Wei WuXian frenético para intentar llegar a él rápidamente y ver que le había ocurrido a su hermano.

 

—¡Idiota no vengas, está todo bien!— Se quejó Jiang Cheng y derribo los ghouls restantes.

 

El joven Omega al escuchar la voz de su hermano, se tranquilizó.

 

Wen Qing salto de su bote al bote de Jiang Cheng e inclinándose frente de él, sin mediar palabra le levanto la túnica para ver su herida.

 

Sus ojos se cruzaron por unos segundos, Jiang Cheng sintió su mundo detenerse en esa mirada, los profundos ojos brillantes lo miraban con preocupación. Wen Qing aparto primero la mirada sonrojándose levemente y sacó un frasquito de su túnica y lo aplicó en la herida.

 

Ellos no intercambiaron palabras pero sus miradas decían muchas cosas y sintiéndose algo apenados, ambos se distanciaron un poco.

 

Los botes entraron en una corriente más violenta siendo estos arrastrados hacía el centro del lago. El agua comenzó a arremolinarse y tornados violentos salieron de la superficie azotando en distintas direcciones intentando hundir los botes cercanos.

 

—¡Todos suban a sus espadas!— Ordenó Lan Xichen.

 

Los cultivadores subieron a sus respectivas espadas antes de que el remolino se llevara sus botes. A excepción de Su She, un discípulo invitado de la Secta GusuLan. Aparentemente peleando con los ghouls de agua arrojo su espada al lago y esta no volvió a subir.

 

Wen Ning al verlo salto a su bote para intentar ayudarlo, más el remolino tiro de su bote, haciendo que este se moviera violentamente y no pudieran escapar de él.

 

Wei WuXian al recordar la promesa de cuidar de Wen Ning se lanzó a toda velocidad sobre Suibian, y llego en pocos segundos agarrando a los dos intento salvarlos, más el peso de tres personas era mucho para que Suibian pudiera volar.

 

Los tornados se dirigieron hacia ellos, cuando Wei WuXian pensó que estaba todo perdido, fue agarrado del cuello de su túnica y levantado junto a las otras dos personas.

 

Al mirar hacia arriba vio que Lan Wangji lo había salvado. Admirado de su poder espiritual, ya que era muy fuerte al mantener a Bichen volando con tanta precisión y estabilidad.

 

—Lan Zhan, gracias por salvarme, pero era necesario agarrarme del cuello de mi túnica, me asfixias...— Se quejó Wei WuXian.

 

—Yo... No tengo contacto físico con nadie.— Dijo fríamente Lan Wangji.

 

Lan Xichen sacó su Xiao, una flauta llamada Liebing "Hielo Fracturado" y comenzó a tocar una melodía para calmar los espíritus resentidos del Lago Biling.

 

Al lograr tener la situación bajo control, volvieron a la orilla.

 

—Es un Abismo Acuático.— Exclamó Wei WuXian. —Pero los habitantes son muy buenos nadando y conocen muy bien estas aguas, no es posible que se formara uno aquí... solo pudo venir de algún otro lugar... ¿De dónde pudo haber venido?...—

 

Lan Xichen escuchando las deducciones de Wei WuXian señalo el cielo, y todos miraron hacia arriba siendo enceguecidos por el resplandor del sol.

 

—Qishan Wen...— Murmuraron todos al entender el mensaje del Líder Lan.

 

Wen Qing se sintió observada, más ella no entro en discusiones y junto a su hermano se despidieron del Líder Lan y fueron a la ciudad. No querían llamar la atención, ni ser el centro de la discusión.

 

Wei WuXian y Jiang Cheng se acercaron a los Jades Gemelos y compartieron algunas maneras de limpiar el Abismo Acuático, lo cual llevaría mucho tiempo y recursos. Lo más fácil por el momento era sellarlo temporalmente para que no saliera del lago, y avisar a los habitantes que no fueran allí, evitando entrar y navegar esas aguas.

 

El grupo llego finalmente a la Ciudad de Caiyi separándose.

 

Jiang Cheng estaba pasando por los distintos puestos mientras su hermano compraba lo necesario para la "Fiesta" que harían en la noche, cuando de repente vio algo que llamo su atención, un peine de madera finamente labrado con flores de tonos rojos.

 

Recordando a la hermosa doncella Wen y pensando en una manera de "Agradecerle" compró el peine y lo guardo en su túnica con mucho cuidado.

 

Después de unas horas el grupo nuevamente completo estaba por volver a Gusu.

 

De repente, Wei WuXian se puso a coquetear con una joven Beta que vendía nísperos. La joven al reconocerlo como su salvador, le regalo una canasta completa en agradecimiento por salvarla de los ghouls de agua. Wei WuXian lleno el aire con su voz melosa y llena de elogios hacia la joven y su amabilidad.

 

Lan Wangji se estaba sintiendo celoso, pero algo fue arrojado en su dirección por lo que lo tomó y miró detenidamente. Era un níspero, su deliciosa aroma llego a su olfato, su textura se veía exquisita y su color era maduro. Aun con la opresión en su pecho, rechazó el obsequio del Omega devolviéndoselo. Mas el níspero fue lanzado a Jiang Cheng, quien sonriéndole a Wei WuXian lo degusto.

 

Sus puños se apretaron, al ver las miradas que ambos Omegas se daban y la cercanía que había entre ellos.

 

—Wangji.— La voz de su hermano a su lado lo saco de sus pensamientos. —Parece que quieres unos nísperos, ¿Los compro para ti?—

 

—No.— Contestó Lan Wangji secamente.

 

Lan Xichen se sonrió levemente, ante las reacciones de su hermano menor.

 

Jiang Cheng y Wei WuXian estaban planeando una gran travesura. Se miraban con complicidad, llenos de entusiasmo y con muchas ganas de llegar a los Recesos de la Nube y buscar a su amigo Nie HuaiSang para empezar con la "Fiesta". Festejando la ausencia del viejo barba de chivo. O mejor dicho... la ausencia del Maestro Lan QiRen.

Chapter 19: Amor secreto y vinagre

Chapter Text

La noche era fresca y la neblina en la montaña dificultaba la vista y las nubes cargadas de agua volaron velozmente sobre los Recesos de la Nube, cambiando el clima de un momento para el otro. Una suave llovizna cayó, mojando y humedeciendo los jardines de la Secta GusuLan.

 

En medio de la noche un Omega caminaba de puntillas, lo más sigilosamente posible ocultando su aroma y presencia, mientras se acercaba a la puerta de una de las habitaciones.

 

El lugar era más que silencioso y oscuro.

 

Como si fuese una clave tocó levemente la puerta con su abanico dos veces y después de una pausa, dio tres golpes más. A los pocos segundos la puerta fue abierta y alguien se asomó mirando cautelosamente a su alrededor.

 

—¿Alguien te siguió?— Murmuró Wei WuXian.

 

—No. Nadie.— Le aseguró Nie HuaiSang y agregó: —Wei-Xiong... traje algunos aperitivos y los libros que te dije...—

 

Sacando su brazo, Wei WuXian lo tomó de la túnica y lo metió dentro de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

 

Dentro de la habitación había una mesa con varias jarras de licor y aperitivos, las lámparas estaban prendidas y Jiang Cheng estaba sentado bebiendo. Mirando a su alrededor, Nie HuaiSang noto varios talismanes en distintas partes de la habitación seguramente para que el sonido quedara sellado y no saliera. También había varias túnicas para tapar las ventanas y que la luz no se viera desde afuera.

 

—Listo, ahora que llegaste... ¡¡Que empiece la fiesta!!— Exclamó Wei WuXian sonriente, dando saltos y vueltas por el cuarto.

 

Nie HuaiSang se sonrió de manera nerviosa, ya que tenía miedo de ser descubierto por el gran escándalo pero al parecer los talismanes eran realmente efectivos. Relajándose un poco se sentó en la mesa y sacó lo que había traído.

 

A los pocos minutos el ambiente fue mucho más alegre.

 

—Wei-Xiong... ¿Por qué no invitase a Wen Ning a la fiesta?— Preguntó Nie HuaiSang con las mejillas algo coloradas.

 

—HuaiSang-Xiong... no es correcto que Alfas estén en los cuartos de los Omegas... menos por la noche bebiendo... ¿No crees?... ¿Y me dicen a mí desvergonzado?— Contestó Wei WuXian hojeando un libro de arte erótico.

 

Los ojos de Nie HuaiSang parecieron salir de sus órbitas por el gran asombro. —¡Me estas mintiendo!... ¡¿Un Alfa?!...—

 

—Si, Si... Yo también me lleve esa gran sorpresa. ¿No es muy lindo? Los dioses están en nuestra contra... que desperdicio, si fuera un Omega lo haría mío.... Ja-ja-ja.... Obvio si yo fuera un Alfa, cosa que no lo soy.— Exclamó con falsa desilusión Wei WuXian manteniendo esa fama de coqueto de la que tanto se hablaba.

 

—Tus gustos son raros.— Se quejó Jiang Cheng, restándole importancia al dramatismo exagerado de su hermano.

 

—Pfft~.... Ja-ja-ja... Mira quien habla... A-Cheng.... ¿Acaso te olvidas de la lista de requisitos para tu "Mujer ideal"? La que escribiste... Mmm, aunque por aquí hay una que casi tiene todos los puntos...— Exclamó Wei WuXian y comenzó a escapar alrededor de la mesa ya que Jiang Cheng se había puesto de pie y algo sonrojado lo comenzó a perseguir para que no hablara de más.

 

—Cállate... no digas nada.— Ordenó Jiang Cheng.

 

—¿Cómo era?... Ah... Si... Que tenga belleza natural. Que sea una mujer elegante y obediente. Trabajadora y que no haga mal uso del dinero. Que tenga buenos antecedentes familiares. Un nivel de cultivo no demasiado alto. Que no hable mucho ni sea escandalosa y debe tratar muy bien a los niños.— Exclamó Wei WuXian.

 

—¡Tu-...! Tienes mala memoria, pero para molestar a otros te acuerdas de cosas así... ¿Eh? Wei WuXian te romperé las piernas... te matare y daré tu cuerpo a los perros.— Amenazó Jiang Cheng.

 

—No... No, los perros no... Ja-ja-ja...—

 

—Los estándares de Jiang-Xiong son bastante altos. Pero, no sé por qué solo dos personas se me vienen a la mente al escucharlo.— Comentó Nie HuaiSang al beber casualmente de su jarra.

 

Wei WuXian lo miró con intriga, mientras que Jiang Cheng lo fulminó con la mirada haciendo que se guardara sus comentarios.

 

—De todas formas me sorprende, su aroma es muy dulce y delicado.— Explicó Nie HuaiSang volviendo al tema anterior.

 

Jiang Cheng asintió a lo dicho por su amigo y agregó: —Cuando fui a la habitación de Wen Qing, él justo salió del baño... Tiene un buen cuerpo y huele a Gardenias...—

 

—.....— Nie HuaiSang quedó en silencio.

 

—¡Wow! Así que no solo estuviste en la habitación de Wen Qing sino que hasta viste a Wen Ning después de un baño... y hasta olfateaste su aroma. Y me dices a mi desvergonzado...— Wei WuXian canturreó lleno de diversión.

 

—No fue mi intención, el lugar olía a él. Además fui porque me sentía mal... ¡No tengo que dar explicaciones! Y no es lo que piensas...— Se excusó Jiang Cheng.

 

Nie HuaiSang era muy interesado en los significados de los aromas y las flores, explicó con un tono lleno de sabiduría: —Las Gardenias son flores con un hermoso y romántico significado "Amor secreto". También tiene otros significados como pureza, sinceridad, admiración y lealtad...— Suspiró y se abanicó el rostro. —Definitivamente es el aroma más romántico que he sentido en toda mi vida...—

 

Jiang Cheng y Wei WuXian se miraron asombrados del conocimiento y el romanticismo que tenía Nie HuaiSang, por ahí solo decía esas cosas porque estaba medio ebrio pero fue interesante oírlo.

 

—HuaiSang-Xiong tengo entendido que tú ya estas comprometido... ¿Quién es el afortunado o afortunada?— Preguntó Wei WuXian con interés.

 

Nie HuaiSang se vio pensativo y lleno de dudas, se bebió media jarra de unos tragos para tener valor. —Yo... yo... estoy enamorado de alguien más, pero es un amor imposible... pero tengo que casarme con ese bastardo de la Secta Wen... lo odio y lo detesto... que mala suerte la mía.—

 

—¡¿Secta Wen?!— Exclamaron al unísono Jiang Cheng y Wei WuXian.

 

—No será Wen Chao... ¿No?— Se preocupó Wei WuXian.

 

—¡No!... ¡Ese Wen no!... Su hermano mayor, Wen Xu.— El nombre del Alfa salió de los labios de Nie HuaiSang como si fuera algo horrible.

 

—Oh... Pero aún falta para que te cases. ¿No se puede romper el compromiso?— Exclamó Jiang Cheng.

 

—No, no se puede cancelar. Mi padre lo acepto y mi hermano no puede hacer nada. Pero, no importa ya me estoy resignando, al parecer no es igual que el lascivo de Wen Chao y no creo que tenga o quiera tener un harem como su padre. En ese sentido parece mucho mejor Alfa, pero igual no es de mi agrado. Pero, ¿qué puedo hacer?— Nie HuaiSang estaba medio deprimido, se abrazó a la jarra de licor y después la terminó de beber dramatizando: —Solo soy un bueno para nada... Pero, por ahí ser la nueva Madame Wen no sea tan malo....—

 

Los Omegas siguieron bebiendo y leyendo libros pornográficos.

 

Después de unas horas más el licor se acabó.

 

—¡A-Cheng! Xian-Xian quiere más licor... ve a comprar más.— Exclamó Wei WuXian tirado sobre la mesa perezosamente.

 

Jiang Cheng algo mareado sacó dos dados y dijo: —Vamos a decidirlo por la suerte... el que saque el número más bajo ira a buscar más licor.—

 

Los tres Omegas se pusieron competitivos.

 

Nie HuaiSang fue el primero, lanzó los dados, estos rodaron por la mesa y exclamó: —1 y 4... son 5 puntos.—

 

Jiang Cheng los tomó y los lanzó. —6 y 3, son 9 puntos, voy ganando.— Se rió ya que él no tendría que ir por el licor.

 

Wei WuXian tomó los dados. —Qué pena HuaiSang-Xiong tendrás que ir... Ja-ja-ja...—

 

El Omega estaba lleno de confianza, levantó los dados y los lanzó, los dados rodaron por la mesa y se detuvieron, los tres se acercaron para mirar el resultado.

 

—1... y... ... 1...—

 

—Ja-ja-ja...— Se volvió a reír Jiang Cheng soltando una carcajada.

 

Nie HuaiSang se tapó la mitad del rostro con su abanico. —Lo siento Wei-Xiong, al parecer tuve más suerte esta vez.—

 

Wei WuXian estaba asombrado y exclamó: —¡¡Por Dianxia!! ¡¡No puede ser... doble uno!!—

 

—Es una pena, tendrás que ir por nuestro licor... Ya que perdiste en los dados.— Exclamó Jiang Cheng levantando la bolsita de dinero.

 

Wei WuXian se cruzó los brazos e hizo un puchero. Después se sonrió, tomó el dinero de las manos de su Shidi y salió sigilosamente de los Recesos de la Nube.

 

»»————-  -————««

 

La llovizna volvió a caer y Wei WuXian estaba algo empapado, con dos jarras de "La Sonrisa del Emperador" en sus manos y otras cuatro jarras escondidas en su bolsita qiankun.

 

El Omega comenzó a trepar la pared para entrar a los Recesos de la Nube. Paso un pie del otro lado y con un envión se contorsiono y logró pasar con éxito quedando sentado en el tejado.

 

Cuando se dispuso a ponerse de pie, de repente el sonido de unos pasos lo alertaron. Las pisadas en los charcos de agua eran claras y estaban cada vez más cerca por lo que no tenía escape. Una persona con un paraguas caminó hacia su posición como si lo estuviese esperando y supiera que él estaría en ese lugar.

 

Una voz fría y seria resonó: —¡Detente!—

 

Wei WuXian se congelo en el lugar y murmuró nerviosamente: —Emm... Lan Zhan... Que coincidencia...—

 

El Omega intento ocultar detrás de su espalda las jarras de licor, pero el Alfa ya las había visto.

 

—Ve a tomar tu castigo.— Exclamó Lan Wangji, su tono fue aún más frio que antes.

 

—Vamos, Lan Zhan, somos cercanos, puedes dejarlo pasar por esta vez...— Dijo Wei WuXian, tratando de persuadir al Alfa. —Solo estamos nosotros dos aquí, si ninguno habla al respecto, nadie se enterará.—

 

Lan Wangji desenvainó su espada en silencio. El brillo del filo de Bichen resplandeció entre las gotas de lluvia, iluminada por la leve luz de la luma que se asomaba entre las nubes.

 

Lan Wangji dio varios pasos hacia adelante cubriéndose con su paraguas de las gotas de la llovizna. Su espada apuntaba a Wei WuXian, quien sorprendido empezó a retroceder y esquivar los ataques. Una jarra fue golpeada por el Jade haciendo que rodara por el techo y se rompiera. Wei WuXian al verlo frunció levemente el ceño, y se le ocurrió una idea.

 

Mientras el Alfa quería atraparlo para castigarlo, Wei WuXian lo esquivo y dándose la vuelta chocó con él intencionalmente y rodeando la cintura de Lan Wangji con sus brazos hizo que este se pusiera rígido. Entonces ambos perdieron el equilibrio y cayeron fuera del muro.

 

Wei WuXian estaba sobre el Alfa, sus piernas a los costados de Lan Wangji y su cadera roso su entrepierna.

 

—Aiya~...— Se quejó Wei WuXian por el golpe.

 

Su cuerpo estaba sobre el pecho de Lan Wangji y frotándose la cabeza se sentó haciendo más presión en la entrepierna del Alfa. La posición era extremadamente íntima y sensual.

 

Lan Wangji permaneció en silencio, pero su respiración estaba entrecortada ya que el aroma de Wei WuXian había llegado a su olfato y el calor se su cuerpo estaba sobre el suyo.

 

Wei WuXian se levantó, sin prestar atención a como habían caído y lo que le había hecho sin saber a Lan Wangji.

 

—Lan Zhan, ahora tú también has roto el toque de queda.— Exclamó Wei WuXian.

 

Lan Wangji se puso serio, lo miró de manera penetrante y oscura. Luego se puso de pie y se sacudió la suciedad de su túnica.

 

—Yo no diré nada, mantengamos esto en secreto. Nadie tiene que saberlo.— Explicó Wei WuXian al ser ignorado completamente.

 

Lan Wangji empezó a caminar hacia adentro sin prestarle atención a Wei WuXian. Sus orejas estaban coloradas y sentía algo extraño en su entrepierna, lugar que había sido rosado y restregado por las caderas y nalgas de Wei WuXian.

 

El Omega se sonrió, al parecer Lan Wangji había perdido el interés en castigarlo, por lo que aprovecho que tenía el camino despejado para subir nuevamente el muro y volver a la habitación. Dando por hecho que todo terminaría de esta manera.

 

Cuando llego, Nie HuaiSang seguía jugando a los dados con Jiang Cheng. Ambos estaban en túnica interior, las botas y las demás prendas estaban esparcidas en la habitación.

 

—Nie HuaiSang, eres bastante bueno. Si pierdo esta ronda quedare sin ropa.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Nunca des por echo el resultado Jiang-Xiong, la suerte es algo misterioso... ¿No crees?— Respondió Nie HuaiSang haciéndose el interesante.

 

—¡¿Qué están haciendo?! ¡Me voy unos cuantos minutos y ustedes ya están jugando a quitarse la ropa!— Se quejó Wei WuXian.

 

—Mira, mira, Jiang-Xiong... Wei-Xiong ha vuelto con más licor.— Se sonrió Nie HuaiSang.

 

Jiang Cheng al verlo se puso de pie y lo abrazó. —Wei WuXian, te tardaste mucho... ¿Dónde está el licor?...—

 

Jiang Cheng comenzó a meter sus manos en la túnica de Wei WuXian hasta encontrar la bolsita qiankun y sacó las jarras de licor.

 

—A-Cheng... creo que sería mejor dejar de beber por hoy... ¿No crees?— Sugirió Wei WuXian algo preocupado, sus amigos estaban más que ebrios.

 

Nie HuaiSang y Jiang Cheng se echaron a reír y comenzaron a beber nuevamente, olvidándose del juego de dados.

 

Wei WuXian se sentó en la mesa y tomó otra jarra, olvidándose también de lo sucedido con Lan Wangji. La noche siguió hasta que los Omegas cayeron rendidos ante la borrachera y el sueño.

 

Jiang Cheng se había dormido abrazando a Wei WuXian mientras que Nie HuaiSang abrazaba un libro erótico.

 

»»————-  -————««

 

Al día siguiente, Lan Wangji entró en la habitación y encontró a Wei WuXian durmiendo en el suelo abrazado a Jiang Cheng. A unos metros de ellos estaba Nie HuaiSang. El cuarto estaba totalmente desordenado, había jarras de licor, migajas y restos de comida sobre la mesa. También había libros esparcidos por distintos lugares.

 

Al llegar la luz del día a los ojos de Wei WuXian comenzó a refregarse la cara y a quejarse. Dando varias vueltas se separó de los brazos de Jiang Cheng.

 

Lan Wangji frunció el ceño ante todas las reglas rotas dentro de los Recesos de la Nube. También había mirado con ojos furiosos a Jiang Wanyin que tenía abrazado a Wei WuXian hacia tan solo unos momentos antes. Se acercó unos pasos a Wei WuXian y lo agarró del cuello de la túnica.

 

Wei WuXian mientras era arrastrado se quejó nuevamente haciendo más escándalo. Nie HuaiSang que seguía durmiendo abrazado al libro, al escuchar bullicio tomó el libro y lo arrojó hacia Wei WuXian para que se callara.

 

El libro cayó sobre el pecho de Wei WuXian y se abrió. Lan Wangji se volteó, para ver que había sido lanzado a su dirección y al posar su vista en el libro sus orejas se pusieron coloradas, y se mordió el labio. Era un libro de arte erótico, y la pagina revelaba una ilustración de un Alfa mordiendo el cuello de un Omega masculino mientras lo penetraba como un animal salvaje.

 

Inclinándose levemente intento arrojar lejos ese libro pecaminoso de su vista, pero fue agarrado por el Omega dormido y abrazado entre sus brazos. Lan Wangji al ver el libro en manos de Wei WuXian se enojó aún más. Tomando el extremo se lo arrebató y lo lanzó hacia Nie HuaiSang.

 

Wei WuXian se despertó.

 

—¿Eh? ¡Lan Zhan! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¡Deja de arrastrarme!!— Se quejó Wei WuXian intentando soltar su ropa del fuerte agarre de Lan Wangji.

 

El bullicio terminó despertando a Nie HuaiSang y a Jiang Cheng, que al verse en túnicas interiores comenzaron a buscar su ropa para ver a dónde se llevaban a su amigo y qué era lo que estaba ocurriendo.

 

Wei WuXian fue arrastrado por los jardines hasta la sala de castigos de la Secta GusuLan.

 

—Arrodíllate para tu castigo.— Exclamó un discípulo encargado de hacer cumplir las reglas junto a Lan Wangji.

 

El Omega comenzó a quejarse.

 

—Lan Zhan, ¿acaso van a castigarme a mí solo? ¡No cederé!— Exclamó Wei WuXian mientras era sostenido en el piso por dos Betas discípulos de los Recesos de la Nube.

 

Jiang Cheng y Nie HuaiSang llegaron finalmente al pabellón de castigos y observaron la situación a la distancia.

 

—Wei-Xiong realmente tiene agallas, incluso puede sonreír en una situación como esta.— Exclamó Nie HuaiSang.

 

—Hump~... Aun si el cielo colapsara arriba nuestro él seguiría sonriendo.— Contestó Jiang Cheng mientras trataba de ver que estaba sucediendo.

 

Wei WuXian los miraba de manera desafiante a todos los que estaban en el lugar. —Regla 530 del Clan GusuLan "Se estrictamente justo e imparcial".— Recitó sonriendo Wei WuXian después miró a Lan Wangji parado a su lado y agregó: —No fui yo el único que rompió el toque de queda anoche... ¿No creen que hay algún tipo de favoritismo aquí?......—

 

Sus palabras se vieron interrumpidas al ver como Lan Wangji caía de rodillas al lado de él.

 

—¡Espera, detente!— Trató de forcejear Wei WuXian. —Los castigos físicos no son dados a los Omegas. Soy culpable, soy culpable de quebrar el toque de queda, podría solo copiar las reglas.....—

 

—Golpeen. Ordenó Lan Wangji.

 

Wei WuXian se quejó de dolor mientras era sostenido. Por otro lado, Lan Wangji permaneció recto sin necesidad de que lo sujetarán durante todo el castigo. Aguanto en silencio mientras apretaba su puño fuertemente.

 

Tanto Wei WuXian cómo Lan Wangji fueron castigados con unas tablas de madera, recibiendo este último cincuenta golpes más por ser miembro de la Secta GusuLan e hijo del líder. Al terminar el castigo, Lan Wangji se puso de pie y arreglo sus ropas, luego se fue del lugar sin inmutarse. Wei WuXian, en cambio, tuvo que ser llevado en la espalda de su Shidi, ya que le dolía todo el cuerpo.

 

—Más lento A-Cheng, me estas sacudiendo y me duele mucho.— Se quejó Wei WuXian.

 

Nie HuaiSang con su abanico le tiraba viento en su espalda para aliviar su dolor.

 

—Te estoy llevando en mi espalda y aun así que quejas.— Resopló Jiang Cheng.

 

—Hump~... No es como que te hubiera pedido que lo hagas.— Murmuró Wei WuXian.

 

—Si no te cargará, aun estarías dando vueltas por el suelo del pabellón de castigos. No podría soportar perder más cara. Mira a Lan Wangji le dieron cincuenta golpes más que a ti y se fue por su propio pie sin quejarse. ¿No te da vergüenza comportarte de esta manera tan infantil?— Exclamó Jiang Cheng y agregó después de quedarse quieto: —Ya me canse de cargarte... baja y camina por tu cuenta.—

 

—¡No!— Respondió Wei WuXian agarrándose fuertemente del cuello de su Shidi. —Soy un pobre Omega lastimado.—

 

De repente en el camino vieron al Primer Jade Lan Xichen, junto a su tío Lan QiRen. Ambos Alfas hablaban debajo de un árbol.

 

—Parece que el viejo Lan está de regreso, regreso mucho antes de lo esperado.— Murmuró Jiang Cheng.

 

Los Omegas miraron en la dirección que su amigo había apuntado y se acercaron lentamente para escuchar la conversación.

 

—Tío has tenido un viaje agotador, debió haber sido duro para ti.— Exclamó Lan Xichen sirviéndole una taza de té a Lan QiRen.

 

—Aunque fue complicado, las cosas serán más difíciles de ahora en adelante.— Respondió Lan QiRen aceptando la taza y bebiendo un sorbo de ella.

 

—¿Por la Secta Qishan Wen?— Preguntó Lan Xichen.

 

—Ningún cultivador hablo durante la Conferencia de Discusión. Hay altos rangos de la Secta Wen distorsionando la verdad y tapando sus errores. El suceso del abismo acuático en el Lago Biling solo es uno de ellos.— Explicó Lan QiRen.

 

—¡Ellos realmente están evitando su responsabilidad!— Golpeó la mesa levemente Lan Xichen. —La secta Qishan Wen tiene numerosas sectas bajo su control, por ahora solo podemos tolerar sus acciones. El abismo acuático es muy difícil de exorcizar. Me temo que necesitare molestar al tío por unos cuantos días más con este asunto.—

 

—Las vidas de las personas son más importantes, sin más retrasos hoy mismo iremos a ver el estado de la ciudad.— Exclamó Lan QiRen poniéndose de pie, antes de marcharse se tocó su barbilla y agregó: —Justo ahora, escuche que Wangji fue arrastrado por Wei WuXian a romper las reglas, y se castigó a sí mismo como resultado. Nunca le he enseñado a ningún discípulo tan travieso y despreciable como Wei WuXian.—

 

Nie HuaiSang y Jiang Cheng miraron a Wei WuXian quien estaba avergonzado de sí mismo por las duras palabras del Alfa Lan QiRen.

 

—Es cierto que Wangji no solo castigo al Joven Maestro Wei sino también a sí mismo, pero él no fue arrastrado a ello. Wei WuXian es un Omega de corazón libre y su amor por las travesuras es solo natural.— Explicó Lan Xichen con una sonrisa amable.

 

Lan QiRen suspiró en silencio y se marchó.

 

Lan Xichen volvió a sonreír y exclamó: —Pueden salir, no hay necesidad de seguir ocultándose.—

 

Al oírlo Wei WuXian, Jiang Cheng y Nie HuaiSang se sorprendieron al ser descubiertos. Salieron de su escondite y reverenciaron en respeto. —Líder de la Secta Lan.— Dijeron los Omegas al unísono.

 

—Veo que Wangji te castigo de una manera muy estricta, probablemente necesitara unos tres a cinco días para recuperarse.— Exclamó Lan Xichen mirando el estado de Wei WuXian.

 

—¿Qué? ¿Tres o cinco días? ¡Lan Wangji fue demasiado duro! ¡No se puede castigar de esta manera a un Omega!— Se quejó Jiang Cheng.

 

—Los Omegas que están en la otra parte de la montaña tienen otros métodos de castigos, además de que están separados de los Alfas. Ustedes como Omegas invitados, están bajo la enseñanza del Maestro Lan QiRen y los castigos son los mismos que se utilizan en este lado de la montaña. Pero no se preocupen no le dejara marcas y existe un método para sanar más rápido.— Explicó Lan Xichen.

 

Wei WuXian se alegró y entusiasmo en gran manera al escucharlo. Al ver su felicidad, el Alfa le indico como llegar al manantial de la Secta GusuLan.

 

Wei WuXian se despidió de Jiang Cheng y de Nie HuaiSang, quienes partieron para ordenar y limpiar la habitación, mientras que Wei WuXian siguió el sendero señalado y llego al manantial en unos cuantos minutos lleno de entusiasmo.

 

Al llegar se quitó las túnicas quedando en solo unos finos pantalones y sus botas fueron arrojadas descuidadamente. De un salto se lanzó al manantial y salió gritando por lo helado que era. El agua parecía estar casi congelada.

 

Grande fue su sorpresa al ver a Lan Wangji delante de él y algo empapado por su zambullida.

 

—Oh... Lan Zhan, no te vi...— Se excusó Wei WuXian con una sonrisa.

 

Lan Wangji al ver al Omega cerca de él dio unos pasos hacia atrás. El manantial helado no estaba dándole el efecto que en ese momento estaba necesitando.

 

—¿Por qué no me contaste sobre este lugar?— Preguntó Wei WuXian. —¿Acaso querías sanar rápido tu solo?—

 

—No uso este lugar para sanar, solo vine a mejorar mi cultivo.— Respondió Lan Wangji, dándole la espalda.

 

Wei WuXian empezó a acercase a él mientras lo miraba con una sonrisa. Lan Wangji empezó a moverse tratando de mantener la distancia entre ambos, estar tan cerca de un Omega sin sus prendas no era correcto. Además, el aroma de Wei WuXian era bastante fuerte para su sensible olfato.

 

—¿Por qué te estas acercando?— Preguntó Lan Wangji.

 

—Porque donde tu estas parece que hace más calor.— Respondió Wei WuXian con una mirada casi seductora a los ojos de Lan Wangji.

 

—No. No es correcto.— Dijo el Alfa, alejándose aún más y manteniendo su distancia del Omega.

 

A Wei WuXian no le interesaban esas cosas absurdas. Para él, ser Omega o Alfa eran cosas triviales. Nunca sintió que su segundo género lo hacía menos o más débil que los Alfas. Para la Secta Yunmeng Jiang si eras Omega o Alfa era casi lo mismo en términos de cultivo. Aun así, Yu ZiYuan solo lo castigaba de maneras penosas haciéndolo ver como un simple Omega. Muy pocas veces lo golpeaba con una vara, pero lo que más usaba era castigarlo haciéndolo poner de rodillas en la sala ancestral de Muelle de Loto.

 

Al dar unos pasos más adelante la luz alumbro la espalda de Lan Wangji, los moretones de color morado se extendían por detrás de sus omoplatos, hombros y bajaban hasta la espalda baja. La vista hizo sentir culpable a Wei WuXian.

 

—Sinceramente eres un Alfa admirable. Eres severo y puedes mantener tu palabra. Yo no puedo hacer eso.— Se sinceró Wei WuXian. —Realmente eres impresionante. Vamos Lan Zhan, no me ignores y seamos amigos.—

 

El Omega acerco su mano hacia Lan Wangji y tocó su hombro con la punta de sus dedos. Al sentir el ligero rose, Lan Wangji se tensiono y se alejó más de él.

 

—No seas así, si eres mi amigo podemos pasar el tiempo juntos.— Exclamó Wei WuXian y rodeando al Alfa agregó: —Puedes venir a Yunmeng, comeremos semillas de loto y cazaremos faisanes, será muy divertido.—

 

—No.— Respondió Lan Wangji, sin dar lugar a contradicciones.

 

Pero Wei WuXian no era una persona que se callara la boca tan fácilmente y tampoco se vería intimidado por la presencia de un Alfa Dominante. —A las Omegas no les gusta que los Alfas les digan que "No", además las Omegas de Yunmeng son muy lindas.—

 

Lan Wangji lo miró de una manera fría, al poco tiempo desvió la mirada al notar que sus ojos se posaron en el blanco y perfecto pecho de Wei WuXian, sus músculos eran bien tonificados, no eran grandes pero si marcados.

 

—¿Realmente no quieres ir?— Preguntó Wei WuXian al no tener respuesta del Alfa.

 

—No.— Volvió a responder Lan Wangji, caminando más al borde del manantial.

 

Al ver la reacción de Lan Wangji, Wei WuXian se sintió completamente ignorado. Salió del manantial y se vistió con la túnica de Lan Wangji que había sido perfectamente doblada.

 

—¡¿Qué haces?!— Preguntó exaltado Lan Wangji.

 

—Te sigues negando a hablar conmigo y eso me molesta mucho, como te había dicho a los Omegas no nos gusta que nos digan que "No".— Explicó Wei WuXian y se puso sus propias botas ya que las de Lan Wangji le quedaban grandes.

 

—Sigue disfrutando tu baño helado, Segundo Maestro Lan, si quieres volver a tu habitación tendrás que usar mi túnica.— Se sonrió maliciosamente Wei WuXian y se dio la vuelta.

 

—¡¡¿Cómo te atreves?!!— Gritó Lan Wangji.

 

—No le temo a nada...— Dijo Wei WuXian y le guiñó un ojo al Alfa. —¡Lan Zhan, tienes una muy buena figura!—

 

Lan Wangji estaba completamente enfadado. Wei WuXian se marchó con su túnica de una manera muy descarada. Salió después de unos minutos del manantial y se vistió con la túnica que le habían dejado. Las prendas de Wei WuXian le quedaban algo apretadas, pero el aroma del Omega estaba impregnado en la tela. Lan Wangji sintió sus manos temblar mientras tocaba la fina seda y acercaba la tela a su nariz.

 

»»————-  -————««

 

Al otro día las clases volvieron a la normalidad, Lan QiRen seguía tan estricto y serio como siempre.

 

Lan Wangji parecía actuar como si lo ocurrido el día anterior nunca hubiera pasado. Wei WuXian jugaba perezosamente con su pincel haciendo garabatos en su pergamino. Al finalizar las clases el Omega arrastro los pies hasta el Pabellón de la Biblioteca en donde cumplía con su rutinario castigo.

 

Lan Wangji lo supervisaba en silencio. La atención de Wei WuXian se vio interrumpida el ver que el Alfa sacaba algo de su manga qiankun, era su túnica negra. Lan Wangji la tomó y la puso cerca de él sin decir una palabra.

 

Wei WuXian se sonrió levemente y sacó una bolsita que tiró en la mesa. Lan Wangji sin mirar su contenido la guardo en silencio. El castigo siguió durante varias horas hasta pasada la tarde.

 

Al estar libre Wei WuXian se estiro perezosamente y salió por los jardines de Gusu, a buscar a sus amigos para pasar lo que quedaba del día.

 

Al llegar detrás de la montaña, escucho una flecha que de manera impecable atravesaba el viento, el sonido era perfecto, la persona que la había lanzado era alguien con mucho talento. El Omega lleno de curiosidad se fue acercando hasta vislumbrar a la persona que estaba entrenando.

 

—¡Wen Ning!— Gritó Wei WuXian acercándose al Alfa con entusiasmo.

 

Wen Ning se encogió de hombros y desvió la mirada algo apenado. —Jo-Joven Maestro Wei.—

 

Al mirarlo Wei WuXian, no podía evitar el no querer cuidarlo, se acercó más a él y preguntó: —¿Estas entrenando?—

 

—Si. Pero, no soy muy bu-bueno.— Explicó Wen Ning.

 

Wei WuXian se sonrió ampliamente y al verlo Wen Ning bajo la mirada algo sonrojado.

 

—¿Qué dices? Ese sonido fue excelente, tienes mucho talento, solo que la postura no es muy buena... ¿Me dejas que lo corrija?— Preguntó Wei WuXian.

 

Wen Ning asintió en silencio.

 

Wei WuXian se puso detrás de él. Su pecho presiono la espalda de Wen Ning y sus manos tocaron sus brazos posicionando el arco de manera derecha y erguida. La cercanía ponía más nervioso a Wen Ning pero trato de ponerse serio y aprender. Tragando su nerviosismo se dejó guiar.

 

Mirando como el Omega corregía su postura, se acomodó. La voz de Wei WuXian se sentía en su oído, tan cerca que su aliento lo hacía erizar los cabellos de todo su cuerpo. Cuando la postura fue la correcta tiró la flecha, esta corto el viento, veloz y derecha.

 

—¿Ves? Esa es la manera correcta. Jiang-Shushu me enseño así a tirar.— Dijo Wei WuXian con una mirada alegre y llena de nostalgia.

 

Wen Ning asintió y probó el mismo.

 

Su aura era distinta, estaba sereno y lleno de determinación. Tomó una flecha y la posiciono en su arco, se enderezo erguido y el arco estaba tensionado de manera derecha. Su mirada se agudizo apuntando al centro del objetivo. Su respiración fue pausada y tranquila. Se detuvo un segundo y tiró la flecha impactando de lleno en medio del objetivo partiendo a la mitad la flecha anterior.

 

—¡Wow! ¡Eso fue genial!— Exclamó Wei WuXian felicitando a Wen Ning.

 

Wen Ning sonrió algo avergonzado.

 

Ninguno de los dos se había dado cuenta que un Alfa estaba mirando todo desde la distancia, sintiendo más que celos por el acercamiento de Wei WuXian y Wen Ning. Sintiendo envidia de como el Omega se acercó, toco los brazos y manos del Alfa, para enseñarle la postura correcta.

 

Lan Wangji apretó su puño y se marchó, su mirada era oscura y seria, como un bloque de hielo. Su aura helada podría congelar todo a su alrededor. Pero, por dentro estaba ardiendo de ira. Caminó hacia donde cuidaba de sus conejos. Seguramente en ese lugar podría tranquilizarse un poco.

 

Wei WuXian se quedó con Wen Ning charlando casualmente mientras el Alfa seguía practicando su tiró, al llegar la noche se marcharon cada uno a su habitación.

Chapter 20: Una pelea, una expulsión

Chapter Text

Jiang Wanyin se movía impaciente en su cama, el clima en Gusu era caluroso en este momento y hacia más calor que días atrás. Abrió los ojos para ver a su hermano aferrado a su brazo como si fuera su almohada.

 

—Ya veo… era por eso que tenía tanto calor.— Pensó Jiang Cheng.

 

Sin tener un poco de consideración o “Corazón” apartó de un empujón al Omega y este rodo fuera de la cama, cayendo al suelo.

 

—Ja-ja-ja~~.....— La risa de Jiang Cheng resonó en la habitación.

 

Wei WuXian seguía durmiendo, aun en una incómoda posición. El suelo estaba relativamente mucho más fresco que la cama y se reacomodo perezosamente.

 

La mirada de Jiang Cheng se ensombreció con algo de malicia.

 

Se acercó lentamente y se recostó al borde de la cama, con mucho cuidado comenzó a trenzar el cabello de Wei WuXian. Mientras lo hacía, sus manos temblaban ligeramente, conteniendo la risa. Él no servía para hacer bromas, ya que serían muy evidentes porque comenzaba a reírse antes de lograr ejecutarlas.

 

Después de hacer algunas trenzas chuecas y algo deformadas. Le pareció que la broma estaba concluida. Se levantó de la cama y fue a bañarse.

 

Al terminar y estar presentable para las clases, miró al Omega que seguía dormido bastante feliz y cómodo.

 

—¡A-Xian, levántate es hora!— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Mhhgg~…— Balbuceó Wei WuXian para rodar en otra dirección.

 

El ceño en la frente de Jiang Cheng comenzó a fruncirse. —¡¡Wei WuXian, tenemos clases levántate!!—

 

—A-Cheng~… dos… dos minutos más....— Murmuró Wei WuXian.

 

—¡Wei WuXian! ¡Cuidado hay un perro….! *Woff, woff*…— Jiang Cheng con el rostro colorado utilizó su último recurso.

 

Wei WuXian salto del lugar y se arrastró detrás de su hermano mientras murmuraba repetidamente: “¿Dónde está?”.

 

Jiang Cheng caminó con el rostro en alto, aparentando no haber dicho o hecho nada. —Tenemos clases, ponte listo, me iré adelantando.—

 

Jiang Wanyin salió de la habitación y comenzó a reírse en el camino, hasta encontrarse con Nie HuaiSang, haciendo una apuesta de cómo llegaría Wei WuXian a la clase de hoy.

 

Wei WuXian arrastró los pies, algo enojado por el engaño de su Shidi. Al entrar al baño y comenzar a bañarse, noto que su cabello tenía algo extraño. Mirando su reflejo en el agua de la bañera exclamó: —¡Jiang Wanyin! ¡Me vengare!....—

 

»»————-  -————««

 

Las clases estaban por comenzar y Wei WuXian llego en el último segundo antes de que tocara la campana que dictaba la hora de inicio.

 

Al verlo, Jiang Cheng codeo a Nie HuaiSang para que le pagara la apuesta. Ya que Wei WuXian había entrado con su típica coleta alta, como siempre.

 

—Eres el demonio, Jiang-Xiong.— Murmuró Nie HuaiSang pasándole dinero por debajo de la mesa.

 

Jiang Cheng se sonrió levemente, mientras parecía que unos ojos plateados iban a hacerle un agujero a su cabeza.

 

Wei WuXian lo estaba fulminando con la mirada, después de unos minutos se olvidó de su enojo y trato de concentrarse en la clase.

 

Lan QiRen comenzó su aburrida charla sobre la cortesía entre Alfas y Omegas, centrado en el liderazgo del género dominante.

 

El cómo los modales eran esenciales en las reuniones de líderes y que el mantener la etiqueta era algo de suma importancia, además de portar sus armas espirituales, así como cuidar y ocultar su aroma. También que la Voz de Mando solo se utilizaba como último recurso y aunque no lo dijo por respeto, los alumnos sabían que Wen RuoHan era la excepción a todo lo que el Maestro Lan QiRen decía.

 

El asiento de Wei WuXian había cambiado de lugar tres veces durante su estadía en Gusu.

 

Al principio se había sentado junto a su hermano Jiang Cheng, pero este le prestaba mucha atención a las clases del maestro y no le hacía caso en sus bromas. Acostumbrado a vivir con él era inmune a perder el tiempo distrayéndose. Wei WuXian se había aburrido de ese comportamiento. Además Jiang Cheng se había sentado al frente.

 

Sentarse al frente llamaba mucho la atención y aunque él quería ganar puntos para la Secta Yunmeng Jiang, le salió el tiro por la culata ya que Lan QiRen lo regañaba por cualquier error por más mínimo que sea. Inclusive por una postura levemente inclinada sobre la mesa y no podía entretenerse con nada, por lo que se aburría con facilidad.

 

Después de estudiar el salón de clases, encontró un lugar perfecto que siempre estuvo vacío.

 

Detrás del Alfa Lan Wangji.

 

Wei WuXian abandono a su hermano y se sentó detrás de Lan Wangji. El Alfa se sentaba con propiedad, recto y perfecto. Era el lugar ideal sin lugar a dudas, el aroma a sándalo relajaba a Wei WuXian, además que si se recostaba sobre la mesa Lan Wangji lo tapaba con su figura. Muchas veces dormía la siesta, dibujaba o hacia garabatos, más Lan QiRen no podía verlo, ya que Lan Wangji estaba frente a él como si fuera una estatua inamovible.

 

Sin embargo, un día Lan QiRen se dio cuenta de ese truco y lo cambio de lugar nuevamente.

 

Al parecer el viejo Maestro se había enterado del libro pornográfico que llevo a la biblioteca y de los conejos que le había regalado a Lan Wangji. Por ese motivo el Alfa dejo de asistir a las clases, seguramente porque Lan QiRen se lo había ordenado.

 

Wei WuXian se aburrió rápidamente, hasta que escucho algo que lo sacó de sus pensamientos y lo alentó un poco.

 

—Damos por concluida esta parte de la lección.— Exclamó Lan QiRen cerrando su pergamino y agregó: —Ahora saldremos a la Sala Ancestral, donde les contare sobre la historia del fundador de la secta GusuLan, Lan An.—

 

Los estudiantes siguieron al Maestro Lan QiRen con los pies pesados, mientras que Wei WuXian iba bastante motivado ya que la historia del fundador de una secta tan anticuada y seria, como lo era la de GusuLan, le llamaba mucho la atención.

 

Tenía la esperanza de poder descubrir algo que lo haga entender un poco el porqué de tantas reglas y sus extraños comportamientos tan retacados y severos.

 

Al llegar a la Sala Ancestral se toparon con un largo muro hecho de madera, la madera estaba labrada y ahuecada dando la apariencia de una gran ventana.

 

Todos los diseños labrados eran diferentes y en ellos se podían encontrar, cultivadores tocando distintos instrumentos en las altas cumbres de Gusu, volando en el aire sobre sus espadas espirituales y peleando con diversos monstruos y bestias.

 

—Como pueden apreciar en este gran mural, cada parte del muro cuenta la historia de un antepasado y Líder del Clan Lan.— Exclamó Lan QiRen y luego señalo la parte más alejada del muro y explicó: —Las cuatro partes más antiguas de este muro cuentan la historia de nuestro fundador Lan An.—

 

Los discípulos se amontonaron para mirarlas y prestaron atención al relato de Lan QiRen.

 

—La primera Qielan que viene de la palabra templo, Lan An, nació en un templo, el creció escuchando el canto de los suturas y se convirtió en un famoso monje a una edad muy temprana. Su segundo género despertó como Alfa Dominante y a los veinte años de edad, uso el “Lan” de “Qielan” como su apellido. Bajo del templo volviendo a la vida mundana y trabajó como músico... Esa etapa de su vida es el segundo mural Xiyue porque cuenta la parte en el que viajo como músico ya que significa “Aprendiendo Música”.— Explicó Lan QiRen.

 

—Wow… así que, su antepasado era un monje… Eso explica algunas cosas.— Murmuró Wei WuXian mientras miraba los murales.

 

—El tercero es Daolu que significa “Compañeros de Cultivo”. Durante su camino en la cultivación, conoció en Gusu a su “Persona Predestinada” en cuerpo y alma, y se convirtieron en Compañeros de Cultivo. Se casaron y comenzaron a cultivar juntos. Así se fundó la Secta GusuLan.— Agregó Lan QiRen.

 

Varios comenzaron a murmurar.

 

Lan QiRen se aclaró la garganta y dio una última explicación: — Después de que su pareja falleciera, Lan An volvió al templo donde había nacido y paso sus últimos años allí. Esa es la cuarta y última parte del mural Quiji “Volviendo a la Nada”.—

 

Al terminar la explicación Lan QiRen les dejo tiempo de conversar y mirar los murales con mayor detenimiento.

 

Wei WuXian comentó con sus amigos: —Es increíble que esta persona sea su antepasado, se aventuró a dejar su templo para viajar por el mundo mortal, conoció a su persona predestinada en cuerpo y alma, realmente fue una persona sumamente bendecida por ello.... y luego vivieron juntos, fundaron una secta y seguramente tuvieron montones de hijos. Al morir su pareja él dejo todo y volvió al templo donde murió. Pero, ¿por qué una persona como Lan An, ha dejado descendientes tan poco románticos?—

 

Jiang Cheng chasqueó la lengua y le respondió. —Para los Lan, al parecer los Omegas son hermosas cajas de tesoros.— Al ver que Wei WuXian no lo entendía explicó: —Una caja hermosa y labrada que sirve como un adorno, metes materiales preciosos dentro y después obtienes el tesoro. Ósea te usan de incubadora para sus hijos. El cultivo en los Omegas, es de menor importancia ya que solo te enseñan lo básico y la mayor educación son: modales, bordado, cocina y crianza. Tu vida se verá acortada, muriendo sin siquiera poder soñar con llegar a la inmortalidad. Mientras que el Alfa llega a tener un mayor control y poder de cultivo, vive una vida mucho más larga y tiene muchas más chances de alcanzar la inmortalidad o una gran longevidad. Solo les interesa que el Omega viva lo suficiente para tener hijos y criarlos hasta la edad donde pueden valerse por sí mismos.—

 

La conversación se vio interrumpida, ya que algunos estaban muy animados, hablando de las “Personas Predestinadas” y cuál Doncella Omega de las distintas sectas, era la mujer ideal o la más hermosa.

 

—¡ZiXuan-Xiong! ¿Cuál crees que es la Omega más hermosa?— Preguntó un cultivador.

 

Todas las miradas cayeron a un joven Alfa de vestiduras doradas con el emblema de una peonia. Era el joven maestro y heredero de la Secta LanLing Jin, Jin ZiXuan.

 

Otra persona exclamó, reprendiendo al que hizo la pregunta. —Es mejor que no le preguntes a ZiXuan-Xiong, él ya tiene una prometida. Por lo que su respuesta seria obviamente que es su prometida.—

 

Jin ZiXuan mostro un rostro de disgusto al escucharlos hablar de él.

 

El discípulo que pregunto ahora estaba interesado por saber de quien se trataba. —¿En serio? ¿De qué secta es? ¡Debe ser extremadamente talentosa!—

 

Jin ZiXuan levanto una ceja y exclamo con disgusto. —¡Olvídenlo!—

 

Al escuchar esa palabra los rostros de Wei WuXian y Jiang Wanyin se oscurecieron y su aroma se hizo notar, enfado y disgusto.

 

Wei WuXian fue el primero en hablar. —¡¿Qué quieres decir con “Olvídenlo”?!—

 

Jin ZiXuan no se vio intimidado por el par de Omegas enojados, si no que redoblo la apuesta y sin quedarse atrás les respondió con arrogancia: —¡¿Es acaso la palabra “Olvídenlo” demasiado difícil para entenderla?!—

 

Wei WuXian sonrió sarcásticamente. —Para nada, la palabra es muy fácil de entender. En cambio lo que es difícil de entender es el por qué no estas satisfecho con mi Shijie.—

 

Los discípulos que escucharon el intercambio comprendieron que la “Prometida” no era otra más que la Joven Alfa de la Secta Yunmeng Jiang. Jiang Yanli.

 

—¡¿Por qué mejor no me preguntas que puede hacer ella para que me sienta satisfecho?!— Exclamó Jin ZiXuan.

 

Jiang Cheng casi da unos pasos adelante, pero fue detenido por Wei WuXian.

 

—Probablemente crees que eres un gran partido, ¿verdad? ¿De dónde sacaste las agallas para ser tan exigente?— Respondió Wei WuXian mientras caminaba frente a él con burla.

 

—Si ella no está satisfecha. ¡Entonces que le diga a su padre que rompa el compromiso! En conclusión no me interesa tu Shijie…— Exclamó con enfado Jin ZiXuan y agregó con malicia: —¡Si tanto te preocupas por ella, pregúntale a su padre si no puedes casarte tú con ella! ¡¿No te trata mejor que a su propio hijo biológico o algo así?!...—

 

La última frase hizo enfurecer a Wei WuXian, Jiang Cheng estaba por abalanzarse en contra del Alfa, pero Wei WuXian respondió antes al estar un paso más cerca.

 

Con una ira incontrolable Wei WuXian le pego un puñetazo en la cara. Jin ZiXuan al recibir el golpe apretó los dientes y le devolvió el puñetazo al Omega. Sin mediar más palabras se golpearon hasta que fueron separados.

 

Lan QiRen al ver que los implicados eran miembros importantes de dos de las cinco grandes sectas, llamo ese mismo día a Jin GuangShan, Líder de LanLing Jin  y a Jiang FengMian, Líder de Yunmeng Jiang.

 

Wei WuXian fue castigado por el momento a estar de rodillas en el jardín, mientras que Jin ZiXuan estaba de igual manera en otro lugar, más apartado de las miradas curiosas.

 

Los líderes llegaron y hablaban sobre lo ocurrido, luego el Maestro Lan QiRen daría su veredicto final.

 

Jin GuangShan y Jiang FengMian hablaron primeramente acerca del compromiso de sus hijos, siendo el Jiang quien dio la idea de anularlo ya que parecía que la pareja no sería feliz en el futuro si no se amaban mutuamente. Jin GuangShan estaba reacio a aceptar, pero después de pensar que su hijo nunca estaba de buen humor cuando se hablaba de la joven Jiang Yanli, decidió que era una buena idea y el compromiso se rompió.

 

Ambos líderes se despidieron y cuando Jiang FengMian estaba por salir del recinto, Lan QiRen lo detuvo para hablar de un asunto de gran importancia.

 

—¿Qué sucede QiRen? ¿Acaso es por alguna cosa que hizo Wei Ying? El solo quiere divertirse y hace bromas como si fuera algo natural, pero es muy listo... ¿O es acerca de sus teorías?— Comenzó a excusarse Jiang FengMian.

 

—Aunque su comportamiento no es muy adecuado, estoy de acuerdo en que es un joven extremadamente inteligente, pero no te quería hablar sobre eso, se trata de su condición como Omega.— Explicó Lan QiRen.

 

Jiang FengMian se quedó pensativo sin lograr comprender, al verlo Lan QiRen optó por comenzar con un enfoque diferente.

 

—¿Recuerdas cuando estudiamos juntos y CangSe SanRen había conocido a Wei ChangZe?— Preguntó Lan QiRen.

 

—Si, cómo olvidarlo, sobre todo por la broma, la forma en que tu barba había sido afeitada fue emblemática.— Acotó Jiang FengMian tratando de contener la risa.

 

Lan QiRen se aclaró la garganta. —Eghm~… Me refiero a que CangSe SanRen al tener la sangre SanRen, su primer celo se adelantó y fue bastante complicado, ya que se presentó durante las clases. Su aroma era muy potente y la habitación especial para Omegas no pudo contenerlo.—

 

—Ahora lo recuerdo la tuvieron que encerrar en el Mingshi, junto con algunos guardias betas que custodiaron la puerta durante los cinco días, aunque mis recuerdos de esos días son algo borrosos.— Exclamó Jiang FengMian dándose cuenta para donde iba el rumbo de la conversación.

 

—Exacto, Wei Ying está por cumplir la misma edad que su madre en ese entonces, su sangre no es tan pura, pero la lleva en sus venas. Además su cultivo es más poderoso y es un hombre Omega, me temo que ni el Mingshi podría suprimirlo. Lo mejor será que lo lleves a tu secta y que pase su celo ahí para estar más seguro ya que es un ambiente conocido y Madame Yu podría ayudarlo.— Aconsejó Lan QiRen.

 

Jiang FengMian asintió en conformidad. Ya que era lo mejor para Wei Ying él seguiría el consejo de Lan QiRen.

 

Durante el celo de CangSe SanRen el único Alfa que se había mantenido cuerdo ante el aroma había sido Lan QiRen. Los demás fueron apartados del lugar y otros encerrados en sus habitaciones. Durante esos días prácticamente no hubo clases y la mayoría de los guardias custodiaron el lugar.

 

Al parecer los descendientes de BaoShan SanRen pasaban por un pre celo, o un celo adelantado, sus cuerpos maduraban con mayor velocidad por su poderoso cultivo, y el aroma era extremadamente tentador ya que se volvían mucho más fértiles durante su celo.

 

La cantidad de hormonas para atraer a los Alfas sobrepasaba por tres veces la cantidad que las de un Omega Ordinario. El solo sentir el aroma podías perder la cabeza y después no recordar nada de lo sucedido, pero Lan QiRen fue el único que no sucumbió ante sus deseos.

 

La razón de esto era que había conocido a su destinado y estaba marcado por él, además del temible autocontrol de los descendientes directos del Clan Lan.

[Nota: Más adelante se hablara acerca del destinado de Lan QiRen y sobre cómo es que lleva una marca siendo un Alfa.]

 

»»————-  -————««

 

Wei WuXian hablaba con su Shidi durante su castigo.

 

—Te ves bastante tranquilo estando castigado y de rodillas.— Exclamó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian lo miró de reojo y respondió: —Estoy acostumbrado, es el tipo de castigo que Madame Yu siempre me da.—

 

—No parece que te lo tomaras muy en serio, arrodíllate con propiedad, mira si algún discípulo Lan te ve o Lan QiRen.— Le aconsejó Jiang Cheng.

 

—Hump~… Estaba arrodillado como corresponde, pero me entretuve con algo.—

 

—¿Eh, lo estabas? ¿Con qué te entretuviste? Aquí no hay nada interesante que hacer.— Preguntó Jiang Cheng.

 

—Está al lado de tu pie y ya me vieron, vino Lan Wangji.— Exclamó Wei WuXian señalando un hormiguero.

 

—¿Lan Wangji? ¿Aún sigue vigilándote? ¿Y qué paso?— Preguntó Jiang Cheng.

 

—Vino a ver si estaba bien, como estaba jugando con el hormiguero a tus pies, pensó que estaba triste o llorando y se acercó para ayudarme, nunca pensé que le pudiera interesar el cómo estaba, pero lo más gracioso fue ver su cara al ver como estaba jugando con el hormiguero. Ja-ja-ja… Se fue bastante enfadado.—

 

—Tsk… Definitivamente ese Alfa te odia. Habrá pensado que su preocupación no valió nada o que estabas haciendo otra broma, lo mejor será que no lo molestes y dejes de tratar llamar su atención.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Sí, puede ser. Pero, es lo más divertido de este lugar.—

 

—Oh… A-Xian... emm, gracias… yo estaba por golpear a Jin ZiXuan si no me hubieras detenido....— Dijo Jiang Cheng levantando su puño.

 

—Jajaja… Te quité ese privilegio, ya que actué más rápido. Se lo merecía… ¿Viste cómo quedo su rostro?… Escuche que le interesa mucho verse bien, quisiera ver la expresión de su cara cuando se vea al espejo.— Exclamó con malicia Wei WuXian.

 

—No creo que nadie pudiera verlo, está castigado en un lugar apartado de las miradas curiosas, además escuche que Lan QiRen le dio un gran discurso de modales y cómo debe comportarse un Alfa.— Explicó Jiang Cheng.

 

—Escuche que Jiang-Shushu llegó a los Recesos de la Nube, ¿acaso también vino Shijie?— Preguntó con interés Wei WuXian.

 

—Padre ya llego y está hablando con Lan QiRen de algo que parece ser importante o serio. Hermana no vino... ¿Acaso crees que vendrá a verte cuando perdiste la cara de nuestra secta en su nombre?— Exclamó Jiang Cheng.

 

Wei WuXian hizo un puchero y miró hacia otro lado. —Extraño a mi Shijie. Me hubiera gustado verla.—

 

Jiang Cheng suspiró y alzó la mirada al sentir que se acercaba su padre.

 

—¡Jiang-Shushu!— Exclamó Wei WuXian saludando a Jiang FengMian.

 

—Arrodíllate con propiedad.— Lo retó Jiang FengMian, al ver que detrás de él lo seguía Lan QiRen.

 

El Maestro pasó mirando a los Omegas, se despidió del Líder de la Secta Jiang y siguió su camino.

 

—Padre.— Saludó Jiang Cheng.

 

El Alfa al ver a su hijo le acaricio levemente su cabeza y se dirigió a Wei WuXian.

 

—A-Xian ve a tu habitación y trae tus pertenencias, te vuelves a Muelle de Loto conmigo ahora.— Exclamó Jiang FengMian.

 

Jiang Cheng se sorprendió. —Padre, ¿acaso no van a castigarlo con alguna penalización menos severa, cómo copiar las reglas o algún otro castigo? ¿Por qué lo expulsan?—

 

—La decisión ya fue tomada.— Respondió Jiang FengMian, no quería andar explicando la situación de Wei WuXian en pleno jardín de Gusu, lo mejor era tratar de explicarlo cuando lleguen a su secta. —Te lo explicare cuando termines tus estudios.—

 

Jiang Cheng guardo silencio, él se sentiría algo solo sin su hermano aunque quisiera negarlo.

 

Wei WuXian se deprimió un poco. —¿Puedo despedirme de mis amigos?—

 

—Bueno, pero hazlo rápido.—

 

Wei WuXian se puso de pie y fue a su habitación, su hermano lo ayudo a guardar todo.

 

Luego busco por los Recesos de la Nube a Nie HuaiSang y le devolvió uno de sus libros, el Nie se lo entrego nuevamente como un regalo. Se despidieron y prometieron reencontrarse en algún momento futuro.

 

Después busco a Lan Wangji, pero no pudo verlo por ningún lugar. Incluso fue a la biblioteca. Al ver que no estaba y que seguramente era el único que iba a ese lugar tomó un papel y pincel y le dejo un mensaje.

 

“Nos veremos en algún momento. Wei Ying” Y dejó un dibujito de un conejito a un costado del papel. Doblo el mensaje y lo metió dentro del libro “Poemas de Lan An” que estaba sobre la mesa.

 

Luego salió rumbo a la habitación de Wen Ning y tocó la puerta, el joven Alfa lo recibió.

 

—Jo-joven Maestro Wei, ¿qué lo trae a e-este lugar?— Preguntó Wen Ning.

 

—Wen Ning vine a despedirme y espero que puedas seguir practicando con el arco.—

 

—Joven Maestro Wei, ¿lo ex-expulsaron por la pelea de hoy?— Dijo Wen Ning con una mirada algo triste.

 

—Sí, así parece, o por las tantas travesuras que hice. El viejo Lan se cansó de mí y me expulsó antes de que siga manchando su record arruinado.— Explicó Wei WuXian cruzándose de brazos.

 

Wen Ning asintió y preguntó: —¿Nos veremos de nuevo?—

 

—Claro, ya que somos amigos. Adiós, Wen Ning. Tengo que irme, mi tío no me dio mucho tiempo. Saluda a tu hermana.— Exclamó Wei WuXian mientras se marchaba.

 

Wen Ning lo saludó, mientras el joven Omega se perdía en la distancia. Luego entro en la habitación, donde estaba sentada su hermana tomando té.

 

—Hermana, el Joven Maestro Wei se va de los Recesos de la Nube.—

 

Wen Qing dejó su taza de té sobre la mesa y exclamó: —Así parece, hoy el problema fue muy serio. El joven Jin ZiXuan es el joven amo de LanLing Jin. El problema no se hubiera solucionado con ningún otro castigo que no sea la expulsión.—

 

Wen Ning asintió y bebió del té que su hermana había servido anteriormente.

 

Wei WuXian llego a la puerta de los Recesos de la Nube y se marchó rumbo a Muelle de Loto.

 

»»————-  -————««

 

En un lugar apartado detrás de la montaña, cerca del límite de los dominios de los Recesos de la Nube, había una planicie de pastos verdes, tiernos y frescos. El roció que caía en las mañanas, hidratando la hierba. El lugar tenía un aroma a frescura y tierra humedecida.

 

En medio de este bello lugar, una figura blanca estaba sentada en el suelo alimentando dos conejos.

 

La imagen era mítica y hermosa, digna de un inmortal entre mortales. Su rostro de jade tallado con suavidad y cuidado, daba un aspecto varonil y delicado a sus facciones normalmente serias y frías. Pero, en ese lugar se lo veía hasta gentil.

 

El conejo acunado en sus manos lo miraba y olfateaba su túnica blanca, mientras que el joven lo acariciaba como si fuera un tesoro frágil, con delicadeza y suavidad.

 

—Wangji… ¿Por qué no eres un poco más sincero?— Murmuró Lan Wangji como si le hablara al conejo, pero esa pregunta estaba dirigida a él mismo.

 

Lan Wangji suspiró, se había preocupado por el Omega. Sabía que su tío le daría algún castigo. Pero jamás se imaginó que ya no lo podría volver a ver.

 

Dejó el conejo en el césped y se marchó con la canasta vacía. Fue a la biblioteca a seguir con su lectura después de todo no tenía otras ocupaciones.

 

La habitación tenía un ligero aroma a Wei WuXian. Lan Wangji se dispuso a buscarlo pero no estaba en la biblioteca, al parecer había entrado unos momentos y dejado su aroma en el aire. Se sentó en su lugar habitual y al tomar su libro vio el papel ligeramente asomado entre sus páginas.

 

Al tomarlo el aroma a Manjusaka era intenso en el papel, como si fuera marcado por el Omega.

 

Lo abrió y leyó la nota.

 

Su mirada se apagó débilmente, nunca se había dado cuenta de que él extrañaría al Omega revoltoso hasta el momento que se enteró que ya no lo volvería a ver, que su risa ya no llenaría los jardines de Gusu, y sus bromas no calentarían su corazón haciéndolo latir más deprisa. Guardó el mensaje con sumo cuidado.

 

—Wei Ying… Nos veremos en algún momento…— Murmuró en respuesta al viento.

Chapter 21: Misión en la Montaña Dafan

Chapter Text

Wei WuXian había llegado a Muelle de Loto hacía ya algunos meses, pero su primer celo no se presentó. En unos días Jiang Wanyin terminaría sus estudios en la Secta GusuLan y volvería a casa.

 

El joven Omega estaba muy aburrido y todas las tardes escapaba del tedioso entrenamiento que daba Madame Yu, para cazar faisanes y jugar en el lago de lotos.

 

Lo que más amaba, además de salir de aventuras, era charlar con su querida Shijie, Jiang Yanli, que a menudo lo consentía con palmaditas en su cabeza y su sopa de costillas de cerdo con raíz de loto, la cual era su comida favorita.

 

Su Jiang-Shushu, al final no le habló del por qué había sido “Expulsado” de los Recesos de la Nube, Wei WuXian intuía que podía llegar a ser algo relacionado con su madre ya que siempre el Líder Jiang evitaba hablar de CangSe SanRen o de su padre Wei ChangZe.  Todo indicaba que tocar el tema era una especie de tabú o era muy doloroso el nostálgico recuerdo.

 

Pero, para Wei WuXian los asuntos relacionados con su segundo género no eran de importancia, ser un Omega era algo que él aun no asimilaba y le parecía algo molesto.

 

—“Ser un Alfa sería algo mucho más sencillo que ser un Omega.”—

 

Siempre pensaba acerca de ello pero terminaba aceptando por momentos a regañadientes su segundo género.

 

Wei WuXian siempre noto que desde que se presentó como un Omega, Madame Yu cambio rotundamente su trato hacia él. Muy raras veces se la veía sobreprotectora, pero mucho más a menudo ella lo veía como una amenaza, recalcándole que era un Omega y dándole los castigos que se les daban a los Omegas, incluso parecía celosa por como su Jiang-Shushu lo trataba con “Favoritismo”.

 

Se sabía que él no era un hijo bastardo del Líder de la Secta Yunmeng Jiang, aquellos cercanos a la familia lo sabían claramente.

 

CangSe SanRen se había casado con la mano derecha del Líder de la Secta, Wei ChangZe y después de la boda, ellos partieron de viaje durante dos años. Cuando volvieron a Muelle de Loto CangSe SanRen ya estaba embarazada de unos cuantos meses. Esa era una prueba irrefutable de que era imposible que Jiang FengMian fuera su padre biológico.

 

Pero en ese entonces, los rumores acerca de que Jiang FengMian había traído de regreso al hijo bastardo que había ocultado, se extendieron de igual manera. Incluso las personas que sabían que él no era su hijo, extendían otro tipo de rumores aún más perversos. Decían que Wei WuXian ocupaba el lugar de su madre en los aposentos privados de Jiang FengMian.

 

»»————-  -————««

 

Los días pasaron rápidamente y Jiang Cheng había llegado a Muelle de Loto. En el Salón de Lotos se celebró un banquete por tener nuevamente a toda la familia reunida.

 

Las comidas típicas del lugar y el licor perfumado con lotos se dispusieron en las mesas, sabores que el Joven Maestro Jiang extrañaba. Jiang Cheng muy emocionado comenzó a degustar todo lo que se le presentara en frente.

 

—Ja-ja-ja-… parece que de verdad extrañabas la comida de tu secta, ¿no? La comida de Gusu es completamente insípida y fea.— Se burló Wei WuXian viendo la sonrisa de su Shidi al degustar los alimentos.

 

—Wei WuXian cierra la boca, apenas estoy llegando y ya buscas la manera de hacerme enojar.— Se quejó Jiang Cheng.

 

—Vamos… Sé que aun así me extrañaste.— Se rió Wei WuXian apretando los cachetes de su Shidi.

 

—Wei Ying, no juegues durante la comida, que Omega irrespetuoso.— Exclamó Madame Yu mirándolo con desaprobación.

 

Wei WuXian se puso derecho y dejó de jugar, no tenía ganas de arruinar el ambiente festivo con alguna rabieta de Madame Yu.

 

Después de unas semanas una carta llego de los Recesos de la Nube había una misión en grupo en la Montaña Dafan, al parecer la familia de Wen Qing habían tenido algunos problemas con unos cadáveres ambulantes en la zona. En la Cacería Nocturna no solo irían los hermanos Wen sino también el Segundo Jade de Lan, Lan Wangji.

 

Los ojos de Wei WuXian se llenaron de brillo al oír sobre dicha invitación no solo por el hecho de que quería participar de la misión, sino que el extrañaba molestar a cierto Alfa y también extrañaba hablar con su amigo Wen Ning.

 

Jiang Cheng no cambio su semblante, pero se lo veía un poco más animado, seguramente feliz de tener una nueva oportunidad para acercarse un poco más a Wen Qing.

 

Los Omegas de Yunmeng estaban llenos de felicidad y de entusiasmo queriendo tener todo listo para partir de inmediato.

 

Al día siguiente, después de obtener el permiso del Líder Jiang FengMian y Madame Yu, con la única condición de que si Wei WuXian comenzaba a sentirse extraño debían volver cuanto antes a Muelle de Loto, partieron hacia la Montaña Dafan.

 

»»————-  -————««

 

Ya era de noche cuando llegaron a un pequeño pueblo al pie de la montaña, llamado los Pies de Buda.

 

Todas las posadas en el lugar, estaban ocupadas y las calles parecían solitarias. Al parecer una gran cantidad de cultivadores habían oído hablar de los problemas en esa área y fueron a ganar experiencia y fama.

 

En medio de la calle principal Wei WuXian y Jiang Cheng chocaron con un joven de túnicas verdes oscuras, que caminaba apresuradamente entre las penumbras, con un gran sombrero que le tapaba el rostro.

 

Era Nie HuaiSang.

 

—¡Nie-Xiong! ¿Qué estás haciendo aquí?— Preguntó Wei WuXian con gran asombro.

 

—Wei-Xiong, Jiang-Xiong…. Yo… Lo siento… Estaba perdido y me asuste… No vi por donde iba.—

 

Wei WuXian y Jiang Cheng se miraron unos segundos en silencio, era muy raro ver al joven Omega sin guardias a su alrededor, más conociendo a su estricto y sobreprotector hermano mayor.

 

—Lo raro es que estés aquí solo. Nie-Xiong, ¿qué paso?— Volvió a preguntar Wei WuXian.

 

—Lo siento… En realidad, yo… me escape.—

 

—¡¡¿Te escapaste?!!— Exclamaron al unísono los dos Omegas de Yunmeng.

 

Nie HuaiSang asintió en silencio. —Mi prometido dijo que iba a venir de visita y como llego el mensaje de la misión lo tome como la excusa perfecta y vine aquí para huir de él. Dije que me iba de cacería nocturna… Pero, no traje ni siquiera mi sable.— Se rió nervioso el Nie.

 

Jiang Cheng ya no podía soportar la vista frente a él. —¡Ven, iremos juntos!—

 

Wei WuXian se sonrió. —Nie-Xiong será mejor que busquemos un lugar para pasar la noche y en la mañana veremos qué hacer, ven con nosotros.—

 

Después de caminar por distintos lugares, no consiguieron un lugar para dormir, hasta que una joven les conto de un templo a las afueras del pueblo, donde se podía pasar la noche. Los tres Omegas agradecieron su amabilidad y se marcharon rápidamente antes de que se hiciera mucho más tarde.

 

Al llegar al templo, que estaba construido dentro de una cueva, los Omegas suspiraron en alivio. El lugar era espacioso y podían prender una fogata para estar más a gusto. Pero, al entrar una fuerte presencia los puso en alerta, Jiang Cheng y Wei WuXian sacaron sus espadas, caminaron con la guardia alta y sus instintos al límite, una briza leve arrastro un suave aroma a sándalo.

 

Al sentir la fragancia Wei WuXian bajo su arma y le indico a Jiang Cheng que también guardara su espada. Dentro del templo estaba en meditación un Alfa Dominante de túnicas blancas tan puras como la misma nieve. Su silueta parecía brillar de manera tenue, como la luz de la luna y su belleza podría compararse con la de un inmortal esculpido con el más fino y caro jade.

 

—¡Lan Zhan!— Exclamó el ruidoso de Wei WuXian y se acercó a grandes zancadas al Alfa.

 

Jiang Cheng puso los ojos en blanco y se acomodó a un costado con Nie HuaiSang mientras preparaban una fogata para pasar la noche.

 

Lan Wangji al oír la voz cantarina de Wei WuXian frunció levemente el ceño y abrió los ojos. El Omega ya estaba a pocos pasos de él y lo miraba con una gran sonrisa. Lan Wangji solo asintió y saludo en silencio.

 

—¡Lan Zhan! ¿Cuándo llegaste?— Preguntó con interés Wei WuXian.

 

—Unas horas, posadas llenas.—

 

Wei WuXian dio un paso más cerca y asintió: —Si, por eso mismo estamos aquí, parece que tenemos las mismas ideas.—

 

Lan Wangji lo miró fijamente, su rostro reflejaba frialdad, pero algo en sus ojos podía describirse como “Amable”.

 

Wei WuXian no desaprovecho el momento y exclamó: —Lan Zhan, ¿qué te parece si nos acompañas? No tienes nada más que hacer... ¿O sí? Ya que un Alfa en el grupo seria de mucha ayuda y estaríamos más seguros, además el Líder Nie seguramente estará preocupado por su pequeño hermano.—

 

—Mn.— Lan Wangji asintió y se acercó un poco más a la fogata.

 

Nie HuaiSang y Jiang Cheng asintieron a su silencioso saludo y los cuatro pasaron la noche en el templo.

 

A la mañana siguiente todos los jóvenes estaban listos para comenzar con su misión y volvieron al pueblo para preguntar por la familia de Wen Qing.

 

Los habitantes les comentaron que la familia tenía una residencia alejada del pueblo donde vivían todos juntos en una comunidad de médicos, y que una vez cada cierto tiempo venían al pueblo a reabastecerse de productos o por algún pedido de ayuda.

 

Siguiendo las indicaciones llegaron al lugar donde Wen Qing estaba junto a una viejita acomodando unas hierbas medicinales y Wen Ning sostenía unos frascos que parecían contener medicina.

 

Wei WuXian tomo la delantera y saludo con entusiasmo a los hermanos Wen.

 

Wen Qing les dio una leve sonrisa, pero su rostro denotaba cansancio y preocupación, algo que no pasó desapercibido por Jiang Cheng.

 

Después de saludarse, Wen Qing, les pidió a todos tomar asiento en una de las casas para hablarles de algunas de las pistas que tenía acerca de lo que estaba sucediendo.

 

Los cultivadores entraron en la residencia y se acomodaron.

 

—Agradezco que hayan podido llegar y brindarnos su ayuda.— Exclamó Wen Qing acunando sus manos haciendo una respetuosa reverencia.

 

Wen Ning se acercó y les sirvió un té mientras su hermana comenzaba con el relato.

 

—Estos cadáveres ambulantes no son comunes, son más bien una posesión por una fuerte energía resentida, ya que son personas que viven en el pueblo y no están muertas en absoluto.— Explicó Wen Qing y después de beber un sorbo del té agregó: —Nuestra comunidad no tiene cultivadores para lidiar con este problema, son médicos y ancianos, los únicos cultivadores somos mi hermano y yo, todos nosotros pertenecemos una rama lejana del Clan Wen y no nos brindan su ayuda. Por ese motivo invitamos a cultivadores de otras sectas, pero los rumores ya se extendieron y me temo que este asunto ya se está saliendo de control.—

 

—L-Los cuerpos de las personas poseídas siguen con vida, después de derrotarlos y extraer la energía resentida de sus cuerpos, limpiándolos, pueden ser salvados.— Dijo Wen Ning con un leve sonrojo en su cuello y mejillas por la vergüenza.

 

—Exactamente, como están poseídos se hacen daño a sí mismos y también dañan a las personas a su alrededor. Nuestra sala de atenciones está llena de personas con heridas entre leves y graves. Ya no damos abasto. Lo que necesitan entender es que no hay que matarlos, tratemos de salvar la mayor cantidad de vidas que se pueda.— Agregó Wen Qing.

 

Luego de la explicación el grupo asintió, entendiendo completamente la gravedad de la situación y cómo debían proceder en la misión. Luego de unos minutos formaron grupos para explorar un área mayor de la zona cercana al pueblo.

 

Lan Wangji parecía no querer trabajar con nadie y se marchó por un sendero hacia la profundidad de la montaña. Nie HuaiSang se quedó en el pueblo con el pretexto de ayudar a Wen Ning. Pero, todos sabían que no quería entrar en el bosque infectado de personas poseídas.

 

Mientras que, Jiang Cheng y Wei WuXian siguieron a Wen Qing, ya que sentían que no podían dejar a una doncella sola en el bosque, aunque la Beta era bastante fuerte y tenía sus medios para protegerse sola.

 

»»————-  -————««

 

A lo largo de la tarde habían encontrado solo a cuatro personas poseídas, la tarea era mucho más trabajosa ya que no había que eliminarlos ni erradicarlos, solo inmovilizarlos con sogas ata deidades o con las agujas que Wen Qing utilizaba para medicina, también podían ser noqueados al golpear sus cabezas para detener los impulsos nerviosos del cerebro que comandaban sus cuerpos, dejándolos inconscientes.

 

La luz del sol comenzó a menguar y se estaba haciendo de noche, en ese horario la actividad de los poseídos era mayor y más fuerte.

 

El bosque se llenó de una espesa neblina y la visibilidad era reducida a menos de la mitad. Wei WuXian y Jiang Cheng, estaban delante para despejar el camino y Wen Qing daba soporte desde la retaguardia.

 

Un grupo de poseídos llego desde las penumbras, haciendo quejidos lamentables y gruñidos de dolor.

 

En unos cuantos minutos se vieron rodeados por un centenar de estos “Cadáveres ambulantes”. La batalla se intensifico, Wei WuXian comenzó a esquivar los ataques golpeando detrás de los cuellos para noquearlos rápidamente, tratando de mantener su fuerza en control.

 

Jiang Cheng los golpeaba con el costado de su espada haciéndolos perder el equilibrio y rápidamente ataba sus manos y piernas con la cuerda, mientras que Wen Qing, les clavaba sus agujas para mantenerlos inconscientes.

 

Uno de los poseídos paso la línea de defensa y se abalanzo contra Wen Qing. La Beta no tenía tiempo de esquivarlo y Wei WuXian con un ágil movimiento de sus piernas logró moverse a una gran velocidad y tomar a Wen Qing entre sus brazos para esquivar el ataque. Wen Qing se asombró de la gran habilidad y se sintió algo apenada por la cercanía con el Omega. Ambos se miraron unos segundos y Wei WuXian le sonrió.

 

Un ruido sordo se escuchó y el cuerpo del poseído cayó de rodillas noqueado por Jiang Cheng.

 

Wei WuXian y Wen Qing se separaron después de darse cuenta de la cercanía entre ellos y que sus manos habían estado juntas todo ese tiempo.

 

—Doncella Wen, ¿estás bien?— Preguntó Jiang Cheng con preocupación, pero algo en sus ojos brillaba de manera espeluznante, estaba celoso de que su hermano haya estado tan cerca de Wen Qing, pero agradecía que la pudiera salvar.

 

Wen Qing asintió, su rostro estaba algo ruborizado y levantando su mirada, observo que todo el grupo de poseídos estaba sometido e inconsciente en el suelo. Suspiró con alivio.

 

Wei WuXian se apartó unos cuantos pasos para comenzar a llevar a los poseídos a la Residencia Wen.

 

Jiang Cheng también se dispuso a llevar a las personas, mientras su mente estaba en caos. Su mano se apoyó débilmente en su túnica, lugar donde guardaba un presente que no se animaba a dar a la Doncella Wen.

 

Un peine que había comprado en Caiyi.

 

La primera noche de cacería nocturna termino y al llegar a la residencia, Lan Wangji ya estaba dentro. El Alfa había llegado por ayuda para traer a veinte poseídos mientras que Wei WuXian y Jiang Cheng habían atrapado doce. 

 

Wei WuXian se acercó unos pasos a Lan Wangji y comenzó a felicitarlo por su gran logro.

 

El Alfa lo miró con desaprobación ya que podía sentir un leve aroma a perfume de rosas impregnado en su túnica, perfume que usaba la Doncella Wen y para que el perfume quedara impregnado en su cuerpo debían estar bastante cerca.

 

Esto puso a Lan Wangji en una situación complicada, entre celos y enojo. Rechazando los halagos del Omega se metió en su habitación hasta la hora de la cena.

 

Wei WuXian no se dio cuenta del motivo del enojo del Alfa, solo pensó que estaba siendo molesto con sus palabras y no le prestó atención. Salió de la residencia para hablar un poco con su amigo Wen Ning.

 

Jiang Cheng acomodó a los poseídos en la sala de atenciones y se quedó cerca de Wen Qing por si necesitaba alguna ayuda. Después de ver pasar a su hermano con el joven Wen, suspiró sabiendo que por un tiempo estaría solo.

 

Estando algo nervioso Jiang Cheng comenzó a mirar de reojo la belleza de la Beta frente a él. Ella trabajaba diligentemente, con esmero y humildad. Era una mujer de carácter, pero su amabilidad y la dedicación a su profesión eran admirables.

 

El Omega estaba perdido en sus pensamientos hasta que la dulce voz de Wen Qing lo volvió a la realidad.

 

—¡Joven Maestro Jiang! ¿Podrías pasarme esos ungüentos?— Dijo Wen Qing señalando unos cajones.

 

Jiang Cheng paseo su mirada para ver que estaba señalando el mueble que él estaba usando para apoyarse.

 

—¡Claro!— Exclamó nervioso y apenado.

 

La Beta se sonrió levemente, viendo lo adorable que se veía el Omega algo sonrojado y tímido. Extendió su mano para tomar los frascos y sus dedos se rosaron.

 

Jiang Cheng abrió mucho los ojos. —Esa era la mano que Wei Ying había tocado.— Pensó.

 

No sabía que impulso lo había dominado o si fue por los celos que apretaron su corazón, pero, Jiang Cheng extendió un poco más su mano y tomó la de Wen Qing. La sensación cálida y suave de su piel lo hizo temblar. En un estado de trance entrelazo sus dedos acariciando levemente su mano como si fuera una briza de primavera. Dándose cuenta de lo que estaba haciendo aparto su mano como si tocara fuego.

 

Mirando el rostro sorprendido de Wen Qing, Jiang Cheng caminó rápidamente y salió del lugar. Su rostro estaba rojo y sorprendido de sus propios actos.

 

La hora de la cena había llegado y el ambiente era extraño.

 

Lan Wangji estaba más serio y frío que de costumbre, mirando de reojo a Wei WuXian y a la Doncella Wen. Jiang Cheng estaba nervioso y no se animaba a ver a nadie a la cara, ni siquiera a su hermano. Wen Ning actuaba normalmente hablando con Nie HuaiSang que estaba algo asustado por el extraño ambiente. Wen Qing no podía ver a los Omegas de Yunmeng sin sonrojarse levemente y Wei WuXian actuaba con suma normalidad como si nada estuviera ocurriendo. Eso solo lograba que el enojo de cierto Alfa se intensifique aún más.

 

Cada uno volvió a su cuarto, Jiang Cheng y Wei WuXian compartían habitación ya que en la residencia no había cuartos suficientes para todos y uno de ellos debía compartir, y la mejor opción era que los hermanos compartan, así como lo hacían en los Recesos de la Nube.

 

El silencio fue cortado por Wei WuXian quien ya no soportaba la incomodidad de un cuarto tan sombrío como una tumba. —A-Cheng yo… Lo siento, solo quise salvarla… Tú sabes que no he tocado a ninguna mujer antes… Si no es para salvarla o ayudarla.—

 

Jiang Cheng suspiró pesadamente su hermano era bastante hablador, y más cuando tenía algo de nervios. —No hay necesidad de disculpas, si no lo hacías podría haber salido herida.—

 

Wei WuXian asintió y se acomodó en la cama que anteriormente había juntado con la otra para estar más cerca de su hermano. Jiang Cheng se acomodó y miró el techo, balbuceó sin pensar. —Yo… La tome de la mano también.—

 

Wei WuXian se sorprendió, pero no emitió sonido ni movimiento alguno.

 

Jiang Cheng siguió hablando: —No sé el por qué lo hice, estaba como en trance, ella no se apartó y solo me miró con asombro.— Se rio nerviosamente. —Yo solo... al darme cuenta hui como un tonto… seguramente debe pensar mal de mí.—

 

Wei WuXian tragó y se volteó a ver a su hermano. —No lo creo, ella es muy amable. Si no se apartó, debe pensar bien de ti.—

 

La sonrisa de Wei WuXian era sincera. —Felicidades A-Cheng… Ahora tienes más posibilidades de que acepte tu regalo.—

 

Jiang Cheng se puso colorado. —E-eso solo es para que veas que tengo la ventaja, yo no perderé, me voy a dormir.— Exclamó y le dio la espalda.

 

La sonrisa de Wei WuXian se suavizó un poco y también le dio la espalda acomodándose para dormir. —Podría competir con quien sea, pero jamás lo haría con Jiang Cheng.—

 

»»————-  -————««

 

—Jiang Cheng, hoy tratare de convencer a Lan Zhan de ir con él, así puedes tener más tiempo a solas con Wen Qing, aprovecha mi amabilidad para darle tu regalo.— Exclamó Wei WuXian sonriéndole a su hermano.

 

—¡¿Quién quiere tu amabilidad?!— Se quejó Jiang Cheng revoleándole la almohada.

 

Wei WuXian esquivó lo que su hermano le había arrojado y se rió escandalosamente. —¡Vamos, no seas tonto! Además, quiero molestar a Lan Zhan, hace tiempo que no le hago bromas y estoy aburrido.—

 

—No hagas tonterías, así solo lograras que te odie aún más o intente matarte… abandonando tu cadáver en el bosque… yo no iré a enterrarte.—

 

Wei WuXian salió del cuarto despidiéndose con una risa divertida.

 

Jiang Cheng se rió en silencio pensando en el rostro enojado que tendría el Alfa al sentir el aroma de su hermano, se había tomado el trabajo de perfumarlo en la noche, un pequeño ajuste de cuentas por las dos veces que Wei WuXian había vuelto con el aroma a sándalo en su cuerpo. Al parecer Wei WuXian no se dio cuenta acostumbrado al aroma de los lotos.

 

Acomodando su túnica y peinado salió de la habitación para tomar el desayuno. Al llegar a la sala solo estaban los hermanos Wen.

 

—Buenos días.— Saludó Jiang Cheng con una reverencia.

 

—Buenos días, Joven Maestro Jiang.— Saludó Wen Qing, se acercó a él, le sirvió una taza de té y acomodó un cuenco con el desayuno.

 

—Gracias.— Exclamó Jiang Cheng.

 

—Hermana iré a cambiar los vendajes de los heridos. Suerte allá afuera.— Dijo Wen Ning y se marchó con una silenciosa reverencia que Jiang Cheng contesto de igual manera.

 

Ambos volvieron a quedar solos.

 

—¿Y los demás?— Preguntó tentativamente Jiang Cheng.

 

—Nie HuaiSang está en la sala de atenciones, el Segundo Maestro Lan partió hace un tiempo y el Joven Maestro Wei se llevó un pan y fue tras él.—

 

—Es muy probable que hoy podamos terminar la misión.— Exclamó Jiang Cheng.

 

Wen Qing asintió. —Es posible, es lamentable que algunas personas hayan perdido sus vidas, las noticias corren rápido y algunos llegaron para cazar cadáveres ambulantes, no se puede salvar a todos pero trataremos de hacer lo mejor que podamos.—

 

Después de desayunar ambos salieron al bosque, solo quedaban entre las personas desaparecidas unos quince poseídos.

 

Wei WuXian corrió por el bosque siguiendo el leve aroma a sándalo que quedaba flotando en el aire, después de unos minutos alcanzó a Lan Wangji.

 

—¡Wei Ying!— Exclamó Lan Wangji.

 

—Lan Zhan, hola… vamos de cacería juntos... ¿No?— Exclamó el Omega con una sonrisa.

 

Lan Wangji lo miró un segundo, después lo comenzó a ignorar y caminó por el bosque.

 

Wei WuXian notando que no le dijo que “Si” o que “No”, lo siguió de todas maneras.

 

Lan Wangji intencionalmente bajo el ritmo de su caminar, el Omega lo alcanzó y se puso a la par en poco tiempo. Él no podía negar que le gustaba la compañía de Wei WuXian cerca de él y poder sentir su distintivo aroma. Pero, al percibir su fragancia con cautela, sus ojos se ensombrecieron y su ceño se frunció. Olía a loto. Wei WuXian olía a Jiang Wanyin.

 

El Omega interior de Wei WuXian sintió la perturbación del Alfa a su lado.

 

—Tú aroma.— Exclamó Lan Wangji fríamente.

 

—¿Eh?...—

 

Wei WuXian aspiro el aire de su alrededor notando que el Loto había opacado su aroma distintivo a Manjusaka. Tan acostumbrado a estar cerca de Jiang Cheng, Wei WuXian no había notado que su hermano, lo perfumó intencionalmente.

 

—Oh~… Al parecer en la noche se me pego el aroma de Jiang Cheng.— Respondió finalmente Wei WuXian, restándole importancia.

 

Pero, Lan Wangji no lo tomó así. Para él era importante y algo a tener en cuenta, sus celos se activaron, el día anterior Wei WuXian olía al perfume de Wen Qing y ahora a Jiang Wanyin. El Alfa sabia de la relación cercana de amistad y hermandad que tenía con Jiang Wanyin, pero ¿qué tan cercanos podían ser para llegar a perfumar al otro?

 

Su hermano Lan Xichen, no lo perfumaba, incluso su tío evitaba tener contacto con ellos. Solo su madre lo perfumo una vez.

 

Pensando en que las otras familias podían perfumarse entre sí, o que era alguna costumbre, trato de no pensar mucho en ello.

 

—Mnn.—

 

Wei WuXian al escuchar una respuesta aunque fuera un monosílabo corto lo alivio y la tensión había cedido, volviendo a un ambiente normal y ameno.

 

Después de estar sometiendo a unos pocos poseídos, se encontraron con dos Alfas que al parecer eran Cultivadores Errantes. Ellos estaban matando a uno de los “Cadáveres ambulantes”.

 

—¡¡Oigan, ustedes!! ¡¡¿Qué están haciendo?!! ¡¡No saben que estos cadáveres ambulantes, son solo personas del pueblo poseídas, ellos no están muertos en absoluto!!— Exclamó Wei WuXian acercándose a ellos y empujándolos para intentar salvar a la persona herida de gravedad.

 

—¡Maldita puta! ¡No te metas con nosotros! ¡Eres solo un Omega, respeta a los Alfas!— Se quejó uno de los cultivadores.

 

El otro cultivador intento frenarlo pero no lo logro, ya que había reconocido a Lan Wangji y comenzó a tener miedo.

 

Wei WuXian chasqueó la lengua. —¿Eh~?... ¡¿Crees que tienes el derecho de menospreciarme solo porque eres un Alfa?!—

 

El cultivador miró a Lan Wangji sin reconocerlo, estaba muy enfadado y escupió: —¡Tu-! Alfa… Sera mejor que le enseñes modales a tu puta.—

 

Wei WuXian no pudo seguir soportando que lo insultaran y que además le hablaran despectivamente a Lan Wangji, su mano formo un puño y con un fuerte envión, lo estampó en la cara del Alfa tirándolo unos cuantos metros y rompiéndole la nariz por el fuerte impacto.

 

—Parece ser que la basura es ignorante… ¿No reconoces ese uniforme? Es el Segundo Jade de Lan, Lan Wangji. Y por si no lo sabias este uniforme es de la Secta Yunmeng Jiang, soy el Discípulo Principal de la Araña Violeta, Wei WuXian….—

 

El Omega no había terminado de alardear, que los dos Alfas salieron corriendo asustados perdiéndose en la distancia, el grito de “Discúlpanos” se fue haciendo más débil mientras se alejaban.

 

Wei WuXian suspiró y tomó el pulso del herido, pero ya estaba muerto.

 

Lan Wangji se mantuvo en silencio, pero una parte de él salto al ver a Wei WuXian defendiéndose con orgullo de ese Alfa, tampoco podía negar internamente que no admiraba al Omega frente a él.

 

Luego de unas horas, no encontraron más personas poseídas y volvieron a la residencia Wen.

 

Jiang Cheng estaba sentado en el umbral de la puerta de entrada con un rostro algo decaído. Al ver que su hermano llegaba trato de cambiar su aspecto, aparentando que estaba todo bien.

 

Lan Wangji entró en la residencia después de hacerle una leve reverencia. Jiang Cheng se corrió de lugar para darle paso y se dirigió a su hermano: —Volviste.—

 

—Sí, tuvimos algunos inconvenientes en el bosque.— Exclamó Wei WuXian y se sentó en donde estaba Jiang Cheng anteriormente y le hizo un lugar para que lo acompañe.

 

El Omega acepto su oferta en silencio y se sentó.

 

—A-Cheng, ¿pudiste darle el regalo?— Preguntó Wei WuXian.

 

—No. No me animé a hacerlo.— Suspiró pesadamente Jiang Cheng.

 

—¿Por qué desaprovechaste una buena oportunidad? Que desperdicio.— Se quejó Wei WuXian.

 

Jiang Cheng frunció el ceño y le dio un tic en el ojo derecho, sin ganas de discutir, lo ignoró.

 

—No importa…— Murmuró Jiang Cheng y cambio de tema. —Parece ser que la misión está terminada, al menos los desaparecidos del pueblo ya fueron localizados. Y solo queda purificar sus cuerpos. Mañana partiremos a Yunmeng.—

 

El rostro de Wei WuXian se ensombreció un poco y su sonrisa perdió algo de su brillo, él quería quedarse un poco más con sus amigos, y con cierto Alfa que necesitaba seguir molestando.

 

—No habrá retrasos.— Exclamó luego de ver las pocas ganas que tenía su hermano de volver. —No sabemos cuándo puedas comenzar a sentirte mal, además padre y hermana estarán preocupados.—

 

Wei WuXian asintió, también comenzaba a extrañar a su Shijie y su deliciosa comida.

 

Al día siguiente, Wen Qing les agradeció formalmente por la ayuda que le brindaron, a ella y a las personas del pueblo. Wen Ning se despidió de Wei WuXian, esperando volver a encontrarse en un futuro o en alguna otra misión. Lan Wangji asintió y agradeció con pocas palabras la invitación y la hospitalidad.

 

Nie HuaiSang aprendió un poco sobre medicina básica y primeros auxilios, cómo él era algo torpe y se lastimaba muy a menudo, esos conocimientos le podrían ser muy útiles.

 

El grupo se marchó, y en un punto del camino Lan Wangji siguió hacia la dirección de Gusu. Jiang Cheng, Wei WuXian y Nie HuaiSang lo despidieron con cortesía y siguieron viaje.

 

Unas cuantas millas más, Nie HuaiSang se quedó en un pueblo esperando por su guardia personal. Dejando a los dos Omegas de Yunmeng solos viajando a Muelle de Loto, ambos volaron sobre sus espadas.