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Sueños en polvo blanco.

Summary:

Todomatsu trae una bolsa sospechosa de polvo blanco a casa y no quiere cargar con eso solo.

La bolsa se rompe pero el polvo no es lo que pensaron, y los hace ver los sueños de cada hermano mientras descubren cómo se ven a los ojos se los demás. ¿Quién diría que más de uno tiene inseguridades que nadie había notado? ¿O quizás sí lo hacían?

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Chapter 1: Prólogo

Chapter Text

 

Era por la tarde cuando en la casa de los Matsuno todos los hermanos se sentaron en círculo con los brazos cruzados.

Excepto Todomatsu, quien estaba erguido agarrando sus rodillas. 

En medio de la sala, una bolsa con polvos blancos.

—....

—....

—....

—....¿Algo que decir, Totty? 

Todos levantaron la vista para mirar al menor.

—¡Lo siento mucho! —Se arrodilló. —Me lo dieron sin que pudiera negarme y cuando me giré para devolverlo esa persona ya se había ido.

Todomatsu ya sabía lo que implicaba una bolsa entera de polvo blanco entregada de forma sospechosa.

Dudaba que fuera azúcar o harina, pero él realmente fue débil a la presión y acabó aceptando la bolsa. 

Aún así esperaba abordar el problema con el apoyo de sus hermanos.

—¡¿Cómo pudiste coger esto!? ¡Obviamente no es algo bueno! ¡Sácalo de casa antes de que lo vean mamá o papá!

Todomatsu soportó el regaño de Choromatsu y después levantó la vista con lágrimas en los ojos.

—Pero ahora nos regañarán a todos y no solo a mí. 

—¡El diablo, es el diablo! —Choromatsu se pasó la mano por la cara con dolor.

La situación no era buena ni favorable, y ahora él tendría que ser el responsable de esto para poder manejarlo de forma adecuada.

Esperaba que al menos sus hermanos pensaran igual que él.

—¿Cómo siquiera sucedió esto? Si es droga debe valer mucho, dudo que tengas el dinero para pagarlo. —Esta vez Ichimatsu habló.

Totty negó con la cabeza.

—No lo sé, me lo acercó a la cara un tipo con una sonrisa y me dijo que era un material muy bueno y que lo compartía con las personas cercanas a mí. 

—Sospechoso~ —Corearon todos sus hermanos al mismo tiempo.

Un silencio se instaló en la habitación de nuevo rodeando a los seis de ellos.

Choromatsu juró que podía escuchar un alfiler cayendo al suelo.

—¿Y bien? ¿Qué hacemos? —Preguntó Karamatsu mirando a sus hermanos y rompiendo el silencio.

—¡Deshacernos de la bolsa, está claro! 

—Opino lo mismo que Choromatsu-niisan. —Incluso Jyushimatsu no quería tener nada que ver. 

—Yo propongo que lo enterremos en algún lugar por si luego lo piden de vuelta.

— ¿Dónde piensas enterrarlo Ichimatsu-niisan? No quiero hacerlo aquí en el patio. —Todomatsu se negó y recibió el apoyo silencioso de sus otros hermanos.

—¿Quizás en el parque? —Sugirió Jyushimatsu.

—¿Con niños ahí? —Karamatsu levantó una ceja.

—Cierto. —Jyushimatsu volvió a sus pensamientos.

—¿De qué estáis hablando?

Una voz tranquila se destacó con naturalidad.

Todos giraron la cabeza a quien hasta ahora se había mantenido más en silencio.

—Osomatsu-niisan... —Llamó el menor.

—¿En qué estás pensando ahora? Más te vale no soltar una tontería. —Espetó Choromatsu.

—Esto no me huele bien. —Murmuró Karamatsu con desconfianza en sus ojos.

—¿Qué murmuras Kusomatsu?—Osomatsu se sintió ofendido. —Es obvio lo que hay que hacer. ¡Claramente deberíamos venderlo y sacar un pastón!

—¡Arg! ¡Lo sabía! ¡No puedes! —Gritó Choromatsu poniéndose en pie.

—¡¿Por qué no!? ¡Ganaríamos mucho dinero y nos desharíamos de la bolsa al mismo tiempo!

—¡Si nos pilla la policía sería contrabando!

—¡¿Por qué nos pillarían?!

—¡No, no y no!

Choromatsu recogió la bolsa del suelo con rapidez y la abrazó.

—¡Suéltala Pajamatsu! —Osomatsu se levantó también y forcejeó para intentar conseguirla.

—¡No puedo ir a la cárcel sin antes conseguir un trabajo y casarme con una Idol! —Cada palabra que soltaba parecía que aumentaba la fuerza en su agarre.

—¡Eso nunca iba a pasar!

—¡Jyushimatsu cógela! —Gritó y la bolsa voló de los brazos de Choromatsu, cayendo en las manos de Jyushimatsu.

—¿Yo? —Jyushimatsu boquiabierto miró la bolsa en sus manos.

Choromatsu lo firmemente a los ojos como diciéndole que la protegiera con su vida, algo irónico ya que querían deshacerse de la bolsa.

Pero él no tenía tiempo para pensar en eso porque Osomatsu ya se acercaba a él.

—¡Vamos a venderla Jyushi! —Osomatsu sonrió maliciosamente y corrió hacia él, pero alguien se interpuso en su camino. 

—Aniki. —Un silbido sonó cuando Karamatsu se paró en medio de ambos. Posó con sus gafas de sol mientras se llevaba una mano al bolsillo y la otra al flequillo. —Creo que deberíamos- PUAJ —Un codazo lo dejó fuera de combate antes de que pudiera decir algo.

—Apártate hombre, estás en medio. —Osomatsu lo miró sin demasiada pena y en seguida volvió a prestarle atención a su hermano más pequeño. —Ven aquí Jyushimatsu, dáselo a tu oniisan. —Osomatsu hacía gestos con las manos mientras se acercaba peligrosamente con una sonrisa.

Jyushimatsu miró a su alrededor de forma nerviosa buscando una salida, cuando de repente, su mirada pasó por Ichimatsu quien a su vez esquivó la mirada con una velocidad sorprendente.

Totty estaba a su lado y se sobresaltó poniendo ojos de ciervo cuando la mirada de Jyushimatsu se paró inevitablemente sobre él.

—¿Eh? ¿Qué? Yo no... —Todomatsu balbuceó y sus ojos miraban a Ichimatsu buscando ayuda. Tristemente, este lo evitaba con ahínco.

Antes de que pudiera decir algo más, Jyushimatsu gritó.

—¡Tuya Totty! 

Y la bolsa volvió a volar hasta los brazos de otro hermano.

—¡No me las lances a mí! ¡Waaa! ¡Aléjate Osomatsu-niisan! —Gritó Todomatsu desesperado cuando su hermano no le dio ni un respiro antes de abalanzarse sobre él.

—¡Dámela Totty! ¡Piensa en el dinero! —Osomatsu tiró de la bolsa mientras Todomatsu la sostenía fuertemente.

—¡No! ¡Estoy de acuerdo con Choromatsu-niisan de que es muy arriesgado! ¡Esto es demasiado ilegal para nuestros estándares! 

—¡Suéltala vamos!

—¡No! —Todomatsu la agarró con fuerza. —¡Espera! ¡Para! ¡Se va a romper!

La bolsa se rasgó y el polvo estalló como una nube, extendiéndose por toda la habitación y cubriéndola de blanco.

La nube cubrió el pelo de los seis, desde su habitual color oscuro a uno blanco y lleno de polvo. Se mantuvo en el aire durante aproximadamente 10 segundos antes de asentarse en el suelo por completo.

—¡Ahh, qué desperdicio! —Osomatsu suspiró en un lamento.

—Ajajaja estás blanco Ichimatsu-niisan.—Jyushimatsu se rió.

—Tú también.

—¿Brothers estáis bien? ¿Alguno lo inhaló por accidente? 

—Se acabó... —Choromatsu cayó de rodillas medio aliviado y medio preocupado, soltó un suspiro que no sabía que estaba conteniendo.—Tenemos que limpiarlo antes de que venga mamá y lo vea.

—Totty ¿estás bien? —Preguntó Osomatsu al ver que su pequeño hermano hacía una cara rara.

—Ah...

—¿Qué?

—Aaaachús.

 

Y todo se tiñó de blanco.

Por segunda vez en aquella habitación.

 

 

Chapter 2: Are you Todomatsu?

Chapter Text

 

Negro.

Todo se veía negro.

—¿Qué es esto? ¿Quién ha apagado la luz?

—Nii-san, se supone que es de día.

—¿Eh? ¿Apagaron el sol?

—Eso es imposible Jyushimatsu.

—Es cierto. —El propio Jyushimatsu asintió.

—Esperen brothers, mis ojos se están acostumbrando a la oscuridad.

—¿No es nuestra habitación?

—Tienes razón.

—Esperen, ¡nuestro futón está tendido y estamos durmiendo ahí! —Osomatsu gritó y señaló el suelo donde efectivamente seis cabezas estaban durmiendo.

—¡¿Quiénes son esos!? —Jyushimatsu gritó.

—Son nuestras caras. —Ichimatsu se acercó a uno de ellos y trató de picarlo. —Oh, parece que no puedo tocarlo.

—¿Cómo que no puedes tocarlo? —Preguntó Choromatsu.

—Porque lo atravieso.

—¿Que tú qué? —Choromatsu gritó, pero antes de que pudiera decir más su boca se cerró.

Una figura del futón se levantó de repente y todos los hermanos se juntaron entre sí, tapándose la boca y poniéndose tras Osomatsu o Karamatsu.

—Hmp, parece que lo hemos amonestado del reino de los sueños y perturbado su descanso con nuestros gritos.

—Ahora no Kusomatsu.

Los hermanos mantuvieron el silencio mientras observaban la figura que se había levantado.

Todavía se estaban acostumbrando todavía a la oscuridad por lo que apenas pudieron identificar por el lugar del futón que era Todomatsu, pero Todomatsu estaba justo a su lado. ¿Había dos? 

Sin embargo cuando la figura se acercó a otro lugar del futón y llamó a otro con su voz se disiparon todas esas dudas.

—Choromatsu-niisan.

La voz sacudió el cuerpo del futón de al lado y otra voz sonó.

—¿Totty?

—Quiero ir al baño.

—Está bien.

Los hermanos miraron boquiabiertos como 2 clones perfectamente hechos de sus hermanos se levantaban para dirigirse al baño supuestamente.

—¿Pero qué? 

—Parecen que no nos vieron.

—Oye, sigámoslos. 

Asintieron y fueron tras ellos silenciosamente 

Andaron con cuidado y susurrando entre sí.

—No creo que puedan vernos. Ni siquiera pude tocarlos.

—¿Cómo es eso que no pudiste tocarlos Ichimatsu-niisan?

—Míradlos, son transparentes. —Ichimatsu los señaló.

—¡Wah! ¡Es verdad! 

—¡Qué miedo! ¿Qué es esto? ¡Tengo miedo!

—¿¡Por qué son transparentes!?

Cuando todos creyeron que nada podía ser más raro, el Choromatsu transparente empezó a brillar de repente y se transformó en un talismán que se pegó al cuerpo del Todomatsu a su lado.

—¡El Choromatsu transparente murió jajajaja!—Osomatsu se rió de forma exagerada mientras se agarraba la barriga.

—¡Ah! ¡Me convertí en papel!

—¡Qué divertido!

El Todomatsu transparente siguió caminando hacia el baño, tenía un aspecto muy adorable mientras avanzaba, contrastando con lo que en su camino aparecieron: Fantasmas y monstruos que fueron repelidos por el talismán Choromatsu, sorprendiendo a todos.

—Debo de estar soñando. —El auténtico Choromatsu se frotó los ojos con el brazo.

—A lo mejor estamos drogados debido al polvo. —Sugirió Jyushimatsu con una sonrisa.

—No podemos estar drogados porque estamos demasiado conscientes. —habló Ichimatsu. —Así que o estamos alucinando o es un sueño. 

—A ver, déjame comprobarlo. —Osomatsu mandó a volar a Choromatsu en un abrir y cerrar de ojos.

—¡¿Ey pero qué haces hermano mayor de mierda!? —Choromatsu gritó desde la pared que había atravesado debido al golpe.

—¿Te dolió Choromatsu? —Gritó Osomatsu con las manos en torno a la boca.

—¿Qué? Oh... espera, ¡No duele!

—¿No duele? ¿De verdad? —Osomatsu se sorprendió.

—¡Déjame probar a mí Karamatsu-niisan! —Jyushimatsu placó a Karamatsu y este salió volando haciendo un nuevo agujero al lado de Choromatsu.  

—¡No dolió en absoluto mi pequeño Jyushimats! —Karamatsu levantó un pulgar en aceptación.

—Impresionante. —Admiró Jyushimatsu sin cerrar su boca.

—¿Entonces qué crees que es esto Ichimatsu-niisan? —Preguntó Totty.

—Quizás estamos soñando todos.

—Yo también lo creo, después de todo esto que acaba de suceder con Choromatsu-niisan convirtiéndose en un talismán protector anti fantasmas es algo que me he imaginado más de una vez.

—Talismán protector anti fantasmas, ¿qué es eso? No me pongas títulos tan raros Todomatsu.

Osomatsu pensó un momento y luego habló.

—¿No sería este el sueño de Todomatsu únicamente? Ya sabes, como aquella vez que nos metimos en los recuerdos de el idiota de Karamatsu porque tenía arrepentimientos con una carta. 

—Puede ser. —Ichimatsu se llevó la mano a la barbilla mientras pensaba. —Habrá que ver más.

—Igualmente esto pudo haber sido ocasionado por los polvos blancos que trajiste a casa Todomatsu, así que no vuelvas a traer algo así.

—Sí~

Los hermanos siguieron viendo la escena enfrente suya.

—Hombre, no me puedo creer que te imagines estas cosas. —Dijo Osomatsu viendo los fantasmas rebotar contra la barrera que producía el talismán Choromatsu.

Totty se sonrojó.

—Dejen de mirar esto. Vámonos a otro lugar, ¡deprisa!

—Oye Todomatsu, no te alejes por tu cuenta.

Pero era tarde porque Totty ya había echado a correr.

—Oye, ¡el espacio se está difuminando! —Karamatsu gritó.

—¡Persigan a Totty! —El mayor señaló.

Todos echaron a correr.

 

 

—¡Totty espera! —Osomatsu lo agarró por el hombro.

Todomatsu se giró para mirarlo y señaló una puerta.

—Mira Nii-san, hay luz debajo del marco.

—¿Eh? ¿Qué? —Por un momento Osomatsu no entendió lo que su hermano estaba diciendo hasta que él abrió la puerta.

Una luz cegadora atravesó a los seis, obligándolos a entrecerrar sus ojos mientras se acostumbraban de nuevo a la nueva luz.

Tras unos segundos para que todos volvieran a recuperar la visión, descubrieron una habitación completamente iluminada con el sol entrando por la ventana.

—¿Ahora es de día?

Sin embargo lo más llamativo podría ser que otra vez estaban los seis en la sala, sin embargo no eran ellos, sino sus versiones semi transparentes las que estaban esparcidas por la sala haciendo sus actividades normales.

Atónito, murmuró con asombro en su voz.

—El escenario cambió completamente...

Osomatsu se hizo a un lado para que todos sus hermanos entraran en la habitación y todos observaron la escena con curiosidad en sus miradas, tratando de ver qué sería lo próximo raro que suceda.

No tardó cuando un Todomatsu adorable y semitransparente entró en la habitación para arreglar su bolsa.

—¿A dónde vas, Todomatsu? —Preguntó el Karamatsu transparente.

—¿A dónde va a ser? He quedado, por supuesto.

Todomatsu transparente estaba bien vestido y sus ojos grandes transmitían la inocencia de 100 ciervos.

—¿¡Por qué brilla el Todomatsu transparente!?—Choromatsu señaló furiosamente las partículas de luz y florecitas que flotaban de su transparente hermano menor.

—¿De qué hablas Choromatsu-niisan? Siempre tengo eso cuando hablo.

—Es increíble la autopercepción que tiene de sí mismo. —Murmuró Ichimatsu mientras se abrazaba a sí mismo.

—¿Otra vez? —Ichimatsu transparente preguntó.

—Es increíble Todomatsu. 

—Eres tan popular.

—Qué va, es lo normal, no puedo ser como vosotros, es completamente normal que tenga citas y ustedes no. —El Todomatsu transparente se rió tiernamente.

—¿Has dicho cita? —Uno de sus hermanos transparente preguntó.

—Sí, dije cita

Todos sus hermanos miraron sombríamente hacia el suelo.

—¿Qué les pasa a las versiones transparente de vosotros, chicos? —Preguntó el auténtico Todomatsu.

—No lo sabemos, dínoslo tú Totty, este parece ser tu sueño. —Ichimatsu le respondió.

—Exacto, ¡¿de qué otra manera tendrías una cita?! —Osomatsu gritó indignado.

—¡Soy más popular de lo que creen!

—¡Mentira! —Osomatsu se cruzó de brazos.

De repente, las versiones de ellos que miraban hacia el suelo levantaron las cabezas al unísono.

—¿¡QUÉ ES ESO!? —Choromatsu gritó.

Las cinco versiones transparentes de ellos levantaron la cabeza al mismo tiempo con pupilas de gato completamente dilatadas en sus ojos y cuernos completamente negros en la cabeza.

—¿¡Qué es ese disfraz de Halloween!?

—No cool, ¿en qué narices nos hemos transformado?

—Parecemos demonios, Totty. —Jyushimatsu miró al Todomatsu real con los ojos entrecerrados en una mirada acusatoria.

—No me mires así Jyushimatsu-niisan, no es cosa mía.

Las versiones semi-demoniacas y semi-transparente de todos ellos empezaron a murmurar con voz espeluznante.

—Tiene una cita, tiene una cita, tiene una cita.

—Qué envidia, siento envidia, Todomatsu está tan lejos de nosotros, va mil pasos por delante.

—Ese es nuestro genial hermano pequeño, me da mucha envidia, ojalá ser él, ojalá ser él.

Una larga lengua bífida salió de sus bocas mientras cuchicheaban.

El Todomatsu transparente sonrió son superioridad ante esta vista.

—Tranquilos mis hermanos mayores, cuando pierda la virginidad primero, os allanaré el camino para que vosotros también escaléis este escalón conmigo. 

Todos sus hermanos se postraron de rodillas tras oír eso.

—¡Totty es tan amable! 

—¡Qué envidia! ¡Amo a Totty!

—¡Dios Totty!

—¡Ojalá ser tan geniales como tú!

Todos sisearon mientras se regodeaban en celos y agradecimiento.

....

 

—Eh... Así que ese es vuestro verdadero color?

—¡¿Qué verdadero color!? ¿¡Así nos ves tú!? —Choromatsu le gritó a Totty.

—¡Así sois! –Replicó el más pequeño.

—Totty, Totty, Totty... —llamó Osomatsu negando con la cabeza mientras ponía su brazo alrededor de los hombros de Todomatsu.

Todomatsu pudo sentir su respiración muy cerca de su oído y pudo ver esa miraba que fingía indiferencia en los ojos de su hermano mayor.

—Tú no eres mucho mejor ¿sabes? Mira —Osomatsu señaló a sus versiones convertidas en seres mitad serpiente que seguían siseando.—Parecemos demonios pero tú no eres tan diferente de nosotros. ¿No recuerdas lo mucho que tu cara daba miedo aquella vez en Sutaaba? 

—¿Ah? —Todomatsu lo miró con ojos inocentes.

—¡No finjas ignorancia! —Lo reprendió el mayor ofendido.

La escena se transformó de repente a aquel día. Y sus yoes mitad demonio desaparecieron.

—¿Ah? ¿Estamos cambiando la escena?

Sus alrededores se convirtieron en la cafetería y ahí estaba Totty transparente vestido con su uniforme de trabajo espantando a sus hermanos con spray.

Sus versiones de los sueños se veían lastímeras siendo rociados con spray para insectos.

—¡Oh! Recuerdo esto. —Jyushimatsu habló.

—Sí, nos arruinó el postre. —Comentó a su lado Ichimatsu con una sonrisa nostálgica.

Sin embargo la escena se desarrolló de forma diferente.

—Todomatsu, cof cof, ¿tanto nos odias? —Preguntó el hermano mayor transparente mientras intentaba alejar el humo con las manos.

—Te has pasado de la raya brother.—Gruñía su segundo hermano desde el suelo.

—Por estas cosas es que en el fondo no te aguantamos.

El resto de sus hermanos también empezaron a maldecir y decir malas palabras a Totty, que cada vez sonaban más crueles y afiladas.

Entonces, todos se levantaron y el escenario desapareció convirtiéndose en un fondo negro. 

—Todos tenemos un límite, y tú lo has cruzado. —Dijo el Ichimatsu transparente.

La expresión del Totty transparente reflejaba un miedo e inseguridad que ya habían visto antes en el rostro de su hermano, pero no con tanta profundidad como hoy.

—Oye oye oye ¿qué es esto? —Osomatsu sacudió los hombros de Totty que estaba tan confundido como el resto.

—Estos no somos nosotros. —Karamatsu se quitó las gafas de sol con expresión incrédula.

—¡No haríamos eso! —Gritó Choromatsu.

—Esta escena nunca sucedió tampoco. —Ichimatsu dio un paso adelante para tocar a su yo transparente sin éxito.

—Nos vemos crueles. —Jyushimatsu puso una expresión preocupada.

La escena enfrente suya siguió avanzando. 

Todos le daban la espalda a Totty mientras este con expresión de miedo los perseguía en la oscuridad.

—Esperen chicos, ¿estáis enfadados? Vamos, solo era una broma, ¿eh? ¿Por qué no respondéis? ¡Chicos!

El Todomatsu trasparente se las arregló para alcanzar el hombro de uno de sus hermanos mayores y un Jyushimatsu con expresión molesta se giró para mirarlo.

—¿Qué quieres ahora?

—¡Yo nunca le hablaría así! —El verdadero Jyushimatsu levantó sus brazos molesto y pisoteó el suelo con fuerza.

Un Choromatsu transparente se interpuso entre ambos apartando el brazo de Todomatsu de forma violenta. 

—¡Ey! —El verdadero Choromatsu intentó reprender a su yo transparente sin éxito.

—¿Qué buscas? —El rostro de Choromatsu transparente mostraba un ceño fruncido y una expresión aterradora.— ¿No querías ser independiente? ¿No te avergonzábamos? Entonces quédate aquí con esas amigas tuyas por siempre, nunca más nos busques por ayuda. —Se giró y siguió caminando con su hermanos dejando a Todomatsu atrás.

—¿¡De qué hablas!? ¡Yo no he dicho eso! ¡Choromatsu-niisan! ¡Choromatsu-niisan! ¡Jyushimatsu-niisan! ¡Osomatsu-niisan! ¡Alguien!

Totty transparente siguió corriendo pero no pudo alcanzarlos y se tropezó, quedándose en el suelo, triste, triste y solo.

Se arrulló en el suelo haciendo una bola, enterró con fuerza su rostro entre sus rodillas mientras sus hombros empezaban a temblar sin cesar.

—Me da miedo la oscuridad..

Un débil murmuro es todo lo que pudieron oír los hermanos, pero en este espacio negro fue lo suficientemente ruidoso como para poder escucharlo sin problemas.

Se quedaron momentáneamente en silencio hasta que alguien gritó.

—¡¿Qué es esto!? ¡No me gusta, no quiero seguir viendo esto!

El verdadero Todomatsu parecía un manojo de nervios después de presenciar esta escena.

Choromatsu y Jyushimatsu se apresuraron a abrazarlo e intentar calmarlo mientras Karamatsu y Osomatsu se miraban entre sí con expresiones preocupadas.

—Tranquilo Todomatsu. 

—Tranquilízate Totty.

Choromatsu y Jyushimatsu acariciaban la cabeza y la espalda del menor tratando de que se tranquilizara.

Todomatsu se veía sumamente angustiado.

La visión no era diferente de su yo semi-transparente en el suelo.

Se miraron entre sí tratando de averiguar qué hacer a continuación cuando una voz fría habló a sus espaldas.

—Esas son las visiones que tienes de nosotros.

Todos se giraron al origen de la voz.

Ichimatsu estaba de pie mirando en la dirección donde sus yoes transparentes se habían ido y siguió hablando sin mirar a sus hermanos.

—Según hemos observado, este parece un mundo de sueños donde todo lo representado aquí es desde tu punto de vista. Por eso te veías más lindo aquí y nuestras reacciones eran tan exageradas conforme a lo que imaginabas de nosotros. 

—No puede ser... —Todomatsu negó fuertemente con la cabeza. Si eso era cierto entonces todos sabrían que él tenía más miedo del que dejaba ver.

Sí, tenía miedo a la oscuridad y era vergonzoso, pero más allá de eso, no quería que supieran que también tenía miedo de ofender tanto a sus hermanos y alejarlos que ya nunca querrían volver a acercarse a él. Esa era una inseguridad que había enterrado en lo más profundo de su corazón para no mirarla nunca y con suerte desaparecería con el tiempo. 

Pero ahora había sido visto. En caso de que sus hermanos nunca hubieran pensado en abandonarlo ahora sí lo estaban pensando. Ellos podían hacer lo mismo que acababan de ver en sus versiones irreales y dejarlo atrás.

Dejarlo atrás y solo. Él no quería eso. No quería-

Siguió pensando pero el hilo de sus pensamientos se cortó cuando alguien puso una mano en su cabeza y le alborotó el pelo.

—Totty, esto que te preocupa no podría pasar jamás.

Era Osomatsu-niisan.

—Pajamatsu nunca podría negarse a llevarte al baño o algo por el estilo, no te dejaría en la oscuridad.

—¡Oye! ¡¿A qué viene sacar el apodo ahora!?

—Y en caso de que se niegue siempre puedes recurrir a tu genial hermano mayor. —Osomatsu ignoró a Choromatsu mientras se pasaba el dedo por el puente de la nariz con aires de autosuficiencia.

Todomatsu miró a Choromatsu.

Este sintió una flecha atravesando su pecho cuando vio los ojos de cordero de su hermano pequeño y desvió ligeramente su vista hacia el Todomatsu transparente que seguía en el suelo y temblando.

Una sensación amarga de culpa atravesó su boca y paladar mientras se humedecía los labios para hablar.

—Todomatsu, somos hermanos, no me negaré a ayudarte cuando lo necesites. Si estás preocupado de que te odiemos por tratarnos de esa forma entonces sé un poco más tolerante con nosotros. A su vez sé que no es fácil lidiar con estos idiotas en público y puede ser difícil soportarnos, pero prometemos que no te dejaremos solo cuando estemos en privado.

—¡Es cierto! —Se sumó el hermano amarillo con una sonrisa. —¡Si quieres hacer algo juntos solo dilo!

Todomatsu bajó la cabeza.

—No estoy preocupado y no tengo miedo. —Murmuró— Esto está mal, ya sé que vosotros no me haríais eso, es una tontería que os preocupéis por mí solo por lo que acaba de pasar. Yo no soy ese ahí tirado. —Todomatsu negó con fuerza la realidad.

Sus hermanos mayores se miraron entre sí y el más brillante de todos dió un paso al frente. 

—¡Evidentemente! —Unas gafas de sol extrañamente brillantes en este fondo oscuro emergieron frente a Totty sorprendiéndolo. 

—¡Mira hermano! —Karamatsu puso su brazo alrededor del hombro de Totty y lo atrajo hacia sí. —¡Esos de ahí que se acaban de marchar no somos nosotros! En cambio los verdaderos somos You and Me —Se señaló con el dedo. —Mientras mi pequeño hermano me necesite, YO estaré ahí-

—¡Vale, vale, lo entiendo! Suéltame, no quiero que empieces con eso, me dueles Karamatsu-niissan.—Todomatsu lo alejó con un empujón suave.

—Karamatsu no lees la atmósfera eh. —Osomatsu negó con la cabeza acompañado con la mirada de asco de sus hermanos.

—¡Jum! —Karamatsu posó de nuevo con todas las miradas en él. — Allá donde yo vaya, crearé una atmósfera de amor y hermandad para todo aquel que lo necesite y lo colmaré con todo mi amor desbordante-

—Vámonos. —Lideró Osomatsu.

—Sí~ —corearon el resto de hermanos al unísono, dejando atrás a su segundo hermano.

—.... Je, se hacen los difíciles. —Karamatsu sonrió para nadie en particular.

Choromatsu pasó su brazo por el cuello de Totty y lo atrajo hacia sí.

—¿Por qué todo el mundo me agarra hoy?

—Quién sabe. —Respondió Osomatsu pasando su brazo de nuevo por encima de Totty.

—¡Basta ya! —Todomatsu los empujó y todos se rieron.

Karamatsu corrió para alcanzarlos.

—A todo esto, ¿cómo nos vamos? —Preguntó Osomatsu, quien estaba al frente.

—Quién sabe, quizás si nos morimos despertemos.

—¡Qué miedo Yamimatsu!

—Aunque nos estamos alejando de la escena principal, ¿estaremos bien?

—Mi suposición es que Todomatsu es el centro, así que deberíamos de estar bien.

—Supuestamente.

Choromatsu estaba nervioso.

Esperaba poder salir sin problemas ya que este espacio oscuro lo inquietaba, no era solo la oscuridad, eso no le daba miedo, sino la atmósfera inquietante que transmitía el estado mental del subconsciente de Todomatsu.

En medio del silencio absoluto, cada respiración de los seis se sentía amplificada a sus oídos. No pudo evitar un sutil picor que le subió por la nariz… y estornudó rompiendo el espacio- ¿espera qué?

*Crack*

 

 

Chapter 3: Are you Choromatsu?

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

 

*Crack*

El espacio negro se rompió a pedazos, desmoronándose en cuestión de meros segundos y dejando pasar una cegadora luz blanca que los alumbró a todos.

—¿¡Qué está pasando!?—Todomatsu se asustó y no tardó en ponerse detrás de Choromatsu.

—¡Yo- Yo no fui! —Choromatsu se cubrió los ojos con el brazo para protegerse de la luz. Un chasquido de dedos sonó a su lado.

—¡Lo rompiste con la fuerza de tu estornudo, bien hecho Choromats!—Karamatsu había hablado con fuerza y un pulgar levantado hasta que una mano se estrelló contra su cara cortando cualquier cosa que fuera a decir a continuación.

—¿Será la salida? —Preguntó Jyushimatsu quien había interrumpido a su hermano y parecía no darse cuenta de que lo había hecho.

—¡Ahora podremos salir! —Osomatsu vitoreó levantando sus puños.

—Yo no estaría seguro tan pronto…

Ichimatsu murmuró mientras observaba cómo la nueva luz se asentaba y a sus ojos se convertía de nuevo en una sala de estar con la que estaba familiarizado. 

La mesa en el centro, las 4 paredes a su alrededor.

Todos volvían a estar en casa. 

—No, esto no es nuestra casa todavía.

La puerta se abrió de repente y entró un Choromatsu transparente vestido con traje y corbata, peinado con una raya en medio. No parecía que pudiera verlos tampoco.

—¡Otra vez soy yo! —Choromatsu exclamó.

—¿Seguimos en el sueño? Vaya.. pensé que podía volver a casa y tener tiempo de ir al pachinko.

—Osomatsu-niisan, esto es más importante ahora.

—De todas formas ¿Cuánto más estaremos navegando en tu sueño, Totty?

—¡No lo sé!

—¿Pero este es el sueño de Totty? Choromatsu se ve muy diferente de como se veía antes.

—Es cierto.

—Oh, buena observación Karamatsu.

—Je, nada se escapa a mis bellos y afilados ojos. —Los ojos de Karamatsu soltaron brillitos y Osomatsu tuvo que entrecerrar los ojos del dolor.

—Me arrepiento del cumplido, ay ay ay.

—Callaos los dos, tú también Kusomatsu, miren lo que está haciendo el Choromatsu transparente. —Ichimatsu apuntó con un movimiento de su barbilla.

El Choromatsu transparente lucía impecable mientras se desayunaba un café con una tostada. El reloj en su muñeca marcaban las 8 en punto.

En algún punto de su desayuno sacó una revista sobre empleo y se puso a ojearla.

—Es excesivamente responsable.

—¿Eh? No, normalmente soy así.

—No lo eres tanto, ¿desde cuándo madrugas y te arreglas así para estar por casa? 

—Actuando como si no fuera un Neet por completo.

—Aburrido y serio.

—Buuh~

—¿¡Quién me abucheó!? Sólo estáis envidiosos, no os preocupéis, os invitaré a una buena comida cuando obtenga un trabajo pronto.

—(Ahí está su ego.) —Todomatsu le susurró al oído a Osomatsu.

—(Lo veo crecer a tiempo real.) —Osomatsu le devolvió el susurro.

—Totty. —Choromatsu lo llamó y sorprendió a Todomatsu que seguía cuchicheando con Osomatsu.

—¿S-Sí?

—Tú estás conmigo ¿no? Después de todo esta es tu visión de mí, ¿cierto?

—Eh… no lo sé, no veo tu ego creciente por ningún lado, pensé que habría alguna bola gigante por aquí creciendo. —Dijo Totty mientras ponía una mano sobre sus ojos haciendo sombra, buscando por los alrededores alguna especie de esfera.

—No hay ninguna. —Dijo Karamatsu.

—¡Afuera tampoco! —Gritó Jyushimatsu desde la ventana.

Choromatsu transparente terminó su desayuno y se levantó de la mesa para dejar los platos en el fregadero. 

Su espalda era recta y su ropa pulcra y ordenada. 

Se giró hacia la puerta para salir al pasillo y tras abrirla entraron sus hermanos con pelos despeinados y medio dormidos que se asemejaban a una manada de zombies mañaneros.

—Buenos días, —saludó el Choromatsu transparente.— mamá aún no ha preparado el desayuno, si queréis comer haceros unas tostadas o esperad a que mamá cocine.

Sus hermanos/zombies recién despertados se balancearon un poco en asentimiento y pasaron delante de Choromatsu soltando palabras.

—Pachinko

—Cool

—Gato

—Muscle!

—Kawaii~

Sus hermanos se sentaron uno a uno en el suelo, hurgándose la nariz, haciendo el vago, leyendo cómics o durmiendo. Choromatsu transparente los vio y simplemente se fue sin parecerle extraño.

El Karamatsu real sintió un dejá vu acompañado de tik en el ojo.

Miró con sospecha a su hermano menor más “responsable” pero se calló y decidió no decir nada todavía.

Claro, sus hermanos estaban confusos y perdidos.

—¿¡Totty?! ¿Qué nos has hecho? —Osomatsu balanceó fuertemente a Todomatsu por los hombros.

—¡Yo no soy, mira a mi yo transparente! —Todomatsu señaló con urgencia a su otra versión que dormía apoyado en la mesa. —¡Mírale, no brilla! ¡Incluso estoy babeando! ¡Nooo! —Todomatsu se llevó las manos a la cabeza como perdiendo la cordura.

El Todomatsu transparente babeaba mientras dormía, pero también lo hacían el resto de hermanos. Ya sea que estuvieran leyendo cómics, hurgándose la nariz o simplemente tumbados sin hacer nada, todos tenían pinta de ser estúpidos.

—Tiene razón, estas versiones de nosotros parecen ser desde otro punto de vista que no pertenece a Todomatsu.

—¡Aahhh! ¡No estarás diciendo..!—Jyushimatsu se tapó la boca con sorpresa.

—¿Eh? ¿Qué dices, qué dices Ichima-chan? —Osomatsu se arrimó pegajosamente a ellos.

—Digo… que este podría ser el sueño de otro de nosotros.

Sus hermanos lo miraron sorprendidos.

—¿¡Ehhh!? 

Todos gritaron conjuntamente. 

—¿Estás diciendo que ahora estamos en la mente de uno de nosotros otra vez? ¿Y que no es Todomatsu?—Choromatsu trató de entender.

Ichimatsu asintió con la cabeza sin decir nada.

Al fondo, Karamatsu miraba de reojo a Choromatsu. Conocía la forma en la que su hermano veía al resto de aquella vez en la que los imitó en el tejado, tratando de ayudarle a confrontarlos por las tareas.

—Creo que sé de quién es el sueño.

Habló, pero nadie lo escuchó porque empezaron a gritar y hablar entre sí. 

—¿¡Pensé que el mundo de sueño era exclusivo de uno solo de nosotros!? ¿Por qué hemos cambiado? 

—¿Estamos seguros al 100% de que ha cambiado?

—Al 100%, imposible que yo me vea así si siguiera siendo mi sueño subconsciente.

—¿Brothers? —Karamatsu se hizo hueco entre sus hermanos que habían hecho un círculo cerrado usando sus brazos.

—¿Y si estamos en un mundo de sueño donde todos nuestros puntos de vista se mezclan?

—No lo creo, todas las escenas parecían tener una clara preferencia y hasta ahora todas habían sido sobre Todomatsu.

—¿Brothers me oís?

—Si no vas a decir nada útil cállate. 

Karamatsu entrecerró los ojos y frunció el ceño con confusión. Su voz fue tapada por sus hermanos.

—¿Y de quién es el sueño ahora?

—Mío no.

—Mío tampoco.

—Creo que es de Choromatsu. —Sugirió Osomatsu.

—Oh, cierto, yo también lo creo.

—Debe ser él. —Todos asintieron.

—¿Yo? —Choromatsu se señaló a sí mismo.

—Sigamos viendo para confirmarlo.

Choromatsu transparente caminaba solo por la acera de la calle. Llegó a un edificio de empresa, cuyo logo estaba en la revista de trabajo que llevaba bajo el brazo, miró de nuevo el nombre para comprobarlo una vez más antes de entrar.

Una vez adentro se acercó a recepción y habló con la empleada de allí mientras le entregaba lo que parecía ser un currículum. Ambos charlaron un rato ociosamente e incluso Choromatsu consiguió hacerla reír. 

Cuando se empezó a formar cola tras de él, rápidamente se inclinó de forma respetuosa y se despidió con una sonrisa.

Al salir, Choromatsu transparente sacó su revista y tachó la empresa con un bolígrafo y habló para sí.

—Uno menos, debería dejar mi currículum en dos más por si acaso, nunca se puede ser demasiado responsable después de todo.

Guardó el bolígrafo y la revista en su chaqueta y se fue caminando hacia la siguiente empresa, si se viera más de cerca, lo verían con el pecho inflado.

Atrás de él, absolutamente habían seis hermanos que lo habían visto todo al mínimo detalle con caras idénticas, siguiéndole el paso con miradas acusatorias.

—Definitivamente estamos en tu sueño Choromatsu-niisan.

—Sí, ni siquiera aparecemos el resto de nosotros aquí.

Choromatsu pensó por un momento y finalmente asintió con la cabeza.

—Está bien, es posible que sea el mío.

—No “es posible”, es seguro. —Osomatsu le corrigió.

—De todas maneras, ¿si estamos en el sueño de Choromatsu-niisan eso significa que podremos ir a otros sueños también? —Todomatsu intervino.

Los seis hermanos se miraron entre sí.

—Bueno… no podemos negar que sea una posibilidad. 

—¿Y si tenemos que pasar a través del sueño de cada uno?

—Veremos cosas vergonzosas.

—Ay… —suspiraron al unísono.

—Yo no quiero estar en el sueño de Karamatsu-niisan, imagínate que tanto puede brillar su versión de sí mismo.

—Ew, tienes razón, va a ser tan doloroso que acabaré escupiendo sangre.

—Jajaja seguramente.

Karamatsu en cuestión posaba con orgullo mientras sus hermanos hablaban de él.

—Si entramos a mi sueño entonces os calentaré a todos con mi luz mis queridos brothers. Un servidor se encargará de poner las mejores versiones de ustedes mismos —Karamatsu les guiñó un ojo mientras se ponía una rosa en la boca de quién sabe dónde la tenía guardada.

—Arg duele.—Todomatsu se agarró del estómago

—Me derrotó. —Osomatsu fingía su muerte en el suelo.

—Hmp. —Karamatsu se levantó el flequillo con gracia como si hubiera tenido una victoria cuando una mano fantasmal se posó en su hombro suavemente.— ¡Hick!

Se giró de un sobresalto.

—Niisan, ¿por qué te asustas? —Una expresión algo confusa lo saludó cerca de su cara.

Ah, era Jyushimatsu.

—Tan solo me sorprendiste. —Karamatsu sonrió pero se llevó una mano al corazón de forma disimulada. Si hubieran mirado de cerca hubieran visto sudor cerca de su cuello, pero nadie se fijó en ello.

—Mira allá. —Jyushimatsu apuntó con su dedo.

La atención de todos se desvió de vuelta al escenario del sueño, hasta ahora había sido solo Choromatsu transparente entregando currículums como una persona responsable, pero ahora estaba afuera en la puerta de casa y se había encontrado con una persona.

—Oh, es Iyami.

—¿Qué hace Iyami aquí?

Iyami conversó brevemente con Choromatsu y despidió.

—Bueno Osomatsu, hasta otra zansu.

—¿¡Qué!? —Choromatsu abrió la boca con sorpresa.—¡Soy Choromatsu!

—¿Ah sí? Bah, sois todos iguales.

Iyami se marchó dejando atrás a un Choromatsu bastante sorprendido.

—Pero no somos iguales..

Aquellas palabras solo las escuchó el viento.

“No importa, solo es Iyami, él nunca nos presta atención.” Negó con la cabeza mientras pensaba y entró a casa.

—Woah… ¿también podemos escuchar los pensamientos?

—El ambiente se oscureció de repente, qué miedo. —Jyushimatsu se preocupó y se acercó a Ichimatsu.

La escena entonces se deformó y empezó a cambiar. Los hermanos se juntaron para no separarse.

La escena transformada se convirtió en una sala de conciertos. Luces y focos de colores iluminaban el escenario y a la audiencia, lugar donde los seis se encontraban parados.

La sala estaba vacía, salvo por dos personas.

Una de ellas estaba vestida de pez mientras bailaba y cantaba encima del escenario.

La otra balanceaba enérgicamente sus varas de luz mientras gritaba.

—¡Totoko-chan!

Choromatsu transparente lucía con ánimo mientras vitoreaba a Totoko-chan, el sudor de su cara se deslizó con brillo y elegancia, dándole un aspecto atractivo.

—Así no te ves tú en la realidad.

—¿Eh? Sí lo hago, estoy igual ¿verdad? —Choromatsu miró a sus hermanos quienes apartaron la vista nerviosos por su mirada.

—Estoy igual, ¿cierto?

Era esa mirada de que no admitía un no por respuesta. Algunos de ellos como Ichimatsu, Jyushimatsu y Todomatsu tuvieron flashbacks de aquella vez que se tiñó el pelo y estaba convencido de que fue una buena idea.

—Déjalo Osomatsu-niisan, es un caso perdido. —Totty le susurró a Osomatsu con preocupación.

—Está bien, está bien. —Osomatsu levantó sus manos en rendición.

Totoko terminó su canción y agradeció al público.

Como no había nadie más ahí suspiró y se sentó en el borde del escenario para descansar.

—Ah.. solo te tengo a ti. —Totoko habló.

—¡Estuviste muy linda Totoko-chan!

Totoko le sonrió de vuelta.

—Muchas gracias, Todomatsu-kun.

La sonrisa de Choromatsu de repente se congeló.

—Eh... ¿Totoko-chan?

—¿Qué?

—Yo.. yo no soy Todomatsu. 

—¿Ah no? ¿Entonces quién eres?

—¿No lo sabes? Pero… si soy el más responsable. Y soy yo quien viene sin falta a cada concierto tuyo.

—¿Responsable? Qué gracioso, ¿hay alguna diferencia entre tú y el resto de tus hermanos si todos sois ninis? —sonrió al terminar su frase y se levantó. —Tengo que irme ya, adiós.

Totoko salió del escenario y dejó solo a Choromatsu en la sala de conciertos. El aire se sentía pesado en estos momentos. Se quedó ahí congelado por al menos un minuto mientras su pecho subía y bajaba.

De repente, Choromatsu se agachó… no, más bien se desplomó al suelo, llevándose ambas manos a la cabeza. Su respiración se aceleró hasta convertirse en hiperventilación.

Temblaba visiblemente cuando empezó a balbucear.

—No, no es cierto... no es verdad, yo soy diferente del resto... no soy como ellos, no soy como ellos, soy el responsable, tengo que serlo, lo soy, yo lo soy, lo soy...

Choromatsu escupía palabras con cada bocanada tratando de respirar, como si eso pudiera calmarlo.

—¡Oe Choromatsu! ¡Explica eso!—Osomatsu gritó mientras agarraba a Choromatsu por el cuello de su sudadera. 

—¿¡Explicar qué!? ¡No es real, eso nunca pasó!— Choromatsu se defendió pero sus manos temblorosas lo delataban y Osomatsu no lo pasó por alto.

Otro de sus hermanos intervino.

—Puede que no sucediese pero esta es una escena de tu mente, se refleja de lo que sientes. Claramente estás angustiado por esas palabras que soltó Totoko-chan pero puedo suponer que esas palabras no vienen de ella sino de ti mismo. —A Ichimatsu siempre se le daba bien darse cuenta de cosas que el resto no.

—Choromatsu-niisan, el ambiente se siente desagradable.—Todomatsu se abrazó a sí mismo mientras un escalofrío lo atravesaba.

—Es cierto, Totty, el ambiente es similar a cuando también te tiraste al suelo en tu sueño. —Karamatsu pasó su brazo por el hombro de Totty para darle calor y cobijo.

El propio Todomatsu se revolvió incómodo y lo alejó un poco.

—Es casi como si sintiéramos sus emociones también.

Choromatsu respiró un poco pensando que se estaban desviando del tema, a pesar de seguir agarrado por Osomatsu pensó que podían dejar el tema de lado.

Pero entonces Jyushimatsu apareció enfrente suya.

—¿No te estás preocupando demasiado?

—¿Eh? —Choromatsu intentó recomponerse de la sorpresa.

—La auténtica Totoko-chan nunca te confundiría ni a ti ni al resto de nosotros con otro. Ella sabe tan bien como nosotros lo diferente que eres.

—Jyushimatsu…

—¡Es cierto Brother! Tú siempre te destacas poniendo orden entre nosotros gran parte de las veces, no te dejes opacar por tus propios miedos.

—Karamatsu..

—¿Aún tienes dudas? Te lo estamos diciendo.

—Ichimatsu..

—Choromatsu-niisan, yo-

—Arg, lo que sea, Choromatsu escúchame.

—¡¿Eh, qué haces Osomatsu!? ¡Ahora me tocaba decir algo a mí! —Todomatsu atacó por detrás a Osomatsu.

—AAARGG ¡Totty, espera, era importante!

—Ya, ya~

Karamatsu y Jyushimatsu aparecieron para agarrar a Totty y separarlo de Osomatsu.

—Aniki, termina rápido. —Todomatsu se retorcía en los brazos de sus hermanos.

Osomatsu se aclaró la garganta.

—Lo que iba a decir. —Se giró de nuevo hacia Choromatsu. —Es que tu proyección transparente está teniendo un ataque de pánico. Demasiado realista.

Choromatsu miró a Osomatsu con confusión en sus ojos..

—No finjas que no sabes lo que quise decir, parece que conoces bien los síntomas, ¿esto te ha pasado antes?

—¡! 

Los ojos de Choromatsu vagaron a todas direcciones evitando la mirada de su hermano mayor, sus dedos empezaron a juguetear entre sí con síntomas de nerviosismo. 

—N-No es así.. —su voz lo traicionó y su ligero temblor en los labios no pasó desapercibido tampoco.

Osomatsu suspiró y le puso la mano en el hombro. 

Detrás, Todomatsu ya se había calmado y Karamatsu estaba de pie mirándolo con los brazos cruzados.

No era una mirada “guay” ni “genial” como las que solía dar, sino una mirada de hermano mayor, de esas que daba de vez en cuando.

—Vamos hermano, relájate primero.

La voz de Karamatsu era suave y profunda. No lo diría en voz alta pero esa voz ayudó a despejar su mente, y la mano de Osomatsu en su hombro seguía inmóvil. Podía sentir al resto de sus hermanos rodeándolo a su espalda.

Puede que sea el momento de hablar. Reunió el valor.

—Es solo que yo-

—Necesito encontrar trabajo. —El Choromatsu transparente habló en su lugar cortando sus palabras, si fue coincidencia o no, Choromatsu no estaba seguro, porque era básicamente lo que quería decir.

Su versión de los sueños finalmente se levantó del suelo y salió de la sala de conciertos con resolución sombría ignorando al resto de hermanos, sin duda seguía sin poder interactuar con el sueño.

—Bueno, básicamente. —Choromatsu continuó viendo que su doble los dejó solos. —Realmente quiero encontrar trabajo y dejar mi vida de Neet atrás… Pero el trabajo es agotador… no consigo mantener los puestos que consigo… y al final… sigo regresando a la vida de Neet. No quiero eso, entonces… —Choromatsu se mordió el labio.— a veces… solo a veces, entro un poco en crisis por no poder salir de la espiral en la que estamos. Y esto.. puede pasar…

Choromatsu apartó la mirada de sus hermanos sin querer mirarles, era vergonzoso tener que admitir preocupaciones que él mismo se generaba y que él sólo podría arreglar si se lo proponía en serio.

Salió de sus pensamientos cuando de repente una mano le revolvió el cabello.

Era Jyushimatsu.

Jyushimatsu lo despeinó con ambas manos.

—¡Ahh! ¿Qué haces? ¡Me estás despeinando!

—¡NII-SAAAAN! —Jyushimatsu lo despeinó con más fuerza ante su queja.

—¡¿Por qué!? —Choromatsu estaba muy confundido. 

Jyushimatsu finalmente paró y lo abrazó.

—Nii-san, eso no está bien.

—¿Eh?

Osomatsu dio un paso adelante y habló en nombre de todos.

—Si entras en alguna crisis nerviosa deberías hacerlo con nosotros ahí, no estando solo como has estado haciendo. Podemos ayudar, ¿sabes?

Jyushimatsu asintió fuertemente mientras apretaba el abrazo con Choromatsu.

—Eso es Nii-san.

—Choromatsu-niisan. —Todomatsu se acercó.— ¿De verdad has estado teniendo ataques de pánico sin que lo sepamos? Me gustaría ayudarte si vuelve a pasar, quizás pueda conseguirte un empleo en algún sitio a través de mis contactos si vuelves a sentirte así de desesperado..

—Todomatsu… gracias. —Choromatsu esbozó una pequeña sonrisa y apartó a Jyushimatsu de su lado. —Estoy bien, como dije, solo ha pasado unas veces, pero… agradecería esos contactos cuando me sienta un poco ansioso.

Todomatsu le sonrió y le guiñó con ojo en respuesta.

—¡Y yo podría ayudarte con los ataques de pánico! —Karamatsu se deslizó delante de Todomatsu captando la atención de su hermano de verde. —Cuando te sientas ansioso te cantaré una nana para relajarte.

Ichimatsu rodó los ojos.

—¿Acaso sabes cómo calmar a las personas en ataques de pánico? Si alguien como tú se entromete solo va a empeorarlo. 

—No, no importa, gracias por preocuparte Ichimatsu, y pensaré en tu propuesta Karamatsu-niisan.

—No problem brother. —Karamatsu le sonrió con las gafas de sol puestas. Mientras que Ichimatsu chasqueó la lengua y soltó un “Claro, lo que sea.” 

Pero Choromatsu estaba seguro de que había entendido bien sus intenciones, y también tenía el presentimiento de que Karamatsu se comportaría más serio si de verdad lo viera teniendo un ataque de pánico.

Rascándose con poco la mejilla por la vergüenza, Choromatsu volvió a hablar.

—Lo entiendo chicos, pero, ¿qué tal si nos movemos? Hace rato que mi yo transparente salió de aquí y aún no se ha cambiado el lugar.

—Oh, es verdad.

—Bien, salgamos de aquí, y no pienses en olvidarte de lo que hemos hablado aquí Choromatsu. Por si acaso, también va por ti Totty. —Osomatsu les recordó a ambos con tono severo, pero no parecía serio en absoluto, quizás lo hizo más suave para animar el ambiente.

De cualquier manera, Todomatsu y Choromatsu estaban agradecidos por eso. Se miraron entre sí y respondieron a la vez mientras salían junto a sus hermanos de esa sala de conciertos oscura.

 

— 

 

De vuelta a la sala de su casa. Todas sus versiones transparentes seguían ahí. 

El protagonista: Choromatsu transparente, estaba en la mesa leyendo furiosamente una revista sobre empleo y formación. Sus ojos ardían con pasión renovada como si esa revista fuera a cambiarle la vida.

El Osomatsu transparente se le acercó con una cerveza en mano y le agitó los hombros. Lo molestaba con voz infantil.

—Pajamatsu, vamos al Pachinko… ¡O a las carreras de caballo! ¡O alquilemos un vídeo porno o algo por el estilo!

A su lado estaba el verdadero Osomatsu tapándose la boca con una lágrima.

—Pajamatsu… la visión que tienes de mí duele.

—No, tu versión está igual, es idéntico.—Respondieron sus hermanos.

—¡Oye! ¡Pensé que estaban de mi lado!

El Choromatsu transparente apartó a Osomatsu de su lado pero este seguía encima molestándolo. 

—Osomatsu, ahora no, estoy ocupado.

—¿Pero otra vez estás mirando esas revistas?

—Esta vez será la buena, y conseguiré un trabajo.

—Rayos Nii-san, siempre dices lo mismo. —Todomatsu se acercó a ellos y dejó una bebida fría en la mesa. —Toma, te ves como si la necesitaras.

Choromatsu miró la bebida y luego a Todomatsu.

—Yo.. gracias.

—No me las des, no es que importe. —Todomatsu se sentó y volvió la vista hacia su teléfono.

Ahora fue el turno de Jyushimatsu de estar encima de él. Vestía su equipación de béisbol y apoyó los brazos en la cabeza de Choromatsu.

—¿Conseguirás trabajo? Suerte. —Jyushimatsu habló con su habitual sonrisa, luego se giró y abandonó la habitación mientras gritaba “¡Béisbol, Béisbol!”.

Choromatsu lo vio irse y suspiró.

Osomatsu ya no lo molestaba, Totty le había dado una bebida y Jyushimatsu lo había animado. 

Levantó la cabeza y en esta ocasión se encontró con la mirada de Karamatsu, fija en la de él.

Estaba vestido con la indumentaria completa de “hermano doloroso”, llevaba su camiseta de tirantes con su cara impresa, chaqueta de cuero, gafas por encima de sus ojos y pantalones excesivamente brillantes. Incluso tuvo que entrecerrar sus ojos un momento para no dejarse deslumbrar por tanto brillo.

Karamatsu solo lo miró de vuelta y levantó el pulgar.

—Good Luck. —Su hermano le guiñó un ojo.

Bueno, eso estaba bien, podía haber sido peor. 

Al otro extremo de la habitación estaba Ichimatsu jugando con un gato. Su hermano menor balanceaba una espiga mientras el pequeño felino intentaba atrapar el extremo. 

—Yosh Yosh —Ichimatsu sonrió.

Esa sola sonrisa bastó para hacer un efecto real y empujar hacia un lado el aura oscura que lo caracterizaba. 

La escena era pacífica y Choromatsu no pudo evitar relajarse un poco.

Miró la revista en sus manos y después la bebida en la mesa. 

Decidió tomarse un descanso junto a sus hermanos.

 

—El ambiente de la sala de repente mejoró. —Sonó una voz.

—Se siente menos pesado y más relajado. —Comentó otra voz, esta vez más grave.

—Aww Choromatsu-niisan. ¿Tu yo transparente se sintió relajado por nosotros? —Habló otra voz con tono burlón.

—Como si. Solamente me estaba relajando un poco.

—¡No te avergüences hombre! —Una voz más alegre le palmeó la espalda.

—¡Ay! —Se sobó la espalda.

—¡Mentiroso! No te pudo doler dentro del sueño.

—Ah, es cierto. 

—Pft.

Todos se rieron.

Entonces Jyushimatsu se dio cuenta de que Ichimatsu ya no estaba a su lado.

Su cabeza giró en ambas direcciones hasta que lo vio cerca de su propia proyección tratando de jugar con el gato.

—Nii-san, ¿qué haces? —Jyushimatsu se acercó a su hermano y se agachó a su nivel.

—Nada. —Eso respondió, pero en sus manos había una espiga igual a la que tenía su versión transparente. La balanceó de un lado a otro tratando de captar la atención del gato semi-transparente.

—No parece funcionar. —Señaló Jyushimatsu.

—Cállate. —Ichimatsu le puso la espiga en la cara a Jyushimatsu para alejarlo. —Aléjate o pondrás nervioso al gato.

—Pero no nos puede ver, ahhh, Nii-san, hace cosquillas AH- AH-

Ichimatsu quitó la espiga de la cara de Jyushimatsu rápidamente, pero ya era tarde, no pudo prevenir el inminente estornudo que ocasionó.

—ACH-BOOE

*Crack*

—Ops. —Jyushimatsu se sorbió la nariz.

—Oh no, otra vez no.

La escena se hizo pedazos.

 

Notes:

Gracias por leer. Por favor no tenga miedo de comentar cualquier tontería.

Notes:

Estaré haciendo un capítulo por cada uno de los hermanos. Espero que dejen comentarios o sugerencias de las representaciones sobre cómo cada hermano ve a los otros.
¿Alguna idea de cómo Jyushimatsu ve a sus hermanos?