Work Text:
Recuerda perfectamente bien cuando el trabajo comenzó, hace más de dos años mientras buscaba la manera de compensar el trabajo que se había invertido en el, para su cuidado.
Su abuela no era más que una bruja del pueblo, rara vez alguien noble se acercaba a ella por temor de que terminara con una maldición para todo su linaje. Sin embargo, ella no era así, simplemente su carácter no favorecía en nada a lo que sea que pudiera hacer para atraer a gente con dinero y terminaba con gente que, bueno, de alguna forma le pagaba bien.
Pero Ororon no quería exactamente que la rutina que llevaba siguiera así, estaba inconforme con ello. Así que su búsqueda de trabajo dió frutos cuando en el tablero del pueblo estaba escrita la vacante para un sirviente en el palacio. Era la oportunidad perfecta aunque los días de descansos fueran exactamente ninguno durante la semana pero si algunas veces al mes siempre y cuando se solicitarán con antelación.
Entonces, todo lo que tenía que hacer era limpiar, cocinar, cuidar de los cultivos (que se le daba excelente) y claro, sonreír a su majestad. Una señorita que en realidad era muy benévola, el la describía como el sol naciente de Natlan, una guerrera excepcional y una gran diplomática.
Excelente en todos los campos.
Pero el conflicto recae en cuando un caballero de tierras extranjeras pisa su tierra. No solo siente que es diferente a todos aquellos que había visto antes si no que la gélida mirada que se siente a través de su casco se le clava en la piel.
Este hombre extraño se presenta como la solución a la guerra interminable de Natlan y el solo puede pensar en que su voz es atractiva, su estilo de pelea es de admirar y que ahora, Mavuika, su majestad, le ha otorgado la tarea de ser su sirviente personal hasta que la estadía de este caballero acabe.
Y eso lo toma bien, nunca se trabaja con un hombre misterioso y es verdad que este tipo tiene un aire que atrapa su atención rápidamente.
"Solo Capitano, está bien"
Es lo primero que se dirige a el, su nombre, o al menos como desea que lo llamen y Ororon está bien con eso. Tiene coherencia con su papel, lo anima a seguir indagando y atendiendo sus necesidades como si fuera otro noble más en este palacio. Pero todo cambia drásticamente cuando acude a su habitación, sin tocar la puerta y cargando con el balde que este había solicitado.
La figura se alza con impotencia incluso sin la armadura de metal oscuro que lo rodea. Es un hombre en todo el sentido de la palabra, cada músculo está tallado con dedicación, cada cicatriz es solo una de muchas marcas que le recuerdan que este hombre, es un guerrero, un caballero que proviene de innumerables guerras a las cuales ha podido nombrar como victorias.
Casi cae, pero no deja qué está situación lo intimide y finge que sus ojos no han recorrido cada parte de el a sus espaldas.
La siguiente tarea es pasar el paño húmedo sobre cada rincón posible, limpiando la suciedad que se acumula después de tanto y es imposible que su olfato no se fije en el aroma que desprende, metal frio sin nada que adorne o haga compañía, decidió que podía aprovechar y vertir algunas sales, aquellas que no se ocupan y eso hace. Pausa el trabajo para ir por unas y regresa con el aroma a lirios para su amo, ¿Debería llamarlo amo?
"Continúa"
La voz lo saca del limbo de pensamientos y un sonido de afirmación escapa de sus labios.
Vuelve a lavar, está vez ahora solo puede pensar en que está clase de cosas podría ser hecha por una señorita, pero la naturaleza de las sirvientas en este lugar es siempre muy juzgado por la gente que ha tenido oportunidad de verlas trabajar. Entiende que la realeza significa belleza pero ellas solo exageran cada parte de eso para sentirse orgullosos de un trabajo tan mundano como este .
Pero, empieza a entenderlas .
El también, entiende .
Es atractivo.
Y esa fue la gota que colmo el cáliz.
El vino solo se desborda en sobre su boca y el sabor hace una combinación ambiciosa entre sus labios y los de aquel hombre que se hace llamar Capitano .
Ha caído en la trampa del deseo, es completamente una mosca en la fruta, devorando sin piedad lo que se otorga en la bandeja de plata.
Pero no es correcto, ni quiera puede verlo a los ojos después de esto .
"Lo siento, no fue mi intención"
Su voz solo suena más débil de lo normal, sus ojos disparejos se mueven inquietos por la habitación mientras sus manos sostienen torpemente la bandeja de oro, pegada a su pecho con la respiración frenética.
"Ororon"
Le reclama, con ese tono de dulzura pero firmeza que ha escuchado durante una cantidad innumerable de veces cuando se dirige a el .
"Capitano, no, señor, amo, lo siento "
"Ororon."
Una vez más.
Su rostro se alza y aprecia con algo de terror como su mirada estrellada se le clava en el pecho, como el corazón reboza de una brutal euforia que hace sentir como sus mejillas arden y la bandeja empieza a deslizarse de su agarre para caer con búsqueda sobre el piso .
"Ororon, está bien. "
No lo está, esto no estaba en sus planes. ¿Cómo debe reaccionar a esto?
"Capitano-"
Y es interrumpido por el beso, una vez más el licor se le impregna en sus papilas, se deja llevar por la suavidad del tacho y es guiado al regazo de aquel hombre. Un sueño que tiene despierto, el pecado lo está llamando y ahora, ahora solo es un vil diablo que se sale con la suya.
Por qué si no es así, definitivamente no tiene otra manera de llamar a este forcejeo entre sus cuerpos. A como la cera de su presencia se derrite y le quema la piel, a como esa boca juega sin problemas sobre el y como el placer es increíble.
El jura que esto no estaba destinado a pasar.
Mucho menos tener que verlo caer por primera vez.
Tal vez está es la consecuencia de no apartar el fruto prohibido de su boca.

Kenidoru Mon 06 Oct 2025 09:03AM UTC
Comment Actions
Miggy_dri Mon 06 Oct 2025 10:22AM UTC
Comment Actions
baonami Tue 07 Oct 2025 03:23AM UTC
Comment Actions