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Language:
Español
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Published:
2021-06-02
Updated:
2025-07-12
Words:
321,042
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86/?
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Un Baile por El Día de los Héroes

Chapter 55: A ritmo de vals

Summary:

Marinette se trasnocha.
Marc tiene una pequeña crisis, pero tiene amigos también.
¡Fiesta en el barco! Tiempo de musica y baile.
Y Marinette tiene una razón para trasnocharse.

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

El domingo por la mañana encontró a Marinette aferrándose a un termo con su mezcla habitual de café y chocolate, después de una ronda de yoga y entrenamiento con su madre y desayuno completo con sus dos padres.

Tras la breve patrulla, posterior a la plática con Chat, la chica había vuelto a su habitación, solo para ser atacada con un golpe de inspiración.
En menos de un minuto, estaba rebuscando una tela entre su baúl, de un hermoso color verde manzana. Luego, sacó un patrón que ya tenía hecho y comenzó a cortar la tela, agregó alfileres donde se necesitaban y en poco más de una hora tenía su obra lista para bordar su firma, usando un verde levemente más oscuro y un amarillo miel para contrastar.

Un par de compresas frías para las ojeras y un toque de maquillaje después de arreglarse esa mañana, y nadie podría decir que se había desvelado.

.

Por su parte, Félix ya estaba estacionado afuera de la panadería Dupain-Cheng, y estaba a punto de llamar a Marinette para preguntarle si estaba lista para bajar o necesitaba ayuda con algo, cuando vio a Marc entrar a la panadería con paso veloz.
Claramente estaba angustiado por algo, y Félix se quedó un momento dentro del auto esperando para ver si un akuma, un sentimonstruo, o algo por el estilo que venía tras él… cuando no vio nada sospechoso, le pidió a su chofer que lo esperara y salió del auto para entrar a la panaderia tambien.

Sabine lo recibió con los restos de una risilla en sus labios. El furor del desayuno dominical ya había pasado y las bandejas de baguettes, brioches, eclairs, pan au chocolat estaban más seguramente vacías que otras. 
La mujer lo saludó amablemente y lo envió escaleras arriba, seguramente al igual que acababa de hacer con Marc.

En el apartamento encontré a Marinette sentada en una esquina del sofá, con una sonrisa dulce y ojos brillando de diversión, mientras que Marc estaba derrumbado a lo largo del resto del mueble, enterrando la cabeza en el regazo de la niña y hablando a un ritmo rapido

La chica se dio cuenta rápidamente de su presencia, y le hizo señales para que cerrara la puerta y se uniera a ellos en el sillón más pequeño que estaba a un lado del sofá.

—Por favor, dime qué las chicas sólo están llevando demasiado lejos una broma —Félix escuchó a Marc balbucear, una vez se acercó, ocupando el lugar que le habían ofrecido.

—Odio decepcionarte, Marc, pero Aurore y Mireille no están inventando ni exagerando nada —Marinette estaba decididamente tratando de ocultar su diversión y de sonar gentil y empática, mientras empezaba a peinar delicadamente el cabello negro y corto con sus dedos —aquí tienes dos testigos más. Besaste a Nath en la mejilla el viernes antes de clase —mientras decía eso, levantó la mirada hacia la de Félix y le guiñó un ojo en complicidad.

Félix tuvo que morderse los labios para no reírse.

¿Eso era todo?
Un poco de drama sobre romance adolescente.

Lo que le sorprendió de sí mismo fue que había una diversión infantil en el descubrimiento, y no una burla sardónica al respecto, ni mucho menos la indiferencia que, en cualquier otro momento de su vida, hubiera sentido.
abía algún tipo de complicidad en la situación, y eso era un sentimiento nuevo para él.

¿Era es otra consecuencia de la amistad?

En respuesta a lo dicho por Marinette, Marc volvió a su balbuceó mortificado; parecía que le hubiera dicho que lo besó en los labios en lugar de la mejilla y, de nuevo, Félix casi se ríe.

Hasta que Marc se dio cuenta que Marinette se había referido a dos testigos. Recién entonces, levantó la cabeza de sus muslos cubiertos por leggins horripilantes de color gris claro con espirales en blanco y rosa claro, y se volvió para ver que Felix se había unido a ellos.

El rubio inclinó la cabeza en saludo y las mejillas de Marc se calentaron antes de que volviera a dejar caer su cabeza en el regazo de su amiga.

Está vez, ni Marinette ni Félix podrán evitar reírse entre dientes.

—Vamos, Marc, no puede ser tan malo —Marinette arrulló dulcemente, volviendo a peinar sus cabellos rebeldes —fue solo un beso en la mejilla. Esto es París, la bise es una cosa habitual.

— ¡Esto no es lo mismo, Nettie! —gimió, está vez girando para mover la cabeza hacia el vientre de la chica y poder acurrucarse en posición fetal.

Marinette se mordió los labios, porque le empezaron a doler las mejillas por las risas y sonrisas — ¿Y por qué no es lo mismo, mon titou* ? —ella le apareció, sorprendentemente maternal.

Marc la miró desde abajo, apenas moviendo la cabeza, solo lo suficiente para que su amiga viera el puchero en sus labios —Neeeeetteeeee —se quejó.

Marinette siguió jugando con su pelo —Marc, soy yo, no me voy a burlar ni nada como eso, lo sabes —ella le seguro.

Sí había alguien que entendía los sentimientos de Marc era Marinette.
Y el pelinegro parecía recordar eso después de un momento. suspiró.

—Porque estoy enamorado de Nathaniel —susurró contra el vientre de la diseñadora, sintiendo que el calor quemaba sus mejillas y orejas.

Lo cual, no era una sorpresa para nadie en la habitación. Marinette lo sabía desde hace mucho ya Félix no le había tomado muchas interacciones para resolverlo.

Marinette le sonrió en aliento —ustedes dos son un par increíble, Marc. Se entienden tan bien, trabajan fantásticamente juntos, y se hacen tanto bien el uno al otro. 

— ¡Eso lo hace peor! ¡No quiero arruinar mi amistad con Nath! —sollozó —no lo soportaría —añadió muy bajo, envolviendo la cintura de Marinette con una mano, como si ella fuera su almohada.

En silencio, Félix envidió la cercanía. 
Se pudo soñar despierto con él recostándose en las piernas de Marinette con la misma confianza que Marc mostró.

Lo cual era muchísimo mejor para su cordura que pensar en Marinette siendo tan dulce y maternal , y en Marinette con niños, y… Sí, mejor no seguir esa tendencia de pensamientos.

— ¿Puedes decirme con honestidad que no has pensado, soñado, cuánto mejor sería si ustedes encontraran una pareja? 

El rubor intensificado en la cara del oji-esmeralda fue respuesta suficiente. Por supuesto que había imaginado y soñado con eso, una relación con Nath; demonios, incluso tenía una carpeta bajo candado con historias de sus versiones heroicas como Reverser y Mightillustrator como una pareja, teniendo citas sobre los tejados de París, besándose bajo fuegos artificiales y… otras cosas que harían a Marc dejar pálido al cabello de su amado.

—También he tenido pesadillas sobre cómo todo se va al garete porque Nath no se siente como yo —contrarrestós.

Marinette tarareó suavemente — ¿Y qué te hace pensar que Nath no siente lo mismo que tú? —compuso una sonrisa traviesa —déjame decirte, y Félix aquí no me dejó mentir, que Nathaniel pareció en la quinta nube después de que lo besaste esa mañana —Marc levantó la cabeza lo suficiente para que Félix entrara en su línea de visión. El rubio simplemente asintió —estaba sonrojado y tenía una mirada… —tarareó un 'aww' como si fuera la cosa más tierna que hubiera visto.

—Él estuvo enamorado de ti antes —argumentó débilmente.

Marinette rodó los ojos, mientras que Félix arqueaba una ceja ante la nueva información —un amor de infancia, éramos verdaderamente preadolescentes —ella respondió —y hay algo llamado 'ser bisexual', por si no lo sabías.

—Pero…

—Escúchame Marc, no te estoy diciendo que vayas y le pidas ser novios en cuanto lo veas en el barco —ella dijo, medio en broma medio en serio —he tenido suficiente de parte de Alya cómo para imponer ese tipo de presión sobre alguien más —añadió, más para sí mismo, pero fue escuchada por los dos chicos de todos modos —pero, como amiga tuya y de Nath, te ofrezco un consejo… necesitas quitarle importancia al asunto del beso o hablarlo directamente con él porque, de otro modo , va a causar tensión necesaria entre ustedes, y eso los va a lastimar a ambos —Marinette pasó sus dedos del cabello negro al hombro de Marc, dando un apretón cariñoso.

Marc desearía las palabras de su amiga. Ella tenía mucha razón, Nathaniel se volvió bastante identificando cuando Marc estaba ansioso o estresado por algo, el pelirrojo rápidamente se daría cuenta de que él estaba nervioso por asunto del beso y eso podría levantar un muro entre ellos. 
básicamente, Marc estaría haciendo algo que lo alejaría de Nathaniel: el mismo resultado que estaba intentando evitar al no pensar si quisiera en confesar sus sentimientos.

—Tienes razón, Marinette —suspiró después de un largo minuto de consideración.

La oji-azul le sonrió con suavidad, apartando su mano para permitirle sentarse por su cuenta. Una vez que lo vio más tranquilo, no pudo evitar darle una sonrisa pícara —También te sugiero, y esto quedó totalmente en tus manos, que invites a salir a Nath — eso hizo que Marc saltara en su sitio, mirándola como un ciervo ante los faros —tal vez podrías pedirle ir juntos al baile —le guiñó un ojo —considéralo, y si decide hacerlo, avísame, tengo una o dos cosas en mente que podría regalarle cuando diga que sí.

Rojo como un tomate, Marc solo atinó a balbucear — ¿N-no te r-refieres a 'si dice que s-sí'? 

Marinette se levantó del sofá de un salto, con una enorme sonrisa e inclinándose levemente hacia Marc mientras se sujetaba las manos tras la espalda —quise decir lo que dije —enfatizó cada palabra, haciendo reír a Félix entre dientes, por su actuación de niña traviesa pero inocente —apostaría mi máquina de coser a que Nath ni se lo pensará dos veces para decir que sí —un último guiño y se enderezó —como dije, es solo una sugerencia, considéralo. Mientras tanto, deberíamos irnos ya ¿Uno de ustedes puede recoger la caja de macarons que está sobre la isla de la cocina? Tengo que recoger algo de mi habitación muy rápido — preguntó, mientras subía las escaleras hacia su habitación.

Marc tomó un almohadón del sofá y enterró su cara en él. Mientras tanto, Félix cumplió con el pedido de Marinette y recogió la caja llena de dulces, que olían tremendamente bien.

Marinette salió de nuevo tan solo un minuto después, con un bolso a un lado de la cadera diferente al habitual: era más grande, tenía un tirante horrible de color rosa pálido y el bolso en sí estaba completamente forrado en tela afelpada, bordado en él había una catarina posada sobre los pétalos de una flor.

— ¿Nos vamos?

Los dos chicos la siguieron escaleras abajo, se detuvieron a despedirse de los padres de ella. Tom estaba amasando un nuevo lote de pan y Sabine preparaba una nueva cafetera. Ambos adultos les desearon una tarde agradable y pidieron que se mantuvieran a salvo, mientras despedían a su hija con besos en la frente.
Finalmente, los tres adolescentes salieron por la puerta de la panadería-pastelería y abordaron el transporte de Félix. Este último le dio a su chófer la dirección donde Luka había dejado atado en Liberty la última vez.

 


 

Cuando llegó la banda ya estaba allí, al igual que Nino, quien se había unido para trabajar juntos en las canciones que cada quien interpretaría o reproduciría, para no repetir nada. Mireille también estaba allí, al igual que Mylene.

La chica del clima fue la primera en recibirlos, se vio un poco fuera de lugar en el grupo sin nadie de su clase, así que se animó al ver a Marc ya Marinette bajar del vehículo. Gentilmente, no dijo nada cuando vio a Marc revisar el barco con la mirada, y suspirar cuando no encontró a Nathaniel a la vista, en cambio, entabló una conversación con Marinette, diciendo cómo Luka le había comentado que Marinette había hecho accesorios para la banda , para el día del baile.

Esa pequeña conversación, de hecho, hizo que los saludos resultaron pasados por alto mientras la banda se arremolinaba alrededor de Marinette, esperando ver lo que ella había hecho. 
Aurore llegó justo un tiempo para unirse a ver.

Rose y Juleka fueron las primeras:
Brazaletes en espiral para la parte alta del brazo. El de Rose era rosado y negro, daba la apariencia de enredaderas y ostentaba una flor rosada, cuyo centro era un diamante de imitación. El de Juleka era de plata, más parecido a una serpiente enroscándose, con dos perlas negras.
También tenían brazaletes con cadenas que iban conectados a un anillo. El de Juleka era un brazalete negro, grueso con una rosa morada, la cadena iba hasta un anillo para el dedo medio, con la misma flor en él. El de Rose tenía forma de hélice alrededor de la muñeca, todo cubierto de mucha pedrería brillante, cinco líneas de más pedrería se unían en un anillo en su dedo medio, donde también había una perla.

Luka tenía un brazalete con cadenas semejante a los de las chicas, de color negro, sin embargo, tenía un anillo para cada dedo, los cuales se extendían en cubiertas que simulaban garras, no muy largas ni afiladas para que no interrumpieran al tocar las cuerdas . Era todo negro reluciente con piedras aguamarinas en cada anillo y en la banda alrededor de la muñeca.
El de Iván era un brazalete esquelético, de color plateado, cuyas articulaciones iban falsas desde la muñeca hasta los anillos en los dedos.

— ¡Dios mío, Marinette! ¡Son asombrosos! —Rose exclamó, totalmente enamorada de la bisutería —mira Juleka, son tan únicos y aun así parece que combinan —la pequeña rubia colocó sus accesorios junto a los de la gótica. Las similitudes eran sutiles, pero estaban ahí.

Levemente sonrojada, Juleka balbuceó su gratitud a Marinette.

—Eso es… mucha pedrería —Félix comentó un poco más apartado, pero aun apreciando el talento de su pretendida.

—Exactamente mis pensamientos —la voz de Nathaniel siguió a la de Félix, anunciando su presencia y la de Alix con él.

Marinette se rió entre dientes, observando de reojo como Marc se tensó —es la idea. Así, cuando los reflectores caen sobre ellos, la luz rebotará en las joyas y por todas partes —Rose chilló ante la perspectiva de eso —Iván, Luka, vengan aquí. Tengo más cosas para ustedes.

Ambos chicos tienen también algún tipo de cadenas para los hombros. El de Iván tenía una cadena de collar, que soportaba una gran argolla, de la que salían dos cadenas más que iban hacia los hombros, de estás colgaban pinchos como dijes. El de Luka tenía múltiples cadenas de diferentes largos alrededor de los hombros y los brazos, todas unidas en dos gruesas argollas que se unían por otra cadena atravesando el pecho por debajo de las clavículas.

—Gracias, Marinette. Son geniales —Iván le dijo, antes de ir con su novia para examinarlos más de cerca.

Luka, en cambio, pasó un brazo sobre los hombros de Marinette —eres asombroso, nunca me cansaré de decírtelo —le sonrió —Ma-ma-marinette.

La chica se quejó en voz alta, sin embargo, se relajó en el toque de Luka — ¿Puedes tocar algo? Necesito asegurarme de que no rozan las cuerdas.

—A tu orden —dicho eso, se apartó para conseguir su guitarra eléctrica.

En cuanto Luka la soltó, Marinette se vio flanqueada por Félix y Marc. Alix, Nathaniel y Nino se acercaron a ellos.

—No sabía que estaba haciendo cosas para la banda, Marinette —Nino empezó —se vieron geniales. 

Marinette le sonrió incómodamente mientras Nathaniel y Alix llevaban a Marc en su propia conversación —gracias Nino. La música de Luka suele darme muchas ideas y trabajar con joyería se hace cada vez más divertido para mí —comentó —um, por cierto ¿Cómo les fue al final ayer con las gemelas? Vi… las Sapotis —Marinette había querido llamar a Alya sobre el asunto, pero el sentido común le rogó que no lo hiciera.

Nino se llevó una mano a la cabeza, rascándose el cabello a través de la gorra, lo cual la arrugó —uh, no fue cool. La señora Cesaire las llamó después de que Ladybug y Viperion trajeran a las niñas, y las regañó a las tres. Le dijo a Alya que no podía salir hoy.

Marinette compuso una mueca de simpatía. Justo un tiempo, Luka volvió con su guitarra y tocó algunos acordes suaves y arrulladores.
Cuando Marinette lo miró con curiosidad, Luka dijo discretamente hacia Marc, quien estaba charlando animadamente con Nathaniel y Alix, antes de confirmarle a Marinette que su accesorio no lo molestaba al tocar.

—Bueno, propongo que empecemos con la práctica —Rose llamó la atención, levantando la mano con su nuevo brazalete en puño — ¡A rockear!

Mientras los cuatro miembros de la banda se dirigían a tomar sus instrumentos separados y lugares, Marinette tomó la mano de Félix para lograr la variedad de asientos dispuestos por la cubierta, uniéndose a Aurore y Mireille en el proceso.

Mientras la música y la voz de Rose llenaban el lugar de buen ánimo, Aurore le preguntó a Marinette algunas cosas sobre las joyas. Félix agregó sus propias preguntas al respecto y la oji-azul respondió felizmente, mientras ella y Mireille se balanceaban hombro con hombro al ritmo de Caraluna.

.

Hubo una ronda de cinco canciones antes de que la banda se tomara un descanso y dejaran que Nino se hiciera cargo del equipo de sonido para poner su playlist.

Los Backstreet Boys llenaron el silencio con I want it that way mientras los miembros de la banda se unían a los espectadores para obtener opiniones y sugerencias.
Todos tienen algo bueno que decir, incluso Félix.

¡Dime por qué! — Marinette, Aurore, Marc y Alix cantaron en voz alta junto a los altoparlantes.

No es nada más que un dolor de corazón —respondieron Rose, Mireille y Nathaniel. 

Algunos se rieron.

¡Dime por qué!

- No es nada más que un error

¡Dime por qué!

Todos los que cantaban se unieron para el final — I never want you say… I want it that way

Marinette, Luka y Juleka se movieron para servir vasos de refresco y los macarons que la franco-china había traído. Ha-Ash y Juanes sonando de fondo en las siguientes dos canciones.

— ¡Oye, Nino! —Ross llamó después de un rato — ¿Tienes canciones lentas y románticas en esa lista? — preguntó sin vergüenza, en voz alta.

Nino solo se rió entre dientes —tengo novia, Rose, no se me ocurriría dejar ese tipo de canciones fuera.

— ¿Qué tienes por ahí, entonces? — preguntó esta vez Aurore.

—Sí, enséñanos —continuó Rose.

Nino empezó a mirar a través de su lista —tengo tres o cuatro aquí. Esperaba recibir alguna sugerencia también… Perfect .

Encontré un amor, para mí
Cariño, simplemente sumérgete y sigue mi ejemplo
Bueno, encontré una chica, hermosa y dulce
Oh, nunca supe que eras la persona que me esperaba.

—Oh, esa canción es tan hermosa —Rose se derritió en los brazos de Juleka, llevándose las manos al pecho, sobre su corazón. La gótica se sonrojó, pero la sostuvo inmediatamente.

—Esta se llama Aquí —muchos miraron a Nino con extrañeza —es de Disney.

— ¿De Disney? —Marinette, Marc, Aurore, Nathaniel surgió a mirarse unos a otros, tratando de ver si alguien sabía qué canción era.

—Ponla, ¿quieres? —Aurore se rió —nos está matando la duda.

Conmigo estas y el mundo se esfumó
La música al sonar nos envolvió.

Un coro de — ¡Ah! —en entendimiento llenó el barco —eso es de 'Encantada' —exclamaron la mayoría de las chicas.

Aquí, muy juntos, si contigo
voy

—De hecho, es de un baile —añadió Mylene.

La vida va, los sueños morirán
Al mío digo adiós y sin saber…

—Juleka, bailemos —Rose se levantó, tirando de Juleka al área justo frente a los instrumentos.

Que aquí tú estabas, mi sueño te encontraste
Y hoy por siempre ya sé…
Que solo quiero… tenerte aquí

Iván tomó la mano de Mylene y la llevó junto a las chicas para unirse al baile con la música de vals.

Aquí soñando con un feliz final
Creer que esto, en verdad es real
Y este sueño también nos separó
Tú allá y yo aquí.

— ¿No son adorables? —Marinette suspiró, justo al momento en que Mireille se llevó a Aurore para unirse también —los vals son tan hermosos —susurró, con los párpados a media asta.

Y cómo enfrentar la realidad
Si hoy te pierdo aquí, hoy.

— ¿Quieres unirte, mélodie? —Luka ofreció, sentándose al lado de la chica.

Marinette se mordió el labio inferior, viendo a Aurore y Mireille bailando magníficamente, como se supone que se baila un vals, en lugar de las otras parejas que simplemente se balanceaban.

—No lo sé, Luka, sabes lo torpe que puedo ser —se escaqueó, no queriendo pasar una vergüenza —tengo dos pies izquierdos.

— ¿No bailaste con Adrien en esa desastrosa fiesta de Chloé? —Alix le recordó, arqueando una ceja en su dirección.

Marinette frunció los labios en un mohín —simplemente nos balanceamos en un lugar, difícilmente puedes llamar a eso bailar.

—El vals no es tan difícil. Solo sigues los mismos tres pasos con el ritmo de la música —Félix agregó, empujando suavemente el hombro de Marinette con el suyo. Una idea dando vueltas en su cabeza.

Aquí soñando con un feliz final
Creer que esto, en verdad es real
Soñar que el sueño en los dos está
Yo aquí… yo aquí y tú allá.

—Félix, no me has visto en mis peores momentos —Marinette medio se quejó, medio bromeó.

Alix se rió —escúchala, se ha caído tropezando con sus propios pies.

—Tonterías —Félix se levantó y le tendió una mano a Marinette, mientras la canción terminaba y se cambiaba por la siguiente —te enseñaré. Ven.

Aún dudosa, Marinette accedió, tomando su mano y permitiéndole llevarla junto al resto de bailarines. Luka los miró con una sonrisa, preparando su teléfono para grabar; en algún momento, su musa lo amaría por inmortalizar este momento para ella y Félix. Alix, por su parte, los miró con las cejas casi en la línea de su cabello por la sorpresa.

Toma mi mano, respira
. Acércame y da un paso.

Félix llevó a Marinette a la posición de baile, juntando sus manos y sujetándola por encima de su cintura con la mano libre. Marinette colocó su mano en el hombro de Félix y se sonrojó sutilmente cuando la mano en su cintura la atrajo más cerca.

Mantén tus ojos fijos en los míos,
y deja que la música sea tu guía.

Félix empezó a susurrarle instrucciones al oído, asegurándose de que ella captara los tiempos de la melodía antes de empezar a dar pasos. 

Marinette estaba un poco nerviosa, y falló los dos o tres primeros pasos, incluso mirando todo el tiempo a sus pies. Félix, sin embargo, se detuvo y continuó con sus instrucciones como si nada.

¿No me prometes 
(ahora no me prometes,
que nunca olvidarás)

Uno. Dos. Tres... Uno. Dos. Three —murmuró el rubio, guiando sus pasos — look at me, Marinette —le susurró, apenas dándose cuenta de que había vuelto a su primer idioma, persuadido por la música —deja de preocuparte.

Seguiremos bailando 
(para seguir bailando) 
donde sea que vayamos.

Aún dudosa, Marinette levantó la cabeza para mirarlo. Félix estaba a escasos centímetros de apoyar su frente en la de ella. Los ojos verdes, habitualmente duros, eran lo más suave que había visto en todo el tiempo de conocerlo y, junto a la pequeña sonrisa en sus labios, le dijeron a Marinette que realmente se estaba divirtiendo al hacer esto, aunque sabía que era una compañera de baile menos que estelar.

Solo por eso, una chispa de decisión incendió su pecho. Ella podria aprender a hacer bien esto. Especialmente con él ayudándola.

Es como captar un rayo las posibilidades de encontrar a alguien como tú.
Es una en un millón, las posibilidades de sentirnos como nos sentimos.

Mientras se miraban a los ojos, y feliz seguían murmurando los pasos que iba a dar, para que Marinette pudiera igualarlos, finalmente encontraron el ritmo apropiado.
Félix dejó de contar, y Marinette siguió su paso sin problemas.

Y con cada paso juntos, seguimos mejorando.

—Voy a hacerte girar —le avisó —suelta mi hombro y déjame moverte, apóyate en un solo pie.

Los ojos de Marinette se ensancharon levemente en una breve angustia, pero hizo lo que él le perjudicó y le permitió moverla.

Entonces, ¿puedo tener este baile 
? ¿Puedo tener este baile
? ¿Puedo tener este baile?

Para su propia sorpresa, giró con el movimiento de sus manos, por encima de su cabeza, sin perder el equilibrio o marearse.

Toma mi mano, tomaré la iniciativa
Y cada giro estará a salvo conmigo.

Félix la recibió de vuelta en la posición de inicio, aunque esta vez, su mano estaba justo sobre su cintura. La sonrisa del chico se había vuelto un poco más evidente, y Marinette la reflejó, sonriendo con la emoción del momento.

No tengas miedo, miedo de caer
Sabes que te atraparé lo tiraste todo

Después de eso, consiguió girar junto con sus pasos, como si estuvieran en un verdadero salón de baile; Félix siempre cuidando no tomar mucho espacio para no chocar con las otras parejas.

—Vaya. Ustedes fueron geniales —Marc les dijo a sus compañeras de clase ya Marinette y Félix cuando todos los bailarines volvieron a los asientos.

Vals de Chayanne sonó a continuación.

—Parecía que te estabas divirtiendo, Marinette —Luka agregó, cuando Aurore le respondió a Marc con entusiasmo.

— ¡Lo hice! —la franco-china respondió, con una risilla en su tono y abanicando su rostro con ambos manos mientras se dejaba caer en su silla —jamás había bailado así. Me divertí mucho.

Félix la miró con cariño —yo también, Nette.

Después de discurrir un par de más canciones para la lista de Nino, la banda volvió a sus instrumentos para afinarlos, preparándose para otra ronda de práctica.

Cuando el último vals terminó, Jesse & Joy continuaron con Tanto. 

Tú dices que soy imposible de descifrar
Callada, reservada y temperamental
Que te encantaría que me expresara un poco más

Y hablar de sentimientos a mí no se me da —Marc empezó a cantar por lo bajo, aunque Aurore lo escuchó y se juntaron — Pero lo voy a intentar.

Sus voces llamaron la atención de Rose, sus ojos azules se iluminaron cuando tomaron el micrófono de su soporte y se acercaron a ellos para cantar juntos.

Te amo tanto
Tanto que me siento tonta
Tonta que me duela tanto cuando tú no estás .

Aurore le hizo señas a Marinette para que se uniera a ellos y, con una sonrisa, la diseñadora lo hizo — Te amo tanto… Y para que imagines cuánto… Cuenta todas las estrellas y súmale una más.

Todos ellos se turnaron cantando partes de la canción. Luka los estaba grabando con una sonrisa, especialmente cuando notó que Juleka se unió parcialmente.

Félix, por su parte, no pudo evitar ruborizarse ligeramente cuando escuchó a Marinette en la última parte.

Tanto…
Y para que imagines cuánto
Cuenta todas las estrellas,
Súmale todas mis pecas,
Y cuando creas que ya se acerca, 
súmale una más…
Y súmale una más…

 


 

Era un poco tarde para el almuerzo cuando el grupo se esfumó dar por terminada la reunión. Casi todos hicieron aviones para almorzar en lugares cercanos, pero Marinette había prometido a sus padres almorzar con ellos, así que Félix llamó a Jeeves para que los recogiera a ambos. 

—Envíame un mensaje o llámame cuando llegues a casa ¿De acuerdo? —Luka pidió, despedir un abrazo de despedida —y, si pudieras enviarme los vídeos y fotos que tomaste…

Marinette asintió cuando se separó de sus brazos —cuenta con eso. Nos vemos —presionó un rápido beso en su mejilla antes de dirigirse a la pasarela para salir del barco.

Félix le abrió la puerta de su transporte y esperó a que ella se subiera para seguirla. El rubio ni siquiera necesitó decir una dirección, Jeeves puso marcha hacia el hogar de los Dupain-Cheng.

— ¿Félix? 

El rubio la miró atentamente cuando su nombre salió en un tono ligeramente vacilante — ¿Sí? —ella ni siquiera lo estaba mirando. Rebuscaba nerviosamente algo en su bolso.

—Yo… umm —papel regalo de color canela con pequeños triángulos bancos emergió de la bolsa, entre las manos de ella —yo… hice esto para ti —cuando finalmente lo miró, Félix no supo si lo aturdió más sus palabras o su mirada.

¿Cómo podía ser ella tan hermosa?

En silencio, Félix recibió el paquete. El auto se detuvo en una pequeña línea de tráfico, así que se tomó el tiempo de retirar las pequeñas tiras de cinta adhesiva, cuidando el papel de regalo.
Una vez desenvuelto, lo saludó una bufanda de color verde manzana, ridículamente suave y perfectamente hecha, ni un solo hilo fuera de lugar.

Félix frotó sus pulgares por la tela con reverencia, no solo era realmente suave, sino que tenía un agradable aroma a suavizante de telas que en realidad olía ligeramente a manzanas. 

Sintiendo algo arrugarse bajo su tacto, Félix desdobló la bufanda para encontrar una sencilla tarjeta con la elegante letra cursiva de Marinette. Mientras la recogía, vio de reojo el bordado con su marca cerca de un extremo de la prenda. La tarjeta decía simplemente 'gracias' 

—Gracias por qué —logró preguntar, después de largos momentos de silenciosa observación.

Un poco nerviosa aún, Marinette deslizó una mano en su brazo —por escucharme, por preocuparte por mí, por decirme las cosas aún si no quiero oírlas, por tu amistad… y porque un regalo maravilloso merece otro, aunque no estoy seguro de que sea equivalente —añadió, llevando su mano libre al adorno de cuarzos en su pelo.

Al escuchar sus palabras, Félix se sintió de nuevo como esa noche en que se dio cuenta de que ella le gustaba, con la -muy agradecida- excepción de que ella no había estado en peligro, por supuesto.

Despacio, tomó la mano que estaba en su brazo y la levantó hasta su rostro, asegurándose de que ella lo mirará mientras besaba el dorso de su mano —Marinette, es magnífica y me encanta —pronunció claramente.

Sintiendo el calor quemar en sus mejillas, Marinette se cuestionó porque toda ella se sintió tan cálida. 
No es como si Chat no hubiera hecho ese gesto casi desde que salieron a ser héroes. Claro, se podía alegar que el traje mágico no dejaba sentir el tacto sobre su piel, pero había algo mucho más… especial, ahora que Félix lo hacía. Algo que no tenía tanto que ver con el tacto, y todo que ver con su tono de voz bajo y ligeramente ronco, con la forma intensa y cálida en que la miraba a los ojos, y con el corazón retumbando salvajemente en su propio pecho.

—M-me da gusto saberlo —logró responder, casi en un susurro.

— ¿Puedo abrazarte? —el aliento y los labios de Félix todavía acariciaban el dorso de su mano cuando volvió a hablar.

Estaba haciendo una locura en la temperatura corporal de Marinette, o al menos en lo que ella misma podía percibir, pero la franco-china descubrió reunir el ingenio suficiente para responder a su pregunta.

—Pensé que ya no ibas a pedir permiso para eso —ella le recordó, pensando en cómo la había casi sentada en su regazo en la biblioteca hace unos días.

Félix sonrió de lado, recién alejándose de su mano, pero sin soltarla completamente —tienes razón— y llevó su brazo libre a su alrededor, guiándola suavemente contra su pecho.

Marinette cerró los ojos y se pudo relajarse contra él. La mano que no estaba en la de Félix reposó contra el pecho masculino, motivó a Marinette el consuelo y la alegría de saber que el corazón del chico latía tan rápido como el suyo propio.

Diez minutos después, cuando el auto paró frente al hogar de la chica, Félix sintió que soltarla era lo más difícil que había tenido que hacer en mucho tiempo, incluso si ella le obsequió un beso en la mejilla antes de bajarse.

No sólo fueron otros siete y ocho minutos solitarios en el camino a su hogar temporal, sino que fue ridículamente incómodo tras darse cuenta de la mirada que Jeeves le estaba dando esporádicamente.

—Es una jovencita realmente encantadora, joven Félix. Su madre estará feliz de conocerla —comentó el hombre 'casualmente', antes de que Félix se bajara.

Félix casi quería mandarlo a callar mientras cerraba la puerta tras de sí, pero tenía mucho más autocontrol que eso, así que simplemente lo ignoró mientras se dirigía a su habitación.

Solo una semana más y, de hecho, así sería. Félix no tenía ninguna duda. Su madre ya era partidaria de Marinette y ni siquiera la había conocido en persona.

 

Extra: 

Más tarde, esa noche, Luka estaba recostado en su cama. Sass se paseaba por el lugar, asimilando un poco más de su nuevo hogar temporal. Mientras, su portador enviaba algunos mensajes a su padre.
Luka envió fotografías y vídeos de su sesión de práctica, ya que Jagged había despertado interés en estabilizar al día con los pasatiempos musicales de sus hijos.

El hombre respondió con algunos audios, elogiando la habilidad de Juleka con el bajo y dando pequeños consejos aquí y allá. Luka se dio cuenta de que estaba cuidando no parecer invasivo y tuvo que apreciar el esfuerzo.

El último audio, sin embargo, le dio al chico un pequeño escalofrío, y lo dejó con la sensación de que había hecho algo por lo que su musa no estaría precisamente contenta con él.

"No sabía que la pequeña Nette cantaba. Ella tiene algo de talento en bruto ahí" 

Luka suspiró, esperaba que sólo fuera un comentario al azar y no significara nada más.

Notes:

*Mon Titou: mi pequeño niño.

Oh benditos kwamis.
No sé por qué sentí que me estaba retrasando un montón con este cap, y sí, fueron un par de días más de lo que me gustaría, pero tampoco demasiado xD. Se supone que estaría listo para la mitad de la semana, pero me agarró un bloqueo de escritor terrible cuando me di cuenta que había perdido la lista de canciones que quería usar para el tiempo en el barco. Luego estuve mirando varios vídeos de baile, tratando de darle diálogos decentes a Félix en su escena de baile con Marinette pero personalmente no tengo mucha experiencia de baile desde hace años y sentí que me iba a quedar del culo, así que lo dejé más vago. Espero que haya sido lo suficientemente fluido para todos.
Gracias por todo su apoyo.

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