Chapter Text
Contacto JV - S
Algunos días después, Viktor no podía dejar de pensar en la mirada de Jayce. Sus ojos chorreaban miel. Había sido una mirada demasiado dulce para el bien de ambos. Pero, también, podría ser que, Jayce simplemente estaba vulnerable. Es decir, acababa de ver a su novia besar a otra persona. Si lo pensaba más detenidamente, era probable que esa mirada no hubiera significado nada y por lo tanto, no debería hacer ningún tipo de conclusión extraña al respecto. Y, aunque no podía dejar de pensar en ello, se obligó a hacerlo.
Además, desde entonces, Jayce no parecía querer tocar el tema, así que probablemente era porque no era un tema que le incumbiera. Solo deseaba que Jayce estuviera bien. No estaba seguro si debía o no preguntarle sobre cómo iba con Mel, y al no estarlo, simplemente no lo hizo. Después de todo, si tenía pareja y esa pareja era una mujer ¿por qué sacaba conclusiones?
No tenía sentido.
Ese detalle, "una pareja mujer" le hizo recordar algo. Se talló un poco la cara con las manos, él mismo tenía su propio problema. No era momento para pensar en los problemas "amorosos" de Jayce. Acababa de ser invitado a ir con Sky a la gala.
Suspiró.
En general, no solía pensar en Sky más allá de una compañera y potencial amistad, además de ser una colega talentosa en el campo de la ciencia. No obstante, pese a que en general ella era una persona buena y agradable, se sentía incomodo de aceptar ir con ella, aun cuando él mismo pensó en invitarla dada la insistencia de Mel.
Volvió a suspirar.
Su vista se perdió en el cambiante paisaje de la ventana del vagón, y antes de notarlo, estaba recordando cómo se había dado esa invitación:
Iba desde la universidad de camino a la estación para volver a casa, Sky lo acompañaba porque tomaría también el metro, aunque un vagón diferente. Mientras avanzaban, la chica de sonrisa bonachona, se sujetó los lentes por un momento, un gesto que hacía cuando estaba nerviosa, luego, abrazó más un diario que siempre llevaba en la mano.
— ¿Viktor…? — lo llamó con esa voz suave y dulce que la caracterizaba.
— ¿Sí?
— ¿Ya tienes pareja para la gala?
Viktor pareció recordar de pronto que tenía eso pendiente.
— No, no, yo…— estaba por decir que iría solo, pero, entonces recordó las palabras de Jayce y las palabras de Mel y como Mel insistió al grado de ofrecer a otra persona a acompañarlo…esa chica con la que se estaba besando.
Suspiró.
Sin mucho entusiasmo, pero ocultando su pesar, le contestó con amabilidad, corrigiendo lo que originalmente iba a decir:
— Aun no… — aunque, no pudo terminar, pues Sky se le adelantó.
— Pensé que podríamos ir juntos…
— Yo creo que…— hizo una pausa un poco prolongada antes de dar su respuesta, quería decir que no, pero se sentía de alguna forma obligado y comprometido— Señorita Young…
— Sky — le corrigió.
— Sí, disculpa…Sky.
— Me gustaría que aceptaras. Tú y yo representaremos a la UAZ, y aunque estamos compitiendo, si ganaras tú, créeme que estaría igual de satisfecha a que si lo hiciera yo. Deberíamos permanecer unidos ¿no?
Comentó ella con una sonrisa, tratando de a como pudiera, entregarle el mensaje, ver si podría tener más entrada. Pero no lograba ver nada más en Viktor que la indecisión, y Viktor no era un hombre indeciso, así que se preguntó, ¿qué lo estaba deteniendo?
Por supuesto, no perdía la esperanza, pero si se preguntó si debía ser un poco más cauta con sus avances.
— ¿En serio? — eso le pareció curioso a Viktor luego señaló: — No eres muy ambiciosa.
— Hasta donde sé, tampoco tú — dijo ella intentando elogiarlo — Lo importante es lo que podemos hacer por el mundo. Todos debemos hacer nuestra parte ¿no?
— Sí, estoy de acuerdo… — estaba indeciso de aceptar.
Entonces le llegó una llamada que lo salvó de tomar la decisión de forma inmediata.
— Disculpa, debo contestar es mi patrocinador.
— Adelante… — esperó ella con una mueca decepcionada.
Cuando contestó, del otro lado se escuchó la voz de Salo.
— Viktor, qué bueno que te localizo.
— ¿Sucede algo?
— Quería hablarte de la gala…
Los recuerdos de Viktor se vieron interrumpidos por la voz de Jayce, quien ahora estaba sentado a su lado.
— La tierra llamando a Viktor, despierta.
— ¿Jayce? ¿A qué hora te subiste?
— Hace como una estación ¿en qué tanto piensas? — preguntó con una sonrisa, acercando su rostro sin notarlo y escrutando al castaño con la mirada.
— No, no, en nada en especial. Simplemente estaba mentalizándome.
— ¿Mentalizándote? ¿Para qué?
Nuevamente ese lado de Jayce estaba apareciendo, él quería saber todo lo que Viktor pensaba, hacía, a donde iba, con quién convivía. Sin darse cuenta se estaba volviendo cada vez más codicioso.
— La gala será en unos días más, la competencia al día siguiente y tengo un recital de música en dos semanas… muchas presentaciones públicas.
— ¿Nervioso?
— Un poco…
— Yo también… — dijo como siempre, comenzando a jugar con la mano del castaño, chocando sus palmas varias veces.
— Nunca me han gustado los eventos sociales ni las presentaciones públicas en general — suspiró estresado, recargando su cabeza en el cristal de la ventana de atrás de su asiento.
— A mí tampoco, son aburridas. Tengo que acompañar a Mel a adular desconocidos y si no es con ella, acompaño a Cait y a su madre para lo mismo.
— Suena molesto — opinó Viktor
— Lo es.
— Por mi parte, lo hago porque tengo qué, pero siempre me dan nauseas. Me incomoda la mirada de las personas, ya de por sí llamo mucho la atención— dijo pensando en su bastón y su pierna, aunque esta vez no hizo por señalarlos.
— Sí, ese es el problema de ser atractivo — dijo Jayce sin pensar.
El comentario sacó a Viktor de balance y de inmediato pensó en que Jayce solo bromeaba o bien, que hablaba de sí mismo, tenía a Jayce en el concepto de ser lo suficientemente vanidoso como para soltar algún comentario así.
— ¿Ahora estamos hablando de ti?
— ¿Qué? No, estábamos hablando de ti ¿no?
— ¿Qué?
— ¿Qué?
Ambos parecieron confundidos con la percepción y el tema del otro. Realmente no parecían terminar de comprender por qué el otro diría eso. Entonces, Jayce notó lo que técnicamente había dicho. Su corazón latió muy rápido. Y queriendo salir del apuro, bromeó acercándose:
— ¿Eh? — dijo alargando la vocal, en un tono mimoso y juguetón— ¿Crees que lo soy?
— Creo que eres un poco ególatra ¿no lo crees?
Viktor le dio un empujoncito juguetón. Luego de una sonrisa ligera en sus rostros, cayó un silencio extraño entre ambos. Técnicamente, los dos acababan de admitir que pensaban que el otro era atractivo. No era algo necesariamente malo pero… ¿no era extraño decirlo?
De repente, le llegó un mensaje a Viktor, quien, por inercia sacó su teléfono. Jayce pasó su brazo por los hombros de Viktor mientras él abría la aplicación de mensajería. Y de la misma forma, Jayce se acercó más a él y se asomó a la pantalla, leyendo el mensaje que había recibido.
Viktor no cuestionó a Jayce por acercarse o por abrazarlo, desde el día que había sucedido aquella situación con Mel, sentía que Jayce estaba un poco más pegajoso que de costumbre. Pero no le decía nada, asumía que necesitaba el apoyo moral y él se lo daría. Dejó a Jayce a un lado de su mente para leer el mensaje, era de Salo:
[Viktor, ¿ya pensaste sobre lo que te dije? Como parte de los organizadores de la gala que está por venir y como uno de tus patrocinadores, debo insistir en lo conveniente que sería si aceptaras… Además, personalmente hablando, me encantaría que tocáramos juntos esa noche...]
Viktor se quedó pensativo, después de todo, no solo lo había invitado a tocar, sino también a acompañarlo durante la gala. Viktor sintió que su estomago se estrujaba, no quería tener que hacer más presentaciones públicas ni ir acompañado, pero también sabía que no era muy buena idea rechazar a su patrocinador dadas las circunstancias. No le temía a Salo, después de todo, Viktor era consciente de que, técnicamente, él tenía el control al ser su donador de sangre. No obstante, él jamás le negaría ayuda a alguien que lo necesitara, mucho menos para temas de salud. Pero, era realmente pesado para él, tener que cumplir con los compromisos sociales.
— ¿Vas a tocar con Salo? — dijo Jayce con un tono sorprendido pero un ligero toque de molestia, frunciendo el ceño y recargando su cabeza en la de Viktor, tallándola como si le estuviera dando un cabezazo suave.
Eso tomó por sorpresa al castaño, no esperaba que Jayce leyera el mensaje. De inmediato volteó a verlo, quitándole el apoyo y haciendo que Jayce simplemente se quedara viéndolo desde muy cerca, escrutándolo casi indignado, como si Viktor le debiera una explicación.
— ¿Estás leyendo mis mensajes? — preguntó desconcertado y sorprendido, más no molesto. Nunca había tenido cerca a nadie que fuera así, que…se interesara tanto en lo que hacía o decía. Era una sensación extraña.
De repente, Jayce cayó en cuenta de lo que acababa de hacer y fue su turno de entrar en pánico.
— Lo siento — dijo muy apenado— Yo…no sé, creo que, creo que fue la inercia de que estamos juntos y la notificación me llamó la atención… y yo…— intentó explicar, retirando su mano de los hombros de Viktor — Lo siento…
— Descuida, sí, estábamos lado a lado, era casi inevitable — comentó Viktor disculpándolo.
Jayce juntó las manos y jugueteó con sus dedos nerviosamente, mientras veía a otro lugar, dándole privacidad a Viktor y esperando a que contestara el mensaje. Mientras lo hacía, notó que tenían un pasajero extra ese día, quien parecía atento a su conversación. Era normal, no es como que pudiera evitar escuchar estando solo ellos en el vagón.
Luego, notó con el rabillo del ojo que Viktor guardaba el teléfono y su postura fue menos tensa, pero aún tenía esa duda que no se pudo quedar:
— ¿Y bien?
— ¿Y bien? — repitió Viktor no entendiendo.
— ¿Tocarás con Salo?
Viktor bufó nervioso. De alguna forma, cuando Jayce le preguntaba esas cosas, le hacía sentir como si estuviese haciendo algo malo. Pero al mismo tiempo, sabía que no era así.
— Temo que sí — respondió con fastidio y nerviosismo— Justo lo que me faltaba ¿no?
— Si te pone muy nervioso, piensa que solo estás conmigo.
— ¿Qué?
— Sí, escucha: no te pusiste nervioso en mi habitación. Así que solo imagina que lo estás haciendo conmigo.
Por supuesto, él se refería a Viktor tocando y él cantando, pero cuando vio la expresión de Viktor y notó la risita del pasajero extra; repitió la conversación en su cabeza. Entonces, se dio cuenta de lo cómo sonaba lo que había dicho. Jayce se sonrojó y empezó a reírse.
— Oh, no. Eso sonó un poco sucio — dijo cerrando los ojos— Discúlpame, yo me refería a…
Viktor se le quedó viendo primero intentando no reírse, pero finalmente, no pudo contener su risa, ver a un tipo tan vanidoso y fortachón como Jayce tan nervioso casi queriendo esconderse era gracioso, así que presionó un poco más:
— ¿Un poco? Lo bueno que solo estamos nosotros.
El castaño no había notado al pasajero extra, si ni siquiera había notado a Jayce, menos notaría a alguien más.
— Sabes de que hablo…ya…yo solo me callaré la boca por ahora — dijo usando su mano para cubrir sus ojos.
Viktor rio de nuevo y pensó que era una ocasión inusual ver a Jayce avergonzado, eso era lo que en realidad lo hacía reír, no tanto el comentario de mal gusto. Pero Jayce, pese a la vergüenza que sentía, adoró su risa.
— Deja de reírte — pidió sin él mismo poder contener la risa y sin desear realmente que Viktor parara de reír.
— Perdón, pero definitivamente, qué bueno que estamos solos, así al menos fui el único que escuchó.
— Eso creo — admitió, Viktor sería la única persona con la que se sentía así de cómodo y así de inquieto, todo al mismo tiempo.
El moreno suspiró cancinamente. De verdad, no podía dejar ir el tema.
— Entonces tocarás con Salo— afirmó con resignación.
— Es mi patrocinador, no es bueno rechazarlo.
Jayce comprendió, a veces se sentía así con Mel. Como si no pudiera negarse a ciertas cosas, ya sea como pareja o como patrocinadora, Mel era una mujer muy dulce, pero también una que no le gustaba el "no" por respuesta. Luego, lanzó otra pregunta que se moría por hacer:
— ¿Y ya tienes pareja para la gala? — inquirió nervioso, pero sin perder a Viktor de vista.
— No estoy seguro. No les contesté a ninguno…
— ¿Les? ¿A quiénes? Espera ¿ninguno? ¿a cuantas personas les preguntaste?
Viktor rio nerviosamente.
— Inesperadamente, me invitaron dos personas. Bueno, me ahorraron la molestia de tener que buscar…
Jayce quedó atónito.
Es decir, de algún modo, y aunque sabía en el fondo que no sería así, él se veía a sí mismo en la gala, charlando con Mel y Viktor toda la noche. Eso lo sacudió, es decir, aun no había logrado insertar la imagen de alguien acompañando a Viktor, porque simplemente, nadie era lo suficientemente bueno para estar a su lado. Así que, el solo hecho de saber que Viktor estaba considerando opciones era, estremecedor. Sintió un calor intenso en la boca del estomago y se sintió irritado.
Pero necesitaba saber, así que en voz baja y casi como un rugido presionó:
— ¿Y con quien irás?
— Yo…no lo sé… la señorita Young me invitó. Ella, es una de las participantes de la UAZ, eso podría ser conveniente para ambos por cuestiones de política escolar.
El moreno la recordaba, era la chica que alguna vez acompañó a Viktor a su casa. La que evidentemente estaba enamorada de él. Se sorprendió de que se atreviera a hacer un movimiento finalmente. Luego, escuchó a Viktor continuar:
— Pero también me invitó Salo, por ser mi patrocinador podría ser conveniente, pero por ser de la UAP, una escuela rival, resulta muy inconveniente.
Jayce comprendió, era realmente una posición incómoda en la que Viktor se encontraba. Tenía ganas de decirle "si quieres ahorrarte problemas solo ven conmigo y ya" pero no podía. Así que en lugar de decir lo que realmente quería, se corrigió:
— Tal vez parezca que no estoy en posición de decir nada, debido a que iré con Mel, pero eso parece abuso de poder.
Viktor no pudo evitar notar que, al parecer, o Jayce no había hablado al respecto con ella o que simplemente habían arreglado las cosas. Pero le sorprendía que Jayce pudiera soportar ir con una persona que le había sido infiel.
Luego, bufó cansinamente, pensando "cierto, no estás en posición de criticar, Jayce" probablemente, al ser Mel su patrocinadora y su novia, estaba en una posición más que incómoda. Después de todo, considerando como era la casa de Jayce, que, aunque era hermosa, y considerando que tomaba el metro, le fue obvio determinar que no cuenta con los medios para pagar una escuela privada tan costosa como la UAZ, probablemente estaba becado por promedio.
— Sería feliz si como científico, si solo pudiera dedicarme a hacer descubrimientos y desarrollar inventos. En cambio…
— Tenemos que formar parte de un circo. Te entiendo.
— Sí.
— No importa con quién decidas ir, podemos igual vernos allá y charlar como siempre. Así no nos aburriremos — dijo Jayce tratando de animarlo.
Además, el moreno trató con todas sus fuerzas de asegurar un periodo de tiempo con Viktor. No quería perder la oportunidad de estar con él en una fiesta.
— Por cierto, Mel me comentó que planea hacer unas "dinámicas de integración" con los participantes. Por supuesto, esto será posterior a las presentaciones formales.
— ¿Dinámicas?
— No me especificó mucho, pero siendo ella, debe ser algo para ayudar a romper el hielo y generar la sana competencia…espero.
Viktor arqueó una ceja.
— Sí, yo también puse esa expresión — comentó Jayce con una semi sonrisa.
Finalmente llegaron a la estación de Viktor.
— Debo irme.
— Te veo mañana.
— Hasta mañana.
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Al día siguiente, Jayce estaba de mal humor, tal como había llegado a casa. Ximena se preocupó y pensó que tal vez había discutido con Viktor, pero solo le dio espacio, pues cuando intentó preguntar, Jayce de repente se volvió muy hostil, así que Ximena no insistió. Cuando lo despidió en la mañana, aun lo notó molesto, pero un poco más compuesto que el día anterior, así que solo le dijo dos cosas "haz las paces con él y ve con cuidado"
Jayce se fue con el ceño fruncido, es decir ¿hacer las paces? ¿Por qué su madre seguía insistiendo que había peleado con Viktor, obvio que no había peleado con él ¿por qué lo haría?
Por supuesto, cuando subió al metro y que finalmente estaba con el castaño, aunque Jayce intentó no mostrar su enfado frente a Viktor, le fue imposible. Pues, su rostro era demasiado expresivo para su propio bien. Iba serio y sin hablar. Ocasionalmente haciendo muecas, girando los ojos o bufando.
Viktor arqueó la ceja, pero no lo presionó, solo le preguntó una vez para asegurarse de que estaba todo bien, pero en cuanto notó la actitud molesta y distante de Jayce, lo dejó ser, se puso audífonos y continuaron. Después de todo, Viktor tenía su propio problema por resolver.
El viaje a la universidad fue silencioso, un poco tenso, pero no hubo mayores problemas. Jayce quería preguntarle a Viktor, pero no se sentía listo para recibir una respuesta, así que terminó por no preguntar nada, en especial cuando notó que Viktor llevaba puestos los audífonos, eso casi le hizo rabiar. Pero también comprendía que él mismo lo había provocado y que Viktor simplemente le estaba dando espacio.
Cuando descendió del vagón, se despidió de Viktor, aun intentando que no se notara su molestia, sin mucho éxito. Pero cuando llegó a la escuela, su mal humor era evidente y no se molestó en intentar ocultarlo. Se fue directo al gimnasio y no asistió a clases. La mayor parte del día la pasó intercalando tiempo en el gimnasio y tiempo en el laboratorio.
A la hora del almuerzo, Mel fue a buscarlo.
— ¿Jayce? ¿Has estado todo el día aquí?
— Sí ¿cómo me encontraste?
— Eres bastante popular, el campeón de halterofilia aquí, participante en la competencia de inventores, de los mejores en tu generación… todos saben a dónde vas.
Jayce suspiró.
— ¡Genial! — exclamó sarcástico.
— ¿Qué es lo que te molesta?
— No estoy molesto.
Mel lo observó, escudriñándolo con la mirada.
— ¿Peleaste con Viktor?
— ¡¿Qué?! ¡Claro que no! — exclamó como si fuera la idea más absurda de todas— ¿Por qué tú y mi madre piensan eso?
— Era una pregunta. ¿Qué te tiene molesto?
— Tú — dijo de pronto.
Ella sintió como si le vertieran un valde de agua helada, y por inercia y confusión preguntó:
— ¿Yo?
— Besaste a Elora en frente de Viktor.
Eso dejó impactada a Mel. ¿Qué tenía de malo besar a su novia en frente del NO novio de Jayce?
— A) No lo hice frente a Viktor y B) ¿qué importa si Viktor me vio?
— Lo sorprendiste — comentó en voz más baja, irritado.
— ¿Es eso lo que te molesta? Que Viktor se sorprendió por ver un beso ¿eso? A su edad, ya debería haber atestiguado alguno alguna vez.
— El pobre no sabía qué hacer, ni como decírmelo. Él… — se calló, estaba molesto, ni él mismo estaba seguro de por qué peleaba con Mel.
— Jayce, tu y yo estamos en una relación abierta, eso es algo que solo nos concierne a nosotros ¿qué importa si Viktor nos vio?
— El pensó que me engañaste.
— ¿Y? Supongo que le explicaste, siendo así, asunto arreglado ¿no?
Jayce pensaba que lo había explicado lo suficientemente bien, aunque en realidad, no lo había hecho. Pero no pudo reflexionar eso, simplemente, quería discutir con alguien, quería pelear. Estaba molesto y no terminaba de entender por qué.
— Él se sorprendió — repitió.
— Te puedo asegurar que él no es un niño, por lo que sé, es incluso mayor que tú.
— Ese no es el problema — dijo irritado.
— ¿Entonces cuál es?
— Él va a… — de repente soltó las pesas bruscamente— ¡¿Por qué le insististe que buscara una pareja para la gala?!
— ¿Qué? — aunque realmente no estaba sorprendida de que Jayce gustara de Viktor, estaba sorprendida de que le reclamara ese detalle ¿acaso ya se había dado cuenta de sus sentimientos por él?
— ¡Él esta ahora entre la espada y la pared!
— ¿De qué hablas, Jayce?
— Él está decidiendo si ir con una compañera suya o si debe acompañar a Salo ya que es su patrocinador, aunque él no quiera.
— Sin duda un dilema que viene con mucho sufrimiento — comentó ella con sarcasmo.
— ¡Él está muy estresado!
— ¿Y por qué te molesta? En todo caso, es un problema de él. Y, que, independientemente si yo le decía o no que buscara pareja, eventualmente se le presentaría si ellos gustan de él. ¿Dónde pinto yo ahí?
Ese comentario molestó a Jayce.
— Escucha— dijo tomando una toalla y secándole el sudor— Sé que Viktor es importante para ti, por eso es por lo que, estoy intentando que obtenga más patrocinadores. Es un joven prometedor y definitivamente una buena inversión. Teniendo más patrocinadores, podría asistir a la UAP y quizá podrías verlo más a menudo.
Jayce aun tenía el ceño fruncido y la boca curveada hacia abajo, mientras veía hacia otro lugar. Seguía molesto, aunque esa posibilidad le gustaba. Ni siquiera estaba del todo seguro de por qué peleaba con Mel.
— No quiero que vuelvas a insistirle en ir acompañado. Si él quiere ir solo, estoy seguro de que su talento y su esfuerzo, serán suficientes para atraer patrocinadores.
La dama suspiró cancinamente. Parecía ser que Jayce o aun no notaba su verdadera molestia, o estaba en negación. Mel suspiró cancinamente.
— Bien, te prometo, Jayce, que no volveré a insistirle a Viktor con el tema. Pero créeme que sería mejor que fuera acompañado.
— ¿Podemos…solo no hablar de esto?
— De acuerdo. No hablaremos de esto.
Pasaron unos segundos en silencio, hasta que Jayce agregó.
— Lamento haberme alterado así.
— Entiendo que estás muy estresado, porque pronto será la gala y la competencia; pero, luego de eso, será el estrés ordinario de la escuela. Solo es unos pocos días más.
Jayce bufó molesto. Estaba muy enojado. Rara vez se molestaba así. Lo peor del caso, es que no terminaba de entender por qué.
Cuando le tocó volver a casa, vio a Viktor en el tren, lo vio pensativo, con los audífonos puestos. En el momento en el que se abrieron las puertas del vagón, notó a Viktor dubitativo, sobre si quitarse los audífonos o si simplemente continuar con ellos y darle espacio a Jayce.
Jayce se sentó a su lado un poco lejos, le dio la espalda por un momento y luego se recostó, apoyando su cabeza en el regazo de Viktor.
Suspiró molesto.
El castaño arqueó una ceja, totalmente extrañado por el mal humor y el comportamiento de Jayce. No le dijo nada sobre recostarse en su regazo, simplemente lo dejó ser.
Jayce iba observando a todas partes y cuando Viktor no lo veía, observaba sus ojos dorados, eso le traía calma, hasta que sus miradas se toparon. Ambos se sorprendieron.
— Lo siento — se disculpó Jayce.
— ¿Por qué?
— No lo sé, ¿por estar de mal humor todo el día?
— No te desquitaste conmigo y en general no estuviste conmigo. No hay nada que perdonar.
— No, pero…no sé… ¿no te incomodé?
— No. Todo bien de mi parte ¿todo bien contigo?
Jayce gruñó un poco y se acomodó mejor en sus piernas.
— No… estuve realmente molesto todo el día. Le contesté mal a mi mamá, no pude hablar contigo en la mañana, discutí con Mel, no entré a clases — suspiró— Te juro que este momento es lo más relajado de mi día — dijo comenzando a juguetear con los dedos de Viktor.
— ¿Te levantaste de mal humor? — preguntó, intentando averiguar qué sucedía.
— Algo así — dijo observando los ojos dorados — Solo…— suspiró de nuevo con fastidio y luego lanzó: — ¿No quieres ir a mi casa hoy?
— ¿Seguro? ¿No prefieres estar solo?
Jayce negó con la cabeza.
— Pasé la mayor parte del día solo en el gimnasio. Quiero algo de compañía.
Viktor lo pensó y luego asintió.
— Sí, mañana es sábado, no tengo que levantarme temprano a nada, así que podemos hacer lo que tú quieras.
El moreno asintió con una sonrisa. Su primera sonrisa del día. Era como si toda la piel le hubiera estado ardiendo y la presencia de Viktor fuera como una especie de capa que reconfortaba su piel.
— ¿Te quedas a dormir?
— ¿Quieres que me quede a dormir?
Jayce asintió.
— ¿Tu mamá querrá?
— Claro que sí, ella te adoró.
— ¿Podemos pasar antes a mi casa? Debo alimentar a Ryo y a Blitzcrank.
— Sí — dijo con paciencia.
El resto del viaje fue silencioso. Jayce permaneció recostado con su cabeza en las piernas de Viktor, jugueteando con sus dedos. Cuando llegó la hora de bajar, tomó toda su fuerza de voluntad para levantarse de la comodidad del regazo del muchacho.
Saliendo de la estación, trató de caminar cerca de él, un poco más de lo usual. Llegaron a casa de Viktor, ahora no había ningún ramo de flores esperando, solo sus mascotas. De ahí, la casa estaba vacía.
La casa de Viktor estaba limpia, pero notó algo, similar a lo que Viktor le había dicho alguna vez: El aroma de Viktor estaba por todas partes y eso, era tranquilizador para él. Jayce acarició a Blitzcrank, eso lo relajó también, mientras esperaba a que Viktor les dejara comida a sus mascotas y guardara algo de ropa para dormir en su mochila, su cepillo de dientes entre alguna otra cosa.
Cuando Viktor estuvo listo, llevaba su violín, su mochila y dentro de ella, unos dulces para la madre de Jayce.
Se pusieron en marcha de nuevo y cuando llegaron, Ximena se asomó, aun no muy segura del estado de animo de su hijo, pero cuando salió, notó que Jayce estaba mucho mejor, se acercó a saludarlo con un beso en la mejilla; y cuando lo hizo, notó que llevaba a Viktor consigo.
— M'hijo, hola ¿Cómo estás? — dijo Ximena — Pásale.
— Buenas tardes — saludó él, sacando de su mochila las golosinas — gracias por haberme cuidado aquella vez.
— Ay, no te hubieras molestado — dijo la mujer con una sonrisa, comenzando desde ya a planear la cena — Suban a divertirse, más tarde los llamo para cenar.
— Muchas gracias.
Ximena quería servir algo reconfortante para Jayce y al mismo tiempo, algo que nutriera a Viktor, se había propuesto engordarlo un poco.
Ambos subieron a la habitación de Jayce, dejaron sus cosas en un lado y se sentaron en la cama de Jayce.
— ¿Quieres jugar video juegos?
— Claro.
Pusieron el super smash bro's y jugaron hasta que fue momento de bajar a cenar. Ximena notó que, definitivamente, Jayce estaba de mejor humor, así que se preguntó si realmente, habría peleado el día anterior con Viktor y ahora se habían reconciliado. Ella no lo sabía, pero le pareció que así había sido.
Por supuesto, notó la cercanía inusual que Jayce estaba teniendo con Viktor.
Cuando estaba sirviendo la comida, notó a Jayce con la pierna cruzada por debajo de la mesa y con su pie, apoyando la punta en la rodilla de Viktor. Notó que en la mesa, cuando bromeaba y cada vez que podía, le tocaba el brazo o la mano.
Ella conocía a su hijo, Jayce siempre había sido mucho de contacto físico, pero notaba que simplemente, parecía ser que Jayce no podía soltar a Viktor. Hasta se preguntó si ya estaban en una relación y simplemente no le había dicho. De igual forma, decidió ser prudente y dejar a Jayce ser, en su lugar, observó a Viktor.
Viktor no aprecía inmutarse por los toques de Jayce, no se acercaba y no iniciaba directamente, él el contacto, pero definitivamente, tampoco lo detenía, podríamos decir que incluso en ocasiones lo completaba cuando notaba que Jayce lo buscaba.
Ximena sonrió. Dejaría que ellos mismos se tomaran su tiempo para contárselo.
Al terminar la cena, subieron a la habitación de Jayce. El humor del moreno había cambiado totalmente. Una vez arriba, Viktor sacó su violín de su estuche y le dijo.
— Practiqué la canción que me pediste.
Viktor planeaba estar de pie, pero Jayce lo hizo sentarse en su cama para que no le cargara mucho esfuerzo a su espalda y su pierna. El muchacho de ojos dorados y mirada intensa comenzó a tocar aquella melodía turca. Su violín ahora producía su sonido característico y había adquirido una tonalidad sensual y envolvente. Era una tonada divertida y que invitaba.
Mientras tocaba, Jayce no paraba de sonreír y balbuceaba la canción a como podía, por supuesto ante los silencios, llegado el momento, tronaba los besos característicos de la canción Şımarık.
En ocasiones tronaba los besos cerca del oído de Viktor, haciendo que se retorciera un poco, tanto por la sensación cosquilluda que le dejaba, como por la vergüenza.
Desde el piso inferior, Ximena lograba escuchar la melodía, ella conocía la canción y simplemente se rio. Jayce no era la persona más sutil del mundo, pero parecía ser que Viktor tampoco. Eso la tranquilizaba.