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agente 007

Summary:

Diane Érika Weber. Una chica que carga un gran peso sobre sus hombros. Fue criada hasta los 9 años en Hydra, luego SHIELD la rescató y ahora tiene el título de la agente más joven, entre otros. No es una chica muy normal, que digamos, en el sentido genético. Es la última Banshee que queda y, aparte de sus poderes de origen, tiene otros más que decidirán la salvación del universo. ¿Llegará a conseguirlo?

Notes:

hola holaaaaaaaaaaaaaa, bienvenidos a este fanfic de mi queridísima Diane. Le tengo un cariño especial a su historia. La comencé en el 2020 (sí, la escribía en clase) y justo la terminé en abril de este año, así que las actualizaciones de este fic serán regulares al tenerlo ya todo escrito :)
obviamente mi escritura ha cambiado con los años (como podréis ver si vais a mis otros fanfics). Este tiene una evolución de 5 años, justo como lo que duró el Lapso del chasquido.

las actualizaciones serán cuando me acuerde o me apetezca (puede que todos los días xd)

(See the end of the work for more notes.)

Chapter 1: prólogo

Notes:

ahora sí comenzamos con su historia

Chapter Text

Era una tarde tranquila en el estado de Washington D.C., todo transcurría con normalidad, cada persona realizaba su vida a su manera. En el Triskelion, una de las principales bases de SHIELD, los agentes ejercían sus tareas como les eran mandadas. En una de las tantas habitaciones de esa base se encontraba la protagonista de esta historia con solo 12 años de edad, o eso parecía. Porque cuando vino a la base se le asignó esa edad gracias a estudios y un nombre que será revelado más adelante.

Esta niña recientemente se había incorporado a la agencia, aunque aún seguía con sus dudas de si realmente había tomado la decisión correcta, a pesar de haber sido forzada a venir, literalmente. 

Antes de empezar con la historia de nuestra protagonista, será mejor que conozcas qué era de ella antes de ser rescatada por SHIELD.

 

~~

 

Noruega, concretamente una base de Hydra a mediados del 2004. Unos soldados escoltaban a lo que sería el futuro de la nueva historia, lo que ayudaría al cambio y les sacaría de las sombras. Aunque será mejor que recapitulemos un año antes.

En una misión a un templo nórdico, que había mostrado minutos antes unos datos anormales de radiactividad, estos se habían encontrado un cofre de oro semiabierto de apariencia extraña. Decidieron llamar al superior que controlaba la misión para que verificara qué era ese extraño objeto. Este, con un palo en caso de que sea peligroso, abrió el cofre siendo apuntado por armas al interior por si acaso, pero no hicieron falta al descubrir que en su interior estaba esa pequeña criaturita envuelta en una tela que tenía pinta de ser costosa. Era una niña de no más de 3 años, de cabello castaño, ojos grises y tez pálida, la más pálida posible creada.

Se la llevaron de inmediato a la base, bueno, mejor dicho, se la llevaron al laboratorio para minutos después descubrir que era uno de los seres mitológicos que había estado estudiando Cráneo Rojo durante su búsqueda por el tesoro más preciado de Odín, el teseracto. Esa niña era una Banshee.

Estudiaron su anatomía mediante cirugías muy dolorosas, que aunque le inyectaran anestesia, la niña al despertar se encontraba muy adolorida. Vieron que ella era muy poderosa según lo que habían leído en ese diario. Hicieron las pruebas posibles para confirmarlo, sin embargo, los resultados les dieron que tenía los poderes de una Banshee a un nivel mucho más alto del normal. Aún no tenían una idea clara del porqué, pero pronto lo descubrirán. 

No fue hasta un año después que decidieron llevar a la niña a la acción. ¿Qué mal iba a suceder? Era la perfecta arma, una chica indefensa que aparenta estar en bajo estado de salud, nadie proveería el ataque. ¿Y qué mejor compañero que el mismísimo Soldado de Invierno? Aunque ella aún no lo sabía.

La pequeña había sido entrenada y mejorada para que a esa edad pudiera realizar lo que un niño de 8 hacía, es decir, andar, hablar, pensar y calcular entre otros. Gracias a las notas de Cráneo Rojo encontraron las palabras de cómo despertar a la Banshee del interior de la niña para hacerla mucho más poderosa y además siguiera sus órdenes, pero, por miedo a que algo saliera mal, no habían probado ese código, pero ya tendrían tiempo de.

Tras estar años sin nombre por fin le dieron uno, la llamaron “el activo 007”. Ese era el código que utilizaban cirujanos que tienden a matar a sus pacientes, el cual significa: “licencia para matar”. Ese nombre fue debido a una misión exitosa donde la probaron a sacar al campo abierto habiendo sido activada la Banshee. 

Días más tarde de esa misión, los científicos se habían vuelto como locos intentando saber cómo funcionaban esas palabras en su cerebro no humano. Sin duda era el experimento del siglo. Una criatura extraterrestre, si fuera público estaría en los titulares de todos los periódicos del mundo.

Sin embargo, la niña no estaba muy feliz con esos experimentos, le dejaban destrozada al día siguiente porque no le administraban las medicinas suficientes para soportar el dolor. Según los superiores, “debía acostumbrarse al dolor y aceptarla como una vieja amiga”. 

La puerta se abrió y dos guardias entraron y sin decir palabra la tomaron de sus bracitos y la llevaron a una sala donde se encontraba el superior de esa base. Era un tipo de unos 40 años, pelo rapado, modo militar y llevaba un traje también militar. Eso sí, tenía una cara de mala leche increíble. 

La sentaron en una camilla de metal y los guardias se alejaron firmes dándole un asentimiento al superior. Este se puso delante de la niña, quien lo miraba confundida. 

— Active, siden du har vist vellykkede resultater i treningen din, har vi bestemt at det er på tide at du blir partner med en annen av våre beste eiendeler. (Activo, dado que has mostrado resultados exitosos en tus entrenamientos, hemos decidido que es hora de que sea compañera de otro de nuestros mejores activos).

La niña le miró algo confundida, entendía el idioma en el que hablaban, lo que no entendía era de qué activo se trataba. Por la puerta entraron 5 personas, 4 de ellos eran guardias por el uniforme, dos delante y dos detrás y en el medio estaba un tipo de pelo largo negro, vestido también de este color salvo por un brazo de brillante metal con una estrella roja a la altura del hombro. Los guardias se dispersaron por la sala dejando al soldado a unos metros del superior y de la niña. 

— Her er han jeg fortalte deg om, Active 007, dette er Winter Soldier. Han har nettopp blitt overført fra Sibir for å trene deg til å bli denne planetens skrekk. (Aquí está de quién le hablaba, activo 007, este es el Soldado de Invierno. Lo acaban de trasladar de Siberia para que te entrene y más adelante sean el terror de este planeta.) —el superior se levantó y cuando estuvo apunto de cruzar la puerta se giró y añadió—. Du må lære deg russisk for å kommunisere med soldaten, du har 2 uker på deg. Jeg vil ha dere i treningsrommet om fem minutter. (Deberá aprender ruso para poder comunicarse con el soldado, tiene 2 semanas. Ahora, les quiero a ambos en la sala de entrenamiento en 5 minutos.) —esto último se lo dijo a los soldados que hacían guardia. Con esto salió de la sala satisfecho.

Soldado y Banshee se miraron por un momento mentalizándose de que tendrán que estar juntos una buena temporadita. 

 

[...]

 

Habían pasado ya unos tres años desde que el soldado y la niña se conocieron. Por lo tanto ella tendría unos 7 años de edad y cuatro sirviendo a Hydra. Ya habían realizado juntos varias misiones, todas con éxito, el superior estaba muy satisfecho con sus resultados. El activo 007 había logrado controlar a la perfección el ruso y algún que otro idioma más. 

Actualmente, la chica se estaba preparando para ir a otra misión, pero primero tendría que pasar por el despacho del superior para que le convirtiera en lo que ella realmente es. Salió de su celda encontrando por el pasillo al soldado rumbo al gimnasio, se saludaron y siguieron cada uno su camino. Ambos eran cercanos, pero en público no podían mostrarse el cariño que se tenían. 

Esta misión la realizaría sola, sin apoyo. Sólo ella. Había realizado todas y cada una de las misiones con éxito. Habiendo matado unas 80 personas aproximadamente. También había logrado, gracias a su intelecto mayor que de un humano normal, hackear a beneficio de ellos varios archivos encriptados o confidenciales. Su forma de vida, para ella, era normal. 

Entró al despacho colocándose frente al escritorio donde estaba su superior. Este levantó la mirada y sonrió al verla ya preparada. 

— Greit, la oss sette i gang. Agent 007, ditt oppdrag er å drepe en person som forårsaker oss mye trøbbel, siden han ved flere anledninger har vist at han ikke vil være vår allierte, vil vi få ham til å angre på sin beslutning. Navnet hans er godt kjent i samfunnet, ettersom faren hans gjorde store ting ved å selge våpen. Jeg vil ha døden bekreftet så snart du er ferdig, ellers vet du hva som venter deg. (Muy bien, comencemos. Agente 007, su misión consiste en matar a una persona que nos causa bastantes problemas, dado que ha demostrado en varias ocasiones que no quiere ser nuestro aliado, haremos que se arrepienta de su decisión. Su nombre es muy conocido por la sociedad, ya que su padre hizo grandes cosas mediante la venta de armas. Quiero la muerte confirmada nada más termines, si no, ya sabes lo que te espera).

La niña asintió entendiendo todo, trazando ya planes para primero hacerlo sufrir y por último matarlo. El superior se levantó acercándose a un cuadro del mismísimo Cráneo Rojo. Introdujo un código para abrirlo y sacar el famoso libro, aunque solo entre los que tenían la autorización de saber de él, que controlaba al Soldado de Invierno y convertía a la Banshee.

— Død, uheldig, tjueåtte, i morgen, sulten, syv, rolig, tilbake, ni, oppstigning. Våkn opp, Banshee. (Muerte, infortunada, veintiocho, mañana, hambrienta, siete, calma, regreso, nueve, ascenso. Despierta, Banshee).

Durante todo ese proceso de palabras, la niña estuvo aguantando los quejidos de dolor. Su cuerpo cambiaba a una criatura que lo único que hacía era matar y llevarse las almas con ella. Su aspecto había cambiado, además de su mente, ahora llevaba el pelo blanco como la nieve con raíces de unos colores determinados, además sus ojos completamente negros que darían escalofríos a cualquiera. 

— Banshee? —preguntó.

— Klar til å drepe (Lista para matar) —el superior sonrió satisfecho.

Cuando la niña volvió, se llevó un tortuoso castigo.

 

[...]

 

El número de muertes había aumentado desde que ella hacía más misiones seguidas, y no era la única que lo había notado. El mundo exterior estaba investigando sobre estos sucesos. Habían criogenizado de nuevo al soldado dejando al activo 007 sola de nuevo. 

La niña de ahora 10 años, estaba con los científicos, quienes le medían sus constantes vitales. Esto era debido a que cuando estaba entrenando un fuerte dolor de cabeza le impidió seguir de pie, la hizo arrodillarse y tomar su cabeza con las manos, fue insoportable. El dolor seguía en pie, pero había disminuido hasta solo ser una molestia en la nuca. Tenían la leve sospecha de que era por la reciente llegada del teseracto al planeta Tierra.

Ahora, lamentablemente, ella se transformaba a veces cuando se sentía amenazada. No lo podía controlar. Ella perdía el control de sí misma y en cambio lo tomaba su otro ser. Los científicos tenían la hipótesis de que esto se debía también a la llegada del teseracto y sus dolores de cabeza. Todo en ella se estaba descontrolando y debían contenerla.

Las alarmas comenzaron a sonar por toda la base y los científicos sucumbieron al pánico. Y razón no les faltaba, estaban en la misma habitación del arma más peligrosa de Hydra. La chica solo los miraba con aburrimiento mientras era iluminada por las luces rojas de la alarma. Con una pequeña sonrisa agarró rápidamente un bisturí y se lo clavó al científico que más cerca tenía. Luego cerró los ojos dejando que su alter ego saliera a jugar un poco acabando en un abrir y cerrar de ojos a cualquier ser humano que habitaba la habitación. 

La puerta de metal fue derribada dando paso a tres soldados apuntándola con sus punteros láser de las armas. El activo les analizó en silencio, uno por uno y lo que tenían en común, aparte de las armas, era la vestimenta con un águila gris en sus hombros. Ellos no eran Hydra. Ellos eran el enemigo.

Antes de que la niña pudiese hacer cualquier cosa, un dardo salió de la nada, ya que no vio a ninguno de ellos tener una pistola de esas, le impactó en su cuello. Poco a poco fue convirtiéndose de nuevo en la niña de cabellos castaños, pero eso no le impidió atacar a los soldados del águila. Entonces un hombre se abrió paso entre los soldados bloqueando el ataque de la menor. La reprimió en el suelo hasta que quedó inconsciente. 

Esos agentes la tomaron y se la llevaron a su próximo hogar: SHIELD.

 

~~

 

Desde ese día pertenecía a SHIELD con el título de la agente más joven y experimentada de toda la organización. Su habitación estaba reforzada y vigilada por cámaras de seguridad. Todos los pertenecientes de la organización debían llevar consigo unos tapones especiales si dada la casualidad cuando estén con ella no le dé por convertirse es su otro ser, y en estos casos también debían llevar sedantes para calmarla. La chica cuando despertaba después de todo eso se sentía muy culpable, hasta había intentado quitarse la vida, por suerte un agente pasaba por ahí y la paró de inmediato.

Tocaron la puerta y la niña dijo que pasara. Entró nadie más y nadie menos que Natasha Romanoff seguido de Clint Barton. Ese dúo se había hecho muy amigo de ella desde que llegó, se entendían mutuamente ya que, por lo menos, Nat y ella habían sufrido casi lo mismo, y Clint porque la trataba como su propia hija al igual que Nat. 

— Hola renacuaja —saludó el arquero con una gran sonrisa.

— ¿Qué quieren?

— Ah, ¿es que ni siquiera podemos venir a visitarte sin una razón? —preguntó falsamente indignado, pero al ver que la ojigris no decía nada suspiró—. Vengo a decirte que me voy de misión a la otra base de SHIELD para vigilar un cubo azul. He investigado y es como una llave a otro mundo o algo así.

— ¿En serio? ¿Y no me llevarás?

— Lo he intentado, pero Fury no me deja.

— Joder —dijo bufando—. Bueno pues que te la pases bien vigilando un magnífico cubo azul y rodeado de científicos hablando un lenguaje que no entenderás —le dijo a Clint.

— Adiós —dijo riéndose y se fue.

Las dos chicas se sentaron en la cama de la castaña.

— Me apetece luchar contra ti —dijo la castaña.

— ¿Quieres que te patee el culo como la otra vez?

— Ey —le dio un ligero golpe en el hombro—. Fuiste tú que hizo trampas.

— Excusas, excusas.

La menor rodó los ojos ante la negación de la rusa y fueron al gimnasio para dar otro de sus majestuosos combates cuerpo a cuerpo. Como era costumbre, los agentes que se encontraban allí solían apostar por quién ganaría esta vez. Normalmente ganaba Romanoff, pero esta vez la vencedora fue la niña. 

La vencedora fue Diane Érika Weber.