Chapter 1: 30 Days
Chapter Text
30 days of smut: Hannigram
Day 1. Shower sex
Day 2. Kink - Spanking
Day 3. Striptease
Day 4. Snowball
Day 5. Phone sex
Day 6. Kink - Bondage
Day 7. Slow and lazy
Day 8. Kink - Edging
Day 9. Food
Day 10. Kink - Sensory deprivation
Day 11. Teasing Only
Day 12. Kink - Roleplay
Day 13. Blow Job
Day 14. Dirty Talk
Day 15. Body worship
Day 16. Kink - Voyeutism
Day 17. Public
Day 18. Quickie
Day 19. Massage
Day 20. Kink - Pain play
Day 21. Messy
Day 22. Kink - Ice
Day 23. Sex toys
Day 24. Kink - Cross dressing
Day 25. Pet play
Day 26. Kink - Choking / Breath play
Day 27. After a fight
Day 28. Kink - Power play
Day 29. Hand job
Day 30. Kink - Threesome of moresome
Aclaraciones:
[*] Habrá historias modernas y otras que no; también con otras culturas. Hay series que me gustan que son de Asia, así que haré crossovers.
[*] La idea no es mía, la saque de un tag que busqué por Google. Por lo que vi, al menos en AO3, no hay de HannibalxWill.
[*] Si bien la idea del tag es en sí hacer smut, eso no quita que no vaya a desarrollar una historia. Por ende, los one-shot probablemente sean bastante largos.
[*] No escribo smut hace un año más o menos, por si me ven oxidada en el campo, mil perdones.
[*] Si ven algún one-shot que les gusta y quieren ver una continuación o como se llegó a esa situación, me gustaría que lo comenten.
Chapter Text
Había algo que amaba Will Graham demasiado, lo suficiente como para llegar tarde a una cena a la que tenía que asistir junto a su esposo, Hannibal Lecter.
Eso que amaba era la espalda de Lecter. No, no era ninguna exageración cuando se decía que Will podría estar horas solamente viendo la espalda de su amado.
Amaba su forma, todo de ella.
Sus ojos se posaron en Hannibal cuando salió de la ducha; — ¿Dónde está? — preguntó, su voz profunda y relajada.
Will rió, — ¿El qué? — Era una risa de una complicidad que lo caracterizaba. Estaba aburrido y le gustaba jugar, siempre era así a la hora de molestar a Hannibal.
Sus ojos jugaron de arriba abajo, revoloteando cada parte del cuerpo de Hannibal. Solamente tenía una toalla en la cintura; el resto, estaba para el deleite de los hermosos ojos de Will.
Movió sus pestañas de forma coqueta, fingiendo no saber de que hablaba Hannibal, pero lo sabía. Estos juegos del gato y el ratón que tanto le gustaban a Will hasta cierto punto le molestaban a Hannibal. A propósito, mientras él se bañaba, Will se escabulló para entrar al baño y hurtar la ropa de Hannibal. Todo esto solo para verlo salir de ducharse. Como de costumbre, Will siempre encontraba una nueva forma de hacer que Hannibal terminara haciendo lo que el más joven quisiera.
Hannibal lo sospechaba, pero no dijo nada y se puso a buscar otra ropa en la habitación.
Los ojos de Will lo siguieron, fijos en su espalda, y suspiró algo triste. Pensó que lograría algo más, pero rendido, se dirigió a la ducha para darse un baño.
Jack Crawford le estuvo insistiendo a Will toda la semana para que fueran a cenar a su casa, algo bastante extraño y tenían curiosidad tanto él, como Hannibal. ¿Qué sería tan importante como para arrastrarlo hasta allá? Pero, muy dentro de Will, no tenía deseos de ir. Amaba la rutina en casa, estar todo el tiempo con Hannibal y...
La ropa de Will cayó al suelo.
Se metió dentro de la ducha, el agua caliente comenzó a correr y de a poco comenzó a equilibrar con la fría. Su cuerpo empapado se dirigió a un costado donde se encontraba el jabón, lo sostuvo en sus manos por un momento para hacer un poco de espuma; amaba la sensación de la espuma en su cuerpo.
Lentamente, la pasó por su cuerpo hasta que se tensó, sintiendo que alguien lo observaba. Sus ojos fueron a la cortina que separaba su cuerpo desnudo de la puerta.
Conteniendo el aire, se asomó por la cortina, notando a Hannibal parado allí; ¿quién sabe por cuánto tiempo?
— ¡Hannibal! — gritó haciendo que el nombrarlo lo mirara aún más fijamente, —. ¿Sabes el susto que me acabas de dar? — Tras decir todo eso, miró a Lecter más detenidamente. No tenía puesta la supuesta ropa que había estado buscando.
Tragó saliva y desvió un poco su mirada. Si bien amaba cuando bromeaba para ver el cuerpo de Hannibal, cuando él mismo lo hacía, sentía un sentimiento bastante extraño, muy dentro de sí mismo.
— ¿Necesitas algo? — preguntó y volvió a cerrar la cortina para seguir con lo suyo, —. Si es por la ropa, solamente quería verla.
Se detuvo en seco al sentir cómo la cortina se corría lentamente.
Se volteó, Hannibal estaba allí sin la toalla de su cintura. Estaba justo detrás de él.
Will en ese momento murió dentro de él.
Estaba tan en blanco, no esperaba esto. Hannibal era alguien atrevido, pero en baja escala, nunca se había animado a tanto; como entrar mientras se bañaba o algo por el estilo, ¡esto era algo que haría Hannibal Lecter! Quizá, este atrevimiento se debía a sus constantes juegos y brómeos hacia él, lo cual colmó su paciencia.
Se giró para tenerlo de frente.
Gracias al agua que escurría por el cuerpo de Will, Lecter no pudo evitar mirarlo detenidamente. Las gotas por todo su cuerpo y el agua que caía por todos lados, su cabello mojado y algo largo que estaba pegado en su nuca y frente.
Efectivamente, Hannibal Lecter había caído.
— ¿Hannibal? — preguntó, había estado hablando solo por bastante tiempo y al ver al contrario tan... Disperso, no pudo evitar nombrarlo.
La mano de Hannibal se estiró lentamente, tocando el abdomen del otro; sus dedos largos y fríos hicieron que Will contrajera su cuerpo completamente.
El agua lentamente comenzó a salir más caliente, ocasionando vapor en la habitación.
Sin más espacio, Will se arrimó más para el lado de Hannibal para protegerse de la incesante agua.
— Vamos a quemarnos. — dijo y le entregó el jabón. Se volteó para abrir un poco el agua fría, pero la mano de Hannibal lo detuvo. Estaba firmemente sosteniendo su mano y la otra, junto con la barra de jabón, pasó lentamente por su cintura. — Ah, Hannibal, hoy no. Debemos de ir a-
Hannibal respiró en su nuca, se sentía tan caliente y tan sofocante que Will no supo qué hacer. Dirigió sus ojos a un costado para poder ver a Hannibal, este lo miraba intensamente.
El destello en sus ojos era particular. — Deberíamos... —murmuró estas palabras, pero, para Will, esas palabras ya no tenían valides algunos. Palabras vacías.
Estaba deseoso, esperó en silencio mientras miraba los labios de Hannibal. Cuando los vio cerca, cerró sus ojos, pero los labios del otro no fueron a los suyos, sino, a su cuello. Allí, donde lamió y dio mordiscos lentos, dejando a Will más callado de lo que era posible.
— Estás sucio. —Oyó a Lecter hablar. Sus ojos se abrieron en su dirección, el vapor hacía más difícil verlo, pero para Will, no pudo evitar pensar que el contrario estaba sonriendo; una sonrisa juguetona.
— ¿Sucio? — sintió cómo la barra de jabón se movía por la zona de la cadera como si estuviera buscando un permiso para seguir bajando. — Yo siempre estoy limpio.
— ¿Mm? — Will sintió todo su cuerpo pegado al de Hannibal.
Su mm resonó en sus oídos, creyó que se estaba burlando.
Intentó darse vuelta. — ¡Hannibal!
Sus palabras fueron selladas con un beso.
Sus labios siguieron el lento movimiento del otro, entre mordiscos y chupadas, y se separó al sentir que la mano de Hannibal se bajaba más hacia su miembro. Su mano con el jabón pasó lentamente, haciendo que Will tuviera que contener su respiración por un momento.
— ¿Hannibal? ¿Por qué estás haciendo eso? — preguntó algo curioso mientras se sostenía de él.
— Está sucio.
Con un pequeño destello lujurioso, Will lo miró fijamente.
— ¿De verdad? — preguntó entre cortado. Amaba cuando Hannibal hacía cosas fuera de lo normal; eran sucesos raros que lo llenaban de felicidad fácilmente.
— Sí.
Se acercó a él y Will rodeó sus brazos en su cuello, profundizando aún más el beso que estaban llevando.
La lengua de Will no podía esperar demasiado y entró dentro de la boca del otro para juguetear un poco, buscando en cada parte del interior el pacer que tanto le gustaba. Sus lenguas chocaron y jugaron entre sí hasta que lentamente se separaron.
Will era un desastre para ese momento. Cuando se trataba de estar junto a Hannibal en estas situaciones, él fácilmente se volvía somnoliento.
— ¿Hasta cuándo seguiré sucio? — Sus brazos seguían en los hombros de Hannibal. Este lo miraba en silencio.
La pregunta de Will era obvia, solamente hecha para aumentar el juego antes del sexo.
Pero, Lecter no contestó.
Los ojos brillosos de Will se quedaron en él, — ¿Hannibal? — Su voz relajada y profunda, tan adorable al oírlo.
Lentamente, fue encerrado contra la pared de la pequeña ducha. El agua seguía escurriendo, pero esta vez los ojos de Will solamente estaban en Hannibal, que se encontraba semi mojado a diferencia de él.
Hannibal agarró el jabón que todavía estaba en su mano y lentamente lo pasó por el cuerpo del otro. Will se tensó, sintiendo cómo el jabón pasaba sobre sus pezones que de a poco se fueron poniendo duros.
Llenándose de espuma, los ojos de Will fueron hacia bajo junto con el movimiento de la mano de Hannibal, pero este se detuvo cuando estaba a unos metros de su miembro.
Se miraron en silencio. El agua que corría entre medio de ellos era extremadamente caliente, dejando el vapor como separación entre ambos.
Llevó su mano hacia la mano que sostenía el jabón firmemente: — Estoy sucio. —Lo admitió rendido.
Ayudó a la mano de Hannibal a llegar a su destino; lentamente lo movió de arriba hacía bajo, tensando los músculos del cuerpo de Will.
Los ojos de Will fueron a la entrepierna del otro, mostró una sonrisa de satisfacción: — El doctor Lecter está feliz de verme. —Con su dedo índice tocó el rostro de Hannibal de forma juguetona—, pero también otra cosa parece bastante alegre. — bajó su mano a la entrepierna de del otro, generando que todo el cuerpo de Hannibal se tensara.
El jabón salió volando de las manos de Hannibal y presionó todo el cuerpo de Will contra la pared blanca y fría, tomando sus muñecas y llevando sus manos junto a su cabeza. Will, aun así, tuvo tiempo de juguetear. — Oh, el doctor Lecter está enojado. — sonrió mientras le hablaba al oído.
— Qué desvergonzado — escuchó a Hannibal hablar.
A Will ya no le importaba en lo más mínimo la promesa que le había hecho a Jack Crawford.
Sus ojos ahora estaban completamente en su esposo.
Sin esperar demasiado, el mismo Will junto a sus labios con desesperación, pero Hannibal tenía otros planes. El beso fue lento, tan lento que estaba matando a Will de la desesperación.
Sus ojos se abrieron solo un poco para disfrutar de la vista. Amaba ver tan de cerca las pestañas de Hannibal, que se movían solamente un poco y de forma tan delicada.
Soltó un gemido ahogado por el beso.
Hannibal levantó su mano en dirección al miembro del Will, notando que estaba mojado. Miró su mano un momento. Ya estaba con algunas gotas espesas de líquido blanco.
Will miró, pudo ver el rostro de Hannibal, muy dentro de sí mismo, creyó que Hannibal quería sonreír. No pudo evitar mirar su rostro fijamente.
— Come. — Soltó.
Los ojos dilatados de Hannibal fueron a él, observó su mano de nuevo y la levantó hasta su rostro para lamer lentamente la zona con semen.
Will trago duro al ver como Hannibal lamia su propia mano.
Apartó sus ojos cuando Hannibal lo miró en pleno proceso.
Los dos cuerpos calientes se movían lentamente para estar uno más cerca del otro.
Sintiendo cada leve roce de sus cuerpo, Will no podía evitar soltar gemidos al sentir como Hannibal lo lamia en cada parte de su cuerpo.
Will llevó sus ojos a Hannibal, se encontraba mordisqueando y lamiendo su pezón, volviéndolo duro.
Lo apartó un momento con su rostro rojo, — Mételo.
Con los ojos inyectados en sangre, Hannibal no dijo ninguna palabra. Llevó su mano a la entrada de Will, viendo que estaba blanda a causa de la incesante noche anterior, metió dos dedos directamente haciendo que el contrario gimiera.
Will se sostuvo lo mejor que pudo de Hannibal. Sus ojos se levantaron para verlo.
Odiaba demasiado verlo en un estado tan calmado mientras él estaba destrozado. Quería ver a Hannibal en este mismo estado, suplicando para que lo coman.
Will se mantuvo con la mirada en él. Hannibal hizo lo mismo.
En el momento en el que el tercer dedo de Hannibal entró dentro de él, Will entró en desesperación.
— No tienes porque seguir preparándome, ya estoy listo.
Hannibal lo ignoró.
No era que no quisiera hacerlo directamente pero, amaba ver como Will pedía con desesperación tenerlo dentro.
El agua caliente cayendo sobre el cuerpo de Hannibal generaba un aspecto realmente atractivo a la vista. Will mataría a cualquiera que pudiera verlo, se sentía tan privilegiado.
Por su parte, Will sentía un calvario, el agua caliente que caía sobre él, rozando las mordidas de Hanninal, sus pezones duros y erectos, que estaban tan hinchados, también cuando caían sobre su miembro y se escurría hacia la mano de Hannibal.
Esto solo podía hacer que Will fuera un desastre.
No era la primera vez que lo hacían de esta forma, ya tenían experiencia anteriores en las aguas termales; pero esto era completamente distinto, acá el actúa directamente caía sobre ellos.
Esta vez, al igual que esa vez, Will sintió que estaba por desmayarse.
De repente, los tres dedos dentro de él salieron abruptamente, haciendo que soltara un gemido desgarrador.
Hannibal levantó a Will y él, rodeó el cuello del otro rápidamente con sus brazos y sus piernas en su cintura.
Solo bastó un movimiento por parte de Hannibal para incertar su eje dentro del cuerpo de Will. El contrario gimió al sentir la carne entrar dentro de él.
Cuando ya estaba todo adentro, Hannibal dio movimientos lentos y calmados, haciendo que Will entrara en desesperación.
Sus jadeos se oyeron en todo el baño.
— Más... rápido. — Hannibal llevó sus ojos a Will, soltar esa orden y esperar que el otro le obedeciera, eso era lo que esperaba más que nada Will pero al ver a su compañero no obedecer, se tenso y llevó su mano a su miembro, la mano de Hannibal lo detuvo. — ¿Por qué? — preguntó algo triste, quería tocarse con desesperación para acabar con esta tortura.
— No creo que sea pertinente. — sostuvo a Will desde su trasero haciendo que la piel de Will se crispara. Además, los pensamientos de Will se llenaron de la palabra "pertinente"; creía que no era momento para esas cosas.
Sus ojos inyectados en sangre fueron a su compañero, viendo que estaban en el mismo estado o peor, tenía deseos de suplicar por más pero no fue necesario, Hannibal lo levantó aun más alto de lo que estaba, aun con su miembro adentro y dejó a Will caer de repente; soltando un gemido ahogado a causa de lo repentino.
Se sostuvo lo más fuerte que pudo al sentir que los movimientos de Hannibal habían aumentado y seguían aumentando cada vez más. Sintió como el miembro de su compañero estaba rozando sus paredes, haciendo una fricción cada vez más fuerte. Sus gemidos eran sonoros en toda la habitación, intento sostenerse lo mejor que pudo pero las estocadas intensas de Hannibal lo dejaban sin aire.
Su cuerpo convulsiono de un momento a otro, al sentir que dentro de él se agrandaban y lo llenaban aun más de liquido caliente. Con un gemido, el líquido que había en la punta de Will salió expulsado, pegando en el pecho y cuello de Hannibal.
Los movimientos se detuvieron.
Con la poca fuerza que le quedaba a Will, movió sus ojos en dirección a Hannibal, que lo estaba sosteniendo con una mano y su espalda contra la pared, pudo ver como con la otra mano, Hannibal tomaba un poco del líquido caliente que estaba sobre él para llevarlo a su boca.
Will se quejó, y Hannibal mostró una sonrisa, acercándose para besarlo de forma dulce nuevamente.
[...]
Will se sentó de forma somnolienta en la mesa, Jack notó esto pero fingió un poco no haberlo notado.
Habían llegado dos horas tarde a la reunión y, no tenía deseos de saber que pasaba con ese par.
Aclaró su garganta, — ¿No dormiste bien? — preguntó, no quería oír demasiado detalles pero al ver al contrario de esa forma, no pudo evitar preguntar.
Will no contestó.
Por su parte, Hannibal comía solemnemente.
— Bueno... — dudó de si Will lo estaría escuchando cuando anunciara todo pero lo hizo de todas maneras, — Los invité el día de hoy para hacer un anuncio importante.
Hanninal se limpió los labios y llevó sus ojos a Will, que parecía estar haciendo un esfuerzo muy grande para no dormirse.
— Es largo de explicar y quizá sea algo asombroso pero fue una decisión. — llevó sus ojos a Abigail Hobbs que también se encontraba en la mesa pero su expresión era triste en comparación. — Y es que; Abigail se casará.
— ¿¡QUÉ!? — Will se levantó de la mesa con sus ojos bien abiertos.
Todos lo miraron al verlo tan alterado de repente, teniendo en cuenta su estado de hace unos segundos.
En ese momento, Will despertó.
Notes:
¡Hola!
En caso de que haya alguna falta de ortografía no duden en avisarme, intento mejorar al respecto. También acepto consejos, gracias <3
Chapter 3: Day 2 - Kink - Spanking
Notes:
¡Hola!
Aclaraciones sobre este capitulo: primero, no sabía demasiado de este kink, aun que una idea me daba. En general, averigüe bastante para no equivocarme, pero en caso de error, los invito a escribir un comentario. También, otra cosa, leí que no es necesario penetracion en este kink, por eso no lo hubo. La idea en general es la preparación, no la ejecución de algo más.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Jack Crawford hablaba y hablaba, algo que no era demasiado usual, es que, Hannibal Lecter no estaba prestando atención en lo más mínimo. Miraba su mano en silencio, como si estuviera contemplando la misma.
Su compañero lo notó y de vez en cuando tosía en dirección a él pero, él ni siquiera lo miraba en ningún momento.
— ¿Hannibal? — su acompañante se tenso al oír su nombre.
Sus ojos se elevaron para verlo, mostrando un poco de inseguridad si contestar o no.
Jack notó su distracción, sintió algo de curiosidad pero no preguntó nada al respecto. Muy en cambio, preguntó. — ¿Comprendiste lo que dije?
Un leve tiemble vino de parte del cuerpo de Hannibal.
Suspirando, volvió a hablar. — Como hemos hablado anteriormente; nuevos casos han salido a flote este último tiempo, me preocupa involucrar a Will. Me gustaría que trabajaras con nosotros a cambio.
Hannibal dudo y bajo su mano. — Sí. Me gustaría. — su voz relajada sonó por la habitación.
Jack sonrió, —Te daré más información mañana.— lo acompañó en silencio en una caminata por fuera de la habitación.
Curioso, no pudo evitar agregar. — ¿Pasa algo con tu mano?
Hannibal escondió su mano como si tuviera algo que ocultar. — No.
A lo lejos, una persona ruidosa los distrajo; no era necesario aclarar que se trataba de Will Graham corriendo de un lado a otro persiguiendo a un pequeño cachorro.
Hannibal al ver esto se tenso.
Anteriormente, no habría tenido ningún problema de ver a Will romper ciertas reglas de etiqueta que Hannibal respetaba a raja tabla, y después de estar casados por más de diez años; no estaba en lo más mínimo asombrado de que estuviera haciendo tales cosas pero, por primera vez, Hannibal se sentía molesto.
Jack lo miró de lado y vio como Hannibal apuraba su paso en dirección a Will.
Cuando al fin atrapó al cachorro, que había nacido hace unos meses, Will sonrió triunfante y se detuvo al ver como Hanniba se acercaba a él.
— ¡Mira! — pasó el cachorro delante de su rostro. Era pequeño y esponjoso, como un algodón de azúcar. Había nacido de una camada de perros, de una en particular que Will había rescatado recientemente.
El enojo de Hannibal rápidamente se disipó como si nunca hubiera existido. Sus ojos llenos de ternura lo miraron. — Veo.
Will rió. — ¿Que hablaste con Jack? Oh, espera, debería dejar a este amiguito con el resto. — corrió rápido donde estaban los demás cachorros.
Hannibal lo miró en silencio.
No era que a él no le gustara que Will rompiera las reglas de etiqueta que tanto tiempo le llevo enseñarle, todo lo contrario, amaba verlo ser tan libre pero... Hubo algo del día anterior que hizo que los pensamientos de Hannibal se volvieran un tanto raros con respecto a este tema.
Había soñado que castigaba a Will luego de verlo no ser particularmente 'correcto' delante de él. Por eso, toda la mañana estuvo pensando en eso y mirando su mano en silencio, recordando vagamente una tabla de castigo qué habían comparado en forma de chiste para asustar a Abigail cuando era pequeña, la cual nunca usaron ni se atreverían. Ahora debería de estar llenas de polvo y mucre.
Will regresó corriendo con una sonrisa.
Además, Hannibal se sentía demasiado mal, ¿Cómo podría si quiera castigarlo? Él era como un sol brillando.
Recordó vagamente una situación anterior, donde Hannibal había golpeado, algo a propósito, las nalgas de Will. Will odio recibir una nalgada de su parte, ¿Cómo podría esta vez lograr que ocurriera?
Inconscientemente miró su mano esperando obtener una respuesta.
Will por su parte pasó sus ojos por delante de él y caminó para observarlo. Esta era una vieja costumbre de Will, siempre se quedaba mirando a Hannibal, era una vieja costumbre de años.
Tomó la mano de Hannibal de repente y preguntó mientras la miraba. — ¿Duele?
— No lo hace.
— Entonces, ¿por que la miras tanto?
Hannibal dudó de contestar por varios segundos, apartó sus ojos y esto fue notado por Will. Intentando llamar su atención, con su mano, Will jugó con los dedos de Hannibal.
— No es nada. — llevó su mano a su espalda, apartandola del tacto de Will, y caminó en silencio.
Los ojos de Will lo siguieron.
Will apoyó su rostro en sus manos, miró como Abigail se movía de un lado a otro alimentando a los pequeños perros de Wolf Trap, y soltó un bostezo.
— Papá — habló de repente la más joven. — ¿Iremos de viaje viaje con la tía Alana?
Will recordó que Hannibal lo había mencionado vagamente la noche anterior. — Claro, claro. — contestó con seguridad.
Sus ojos se movieron de regreso a las habitaciones que se veían a lo lejos, vio como Hannibal caminaba lentamente y miraba algo que Will no llegaba a distinguir.
Algo curioso, se levantó y fue directamente a donde estaba, dejando a Abigail sola.
Hannibal seguía pensando en ese sueño y la noche anterior había vuelto a ocurrir, incontables veces recordaba lo sucedido.
Sin previo aviso, Will le dio un leve golpe a la cadera de Hannibal con su mano y esperó alguna clase de reacción, pero no hubo nada.
En cambio, los hermosos ojos dorados de Hannibal fueron a él, amables, cálidos y solemnes.
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Will. — Oh, doctor Lecter, ¿en que clase de cosas estas pensando?
Notó que los ojos de Hannibal se oscurecieron un poco.
Sonriendo, decidió jugar un poco más.
— Doctor Lecter, doctor Lecter — se movió a su alrededor, de un lado a otro, como si un niño fuera.
Hannibal por su parte, estaba tratando de estar concentrado, tener paciencia a veces era una virtud muy importante en esta casa, pero cuando Will comenzó a jugar con su cabello; Hannibal se crispo dándose vuelta rápido.
— ¡No puedes hacer eso! — la voz de Hannibal había salido un poco más alta de lo normal.
Will se calló, no dijo nada, estaba rígido. No sabía como reaccionar, era la primera vez que Hannibal hablaba tan fuerte; no podía considerarlo como un grito, pero a los estándares de Hannibal, se diría que sí, era uno.
Muchos pensamientos pasaron por su mente en ese momento y algo apenado, soltó el cabello de Hannibal que aun estaba entre sus dedos.
— Hannibal, lo siento... — se sintió algo triste, no esperaba eso. No supo como reaccionar del todo.
Hannibal por su parte trató de tranquilizar su pequeño corazón y sus ojos volvieron a mostrar su suavidad de siempre, como si lo que acababa de ocurrir no hubiera pasado.
Como si nada, dijo. — Los que rompen las reglas deben de ser castigados.
Will no era alguien tonto pero, en ese momento, se sintió el más tonto de todos. Estaba sin palabras, por primera vez en muchos años; no sabía que decir al respecto.
Bastante asombrado. — ¿Castigo? Pero, Hannibal, no he hecho nada malo... — estaba esperando que la otra parte dijera algo, que soltara un salvavidas para él, pero no vino nada.
Todo lo contrario, Hannibal seguía con su aspecto solemne y hermoso; muy seguro de sus palabras, se volteó y caminó en silencio. De vez en cuando, volteaba para ver si Will lo seguía. Así fue como el pelinegro lo siguió sin decir nada más.
Will se tenso al entrar a la habitación y ver la enorme tabla de casirgos, que antiguamente, habían comprado para hacerle un par de chistes a Abigail, los cuales, no duraron mucho.
Sus ojos, algo brillantes, fueron a Hannibal que se estaba sentado pacientemente en la cama.
Sin recibir el castigo aun, el cuerpo de Will se relajó y se acercó, — Hannibal —, viendo los ojos rojos del nombrado, Will no pudo evitar sonreír. — Oh, ya entiendo de que tipo de castigo estamos hablando...— rodeó el cuello de Hannibal rápido, sin dudarlo.
Pero, con algo de preocupación sus ojos fueron a la tabla. Aun que, eso no explica la tabla... Después de unos segundos de silencio, los ojos de Will se abrieron y flojo el agarre del cuello de su esposo.
— ¡Lo sabía! — se levantó para caminar de un lado a otro en la habitación, — Pasaron tantos años, pero aun así no superas lo que pasó en esa ópera. Creí que había quedado claro que esas cosas no me- — detuvo sus palabras para mirar a Hannibal que estaba en silencio mirándolo.
— Será suave. — murmuró Hannibal.
— ¿Cómo será suave con...? — miró de lado la enorme tabla de castigos y prácticamente se atraganto.
Hannibal asintió lentamente. — Serán golpes lentos y subiran de a poco, como gustes.
Will hizo una mueca. — ¿Qué más?
— Puedes dar una palabra clave para saber cuando quieres que pare.
La mirada de Hannibal estaba en el suelo, parecía apenado de todo lo que estaba diciendo. Un pequeño sonrojo había en sus orejas, algo que asombro un poco a Will, nunca lo había visto sonrojarse de esa forma.
Will no podía con él, efectivamente.
Si bien, Will sabía que tal cosa lo avergozaba hasta morir; no era capaz de aceptarlo.
Trago saliva, — Bien. La palabra será...— miró en la habitación algún objeto que pudiera usar como salvación del castigo. — Ventana.
Hannibal lo miró en silencio.
— Esa será la palabra. — sonrió. No lo pensó demasiado, lo primero que vio fue lo que eligió.
Hannibal se movió en la cama, dejando espacio para que la otra parte pudiera sentarse; mejor dicho, acostarse. Le dio unas palmadas a la cama, esperando que Will se acercara.
Will prácticamente se arrastró hasta sentarse en la cama. — Se amable. — murmuró sin pensar demasiado en ello, Hannibal agarró su mano y la besó lentamente.
— ¿Cuándo no lo he sido? — Will se sonrojo, no contestó a la pregunta.
Los ojos de ambos brillaban como dos pares de estrellas.
Seguido de eso, agarró las caderas de Will para moverlo en otra posición. Esta vez, la parte baja del pelinegro estaba sobre el regazo de Hannibal.
Con algo de curiosidad, que no podía evitar tener, se dio vuelta para ver lo que su esposo estaba haciendo. Al verlo, Will se mantuvo callado y luego volvió a llevar sus ojos a la cama.
¿Estará feliz? Pensó y nuevamente se movió para ver lo que estaba haciendo.
Hannibal por su parte estaba callado mirando el trasero de Will como si fuera lo único que pudiera hacer en esta vida.
— Hannibal — el nombrado volteó a ver al otro hombre, — ¿Se te está cayendo la baba? Eso puedo imaginar. — sonrió.
Hannibal bajó vista de nuevo al mismo lugar. — En efecto.
— Obviamente. — Will levantó su mirada con orgullo. — Y es todo tuyo, no lo olvides- — paró sus palabras de repente al sentir la mano de Hannibal en dicha zona, no pudo emitir ni un solo sonido después de eso.
El silencio en la habitación incómodo un poco a Will, se volteó queriendo ver a Hannibal de nuevo pero un leve golpe lo distrajo; crispando todo su cuerpo. Volvió a mirar al frente.
El golpe fue echo sobre la tela que cubría su cuerpo, así que, Will no fue capaz de sentirlo demasiado. Era solo un leve hormigueo.
Sin decir nada, Hannibal le saco la ropa y por último, bajó su ropa interior mostrando sos dos grandes y redondas nalgas.
Will, si algo odiaba, era el silencio que se generaba entre ambos por momentos y, justo en este momento, había demasiado. Estaba por enloquecer a tal punto, solo podía oír los movimientos de Hannibal sobre su piel; que claramente ocasionaba una ola de sentimientos a Will y su cuerpo.
Las caricias de Will era algo que lo quemaban, por dentro y por fuera; estaba tan acostumbrado a su toque, que de manera involuntaria la parte baja de su cuerpo se levantó sola.
Pa
Un golpe directo vino a una de las nalgas de Will, — No te levantes. — la voz de Hannibal había salido más ronca de lo usual. Estaba esperando tanto tiempo por hacer esto, le enloquecia la sola idea de poder hacerlo.
Will obedeció lo mejor que pudo y mordió su labio con desesperación.
Sintiendo toda la zona arder, la mano fría de Hannibal pasar lentamente por ese lugar; acariciando con dedicación, buscando que Will se sintiera bien.
Will estaba muriendo, era tan lento que lo desesperaba. Se volteó para ver a Hannibal. — ¿Puede ser más rápido? — Sus ojos bramaban desesperación, qué constrastaba bastante con la tranquilidad de parte de Hannibal.
Hannibal lo pensó un momento; honestamente, no tenía deseos de hacerlo rápido. Dudó bastante, pero terminó por asentir.
Llevó su mano directamente al miembro de Will, que estaba semi-levantado y comenzó a moverlo lentamente de arriba a bajo.
Pequeños gemidos sonaron por la habitación silenciosa y de repente, otro golpe vino por parte de Hannibal, Will soltó de repente un jadeo ahogado y el ardor repentino llegó hasta su vientre.
Si bien solo habían sido dos golpes y, no con demasiada fuerza, Will se sentía realmente avergonzado; queriendo esconderse debajo de una roca y nunca más volver a salir en su vida.
No era la primera vez que Hannibal le hacía esto pero, la vergüenza era aún mayor a la esperada.
Sus ojos brillantes, su rostro apoyado en la cama de costado; fueron a Hannibal que estaba fervientemente trabajando en su parte baja.
Hannibal notó la mirada de parte del pelinegro y mostró una suave sonrisa, Will se tenso y volvió a mirar al frente; el bastado esta feliz... Pensó vagamente.
Will se levantó de donde estaba, parando los movimientos de Hannibal y se tiró sobre él, cayendo en la cama.
Sus ojos, ya oscuros, lo miraron.
— Ahora que te divertiste, me toca a mí. — sonrió.
— No terminé.
Will se tenso. — Vamos, ¿planeas que me venga con eso? — Se rió, pero la expresión seria de la otra parte lo hizo confundir.
En ese descuido, Hannibal lo volteó en la cama; dejando su parte baja y roja, exhibida.
Los ojos de Will fueron a la tabla de castigo que estaba junto a la cama, viendo que Hannibal la estaba agarrando; una parte de él se tenso en ese momento.
Aun así, no cambió su posición ni intentó hacer nada.
Siguiendo el ardor de sus nalgas a causa las anteriores juegos; apoyó su rostro en la cama y intentó relajar su respiración después de sentir que nuevamente Hannibal estaba jugando con su parte delantera.
Rara vez, Hannibal jugaba de esta forma; Will no podía negar que le encantaba sentir como la mano fría de su esposo lo agarraba y movía de arriba abajo de manera tan seductora y necesitada. Esta vez, los movimientos eran lentos; jugando de vez en cuando con la punta de su miembro.
Will lo vio de lado, queriendo que jugara con otras partes de su cuerpo, sus ojos brillaban por más, con necesidad. Aun así, Hannibal no le hizo caso.
Con poco esfuerzo, Will llevó su mano a uno de sus pezones por debajo de su ropa y en ese momento, un golpe fuerte vino en su parte trasera después de un paf haciendo que soltara otro gemido ahogado. Recuperando la compostura y su respiración, entre el ardor, vio a Hannibal separar sus labios.
— No está permitido.
Will no supo que decir y volvió a poner su cabeza contra la cama.
Los movimientos lentos de Hannibal lo estaban enloqueciendo, intentó moverse para poder hacer fricción entra las manos de Hannibal para poder venirse más rápido pero, pese a ser permitido por unos momentos, al segundo siguiente, Will recibió otra nalgada con la tabla de castigo.
Esta vez, fue un gemido lo suficientemente claro de su parte.
Su miembro ya estaba por explotar dentro de la enorme mano de Hanninal.
Y de repente, lo abandonó.
Will vio claramente como Hannibal alejaba su mano de su miembro erecto, esta vez, no iba a permitirlo. Se levantó para seguirlo y Hannibal le regaló una mala mirada.
Como un cachorro abandonado, regresó a la misma posición de antes y gemido, tras gemido salieron de sus labios cuando la tabla de castigo impactada contra sus nalgas empapadas de sudor.
No había notado el momento en el que había comenzado a sentirlo de esta forma, pero ya se estaba volviendo loco con cada impacto.
De su miembro, el pre-semen se asomaba lentamente haciendo a Will llorar prácticamente.
Los golpes ya no le importaban; quería venirse rápido y no podía si era tan lento, era como un castigo.
Sus ojos, de vez en cuando, iban hacia Hannibal con deseos de más.
Jadeando, su cabello rizado y mojado; a causa del calor, caía sobre su frente y nunca, en parte desnudo y en parte con ropa. Todo destrozado, sintiendo el ardor y la excitacion que causaba cada movimiento de imprevisto de parte de Hannibal.
Pero, nuevamente se detuvo. Ahora no sentía la tabla, si no, una mano fría que pasaba sobre su piel qué ardía. Lo hizo gemir y morder su labio con fuerza, esperando ansioso el siguiente impacto.
De un momento a otro, sintió unos labios fríos dejar un tierno beso y luego alejarse.
Gimiendo, Will se preparó.
Una nalgada esta vez llegó, haciéndolo retorcerse nuevamente. Con su pene apunto de explotar, suplicó por más mientras miraba a Hannibal. Hannibal entendió perfectamente al otro y esta vez, dio otra nalgada aún más fuerte que la anterior.
Will gimio, viniendose; dejando su semen caliente sobre las sábanas.
— Papá... — Abigail habló. — ¿Por qué esta caminando de forma tan extraña?
Will le regaló una mirada. — ¡Fue Hannibal!
Abigail se sonrojo rápidamente, parecía un pequeño tomate.
— De todas maneras, ¿donde está Alana?
Abigail intentó excusar a la nombrada, pero la verdad, no entendía porque estaba tardando tanto.
Will llevó sus ojos a Hannibal, que estaba debajo de un árbol esperándolos en silencio.
Se acercó a él, jugando de un lado a otro con una sonrisa. Agarró el cabello de Hannibal entre sus manos, — Ah, doctor Lecter. — murmuró fingiendo dolor. — Después de lo de anoche, espero que estés preparado...
Hannibal se limitó solo a mirarlo.
— Me gustó honestamente, me gustaría que se repitiera. — aclaró su garganta, — Pero, también deberíamos de probar cosas que me gusten... — guiño un ojo pensando en que cosas podría hacer que Hannibal hiciera.
— Recuerda tus palabras.
Notes:
Otra cosa que me olvide de decir: Gracias por las lecturas y los Kudos. Honestamente, no sé como funciona del todo bien ao3 aún, por eso tarde en subir capítulo, creí que ya lo había subido. Seguramente la siguiente semana este el siguiente capítulo.
Chapter 4: Day 3 - Striptease
Notes:
¡Hola!
De nuevo, aquí informando. Hubieron varias cosas con respecto a este capítulo, jamás escribí un striptease y esta es la primera vez. Fue entre curioso y divertido imaginar a los personajes en estos contextos.
(See the end of the chapter for more notes.)
Chapter Text
Will tenía 'algo' qué amaba, no era la gran cosa, pero era algo que le enorgullecía mostrar a todo el mundo y eso no era ni más ni menos que Hannibal; su pareja.
Por las mañanas, luego se prácticamente arrastrar a Will para despertarse; ambos iban a los comercios - cercanos a Wolf Trap - para ver si había algo nuevo.
A Hannibal no le interesaba demasiado las cosas raras que a Will le llamaban la atención, pero al verlo tan feliz, no podía evitar dejar escapar una pequeña sonrisa que prácticamente nadie notaba; salvo Will.
—Hannibal, ¿quieres comer? — el nombrado solo levantó su vista un poco, leves pensamientos pasaron por su mente. Odiaba demasiado la comida que no era hecha directamente por él, la sentía sucia. — Hay una posada por aquí, podríamos dormir aquí también.
Will notó la confusión en el rostro serio de Hannibal.
Era raro que Will dijera eso, no estaban demasiado lejos de Wolf Trap; podrían volver en menos de quince minutos y comer allí, dormí allí pero, Hannibal recordó algo; Jack había mencionado que iría ese día, luego de un largo viaje, a hablar sobre algo importante con Will. Posiblemente Will quería escaparse un poco de sus responsabilidades.
Prácticamente sin dudarlo, siguió a Will como un pequeño patito.
En la posada, Will no se contuvo demasiado con la comida; había pasado tiempo desde que había logrado comer comida picante y lo disfrutó a no más poder.
Por su parte, en la habitación se mantuvo bebiendo y viendo a Hannibal dormitar[*]; sus ojos cerrados y su rostro inmutable, parecía un ángel.
Will lo observó un poco más. — Hannibal — este abrió sus ojos lentamente y los movió a Will. Will movió su mano haciendo un gesto, para que se acercara.
Obediente, se acercó y se sentó junto a él.
— Hannibal — vio un segundo su jarrón con alcohol y lo estiró hasta Hannibal. — Toma un poco, las cosas se pondrán divertidas.
— ¿Ha que quieres jugar? — Will hizo puchero al oír eso y se recostó en el regazo del otro.
— Se bueno, ¿sí?
Hannibal solo tuvo que mirarlo un momento antes de agarrar el jarrón y beber. Últimamente, quizá por la edad, Hannibal había comenzado a tener menos resistencia al alcohol.
Para Hannibal, beber solamente implicaba estar detrás de Will y obedecerle. Tras de eso, no bebía nunca en otras ocasiones, no importaba que ocurriera.
Cuando el efecto del alcohol llegó; no pudo evitar querer tocar a Will que aún seguía acostado sobre su regazo.
Will se rió al sentir las manos de Hannibal en su rostro y sonrió. Su mano era fría y áspera.
— ¿Qué?
Los ojos rojos de Hannibal se posaron en el otro por mucho tiempo, tanto que Will dudó de que estuviera consciente de algo de lo que hacía.
Will se levantó y con su mano tocó el rostro de Hannibal, era tan suave y delicado; verdaderamente era hermoso. Will sintió que era muy feliz, una parte de él se sentía a estallar.
La luz la luna entraba por la pequeña ventana delante de ellos, reflejando su luz en Hannibal. Will estaba orgulloso de lo que tenía junto a él.
Will se levantó para sentarse juntó a él. — ¿Hoy quieres jugar un poco? — lo miró sobre el hombro, tirando su cuerpo en dirección al mayor. Hannibal si bien mantuvo su vista al frente como un fiel guerrero, no pudo evitar mirar a su costado; sus ojitos brillaban a ver a Will tan cerca.
No contestó. Silencio absoluto.
— Doctor Lecter — suspiró llevando su vista hacia adelante. La persona junto a él no entendía este repentino suspiro.
Will miró hacía otro lado, Hannibal trató de ver que miraba, pero no había nada en dicho lugar.
El mayor se levantó caminando por delante de Will, quedando junto entre la ventana y él. La luz de la luna esta vez no pudo escapar de la belleza de Hannibal; cualquiera pensaría que se trataba de un Dios nacido por esos lares.
Will estaba sin palabras, encantado por lo que sus ojos veían. Sabía perfectamente que se vería mejor sin ropa, así que, rasqueteando un poco sus ropas; levantó su ceja y con un tinte de superioridad, movió su mano en dirección a su novio.
— ¿No crees que tu ropa es muy molesta? Mira ese traje. — fingió un puchero. Hannibal miró su traje, encontrándose algo confundido; intentó sacarse la ropa bruscamente, pero un gestó con la mano lo hizo detener. Will ya estaba cerca suyo, acomodando su ropa de nuevo. — Hazlo despacio. Yo te estaré observando, ¿sí? — manteniendo su vista en Will, Hannibal no pudo controlarse; quiso bajar su rostro para besarlo pero el dedo índice de Will se interpuso.
— No, no.
— ¿Qué estas tramando, Will?
El más joven sonrió.
Volvió a su lugar, se sentó con las piernas cruzadas. Atentamente, miró a Hannibal espectante.
Hanninal era alguien que nunca desobedecía algo que venía por parte de Will. No podía evitarlo, era tan fiel y enamorado.
Sus largos dedos fueron a su traje, era uno color beige que había comprado recientemente por recomendación de Will. Él había dicho: "Es perfecto. Te queda". En ese segundo, ya lo había comprado. Recientemente, estaba haciendo más frío de lo usual, así que se trataba de un traje bastante grueso, habían sido algo fríos en Wolf Trap, por eso había tenido que usarlo. Se deslizó por sus hombros y lentamente cayó al suelo. Todo esto con la mirada de Will clavada sobre él.
Estaba encantado, notaba el brillo de felicidad en los ojos de Will. Esto último lo hizo extremadamente feliz. A Hannibal también le gustaba notar a su compañero feliz, era algo que le generaba una sensación extraña en el pecho. Nunca llegaba a identificar qué era.
Entonces, continuó con su labor.
El chaleco interno, era la ante última que quedaba antes de mostrar un poco de piel; era delgada en comparación al saco, una tonalidad más oscura qué el saco y con pequeños detalles en blanco.
Se sacó lentamente el cinturón de su cintura, estaba ajustando dicha zona; al liberarse, cayó al suelo junto al resto de la ropa. Con el pantalón al un puesto, levantó sus ojos para ver a Will. Este estaba mirando cada movimiento atentamente, mientras la luz de la luna golpeaba contra Hannibal.
Siempre, pero siempre, Will se quedaba pregnado ante la belleza de Hannibal. Era confuso y extraño para él, nunca se había sentido de esa forma.
La camisa blanca qué llevaba puesta fue desabochada lentamente, mostrando solo un poquito de piel a la persona delante de él.
Hannibal era consciente por un momento de lo que Will deseaba ver, entonces, con movimientos suaves y agraciados, bajó la camisa por sus hombros, tan lento demostrando que su piel estaba extremadamente suave al tacto. Detuvo sus movimientos, dejando la camisa atrapada en su espalda gracias a sus brazos. La luz da luna golpeaba directamente su piel, suave y... Inevitablemente, para Will, sabrosa a la vista.
Sus ojos claros brillaban, tan hermosos que Will estaba completamente embelesado con tanta belleza.
Intentó aclarar su garganta, pero no pudo, en cambio, tragó saliva para volver a llevar sus ojos de regreso a la hermosa piel ya expuesta de Hannibal.
Sin hacer esperar a la otra parte, Hannibal finalmente soltó la camisa para que cayera al suelo. Ahora, su parte superior estaba totalmente desnuda. Su piel era contemplada por la luz de la luna y por lo el embobado Will, quien estaba sin palabras. Ya a este punto, Will no sabía si era a causa del alcohol como se sentía o si era algo más.
Definitivamente tengo que hacerlo repetir esto...
Volviendo en sí, notó que Hannibal lo estaba mirando fijamente. No dudó en volver a su postura orgullosa y superior. Señaló los pantalones. — Me están obstruyendo la vista.
Hannibal bajó su vista.
— ¿Es así?
— No te das una idea.
Hubo un pequeño silencio demasiado largo para Will, no entendió por qué Hannibal se había quedado callado mirando su parte baja.
— ¿Hannibal?
El nombrado de repente levantó su rostro, fue algo brusco; no parecía que fuera Hannibal el que hizo tal acción.
Esta vez, lo miró directamente y con seguridad en sus ojos, caminó en dirección a Will.
El pequeño cachorro se crispó, retrocediendo hasta chocar su espalda contra la pared que daba a la cama. Will sentía como si un enorme lobo estuviera asechando a su presa.
Hannibal apoyó su rodilla sobre la cama y tiró todo su cuerpo sobre Will, apoyando sus brazos a cada lado de él. Will solo tuvo sus ojos en la vista que estaba contemplando. Todo el cuerpo de Hannibal cerca suyo, su rostro tan hermoso y, la respiración tan cercana como intoxicante. Hannibal había llegado a su límite hace bastante tiempo.
Al ver todo esto, Will quedo en blanco, su rostro pasó a volverse rojo; sus ojos brillosos y rojos, como si estuviera al límite.
¿Cómo podría resistirse después de ver tal escena?
Echó un nuevo vistazo, notando que pequeñas gotas de sudor caían del cabello de Hannibal. Este también se encontraba pegado a su frente y nuca.
Will de repente sintió algo caliente dentro de sus pantalones. Por primera vez en muchos años, sintió vergüenza y cubrió su rostro.
Hannibal que aún seguía bajó los efectos del alcohol, intentó sacar las manos de Will. Al no lograrlo, esperó alguna clase de explicación.
Will murmuraba hasta que de repente Hannibal logró escuchar. — Eyacule sin hacer nada[**] .
— No esperaba que te volvieras precoz, ¿es a causa de la edad?
Un rubor subió al rostro de Will. Ofendido, acercó su rostro al de Hannibal.
— ¿De quién crees que es la culpa?
El autoestima de Hannibal subió por las nubes. Se acercó jugando la oreja de Will con sus labios, mordiendo el lóbulo.
Will apartó sus manos, mirándolo con molestia falsa.
Con un brillo en sus ojos, llevó sus manos hacía la ropa de Will, la cual ya se encontraba algo suelta, soltó los botones de su pantalón y introdujo su mano directamente en sus pantalones. Will no quiso decir nada, apartó su mirada.
Hannibal sacó su mano pegajosa y llena de el semen de Will. El mayor se quedó callado contemplando esto, estaba caliente.
Estaba orgulloso de su reciente logro.
— Realmente lo hiciste.
Como un tomate, Will comenzó a quejarse. — Deja de mirar eso, es asqueroso. — Cubrió su rostro con sus manos e intento volverse bolita, pequeño, para no ser visto.
— Es más divertido cuando eres así de honesto.
— Te mataré si sigues hablando del tema. — Mostró uno de sus ojos a través de sus manos. Queriendo ver la expresión de Hannibal, él sonreía.
— Inténtalo.
Acercó su mano a su rostro, todo bajo la atenta mirada de la otra parte y lentamente metió el semen de Will dentro de su boca, saboreando a cada segundo cada parte de él.
Notes:
Aclaraciones:
[*] Capaz haya gente que no lo sepa, por eso lo aclaro, dormitar es un estado entre medio de estar despierto y estar dormido. Estas tan relajado qué llegas a un punto intermedio entre los dos.
[**] Leí mucho al respecto. Hay casos de hombres que eyaculan sin tener un orgasmo, lo aclaro para no dejar a Will como precoz.
[***] Este capítulo está relacionado con el siguiente, así que serán two-shots.
Chapter 5: Day 4 - Snowball
Notes:
¡Hola!
Aclaración importante para este capítulo con respecto al snowball:
En el contexto, snowballing es cuando un hombre recibe su propio semen de la boca de una chica, en la que él ha eyaculado. Esto puede entenderse como el varón que desea adoptar un papel pasivo o de (que no implica la convencional) o simplemente puede reflejar una carencia de inhibiciones y una apreciación de la naturaleza sin tabúes de sexo realmente intenso. Algunos hombres pueden hacer esto como un gesto de ternura y comunicando, después de tener un papel dominante, el cambio de rol.
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Chapter Text
Con un brillo en sus ojos, llevó sus manos hacía el pantalón de Will la cual ya se encontraba algo algo bajada, la abrió, introduciendo su mano directamente. Will no quiso decir nada, apartó su mirada.
Hannibal sacó su mano pegajosa y llena de el semen de Will. El mayor se quedó callado contemplando esto, estaba caliente.
Estaba orgulloso de su reciente logro.
Acercó su mano a su rostro, todo bajo la atenta mirada de la otra parte y lentamente metió el semen de Will dentro de su boca, saboreando a casa segunda cada parte de él.
Will vio como la manzana de Adán del otro subía y bajaba lentamente teniendo sus dedos dentro de la boca. Will se contempló con tal vista, sintiéndose inquieto; juguetón buscó acercarse a Hannibal tratando de que sus dedos tocaran su miembro pero un pequeño golpe en la mano lo alejó.
Una mirada algo molesta fue para Hannibal. Nunca pero nunca se atrevía a levantar su mano en contra de cualquier deseo que tuviera Will, esta era la primera vez.
Will meneó sus caderas un poco desde donde estaba sentado. — ¿Puedo? — preguntó, sus pestañas se movían suavemente. Todo esto era solo un movimiento estratégico de su parte para hacer ceder a su amado esposo pero era imposible; Hannibal no era fácil de tratar y mucho menos ebrio y excitado.
Mientras veía como Hannibal parecía estar concentrado en algo, se acercó lento hasta la parte baja de su esposo y estiró un poco el pantalón, — Esto esta obstruyendo la vista. — levantó su cabeza para ver a Hannibal por un momento. — ¿Puedo? — sus ojitos brillaban, estaban algo rojos por la excitación. Estaba tan ansioso, mucho más cuando Hannibal se tomaba su tiempo para contestar. Will a veces creía que era a propósito que lo quisiera hacer enloquecer de esta forma.
— Sí — Will ostró una sonrisa triunfadora y terminó por bajar un poco el pantalón para sacar la enorme virilidad de su esposo.
La miró un momento y su boca se hizo baba, la sostuvo en sus manos, sintiendo el calor que emanaba. Lentamente acercó sus labios al objeto y le dejó un pequeño beso en la cabeza, — Parece emocionado de verme. — en efecto, dentro del agarre de Will el miembro se fue agrandando cada vez mas.
Sin esperar, metió toda la bara dentro de su boca; llenándola hasta el borde, golpeando con la cabeza su campanilla. Esto ocasionó que sus ojos rojos expulsaran un poco de lagrimeo.
Hannibal se quejó, al meterlo tan de pronto; los dientes de su compañero chocaron contra su sensible piel.
El más alto acarició la cabeza de la persona bajó de él. Will estaba encantado, chupando, lamiendo, ahogándose con su propia saliva por los incesantes impactos dentro de su garganta. Le encantaba ser follado se esa forma pero mucho mas cuando las mismas manos de Hannibal tomaban su cabeza y con dureza metía su miembro hasta el fondo, ahogándolo y excitándolo de formas que nunca había imaginado antes.
Ah, Will estaba extasiado.
En el momento en que Hannibal soltó su cabeza después de la última estocada, sintió que su boca y parte de su garganta se llenaban de algo espeso pero caliente.
Will lo aguantó, tragando un poco pero con algo de diversión vio a su esposo por un momento; se encontraba tratando de restablecer su respiración. Jugando, se deslizó entre los brazos de de Hannibal; rodeando con sus brazos su cuello.
Acercó sus labios a él y lo besó, aún con el semen de Hannibal dentro de su boca, esperó que la otra parte separar sus labios para pasarle un poco de ese líquido.
Hannibal lo notó, pudo una mala expresión; no le gustaba del todo cuando Will tomaba decisiones sin avisar pero, como de costumbre, fue obediente aceptando el semen que le estaba pasando su esposo, su propio semen.
Jugando un poco, Will aprovechó los movimientos con su lengua para pasar de un lado al otro el semen caliente.
Sin previo aviso, Will se separó; dejando a la otra parte con todo el semen dentro de su boca.
Una pequeña sonrisa ganadora apareció. — Abre la boca.
Hannibal lo miró. No parecía que iba a obedecer pero, aún así la abrió.
El líquido blanco caía sobre la lengua de Hannibal y otras partes estaban en la parte de atrás de su garganta. Se mostraba realmente tentador y sexy, parecía como si hubiera sido follado recientemente por la garganta. Sus orejas rojas, su pecho al descubierto y lleno de sudor, con su cabello pegado a su piel.
Ah, Will solo quería hacer una pequeña broma, aún así, fue el primero en caer una y otra vez.
Apartó sus ojos de inmediato.
Hannibal cerró su boca y tragó todo el líquido.
El ya nombrado se mantuvo callado, mirando al desprotegido y tranquilo Will sobre la cama. Su cabello estaba hecho un desastre por los tirones que había sufrido, su ropa negra estaba por todos lados en la cama. Aun tenía puesto sus bóxers, esta era de color blanco; era una que Hannibal le había dado. También con sus pantalones del mismo color.
— Tan lindo. — la voz de Hannibal salió ronca.
Se acercó besando el lóbulo de la oreja de Will, mareandolo un poco. Lentamente cayeron en la cama, besándose de forma intensa.
Notes:
Por cierto, siento el retraso con esta continuación. Estoy escribiendo otro fanfic, pero victoriano. Empieza su publicación mañana, por si les interesa <3
Chapter Text
Will se encontraba solo, triste y abandonado por Hannibal. Todo esto comenzó con un viaje de negocios de Hannibal pero, después de una semana; él no había regresado. Ya no se trataba del viaje, directamente, no venía a casa. Todo esto por su trabajo que lo agobiaba y le tomaba demasiado tiempo. Comenzó con sesiones a sus pacientes y ahora, había comenzado un trabajo como profesor de una importante universidad. Él viajaba para dar seminarios muy importantes, Will lo sabía.
Will sabía que perfectamente la importancia de su trabajo. No era algo que pudiera abandonar, era la mayor fuente de ingreso de la casa.
Cansado de la soledad, Will omenzó a consolarse por las noches. Era increíble como ni siquiera había aguantado un día sin él. Se sentía realmente solo. Era extraño, porque cuando pensaba en el pasado, no sentía tan soledad hasta que conoció a Hannibal.
A veces, por las tardes; Hannibal se tomaba el tiempo de llamarlo entre medio de sus descansos. Sólo para decirle que no podía verlo ni volvería ese día.
Will se sentía hundido, pero estaba tan caliente por momentos y necesitaba tanto a Hannibal, que por las tardes en esas llamadas; se excitaba a mil por segundo con solo oír la voz baja y profunda de la otra parte. Siempre había sido un gran fanático de la voz de Hannibal, todo de ella le encantaba.
Está vez, no fue la excepción. Will espero la llamada, la cual fue por la noche esta vez. Sabía que diría que no vendría esa noche, no era sorpresa. Eso lo ponía algo mal.
Will estaba jugando entre las sábanas mientras lo oía decirle todo aquello. – Lo siento.
Oírlo decir eso, se sintió un poco mal pero también algo dentro de él se encendió.
Algo ruborizado, intentó restarle importancia mientras sostenía el teléfono con su hombro, pegado a su oreja. Nunca creyó que la voz de Hannibal fuera capaz de activar tantas cosas en él, sin siquiera estar enfrente.
— Hannibal, está bien. De verdad. — aclaró su garganta. Llevó sus manos en dirección a su pantalón, bajándolo lentamente. — Ya que tenemos tiempo para hablar entre nosotros, me gustaría oírte...
Hannibal se quedó en silencio, era extraño. Comúnmente, era Will quien hablaba todo el tiempo. Habían notado que últimamente en sus llamadas estaba más callado, pero quitando eso, sola hablar más que él.
— Esta bien. —después de eso, parecía estar pensando en que hablar por bastante tiempo.
— Está bien, no tienes porqué hacerlo. — Will sonrió un poco, del otro lado del teléfono lo oyeron y no pudieron evitar también sonreír. — Oh, eso me recuerda, ¿cómo está yendo todo por allí?
Los pantalones de Will cayeron a un costado, abandonados. La voz de Hannibal lo relajaba, a este punto, tanto tiempo sin estar juntos; lo único que generaba era excitación en todo el cuerpo de Will.
Todas las noches o cuando era posible, lo llamaba para hablar un poco con él y así, masturbarse. No tenía la más mínima vergüenza, pero estaba seguro de que el doctor Lecter ni enterado estaba de las cosas. Además, Will fingía demasiado bien su voz.
— Bien. — habló en voz baja. — Hoy estaremos cenando...
— ¿Quienes irán? — preguntó algo curioso.
Hannibal se tomó un tiempo en contestar. — Los del trabajo.
Will lo oyó atentamente sin detener su mano, últimamente, tenía la osadía de ser directo; sus manos no se detenían en su cuerpo si no que lo preparaban para que Hannibal entrara en él.
Todo esto estaba sumamente calculado por Will, quería estar siempre listo y, desde que no estaban tanto tiempo juntos, se sentía demasiado vacío.
Uno de sus dedos entró directo, Will intentó contener sus gemidos.
— ¿Hannibal? — llamó. Del otro lado de la llamada, se oyó una pequeña afirmación; como si dijera, "Estoy aquí". Will sonrió. — ¿Cuándo volverás a casa?
Otro silencio. A Will no le extrañaba estos momentos callados por teléfono, Hannibal se quedaba callado desde que estaba allá, siempre había sido así. Era algo que no podía evitarse o cambiarse de un momento a otro, era seguramente porque estaba distraído con su trabajo.
Por su parte, él siguió masajeando su agujero para abrirlo aún más. Metiendo un segundo dedo, esto lo hizo gemir pero cubrió sus labios con una de sus manos.
Los movimientos rítmicos de sus dedos golpeando en su entrada, entrando y saliendo, una y otra vez. Le encantaba esta sensación pero le gustaba más cuando se trataba del enorme miembro de Hannibal. Pero, él ya no lo recordaba, no recordaba la sensación de ser llenado.
Se preguntaba si era el único que se sentía solo.
— Hannibal... — volvió a llamarlo por su nombre, del otro lado de la línea seguían callados. Willg se puso algo nervioso, pero la adrenalina no lo dejaba relajarse.
— Will, ¿qué estás haciendo? — el nombrado se quedó en blanco, ¿sería capaz de darse cuenta lo que estaba haciendo? No se era posible, había contenido su voz. Ni un gemido había salido de sus labios.
Sus dedos presionaron aún más dentro de él, tan profundo como podía. Soltó un pequeño jadeo.
La sola idea de que Hannibal ya supiera de lo descarado que era al hacer esto, lo hacía muy feliz, ¿cuando se habría dado cuenta? Lo había hecho tantas veces que no tenía ni idea en qué momento.
— Hannibal, te extraño... — dijo entre jadeos y gemidos, no podía controlarse más. Buscó entre lo más profundo de su apretado agujero y encontró su próstata, la golpeó incansables veces. Sólo gritando y pidiendo por Hannibal.
Del otro lado, pudo oír que Hannibal hacia mucho ruido, hasta que oyó una puerta cerrarse.
Estaba confundido, así que, sólo siguió con lo suyo.
Al rato, Will pudo oír pequeños jadeos por parte del contrario. Estaba confundido, así que, lo llamó por su nombre. No hubo respuesta.
Sonriendo. — Hannibal, eres tan sucio. ¿De verdad te estás tocando delante de tus compañeros de trabajo?
— Baño. — lo oyó decir algo agitado.
Hannibal tenía el teléfono entre su oreja y su hombro, como pudo sostenerlo. Estaba sentado en el inodoro con su miembro entre sus manos. La sola idea de tenerlo dentro de Will lo excitaba, quedando sin opción más que bombearlo rápido.
— Oh, Hannibal, ¡eres tan grande! — Will lo molesto, le encantaba ser juguetón a pesar de la distancia. Hannibal se quejó en voz baja. — Tan profundo. Me llena demasiado.
Will pudo imaginar claramente el rostro de Hannibal. Su cabello algo alborotado después de haber corrido, por la agitación del momento, despeinado. Sus ojos mirándolo hasta el punto de matarlo y la sensación de ser observado, oído, lo estaba matando lentamente. Extrañaba su tacto tanto como verlo.
Sus dedos golpearon aún más fuerte su próstata. Pensando solamente en el miembro de Hannibal, cada momento en el que impactada en su interior y lo cálido que se sentía dentro de él.
Will cerró sus ojos mientras gemia, estaba hecho un verdadero desastre para ese momento.
— H-Hannibal, por favor, más rápido.
— Sí. — su voz llegó hasta sus oídos, aumentando la velocidad de sus dedos.
Sus ojos se pusieron en blanco, solo pensar en Hannibal tomando sus caderas lo hacían perder la razón.
— Will... — otra vez, llamándolo por su nombre, haciendo su cuerpo estremecer.
Una última estocada hasta el fondo, pegando directo a su próstata, eyaculando; lo hizo temblar hasta que cayó rendido en la cama. Su cuerpo estaba temblando, ah, en ese momento deseaba ser abrazado por Hannibal; tan cálido.
Oyó a la otra parte gemir un poco, parecía seguir masturbandose.
— Hannibal — quería seguir molestandolo, al menos un poco y de paso, ayudarlo a acabar. — Ve más profundo, se siente muy bien cuando me llenas. Rápido.
Concentrado en lo que decía Will, se imaginó sosteniendo sus caderas; golpeando la carne una y otra vez, tan rápido. Sus cuerpos sudados moviéndose con la necesidad de más calor.
De solo pensarlo, Hannibal se vino. Su mano se llenó de su espeso semen.
Recuperando un poco la respiración, volvió a vestirse y salió para lavarse las manos.
— Estuviste increíble. Quien diría que podrías actuar de esa forma. — se burlo de él, en parte, porque la verdad era que seguro estaba increíble. Extrañaba mucho su rostro cuando llegaba al clímax.
Hannibal terminó de lavarse las manos, saliendo del baño.
— Oh, Hannibal, ¿cuándo volverás? — repitió su pregunta.
— En unos días, intentaré terminar todo para regresar rápido.
Will se sintió muy feliz, jugando un poco con las sábanas de la cama.
— Lo estaré esperando. — se tapó con las sábanas, tenía deseos de dormir pero no quería separarse de él. — Te extraño.
Hannibal dejó de caminar, había quedado a mitad de camino; a unos metros de la mesa donde estaban sus compañeros.
No pudo evitar sonreír, Will le generaba eso. — Te extr-
Del otro lado, Will asustó; había escuchado un golpe.
— ¿Han-
— ¡Hanni!
Will se calló. Sus ojos se abrieron un poco, ¿alguien llamaba a Hannibal de una forma tan confiable? Ni siquiera él lo hacía. No estaba enterado, además alguien del trabajo.
Miró un momento la pantalla del teléfono que seguía en llamada y volvió a llevarlo a su oído, escucho el nombre de Hannibal varias veces desde los labios de una mujer. Una voz tan angelical que podría asustar a cualquiera.
Sintiéndose algo confundido, quería decir algo pero de repente la llamaba había sido cortada.
¿Eh?
Notes:
¡Hola!
La siguiente semana no va a haber retraso con el capítulo, ya que lo tengo escrito. Siento si algunos capítulos son más cortos que otros, mayormente para todo el capítulo en general, suelo pensar bastante las cosas.
Chapter 7: Day 6 - Kink: Bondage
Notes:
¡Hola!
Aclaraciones sobre este capítulo:
El bondage es una práctica erótica basada en la inmovilización del cuerpo de una persona.Las ataduras pueden hacerse en una parte del cuerpo o en su totalidad, utilizando cuerdas, cintas, telas, cadenas, esposas o cualquier otro elemento que pueda servir como inmovilizador. En el marco de las prácticas Bondage, pueden utilizarse mordazas o privadores sensitivos como vendas en los ojos.
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Chapter Text
Después de una semana lejos de Wolf Trap, Will Graham decidió tomarse un descanso de su trabajo. Se dedicó, como siempre, en el cuidado de sus perros. Esta vez, en esencial, hubieron cosas curiosas en su ausencia. Will había dejado a cargo de sus perros a Alana, pero notó que todos ellos habían comido otras cosas que él no había dejado. Por otra parte, notó varias veces que los perros se quedaban esperando en la puerta como si alguien más estuviera o fuera a venir.
Will, curioso, le había preguntado a Alana, pero ella mencionó que cuando ella iba, estaban en el mismo estado. Luego de haber sido elegido como investigador principal en un caso muy importante dado por su compañero de trabajo, Jack Crawford, Will comenzó a sufrir de 'una presencia' qué estaba todo el tiempo con él. En un inicio, era con sus perros y ahora, era con él. Pensó que se trataba de un espíritu o algo. Ya que, Alana había mencionado varias veces historias sobre la zona. Will no se encontraba demasiado entusiasmado, tampoco creía en fantasmas o algo así, pero sorprendentemente, luego de que cosas raras ocurrieran en su casa, comenzó a creer.
Primero, los perros se quedaban mirando a la nada. Luego, ellos comían cosas que Will jamás le habían dado y ahora, para su sorpresa algunos objetos personales se movían. En un inicio, pensó que era el cansancio, ¿al fin de cuentas a quien no se le ha olvidado alguna vez algo? Pero no. Porque los perros siempre se encontraban allí.
Pensando que se trataba de algún espíritu analizó hacer un exorcismo o algo al respecto, pero al notar que realmente no era 'malo' en sí, dejó que se quedara.
Cuanto más tiempo pasaba, más el espíritu se volvía algo... Molesto. Simplemente parecía a que no le gustaba que Will se fuera. Siempre cerraba toda la casa. Por momentos, Will dudaba si no era correcto hacer un exorcismo, pero esta vez fue demasiado lejos. Luego de una semana lejos, Will decidió tomarse un descanso. En casa, lo primero que notó fue un aire frío y, además, una penumbra bastante marcada.
Sus perros, seguían alegres y enérgico, pero una parte de la casa parecía vacía. Sus ojos fueron al pequeño sillón qué estaba en medio de la sala, por su parte, se sentó en una silla, observando el sillón. Sus ojos no se podían ir de ahí, era extraño, pero sintió que algo estaba ahí.
Uno de sus perros, Winston, se acercó a su mano y comenzó a lamerla. Él sonrió e inmediatamente lo acarició. Su tacto suave lo distrajo, pero volvió a levantar su vista. Sus ojos se abrieron levemente al notar, esta vez, algo allí. Algo materializado. Podría haber gritado, asombrado o hasta pensado que entró alguien a la casa, pero no hubo ningún ruido. Anteriormente, Alana había mencionado que había visto algo en la casa, cuando vino a darle de comer a los perros. Will jamás lo pudo ver, hasta hoy.
Sus labios se separaron, queriendo decir algo, pero no pudo. Mientras tanto, Winston había dejado su toque y había ido a lo que estaba en la oscuridad. Su perro se encontraba feliz, recibiendo una caricia sobre su cabeza.
Por nervios o, algo más, Will tuvo la necesidad de hablar. — ¿Quién es?
Desde la perspectiva de Will, el rostro de la otra persona estaba en la oscuridad. Pudo ver su mano, qué parecía áspera y grande, además de su ropa, era un traje bastante viejo y de color vino.
Aun que no pudiera ver su rostro, por alguna razón Will se dio cuenta de que la otra parte estaba impaciente.
— ¿Me ves?
— Si, ¿no debería?
— Las personas no suelen verme. — Eso era claro a los ojos de Will, más que nada porque parecía que sus perros estaban bastante familiarizados con él.
— Quizá no soy persona.
Will sonrió mirando hacía abajo.
— ¿No te ves como una?
Fue una pregunta bastante directa, algo que descoloco un poco a Will.
— Definamos ser persona. — Pidió.
— Todo depende de a quien le preguntes.
— A usted le pregunto. — Insistió Will.
— Lo opuesto a mí. — Aclaro la otra parte, dejando de acariciar a Winston.
Will trago saliva. Una parte de él se sentía raro, por la situación y, algo que estaba emergiendo de dentro de él.
— ¿Somos opuestos?
— Mmh — Parecía pensando. Will pudo imaginar su rostro por un segundo.
Sintió como si se tratase de un imán. Inconscientemente de levantó y se acercó a él. Su mano, quería tocar su rostro, pero la mano del contrario lo detuvo; agarrándole por la muñeca. La oscuridad no le permitía ver con claridad y, por alguna razón, tampoco estaba pensando. Se sintió atraído inexplicablemente hacía lo que tenía delante.
— Yo- — Titubio. No supo explicar lo que acababa de pasar.
— Es normal. No es la primera vez que me pasa.
Will le dedicó una mirada curiosa.
— Su rostro, me gustaría verlo. — Un murmuró, solamente eso salió de los labios de Will.
Hubo silencio. En Wolf Trap no solo haber silencio. Los perros de Will se encargaban de que eso jamás ocurriera, pero en esta ocasión estaban todos dormidos. No había notado en que momento ocurrió.
Algo apenado, Will miró su muñeca qué aún se encontraba prisionera. — Olvide lo que dije, fue sin pensar demasiado.
— Está bien. — Su voz, baja y tranquila, como si estuviera dentro de una burbuja. — Lamentablemente, no recuerdo mi rostro, pero intentaré hacerlo.
Will no entendió las palabras de la otra parte, pero se mantuvo callado. La mano que lo sostenía era fría, áspera y más grande que su muñeca.
Se estaba sintiendo extraño, algo atrayente estaba delante de él y no quería dejar de verlo, era como si fueran dos imanes a punto de chocarse. No entendía porqué se sentía así.
Un leve tiemblo lo despertó de sus pensamientos, delante de él, el rostro de una persona levemente apareció en la oscuridad. Los ojos de Will lo siguieron, en cada rasgo de su cara, parecía una persona mayor que él. Sus ojos, apagados como si fueran la noche y caídos, como si estuvieran tristes de ser vistos. Además de unos labios finos, que pudo imaginar que formaban una linda sonrisa cuando quisiera.
— Oh — Se le escapó. Observó su cabello, se encontraba algo corto, parecía que recientemente se lo había cortado.
Un leve afloje de su muñeca sintió.
— ¿Tú nombre?
— Will Graham — Contestó.
Realmente no creía en espíritus, fantasmas o lo que sea que había mencionado Alana qué podría llegar a haber en la casa. Pero, por alguna razón, este en particular era atrayente.
— ¿El suyo? — Preguntó, cuando sintió que el agarre había desaparecido completamente.
Aún sentado delante de él, levantó su vista para mirarlo directamente.
— No tengo un nombre como tal, pero me gusta Hannibal Lecter.
Will asintió y llevo su otra mano a su muñeca. No dolía ni nada, pero sentía que ardía, como si hubiera tocado algo que quemaba.
— Me siento un poco raro. — Admitió.
— Suele pasar. Despierto la lujuria en las personas.
Will levantó una ceja y suspiró. — Claro, yo también.
Le dio la espalda queriendo alejarse, pero Hannibal se río. Algo que llamó su atención.
— En efecto.
Simple, directo y lo suficientemente honesto como para que Will se sonrojara.
— ¿Eso también lo causó la lujuria? — Preguntó entre curioso y sarcástico. No entendía del todo las emociones humanas, quería comprender un poco lo que estaba viendo.
— No sé de que habla. — Contestó sobre su hombro. Sus ojos algo brillosos fueron a su muñeca, sentía como si estuviera atada, pero con fuego. Ardía de una forma extraña.
— ¿Ocurre algo? — Parecía que sabía lo que pasaba y que fingía para divertirse.
Unos ojos brillosos fueron a él. Hannibal pudo notar la lujuria y el deseo en ellos, pero también la molestia de sus palabras.
— ¿Qué es? — Preguntó directamente.
Hannibal jugó un poco con sus manos sobre el sillón. Rasqueteaba mientras pensaba, parecía fingir no entender la pregunta.
— ¿Le gusto, señor Graham?
Will se quedó callado. Hasta que nuevamente ese calor en su mano lo despertó, se estaba extendiendo lentamente en su mano y parte de su brazo.
— ¿Qué me hizo?
— ¿Yo? — Sonrió. — Absolutamente nada.
Con su otra mano, Will intentó tranquilizar a su brazo. Una parte de su brazo estaba caliente, mientras que la otra fría.
— Soy capaz de ver su lujuria, solo lo estoy ayudando.
— ¿Ayudando?
— Sí. — Se levantó dirigiéndose directamente a Will. Este último quiso dar un paso hacía atrás, pero no pudo.
Se sentía embobado y extremadamente caliente. Era como si estuviera enfermo y la fiebre hubiera llegado a un punto tal que no era capaz de pensar.
— ¿Qué-
No podía ni siquiera preguntar. Un rubor apareció en su rostro, parecía un pequeño tomate. Además, comenzó a transpirar sin sentido alguno. Su cabello comenzó a pegarse en su frente y sus lentes, estaban algo empañados. Su respiración se agitó e intentó cubrirse la boca antes de soltar algo indebido.
— Estás siendo más adorable de lo que creí. — Tocó sus rizos con una mano, mientras jugaba.
Will lo miró, no podía verlo claramente. Además, Hannibal aprovechó para sacarle los lentes, miró a través de ellos y se los puso. Ahora, delante de él, ese hombre atractivo tenía sus lentes puestos.
— ¿Qué tal si nos divertimos un poco? — Preguntó.
Will asintió levemente, pero no podía ni siquiera moverse. Al inicio, no había logrado identificar qué le estaba ocurriendo, pero ahora estaba demasiado claro. Estaba muy excitado, hasta un punto en que no podía moverse. Cada roce era letal. Su ropa se sentía como una prisión.
Con las pocas fuerzas que tenía, se dirigió a su habitación. Por su parte, Hannibal miró sobre la mesa, notando unas esposas. Sonriendo, las tomó y fue a la habitación.
Will se subió a la cama, pero se quedó quieto boca abajo. Su respiración estaba agitada, su cuerpo caliente y sintiendo que se quemaba.
Un toque frío llegó a su cuerpo, seguido de un trak qué levemente lo despertó de su excitación. Sus ojos, se levantaron y notó que su mano estaba anclada a la cama por sus propias esposas.
Algo despierto, se dio vuelta para ver a Hannibal sonriendo. Esa sonrisa, que parecía de una persona que se sentía superior y que le gustaba jugar con los demás, hizo hervir un poco la sangre de Will.
— ¿Qué estas haciendo? — Agitado, Will intentó moverse, pero era en vano.
— ¿Nunca jugaste al policía y al ladrón? Hoy eres el ladrón.
Will lo miró sobre su hombro. Estaba tan cansado a causa de la excitación qué poco le importaba lo que decía.
— No soy ladrón...— Murmuró bajo mirando sus sábanas.
Si miembro rosaba contra su bóxer, generando una fricción qué lo incomodaba. Trago saliva y, nuevamente miro sobre su hombro. Hannibal se encontraba sentado detrás de él, al borde de la cama, con las piernas cruzadas; observando. Parecía disfrutar, más que nada torturando a Will.
— ¿Qué? — Preguntó de mal humor, notando qué llamó la atención de Hannibal.
— Eres un humano bastante resistente. Por menos he hecho venir a mucha gente.
Will no entendió lo que estaba diciendo, pero intento aguantar. Mordió su labio con algo más de fuerza, generando qué sangraba.
— Oh, no. Eso no está bien, cariño. — Hannibal llevó su mano al rostro de Will. El simple toque, frío como el hielo, genero que Will se erizara.
Punzante, como cuchillos, los dedos de Hannibal lo tocaron, dándole una descarga. Era extraño, no comprendía qué pasaba, pero lo llenaba lentamente.
— Debes de disfrutar, ¿entendido?
Puso a Will boca arriba. La esposa no le permitió moverse mucho, así que tuvo que girar su muñeca.
Con sus ojos nublados, pudo ver a Hannibal hacer un movimiento de manos, cuando volvió a parpadear, este tenía algo en la mano. Parecían sogas, no podía ver bien.
Sintió como si una serpiente lo estuviera enrollado. Asfixiante y excitante. Extraño, colo mucho. Era raro, sentía la áspera soga pegada a todo su cuerpo caliente.
— S-se siente raro... — Atino a decir.
Sus ojos brillosos vieron el otro de Hannibal. No era capaz de ver su propio cuerpo, no podía, pero sintió que era cada vez más estrujado por las sogas. No había notado en que momento, pero Hannibal le había sacado la ropa.
Todo su ser estaba anotado.
— Eso, relájate. — Notó el tacto de Hannibal. Sus rizos, su rostro, su pecho y por último, su mano liberada.
Will estaba perdido. Nublado y confundido.
Su miembro, por otra parte, era una historia distinta. Estaba por explotar, el calor era insoportable y no ayudaba en nada el tacto de la soga. La presencia de alguien más, observandolo, lo hizo sentir sucio y avergonzado. Su rostro, ya de por sí rojo. Un gemido se escapó de sus labios. Lo único que hacía Hannibal era mirarlo y de vez en cuando, aplicar leves caricias en todo el cuerpo de Will; generando qué este se retorciera.
— Eso... — Lo oyó susurrar, lentamente acercándose a su oído. Tan cerca que pudo sentir la respiración contraria, logrando que se le escapara un suspiro, que sonó más como un gemido. — Buen chico.
Will apartó su rostro, para no ser visto.
— Qué humano más divertido. — Pasó su lengua por sus labios, como si estuviera saboreando el momento. — Como fuiste divertido, te haré el favor.
Will lo miró de reojo, sin entender a que se refería.
La mano de Hannibal rodeó su miembro, inmediatamente sintió una descarga en todo su ser. Bombeo levemente.
Will no entendía que ocurría, pero se sentía como si la mano de Hannibal fuera una soga, que lo apretaba cada vez más hasta un punto en que no podía aguantar. Su cabeza, fue para atrás mientras Hannibal aceleraba su movimiento de mano, con una sonrisa en su rostro.
Un gemido se escapó de sus labios antes de venirse. Aún que hubiera aguantado, había perdido ante la lujurioso.
Por el cansancio, sus ojos se fueron cerrado y lo último que vio fue levemente el rostro de Hannibal con una sonrisa.
Parpadeo nuevamente y se levantó de golpe, sus ojos fueron a toda la habitación, bajo su vista y tenía su ropa. Luego miró por todos lados, notando qué Winston estaba junto a su cama, mirándolo. Confundido, llevó su mano a su rostro.
— Fue un sueño... — Murmuró, sonando más a una afirmación que a una pregunta. — Eso fue demasiado real.
Observó a Winston qué seguía en el mismo lugar y le hizo un gesto para que se suba a la cama. El perro se subió rápido ante el mínimo gesto, jugando alrededor de Will y besando su rostro. Will con una sonrisa, notó que arriba de su mesita de noche se encontraban sus esposas. Se tenso al instante y una mueca apareció en su rostro.
Eso... Fue un sueño, ¿verdad?
Notes:
Quería que fuera algo nuevo y distinto este capítulo, en comparación con los anteriores y en este caso agregue el componente sobrenatural. Para aclarar, Hannibal es un súcubo en este one-shot. Me gustó más esa idea a hacerlo un espíritu o un fantasma, hasta me plantee hacerlo demonio, pero sentía que la personalidad que quería para él acá, quedaba mejor con un súcubo. Al final, decidí hacer un fanfic con respecto a este capítulo en particular. Y en relación al siguiente capitulo, se trata de Slow and lazy, pero lamentablemente no recuerdo de que se trata esto; así que lo tomaré como sexo lento solamente.
