Chapter 1: El mejor Dúo.
Chapter Text
°
° Spreen °
- Oigan Spreen, Roier, ¿se unen a nosotros? – pregunta Osvaldo el cual está acomodándose su chaqueta.
- ¿A dónde? – pregunta mi compañero mientras apaga su computadora al terminar el trabajo del día.
- Iremos a el bar de Goncho a festejar que por fin se acabó el pinché caso – responde Aldo por el más alto.
- Bueno, le prometí a Mictia que volvería temprano a casa, ya saben, compensar qué he estado laburando mucho – respondo guardando mis llaves y teléfono.
- Dale Spreen, no seas aburrido – dice Rivers pasando a mi lado mientras palmea mi espalda.
- Pues yo si voy – comenta Roier mientras alcanza a sus mejores amigos los cuales no tardan en abrazarlo por los hombros, los tres van empujándose.
- Vos sabes que no siempre tenemos la oportunidad – me anima Farfadox mientras se va con los tres mexicanos, Rivers me dedica una última mirada y se va con ellos.
Sin poder evitarlo me planteo que tan buena idea era ir, Mictia me re cagaría a palos sino volvía a casa temprano como le había prometido hace semanas, le dije que cuando termináramos este caso mi horario volvería a la normalidad y podría llegar a casa para cenar, pero a decir verdad quería ir con mis amigos, casi nunca teníamos la oportunidad de pasar el rato fuera del trabajo, suspiro contrariado, camino rápido para alcanzarlos en el ascensor, al ver que me acerco Roier pone su mano en las puertas para que no se cierren.
- Al bar de Goncho entonces – digo decidido.
- Eso Spreen, ya se sabía que no eres un gobernado – dice Osvaldo palmeando mi espalda de forma amistosa.
- Ay, cállate papi que todos aquí sabemos que si Foolish te llama te iras a casa rápidamente – lo molesta Aldo.
- Tal vez deberías avisarle a Mictia por si acaso – me aconseja Roier en voz baja para que nuestros amigos no escuchen.
- Nah, es mejor que me caiga la bronca al llegar a casa, si le aviso me va a estar cagando a palos por llamada y después cuando vuelva, así me ahorro una ronda de reclamos, además no tiene por qué saber que el caso se cerró hoy – respondo encogiéndome de hombros.
- La neta a mí ni me cae bien – suelta Aldo de la nada.
- Nadie te pregunto a ti, pendejo – lo reprende Roi dándole un zape.
Ambos amigos comienzan a jugar entre ellos empujándose y peleando amistosamente, ruedo los ojos con diversión, una vez el ascensor se abre todos caminamos tranquilamente hacia el bar de Goncho, estaba a unas tres cuadras de la agencia así que estaba rápido, nadie llevaba auto ya que la agencia nos proporcionaba uno a cada pareja de agentes, pero al haber acabado el caso debía quedarse en la agencia para que los verificarán ya que en más de una ocasión hubo daños en los vehículos, era por protocolo, así que nos tocó caminar.
La charla va justamente sobre el caso, había sido más de dos meses de investigación y dos semanas para poder atrapar a los malditos ladrones de banco más famosos de este lado del país, había sido muy complejo ya que operaban de forma táctica por lo tanto robaban un banco en menos de tres minutos, fue difícil, pero se pudo lograr y ahora teníamos nuestro merecido tiempo de "descanso" el cual duraba más o menos una semana de trabajo de oficina, aunque no siempre era así.
Había veces que el trabajo era constante y sin descanso, pero amaba mi trabajo por lo tanto no me molestaba para nada, desde que entré a la agencia hace más de cinco años no he tomado vacaciones porque no las necesito, yo estaba realmente comprometido con mi trabajo y eso difícilmente cambiaría.
Esta era la principal razón por la que mi prometida Mictia siempre me andaba reclamando ya que no pasó mucho tiempo con ella cuando los casos están activos, ella no entendía que mi trabajo era gran parte de lo que me definía como persona, lo profesión que me apasionaba, por eso no le daba mucha pelota cuando me hacía reclamos sobre el tema, yo jamás le recriminaba nada sobre su laburo o pasatiempos, ojalá las cosas fueran así en ambos sentidos.
Dejo de pensar en ello al entrar al bar de nuestro amigo, estaba a rebosar aunque no me extraña al ser viernes por la noche, vamos directamente a la barra y nos acomodamos como se puede, cada quien pide una cerveza mientras el fútbol americano está en la televisión que estaba en la parte donde estábamos, nos atiende una chica con una sonrisa amable, seguramente Goncho estaría en la parte detrás del local haciendo trabajo administrativo o de negocios, no tardamos en iniciar una charla sobre deportes ya que cada quien tenía su favorito y el debate estaba entre cual era el mejor.
Rivers y yo estábamos abogando por el fútbol soccer, Farfadox por el beisbol ¿Quién carajos veía eso?, Osvaldo por el futbol americano ya que era lo que le gustaba a su pareja y por consiguiente él lo consumía, Roier por el baloncesto, aunque él no consumiera deportes, sino que lo había practicado en el colegio y Aldo simplemente se mantenía al margen solo soltando comentarios al azar para que el amistoso debate pasara a discusión a gritos.
El ambiente rápidamente se vuelve relajado una vez comenzamos a beber, la charla se dirige vagamente sobre lo que haremos ahora que termino el caso y ahora sería trabajo administrativo hasta que llegara uno que fuera asignado a nuestra unidad, cada uno con ideas diferentes, Osvaldo como era de esperarse pasaría tiempo con su pareja que era arquitecto, Aldo y Farfa se la pasarían saliendo a conseguir conquistas ya que eran los únicos de nuestra unidad sin pareja, Rivers simplemente seguiría con lo suyo de ir a practicar futbol con su equipo femenil y su pareja la acompañaría.
Roier estaba entre medias de pasar el rato con Aldo y Farfa y estar con su mina la cual a todos nos caía re bien por lo atenta y amable que es, todos pensábamos que Roier y su mina eran la pareja perfecta, al menos ese era el estándar de todos nuestros compañeros, además de que sabía que Tina no era como mi prometida, ella al ser cirujana en el área de emergencias entendía perfectamente que el trabajo del castaño fuera demandante porque él de ella también lo era… supongo que no todos podíamos tener la suerte de tener una pareja que nos entendiera del todo.
- Ey chicos, ¿Cómo están? – pregunta Cris, compañero de trabajo, pero él estaba en otra área, informática sino estaba mal.
- Cris, que bueno que te nos unes – lo saluda Farfa y palmea su lado izquierdo que estaba libre.
- En realidad, venía a en busca de este par – dice mientras apoya su mano en mi hombro y el de Roier.
- No mames… ¿ahora que hicimos? – me pregunta el castaño viéndome con resignación, solo puedo fruncir el ceño confundido.
- Nada boludo… al menos que yo recuerde – le respondo tratando de hacer memoria, pero esta vez no habíamos hecho nada malo, al menos no en este caso.
- El Capitán Rich quiere hablar con los dos – nos hace saber Cris para después tomar asiento al lado de Farfadox.
- Uy… ahí nos cuentan que pedo – nos pide Aldo con interés mientras comía algunos cacahuates.
- Pinche madre… neta ¿Quién quiere cambiar de compañero? El Spreen siempre me anda metiendo en pedos – se queja Roier mientras se levanta y saca unos billetes para pagar su cuenta.
- Yo no hice nada pelotudo de mierda – me defiendo imitando sus acciones.
- Sí, sí, lo que tu digas pendejo – me da un empujón amistoso – vamos, debe ser importante si nos mandó a buscar a las diez de la noche.
- Sabía que debí volver a casa temprano – me quejo mientras sigo a mi compañero.
- Te vas con cuidado mi amor – suelta Aldo refiriéndose a Roier.
- Claro rey, no te me vayas a pasar de pedo y tampoco te cojas a ninguna persona que esta borracha, sabes que es contra la ley – le recuerda mi risueño compañero.
- Haremos lo que se pueda – ahora responde Farfa.
- Ya dale boludito, luego te pones de trolo – lo tomo del brazo y lo saco del bar.
Ambos caminamos mientras entre nosotros compartimos impresiones del caso para tratar de encontrar la cagada que cometimos, pero todo parecía re bien, esta vez no fuimos impulsivos ni actuamos como locos suicidas, no entendía porque nuestro capitán nos había mandado a buscar tan jodidamente tarde, ¿Qué era tan importante que no podía esperar al día de mañana? Al final de cuentas laburábamos de lunes a sábado cuando no teníamos caso activo así que mañana iríamos a la oficina, estaba comenzando a sentirme ansioso, solo esperaba y no fuera otra reprimenda sobre nuestro comportamiento osado en el campo.
Siempre recibíamos sanciones o reprimendas por ello, pero cuando necesitaban a un par de boludos que tomaran grandes riesgos ahí si nos buscaban, sino fuéramos unos pelotudos que les gusta el peligro ya habríamos ascendido de puesto… al menos Roier que se le daba bien la política al ser más paciente y amable, pero como nuestro trabajo estaba ligado al ser compañeros, mi amigo castaño no había podido subir mucho aunque a él no parecía molestarlo en lo más mínimo, ambos éramos amigos desde la academia del FBI, diez años de conocernos casi once, trabajar juntos era prácticamente como respirar, siempre en sintonía con el otro y por esa misma razón a pesar de los problemas que pudiéramos ocasionar no nos cambiaban de compañero.
Nuestra amistad era muy estrecha, así que yo lo consideraba más que un mejor amigo, todos teníamos esa sensación con nuestro compañero ya que literalmente le confiábamos nuestra vida al otro en cualquier tipo de situación, cuando estábamos en el campo era como si fuéramos una extensión del otro, como si yo fuera su mano derecha y él la mía de una forma muy literal, por eso mismo sabía que no había una razón lógica para ser convocados de forma sorpresiva porque no habíamos cometido alguna locura en meses, no desde que casi morimos en una persecución a alta velocidad.
Así que con estas dudas entramos a la agencia pasando nuestras identificaciones al lector, subimos por el ascensor en completo silencio, una vez en nuestro piso nos dirigimos a paso rápido a la oficina de nuestro capitán, Roier es quien toca de forma rítmica la puerta, escuchamos la voz de nuestro jefe que nos pide que pasemos, abro la puerta dejando pasar primero a mi compañero, después ingreso dejando que la puerta se cierre a nuestras espaldas, sin decir nada nos sentamos en los sofás individuales que estaban frente al escritorio del capitán Rich esperando lo que sea que debamos esperar.
- Me alegro que el agente Green los haya encontrado, un nuevo caso nos ha llegado, nada más leer el archivo supe que ustedes serían los indicados para esto – dice directo al grano mientras nos tiende a cada uno un folder con letras rojas en grande aclarando que era confidencial.
- ¿No podía decirnos esto mañana? – resoplo con fastidio, Roier me da un codazo para que guarde silencio.
- Me temo que no podía esperar agente De Luque, debía informarles de esto lo antes posible para que mañana mismo comencemos a prepararlos a primera hora y también para que les dijeran a sus familiares que estarían fuera por un tiempo – explica de forma seria.
- Aguanta un toque… acabamos de terminar un caso – digo confundido.
- Lo sé y otros más llegaron, no sé qué le sorprende agente, sabe cómo es el trabajo – me observa con detenimiento.
- No hemos terminado el papeleo de este señor, normalmente nos asignan otro cuando terminamos lo administrativo – explico mi reacción, era verdad que había veces que trabajábamos sin descansar, pero normalmente teníamos un día para terminar todo el papeleo.
- No se preocupe por ello, yo hare lo administrativo por ustedes en esta ocasión – se recarga en su silla mientras sigue observándonos.
- No chingues – escucho el murmullo de Roier, volteo a su dirección y él ya está leyendo el archivo.
- ¿Qué? – lo cuestiono ya que no decía nada y solo estaba pasando las hojas de forma rápida.
- Nos van a mandar a Francia… seré tu esposo wey – me dice divertido mientras me muestra una fotografía, se la arrebato a pesar de que en mi archivo habría una copia.
Era una foto algo borrosa, pero era claro como el agua, dos hombres tomados de la mano en una galería de arte, sus complexiones eran parecidas a la mía y la de Roier, solo estaba la diferencia de que uno de ellos era castaño rojizo, el castaño de Ro era como el chocolate, además de eso el pelinegro tenía un tatuaje en el cuello del lado izquierdo, no podía distinguirlo bien por la resolución de la fotografía.
- No lo entiendo – digo algo desorientado.
- No es algo complicado de entender agente De Luque, irán de encubierto – le dedico una mirada sorprendida a nuestro jefe.
- Usted dijo que no volvería a cometer ese error con nosotros, que ni en pedo nos volvería a enviar encubierto después de lo que sucedió la última vez – explico el porqué de mi confusión, Rich se ríe ligeramente.
- Bueno, creo que aprendieron su lección, además de que esta vez no estarán encima de un bote, no podrán dañar otro yate de miles de dólares – se encoje de hombros.
- Ya – es lo único que puedo responderle.
- ¿Cómo nos haremos pasar por ellos? ¿Qué nos asegura que no nos cruzaremos? – esta vez pregunta Roier interesado.
- Bueno… los sujetos fueron aprendidos cuando estaban volando de Colombia a Francia, fueron deportados aquí a los estados unidos, en el archivo de cada uno hay diferentes fotografías para su personificación, de eso hablaremos a profundidad mañana, por eso era importante que lo supieran hoy mismo, a partir de mañana comenzaremos con los pequeños cambios físicos para que sean lo más parecidos posible y una vez logremos eso será la adaptación de acento y la forma en que se expresaran, para lograr una personificación convincente tendrán la oportunidad de interrogar a los sospechosos además de que les daremos algunas grabaciones de voz que logramos conseguir – nos explica de nueva cuenta, parece complacido de alguna manera.
- ¿Mañana mismo nos mandaran a Francia? – cuestiona Roi de nueva cuenta algo contrariado, tener un solo día para prepararse era jodido y prácticamente imposible.
- No, primero tienen que ser vistos en Colombia, allá estarán un par de días los cuales tendrán para acostumbrarse a sus personificaciones – resoplo sin poder evitarlo.
- Es una pelotudes, está bien que Roier y yo somos sus mejores elementos, pero ni en pedo podremos adaptar un acento diferente en dos días – digo lo obvio, esto debió haberse notificado con al menos una semana.
- Como dije, no se preocupen tendrán tres días aquí en la sede para adaptarles bien el guarda ropa, color de cabello entre otras cosas, así que si lo piensan bien serán cinco días para que puedan adaptarse, dormirán en un apartamento que es propiedad del FBI, ahí podrán estudiar sus papeles por tres días y después partirán a Colombia – suspiro cansado, era una locura total.
- Una duda… ¿Por qué nosotros en específico? Aldo y Farfadox pudieron encargarse de esto sin problema – pregunta Roier con curiosidad.
- No busque cumplidos, agente – rueda los ojos con fastidio.
- No lo hago, pero bueno… ellos tienen más experiencia con respecto a relaciones con alguien del mismo sexo, serían más creíbles – expone ya que para nadie era un secreto que Aldo y Farfa eran bisexuales.
- No se ofenda agente, pero usted mejor que nadie puede adaptarse a muchas situaciones, además de que coquetea con sus compañeros de trabajo como pasatiempo – muerdo el interior de mi mejilla para no reírme, era verdad que Roi era alguien que bromeaba mucho con ello – por lo tanto, su compañero ya está acostumbrado a sus insinuaciones así que imagine que podrían con el trabajo… si esas son todas sus dudas creo que será mejor que vayan a descansar bien, mañana será un día pesado para ustedes.
- Claro – suspiro cansado poniéndome de pie.
- Con su permiso – complementa Roier y salimos de la oficina cada quien con su carpeta – no mames, el capitán me dijo puto indirectamente – suelta el castaño una vez estamos dentro del ascensor, ahora si me rio con ganas.
- ¿Y la mentira? – bromeo con él.
- Pendejo – me empuja amistosamente con el hombro.
- No sabes en el quilombo que me voy a meter en casa – digo con un suspiro.
- Bueno, si sirve de consuelo dile que fingiremos ser gays, seguramente se ríe – sugiere mientras salimos de la agencia.
- Mictia no es como Tina, me va a romper las pelotas por tener que laburar fuera del país.
- No sé qué me asusta más, que te perturbe más los reclamos de tu prometida o que te de igual tener que tengamos que fingir ser esposos – me molesta entre risas, ruedo los ojos con una sonrisa.
- Tal vez no me perturbe tener que fingir ser trolo porque es laburo, al menos tengo la tranquilidad de que es con vos, creo que sos la única persona con la que podría hacer esta pelotudes – digo sinceramente.
- Awww yo también te quiero mi amor – vuelve a molestar.
- Para, pelotudo – me rio relajado, llegamos a la estación de taxis para poder irnos cada quien a su casa.
- Bueno, nos vemos mañana, te deseo suerte – palmea amistosamente mi espalda.
- Gracias boludo, la necesitare – nos despedimos con un movimiento de cabeza.
Cada quien sube a un taxi diferente, solo puedo cerrar los ojos con cansancio, en verdad no quería tener que lidiar con los reclamos de mi prometida, estaba comenzando a fastidiarme, pero no decía nada porque también entendía en parte que se molestara porque no pasamos tiempo juntos como una pareja normal, así que me lo bancaba porque al final del día era ella a quien había elegido para que fuera mi esposa, solo era cuestión de acostumbrarme, seguramente todo iría piola una vez nos casemos, esperaba que sí.
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
- Ya llegue – digo alto esperado que Tina este en casa, se supone que hoy no tenía guardia, pero nada era seguro ya que a veces cubría a alguno de sus compañeros.
- En la cocina Ro – responde animada, dejo mi chaqueta en el perchero, el archivo lo pongo en la mesita de la entrada y me dirijo hacia la cocina mientras desabrocho los primeros botones de mi camisa.
- ¿Cómo estuvo tu día? – le pregunto dejándome caer en el banco de la isla de la cocina, ella me tiende una taza de café la cual tomo como si fuera el elixir de la vida – gracias linda – me sonríe con cariño.
- Bueno, por tu cara creo que me fue mucho mejor a mí que a ti – continua con lo que estaba haciendo, me imagino que la cena.
- Hoy terminamos el caso, pero antes de que me felicites y todas esas cosas dulces que haces… me asignaron a otro inmediatamente, sé que ya estas acostumbrada a ello, pero tal parece que el capitán Rich perdió su poca cordura porque me mandara de encubierto otra vez – le cuento mientras bebo mi café.
- Oh… creí que eso no volvería a suceder después de que casi explotan el bote de ese señor millonario – dice divertida, sonrió sin poder evitarlo.
- Como dije, perdió la razón… creí que tendría aunque sea unos días de tranquilidad e ir a cenar con tus padres el domingo – confieso mientras me levanto para servirme más café.
- Oh pobre de mí lindo Ro, estas cansadito – me pica mientras me toma del brazo tirando de mí para que me agache y alcance mi mejilla plantándome un casto beso.
- No tienes idea y para rematar… será un caso donde fingiré estar casado con Spreen – le cuento divertido, ella comienza a reír mientras sirve los platos.
- Creo que tu jefe sabe muy bien lo que hace aunque podría haberte mandado con cualquier compañero y darías la talla, con lo coqueto que eres con todos tus amigos – me da mi plato con una sonrisa.
- Sabes que es bromeando cariño, nunca coquetearía con alguna otra chica primero por respeto a ti y segundo porque estoy comprometido con nuestra relación – apoyo mi mano en su cintura.
- Lo sé Ro, sabes que confió en ti completamente, no por nada fuimos mejores amigos por muchos años antes de decidir intentarlo y ahora estamos aquí viviendo juntos, incluso mi madre me ha preguntado que para cuando los nietos – ante su comentario me ahogo con mi propia saliva.
- Mierda… ¿tan pronto? Si estamos jóvenes – le recorro una silla para que se siente cómoda, después tomo mi lugar a su lado.
- Tenemos casi treinta, es normal que me pregunte esas cosas, al menos no dijo nada sobre bodas – se ríe animada.
- ¿Estas lista para esas cosas? – pregunto algo inquieto.
- No, la verdad es que aún no me veo casada ni con hijos, ambos estamos concentrados en nuestras carreras, tal vez en unos cinco años ¿tú qué opinas?
- Ese periodo de tiempo me parece bien, en cinco años seguramente me ascenderán y será menos problemático el tener casos fuera del país – asiento de acuerdo.
- Bueno dejando eso por aclarado sigue contándome sobre tu caso – me pide curiosa.
- A decir verdad aun no sé mucho, solo que iremos a Francia fingiendo ser una pareja de esposo gay, según sé son traficantes de armas y arte robado – comento mientras cenamos tranquilamente.
- Oh, que interesante con lo bien que se te dan los idiomas y acentos, que bueno que aprendiste francés cuando aún estabas en bachillerato.
- Sí, pero aun así será difícil, seguramente tendré un ligero cambio de look, ya sabes cómo es esto, mañana comenzaran a capacitarnos para entrar bien en papel, no sé cuándo volveré a casa, pero tratare de llamarte aunque sea por las noches… aunque nuestros horarios se moverían mucho – digo algo contrariado por ese último detalle, apoya su mano sobre la mía entrelazando nuestros dedos, su mano era tan pequeña y delicada comparándola con la mía.
- No te preocupes handsome, llama cuando puedas, un mensaje de texto estará bien, prefiero que te mantengas concentrado y que no hagas locuras que pongan tu vida en peligro, quiero que vuelvas entero a mí – ante su petición sonrió cariñosamente, me inclino hacia ella dándole un dulce beso en los labios.
- Siempre vuelvo, lo sabes… siempre juntos – le recuerdo apoyando mi frente con la suya, sus manos acunan mi rostro.
- Always – acaricia mi rostro de forma realmente suave con sus delicados dedos.
- Vamos cariño, démonos una ducha juntos y aprovechemos el tiempo – muevo las cejas con picardía, ella se ríe bajito.
- Llévame – me abraza por el cuello.
- Sujétate bien – la alzo como si no pesara absolutamente nada, enreda sus piernas en mi cadera.
Camino a ciegas hacia nuestra habitación, conocía nuestra casa perfectamente, aún tenía unas horas para pasarlas con ella, no solo para sexo sino para charlar y escuchar cómo fue su día, era nuestra regla implícita, siempre estábamos en sintonía, siempre nos decíamos todo, así es como nuestra relación era tan sana y bonita, porque ante todo éramos mejores amigos y nos habíamos prometido que eso jamás cambiaria, así que me concentraría en el ahora, ya mañana seria otro día y me aseguraría de cumplir mi promesa de volver entero.
° Spreen °
Tomo una gran bocanada de aire antes de entrar en mi apartamento, estoy mentalizándome para las cagadas que estaban por caerme, Mictia no estaría feliz y seguramente me tocaría dormir en la habitación de invitados, era agotador tener que lidiar con su humor algunas ocasiones así que una vez reúno toda mi paciencia entro tranquilamente, pongo el archivo en la mesita de centro de la sala, boto ahí mi chaqueta, tomo una respiración más.
- Ya llegue Mictia – me anuncio por fin y como si la hubiera invocado sale de nuestra habitación compartida en pijama, esta peinando su cabello húmedo tal parece que acaba de salir de la ducha.
- Ya era hora, últimamente llegar muy tarde a casa – hace la observación de forma contundente, contengo el resoplido de fastidio.
- Estábamos en un caso activo, era importante gente estaba muriendo – respondo neutro.
- Estábamos... ósea que ya termino, ya era hora – rueda los ojos mientras se acerca y me abraza por el cuello, pero frunce el ceño – hueles a cerveza… ¿estuviste con tus amigos en vez de volver a casa como prometiste? – reclama directamente soltándome dándome un ligero empujón.
- Solo fue una cerveza con los pibes, no es para tanto, festejamos que atrapamos a los malos, antes eso solía gustarte – digo porque era cierto.
- Sí bueno, antes me parecía sexy tu trabajo, ahora lo odio, ni si quiera pasamos tiempo juntos – y aquí venían los reclamos, antes de que comenzara con ello la interrumpo.
- Vuelvo todas las noches con vos, el sábado salgo temprano y vuelvo directo a casa para estar juntos, el domingo entero te lo dedico… todo mi tiempo libre lo tenés, esa es una jornada laboral común en muchos campos Mictia, antes no te molestaba – vuelvo a recordarle.
- Bueno, antes no estábamos comprometidos, se supone que esta etapa de nuestra vida es para que la pasemos juntos, vayamos a algún lado de escapada romántica, planear nuestra boda, ir juntos a probar el pastel, escoger flores y esas cosas, yo solo tengo al agente cansado en casa de la cual no quieres salir – resopla dando un pisotón en el suelo como una nena de quince años, ahora si no puedo evitar resoplar.
- Desde que nos conocimos sabias que me gustaba más estar en casa que salir de joda, quiero tranquilidad en mi tiempo libre ya suficiente tengo con el laburo.
- Bueno si jugaras menos a ser Rambo en cada caso también querrías salir a divertirte – suspiro realmente cansado, ella parece notarlo porque se calma – bueno, ya terminaron el caso y ahora estas en casa ¿Por qué no pedimos la cena y nos desvelamos? – vuelve a abrazarme, no correspondo porque sabía que este cariño no dudaría nada.
- No puedo, me asignaron otro caso y mañana mismo inicio – digo completamente serio y como imagine me suelta retrocediendo tres pasos mientras me ve como si la hubiera golpeado o traicionado de la peor forma.
- Eres jodidamente increíble, ¡ni si quiera piensas en mí! – alza la vos furiosa.
- Es mi laburo Mictia, es re importante algunos tenemos más responsabilidades que preocuparnos por lo que nos pondremos mañana para vernos bien – gruño molesto.
- Soy jodida asesora de moda, claro que tengo que verme bien, idiota, dices entender mi trabajo pero cada que puedes lo desprecias como si no fuera importante.
- No lo desprecio, vos sos la que lo toma así, nunca he criticado nada de lo que haces, pero vos solo te la pasas reclame y reclame como si yo fuera quien acepta los casos que me asignan, como si solo me la pasara de acá para allá por gusto, es mi jodido trabajo, hice un jodido juramento para mantener a la gente segura, ¡vos sos la exagerada que solo me anda jodiendo por todo! – me exalto ya cansado de estas peleas, recibo una fuerte bofetada.
- Largo – demanda completamente sonrojada del enojo, la irá burbujea en mi estómago.
- No, este es mi apartamento, dormiré en la habitación si a vos no te gusta está la de invitados, si no querés estar acá vos podés irte a un hotel – digo contundente y terriblemente agotado.
Camino directamente a mi habitación y cierro la puerta nada más pasar, comienzo a desvestirme para dormir, no tenía ánimos para ver qué es lo que haría ella, en este momento me importaba poco, tal vez había sido un pelotudo, pero estaba cansado de esto y yo debía descansar bien para poder ir al laburo bien y no cometer errores, así que arreglaría esto una vez volviera, decido no pensar más en ello y me recuesto en la cama en ropa interior y caigo dormido a los pocos minutos sin soñar nada, ya mañana seria otro día y esperaba que fuera mejor que este.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI ¿Qué les pareció?
Como podrán ver este fue una probadita de como es la relación de cada uno con su pareja y notaran que son completamente diferentes, mientras que la de Roier es sana y tranquila, la de Spreen es algo inestable.
Hablemos un poco más de eso ya que seguramente se preguntaran como llegaron al compromiso si ella se comporta de esa manera, bueno como podrán deducir Mictia nunca lo trato de esa manera cuando comenzaron a salir, al contrario era bastante comprensiva y como ella misma dijo, le parecía sexy que Spreen trabajara para el FBI, no fue mentira ni manipulación tratando de fingir ser diferente, pero la etapa de color de rosa se paso y ahora ella ve el trabajo de Spreen como una mierda, no le gusta y cree que Spreen no la valora lo suficiente.
Obviamente Spreen pone mucho de su parte en la relación, trata de darle tiempo, de acompañarla a lugares que a ella le gustan a pesar que a el no le guste, pero como podrán notar él es el único que se esfuerza de verdad ya que cuando toca hacer algo que a él le gusta como estar en casa viendo una serie o simplemente salir a trotar a ella le parece aburrido y se queja, en fin que ella es egoísta pues xD
Este comportamiento lo tiene hace unos meses, por eso mismo Spreen cree que es una etapa, que se pasara con el tiempo o cuando se casen por fin para que ella no este reclamando de ello una y otra vez, como dije Mictia es egoísta más que nada porque sabe que su pareja en verdad pone de su parte, que trata de entenderla por completo mientras ella no trata de comprenderlo a él, para ella el trabajo de Spreen se esta interponiendo entre ambos, incluso le ha sugerido renunciar en más de una ocasión cosa que el argentino se negó por completo ya que ama su trabajo.
En fin, pobre del Sprite que le toco una pareja que comenzó a darlo por seguro y a no querer poner también de su parte, lo bueno que el oso tiene a sus amigos y compañeros de trabajo que lo apoyan, ahora saben porque Aldo fue re descarado diciendo que Mictia ni si quiera le caía bien jajaja
El proximo capítulo ya será donde los niños (los weyes tienen 30 xDDD) se prepararan para el caso, tendrán sus cambios físicos necesarios y todas esas cosas, será divertido e interesante lo prometo, también tratare de actualizar esta historia dos veces por semana porque yo amo las weas de policías... eso y porque quiero que la trama avance xDD (eso no afectara a las otras dos historias activas no se preocupen)
Bueno eso fue todo por este capítulo, espero que les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estoy llegando al complejo del FBI después de otra discusión con mi prometida donde me interrogaba sobre de que era el caso y cuando se enteró que era fuera del país casi se vuelve loca, no pude decirle mucho más porque tenía que venir al laburo, pero al menos está enterada que es encubierto con Roier y que fingiremos ser un matrimonio gay, lo importante lo sabe así que no me sentía angustiado por ello... ¿estaba mal estar agradecido por poder irme lejos de casa por un tiempo para poder descansar de ella?... seguramente sí, pero nadie tenía porque saber que pensaba de esta forma.
Entro al ascensor con algunos compañeros de otras secciones del cuartel y como siempre nos saludamos cordialmente entre nosotros a pesar de no conocernos o no tener contacto directo, simple cortesía laboral, una vez en mi piso bajo tranquilamente dirigiéndome directamente a la oficina de mi jefe para que nos pusiéramos a trabajar en el nuevo caso, cuando estaba por tocar justo está saliendo Roier y detrás de él está el capitán de nuestra unidad siguiéndolo de cerca.
- Ora tu ¿Qué traes? – me pregunta mi compañero en voz baja.
- ¿Por qué? – lo veo extrañado.
- Te ves de la verga ¿volvieron a pelear?
- Vos sabes que esa es mi vida desde hace unos meses – se queda callado por unos segundos contrariado.
- No te lo vayas a tomar a mal... pero ¿has pensado en terapia de pareja? – sugiere de forma suave, ruedo los ojos.
- No todas las relaciones son iguales Roier, que vos tengas la relación perfecta no hace que los demás también.
- Solo digo, no es normal tener tantos problemas mucho menos si se van a casar – se encoje de hombros.
- Concéntrense en el trabajo señores – nos llama la atención Rich.
- Claro señor, una disculpa – decimos a la vez.
Continuamos nuestro camino siguiendo a nuestro jefe tranquilamente, cuando nos lleva a la parte de custodia de prisioneros es cuando sabemos que llego el momento de interrogar a los reclusos que fingiremos ser, Roier se va a la habitación de al lado y yo entro a otra, ahí encuentro a un hombre robusto y cabello más corto lo cual no me agrada, la única cosa por la que había luchado dentro del trabajo era mi cabello, no me gustaba cortarlo demasiado, tomo una bocanada de aire resignado, me siento tranquilamente siguiendo analizándolo de la forma más disimulada posible.
Estaba viendo como era su postura, como se sentaba y su expresión, esto era sumamente importante, creo que aprendería más de él con solo observándolo que haciendo preguntas, sus manos estaban sobre la mesa dejando ver que tenía un reloj caro, su anillo de casado, una pulsera de cuentas negras pequeñas, tenía un piercing en la oreja el cual no tenía problema ya que yo mismo tenia uno el cual no usaba en el trabajo, solo que yo no tenía una pieza de diamantes como la de él.
Parecía un tipo arrogante a primera vista, con un suéter de cuello de tortuga ceñido al cuerpo, pantalones de vestir y zapatos de piel italianos, me atrevería a decir que tenía más masa muscular que yo, pero eso no sería algo que perjudicara ya que no era algo notorio, ambos éramos delgados, según el expediente soy unos cinco centímetros más alto que él, comienzo a hacer preguntas básicas que estaban en el reglamento, me topo con un ligero acento ruso el cual no tendría problemas de imitar ya que apenas era notorio, además de que note que hacia pequeños ademanes con las manos al hablar.
Cuando cuestione sus acciones sonrió de medio lado lleno de seguridad y arrogancia que sabía que tenía, no contesto nada solo ignoro la pregunta de forma abismal, me levante y camine a su alrededor para ver su reacción y como era de esperar no tuvo ningún tipo de movimiento, demasiado confiado para su bien aunque también alerta solo con el sentido de la audición, estaba más que claro que estaba acostumbrado a salirse con la suya, que incluso ahora que había sido deportado tenía la certeza de que lo soltaríamos.
Después de estar unas tres horas con él vienen por mí sacándome del interrogatorio, me guían a otro sitio donde me encuentro con mi jefe y compañero el cual está hojeando algunos papeles realmente concentrado, además de que noto que está ligeramente ansioso cosa que no es algo común en Roier ya que él suele ser alguien bastante positivo por lo tanto siempre animado, solo se ponía de esa manera cuando eran cosas realmente serias, pero no le pregunto nada ya que nuestro jefe esta acá con nosotros.
- Bien, ahora los llevaran al apartamento que compartirán este par de días para su preparación física, sus compañeros Aldo y Farfadox será su equipo de respuesta por lo tanto serán su ayuda principal, ellos irán con ustedes a todos lados vigilándolos a lo lejos por si necesitan refuerzos, tienen todo lo que necesitan saber en los archivos que están en el apartamento, ahí ya los está esperando un equipo para los cambios que tendrán que hacer – nos informa de forma breve.
- ¿No vendrá con nosotros para supervisarnos este día? – le pregunta Roi sorprendido.
- No, tengo muchas cosas que hacer, Farfadox me mantendrá informado de todo, ellos también ya están allá esperándolos así que deben partir ahora – con eso nos tiende las llaves de nuestro auto asignado por la agencia – no hace falta decirles agentes que esto es sumamente importante y no necesitamos que hagan uno de sus movimientos arriesgados que ponen toda la operación en peligro, queremos que todo se haga bien así que por lo que más quieran... compórtense – y con eso se va a paso rápido.
- Bueno... que motivación ¿no? – dice con ironía.
- Dale, hay que irnos antes de que nos cague a palos por cualquier cosa.
Caminamos tranquilamente hasta llegar al estacionamiento, reconozco nuestro auto rápidamente y ambos caminamos hacia el, nos subimos tranquilamente yo conduciría mientras él continua viendo los archivos que estaba revisando en el pasillo, bajo un poco mi ventanilla ya que hacía calor.
- ¿Qué es lo que lees? – pregunto interesado ya que ahora si podíamos hablar sin tanta formalidad.
- Bueno... me siento algo contrariado – responde con un suspiro.
- ¿Por qué? – estoy confundido, Roier no era sencillo de perturbar.
- Bueno... es que cuando entre a la sala de interrogación... me topé con un kink malhumorado, ni si quiera tengo que preguntarte que tal era el tuyo, sé que el mío es la mujer en la relación, no fue difícil descifrarlo si el tipo tenía cuatro botones de su camisa rosada abiertos, pantalones tan apretados que me sorprende que no le doliera traerlos, además de que tenía brillo labial rosado – cuando lo escucho comienzo a reírme sin poder evitarlo.
- Creo que ese papel te queda joya – me burlo descaradamente.
- Pinche pendejo – refunfuña – será bien pinches incomodo, sabes que yo visto muy oversize... me sentiré sexualizado a la verga – se queja mientras continua hojeando el archivo.
- Nah amigo, tranca que seguramente no será para tanto – trato de animarlo un poco a pesar de que quería seguir riéndome.
- ¿Esto no es para tanto? – me muestra una foto ya que estamos en un semáforo en rojo, al verla parece que fue tomada en una tipo fiesta y el hombre que Roier interpreta traía puesto un pantalón transparente color blanco y ropa interior para nada discreta roja de encaje, se notaba demasiado además de que en la parte de arriba era unos simples tirantes sin camiseta, la risa vuelve a mi estrepitosa y fuerte.
- Boludo, no sé cómo quieren que vos hagas eso, ese pibe está sumamente delgado, vos tal vez no seas un fisicoculturista, pero tenes mucho más musculo que eso.
- Wey tiene perforados los pezones, yo ni loco dejare que me perforen los pezones para una pinche misión – se vuelve a quejar indignado.
- Bueno no es que vos quieras – me burlo de nuevo, hay esto seria realmente divertido.
- Si a mí me perforan los pezones haré que te tatúen de verdad, que sea equitativo – cierra el archivo y se cruza de brazos enfurruñado.
- Ve, ya estas entrando en papel, te sale natural – no puedo evitar seguir molestándolo, pero esperaba que no fuera necesario nada de eso, la verdad no quería que ninguno de los dos sufriéramos cambios demasiado drásticos.
- Pinche pendejo, como desearía que a ti te hubieran dado este pinche papel, solo porque eres más blanco que la leche no te lo dieron, esto es discriminación – comienza a soltar comentarios sobre ello.
- Eso y que vos sos más parecido al kink que yo – me encojo de hombros.
- Claro que no, solo porque ambos somos castaños, pero de ahí no nos parecemos en nada.
- Tengo que darte la razón en eso – digo no solo para hacerlo sentir mejor sino porque era verdad.
Continuamos charlando ahora sobre las estrategias que podríamos tomar, además de que ambos estábamos curiosos de como seria esto de la personificación, nunca habíamos hecho esto, cuando fuimos de encubierto hace tiempo no tuvimos que fingir ser nadie más, solo era colarnos entre la gente y sacar información como pudiéramos, pero esto era completamente diferente, mucho más difícil e inestable sobre todo si nos topábamos con alguien que los conociera bien, se darían cuenta rápidamente de que éramos impostores no nos parecíamos en nada a los sujetos, solo esperaba que Rich supiera lo que estaba haciendo al mandarnos a nosotros.
Llegamos al apartamento donde nos separan en habitaciones diferentes, Aldo se va con Roier y Farfa entra conmigo, charlamos tranquilamente mientras un estilista me corta el cabello, solo trato de ignorar eso, esto era algo que no me agradaba, pero no podría oponerme porque debía caracterizarme, una vez terminan con ello me piden que me desnude y solo quedar en ropa interior, después los maquillistas comienzan a hacer lo suyo, me explican que me tatuaran con maquillaje profesional de películas además de gena para asegurarse que los tatuajes no se muevan de su lugar, que deberían durar intactos por semanas ya que lo que usarían no se quitaba con nada más que con un líquido especial.
Después comienzan con su trabajo, él tipo no tenía solo el tatuaje del cuello, sino unos cuantos en los brazos, uno grande en la espalda y otro en el muslo, tardarían bastante, mientras ellos trabajan Farfadox y yo discutimos el caso o más bien el me lee todos los archivos y yo comento las cosas, además de que pone audios para que siga escuchando al sujeto, trato de imitar su acento lo mejor que puedo, al segundo intento lo logro sin problemas ya que no era algo súper marcado, sino sutil... ahora el problema era recordar usarlo.
Agradecía que los maquillistas llevaran plantillas para los tatuajes sino seguramente esto hubiera tardado mucho más, estaba comenzando a anochecer cuando terminaron todo, me piden que no me duche dentro de veinticuatro horas para asegurar, por ultimo me ponen una tipo loción por todo el cuerpo que no sabía para que servía, pero tampoco pregunte, me moría de hambre ya que no había consumido nada desde las siete de la mañana y estaban por dar las ocho de la noche.
Cuando Farfa y yo salimos de la habitación mientras los agentes especiales que se encargaron del maquillaje y esas cosas salen del apartamento, Roier ya está sentado con Aldo cenando comida china, ambos están sumergidos en una charla sobre el caso, rápidamente note los cambios que le hicieron a mi compañero, su cabello era más que evidente, no creo que se lo hayan cortado demasiado, tal vez solo estilizarlo además del obvio cambio de color, ahora era un poco más claro y el castaño era rojizo en vez de chocolate.
- ¿Te perforaron los pezones? – pregunto con burla tomando mi comida, ambos mexicanos voltean a verme, ambos sorprendidos.
- No mames... te ves... bien pinches raro – suelta Aldo.
- No, no me perforaron nada, piercings falsos... aunque aun así duele, son imanes muy potentes para que no se caigan... es como si me estuvieran pellizcando todo el rato – contesta Roier con un gesto molesto.
- Yo se los puse... se ve bien chingón, le dije que se los hiciera una vez vuelva, la neta solo porque el Roier no le batea a este lado sino me lo comía – cuenta el de lentes con tranquilidad mientras come.
- Y yo ya te dije que si fuera bi o gay tu serias mi primera opción rey – suelta coqueto Roier, solo puedo reírme mientras ruedo los ojos.
- Eso me re ofende – por fin habla Farfa.
- Bueno... un trio y ya – se encoje de hombros.
- No digas mamadas papi, no podrías ni de pedo un trio con dos hombres menos con lo virgen que eres en el campo de los pitos.
- Conozco muy bien mi anatomía, puedo cogérmelos sin pedos – fanfarronea Roier, Aldo y Farfadox se ríen de forma escandalosa.
- No podrías encontrar la próstata ni de pedo, mejor no hablemos de eso, haría nuestra amistad rara... solo recuerda Roier que te traigo ganas desde que te conocí – y con eso ambos mexicanos se ríen, yo solo como tranquilo, nunca me involucraba en ese tipo de charlas sobre a quién de nuestros amigos nos daríamos porque simplemente no me interesaba y porque yo nunca haría algo tan trolo.
- Lo mismo que Aldo, no desaprovecharía para reventarte el orto – suelta Farfa con burla.
- Pinches abusivos... mejor cómanse entre ustedes ya que les gusta eso – opina el ahora castaño rojizo.
- Ya paso... no hubo química – confiesa Aldo tranquilamente, los observo con sorpresa.
- ¿Es joda? – pregunto realmente asombrado.
- Nah, y no hubo química porque ninguno quería dar el culo, si Aldo hubiera cedido ahora mismo ambos estaríamos garchando con regularidad – se encoje de hombros mi amigo.
- Pudieron ser versátiles y ya – opina Roier tranquilamente poniéndose de pie al ya haber terminado de comer.
- No es sencillo ceder en eso, sobre todo si ambos estamos acostumbrados a ser el que da, es como darle el poder a otra persona y eso no va con nosotros – explica Aldo.
- Eso es una pendejada, si se gustaran de verdad hubieran buscado una forma de que funcionara.
- Bueno... creo que Aldo y yo concordamos que no nos gustábamos lo suficiente como para regalarnos mutuamente, simplemente no iba a funcionar además de que así evitamos incomodidad en el laburo sino hubiera funcionado a la larga.
- Mmmh, la verdad me sorprendieron mucho, no creí que dos de nuestros amigos lo hubieran intentado... o bueno hubieran intentado re coger y no lograrlo – me rio ligeramente.
- Bueno no lo intentamos lo suficiente y ahora ambos somos compañeros de joda.
- Al menos no se sienten incomodos entre ustedes, yo no podría hacer eso de tratar garchar con alguien y que como no pudimos seguir como si nada, seria re extraño sobre todo si nos vimos re calientes y desnudos – comento con sinceridad.
Continuamos con este tema otro rato tranquilamente, Aldo y Farfadox nos cuentan cómo se comportan las personas gay a pesar de que ellos son bisexuales, sabemos que ahora no solo es una charla social, sino para que nos están instruyendo de cómo comportarnos entre nosotros, al menos teníamos la tranquilidad de que a quienes interpretábamos eran casados, eso lo haría más sencillo... ¿No?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de este drama de policías ¿Qué les pareció?
Ya estaremos iniciando con la trama de verdad, ya tuvieron su cambio físico y todo eso, lo cual es sumamente emocionante, algo que no se dijo en este capítulo es que Spreen cree que Roier se veía realmente bien con su pequeño cambio y también que le emocionaba ver a su compañero vistiendo como un gay algo afeminado, obviamente esa emoción es algo que él mismo ignoro, lo adjunto a lo divertido que le parecía y ya, no le dio más vueltas al asunto.
Creo que no hace falta aclarar que Spreen y Roier jamás se han sentidos atraídos por otros hombres, no sexualmente, ambos pueden apreciar la belleza normal como cualquier persona, no andan diciendo cosas como: hay para mi ningún hombre es atractivo porque eso seria muy gay, no, saben cuando alguien es bonito y no se acomplejan por ello... al menos no por ahora, literalmente se voltearan mutuamente, de hecho ambos ya sienten algo por el otro, solo que no lo saben con certeza.
Ambos saben claramente que se preocupan por el otro, que se quieren como amigos y que han pasado cosas juntos ya que se entrenaron en la misma academia y siempre fueron compañeros, así que ya se imaginaran como estarán en negación al principio porque como ya se quieren y cuando comiencen a darse cuenta que es como más que amigos no querrán aceptarlo, uno más que otro.
Llegara un punto donde uno de los dos querrá experimentar si en verdad le gustan los hombres ¿pueden adivinar quien será el valiente?
Pero bueno, volvamos a la trama que esta en este momento, Farfa y Aldo intentando coger y no pudieron... ¿pues f no? es que ambos se me hacen muy dominantes para recibir y sé que existen los pasivos dominante, pero no lo sé, ¿les gustaría que esta pareja de amigos volviera a intentarlo a pesar de que dijeron que no hubo química? también quiero decir que quien será el valiente a las primeras personas que acudirá será a este par... solo lo dejo ahí.
También quiero dejar claro que la persona que interpretara Roier no es que sea super afeminado, simplemente es alguien más atrevido en su forma de vestir con algunas transparencias y porque usa brillo labial, tampoco crean que lo voy a andar vistiendo con ropa de mujer... bueno por fuera, ya que si usa calzones de mujer aquel tipo más que nada porque los de mujer son más sexys y él se siente sumamente sexy, así que al Roier le tocara usar de esos cuando sea necesario jajajaja.
También había comentarios diciendo que como pensaba separar a Tina y Roier cuando su relación es tan sana... simple: Poder del guion, ahr, jajaja no se crean, saben que desarrollo muy bien las relaciones de mis historias y por lo mismo duran tanto así que no se preocupen, no decepcionare /les guiña un ojo.
Como sea, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, actualizare lo más pronto posible y también les digo que habrá votación en la historia de famosos para el especial de San Valentín para que vayan, ahora si, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estaba revisando mi equipaje, habían sido un par de días algo estresantes, adaptar un acento fue sencillo para mí los idiomas eran cosas que se me facilitaban, el problema en si era la actitud, me había tocado un wey que era medio mamón, aun me sorprende que el departamento del FBI nos consiguiera ropa tan cara, además de anillos de matrimonio de oro genuino, obviamente era para que todo fluyera bien, aun me preguntaba cuanto habían costado las réplicas de anillos y todo el guardarropa, seguramente más de lo que gano en un año.
Al menos tenía la tranquilidad de que Aldo y Farfadox serían nuestro respaldo inmediato si las cosas se ponían feas, aunque no tendríamos contacto con ellos de ninguna forma, esta vez íbamos independientes, solo conseguir información, pruebas y hacer arrestos. Debía admitir que me sentía algo nervioso, nunca habíamos tenido este tipo de misiones donde estaríamos completamente en solitario, así que debíamos arreglárnoslas solos por completo, ellos solo intervendrían si era estrictamente necesario y aunque ellos lo creyeran de esa manera primero tendrían que informar a nuestro jefe y él sería quien daría la autorización, en pocas palabras si estábamos atrapados era más probable que nosotros mismos lo resolviéramos o morir antes de recibir apoyo inmediato.
No me sentía molesto con ello, entendía que era muy importante mantener la fachada y atrapar a toda esta enorme red y sus asociados, seguramente era la más grande del mundo ya que teníamos entendido que tenían socios en muchas partes del mundo, por eso mismo aun me parecía algo arriesgado mandar encubiertos haciéndose pasar por ellos, pero al parecer a pesar de tener una gran red criminal, los sujetos no eran muy conocidos físicamente, eran más de tratos por terceros, por eso mismo Rich nos había asegurado de que todo iría bien y estaríamos a salvo siempre y cuando mantuviéramos la fachada.
Otra cosa que me perturbaba era saber que este matrimonio no era completamente monógamo, se nos había informado que participaban en esas fiestas donde se intercambiaban parejas o que aceptaban que alguien más se les uniera, no sabíamos qué tipo de cosas hacían dentro de ellas ya que eran muy privadas y prestigiosas, solo esperaba que no tuviéramos que vernos envueltos en ello porque no me creía capaz de fingir ese tipo de cosas, mucho menos si era un trio o algo por el estilo.
Así que mis nervios estaban justificados, porque una cosa era fingir ser esposo de uno de mis mejores amigos y otra cosa era tener que acostarme con otras personas, sabía que había muchos agentes que hacían eso, al final del día era trabajo, pero no me cría capaz de coger con alguien que no conozco y además a otro hombre, sabía que a quien interpreto es alguien pasivo en la cama, no hacía falta ser adivino y yo no quería andar regalando las nalgas, no era lo mío así que trataría de evitar vernos envueltos en alguna situación así y vernos forzados a esas actividades sumamente incomodas.
- ¿Tenés todo listo? – doy un respingo al escuchar a mi compañero, volteo con una ligera mueca.
- La verdad… no, pero ni modo, solo espero poder acabar con esto rápido.
- Seguro solo serán unas semanas, vos tranca – me da una palmada en el hombro de forma amistosa.
- Estaría más tranquilo sino tuviera que vestirme de esta forma, me aprietan un chingo los pantalones – dijo jalando la costura de la entrepierna al ser realmente apretado, se empieza a reír.
- Ya lo creo, me sorprende que puedas caminar con normalidad – salimos de la habitación con maletas en mano.
- Ni que lo digas… ¿te sientes preparado para hablar con acento ruso? – pregunto interesado.
- Si, será re fácil, ¿vos estás listo? – me observa con detenimiento.
- Claro, solo debo evitar mis modismos y todo ira sin pedos, el acento británico solo es ser elegante, puedo con ello – comento mientras me encojo de hombros.
Subimos al auto que ya nos esperaba y nos llevaría al aeropuerto, el camino lo hacemos en silencio, cada quien concentrado en lo suyo, por mi parte le mando un mensaje de texto a Tina avisándole que estaba por salir del país; agradecía mucho que nos permitieran conservar nuestros números siempre y cuando no los usáramos en la calle, dentro del hotel teníamos libertad de tomarnos nuestros descansos para lo que quisiéramos por lo tanto yo lo usaría para aunque sea avisarle a mi pareja que estaba bien.
°
Estamos llegando a Colombia así que la actuación estaba iniciando por fin, adapto un porte altivo justo como había estudiado a mi objetivo el cual interpretaba, Spreen era quien se encargaría casi de todas las interacciones con personas de personal, así que mi trabajo era ser más el observador, avanzamos sin problemas, aunque sentía la mano de mi compañero sudar mientras sostenía la mía, lo entendía seguramente también estaba nervioso.
Si ambos estábamos así de ansiosos aquí en Colombia donde solo debíamos actuar sin preocupación y ser vistos… en parís sería un desastre, solo estaríamos aquí lo que resta de este día y mañana, después volaríamos a Francia, debíamos trabajar en nuestros acentos y habituarnos, literalmente estos momentos era para entrar más en personaje, no había presiones más que ser vistos juntos, tomo un par de respiraciones profundas para calmar mi nerviosismo, se suponía que esto sería fácil.
Tomamos un taxi al hotel de cinco estrellas reservado con anterioridad, en verdad que el FBI estaba invirtiendo muchísimo dinero en esta misión, ¿sería culero de mi parte disfrutarlo?... aunque bueno se supone que debo actuar como el esposo trofeo que solo gasta dinero y coquetea con otras personas de dinero y tratar feo a los empleados porque no me trajeron las cosas a los segundos, así que si íbamos a un restaurante y pedíamos lo más caro solo sería seguir con él papel, disfrutar esos pequeños premios sería más como la recompensa de actuar como pendejo pretencioso.
Como era de esperar solo sigo a Spreen como su perrito faldero, él se encarga de charlar con los empleados y esas cosas, debo admitir que su acento ruso era bastante bueno, sobre todo porque corríamos con la suerte de que el acento de nuestro objetivo no era sumamente marcado, por lo tanto si a Spreen en algún momento se le iba un poco no habría problemas siempre y cuando lo recuperara rápidamente.
Cuando un trabajador del hotel se ofrece a ayudarme con mi maleta de mano simplemente se la tiendo con un gesto despreocupado y camino de forma fluida como si fuera el dueño del lugar, siempre manteniéndome a un lado de mi compañero, ni si quiera debemos decir el nombre de la reservación, la recepcionista al parecer “reconoce” quienes somos y nos da la llave electrónica de la mejor suit deseándonos una gran estadía, subimos por el ascensor tranquilamente, Spreen está abrazándome por la cadera manteniendo su vista al frente manteniendo una postura de macho alfa, yo solo me mantengo en mi papel, pero observo todo con suma atención.
Cuando abrimos la habitación esta era prácticamente la mitad de todo este piso, había un recibidor con decoraciones en dorado y blanco, los trabajadores del hotel dejan nuestras cosas en la entrada y se van, cuando la puerta se cierra camino por el sitio manteniendo una postura altiva, solo puedo observar todo buscando cámaras o alguna cosa que mostrara que debíamos mantenernos en papel, pero tal parecía que era una suit completamente privada, no había ninguna cámara ni micrófono, en realidad en este piso tampoco había cámaras en el corredor por lo tanto si llegaba a pasar algo no habría evidencia de quien entro.
Salgo a la enorme terraza y me encuentro con una piscina de cristal, se veía realmente bien, aunque daba algo de miedo, sabía que eran sumamente seguras, pero aun así daba algo de respeto ver hacia la ciudad sin ningún tipo de barandilla, eran de esas piscinas “infinitas”, en fin se notaba que este sitio era sumamente caro, algo que no podría permitirme ni cuando estuviera pensionado, con esa idea en la cabeza entro de nueva cuenta para buscar algún tipo de bañador, debía aprovechar todo momento, Spreen está en la habitación acostado en la enorme cama entretenido en su teléfono, simplemente paso de largo, abro mi maleta y me doy cuenta que no hay nada que pudiera usar, solo ropa interior, me encojo de hombros.
- ¿Qué buscas? – me pregunta mi compañero.
- Hay una piscina en la terraza, voy a relajarme un rato – me ve con escepticismo.
- ¿Una piscina?
- Sí, de esas que solo se ven en las películas – digo ahora emocionado sin poder evitarlo.
- ¿Es joda? – se levanta ahora sorprendido.
- Nop, vamos – le hago una seña y camino rápido a mi destino, lo escucho ponerse de pie y seguirme a trote.
- Amigo… ¿no te da miedo? – pregunta al ver que no tiene barandilla y parecía que el agua caía por el costado del edificio.
- No… bueno un poquito, pero tengo entendido que son piscinas súper seguras y pienso aprovechar el momento, al fin se supone que solo debo actuar como un esposo trofeo.
- Dale, quiero ver que tan valiente sos – se cruza de brazos divertido mientras se sienta en una de las tumbonas acolchadas que están a un lado de la piscina.
- ¿Cuánto quieres apostar?
- Te doy cien dólares si te acercas a la orilla sin cagarte en los pantalones.
- Va… solo dame chance – comienzo a desvestirme con inseguridad, ya me estoy arrepintiendo de ser un pendejo imprudente, Spreen parece realmente atento – aquí voy – digo, pero me quedo parado sin atreverme a entrar.
- Dale boludito, que no me estoy haciendo más joven – me molesta divertido, volteo a verlo y el hijo de puta me está grabando con su teléfono, me enderezo y le sonrió con una seguridad que no tengo.
- Así es como se ganan cien dólares sin esfuerzo – me estiro un poco para según yo entrar en calor, estar parado aquí en bóxer viendo la piscina me estaba asustando, solo esperaba que esta mierda en verdad fuera segura y salto sin más, si seguía pensándolo no lo haría.
- Wow Roier, un clavadista profesional – escucho la broma de mi amigo, sonrió sin poder evitarlo, volteo a verlo y le muestro el dedo medio antes de nadar a la orilla donde no había barandilla, me recargo ligeramente en el cristal asomándome hacia abajo y efectivamente había una cornisa bastante amplia donde el agua se almacenaba y volvía a su sitio.
- El dinero más sencillo que he hecho en mi vida – fanfarroneo volteando a verlo, incluso me tomo el atrevimiento de dejar mi espalda recargada en el vidrio.
- Daleee, deberías estar re cagado de miedo boludito – se burla mientras se pone de pie.
- Solo los pendejos se asustarían.
- ¿Qué hay ahí? – pregunta guardando su teléfono, había dejado de grabar.
- Ven y compruébalo – lo reto con burla.
- Nah amigo, que paja nadar.
- Yyyy, sos re cagon Spreen – comienzo a molestarlo imitando su acento, resopla mientras comienza a desvestirse.
Sin poder evitarlo lo observo con más atención de la que debería, pero me daba curiosidad ver los nuevos tatuajes que le habían hecho, me imaginaba que no se quitaban con agua… eran bastantes, más de los que creí, yo solo le había visto el que tenía en el cuello. Salta al agua y nada hacia mi rápidamente, una vez llega con algo de vacilación se asoma hacia abajo y nota la cornisa.
- Bueee, amigo tenés razón, la plata más sencilla de ganar para vos – cuando voltea a verme solo puedo seguir observando sus cambios.
- Enserio te ves raro con el cabello así – comento sin querer, pero era verdad.
- ¿Tan mal se ve? – pregunta mientras se lo hace hacia atrás.
- No… solo… raro, estoy acostumbrado a tu corte de siempre, sigues viéndote bien – trato de hacerlo sentir seguro.
- Dale, no seas condescendiente – me da un empujón amistoso mientras se rie.
- Lo digo enserio wey, te ves bien.
- Bueno, vos también te ves diferente, pero el cambio no fue tan jodido como conmigo – se queja con frustración, sabía que Spreen amaba su cabello.
- Al menos el cabello crece, yo tendré que estar no sé cuánto tiempo con esas madres con imanes en los pezones, duele bien culero, lo bueno que solo tendré que usarlos en Francia y con cierta ropa, no pienso traer esas madres todo el rato – ya que estamos, me quejaría también.
- Te duele mucho – parece interesado mientras su vista se desvía a mi pecho donde claramente no traía esas madres.
- Sí, te lo dije; es como si te estuvieran pellizcando los pezones todo el tiempo… hasta como que se duermen – me río divertido.
- No los uses, te cubro – se encoje de hombros.
- No pensaba usarlo, no si no es necesario.
Y así nos quedamos dentro de la piscina charlando sobre nuestra percepción de la misión y esas cosas, pasamos una tarde/noche bastante divertida ya que después la charla se desvía a algo súper casual, era lo bueno de tenernos tanta confianza, que podíamos hablar del clima y sería divertido, solo esperaba que nuestra amistad no se tornara incomoda después, si bien ambos sabíamos que esto es trabajo eso no quita que tendremos que actuar como una pareja por tiempo indefinido hasta cerrar este caso, fuera como fuera tendría que acostumbrarme… presentía que sería sencillo ya estaba acostumbrado a estar con Spreen mucho tiempo, incluso en nuestro tiempo en la academia estábamos pegados veinticuatro siete, esto seguramente será pan comido.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de la historia de policías, ufff alta emoción volver al ritmo de actualizaciones, ¿Qué les pareció?
Como pudieron ver este capítulo fue más como una introducción a la misión, de como se deben comportar individualmente, además de que vimos algunas inquietudes de Roier sobre todo el asunto.
También pudieron ver un poquito más como es que Spreen y Roier se llevan, como podrán notar pues muy bien xDD, pero bueno como Boiler dijo, se siente ansioso por tener que actuar como esposo de uno de sus mejores amigos, teme que las cosas entre ambos se vuelvan incomodas porque bueno, ambos son "heteros" y no solo eso, sino que bueno no es muy normal andar por ahí besándote con tu compañero de trabajo por el cual según sientes hermandad.
En fin si supieran que lo que sienten por el otro no es hermandad y tiene que ver más con sentimientos románticos... como pueden ver entre ambos se suben los ánimos y esas cosas, además de que en esta misión se observaran mucho mutuamente, más que nada con curiosidad por ver los cambios fisicos que ambos tuvieron para poder interpretar su papel, no lo vieron como atracción mutua, en pocas palabras que son mensos jajaja
Pero no los culpemos nunca han sentido esas cosas por otros hombres por lo tanto simplemente todo lo asocian a su gran confianza y amistad, lit cuando comiencen a sentir cosas más intensas serán los: es de compas xDDD
En fin, ya veremos como les va, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Spreen °
(sin editar)
Estoy jodidamente nervioso, Roier parece metido en sus propios pensamientos fingiendo ser alguien completamente diferente, ambos ya estamos en nuestro vuelo de primera clase hacia Francia, llevábamos volando ya seis horas, aun nos faltaban otras siete, no sabia como él estaba tan tranquilo... es verdad que se le daba mejor estas cosas de encubierto al tener facilidad para adaptarse rápidamente, yo aun temía fallar con el acento que debía adaptar, sabía que era sencillo ya que no era algo sumamente marcado, lo que me costaría seria adaptar mi vocabulario a uno más neutro, por eso mismo me hubiera gustado un poco más de tiempo de preparación, para asegurarme de que mi acento argentino no saliera, pero no había tenido la oportunidad.
Además estaba esto de fingir ser esposo de Roier... por alguna razón me hacia sentir muy ansioso, no es que me incomodara porque conocía perfectamente a mi amigo, además de que nuestro capitán tenia razón, estaba más que acostumbrado a ser un receptor de los coqueteos del castaño, él siempre había sido alguien así por naturaleza, no lo hacia solo conmigo, todos sabíamos que era en broma, pero ahora seria de una forma diferente, simplemente me sentía... algo nervioso, no todos los días tenia que fingir ser trolo, además de que me sentía algo decepcionado, trate de llamar a Mictia antes de que el vuelo saliera porque no sabia cuando podría volver a contactarla sin poner la operación en riesgo, pero ella no contesto por más que lo intente, rechazaba mis llamadas.
Roier solo me había dado unas palmaditas en la espalda de forma amistosa tratando de mostrarme apoyo, no entendía porque mi prometida se comportaba de esta manera, con ella era todo frio o caliente, nunca un punto medio, solo esperaba que las cosas se estabilizaran cuando volviera, sabia de sobra que a muchos de mis amigos no les agradaba mi pareja, no eran hipócritas fingiendo lo contrario, incluso mi madre no estaba de acuerdo con mi elección, pero no me había dicho nada más solo que yo sabia lo que hacia, ¿Por qué debía de ser tan complicado?, ¿por que simplemente no podría ser agradable y sencillo como mi relación con Roier?
Sabia que no era una comparación justa, Roier y yo nos conocimos en la academia incluso antes de registrarnos oficialmente, que ambos estuviéramos en la sala de espera y que el castaño carismático me hiciera platica fue tan... sencillo, después de eso simplemente no nos separamos del otro, nos ayudábamos a progresar y crecer como agentes del FBI, rápidamente nos convertimos en compañeros que se complementaban perfectamente, mis fortalezas cubriendo las flaquezas de Roier y viceversa, eso era lo que creí haber conseguido con Mictia pero en el ámbito romántico, pero tal parece que no estaba del todo en lo cierto, no sabia como eso se arreglaría, en verdad esperaba que mi prometida volviera a ser como antes, que no fuera tan... así y volviéramos a ser un equipo en vez de pelear todo el tiempo.
- ¿Todo bien cariño? – salgo de mis pensamientos al escuchar a Roier, era tan raro que hablara con tanta... ¿elegancia? no sabría como etiquetar aquello.
- Sí, todo esta bien – respondo tranquilo, me observa con duda, escribe algo rápidamente en su teléfono y me lo muestra.
Solo decía: "Dime que pedo", nuestros ojos se encuentran, él solo alza una ceja expectante, suspiro resignado, tomo su teléfono y escribo justo abajo: "Solo pienso en Mictia" cuando lo lee solo asiente en comprensión, me quita su teléfono: "¿No te mando aunque sea un mensaje de despedida?", solo niego con la cabeza intentando que mi rostro no delate lo molesto y decepcionado que eso me hacia sentir, toma mi mano con delicadeza y le da un apretón reconfortante, nuestros ojos se vuelven a encontrar.
Sabia que era su forma de decirme que estaba acá conmigo, que si necesitaba hablarlo él me escucharía sin problema, le devuelvo el apretón con algo más de fuerza, este no era el lugar ni el momento de hablar de esas cosas, no sabíamos si ya estábamos siendo vistos por otros criminales, lo hablaríamos cuando llegáramos a nuestro lugar de destino y tuviéramos una habitación privada donde podríamos ser nosotros mismos y hablar sin tanto quilombo, él parece entenderlo porque me da una pequeña sonrisa.
- Sabes, estaba viendo sitios que podríamos visitar cariño – dice volviendo a su personaje y saca la guía de viaje que daban en el vuelo.
- Claro, muéstrame – ambos nos envolvemos en una conversación sobre sitios turísticos manteniendo nuestro acento asignado, sabia que era la manera de Roier de practicar, esto me distraería lo suficiente hasta que a ambos nos diera sueño, cuando menos lo esperáramos habríamos llegado a Francia.
°
Estamos bajando del avión, Roier rápidamente se me cuelga del brazo parloteando sobre el vuelo, más que nada quejándose del servicio, evito sonreír a pesar de que me causara gracia, Roier en verdad estaba metido en su papel, para mi sorpresa las personas que se nos acercan son Aldo y Farfadox, pero ambos nos tratan con formalidad tomando nuestras maletas, estaban fingiendo ser nuestra seguridad, nos guían tranquilamente hacia un auto con vidrios tintados, suben nuestras cosas y se alejan tranquilamente.
Yo soy quien conduce, esta vez el trayecto a nuestro destino es en completo silencio, se suponía que hoy todavía seria un día tranquilo, mañana por la noche seria nuestra primera aparición oficial en una galería de arte, en este tiempo solo debíamos ser vistos juntos, ser pelotudos materialistas y ya esta, solo espero estar a la altura de mi compañero el cual estaba haciendo un trabajo estupendo.
Después de haber llegado al lujoso hotel, paseamos por la ciudad de forma "tranquila", llamábamos algo la atención, pero no sabia si era porque "éramos una pareja gay" o simplemente porque éramos llamativos, fuera cual fuera la razón lo ignorábamos por completo, estaba comenzando a hacerse realmente tarde, así que volvemos tranquilamente al hotel como si las calles nos pertenecieran, en ningún momento Roier soltó mi brazo como si fuera una colegiala enamorada, en verdad agradecía que la misión fuera con mi amigo sino seria bastante incomodo estar tan cerca de alguien desconocido o con quien no tenia confianza.
Al entrar a la habitación Roier rápidamente se suelta, camina directamente hacia la cama y se deja caer de forma exagerada, solo puedo reírme mientras cierro la puerta con pestillo y la cadenita de seguridad, por fin podríamos descansar de tanto acento y fingir ser algo que no somos, comienzo a quitarme la ropa de la parte de arriba, lo mío no era estar con camisa y saco, acomodo todo de forma ordenada, busco mi pijama de forma tranquila.
- ¿Llamaras a Mictia? – me pregunta enderezándose e imitando mis movimientos de cambiarse por algo más cómodo.
- No... no creo que conteste – digo con honestidad, él me ve con detenimiento.
- ¿Puedo darte un concejo? – pregunta mientras se quita los pantalones apretados para despues ponerse unos shorts de "seda" color rosados, evito reírme porque no era culpa que su guarda ropa fuera tan excéntrico en estos momentos.
- Dale – me recuesto en la cama del lado derecho, estaba más cerca del baño.
- Creo que Mictia y tu necesitan terapia de pareja, al menos si quieren que funcione – su comentario me sorprende muchísimo, volteo a verlo sin saber como sentirme, Roier jamás había opinado sobre mis relaciones.
- ¿Vos decis?
- No quiero que te sientas ofendido Spreen, pero no es normal que ni si quiera están casados y ya tener tantos problemas, sé que no todas las relaciones son iguales, pero tampoco es normal que solo estén peleando ¿no te cansas de eso? – solo hay seriedad en su vos mientras se coloca una camiseta de tirantes.
- Claro que me canso boludo, pero... yo no soy quien pelea, es ella quien siempre tiene algo por lo que quejarse, me tiene las pelotas re llenas – suspiro cansado de solo pensar en mi relación con mi prometida.
- Si en verdad se aman, pregúntaselo seguramente acepta y sino lo hace es porque ella no quiere que su relación mejore y de ahí ya puedes tu pensar si quieres tener ese tipo de relación o no – se recuesta al otro lado de la cama tranquilamente.
- No es tan sencillo, no quiero hacerla enojar de nuevo.
- Wey no debería asustarte decirle lo que piensas, se suponen que las relaciones son para apoyarse mutuamente y ayudarse cuando lo necesitan, no solo andar chingando, si es así mejor nadota – se encoje de hombros antes de acomodarse en la cama poniendo su antebrazo sobre sus ojos.
- ¿Por qué me lo dices? normalmente vos no te metes en las relaciones de los demás.
- Porque eres mi amigo y a pesar de que respeto tu criterio y todo eso... tal vez necesitas que alguien más te dijera que no era normal que Mictia se la pasara peleando por todo.
- Es que... ella se siente algo sola boludito, entiendo sus argumentos y por eso me los aguanto – confieso porque era verdad.
- Wey, ella sabia a lo que te dedicabas, además de que literalmente pasas todo tu tiempo libre a su lado, ¿Qué acaso ella no tiene un trabajo o pasatiempos? no puede depender todo el tiempo de ti, eso no es sano – hago una mueca contrariado.
- ¿Vos crees que ella me escuche? sobre la terapia de pareja – cuestiono algo inseguro.
- Si te ama, sí... sino... pues al menos lo intentaste.
- Mmmh... ¿Tina tiene una amiga o hermana? – bromeo para que el tema no fuera tan serio, se ríe abiertamente.
- Seguramente tiene muchas amigas, primero resuelve tus pedos y si necesitas consuelo te consigo una cita con una chica sexy – me codea amistosamente – ahora si con tu permiso me voy a dormir que estoy bien cansado, esos pinches zapatos están bien incomodos.
- Dale, descansa – me da la espalda tranquilamente mientras apaga la luz de su mesita de noche.
Lo imito apagando todas las luces, no pasan más de cinco minutos y Roier ya esta roncando bajito, sonrió divertido, no creí que él fuera de roncar, en la academia no lo hacia o al menos yo no me percate de ello, me imagino que se veían opacados por los que en verdad roncaban como carcacha vieja, solo puedo ver el techo con detenimiento mientras pienso lo que mi amigo me aconsejo, ¿en verdad mi relación era tan mala como para que decidiera comentarlo?, tal vez le comentaría a mi prometida sobre la idea de terapia de pareja, seguramente ella aceptaría, sabia que ella me quería mucho y si quería que lo nuestro se estabilizara esa era la mejor opción, solo esperaba que no me echara la bronca por sugerirlo.
Me doy la vuelta y cierro los ojos dispuesto a dormir, mañana seria un día pesado donde deberíamos interactuar con personas de verdad y debía estar bien descansado para poder soportar tanta gente pelotuda que se cree mejor que los demás, ya lo otro lo resolvería al volver.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías encubierto ¿Qué les pareció?
Espero y estén listos porque el proximo capítulo ya iniciara su chamba de verdad y como es de esperar poco a poco se irán metiendo más y más profundo en todo ese desmadre y por lo tanto los problemas saldrán... mucho más rápido de lo que creen, estos primeros capítulos solo estuve estableciendo su amistad y esas cosas para que no se sintiera raro, pero ahora ya que quedo claro que se llevan bien y son excelentes amigos... se viene.
El Roier por fin opinando sobre la relación del Speren, la neta hacia falta que alguien se lo dijera de forma sincera y sin afán de ofender como el Aldo xDD, así que ahora Sprite sabe que su relación no es tan normal como creía, un paso más para el spiderbear, digo, para una relación sana.
Ellos compartiendo cama y cambiándose frente al otro sin pena alguna: "Así empiezan" /insertar meme de vegetta.
Ya hablando enserio, pues se conocen muy bien y en la academia había duchas comunitarias así que por eso no sienten ningún tipo de pena por ello, así que sí, se conocen desnudos, pero jamás se han puesto atención, así que una cosa es haber visto de reojo e ignorado a ver de verdad, altas ganas de llegar a la parte donde entren en gay panic ¿o no?
Pero bueno, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estaba jodidamente nervioso, estábamos arreglándonos para poder ir al evento "benéfico" en la conocida galería de arte llamada Dalí Paris, se supone que solo la gran elite estaría ahí, cosa que no me hacia sentir muy seguro, muchas personas nos estarían observando, era hacer doble trabajo, es como si fuéramos agentes dobles, ya que debíamos fingir ser delincuentes que fingían ser magnates del arte, por lo tanto era un trabajo que debía hacerse con sumo cuidado por lo tanto me sentía algo ansioso, seguramente Spreen también estaba pasando por algo parecido.
No ayudaba que mi ropa fuera algo incomoda, lo mío no era verme tan... llamativo, pero a quien suplanto era alguien ligeramente afeminado y su forma de vestir era sumamente llamativa, aunque tal vez aquí en Paris no seria tan raro ver a alguien vestido así, este era un país donde la moda de todo tipo abundaba, así que esperemos que ese sea mi caso y no tuviera miles de miradas encima que eso solo me haría sentir mucho más nervioso, Spreen esta acomodándose su camisa con cuidado para que su tatuaje del cuello fuera visible, pero no de forma muy evidente, simplemente era para verse casual, pero que fuera alguien reconocible para los otros delincuentes.
Una vez estamos completamente listos con nuestras raras vestimentas, salimos del hotel donde esta el auto que rentaba la agencia para nosotros, era uno con cristales tintados antibalas, pero un auto de lujo por lo tanto no te esperabas este detalle, íbamos de camino hacia la gran galería de arte, Spreen conduce con mucha seguridad ya metido en su papel, yo aun estoy mentalizándome un poco, una cosa era bromear con mis amigos y otra muy diferente en verdad pretender ser homosexual, solo esperaba que no tuviéramos que tener algún tipo de contacto muy intimo, no quería faltarle al respeto a mi pareja... aunque ella me había dicho que estaba bien, eso no quitaba que se sintiera incorrecto por alguna razón que no entendía, pero no tenia tiempo para sobre pensar en ello, estábamos llegando a nuestro destino, tomo una gran bocanada de aire para calmarme y espero a que Spreen me abra la puerta.
Una vez que lo hace pongo mi mejor cara de altivez mientras dejo que Spreen me rodee con su brazo por la cintura, caminamos tranquilamente como si fuéramos los dueños del pinche mundo, como era de esperar muchas personas se giran a vernos, aunque no creo que sea por la forma de vestir sino por ser una pareja homosexual, al parecer estábamos rodeados de parejas heterosexuales, era sumamente incomodo, no entendía porque era tan sorprendente ver a un par de personas ser felices juntas sin importar el genero, pero yo no soy nadie para juzgar, cada quien tiene sus creencias y son libres de pensar lo que quieran, tomo una ultima respiracion profunda y entramos.
El aire olía a barniz fresco y vino caro, en el centro de la galería, un violinista tocaba notas suaves de canciones que no conocía o al menos no me sonaban mientras los visitantes vestidos con elegancia y algunos con excentricidad, admiraban las pinturas iluminadas por luces doradas especiales haciendo resaltar cada pintura o escultura que había en exhibición. La noche estaba en su punto más alto, y la atmósfera vibraba con una mezcla de arte y tensión, al menos para nosotros que no sabíamos que sucedería esta noche. Meseros con bandejas de canapés y champán se deslizaban entre los invitados, mientras conversaciones en distintos idiomas llenaban el aire con un murmullo refinado, este definitivamente no era mi ambiente y mucho menos el de Spreen.
Pero dentro de un tiempo no éramos Roier o Spreen, sino dos pendejos pretenciosos que se dedicaban a cosas delictivas, por lo tanto caminamos altivamente entre los invitados y trabajadores, fingiendo ser una pareja interesada en el arte. Llevábamos algunos días investigando a Joseph Orlov, uno de los muchos dueños de galerías y vendedores de arte, era sospechoso de ser el vínculo entre traficantes de armas y coleccionistas corruptos. La galería era la fachada perfecta para lavar dinero y cerrar tratos ilegales, y aquella noche, una subasta se llevaría a cabo en una sala privada o al menos eso eran los datos que nos habían dado, según teníamos entendido mientras la subasta se realizaba arte seria sacado de la galería siendo suplantado por replicas perfectas así que seria robo y también estafas, lastimosamente no podíamos hacer nada al respecto, solo recaudar datos y armar una gran investigación para poder aprender a todos los involucrados ya que esa era la idea de estar aquí en primer lugar.
— Mantén los ojos bien abiertos —murmuró mientras entrelazo nuestras manos que descansan en mi cadera al él estarme abrazándome. Ambos estamos vestidos en conjunto, mientras Spreen usa un traje de terciopelo azul marino, yo traigo un pantalón de vestir negro, una camisa ligeramente transparente del mismo azul que el traje de mi compañero, la traigo con un escote sutilmente pronunciado, además de un abrigo de peluche negro, me veía ridículo en mi opinión además de que los piercings falsos dolían como la mierda.
Spreen asintió con una leve sonrisa ególatra, inclinándose hacia mi como si me susurrara algo romántico, pero en realidad me estaba dando instrucciones sobre lo que estaba por suceder a pesar de yo saberlo perfectamente.
— La subasta empieza en quince minutos. nosotros tenemos los pases VIPS, Orlov estará allí, y debemos identificar a los compradores... a parte de nosotros.
Suspiro fingiendo sentirme halagado ya que estamos fingiendo ser melosos, tomo una copa de champán de la bandeja de un mesero que esta pasando a nuestro lado y me separo de Spreen ligeramente logrando que me suelte, finjo estudiar una pintura impresionista. Observó a los asistentes con disimulo, buscando posibles aliados o amenazas.
— Déjamelo a mí — digo con confianza manteniendo nuestras voces bajas.
Me separó de Spreen y me acercó a un hombre de traje gris que sostenía un cigarro en una mano y una invitación en la otra. Se llamaba Alain Marchand, un conocido coleccionista con lazos en el mercado negro. le doy una mirada coqueta de forma muy descarada, sonriendo sutilmente antes de rozarle el brazo con fingida torpeza.
— Oh, disculpe — digo con una risa ligera — Me distrajo la belleza de esta pieza, ¿no es impresionante? — Marchand me examinó con interés, su mirada me recorre con curiosidad antes de fijarse en el cuadro.
— No hay problema... Tiene buen gusto, esta pieza en especifico es realmente hermosa, transmite una calidez y tranquilidad, además de ver una nueva forma de apreciar un paisaje — respondió, señalando la pintura — ¿Le interesa el impresionismo?
— Me interesa el arte que transmite algo más que belleza superficial — contesto de forma tranquila dándole una mirada de reojo, jugando con el tallo de mi copa, Marchand sonrió, intrigado ante mi respuesta.
— En ese caso, le encantará lo que hay en la sala privada, hay unas piezas realmente maravillosas que te dejarían sin aliento.
Aprovechó el momento para iniciar una conversación, fingiendo interés en el arte y en la subasta. Decido arriesgar un poco y usar mi "carisma" de la que todos en la oficina hablan, así que comienzo un ligero coqueteo, para mi sorpresa el hombre parece interesado de alguna forma y logró que Marchand me invitara a acompañarlo a la sala privada, lugar al que ya teníamos acceso, pero aun así eso era bueno ya que me había ganado a un gran magnate de venta en el mercado negro. Spreen, manteniendo su distancia, me siguió con discreción, asegurándose de no perderme de vista.
Una vez dentro de la zona privada, la atmósfera cambió drásticamente. La iluminación era más tenue, creando un ambiente de misterio y privacidad total, los invitados en la subasta no eran simples coleccionistas; eran traficantes, compradores ilegales y figuras peligrosas del crimen organizado, aunque también había mucha gente realmente adinerada como empresarios, senadores, entre otras cosas, se supone que nadie sabe que entre estas personas adineradas hay delincuentes. Hombres con relojes de oro y miradas afiladas conversaban en pequeños grupos, mientras guardaespaldas musculosos mantenían una vigilancia constante de todo el lugar.
En el centro de la sala, Orlov sonreía con satisfacción mientras me guía por la exposición de las piezas más valiosas contándome cosas de arte que no entiendo en realidad, pero aun así no dejo de sonreírle y darle mi opinión cada vez que me preguntaba directamente, pero a pesar de estar siguiendo al viejo, no dejo de ver a nuestro alrededor de manera meticulosa, noto ciertas cosas que no cuadran como en una esquina, bajo estricta vigilancia, se exhibían documentos y artefactos robados de museos europeos. Jarrones de la dinastía Ming, manuscritos medievales y una colección de diamantes sin certificar relucían bajo la tenue luz, ¿enserio estas personas eran tan estúpidas como para no notar que esas cosas no pertenecían a la exhibición original del museo por lo tanto eran robadas o solo se hacían de la vista gorda?.
Spreen decide por fin intervenir, se acerca de forma altiva dedicándome una mirada intensa, le sonrió enormemente y lo tomo por el brazo jalándolo para que estuviéramos realmente pegados invadiendo nuestro espacio personal, le doy un casto beso en la mejilla.
— Mira mi amor, este amable hombre me estaba mostrando y contandome datos interesantes sobre estas maravillosas piezas — digo de forma estridente.
— Ya veo... un gusto señor, Soy Nikolai Ivanov y él es mi dulce esposo Steven Williams, perdone sus modales, los olvida cuando esta emocionado — el hombre mayor nos analiza antes de que sus ojos adquieran un brillo de reconocimiento.
— Por supuesto, no se preocupe, su esposo es una gran compañía — justo en ese momento las luces se atenúan un poco más esta siendo la señal de que la subasta estaba por iniciar.
— Disfruten de la subasta — le deseo de forma vivaz.
Sin perder la compostura, tomamos asiento junto a Marchand. Un asistente se acercó con una tabla digital y un martillo de subasta. La puja estaba a punto de comenzar, y con ella, nuestra misión estaba por ponerse algo intensa ya que se daría a lugar el robo de las mejores piezas para ser remplazadas, nosotros se supone que debíamos tener hombres haciendo eso también. Salgo de ese hilo de pensamientos cuando Spreen me apretuja mi rodilla con más fuerza, volteo hacia donde él esta viendo y en el fondo de la sala, una puerta custodiada por dos hombres de aspecto imponente parece ser que eso despertó la curiosidad de mi compañero. ¿Qué más se ocultaba detrás de aquella subasta? bueno estábamos a punto de descubrirlo, pero el riesgo podría ser bastante alto para los civiles.
De pronto, las luces parpadearon. Un murmullo inquieto recorrió la sala antes de que todo quedara a oscuras. El sonido de sillas arrastrándose y pasos apresurados rompió el breve silencio. Tomo la mano de Spreen con fuerza sintiendo un escalofrió recorrerme por toda la espalda, ¿Qué estaba sucediendo? no se supone que las cosas serian así, estaba por ponerme también de pie, pero antes de que pudiera decirle a Spreen que nos moviéramos un fuerte sonido me detiene poniéndome sumamente tenso, el sonido vuelve a repetirse... era un disparo resonando haciendo eco por los techos altos del lugar.
—¡Abajo! — grita Spreen sosteniéndome por los hombros haciendo que nos pongamos pecho tierra, llevo mi mano dentro del ridículo abrigo de peluche donde tenia escondida mi arma, trato de que mis ojos se adapten a la luz, pero parece sumamente imposible.
Las luces de emergencia se encendió despues de algunos segundos de oscuridad total, siento una ligera molestia en mis ojos ante el repentino cambio de iluminación, pero una vez mi vista se adapta se revela una escena caótica. Orlov ya no estaba en su lugar. Marchand se había desplomado sobre la mesa, con la copa de champán volcada y sangre manchando su camisa. Unos cuantos invitados corrían hacia la salida, mientras los de seguridad entraban con armas en alto, listos para defenderse o atacar.
Ni si quiera puedo reaccionar antes de que esas armas estuvieran apuntándonos a nosotros ¿Qué chingados estaba sucediendo?, solo puedo maldecir en mis adentros, tal parecía que la maldita misión no había iniciado tan bien como habíamos esperado ¿ahora que íbamos a hacer?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capitulo de esta historia de policías medio gays, medio heteros jajaja ¿Qué les pareció?
Como pueden ver andamos iniciando con ganas ¿o no? ¿Qué creen que haya pasado en la galería de arte?
Como bien dijeron ellos, las cosas no estaban planeadas así, se suponía que todo seria más sencillo, solo el primer día de observación, pero tal parece que no corrieron con esa suerte de poder tener un inicio tranquilo, esperemos y puedan salir de esa situación fácilmente sino... pues que vaya el Rich a sacarlo ¿o no? xDD
¿Qué más puedo decir sobre el asunto? solo que Roier cree que le faltaría al respeto a Tina si besa a Spreen aunque sea solo por trabajo, cabe decir que nuestra niña no tiene ningún tipo de problema si Spreen y Roier se besan, ella entiende perfectamente que seria por cosas de trabajo además de que... bueno ella no sabe que a Roier se le volteara la tortilla jajajaja, en fin cosas de homosexuales de closet ¿o no?
En cuanto a Spreen, bueno él estaba más preocupado por lo que podría pasar y efectivamente paso algo jajaja, pero recordemos que las personas a las que están suplantando son importantes en el medio de contrabando... aunque nunca han sido vistos muy bien, pero si los reconocerían por su característica forma de vestir además de los tatuajes cosa que Spreen tiene así que si son listos podrían zafar... pero ¿serán inteligentes?
Bueno... lo veremos en el siguiente capítulo /inician los créditos de la rosa de Guadalupe XDD.
Como sea eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
El estruendo de botas resonó en la sala. En cuestión de segundos, sentimos el frío de los cañones de varias armas apuntándonos. Un hombre corpulento, con un traje negro impecable y cicatrices en el rostro, avanzó entre los hombres armados con expresión severa.
— Bajen las armas — ordenó con un leve acento ruso. Sus ojos escudriñaron la escena, deteniéndose en Roier, quien sostenía mi brazo con fuerza aunque sabia que su mano no visible estaba en la empuñadura de su arma escondida.
— Parece que alguien tiene cosas que explicar — añadió con una sonrisa peligrosa.
Antes de que pudieran reaccionar, fuimos levantados de forma ruda mientras me revisaban quitándome mi arma, Roier por suerte conservo la suya ya que no lo revisaron con cautela, somos conducidos por un pasillo estrecho hasta una lujosa oficina privada. Las paredes estaban cubiertas de estanterías con libros antiguos y reliquias exóticas de todo tipo, desde japonesas hasta árabes. En el centro, un escritorio de caoba relucía bajo la tenue luz de una lámpara de escritorio. Frente a él, Viktor Orlov nos esperaba, con una copa de coñac en la mano y una expresión inquisitiva.
— Deben entender que no confío en nadie. Especialmente en quienes aparecen de la nada y causan problemas en una de mis propiedades, sobre todo la que nunca ha tenido un escandalo de este tipo — dijo Orlov con voz suave, pero cargada de amenaza.
Solo puedo dedicarle a Roier una mirada, estoy realmente preocupado porque a él lo sostienen con demasiada fuerza, se notaba demasiado, decido seguir mi papel otorgado y de una fuerte sacudida me deshago del imponente agarre de dos tipos que parecían tanques, despues me acomodo de forma muy altiva mi chaqueta de gala, me acerco a los tipos que sostienen a mi compañero y les doy una mirada asesina.
— Te recomiendo soltar a mi esposo o terminaras dentro de una zanja — digo marcando el acento ruso haciendo notar mi enojo... solo espero y haya salido lo suficientemente nativo como para que no sospecharan nada, no podíamos revelar nuestras verdaderas identidades si lo hacíamos, la misión se desmoronaría y posiblemente no saldríamos vivos de aquí.
— Parece que hemos tenido un malentendido — dice Roier, recuperando un poco el control de la situación mientras lo sueltan — Alain Marchand era un incompetente. Estaba haciendo preguntas innecesarias, poniendo en peligro la subasta. simplemente mi marido lo resolvió antes de que comprometiera nuestros negocios — lo observo asombrado ante su argumento aunque nosotros no habíamos presionado el gatillo. Orlov levantó una ceja, interesado.
— ¿Así que ustedes no trabajan con él?, no es secreto que el famoso matrimonio de maricones hace tratos con el mejor postor — escupe con asco mientras enciende un puro de forma arrogante.
— No necesito dar explicaciones de nada, no somos socios directos y ambos sabemos que así es el negocio, pero te informaron mal, nunca hemos hecho negocios con aquella rata — digo con tono firme — en esta ocasión, solo veníamos como... compradores. O, para ser más específicos, facilitadores de adquisiciones para clientes que prefieren no ser identificados — mantengo la tonalidad de mi voz en control — además nosotros hemos tenido un par de negocios bajo la mesa con intermediarios, si quisieras mantener esos caminos... despejados sugiero que controles tu lengua sino quieres que te la corte.
Orlov entrecerró los ojos, evaluándonos. Luego, con un gesto lento, se acomodó en su silla.
—Si realmente pertenecen a este mundo y son quienes dicen ser, demuéstrenlo. Díganme, ¿Quiénes son sus clientes? ¿Qué han adquirido últimamente?
Roier tomó aire. Sabía que la única manera de salir de esa situación era jugar sucio, y eso significaba arriesgarse, simplemente dejo que él tome las riendas porque de los dos es quien mejor se desenvuelve, quien se adapta con mayor facilidad y yo estaba re tenso, solo tenia ganas de salir de aquí, poner toda la distancia posible con este sitio, jamás me perdonaría si algo le pasaba a mi compañero.
— Nuestro último negocio fue en Estambul — dice con seguridad — Un Rembrandt robado, vendido por ocho millones a un coleccionista en Dubái. Antes de eso, un lote de rifles antiguos, utilizados en la Guerra de los Balcanes, adquiridos por un comprador en Sudamérica quien a decir verdad le hacia falta una limpieza dental urgente — solo hay desdén y asco en la voz "elegante" de mi amigo, muerdo el interior de mi mejilla para no sonreír.
Orlov lo mira fijamente, luego se echó a reír.
— Interesante — murmuró, tomando un sorbo de su coñac — jamás creí que el famoso esposo delicado y prepotente de Ivanov fuera tan... hablador en juntas de negocios cuando solo sirves para abrir las piernas... claro según mis fuentes las cuales nunca se equivoca.
— Lo que haga o no mi esposo dentro del dormitorio no es un asunto a tratar, aunque claro si te interesas por él podríamos charlarlo, tal vez te deje hablar con él si puedes llegar al precio — digo desafiante, Roier se cuelga de mi brazo de forma exagerada.
— Si bueno, suelo ser hablador cuando me tratan como costal de mierda, mis disculpas — agrega con desdén. El silencio se hace despues de eso, mantengo completamente la calma mientras rodeo a Roier con mi brazo para mantenerlo cerca por cualquier cosa, además de que el aun conservaba su arma, todo esto mientras Orlov se levantaba y caminaba lentamente hacia nosotros.
— Esta noche tengo una venta especial. Un artículo que muchos matarían por poseer. Si realmente son quienes dicen ser, quiero que participen en la negociación. Pero cuidado... Si descubro que me están mintiendo, desearán haber muerto en esa sala... incluso antes de si quiera meterse en mi camino — Orlov sonrió con frialdad y chasqueó los dedos. Dos de sus hombres nos escoltaron a una habitación sin ventanas, cerrando la puerta detrás de nosotros con un sonido metálico dejando en claro que estamos encerrados.
La habitación era pequeña y austera. Solo una mesa de madera, dos sillas y una bombilla parpadeante en el techo la iluminaban con un tono amarillento haciéndonos ver enfermos, una iluminación para nada favorecedora. Me acercó a la única puerta y la inspeccionó rápidamente, esto estaba jodidamente mal, creo que no habíamos actuado tan... en papel como se hubiera esperado, no creo que el verdadero Nikolai Ivanov hubiera permitido esto en ningún tipo de situación... nos faltaban esos refuerzos para que fingieran ser nuestros trabajadores y guarda espaldas como los de ese tipo, así no estamos engañando a nadie y era jodidamente frustrante.
— Blindada — susurró, golpeando la superficie de metal — No saldremos de aquí a menos que nos dejen.
Roier se dejó caer en una de las sillas, cruzando las piernas con calma aparente, pero a mi no me engañaba, podía ver la tensión en su mirada y sus hombros, aunque estaba claro que estaba manteniéndose en su papel, voy a su lado jalando la otra silla pegándola a la de él, rodeo sus hombros con mi brazo y pego mi rostro contra su mejilla.
— Tenemos que pensar rápido. Si nos descubren, no solo estamos muertos, sino que arruinamos la operación completa — digo en voz baja cerca de su oído para mantener las cosas privadas por si estábamos siendo vigilados.
— Lo sé — respondió, jugando con un hilo suelto de su camiseta — Pero creo que tenemos una ventaja. Orlov no nos ha matado de inmediato. Quiere creer que somos útiles, tal vez... cree que somos quien decimos ser — responde igual de bajo mientras acaricia mi cabello de forma cariñosa, me imagino que para que pensaran que estábamos teniendo un momento de pareja, aunque Roier siempre ha sido sumamente cariñoso y por alguna extraña razón parecía tener una fijación por el cabello de las personas.
— ¿Y si nos pone a prueba de una manera que no podamos manejar? — pregunto porque a decir verdad no me creía capaz de matar a alguien inocente.
— Entonces improvisamos. Como siempre. — Roier sonrió con un toque de arrogancia, pero puedo notar que esta igualmente preocupado por la situación.
Pasaron varias horas antes de que la puerta finalmente se abriera. Un guardia de rostro inexpresivo nos indicó que lo siguiéramos. Nos condujeron a otro nivel de la galería de arte de Orlov, un espacio que parecía una sala de exhibición privada. Obras de arte colgaban de las paredes, protegidas por vidrios de seguridad, mientras vitrinas de alta tecnología albergaban objetos de un valor incalculable. Pero lo que llamó más nuestra atención fue la caja fuerte al fondo de la sala, resguardada por dos hombres armados.
Orlov estaba de pie junto a un cuadro cubierto con una sábana de terciopelo rojo. Cuando nos vio, hizo un gesto para que nos acercáramos lo cual hicimos manteniendo nuestro porte de superioridad y rostros serios.
— Este es el artículo que se venderá esta noche — dice con teatralidad, retirando la sábana de un movimiento que levanto el polvo del suelo.
Frente a nosotros apareció un óleo oscuro, antiguo y en perfecto estado, siento un escalofrió recorrerme por toda la columna vertebral, habíamos estado viendo estas cosas por días y esta era fácil de identificar: se trataba de una pintura perdida de Caravaggio, desaparecida desde la Segunda Guerra Mundial, esto era jodidamente asombroso y sorprendente en muchos sentidos, estas cosas jamás me han interesado, pero que estos traficantes tuvieran tales piezas solo demostraba la gran influencia que tenían en el ámbito... ¿será más influyente que Nikolai Ivanov?
— Los compradores llegarán en una hora — continuó Orlov — Quiero que ustedes manejen la negociación. Si lo hacen bien, habrán demostrado ser quienes dicen ser. Si fallan… bueno, ya saben qué pasará.
Simplemente puedo dedicarle una mirada a mi compañero y amigo de años. No había opción de escapar todavía. Tendríamos que sumergirnos aún más en nuestro papel de traficantes de arte y armas… y asegurarnos de sobrevivir. La trampa estaba tendida. Y el juego acababa de empezar, esperaba que nuestros casi cinco días de preparación sirvieran aunque sea un poco... solo esperaba que no termináramos con una bala entre las cejas.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia llena de misterio ¿Qué les pareció?
La verdad Spreen y Roier no están haciendo su mejor trabajo porque el verdadero Nikolai Ivanov jamás de los jamases ha sido capturado, interrogado o cuestionado, por eso nadie lo conoce bien físicamente, esa era una ventaja que ambos no supieron aprovechar, la neta les pasa por pendejos, Orlov claramente duda porque Spreen no se ha puesto tan a la defensiva como esperaría, pero esta analizándolo, viendo si no es una jugarreta o no así que ellos aun tienen el chance de resolver el pedo sin salir perjudicados, espero que se les ocurra poner esa escusa de que estaban viendo el alcance de Orlov, sino... bueno, al menos tienen salud ¿no?
También deje unas cuantas cositas ahí de forma tranquila y disimulada sobre varios detalles que ellos no notan... ¿ustedes los captaron o están tan ciegos como yo que tengo miopía?
Sobre quien mato a Marchand, simplemente fue un asesino a sueldo que no tiene relevancia con la trama de la historia... ¿o si? /c hace mensa.
Bueno... a decir verdad en este tipo de historias siempre me da una ansiedad dar spoilers de a montones, pero me contengo muchísimo, casi no digo nada porque así como quiero contarles, quiero que se emocionen mientras avanza la trama así que por el momento me seguiré aguantando... ¿o si quieren Spoilers de los feos que te cuentan más de lo que esperas?
Como sea, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado tanto como a mi escribir esto, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estaba ansioso, estábamos esperando a que Orlov nos dejara salir, la misión había comenzado jodidamente mal, no se suponía que seria así, pero me imagino que en el mundo criminal no todo va siempre de acuerdo al plan, me mantengo pegado a Spreen mientras continuo acariciando su cabello de forma distraída, era lo que aun me mantenía lo suficientemente tranquilo, éramos el mejor equipo de nuestra unidad y encontraríamos una manera de salir de esta sin que la misión peligre, sé que cometí un error al hablar tanto porque se supone que soy el cónyuge complaciente y no el que se ponía al pedo por las cosas, pero si lo analizaba de forma detallada mi actuación seguía siendo conveniente porque si algo caracterizaba a Steven era que le gustaba el lujo y ser tratado como la realiza así que quejarme entraba en eso... ¿no?
Fuera como fuera ya había sucedido, no podía hacer nada para cambiar las cosas, solo en este momento donde estamos atrapados es cuando me esta cayendo en peso lo peligroso que es mi trabajo... siempre lo supe, pero nunca me había envuelto en este tipo de situaciones, sobre todo porque nuestra misión anterior de encubierto no habíamos suplantado a nadie, simplemente fingimos ser maleantes novatos que se estaban metiendo en cosas turbias, así que no tuvimos que actuar como personas diferentes, pero ahora teníamos que hacerlo y al parecer no estábamos haciendo el mejor trabajo si ya habíamos sido prácticamente secuestrados.
Solo puedo pensar en Tina, no la llame, sé que estaba siendo pesimista, pero con este cambio de acontecimientos tan drástico me di cuenta lo propenso que soy de caer en servicio, sé que ella sabe que mi trabajo es difícil y peligroso, pero creo que ninguno de los dos sabíamos la magnitud en la que estaba, solo podía pensar en que no quería que la llamaran diciéndole que había muerto cumpliendo mi deber y le dieran una bandera toda culera del país, eso no la haría sentir mejor.
De solo pensar que antes de irme ella ya me estaba hablando de nuestro futuro, de boda e hijos... bueno sino salía de aquí no podría hacer ninguna de esas cosas, además de que me estoy dando cuenta que yo no quiero eso para ella, porque no solo es mi pareja sino mi mejor amiga desde hace muchos años... yo no quería que se quedara casada con un tipo que esta en peligro todo el tiempo, la amo demasiado como para lastimarla de esa manera, pero a pesar de eso no me creo capaz de terminar nuestra relación porque ella es realmente importante para mi, amarla simplemente fue algo que pasaría tarde o temprano.
En verdad esperaba salir de aquí, la llamaría y le diría lo que estaba sucediendo, lo peligroso que era y pedirle que si algo llegaba a pasar no se estancara por mi culpa... tal vez estoy siendo algo melodramático con todo el asunto, pero no podía evitarlo, sobre todo porque no deja de pasarme por la cabeza que ella quiere una gran familia y yo... bueno yo amo mi trabajo, no me veo teniendo hijos porque simplemente no tendría la energía para cuidar de ellos y tampoco era justo que ella hiciera todo el trabajo.
Porque sí, a pesar de tener estos temores no estoy planteándome en retirarme, ser agente del FBI es mi pasión, una parte de mi que me ha definido en gran parte, esto era algo que muy pocas personas podian lograr con sus profesiones, pocas personas disfrutaban tanto de hacer su trabajo como yo lo hago, simplemente mi brújula moral era demasiado marcada al igual que la de Spreen, creo que ambos somos tan buenos compañeros por eso, porque nuestras ideas e ideales son prácticamente los mismos.
Me gustaría decir que para mi es más importante Tina que mi empleo, pero estaría mintiendo, no seria capaz de dejarlo solo para que ella pudiera estar tranquila con la situación, ella ni si quiera me lo había pedido nunca, ella lo entendía tan bien, entendía que quería superarme y ser alguien grande, así como ella quería lo mismo en su campo laboral, solo espero poder aclarar este revoltijo de emociones e ideas para poder tomar decisiones con seguridad y no por impulso, lo que si haría es decirle a Tina lo arriesgado que estaba siendo esta misión porque prefería que ella estuviera preparada y no que fuera una desagradable sorpresa.
— ¿Vos sabes negociar? — me murmura mi compañero sacándome de mis profundos pensamientos, lo abrazo de forma estratégica para esconder mi rostro en su cuello y pareciera un momento tranquilo de pareja.
— Se supone que debes hacerlo tú, ya metí demasiado la pata — contesto tranquilo.
— No estudie los números como vos, decime un aproximado del valor de la obra y lo demás lo hago sin quilombo — su brazo en mi cintura se apretuja haciendo que estemos más pegados.
— No creo que un precio compre esa obra, es demasiado valiosa, prácticamente invaluable, es un juego de doble filo, no sé que vamos a hacer — me siento repentinamente muy ansioso, parece notarlo porque comienza a acariciar mi espalda con suavidad.
— Dale, necesito que estés tranca, todo saldra re bien — me da un beso en la frente lo que me hace sentir raro y divertido al mismo tiempo.
— Tal vez si negocias con otra obra de arte con el mismo precio monetario, ósea que sea prácticamente invaluable o incluso con territorio, eso podría impresionarlos, decirles que no necesitamos el dinero sino algo en especifico... el que te lo debo — asiente pensativo.
— Es una excelente idea, gracias compañero — me apretuja de forma amistosa, estoy por enderezarme al terminar la charla porque era incomodo al estar en sillas las cuales se recorren lentamente por lo tanto la posición era rara e incomoda.
Doy un respingo en mi sitio cuando la puerta se abre con un rechinido horrendo, era Orlov con un par de sus hombres escoltándolo, nos observa con intriga, pero no dice absolutamente nada, solo hace un movimiento de cabeza indicándonos que lo siguiéramos lo cual hacemos con una caminata altiva, Spreen no me había soltado en ningún momento, mantenía su mano en mi cadera de forma segura, de forma realmente disimulada tomo su mano guiándola dentro de mi abrigo, el siente la culata de mi pistola, me da un apretón con su mano dándome a entender que lo tenia claro por si necesitaba tomarla.
Nuestra caminata se ve interrumpida abruptamente lo que me hace sostenerme del brazo de mi compañero para no tropezar con mis propios pies, Orlov nos escudriña de forma desdeñosa, nos señala con el dedo alternando entre ambos, mantengo mi fachada de tranquilidad pero me sentía inquieto ¿eso que chingados significaba?
— Muy bien. Supongamos que no tienen nada que ver con lo sucedido hace unas horas — dijo con voz peligrosa — La subasta sigue en pie. Y ustedes aún tienen que demostrar su valía — dejo salir el aire de forma pausada para que no se notara, la subasta seguiría en pie, no íbamos a comercializar directamente con alguien, lo que hacia las cosas mucho más sencillas para Spreen.
La tensión se mantuvo mientras nos escoltaban a una sala adyacente. Era una estancia oscura, iluminada solo por lámparas de araña, con una larga mesa rodeada por varias figuras misteriosas. La élite criminal del mercado negro estaba reunida allí, pude reconocer a unos cuantos de los que estaban en nuestros archivos, pero a otros no por lo tanto esto seria bastante productivo en cuanto a información que obtendríamos.
Seguimos nuestro camino ganándonos algunas miradas curiosas, tomamos asiento en los lugares asignados junto a Orlov. Frente a nosotros, un hombre vestido con un traje de lino claro encendió un cigarro. Su presencia era imponente, recorro su rostro con la mirada y algo hace clic en mi mente, lo reconozco casi de inmediato: Massimo D'Alessio, un magnate italiano con conexiones en el tráfico de arte robado y armas militares, uno de los jugadores más peligrosos de Europa.
— Viktor, esperaba que esta transacción fuera sencilla, pero parece que tu casa está bajo asedio — comentó D'Alessio con una sonrisa irónica — No inspira confianza si me lo preguntas — Orlov se encogió de hombros con indiferencia.
— Mis invitados sabrán manejar la situación — dijo, mientras nos señalaba de forma altiva — Son ellos quienes dirigirán la negociación. Todos los ojos en la sala se posan en nosotros. La adrenalina bombeaba con fuerza en mis venas. Spreen alza la barbilla de forma despectiva mientras mira a todos como si fueran una mierda embarrada en su zapato.
— El arte es una inversión que trasciende las crisis — dijo con voz firme — este Caravaggio ha estado perdido por décadas. Su valor no es solo monetario, sino histórico. Poseerlo significa poder que sinceramente dudo que ustedes puedan adquirir, lastima que no puedo participar en esta subasta por un acuerdo tácito con Orlov — D'Alessio soltó una leve risa y dio una calada a su cigarro.
— Palabras bonitas, pero el valor real lo dicta el mercado. Yo ofrezco veinte millones — así sin más, ni si quiera espero a que todo siguiera el curso de una subasta normal.
— Veinte millones es una cifra ofensiva para una obra de esta magnitud — escupe Spreen con desprecio y con la seguridad de un comerciante experimentado — Hay compradores en el Medio Oriente que pagarían el doble sin pestañear. Propongo iniciar la subasta en treinta y cinco millones junto con algo de valor que puedan ofrecer, como él misil de la unión soviética que sé que esta en tus manos D'Alessio.
D'Alessio entrecerró los ojos. La jugada era arriesgada, pero lo había desafiado sin perder el respeto. La tensión era palpable.
— Treinta y cinco millones es una cifra razonable — murmuró otro comprador desde el otro lado de la mesa — Ofrezco cuarenta y a el contacto de mi infiltrado en la casa blanca.
Orlov sonrió, satisfecho, parecía realmente impresionado y divertido con todo esto, esta recargado en el respaldo de su silla mientras saca su propio cigarrillo.
La puja continuó de esta manera donde comenzaron a pelearse como buitres lo cual me sorprende ya que no creí que estuvieran ofreciendo cosas realmente sorprendentes como contactos de ciertos lugares, incluso islas, era jodidamente alucinante, Spreen continua alentando la competencia con palabras medidas e hirientes a quienes a su parecer ofrecían basura, me sorprende que su acento Ruso se haya mantenido sin problemas en todo este rato. Finalmente, la cifra alcanzó los ochenta y cinco millones. D'Alessio se inclinó hacia adelante.
— Noventa y cinco, y cerramos el trato aquí y ahora — escupe con exasperación.
Orlov miró a Spreen con suma curiosidad, mi compañero lo había hecho de manera sensacional, él habían demostrado ser un negociador de alto nivel. Ahora tocaba cerrar el acuerdo.
— Noventa y cinco es una oferta justa. Pero el pago se realizará en criptomonedas, con una transferencia instantánea y cuando se vea reflejada en la cuenta de Orlov y el misil este de camino... bueno tendrás tu Caravaggio — D'Alessio sonrió de lado.
— Me hubiera gustado competir por esto contigo Ivanov, habría sido divertido — murmuró — muy bien, hagámoslo no tengo toda la jodida noche.
Orlov chasqueó los dedos y los asistentes comenzaron a mover los documentos y los dispositivos de pago. La venta estaba siendo llevada a cabo de manera realmente rápida mientras D'Alessio hacia llamadas para traer ese misil soviético a esta parte de Europa.
Suspiro sin poder evitarlo mientras me recargo en el costado de mi compañero, Spreen lo había logrado, había convencido a un gran grupo de criminales que éramos quienes decíamos ser, lo mejor que pude haber hecho fue quedarme callado y actuar como el esposo trofeo, Orlov simplemente nos despacho con un movimiento de mano como si fuéramos irrelevantes, pero Spreen no flaqueo, se le acerco tomándolo por la chaqueta de gala.
— Primera y única vez que me tratas como uno de tus malditos sirvientes Orlov, la próxima vez no tendrás tanta suerte — se acercan rápidamente los de seguridad al ver el altercado, pero de un rápido movimiento Spreen saca mi arma de su sitio y apunta a la cabeza de Orlov.
— Déjenlo — ordena rápidamente el otro criminal ruso.
— Sera mejor que algo de esa transacción vaya a mi cuenta o tendremos serios problemas, yo no necesito traer a mis hombres a todos lados para poder quebrarte como una jodida ramita, kusok der´ma — escupe despectivamente.
— Un placer hacer negocios contigo Ivanov — sonríe con descaro el otro ruso, le extiende la mano a Spreen, mi compañero solo lo empuja con fuerza mientras se aleja tomándome de la mano con fuerza.
Milagrosamente salimos del recinto sin problemas, estoy vibrando de adrenalina, doy un par de saltitos emocionado, esto había sido increíble, cuando estamos lo suficientemente lejos lo tomo por los brazos de forma enérgica.
— No mames, eso fue lo más chido que nos ha pasado en el trabajo, no chingues, lo hiciste genial, podría besarte incluso, es más, ven acá — le doy un casto beso en la mejilla, él solo se ríe mientras me aparta.
— Ya, para boludito que me atosigas, tenés bien alterada la realidad, pudimos haber muerto pedazo de retrasado — me da un golpecito suave en el brazo.
— Admítelo, fue increíble, que ganas de volver a hacerlo... solo que sin el riesgo de muerte, tal vez deberíamos dedicarnos a las subastas de arte — me encojo de hombros mientras continuamos nuestro camino, incluso habíamos dejado el auto en la jodida galería de arte porque le habían quitado las llaves a Spreen el valet parking y no pensábamos volver a pedirlas como si nada, seguramente Ivanov habría llamado a alguien para que lo llevara, nosotros podíamos caminar sin pedos, no estaba tan lejos del hotel.
— Me la pase bien, lo admito — se ríe de nueva cuenta aunque ahora ligeramente.
— Somos unos suicidas — el asiente de acuerdo.
El miedo ya había quedado atrás, ahora tenia una seguridad increíble al ver que mi compañero se había adaptado a la situación mucho mejor de lo que pensé, esto seria pan comido si seguíamos así, me alegraba tanto estar metido en esto con Spreen, si pasaba algo al menos tenia la certeza de que nos apoyaríamos hasta el final, no podía esperar para que fuera mañana y ver que podría pasar, era bien pinches emocionante... creo que nos volveríamos adictos a la adrenalina, no seria gran problema era parte del trabajo.
— Como amo nuestro trabajo — digo con un suspiro feliz.
— Vos sabes que pienso exactamente lo mismo — pasa su brazo por encima de mis hombros, yo lo rodeo por la cintura.
— Deberíamos ponernos un nombre... como los cuatro fantásticos — suelto emocionado.
— Somos dos, pelotudo.
— Bueno, los un fantástico y un aguafiestas, es perfecto — le doy un empujón amistoso.
— Cerra el orto — se ríe mientras me devuelve el empujón.
— Es definitivo, así serán nuestros sobre nombres, ¿verdad aguafiestas?
— Sos insufrible pelotudo — solo puedo sonreír contento, a pesar de toda la emoción solo quería dormir, era realmente tarde, seguramente no tardaba en amanecer, esperaba que pudiéramos descansar bien.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías, ¿Qué les pareció? (a mi me encanto xD)
Como pueden ver hubo muchas emociones revueltas aquí, pero ey al menos terminaron bien y contentos con su trabajo jajajaja.
El Roier ya anda pensando en que Tina merece tener otra persona que no sea él... psss pobre de nuestra niña que ni sabe que esta pasando, pero no se preocupen, ella estará bien, lo prometo, ya tengo planes para ella :3
También como podrán ver la amistad entre Roier y Spreen en verdad es estrecha, no se sienten incomodos al compartir muestras de afecto amistosas, como podrán notar Roier es cariñoso en general, no lo hace con segundas intenciones... por ahora 😏😏, también podrán notar que se tienen una confianza ciega en mantenerse a salvo mutuamente, eso ayudara mucho en el futuro, también como pueden ver compartirán emociones realmente explosivas así que eso solo hará que su vinculo se fortalezca cada vez más.
Ósea no se ustedes, pero yo también me enamoraría de alguien que me protege, me llevo bien y la pasamos chido, pero no sé, tal vez yo soy la loca jajajaja.
Como sea, la neta no sé porque estoy usando nombres tan complicados jajaja, los tengo todos guardados en una nota y cada que escribo acá tengo que leerla para recordar quien es quien porque sino perdería todo el hilo de la historia, si yo me los tengo que aprender ustedes también alv xDD
Bueno, después de este gran capítulo me despido, espero les haya encantando tanto como a mi, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Los días han pasado de forma bastante tranquila lo que era un gran contraste con nuestro encuentro con esos malditos rusos, italianos y no sé que más, nos habíamos dedicado a ser vistos en muchos sitios de prestigio, entre galerías de arte, restaurantes, bares entre otros, estábamos forjando nuestra credibilidad como pendejos pretenciosos, hasta ahora todo nos iba muy bien, ni si quiera nos habíamos tenido que ver en la necesidad de en verdad parecer pareja casada.
Solo nos tomábamos de la mano, un que otro toque coqueto que no pasaba de Spreen tocar mi cintura y yo su brazo u hombro, los apodos cariñosos ya eran prácticamente algo común... al menos para mi que coqueteaba con mis amigos en broma y seguramente Spreen también se sentía completamente normal con ello, lo único en lo que habíamos tenido que esforzarnos es en mantener el acento, para mi era divertido de por si soy alguien que le gusta estar imitando acentos a cada rato, tenia la ventaja de saber unos cuantos idiomas así que entendía a la perfección el Francés por lo tanto eso nos ayudaba a enderezar las cosas si es que la estábamos cagando de alguna forma.
Nuestra estancia en Francia estaba siendo... aburrida, yo esperaba que más cosas emocionantes sucedieran, que nos contactarían muchas personas malas y estar metidos en medio de toda la acción, más que nada porque nuestro primer movimiento en la misión se había tornado en un pseudo secuestro y despues una subasta de arte con armas u otras cosas que esos tipos tenían para ofrecer... tal vez yo no me la estaba pasando tan bien porque era bien pinches incomodo la forma en la que tenia que vestir, usar pantalones jodidamente ajustados y camisetas medio transparentes era una pendejada, sobre todo porque tenia que ponerme los pinches piercings que me hacían terminar con los pezones bien pinches rosados, no me sorprendería dejar de tener sensibilidad ahí en la siguiente semana.
Estamos por salir del hotel para ir a una de esas chingaderas benéficas, ni si quiera sé porque nos habían mandado ahí si se supone que somos unos criminales, pero bueno nosotros solo seguiríamos ordenes, lo bueno de eso es que podría vestirme un poco más normal por lo tanto descansar un poco de las chingaderas esas que me aprietan los pezones.
— Tal vez deberías cambiar de atuendo — me aconseja mi compañero, volteo y lo que sostiene es un tipo camisón rojo de satén, se lo arrebato con el ceño fruncido.
— Pendejo, deja de andar chingando, sabes que esto es según tipo de pijama — lo aviento a la puta maleta del kink que suplanto.
— Ya no sé que es ropa y que es un pijama en tu maleta, es complemente ridículo... ¿esto es una falda? — sostiene una tela gris oscuro, después me dedica una mirada divertido — se te vería re bien... ¿te vas a depilar las piernas boludito? — le meto un chingadazo en el estomago haciéndolo soltar la tela.
— Búrlate todo lo que pinches quieras, bien dicen que la venganza se sirve en plato frio — tomo el jodido short que parece más una falda y lo meto en la maleta — ándale pendejo, llegaremos tarde si sigues con tus bromitas.
— Como vos digas... solo digo que en algún momento tendrás que usarlo y yo claro que tomare fotos para esparcirlas por la oficina — me da un empujón amistoso mientras se ríe con ganas, solo puedo rodar los ojos con fastidio.
— Te odio tanto — digo en un suspiro mientras salimos de la habitación de hotel.
Él no tarda nada en apoyar su mano en mi cintura de forma ligera pero constante, no dejo de sentir su contacto como siempre que salimos de la habitación, no tardamos en subir al hermoso Ferrari color negro mate rentado por la agencia del FBI, Spreen conduce tranquilamente con sus lentes de sol puestos a pesar de ser las siete de la tarde/noche, yo solo mantengo mi postura relajada, reviso mi teléfono de forma disimulada, según las datos que Farfa y Aldo nos mandaron en esta reunión de ricachones habría unos cuantos objetivos de interés, traficantes de armas sofisticadas que se las vendían a personas de poder, nuestro deber era identificarlos y nosotros mismos dar mucho dinero a todo lo que pudiéramos, agradecía que dicho dinero no fuera nuestro porque simplemente no teníamos tal cantidad en nuestras cuentas ni de broma.
Al llegar al hermoso sitio que parecía un lugar histórico avanzamos lentamente en la cola de autos esperando que un valet parking nos atendiera, guardo mi teléfono y reviso mi arma la cual tengo bien guardada, cuando llega nuestro turno me abre la puerta un alto hombre que me deja un poco estupefacto, tenia un porte militar, yo sabia identificarlo fácilmente, cabello bien peinado color platinado y un traje color negro con camisa roja, ojos grises con un destello ligeramente verde.
— Bonne nuit monsieur (Buenas noches señor) — da una ligera reverencia mientras me ayuda a salir.
— Bonne nuit — le sonrió de forma coqueta, siento a Spreen poniéndose a mi lado.
— Cuidado con el auto — es lo único que dice mi compañero tomando mi mano entrelazando nuestros dedos.
— Bien sûr monsieur, passez une bonne nuit (Por supuesto señor, que tengan una excelente noche) — toma las llaves mientras nos dedica una mirada rápida.
— Merci (gracias) — digo de forma suave mientras comenzamos a caminar, me inclino hacia Spreen dándole un beso en la mejilla — ese wey fue militar — le susurro realmente bajo.
— Lo note... creo que podría ser uno de los refuerzos que Rich dijo que habría rondando.
— Tal vez... espero que sea así, eso me haría sentir más tranquilo — suelta mi mano para ahora rodearme con su brazo por los hombros.
— Tranca, todo saldra re bien — nos enderezamos para dejar de susurrarnos cosas, era hora de mantener las apariencias.
Comenzamos a recorrer el lugar para memorizar cada posible ruta de escape o evacuación, por el camino charlamos ligeramente con personas como si las conociéramos de toda la vida, ayudaba que todos a los que nos acercáramos nos sonrieran y saludaran respaldando nuestra fachada, recibíamos muchas miradas lo cual ya era algo normal para nosotros después de estar aquí en Paris por semana y media, la noche va pasando con una lentitud realmente agonizante, otro día aburrido al parecer, habíamos dado donativos a algunas causas como hospitales infantiles y como buenos gays que interpretábamos a los estudios contra el VIH, esto más que nada porque dicha enfermedad se asociaba a los homosexuales al inicio.
Estaba por decirle a Spreen que nos fuéramos porque estaban por dar las doce de la madrugada y no había nada realmente destacable, solo reconocí pequeños vendedores de estupefacientes y uno que otro inconveniente entre el bar tender y algunos meseros, volteo hacia mi compañero, pero me quedo completamente callado al notar que aquel idiota que nos secuestro se esta acercando hacia nosotros con una sonrisa de superioridad, acomodo mi mano sobre el pecho de mi compañero y pego mis labios en su oído para que no tengan oportunidad de leerlos.
— Orlov esta acercándose con dos de sus putas, tiene un arma escondida en su cadera, el pendejo sabe esconderla o simplemente no le interesa — le aviso, una vez me aparto del espacio personal de mi amigo le sonrió como si le hubiera dicho algo coqueto, el me corresponde la sonrisa pasando su brazo por mi cadera acercándome a su cuerpo.
— Mantente cerca — me da una palmadita en la cadera lo que me hace dar un pequeño respingo, finjo una risita complacida.
— Lo que tú quieras mi amor — le doy un casto beso en la mejilla.
— Pero si aquí están mis personas favoritas, Ivanov ¿Qué tal la noche? ¿aburrida no es así? — le da una nalgada a una de sus chicas — ve a traernos algo de beber — le ordena contundente, ambas chicas se alejan a hacer lo que pidió.
— Sí bueno, se supone que me encontraría aquí con... unos contactos para hacer negocios, una vez terminamos solo pude quedarme para ver eso — señala un enorme cuadro de La balsa de la Medusa, estaba exhibido de forma bastante segura, lejos del alcance.
— Podría ayudarte a conseguirla... hacer negocios contigo podría ser muy fructífero — se ofrece Orlov con una sonrisa pedante observando a nuestro alrededor.
— No necesito ayuda de nadie, ya tengo a mis hombres trabajando en ello, no te sorprendas si al final de la noche ya no esta en su sitio — fanfarronea Spreen con confianza.
— Si ya tienes gente trabajando en ello no habría problema si saliéramos de aquí ¿no? — en eso llegan sus chicas con cuatro copas de champagne burbujeante, nos dan una a cada uno, ellas comienzan a compartir la que sobra.
— Veras Orlov, no me interesa tener ningún trato contigo, no después de lo sucedido — la tensión en el ambiente se sentía bastante.
— Entiendo eso, nosotros los rusos somos bastante... estrategas, esto es la bandera de la rendición amigo mío — le palmea el hombro, Spreen reacciona rápidamente torciendo su brazo mientras le quita el arma de la cadera y la apunta directamente en sus costillas en un Angulo que si apretaba el gatillo la bala atravesaría sus pulmones y corazón.
— Creo que no lo entiendes amigo, no me interesa en lo más mínimo lo que quieras o estés ofreciendo, no me importaría hacer un escandalo ahora mismo, tengo inmunidad diplomática despues de todo — suelta despectivo, Orlov sonríe de forma encantada.
— Lo tengo bastante claro... ¿no te interesa La Venus de Milo o un tanque de Asia con la ultima tecnología? — Spreen lo suelta empujándolo con fuerza.
— Tienes mi atención — Spreen me pasa el arma la cual guardo de forma tranquila manteniéndome como el esposo sumiso que se supone que soy.
— En este momento hay un evento, seguramente lo conoces siempre se te ha visto muy bien ahí, por eso me sorprendió que no estuvieras ahí, pero ahora que veo que tu objetivo es ese cuadro, tiene sentido... ¿sabes de que hablo? — nos observa con sospecha.
— La fiesta de schwarze krone (corona negra) — digo pedante, sabia que Spreen no sabría pronunciarlo correctamente.
— Bien — da un aplauso que suena realmente fuerte — ¿vamos?
Ni si quiera nos deja responder, se da la vuelta y comienza a caminar en dirección a la salida, dejamos las copas aun llenas de liquido en la mesa más próxima, no las habíamos bebido por desconfianza además de que estábamos en servicio, seguimos a Orlov de forma tranquila, no tardan en traernos nuestro auto y mantenemos el ritmo.
— ¿Qué es eso de... lo que sea que mencionaste?
— Es una de esas fiestas donde solo ciertos criminales tienen el pase libre, ya sabes solo los que están en lo alto de la cadena alimenticia, no tengo idea que hacen dentro, Rich dijo que las evitáramos por algo — me encojo de hombros porque literalmente era lo que nuestro jefe no dijo, no entrar ahí.
— Bueno, seguramente encontraremos algo interesante — noto que se le forma una sonrisita maliciosa.
— Sí, entre esas cosas una sanción en nuestro expediente disciplinario al volver a casa — respondo con un resoplido mientras le mando a Aldo nuestra ubicación a tiempo real y lo que estaba sucediendo, sabia que él no me contestaria ya que eso seria peligroso.
— No creo que cambie nada tener un reporte más con el resto que ya tenemos — me da una palmadita en la rodilla mientras se ríe ligeramente.
— Creo que si hará la diferencia si tenemos un expediente bastante extenso, te culpare de todo que lo sepas.
Llegamos a una zona residencial, las casas están separadas por bastantes metros de la otra, nos detenemos fuera de la más grande y alejada de la calle principal, se nota a simple vista que dentro esta desarrollándose una gran fiesta, la música a todo volumen y luces de colores, estacionamos de forma estratégica y bajamos tranquilamente, seguimos a Orlov dentro manteniendo nuestro porte despreocupado, nada más dar un paso dentro nos quedamos quietos.
— Debe ser una pinche broma — murmuro para mi mismo, había prostitutas a simple vista, personas cogiendo en los sofás, sexo oral y en los rincones variedad de grupitos besándose entre si y tocándose, habíamos entrado en una fiesta sexual de traficantes, ¿ahora que mierda íbamos a hacer?
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI ¿Qué les pareció?
El Spreen y Roier ahora están metidos donde no deberían, por eso Rich les dijo que no se entraran a esas fiestas, simplemente ahí no había nada que pudieran hacer porque son las típicas donde se intercambian parejas, se hacen orgias y esas cosas, Roier tiene conocimiento de ese tipo de reuniones, pero no sabia que esa en especifico era de eso, si lo hubiera sabido ni de pedo iba ahí, pero ni modo ahora ya están metidos en ese desmadre.
Obviamente estas fiestas son principalmente para divertirse, drogas, sexo y rock and roll xDD, obviamente muchas cosas ilegales pasan en estos lugares, trata de blancas, violaciones, etc, etc, entre esas cosas hay ocasiones donde se cierran negocios grandes, pero eso sucedía muy pocas veces porque esa fiesta esta más centrada en sexo que en otra cosa, cabe decir que las personas que están interpretando si tienen este tipo de actividades, el Ivanov real deja que otra persona se coja a su esposo mientras observa, más que nada es por ego porque según nadie satisface a su pareja como él lo hace, así que despues de un rato quita a la persona que se esta detonando a su esposo y le muestra como es que realmente se folla de verdad.
Ese dato lo saben tanto Spreen como Roier, así que saben lo que se espera de ambos en un sitio así, obviamente no están de acuerdo, ¿Cómo lograran zafar de esa situación sin que Roier salga caminando como Bambi? sabemos que ellos son ingeniosos, solo esperemos que puedan resolverlo lo más pronto posible.
Por cierto... ¿identificaron al nuevo personaje que estoy introduciendo o neh?
Eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 10: ¿Ilesos?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
Me quedo completamente quieto al ver en el gran problema en el que acabamos de meternos, esto era una pinche pendejada, yo ni de pedo dejaría que me rompan el culo, mucho menos participar en algún tipo de orgia, debí haber sabido que significaba fiesta sexual una vez lleguemos a nuestra habitación de hotel me pondré a estudiar bien los expedientes porque no quería que esto se repitiera de ninguna manera, ahora teníamos que pensar en una manera de salir de esta situación sin que nos viéramos sospechosos, siento como mi compañero se aferra a mi cintura con fuerza.
— Bueno, me complace decirles que aquí se encuentra Martínez, seguramente podrían intercambiar pareja, a él también le gustan esas cosas — sugiere Orlov mientras le da un empujoncito divertido a mi compañero, Spreen esta sumamente tenso, espero y no se le note.
— Gracias por la información nosotros... — me decido interrumpir, mi única idea para salir de esto es que yo hiciera una escena de algún tipo, lo que sea era mejor que terminar metidos en esta situación.
— Pero me prometiste una cena romántica después de obtener la pintura — suelto con la voz más caprichosa que logro interpretar, Spreen voltea a verme primero sorprendido y después finge molestia.
— ¿No puedes dejar de ser tan mimado por una noche? — pregunta de forma contundente.
— Tú me lo prometiste, se supone que seria una noche para nosotros no para andar divirtiéndote con tus amigos — me aparto de su toque cruzándome de brazos fingiendo obstinación.
— Maldito caprichoso — me toma por el brazo y finjo que me jala con fuerza, me quejo de forma lastimera — ven, hablemos esto en privado — le dedica una ultima mirada a Orlov que parece divertido por mi actitud.
— Matrimonio, ¿Quién lo necesita? — comenta mientras se metre entre las personas, yo solo me dejo guiar por Spreen fingiendo molestia.
Entramos a la primer habitación a solas que encontramos, cierra la puerta de un fuerte portazo para que parezca que vamos a tener una gran discusión, le doy una rápida mirada a nuestro alrededor para ver si había cámaras, que no creo ya que era una casa donde se llevaban a cabo cosas ilícitas, como sospechaba no veo nada raro o sospechoso, Spreen me suelta y suspira de forma ruidosa, me imagino que esta agobiado con la situación.
— ¿Ahora que vamos a hacer? — me pregunta mientras comienza a caminar de un lado a otro.
— Bueno... si sigo quejándome como marido mimado tal vez nos salgamos con la nuestra, solo debemos ser más convincentes, así que debemos comenzar a gritarnos ahora mismo por si Orlov nos esta vigilando — propongo porque era lo único que se me había ocurrido.
— No creo que sea muy buena excusa, Ivanov seguramente no toleraría ese tipo de cosas y obligaría a su esposo a obedecer — se pasa las manos por el cabello visiblemente estresado.
— No lo creo, Ivanov ama a su esposo, has visto los expedientes, le cumple todos sus caprichos y todo eso, yo creo que ellos saldrían de aquí si Steve no quiere una orgia o algo así... al menos esa es mi percepción de ellos, además no perdemos nada con intentarlo, porque te recuerdo que al que van a intentar cogerse es a mi — digo realmente angustiado.
— ¿Crees que no lo sé? obviamente no quiero que te pase nada, sos mi amigo y compañero, jamás dejaría que te tocaran de ningún tipo de forma... estoy re asustado — deja salir el aire de forma bastante ruidosa.
— Lo siento... no quiero dar a entender que no te importa... solo... yo también estoy asustado, si quieres que planeemos otra cosa esta bien... pero debe ser rápido, no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo porque sospecharan — comienzo a jugar con la cadena de oro que traigo puesta, sentía mis manos temblar.
— Es que... no se me ocurre nada boludo, ¿Qué podríamos hacer?
— Primero que nada debemos calmarnos un poco, respira hondo wey, todo saldra bien... deja reviso que nadie este cerca — me acerco a la puerta, solo puedo abrirla un poco y noto que se acercan tres personas, dos mujeres y un hombre, volteo para ver dentro y noto que estamos justo en una habitación, cierro de forma suave.
— ¿Qué pasa? — parece que noto mi nerviosismo.
— Vas a tener que besarme — suelto mientras me acerco a él con urgencia.
— ¿Q-Qué? — tartamudea de forma torpe, lo tomo por las solapas de su camisa.
— Bésame y hazlo como si me amaras y odiaras al mismo tiempo — ordeno mientras nos pego, sus manos me toman por la espalda para estabilizarse ya que lo jalo con violencia.
— ¿Cómo mierda? — no lo dejo terminar de preguntar, subo una de mis manos a su nuca y pego nuestros labios de forma algo ruda, tiro de su cuerpo y me recargo en la pared para que parezca que Spreen me acorralo.
Siento los nervios a flor de piel, para mi maldita buena suerte Spreen me besa de forma arrasadora, primero se quedo quiero y después comenzó a moverse de forma intensa acariciando, me concentro en seguirle el ritmo, de un momento a otro muerde mis labios y mete su lengua en mi boca, lo que me hace quedarme completamente quieto por la impresión, justo la puerta se abre de forma estrepitosa, hay risitas y claramente coqueteos entre esas tres personas que entraron, estaba por despegarme de mi compañero y fingir indignación por interrumpirnos, pero mi amigo me abraza con más fuerza recargando su cuerpo en el mío por completo.
— Oh, este lugar esta ocupado — escucho la voz de una chica, parece divertida, Spreen separa sus labios de los míos con un chasquido húmedo, siento mis labios hormiguear, pero ignoro la sensación y alzo mi rostro para observar a esas tres personas fingiendo molestia, el tipo nos observa con una sonrisa mordiendo sus labio.
— ¿Quieren unirse a nosotros? — pregunta señalándose a el y a sus acompañantes.
— No, les dejamos el lugar — suelta Spreen con tono de voz muy molesto, me toma de la mano con fuerza y tira de mi para sacarme de ahí, no damos ni dos pasos fuera de la habitación y nos topamos de frente con Orlov, trae a cuatro chicas, dos a cada lado.
— ¿Arreglaron su disputa marital? mis amigas y yo nos gustaría divertirnos juntos, Martínez se muere por conocerlos — nos sonríe amigablemente, parecía que se había metido algo, se veía claramente drogado.
— Nos vamos, estoy re podrido de... — le doy un ligero codazo para que no olvide su maldito acento que debe emplear — Steven y yo ya no estamos de humor... no te cases — regresa al acento ruso ahora más marcado para hacer notar su enojo.
— Tomare tu concejo, ya tendremos que reunirnos en otra ocasión — nos guiña un ojo, palmea el trasero de las prostitutas que trae a su lado y siguen su camino.
Tomamos eso como vía libre, caminamos rápidamente hacia la salida aun tomados de la mano, ni si quiera miramos atrás, tal vez nos veíamos como dos cachorros perdidos con la cola entre las patas, ni si quiera nos preocupamos de la imagen que estamos dando, subimos al auto y Spreen arranca a alta velocidad, comienzo a temblar sabia que era porque la adrenalina estaba saliendo de mi cuerpo, sin poder evitarlo comienzo a mover mis pies de forma ansiosa.
— Eso estuvo bien pinches cerca, casi me cogen — trato de romper el silencio bromeando un poco.
— No quiero hablar de eso, ni ahora ni nunca — suelta de forma rígida.
— Tenia que pasar en algún momento, al menos fue el beso de la salvación ¿no? — trato de quitarle importancia.
— ¿Qué le voy a decir a Mictia? boludo — parece realmente consternado.
— Bueno, estamos en una misión de encubierto donde somos dos esposos que les gusta el arte y las armas que se meten en muchos pedos, creo que ella entenderá que tenemos que hacer cierto tipo de cosas, además no creo que cuente porque somos dos hombres, Tina estaba bien con eso — me encojo de hombros.
— ¿Vos lo hablaste con tu mina? — eso parece alterarlo más.
— Claro que lo hable con Tina, le conté todo lo que pude sobre nuestra misión, hasta se burlo de nosotros por eso así que también ten en cuenta eso cuando volvamos a casa, será solo una anécdota que contar, míralo como reforzar la amistad — le doy un golpecito en el hombro, pero eso parece ponerlo aun más tenso.
— No me parece divertido... me siento re culpable boludo — hace una mueca mostrando que esta realmente consternado.
— Estaremos bien, no creo que tengamos que repetirlo... bueno a no ser que sea de vida o muerte, tranquilo no intentare nada de eso de nuevo... simplemente fue lo primero que se me ocurrió otra cosa, estábamos contra reloj... perdón wey — ahora yo también me sentía culpable, no quería complicar las cosas y hacer sentir incomodo o mal a mi amigo.
— Esta bien, no pasa nada, tengo que acostumbrarme a la idea de que tal vez tengamos que repetirlo en algún momento, tenés razón, se supone que somos una pareja casada, no tendríamos la suerte de actuar como amigos que son cariñosos todo el rato... solo... esta bien — se acomoda en el asiento, parece que le duele la espalda por la tensión que vivimos.
— Al menos estamos vivos... ¿no? — le sonrió ampliamente para que se animara un poco, él suspira mientras me dedica una pequeña sonrisa incomoda.
— Sí... por ahora estamos vivos.
— Eso es lo más importante, llegando hay que leer los archivos que nos faltan y así podremos evitar estos pedos, ya no pienso ir a este tipo de lugares, además de perturbador es bien pinches incomodo, nunca había tantos penes, culos y pechos en toda mi vida, que esas personas tengan sexo sin pudor alguno... es sumamente sorprendente, creí que en esas fiestas pues al menos se iban a habitaciones o algo así, pero de que estuvieran ahí dándole... no mames, la cantidad de enfermedades que ha de haber ahí — comento cambiando de tema sobre nuestro beso.
— Ya sé boludo, fue re asqueroso... y pensar que cuando era un nene de quince creía que las orgias eran re buenas y placenteras, pero ahora que vi eso me queda claro que eso no seria lo mío ni en pedo, nada más de pensarlo me da un re asco — se remueve incomodo.
— Bueno yo nunca pensé eso de las orgias así que esto solo me traumatizo — ambos nos reímos de ello calmándonos por fin.
— ¿Crees que haya notado el pequeño problema con el acento? — me dedica una mirada consternado.
— No, creo que estaba tan perdido que ni lo noto y si lo hizo no lo recordara — digo completamente seguro, él asiente pensativo.
— Me siento re cansado, solo quiero darme una ducha y dormir.
— Bueno al menos ya estamos por llegar al hotel... ¿te parece que uno use la bañera y otro la ducha? — propongo porque a pesar de que solo tenemos un baño la parte de la regadera esta con cristal mate que no se ve hacia adentro.
— Dale, yo tomo la bañera, necesito relajarme — se truena ligeramente el cuello sin perder su atención de la carretera.
— Va, me parece bien.
El resto del camino lo hacemos en completo silencio a decir verdad estábamos sumamente cansados y solo quería dormir lo antes posibles, cuando llegamos al hotel de cinco estrellas subimos rápidamente y al entrar a nuestra habitación cerramos con pestillo la puerta principal y como si estuviéramos coordinados entramos al área donde esta la cama, sacamos nuestros pijamas y entramos al baño, mientras Spreen prepara su baño yo me desnudo sin problema y entro al espacio de la regadera, cuando el agua caliente toca mi espalda suspiro complacido era justo lo que necesitaba, siento como el estrés sale de mi cuerpo, decido tomarme mi tiempo, me sentía tan en paz ahora mismo que no quería salir... que pendejo había sido al querer más acción en la misión, ahora valoraría mucho más la calma, esperaba que eso fuera lo que nos deparara en estos días porque sino terminaríamos realmente molidos.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI, ¿Qué les pareció?
Como podrán ver las cosas no salieron tan mal, Roier pensó rápido y pudo zafarlos de la situación, aunque no salieron tan bien librados, se dieron un señor beso, como podrán ver Roier ni si quiera le tomo importancia, él sabia que era de vida o muerte y obviamente prefería mil veces besarse con su amigo que morir, incluso hubiera estado dispuesto a manoseo y desnudarse fingiendo que iban a tener sexo, no sintió excitación, solo ansiedad.
¿Qué creen que sintió Spreen con el beso? la verdad es que el niño estaba muy nervioso, sabia que en algún punto de la misión tendría que besarse con Roier, simplemente era algo lógico, pero que fuera así tan repentino obviamente lo tomo por sorpresa y cuando sintió la boca de su amigo sobre la de él estaba en shock, pero después simplemente cerro los ojos y puso la mente en blanco para dejarse llevar, ser lo más creíble posible... No, no pensó en Mictia en ese momento, ni en ninguna mujer, beso a Roier así de intensote porque quiso y ya, no se cuestiona el porque lo mordió y metió la lengua hasta las amígdalas, simplemente se pone la escusa de que fue por el bien de ambos... sobre como se sintió verdaderamente con el asunto... bueno lo veremos en el siguiente capítulo xD.
El Orlov estaba bien pinches drogado así que ni se dio cuenta cuando a Spreen se le salió su acento argentino, así que no se preocupen por ello, la verdad es que no quise ser muy gráfica de las actividades de la fiesta sexual porque pues no es la idea jajaja, además de que seria desagradable o al menos para mi, ese tipo de actividades no son algo que quiera especificar, así que espero y no hayan esperado algo super cochino para este cap y si lo esperaban... pues sorry not sorry jajaja.
Pero bueno, eso fue todo todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 11: Ligeramente incomodo.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estaba recostado en la cama, no podía dejar de pensar en lo sucedido en la fiesta de esos lunáticos, me deje llevar por la situación y la adrenalina, creo que me pase un poco con la intensidad del beso, agradecía que Roier se lo hubiera tomado tan normal, como sino nos hubiéramos besado de una forma para nada... rara para ser dos hombres, además estaba el hecho que ambos teníamos mina, yo me sentía realmente culpable de lo sucedido, no sabia porque del sentimiento cuando sé que es trabajo y fue una situación de vida o muerte.
— ¿Qué tanto te traes pendejo? — escucho a mi amigo a mi lado, me quedo completamente quieto.
— ¿No andabas re dormido? — le pregunto sintiéndome realmente incomodo.
— Eso intento, pero te mueves como si trajeras lombrices el la cola, ¿Qué te preocupa? — cuestiona volteando a verme con un suspiro, me remuevo una vez más en la cama.
— Lo siento, no me di cuenta que me estaba moviendo tanto — digo completamente sincero.
— No hay pedo, dime que te perturba y así ambos podremos dormir sin pedos — cierra sus ojos de nueva cuenta.
— No puedo dejar de pensar en lo que paso, boludo siento que le fui infiel a mi prometida — digo completamente serio.
— Wey, somos compas, llevamos trabajando juntos desde la academia, esto solo es un trabajo más, es como si fuéramos actores que buscan personas malas, no tienes que acomplejarte por ello, no nos besamos por placer lo que hace que no cuente — se acomoda mejor sobre la cama cubriéndose parcialmente un lado del rostro, el que estaba recargado en la almohada, sonrió ligeramente, Roier se veía re tierno así.
— Tenés razón y eso lo sé, pero no lo hace menos raro, nunca imagine que teníamos que pasar por algo así juntos, sos mi mejor amigo boludito, no creí que besaría a mi mejor amigo — digo más en broma, el sonríe manteniendo los ojos cerrados.
— Ya te lo dije papi, es para reforzar la amistad, ¿un besito? — ruedo los ojos sintiéndome más tranquilo.
— Ni en tus sueños, pelotudo — el silencio se hace, pasan unos minutos e incluso creo que ya se quedo dormido, cierro los ojos tranquilamente.
— ¿Te sientes mejor? — doy un respingo al escuchar su suave voz.
— Sí... gracias amigo — siento su mano darme una ligera caricia en mi hombro.
— Cuando quieras pa, descansa.
— Vos igual.
El silencio envuelve toda la habitación, suspiro sintiéndome mucho más relajado, cuando menos me doy cuenta me quedo completamente dormido, esperaba descansar y también que mañana fuera un día tranquilo porque en verdad necesitaba algo más tranquilo, lo de ayer me movió muchas cosas que aun debía procesar muy bien... "no nos besamos por placer lo que hace que no cuente", su comentario me hace sentirme algo inquieto, obviamente no le iba a decir que yo si disfrute el beso, seguramente fue solo por el calor del momento, además de que extraño a mi mina demasiado, eso debía ser, no tenia porque romperme la cabeza con ello, simplemente lo dejaría pasar tal y como Roier haría, ya mañana seria un día nuevo y debía mantenerme concentrado en el trabajo.
°
Estábamos almorzando en el restaurante del hotel, Roier estaba vestido extravagantemente como era costumbre desde que la misión inicio, estábamos charlando amenamente sobre que haríamos hoy, se supone que simplemente estaríamos paseando por Paris al menos hasta la noche, Orlov había dejado un mensaje en recepción del hotel para concretar una "cita de negocios" nos dejo un numero privado para comunicarnos y confirmar nuestra asistencia cosa que ya había hecho, mantener cerca a ese ruso era lo mejor, sobre todo porque nos estaba abriendo las puertas a todo, sé que presentarnos sin más seriamos recibidos por quien se supone que somos, pero llegar con Orlov a los sitios solo nos daría mucha mayor credibilidad además de sacarle información de forma muy discreta... aunque ni si quiera teníamos que intentarlo, el tipo hablaba hasta por los codos una vez nos ganamos su confianza.
Así que mientras manteníamos nuestro nuestra fachada de matrimonio gay almorzando tranquilamente, no podía dejar de ver a mi compañero que hablaba con su acento británico bastante bueno, si no lo conociera en verdad crearía que lo es, además de que se expresaba de una manera completamente diferente, cosa que al inicio de la misión me parecía graciosa e incluso ridícula, pero ahora que le ponía toda mi atención me daba cuenta de que en verdad hacia un increíble trabajo, siempre supe que Roier era bueno con los acentos e idiomas, no tenia idea de cuantos hablaba y cuantos acentos podía imitar, pero seguramente seria igual de increíble que ahora mismo.
Tal vez estaba personificando a un idiota pretencioso que solo hablaba de lujos, dinero y caprichos, pero ahora mismo que la charla entre nosotros era relajada, solo podía concentrarme en su voz relajada, su expresión tranquila, su nuevo tono de cabello le quedaba bien o al menos a penas lo note porque el sol le estaba dando plenamente y sub tono rojizo resaltaba como una maldita luz imposible de ignorar, pero a pesar de que el tono le quedara bien solo puedo pensar: su cabello natural es mucho mejor, hace que sus ojos se vean más cálidos y brillantes.
Por alguna razón mi vista se desvía a su boca, esta comiendo yogurt griego con frutos rojos, después le da un trago a su jugo de fruta, sigue parloteando sobre que parece que será un día soleado, yo continuo comiendo sin poder apartar mi vista y noto que tiene una ligera mancha de yogurt en la comisura de sus labios que por alguna razón me hacia sentir... incomodo.
— Tenés una mancha — se lo hago notar sin poder evitarlo porque me estaba desconcentrando de la charla.
— Mmmh, tal vez deberíamos tener cuidado según el pronostico llovería así que no hay que confiarnos — continua antes de pasar su lengua por sus labios, siento un nudo en el estomago, aparto la mirada de su boca rápidamente, aunque no me pierdo la acción de que despues se limpia con la servilleta.
— Yo creo que no habrá lluvia y si la hay tal vez ya entrada la noche — aporto a la charla tratando de ignorar el revoltijo que estoy sintiendo, tal vez la comida me estaba cayendo mal.
— Ya veremos... ¿ya terminaste? no has tocado tu comida en unos minutos — señala mi plato que esta por la mitad.
— Sí... en realidad me duele un poco el estomago — aparto un poco el plato.
— Bien, termínate mi yogurt, eso ayudara y no te sentirás tan vacío — me pasa el plato mediano y toma el mío.
— Dale, no es necesario — doy un rápido vistazo a nuestro alrededor por alguna razón su acción me di bastante vergüenza.
— Tontearías, no puedes estar con el estomago vacío y tu comes mucho — toma un trozo de mi comida y se la mete a la boca como si nada, solo veo el plato con yogurt y frutas.
— Entonces... ¿iremos al arco del triunfo? — retomo la charla lo mejor que puedo.
— Sí, quiero unas fotos ahí para ponerlas en nuestra casa, ¿te gusta la idea mi amor?
— Mmmh, como quieras — me encojo de hombros, no estaba tan concentrado con él, en verdad sentía mi estomago raro, comienzo a comer porque Roier tenia razón, soy alguien que come bastante bien y sino lo hacia tendría hambre en menos de dos horas y me pondría gruñón.
Mantengo mi vista en la comida lo que resta del desayuno, tenia que centrarme, no sé que me ocurría con exactitud, tanta comida francesa estaba haciéndome daño por fin, tal vez la próxima vez pediría una hamburguesa o algo por el estilo, esperaba que este pequeño... malestar desapareciera por la tarde, fuera como fuera debía recuperar el control de mis pensamientos para poder trabajar de forma optima, ya nada de pensar boludeces, estábamos metidos en terreno peligroso, no podía divagar sobre que color de cabello le quedaba mejor a mi amigo, eso era algo re irrelevante, lo importante acá era atrapar a nuestros objetivos.
Así que me obligo a concentrarme de nuevo, tenia que estar completamente en personaje una vez veamos a Orlov esta noche, seguramente nos invitaría a otro evento de criminales o simplemente trataría de hacer negocios con nosotros, esperaba que no fuera esto porque no podríamos venderle absolutamente nada, además que en las noticias había aparecido la desaparición de la pintura que supuestamente robamos, obviamente esto fue posible por el FBI, Roier se lo había dicho a Aldo y Farfa y seguramente ellos a la policía local y ellos movieron los hilos, si Orlov ofrecía algo por esa pintura no sabia que haríamos porque obviamente no la tenemos, si estábamos en esa situación tendría que inventarme que ya teníamos comprador para ella o que simplemente mi supuesto marido la quiere para él... ya se vería, por ahora solo queda relajarse el resto de la mañana y tarde, esta misión realmente era cambiante, esperaba que eso fuera algo beneficioso para nosotros.
Solo debíamos localizar a unos cuantos más, ya teníamos a Orlov acá. a Martínez en la mira, además de unos cuantos más que habían estado rondando en la subasta que dirigí hace ya dos semanas, se supone que en esta misión debíamos atrapar alrededor de cincuenta de los más buscados, esperaba que así fuera ya que sino la misión seria un fracaso total, la presión sobre nosotros estaba bastante marcada, pero estaba confiado en que Roier y yo podríamos con ello, somos el mejor equipo de nuestra unidad, tal vez unas semanas más por acá y lo tendríamos hecho... espero.
Notes:
Buenas buenas acá otro capítulo de esta historia llena de... todo un poco xDD, ¿Qué les pareció?
Como pueden ver el Spreen con un beso se enculo jajaja, pero como dije, ellos ya sentían cosas por el otro incluso antes de ir en esta misión, pero como todo heterosexual de closet confunden eso con amistad o hermandad, pero con ese beso le hizo corto circuito el cerebro al Sprite, esta tipo: No hay sistema.jpg.
De una vez aviso que quien a quien más se le notara es a Spreen, más que nada porque él no va a aceptar su realidad, simplemente siempre dirá eso de que se siente incomodo o que le duele el estomago, para Roier la realización será mucho más sencilla porque como dije él es hijo del Luckity, así que no tendrá nada de problemas o negación de que le gusten los hombres... obviamente quiero aclarar que ambos son bisexuales, no es que sean gays completamente, sienten atracción por ambos sexos y de hecho están muy inclinados hacia las mujeres por eso a penas se van a dar cuenta de su orientación sexual.
Lo lindo aquí es que serán su primer... flechazo hacia otro hombre, su primer: uy, que me gusta mucho... ay es una lastima que el Speren será bien Dora la exploradora y no querrá aceptarlo, ya veremos que pasa, espero les este gustando mucho la historia :3
Eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 12: Trato.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Estábamos de camino al club nocturno donde Orlov nos había citado, eso solo significaba que seguramente tendríamos la oportunidad de conocer a más personas en nuestra lista a capturar lo cual nos daba ventaja y podríamos avanzar aunque sea algo porque a pesar de estar ligeramente metidos en todo el quilombo aun nos faltaba demasiado y sentía que íbamos a ciegas todo el rato, además mentiría si dijera que estaba bien con todo este asunto de encubiertos.
Estaba comenzando a sentirme algo asfixiado, tener que estar todo el rato fingiendo este horrendo acento era lo que más me frustraba, sobre todo porque Roier me corregía de formas sutiles cuando me salía ligeramente de papel, estaba agradecido con mi compañero por ello, pero en verdad necesitaba un respiro, no hablábamos mucho entre nosotros cuando estábamos en la habitación de hotel porque cada uno analizaba lo que sucedió el día y hacíamos nuestros informes que les enviábamos a Farfa y Aldo desde el portátil mini de Roier.
Quería tener un rato de paz y ser simplemente Spreen, porque fingir ser un magnate de armas y arte robado me estaba estresando más de lo que creí que haría, deseaba tener el dinamismo de mi amigo, que pasaba de acentos como si fuera nativo, escucharlo pasar del acento británico a un perfecto francés solo me frustraba aun más porque yo no tenia esa capacidad en los idiomas, no me gustaba depender de mi amigo en ese aspecto porque no puedo ayudarlo si es que lo necesita, tengo que esperar a que me lo pida cuando esta hablando en francés con otras personas... en pocas palabras me urgía volver a casa, ser solamente Spreen y Roier, tener casos de terrorismo o de investigación común y corriente.
Solo queda aguantar, como me llevo diciendo estos días, tal vez nos lleve otra semana o dos a lo mucho en conseguir lo que necesitamos, solo debemos entrar un poco más y lo tendremos listo, hasta ahora habíamos podido identificar a varios traficantes, por lo tanto estábamos confirmando la apariencia que teníamos en las bases de datos, solo debíamos seguir por este camino y pronto volveríamos a casa, si Rich volvía a necesitar encubiertos definitivamente me negaría... bueno dependiendo del papel que tengo que emplear, era fácil ser encubierto si te daban una identidad completamente nueva ya que no tenias que fingir ser nadie en especifico, pero suplantar a alguien, eso era jodido y fastidioso.
Al menos tenia el consuelo de tener a Roier conmigo en todo este quilombo, era la única constante de paz que tenia en estos momentos... aunque desde que iniciaron las peleas con Mictia él ha sido mi única constante de paz, mis padres simplemente se mantienen al margen del asunto, pero mi hermano Carrera... él odia a mi mina, nunca me ha dicho la razón, solo lo noto por su forma de actuar y porque cada que Mictia abre la boca para charlar mi hermano rueda los ojos con fastidio o simplemente sale de la habitación con alguna excusa tonta y vuelve despues de un largo rato.
Salgo del caos de mis pensamientos cuando mi compañero se me acerca con su vestimenta llamativa y me tiende una copa de vino tinto la cual tomo con un asentimiento de cabeza, debía dejar de divagar cuando estábamos laburando, sobre todo si nos encontramos en este club nocturnos esperando que Orlov llegue, doy un respingo al sentir como mi amigo se sienta en mi regazo, lo veo completamente sorprendido y ligeramente incomodo, aunque me sorprende que no pese tanto como creí, tal vez unos setenta kilos lo cual es sorprendente tomando en cuenta lo mucho que ejercitamos juntos.
— ¿Qué porongas haces? — pregunto completamente quieto, al sentir su aliento en mi oído me remuevo ligeramente con incomodidad.
— Nos vigilan... una chica en el bar y un wey... el que esta en la esquina con una camisa ridícula color mostaza y sombrerito pendejo — me abraza por los hombros manteniendo su posición como si estuviera coqueteando conmigo — ¿los ves?
— Dale... los veo... el boludo de sombrerito pendejo se acerca — paso mis brazos por su cintura acercándolo más, lo muevo un poco para tener al alcance su arma.
— Me muero de ganas por probarlo my love — dice mi compañero de forma tan suave con ese acento que parece un ronroneo seductor, paso saliva con dificultad ante los nervios de la situación.
— Volviendo a la habitación — digo a secas sin saber muy bien como responder a lo que insinúa, sé que ha vuelto a su papel de esposo coqueto, pero eso no ayudaba a que fuera más fácil sobre todo si lo tenia encima mío haciéndome sentir inquieto.
— Pero que tenemos aquí, Ivanov y su perra — es acto reflejo, saco el arma de Roier y la apunto al pecho del pibe ese.
— Ten cuidado con lo que dices — remarco en acento ruso haciendo notar mi molestia, odiaba que se refirieran así a Roier.
— Uy, me dijeron que eras protector, pero no imagine que tanto... soy la mano derecha de Martínez, se suponía que Orlov nos presentaría, pero el bastardo se esta retrasando demasiado, decidí hacerlo yo mismo — estira su mano hacia mi, pero lo ignoro manteniendo el arma en alto, Roier tiene una expresión de altivez realmente increíble que me hace sentir aun más seguro de mis acciones.
— No me interesa quien seas, largo... estoy teniendo un momento con mi esposo, espera a Orlov o márchate del lugar, no eres nadie y no negocio con segundones, si Martínez tiene algo que ofrecer que venga él mismo, los peones no me interesan — siento unas caricias ligeras en el pecho, paso saliva con nerviosismo, debía concentrarme en mi objetivo, pero no era fácil ignorar el tacto de mi amigo, sé que lo hace por apariencias, pero... eso no evitaba que se sintiera menos raro.
— No creo que...
— Ya escucharte a mi marido, lárgate, estaba por recibir un muy buen premio, ¿entiendes? — ante su insinuación baja la mano a la hebilla de mi cinturón lo que me hace tensarme inmediatamente.
El tipo resopla, se da la vuelta y murmulla muy bajo: "maricones", decido fingir que no lo escuche, sobre todo porque no confiaba en que mi voz saliera lo suficientemente segura como para confrontarlo, Roier vuelve a su posición inicial, dejando su boca cerca de mi oído y su mano volvió a un sitio más... seguro en mi hombro, guardo el arma en su lugar, mis movimientos rígidos e inseguros.
— Orlov seguramente se molestara por eso — me comenta realmente bajito, solo logro escucharlo porque literalmente me esta hablando al oído.
— Ivanov nunca haría negocios con un segundo al mando, es demasiado pelotudo y egocéntrico para eso, es más el Ivanov real no habría venido a esto, habría mandado a alguien para que lo representara, justo como hizo Martínez, por algo han logrado mantener el anonimato por tanto tiempo... bueno hasta que lo atrapamos.
— Lo sé... necesitamos esa reunión con Martínez, es nuestro siguiente escalón, si lo conseguimos tal vez nos lleven a lo más grande en armas... se sabe que él les vende al narcotráfico mexicano, si lo tenemos a él, muchos de los carteles de droga podrían caer también.
— Lo sé — antes de poder agregar otra cosa Roier se inclina hacia mi dándome un casto beso en el cuello.
— Entonces si lo sabes, ¿Por qué no me llevas a la parte de atrás y me muestras quien manda? — lo veo completamente sorprendido y bastante avergonzado por haber pensando en la posibilidad de esa pelotudez, ni si quiera tengo la oportunidad de procesar que pasaba cuando descubro la razón de porque Roier se comportaba de forma tan atrevida.
— Aquí esta mi pareja favorita, lamento interrumpir, llego algo tarde, sabrán disculparme sobre todo al verlos tan animados... estaba recibiendo un buen... servicio por parte de la gerente del lugar, si saben a que me refiero — palmea mi brazo como si fuéramos amigos de toda la vida.
— Llegas tarde, no tengo el tiempo que perder, pospuse una reunión con un potencial comprador por esto, así que ve al grano — pido de forma tajante.
—Wow, tranquilo amigo, tenemos a la vista otro golpe, un gran cargamento militar esta por entrar, mi socio más grande en armas, Martínez si es que lo recuerdas de Schewarze krone, el que estaba con las cinco chicas en la esquina — especifica como si eso hubiera fácil de ignorar.
— Aja... y necesitas mis conexiones y mi gente para llevar a cabo esto — sentencio con seguridad, Orlov se deja caer a mi lado sin pena, toma las pantorrillas de Roier y se los pone sobre sus piernas, sin poder evitarlo gruño con molestia.
— Yo que tu no tocaba sin pedir permiso — suelta mi compañero con fingida diversión y coquetería.
— Bueno, todos saben que a Ivanov le gusta observar, no me van los penes, pero podría hacer el favor, mientras te pongas de espaldas primor, tienes una gran retaguardia y fácilmente pasarías por una mujer si te pongo en... — apunto el arma en el pecho de Orlov sintiendo el enojo burbujear en la garganta y pecho.
— Te recomiendo que cierres la maldita boca si es que quieres seguir teniendo la funcionabilidad del habla, te lo dije desde nuestro primer encuentro en persona, respeta a mi marido o tu cuerpo aparecerá en una zanja — digo con los dientes apretados y un acento marcado.
— Hoy estamos sensibles, esta bien, no hay problema —alza las manos mientras ríe divertido — como sea... se corre el rumor que tienes infiltrados en la policía francesa... podríamos repartir el cargamento en partes iguales, treinta y tres porciento para cada uno — guardo el arma de nueva cuenta.
— Me quedo con el cuarenta, ustedes con el treinta... son mis contactos los que harán la extracción sencilla — sentencio de forma dura, me ve con molestia.
— Tu solo debes hablar con tus contactos, nuestros hombres harán el trabajo sucio, treinta y tres porciento es lo justo para todos y lo sabes.
— Me importa un carajo, sin mis contactos tienen una gran probabilidad de ser atrapados, la policía francesa tiene muy bien vigilados los embarques de todo, no podrían lograrlo sin mi... cincuenta para mi, veinticinco y veinticinco entre ustedes — me encojo de hombros con una sonrisa superior, noto como sus hombros se tensan y las venas de su cuello comienzan a saltar de irá.
— Bien... cuarenta... — lo interrumpo rápidamente.
— Cincuenta, debiste aceptar mi propuesta desde el principio... o puedo quedarme con el cuarenta, pero me quedo con el armamento pesado, decide lo que prefieras — Roier comienza a jugar con mi cabello mientras analiza nuestro alrededor como si la conversación no le interesara en lo más mínimo.
— Tenemos un trato — nos damos la mano de forma firme y fuerte.
— Mándame un mensaje cuando llegue el embarque, me encargo de que pase sin problemas... es más los escoltaran a una bodega de seguridad a las afueras de la ciudad — fanfarroneo con ego.
— Te mandare el numero de embarque y la hora, la fecha es a finales de mes, confirmare una vez tengamos la información confirmada — se pone de pie de mal humor — estaremos en contacto Ivanov.
Se aleja a paso rápido, la chica que nos vigilaba desde el bar se une a él y unos momentos después el que se presento ante nosotros como el segundo al mando del tal Martínez también lo sigue, sabia que no tardarían en comunicarse con nosotros para estrechar los lazos y hubiera más confianza aunque a Orlov ya lo teníamos en la bolsa, esto seria pan comido, solo teníamos que esperar a fin de mes y podríamos volver a casa.
— Vámonos, ya me canse de fingir ser tu pendejo esposo además es bien incomodo para los dos estar así — ante su comentario siento mi rostro calentarse ya que no había dejado de abrazarlo desde que se sentó en mi regazo.
— Dale, baja que ya se me entumieron las piernas — miento para evitar avergonzarme más.
— Lo haré una vez me sueltes — dice entre risas divertidas, le doy una palmadita en la cintura algo fuerte.
— Dale que pesas — desvió la vista para que no viera mi sonrojo.
— Así no se le debe hablar a tu esposo — finge indignación mientras se pone de pie.
— Vamos al hotel me muero por un baño — Roier toma mi mano entrelazando nuestros dedos con naturalidad, sin poder evitarlo le doy un apretón suave, me voltea a ver con una sonrisa amable.
— Podríamos pedir algo de comida, ¿Qué opinas?
— Eso suena increíble, tal vez un poco de sushi nos vendría bien.
— Me gusta la idea, podríamos ver una película mientras cenamos.
Continuamos por este hilo de conversación sin problema, nuestras manos siguen unidas a pesar de subirnos al auto y ya nadie nos estuviera viendo, los acentos los habíamos dejado en el olvido, solo podía concentrarme en la calidez que mi mejor amigo me transmitía, seguramente mañana lo tendríamos libre por lo tanto podríamos por fin tener una charla normal sin tener que hablar como boludos o fingir ser personas que no somos, esperaba que fuera así.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías ¿Qué les pareció?
Como podrán notar Spreen esta en la fiebre gay jajaja, solo que el no lo nota y no lo hará hasta dentro de un rato, para él es todo normal cosa que tiene sentido ya que Roier siempre ha sido una persona coqueta y cariñosa, no es raro que le hable bonito o algo por el estilo, lo que si es nuevo es eso de estar tomados de la mano, besarse y eso de sentarse en las piernas del otro, solo que lo están haciendo por el caso no por otra cosa y es por eso que Spreen sigue en el aspecto de sentirse bien y normal aunque obviamente ciertas situaciones lo ponen nervioso, pero decide ignorarlo.
Roier en este momento aun no siente nada raro, ni nervios ni algo parecido, más que nada porque él esta más enfocado por el simple hecho de que se siente cómodo usando acento y hablar con otras personas, siente que no fue en vano sus estudios en idiomas, prácticamente el se la esta pasando bien chido por lo tanto no tiene que andar sobre pensando como el Sprite para mantenerse tranquilo jajaja, como ver esos dos son como siempre en mis historiase el complemento del otro :3
Los chicos tienen que aguantar una semana y media más hasta que llegue el cargamento masivo de armas, ¿Qué pasara en ese tiempo? ¿Se harán novios? ¿cogerán para pasar el rato? no lo sé, todo puede pasar xDD
Orlov solo tolera las mamadas del Spreen porque sabe que una asociación con Ivanov (la persona que suplanta Spreen) es muy beneficiosa, además de que entiende las actitudes del Sprite porque básicamente él es igual jajaja, así que todo chill ahí aunque eso no evita que lo irrite y moleste, pero se aguanta y ya, es como cuando te cae mal tu jefe pero aun así te ríes de sus chistes para mantener la paz jaja.
Como sea, espero les haya gustado otro capítulo de Sprite el gay de closet xDD, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 13: Comunicación.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
El día había iniciado con un ambiente raro entre nosotros, Spreen no parecía con muchos ánimos de charlar, estaba pensativo y no escuchaba nada de lo que le decía, paseamos un poco por Paris fingiendo ser la pareja que se supone somos, almorzamos y comimos en sitios bastante prestigiosos donde todos pudieran vernos, ahora que estaba anocheciendo mi amigo estaba recostado en la cama viendo el techo como si estuviera drogado o algo por el estilo, no pensaba molestarlo seguramente estaba cansado mentalmente de todo las pequeñas cosas, además de que seguramente estaría pensando en su prometida con la cual había peleado antes de venir a la misión.
Solo tomo mi laptop y salgo a la terraza de la habitación, comienzo a escribir mis informes para adelantar el papeleo lo máximo posible, la luz del atardecer hacia que todo fuera realmente tranquilo, el ruido de la ciudad de fondo me relajaba a decir verdad, este era un pequeño respiro aunque yo no lo necesitaba, estaba listo y bastante intrigado, comienzo a investigar un poco sobre el tal Martínez, en nuestros informes del FBI había un par de archivos con su nombre, pero no estaba en nuestra unidad ya que nosotros nos encargábamos más de asesinatos, robos a mayor escala y secuestros.
Y los informes que teníamos sobre ese tipo eran sobre los carteles de drogas que entraban al país, ahora a esos cargos debíamos agregarle la venta masiva de compra y venta de armas ilegales, no me extrañaba las mafias de drogas siempre tenían un arsenal bastante amplio por lo tanto era normal que tuvieran un contacto que se dedicara meramente al comercio de armas.
Cuando menos me doy cuenta ha anochecido por completo, mi papeleo terminado así que cierro mi portátil y resoplo aburrido, reviso mi teléfono para ver la hora, pero por la periferia de mi vista noto que al menos siete autos de lujo se acercan al hotel, guardo mi movil y observo con atención, se detienen uno detrás del otro, tengo que inclinarme ligeramente sobre la barandilla para poder observar mejor aunque me fuera prácticamente imposible por estar en el ultimo piso del hotel, saco mi teléfono y hago el mayor zoom posible y es ahí donde lo noto, es Orlov, pero no solo él, viene acompañado de una tipa rubia alta y de los otros autos bajan más personas, identifico a Martínez, lo reconocería en cualquier lado por el tatuaje que tiene en el lado derecho del rostro.
Entro rápidamente a nuestra habitación cerrando las puertas corredizas de la terraza y bajando todas las persianas, ante mis movimientos erráticos llamo la atención de mi compañero que se incorpora de la cama confundido, de un movimiento rápido alzo ligeramente la esquina del colchón de la cama y meto ahí mi portátil, esto solo era precaución.
— ¿Qué sucede boludo? — cuestiona mientras me sigue de cerca.
— Orlov esta aquí, trajo compañía... mucha a decir verdad, no dudo en que vendrán a buscarnos, debemos prepararnos, seguramente los pondrán en este piso también si es que no en la habitación contigua — le cuento mientras comienzo a guardar las cosas que se verían raras en la habitación, como mis piercings falsos que están sobre el lavabo o la camiseta con las letras del FBI que Spreen usa para dormir, solo a él se le ocurría tal pendejada.
— No puede ser, notaran que no tenemos sexo — detengo mi evaluación al baño de forma abrupta, volteo a verlo sorprendido y confundido.
— ¿Qué?
— Piénsalo boludo, se supone que somos una pareja gay con gustos cuestionables así que seguramente practicaban actos ruidosos o algo de sadomasoquismo... los hoteles son conocidos por los ruidos que hay en ellos ¿Qué ruidos son los que predominan en los hoteles por la noche? — cuestiona con obviedad, solo puedo rodar los ojos con fastidio.
— ¿Mientras yo me preocupo por que nuestra habitación no se vea nada raro tu te preocupas por que no andamos haciendo ruidos pornográficos? — le doy un golpe en el hombro con fuerza — concéntrate pendejo, esto es serio — paso a su lado para esconder estas cosas al fondo de las maletas.
— Yo también lo digo enserio pelotudo, son las nueve y media, se supone que a esta hora deberíamos estar teniendo una cena o algo así y después venir a garchar como animales... ¡eso es lo que hacen las parejas casadas! — exclama irritado.
— Bueno, en realidad los casados ya no cogen todos los días, se supone que por eso los esposos se quejan de que sus mujeres no quieren sexo y no sé que más... yo que sé, ¡no estoy casado! — respondo con obviedad, comienzo a juntar todo nuestros papeles regados donde tenemos información privilegiada y comienzo a buscar donde esconderlo.
Nuestra discusión se ve interrumpida porque escuchamos ruido en el pasillo y es ahí donde noto que las paredes son delgadas, no lo había notado porque básicamente habíamos tenido este piso para nosotros solos por lo caro que era, pero ahora teníamos compañía y una bastante cuestionable, suspiro exasperado, meto nuestros papeles bajo el colchón junto a mi laptop; se escucha un portazo y después música, algunas risas, Spreen me ve con cara de: "Te lo dije".
— ¿Qué quieres que haga? — le susurro con molestia, él solo revolotea los ojos.
— ¿Qué no es obvio? debemos hacer ruido — me responde de la misma manera.
— No voy a gemir como puta, yo no hago eso — comento horrorizado.
— Pelotudo, no sos vos en este momento, aquí sos un twink que le gusta llamar la atención y te apuesto a que ese pibe es más ruidoso que una actriz porno — me remuevo incomodo.
— Eso es... hay que ver porno gay — suelto ante la idea, él hace cara de asco.
— Ni en pedo.
— Ósea, no lo vamos a ver de verdad, simplemente hay que buscar pornografía gay, le subimos el volumen al máximo y ya esta, cada quien hace otra cosa, no sé ponernos audífonos y ver una serie o... yo que sé márcale a Mictia y entretente — sugiero mientras tomo el control remoto y prendo la televisión.
— Tu idea es buscar pornografía gay en la televisión... sos muy listo eeh, deberían darte un premio nobel — ruedo los ojos ante su sarcasmo.
— Entonces hazlo tu, pendejo.
Solo bufa y comienza a buscar en su teléfono, solo puedo mover los pies con nerviosismo, esto era una pendejada, tal vez solo debíamos mantener el ruido al mínimo y fingir que no estábamos, pero Spreen y su idea estúpida de que se darán cuenta que no tenemos sexo, ¿a quien le importaría eso? a ellos seguramente no, no creo que vayan a vigilar si estamos cogiendo o no, pero cuando una idea se le mete a Spreen en la cabeza esta jamás va a salir hasta que sea ejecutada, lo dejo encargarse de eso, me voy al baño a encerrarme, saco mi teléfono personal y decido mandarle algunos mensajes a Tina, quería que supiera que estoy bien y todo eso.
— "Ey babe, ¿Cómo estas?, todo aquí va de maravilla... bueno hemos tenido algunos percances, pero supimos manejarlo" — me quedo callado abruptamente al escuchar el ruido, suspiro sin poder evitarlo, pero después me rio — "lamento eso, estamos en un hotel y como imaginaras aquí el ruido es bastante prominente, no estoy cogiendo con nadie más... aclaro" — me rio un poco — "solo es pornografía, tal parece que pasaremos a ser vigilados por nuestros compas los mafiosos... te extraño como no tienes idea cariño, pero aun tardare un poco, espero que las cosas allá estén bien, aquí son casi las diez de la noche así que allá debe estar amaneciendo o esta por amanecer, como sea, solo quería que supieras que estoy bien... espero que tu también lo estés, te quiero" — suelto el botón de mensaje de voz y se manda.
Estoy por ponerme de pie e ir por mis audífonos y ver con que entretenerme, pero los tres puntitos en mi chat con mi pareja me detienen, vuelvo a sentarme en el escusado, recibo un mensaje corto: "Roi, que bueno saber de ti, escuchare tu audio en un momento, te amo", sonrió divertido porque seguramente le parecerá divertido escuchar pornografía de fondo en el audio.
Salgo del cuarto de baño, Spreen esta recostado en la cama de nuevo con sus audífonos puestos, tiene los ojos cerrados mientras tararea una canción, camino hacia mi equipaje y saco los míos y hago lo mismo, me recuesto a su lado confiando en que mi laptop soportara el peso, sobre todo porque el colchón es de esos que se apatán a la forma del cuerpo por lo tanto estoy completamente seguro que no se romperá o sufrita algún daño, al sentir que me acuesto a su lado voltea a verme con el ceño fruncido, escribe un mensaje rápido y me lo envía.
"Sos un pelotudo, hablar con Tina pudo ser peligroso"
"Solo fue un mensaje de voz"
"Sigue siendo riesgoso"
"Ya wey, no seas amargado, yo no pedí que vinieran aquí"
"Sos de lo peor por mencionar a mi mina, sabes que no andamos bien en este momento"
Al leer eso volteo a verlo, le doy un empujón amistoso, voltea a verme con molestia, le doy una sonrisa sincera antes de darle un apretón a su brazo de forma reconfortante.
"Lo siento, no era mi intención hacerte sentir mal"
"Dale, no es tu culpa, no te mortifiques"
"Deberían intentar terapia de pareja"
"Ella no va a querer y a decir verdad yo tampoco"
"No seas orgulloso wey, si la amas deberías intentarlo"
No me responde de inmediato, incluso deja su teléfono apoyado en su pecho, parece pensar en lo que le dije, sus manos juegan con el cable de sus audífonos, espero pacientemente a que piense lo que tenga que pensar, mi teléfono vibra, debe ser Tina que termino de escuchar mi audio, pero no abro el mensaje, no era el momento, no quería hacer sentir peor a mi amigo, nunca era grato que te restregaran en la cara que a ti si te iba bien en tu relación y a él no, sobre todo porque estaba comprometido, mi amigo toma su teléfono y me escribe.
"Ya no sé si Mictia es la indicada"
Volteo a verlo realmente sorprendido, sobre todo porque cuando Spreen conoció a Mictia no dejo de hablar de ella por meses, de lo increíble y hermosa que era, que se casarían en un futuro e incluso lo ayude a elegir el anillo con el que le propuso matrimonio, simplemente no podía creer que mi amigo se estuviera cuestionando su relación de esa manera, nunca lo hizo cuando Aldo decía que su pareja era una mamona, culera, pero solo una semana y media aquí y Spreen ahora esta cuestionándose su relación.
"¿Por que lo piensas?"
"Solo mírate a vos y Tina, ustedes no pelean tanto, ella no desmerita tu laburo ni anda armándote bronca por todo... no lo sé boludo, no sé si Mictia me ame de verdad"
Volteo a verlo con simpatía, parece notar mi mirada porque también me voltea a ver, le sonrió ligeramente antes de palmearle el brazo amistosamente.
"Pues si no te ama es porque esta pendeja, eres bien chingón, muchas chicas quisieran un wey como tú, eres responsable, trabajador y no te gusta irte de bares o como diría el Aldo: de putas. Eres un gran partido mi Spreen, si ella no lo ve... bueno ella se lo pierde"
"Vos decís eso porque sos mi amigo, pero tal vez ella tenga razón y no me esfuerzo lo suficiente"
"No digas mamadas papi, si siempre estas con ella en tu tiempo libre, ¿Qué espera? ¿Qué dejes tu trabajo y estés esperando por ella en casa? o ¿Qué cuando quiera ir de fiesta abandones una investigación activa y la vayas a seguir como perro faldero?, así no funcionan las relaciones mi Spreen, así como tu la apoyas, entiendes y respetas su tiempo como su trabajo ella debe hacer lo mismo contigo, no es sano que ella solo te tire cagada cuando tú le das tu tiempo libre y amor sin pedir nada a cambio... ni si quiera su respeto"
"¿Vos crees que mi relación es re toxica?"
"Sinceramente... sí, pero por parte de ella, pero como dije, si la amas podrían ir a terapia de pareja y arreglarlo"
"Claro... sos un gran amigo Roier, gracias... vos también sos un gran partido"
"Awww que lindo, te me pones sentimental, ¿unos besos para subirnos el animo?"
"Pelotudo"
Acto seguido recibo un golpe en el costado lo que me saca ligeramente el aire, comienzo a reírme bajito realmente divertido, volteo hacia Spreen el cual solo me ve con diversión, el silencio se hace y es ahí cuando noto que la pornografía había terminado, me quito mis audífonos apagando mi música, me quito la camiseta y el pantalón quedando en boxers.
— Bueno, que rica cogida y todo, ahora a dormir — bromeo un poco, rueda los ojos mientras se ríe.
— Dale, descansa — me imita poniéndose de pie para también quedar en ropa interior.
— ¿Ni un besito de buenas noches? — le doy un empujón amistoso.
— Cerra el orto y ándate a dormir, estoy re cansado.
— Si hoy no hicimos nada, pero ta´ bueno, descansa mi amor — le doy la espalda y cierro los ojos dispuesto a dormir.
— Ya... vos también.
El silencio se hace, ya mañana veríamos como lidiar con Orlov y sus acompañantes, seguramente no seria gran cosa... esperaba que no fuera la gran cosa.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes federales ¿Qué les pareció?
El Spreen estaba en modo reflexión, todo el día estuvo pensando en Roier y lo comparaba con Mictia... así es ya esta en la etapa de: ¿por que mi mina no puede ser como Roier?, o al menos eso es en lo que estará pensando después de esta charla que tuvieron por mensajes, en la mañana/tarde estaba más cuestionándose porque comenzó a notar cosas de Roier que antes no, por ejemplo, que tiene un tic cuando escribe informes el cual es mover el pie, o también que su piel tiene un ligero tono a canela, pero no mucho o que se acomoda el cabello con regularidad entre otras.
Mientras el Roier solo andaba bien tranquilo esperando que su misión no fuera tan rara, podian estar en un momento de tensión y peligro total y al siguiente completamente en calma, en fin cosas de encubierto jajaja, así es banda Roier aun no esta cuestionándose nada sobre su compa el Sprite, más que nada porque él si es una persona que observa mucho así que si en algún momento se queda viendo mucho a Spreen pues es normal para él, ya veremos cuando dice: a no mames, que no es normal que ande comiéndome con mi compa xDD.
El proximo capítulo si habrá más emoción, lo siento si están tomándose esto muy lento, pero es importante que la relación de estos dos crezca, como saben aquí solo realismo así que no será que de un día al otro ya sean unos gays seguros y que lo digan sin pena, pues no, la vida no es así de sencilla, tiene sus complejidades y esas cosas.
Ya veremos que hacia el Orlov ahí y trayendo a la banda... eso lo descubriremos más adelante (siguiente capitulo xDD)
Como sea, espero les haya gustado mucho, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 14: Jodido.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Estábamos llegando a una fiesta privada, recibimos una invitación directa de Martínez, nos intercepto en recepción del hotel donde ahora todos nos hospedábamos al parecer, nos comento que en esta "fiesta" estarán todos los que se involucrarían en el robo masivo de armas en el cual estábamos involucrados, que esto era para crear un lazo de confianza, así que también nos pidieron llevar a los policías "corruptos" que teníamos de nuestro lado, para que todo fuera completamente transparente entre todos.
Se me hacia realmente irónico que en esta pequeña sociedad que compartíamos solo para este objetivo quisieran tanta honestidad, aunque bueno, era un cargamento realmente enorme, con rifles de asalto e incluso bazucas según teníamos entendido, era de esperar que quisieran conocer todos los rostros que estarían involucrados, para tener los cabos bien amarrados y ninguno suelto, esto se lo comunicamos a Aldo y Farfa para que se comunicaran con nuestro contacto de la policía y nos mandara un par de encubiertos de su propio país, les hicimos llegar la dirección, pero las identidades de los oficiales eran aun descocidas para nosotros.
Todo había pasado tan rápido que no pudimos tener una reunión previa ya que nos invitaron esta mañana y la policía francesa debía preparar a sus elementos, así que los conoceríamos ahora mismo, serian cuatro en total o al menos eso nos habían dicho, sabia que Spreen y yo podríamos identificarlos de forma rápida, los policías tenían cierta postura distintiva... en realidad cualquiera que fuera parte de las fuerzas armadas, ya fuera milicia, FBI, CIA, entre otras, así que estaba seguro que una vez entráramos al sitio podríamos identificarlos... al menos eso espero.
Bajamos del auto de lujo con nuestras posturas ya practicadas y tal como predije rápidamente identifico a nuestros compañeros en esto, el primero en llamar mi atención es el albino ya que este había sido nuestro valet parking en la gala del museo al que fuimos, era aquel que llamo nuestra atención porque tenia porte militar, al verlo este nos hace un gesto con la cabeza, nos reunimos los seis de forma discreta fuera de la casa de seguridad donde seria la "fiesta".
— Bonsoir Monsieur (buenas noches, señor) — saluda la chica — Baghera Jones — se presenta en tono bajo.
— Antoine Bernard.
— Kameto Limantour.
— Etoiles Dubois — se presentan todos de forma breve y concisa, los identificaría bastante bien.
— Nikolai Ivanov, Steven Williams — nos señalo para que sepan quien interpreta a quien, solo por si las moscas, ellos asienten de nueva cuenta — laissez-vous porter, j'imagine que vous avez été assez bien informé, alors restez simplement dans votre rôle (solo sigan la corriente, me imagino que han sido bastante bien informados, así que solo manténganse en su papel) — digo con mi francés fluido.
— Allons à l'intérieur (Vayamos adentro) — sugiere Kameto.
Volteamos hacia el sitio donde se escuchaba la música desde fuera, caminamos un poco y no tardan en ponerse en nuestros flancos como si fueran nuestros guarda espaldas, solo entramos a la casa sin tocar ya que sabíamos que estaría abierta la puerta, para nuestra sorpresa si era una fiesta de verdad, justo como la vez anterior las prostitutas abundan, hay un bar y piscina en la parte trasera de la casa, se alcanzaba a ver por la puerta de cristal que había, Orlov rápidamente nos identifica y nos pide acercarnos lo cual hacemos.
Aunque grande es mi sorpresa cuando ya estamos cerca que noto que la mujer que esta sentada en su regazo es en realidad una niña... no más de diecisiete si me lo preguntaran, Martínez tiene una igual en sus piernas, solo que ese infeliz le esta metiendo la mano bajo la falda, ella parece realmente incomoda, le dedico una rápida mirada a mi compañero, esto solo podría ser trata de blancas, nos sentamos en el sofá individual, me toca volver a estar sobre Spreen, no había otro sitio y estaba claro que mi papel como esposo trofeo era ser su muñeca así como ellos tenían a sus... acompañantes.
— ¿No nos vas a presentar? — pregunta Martínez con una sonrisa, le pide a su chica que le traiga algo de beber, ella rápidamente se pone de pie, parece sumamente aliviada.
— Mis principales contactos en fuerzas especiales de la policía Francesa: Kameto Limantour, Baghera Jones, Antoine Bernard, Etoiles Dubois — dice rápidamente Spreen mientras señala a los susodichos — ellos se encargaran de escoltar nuestro paquete.
— Mmmh, un gusto ¿te gustaría divertirte linda? — pregunta Orlov hacia Baghera.
— J'aime les filles, mais merci (me gustan las chicas, pero gracias) — responde ella de forma cortante, Orlov la ve con curiosidad.
— Dijo que le van las vaginas, por si no entendiste — le traduzco con burla.
— Ella se lo pierde — le guiña un ojo, toma a su chica de la nuca y la jala hacia sí, la pobre se ve asustada y bastante asqueada — anda, ve a buscar a tu amiga, ya se tardo — le pide ya que era cierto, la otra chica que estaba con Martínez ya había demorado más de lo que se tardarían en darle una bebida, antes de dejarla ir le planta un beso en la boca que hasta a mi me dio asco.
— Bueno, esto es una fiesta, hay de todo, drogas, alcohol exótico, zorras... lo que gusten, sírvanse, estamos en confianza — dice Martínez señalando su alrededor.
— ¿Eso era todo? ¿para eso nos querían aquí? — pregunta Spreen bastante fastidiado.
— Relájate un poco Ivanov, no todo es robo y negocios, también hay que divertirnos un poco, trajimos chicas nuevas... incluso algunos jóvenes para ustedes que les gusta eso, solo es para estrechar lazos pasando un rato agradable entre nosotros — comenta Martínez, en eso llegan las chicas con las bebidas, ambas se ven derrotadas y asustadas — si me permiten, yo estrenare a esta chiquilla — se pone de pie, le da una palmada en el trasero a la pobre chica, la toma del brazo y comienza a arrastrarla fuera de la estancia, me pongo de pie de un salto.
Pero no puedo ni si quiera avanzar dos pasos para intentar detenerlo, mi amigo ya me esta sosteniendo por la cintura y me guía hacia la parte trasera, en el jardín donde esta la piscina, ni si quiera pude ver que harían los policías, solo mi vista se quedo clavada en la pobre chica que estaba siendo llevada en contra de su voluntad a ser violada, una vez fuera Spreen cierra la puerta con fuerza, ahí en la piscina hay un jacuzzi y están unas personas teniendo sexo, ni si quiera me importa, estoy por volver dentro y darle una paliza al imbécil de Martínez, pero mi compañero me lo impide poniéndose enfrente, me lleva hacia los arboles y me arrincona ahí.
— ¿Qué mierda haces? debemos ayudarla — reclamo con irá.
— Ese no es nuestro trabajo — dice bajo para que no nos escuchen, lo empujo con fuerza.
— Debes estar bromeando... va a violarla, no podemos ignorar eso — trato de esquivarlo, pero vuelvo a ser arrinconado, me encuentro con la mirada de mi amigo.
— A mi tampoco me gusta, pero ese no es nuestro trabajo, estamos aquí por otra razón, si entramos ahí a separarlos y sacarla, toda nuestra fachada se va a caer — solo hay seriedad en su voz, hago una mueca de desagrado total.
— Me importa una mierda la fachada, ella no tiene más de diecisiete, es una niña, incluso tal vez esta siendo traficada, no puedo ignorar eso... no lo haré — ni si quiera puedo intentar quitarlo de mi camino, me toma por los brazos y me estampa contra el tronco del gran árbol.
— No te dejaré hacer tal boludes, estamos acá con un objetivo, recordalo, no te desvíes del camino — me sacudo su agarre.
— Eres un pendejo, ella podría ser tu hermana, tu prima o algo así, no voy a ser parte del problema ignorando estas cosas, repórtame no me importa — lo dejo atrás, entro a la casa caminando rápido con un objetivo bastante claro, pero no puedo ni si quiera llegar a la habitación de donde vienen gritos de desesperación, soy tomado por el cuello de mi camiseta y me meten a una habitación contigua, escucho el pestillo.
— Tranca, tenés que respirar — le dedico una mirada llena de desprecio.
— ¿¡Como puedes ignorar eso!? — exclamo mientras de fondo escuchamos a la pobre chica suplicar que se detenga, Spreen se remueve en su sitio.
— Estamos acá para detener un trafico de armas que podría matar a miles de personas... a mi también me afecta esta mierda, pero una vida no vale más que miles... hicimos un juramento — solo puedo negar con vigor mientras cubro mis oídos con mis manos, en verdad no podía continuar escuchando.
— No puedo creer que dijiste tal pendejada, exactamente Ivanov — digo ese nombre con asco — hicimos un maldito juramento, proteger y servir a cualquiera que nos necesite, una vida es igual de valiosa que la de miles.
— Ella seguirá viva después de esto — sin poder evitarlo le doy un fuerte golpe en el pecho haciéndolo trastabillar hacia atrás, me ve completamente sorprendido.
— No... no lo estará, tal vez respire y se mueva... pero su vida ya no será igual, esto se lo arruinará, es una jodida niña... una que necesita nuestra ayuda y lo estamos ignorando — siento mis ojos llenarse de lagrimas por la impotencia.
— Ella podrá superarlo... la ayudaremos, lo prometo — me toma por los hombros pero lo empujo.
— La ayuda la necesita desde que la arrastraron para violarla, ahí debimos intervenir, ¿de que le servirá nuestra ayuda después? si ya habrá pasado por lo peor que podría pasarle a una niña de su edad.
El silencio se hace, no solo nuestra discusión había terminado, sino que ella ya no gritaba, nada, escuchamos la puerta de a lado abrirse y cerrarse de un portazo, rápidamente esquivo a Spreen, salgo y me dirijo a la habitación donde estaban antes, la chica esta inconsciente, tiene sangre entre las piernas, la cabeza y marcas de manos en sus brazos, piernas, cintura, cadera, cuello, tomo rápidamente la sabana y cubro su cuerpo desnudo, escucho la puerta abrirse, no tengo que voltear, sé que es mi compañero, lo ignoro por completo y le tomo el pulso, es realmente débil.
— Necesitamos una ambulancia — es lo único que puedo decirle.
— No podemos llamar... vos lo sabes — volteo viendo completamente rojo.
— Bien, yo lo haré — no lo dejo decir nada, envuelvo a la pobre chica lo mejor que puedo, la cargo con facilidad, era realmente liviana — apártate de mi camino — le ordeno con tanto enojo que lo hace, no vuelve a decir nada, solo me sigue.
Por alguna razón que desconozco salimos por la parte trasera sin problema alguno, nadie nos vio, todos estaban en lo suyo, cuando llegamos a la parte del frente ahí ya esta esperándonos el albino y el de ojos negro intenso, Etoiles y Antoine, ni si quiera preguntan, abren la puerta de un auto y me dejan entrar, el peliblanco va al volante, Spreen a mi lado y Antoine de copiloto, avanzamos rápido por la ciudad, al llegar al hospital más cercano entro desesperado para que alguien nos brinde ayuda, no tardan en acercar una camilla, Etoiles rápidamente toma el control mostrando su placa y explicando la situación.
— Es-tu blessé aussi? (¿esta herido también?) — me pregunta una enfermera, volteo hacia abajo para verme, mi camisa lila tenia manchas de sangre.
— Non... Je vais bien, merci (No... estoy bien, gracias) — respondo monótono, me tiende una toalla húmeda para mis manos la cual acepto por compromiso, se va por los pasillos.
— Yo me encargare de esto, ustedes deben volver a la fiesta — nos dice Etoiles.
— Si... no lo creo — niego con evidente mal humor.
— No pueden desaparecer así sin más, tienen una misión, nosotros nos encargaremos de que ella este bien atendida y levantaremos un reporte de violación — asegura el peliblanco.
— Es una chica de trata de blancas — el asiente.
— Lo sé... — el silencio se hace, mi compañero solo me observa con atención — deben volver — vuelve a insistir el albino.
— Bien... ¿podrías pasarme el reporte cuando lo tengas? — pido con un suspiro resignado.
— Lo tendrás mañana a primera hora.
— Gracias.
Una vez que intercambiamos números de teléfono tanto con Antoine como con Etoiles salimos del hospital, el silencio entre Spreen y yo es glacial, tomamos un taxi para ir a la residencia donde era la dichosa fiesta, el taxista nos ve raro por mi camisa con manchas de sangre, pero no dice nada, me imagino que es porque estamos saliendo del hospital, nos lleva sin problemas ni hacer platica incomoda, una vez llegamos al destino le pagamos, y se va sin más.
Abro el maletero de nuestro auto rentado, saco mi chaqueta y entramos de nueva cuenta a la dichosa fiesta, entre Spreen y yo no hay charla ni nada de eso, ni si quiera mantenemos la farsa de pareja casada, creo que era bastante evidente mi enojo por lo tanto también podríamos pasar por una pareja peleada, la verdad es que en estos momentos no me interesaba, Baghera y Kameto se mantienen cerca, interactúan con personas sacando información como pueden, pasan las horas de forma bastante lenta, cuando dan las tres y media de la madrugada nos retiramos del sitio sin mucho problema.
El camino hacia nuestro hotel es igualmente en un silencio que asfixiaba, pero no pensaba ceder, lo que sucedió esta noche no debió haber pasado, pudimos haber intervenido, hacer cualquier cosa, crear una distracción o lo que sea, pero mi compañero me lo impidió y ahora una niña estaría traumada de por vida por el simple hecho que eso no entraba en nuestros deberes como agentes encubierto lo cual era una jodida mierda, sabia que Spreen no tenia la culpa de lo sucedido, él no le dijo a Martínez que sea un cerdo violador y tampoco podíamos intervenir sin perder el caso y posiblemente nuestros empleos porque siempre hemos sido imprudentes, pero al saberlo no hacia que estuviera menos molesto.
Una vez llegamos voy directamente a la ducha, necesitaba un baño urgentemente, estuve con la sangre de esa pobre chica encima por horas, la camisa era asquerosa, no si quiera quería verla, cuando salgo del baño después de un baño realmente largo me topo con mi compañero sentado al borde de la cama limpiando su arma, paso de largo o al menos esa es mi intención, pero me detiene sosteniendo mi mano.
— Lamento que no hayamos podido ayudar a la chica... al menos no como a vos te hubiera gustado — dice bajo y cansado.
— Pudimos hacer algo Spreen y lo sabes — reclamo sin poder evitarlo.
— Si hacíamos algo, lo que sea, ponía en riesgo nuestra fachada, a mi tampoco me gusta esta parte del trabajo, no soy de piedra Roier, me re afecto, claro que lo hizo, cargare con esto lo que resta de mi vida... lamento tanto que vos también, pero estamos laburando, tenemos un objetivo al cual llegar para salvar miles si no es que millones de vidas no solo de acá, sino de muchos países, nuestra labor también re importante, vos lo sabes — solo puedo voltear a ver el techo sintiendo mi pecho oprimido.
— Ella es solo una niña — murmuro realmente afligido.
— Lo sé.
— No merecía eso — ahora mi voz tiembla un poco.
— Lo sé, nadie merece eso, pero los atraparemos a todos ellos Roier, te lo prometo, no descansare hasta que los tengamos encerrados en una celda — le da un apretón a mi mano.
— Es que... no es justo — se me salen unas lagrimas, esta mierda me iba a afectar por años.
— No lo es — se pone de pie frente a mi — pero vos y yo le daremos justicia a ella y a todas las personas que ellos han lastimado de algún modo, siempre lo hacemos ¿no? — limpia mis lagrimas con delicadeza.
— Sí... lo hacemos — me envuelve en un abrazo el cual correspondo de inmediato.
— Podés desahogarte, acá estoy para vos Roi, somos un equipo — entierro mi rostro en su hombro y lo sostengo con más fuerza.
— Lo siento... lamento haberte golpeado — digo con la voz rota mientras lagrimas salen sin parar.
— Estamos bien, tranca... yo lamento no haber dejado que intervinieras... pero nuestro laburo.
— Lo sé — lo interrumpo — estamos bien.
No sé cuanto tiempo pasamos así, pero parece ser bastante porque cuando nos separamos el sol a salido por completo, noto que Spreen también lloro en silencio, no comentamos nada, solo nos recostamos en la cama para intentar dormir si es que lo lográbamos, nuestras manos se encuentras bajo las sabanas, se la sostengo con fuerza en busca de apoyo, él entrelaza nuestros dedos y les da otro apretón con fuerza mostrándome que estaría aquí para mi, cuando menos me doy cuenta caigo rendido sosteniendo la mano de mi amigo, estaba agotado tanto física como emocionalmente, esperaba que esto pudiera llevarse a la ley y les dieran una gran condena más temprano que tarde, fuera como fuera teníamos que continuar, no podíamos arruinarlo o esa pobre chica no obtendría justicia y ese ahora era mi principal objetivo.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia ¿Qué les pareció?
No se vayan a enojar con Spreen, aunque no lo parezca él hizo lo correcto, ellos van por el pez gordo, ósea van a detener a una gran red de delincuentes, si intervenían ahora solo seria a Martínez y ni eso porque el wey podía pagar la fianza y salir de Francia de forma fácil, simplemente están haciendo su trabajo aunque no sea bonito, tienen que tener todas las pruebas posibles y ahí es cuando podrán atraparlo sin posibilidad de escapar.
Esto como podrán ver le afecto muchísimo a Roier, él siempre ha sido una persona que busca la justicia y que no tolera las faltas de respeto hacia las mujeres así que esto le hizo hervir la sangre en cólera y sino hubiera sido por Spreen incluso era capaz de matar a Martínez, no estoy diciendo que a Spreen no le afecto, claro que lo hizo, pero él es más centrado en el trabajo en el sentido de que cuando tiene un objetivo no descansa hasta llegar a él, así que con todo el dolor de su corazón, no podía permitir que su amigo hiciera algo y mucho menos él interferir... bien dicen por ahí, esa pobre niña fue el daño colateral.
Lamento mucho si el tema incomodo a alguien, pero son cosas que suceden este tipo de situaciones, no quiero generar ningún tipo de morbo, por eso tampoco puse diálogos de la chica ni fui grafica con ello porque no quiero generar ningún tipo de cosa rara, es por respeto a mi y a ustedes, cuando sean situaciones así no pondré detalles ya que son temas bastante sensibles y que a mi como mujer me parecen abominables por lo tanto no escribiré porque simplemente no soy ese tipo de escritora, espero y entiendan eso.
Dirán: Alis, pero si escribes cosas de tortura y asesinato, pero para mi son cosas completamente diferentes, para mi la violación es mil veces peor que un asesinato, porque la persona que sufre ese tipo de trauma es bastante complicado superarlo, incluso hay quienes no lo hacen, son temas bastante fuertes y que afectan a la salud mental bien cabrón, así que eso...
Como sea, ya aparecieron más personajes, pero... ¿tendrán relevancia de verdad? o ¿solo son relleno? lo averiguaremos más adelante /inician los créditos de la rosa de Guadalupe xDD.
Eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 15: Mierda.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Las cosas habían estado raras, Roier y yo nos habíamos mantenido completamente alerta, ellos no se habían ido del hotel por alguna razón, así que la rutina de charlar por mensajes de texto por la noche con audífonos puestos para no escuchar la pornografía se había convertido en parte de nuestra rutina, pero a pesar de que todo parecía ir... relativamente como se había planeado, solo esperando al gran atraco donde estaríamos involucrados y poder atrapar a la red más grande de trafico de la cual se tenia registro en el FBI... pero eso exactamente era el problema.
Todo iba demasiado bien y tranquilo para estar de encubierto como magnates criminales, no es como si estuviera esperando una emboscada y nos descubrieran o algo por el estilo, pero no hubo ningún tipo de cuestionamiento sobre lo sucedido en aquella fiesta y con eso me refiero a la chica que ayudamos a llegar al hospital, no preguntaron en ningún momento si sabíamos algo, sobre todo porque no sabíamos si Martínez la había comprado y si era así él más que nadie debería estar interesado que haya "desaparecido" de un momento a otro.
Era sumamente importante tener controladas esas cosas porque la chica pudo haber denunciado y eso significaba tener a la policía merodeando, pero parecía que a ellos no les importaba un carajo, sí son personas que mueven influencias y todo eso, pero este cabo suelto puede costar muy caro sobre todo si hay una operación grande por suceder, eso nos mantenía alertas y en parte preocupados, veíamos a Orlov todos los días y nos saludaba como si fuéramos vecinos de toda la vida, eso solo nos ponía los pelos de punta.
Roier había mantenido el contacto con aquellos policías para estar al tanto de la chica, habían logrado identificarla, era del Salvador y justo como imaginábamos había sido victima de trafico y violación, habían localizado a su familia para dar aviso de que había sido encontrada, pero no podía salir de Francia ya que ahora era testigo protegida hasta que la misión terminara, mi amigo estaba tratando de rescatar a todos los chicos posibles coordinando todo con la policía Francesa, más que nada para que intervinieran cuando se les indicara y así poder regresar a su hogar a todos los posibles... eso no era nuestro trabajo, pero Roier era demasiado solidario, eso y que al igual que yo no podía quedarse tranquilo ante tanta quietud.
Mientras yo vigilaba todos los movimientos de nuestros "colegas" y registraba cada persona que salía y entraba de sus habitaciones usando las cámaras de seguridad del hotel, él se encargaba de intentar salvar a aquellos pobres que son victimas de trafico, a decir verdad era bastante cansado, pero no le pedía su ayuda porque sabia que eso era importante para él, seguramente nos ganaríamos una reprimenda por desviarnos del objetivo, para después recibir un reconocimiento, siempre había sido así en nuestras misiones en general.
Fuera como fuera ambos estábamos ansiosos y queríamos que esto terminara, se supone que hoy teníamos que ir a un centro bastante famoso de masajes, ahí nos encontraríamos con Farfa y Aldo, ellos serian nuestros "masajistas" debíamos comenzar a tener un plan porque la fecha se estaba acercando, todos debíamos saber que hacer sobre todo porque se supone que ellos guiarían toda la operación y nosotros seriamos arrestados también, nos darían armas con balas de salva para usarlas en esa situación, así no heríamos a nadie... al menos no de gravedad, una salva solo te sacaría el aliento, no más que eso... unos moretones eran mejor que estar desangrándose.
Con esto presente ambos vamos vestidos con ropa bastante discreta donde un arma pasaría desapercibida, salimos de la habitación de hotel como siempre desempeñando nuestro papel de pareja gay, Roier va colgando de mi brazo mientras parlotea con aquel acento británico que comenzaba a cansarme no porque lo hiciera mal o exagerado, pero me gustaba más cuando hablaba normal sin pretender ser alguien que no es, pero eso no era lo que debería importarme ahora, subimos al Ferrari rentado y conduzco con tranquilidad, Ro a dejado de parlotear y continua con su operación con la policía francesa, no sé si estaba logrando mucho, no habíamos hablado de eso aun.
— ¿Cómo va eso? — decido que ahora es un buen momento ya que hay trafico.
— Bueno... podría ir mejor, hasta ahora solo han podido identificar a la otra chica que estaba en la fiesta, es Rusa, pero ha estado en varios países, llevan traficando con ella desde que tenia doce años, ósea hace cinco años que la usan de moneda de cambio, le pedí un favor a Rivers para que su novio de la CIA nos consiguiera esa información — se encoje de hombros, volteo a verlo realmente sorprendido.
— ¿Cuánto nos costara ese favor? y lo más importante ¿no dirá nada?
— A mi... no te involucré en esto wey, yo se lo pedí, yo lo arreglo y no, no dirá nada, ella cree que es una pista importante para el caso.
— Eso no responde mi pregunta, ¿Qué te pidió a cambio?
— Mi disfraz para la fiesta de Halloween de este año debe ser de una mujer, cualquier mujer estará bien, solo con que lleve peluca y me maquille, tal parece que Aldo le compartió una foto mía vestido de twink y no es suficiente así que quiere verme vestido de mujer, especifico que debo usar vestido o falda.
— ¿Es joda? — digo divertido.
— No, ojala lo fuera, pero ya sabes como es, le encanta andar chingando — se encoje de hombros.
— Definitivamente iré a esta fiesta del buro, ni en pedo me lo perdería — sonríe de medio lado.
— Claro... solo recuerda que quien ríe al ultimo ríe mejor — me guiña un ojo de forma coqueta, yo solo puedo bufar divertido.
— Vos decís eso, pero seré yo quien tenga fotos de vos en falda y podre manipularte con eso cuando no quiera hacer algo, así lo harás vos.
— Ja! ya quisieras, rey, me da igual puedes compartirlo con quien quieras cuando eso suceda, no soy penoso, es más podría posarte para un calendario entero y hacer dinero con ello — finge echarse el cabello hacia atrás como si lo tuviera largo, igual que una mina lo haría lo que me hace reír.
— Ese podría ser nuestro plan de retiro — bromeo un poco.
— ¿Vender calendarios conmigo disfrazado de mujer? eso no me parece muy justo, harías dinero a mi costa.
— Yo podría hacer calendarios de agente del FBI sexy, vos de secretaria con pija — ambos nos reímos con ganas.
— Que adorable, ya me tienes contemplado para tu futuro... me pido ser el hombre en nuestra relación — ruedo los ojos.
— Ni en pedo.
— Aburrido — canturrea volviendo su atención a su teléfono.
— Entonces... ¿solo han logrado eso? — regreso al tema importante.
— Sí, Etoiles ya se comunico con la embajada rusa para decir que encontramos a su chica extraviada.
— ¿Etoiles? — cuestiono confundido.
— Sí... ya sabes uno de los detectives que nos están ayudando en esta operación.
— ¿Cual?
— El albino que nos llevo al hospital wey, él y su compañero Antoine son los que me están ayudando en todo este desmadre.
— ¿Cómo recordaste sus nombres? yo ni si quiera recuerdo como eran.
— Wey... ¿Cómo no te vas a acordar? son nuestros compañeros en esto, no seas mamón.
— Estoy más enfocado en lo que hace Orlov y Martínez en el hotel, esta más que claro que tienen casas de seguridad por muchos lados de Paris... algo traman y aun no logro descifrar que es.
— Te ayudare con eso esta noche, lamento haber estado algo ausente estos días.
— Tranca, estamos dividiendo el laburo, vos también estas encargándote de algo re importante— el silencio se hace en el auto, volteo a verlo confundido, me dedica una sonrisa sincera.
— Neta que la Mictia esta bien pendeja — frunzo el ceño sintiéndome aun más confundido.
— ¿Qué tiene eso que ver con lo que estábamos hablando?
— Solo digo... que ella no es alguien que sepa apreciar lo considerado que eres, siempre apoyas a todos los que aprecias, ella no ha sido la excepción y ahí anda chingue y chingue... te mereces algo mucho mejor, créeme, te lo digo como amigo que quiere ver que estés con alguien que en verdad aprecie eso y no solo eso sino que sea reciproco — me da una palmadita amistosa en la rodilla.
— ¿Estas en pedo? — pregunto bromeando, ambos nos reímos.
— Debo admitir que me chingue una de esas mini botellitas de vino que había en la habitación — me sigue el juego.
— Ya decía yo.
Seguimos con una charla ligera hasta llegar al recinto donde nos darían un "masaje", entramos tranquilamente, doy nuestros nombres de encubierto y la señorita que nos atiende nos guía sin problemas a una habitación donde hay música relajante, con colores tierra y nos dice que en un momento viene quien nos atiende que nos podemos poner cómodos y hay batas para poder desvestirnos, con esa información dada sale, Roier toma una de las batas y se la sobre pone amarrandola con fuerza a su cintura.
— ¿Qué tal me veo? — cuestiona dando una vuelta sobre si mismo.
— Como pelotudo — ambos nos reímos, en eso se abre la puerta dejando ver a nuestros amigos, ambos vestidos con el uniforme del lugar, Aldo incluso se esta poniendo unos guantes.
— Buenas tardes, ¿Qué paquete de masaje han solicitado? — pregunta el de lentes con voz fingida, Roier rápidamente se le acerca con paso altivo.
— Estaba viendo si a mi marido pueden darle el masaje con final feliz, ya sabe de esos con mamada incluida.
— Eso tendrá un precio extra, mi compañero se encargaría de ello — señala a Farfadox quien rápidamente me echa una mirada de arriba abajo.
— Ni en pedo — decimos a la vez, los mexicanos se ríen con ganas.
— No chingues te he extrañado un montón mi Aldo — lo abraza con fuerza.
— ¿Quién necesita pareja si tengo al Boiler que me quiere y extraña como si fuera mi vieja? — suelta mientras corresponde el abrazo.
— No hay tiempo para pelotudear, debemos apresurarnos en esto — intervengo en sus bromitas, no había tiempo que perder.
— Que humor — se queja el de lentes, pero todos nos ponemos serios — bien, primero que nada, les daremos dos pistolas de 9 mm y un rifle de asalto, este para Spreen, Roier se supone que tu eres el esposo trofeo así que no tendrías porque tener un arma así, lo siento wey.
— No hay pedo, tampoco es como si fuera a poner mucha resistencia al arresto, solo me pondré a despotricar contra mi marido — me guiña un ojo, sonrió divertido.
— Nada nuevo, ya estoy re acostumbrado a que me anden rompiendo las pelotas.
— Bien, entraremos en acción una vez hayan sacado las armas del aeropuerto, cuando estén llegando a la bodega donde se hará el trato, ahí es donde atacaremos, Baghera nos dará la señal de cuando debemos entrar en acción, Kameto va a caer en combate, al menos esa es la idea, le vamos a dar con balas de salva, él ya tiene en sus manos las capsulas de sangre, también les daremos a ustedes, son fáciles de usar, solo deben morderlas y parecerá que están sangrando por la boca, sobre el cuerpo... bueno ustedes estarán usando chalecos así que no habría drama, además se supone que no deben recibir daños, pero no podemos asegurar nada, deben estar listos por cualquier cosa y llevar un arma de verdad de repuesto por cualquier eventualidad — comienza a explicar Aldo.
— Les tendremos las espaldar re cubiertas, confíen en nosotros, tenemos todo este quilombo re planeado, Rich nos dio ordenes directas de que debemos hacer todo a la perfección para poder apresarlos a todos con vida, pero sabemos que esta la posibilidad de que todo se salga de control sobre todo con estos boludos que ni en pedo se van a dejar arrestar, así que debemos andar re atentos a todo... yo estaré de Francotirador dirigiendo las fuerzas aéreas y Aldo estará en tierra guiando al equipo SWAT.
— Ok... ¿Etoiles o Antoine les han contado lo que estamos haciendo? — pregunta Roier.
— ¿Sobre el rescate de los chicos secuestrados? sí, mandaremos unidades a las casas de seguridad para sacarlos, todo esto será en simultaneo, el buro mandara refuerzos... Rich ya sospecha algo, nos mandaran a Rivers y Osvaldo, ellos se encargaran de esa parte de la operación dirigiendo a la policía local, Producción nos ayudara a identificar a todas las victimas con la ayuda de sus bases de datos — contesta Aldo.
— Bien... parece que ya tienen todo planeado — digo sintiéndome ansioso.
— Sí... otra cosa es que todo salga de acuerdo al plan, eso no podemos asegurarlo, pero los tenemos bien cubiertos — me dice Farfa palmeando mi hombro.
Antes de poder seguir charlando y repasando los detalles se escucha un fuerte estruendo en recepción, lo que me extraña demasiado, estaba por decir que ellos deberían ir a ver que estaba sucediendo cuando la conmoción se hace más obvia, escucho gritos de pánico.
— ¡Te pregunte donde está Ivanov!
— Mierda — suelta Roier.
— Es el pelotudo de Orlov — aclaro a nuestros amigos confundidos.
— Pues en chinga encuérense y pónganse como si los estuviéramos dando masaje — ordena Aldo mientras se dirige a la mesita y prende la cosa que hace vapor.
— Estas re... — me veo interrumpido por Roier el cual se quita la ropa en menos de dos segundos quedando en boxer y recostándose en la camilla, Farfa reacciona primero y lo ayuda a acomodarse la bata, solo puedo resoplar — no sé quien esta más loco, vos por hacer esto o yo por seguirte — es lo único que puedo opinar, me saco los zapatos rápido , después los pantalones y camiseta.
Aldo comienza a levantar la ropa del suelo, yo me recuesto en la otra camilla de masaje, Farfa me acomoda una toalla en la cintura tapando mi ropa interior, ni si quiera me avisa, me pone unas piedras calientes en la espalda, me quejo con evidente molestia, solo me dice: "ve cerrando el orto, retrasado de mierda", ni si quiera puedo replicar porque la puerta se abre azotándose con la pared, jodida mierda ¿acaso no podíamos estar lejos de ese loco por un par de horas antes de que nos buscara como el jodido loco que es? bueno, al parecer no.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías gays que no saben que son gays xDD ¿Qué les pareció?
Como pueden ver los chicos se acercan a su ritmo, Roier es alguien sincero así que sus palabras fueron de todo corazón, pero el lo dijo como un concejo de compas, aunque obviamente se preocupa por Spreen, de hecho si por él fuera el Sprite ya habría terminado su relación con Mictia, pero respeta que eso no sea su decisión así que solo le queda estar ahí para él y apoyarlo en todo porque Boiler piensa estar en la vida del oso hasta que mueran, literalmente él cree que van a morir al lado del otro cumpliendo su deber.
Literalmente Roier daría su vida por Spreen, eso de ponerse frente a una bala para salvarlo, quitarlo del camino y ser arrollado él... todo ese tipo de cosas, Ro solo quiere lo mejor para Sprite, mientras que el oso no solo moriría por él, sino con él, ósea Ro seria de buscar una solución para morir solo él y que Sprite este sano y salvo, pero Spreen seria de: Si estas en peligro y no hay nada que hacer, prefiero morir a tu lado que dejarte atrás y no solo eso, ambos están más que dispuestos a matar por el otro, obviamente ellos no son consientes hasta donde pueden llegar por el bien del otro... vaya que se aman mucho y ya esta XDD.
Ustedes dirán ¿Qué hacia el loco de Orlov buscándolos? bueno esa pregunta se responde sola o al menos eso creo yo, no hace falta decir que todos están paranoicos por el golpe que se supone que van a dar, por eso mismo Orlov y Martínez fueron a quedarse al hotel, ellos emplean el: mantén a tus enemigos cerca, porque sí, a pesar de ser "socios" y quieran mantener buena vibra entre ellos, pues la verdad es que obviamente no confían los unos en los otros, simplemente los fueron a buscar por el simple hecho de saber que estaban haciendo, porque no solo Spreen los vigila, sino que ellos también vigilan a nuestros gays.
Claramente Orlov sospecha de ellos, nunca confió en su totalidad, para él hay algo extraño que no encaja, no es normal que Ivanov y su marido sean tan tranquilos, que pasen mucho tiempo en el hotel, que no hayan tenido encuentros sexuales con otras personas cuando es bien sabido que a Ivanov le gusta el voyerismo, en fin como que no logra ver que esta mal a pesar de tenerlo claro de alguna forma, mientras Martínez le da igual si no andan cogiendo frente a todos, a él solo le interesan las armas y claro que prefiere mantener a todos los "asociados" a la vista, más que nada para evitar traiciones aunque eso no garantice nada ya que se puede llevar acabo por teléfono, pero x, es más como: eso me da un poco de tranquilidad.
Como sea no me extiendo mucho más con las notas que tampoco quiero abrumarlos con ellas, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 16: De haber sabido.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
Tuvimos una noche difícil, tal parece que Martínez tuvo unas de sus fiestas, mucha música y para nuestra desgracia gritos de otra pobre chica pidiendo ayuda, no tuvimos la oportunidad de ayudarla de ninguna manera, Spreen y yo estuvimos toda la noche atentos a ello para ver si podíamos interceptarla cuando saliera, pero nos quedamos dormidos a eso de las siete y media de la mañana y nos despertamos casi a las tres de la tarde encontrando todo en total silencio y sin ninguna persona en nuestro piso, incluso nos metimos al cuarto del maldito loco, pero ya no había nadie, el servicio de limpieza ya había pasado por ahí porque todo esta impecable.
Me dolía la cabeza horrores a pesar de haber podido dormir bien aunque bueno fue quedarnos inconscientes del cansancio, aunque bueno lo catalogaría como dormir, estábamos en un centro comercial, Orlov venia con nosotros y una de sus... acompañantes de rutina, con la que siempre esta detrás de él dándole todo lo que le pide, ni si quiera sé porque el maldito desquiciado nos había acompañado, nos intercepto en recepción jodiendo nuestros planes de ir con Aldo y Farfa por las armas con balas de salva, así que solo se nos ocurrió decirle que íbamos a ir de compras por el simple hecho que yo tenia ganas de gastar dinero.
El loco ruso en vez de darnos el avión e irse a hacer sus cosas, ya sea robar o cogerse a su... lo que sea que fuera, nos siguió como un perro a su dueño, de forma bastante disimulada le mande un mensaje a nuestros amigos que no podríamos ir a buscar lo que nos darían porque tuvimos un contratiempo, así que ahora aquí estábamos con el idiota este pegado como chicle hablando hasta por los codos, ni si quiera le estoy prestando atención, yo solo me concentro en mantenerme al lado de Spreen el cual o me esta abrazando por la cadera, por los hombros o me esta tomando de la mano en todo el tiempo, no hay ni un solo segundo en que no estemos teniendo contacto.
— Esto es bien pinches aburrido — le susurro a mi amigo mientras esperamos a Orlov que esta comprando una bebida.
— Lo sé, muero por salir de acá es mil veces más divertido estar solo con vos en la habitación de hotel que con ese lunático — resopla con cansancio.
— Tal vez deberíamos simplemente huir de él, vamos por las armas y después vamos a comer algo — propongo mientras me aparto un poco de su abrazo porque ya me había cansado de tener su brazo sobre mis hombros, parece notarlo porque baja su mano a mi cintura.
— Podríamos intentarlo, pero nos encontrara, entrara en donde sea que estemos comiendo gritando: ¿Dónde esta Ivanov? — hace una increíble imitación, solo puedo reírme recargando mi rostro en su hombro para disimular un poco.
— Eres un...
— Podemos continuar con nuestro recorrido, quiero comprar algo... travieso para mi chica, acompáñenme — me corta Orlov al acercarse, solo puedo resoplar.
— No me interesa ver que le compras a tu zorra, nosotros nos vamos — sentencia Spreen con neutralidad, como si estuviera aburrido aunque bueno técnicamente lo estamos.
— Vamos Ivanov, no seas aburrido, podrás comprarle cosas a tu esposo, seguramente te gusta verlo en lencería, hay una tienda de sadomasoquismo, juguetes y lencería cerca de aquí, de las mejores — nos guiña un ojo — ¿tu que opinas dulzura? — trata de tocar mi brazo, pero Spreen me atrae más a su cuerpo impidiendo que el loco ruso si quiera me rose un bello del cuerpo.
— Opino que estas invadiendo mi privacidad con mi marido, se supone que hoy tendría un día romántico, pero te metiste en nuestros asuntos justo como hace unos días en el spa — respondo de forma insolente sin dejar de lado mi acento británico por lo que sonaba aun más despectivo.
— Pasar tiempo con socios es importante, Ivanov lo sabe por eso me deja entrometerme en su... vida de pareja — se pavonea el idiota.
— Efectivamente, no te mando a la mierda porque quiero esas armas — suelta Spreen con desprecio lo que hace sonreír al ruso.
— Punto para mi, vamos la tienda no esta muy lejos — se da la vuelta y comienza a alejarse con seguridad, solo puedo suspirar recargándome en mi amigo.
— Estoy hasta la madre de ese wey, neta que ganas de meterle un madrazo, dejarlo inconsciente y tener un momento de paz, es como una maldita chinche pegada a nosotros — me quejo bajito para que solo mi compañero me escuche.
— Lo sé, estoy re arto de toda esta boludes, quiero volver a casa y trabajar tranca sin tener que aguantar a ese pelotudo y ni hablar de Martínez que siempre nos ve como si fuéramos su atracción de circo — su mano recorre mi costado de forma distraída, me imagino que él ni si quiera nota que lo esta haciendo.
— Ya sé, nunca me había sentido tan observado como cuando estamos con él, no sé que espera de nosotros, pero seguro que porno gay de nosotros no lo va a obtener — bromeo un poco, lo hago sonreír.
— Tal vez sea eso, a Ivanov le gusta el exhibicionismo y con lo que cree escuchar salir de nuestra habitación... debe soñar con nosotros incluso — ante su comentario hago un gesto de asco mientras un escalofrió me recorre toda la espalda, parece notarlo porque desplaza su mano y me da una caricia realmente ligera, solo la punta de sus dedos recorriendo mi columna, volteo a verlo extrañado.
— Ora... ¿Qué te traes? — pregunto directamente, me sentía confundido con sus acciones.
— ¿De que hablas? — me devuelve la mirada.
— Andas muy cariñosito — digo lo obvio, su mano se detiene y vuelve a su sitio predeterminado desde que estamos en misión, ósea en mi cintura.
— Sabes que no puedo mantener las manos quietas, no estar haciendo nada me desespera — suspira con aburrimiento.
— Mmmh... bueno, no dije que dejaras de hacerlo, si te sientes ansioso sin pedos puedes toquetearme lo que quieras, es más con más confianza, ándale — coqueteo en broma dándole una sonrisa brillante, rueda los ojos mientras ríe ligeramente.
— Sos...
— Es aquí, vamos seguramente te veras muy bien con un conjunto de enfermero sexy — lo interrumpe Orlov, veo con atención dicha tienda, parecía bastante... normal, en el escaparate de la ventana solo había maniquíes con batas de baño bordadas, no parecía una tienda... de ese tipo, ni si quiera puedo preguntar si estaba seguro de que este era el lugar, él ruso ya había entrado bastante entusiasta.
Cuando lo seguimos solo puedo sorprenderme, vaya que este seria el sitio soñado para los pervertidos, había música erótica de fondo y en la televisión que estaba detrás de la cajera estaba reproduciéndose pornografía a la cual no le presto atención, Orlov comienza a desplazarse por el sitio con tanta naturalidad y rapidez como para demostrar que conocía la tienda a la perfección, Spreen y yo nos dedicamos una miradita entre divertidos y confundidos, estaba más que claro que ambos nos sentíamos fuera de lugar, yo nunca había entrado a una tienda de estas, compraba mis cosas en la farmacia o la lencería de Tina en una tienda departamental, nada que tuviera que ver con masoquismo me interesaba.
— ¿Puedo ayudarlos a encontrar algo de su agrado? — se nos acerca una chica con cabello azul brillante.
— Mi amigo quiere lencería para su esposo y unos trajes para jugos de rool, tal vez unas esposas — grita Orlov al otro lado de la estantería de juguetes sexuales, evito resoplar con enojo, ese maldito metiche ¿Qué haríamos con esas pendejadas?
— Claro, por aquí, no sean tímidos, tenemos muchas cosas que nuestros clientes homosexuales prefieren y recomiendan — solo podemos seguirla resignados, esperaríamos estar lo suficientemente lejos del ruso para decirle a la dependienta que no era necesario su ayuda — esto de aquí es algo que compran mucho — nos muestra tapones anales y anillos para el pene, tomo un tapón anal bastante grande que tiene picos a lo largo, lo veo sorprendido.
— ¿Enserio hay gente que se mete esto por el culo? — pregunto más para mi.
— Sí, ese es de los más vendidos... pero si son nuevos en esto tal vez podrían iniciar por algo más tranquilo, los anillos para pene pueden ser un complemento muy bueno con las bolas chinas — dice ella mientras saca lo que dijo, eran de color rosa chillón, muerdo el interior de mi mejilla para no reírme.
— Claro... mucho más tranquilo, a mi me encantan esas — bromeo divertido.
— Genial, tenemos de diferentes tamaños — ella sigue parloteando de forma animada mostrándonos cosas que ni si quiera sabia que existían, a decir verdad me la estaba pasando increíble, más que nada porque solo estaba bromeando con la pobre chica que parecía disfrutar de su trabajo explicando que eran las cosas y como se usaban.
— Esto es ridículo — resopla Spreen mientras ella va a la bodega ya que quería mostrarnos algo de su nueva mercancía, volteo hacia mi amigo que se había mantenido en silencio todo este rato.
— Lo sé, ni de pedo me metería esa madre de picos en el culo, lo que debe doler al sacarla — hago un gesto de dolor, él se ríe mientras me da un empujón amistoso.
— Vos solo la estas alentando.
— Pues ya que estoy aquí en contra de mi voluntad pues al menos me divertiré molestando un poco, admitelo es divertido ver como se emociona con cada cosa que explica — me encojo de hombros, me pasa un brazo por los hombros y me da una ligera sacudida.
— Sos realmente malo — ambos nos reímos de forma cómplice.
— Listo, este de aquí es algo que gusta mucho, solo que nos llego una versión mejorada, tiene quince velocidades diferentes además de quince vibraciones diferentes para poder iniciar a su ritmo, además de que pueden usarlo para jugar un poco en la vía publica, ya saben, no hay nada más divertido hacer retorcer a tu pareja con un vibrador en la calle mientras caminan — nos lanza un guiño como si en verdad entendiéramos de que mierda hablaba, entendía su punto, pero jamás dejaría que Spreen me metiera eso por el culo para activarlo en la calle.
— Bien, debo decirle que en verdad apreciamos que nos hayas instruido un poco con estas cosas, pero a decir verdad no buscamos nada de eso, solo estábamos acompañando a nuestro amigo... pero a mi marido le encanta la lencería sexy, podrías traerle algo lindo — dice Spreen mientras sonríe con superioridad, este pendejo se ganaría una putiza.
— Por supuesto, ven conmigo guapo, te pondremos aun más lindo y sexy para tu hombre — me toma de la mano jalándome suavemente, ni si quiera puedo negarme porque Spreen me empuja hacia ella.
— Hazle caso y que sea lindo — solo puedo verlo de forma matadora, esto no se quedaría así.
Solo puedo seguir a la chica que parlotea sobre lo importante de mantener la llama encendida y quien sabe que más, todo esto mientras tomaba cosas de escaparates y ganchos, ni si quiera podía ver que estaba tomando porque en verdad iba rápido, en verdad que ella amaba su trabajo, porque a penas puedo seguirle el ritmo, más que nada porque hay pasillos estrechos donde tengo que esquivar cosas, llegamos al probador, la veo confundido, la ropa interior nunca se podía medir, por sanidad más que nada, no tengo tiempo a preguntarle, Spreen y Orlov ya están ahí sentados en un sofá esponjoso color rojo brillante.
— Bien, mídete todo esto, solo no quites las tiras que están aquí — saca unas pantis de mujer color rosa pálido, lo veo horrorizado, me muestra que hay un plástico en la ropa interior para no ensuciarla.
— P-Pero — tartamudeo buscando algo que me sacara de esta estupidez.
— No seas tímido, vamos te ayudo — volteo hacia mi amigo, este solo me sonríe con malicia y se despide con un gesto de mano, la chica me arrastra al probador del fondo y se mete conmigo.
— Puedo solo — digo entrando en pánico.
— Tranquilo, te ayudare a verte irresistible, si ya eres muy sexy, tienes un cuerpo muy bonito — me sonríe ampliamente, tira de mi camiseta haciéndome poner tenso.
— De acuerdo, de acuerdo, tranquila, elige lo más bonito —le digo para que se entretenga en otra cosa, rápidamente asiente y se da la vuelta donde dejo las cosas en un banquito, comienza a revolver todo, solo muerdo el interior de mi mejilla, en verdad esto era una pendejada, Spreen me las va a pagar.
— Ten, este le va a encantar — me tiende una batita transparente color lila y literalmente un conjunto de lencería de mujer color blanco con moñitos morados, la veo con una ceja alzada.
— No sé si lo has notado, soy hombre — digo con ironía.
— Lo sé, este es de hombre, por eso las copas del top son más pequeñas, anda no tienes que avergonzarte — ruedo los ojos con fastidio.
— Bien, trae a mi marido para acá, no quiero que el otro me vea — ella asiente con los ojos brillantes y sale de probador, cierro la puerta rápidamente cuando se va, ni loco me pondría eso, no pasan más de un par de minutos tocan la puerta.
— Aquí esta tu esposo esperando a verte — canturrea, abro la puerta y al ver a Spreen ahí lo tomo de la mano y lo jalo hacia dentro, cierro de nueva cuenta con pestillo dejándola fuera.
— Estoy a nada de arrancarte la maldita cabeza — le lanzo la lencería la cual atrapa sin problema, el pendejo solo me sonríe con soberbia.
— Yo también quería divertirme un toque, no seas dramático Ro — estira la ropa para verla mejor y se queda quieto — ¿Por qué carajos te dio lencería de mina?
— Es de hombre... según ella — Spreen estira la tanga, le da la vuelta y la ve con atención.
— Bueno, esto podría ser de hombre, tiene espacio para una pija, mira — le da la vuelta, mete su mano y me muestra la tanga la cual le arrebato.
— Ese no es el punto pendejo, ¿Qué chingados te pasa? — él solo se ríe con ganas.
— Ya te lo dije, me divierto boludito, dale no te molestes, no te iba a obligar a ponértelo, solo le dije que te eligiera algo bonito, no que te trajera acá — bufo mientas boto la tanga a la pila de lencería del banco.
— Si bueno, ella estaba bastante dispuesta a desnudarme y ponerme eso, pendejo me sentí bien incomodo — me recargo en la pared del fondo del vestidor.
— Lo siento pelotudo, no creí que ella querría desnudarte ni ponerte cosas como si fueras su muñeca — se pone a mi lado y me da un empujoncito amistoso, volteo a verlo y me sonríe de forma sincera, ya no había burla ni nada por el estilo.
— Me importa una chingada, esta me la vas a pagar, soy tu mejor amigo y compañero, no puedes dejarme tirado así, esa pendeja me hubiera violado o algo así — exagero un poco solo para quitarle hierro al asunto, lo escucho reírse con ganas.
— Ufff pues que afortunado serias vos, tiene unas tetas grandes — le doy un codazo fuerte.
— Pendejo, neta que ya pareces perro en celo, te hace falta coger o algo así, date amor en el baño cuando lleguemos al hotel, yo fingiré que no sé que lo haces — rueda los ojos con diversión.
— No estoy caliente, no es mi tipo — solo suspiro cansado.
— Ya anda, elige lo que quieras de ahí y vamos a pagar, se la voy a regalar al Osvaldo cuando volvamos — digo ya resignado.
— Dale — comienza a ver la ropa con detenimiento, me cruzo de brazos, en un momento la observa y la tiende fingiendo visualizarme con ella.
— Sigue haciendo eso y te voy a partir tu madre — él solo me sonríe y continua con lo suyo sin hacerme caso.
Ya no le digo nada, no importaba no usaría esas pendejadas, pero aun así le presto atención para ver que tipo de gustos tenia, por alguna razón eso me daba curiosidad, de forma irónica uno de los conjuntos que eligió si es el que la loca esa quería ponerme, también tomo uno negro de encaje transparente con la bata color rojo, otro azul marino con detalles en blanco con negro y la bata era como de red negra con encaje blanco, Spreen tenia gustos bastante llamativos al parecer, dejo de lado los que no tenían encaje o algún tipo de detalle, en pocas palabras los "sencillos".
Abrimos el probador, salgo primero, él parece se queda viendo la ropa que dejo en el banquito, despues voltea a verme y mueve su cabeza un poco de lado analizándome, vuelve su atención de nueva cuenta a la ropa que dejo, se acerca y toma la bata rosa pálido, es completamente liza y es como de satén, despues voltea a verme entrecerrando los ojos, bufo molesto.
— No te atrevas a imaginarme con eso puesto, te voy a meter una madriza — comienzo a quejarme, se acerca con una sonrisa triunfal, me tiende la bata de satén y para mi sorpresa me planta un casto beso en los labios, dejándome completamente quieto y en shock.
— Ve cerrando el ortito, esa es para vos — solo puedo verlo sorprendido, se ríe de mi reacción — de haber sabido que para callarte solo tenia que darte un beso lo habría hecho desde la academia, dale boludito ¿ya no bromeas? — para mi sorpresa me río ante su pendejada, niego con la cabeza.
— Si crees que con un beso me callas estas bien pinches equivocado y ni de pedo me pondré esto — digo mientras sostengo la bata.
— Claro que la usaras, se parece un toque a las que tenés en la maleta — se encoje de hombros me pasa su brazo libre por la cintura, solo puedo retarlo con la mirada.
— Esa no es mi ropa.
— Pero las usas, dale no te hagas que no te gusta, vos mismo lo dijiste, esta re fresco con eso — solo puedo observarlo con atención, ¿Qué significaba eso? ¿Qué significaba su rara confianza de ahora mismo? me beso solo porque sí, ni si quiera estaba Orlov cerca y la vendedora tampoco estaba por aquí en estos momentos, simplemente no entiendo nada en este momento.
— Dije eso, lo admito — digo bajito mientras nos observamos.
— Bien, entonces quédatelo, lo sencillo queda con vos — frunzo el ceño sin poder evitarlo.
— ¿Eso que significa?
— Que vos no necesitas de holanes para que se te vea bien — me quedo callado... ¿Qué estaba pasando?
—Oh, ¿ya terminaron de elegir lo que llevaran? — doy un respingo al escucharla, volteo a verla, parece contenta, observa que traemos prendas en las manos — con esa bata podrías combinar con esto — entra al vestidor y saca un calzoncillo de hombre del mismo color de la bata, este es completamente lizo o al menos eso creo hasta que lo tomo y veo que la parte trasera es completamente de encaje, solo suspiro.
— Claro, gracias — lo dejo pasar, ya no valía la pena enojarme ni nada de eso, no lo usaría de todas formas.
— Bien, síganme para que puedan pagar sus cosas... sus amigos están ocupados — justo dijo eso y se escucha ruido en uno de los probadores, solo acelero el paso para no escucharlos cogiendo.
Esperamos pacientemente mientras ella le tiende las cosas que "elegimos" a la cajera, evito ver hacia el frente sintiéndome incomodo no por las compras sino por la pornografía que estaba en la tv detrás de ella, solo veo a quien nos atendió perderse entre los estantes, volteo hacia la cristalera, donde estaban los maniquíes en batas de dormir como si esta no fuera una tienda de sadomasoquismo, la gente pasa sin problema ni prestar atención, me imagino que esa era la razón, no era una tienda llamativa desde fuera, me imagino que solo los que sabían que vendían con exactitud entraban a este lugar, en eso veo a la loca de cabello azul brillante acercarse de nuevo con una cajita en las manos.
— Obsequio de la tienda al ser su primera compra, me dijiste que estas te gustaban así que no quise arriesgar a darte algo con lo que no habías probado — antes de poder procesar lo que dice le tiende la cajita a la cajera la cual anota un código en la caja.
— ¿Quieren una tarjeta de socios? — pregunta la que nos cobra.
— No — decimos inmediatamente los dos al mismo tiempo.
— ¿Seguros? pueden acumular puntos y así llevarse cosas gratis cuando junten los suficientes para lo que sea que quieran de regalo, además de que contamos con descuentos a nuestros afiliados y les mandamos nuestros catálogos por correo cuando llegan cosas nuevas para que puedan adquirirlas antes de que salgan a la venta oficial.
— Solo estamos de vacaciones acá, no es necesario — dice Spreen lo que me hace suspirar aliviado.
— De acuerdo, tengan una tarjeta por si es que vuelven al país, les haremos un descuento del diez porciento en su próxima compra — engrapa la tarjeta en la bolsa que es bastante discreta, es totalmente color negro con el logotipo de la tienda purpura brillante.
— Gracias, muy amables — digo con una sonrisa falsa.
— No hay de que, por esto son ochocientos noventa euros — casi me atraganto con la saliva, ¿tanto por unos trozos de tela?
— Ok — Spreen le tiende la tarjeta que el buro nos dio para el caso, solo pedo suspirar, Rich nos daría la regañada de nuestra vida por gastar tanto en lencería de hombre, ya no había nada que hacer, mi compañero pone el pin y listo, la compra esta hecha.
— Vuelvan pronto — ambas nos sonríen ampliamente, justo va saliendo Orlov acomodándose el pantalón, su acompañante trae cosas en las manos, no presto atención a eso, quería irme de esta maldita tienda.
Solo los esperamos mientras Spreen me mantiene pagado a su lado abrazándome por la cadera y en su otra mano tiene la bolsa de compra, escuchamos que Orlov paga dos mil quinientos euros por servicio especial y sus cosas que a lo mucho eran tres, pero tampoco me interesaba que hacia con su dinero, salimos de la tienda con el ruso rebosante de alegría, yo solo puedo pensar en que chingados le diríamos a Rich sobre el dinero gastado, esos casi novecientos euros eran más de la mitad de mi sueldo semanal, yo ni loco gastaría esa cantidad de dinero en trozos de tela, agradecía que esto salía del bolsillo de la agencia.
Vamos hacia un restaurante bastante caro, no me preocupo pagaría el loco ruso, siempre que teníamos la desgracia de comer con él se encargaba de la cuenta, siempre decía que le gustaba mantener a sus socios contentos, solo quería irme a nuestra habitación de hotel y dormir, no quería pensar en todo lo sucedido hoy que solo me confundía demasiado, sé que Spreen solo había estado bromeando conmigo, siempre no hemos llevado así... bueno no a tal grado de que para molestar al otro le demos un beso o le compremos lencería, pero si hemos hecho bromas pesadas al otro, esta podría ser una de ellas sin ningún problema, como aquella vez que me lleve su ropa en la academia y lo hice ir desnudo hasta los dormitorios o esa vez donde rompió mi ropa de entrenamiento de forma ligera y a la hora de agacharme se rasgara por completo dejándome semi desnudo frente a los nuevos reclutas, no debía sobre pensar las cosas, ambos éramos muy buenos amigos con demasiada confianza, esto no había sido nada fuera de lo común.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de los policías que cada vez son más gays aunque lo nieguen xD, ¿Qué les pareció? (Esto es nota de Wattpad por si quieren participar en la votación, si comentan aquí también serán tomados en cuenta sin problema)
Antes de pasar a las notas de la historia vengo a avisarles, acabo de iniciar una votación porque el 29 de Julio se cumplen dos años que llevo escribiendo en la plataforma, así que tal como paso el año pasado que hice especial, esta vez volverá a pasar, pero esta vez no será un Three shot, sino que una historia más larga que será a elección por completo de ustedes, al estar celebrando TODO esta permitido, literalmente TODOOO, cualquier ship de cualquier fandom, ya sea Marvel, Cubitos, Stranger Things... yo que sé de chinitos, lo que sea, pónganlo y será tomado en cuenta.
Ahora si, volvemos a la historia, ¿Cómo ven al Spreen? se le voto la canica al wey, ya entro en demasiada confianza, ¿o no?, obviamente lo de elegir la lencería y todo eso solo era para molestarlo... ósea si eligió la que más sexy le pareció, pero cuando volteo a ver a su compañero pensó que en Roier se vería mejor lo sencillo, ya que era atractivo y no necesitaría de encaje u holanes para llamar la atención o verse muy bien, obviamente no es que piense que el encaje no vaya con Roier, solo que no lo necesita para verse sexy, ¿si me explico?
La neta el Sprite ya esta más volteado que tazo, aunque él no lo va a aceptar, solo se dice que todo eso fue una broma de compas y así jajaja, no pensara mucho en sus acciones, simplemente lo dejara pasar y ya, ¿lo repetirá? seguramente, ya esta tan habituado a estar abrazado a Roier y besarlo cuando están con "sus socios" que no le incomoda... bueno desde el inicio no lo hacia, solo le incomodaba cuando Ro se sentaba en su regazo y tomaba confianzas como susurrarle pegado a su oído, pero ahorita ya es como: si a todo xDD, ya deja la pena atrás.
Mientras que para Spreen esto ya es completamente normal y sin problemas, Roier si esta planteándose las cosas, más que nada porque esta consiente que no es necesario actuar como pareja cuando están solos, que eso de que Spreen le diera un beso, le dijera indirectamente que él era guapo sin usar cosas llamativas, eso de andarlo acariciando en la espalda o costado... simplemente él sabe que eso no algo que Spreen hace, ni si quiera con Mictia lo ha visto así, por eso lo ve rarito, aunque se dice así mismo que es Spreen solo chingando para pasar el rato y no aburrirse, ósea otra de sus bromitas entre ellos.
Así es banda, ya van a empezar con sus homosexualidades y ellos si pueden jugar jajaja, el pedo aquí es que uno será consiente de ello y el otro no, para Spreen simplemente será algo "sin importancia", pero para Roier no, él claro que es consiente que no es normal que tu amigo te bese, que te toque y esas cosas, sobre todo porque él al bromear con todos sus amigos sobre que los va a besar y esas cosas... bueno básicamente sabe diferenciar entre las bromas y lo que es real.b Esta historia es mucho más que solo esta misión en conjunto donde descubrirán que no son tan heteros como creían, sino las consecuencias de la misma y como seguirán trabajando en conjunto después de eso, así que sí, esta historia va para largo :v
El Orlov bien a gusto en la tienda eligiendo que usaría para tirarse a su vieja del momento, y si se preguntan que les dio la vendedora a los chicos como cortesía, fueron las bolas chinas que Roier dijo que le gustaban jajajaja, no las van a usar, se las van a regalar al Osvaldo cuando vuelvan a casa, ese wey se va a llevar chingos de cosas de regalo por ser el único gay oficial de su grupo, Farfa y Aldo son bisexuales así que ni de pedo usarían lencería de hombre o las bolas... al menos no en ellos mismos.
AlisLang ~
Chapter 17: ¿Esto será rutina?
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Un día más de esta pelotudes, estaba re cansado de Orlov y Martínez, no podíamos hacer sumamente nada porque nos seguían como si fueran nuestra sombra, creo que a este punto había besado más a Roier que a Mictia, ni si quiera era algo que me molestara, me sentía re cómodo con mi amigo, tal vez al inicio nos costo un poco, pero ahora que llevábamos acá tres semanas ya era nuestro día a día, si esto era un matrimonio de verdad... no era tan malo como pude haberlo pensado.
Esperaba que en verdad así fuera mi matrimonio con Mictia... si es que nos casábamos, había estado escuchando a Roier sobre mi compromiso y lo mal que estaba que mi mina me tratara para la mierda, a decir verdad al principio creía que ella tenia buenas razones para quejarse de todo, pero... todos tenían razón en que no es que yo estuviera haciendo algo mal, era mi laburo y todo mi tiempo libre se lo dedicaba a ella, así que el que debería quejarse por sus boludeces era yo, Ro tenia razón, no merecía que me tratara así solo por que no podía estar todo el tiempo ahí pendiente de ella, yo también merecía que ella me entendiera como yo la entendía a ella.
— ¿Tu que opinas mi amor? — salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de mi amigo el cual también acaricia mi mano sobre la mesa.
— Lo que quieras, sabes que no tienes que pedir mi opinión para todo cariño — mi atención vuelve a la cartilla, estábamos en el restaurante del hotel para cenar, Orlov y Martínez están un par de mesas separados, si creen que son disimulados están muy equivocados.
Me enfoco en la charla superficial que Roier inicio, este no era el momento ni el lugar para comenzar a cuestionarme si mi compromiso era correcto o no, al terminar noto que mi amigo recibe un mensaje el cual lee de forma rápida, noto que su semblante cambia por completo haciéndome sentir mucho más alerta de todo a nuestro al rededor, me toma de mi mano y me lleva directamente al ascensor, sé que vamos a la habitación, repentinamente me siento ansioso, espero y no sean malas noticias como tener que quedarnos aquí otro mes más porque no creo poder soportar otro mes siendo observado como animal en zoológico.
Al llegar a nuestro piso Roier prácticamente corre a la habitación, solo puedo seguirlo de cerca, incluso tengo que ser yo quien cierre la puerta porque él va directamente hacia la cama levantando el colchón para sacar su portátil, me aseguro de poner el pestillo, prendo la televisión a volumen alto en un canal cualquiera de la televisión francesa, se queda hincado a la altura de la cama prendiendo su laptop, no sé que sucedía, pero por alguna razón no quiero preguntarle, al menos no hasta que termine de hacer lo que sea que debe hacer.
Me siento en el sofá que esta en nuestra suite solo observándolo para no perderme ningún detalle, su rostro esta completamente serio mostrando que esta concentrado, cuando veo que hace una mueca me levanto, cierro la terraza y comienzo a correr las cortinas dejando la suite solo con la luz artificial de los focos, mi compañero se incorpora y marca un numero, comienza a caminar de un lado hacia el otro mientras espera a que lo atiendan, cierro las compuertas que separan el living y la habitación para intentar sofocar el ruido de la TV, no podía apagarla porque era lo que nos garantizaba que lo que sea que vaya a tratar no salga de la habitación.
— Antoine, j'ai besoin que vous preniez en charge l'affaire d'homicide qui se déroule près de l'entrée du métro Gare du Nord, ligne quatre (Necesito que te hagas cargo del caso de homicidio que está en curso cerca de la entrada de la estación de metro Gare du Nord, línea cuatro) — solo puedo quedarme callado, no le había entendido absolutamente nada.
Sigue parloteando en un francés bastante fluido, en verdad estaba hablando tan rápido que a pesar de yo estar haciendo un esfuerzo sobre humano para tratar de entender aunque sea un poco lo que sucedía, solo estaba ocasionándome una migraña, pero debía ser algo grave si mi compañero estaba agitado y dando detalles sobre la situación, en un punto su diatriba termina de forma abrupta o al menos yo lo sentí así lo cual era lógico al no entender nada, seguramente se despidió y yo ni si quiera pude notarlo... tal vez debería haber estudiado un poco de Frances antes de venir a la misión.
— ¿Qué sucedió boludo? — pregunto abruptamente sin poder evitarlo la curiosidad y ansiedad me estaban matando.
— Esto es una pinche pendejada... wey, neta que el pinche Orlov... o Martínez, cualquiera de los dos acaban de cagarla bien pinches culero y a una puta semana del maldito golpe, debemos ir con ellos y darles una putiza — continua con su andar acelerado así que me pongo frente a él tomándolo de los hombros de forma firme para que me viera.
— ¿Qué porongas pasa?
— Tal parece que una de las chicas de trata de blancas que estaban transportando era hija del representante del consulado del Salvador, esta muerta wey, la mataron los pendejos, eso solo hará que haya problemas de jurisdicción por lo tanto tener problemas internacionales — se va poniendo rojo de lo rápido que me explica sin tomar aire.
— ¿Cómo sabes?... es decir... ¿Quién te aviso? — pregunto realmente confundido, esta bien que somos el FBI y la información nos llega rápido, pero esto... fue demasiado rápido.
— Esta en las putas noticias, Aldo me mando el pinche link, dijo que deberíamos encargarnos de esto lo más pronto posible, él ya esta tratando con asuntos internacionales, me pidió avisarle a nuestros agentes y compañeros de la policía para que tomen el caso y esto no se haga muchísimo más grande de lo que debe ser, aun no identifican el cuerpo de forma oficial o al menos eso dicen en las noticias, pero tal parece que la autopsia termino y confirmaron su identidad... ni si quiera el pendejo del consulado sabe que estaban traficando con su hija, ni si quiera yo sé que chingados esta sucediendo, pero esto es... una jodida niña de doce Spreen, ¡Doce! — exclama molesto.
— Shh, tranca Ro, debes calmarte un toque — lo abrazo con fuerza para darle apoyo y seguridad, paso mis manos por su cabello y espalda tratando de que tome un respiro.
— Es que... no chingues, neta... que pinche desesperante — dice con la voz temblorosa del enojo.
— Debes calmarte, tenemos trabajo que hacer y... — me empuja alejándose mientras me ve enojado.
— ¿Cómo esto no te pinches enoja?, son niños, ¡niños que se supone deben estar seguros porque se supone que ese es nuestro jodido trabajo! — lo tomo por los hombros de nueva cuenta.
— Roier... sé que te re pudre que lo diga, pero ese no es nuestro trabajo, no en este momento y claro que me enoja, me hace sentir re furioso por que esos hijos de puta están libres lastimando gente, porque no son solo niños, también hombres, mujeres... son muchas personas re afectadas solo porque un día esos hijos de puta se levantaron de la cama y decidieron ser maldita escoria, pero en este momento no podemos permitirnos salirnos del carril, estamos a una jodida semana de atraparlos con un cargamento enorme de armas robadas y no solo eso, sino que se esta coordinando el rescate de esos pibes y minas que están siendo maltratados, no estamos sentados haciendo nada Ro, estamos laburando, te re entiendo, también me siento frustrado, cansado de toda esta pelotudes, pero gracias al trabajo que estamos haciendo acá es que lograremos atraparlos y si se resisten terminaran muertos — el silencio se hace en la habitación, solo el ruido del televisor de fondo.
— Es que... me siento tan impotente — dice con la voz rota mientras respira de forma lenta.
— Lo sé, yo también — vuelva a abrazarme con fuerza, solo puedo sostenerlo mostrando que no esta solo en toda esta mierda.
— Perdón si estoy siendo bien pinches gruñón y todo eso... es que... nunca habíamos tenido que estar sentados esperando — paso una de mis manos por su cabello.
— Lo sé... pero en esta ocasión no podemos ser los locos que se lanzan de cabeza en todo el quilombo, esta vez debemos ser más inteligentes, más estratégicos.
— Lo sé chingada madre, neta que lo sé — se aparta del abrazo y vuelve a su andar nervioso, lo dejo estar porque parece que necesita sacar su frustración de alguna forma.
— Ya falta poco Ro, solo unos días más y los tendremos — ambos suspiramos a la vez.
— Debemos hablar de esto con Orlov y Martínez... bueno tu debes, esto esta haciendo ruido por lo tanto la actividad policiaca en las calles aumentara y eso puede entorpecer nuestro objetivo — me recuerda mientras se sienta en la cama.
— Bien... ¿ya estas tranquilo? — lo veo tomar una profunda bocanada de aire la cual suelta con lentitud.
— Sí... ya estoy bien.
— Dale, debemos darnos una ducha y después debemos reunirnos con ellos, les mandare un mensaje de que necesitamos hablar — tomo el teléfono y hago lo que digo, Ro ya esta buscando su ropa para ducharse.
El tiempo pasa más rápido de lo que deseo, Orlov me dijo que si quería hablar con él debería ir a su casa de seguridad a las afueras de Paris, que él se estaba encargando de algo importante por lo tanto no podía estar acá en el hotel, Roier y yo nos vestimos de forma discreta, tal como se esperaba las calles de parís estaban llenas de policías y militares, por lo visto aquí no era tan común que hubiera asesinatos, no como en estados unidos, subimos al auto deportivo y vamos hacia la dirección que el ruso me dio.
El trafico en las calles es bastante más que antes del homicidio lo cual es normal, seguramente están haciendo revisión de autos al azar a eso sumándole que el metro suspendió sus labores por el resto del día para que la policía pudiera investigar con libertad, era totalmente un caos, tardamos dos jodidas horas en llegar al sitio, ya había anochecido por completo, eran casi las nueve de la noche, para sorpresa de nadie era evidente que había una puta fiesta, no entendía en que mierda estaban pensando cuando había tanta policía en las calles, esto era jodidamente imprudente, me alegraba tanto no ser el pelotudo de Ivanov sino tendría una ulcera del enojo por lo estúpidos que eran mis "socios"
Entramos a la casa de seguridad con determinación, sostengo a Roier de la mano con fuerza y me aseguro de que nadie nos choque con sus bebidas, encontramos a Orlov jugueteando con dos de sus zorras y Martínez esta en la sala principal metiéndose cocaína por la nariz mientras una pelotuda trata de subírsele encima, solo quería gritar, sacar a toda esta gentuza de acá y ponerme a gritar como histérico para que me dieran una jodida explicación de la mina muerta y porque carajos estaban acá drogándose y traficando drogas cuando la policía esta prácticamente pegados a nuestro orto.
Esto estaba siendo desesperante, avanzar entre tanta gente re fumada se estaba convirtiendo en un verdadero reto, sobre todo porque algunos se nos pegaban buscando un chape o trio cosa que ni en pedo aceptaría, no con estas personas, los franceses estaban locos, jodidamente locos, cuando podemos llegar hasta el ruso, este ya esta yéndose a garchar con sus dos putas, ni si quiera me deja decirle nada solo me grita: "ya vuelvo Ivanov, me voy a follar a estas dos zorras y vuelvo, puedes tomar lo que quieras, hay chicos por todos lados elige el que más te guste" y se encierra en la habitación del fondo, solo puedo voltear hacia mi compañero que esta evidentemente estresado por tanto ruido, ni si quiera en las jodas de la academia donde todos éramos unos pibes borrachos y en busca de garchar con quien se dejara habían sido tan alocadas como esto.
— ¿Qué vamos a hacer? no creo que Orlov salga pronto, estaba bien pinches drogado seguramente ni si quiera va a poder coger, se quedara dormido — me dice en el oído para que pueda escucharlo perfectamente, volteo hacia Martínez al cual le están practicando sexo oral, rápidamente desvió la vista.
— Si el hijo de puta me hubiera dicho que sus asuntos importantes eran drogarse y garchar no nos habría traído, esto es una tontearía, salgamos de acá — paso mi brazo por su cadera para sacarnos de esta locura, caminamos entre la gente de forma bastante incomoda.
Solo puedo sostener fuertemente a mi compañero cerca de mi, nos empujaban y en más de una ocasión nos tocaban, no podemos llegar a la puerta, nos paramos en un rincón para tomar aire, esto era asfixiante, agradecía no tener claustrofobia o ya habría tenido un ataque de ansiedad, estaba por intentar salir de nueva cuenta pero Roier me toma de ambos brazos para que me enfocara en él lo cual hago de inmediato.
— Mira eso — volteo de forma disimulada, pero no logro captar nada.
— ¿Qué es lo que debo ver?
— ¿Esa de ahí no es la rubia que entro con Orlov? — busco entre la multitud una cabeza rubia, el problema es que había varias, pero después mi vista se enfoca en una chica que esta inclinada sobre la barra inhalando drogas.
— Lo es — comienzo a pensar en como pasar a toda esta gente e ir a la habitación donde el ruso seguramente este re dormido, si podíamos tomar su teléfono seria una gran ayuda.
— Debemos buscar sus cosas — me dice Roier, tal parece que tuvimos la misma idea, volteo a verlo y me doy cuenta de lo pegados que estamos, literalmente pegados con mi mi brazo rodeando su cintura y él tiene sus manos en mi pecho, trato de dar un paso hacia atrás, pero trastabillo un poco por un tapete.
— Ándate a cagar — murmuro par mi mismo al jodido tapete.
— Tal vez si nos separamos sea más fácil avanzar, puedo distraer a la chica rubia, tu entra a esa habitación seguramente la morena y Orlov se quedaron dormidos antes de iniciar y si tiene el pito de fuera...ni modo no lo veas — bromea conmigo, sonrió mientras niego con la cabeza.
— Ni quien quiera ver su pija pequeña — ambos nos reímos con ganas, mi amigo me da una palmadita amistosa en el costado.
— Anda, ve, yo me quedo aquí y me aseguro de que nadie se de cuenta que entraste ahí.
— Dale, tené cuidado, si alguien más que no sea yo intenta chapar con vos no te dejes, no me seas infiel — bromeo un poco haciendo que me sonría en grande.
— Si no quieres que eso suceda entonces apresúrate... te hare espacio — ni si quiera me deja decir algo, se aparta de mi mientras empuja con fuerza a un pibe bajito contra un par de chicas las cuales se quejan.
No tardan en hacer espacio para ayudar a las minas y al pibe el cual esta balbuceando cosas en francés, aprovecho la gran ventana que me abrió mi compañero, me deslizo entre la gente sin problema, en menos de dos minutos llego a la habitación, escucho con atención para asegurarme de que dentro no estén garchando, cuando no me llega ningún tipo de sonido abro la puerta con suma lentitud, asomo solo un poco y efectivamente el ruso esta completamente inconsciente, ni si quiera lograron quitarse la ropa, la otra mina esta completamente desmayada.
Entro con todo el cuidado que se puede tener en medio de una fiesta de drogas, camino a paso rápido hacia el buro, no había nada, suspiro resignado, tendría que revisar sus malditos bolsillos, me acerco a la cama rodeándola un poco para tener más fácil acceso al ruso, cuando intento meter mi mano en el bolsillo delantero la mina se remueve en la cama haciendo un ruido al caer al suelo, solo puedo quedarme quieto esperando que el estruendo no despierte a mi supuesto socio sino todo se iría a la re contra mierda, para mi buena suerte eso no sucede, el pelotudo sigue roncando, rápidamente meto mis manos a sus bolsillos, solo encuentro más droga, dinero y sobres de lubricante.
Le doy una rápida mirada a la habitación, pero no veo nada relevante, doy un par de pasos hacia atrás para irme, pero un destello en el suelo llama mi atención, me agacho y alzo el cubre colchón y ahí bajo la cama esta el teléfono, seguramente se le cayó, lo tomo rápidamente, me levanto y camino a la salida, escucho un balbuceo a mi espalda, volteo y la mina esta despertando, esa era mi señal, salgo y cierro la puerta con delicadeza, sin pensármelo mucho me meto entre la gente para perderme de vista, busco a mi compañero con la mirada, lo encuentro en la barra recargado coqueteando con unas cuantas chicas.
Me abro paso y cuando llego a su lado solo observo con atención, mi amigo al notarme solo le sonríe a las chicas mientras se despide con un guiño de ojo, ambos caminamos hacia el rincón donde no había gente.
— ¿Lo encontraste?
— Sí, dale salgamos de acá — lo tomo de la mano, pero me jala hacia él.
— No... seria mejor revisarlo aquí, pasarnos las cosas y dejarlo, así Orlov lo encontrara en su fiesta y...
— Eso no importa, esta re drogado, asumirá que se lo robaron — nos observamos entre nosotros cada uno firme en su idea.
— Si Orlov busca ese teléfono y lo rastrea hasta nosotros nos meteremos en un pedo bien pinches grande, no seas terco debemos... — lo tomo de la nuca juntando nuestros labios, se queda completamente quieto.
— Ve cerrando el orto — sonrió fanfarrón, en verdad era una gran manera de callarlo, esta era la segunda ocasión en que lo hago y es la segunda vez que se queda completamente en silencio y ruborizado.
— E-Es enserio, debemos — le doy otro beso, me toma de la camiseta con fuerza apartándose — no puedes callarme cada que no estoy de acuerdo con tu plan — relamo mis labios viéndolo con atención.
— ¿Seguro? — ambos nos retamos con la mirada, simplemente era ver quien cedía primero.
— Rastreara el teléfono y no podemos quitarle la tarjeta SIM porque ahí tendrá información de contactos, esto es enserio, tu mismo lo dijiste, hay que ser... — junto nuestros labios de nueva cuenta, esta vez de forma más casta y no solo un pico, nos separamos viéndonos a los ojos.
— ¿Ya podemos irnos? puedo hacer eso toda la noche si es necesario — se ríe ligeramente.
— No, tenemos que ser más inteligentes, ¿recuerdas? — solo niego con la cabeza sin alejarme de su espacio personal.
— No podremos revisarlo a fondo si hacemos lo que vos decís, necesitamos dárselo a... nuestros amigos para que puedan desactivar su rastreador y lo revisen — hace una mueca contrariada.
— ¿Al menos revisaste que ese teléfono sea el suyo? — cuestiona serio, aparto mis manos de su cintura y saco el móvil, el fondo de pantalla es literalmente una mina abierta de piernas, esta desnuda, se lo muestro — es suyo — Ro solo rueda los ojos.
— Cualquier pervertido tendría eso en su teléfono — solo sonrió con egocentrismo.
— ¿Cuántos lo tendrían en ruso? — señalo donde dice la fecha y en la esquina izquierda de la pantalla unas letras que no sabia que decía.
— Bien, tu ganas, vámonos — me toma de la mano entrelazando nuestros dedos, caminamos entre la gente con cuidado.
Cuando salimos de la casa tomamos una gran bocanada de aire, entre aliviados y por el simple hecho de respirar aire fresco sin olor a marihuana, sudor, desodorante barato entre otras cosas que era mejor no catalogar, apago el aparato por las dudas, le mando mensaje a Farfa para decirle que les daremos el móvil de Orlov para que el FBI pueda revisarlo y desactiven su sistema de GPS para que no pudieran rastrearlo, entramos al auto y conduzco de vuelta al hotel.
— ¿Esto será rutina? — pregunta mi compañero.
— ¿Qué cosa?
— Que me beses cuando quiero decir algo que contradice tus ideas — volteo a verlo con una sonrisa divertida, el esta observándome con detenimiento.
— No... — sin poder evitarlo mi sonrisa se ensancha.
— Pendejo — me da un golpe en el brazo haciéndome reír.
— Dale, solo... es para que me dejes hablar y exponer mis ideas, ¿te molesta? — pregunto divertido, lo escucho resoplar.
— Yo también quiero que escuches mis ideas y no por eso te ando callando — relamo mis labios sin poder evitarlo, aun podía sentir el fantasma de la suave boca de mi amigo.
— Bueno, podés intentarlo, pero yo no me quedare callado con un beso, acá el de las buenas ideas soy yo.
— Pendejo, prepotente... has lo que quieras, pero también tengo voto aquí y yo no te daré un beso para que me escuches, te pateare los huevos culero.
— Podés intentarlo, vos no tenés el corazón para golpearme — me encojo de hombros con seguridad.
— Ay ya... me reusó a continuar con esta conversación.
— Vos la iniciaste.
— Bien, la estoy terminando ahora — volteo a verlo y esta cruzado de brazos enfurruñado.
— Sos un nene berrinchudo — le palmeo el muslo amistosamente.
— Ya, no quiero hablar contigo, me voy a dormir — se voltea recargándose en la ventanilla.
— ¿Queres otro beso de buenas noches? — lo molesto un poco, lo escucho bufar.
— Pendejo.
— Ahora vos sabes lo que se siente — sonrió en grande.
— ¿Pase de cazador a la oveja? — ambos nos reímos con ganas.
— Sí... eso sucedió.
Ahí muere la conversación con un silencio realmente cómodo, ahora entendía porque Roier molestaba con estas cosas, era divertido sacar de quicio a mi compañero, además de que Ro y yo temíamos una confianza ciega en el otro que hacia las cosas re fáciles, sin complicaciones, sin dramas, solo llegar a un acuerdo entre ambos, tal vez ahora lo estaba jodiendo con lo de los besos, pero en verdad escuchaba a mi mejor amigo, claro que tomaba en cuenta sus opiniones y sus ideas, él lo sabia, esto solo era la broma del momento, llegaría el momento donde él encontraría algo mejor con lo que joder y ese seria mi turno de encontrar algo todavía mejor, lo importante aquí es que obtuvimos una ventaja contra Orlov, una que ni si quiera estaba en los planes, esto seria interesante, esperaba que el ruso no se tomara muy enserio lo de rastrearlo.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes gays que cada día toman más confianzas que no deberían, en fin... lo que pasa cuando solito te volteas como tazo xDD ¿Qué les pareció?
Y si, digo: cuando solito te volteas, porque el Spreen es quien solito anda ahí besando al Roier solo porque quiere, ni si quiera Ro es como que lo provoque o lo haga cuando lo molesta, simplemente el Sprite esta tipo: hay que ganas de darle un agarrón a mi amix, /lo besa xDD.
Como notan amos están tomando las cosas con perspectivas realmente diferentes, mientras para Spreen es como un "juego" una "bromita", para Roier si es más serio, claro que esta pensando las cosas, las esta analizando, obviamente llega a la conclusión de que solo es bromita de compas, al final del día están de encubierto de esposos, claro que tendrían que besarse... ¿ustedes ya cuentan esto como infidelidad o neh?
Tengan en cuenta que ninguno de los dos esta pensando en sentimientos homosexuales... bueno sí, pero no como tal de: Hay como que se me antoja coger con mi compa, sino... bueno las cosas se están dando de forma natural, como algo entre compañeros y amigos, ojo, no los justifico porque claramente esta mal lo que están haciendo porque ambos ya pasaron la barrera de amistad a algo más, aunque no se den cuenta, besarse, tomarse de las manos, abrazarse de la forma en que ellos ya lo están haciendo ya no es de amigos wey, ellos están tomando comportamientos de pareja sin que se den cuenta.
¿Ustedes si notan esa diferencia? quiero decir, tal vez para ustedes no este mal consolar a un amigo y todo eso, pero... una cosa es consolar a tu amigo, abrazarlo, motivarlo a superarlo y otra cosa hacer promesas, dormir abrazados despues de ese consuelo y no solo dormir abrazados sino abrazados y tomándose de las manos... ellos están cruzando la línea que siempre estuvo bien marcada, también esta el hecho que Spreen esta planteándose su relación y haciendo comparativas de como es con Roier, literalmente el Spreen esta abriendo los ojos de que su relación no es sana, pero de una manera muy... cuestionable moralmente hablando.
Mientras que Roier esta muy tipo: ¿Qué mierda pasa? para después decir: nah, para que me altero si es de compas, pero a pesar de decirse eso así mismo esta siendo consiente de que eso no es normal en los amigos porque los amigos NO SE BESAN, tampoco es normal que si tu amigo te besa solo dejarte sin intentar detenerlo porque eso es lo que esta sucediendo, Spreen lo esta besando y Ro no lo detiene, ni si quiera le reclama de verdad solo es tipo: ¿Vas a seguir con tus bromas? ¿si? bueno, que cómico es mi compa.
Ambos están mal, ambos no están haciendo las cosas de forma correcta y tampoco se las están tomando con la seriedad que deberían y ¿saben que significa eso?... exactamente PROBLEMAS, ni modo, si esperan no sufrir aquí y que el único obstáculo será terminar con sus novias actuales están bien pinches mal, como les dije: esta historia va para largo, no solo investigaran esto, habrá más casos y todo eso para que lo policiaco y el romance vayan de la mano y obviamente los problemas que eso puede acarrear.
Se que seguramente dirán: ¿Por qué siempre las complicaciones vienen de Spreen? porque como les dije, a Spreen le costara aceptar que esta enamorado de Roier, y respondiendo a la pregunta... porque yo me baso en las personalidades de los cubitos, Spreen cubito siempre ha sido más cerrado a ideas, a aceptar ayuda, aceptar cuando la cago, incluso a interactuar con otros cubitos que no conoce bien y esas cosas mientras que Ro cubito siempre ha sido abierto, coqueto, amigable y sin miedo a pedir ayuda, además de chinga quedito con ciertos cubitos CofcofBadBoyHaloCofcof así que por eso los fics mayormente se desarrollan así, con que Spreen es más orgulloso y cerrado, así que bueno, acá se respetan las sagradas escrituras, ósea los antecedentes que han dejado estos dos cubitos cuando interactúan.
Pero bueno, una vez aclarados esos puntos... eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <33
AlisLang ~
Chapter 18: Ya falta poco.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Despierto al escuchar un fuerte ruido, venia de la habitación de al lado, cuando mis ojos enfocan me doy cuenta que estaba dormido abrazando a mi amigo, él parece dormir como un jodido oso, a pesar del estruendo seguía re perdido, por alguna razón me sentía re cómodo así con él, era muy cálido, pero antes de volver a cerrar los ojos para volver a dormir sin importarme una poronga si es raro dormir de esta forma con alguien más que no sea mi mina, en este momento poco me importaba, escucho otro fuerte ruido, esta vez como si se hubiera caído algo de cristal, es ahí cuando recuerdo que el día de ayer habíamos robado el teléfono de Orlov.
Me aparto del cómodo abrazo y me pongo de pie tomando unos pantalones que yo mismo deje ayer en el suelo, tomo el portátil de mi compañero encendiéndolo para ver las cámaras de seguridad hackeadas, una vez abro el programa me concentro en ver si había algo destacable, algo que me diera una pista de lo que pasaba, pero no había movimiento en los pasillos y dentro de las habitaciones no había ningún tipo de cámara, otro fuerte ruido es lo que despierta a Roier, parece desorientado escaneando la habitación, cuando su vista se detiene en mi frunce el seño.
— ¿Por qué chingados haces tanto ruido? estoy cansado wey, cállate un rato ¿no? — en eso se escucha otro fuerte ruido y un grito fuerte de mujer, ambos nos ponemos de pie, él tropezando con su propia ropa del suelo.
— Creo que es la mina favorita de Orlov — digo como conclusión... pero ¿Qué no su habitación era la de enfrente? ¿Qué hacia en la habitación de al lado?
— Debe estar buscando su teléfono — murmura como si pudiera escucharnos lo que me hace reír.
— No tenés que susurrar, ni en pedo nos escuchara con todo el quilombo que esta armando... iré a tocar la puerta para quejarme — dejo el portátil en la cama.
— ¿Estas loco? ¿Por qué harías eso? — me toma del brazo impidiendo que avance.
— Por que se supone que somos unos trolos que les gusta las cosas a su modo y créeme que yo quisiera dormir más, así que me quejare — me encojo de hombros, solo rueda los ojos soltándome.
— Como tu quieras pendejo, no nos pongas vayas a ponernos en la mira — me recuerda como si fuera un pelotudo.
— No hare eso, cámbiate para ir a desayunar algo, debemos contactar a Farfa y ver si ya están codificando ese teléfono, estamos a unos días del gran golpe y toda la información extra será de mucha ayuda.
— Lo sé... mientras tu peleas con el ruso loco yo me daré un baño.
Solo puedo asentir y caminar hacia el recibidor, salgo de la habitación dejando la puerta abierta para poder entrar porque no me traje la llave, toco la puerta con rudeza mostrando que estoy re enojado porque no me dejan dormir, la puerta se abre, como pensé era la mina favorita del momento de Orlov, tiene un horrible hematoma en la mejilla, marcas de mano en el cuello demostrando que la habían estrangulado, ella me ve con pánico, pero antes de que pueda decir algo el ruso la aparta de un empujón fuerte.
— Oh... Ivanov... ¿estábamos haciendo mucho ruido? — pregunta como si la mina esa no estuviera toda golpeada y haciéndose pequeña detrás de él.
— Sí, mi marido y yo tuvimos una noche... intensa ¿si sabes a lo que me refiero? nos gustaría que se callaran, queremos poder dormir, se supone que en este sitio es lujoso porque estas cosas no suceden así que si vas a jugar al sadomasoquismo hazlo en una habitación lejos de la nuestra — digo completamente metido en mi papel remarcando el acento ruso.
— Claro... estuvieron en mi fiesta, ¿se fueron temprano? cuando salí de la habitación ya no estaban por ahí — me observa con detenimiento, me pongo ligeramente nervioso, se supone que él estaba re drogado y seguramente no nos recordaría.
— Nos fuimos una vez entraste a follar, era evidente que estabas sumamente drogado, no iba a esperar a que se te pasara, el tema que aun tenemos pendiente es demasiado importante como para hablarlo contigo completamente perdido — respondo con dureza, se cruza de brazos recargándose en el marco de la puerta.
— ¿Tiene que ver con el asesinato de esa zorra? — pregunta divertido, muerdo el interior de mi mejilla tratando de controlar mis ganas de golpearlo.
— Sí, sé que ustedes fueron quienes lo hicieron, no necesito preguntártelo así que tampoco lo niegues... hablaremos de ello con Martínez, ambos deben escucharme — me doy la vuelta con molestia.
— Ivanov... nosotros lo arreglaremos — dice a mi espalda, solo lo ignoro entrando en la habitación.
Vaya pelotudo, moría por que el día llegara y poder arrestarlos, sabia que se resistirían y claro que disfrutaría someterlos y golpearlos un poco, me detengo de golpe al ver a mi compañero con solo una toalla en la cintura mientras elige su ropa, su piel sigue húmeda, su cabello goteando, aparto la mirada, ¿Qué me pasaba últimamente? esto nunca me ha incomodado ni tampoco había sentido curiosidad por verlo, es más lo había visto desnudo varias veces en la academia, pero en este momento mi vista volvía a su cuerpo mientras se viste, definitivamente me hacia falta garchar con mi mina, solo era eso.
Decido dejar de ser un boludo que ve a su mejor amigo secarse y vestirse, yo mismo entro a la ducha, al salir Roier ya esta completamente listo, esta en el portátil, al igual que él elijo mi ropa, me seco, aunque presto atención a si me ve de la forma en que yo lo vi, pero no lo hace, esta concentrado, cuando alza la vista solo me dedica una sonrisa.
— Wey, Aldo me dijo que lograron tomar el caso de homicidio, controlaran el pedo burocrático y esas cosas... ¿te vas a quedar sin camisa? no es que me moleste, pero se supone que iríamos a desayunar — me recorre con la mirada antes de volver su atención al portátil.
— Ya voy... Orlov sabe que estuvimos en su fiesta, no sé si lo recordó o sus chicas le recordaron, debemos ser cuidadosos para que no sospeche que tenemos su teléfono — le cuento mientras me pongo la camiseta, me siento en la cama para ponerme el calzado.
— No tiene porque sospechar, me asegure de que nadie te viera entrar o salir de ahí — se encoje de hombros apagando y guardando la laptop en un sitio seguro.
— ¿Cómo hiciste eso?
— Fácil, inicie una ronda de juegos de bebida, motive a unas chicas a bailar sobre la mesa y eso llamo tanto la atención que nadie volteo hacia las habitaciones, por eso cuando volviste estaba con las chicas coqueteando.
— Sos un boludo, pero eso funciono así que no cuestionare tus métodos.
Ambos salimos de la habitación manteniendo una charla ligera sobre lo que haremos al volver a casa, mientras que yo me moría por dejar de hablar con este acento, Ro quería dejar de vestirse afeminado, aunque le quedaba... no se lo dije, que algo le quedara bien no significaba que a él le tuviera que gustar, además de que el Roier vestido con oversize era igual de atractivo... tal vez más porque estaba siendo él mismo, sacudo la cabeza, no era momento para pensar en que le quedaba mejor a mi mejor amigo, solo él podía decidir que usar y que no.
Estamos a mitad de desayuno cuando Orlov y Martínez se nos unen, se sientan con nosotros sin preguntar si quiera, Roier rápidamente guarda silencio, yo les dedico una mirada molesta, ¿acaso esos locos no podian dejarnos solos por cinco minutos?
— Bueno, ya estamos aquí y podemos hablar de lo que quieran... tienes un poco de mermelada por aquí, primor — suelta Martínez antes de tomarse el jodido atrevimiento de tomar a Ro por la barbilla y pasar su pulgar por sus labios, doy un fuerte golpe en la mesa mientras mi amigo se sacude su agarre con evidente molestia.
— Vuelve a tocarlo y despertaras sin manos — amenazo directamente.
— Tranquilo amigo... solo ayudaba a tu lindo esposo, debe ser fascinante tenerlo en todo tipo de posiciones — me guiña un ojo, me pongo de pie con la intención de golpearlo, Roier me toma por el brazo impidiendo que haga una boludes.
— Tranquilo mi amor, solo unos días más y podremos volver a Rusia — me dice dulce, me dejo caer en mi silla realmente furioso, ¿Qué sucedía con ese loco?
— No es personal amigo... solo digo... que entiendo porque te gusta ver como se lo cogen, ver debe ser igual de estimulante — solo puedo apretar los dientes.
— Entiendo que seas un pervertido que se muere por verme follar con mi esposo, pero estamos aquí por negocios, ustedes mataron a una chica importante — dice Roier tomando las riendas notando que estoy a nada de explotar de coraje, odiaba que hablaran así de mi amigo.
— Una zorra más, una zorra menos ¿Qué más da? — dice Orlov mientras se encoje de hombros.
— Esa zorra era hija de unas de la embajada internacional, pero a ustedes les importa poco sus idioteces, logre que los policías que trabajan para mi tomaran el caso para evitar llamar la atención hacia nosotros, pero eso no evita que haya mucho movimiento policiaco en las calles, eso solo hará que la operación de estos días sea más difícil, así que dejen de hacer esas estupideces o me retiro junto a mis hombres y tendrán que ver como arreglárselas — digo completamente enojado, volviendo a mi papel de mafioso, no podía descontrolarme en estos momentos, solo faltaban cuatro días y todo terminaría.
— Tranquilo amigo, todo saldra como se planeo... bueno tengo que retirarme, necesito reunirme con unos de mis hombres y obtener mi teléfono de repuesto, anoche algún idiota robo el mío, pero no se preocupen todo esta encriptado, solo lamentare perder mis videos porno caseros, tenia uno bastante bueno de unas gemelas que me...
— No me interesa tu mierda, largo de aquí — les digo a ambos, ellos solo se ponen de pie divertidos con mi actitud, se van juntos, poco me interesa, suspiro dejándome caer en el respaldo de la silla.
— Solo cuatro días cariño y todo habrá terminado — trata de animarme mi amigo mientras toma mi mano dándome un apretón reconfortante.
— Cuatro días... en verdad no puedo esperar para volver a la normalidad — me sonríe ampliamente.
— Ya somos dos, al menos tendremos anécdotas divertidas que contar ¿no? — le doy otro apretón a su mano.
— Claro, sobre todo contarle a los pibes de como te quejas al ponerte esos piercing falsos en los pezones — me burlo un poco, resopla soltando mi mano.
— Pinche pendejo, esas no son las anécdotas a las que me refería — solo puedo reírme mucha más tranquilo.
— También podemos decirle a los pibes que nos regalaron unas bolas chinas para que las usáramos... ¿querés que lo probemos? — bromeo haciéndolo rodar los ojos.
— Si quieres meterte cosas por el culo no te juzgo, pero no cuentes conmigo... puedo sacarlas si se te dificulta — me rio ahora mucho más relajado.
— Vos sos quien las usara — antes de que pueda replicar me inclino hacia él dejando un casto beso en sus labios — cerra el orto, terminemos de comer y comencemos a revisar nuestros reportes, hay que adelantar un poco de papeleo.
— Bueno... oye... gracias por defenderme cuando hablan de mi de esa forma — dice completamente serio ahora, nos vemos a los ojos detenidamente.
— Sos mi mejor amigo, claro que no me gusta que hablen de vos como si fueras... solo digamos que para eso están los amigos — me sonríe de forma brillante.
— Gracias de todas formas — se encoje de hombros, suelta mi mano y continua comiendo mientras ahora parlotea sobre que va a extrañar los postres franceses.
Solo puedo observarlo con atención, siempre escuche a la gente decir que Roier era re divertido y amable, que era como el soplo de aire fresco de la oficina ante su actitud siempre positiva y tal, yo lo sabia, en verdad que sí, pero ahora que lo estoy viendo comer, parlotear y la luz del sol le esta dando directamente en el rostro haciendo que sus ojos miel se vean mucho más claros... es que puedo confirmar aun más que lo es... no solo el soplo de aire fresco sino un rayo de sol que hace que lo incomodo ya no lo sea tanto o que hace las situaciones malas e incomodas en que sean mucho más llevaderas, tenia mucha suerte que fuera mi compañero y mi mejor amigo, simplemente éramos la dupla perfecta.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de policías homosexuales que no saben que son homosexuales jajaja... aunque técnicamente son bisexuales, pero bue, lo importante es que les gusta el arroz con popote jajaja ¿Qué les pareció?
La neta el Spreen esta bien pendejo, él ya esta bien enculado y ni se da cuenta, pobre ya veremos como reacciona cuando se de cuenta que no es normal pensar de esa forma de su mejor amigo, que no es normal sabrosearselo, que tener celos no es común, por que a Spreen claro que le molesta que hablen de esa forma de Roier, no solo porque defiende a su amigo, sino porque odia la idea de que gente vea de esa forma a Roier, para el Sprite, Roiler es muy amable y respetuoso como para que hablen así.
Roier en estos momentos ya esta comenzando a cuestionarse porque no detiene los atrevimientos de su amigo, así es ya va a comenzar a pensarlo mejor y no solo: mi compa esta bromeando, así es bandita, Ro estará cuestionándose sus sentimientos y los de su amigo, sobre todo por que se dio cuenta en como Spreen lo ve, no solo cuando se esta cambiando de ropa, sino simplemente cuando charlan o están conviviendo, claro que nota esas miradas intensas y fijas de Sprite.
Estamos a nada de que la operación inicie, seguramente el siguiente capítulo ya será de ellos preparándose para el gran golpe, se viene lo emocionante y no solo lo homosexual, ya desarrolle bastante la relación de estos dos, ahora toca acción de la buena, uff que ganotas banda, prepárense porque cualquier cosa puede pasar, ya sea que algo salga o muy bien o muy mal.
Pero bueno, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado mucho, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 19: Llego el momento.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(Sin editar)
El día había llegado, despues de un mes fingiendo ser esposos, de ser criminales... por fin había llegado el momento por el que habíamos estado trabajando estos días. Nuestra habitación de hotel nunca se había visto tan limpia ni si quiera cuando llegamos, no había nada fuera de su lugar, todo ahora estaba bien empacado y documentado en orden porque una vez saliéramos por la puerta un grupo de agentes vendrían por nuestras maletas y se las llevarían a un sitio seguro.
Abordaríamos un vuelo hacia Virginia una vez la operación terminara... iríamos a casa despues de tantos días sin comunicación con nuestras familias, literalmente no había vuelto a hablar con Tina por seguridad, lo ultimo que escucho de mi fue que había pornografía de fondo, no quería que se quedara con esa impresión de mi, aunque debo admitir que ese no es mi mayor temor en este momento. Me encuentro parado frente al espejo acomodando mi chaleco antibalas que nos proporciono Aldo y Farfa, eran especiales, mas delgados por lo tanto menos efectivos con balas de calibres altos como un rifle francotirador o escopeta si era disparada a quema ropa.
Pero al menos estábamos protegidos de balas más comunes como nueve milímetros, incluso resistiría la bala de una magnum... pero eso no me hacia sentir más tranquilo, sabia que las armas que robaríamos sobrepasaban los calibres que este chaleco resistiría sin pedos, si algún fusil tuviera balas que sobre pasan el calibre doce estaríamos muertos, se supone que estaríamos bastante bien cubiertos por nuestros amigos y el equipo SWAT, pero eso no me hacia sentir más tranquilo.
— Estas preocupado — escucho a mi espalda, en el reflejo aparece mi amigo que me ayuda a ajustar el chaleco.
— Lo estoy... no porque no confié en Aldo o Farfa, pero... no lo sé wey... siento que algo no saldra bien, es la primera vez que trabajamos directamente con las fuerzas policiacas de otro país... ¿Qué tan eficientes serán sus SWAT? — volteo a verlo directamente.
— No debes pensar en eso, yo cuidare de tu espalda como sé que vos cuidaras de la mía — me palmea el hombro como si quisiera reafirmar su punto, veo su chaleco puesto, tiro un poco de su costado izquierdo para que lo tenga más ajustado y por lo tanto lo cubra más.
— Lo sé... pero estaremos rodeados y estas pendejadas no detienen un calibre de doce milímetros... sé que hemos hecho esto incontables veces y todo eso, pero... no sé, esto es diferente... tal vez mi inquietud es que yo solo tendré una pistola con doce balas — me encojo de hombros sintiéndome realmente tenso.
— Lleva la mía entonces, yo estaré re bien con el rifle de asalto — me tiende su arma reglamentaria, solo niego con la cabeza guardándola en su funda que esta en su costado.
— No, tu estarás más a la vista, si algo sale mal es a ti a quien querrán matar, yo no soy una gran amenaza, solo soy un twink que te sigue como perrito, eso es lo que ellos ven — me encojo de hombros.
— Bien — me doy la vuelta para ponerme la camiseta que usaría.
Veo de reojo a mi compañero el cual se esta poniendo una camisa negra, suspiro sin poder evitarlo sentándome en el borde de la cama, apoyo mis codos en mis rodillas, repaso mis manos en mi cabello sintiendo la ansiedad crecer, nunca había tenido que estar al margen de la situación, siempre había cuidado bien de Spreen en el campo, pero en esta ocasión me sentía más un estorbo que ayuda, no podría actuar de ninguna forma hasta que los federales entraran, por lo tanto en todo el saqueo de armas y cosas tendría que estar tranquilo en el auto, si sucedía algo en el transcurso del aeropuerto a la bodega... tenia ordenes directas de mantener mi papel de esposo que no sabe ni madres sobre disparar, en pocas palabras solo estar sentado y verme bien.
— Ey, todo saldra re bien — siento como la cama se hunde a mi lado, despues una mano masajear mi espalda en círculos tratando de reconfortarme.
— Wey... tengo miedo que algo pase en el trayecto... Rich me matara si me salgo de personaje para ayudarte — su otra mano me toma por la mejilla dándome una suave caricia lo que me hace verlo a los ojos sintiendo mi corazón acelerarse.
— Tranca, vos no debes mortificarte por eso, sabremos que hacer en el momento, no pienses en las ordenes de nuestro capitán, enfócate en la misión, además me las arreglare para que todo el transcurso sea re tranca, estaremos con los agentes franceses, si necesito apoyo sé que ellos me lo darán, estarán conectados a nuestro trasmisor y nos escoltaran, seremos ventaja en el transcurso a la bodega... seguramente ellos serán buenos disparando si es necesario — por reflejo subo mi mano a su nuca tomándolo con fuerza.
— Soy tu compañero, se supone que yo debo cuidarte — nos observamos con una intensidad que nunca antes había estado presente entre nosotros.
— Lo sos y sé que estoy seguro con vos... tranca Ro, lo haremos re bien — no sé quien es el que se mueve primero, pero nos acercamos mutuamente recargando nuestras frentes juntas sin soltarnos.
Cierro los ojos concentrándome en el ritmo de nuestras respiraciones que van al compas, la ansiedad comienza a disminuir, pero no se va por completo, eso era algo que nunca sucedería, eran nuestros instintos manteniéndose alerta al saber que estaríamos en una posición delicada al menos por este día, escuchamos la voz de Farfa al oído indicándonos que ya estaban en posición, suspiro dándole una ultima caricia en la mejilla a mi amigo, al separarme un poco y abrir los ojos noto que Spreen esta viéndome directamente.
— Debemos ponernos en marcha — lo veo tomar una profunda respiración.
— Solo... mantente a mi lado o detrás de mi, me asegurare de mantenerte bien cubierto — me pongo de pie dándole unas palmaditas en el brazo.
— Seguro, no te preocupes por mi, yo estaré bien y cuidare tu espalda.
También se pone de pie justo frente a mi, teníamos un ritual de darnos un saludo especial y abrazo antes de salir a un tiroteo seguro, lo inventamos desde la academia, así que chocamos los cinco, entrelazamos nuestros dedos meñiques jalándonos y despues nos envolvemos en un abrazo, aunque este es diferente, más fuerte y dura mucho más, antes era un abrazo ligero de tres segundo a lo mucho, pero en este momento nos quedamos así al menos por medio minuto antes de soltarnos.
— Llego la hora de laburar — toma el estuche de su rifle y camina hacia la puerta.
Solo lo sigo en silencio, escuchamos indicaciones que dan Farfa y Aldo a los agentes que se encargaran de la redada a las casas de seguridad para rescatar a los jóvenes que están siendo traficados, cuando escucho la voz de Osvaldo y Rivers en mi oído por alguna razón eso me hace sentir mucho más tranquilo, nos encontramos en recepción con Etoiles, Antoine, Baghera y Kameto, están bien uniformados, no tardan en unirse a nosotros Orlov y Martínez.
Salimos del hotel a paso seguro, nuestros compañeros se meten a sus patrullas sin problema, Spreen me abre la puerta de copiloto del deportivo negro que llevamos usando desde que llegamos a Francia, Orlov y Martínez van en una camioneta negra con ventanas polarizadas, se nota a kilómetros que el frente esta blindado, le informo de ello a nuestros compañeros de trabajo aunque seguramente ya lo habían notado, pero era mejor mantener las comunicaciones claras.
El transcurso al aeropuerto pasa demasiado lento, me retuerzo las manos con ansiedad, no puedo dejar de ver las calles con detenimiento memorizando la ruta aunque ya me la sabia desde hace días, pero era mejor verlo directamente que con un mapa, cuando estamos entrando al hangar sin problemas por un trabajador de Martínez es cuando mi cuerpo vibra en mi asiento de anticipación ante cualquier inconveniente, estaba decidido mandaría a la mierda la orden directa de Rich, si Spreen necesitaba apoyo se lo daría sin dudar y aunque tuviera solo doce balas.
Avanzamos hasta llegar a un avión de carga color gris, ya estaban desembarcando, era momento donde tendría que esperar sentado mientras ellos hacían el trabajo, Spreen estaciona estratégicamente por si se necesitaba una retirada, cuando baja del auto siento los nervios querer comerme vivo, abro la puerta bajando sin poder evitarlo había sido un impulso.
— Ivanov — lo llamo, voltea a verme confundido, me acerco a paso rápido abrazándolo con fuerza, antes de poder decirle algo Spreen ya había juntado nuestros labios en un beso bastante casto, pero no nos movemos, solo labios contra labios, poco importa me concentro más en tomar su mano y darle el pequeño taser, tenia tres proyectiles que podian alcanzar hasta diez metros de distancia, yo siempre cargaba con uno porque ayudaban mucho en las persecuciones.
— Dales en los huevos y no se van a poder levantar — murmuro sobre su boca sacándole una risa.
— Ok... solo si es necesario — lo veo guardarlo bastante bien en su bolsillo, esas madres eran bastante compactas.
— No es tiempo para sus cosas Ivanov, estamos aquí por negocios — dice Orlov con molestia.
Spreen no dice nada, simplemente nos separamos mientras él camina con los oficiales franceses a su espalda, le dedico una mirada significativa a cada uno cuando pasan a mi lado, al menos hasta que el albino se acerca y me da un pequeño revolver de forma bastante discreta, asentimos con cortesía mutua, además de que le dejo claro que les cubriré la espalda a todos ellos desde mi sitio.
Ellos se ponen a negociar con la persona del avión o al menos ese era el plan, comprar al piloto y sus trabajadores y así llevarnos las cosas y si eso no funcionaba... bueno las cosas escalarían a la violencia, aunque eso no sucedería ya que se les había comunicado al capitán del avión y sus tripulantes que esto era una operación del FBI así que cooperarían completamente.
Entro al auto de nueva cuenta y comienzo a navegar con el teléfono viendo la ubicación de mis amigos y compañeros, Aldo se encontraba arriba de un edificio que tenia vista perfecta a la bodega a la cual iríamos, Farfa estaba con el equipo SWAT para coordinarlos y todo saliera según el plan, Rivers y Osvaldo ya estaban por comenzar a movilizarse para ir sacando cateando las casas de seguridad, escucho algo de alboroto así que alzo la vista inmediatamente, Spreen esta calmando una discusión entre Antoine y Orlov la cual disminuye casi al instante cuando mi compañero dice algo que no logro escuchar.
Pasan horribles cuarenta minutos, pero todo esta listo y ahora debemos escoltar la carga hacia enorme bodega de Martínez.
— Aldo... me escuchas — murmuro viendo a Spreen estrechar manos y darse la vuelta para venir al auto.
— Sí culón, alto y claro.
— La carga esta asegurada, comenzaremos la movilización hacia la bodega, si todo sale de acuerdo al plan estaremos arribando en cincuenta y cuatro minutos — Spreen abre la puerta entrando tranquilamente, enciende el auto y comienza a guiar la marcha junto con los autos de policía.
— Bien, la zona esta rodeada de forma discreta, una vez nos den la señal saldrán de sus escondites y entraremos, los cubriré bien — solo hay seguridad en su voz, Aldo era de los mejores con francotirador del complejo.
— SWAT ya esta en posición, los tenemos cubiertos — agrega Farfa.
— Copiado, manténganse atentos.
La línea se mantiene en silencio de nueva cuenta, volteo hacia mi compañero que parece realmente concentrado en el camino, vamos a una velocidad moderada, nada para llamar la atención de la gente, todo parecía bien hasta que nos encontramos con un acordonamiento de la zona, eran policías comunes y corrientes, los que patrullaban las calles desde el homicidio.
— Baghera, Kameto, encárguense de eso — digo por el intercomunicador.
Rápidamente lo hacen, bajan de su patrulla y charlan amenamente con sus compañeros, pasan cinco minutos agonizantes, seguramente Orlov ya estaba sacando su arma para hacer "espacio", para nuestra buena suerte mueven sus patrullas y nos dejan pasar sin problema, la ruta sigue, la tensión se va acumulando en mis hombros sin poder evitarlo, me aseguro de tener el revolver bien guardado en mi cadera junto a la pistola reglamentaria del FBI.
— Estamos arribando en dos minutos, atentos — avisa Spreen por el comunicador.
— Copiado — se escucha la voz de nuestros compañeros.
Justo como dijo mi amigo, arribamos a la gran bodega, las compuertas se abren dejándonos entrar sin problemas, todos los autos y camionetas entran dejando gran espacio de sobra para el desembarque donde se haría toda la reparación, suspiro dejando salir la tensión, ahora mismo debía estar centrado y así es cuando bajo del auto deportivo, Spreen me abraza por la cadera y caminamos hacia el centro, Orlov y Martínez se nos unen mientras sus trabajadores comienzan a desembarcar todo lo robado, de reojo noto la pintura de la mona lisa.
— Eso es... ¿es autentica? — pregunto sorprendido, habíamos ido a verla al jodido museo como fachada de nuestros "próximos" atracos.
— Lo es... los imbéciles ni si quiera saben que tienen una replica en su museo — suelta Orlov mientras se ríe y enciende un cigarrillo.
— ¿Cuánto por ella? — pregunto más que nada para seguir en mi papel de esposo que solo pide cosas.
— No esta a la venta... pero si tu esposo quiere negociar... quiero el armamento pesado, ese que se estipulo se quedaría él — sonríe con arrogancia como si fuera un ganar ganar para él... cosa que era cierta.
— ¿Qué más da? siempre fui más fan de Monet — me encojo de hombros recargándome en mi compañero, el solo mantiene su mano encima de mi arma, ya que tendría acceso más fácil.
Comienzan las negociaciones, no presto atención, solo veo a los trabajadores bajar las cosas con una coordinación asombrosa, se notaba que llevaban trabajando para ellos demasiado tiempo, en un punto Spreen saca conversación sobre donde consiguieron saber que ese avión de carga arribaría y sobre la trata de blancas, estaba siendo sutil, sabia que era para tener pruebas más solidas ya que todo esto estaba siendo grabado, ellos solo se ríen y dicen que los contactos no se comparten a no ser que quiera ceder unas cuantas bazucas.
Spreen va al auto y saca su rifle de asalto sin pena alguna, Etoiles, Antoine, Baghera y Kameto nos están escoltando, mi amigo vuelve a la negociación ahora mostrando que ya no es tan amistoso, pero nadie hace intento de alzar armas, solo era una amenaza implícita, Spreen cede un poco y dice que una bazuca por su contacto, Orlov acepta a regaña dientes, un tipo llamado Oliver, le da a Spreen un trozo de papel donde le anota un numero donde contactarlo y una dirección diciendo que se encontraba en ese bar todos los viernes a las diez de la noche, en la barra tratando de ligar con millonarias que claramente no le harían caso.
— Con esa información es suficiente, solo estamos esperando su señal — esa voz era Farfadox, debe estar ansioso por entrar.
— Cariño, ¿Por qué no vas y guardas esto? — me tiende el papelito, lo tomo con gracia antes de darme la vuelta para ir al auto, tal como pensé nadie me presta atención, solo soy el esposo que cuelga del brazo de mi amigo para ellos.
— Inicien con la redada como se planeo — murmuro dando la orden.
El papelito lo fotografió y mando directamente a Robleis que trabaja con los analistas técnicos del buro, además de que guardo el trozo de papel en la guantera, escucho patrullas pasando con luces a toda velocidad cerca de aquí, la reacción es inmediata, las luces se apagan y todos guardan silencio obviamente creyendo que solo deben estar siguiendo a alguien más o patrullaje por el asesinato que ellos provocaron.
Me acerco a Spreen y apoyo mi mano en su espalda media dándole a entender que estoy cubriéndolo, esa era nuestra señal mutua en estas situaciones, los portones se ven derribados por camionetas blindadas de la policía y se escucha la potente voz de Farfadox gritar: "FBI, las manos donde pueda verlas", todo es instantáneo, gente tomando armas para contra atacar porque como se esperaba no se rendirían así como así.
Bien dicen que las ratas son las primeras en escapar o al menos eso intento Orlov, Martínez era quien aprecia un desquiciado con dos metralletas disparando a todo lo que se moviera sin importar si era aliado o policía, Spreen trata de seguir al ruso, pero lo sostengo de la camisa.
— Recuerda, mantente en tu papel.
El caos es inmenso, solo se ven las linternas de las armas de la policía, el destello de los disparos, nos ponemos a cubierto, vemos a Orlov de nueva cuenta, lleva la mona lisa bajo el brazo y un rifle de alto calibre en el otro, de los que acabábamos de "robar" era de caza para elefantes.
— Orlov se va por la parte de atrás — informo fuerte por el comunicador.
— Lo tengo — dice Aldo.
Avanzamos a paso rápido tratando de alcanzar a Orlov, pero en eso siento un fuerte tirón antes de caer al suelo golpeándome la cabeza, trato de enfocar la mirada, pero todo me da vueltas, escucho la voz de Spreen, pero no entiendo que dice, cuando intento levantarme algo me lo impide, toco un poco y noto que tengo una maldita caja de madera encima, ¿de donde chingados había salido?
— Ey, ey, tranquilo Roier, te tengo, te tengo amigo — ahora logro captar sus palabras mientras intenta quitar la caja, grita con fuerza tratando de sacarme.
— Déjalo, déjalo... ve a ayudar — dijo jadeando... ¿me estaba faltando el aire?
— Ni en pedo, recuérdalo te cubro la espalda — se agacha y trata de levantar la caja, a su espalda noto que viene Martínez, no parece contento lo cual confirmo cuando alza su arma en dirección a mi compañero.
— ¡Spreen! — trato de gritar, pero sale ahogado, logro llamar la atención de mi compañero, voltea justo a tiempo, pero recibe un disparo en el pecho.
Solo puedo pensar en los horribles chalecos que usábamos, que el aspecto de su arma era una de calibre punto treinta y ocho, lo que significaba que no traspasaría el chaleco... de no ser una munición modificada, si era de punta hueca era posible dependiendo de la distancia, no ayuda que mi mi amigo solo cayo con un ruido sordo, logro mover mis manos, Martínez se pone encima de Spreen y le apunta ahora a la cabeza.
— ¡Ey, ey, para! — trato de llamar su atención ahora moviéndome como maniático, siento mi pierna izquierda doler, pero en un momento logro liberar mis brazos, lo tomo de las pantorrillas haciendo fuerza.
Lo desestabilizo un poco, pero se suelta con facilidad pateándome la cabeza, siento como pulsa mi cabeza en protesta, mi vista se vuelve borrosa de nuevo y en eso las luces del recinto se encienden de nueva cuenta, pestañeo tratando de estabilizarme y lo noto, el revolver que Etoiles me dio esta cerca, se me había caído cuando la caja me cayo encima, no lo pienso dos veces me estiro aprovechando la conmoción que eso genero, lo tomo con fuerza o al menos eso intento, era la jodida izquierda pero tendría que servirme con eso, la alzo tratando de apuntar, pero justo Martínez vuelve su atención hacia Spreen.
— Maldito soplón, sabia que había algo mal desde que te vi — escupe, alza el arma de nuevo y no lo pienso de nuevo, tomo una bocanada de aire y disparo dando de milagro directo en el corazón de ese bastardo, una segunda detonación se escucha, la chispa salió del arma de Martínez mientras cae al suelo y la desesperación me ataca.
— ¡Spreen! — ahora mi voz sale fuerte y clara, apoyo mis manos en los bordes de la pesada caja y hago fuerza para salir, no lo logro — ¡Spreen! — vuelvo a llamarlo, veo un pequeño charco de sangre debajo de él o al menos así se aprecia en mi posición — ¡ALDO! — grito en un sollozo roto, nadie me contesta, palpo mi oído y noto que no tengo el comunicador — ¡FARFA, FARFA, AYUDA!.
Comienzo a gritar como desquiciado, lloro sin parar, mi pecho duele horrores no solo por los gritos, aparece una cabellera platinada en mi campo de visión, despues una oscura, eran Antoine y Etoiles, no tengo energía para decir nada, rápidamente entre ambos y dos oficiales más desplazan la caja hasta que quedo fuera, tomo una gran respiración, trato de arrastrarme a mi compañero, pero no llego muy lejos, caigo inconsciente sobre la sangre de Martínez y Spreen... "por favor que siga vivo" es lo ultimo pensamiento consiente que tengo antes de caer en la obscuridad absoluta.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia llena de drama, acción policiaca y pendejos que se voltean como tazo solitos ¿Qué les pareció?
Pasaron muchas cosas de un momento a otro, lastimosamente no pienso decirles nada más que cosas externas a los protagonistas jajaja, Orlov fue capturado por unos policías que seguían ordenes de Aldo, Martínez... bueno ya saben, se murió alv, Roier se lo chingo y con la izquierda, cabe aclarar que no es su mano dominante, pero a momentos desesperados medidas desesperadas.
Primero lo primero... sí gente, Spreen se besa al Roier porque quiere, literalmente solo pensaba en eso cuando estaban en la habitación dándose apoyo mutuo para calmar los nervios, así que cuando Roier lo llamo y lo abrazo... simplemente lo hizo, pensó: "no sé si saldremos de aquí con vida así que, ¿Por qué no?", ya despues seguirá como si nada, no se cuestionara de porque de ese impulso solo lo dejara pasar, pero bueno a lo que importa...
Ustedes dirán, ¿Cómo Martínez se dio cuenta de que eran los soplones? pues bien fácil, ningún policía iba tras ellos, además de que no se estaban involucrando en el tiroteo, a eso sumémosle que Roier llamo a Spreen por su nombre real, ósea si el wey ya estaba seguro eso solo se lo termino de confirmar, además Martínez es un wey que pide perdón no permiso, ósea que actúa con impulsos, así que al ver a Spreen sin participar en defenderse simplemente dijo: este puto me las va a pagar.
Pobre del Boiler, gritando para que lo ayudaran y sus amigos no lo escucharon, no fue culpa de Aldo y Farfa, ambos estaban concentrados en la redada, Roier ya no traía su comunicador así que no lo escucharon, los gritos de Ro quedaban muy de fondo, ósea imaginen todo era un caos, disparos, gritos de otras personas, en fin como dije un caos, Etoiles y Antoine lo notaron porque iban de paso jajaja, sino ahí se hubiera quedado debajo de la caja y la neta no lo hubiera contado, se habría muerto asfixiado y Spreen... bueno, me reservo para mi si es que en verdad fue herido o solo era la sangre de Martínez lo que altero a Boiler... recuerden que el niño estaba mareado por la patadota que recibió en la cabeza y luego la caja encima... bueno, pobrecito.
Obviamente hay muchos heridos y muertos, la mayoria del bando malo, pero aun así hubo algunas bajas en la policía francesa... F por esas personas que murieron defendiendo su país, un minuto de silencio por favor.
Bueno, ya, antes de despedirme... no se preocupen, habrá más acción en esta historia, como dije, los esteramos acompañando en el trabajo a estos dos así que veremos más casos y más asuntos policiacos, pero bueno eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 20: Hospital.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Roier °
(sin editar)
Despierto completamente desorientado, lo primero que veo son las brillantes luces de la habitación, después las paredes blancas y el olor a antiséptico llena mis fosas nasales así que me deja claro que estoy en el hospital, veo a mi alrededor y me encuentro completamente a solas, parpadeo aturdido, no recordaba que había sucedido... íbamos en una operación para terminar el trabajo encubierto, recuerdo que estábamos yendo al aeropuerto y... nada, todo esta en blanco.
La puerta se abre y entran una enfermera y medico hablando en francés, tras ellos entra Antoine, me saluda con un asentimiento de cabeza el cual correspondo aunque me duele la cabeza demasiado, se me acerca la enfermera diciendo algo sobre una contusión que al parecer era de grado tres, eso significaba que era grave, el medico revisa mis ojos con una lamparita y la enfermera hace anotaciones en lo que parece ser mi expediente, despues me ponen atención.
— Comment vous sentez-vous? (¿Como se siente?) — me pregunta amablemente.
— Confus...que s'est-il passé? (confundido, ¿Qué paso?) — cuestiono aclarándome la garganta, la sentía demasiado seca, rápidamente me ofrecen un vaso de agua.
— Vous avez un bleu, il est normal de vous sentir confus, il vaut mieux ne pas trop vous épuiser pour l'instant, vous devez vous reposer (Tienes una contusión, es normal que te sientas confundido, lo mejor es no esforzarte demasiado por ahora, necesitas descansar) — hago una ligera mueca inconforme con esa respuesta.
— ¿Y Spreen? — me dirijo a Antoine, el solo me sonríe amablemente.
— No hablemos de eso, necesitas descansar — palmea mi brazo de forma amistosa.
Eso me hace sentir aun más inquieto, me remuevo en mi cama, al parecer las maquinas detectan mi pulso alterado porque en menos de dos segundos me ponen un sedante, rápidamente me siento adormilado y vuelvo a caer dormido sin poder evitarlo.
Cuando vuelvo a despertar las luces ahora son bajas indicándome que seguramente sea de noche, suspiro sin poder evitarlo, cuando estoy por acomodarme en la cama un recuerdo de la operación me ataca como un rápido flash... me habían pateado la cabeza... el maldito de Martínez me pateo, esperaba que lo hubieran capturado, trato de forzarme a recordar y después a mi mente viene la vista de sangre en el suelo... esa camisa negra... parpadeo confundido, debía estar mal... ¿me habían derribado y a Spreen también? eso era prácticamente imposible, nunca nos había pasado.
Y como si esos pequeños recuerdos fueran la chispa del incendio, todo viene de repente, el aeropuerto, darle mi taser a Spreen mientras me beso, ir a la bodega, la intervención del equipo SWAT, Orlov huyendo con la Mona Lisa y un rifle de caza para elefantes, me cayo una caja de madera encima inmovilizándome por completo lo que ocasiono que mi compañero se distrajera al tratar de sacarme... Martínez disparándole a mi compañero derribándolo... mate a Martínez para salvar a Spreen.
Intento ponerme de pie, debía verlo... ver a mi compañero... averiguar si seguía con vida, maldición esto estaba mal, esa maldita caja... si esa maldita caja no hubiera caído, nada de esto habría pasado, siento mis ojos picar, me levanto como puedo, me apoyo en el buro que estaba al lado de mi cama, arrastro el cosito donde esta el suero, no sé como se llama, salgo de mi habitación y rápidamente una enfermera se me acerca y me pide que vuelva a mi habitación con voz dulce.
Trato de explicarle que busco a mi compañero, que necesitaba saber de él, pero me ignora diciéndome que necesito descansar y me obliga a recostarme de nuevo, suspiro sintiéndome desesperado, necesitaba saber de él, era como si mi corazón estuviera siendo presionado con fuerza por un puño y esa sensación solo desaparecería si lo veía... nunca en mi vida me había sentido así y no era la primera vez que alguno de los dos salíamos heridos, pero esto era completamente diferente, antes siempre estuve para él en estas situaciones y viceversa.
Comienzo a divagar en todo lo que tuvimos que hacer en este mes donde estuvimos juntos veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, las charlas por mensajes mientras ignorábamos la pornografía gay, como Spreen me apoyo en momentos donde me sentía un inútil por no ayudar a los chicos secuestrados, sus manos tibias sosteniéndome con fuerza para darme seguridad y paz... cierro los ojos con fuerza... esto no podía estar pasando, debía estar confundido... pero si lo estaba... ¿Por qué recuerdo que Spreen me veía diferente cuando estábamos almorzando?, ¿Por qué Spreen me besaba sin que fuera necesario porque nadie nos estaba viendo?... ¿Por qué nunca lo detuve?
Esto estaba... mal, muy mal, ambos teníamos parejas y no era honesto lo que habíamos hecho, suspiro tratando de tranquilizarme, tal vez... solo fue algo del momento, Spreen y yo siempre hemos sido muy unidos, tal vez solo... fue cosa de una ocasión... mejor dicho de esta misión, eso seria lo mejor, en lo que debía concentrarme era en que al amanecer pedir información sobre mi amigo, no importaba lo que hicimos, estábamos trabajando, tal vez tomamos demasiada confianza, pero una vez volviéramos a casa todo volvería a la normalidad, Spreen no me volvería a besar, no tendría necesidad si él tenia a Mictia y yo tenia a Tina... todo estaría bien y con ese objetivo en mente me vuelvo a dormir.
Cuando vuelvo a abrir los ojos lo primero que veo es a Aldo, le sonrió en grande y no tarda en darme un fuerte abrazo, siento un alivio inmenso al ver que él estaba de maravilla, al separarnos me da un golpe en el brazo que me hace quejarme.
— Cuidado pendejo que estoy lastimado.
— No mames Roier, creí que te habíamos perdido, no sabia como le explicaría a Tina las cosas, no sabes el alivio que siento al saber que ya no tengo que decirle nada.
— No pues... no me quieras tanto pinche ojete — su rostro se torna serio y se sienta a mi lado en una silla que se veía muy incomoda.
— ¿Cómo te sientes? los doctores dicen que tienes una contusión grave, están vigilando que tu cerebro no sangre más... al parecer por ahora estas estable ¿Qué te paso mi Roi? — toma mi mano con fuerza.
— Una caja me cayo encima, no se como sucedió la verdad, nos estábamos cubriendo en ellas, seguramente sin notarlo nos recargamos y eso hizo que la que estaba encima se me viniera encima, sentí un tirón antes de caer, seguramente Spreen intento quitarme del camino... no sé como no lo note — suspiro — después Martínez me pateo la cabeza cuando intente evitar que le disparara a Spreen, todo fue una locura, te pedí ayuda pero perdí mi comunicador... sino fuera por Etoiles y Antoine seguramente me hubiera quedado bajo esa caja demasiado tiempo.
— No chingues... Ro... lamento no haber estado ahí, por no cubrirte — me observa con culpabilidad y tristeza, entrelazo nuestros dedos y le doy el apretón más fuerte que puedo.
— No te preocupes wey, sé que tu tenias tu propio trabajo, además confió en que si hubieras podido me habrías ayudado — se incorpora un poco y me da un beso en la frente.
— Daría mi vida por ti tripón — le sonrió conmovido.
— Lo sé... y yo por ti, somos compañeros a pesar de que tengamos otras parejas de trabajo — me corresponde la sonrisa volviendo a sentarse.
— Entonces... ¿ya te sientes mejor?
— Sí... ¿Dónde esta Spreen? — pregunto directamente, Aldo hace una mueca — ¿Le paso algo muy grave? vi sangre — ante mi afirmación suspira.
— No me haces fácil mentirte si me dices que ya viste la sangre — se relame los labios con nerviosismo.
— Aldo... ¿Spreen murió? — digo contundente, demasiado duro al parecer porque la expresión de mi amigo se vuelve seria al instante.
— Claro que no... pero el chaleco no detuvo la bala, eran de punta hueca, al impactar se dispersaron los perdigones, estuvo en cirugía... tal vez el chaleco no la detuvo, pero aun así lo protegió lo suficiente para que fuera superficial, aun así fue cirugía mayor porque uno de los perdigones casi toca su hígado, pero esta bien... mucho mejor que tu a decir verdad, él no tenia riesgo de sufrir derrame cerebral y morir — se encoje de hombros, al escuchar que esta bien siento que vuelvo a respirar, esa opresión en mi corazón disminuye considerablemente.
— Bueno... sino hubiera matado a Martínez creo que se hubiera podido dedicar al futbol americano, tenia buen pie izquierdo — bromeo un poco, mi amigo resopla una risa amarga mientras niega.
— Eres todo un pendejo... no vuelvas a hacer eso, no sabes lo asustados que estábamos todos, jamás había visto a Farfa tan alterado, ni se diga de los franceses, el albino te subió a la camilla y te acompaño en la ambulancia, se negó a separarse de tu lado, tal parece que no importa donde vayas haces amigos mi Roi — me dice con cariño.
— Claro que sí, ¿acaso no ves lo guapo y carismático que soy? — bromeo otro poco más, pero mi amigo en vez de reírse o bajarme de la nube solo peina mi cabello hacia atras.
— Lo eres... pero que no se te suba culero... cuento con que los medicamentos que te estén dando y la contusión te hagan olvidar esta charla — ambos nos reímos.
— Imposible, siempre recuerdo como dices amarme... ¿serias mi amante cuando me case? — ahora si rueda los ojos mientras se pone de pie.
— Pendejo, ya quisieras... le daré aviso a las enfermeras que ya despertaste para que te traigan algo de comer, debes tener chingos de hambre — nada más de pensarlo se me hace agua la boca así que asiento... esperaba poder ver a Spreen pronto.
° Spreen °
Me encuentro en el ala de observación, la extracción de bala había sido todo un éxito, tanto así que me dijeron que en una semana ya podría volver a mis actividades cotidianas sin mayor quilombo, solo evitar cargar cosas pesadas y esas boludeces por un mes, solo puedo pensar en Roier debajo de esa caja, Farfa me había explicado que estaba bien, pero que estaba en otra área, más especifico en la de neurología que estaba del otro lado del hospital francés donde estábamos, no me habían permitido ir a verlo en estos dos días que habíamos estado acá.
No sabia mucho de su estado, solo que estaba estable, me sentía sumamente ansioso y preocupado, había dejado a mi compañero a solas bajo una caja por quedar inconsciente ante el disparo, el medico me explico que mi cuerpo entro en shock rápidamente ya que al caer me había golpeado la cabeza, pero no tan fuerte como para alarmarme, solo una contusión leve que ni si quiera me dolía ya... pero eso no me hacia sentir mejor o más tranquilo.
Deje a Roier a su suerte con ese loco que me disparo y él estaba atrapado bajo la caja, aun no sabia como es que nos libramos de esa, Farfa tampoco pudo decirme mucho, solo que los franceses ayudaron a Roier con la caja, pero de como es que Martínez había muerto era un misterio al menos para ellos, la culpabilidad me estaba quemando, le había prometido a Ro que lo mantendría a salvo... intente quitarlo del camino de la caja mientras caía, pero todo fue tan rápido que no lo logre... nos puse en un peligro horroroso, esperaba y él pudiera perdonarme por ello.
En eso Farfa entra a mi habitación, me sonríe amablemente y me acerca mi bandeja de comida, era una horrible sopa de verdura, gelatina de color amarillo y agua, hago una mueca de desagrado que hace reír a mi amigo.
— Dale, no pongas esa cara, logre convencer a las enfermeras para que puedas salir y veamos a Roier, pero tienes que comerte todo — rápidamente tomo la cuchara sumergiéndola en el liquido de verduras — vaya... si que te motiva ver a tu compañero, ¿algo que me haya perdido boludo? — y se ríe con ganas.
— Pelotudo, solo quiero asegurarme que este re bien, lo deje a solas en medio del tiroteo, no sabes lo culpable que me siento — resoplo, mi amigo me palmea el hombro amistosamente.
— Tranca, Aldo me mando mensaje, dice que esta re bien, hasta esta bromeando y todo eso, así que vos solo come tranquilo, Roier no se irá a ninguna parte.
— Bien... ¿Qué paso con Orlov? — pregunto para que me cuente que paso con la operación y saber si nuestro laburo no había sido re desperdiciado.
— Ya esta siendo extraditado a Estados Unidos, Rivers y Osvaldo lo estarán escoltando, los jóvenes rescatados ya están bajo custodia de la policía francesa, ya identificaron a varios y ya están resolviendo el papeleo para que vuelvan con sus familias — suspiro aliviado.
— Eso pondrá re contento a Roier — digo mientras continuo comiendo.
— ¿A vos no te alegra? — cuestiona confundido.
— Sí, pero a él más estoy re seguro, estaba obsesionado con eso, toda la información que tienen de eso es gracias a él — me encojo de hombros.
— Dale, no te quites crédito boludo — toma mi gelatina y la pica con el tenedor que ahí había y comienza a comérsela, no le digo nada, yo no la quería se veía horrenda.
— Lo digo enserio, se desvelaba investigando eso mientras yo vigilaba las cámaras del hotel y quienes entraban y salían de las habitaciones de esos pelotudos.
— Bueno, Roier pudo hacer eso porque vos te encargaste de lo otro, fue laburo en equipo — se encoje de hombros, sonrió ligeramente.
— Lo fue.
La charla continua ligera sobre el caso, me conto de los archivos que encontraron en el teléfono de Orlov, que sus videos caseros de pornografía ayudo a identificar a victimas de asesinato de hace unos años que hubo en Pittsburg entre otras cosas, una vez la bandeja de comida esta vacía entra una enfermera llevándosela y Farfa trae una silla de ruedas para mi, me dijo que era protocolo así que si quería ir con Roier no había otra opción, no me queje, me senté sin armar dramas, mientras me lleva al ala de neurología seguimos charlando tranquilamente.
Mientras más nos acercábamos a la habitación de mi amigo mi corazón más se acelera, cuando Farfa deja de empujar mi silla de ruedas para abrir la puerta contengo el aire sin poder evitarlo, y ante mi vista aparece Roier, esta riéndose con Aldo, sus ojos miel brillando bajo las luces blancas de la habitación, su cabello ligeramente despeinado, incluso esta ligeramente sonrojado me imagino por reír tanto, cuando voltea a ver quienes están entrando a su habitación, puedo volver a respirar, nuestros ojos se conectan y su sonrisa se ensancha.
— Mira nada más, el pendejo más pendejo acaba de llegar... y con Farfadox — me río alegre, me pongo de pie dejando la silla de ruedas atrás, me acerco a paso rápido y lo envuelvo en un abrazo.
— No mames, parece el reencuentro de telenovela, que romántico a la verga — bromea Aldo, poco me importa sostengo a mi compañero con fuerza contra mi pecho, me sentía tan aliviado, tan ligero como si todo el peso que no sabia que cargaba se hubiera quitado de inmediato en cuanto lo vi.
— El boludo estaba re desesperado por ver a Roier, dice que se siente re culpable por quedar inconsciente en medio del tiroteo — comenta Farfa, recibo un golpecito en el hombro, me aparto del abrazo quejándome.
— Boludo ¿Qué pasa con vos? — Roier rueda los ojos con fastidio.
— Por pendejo, te dije que fueras a ayudar, por no hacerme caso casi te mueres y yo contigo, estúpido, mamón, idiota — comienzo a reírme — además ¿culpable? ni que te hubieras disparado tu solito.
— Ya no hablemos de eso, mañana los darán de alta y podremos regresar a Virginia, Rich tiene mucho que decirles — suelta Aldo divertido, Roier y yo nos dedicamos una mirada resignada.
— Que sepas que te voy a echar toda la culpa — digo sin más.
— Pinche culero.
Sin poder evitarlo le doy una caricia suave en su hombro sobre la bata de hospital, le acomodo un poco el cabello de forma distraída mientras entre los cuatro continuamos charlando, no podía dejar de tocarlo, era como si mi cerebro me pidiera confirmar que estaba bien y así era, Roier estaba bastante alegre y social como siempre, moviendo las manos al hablar cómo siempre hacia, o su sonrisa ligera cuando dice algo en broma... relamo mis labios sin poder evitarlo... ambos estábamos bien, ahora tocaba tratar con Rich, pero después estaba seguro que festejaríamos en el bar de Goncho como siempre hacíamos, no podía esperar para volver a la normalidad.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI, los chicos están mejor de lo que creen, fue solo el susto del momento ¿Qué les pareció?
Como es de esperarse tendrán que hacer trabajo de escritorio un tiempo hasta que estén completamente bien, pero ellos lo agradecerán, necesitan un respiro, sobre todo el Spreen que debe resolver sus pedos maritales con la Mictia, ya veremos que tal le va con eso... mientras Roier ya esta confundido con todo lo sucedido en ese mes, se cuestiona porque no pensó en Tina todo ese tiempo, porque no la extraño a pesar de estar tanto tiempo separados... y porque se sentía bien que Spreen lo besara... así es mi gente él ya se esta dando cuenta, alta emoción ¿no?
Y como pudieron notar el Spreen sigue bien ciego, ya veremos cuando se da cuenta que esta enamorado de su compa el Boiler, pero por lo mientras el solo piensa que se siente contento porque ninguno de los dos sufrió daños graves, si supiera que el alivio que siente es porque le daba miedo perder a su cuchurrumin.
Claro que Aldo y Farfa notaron lo rarito que estaba Spreen, sobre todo porque saben que ese wey no es de contacto físico, pero mientras estaban ahí en la habitación de hospital se la paso tocando a Roier, sino le acomodaba el cabello mantenía su mano apoyada en la rodilla u hombre de Ro, pero prefirieron no decir nada sobre todo porque creen que solo era porque el Sprite estaba feliz de que Roier estaba bien y sí, pero es porque Sprin ya esta acostumbrado a estar en contacto con Roier todo el tiempo.. veremos si eso les trae algún conflicto despues.
Creo que no hace falta decir que el buro del FBI tiene prohibido la relación entre compañeros de equipo, así que si pasara algo entre ellos y Rich se entera los cambiaran de compañero, no seria tan extremista de despedirlos o algo así, pero pues si tendrían que cambiar de compañero para no afectar su trabajo, lo bueno que ellos dos solo son compas ¿no? :3
El proximo capítulo veremos la charla que les dará Rich sobre su desempeño y todo eso, también el regreso de los chicos con sus respectivas parejas y ver como reaccionan al volver a su vida como tanto querían ¿se sentirán contentos o decepcionados? bueno ya veremos xD
En fin, eso fue todo por el capítulo de hoy, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
Chapter 21: De vuelta a la realidad.
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
°
° Spreen °
(Sin editar)
Habíamos llegado a Virginia demasiado temprano, lo primero que teníamos que hacer era escuchar a Rich sobre nuestra misión, al llegar a la sede vamos directamente hacia allí, aunque nos movemos con algo de lentitud ya que solo habíamos tenido tres días de reposo, yo aun sentía el dolor en mi costado algo punzante y diría que hasta me quemaba un poco, Roier dijo que tal vez deberíamos ir al hospital aquí en Estados Unidos, pero le deje claro que estaba bien, no era la primera vez que recibía un disparo... aunque bueno esta vez si salí herido, pero no le di importancia, los médicos me dijeron que estaría bien en una semana para volver a la vida cotidiana... sin contar que no debo tener trabajo de campo por un mes entero.
La junta con nuestro jefe no fue muy reconfortante, nos llamo la atención al involucrarnos en investigaciones externas a la nuestra como la de los chicos de trafico y el asesinato de aquella chica, que pusimos en peligro la operación, como era de esperar ni Roier ni yo nos quedamos en silencio, defendimos nuestro punto de vista y que las ordenes son absurdas cuando uno esta en el campo sobre todo porque nuestro trabajo es ayudar a la gente, que intentar ignorar lo que sucedía solo seria peor para nosotros, Roier dijo que la operación nunca corrió ningún tipo de peligro al haber tenido comunicación con la policía francesa y todo salió como se supone que debería haber salido.
Claramente Rich no estuvo de acuerdo porque si las cosas hubieran salido según el plan ni Roier ni yo hubiéramos salido lastimados, como era de esperar nos asigna trabajo de escritorio cosa que ambos sabíamos de sobra porque teníamos instrucciones medicas sobre ello, que quería nuestros informes sobre la operación impecables, que todos los detalles relevantes deberían estar ahí para el papeleo, que esto debía estar impecable porque Orlov había sido capturado, así que ahora tenían a Ivanov y Orlov bajo custodia esperando juicio.
Una vez termina de reprendernos por nuestras decisiones se hace el silencio solo por unos segundos para después felicitarnos por un excelente desempeño, por haber salvado a un grupo de jóvenes que estaban siendo maltratados y traficados, pero también nos advierte que si continuábamos siendo unos kamikaze no subiríamos mucho de puesto, nos despacha con una ultima felicitación, Roier y yo salimos de ahí con una mirada cómplice, siempre era así en estas juntas, nos reprendían como si fuéramos niños pequeños para después felicitarnos y despues las advertencias, entendíamos que el trabajo de Rich era cuidar de sus agentes y darles advertencias, así que nada de lo que dice me lo tomo personal.
Salimos de las oficinas del FBI tranquilamente, una vez fuera suspiro entendiendo que debo ir a casa... ahora que estábamos acá no tenia ganas, no quería tener que lidiar con Mictia y su drama que armaría, mi amigo ve el cielo con detenimiento mientras respira lentamente, después voltea a verme atentamente.
— Sí te sientes mal o algo me avisas, seguramente Tina podría revisarte sin problema — palmea mi hombro amistosamente, por alguna razón su acción me incomoda un poco.
— Dale, gracias amigo — regreso la palmadita de hombro por reflejo, me sonríe ampliamente.
— Bueno, yo ya me iré tengo chingos de sueño, aprovechare el resto del día para dormir... cualquier cosa llámame wey y sí las cosas en tu casa se descontrolan un poco sabes que siempre eres bienvenido a la mía.
— Bien — solo asiento algo rígido, no sabia como actuar, me sentía confundido por alguna razón, lo único que tenia bastante claro es que ya no había ninguna razón para ser tan cariñoso con mi amigo, ya no teníamos que fingir estar juntos y eso por alguna razón me hacia sentir extraño.
— Nos andamos viendo wey — se da la vuelta y se aleja a paso tranquilo, lo veo sacar su teléfono, me imagino que va a llamar a su mina para avisarle que ya andábamos acá... si es que no le aviso antes de abordar nuestro vuelo en Francia.
Solo lo observo hasta que detiene un taxi en el cual se mete y desaparece de mi vista, camino a la dirección contraria caminando hacia mi apartamento, comienzo a cuestionarme si es buena idea llamar a Mictia para avisarle que llegue a la ciudad o simplemente llegar a casa, seguramente ella estaría laburando en este momento por lo tanto no se daría cuanta que volví hasta que ella misma llegara a casa, a decir verdad no tenia ganas de verla ni hablar con ella, sabia lo que eso significaba, después de todo estuvimos sin comunicarnos por un mes, a eso súmale que no quiso despedirse de mi cuando partí, eso solo me traería más problemas porque dirá que no lo intente lo suficiente y que yo fui quien no le mando ni un mensaje cuando no lo tenia permitido y a decir verdad tampoco lo pensé.
Decido mandarle un mensaje de voz por WhatsApp, fue algo sencillo como: "Che, hola... ¿Cómo andas? solo te aviso que ya volví a la ciudad, estaré en casa descansando, nos vemos en un rato" no dije nada más, pensaba en disculparme por el quilombo, pero a decir verdad ya me había cansado de disculparme por mi laburo, había entendido que a ella no le interesaba ni tampoco querría entender que esto es lo que hago y lo que soy.
Tomo un taxi y le doy mi dirección, llego a mi apartamento en menos de veinte minutos, agradecía que nuestras maletas se habían quedado en la agencia para separar la evidencia de nuestras cosas personales así que no tenia que cargar ninguna maleta, una vez en mi edificio entro a paso lento, cuando estoy frente a mi puerta suspiro antes de ingresar, todo estaba ordenado como de costumbre, pero noto que el bolso de Mictia que siempre usaba para el trabajo esta en el sofá de una plaza.
Me desplazo por el apartamento y al abrir la puerta de nuestra habitación ahí esta ella en pijama, tiene puesta una mascarilla y esta viendo la televisión, cuando me ve se endereza de golpe, se desata el cabello dejándolo caer con naturalidad y se saca la mascarilla de encima limpiándola con toallas húmedas, después su postura se vuelve recta y seria... no lo entendía.
— ¿Qué haces acá? — pregunto directamente, ella parece ponerse nerviosa.
— No sabia que volvías a casa hoy, pudiste avisarme, ¿Por qué no me avisaste? — se pone a la defensiva.
— Te mande un mensaje cuando salí de la agencia — ella hace una mueca molesta.
— Siempre avisándome a la ultima hora, nunca te tomas el tiempo para escribirme, ese mensaje debiste mandarlo cuando terminaste el caso, no cuando ya saliste de la agencia y venias a casa, ni si quiera te dignaste a llamar en todo este tiempo — comienza a despotricar parándose por completo de nuestra cama, suspiro cansado.
— Estaba laburando Mictia, estaba envuelto en todo un quilombo en el cual si te contactaba no solo me ponía en peligro a mi y a Roier, sino también a vos, te he explicado muchas veces esto — me siento en nuestra cama sosteniéndome el costado.
— ¿Te hirieron? — pregunta parándose frente a mi, asiento con la cabeza viéndola a la cara, por un momento creo ver que eso le alegra, pero no estaba seguro o si solo estoy alucinando — bueno, no me sorprende siempre haciéndote el héroe, tal vez así por fin entiendas que ese trabajo no te dejara nada bueno — se encoje de hombros, siento la molestia burbujear en mi estomago.
— Salve alrededor de veinte jóvenes que estaban siendo traficados, además de lograr un arresto sumamente importante, claro que mi laburo es importante y no solo porque lo digo, son hechos... hechos que seguramente saldrán en las noticias de las diez de la noche — digo con los dientes apretados, rueda los ojos mientras bufa cruzándose de brazos.
— Claro, ayudando a los demás pero no puedes ayudar a tu prometida con la organización de la boda ni tampoco puedes estar para mi cuando te necesito — tomo una profunda respiración, no se en que mierda pensaba al creer que extrañaba mi casa, fui un boludo, claro que no extrañaba esta mierda.
— ¿Qué hacías acá Mictia? se supone que estas laburando — su semblante altanero se tambalea.
— Bueno... me tome uno día libre, estaba muy cansada, ¿ahora vas a cuidar que hago y que no? — dice con veneno, solo la observo con detenimiento, nunca había cuestionado el laburo de mi mina, pero ahora que lo pienso pudo simplemente mentirme que seguía trabajando porque yo soy quien paga todas las cuentas, le regalo cosas, ella nunca ha puesto ni un solo centavo desde que vivimos juntos.
— ¿Te despidieron? — pregunto directamente para confirmar mis sospechas, ella resopla dándose la vuelta indignada.
— Claro que no, sin mi esa consultoría de moda se iría a la bancarrota, soy su gran estrella, mi trabajo si que es importante.
— ¿Qué haces con el dinero que ganas? — continuo con mi interrogatorio manteniéndome serio y distante.
— Lo que haga o no haga con mi dinero no te incumbe, es mi dinero y lo gasto como se me da la gana — se echa el cabello hacia atrás evitando verme.
— Pregunto porque me suspendieron por dos meses sin paga, necesitare que me apoyes estos meses con las cuentas — miento un poco, noto como se pone realmente rigida.
—¿Por qué debería pagar las cuentas? se supone que tu eres el proveedor, busca otra cosa que hacer por esos dos meses, mesero tal vez o entrenador personal, no lo sé, ese ya es problema tuyo — se dirige hacia nuestro baño privado huyendo de la situación.
— Estoy lastimado Mictia, debo estar en reposo, no creo que te afecte pagar dos meses las cuentas, te lo pagare cuando vuelva al laburo — continuo presionando siguiéndola impidiendo que cierre la puerta del baño.
— ¿Te importa? me voy a duchar — vuelve a intentar cerrar la puerta.
— No, no me importa te conozco desnuda a la perfección, debemos hablar esto, es re importante — bufa volviendo a darme la espalda.
— No voy a pagar nada, siempre dijiste que podrías mantenerme, bueno demuéstralo, eres el hombre de esta relación — no se mueve de su sitio, noto que esta atrapada.
— Vos no tenés trabajo eso es lo que pasa... ¿desde cuando no laburas? — cuestiono molesto, nunca me lo dijo.
— ¿Eso que importa?
— Me importa porque me has estado mintiendo, sos... sos re egoísta estas cosas me las debes decir — digo con rabia, se voltea completamente roja viéndome con resentimiento.
— ¿Por que debería decirte? tu pagas todo, no necesitábamos ese dinero... deje mi empleo desde que vivimos juntos — solo niego sintiéndome un pelotudo total.
— Más de un año Mictia, me estuviste mintiendo más de un año — casi grito, pero trato de contenerme.
— ¡Y que!, te alteras como si te hubiera estado engañando, esto no nos afecta en absolutamente nada, solo... déjalo pasar así como yo dejo pasar tu gran ausencia — me doy la vuelta colérico, salgo de nuestra habitación dispuesto a largarme del apartamento, sino lo hacia comenzaría a gritar de verdad, necesitaba calmarme un toque.
— ¿A donde vas? — me sigue de cerca, cuando intento abrir la puerta principal se pone en mi camino bloqueando mi paso.
— Quítate — gruño dejando ver mi molestia.
— No tienes derecho a enojarte, quería ser una esposa que te espera con la comida caliente, además dijiste que no te molestaría si quería dedicarme a nuestro hogar — se defiende rápidamente.
— ¿Qué has estado haciendo todo este tiempo? ¿Dónde vas en el día Mictia? — hace una mueca insegura — ¡RESPONDEME! — da un respingo en su sitio.
— Me quedo aquí en casa, finjo arreglarme, salir... voy a desayunar a un restaurante con mis amigas y después vuelvo a casa... espero ya sea viendo una serie o algo así, después tomo mi bolso, salgo a dar un paseo, compro algo que me guste y vuelvo a casa de nueva cuenta y finjo volver del trabajo — eso solo me hace sentir más molesto.
— Ahí es a donde se va el dinero — digo bajo... amenazante, ella se encoje en su sitio — vos dijiste que las cosas ahora estaban subiendo de precio, que necesitabas más para la comida y yo te di el dinero sin preguntar... sos... sos una... — me muerdo la lengua para no insultarla.
— Spreen... tu dijiste que o había problema con ser ama de casa — vuelve a decírmelo ahora bajito y viéndome con ojos brillantes de cachorrito pateado, pero no me interesaba, yo no caería ante sus manipulaciones... no de nuevo.
— ¡El quilombo acá no es que quieras quedarte en casa, ni si quiera la plata, vos me has estado mintiendo por más de un año, me has estado reclamando por no estar con vos... de solo pensar en que pude haber dejar mi laburo por que vos me lo pedias!... ¡¿De que hubiéramos vivido!? ¿¡Acaso sos pelotuda!?, me has estado viendo la cara por todo este rato y yo todavía como imbécil me disculpaba con vos... sos... sos simplemente — gruño en vez de apartarla y salir la veo con dureza — lárgate de mi casa.
— Spreen, amor... no es tan grave como crees, lo prometo, no hacia nada malo, te amo, por favor vamos a arreglar esto, te juro que no gastaba mucho dinero, por favor no hagas algo de lo que te puedas arrepentir después, nosotros somos perfectos juntos, sé que estuvo mal no decirte, pero no quería decepcionarte y...
— Salí de mi casa — repito completamente serio y frio, noto como sus ojos se llenan de lagrimas, poco me importa en este momento — salí o llamo a seguridad... o puedo arrestarte por invadir propiedad privada.
Me esquiva entre sollozos, toma su horrendo bolso y sale del apartamento con un fuerte portazo, suspiro realmente cansado... apenas era la una de la tarde, pero yo sentía como si fueran las once de la noche, voy hacia la sala dejándome caer en uno de los sofás, me encuentro realmente agotado, tenia ganas de llamar a Roier, contarle todo este quilombo, pero sabia que estaría dormido o recuperando el tiempo perdido con su mina, hago una mueca inconforme... como deseaba yo eso, tener una relación así de sana, donde no había mentiras ni manipulaciones.
Me pongo de pie para poner la cadenita de la puerta principal así me aseguraba que Mictia no entrara al apartamento, después me voy a mi pieza con toda la intención de dormir, había sido el peor regreso de misión que pude haber imaginado, estoy viendo hacia el techo... no ha pasado ni un día y ya extraño el calor corporal de mi amigo a mi lado, tomo una de las almohadas y la abrazo con fuerza... me sentía para la mierda, pero no había nada que pudiera hacer, yo había elegido a Mictia como prometida y ahora estoy pagando las consecuencias.
° Roier °
Había llegado a casa la cual estaba completamente vacía, Tina tenia turno de cuarenta y ocho horas, pero hablamos un poco por teléfono, ella parecía muy contenta al escucharme, me dijo que intentaría ver si podian cubrirla para venir a casa, le dije que no se preocupara, que estaría esperando por ella tal como ella hacia conmigo, al final de cuentas ese era nuestro acuerdo, ella dijo que era el mejor novio del mundo y que me amaba mucho, que nos veríamos por la noche o hasta el siguiente día dependiendo si conseguía quien le quisiera hacer el favor de cubrirla, nos despedimos porque la llaman por una emergencia.
A decir verdad me sentía sumamente relajado, había extrañado demasiado mi casa, mi cama la cual estaba repleta con el olor de mi chica, ni si quiera tardo en quedarme dormido, me sentía completamente seguro y en paz, para mi buena suerte no sueño con absolutamente nada, despierto al sentir que la cama se hunde a mi lado, abro los ojos desorientado y antes de poder enfocar del todo siento unos labios presionándose contra los míos... era Tina, era sumamente sencillo reconocerla, su pequeño cuerpo encima del mío
— ¿Cómo fue tu misión my love? — pregunta con una sonrisa cálida, por reflejo volteo hacia la ventana, ya era de noche, mi estomago decide protestar por comida, le saco una sonrisita — vamos, traje la cena — se pone de pie tirando de mis manos, la sigo con sin rechistar.
— Me fue... relativamente bien, me cayo una caja encima, solo una contusión así que estoy muy bien — ella me voltea a ver, una vez me siento en una de las sillas comienza a revisarme con atención.
— Una contusión puede ser peligrosa honey — solo hay preocupación en su voz, me da un beso en la frente.
— Estoy bien linda, tuve unos excelentes médicos allá en Francia, ya no duele nada de nada — ella me observa con detenimiento.
— Bien... pero te estaré vigilando — me planta un casto beso en los labios.
— Claro... adivina quienes se besaron y porque Spreen y yo — eso la hace reír, sus ojos brillantes de cariño y alegría.
— Que novedad, no lo pude haber imaginado — dice con sarcasmo divertida.
Comienzo a contarle todo sobre la misión, como al principio nos incomodaba toda la situación, pero terminamos acostumbrándonos, le dije absolutamente todo sobre mi comportamiento y el de Spreen, los besos, las veces que nos abrazamos, que me llegue a sentar en el regazo de mi amigo, ella no parece molesta ni si quiera un poco incomoda con la idea, solo se ríe alegremente y se burla un poco, aunque hay momentos donde me toma la mano dándome caricias dulces cuando le decía lo frustrante que era para mi no poder ayudar a esos pobres chicos, ella solo me escucho atentamente y comentaba brevemente cuando tenia algo que decir.
— Eres tan fuerte Ro, tal vez no salió tal y como esperabas, pero ayudaste a mucha gente... eso es increíble — me da un casto beso en los labios.
— Al menos ya termino... ¿Cómo fueron estos días sin mi?
— Solitarios... no hubo novedades jugosas en el trabajo... solo espero que no te gusten más los beses de Spreen que los míos — se sienta sobre mis piernas abrazándome por el cuello.
— Mmmh... no lo sé... déjame probar un poco — bromeo un poco antes de besarla lentamente.
— ¿Y bien? — murmura sobre mis labios, sus manos ya están bajo mi camiseta.
— Aun no lo sé... necesito probar mejor.
Nos envolvemos en una sesión de besos ardientes, Tina no tarda nada en intentar quitarme la camiseta, me incorporo un poco subiéndola en la mesa apartando los paltos y vasos vacíos, se escucha el estruendo de que algunos se rompen contra el suelo, poco me importa, al separarnos me saca la camiseta.
— ¿Entonces? ¿Cuáles te gustan más? — dice metiendo sus manos bajo mi pantalón y ropa interior, suspiro sintiendo la temperatura subir rápidamente.
— No hay duda de que tu me provocas cosas muy diferentes y es más que obvio que puedes sentirlo — nos reímos con complicidad, ella parece querer recuperar el tiempo perdido y a decir estoy completamente de acuerdo, lastima que despues deberíamos limpiar el desastre que haríamos, pero la primera ronda sobre la mesa siempre era excitante, espero no despertar muy cansado porque debía ir a trabajar mañana.
Notes:
Buenas buenas, acá otro capítulo de esta historia de agentes del FBI ¿Qué les pareció?
Como pueden ver estuvo intenso el capítulo, Spreen descubrió que Mictia le había estado mintiendo desde hace mucho tiempo, claramente eso no le gusto para nada... pero quiero aclarar que no porque le dijo que se fuera de su casa significa que hayan terminado oficialmente, como pueden esperar Mictia no se quedara de brazos cruzados y perder al "amor de su vida", aunque a decir verdad ella ama a Spreen más por lo que le da y no por lo que es, como saben para ella el trabajo de Spreen y lo que eso significa para el son idioteces, claramente si quiere reconciliarse con el oso deberá ponerse las pilas y dejar de andar chingando con ese tema... ¿ustedes creen que Spreen la perdone?
Me causa gracia que se puede notar las grandes diferencias en ambas relaciones, mientras Sprite tiene una relación toxica el Roier tiene una relación armoniosa... pobre del Speren él extrañando a Roier y Ro dándole amor a Tina jajaja, ni modo, eso pasa cuando te pones caliente, pero también hubo algo importante en dicha interacción entre Tina y Roier... ¿lo notaron? ¿no?... pues les digo, Roier no le dijo a Tina que le gustaban más sus besos que los de Spreen, no negó ni acepto nada, dio una respuesta alternativa que es diferente... así es gente, Roier es consiente que sintió diferente con Tina y con Sprite... pero aun esta el tema... como pueden ver a Roiler se le paro la mazacuata con Tina, con Spreen eso jamás paso... ¿acaso Ro tendrá una erección con Sprite pronto?
También tengamos en cuenta que Spreen y Roier jamás se besaron de verdad... ósea solo eran labios contra labios, nunca intentaron profundizar, nada de movimiento de labios o intentar de involucrar lenguas, solo eran besos de sus labios juntos, ya fueran piquitos o más prolongado, pero como dije sin ningún tipo de movimiento, así que es normal que con Tina se ponga caliente porque ellos si se besan acá intenso y esas cosas.
Como sea, no se preocupen o desanimen, la relación de Roier y Spreen seguirá creciendo, el siguiente capítulo los veremos como se adaptan a su realidad, una donde no andan tomados de la mano o abrazados todo el tiempo, donde no se besan... donde Sprite tendrá que disimular esas miradas que le echaba al Boiler, en fin aun tienen mucho que resolver entre ellos, además de nuevos casos que se les asignaran, alta emoción la neta xDD.
En fin, eso fue todo por el capítulo de su novela de las diez y media, espero les haya gustado muchísimo, nos vemos en la siguiente actualización, bye bye <333
AlisLang ~
etoilekyung on Chapter 18 Wed 11 Jun 2025 08:07PM UTC
Comment Actions
AlisLang08 on Chapter 18 Wed 11 Jun 2025 11:55PM UTC
Comment Actions
Dottgh03 on Chapter 19 Sat 21 Jun 2025 01:52AM UTC
Comment Actions
AlisLang08 on Chapter 19 Sun 22 Jun 2025 12:38AM UTC
Comment Actions
Dottgh03 on Chapter 20 Sun 22 Jun 2025 07:02AM UTC
Comment Actions