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Sonic y Speed han corrido por un largo trayecto, para no ser notados por los habitantes de la ciudad, su carrera fue rodeando los límites de la ciudad. Incluso si alguien hubiera estado por los alrededores, solo hubieran sentido las dos ráfagas de viento pasar junto a ellos, ya que por su velocidad solo habían provocado en fuerte ráfaga de viento que hacía que se movieran las plantas y los árboles que se encontraban en su camino. No tardaron en llegar a la meta y como era de esperarse, padre e hijo llegaron al mismo tiempo. Eso era normal para ellos, ya que siempre terminaran empate, pero eso no les impedía divertirse.
“Bueno, definitivamente necesitábamos un poco de esto, ¿Verdad Speed?” preguntó Sonic.
“Por supuesto, extrañaba pasar tiempo contigo haciendo esto” respondió Speed dándole un abrazo a su padre, el cual fue correspondido.
Y era cierto, desde que llegaron a esta dimensión ambos tuvieron que mantener bajo perfil junto con su esposa/madre y sus amigos para no ser descubiertos por los habitantes de esta dimensión o poner en peligro a los habitantes si Eggman se daba cuenta de que estaban allí. Pero después de tanto tiempo encerrados y ocultándose se sentía bastante bien realizar su pasatiempo favorito en un tiempo de calidad padre e hijo.
“Padre, por curiosidad no podemos comprar unos chillidogs, llevamos tres meses sin comer uno desde que llegamos aquí” preguntó el erizo púrpura.
“Sabes que no podemos ir a aparecer de repente a comprar uno, pero te tengo una sorpresa, ya que en la mañana antes de que te despertaras le pedí a Gori que comprara algunos, por lo que podrás comerlos esta noche” dijo el erizo azul.
“¿De verdad? Eres el mejor papá del mundo” dijo Speed dando un salto y aterrizando en los brazos de su padre, el cual lo atrapo rápidamente. “Crees que podamos compartirlos con mamá, Flora, Alex, Locke, Pachacamac, las tías Cosmo y Tikal, los tíos Tails y Knuckles, y con la señorita Gori”.
“Por supuesto, porque no. Será más divertido comerlos juntos entre amigos”.
“Crees que a Nicole, Jerry, Koka y Hana les guste si lo llegan a probar”.
“Bueno, cuando veamos de nuevos a sus padres, les pediré que los traigan para que puedan probarlos, ¿Qué te parece?”.
“Si, eso sería genial, papá”.
“Bueno, que te parecería una segunda carrera”.
“Por supuesto, sabes que nunca rechazaría algo como eso”.
Speed saltó de los brazos de su padre y se puso en posición para comenzar la carrera. Sonic se puso en posición. Tras haber hecho la cuenta regresiva comenzaron a correr por todo el límite de la ciudad, pero ahora a la inversa.
Pero mientras ambos corrían no se dieron cuenta de que estaban siendo observados por una pequeña cámara como forma de mosca que pasaría inadvertida en frente de cualquier persona que estuviera cerca. Los estaba siguiendo para ver en qué dirección iban. Pero solo regresaban al punto de partida, y no hicieron eso una vez, sino varias veces.
Esa era otra de las muchas cámaras moscas que el Dr. Eggman había construido para vigilar a sus enemigos. Estaba tratando de averiguar en donde Sonic y Speed tenían ocultas las esmeraldas caos restantes, en todos estos días intentó localizarlas sin ningún éxito. Suponía que ellos las ocultaron en algún tipo de contenedor para evitar que las esmeraldas caos fueran rastradas fácilmente, pero si era así, entonces tendría que averiguar en donde tenían guardado ese contenedor, tal vez en su escondite. Pero para añadir algo más a las molestias de Eggman es que no parecía ser que el escondite de sus enemigos estuviera cerca de donde los dos erizos estaban haciendo su carrera. Llevaba días tratando de localizarlo, pero sin ningún éxito.
Mientras Eggman estaba vigilando a sus enemigos; Decoe, Bocoe y Bokkun estaban terminando de hacer unas reparaciones de algunas naves que encontraron cuando llegaron a esta dimensión. Eran en total ocho, de las cuales sietes de ellas eran naves de un solo piloto, mientras que el ultimo era una nave nodriza que era un portaaviones espacial, el cual en su interior tenía un espacio para almacenar las siete naves pequeñas, pero también tenía habitaciones, cocina, comedor, gimnasio, una sala de mando, y muchas cosas más interesantes.
No sabían a quién podrían pertenecer esas naves, pero parecían a algo que Eggman podría haber creado, pero no parecían venir de su dimensión, ya que todos tenían logos que nunca habían visto antes. Pero por lo menos tuvieron suerte de encontrarlas, ya que cuando llegaron a esta dimensión las naves habían aparecido en el mismo lugar en donde ellos aparecieron, ya que fue un golpe de suerte, ya que podrían servir para cualquier plan que tuvieran en un futuro próximo, y podrían ser de más ayuda para cuando localicen a donde sus enemigos llevaron la esmeralda maestra.
Un plan que tenía el Dr. Eggman para esas naves, era instalarles un sistema para poder controlarlas a distancia sin ningún piloto en sus interiores. Esas naves eran demasiado valiosas para permitir que alguien las volara, ya que siempre aparecían traidores que podrían robarlas, y Eggman no planeaba correr riesgos de ninguna manera. Si la suerte le había sonreído al ponérselas prácticamente en sus manos, no iba desaprovechar esa oportunidad. Solo tendría que encontrar el momento adecuado para usarlas y no antes o después. Pero definitivamente sus enemigos se llevarían una gran sorpresa cuando él apareciera para atacarlos.
Eggman seguía observando las carreras que estaban teniendo Sonic y Speed, en parte estaba un poco aburrido, pero en parte también estaba interesado en ver cuál de los dos sería más rápido, si se daba el caso de que Speed le ganaba a Sonic, eso significaría que con la edad Sonic perdería la capacidad de correr, y podría usar eso a su favor cualquier día, lo que significaría que se desharía de su peor enemigo de una vez por todas. Aunque por el momento y según lo que veía ese hipotético escenario sería difícil de llevarse a cabo por el momento, Sonic era igual de ágil como siempre en esos momentos.
Pero en ese momento pudo ver algo que le llamo la atención, ya que justo cuando Sonic y Speed terminaron una de sus carreras, aparecieron repentinamente en el lugar Tails y Knuckles que habían venido a buscarlos, desafortunadamente como la cámara espía no tenía audífonos para que Eggman pudiera escuchar, aun así aprovechando de que no podían ver la cámaras podía ver a donde se irían y cuál sería su escondite. Solo esperaba que la cámara no los perdiera de vista en cuando se fueran, ya que de seguro Sonic se llevaría a sus amigos y a su hijo tomándolos de las manos mientras corría para llegar más rápido, y así como lo supuso sucedió. Para su suerte, Eggman tenían más de esas cámaras moscas por toda la ciudad, por lo que vería a donde irían.
Finalmente todos se encontraron, pero no en el apartamento de Gori, si no en la fábrica abandonada que era su refugio anterior hasta hace cuatro días atrás. Al llegar, ya se encontraban allí las respectivas esposas de los chicos adultos: Amy, Cosmo, y Tikal, Y también estaban allí los niños faltantes: Flora, Alex, Locke II y Pachacamac II.
“Entonces, supongo que para que nos reuniéramos aquí sucedió algo de importancia, ¿Verdad?” preguntó Sonic.
“Si, Judy nos llamó hace media hora, no dijo que quería decirnos algo, pero quiso que fuera aquí” respondió Amy.
“Dijo que no tardaba en llegar” dijo Tikal.
“Y también dijo que vendría ella con unos acompañantes” dijo Cosmo.
“¿No les dijo quiénes eran?” preguntó Sonic.
Las tres chicas negaron con la cabeza.
“Bueno, solo tenemos que esperar un poco” dijo Tails.
“Espero que sea cierto eso de que no tardarán” dijo Knuckles.
“Bueno, no tienes que esperar más, ya estamos aquí” dijo la voz de Judy.
Todos se dieron la vuelta y se sorprendieron al ver a Judy, quien venían acompañada por viejos conocidos, ya que allí estaban Shadow y Rouge con sus tres hijos: Rutan, Silver y Jewel. Los habitantes de Mobius quedaron sorprendidos, ya que después de tres meses sin saber noticias de ellos, finalmente los habían encontrado y se podía ver que no les pasó nada a los dos erizos, a las dos murciélaga y al equidna. E incluso parecía como si los hubieran visto por última vez solamente hace unas pocas horas.
En ese momento todos los habitantes se saludaron los unos a los otros, excepto Shadow que seguía con su mirada fría y los brazos cruzados. Simplemente se limitó a mirarlos sin decir nada, lo cual no le pareció para nada extraño a los demás, pero si a Judy, ya que ella entendía porque el erizo negro era así con ellos y los demás habitantes de Zootopia, ya que eran personas que apenas acababa de conocer y que no confiaba en ellos totalmente, pero era igual con las personas de su universo, fuera de su propia familia. Judy tenía la sospecha de que Shadow pasó por algo horrible en algún punto de su vida que lo hizo comportarse así.
Mientras que los habitantes de Mobius ya estaban reunidos comenzaron a contarse todo lo que pasaron en esa realidad y lo que hicieron los últimos tres meses que han estado allí, con la excepción de Shadow que naturalmente estaba sin decir una palabra. Prácticamente todos pasaron situaciones similares. Aunque en el caso de Sonic, Amy, Tails, Cosmo, Knuckles y Tikal, con sus respectivos hijos; entendieron porque no habían encontrado a los otros, ya que no había terminado en Japón a causa del control caos, si no en Zootopia, afortunadamente como habían encontrado a algunos compañeros de trabajo de Nick y Judy, fue como pudieron llegar a Japón.
Un reencuentro que de verdad fue significativo fue el de Knuckles, Locke II y Pachacamac II cuando vieron a Rutan sano y salvo, ya que Rutan era un sobrino lejano de Knuckles, y primo lejano de Locke II y Pachacamac II, y a pesar del oscuro origen de su familia y posterior adopción por Shadow y Rouge, él todavía era unido a ellos, ya que eran parte de su familia biológica, incluso había veces los visitaba en Angel Island para pasar tiempo con ellos.
Tras eso, Shadow y Rouge les mencionaron que ya saben lo que sucedió aquí durante estos días, y que Judy con sus acompañantes ya los pusieron al tanto de lo que ocurrió en estos dos días. Pero lo que dijeron después los tomó por sorpresa a todos, incluso a sus propios hijos.
“Sonic, necesitamos que ustedes se queden con Rutan, Silver y Jewel” dijo Rouge.
“Nosotros nos tendremos que marchar, ya que buscaremos a Eggman por nuestra propia cuenta” dijo Shadow hablando por primera vez desde que entraron a esa bodega abandonada.
Sin darse cuenta toda su conversación estaba siendo presenciada por una de las cámaras moscas de Eggman. Él sabía que ellos estaban planeando al ver como el erizo negro y la murciélaga blanca, dejaron a sus tres hijos con Sonic para luego marcharse. Y eso tenía que ver con la búsqueda de él, pero nunca podría encontrarlo tomando en cuenta el lugar en donde se encontraba su base y el sistema de seguridad que tenía impedía ser localizado por cualquier satélite o radar. La única forma de detectarlo sería por medio de las esmeraldas caos que estaban en su posesión, por eso las tenía en un contenedor específico para ellas.
En ese momento se levantó de su asiento y se dirigió a las naves que sus robots estaban arreglando. Vio que estos estaban descansando eran horas de trabajo. Eggman saco de una caja de herramientas, las más pesadas que pudo encontrar y se las lanzó. Como eran robots, el golpe no fue doloroso, pero los hizo entrar en alerta al ver que su jefe estaba delante de ellos. Después de haber recibido una reprimenda por haber descansado en el trabajo, Eggman comenzó a susurrarles el plan de lo siguiente que harían y como lo llevarían a cabo. Y los amenazó con lo que les haría si fallaban en esta misión.
