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Cuando Thor viajó a Jötunheim tan sólo acababa de cumplir su segundo centenario de edad. Era un príncipe joven e inmaduro, pero su padre pensaba que era buena idea que comenzara a envolverse en el mundo de la diplomacia, después de todo un día sería el gobernante de su propio mundo.
Thor nunca había mostrado mucho interés en lo relacionado con sus deberes como príncipe, pero tenía que acatar las órdenes de Odín, el rey de Asgard.
Cuando su padre le anunció que lo acompañaría se negó, no quería visitar un lugar frío y lúgubre lleno de criaturas gigantes, deformes y monstruosas. Sin embargo, no tuvo opción, por más que rogó y se enfadó, su madre, la reina Frigga, le pidió que fuera comprensivo y obediente, por lo cual no pudo quejarse más, no le gustaba contradecirla, la amaba demasiado, Así que... aquí estaba. Un adolescente Thor de pie junto a su padre esperando a que las puertas del gran palacio de hielo se abrieran. No pasaron muchos segundos antes de que se abrieran de par en par, permitiéndoles al fin la entrada.
Anteriormente hicieron uso de Bifröst para transportarse hasta Jötunheim, después, en compañía de sus guardias y una comisión enviada por el rey de los gigantes, viajaron hasta el gran palacio real. Thor se la había pasado refunfuñando y maldiciendo en voz baja durante el camino. Odín lo había reprendido una vez llegaron hasta su destino.
Al entrar al palacio, Thor miró hacia el frente, captando al fondo del gran salón principal la imagen del gran soberano Farbauti, quien estaba acompañado de su conyugue la reina Laufey. Ambos sentados imponentes sobre su trono.
Odín y Thor hicieron un saludo cortés el cual les fue devuelto por los soberanos.
Una vez intercambiados los saludos, fueron invitados a sentarse en los tronos designados para los reyes visitantes de los nueve reinos, este era un protocolo que Jötunheim practicaba desde tiempos inmemoriales.
De ese modo, comenzaron una ligera conversación entre los reyes y Odín; Thor empezaba a aburrirse, y eso que apenas estaba iniciando su visita. Estaba dormitando cuando unas puertas laterales fueron abiertas abruptamente y por ellas ingresó una bonita mujer de extenso cabello negro, su piel inmaculada, blanca y etérea, brilló brevemente al ser iluminada con la poca luz que provenía del gran salón, su gran melena negra se balanceó con armonía y su sonrisa ligera le dio un aire de inmaculada inocencia. Era bella, pero no lo suficiente como para captar la atención de Thor, quien simplemente le echó un breve vistazo y suspiró cansado esperando que dicha reunión no se alargara más, deseaba ir a sus habitaciones y dormir hasta que dicho viaje concluyera. Sin embargo, detrás de esta joven apareció un hombre de gran parecido, pero tan distinto de aspecto; joven de igual manera, cabellera negra y larga, levemente ondulada, portaba una seda blanca la cual cubría sutilmente sus partes íntimas y el resto de su cuerpo estaba decorado con abundantes joyas, su piel azul y sus ojos rojos como dos zafiros impactaron tan fuerte en el príncipe de Asgard que sintió su corazón detenerse por breves segundos. Tal vez se debía a que esos bellos ojos que brillaron instantáneamente lo miraron con breve interés o esa sonrisa burlona que dejó ver por un sólo instante.
No importa cuál de las dos razones hayan sido, Thor sólo podía asegurar que se sintió hipnotizado.
— Padre, Madre. —El hombre hizo una reverencia—. Rey Odín, bienvenido sea a nuestro reino —dijo con solemne respeto—. Príncipe Thor, también sea bienvenido.
Thor parpadeó repetidas veces antes de corresponder el saludo.
— Odín, ya conoces a Loki, nuestro hijo y Hela, nuestra nieta. —El rey de Asgard asintió—. Príncipe Thor, le presento formalmente al príncipe Loki y la princesa Hela.
Thor saludó de la manera más diplomática que su trance le permitió. Ese bello jötunn, el príncipe Loki, había captado su total atención y en un pensamiento extemporáneo agradeció a las Nornas por haberlo enviado a ese reino.
— Pensé que todos los de este reino eran gigantes —comentó a su padre una vez terminó la reunión y los dirigieron a sus habitaciones.
Odín empezó a reír.
— El príncipe Loki es una rara excepción, nadie sabe por qué razón es más pequeño que su raza y por ende, la princesa Hela nació pequeña, aunque más parecida a su padre.
— ¿Padre? Pensé que el príncipe Loki era el padre.
El soberano nuevamente rio.
— Es la madre. —El ver la expresión desconcertada de su hijo agregó—: El príncipe Loki dio a luz a Hela.
Entonces Thor se dio cuenta de que había muchas cosas que él no entendía y por supuesto, era su deber averiguar. Además de sentir una gran decepción, tal vez injustificada, al saber que Loki tenía pareja.
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Al día siguiente desayunaron escuchando temas de política y economía, todo relacionado con los nueve reinos. Farbauti y Odín no podían dejar ni por un momento el papel de soberanos y sumergirse únicamente en su papel de padres de familia.
Loki escuchaba todo con atención, miraba de uno a otro mientras intercambiaban información o simplemente hacia un comentario respecto a algún conflicto. Thor, por su parte, no dejaba de preguntarse por qué no estaba presente la pareja de Loki, cuestionándose cómo sería, si sería atractivo o un tipo abominable, pero con gran poder. Quería preguntar en voz alta por su paradero, pero sabía que sería totalmente inapropiado.
— Thor, la reina Laufey te ha preguntado algo —dijo su padre en un tono gélido, aunque Thor sabía que en el fondo estaba bastante irritado por su comportamiento.
— ¿Eh? ¿Qué? —Es lo único que se le ocurrió decir.
Hela comenzó a reír. Y tanto Loki como Laufey le enviaron una mirada desaprobatoria.
— Preguntaba qué piensas de la princesa Hela —repitió Laufey, entonces el entendimiento llegó a él, esta visita no era para que Thor aprendiera a desenvolverse como soberano de un reino, era para concretar un matrimonio, matrimonio que definitivamente no deseaba, no necesitaba analizarlo demasiado.
— Me parece que es bastante hermosa. —Hela dejó escapar un bufido. Loki volvió a amenazarla con la mirada, ella puso los ojos en blanco y miró hacia otra parte, sinceramente Thor estaba satisfecho de saber que sus sentimientos eran correspondidos con la misma intensidad.
— Continúa Thor y disculpa los malos modales que muestra la princesa —dijo Farbauti.
Pero Thor no tenía nada más qué agregar. No conocía a Hela, ni siquiera tenía la intención de conocerla y sin embargo no quería quedar como un imbécil frente a los soberanos de Jötunheim, mucho menos frente a Loki.
— Parece agradable. —Su padre hizo una mueca imperceptible para el resto de los presentes, pero para él fue más que sólo una mueca, su padre esperaba que dijera algo referente a estar complacido con la propuesta indirecta para aceptarla como su futura esposa.
— Muy bien, supongo que necesitan conocerse un poco —dijo Farbauti dirigiéndose a Odín—. Los tiempos han cambiado, mi querido Odín. Ahora lo jóvenes son menos tradicionales. Ahora esperan matrimonios basados en el amor y viajar a Midgard antes de tener que asumir su adultez, todas esas cosas que en algún tiempo ni siquiera habríamos pensado.
Eso pareció tranquilizar al Padre de todo, quien asintió conforme. Así, todos terminaron su desayuno hablando de otros temas.
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— Entonces... Soy hermosa y parezco agradable —dijo Hela en tono de burla.
Thor puso los ojos en blanco y resopló.
— Cierra la boca. Tú tampoco te veías muy a gusto con el tema de conversación.
Hela soltó una sonora carcajada.
— De hecho, a pesar de parecer torpe tienes razón, no es que me desagrades, pero ya tengo a una persona en mente. Obviamente mis abuelos no lo aprobarán, pues no dejarán pasar la oportunidad de lograr una alianza con Asgard. Así que... Tendremos que aceptarlo.
Thor hizo una mueca. Tampoco su padre estaría de acuerdo en concretar cualquier indicio de una posible alianza con el reino de hielo, de hecho, para eso había sido llevado, sin embargo, aunque lo intentara su atención no estaba para nada dirigida a la joven frente a él. Tendría que hacer tiempo antes de que Odín decidiera presionar para aceptar el compromiso. Tenía que pensar en algo que convenciera a su padre de que esa decisión no era una muy buena idea. Pero como Thor no era muy bueno para los planes que requerían sabotear planes de los padres, decidió escribir una carta a su madre. Ella sabría qué hacer.
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Frigga respondió casi de inmediato. Tal como Thor pensaba, ella no estaba al tanto sobre la intención de formar una alianza con el reino de Jötunheim por medio de un matrimonio concretado con la nieta de los soberanos de dicho reino y se manifestó sorprendida.
...En todo caso, trata de ver el lado positivo de la situación, por lo que has revelado, la princesa es hermosa y tiene un agradable sentido del humor. Considera darle una oportunidad al deseo de tu padre...
Muy bien, eso no ayudó en ningún sentido. Thor gimió frustrado y arrugó en un puño el papel.
— ¿Alguna mala noticia? —Thor quiso jadear de asombrada satisfacción al ver al imponente y a la vez delicado jötunn de pie frente a él.
— Yo... Eh... No, no, ninguna mala noticia —respondió atropelladamente, Loki comenzó a reír, el rubio no pudo evitar pensar que, a pesar de estarse burlando de su falta de elocuencia, reía de una manera bastante linda.
— Me alegra saber eso, sería una pena que tuvieran que irse antes de que finalice el periodo de negociaciones entre Jötunheim y Asgard.
Mientras decía esas palabras, Loki caminó hacia Thor lentamente, la piel que cubría la parte baja de su cuerpo ondeaba con parsimonia natural, mientras que sus ojos brillaban de un manera peculiar, transmitiendo algo que Thor no podía explicar, sus cuernos decorados cuidadosamente con joyas doradas, destellaban mientras avanzaba.
Thor sintió que un nudo se formaba en su garganta y tragó esperando que la sensación se evaporara.
— ¿Estás de acuerdo conmigo? —cuestionó al final ladeando la cabeza, su extensa cabellera negra cayó sobre su hombro.
— Por supuesto, príncipe Loki. —Se apresuró a responder.
Loki sonrió.
— Llámame Loki, simplemente Loki y yo te llamaré Thor, después de todo en un tiempo emparentaremos.
El rubio no pudo evitar hacer una mueca inconforme por la aseveración.
— ¿Tanto te desagrada mi hija? —cuestionó Loki observándolo con recelo, Thor sabía que tenía que tener mucho cuidado con lo que iba a responder.
— No, por supuesto que no me desagrada, es sólo que no estoy preparado para un compromiso. Mi padre dijo que lo acompañara a este reino con la intención de conocer sobre las negociaciones y aprender a desenvolverme ante otros soberanos. Jamás me informó su verdadera intención.
Loki hizo una ligera mueca antes de agregar:
— Un compromiso, también es una negociación. —Sus ojos rojos se oscurecieron levemente, y Thor se quedó hipnotizado por breves segundos. Loki era hermoso, todo en él era perfecto. A pesar de su gran parecido con el resto de la población, sus características ciertamente resaltaban de una manera peculiar. Algunos dirían que se trataba de su tamaño, el cual era inmensamente diferente al del resto, pero no, había algo más, algo mucho más profundo que convertía a Loki en un jötunn increíblemente especial y que atraía a Thor de una manera hechizante. Ni siquiera las mujeres más hermosas de Asgard habían logrado captar su atención de tal manera—. ¿No lo crees?
Thor parpadeó repetidas veces.
— Si, es hermoso. —El pelinegro ladeó la cabeza nuevamente y lo observó con curiosidad. Thor parpadeó y negó apresuradamente—. Lo lamento, quiero decir que si, también es una negociación, pero no te parece que sería excepcional poder concretar un matrimonio con alguien a quien se ame de verdad. —Loki sonrió—. O en tu caso... —dudó breves segundos— ¿Amas a tu pareja? —Hizo uso de una gran cantidad de valentía para preguntar.
Loki pareció sorprendido. Thor se preguntó si quizá lo habría ofendido con esa pregunta tan directa, afortunadamente unos segundos después el jötunn mismo desvaneció esa duda.
— No tengo ninguna pareja —respondió sonriendo. Parecía que tal respuesta carecía de algún tipo de sentimentalismo.
— Entonces Hela...
— Hela fue concebida en un tiempo en el que yo era bastante inmaduro y poco cuidadoso. Un momento bajé la guardia y al siguiente ya tenía a Hela entre mis brazos. —Después su vista se hizo distante, se veía que estaba recordando el pasado, Thor dejó que lo hiciera—. Angrboða era una guardiana de este palacio, sus ancestros eran de origen ljósálfar por eso Hela ha nacido con la piel diferente a la de un jötunn. Aunque mis padres piensan que posiblemente nuestra línea real tiene ancestros de otro reino, nada que podamos asegurar. En todo caso, nunca me vinculé con ella, mis padres no lo autorizaron.
Loki no parecía triste por eso y Thor sintió curiosidad al respecto, pero su interés se desvió con mayor fuerza a un dato que había dado vueltas en su cabeza desde que llegó al reino. La duda quería manifestarse con tal premura que no dudó en exteriorizarla.
— Mi padre mencionó que eres la madre de Hela, pero has mencionado a una guardiana.
Loki comenzó a reír.
— Con el tiempo comenzarás a darte cuenta de que mucho en este mundo es bastante diferente a lo que se considera una normalidad en mundos como Asgard, Alfheim o el mismo Midgard.
Cautivado por el interés que sentía por Loki y lo confuso que parecía su mundo abrió la boca nuevamente, esta vez con una idea bastante inusual.
— Lo que has dicho suena tan confuso para mí. —Confesó—. Realmente me gustaría conocer más de tu mundo. —Loki pareció complacido por el genuino interés―. ¿Me enseñarías sobre tu gente y esos detalles que diferencían tu mundo del mío?
Loki abrió la boca y la cerró de inmediato. Realmente estaba sorprendido, no había esperado que el príncipe de Asgard, a quien todos señalaban como un bárbaro al cual sólo le interesaba lo que tuviera que ver con la fuerza y los placeres físicos se mostrara interesado en aprender sobre su pueblo y sus costumbres.
— Por supuesto. Es decir, si, lo haré. —Había mostrado mucha más emoción de la que debería, pero al ver la sonrisa radiante de Thor se sintió complacido.
— Gracias. —Los ojos azules del rubio destellaban alegría—. ¿Cuándo podemos comenzar?
Loki era un amante nato del aprendizaje y la sabiduría, por lo que respondió que inmediatamente.
Thor sonrió mucho más y extendió el brazo hacia el jötunn para que lo guiara a dónde sea que quisiera comenzar las lecciones.
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Una semana después, Thor había aprendido varios detalles sobre el mundo de los gigantes de hielo. Entre las más relevantes destacaba que en su población los géneros de los jötnar se subdividían en sub géneros. Y se les denominaba alfas, betas y omegas. Cada tipo de subgénero contaba con características distintas, las cuales en la cotidianeidad les ayudaban a convivir e involucrarse entre ellos de un modo singular.
Los alfas se caracterizaban por ser los fuertes de la población, usualmente se dedicaban a realizar trabajos pesados como la caza, la herrería y otros tantos se hacían guerreros.
Por su parte, estaban los betas. Sus características eran más parecidas a las de un midgardiano. Ellos se dedicaban a actividades mucho menos pesadas. Muchos de ellos eran sirvientes en el palacio, otros tantos comerciantes y artesanos.
Y por último estaban los omegas. En el mundo de los jötnar, los omegas eran los seres más valorados por su alto nivel de fertilidad. Usualmente se dedicaban a actividades como la crianza de los niños y otros de ellos se enfocaban en la enseñanza, también existían los omegas excepcionales, los cuales se dedicaban al desarrollo de la hechicería.
Otro punto importante que aprendió fue el tema relacionado a la fecundación. Todos los alfas podían embarazar a los omegas, un alfa masculino podía embarazar a un alfa y un beta femenino. Un beta masculino únicamente podía embarazar a un beta femenino. Era escasamente raros los casos en los que fecundaran a un omega.
Loki era un omega hechicero. Angrboða era una alfa. Por eso es que Loki era la madre de Hela y Angrboða el padre. Cuando lo pensaba todavía le parecía tan confuso, pero a la vez tan intrigante y hubo una idea que comenzó a brotar en su mente desde que supo que Loki podía quedar en cinta, la cual no terminaba de consolidarse, pero que le generaba una excitante emoción, sólo tenía que averiguar un dato más.
— ¿Qué pasaría si un omega masculino se emparejara con un asgardiano? —preguntó en una de sus lecciones. Ya llevaba una semana pasando por la biblioteca, el lugar que Loki designó para sus enseñanzas, en esa semana la confianza había incrementado, por lo que Thor era libre de expresar sus inquietudes sin sentir que se estaba sobrepasando.
Loki lo observó pensativo, sus ojos se entrecerraron brevemente, hasta que soltó un suspiro profundo.
— No lo sé —respondió en una exhalación—. Las parejas mixtas que se han registrado siempre han sido del tipo masculino-femenino. Jamás se ha insinuado la posibilidad de otro tipo de emparejamiento.
Luego volvió a quedarse en silencio, pero seguía pensativo.
— Tal vez se deba a que los otros reinos no funcionan igual que Jöntuheim. Tal vez si alguien estuviera dispuesto... —Loki dejó la idea sin concluir.
Pero Thor la completó en su cabeza y con ello concluyó que sí, la idea que había rondado en su cabeza los últimos días podía llevarse a cabo. Ahora sólo tenía que lograr que su padre y los soberanos de Jötunheim estuvieran de acuerdo con él.
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Loki se quedó pensando en la pregunta del príncipe Thor. ¿Sería posible que un omega masculino jötunn concibiera con un asgardiano? También se quedó pensando en lo que la pregunta implicaba, ¿por qué querría saber algo como eso?
— ¿En qué piensas? —Hela entró a sus habitaciones, iba montada sobre Fenrir, su perro mascota.
Loki resopló.
— Ya te he dicho que no quiero ver a Fenrir dentro de las habitaciones cuando está sucio.
— Sólo es un poco de lodo. —Inquirió ella quitándole importancia—. Entonces... ¿Me dirás por qué estás tan pensativo?
— ¿Y tú me dirás por qué estás evitando al príncipe Thor?
Hela hizo un puchero, se bajó de Fenrir y corrió a sentarse a su lado. El perro se recostó y comenzó a lamer sus patas delanteras.
— No lo estoy evitando —reveló—. Pero tenemos un acuerdo. —Ante la mirada interrogante de Loki continuó—. No forzaremos la convivencia hasta que sea inevitable.
— Sabes que eso no funcionará, tu abuelo está muy resuelto a lograr que tú y Thor se comprometan. —Loki no estaba muy convencido de la decisión que tomó su padre al respecto, pero lo habían educado para pensar siempre en el bien de su pueblo, y parecía que dicha alianza favorecería a Jötunheim, así que era su deber estar de acuerdo.
— Aún puedo convencerlos para que me permitan estar con Sigyn. —Loki entrecerró los ojos. Esta revelación implicaba algo más que sólo el saber que su hija estaba enamorada de la ásynja, ¿sería posible que Thor supiera del interés de Hela por Sigyn y por eso había realizado tal pregunta y que tal vez no se debía a lo que él había estado sospechando en los últimos días?
— ¿Desde cuándo estás interesada en la diosa Sigyn? —cuestionó intentando sacarle información, su hija era astuta, igual que él, sabía que si hacía preguntas menos sutiles ella sabría que tenía una intención mucho más profunda.
— Desde que la vi paseándose por los jardines del palacio dorado. —Loki negó desaprobando tal revelación.
— Ya te hemos dicho que no debes usar tu magia para visitar otros reinos tan ligeramente, sabes que si te descubren podríamos tener problemas.
Hela había sido bendecida como la reina del Helheim, era la encargada en el inframundo de los muertos sin honor, por ello, había desarrollado la habilidad de viajar como una sombra entre los nueve reinos. Así que era usual que hiciera uso de dicha habilidad para escabullirse en los lugares que eran de su interés.
— Nadie me descubrirá, lo he hecho cientos de veces —dijo con desdén—. Y volviendo al punto, no conviviré con Thor sólo porque así lo quiere el abuelo.
Loki negó fingiendo estar en desacuerdo, la realidad era que en el fondo sentía alivio.
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Los múltiples guerreros del reino entrenaban en un campo de hielo denso, Thor los observaba desde la lejanía mientras pensaba que sería bueno tomar un poco de entrenamiento. Desde hace dos semanas y media que había salido de Asgard, no había tenido la oportunidad de entrenar sus músculos y ya se sentía un poco oxidado.
— Te he estado buscando. —Odín habló a sus espaldas, rápidamente dio la vuelta.
— Lo siento, padre, estaba viendo el entrenamiento de los guerreros.
Odín asintió.
— Te he notado un tanto inquieto y me gustaría saber qué está pasando —la frase no estaba abierta a la decisión del rubio, claramente su padre estaba exigiendo que explicara por qué el repentino cambio de comportamiento, justo lo que Thor había estado esperando.
— Deseo saber por qué el interés en crear una alianza con Jötunheim.
El padre de todo pareció levemente sorprendido, no esperaba que Thor cuestionara una de sus decisiones. Aunque pensándolo bien, era de esperarse, pues Thor ya no era un niño, había crecido, se había convertido en un adolescente y poco a poco se estaba formando un hombre.
— La alianza entre Jötunheim y Asgard implicaría un acuerdo de paz general entre los nueve reinos. Sabes que desde hace milenios ha existido una rivalidad tácita entre los dos reinos, lo cual ha generado incertidumbre en los otros reinos. Si concretamos una alianza uniendo a dos herederos de nuestros reinos generará calma y seguridad en los demás.
Thor comprendió perfectamente bien lo que quería decir su padre. Asintió y después tomó una gran bocanada de aire, se sentía nervioso, no sabía si iba lograr convencerlo.
— Comprendo la situación, por lo que me gustaría hablarte al respecto.
Odín asintió instándolo a continuar.
— Es obvio para ti que no estoy interesado en ningún sentido en la princesa Hela. —Odín iba a intervenir, pero el rubio le suplicó con la mirada que no lo hiciera—, sin embargo, también estoy consciente de que tengo un deber que cumplir con mi pueblo, como su futuro gobernante tengo que velar por el bien de Asgard. —El rey de Asgard asintió de acuerdo—. Dime padre, ¿podrías aprobar que no acepte a Hela como mi prometida, pero al mismo tiempo logre concretar la alianza con el reino de Jötumheim?
— ¿Y cómo podrías lograr eso sin rechazar comprometerte? —cuestionó el mayor en tono severo.
Thor sonrió.
— Comprometiéndome con otro heredero de Jötunheim —respondió con seguridad.
Odín comprendió perfectamente a quién se refería.
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Thor entró al gran salón del palacio y se arrodilló frente a los soberanos del gran reino de los gigantes.
— Pido una audiencia, su alteza Farbauti. —El rey miró consternado a su esposa antes de mirar al rubio y asentir en acuerdo.
— Por supuesto, príncipe Thor —respondió el gigante.
Thor se aclaró la garganta antes de comenzar.
— Sé lo importante que es para nuestros reinos la alianza que se formaría con la unión de un heredero de Argard con un heredero de Jötunheim. También es de mi consciente conocimiento que como único heredero del reino es mi deber tomar parte de dicha alianza. No obstante, su reino cuenta con un mayor número de herederos por lo que es imprescindible que sus descendientes que no tomarán la corona logren un matrimonio concretado que les convenga. Hela es la reina, por derecho, de Helheim, aun con nuestra alianza ella continuaría gobernando su reino, no así el caso de su hijo menor. Por eso, quiero pedirles su autorización de elegir a Loki en lugar de Hela para formar la alianza con Asgard. Sé que es una petición un tanto inusual, pero es una petición que hago no sólo como futuro rey de Asgard sino también como un hombre enamorado.
Ambos reyes parecían sorprendidos, pero guardaron la compostura.
— ¿Y qué dice su padre al respecto? —cuestionó el soberano una vez el rubio finalizó su discurso.
— Estará de acuerdo siempre que usted de su aprobación.
Farbauti miró a Laufey quien a su vez se mantenía pensativa. Pocos segundos después asintió en dirección al rey.
— Daremos nuestro consentimiento —respondió Farbauti, antes de que Thor pudiera agradecer agregó—: Con una condición —el príncipe de Asgard se tensó, esperaba que los reyes de Jötunheim no exigieran algo imposible.
«Aprenderás a detalle sobre el subgénero omega. Y cuando hayas logrado aprender más sobre Loki participarás en el ritual de cortejo nupcial, una tradición antigua de nuestro reino.
Thor se quedó estupefacto. ¿A qué se refería con cortejo nupcial?
— Entonces, sólo si Loki te acepta al final del ritual, podrás enlazarte con él.
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El cortejo nupcial consistía en participar en una serie de eventos donde el pretendiente mostraría su valía al cortejado. Era una tradición que no se llevaba a cabo desde hace milenios. Por dicha razón Odín se mostró un poco ofendido cuando su hijo se lo hizo saber. No obstante, permitió que Thor se lanzara a este ritual poco conocido, pero que al investigar a profundidad se describía como un reto que requería de demostrar su inteligencia, fuerza, y principalmente, que realmente valoraba al cortejado.
A detalle; se trataba de un ritual donde Thor como pretendiente tenía que cumplir con cuatro objetivos. El primero y más importante era que durante el tiempo que durara el evento tendría que cortejar con regalos, adulaciones, cumplidos, entre otras cosas que sirvieran para conquistar al pretendido y demostrar que sus intenciones eran serias. El segundo objetivo consistía en una audiencia con el pretendido donde realizaría una serie de preguntas con el fin de determinar que tanto conocía el pretendiente al pretendido, así como preguntas sobre su cultura y proyectos a futuro, de tal manera que al finalizar el pretendido debía dar un veredicto "aceptar el cortejo" o "rechazarlo". En caso de que el pretendiente aprobara pasaría a cumplir el tercer objetivo el cual consistía en realizar un reto que implicaba demostrar su fuerza y destreza. Una vez superado, tendría que cumplir con el último reto, el que definiría si el matrimonio se llevaría a cabo, dicho reto era un deseo impuesto por el mismo cortejado, podía pedir lo que quisiera y el pretendiente tendría que aceptar.
Así fue como Thor y Odín volvieron a Asgard, no sin antes presentar formalmente su solicitud de cortejo a los reyes de Jötunheim.
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Mientras tanto, Thor estudiaba sobre los omegas jötunn. Se le hizo muy sorprendente saber que los omegas masculinos y femeninos poseían útero y ovarios, y reafirmó el alto nivel de fertilidad, aunque hubo algo que lo alertó; según la información que obtuvo, eran altamente fértiles siempre y cuando fueran fecundados por un alfa.
Otro dato importante que conoció fue el hecho de que pasaban por un ciclo de celos cada tres meses con duración de tres a cuatro días, en dichos días sus niveles hormonales se disparaban y se veían firmemente necesitados de buscar un alfa para "aparearse" con él. Ahí es cuando el lado omega se liberaba, necesitando del apareamiento y sus feromonas informaban de esto a los alfas, también es aquí donde su fertilidad se activaba.
Los omega masculinos poseían un pene y para las relaciones sexuales se hacía uso de su ano, por el cual segregan su propio lubricante, con la intención de aminorar el dolor cuando eran penetrados o se formaba el nudo del alfa en su interior, aunque también se trataba de una zona muy erógena, que reaccionaba al más mínimo estímulo.
Los omegas también poseían el "llamado" una forma especial de provocar a su alfa, era completamente involuntario y el omega emitía un gemido débil que era expulsado en situaciones de miedo o peligro.
Thor comprendió que la vinculación iba a ser mucho más difícil de lo que había pretendido, no sabía que los omegas fueran tan distintos a un asgardiano común. Si no lograba embarazar a Loki, todo se terminaría demasiado rápido.
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Loki no estaba sorprendido cuando le informaron que el príncipe Thor había solicitado un cambio de prometido. Durante los días anteriores se había dado cuenta que el rubio le otorgaba cierta atención que indudablemente nadie recibiría si no fuera participe de su devoción. Sólo por un momento había dudado, creyendo que Thor pensaba desviar la atención al interés que sentía Hela por Sigyn y de esta manera romper el compromiso, sin embargo, al final resultó que su primera impresión era acertada. Loki se hubiera sentido alegre al saber que su sentido de la intuición seguía intacto, no obstante el saber que un hombre mucho más joven que él solicitaba su mano era una situación que lo superaba por mucho.
— Así que... El príncipe Torpe te desea. —Su hija se burló.
Loki llevaba una buena relación con ella y dadas sus personalidades no era de extrañar que tuvieran este tipo de momentos.
— No es ni en lo más mínimo gracioso —gruñó mostrándose ofendido.
Hela se echó a reír nuevamente y ante la mirada de advertencia que le lanzó su padre carraspeó y cambió su actitud a una más seria.
— De todos modos, ¿piensas aceptarlo? —cuestionó, esta vez sin bromear.
Loki pareció pensativo.
— Tendrá que demostrar que es digno —dijo restándole importancia.
— ¿Aunque es mucho más joven que tú? —exclamó sorprendida, Loki no respondió—. ¿Y qué pasa con los hijos? Seguramente Asgard querrá un heredero.
— Ante la petición formal de iniciar el ritual de cortejo se expide un acuerdo entre los dos reinos donde se establecen los términos del matrimonio en caso de que este se lleve a cabo al final del proceso —comenzó a explicar—. Los Asgardianos obviamente exigieron un heredero y como un omega jötunn jamás se ha vinculado con un æsir masculino, no sabremos qué puede resultar, por eso tus abuelos han impuesto una cláusula. Se apelará a ella en caso de que no haya compatibilidad en el vínculo y por tanto no se pueda engendrar dicho heredero.
— ¿Qué dice la cláusula? —cuestionó de inmediato Hela, no pudo contener su curiosidad.
— Si después de un año de matrimonio aún no existe un futuro heredero para el reino de Asgard el matrimonio será disuelto. De esta manera el príncipe tiene la posibilidad de buscar una pareja con la que si pueda concebir. Y yo, quedo libre de toda recriminación por no tener la capacidad de dar un heredero al pueblo asgardiano.
Hela puso una expresión de indignación.
— ¿Por qué te culparían por algo que obviamente no es tu culpa? —cuestionó enfadado.
Loki se encogió de hombros y sonrió con burla.
— Asgard es un reino bastante peculiar. Se creen muy civilizados, sin embargo, en realidad son unos bárbaros que no desean otra cosa más que la sangre que se derrama en la guerra. Discriminan a los de nuestro reino, nos señalan como salvajes y creen que somos inferiores. Entonces, si algo sale mal con toda esta situación, ¿a quién crees que culparán?
— ¿Por qué Odín autorizó la petición de su torpe hijo?
Loki sonrió.
— No quiere perder la oportunidad de crear una alianza con el segundo reino más fuerte de Yggdrasil. Piénsalo, ¿qué pasaría si de pronto otro de los reinos decidiera declararle la guerra a Asgard y pidieran nuestro apoyo? —No esperó una respuesta, sabía que su hija había comprendido bien—. Odín sabe que una alianza es la manera de proteger a su reino.
— ¿Y qué pasará si no engendras un bebé æsir?
— Hela querida, ni siquiera espero que el príncipe Thor pase la primera prueba, ya que de ser así tendrá que renunciar a un posible compromiso contigo. Pero en dado caso de que aprobara y después de un año se disolviera el matrimonio, tú serás su nueva esposa.
La expresión de pánico en la joven casi lo hizo soltar una sonora carcajada, sólo se contuvo porque era más adecuado expresar una sonrisa.
— Pero no te preocupes, cómo dije, es difícil que logre superar todas las pruebas. La última, sobre todo, será la más complicada.
— ¿Ya has pensado lo que le vas a pedir? —exclamó fascinada al ver el rostro de satisfacción de su padre.
Loki asintió feliz.
— ¿Y qué es?
— Ya lo verás —El misterio que revelaron sus ojos fue sin duda un gran incentivo para que la joven Hela decidiera no presionar.
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Thor regresó un tiempo después a Jötunheim, esta vez acompañado de ambos padres, dispuesto a superar las pruebas que se le impusieran con honor. Durante todo ese tiempo no había dejado de pensar en Loki y su extraordinaria belleza. Cualquiera que lo viera diría que sólo estaba pasando por una etapa de obsesión, pero él sabía que su atracción por Loki iba más allá.
— Bienvenido de vuelta, príncipe Thor. —Saludaron los soberanos del reino de los gigantes.
Thor se inclinó ante ellos y agradeció el recibimiento. Después, miró hacia todas partes, esperando ver los brillantes y misteriosos ojos escarlata de Loki.
— Loki estará aquí en poco tiempo, mientras tanto relájense un poco. —Pidió Farbauti mientras los sirvientes procedían a servir vino a los recién llegados.
«Para las pruebas, Loki designará la hora y el día en que se llevará a cabo cada una, a excepción de la primera, claro está.
Thor asintió comprendiendo, iba a preguntar algo cuando las puertas fueron abiertas de par en par y el jötunn hizo acto de presencia. El rubio pensó en que su belleza parecía acrecentarse conforme iba pasando el tiempo.
Esta vez Loki portaba una piel que también cubría parte de su torso. Sus cuernos estaban adornados con pequeñas gemas que brillaban con la luz.
— Sean bienvenidos a Jötunheim —dijo saludando a los padres de Thor, Frigga sonrió encantada.
— Gracias por el recibimiento —dijo la reina acercándose al jötunn. Lo estrechó en un cuidadoso abrazo y presionó un gentil beso en su mejilla. Loki se ruborizó, no había esperado tal acto de confianza y cariño por parte de la reina Frigga.
Thor carraspeó "disimuladamente" tratando de llamar la atención de su posible prometido, pero este sólo de limitó a saludarlo como lo haría cualquier soberano.
— Loki —Farbauti se dio cuenta del trato e intentó aminorar el ambiente pesado—. Deberías establecer ahora las condiciones de las pruebas.
El aludido miró de soslayo a su padre, antes de asentir e invitar a todos a prestar atención a sus demandas.
— La audiencia se llevará a cabo el día de mañana. Estoy seguro de que el príncipe Thor ha tenido tiempo suficiente para investigar a detalle la condición del subgénero Omega —informó una vez estuvieron en la mesa de negociaciones.
— ¿Mañana? —cuestionó el rubio sorprendido.
Loki asintió.
— Si, a no ser que exista algún inconveniente...
— No, no. Ninguno, príncipe Loki —se apresuró a contestar.
— Perfecto, entonces queda asentado que mañana se llevará a cabo la audición. Recuerde príncipe Thor que debe responder a todas las preguntas del príncipe Loki sin objetar. De llegar a negarse a responder alguna el ritual queda automáticamente cancelado. —Refirió Farbauti.
— ¿Las condiciones han quedado asentadas? —cuestionó Laufey al escribano. El jötunn asintió mientras movía la pluma sobre el pergamino—. Excelente, ahora pasemos al desafío que el príncipe Loki impondrá.
Odín y Frigga miraron con expectación al príncipe de Jötunheim. Thor por su parte llevó una mano debajo de la mesa y apretó su capa con fuerza, los nervios lo estaban consumiendo. Pensar en que al día siguiente debía presentarse frente al príncipe Loki y tener que someterse a su interrogatorio no era cualquier cosa. Y con eso sólo obtendría la aprobación. ¿O sería que el príncipe Loki también estaba ansioso por recibir el cortejo de Thor? No, no, no. Eso era prácticamente imposible. Aunque porqué no. Thor era el heredero de Asgard, era atractivo, fuerte, valiente, ingenioso, divertido. Por supuesto que podía atraer la atención de un jötunn como Loki.
— ¡Thor! —llamó su madre en su susurro.
El rubio parpadeó.
— Si, estoy listo para escuchar —dijo de inmediato.
— De ser aceptado su cortejo. —Escuchó a Loki explicar—. Tendrá un mes para hacerlo, una vez termine ese tiempo el último reto será lanzado. Hasta entonces no podré darle detalles de nada.
El misterio lo hizo sentirse aún más nervioso. Pero asintió decidido.
— Se hará como usted diga príncipe Loki. —Aceptó con determinación.
— Muy bien, entonces eso será todo —concluyó Farbauti.
Todos los presentes firmaron el pergamino dónde establecían las condiciones del ritual. Bebieron una copa de hidromiel para sellar el tratado y dejaron ir a Thor para que se preparara para la prueba del día siguiente.
— Yo también me retiro —dijo Loki despidiéndose de sus padres y los reyes de Asgard.
Una vez salió del salón de audiencias se encontró con su hija quien reía con diversión.
— ¿Y a ti qué te pasa? —preguntó con el ceño fruncido.
— Si que traes loco al príncipe Torpe.
— Te he dicho que no es correcto espiar las reuniones —reprendió—. Si un día te descubren...
— No lo harán. —Afirmó con seguridad—. Ya te he repetido incontables veces que mi sombra es indetectable.
Loki negó con la cabeza.
Continuaron su camino hasta que Loki se detuvo. La miró con severidad.
— ¿Ya has concluido tus clases?
Ella se encogió de hombros.
— Escapé por unos segundos.
— Excelente. Ahora que ya te vas burlado de mí y has espiado la reunión puedes volver.
Hela hizo una mueca.
— Bien. Pero antes responde una pregunta, Padre. —Y volvió a sonreír.
— De acuerdo.
— ¿Te gusta Thor?
— No responderé a esa pregunta. Ahora vuelve a tus clases. —Su voz sonó autoritaria.
— No es justo, no respondiste —gimió la jötunn decepcionada.
— Nunca aseguré que respondería, ahora retírate. —La princesa asintió, se convirtió en una sombra y desapareció de inmediato. Loki dejó escapar un suspiro.
¿Qué clase de preguntas estaba haciendo su hija?
❀.•° ✿.•° ❀.•° ✿
Al día siguiente Loki despertó con una fuerte jaqueca. No era algo que solía sucederle, pero si era algo que cuando ocurría le arruinaba el día entero.
— Hoy me siento terrible —dijo para sí mismo caminando rumbo al comedor.
Antes de iniciar la audiencia desayunarían todos juntos. Por ello, cuando llegó ya el resto se encontraba allí. Hela sonrió de lado, pero al ver que su padre no correspondía la sonrisa se puso sería, preocupada por lo que estaría ocurriendo a Loki.
— ¿Todo bien? —cuestionó Laufey.
Loki sólo asintió y saludó a los presentes educadamente, luego tomó asiento al lado izquierdo de su padre, tal como correspondía por orden de rangos.
Desayunaron hablando de temas que no tuvieran nada que ver con el ritual de cortejo, todo con la intención de no poner nerviosos a los príncipes.
Una vez llegada la hora de la audiencia, Thor apareció en el gran salón de reuniones usando su armadura dorada junto con una pulcramente planchada capa roja, de la cintura colgaba lo que todos reconocieron como mjolnir, la conocida como una de las armas más temidas de los nueve reinos y la cual solo el Dios Thor era digno de blandir.
Loki se encontraba sentado en el extremo opuesto a la entrada. También vestía de manera elegante; cubriendo su cuerpo sutilmente las sedas blancas y deslumbrantes zafiros adornaban sus cuernos. En las muñecas portaba brazaletes de oro y cuello un collar del mismo material acompañado de gemas de diversos colores. Y a pesar de tanto adorno ostentoso, sus ojos continuaban brillando igual de poderosos. Thor quedó impresionado.
— Tome asiento, príncipe Thor —pidió un asgardiano que aguardaba sentado en el lateral derecho del salón.
Diez miembros de la corte fungirían como jueces de la audiencia. Cinco de Jötunheim y cinco de Asgard. Los cuales estaban sentados en asientos colocados en las laterales de la habitación.
Sus padres de ambos no participarían más que como observadores, por lo que ellos fueron colocados al fondo de la habitación.
— Damos inicio a la audiencia del ritual de cortejo que aceptó el príncipe Thor de Asgard al príncipe Loki de Jötunhem —comenzó el que sería el juez principal—. Le cedo la palabra al príncipe Loki.
Chapter 6
Notes:
¡Hola! Después de más de un año en hiatus vuelve este fanfic, en serio lamento mucho haber tardado tanto, esta vez haré todo lo posible para actualizar seguido y finalizar lo más pronto posible. Gracias por la espera, ojalá disfruten lo que sigue.
Chapter Text
Loki agradeció al juez, su mirada decidida se concentró en el rubio. Ya había pensado previamente las preguntas que haría, aun así, se sentía nervioso. Tenía que ejecutar cada pregunta con cuidado, sin parecer que tenía malas intenciones.
— Thor, hijo del rey Odín y la reina Frigga, príncipe y heredero de Asgard, ¿Aceptas responder con la absoluta verdad a cada una de las preguntas que se te formulen en esta audiencia? —Era un protocolo comenzar por las preguntas generales, siempre cuidando de proteger la información de índole personal, pero Loki ya estaba calculando en su cabeza lo que preguntaría sin sobre pasar el límite.
— Acepto —respondió con firmeza.
— Muy bien —Loki permaneció unos segundos en silencio, pensando en cómo iniciar sin parecer ansioso por terminar. Más aquellos ojos azules observándole fijamente no hicieron nada fácil fingir. Su nerviosismo estaba aumentando gradualmente, por lo que se obligó a respirar profundamente sin levantar sospechas entre los presentes; en los siglos que llevaba de vida ningún otro ser lo había perturbado, ni siquiera le habían hecho titubear, pero ahora aparecía Thor y de la nada su determinación y confianza flaqueaban. Era inaudito. Negando para sí mismo tomó la decisión de concentrarse y dejar su divagación para otro momento.
Carraspeó antes de emitir palabra alguna.
— ¿Es posible que un áss y un jötunn sean capaces de concebir un heredero?
Los reyes y el resto de los presentes le miraron con el ceño fruncido, evidentemente desconcertados. Aquella pregunta, aunque no era prohibida, tenía implicaciones relacionadas con las intenciones del príncipe de Asgard. Cualquier cosa podía ofenderlo y por ello era de suma importancia tener cuidado, aun así, Loki decidió ignorar aquella advertencia, si el príncipe Thor se molestaba con él por sugerir que nunca tendrían un heredero y por ende estaba perdiendo el tiempo, le importaba poco.
No obstante, Thor emitió una ligera sonrisa y asintió.
— Soy un áss, tal como lo ha afirmado indirectamente, príncipe Loki, pero también soy Thor, el dios del trueno y fui bendecido por mi madre, la reina Frigga, diosa de la fertilidad y el amor, así que soy alguien que no se rinde con cualquier obstáculo, alguien que se decide con firmeza y que siempre cumple su palabra.
Loki negó con la cabeza. No sonrió, pero tampoco parecía molesto. Sutilmente Thor le había dicho que podría hacerlo posible, confiaba mucho en sí mismo, algo que le gustó.
— Muchos æsir piensan que nosotros, los jötnar, somos gigantes monstruosos y desagradables, a su vez, los que conocen sobre los subgéneros reconocen a los omegas como aquellos que únicamente servimos para la procreación de jötnar, por eso somos inferiores, ¿tú qué piensas al respecto?
Indirectamente había señalado a los æsir como unos idiotas bárbaros, más Thor no mostró signos de estar ofendido.
— Considero que los que creen aquello no tienen ni la más mínima idea de lo que implica ser un jötunn ─dijo recordando con pesar que él mismo pensaba de esa manera no hace mucho tiempo atrás─, mucho menos un omega. Los omegas son seres excepcionales, tal como todos los habitantes de tu reino, cada uno aporta algo importante, significativo al crecimiento y mejoramiento de su reino. Todos, omegas, alfas y betas, todos son dignos y valiosos por igual.
Loki hizo una mueca. Las cosas no estaban resultando como él esperaba. Había querido provocar al rubio desde un inicio y que este se comportara como un verdadero imbécil frente a toda la audiencia, así no habría modo de que sus padres lo vieran con malos ojos cuando rechazara al rubio, pero no, parecía muy sereno, aparentando que las sutiles ofensas no lo afectaban. Respiró de nuevo profundamente, esta vez decidido a provocar al príncipe de Asgard y una vez se sintió más tranquilo, volvió a hablar.
Hubo muchas preguntas, todas relacionadas con los subgéneros, preguntas relacionadas con la cultura de Jötunheim y acciones que tomaría como soberano de Asgard y cónyuge de un príncipe jötunn, por supuesto, todas aquellas preguntas siempre venían con palabras que ofendieran al príncipe, pero eso nunca ocurrió, Thor había respondido a cada una de ellas con solemne calma y la audiencia estaba comenzando a aburrirse, no era para menos, ya había pasado demasiado tiempo, incluso Hela había bostezado descaradamente frente a todos. Era momento de terminar con esa tontería. Y lo haría de una manera desesperada, porque con sutilezas no había obtenido nada.
— Príncipe Thor, he oído hablar de sus muchas conquistas, a pesar de ser tan joven, y me pregunto si alguna vez ha tenido un amante jötunn.
Se escucharon ligeros murmullos, aquella pregunta era demasiado personal, ni siquiera entraba dentro de los temas que el jötunn debía abordar, era demasiado atrevido de su parte, si el príncipe Thor se negaba a responder era más que lógico.
Por su parte, Thor se sorprendió por aquellas palabras, no es que fuera un puritano, pero mencionar sus múltiples amantes frente a sus padres y reyes de Asgard de alguna manera le hacía sentir avergonzado. No era lo mismo que le preguntara frente a sus amigos o una manada de desconocidos. Estaba en su derecho de no responder a esa pregunta, pero aquello significaría que la petición de compromiso quedaría automáticamente cancelada y no podría cortejar al jötunn nunca más. Ahora bien, debía pensar con cuidado la respuesta, pues Thor había tenido algunas conquistas, pero jamás tantas como erróneamente se rumoraba, pero no podía decirle eso a Loki, usara las palabras que usara se podrían interpretar como una acusación al príncipe de que estaba mintiendo.
Así que, después de analizar detenidamente tragó saliva y después respondió:
— Ha hablado con la verdad, príncipe Loki. A lo largo de mis pocos años de vida he tenido varias parejas, podría tener más, pero sólo quiero a uno para el resto de mi vida —Las mejillas de Loki se colorearon ligeramente, poniendo de tono lila su piel, se removió en su asiento, obviamente afectado, Hela sonrió ampliamente sin quitar sus ojos negros de su padre—, y en cuanto a su pregunta, no, nunca antes tuve un amante jötunn.
No había manera, si Loki se negaba a aceptar el cortejo, se vería mal ante su propio reino y el de Asgard, no tenía otra opción más que aceptar.
— Muy bien, príncipe Thor, sus respuestas han sido claras y adecuadas, por lo que yo, el príncipe heredero de Jötunheim, Loki, acepto su solicitud de cortejo.
Thor sonrió, sintiendo que un gran peso caía de sus hombros.
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— Oh, padre, padre —canturreó Hela mientras caminaban por el pasillo que llevaba a las habitaciones, Loki deseaba descansar, ese dolor de cabeza matutino se había intensificado, no estaba de humor para las insolencias de su hija.
— Detente, Hela, no estoy de humor.
— ¿Cómo que no estás de humor? Deberías estar feliz, el heredero de Asgard ha pasado la segunda prueba y está por comenzar la primera. Eso es espléndido.
— En serio, detente, niña malcriada. Esto no es gracioso, de verdad hice todo lo posible para que ese áss explotara frente a todos y lo único que logré fue parecer un insolente, igual a ti.
Hela bufó.
— Pero no estoy preocupado, la tercera prueba no es sencilla y si tiene la gran suerte de pasarla, dudo que sea digno para cumplir con la última prueba.
— Hablando de la última prueba, ¿En serio no me dirás nada al respecto? —Al final de la pregunta hizo un puchero. Loki negó con la cabeza.
— Tu insolencia merece un castigo ─dijo tratando de parecer severo.
— Lo averiguaré de todos modos. ─Ella se encogió de hombros.
— Dudo que lo hagas. No se lo he mencionado a nadie. Ni siquiera a tu abuela Laufey, así que siéntete libre de investigar todo lo que quieras, únicamente perderás tu tiempo.
Ella lo miró con ojos entrecerrados antes de ir hacia sus propias habitaciones. En ese momento, Loki pudo dejar salir el aire que tenía retenido. Se sentía tan frustrado, era la primera vez que las cosas no le salían como planeaba.
Dos guardias abrieron las puertas de su habitación en cuanto llegó a ella, estaba dispuesto a tomar una siesta, pero se encontró con una exorbitante cantidad de flores, evidentemente provenientes de Asgard. Loki las reconoció como palsets rojos, únicamente en libros las había visto, era bueno tener la dicha de conocerlas físicamente.
Se acercó a un florero, tocando con un dedo índice uno de los tantos pétalos de una flor, al instante sintió una gran magia vibrar. Era así como las flores continuaban tan resplandecientes a pesar de haber sido traídas a un lugar frío. Obra de Frigga sin duda. Bufó sonriendo. Inesperadamente, el apoyo que obviamente estaba recibiendo Thor de su madre le hizo sentir más tranquilo. Tenía la aprobación de los padres del rubio, eso significaba demasiado para él y para su reino.
Más adelante encontró una pequeña tarjeta. Estaba escrito en un raro idioma midgardiano, pero inmediatamente usó un hechizo para traducirlo.
Loki
Prometo hacer hasta lo imposible por conquistar tu corazón. Sé que no será sencillo, pero no me rendiré.
Thor
El jötunn sonrió negando con la cabeza, de pronto el dolor de cabeza había desaparecido por completo.
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Odín estaba furioso. Era claro que, durante toda la audiencia, el príncipe Loki buscó humillar a su hijo y con ello, buscó la humillación de Asgard.
─ No pienso que sea buena idea continuar con el cortejo ─dijo el soberano a puertas cerradas. Frigga usó un hechizo para evitar que los guardias o sirvientes escucharan su conversación.
─ ¿Por qué no sería buena idea? ─cuestionó Thor molesto.
Su padre le dirigió una mirada severa. De enfado gutural. No estaba de humor para los caprichos de su heredero y mucho menos para su fingida inocencia.
─ ¿En serio necesito explicarlo?
─ Tranquilos ─intervino Frigga─, ¿por qué no expone cada uno sus argumentos y a partir de eso decidimos qué hacer?
Odín resopló, pero aceptó, lo cual obligó a Thor a aceptar.
─ Muy bien ─dijo Frigga complacida y le otorgó la palabra al rey Odín, este no dudó en señalar como una y otra vez Loki expuso las faltas de los habitantes de Asgard, siempre de una manera sutil, pero al fin y al cabo humillando a Thor en el proceso.
Cuando fue el momento de Thor para hablar este explicó que en ningún momento se sintió ofendido y que incluso percibió que el príncipe Loki se había atrevido a hacer tales preguntas con el único propósito de irritarlo específicamente a él.
─ Las semanas previas que conviví con Loki me sirvieron para conocer a un ser gentil e inteligente. Seguramente no está del todo de acuerdo con que haya solicitado el cortejo, pero también sé que puedo intentarlo, conquistarlo. Si él me acepta les aseguro que dejará de comportarse de esa manera.
─ No veo la diferencia, al fin y al cabo, estás afirmando que no pretende aceptarte. ─Odín resopló al final.
─ Bien, lleguemos a un acuerdo, padre. Si Loki no me acepta al final del cortejo haré lo que tú decidas.
El soberano asintió de acuerdo, conforme con las palabras de su hijo, pero un poco dudoso de si el cortejo debía continuar, después de todo ni él mismo sabía qué podría ocurrírsele a Loki para la última prueba y por lo que vio en la audiencia del día dudaba que se tratara de algo simple.
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La prueba que Loki impondría aún era un misterio, Thor no debía estar tan preocupado por eso, antes de conocer a Loki confiaba mucho en sí mismo, pero el misterio que significaba hacía que se sintiera ansioso.
Por otro lado, también debía concentrarse en cortejarlo y hacer que este se enamorara de él en únicamente treinta días. Si se tratara de alguna joven doncella de Asgard no se preocuparía demasiado. Las mujeres en las que anteriormente se había interesado siempre aceptaban de inmediato sus intenciones, así mismo los contados hombres en los que mostró interés. No obstante, Loki era muy diferente a cualquiera.
Su madre decía que era demasiado tiempo, para ella Thor era un encanto, cualquiera se rendiría a su persona en poco tiempo ─ella tenía un poco de razón─, pero el rubio sabía que con Loki no iba a ser tan fácil.
De todos modos, cuando se lo encontró en el desayuno al siguiente día lo saludó cortésmente y preguntó, importándole poco si parecía ansioso.
— ¿Te han gustado las flores?
Loki ladeó la cabeza, no demostrando nada en su expresión.
Thor miró sus zapatos nerviso. Algo que provocó que Loki se enterneciera.
— No estuvo mal, pero me gustaría alguna vez verlas con vida, sin el uso de la magia y que sus raíces emerjan de la tierra de Asgard.
Thor asintió de acuerdo.
— Si alcanzo a conquistar la mínima parte de tu corazón y por ende aceptas enlazarte conmigo, te llevaré a Asgard y todas las mañanas pasearemos por el jardín donde crecen.
Loki sonrió dispuesto a responder algo en tono mordaz, pero fue interrumpido.
— Buen día, papis —dijo Hela pasando de largo y entrando directamente al comedor.
Loki se aguantó las ganas de reprenderla, mientras que Thor soltó una gran carcajada.
— Hela es demasiado encantadora —declaró el rubio sin poder evitarlo, instantáneamente se arrepintió, no sabía cómo se lo tomaría Loki. Sin embargo, este comenzó a reír, solo ligeramente.
— Entonces debiste aceptarla como tu prometida, estoy seguro de que tu vida con ella sería perfecta.
Thor comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.
Pasaron al comedor, los reyes ya estaban allí, esperando ansiosos por ver el curso que llevaría aquella relación.
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Al día siguiente Loki recibió una nota por parte del príncipe Thor. Quién lo citaba para dar un paseo por los alrededores del castillo. Aunque no era una época tan fría, sabía que a los æsir costaba demasiado adaptarse al clima frío y lo sufrían en cualquier momento, por eso rio al ver la invitación y se animó a aceptar sólo por ver cómo lidiaría el rubio con el exceso de frío.
No se defraudó.
A pesar de que Thor llevaba una cálida piel sobre sus hombros, todavía tiritaba de frío.
Con una gran sonrisa de satisfacción, Loki usó su magia para calentar su alrededor.
Thor gimió complacido al sentir la calidez envolviéndolo.
— Eres muy talentoso, gracias.
El cumplido hizo que el estómago del jötunn se estremeciera. Negó internamente, por nada del mundo permitiría que ese joven rubio alcanzara su corazón y espíritu.
— ¡Oh! Por cierto —exclamó de pronto, Loki detuvo la caminata al ver que el rubio buscaba entre sus ropas, sacó un estuche oscuro y al abrirlo un brillante brazalete resplandeció ante sus ojos—. Este brazalete fue forjado con oro de Asgard, mi hogar, espero puedas honrarme usándolo.
El jötunn ladeó la cabeza, inspeccionando con sus profundos ojos rojos la joya, pensando que contrastaría maravillosamente con su piel, pero también en que, al aceptarlo, Thor lo vería como un pequeño triunfo. Sin embargo, si no lo aceptaba se vería muy mezquino. Así que extendió el brazo para que el príncipe æsir pudiera colocarle el brazalete en la muñeca.
— Las piedras que lo adornan se llaman diamantes y fueron traídos de Midgard.
Una vez el brazalete en su muñeca, Loki lo acercó a su rostro para inspeccionar aquellos diamantes, sonrió complacido al notar su resplandor.
— ¿Te gusta? —cuestionó Thor, inseguro.
Loki sonrió expresando con ello que sí.
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Al pasar cinco días de cortejo, Thor fue llamado nuevamente para que le fuera anunciada la tercera prueba, la cual se llevaría a cabo en el día veinte del cortejo; la relacionada con fuerza y destreza, la cual consistía en que el pretendiente tendría que competir contra una serie de guerreros jötnar con el fin de demostrar que contaba con las habilidades necesarias para enlazarse con un heredero del reino. La competencia se centraba en una serie de demostraciones ante todo el reino de Jötunheim.
─ ¿Sabes qué tipo de demostraciones son esas? ─preguntó Thor a Hela cuando salió del salón de audiencias.
─ ¿De qué estás hablando? ─Con ese tono de voz que usó parecía confundida, pero el rubio sabía que ella estaba muy consciente de lo que él preguntaba.
─ Te vi espiando, así que no intentes parecer confundida.
Hela resopló.
─ ¿Cómo es qué…?
Thor se encogió de hombros.
─ Sentí tu presencia, no me preguntes cómo.
Ella entrecerró los ojos, negó con la cabeza y parecía que quería decir algo, pero al final no lo hizo. Sonrió por un momento y luego habló.
─ En Jötunheim se practican algunos deportes desde hace milenios. Seguramente muy parecidos a los que se practican en Asgard. Cacería, lucha, lanzamiento de troncos, cosas así.
─ Ehh… si, en Asgard llevamos a cabo actividades parecidas.
─ Excelente, entonces no te será demasiado difícil entender en qué consisten cuando te sean explicadas. ─Al final de la oración, Hela le dio una palmada en el hombro y se alejó con una enorme sonrisa, casi parecía siniestra. Thor sólo negó con la cabeza y decidió ir a entrenar un poco, no sin antes enviar una invitación a Loki para tomar el almuerzo juntos.
Notes:
Gracias por el apoyo. Estuve con covid y por eso no había actualizado, pero ya estoy aquí nuevamente, espero les haya gustado.
Chapter Text
Los siguientes días antes de la prueba, Thor tomó la costumbre de ir a entrenar por las mañanas, antes de tomar el desayuno con Loki. Algunas veces le hablaba sobre cómo iba comenzando a llevarse bien con los guerreros y entrenadores del reino, pero Loki siempre parecía indiferente, lo cual el rubio descifró como algo que simplemente al príncipe de Jötunheim no le impresionaba. Aun así, tenía mucho interés por sus habilidades de combate, tanto que tenía ganas de verlo en acción. Así que tomó la oportunidad en cuanto se le presentó. Fue mientras entrenaba luchando contra algunos jötnar, allí vio a Loki a lo lejos, observándolo simplemente. Tomó una toalla y se acercó rápidamente mientras secaba su frente y cuello.
─ ¿Tú no entrenas? ─preguntó.
Loki ladeó la cabeza antes de responder que sí.
─ ¿En serio? ¿Y por qué no estás entrenando ahora?
─ Me gusta luchar contra guerreros fuertes, siempre que puedo derrotarlos en la arena me convierto en un guerrero más fuerte.
Thor murmuró.
─ ¿Debo asumir que no me consideras lo suficientemente fuerte?
─ ¿Quieres convertir esto en un reto personal? ─dijo arqueando una ceja.
El rubio se encogió de hombros.
Loki resopló, conteniendo la necesidad de sonreír.
─ Tendrás que esperar, guerrero. En este momento lo único que quiero hacer es ir a desayunar algo ligero.
Y se retiró del lugar.
El rubio negó con la cabeza mientras sonreía y se preparó para ir a desayunar, tal como lo había advertido Loki.
Mientras tanto, Loki caminaba con destino a su habitación cuando se encontró con Hela.
─ ¿Y ahora por qué me estás acechando? ─preguntó pasando de largo.
Ella sonrió con malicia.
─ Sólo estaba pensando.
El príncipe rodó los ojos y resopló.
─ Habla ya, hoy no desperté de muy buen humor.
─ Me preguntaba si es sólo el cuerpo atractivo de Thor lo que llama tu atención o es algo más…
Loki la observó con los ojos entrecerrados.
─ Estás asumiendo situaciones sin corroborar que sean ciertas.
─ No necesito corroborarlas. Te vi, padre. Tu mirada, cuando observabas a Thor entrenar, es esa, la que siempre pones cuando quieres llevarte a alguien a la cama.
Su hija, siempre tan impertinente, no entendía qué había hecho mal, tal vez era el exceso de mismos habían alentado su comportamiento.
─ ¿Y eso qué tiene de malo? No es como que vaya a hacerlo. ─Le retó con una postura segura y una expresión inquebrantable.
Hela bufó.
─ Si se lo propones lo hará.
─ Puedes estar tranquila, no lo haré.
─ ¿De verdad vas a rechazarlo? Porque comienzo a dudarlo.
Loki se encogió de hombros y continuó su camino rumbo a sus habitaciones.
Hela sonrió de lado, maquinando en su mente el gran beneficio que le traería su padre si decidía aceptar a Thor.
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Thor estaba muy seguro de sí mismo. Tenía un entrenamiento ejemplar y sus habilidades en la lucha, caza y deportes eran espléndidas, sin embargo, nada lo preparó para lo que ocurrió en ese momento.
Como se había estipulado anteriormente, en el día veinte del cortejo se llevaría a cabo la tercera prueba. Por ello fue que se levantó muy temprano, pero esta vez no entrenó, simplemente se dedicó a pasear por el castillo antes de que llegara la hora del desayuno. Esta vez no pudo desayunar solo con Loki, tendría que hacerlo con todos los miembros de la corte, era una costumbre, y aunque recibió muchas preguntas en las que ponían en duda sus habilidades como guerrero, supo manejarlo.
Loki parecía más animado que de costumbre, pero Thor no sintió que estuviera actuando extraño, al menos así fue hasta que llegó la hora del evento.
En la arena donde se llevarían a cabo la prueba Thor tuvo que pararse en el centro ─ ante la visión de no sólo de los habitantes del reino de Jötunheim sino también de aquellos que de otros reinos llegaron para presenciar el evento o con el firme interés de retar al príncipe de Asgard ─ y recitar una letanía acerca del cortejo y lo serio que era al respecto con sus intenciones con el príncipe Loki, finalizando con un «aquellos que deseen reclamar el corazón del príncipe Loki, entrar a la arena y el príncipe de Asgard aceptará cada uno de los retos y los enfrentará con valor». Era obvio que aquella costumbre de pelear por el corazón del cortejado se había extinto hace varias generaciones, pero debían llevarlo a cabo de ese modo, era un poco reconfortante para el rubio saber que nadie estaría luchando seriamente por arrebatarle la atención de Loki, sin embargo, sí que le preocupaba la cantidad de guerreras y guerreros que querrían luchar sólo por tener el placer de darle una paliza al heredero de Argard.
Al término del monologo el primer guerrero se hizo presente.
Fuertes vítores y aplausos resonaron en la arena antes del comienzo de la batalla.
Para Thor, la primera pelea no fue demasiado complicada, unos cuantos golpeas y había noqueado al contendiente; ni siquiera tuvo tiempo de respirar, cuando el segundo ya se había parado frente a él, con determinación y dominio en la mirada, pero para Thor no fue demasiado complejo, sólo un poco de sus habilidades en la lucha cuerpo a cuerpo y había vencido.
Dos, tres, diez, quince contendientes y aunque algunas batallas eran más complicadas que otras, pudo vencer con maestría a cada uno de ellos. Pero la energía se iba drenando de su sistema y con cada contendiente más sentía que su destreza iba disminuyendo junto con su fuerza. Al final, tuvo que luchar contra veinte guerreros y guerreras dispuestos, todos de diferentes reinos, todos con diferentes técnicas, pero lo logró, aunque al dejar tirado con sumo esfuerzo al último su cuerpo estaba agitado y respiraba con gran dificultad.
─ ¿Hay algún otro guerrero que quiera retar al príncipe Thor? ─preguntó un diplomático jötunn quien había sido designado juez y moderador del evento.
Thor se sintió aliviado al ver que nadie más se atrevía a retarlo. E iba a relajar su cuerpo y espíritu cuando un combatiente más se plantó frente a él. No pudo evitar soltar el jadeo sorprendido que emitió al ver nada más y nada menos que al propio príncipe de Jötunheim con una expresión arrogante y una pose segura e imponente luciendo una brillante y fina armadura dorada, contrastando elegantemente con un atuendo color verde.
─ Loki, el príncipe de Jötunheim, reta a Thor, príncipe de Asgard ─dijo con una voz ciceante, blandiendo un par de dagas igual de doradas que su armadura.
El rubio miró de reojo a la audiencia, esperando por alguna reacción que nunca llegó. Todos parecían de acuerdo con lo que estaba ocurriendo, incluso Hela parecía encantada con esa enorme sonrisa.
─ ¿Esto es permitido? ─cuestionó al jötunn, quien se encogió de hombros y sonrió.
─ Por supuesto, no existe ley alguna que prohíba que el cortejado luche por sí mismo, así que prepárate Thor Odinson, no soy un guerrero fácil de vencer como claramente lo han sido todos los anteriores.
Algo en aquellas palabras conmovió el corazón del rubio, haciéndolo acelerar y provocando que su adrenalina se elevara. Correspondiendo a la sonrisa, se puso en guardia, blandiendo a Mjolnir una vez más, esperando por el primer movimiento de ataque, el cual no tardó en llegar, comenzando así una lucha. Algo que Thor admitió, es que Loki era más cruento, preciso y habilidoso en la batalla, nada que ver con sus oponentes anteriores, algo que lo cautivó todavía más.
Estaba cansado, pero sabía que tenía que ganar, debía derribar a Loki, sólo así demostraría que sus intenciones eran genuinas, pero aún más que eso, sentía esa necesidad de vencer, no por el hecho de que si perdía todo lo relacionado al cortejo estaría acabado, no, se debía a que deseaba demostrarle al jötunn que era mucho mejor guerrero que él.
─ ¿Ya vas a rendirte, áss? ─Escuchó la pregunta, Loki usaba una voz profunda y maliciosa.
─ Eso es lo que quisieras, ¿no es así? ─Contrarrestó usando un tono igual.
Loki sonrió encantado antes de renovar los ataques.
Notes:
Gracias por seguir esta historia y sobre todo gracias por la paciencia, de verdad estoy intentando actualizar lo más rápido posible, pero he tenido tantas situaciones en este tiempo que no he podido hacerlo tanto como quisiera.
Chapter Text
Pasaron alrededor de treinta minutos, minutos en los que ninguno de los dos cedió. Loki estaba feliz, parecía que, por primeramente vez, desde que Thor lo conocía, realmente había algo que le fascinaba.
Por su parte, Thor estaba agotado y agobiado, no sabía cuánto tiempo más daría batalla, tal vez un par de minutos, tal vez ni siquiera eso.
— ¿Ya te has cansado? —pronunció el dios de las mentiras con burla.
Era tan evidente que a cada segundo le faltaba fuerza y respiración, por lo que, con gran determinación, reunió todo el coraje y fuerza que pudo y con un movimiento firme de Mjoldir derribó al príncipe jötum.
Loki estaba sorprendido, pero mostró la expresión más impasible que pudo. Cómo si de verdad no le afectara que el torpe príncipe áss lo derribara de un sólo movimiento. Gruñó al rubio, quién tenía su arma sobre su pecho, impidiéndole levantarse.
— Ríndete, príncipe Loki y acepta que soy mucho mejor guerrero que tú. —Al hablar intentó imitar la misma sonrisa burlona que le fue mostrada unos segundos antes.
— Jamás, aunque me quede sin magia y mi orgullo sea roto, no aceptaré que eres mejor que yo.
Thor negó con la cabeza y chasqueó la lengua.
— Pero acepto que tienes espíritu. Y por eso te daré esta única oportunidad.
Loki se declaró rendido y entre aplausos y vítores, Thor fue felicitado por los soberanos presentes.
– Lo has hecho bien, muchacho —dijo el rey de los enanos mientras brindaba con él (ahora todos se encontraban en el gran banquete de celebración)—. Ahora sólo falta la última prueba.
Thor sonrió, complacido de saber que no faltaba demasiado para que terminara el ritual de cortejo.
— Yo que tú no estaría tan contento —Indicó un guerrero de Alfheim—. Loki suele ser tramposo y mezquino, la prueba que te imponga puede ser algo imposible de cumplir. Y una vez declares que no te es posible hacerlo, se burlará de ti y el cortejo será anulado.
Thor dejó de sonreír, preguntándose qué clase de prueba podría imponer Loki. Cómo bien decía aquel guerrero, podría tratarse de cualquier cosa. Negó para sus adentros, no importaba, lo que fuera, aún si tuviera que viajar por los nueve reinos para obtenerlo, lo haría.
— No se preocupen, mis nobles soberanos, como hijo de Odín, sé que tendré la capacidad para darle a Loki lo que pida. Ya lo he demostrado hoy en la arena y lo demostré en días anteriores con la audiencia.
— ¡Así se habla! —El rey de Nidavellir celebró, parecía muy encariñado con Thor, incluso golpeó su espalda y brindó con él por el triunfo.
Thor aceptó y mientras el rey bebía, echó una mirada hacia el otro lado del salón, dónde Loki conversaba con su hija.
Sus miradas se cruzaron y ninguno pudo evitar desviar los ojos en cuanto eso ocurrió.
— Así que hay algo más —susurró Hela sonriendo hacia Thor.
— No sé de qué me hablas. —Se defendió Loki.
— Es notorio que te gusta. Él, por su parte, cada día está más enamorado de ti.
Loki bufó, como burlándose de las palabras de su hija.
— Lo siento.
Dijo de pronto y Loki se sorprendió por aquellas palabras, su hija sólo se había disculpado contadas veces, y nunca por iniciativa propia.
— ¿Qué? —No pudo evitar exclamar, seriamente sorprendido.
Su hija parecía seria, sus ojos negros mirándome con determinación.
— Me he burlado mucho de tu situación, pero es evidente que esto es lo que necesitas.
— ¿A qué te refieres?
Hela sonrió.
— Padre, necesitas hacer tu vida, no sólo servir al reino de Jotunheim o prepararme para ser la reina perfecta. Tú también tienes derecho de hacer tu vida, de amar a alguien y que te amen de vuelta.
— Hela, detente —pidió interrumpiendo—. ¿Qué pretender al decir esto?
— Nada —respondió─, sólo me pregunto por qué te niegas a algo que es evidente que deseas. ─Se puso de pie y salió del salón.
Loki resopló. Apenas unos minutos atrás, Hela se estaba burlando de su condición, hace tan sólo unas semanas estaba ansiosa por conocer el reto que impondría a Thor, aquel que le sería difícil cumplir. Y ahora, repentinamente, estaba a favor del rubio. Sin embargo, las palabras de su hija eran profundas si las analizaba con detenimiento. Se tocó el pecho, sintiendo los acelerados latidos de su corazón, tal vez Hela había descubierto que su corazón estaba comenzando a abrirse, que comenzaba a sentir algo especial por el príncipe Thor. Nuevamente miró hacia el rubio, quién lo estaba mirando de vuelta, sólo que está vez ninguno desvió la mirada e incluso el rubio le sonrió. Loki no correspondió, estaba molesto consigo mismo por estar permitiendo está intromisión en su vida, cuando juró al inicio de todo que nunca se sometería a los deseos de nadie, ni siquiera a los de Thor, heredero de Asgard. No, no importaba que resultara extremadamente lindo y cautivante. Todavía no lo podía perdonar por haber negociado con sus padres sin su presencia. ¿Qué le costaba hablar primero con él? ¿Pedirle que se casara con él, usar la diplomacia para convencerlo de que lo hiciera? No es que iba a aceptar, por supuesto, pero al menos no sentiría ese resentimiento e impotencia que no lo habían dejado descansar desde que se enteró que Thor iba a cortejarlo. Si, se sentía atraído, pero también traicionado. Había comenzado a llevarse bien, ¡por Yggdrasil! Eso debería significar algo.
Con los dientes apretados giró el rostro para mirar hacia otro lado, con intención de ignorar completamente a Thor. Lo cual no sirvió de nada, porque un momento después el otro dios estaba sentándose a su lado.
— ¿Qué es lo que quieres? —susurró en modo irritado una vez el príncipe rubio se instaló a su lado.
— Pareces irritado, entonces quise venir a hacerte compañía.
Loki torció la boca, claro, sí, estaba muy irritado, pero era por su molesta presencia que lo estaba.
— No estoy irritado, sólo aburrido.
— Eso hace mucho mejor que haya venido.
Y sonrió.
A Loki le gustaba su sonrisa. Y odiaba que no lo respetara como lo merecía.
─ No, es peor, ahora estaré más aburrido que antes. ─Informó con molestia.
La sonrisa de Thor vaciló sólo un momento.
─ Entonces podríamos salir al exterior, pasear por los alrededores. ─Ofreció.
Loki resopló interiormente, todas las excusas que usaba para alejarlo no funcionaban.
─ Te congelarás. ─Se le corrió decir.
Thor negó con la cabeza sin dejar de sonreír.
─ Pero puedes usar tu magia para calentarme ─susurró.
Loki giró la cabeza para mirarlo con ojos entrecerrados, iba a decirle unas cuantas cosas hirientes, pero aquella sonrisa deslumbrante lo hizo flaquear.
─ Estoy cansado ─Informó mientras se ponía de pie, Thor dejó que se retirara.
❀.•° ✿.•° ❀.•° ✿
Durante los siguientes diez días, Loki intentó controlarse, no importando que Thor fuera lindo con él, siempre estuviera pendiente a sus palabras y buscara conmoverlo con sus múltiples regalos y atenciones.
No, Loki no podía permitir que se adentrara más a su corazón y, sin embargo, lo estaba logrando.
Por las noches, mientras yacía recostado en la cama, con la intensión de dormir, sus últimos pensamientos siempre iban dirigidos a Thor, su amabilidad, su consideración y por supuesto, su gran atractivo.
El dios rubio le gustaba, no había razón para continuar negándolo.
─ Bien, Loki, haz un trato contigo mismo. Si mañana, Thor logra cumplir con la misión que le impongas aceptarás tus deseos y permitirás a tu corazón enamorarse.
Si, estaba decidido, ahora todo dependía de Thor.
Chapter Text
Y el gran día llegó. Todos esperaban expectantes en el salón de reuniones donde el príncipe Loki revelaría la prueba que impondría a Thor. Conociendo a Loki, estaban seguros de que no se trataría de algo fácil, eso es lo que lo hacía aún más entretenido y al mismo tiempo interesante. Por supuesto, el rubio no estaba tan entusiasmado como el resto, de hecho, era el único que parecía altamente nervioso. Una y otra vez sus pensamientos se refugiaban en la esperanza de que el príncipe jötunn le ordenara hacer algo que no fuera algo realmente imposible, incluso pensó que si tenía que ir a Helheim hablaría con Hela, aunque si le pedía su alma o algo parecido a cambio de ayudarlo dudaba en cerrar un trato. Negó para sí mismo y se aclaró la garganta, tan repentinamente la había sentido seca, lo que indicaba que todavía no lograba calmar sus nervios. Volteó a mirar a su madre, quién le sonrió en señal de apoyo, él también sonrió e interesantemente se relajó considerablemente.
Esperó por un par de minutos más, antes de que unas puertas laterales se abrieran y por ellas ingresara Loki acompañado de su familia. Thor se olvidó por completo de sus nervios en cuanto lo vio entrar; Loki se veía realmente hermoso, estaba usando un traje típico de Jötunheim, pero por irónico que parezca, en él todo solía lucir mucho más precioso de lo que realmente era.
Observó atento cada movimiento, la forma tan sutil e imponente en que tomó asiento y la sonrisa maliciosa que le dirigió. Sin embargo, si Loki estaba planeando algo muy malo, poco le interesaba en ese momento. Sólo deseaba complacerlo y lo haría, encontraría la manera de hacerlo aún si se tratara de algo imposible.
El resto de los presentes también tomó asiento en sus lugares correspondiente. Los reyes de Asgard y Jotumheim al fondo del salón. Y Loki al frente, a un lado Thor esperando que designara la misión. Es así como comenzó la audiencia.
— Damos inicio a la última etapa del cortejo —dijo el soberano de Jotumheim, quién fungiría como juez de la última prueba—. Donde el príncipe Loki anunciará su deseo al príncipe Thor, quién sólo cumpliendo con aquel deseo habrá superado todas las etapas del cortejo. A continuación, el príncipe Loki hablará.
Loki sonrió a todos los presentes antes de mirar a Thor. Sus ojos rojos estaban llenos de determinación, el rubio sólo pudo pensar que eran realmente hermosos y se golpeó internamente por la falta de concentración.
─ Thor Odinson, príncipe de Asgard, quiero que me traigas el Búfalo blanco que habita en el bosque oscuro.
Todos en la habitación jadearon.
— Se dice que es imposible de cazar su alteza. —Intervino un jötunn consejero y se arrepintió de inmediato al ver el rostro severo del príncipe.
— He escuchado que el príncipe Thor es un joven con gran habilidad en la caza, ¿no es así? —Thor asintió—. Entonces quiero al búfalo, sería maravilloso tener un obsequio tan ostentoso como ese al final del ritual de cortejo ¿No lo creen? —Terminó con una enorme sonrisa.
Pero ningún otro de los presentes estaba sonriendo, a excepción de Hela. Todos los demás parecían preocupados y expectantes a la respuesta del príncipe Thor.
La existencia del Búfalo blanco ni siquiera era una certeza en sí misma. Los jötnar creían seriamente en que habitaba en aquel oscuro bosque, pero nunca se le había visto, muy pocos son los que aseguraban haber visto su sombra o escuchar sus gruñidos, pero no existía nada concreto, por otro lado, si era real su existencia, el animal debería ser gigantesco, unas tres veces más grande que el perro gigante de Hela, sino es que más. Luego estaba la teoría que rondaba por todos los reinos y la razón principal por la que nadie se había atrevido a ir a buscar a dicho búfalo. Se decía que aquel que se atreviera a cazar al búfalo, sería castigado con una maldición que no sólo recaería en él sino también en sus descendientes. Por donde sea que se viera, era una petición realmente difícil de aceptar, Loki lo sabía, su expresión de satisfacción lo revelaba.
Thor lo pensó por un tiempo más hasta que se aclaró la garganta y miró fijamente al jötunn.
— Será un honor para mí traer a sus pies al gran búfalo blanco que habita en en el bosque oscuro. —Aceptó con valentía y optimismo.
Se escucharon jadeos y murmullos a su alrededor, pero él no flaqueó y no dejó de mirar a Loki, incluso se atrevió a medio sonreír, bueno, como controlarse si la expresión divertida del príncipe cambió a una de desconcierto.
Asintiendo el juez informó:
— Cuentas con una semana para traerlo. Puedes hacer uso de las armas que te sean necesarias, pero no podrás pedir otro tipo de ayuda. Estarás completamente solo. ¿Has entendido?
Thor asintió conforme, confiaba en Mjolnir para ejecutar dicha misión y no tenía miedo; de todos los æsir, él era el más valiente de su reino.
Y con aquella aceptación, la audiencia se terminó, era momento para que Thor fuera a sus habitaciones y se preparara con lo necesario para la misión.
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─ ¿Por qué has aceptado? ─preguntó Hela, quien la esperaba en la entrada de sus habitaciones, Thor se encogió de hombros─. ¿Acaso eres idiota?
─ No soy ningún idiota ─respondió ofendido.
Hela giró los ojos frustrada.
─ No puedo creer que en verdad vayas a hacerlo.
El rubio sonrió.
─ No entiendo porque estás tan preocupada ¿Quieres que me case contigo o con tu padre?
Hela lo miró ofendida.
─ ¡Con ninguno, retrasado! Sólo quería apoyarte, pero ya que eres un bastardo sin cerebro te dejaré solo.
─ No, oye, disculpa… ─Thor se apresuró a pedir perdón, si Hela podía ayudarlo, él lo aceptaría.
─ En teoría no puedes aceptar la ayuda de otro ser, no importa de qué mundo sea, así que sólo te daré una pista.
Thor miró sorprendido a la princesa.
─ ¿Tú lo has visto?
─ No puedo responder a eso, pero si puedo decir que dentro del bosque existe una gran gruta, tiene forma de jötunn, la reconocerás por sus grandes cuernos. Ahí encontrarás la pista.
Hela se dio la vuelta y se despidió con un movimiento de mano y una sonrisa.
─ ¡Espera! ─Ella se detuvo─. ¿Por qué me ayudas? Sabes que si ese búfalo es real lo traeré y Loki tendrá que casarse conmigo.
Hela sonrió de lado.
─ Todo a su tiempo, príncipe Thor, todo a su tiempo. Cuando vuelvas con el búfalo, si es que vuelves, te lo diré.
Guiñó un ojo antes de retirarse.
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Los padres de Thor lo visitaron antes de su viaje al bosque oscuro, le dieron algunos consejos, pero nada que estuviera fuera de los límites, ayudarlo significaría dar automáticamente por terminado el cortejo y ya que Thor había aceptado el reto, era una tontería desperdiciar su esfuerzo así.
Después, todos los soberanos y otros miembros de ambas cortes lo acompañaron a la salida del palacio, tal como dictaba la tradición.
Sus padres lo despidieron, luego los padres de Loki. Hela sólo sonrió y cuando fue el turno de Loki, este se acercó y le dedicó un asentimiento.
─ Te deseo suerte en tu viaje, príncipe de Asgard ─dijo al final, Thor le sonrió, se atrevió a depositar un beso en su mejilla, se dio la vuelta y se alejó del castillo.
Loki sintió se su mejilla palpitaba mientras veía como el tonto príncipe rubio iba rumbo a su viaje sin sentido. Por supuesto, no se dio cuenta en qué momento todos se retiraron, sólo cuando Hela habló se hizo consciente de que se había perdido en ese gesto tan natural del rubio.
─ No puedo creer que le hayas pedido eso.
Loki se encogió de hombros, era bueno que Hela no mencionara el beso.
─ Te dije que incluso tú te sorprenderías.
─ ¿Qué crees que hará?
─ No tengo ni idea.
Chapter 11
Notes:
(See the end of the chapter for notes.)
Chapter Text
Thor se adentró al bosque oscuro con Mjölnir a su lado, el mango suavemente apretado en todo momento. No es que temiera por los posibles peligros que enfrentaría, era más bien por su sentido de guerrero. Nunca había explorado los bosques de Jötunheim él solo y mucho menos el bosque oscuro, sólo los más experimentados jötnar poseían la autorización para explorarlo, por eso es que se mantenía alerta. No quería llevarse una sorpresa, o peor, no quería terminar herido sin siquiera haber comenzado con el viaje.
Conforme avanzaba notó que era un lugar bastante silencioso, uno que otro sonido se presentaba a lo lejos cada cierto tiempo, pero nada de lo que debiera preocuparse. Lo que sí le preocupaba era el frío. Traía su capa de piel, la cual le ayudaba considerablemente a mantenerse caliente, pero conforme avanzaba el tiempo se hacía más difícil soportar el aire frío que calaba hasta los huesos.
No encontró mucho por ese día, animales extraños, grandes y salvajes que enfrentó con facilidad, a pesar de tener el cuerpo prácticamente entumido. Y decidido a que no iba a avanzar más por lo que restaba el día, buscó un lugar donde refugiarse. Afortunadamente después de un largo andar, encontró una pequeña cueva. Después de cerciorarse de que ningún animal habitaba el interior buscó ramas secas y procedió a hacer una fogata instalándose en aquel lugar.
Gracias al fuego, sus huesos poco a poco fueron calentándose, luego su piel y aunque continuaba envuelto en su capa, ya no temblaba e incluso comenzó a sentirse somnoliento, pero el rugido de su estómago le advirtió que era importante cenar por lo que sacó una buena dotación de carne y pan que había empacado su madre para el viaje.
Cocinó la carne, bebió la infusión revitalizadora (también empacado por su madre), la cual previamente calentó y comió el pan. Una vez satisfecho se quedó profundamente dormido.
─ ¡Un áss! ─escuchó el leve susurro que emitió una voz infantil, luego, el breve rozar de unos pies con la tierra. Por si las dudas, había dormido con Mjölnir al lado, por lo que lo único que tuvo que hacer fue mantener al martillo a su lado mientras abría discretamente un ojo para mirar por el rabillo.
Un joven jötunn se acercaba sigilosamente. En el camino, sacó un hacha que llevaba atada a la espalda y entonces… Thor saltó y con gran maestría movilizó a Mjölnir, haciendo que este cayera sobre el cuerpo del joven, levantó la mirada y notó que un grupo de jötnar lo observaban con sus armas empuñadas.
─ ¡Ah, no se trata de cualquier áss! ─comentó uno de los integrantes─. Es Thor, príncipe de Asgard.
Sintiéndose envalentonado por el reconocimiento, Thor desarmó al joven y lo liberó del peso de Mjölnir, más no bajó la guardia.
El jötunn regresó con su grupo, quienes no habían bajado las armas, al igual que Thor, quien esperaba con el martillo en una mano.
─ Si conocen mi nombre, sabrán que no tienen oportunidad contra mí.
Todos parecieron escépticos, incluso se burlaron, a excepción del que había mencionado su nombre, quien ahora que era mejor analizado por el rubio pudo deducir que era el mayor e incluso líder del grupo.
─ Bajen sus armas ─Ordenó el gigante y los otros comenzaron los reclamos─. ¡Ahora! ─Agregó, por lo que inmediatamente comenzaron a guardarlas.
Ya que no representaban una amenaza, Thor hizo lo mismo, enfundó a Mjölnir.
─ ¿Qué hacen ustedes en el bosque oscuro? Creí que sólo los jötnar más experimentados tenían permitido entrar.
─ Somos más que experimentados. ─Reclamó el más joven.
Thor se reprendió por preguntar algo tan tonto e incluso temió haberlos ofendido.
─ Somos jötnar, si, pero no del grupo de nobles terratenientes. Alguna vez pertenecimos al grupo de plebeyos, pero decidimos desertar y ahora vivimos en el bosque.
Uno de los miembros del grupo le miró mal, como si fuera incorrecto revelarle tal información al heredero de Asgard.
─ Þradr ─susurró en advertencia, pero el jötunn ni se inmutó.
─ ¿Por qué prefieren vivir en este bosque? ¿No es mejor vivir bajo el cobijo de su reino?
El gigante negó con la cabeza.
─ Un lugar es como cualquier otro, con que tengamos la posibilidad de llevar a cabo la caza y siembra lograremos vivir en bienestar.
Thor gruñó por lo bajo, cuestionándose si vivir en un bosque oscuro realmente podía ofrecer una vida de bienestar.
─ Sé que no soy su rey, ni su príncipe, pero quiero ofrecerles mi ayuda.
La mayoría bufaron incrédulos.
─ ¿Cómo piensas ayudar? Eres un áss, otro más que nos odia por ser diferentes. ─Argumentó uno de ellos.
─ Silencio, Betr. ─Reprendió el mayor y después se dirigió al rubio─. Príncipe, Thor. No necesitamos de su ayuda, somos felices viviendo en el bosque, más estoy seguro que usted necesita de la nuestra.
El rubio decidió no contradecirles, aunque se prometió volver y asegurarse de que realmente eran felices, porque ahora la prioridad era salir del bosque con un búfalo blanco a cuestas.
─ No pueden ayudarme, cualquier tipo de ayuda que solicite significará el termino de mi misión.
─ ¡Oh, príncipe! Pero tú no has solicitado ayuda, yo la he ofrecido.
El rubio tuvo que admitir que tenía razón, comprendiendo también que Hela había hecho su parte al mencionar la gruta, pero él no había pedido la ayuda, la ayuda había llegado por sí misma, animado por eso aceptó.
─ Mi misión está relacionada con el Gran Búfalo Blanco.
Algunos presentes fruncieron el ceño y otros jadearon, por lo mismo que los habitantes de la ciudad y otros reinos o porque sabían algo más, Thor lo supo hasta que Þradr habló.
─ No tenemos ese conocimiento, ni siquiera podemos asegurar que existe, aunque si puedo sugerirte que vayas por el sendero más oscuro, este te llevará al centro del bosque donde encontrarás a un anciano hechicero de nombre Harn, si existe el Gran Búfalo Blanco, él sabrá donde encontrarlo.
Thor agradeció la información y una vez el grupo de gigantes se marchó, se preparó para continuar con su camino.
La parte más oscura del bosque, ese sendero del que hablaron los , fue el más peligroso de superar, el lugar era una completa trampa y en varias ocasiones se preguntó si existía otro camino y el gigante únicamente le había indicado ese para hacerle sufrir, como sea, al tercer día se encontraba en un gran árbol que se imponía en el centro del bosque, al pie de él, un jötunn un poco más alto que Loki y con una larga y emblanquecida barba descansaba sentado sobre una de las grandes raíces.
Thor se acercó dando pasos vacilantes, pendiente de lo que pudiera ocurrir. Aunque el gigante continuó impasible, con los ojos cerrados y la respiración tranquila.
─ ¿Qué te trae por aquí, Thor, hijo de Odín?
El rubio detuvo su andar.
─ ¿Tú eres Harn?
─ Si así es como quieres llamarme.
─ Busco al Gran Búfalo Blanco. ─No preguntó la ubicación, pero aun así esperaba que la sugerencia no infringiera las condiciones de la misión.
El jötunn al fin abrió los ojos y le miró fijamente, los ojos rojos intensos lograron intimidar ligeramente al príncipe.
─ ¿El propósito de tal búsqueda vale la pena?
Thor respondió en seguida con un seguro sí.
─ Hay una cascada, no muy lejos de aquí. ─Thor asintió en reconocimiento, anunciando con ello que estaba prestando atención─. Para encontrar lo que buscas, tendrás que saltar dentro de la cascada. Una vez abajo busca la entrada a la gruta, la cual está pintada de musgo rojo. ─Al terminar de hablar, Harn volvió a cerrar los ojos.
─ ¿Es una gruta en forma de jötunn?
No recibió respuesta. Suspiró profundamente y dio la vuelta dispuesto a no perder más tiempo. Ya habían pasado cuatro días y únicamente le quedaban tres y no estaba seguro de que en aquella cascada encontraría al animal, tal vez únicamente era una pista más para lo que estaba buscando.
Una vez llegó a la cascada quedó impresionado al ver el gran cráneo en forma de jötunn, constatando que aquel era el lugar del que le habló Hela. El agua helada caía dentro de un grande y oscuro túnel al cual imaginó tenía que saltar. A pesar de haber nacido en un mundo lleno de magia, se sorprendió al ver lo impresionante y mágico que era el lugar. Por eso mismo, se dispuso a descansar improvisando un refugio cerca de allí. Era mejor ir lo más recuperado posible por si tenía que enfrentarse a peligros inesperados. No obstante, al día siguiente, al atravesar la gran cascada fue como ir de un mundo a otro. Después de lograr un lugar donde no cayera agua, apreció el interior, el cual no era oscuro como el bosque ya que este era alumbrado por un gran arcoíris.
Buscó la cueva con la mirada, notando de primer momento el musgo rojo que se extendía por los bloques de hielo. Llevó la mano al talismán que su madre le obsequió cuando era niño y sintió un suave calor recorrer por sus venas, eso lo alivió. Entonces vislumbró que el musgo parecía extenderse como un camino hacia el interior de un camino que se abría entre el hielo. Era la entrada de la cueva. La cual, tal como indicó el hechicero Harn, estaba pintada de musgo alrededor. Con Mjölnir en la mano siguió el camino y entonces escuchó un gruñido. Mucho más alerta que antes, continuó avanzando hasta que estuvo de lleno el interior. Se quedó sin aliento al ver al ENORME búfalo resoplando frente a él. Sus ojos mostraban una furia cegadora y sus grandes cuernos se imponían en la mayoría del espacio, pero Thor confiaba en sí mismo y si tenía que luchar, lo haría. Así que levantó a Mjölnir y esperó. Y cuando el búfalo corrió hacia él se cargó de energía para dar el primer golpe.
Notes:
Una disculpa por la demora, no he estado al cien, pero algo importante es que aunque sea poco a poco pienso terminar esta historia. Gracias por no abandonarla.
Chapter Text
Conforme la semana iba avanzando y el tiempo para que Thor presentara al Gran Búfalo Blanco se agotaba, Loki se preguntó si fue sensato pedir tal cosa. Nunca había visto a dicho animal, algunos habitantes aseguraban haberle visto y otros decían que no existía, él por su parte podía decir que, aunque no estaba seguro de que se trata de un enorme búfalo, si que podía constatar que de aquel bosque oscuro emanaba una gran energía mágica que sólo un ser sumamente imponente podía poseer. Ahora, si tal ser existiera nada aseguraba que el príncipe áss lograría cazarlo, muy a pesar de que ya había demostrado ser extraordinario. Negó con la cabeza, con el búfalo o no, Thor sobreviviría, ese era un hecho y aun cuando no llegara con el animal, si se disculpaba y le pedía personalmente una segunda oportunidad se la daría.
─ ¿Te encuentras bien? ─preguntó Laufey.
Todos en el comedor le miraban expectantes o preocupados. Loki hizo uso de su sonrisa encantadora y asintió.
─ Por supuesto.
─ Thor es un áss extraordinario, tú mismo lo has visto, así que no temas, volverá victorioso ─dijo Odín con voz segura.
Loki asintió y no dijo que eso no era en lo que estaba pensando únicamente por respeto al soberano, aunque tenía demasiadas ganas de hacerlo. En su lugar picó un trozo de carne y se lo llevó a la boca.
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Loki escuchó gritos dentro del palacio. Extrañado por el escándalo se apresuró a salir de sus aposentos. Mientras caminaba por los pasillos vio que tanto sirvientes como nobles susurraban y prácticamente corrían hacia el mismo lugar al que él se dirigía.
Quiso preguntar qué es lo que sucedía, pero prefirió verlo por sí mismo. Y al llegar a la sala de tronos comprendió el alboroto.
Thor, el príncipe de Asgard, yacía de pie en el centro de la sala, sucio y herido, pero con el cuerpo erguido y la frente en alto, a su lado, un imponente búfalo blanco, un búfalo que degustaba tranquilamente una gran dote de melaza.
No pudo evitar fruncir el ceño.
─ Príncipe Loki, el príncipe Thor, ha regresado triunfal de su última prueba ─dijo uno de los pajes de la corte con una sonrisa, la cual se borró al ver que el príncipe no parecía igual de feliz.
Loki caminó hacia el centro del salón, justo frente a Thor y el búfalo.
─ ¿Qué significa esto? ─preguntó con voz seria.
El rubio frunció el ceño al notar que, a diferencia de el resto de los jötnar que se encontraban eufóricos por su hazaña y por constatar que el búfalo existía y no únicamente era un mito, Loki se mostraba enojado. No obstante, se recuperó muy pronto, dispuesto a someterse al interrogatorio, después de todo, durante sus días solo en el bosque había descifrado y entendido mucho del comportamiento mezquino del príncipe. Era enteramente su culpa que no pareciera feliz, pero más tarde hablaría con él y se aseguraría de pedirle perdón, también si el jötunn rompía el compromiso no pondría objeciones, pero por ahora, simplemente continuaría con el protocolo.
─Traje lo que solicitaste. El Gran Búfalo Blanco.
─ ¡Está vivo! ─exclamó Loki.
Thor miró al animal como para constatar que el príncipe jötunn estaba diciendo la verdad, a pesar de que era muy obvio.
─ Si, en efecto, está muy vivo, incluso lame la melaza encantado, parece que es muy glotón.
Loki apretó los dientes, luego sonrió con condescendencia.
─ ¡Oh! Entiendo, príncipe, ¿acaso esperabas que lo trajera muerto?
─ Así se habría llevado a cabo y de manera inmediata el banquete.
En ese momento el animal comenzó a gruñir e incluso se movilizó. Thor se apresuró a hablar con él diciéndole que nadie se lo iba a comer. Luego, cuando el búfalo al fin se tranquilizó, volteó a ver a Loki.
─ Me dijiste que lo trajera, más nunca especificaste el cómo debía traerlo. Y, por cierto, este búfalo se llama Gignat y no podemos comérnoslo pues le prometí que no lo haríamos.
Como si se tratara de un agradecimiento (que seguro sí lo era), el gran animal lamió a Thor quien empezó a reír y acarició parte del hocico.
Loki apretó los puños con fuerza, diciéndose a sí mismo que no tenía otra opción más que aceptar que Thor tenía razón. Decir que el animal tenía que estar muerto sí o sí, fue una condición que se le fue de las manos y se reprendió por eso, en el futuro, tendría que aprender a ser más específico con las cosas que pedía. Por otro lado, antes de que sucediera lo del búfalo, se había prometido a sí mismo que si Thor cumplía lo aceptaría y aunque en ese momento parecía prácticamente imposible, ahora no le quedaba de otra más que cumplir.
Mientras pensaba en aquello, el animal le miró con cierta ternura, Loki se echó para atrás al ver las claras intenciones de lamerle la cara. «No gracias» dijo mentalmente.
─ Muy bien, Thor, príncipe y heredero de Asgard, has cumplido con el último reto, por lo que acepto tu cortejo y acepto la promesa de un matrimonio.
Se escucharon varios aplausos entre los presentes.
Después, los padres de Thor se acercaron y su madre tocó su mejilla, aquella que estaba embarrada de sangre seca, la cual obviamente provenía de su ojo derecho el cual estaba cubierto por un trozo de su capa.
El rubio sonrió hacia sus padres y como si se tratara de una broma dijo:
─ Gignat es un poco rudo cuando se trata de pelear.
Varios nobles que se encontraban cerca incluido Loki jadearon asustados, pero Thor se apresuró a tranquilizarlos.
─ Fue cuando nos conocimos, estaba un poco enojado por vivir solo, además pensó que yo era una amenaza y me atacó, pero después nos hicimos grandes amigos, ¿no es así? ─preguntó al animal─. Una buena batalla forja las mejores amistades.
Frigga pareció no aprobar tal cosa, pero no dijo nada, continuó reconfortando a su hijo.
Era momento de ir a sus aposentos y limpiarse, curar las heridas y comenzar con las negociaciones de compromiso, pero lo último sería después, seguramente hasta el siguiente día, porque en este día se llevaría a cabo un gran banquete.
─ Lo hiciste bien, Odison. ─Hela se acercó para felicitarle.
Thor sonrió mientras se disculpaba con sus padres para hablar con ella.
─ Gracias. No lo hubiera logrado sin ti.
─ En realidad no hice nada.
─ Claro que sí, me diste esperanza, gracias a tus palabras sabía que no estaba yendo a una misión sin sentido.
Hela sonrió encogiéndose de hombros.
─ Por cierto, ¿cómo sabes de la existencia de aquel lugar?
─ ¿Tienes secretos, Thor? ─preguntó ladeando la cabeza.
El rubio asintió.
─ Bueno, yo también los tengo. ─Y con una sonrisa ladina se alejó.
Thor negó con la cabeza mientras sonreía. En ese momento el búfalo refunfuñó mientras unos cuantos gigantes lo sacaban del palacio. El espectáculo había terminado. Entonces su atención volvió a Loki, a quien buscó con el ojo que todavía le quedaba. Lo encontró al fondo del pasillo, serio y con los brazos cruzados. ¿Sería una mala decisión acercarse? Diciéndose que valía la pena correr el riesgo caminó hacia él. Loki se movió de inmediato, desapareciendo por uno de los pasillos.
─ ¡Loki! ─lo llamó cuando lo vio caminando apresuradamente. El jötunn continuó su andar sin voltear. Por ello, Thor apresuró el paso. Dispuesto a alcanzarlo lo más rápido posible, sin embargo, conforme el rubio avanzaba más rápido, Loki también lo hacía─. ¡Loki! ¡Espera! ¿Podemos hablar? ─gritó mientras apresuraba el paso. Al fin el aludido volteó a verlo, pero sólo para asegurarse que no estaba cerca. Sin embargo, al notar que, aunque Thor estaba lastimado y no avanzaba tan rápido como se esperaría del príncipe de Asgard, si que llevaba velocidad, por lo que empezó a correr sin importarle los protocolos de comportamiento.
Thor chasqueó la lengua y también comenzó a correr.
Loki dio la vuelta a un pasillo, llegando casi a sus habitaciones. Y cuando el rubio también dio la vuelta se detuvo, el jötunn también lo hizo, sorprendido por el cambio abrupto.
─ Lo siento, no quise asustarte, no volveré a hacer algo así ─dijo mientras se daba la vuelta con el propósito de buscar sus propias habitaciones.
─ ¿Qué? ─Loki preguntó sorprendido.
Thor dio media vuelta, su expresión parecía acongojada.
─ Discúlpame por correr tras de ti, no fue apropiado. No volverá a suceder. ─Se reprendió al darse cuenta que nuevamente había actuado como un cretino.
─ ¡Espera! ─se detuvo al escuchar la voz del príncipe de Jötunheim, pues al sentirse avergonzado de sí mismo había intentado huir lo más rápido posible, ya con tiempo y descanso planearía una disculpa apropiada.
Se sobresaltó al sentir la piel fría del príncipe tocar su antebrazo suavemente y levantó la mirada, sus ojos azules conectaron con los rojos del Loki.
─ No debí huir. ─No era una disculpa en sí misma, pero eso era lo que significaba.
─ Está bien, estás en tu derecho de no querer hablar conmigo, después de todo he comprendido algo importante. ─Loki frunció el ceño intrigado por las palabras del otro príncipe─. Hice las cosas al revés y me disculpo, no es justificación, pero desde que te vi me siento muy enamorado, te amo y quiero que sientas lo mismo por mí. Espero que puedas perdonarme por no preguntarte a ti primero. Y si quieres romper el compromiso no me opondré.
Thor ahora estaba sonrojado, la sangre en su rostro podría disimularla, pero la verdad es que el color era tan fuerte que no era posible. Mientras tanto Loki analizaba las palabras. No quería responder algo inadecuado, no ahora que el príncipe de Asgard se había disculpado, no cuando había decidido entregar su corazón.
─ No puedo perdonarte en este momento, pero tal vez con el tiempo lo haga.
Thor asintió de acuerdo, a pesar de que le dolía el corazón, era un hecho que Loki iba a romper el compromiso, pero era lo que tenía que hacerse.
─ E-entonces voy a limpiarme. ─Y señaló en la dirección en que se encontraban sus aposentos.
Loki asintió con una sonrisa.
─ Es verdad, apestas. ─Luego miró brevemente hacia abajo y cuando sus ojos volvieron a conectarse con los del rubio sus mejillas se colorearon de un ligero purpura.
Thor se rio e hizo amago de retirarse, pero la mano de Loki continuaba en su antebrazo. Su sonrisa se borró y permaneció expectante, echando un breve vistazo a su antebrazo antes de mirar al jötunn.
─ Lo…
El nombre quedó atrapado en su boca cuando el príncipe de Jötunheim se paró de puntitas para colocar un casto beso sobre sus labios.
Chapter 13
Notes:
Hola, disculpen por desaparecer por tanto tiempo. Tengo dos trabajos que me consumen casi todo mi día por lo que no he tenido oportunidad de continuar con esta historia, pero como dije anteriormente, poco a poco va saliendo. Por cierto, gracias por seguir aquí.
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Thor se sintió paralizado.
Sólo por unos segundos.
Sus labios reaccionaron al toque de los de Loki y con vacilación colocó las manos en los antebrazos del jötunn. Alejó su boca y le miró con una expresión preocupada.
Los ojos rojos de Loki también le miraban fijamente, pero antes de preocupación, en esa mirada había un profundo deseo. Y no, no estaba exagerando.
— Loki, ¿te sientes bien? —Soltó sus antebrazos, la usual piel fría, ahora se sentía sutilmente cálida. Y después de hacer un breve análisis, lo supo—. Estás en...
— ¡Padre! —Hela gritó mientras se acercaba corriendo a ellos.
Loki miró a su hija, después a Thor una vez más y asintió.
— Debo ir a mis aposentos.
Sin dar más explicaciones, dio media vuelta y se apresuró a llegar al lugar que lo resguardaría.
Thor permaneció observándolo hasta que desapareció detrás de las puertas de madera que delimitaban su habitación.
— Él me besó. —No supo porque le dijo tal cosa a Hela, tal vez de cierta manera ya se había encariñado con ella y le tenía confianza.
— Bueno, es algo natural, hablando de que está iniciando su rutina. Los jötnar solemos ser impulsados por nuestros instintos primarios en estos períodos.
Thor lo sabía, lo leyó en los libros que Loki amablemente le había prestado de la biblioteca del palacio, sin embargo, todavía se atrevió a preguntar.
— ¿Eso significa que no quiso hacerlo? —cuestionó sintiéndose ligeramente herido.
Hela bufó.
— Yo no estaría tan segura. —Thor iba a preguntar a qué se refería, pero ella continuó hablando—. Será mejor que te vayas a limpiar, si no asistes al banquete darás mucho de qué hablar.
Ella se retiró y él permaneció un rato más, mirando hacia la habitación de Loki, pensando en aquel beso tan esperado, pero que al final tal vez no significaba nada para Loki, inhalando con fuerza aquel sutil, pero poderoso aroma que penetraba suavemente sus fosas nasales, un aroma dulce y tranquilizante, un aroma a flores, como el de las flores silvestres de Midgard. Negando con la cabeza volvió a sus aposentos y tomó un largo y reconfortante baño.
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Sentía que un fuerte calor emanaba de sus entrañas.
Este celo, era muy inusual. Antes, las complicaciones eran las mismas, un ligero calor y dolor que se aliviaba con un poco de masturbación y baños helados, pero esta vez algo estaba ocurriendo, algo dentro se él había cambiado, pues por más que lo intentaba, no podía satisfacerse, no lograba aliviar su dolor y su ano seguía palpitando pidiendo con cada pulso ser llenado.
─ ¿Qué me sucede? ─Se preguntó en la soledad de su habitación, después de otro intento fallido de autosatisfacerse.
Lanzó el consolador de madera forrado de cuero de buey lo más lejos que pudo y gruño de frustración.
No podía usar su magia en ese estado, así que fue nuevamente a la ducha y se sumergió en la tina de agua, esperando que eso relajara su fiebre, aunque ya lo había intentado antes y tampoco había funcionado.
─ Voy a morir, voy a morir… ─repitió numerosas veces desesperado, se echó sobre las pieles de la cama y llevó la mano a su erección, acarició suavemente. Usualmente no lo hacía, pero iba a recurrir a medidas desesperadas, es decir, pensar en alguien, un conocido que le gustara.
Las pocas ocasiones que hizo pensó en algún guerrero o miembro de la corte. Se concentró en pensar en alguno que fuera de su interés, pero no le venía ninguna imagen a la cabeza.
Resopló.
Todo era culpa de Thor, el idiota no había hecho más que desestabilizar su vida desde que apareció.
Thor.
¿Por qué pensaba en él ahora?
Thor.
Lo besó en el pasillo, ¿no es así?
Si, bueno, era un tonto, pero era joven y atractivo. Además, ya había aceptado que le gustaba. Y bueno, también se había propuesto abrir su corazón si Thor lograba completar la misión. Incluso perdió un ojo por eso, así que… ¿Qué más daba?
Primero pensó en su cuerpo en general era fuerte y estaba deliciosamente bronceado. Eso debía ser por el calor de Asgard, un lugar muy diferente a suyo.
Las caricias sobre su miembro comenzaron a acelerarse mientras pensaba en esas cosas. La piel de Thor, su cuerpo magro y musculoso, su larga cabellera dorada que ataba en media coleta, no era el mejor look, pero le quedaba bien. Sus ojos azules tan intensos ─en su imaginación tenía ambos ojos─, Loki se estremecía cada vez que esos ojos se posaban sobre él.
Inconscientemente, llevó los dedos de la mano libre a su entrada y comenzó a frotar el borde, primero suavemente, luego insertó un dedo y jugueteó con su interior imaginando que Thor estaba sobre él, usando sus propios dedos para abrirlo, lenta y suavemente.
Jadeó complacido. Aquella fantasía era tan vivida, que fue más allá.
Thor sacó sus dedos gruesos y callosos por el manejo de armas pesadas para sustituirlo con su enorme pene.
─ ¡Thor! ─gritó mientras imaginaba que el rubio lo penetraba lentamente y después lo embestía con tanta fuerza que había que su cuerpo se levantara.
Era perfecto, era emocionante y cuando menos se dio cuenta su orgasmo llegó con tal fuerza que su pene liberó largos chorros de semen.
Cayó desmadejado sobre las pieles, cansado y sudoroso, tratando de recuperar la respiración.
Una vez la bruma del calor pasó se dio cuenta de lo hizo, se había autosatisfecho pensando en su ahora prometido.
─ ¡Maldición! ─Masculló.
Pero qué más daba pensar en Thor cuando ya estaba dispuesto a enamorarse de ese tonto rubio, no, lo que le preocupaba es que el rubio la iba a tener muy fácil.
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El banquete estaba en todo su esplendor, pero Thor no podía dejar de pensar en Loki. Se preguntaba si estaba sufriendo demasiado. En los libros decía que un poco de autosatisfacción ayudaba cuando no se tenía pareja, pero aun así era incómodo y doloroso.
En algún punto, sus pensamientos lo llevaron a preguntarse si él sería suficiente para satisfacer a un omega. ¿Podría engendrar hijos? Él había asegurado que sí, pero… podría ser así. Además, no quería tocar a Loki hasta que este correspondiera sus sentimientos, lo que significaba que tenía la obligación de enamorarlo antes de que el matrimonio se concretara. No obstante, aun cuando enamorara a Loki, si no lograban tener un heredero, tendría que dejarlo ir y sería obligado a tomar a Hela como su nueva compañera.
Hizo una mueca, pensar en Hela como su compañera era desagradable y no por el hecho de que ella no fuera hermosa, era porque no podía pensar en nadie más que en Loki para formar una familia.
─ ¿En qué estás pensando querido papi? ─La jötnar interrumpió su línea de pensamientos.
─ No me llames así, es desagradable ─respondió mirándola con enfado.
Ella soltó una carcajada.
─ Es divertido hacerte enfadar.
Thor resopló.
─ ¿Qué es lo que quieres?
─ Mmm… Nada en particular ─respondió fingiendo que era verdad, pero Thor ya la conocía y sabía que no era así.
─ Ya dime qué quieres, si te tardas demasiado me negaré. ─Amenazó.
─ Quiero ir a Asgard con ustedes.
El rubio frunció el ceño, desconcertado por la petición.
─ Por ahora no tenemos planeado volver a Asgard.
─ No importa, cuando vuelvan, llévenme con ustedes.
Thor echó un vistazo a los soberanos de Jötunheim.
─ Tus abuelos no estarían de acuerdo.
─ Lo estarán, te lo aseguro. ¿Entonces sí? ¿Me llevas contigo, papi Thor?
El rubio apretó los dientes con furia.
─ Te llevaré con una condición.
─ ¿Qué quieres? ─La expresión de Hela cambió a una más calculadora.
─ No me vuelvas a llamar papi Thor, ¿hecho?
─ ¡Hecho!
Su sonrisa se hizo presente repentinamente.
Thor se preguntó si fue buena idea aceptar.
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Thor se sorprendió y no escatimó en fingir que no fue así cuando vio entrar a Loki al comedor.
Sus padres lo saludaron al igual que los soberanos de Jötunheim y le preguntaron por su salud. Loki agradeció y respondió en varias ocasiones que estaba bien, que se sentía excelente y que no había problema alguno. Luego, cuando tomó su lugar en la mesa, justo frente a Thor, le dirigió una mirada tan penetrante, que el áss no supo cómo interpretar.
Su nerviosismo fue muy evidente cuando miró de reojo al jötunn y después, al querer tomar un trozo de carne, tiró su copa de vino.
— Disculpen —murmuró mientras levantaba la copa e intentaba limpiar el desastre. Un sirviente se apresuró a acercarse para limpiar en su lugar. Thor sintió que todas las miradas estaban sobre él y eso provocó que un leve rubor recorriera sus mejillas.
— ¿Thor, estás bien? —preguntó su madre discretamente.
El rubio asintió y le dirigió una sonrisa.
— Bien, ahora que ambos prometidos se encuentran presentes... —comenzó el rey Farbauti—, iniciaremos con los acuerdos de compromiso y por supuesto, la unión.
Thor levantó la mirada, la mirada de su único ojo azul cruzó con los rojos de Loki, quién rápidamente desvió la mirada.
— Me parece que entre más pronto se establezcan los acuerdos para el enlace será mejor para ambas partes. —Convino Odín.
— Entonces será esta tarde, tendremos una reunión a puerta cerrada con un concejal de confianza. —Agregó Farbauti antes de iniciar con el desayuno.
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Thor corrió para llegar hasta Loki quién al terminar el desayuno había salido apresuradamente del comedor.
El rubio no quería que estuviera enfadado con él.
— ¡Loki! —El aludido se detuvo y giró lentamente—. Gracias por esperar —dijo el rubio sonriendo—. ¿Cómo te sientes? ¿Todo está bien?
Loki estaba haciendo una mueca, tenía los brazos cruzados y parecía enfadado, y lo que Thor quería saber, es por qué.
— Estoy bien, me siento como usualmente se siente un omega al termino de su celo.
Thor asintió en signo de comprensión.
— Es verdad, siento ofenderte con mi pregunta.
Ante tal respuesta, Loki resopló, estaba actuando inapropiadamente con su prometido, solo por el hecho de que no podía pensar que el resto de su celo se la pasó autosatisfaciéndose con fantasías sobre Thor.
— No, está bien, no me ofendes. Simplemente estoy algo cansado.
— Entonces te dejaré solo...
— ¡No! No es necesario. —Interrumpió de inmediato—. Si te mantienes en silencio, puedes acompañarme. Iré a la biblioteca, quiero leer un poco.
Por supuesto, no era la actividad favorita del rubio, pero aceptó. La oportunidad de estar a solas con Loki era algo que no iba a desaprovechar.
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— Muy bien, muchos de los acuerdos se establecieron entre los soberanos, ahora solo queremos informarles y que ustedes estén de acuerdo con las decisiones tomadas.
Ya era la tarde y tal como se había acordado, se llevó a cabo la reunión. El concejal estaba hablando.
— En primer lugar, ya que Loki será un soberano importante para Asgard tendrá que formar su vida allá, por lo que, los soberanos de Asgard y Jötunheim están de acuerdo en que el príncipe se mude antes de la boda. Esto con el fin de que se vaya acostumbrando al lugar. ¿Alguna objeción?
Thor miró a Loki esperando por una respuesta, cuando el jötunn dijo que estaba de acuerdo continuaron.
— La boda, también se celebrará en Asgard, como lo dicta la ley, solo lo menciono por si queda alguna duda, los soberanos de Jötunheim viajarán a Asgard.
Y así, continuó explicando más y más detalles del acuerdo, hasta que llegó un punto en que ambos príncipes estaban aburridos y cansados.
— ¿Alguna pregunta?
Ambos prometidos negaron con la esperanza de que la reunión se terminara.
— Muy bien, aunque los soberanos Farbauti y Laufey sí tienen una.
Extrañados, se miraron entre sí mientras esperaban por la pregunta.
— Loki, príncipe de Jotumheim, ¿sientes amor por Thor?
Sorprendido, miró a sus padres quienes parecían indiferentes a la pregunta, pero de algún modo entendió que este era el final del cortejo. Era el momento, la primera y así mismo la última prueba, era su oportunidad para decir que no se había enamorado de Thor, que no deseaba tal matrimonio y todo se acabaría, sin embargo, sería una completa mentira no admitir que una parte de su corazón ya le pertenecía a ese rubio que lo miraba con desespero, que había perdido un ojo por su culpa, que incluso había estado dispuesto a morir por ello, además, se había disculpado y le había dado la oportunidad de romper el compromiso.
— Yo... —carraspeó—. He comenzado a tener sentimientos por el príncipe Thor. No es amor, por supuesto, no aquella sensación arrebatadora y torrencial, pero he comenzado a sentir algo y creo que con el tiempo puede crecer mucho más.
— Muy bien, entonces el cortejo ha terminado, se ha aceptado y los prometidos se mudarán a Asgard en la próxima temporada de abundancia, la boda se celebrará a finales de la temporada y entonces la condición que piden de engendrar un heredero se pondrá en marcha.
Todos asintieron de acuerdo.
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Loki estaba nervioso. Nunca había salido de Jötunheim y aunque siempre sintió el anhelo de conocer otros mundos, en ese momento sentía miedo. No importaba que su magia fuera la más poderosa del reino o que fuera el jötunn más astuto. No tenía idea de si esas cualidades le ayudarían a sobrevivir en un mundo donde los jötnar eran vistos como monstruos y la condición omega era vista como una debilidad.
— ¿Estás preocupado? —Laufey entró a sus habitaciones, conocía a su hijo y sabía que no estaría en las mejores condiciones.
— Siento que todo está ocurriendo demasiado rápido.
Su madre le dio la razón.
— Es normal cuando te convertirás en un soberano de un mundo como Asgard. Ellos necesitan un heredero, pero también quieren complacer a su hijo.
— ¿Crees que tendremos hijos? —Nunca se había tomado el tiempo para preguntar a sus padres qué pensaban al respecto, pero tampoco ellos lo habían mencionado.
— Creo que, si tu corazón verdaderamente pertenece al príncipe ass, los tendrán. Los omegas, específicamente los omegas cómo tú, esconden grandes secretos, muchos que tú mismo no conoces.
— Conozco todo sobre los omegas.
Su madre negó sonriendo.
— Entonces... Con tus conocimientos, no necesito darte mi opinión, solo tú sabes si tendrás un heredero en el plazo que se ha marcado.
Loki chasqueó la lengua, no dispuesto a decir más, pues su madre tenía razón.
— Te vamos a extrañar.
Loki miró a su madre y asintió con una sonrisa indicando que él también lo haría.
— Afortunadamente te llevarás a Hela y...
— ¿Qué has dicho? ¿Llevarme a Hela?
— Claro, dijo que Thor le ofreció una visita a Asgard. Ella ha querido viajar tantas veces allá que no se negó.
Loki negó con la cabeza, pensando que su hija era una gran manipuladora.
— Está bien, espero que no se meta en problemas.
— No lo hará, hablé con ella severamente y prometió comportarse. —Explicó Laufey.
— Si tú lo dices —respondió.
— Te dejo descansar, mañana será un día muy largo, el inicio de tu nueva vida.
Loki se dejó caer sobre las pieles, una vez su madre se retiró.
El inicio de su nueva vida.
Solo esperaba ser lo suficientemente astuto para sobrevivir a esa nueva vida.