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ᥫ᭡ Red Velvet Cake ᥫ᭡

Summary:

Rin no solía quejarse si la colaboración era con alguna marca deportiva, solo lo hacía cuando las sesiones apelaban más a la vanidad, ¿Qué tenía que hacer un jugador de fútbol posando en un evento de San Valentin?.

No era el único fastidiado, aunque había unos que se divertían más que otros y a todo esto, ¿Por qué Isagi se veía tan lindo con eso puesto?.

Notes:

(See the end of the work for notes.)

Work Text:

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ᥫ᭡ Red Velvet Cake ᥫ᭡

I

 

˙ . ꒷ 🍰 . 𖦹˙—

𖦹~

Se sabía como funcionaba la industria del entretenimiento, quieran o no el fútbol era uno de los campos más explotados para eso, a los altos mandos importandoles más cuanto lucraban con el proyecto Blue Lock que la idea con la que había sido creado.

Rin Itoshi no se quejaba, Blue lock le había enseñado tanto, lo había catapultado al foco público, reconocimiento internacional, no hubiera logrado tanto destrozando equipos escolares como el éxito y fuerza que había tenido en las fases del proyecto hasta la liga neo egoísta.

Aunque le pesará, entrenamiento con realidad virtual y equipos que le hicieran mejorar a una velocidad acelerada no se conseguían con magia, ser embajador de una marca deportiva de renombre que se encargaba de proveer artículos y dinero por solo unas palabras y sesiones de fotos le parecía un trato justo.

Beneficio a las instalaciones y a sí mismo.

Pero en esta ocasión no era Nike vistiendolo con un conjunto deportivo, el alto mando y Ego mismo debían verlos como idiotas que se vendían fácil por dinero o no entendía la razón de porque vestían como monos sosteniendo globos de corazones, una marca que quería sus rostros para promocionar artículos de la próxima temporada de febrero.

¿Qué tenía que hacer un jugador de fútbol posando en un evento de San Valentin?.

(🦉)~

Fue un día cualquiera, Anri llegó interrumpiendo el entrenamiento matutino solicitando por un grupo específico, nombrando de abajo hacía arriba a los que más solicitaban para esta campaña, enfatizando su nombre en segundo puesto y el del corazón de blue lock, el héroe aclamado, Isagi Yoichi en primero.

No era raro que a los dos los solicitarán para estas cosas.

—¿Nike, Reebok, Mizuno?.

"No me vendría mal un nuevo par de tennis para salir a correr".

Pensó ilusamente, una sonrisa mental desvaneciendose en cuanto se le negó que fuera para una marca deportiva.

Su respuesta fue inmediata, un "No" rotundo; la mujer insistiendo que el contrato no se llevaría a cabo si no aceptaban él y el chico de cabellera azul, el ejecutivo al mando de esa campaña al teléfono ofreciendo duplicarle el sueldo junto con Yoichi (ni siquiera había negado o afirmado), Ego apareciendo con un "No seas arrogante mocoso, necesitamos esto", el grupito selecto secundando y ya estaba ahí. En una sesión de prueba de vestuario a las 8:00 am en el centro del desastroso Tokio.

Esta colaboración les llevaría 3 días, prueba de vestuario, fotos individuales y en conjunto.

Las pruebas de vestuario siempre eran una tortura para él, aunque fuera un conjunto ligero deportivo, le ponían y quitaban como si fuera una muñeca, "No que eso no combinaba" , "No que debía resaltar la paleta de colores", colores base y quien sabe que cosas más.

Antes de blue lock y fuera del 80% de su tiempo vistiendo su uniforme escolar diría que su estilo recaía en dos sabores, chándales y una mezcla de buzos de tonos oscuros, pantalones rasgados y una gastada pero fiel chaqueta de cuero.

No tenía nada en contra del color pero, ¿Rojo?, apelando a la fecha de los enamorados seguro, que molestia.

Saco rojo, camisa blanca, bajo esta una de cuello negra que comenzaba a acalorarlo, corbata con cuadrícula en rojo, pantalón de vestir café y hasta le habían combinado los calcetines como si se fueran a ver; se miró en el espejo, tan ridículo, casi le ponen una boina si no fuera porque el líder a cargo del equipo de vestuario había dicho "No, le quedará mejor a él".

¿Él?, ya había pensado la propabilidad de otra colaboración donde les ponían una base similar pero de diferentes colores, extraño que le dieran el rojo considerando que Chigiri había sido llamado para eso también, pero con eso de que su boina había sido designada para alguien más tal vez todos vestían el mismo tono.

No lo pensó mucho, la puerta del camerino se abrió dando paso a más del equipo de vestuario junto con un muy (?) bien vestido Isagi Yoichi.

No podía (quería) conectar nada para describir como se veía, solo sabía que no podía apartarle la mirada de encima, su última conjetura siendo real; el ojiazul vistiendo la misma paleta de colores, diferentes bases, el suéter de cuello blanco que Isagi llevaba parecía mil veces más caluroso que el suyo, pero aún así sonreía como un ser benevolente dejando que los de vestuario le tocaran, una mujer llevando la boina que le correspondía ahora ajustandola con pasadores a la cabellera azul.

Tenía razón, le quedaba mejor pero siendo honesto al número 11 le lucía todo lo que le pusieran, un vago recuerdo de su colaboración con Sanrio, el conjunto que Isagi llevaba y como a su rival le sentó abrazar una hello kitty. Cuando la sesión de fotos y mercancía salió a la luz le fue inevitable sentir una ligera ternura al verlo abrazando al popular felino.

Casi haciendo mal uso de su sueldo comprando un paquete de galletas con la versión de Isagi, las galletas muy empalagosas y una pena tener que tirar la envoltura una vez las acabó (no la desechó, doblada en uno de los bolsillos de su chamarra de cuero, siempre pensando en que en cuanto viera un bote de basura la tiraría, siempre olvidandolo al final).

Las personas a cargo decidiendo que "combinaban" muy bien y que era hora de un descanso antes de una prueba de maquillaje, fue como ver salir a miles de payasos de un mini vehículo, en bola hasta que la habitación quedo con solo ellos dos.

—No te ves para nada feliz — Isagi debía saber que él nunca era feliz, menos en estas cosas, palabras solo para romper el silencio, acercándose a su lado, lo acompañó frente al espejo, acomodándose unos mechones azul pero tanteando de no deshacer su peinado.

—Odio estas cosas, ¿No te molesta el cuello?.

—La textura es muy suave, siente — Guió su mano dejando que tocará el borde de su cuello, sin otra intención más que la de acariciar la tela paso del cuello descendiendo por su pecho, pasando por su estómago hasta que llego al borde de la parte inferior.

—Debe ser muy caluroso — Isagi con un colorete creciente en las mejillas, no podía ser maquillaje.

—R-Rin creo que deberíamos ir a con los demás... Se acabarán la mesa de bocadillos.

Cierto, el descanso, asintió siguiendo al menor, movimientos algo torpes, se olvidó que la puerta abría hacía afuera, tuvo que hacerle el favor de empujarla —No sabes abrir puertas.

—¡Oh cállate estoy algo distraído!.

Conectar camerinos con el salón principal fue corto, ya estaban con los demás, Isagi pronto se fue con Hiori y Chigiri, los tres mostrando su vestimenta, el pelirrojo posando mientras el duo de peliazules reían imitando, al menos alguien se divertía.

Se acercó a los que compartían su fastidio, Nagi Seishiro siendo consentido por Reo, que le  ofrecía llevarle algo que picar, como un mesero, casi se le sale un "A mí consígueme un descafeinado", decidió morderse la lengua, no era de su incumbencia que tanto consentia el pelimorado a "su tesoro", dúo de melosos, no los soportaba.

Su hermano llegando con él, a sus espaldas un molesto bicho de antenas rosas hablándole de quien sabe que, lo ignoraba, justo como su hermano —La semana pasada modelando para Prada, Ego los vende por una ridícula cantidad.

¿Quejas?, involuntario que le tornara los ojos —Te pagarán el doble que a mí estúpido hermano mayor.

—Triple — Corrijio y se alejó teclando en su celular con Shidou siguiéndole como el perro faldero en el que se convertía cuando su hermano entraba en su campo de visión.

Habiendo visto la vestimenta de todos era muy notable el patrón, tal vez los que desentonaban eran la pantera y el camaleón en tonos rosa pero, de que había un patrón había, no tenía idea como los acomodarían cuando tocará la sesión en conjunto, pero casi podía intuir un Sae-Shidou, Reo-Nagi; justo como lo que le hacían con Isagi, los encargados sabían que ponerlos en dúo les haría arrasar en ventas, pensando que Chigiri sobraba ya que el dúo de Hiori solía ser el cuervo, pero tal vez se equivocaba y no estarían en dúos esta vez.

Debía estar tan aburrido que pensaba en como se llevaría a cabo la sesión fotográfica, risas de los que nunca se quejaban por las sesiones, muchos "Sae-chan" del demonio idiota, decidió mejor desenredar sus audífonos y robarse un mini sandwich de la mesa de aperitivos.

Tomando lugar tan lejos del bicho rosa pero justo uno que le permitiera desviar la mirada con su rival, Isagi tan radiante en esas sesiones, disfrutandolas, siendo el sol en cancha, muy brillante que podría lastimar sus retinas.

—Estupido Isagi —Dijo para sí, su excusa de tan apresurado de querer comer algo y solo conversaba con aquellos dos, sabía que no era la compañía más grata del mundo pero podía secundar su excusa con al menos una botella de agua.

.

El pesado día terminó a las 15:00 pm para ellos, la prueba de maquillaje como siempre, no entendía para que hacerla si terminaba con el mismo retoque.

Isagi en su camerino porque al final se le había acercado para darle la información de que se dividirian en tres, (Chigiri enterandose y encargado de difundir aquello "Dos de tres y el último en dúo"; No le importaba mientras Ryusei no estuviera con él) el equipo de maquillaje diciendo un "Oh Isagi-kun estas en el camerino de Rin, esta bien llamaré a tu maquillista".

Dos sillas a cada extremo frente al espejo, otra vez inevitable el desviar su mirada al reflejo de Yoichi, algo para su piel, polvos que no entendía para que eran más el tenue rosa que le ponían en los pómulos, su parte extrañamente "satisfactoria" cuando le pasaban un rimel en tono azul por sus abundantes pestañas superiores, mientras a él le acentuaban las inferiores, opuestos.

Una vez acabaron Isagi se volteo hacia él, pestañeos preguntando si se veía lindA, enfatizando la a, "Muy lindo, si", no le contestó, solo suspiro cansado implorando que ya se acabará todo ese circo para irse a recluir a su habitación de hotel.

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Segundo día de la sesión, había dormido fatal, toda la maldita noche pensando en su rival, ¿Inusual?, no, algo que no admitiria pero Isagi solía colarse en su mente todo el tiempo, casi siempre como un molesto "Soy el número 1", "Rin quieres matarme ¿Verdad", "Rin mírame a mí", más sientos de recopilaciones de frases y momentos que han tensado su rivalidad; más esta vez, solo un Isagi viéndose tan apuesto con ese conjunto de la colaboración.

"Apuesto", se quedaba corto, ansiaba que esas fotos salieran de una vez por todas para poder buscarlas y memorizar cada detalle, que no solo fuera un vago recuerdo, aunque si alguien llegará a preguntar del outfit del peliazul estaba muy seguro de responder fielmente; como sea, ya de nuevo en esas oficinas, les habían informado que iniciarian con cuatro y que los otros se podrían presentar más tarde, su desgracia es que entre los primeros cuatro estarían su hermano, Shidou, Isagi y él, desgracia no por el pelirrojo y peliazul, desgracia soportar al Infeliz de Shidou a las 8:00 am.

—Hey pestañitas ¿Ese pantalón de abuelito qué?.

Que Sae abordará para llevarse a ese demonio o lo mandaría directo al infierno y ahora solo podrían hablar por medio de tabla Ouija.

—No entiendo como pueden solicitarte para estas cosas, eres insufrible — Soltó con desprecio, una sonrisa irritante del rubio y antes de que pudiera zarandearlo Isagi y Sae interponiendose, Yoichi agarrando su brazo para que diera unos pasos atrás y el adiestrador de perros con "Ryusei ven acá", el perro corriendo con su amo, "Sae-chan amo como dices mi nombre", ese idiota abrazando a su hermano, tan asqueroso, se le revolvió el estómago al verlos.

—Jajaja imagínate que pronto no salga un pestañitas y te salga con cuñado.

Eso era peor, inevitable mirar al peliazul como si hubiera metido un autogol.

—¿Qué mierda Isagi?.

Una risita como una tranquila melodía, un cascabel tenue y las ansias asesinas habían mermado, Isagi alterandolo y calmandolo en niveles extremos.

Odiaba que lo hiciera sentir así.

El primero en ser llamado a la sesión fue su hermano, tiempo libre con la advertencia de que tuvieran cuidado de no arrugar la ropa o tallarse el maquillaje y que estuvieran cerca para cuando fuera su turno, el perro de Shidou quedándose a ver, soltando comentarios corrientes a como se veía el pelirrojo.

Saco la lengua por ese último "Ese guapo va para mi pared".

Desagradable Shidou Ryusei, desagradable el sonrojo qué explotó en su hermano, desagradable lo obvios qué eran cada que se juntaban, el amor era tan extraño, desagradable, repugnante y ¿Su hermano no pudo conseguir a alguien mejor?.

—Los vas a agujerear — Isagi a su lado, con su sonrisa divertida, burlona, quería tirarsela de un solo... Golpe no, pero ¿Qué podía estrellarle en la boca para borrarsela?, bajo su vista al pastelillo en sus manos, lo tomó firme antes de hacérselo comer.

—Cállate Isagi.

Un "Mhpm" en respuesta y el peliazul parecía ardilla con las mejillas abultadas.

Lo agarró de la manga y se lo llevó consigo, lejos del bullicioso Ryusei, en busca de otro pastelillo, silencio hasta que el menor pudo tragar el bocado involuntario —Rin tu no soportas ni una broma.

—Te encanta sacarme de quicio —Reclamó. Que lástima, al llegar a la mesa de bocadillos no encontró lo que buscaba, el pastelillo anterior había sido el último, no es que le gustaran mucho las cosas dulces, pero le había llamado la atención el pan de un color rojo intenso, decoraciones bobas de corazones pero solo quería una prueba, más vistazos al número 11 y el pastelillo en su mano, quedaba un pedazo, no tan lejos de darle fin y le agarró la mano, deteniendole.

—¿Rin? — Cuestionó jalando para que le dejará terminar el postre, no, él quería, se inclinó hacía el, tan cerca y le arrebató lo último del pastelillo tras una mordida rápida.

—¿Para qué me lo dabas si tú lo querías?.

Masticar, masticar, tragar, pensó que estaría más dulce, la etiqueta decía algo como "Red Velvet", nunca lo había escuchado, aunque si le sabía algo artificial —No dejabas de decir cosas asquerosas.

—¿Qué dije?.

—Ya sabes, que ese idiota sería mi cuñado, que asco.

Lo sabía, no era algo que no esperará, el estoico Sae Itoshi, indiferente con todo el mundo, expresión imperturbable, mirada aburrida hasta que el rubio se cruzaba, jade opaco sustituido, un brillo aparecía, reflejo de la luz en aguas de un manantial, y podía ver como su hermano dejaba de parecer muerto en vida a un cadáver recién fallecido, su aura de cementerio se disipaba a una de funeral.

Ese demonio había corrompido a su hermano, y le enfadaba tanto.

—Bueno lo sabes, no puedes hacerte el loco cuando... Sae parece muy cómodo a su lado.

Lo sabía, más obviedad.

—Qué problemático el a... — "Amor", no pudo ni decir la palabra pero el menor lo comprendió, entendiendo tan bien, como solo Isagi podía leerlo.

—Es cierto, pero supongo que para los que lo sienten y son correspondidos ha de ser maravilloso...

"Y son correspondidos", ¿Por qué sonaba como algo clave?, algo que no pasaba desapercibido, como si señalara en letras neón, el peliazul mirando a cualquier parte menos a él terminando con un "¿Nunca te has enamorado Rin?", Isagi debía saber la respuesta a eso, solo enfocado en el fútbol no cabía nada más para él que eso, ser el mejor, destruir a Sae, destruirlo a el...

Algo, no estaban en práctica, no acelerando el paso y su corazón parecía querer decirle lo contrario, engañarlo, con la figura de Isagi tatuada en sus ojos, totalmente enfocado, su mirada tan pesada o solo leyendo como siempre anticipaba las jugadas, conectando sus enormes ojos de búho a los suyos, silencio, no impropio pero por más que quería responder a esa pregunta no podía con su lengua en un calambre.

—Bueno, supongo que te ha de desagradar la sola idea.

Si, definitivamente si, no podía pensar en algo más manipulable que eso, siendo alguien muy emocional el que la ansiedad, desesperación y furia le dominaran ya era un problema, algo como el amor... Debía ser cien veces peor.

No podría dejar que ese sentimiento débil lo dominara, viendo como eso afectaba a su hermano no quería ser otro Itoshi embaucado.

"Isagi-Kun es tu turno", un grito del equipo de fotografía, tan bobo como cuando lo toman de imprevisto, respondió exaltado corriendo como si fuera a perder un vuelo, corriendo lejos de él sin decirle nada más.

La basura del pastelillo abandonada a inicios de la mesa con algunas chispas decorativas en forma de corazón sin comer, tomo una, tan delgada y se la llevo a la boca, dulce y chocolatoso, Isagi había consumido todo, el sabor estaría en cada rincón de su boca.

Un nudo de solo imaginarlo.

Desecho el resto y fue hacía el spot, después le tocaría a él muy seguramente y pasaba de que le estuvieran llamando.

Roces de nuevo con Shidou, el rubio había arruinado su maquillaje al haberse devorado una bandeja de pastelillos, razón por la que habían llamado a Isagi.

—No puedes evitar ser un cavernícola.

—¡Sae-chan dile a tu hermanito que dejé de molestarme!.

Sucia cucaracha— No necesitaba un regaño, se acercó a donde los flash no dejaban de iluminar, Yoichi con toda su carisma abrazando un enorme oso de color... ¿Verde?, ¿Eso era un oso color verde?, (Verde menta) pero, ¿Por qué?, no combinaba para nada, era feo, con una cara de enojo, era una colaboración de San Valentin ¿Qué tenía que ver un oso feo, verde enojado en eso?.

Click, flash, click, flash, Isagi cambiando la pose, ya no abrazándolo sino con sus labios en la cabeza del oso, que afortunada funda de relleno.

Hablando de cosas dulces.

—¿Te identificas como oso? — La voz de Sae y su pregunta nada que ver.

—¿Tú como un furro? ¿Qué clase de pregunta es esa?.

Probablemente pasar tanto rato con ese rubio cabeza hueca le estaba afectando.

—Si te vieras Rin, siempre hay que decirte las cosas de frente.

Tal vez hablaba chino o español, no estaba comprendiendo nada.

—¿Qué?...

Así como se acercó a decir tonterías se fue, definitivamente Sae era todo un muerto de cerebro seco.

La sesión de Isagi pasó con él observando todos los cambios, peluches, flores, globos, el peliazul tan lindo en foto tras foto, tan dulce que necesitaría ir al dentista, hasta que lo pasaron a él...

Hablando de muertos y de osos nada que ver, a él le pasaron un oso azul, ¡Un oso azul! (azul cielo), ¿Los ositos cariñositos?, al menos el suyo se veía como un oso amigable no como el oso verde todo horrible de Isagi en la utileria.

"Abrazalo como si lo quisieras Rin-kun".

Imposible pero menos forzado a que lo obligaran a sonreír.

Click, flash, click, flash, más fotos inútiles, cambió al último modelo del grupo y fueron libres el resto del día.

Un último día, solo tenía que sobrevivir uno más, y volvería a los entrenamientos y a cosas menos ridículas.

.

10:00 am del tercer día de la sesión, tras sesiones individuales por fin la decisiva y tras el misterio de ese "Dos de tres y el último en dúo", el mundo queriendo que colisionaran, los rivales definitivos, el dúo letal de Japón, Isagi y él compartiendo otra colaboración, otro spot sentados uno al lado del otro, algo de claridad si lo analizaba con cuidado, la ropa de la mayoría con un patrón pero no con el suyo, como se lo mostraron en la primer foto de prueba, ambos viéndose tan bien al lado del otro como si estar juntos fuera inevitable, fuera algo correcto.

Descanso tras la primer parte de la sesión con la grupal y los dos equipos de tres, faltaban solo él e Isagi, su sesión de dúo.

—¿Feliz porque ya casi acabamos? — Yoichi abordandolo con su sonrisa "Estas haciendo un buen trabajo", siempre asegurandose de que no perdiera la paciencia tras tomas y tomas, en especial ese día con ese desastre de tomas de grupo, Shidou y Nagi retrasando todo, uno no dejando de hacer caras tontas mientras el otro no podía mantenerse despierto porque había estado jugando hasta muy tarde, ya eran las 15:00 pm, y parecía que nunca acabarían con todos agotados completamente.

Él, fastidiado, aislandose en su camerino hasta que Isagi interrumpió su "paz", aunque no podía estar en paz con esa ropa tan incomoda.

—Si ese bicho y el holgazan bueno para nada no fueran unos idiotas...

—Jajaja si comprendo, nos dieron un buen rato libre, ¿Por qué no salimos?.

¿Salir?, ¿Del estudio?, ¿Edificio?, parpadeo esperando que Isagi continuará lo que fuera que estuviera insinuando.

—Bueno... —Talló sus manos balanceandose ligeramente, luego paso sus brazos tras de si —Hiori hablo de una cafetería cerca, ellos se adelantaron...

—No quiero ir a convivir con el holgazan y el esperpento —Para fines prácticos un no, esperando un Isagi decepcionado pero no, una risilla fue su respuesta.

—Lo sé, técnicamente hay muchas por la zona, ellos eligieron una muy vistosa pero, Hiori me paso una casi oculta, dice que en especial estos días es muy tranquila ¿Quieres ir?.

¿Isagi se había tomado la molestia de buscar esa opción?, lo tenía completamente evaluado, ¿Quería que estuvieran solo ellos dos?, se vio en la necesidad de aclarar eso —Solos... ¿Tú y yo?.

—Si no te molesta mi presencia.

Si le molestaba, pero no como algo negativo.

Tomo su celular y guardo sus audífonos esperando que Isagi lo guiará a la cafetería "tranquila".

.

No muy lejos del edificio de la colaboración, pero solo con el tiempo para comprar y regresar sin prisas, el lugar simple, suelo de madera clara, las paredes de un verde pistache, dos personas en un taburete tecleando en su computadora, olor a café tostado en el aire, no era fan, tampoco de los postres pero al acercarse al mostrador y ver los pasteles y demás aperitivos su boca queriendo probar en especial una rebanada de pastel esponjoso, de tonos rojos con mantecado blanco como capa de nieve, "Red Velvet".

Isagi notando su fijación —Como el pastelillo, deberías comprarlo para probarlo bien, comiste las sobras después de todo.

—Se ve muy artificial.

—Es el colorante si no te gusta puedo acabarlo por ti.

Cosquilleo al su mente pensar una situación, donde al primer bocado no le gustaba y se lo cedia al peliazul, que tomaba la misma cuchara con la cual lo había probado, la acercaba a sus labios y automáticamente se convertía en un...

No, definitivamente no, no porque le pareciera asqueroso, no porque se tratará de Isagi, es más no le gustaría compartir saliva con otra persona más que con...

Y sus pensamientos querían joderlo tanto ese día.

Ya basta del ojiazul por toda su mente.

Decidió pedirse solo un café y un croissant, Isagi por su lado se pidió una bebida de temporada, otoñal cuando ya iban para el invierno y una rebanada de ese pastel, enarco una ceja cuestionando, una sonrisa cómplice "Por si cambias de idea, igual tenía muy buena pinta".

Isagi era un tonto, resoplo por ello sintiéndose algo avergonzado.

—Como quieras.

Aún tenían 10 minutos antes de emprender camino, Isagi sentándose en una mesa frente a la ventana que daba vista a una bonita jardinera, con arbustos algo vacíos por la temporada.

—¿Te molesta si le tomó foto?.

Quién diría que Isagi haría cosas así, negó dejando que tomará foto de sus bebidas y alimentos, click, click y vio como lo estaba posteando en sus historias de Instagram —No te tengo Rin... ¿Quieres?...

¿Le estaba pidiendo su cuenta?, sería una completa molestia darle su información de cualquier red social a alguien más, no le gustaba que le molestaran, vaya no es que usará sus redes, para nada, ni tenía a su hermano y eso decía mucho, pero esos ojos azules aguardando una respuesta, Isagi debía saber leerlo, debía saber que era un no, que se acercaba la negativa.

Pero los prodigios calculaban mejor, no vio rastro de duda o señas de decepción.

Le dictó su usser con la condición de que quedará entre ellos solamente, quién diría que lo primero que viera alguien en su página si llegaba a darle (no creía) su cuenta, fuera solo una historia en la que era mencionado por el peliazul.

—¿Ni siquiera a Bachira?.

A ese menos, si era tan parlanchin por mensaje como en persona sería un dolor de cabeza.

—¿Hiori?.

—Te tendré que bloquear Isagi.

Más risitas y unas disculpas, bocados a ese pedazo de pastel, Isagi tonto, no supo que lo poseyo para decirle lo siguiente:

—Solo es para ti, no puedes dárselo a alguien más.

—Rin que egoísta, los demás también tienen derecho a tener tu contacto.

Que ridículo, no quería a los demás al rededor suyo, lo pensaba y lo odiaba.

—No, solo tú puedes tenerme.

Palabras sin que hubiera contexto y sonaría como una declaración extraña, Isagi poseía el suficiente y aun así, el rubor en sus mejillas previo del maquillaje se acentúo, le contagio como un brote, tal vez había sido muy directo, no lo había pensado mucho, totalmente sincero e impulsivo, casi que siente el bochorno también, juntos como teteras con té hirviendo.

No, el amor era asqueroso, era problemático, era odioso... Pero Isagi se veía tan lindo con eso puesto, pero Isagi era tan lindo, encantador, siempre invadiendo su cabeza, sus sueños, su vida...

Isagi persiguiendolo sin cesar y él esperando que lo hiciera, volteando tantas veces para asegurarse que siguiera tras de él hasta que lo perdió un momento y ya no a sus espaldas, a su lado ahora, avanzaba y esperaba no fuera él el que lo correteara pero dispuesto a hacerlo si no había de otra.

—¿Nunca te has enamorado Yoichi?.

Nombrandolo por su nombre de pila, nunca le había autorizado a llamarlo así, pero Isagi lo llamaba por el suyo, conflicto de intereses pero aunque no los tuviera estaba seguro que lo hubiera permitido. Uno, dos, tres parpadeos de esos orbes azules, era justo, él tampoco había contestado cuando el número 11 se lo había preguntado, merecido su silencio.

Ya habían pasado esos 10 minutos muy de seguro, tomó su vaso de café con el "Vamonos" en la punta de la lengua hasta que Yoichi contestó.

—Lo estoy...

Un brinco o puñalada, al continuar sería algo directo a su pecho y a lo que el mundo creía que iba directo al corazón cuando era un factor fisiológico al las emociones intensas estar conectadas con el sistema nervioso, ritmo cardíaco como péndulo, como la aguja de una brujula enloquecida por la distorsión de campos magnéticos inestables... Por los campos magnéticos de Isagi.

—Pero no sé si él sienta lo mismo por mí creo que no está interesado en estas cosas...

Tenía razón, no lo estaba... O suponiendo que se refiriera a él, de no ser así la puñalada certera, perforación, sangre goteando y no le quedaría de otra que desangrarse.

De pronto un tacto más cálido que el vaso caliente de su café, sobre el dorso de su mano, corriente eléctrica, sensación euforica como un disparo a portería, Isagi tan cerca de él, un apretón, sus labios abultados en un puchero, una mordida a su labio inferior pensando tan fuerte que podía escucharlo, quería escucharlo, que saliera de sus labios, qué lo reclamara, que afirmara qué se trataba de él...

—Yoichi...

—¿Nunca te has enamorado Rin?.

Un "No" queriendo escapar desde lo profundo de su garganta, como el rugido de una bestia, algo cavernoso, una mentira, aparto la mano tan rápido del toque del peliazul que casi provoca que su café se derramara, ojos de búho enormes, abriéndose con cierto terror, perplejidad, desesperación por no haber acertado, por no poder adaptarse...

Como esa vez que asumió erróneamente qué no había podido superarlo, que no había logrado igualarlo, ojos refugiando su impotencia al suelo cuando en realidad debían verlo a él, no alejó la mano con la intención de apartarlo, al contrario, no se dejaría adiestrar, primero muerto, pero, solo Isagi, quería morir junto a Isagi, quería vivir enternamente en el reflejo de sus ojos así como quería que Isagi viviera en el suyo.

Lo tomó del mentón, elevando lo justo para que no le molestara el inclinarse hacía el, a escasos centímetros de sus labios, olor dulce exhalado, del pastel de Red Velvet suponía, no tenía idea que clase de ingrediente era, no podía identificar un aroma así, probablemente ni su sabor pero de los labios de Yoichi apostaba y sabría tan bien como una victoria, como la victoria qué obtendrian al arrasar con todos los equipos rivales en el próximo mundial sub 20.

Tan cerca y rozó la comisura antes de aceptar que la razón por la que Isagi nunca salía de él era porque estaba enamorado.

—Solo de ti... —Murmuró contra esos suaves labios hasta que Isagi cortó el espacio, un impacto suave, no un tiro directo pero tan certero directo a la red.

¿Qué sabor era el Red Velvet?, no tenía idea, solo juraba que sabía increíblemente bien solo en la boca de Isagi Yoichi.

La idea de actos así en público algo vergonzosa, solo esta vez le pondría fin, la próxima, cuando volvieran a blue lock y estuvieran solos, tendrían que separarlos (valiente el que se atreviera) porque no pensaba hacerlo hasta que ese tono rosa de sus labios pasará a rojo, no hasta que lo único que pudiera salir de los labios de Isagi fuera su nombre, una y otra vez que lo convertiría en un nuevo idioma, quién sabe, tal vez hasta incluso le hiciera aprender el francés con solo su tacto.

Un sonido molesto, el vibrar de ambos celulares apoyando su separación, asistentes del equipo fotográfico.

Yoichi siendo más amable reincorporandose, su cara como pastel de Red Velvet y le tuvo que quitar el celular para evitar que prestará atención a alguien que no fuera él.

—Rin debemos...

—No hay que volver —Declaró desconcertado al más bajo, Isagi con un "Estas loco" palpable.

—Tenemos que hacerlo, la colaboración...

—Qué se jodan, que nos paguen un día extra porque no pienso volver y tú tampoco.

Isagi tan lindo con ese atuendo, necesitaba sacarle el mayor provecho posible, tontos enamorados proponiendo y haciendo cosas bobas y ridículas.

Un vago recuerdo de cuando escucho a Sae decir que iría de cita con ese estúpido demonio, arcadas fingidas, su hermano diciéndole un "Ya madura"; al menos Sae jamás se enteraría de lo que estaba por hacer.

—Ven conmigo.

Como si no pudiera colorarse más, balbuceos, palabras atropelladas y le había leído la mente —¿C-cita?...

Un "Si" suave, no resistió darle un beso rápido en la mejilla antes de tomarlo de la mano y llevarlo consigo, aún no tenía un lugar en mente más que la estación, primero debían huir todo lo que pudieran del estudio o se verían reunidos con esa bola de tibios qué ya no toleraba más ver ese día.

Tontos enamorados y no entendía porque corría sujeto de la mano de Yoichi, risas y más risas del peliazul como el sol que iluminaba la cancha, no suaves tintineos de él pero si una diminuta sonrisa que podría jurar que ya le estaba causando dolor.

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ᥫ᭡ Red Velvet Cake ᥫ᭡

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| Aditional Time ⚽~  |
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No era ajeno a las locuras de Rin, casi siempre les funcionaba en el campo, desafiandose, devorandose entre sí, atados y conectados el uno con el otro siendo completamente imparables, no vio un problema cuando se dejó "secuestrar" por el peliverde el día de ayer, tan cautivado, hipnotizado por Rin, tan eufórico por la felicidad de ser correspondido, que Rin lo quería como él lo quería, no lo pensó tanto, por eso solo era bueno en el fútbol, si tuviera el don del buen raciocinio, algo de inteligencia o madurez sería bueno en las materias de la escuela, desafortunadamente no lo era.

Tampoco era como si el ser impulsivo dejándose guiar por su corazón lo llevara a malas decisiones, tenía el fútbol explotando sus pasiones como ahora a Rin, la cita de ayer la mejor de su vida, el ojijade siendo tan tierno como probablemente nunca lo había visto, pasear por el centro de Tokio tomados de la mano, una película en el cine qué en realidad no vieron muy bien, una excusa para estarse besando libremente sin que Rin estuviera como gato erizado atento en su entorno, igual fue lindo como por la mitad se pusieron al tanto, no entendiendo muy bien la trama pero siendo rodeado por Rin, abrazado por su calor corporal y en contra de su pecho, se esforzó al máximo por entender, finalizada la película unas rondas en el árcade hasta que cayó la noche, un parque se les cruzó y se pusieron a jugar fútbol con una lata de soda.

Sus celulares apagados para que nadie los molestara, al llegar al hotel casi como adolescentes a los que les habían prohibido salir, como ladrones a tientas, Rin invitandolo a dormir en su habitación, como negarse, menos cuando ahí a solas el peliverde una persona completamente diferente a como era con los demás, como era con el público, en cancha, tan dulce dándole calor, besos fugaces y abrazándolo por el resto de la noche.

Merecido y aceptado el regaño de Ego y Anri, la empresa no tan decidida a romper contratos por su poco profesionalismo, tras un par de fotos, filtradas, subidas a redes, difundidas por personas que los habían reconocido, fotos de ambos en su cita con los vestuarios de la colaboración, al parecer había servido como promoción, una buena estrategia de marketing, no tan necesaria la sesión al final pero terminada solo por el duro esfuerzo del departamento de vestuario al complementarlos tan bien.

—Oye nos vemos increíbles —Comentó llamando la atención de su novio peliverde, este rodeandole por la espalda para ver mejor la imagen de ambos.

—Solo tú, necesito 10 copias solo de ti — Rin no se cansaba de avergonzarlo, su honestidad era demasiado para él.

No se quejaba, adoraba esta fase del número 10, una fase que solo él tenía el honor de ver.

De pronto un quejido de Rin, lanzó su celular a la cama y salió completamente molesto de la habitación, con la decisión de seguirlo para evitar que matará a quién fuera que lo hubiera puesto así o de ver el porque había lanzado su celular, la segunda opción siendo la ganadora, carcajada involuntaria como algo de pena, en el chat de un número sin registrar pero claramente parecía del diablo de Blue Lock, el cuñado no cuñado de Rin.

Una foto de ellos dos en su cita de ayer un texto abajo con la frase:

"Rin y Yoichi sentados bajo un árbol, muak, muak, muak".

"Señor emo no creo en el amor, jajajaja eso Cuñadoooo"~ Chidou

Bueno Sae se quedaría sin pareja y Rin resolverá la plaga que tanto le estaba molestando, Shidou caería aplastado por su bota, no había nada que pudiera hacer más que advertirle.

"Ve huyendo, Rin va para allá" ~

Un mensaje de voz interrumpido a los 6 segundos, puerta azotandose, ruido distorsionado y ya no supo más de Shidou.

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˙ . ꒷ 🍰 . 𖦹˙—

Notes:

Ⓝⓞⓣⓐⓢ ⓐⓤⓣⓞⓡ:

OMFG ese arte oficial todo que ver, le quiero hacer hasta fanarts maldita sea pero por el momento dejó este corto fic, (no espero que tenga mucho apoyo, one shot siento que nunca se puede contar lo suficiente pero era necesario hacerlo) , tal vez si llega a inspirarme otro arte de los pololos RinSagi le de continuación a este one shot, el tiempo lo dirá, bye bye~ 👋