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Flash recorría su ciudad patrullando y charlando con los transeúntes de vez en cuando, hasta que recibió una señal de ayuda de la policía, parece ser que su viejo amigo Tony “Girder” Woodman estaba atracando un banco. Ya lo había puesto entre rejas antes, pero hace poco hubo una fuga masiva de la prisión de Iron Heights junto con otros criminales más problemáticos los cuales ya habían sido atrapados en su mayoría y los que quedaban eran los más inteligentes que mantenían un perfil bajo o algunos con los que hizo la vista gorda pues sabia que unos cuantos se habían reformado realmente de lo que antes fue su galería de picaros.

En cuanto a Tony, simplemente no lo vio como una gran amenaza y decidió centrarse en villanos más problemáticos como Mirror Master, quien siempre le da dolores de cabeza.

Barry ya estaba cerca del banco alcanzando a los policías en cuestión de un parpadeo, pero se encontró una escena muy extraña, The Girder estaba en el suelo retorciéndose y llorando de dolor mientras los policías parecían tener pocas dificultades para esposarlo mientras que otros miraban con preocupación la entrada de una cafetería como si debatieran de entrar o quedarse afuera.

“Agente, ¿puedo saber cómo lograron someterlo tan rápido y si podían hacerlo de antes para que llamarme?” Flash siendo la mente rápida que es pudo deducir un par de cosas, como que ellos no estaban equipados para someterlo de esa manera, pues parecía tener más que un par de huesos rotos. No lo confundas, Barry sabe que a la policía se le ha dado equipamiento para someter metas, pero Tony no es alguien tan fácil de derribar por ese tipo de armamento.

“Por mucho que mis muchachos quieran llevarse el mérito, no fuimos nosotros.” Soltó un suspiro mientras mostraba un pequeño rastro de duda antes de detallar lo que sucedió, como si no estuviera seguro de cómo explicarlo.

“Verás, el gran malo aquí ya estaba huyendo después de derribar a unos de los nuestros cuando su auto choco con alguien…”

Barry siendo el bonachón más rápido de la ciudad se preocupo ante esto y lo interrumpió antes siquiera de que el pobre oficial pudiera empezar a mover la boca para deletrear su siguiente palabra.

“¿¡Qué!?, ¡¿dónde está?! Tengo que apresurarme llevarlo al hospital si los médicos aun un han llegado.”

“Cálmate hijo, él salió completamente ileso, pero un poco molesto, por eso Girder se encuentra en ese estado.”

“¿Me estás diciendo que Girder fue derribado por un meta que estaba de paso? ¿Hay algo que puedas decirme de él?” Flash estaba asombrado, y feliz de que un nuevo meta posiblemente pudiera unirse a la siempre creciente liga de la justicia, o como mínimo, como justiciero para ayudar a las personas de la ciudad cuando él estaba fuera.

“Bueno, es un tipo muy grande, fácil de distinguir entre la multitud. Parece asiático, casi como los antiguos mongoles de los libros de historia, intimidante y sobre todo muy grande.” Empezó a enfatizarlo levantando las manos lo más que podía mientras trataba de ponerse de puntillas.

“Si lo de grande ya lo dijiste.” Barry estaba más divertido por esta declaración que molesto.

Pareciendo darse cuenta de su emoción anterior, el oficial tose un poco para romper la vergüenza que estaba sintiendo por exponerse de esa forma enfrente de su héroe.

“Verás, creo que fácilmente alcanza o supera los 3 metros. No sé qué se le metió en la cabeza a Girder para creer que era buena idea bajarse y gritarle a el hombre que literalmente aguanto la embestida de un vehículo con él dentro sin ningún rasguño.”

El oficial Davis negó con la cabeza ante el recuerdo de la escena.

“Ni siquiera vimos que lo golpeó antes de que pudiera ponerle una mano encima. El pobre bastardo ya estaba en el suelo después de volar y rodar un par de metros mientras lloraba de dolor.”

Barry se sacudió ante esto, ¿podría ser…?

“¿Un psíquico o manipulación de alguna fuerza invisible?”

El oficial Davis negó con la cabeza.

“También lo pensé, pero definitivamente fue golpeado en cuestión de un parpadeo por nuestro Gengis Kan gigante, después de lo cual precedió a quitarle un par de billetes que había robado y entro en esa cafetería.” Dijo señalando hacia donde los policías se armaban de valor para entrar.

“Hmmm… ¿Quieres que vaya a hablar con él para recuperar lo que robó de nuestro ladrón?”

“Realmente no fue mucho lo que se llevó y teniendo en cuenta que nos ahorro mucho tiempo y visitas al hospital, no me importa de dejárselo, no es como si esas codiciosas ratas que dirigen el banco se fueran a enterar, de todas formas, siempre mienten en la cantidad que les robaron. Te juro que esos chupasangres roban más que los criminales que roban bancos.”

A pesar de que Barry normalmente estaría divertido y de acuerdo con esas afirmaciones, lo que dijo el oficial lo tenía un poco aprensivo. Podría tratarse de otro velocista, realmente esperaba que ese no fuera el caso, el último velocista que encontró se unió a la creciente lista de villanos con super velocidad de Flash. Tenia la esperanza que fuera algo más como Superman por todo eso de la super resistencia.

Sin siquiera despedirse corrió a la cafetería para encontrase a todos los clientes entre asustados y curiosos viendo al pequeño gigante mongol tomando un té tranquilamente en una de las mesas. Normalmente encontraría divertido que el tamaño del hombre fuera tal que no podía acomodarse en ninguna de las sillas y simplemente estaba de rodillas como esos japoneses de las series animadas que a veces ve wally.

Se puso delante del que apodó acertadamente como Kan mientras este disfrutaba de su té con los ojos cerrados degustando el sabor como si fuera la primera vez que lo probaba. A pesar de su gran tamaño tenía otras características como la gran cicatriz recorriendo su rostro además de tener una gran coleta negra como la noche. Pero si tuviera que decir que era lo más característico del gigante, era su aura. Barry nunca ha sido un hombre de instinto, pero algo en el fondo le decía que este hombre era fuerte.

Cuando El Khan pareció estar satisfecho con la degustación abrió los ojos sin parecer sorprendido por la llegada del velocista escarlata, su rostro parecía la definición de un libro de texto de la palabra calma. Como si ni acabara de golpear a uno de los villanos más resistentes de Flash en cuestión de momentos hasta hacer llorar al antiguo bully como un niño pequeño.

“¿Disfrutando del té?”

El hombre solo asintió tranquilamente mientras daba otro sorbo.

“Bueno, lamento molestarte, pero me gustaría hablar contigo en un lugar más privado si no es mucha molestia.”

Con una voz tranquila pero profunda el hombre hablo por primera vez.

“Lo lamento, pero aún hay más bebidas que deseo probar antes de marcharme.”

“Tranquilo amigo, solo será una breve charla, seré rápido, lo prometo.” Dijo moviéndose a su lado a su característica super velocidad notando algo realmente inquietante.

El gigante de un hombre lo siguió todo el trayecto con su mirada.

Esto pareció llamar la atención del hombre.

“Iré contigo extraño, pero me gustaría algo a cambio. Una pequeña competencia de velocidad.”

Flash estaba acostumbrado a esa pregunta cuando se encontraba con otros velocistas o con Supes.

Se sintió más tranquilo cuando supo con ver al hombre que no poseía la speedforce, pero era más probable que tuviera algo parecido a las habilidades de Clark.

“Claro amigo, si me ganas yo invito a tus siguientes bebidas.”

Después de alejarse un poco de la cafetería, se posicionaron en el extremo de una calle sin trafico recta que estaba cerca.

“Las reglas son simples, el primero en llegar a ese edificio rojo gana.”

El Khan solo procedió a asentir con la cabeza antes de posicionarse.

Cuando la señal designada sonó, los dos salieron corriendo con Barry relajado mientras corría hasta que quiso mirar a su lado para ver qué tan atrás iba el gigante.

Ahora imagínate su sorpresa cuando vio que el gigante le pasaba, por un lado, sí, puede que no estuviera usando toda su velocidad en esta competencia amistosa, pero a la velocidad a la que iba no era nada que pudiera considerarse lento para los estándares de los velocistas.

Barry acelero constantemente viendo con gran asombro como el gigante de un hombre solo parecía esforzarse un poco más para alcanzarlo cada vez, al final Barry se coronó ganador a pesar de no tener una gran diferencia de distancia entre ambos. Barry no estaba corriendo a su velocidad máxima, claro, pero no es el hombre vivo más rápido sobre la tierra solo de nombre.

Cruzaron varios kilómetros en cuestión de un par de segundos y su único pensamiento fue:

“Algo tan grande no debería moverse tan rápido.”

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Algo ha estado molestando a Batman, desde hace un tiempo una serie de crímenes realizados contra las pandillas de Gotham ha causado el terror entre ellos volviéndolos más paranoicos y de gatillo fácil. Pero esa no es la parte más preocupante, no.

En un principio esto se vería como una simple guerra de pandillas causada por una nueva pandilla que quiere llegar al poder acabando con sus rivales, al menos eso es lo que creé la policía. Pero Batman sabe que eso no es cierto.

Una guerra de pandillas tendría bajas, en ambos lados, no importa que tan buena sea la otra pandilla, no con el equipamiento que las escenas parecen mostrar que tienen.
O, mejor dicho, tiene.

Batman lo sabe, alguien o algo los está cazando, está atacando los escalones más bajos de las pandillas y subiendo lentamente. Su primera suposición fue que es una venganza por la brutalidad de las escenas, pero hay algo raro con esa teoría.

La experiencia.

Alguien que hace toda esa carnicería sin dejar un solo rastro y con esa facilidad es alguien que ya lo ha hecho antes, posiblemente un mercenario. Sin embargo, las escenas del crimen muestran una gran profesionalidad al nivel de los mejores, y el los conoce a todos, incluso a los nuevos talentos en ascenso y esto no es el trabajo de ninguno de ellos.

Las cosas empeoraron cuando los super criminales empezaron a caer.

No había pasado ni dos semanas cuando cayó el primero, Riddler no es alguien fácil de rastrear cuando decide esconderse, más aún después de su último fracaso en el que falle en capturarlo por salvar a unos rehenes. Aun así, lo encontró, desmanteló su banda por completo y todavía…

“¡Tienes que ayudarme, no dejes que esa cosa me encuentre! ¡Por favor! Hare lo que quieras, pero no me dejes a su alcance.”

Esas suplicas vienen de alguien de quien nunca creí ver en este estado, el mismísimo Pingüino aterrado por la nota escrita en piel y sangre de su antiguo compañero de crimen.

“Tú sigues.”

Simple y llanamente, la parte más aterradora para él fue que esta nota la encontró al lado de su cama en refugio secreto después de los primeros ataques a su pandilla.

Lo logré localizar con un poco de esfuerzo solo para encontrarlo en un ataque de pánico. Él sabe algo más.

“Te mantendré con vida, ahora cuéntame todo lo que sepas acerca de él.”

Cuando pareció calmarse un poco, se sirvió una copa de vino con sus manos aún temblorosas.

“Es como tú, ¿sabes? Usa tácticas de miedo contra nosotros, pero tú solo eres un humano jugando a ser un monstruo, “eso” es un monstruo jugando a ser humano. Todo lo que sabemos es porque el quiere que lo sepamos, dejó a un par de matones apenas vivos, lo suficientemente cuerdos para contar lo que vieron.”

Toma un largo trago antes de continuar.

“Es grande, jodidamente gigante, del tamaño de Croc o más alto; tiene unos ojos más negros que la noche y unos colmillos comparables a King Shark; largo cabello negro y la piel pálida como un muerto.”

Es todo lo que pude sacar de descripción de un asustado Pingüino antes de ponerlo bajo custodia de la policía.

En unas instalaciones altamente vigiladas, entró, lo mutiló y salió sin que nadie lo viera.

Frustrado, reviso las escenas de los crímenes en la Batcomputadora, tratando de armar un perfil psicológico.

No es de aquí, posiblemente de origen alienígena o de otra realidad. Si fuera originario de este planeta habría registros de casos como él en algún lado, incluso si el gobierno lo hubiera querido ocultar. Está altamente versado en la tortura y tiene una brújula moral corrompida por lo que deduzco fue una carencia de una figura mentora o un mentor extremadamente desquiciado.

Con eso surgió una duda, pequeña, pero a medida que la dejaba pasar crecía con intensidad.

“¿Así seria yo si no hubiera tenido a Alfred para guiarme y hubiera seguido con la liga de las sombras?”

Dejo de lado esos pensamientos y sigo con la investigación.

De repente noto algo extraño con los patrones de las lesiones.

“Ya veo…”

Me tomo un momento de mis reflexiones y arrojo un Batarang a una sombra que no debería tener el espacio suficiente para albergar a nadie sin que él lo note, e incluso así apenas se dio cuenta.

“Incluso los mejores no son capaces de notar mi presencia hasta que ya es demasiado tarde, y aun así te las arreglaste incluso para apuntar con precisión a donde sería un punto débil de alguien de mi tamaño, estoy sinceramente impresionado.”

Puedo leer entre líneas y darme cuenta de que a pesar de que lo detuvo, aunque le hubiera dado no le hubiera afectado en lo absoluto.

Cuando me di la vuelta preparándome para una pelea me di cuenta de algo.

“Tú no eres el vigilante nocturno.”

Cabello negro, piel ligeramente pálida, ojos completamente negros y de aproximadamente 3 metros de alto.

“Tienes razón, ese titulo le pertenece a mi hermano, desde sus días en Nostramo, es curioso como su nombre lo ha seguido hasta aquí.”

La tensión en el aire era palpable hasta que Batman “bajó” la guardia.

“No viniste a atacarme, entonces ¿a qué viniste?”

“A pedirte que dejes este caso, es demasiado grande para un humano como tú, Bruce.”

No se sorprendió que supiera su nombre, está en su base secreta y alguien con medio cerebro podía sumar dos más dos.

“No es mi estilo retirarme de un caso antes de haber arrestado al criminal en cuestión.”

“Si vas solo encontraras la muerte, no somos algo que deberías enfrentar y menos acercarte a una pelea entre nosotros.”

De lo poco que llevaban hablando, Batman pudo confirmar unas de sus teorías y plantear nuevas preguntas.

“¿Qué son ustedes?”

Batman empezó con su interrogatorio, cosa que no pareció molestar al extraño en su hogar y decidió hablar con él antes de tratar de persuadirlo un poco más.

“Somos los mayores generales del imperio de la humanidad, los hijos del emperador y su más letales guerreros. Soy un primarca.”

Batman no pudo reconocer la palabra, pero eso no impidió que entendiera el peso detrás de esa sola palabra lo alcanzara.

Con cada palabra, una nueva teoría era creada y desechada por la siguiente.

“Ustedes fueron creados, ¿Cuántos son?”

Una miríada de emociones pasaron por sus ojos, algo que alguien normal se hubiera perdido, pero no Batman.

“Éramos 20, dos fueron eliminados por el bien del imperio y otros 9 se convirtieron en traidores.”

Hace una pausa mientras los recuerdos lo inundan.

“Konrad fue uno de los traidores. Uno que debería estar muerto y que me encargaré de que siga así.”

La sala se volvió a llenar de tensión.

“¿En serio? ¿Después de todo lo que ha hecho en tu ciudad te repugna la idea de que quiera matarlo? No somos de tu planeta y no tenemos porque seguir tus normas, además. Tu no tienes el poder para detenerme, por eso te pido.”

El hombre retrocede en las sombras desapareciendo de su vista y de sus sentidos antes de dejarlo con una frase retumbando en la antes tranquila Batcueva.

“Mantente alejado.”

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“Paz”

Ese fue el primer pensamiento de Angron desde que despertó. Por primera vez en milenios ya no sentía dolor y podía pensar con claridad.

Ya no había más del terrible dolor causado por los clavos del carnicero. Ya no estaba cegado por las ansias de sangre y destrucción que tenia bajo el estandarte del dios de la sangre al ser un príncipe demonio además de “su” campeón.

Pero con la claridad vino la culpa.

Culpa por todos los inocentes que destrozo por el bien de su creador que solo lo veía como una herramienta a pesar de llamarlo “hijo”. Culpa por condenar a sus hijos al mismo tormento que él sufrió por una venganza infantil contra un falso emperador que los engañó. Culpa, por todos a los que trajo muerte por un estúpido trono de cráneos.

Culpa por matar a quien consideraba su auténtico padre.

Angron no siente ira, solo una profunda tristeza. Ahora sin ninguna influencia externa en su cabeza sabe todo lo que ha hecho mal.

Aunque hay algo más, puede sentir diferentes emociones negativas que no son de él, además de que siente que poco a poco desaparecen también.

Tiene vagos recuerdos de haber sentido algo similar, aunque en mayor medida cuando estaba con los gladiadores de Nuceria, solo que perdió esa habilidad cuando le implantaron los clavos.

Mira sus manos, se ven limpias, pero el lo sabe mejor que nadie. Están llenas de sangre.

Aparta la mirada de sus manos, no soportando mirarlas. Cuando levanta la vista ve una ciudad mucho más pequeña que una ciudad colmena, pero igualmente llena de movimiento. No sabe en que mundo o sector está, pero sabe que no esta cerca de “casa” si es que podía llamarlo así. Y puede que eso sea lo mejor, alejarse de todos y todo como siempre quiso.

Solo espera que esta vez nadie lo encuentre.

“Hola grandote, ¿te molesta si me siento a tu lado?”

Una voz tranquila y amistosa sonó detrás de él. En circunstancias normales lo habría echado sin ningún miramiento, pero estaba cansado, demasiado cansado como para siquiera hacer el intento de alejar al extraño.

Sin siquiera voltear a verlo, Angron suelta un gruñido de confirmación, todavía mirando la llena de movimiento, pero tranquila ciudad.

“Tomare eso como un sí.”

La figura simplemente se sienta a su lado, haciendo evidente la gran diferencia de tamaños, no es que el recién llegado fuera pequeño para un humano normal, pero no es nada comparado a los 3 metros promedio de un primarca.

“Pareces un poco perdido.”

Angron se burla.

“He estado perdido mucho tiempo. Pero ya no.”

El hombre lo deja divagar sin cuestionarlo.

“No eres de por aquí, ¿verdad?”

Angron lo mira de reojo solo para volver la vista a la ciudad.

“¿Qué me delató?”

El hombre ahora identificado con un traje azul con rojo, una capa roja y un gran símbolo en forma de S en el centro sigue el obvio sarcasmo del primarca libre.

“Bueno, tu atuendo es bastante llamativo, estoy seguro de que no había ningún evento de gladiadores cerca.”

Angron frunce el ceño brevemente ante la palabra “gladiadores”, cosa que no pasa desapercibida para los agudos ojos del hombre de acero.

Mira su atuendo y se sorprende al ver que es su antigua traje de gladiador antes de que el Emperador lo sacara de la batalla con sus hermanos en una resistencia final contra sus esclavizadores.

“Lo siento. ¿Te traje malos recuerdos?”

Superman no se perdió la transición de emociones que pasaron rápidamente por el rostro del gigante a su lado.

“Bastante malos en realidad.”

Superman, quien en un principio estaba preocupado por lo que el gigante obviamente alienígena pudiera hacer a las afueras de su ciudad se calmó.

“Si necesitas ayuda en algo no dudes en preguntarme, aunque no lo parezca para alguien como tú, soy bastante capaz.”

Dice con orgullo el pequeño hombre de acero.

Angron solo resopla divertido, pero no de forma burlona.

“Tomare tu palabra entonces, hombrecillo.”

“Superman.”

“¿Qué?”

“Mi nombre, bueno, no realmente mi nombre, algo así como un apodo.”

“Angron.”

“Un nombre bastante único, de hecho.”

“Dijo Superman.”

“Ah, me tienes ahí.”

Después de algo que Angron nunca había experimentado, un cómodo silencio, Superman volvió a hablar.

“¿Necesitas ayuda para volver a… donde sea de dónde vengas?”

“No.”

Fue una respuesta instantánea del antiguamente conocido Ángel Rojo.

“Bien entonces, no llamaremos a tu casa. ¿Tan malas eran las cosas ahí? Si no te molesta que pregunte.”

La curiosidad de Superman era grande, pero el sabe que no debe insistir, sobre todo si es un recuerdo doloroso por la expresión de Angron.

“Del peor tipo.”

Se toma un momento para ordenar sus pensamientos, pero con su velocidad de procesamiento parece una respuesta casi instantánea desde la perspectiva de un humano normal.

“Lo único que he conocido la esclavitud y la guerra, ahora solo quiero un lugar tranquilo donde pueda pasar el resto de mis días.”

Superman frunce el ceño. Alguien capaz de eslavizar a un sujeto como Angron no sería fácil de tratar.

Clark ha tenido su cantidad justa de batallas contra grandes guerreros y sabe que el hombre a su lado no es alguien con quien pueda ir fácil, ni si quiera está seguro de ganar con todas sus extremidades intactas.

Le recuerda demasiado a Doomsday. Cosa que lo molesto desde un principio.

“Eso suena un poco solitario.”

“Es lo que merezco.”

“Vamos, no seas tan duro contigo mismo. Todos merecemos una segunda oportunidad.”

“No sabes lo que he hecho, no merezco el perdón, ni siquiera merezco esta libertad. Como mi último acto de egoísmo me aferrare a ella y me alejare de todo para no lastimar a nadie nunca más.”

No puede evitar pasar la mano por su cabeza, donde antes había tubos metálicos que entraban en su cráneo para incrustarse en sus cerebro, ahora había una larga melena roja cobriza que había olvidado que alguna vez tuvo.

“Tienes razón, no sé que hayas hecho ni me importa. Lo que sí sé es que te arrepientes profundamente de todo ello, Además.”

Angron mira al extraño hombre a los ojos.

“Puedo ver que estás sufriendo.”

Angron solo resopla.

“Hay demasiada sangre en mis manos, sangre de inocentes.”

“Entonces úsalas para ayudar.”

“Fui creado para la guerra. Crecí entre matanzas y viví una vida llena de muerte, mi creador y mi supuesto padre solo me uso para traer muerte y arrasar a sus enemigos. Solo conozco la guerra.”

“Entonces rebélate, muestrales que se equivocan, que eres más que un arma o una herramienta para traer muerte.”

Clark se pone de pie y vuela enfrente de Angron poniéndose a su altura y tendiéndole la mano hacia Angron.

“No hay mayor insulto que mostrarles que todo lo que dijeron que eras y podrías ser, es falso. Se equivocan y tú vas a demostrarlo, no por ellos, sino por ti mismo.”

Angron no puede evitar pensar en las palabras de Perturabo hace tantos milenios.

“Eres un esclavo, naciste siendo un esclavo y siempre serás un esclavo.”

De todas las cosas que le habían dicho sus hermanos, esas sin duda fueron las palabras que más le dolieron a Angron.

Porque en ese momento, sabía que tenía razón.

Pero ya no.

Por fin era libre, libre del dolor constante causado por los clavos del carnicero y libre de la influencia del caos.

Angron tomó su mano y se puso de pie.

Ya no se veía el gigantesco berserker esclavizado y lleno de furia. Ahora solo se veía la imagen de lo que Kharn alguna vez vio en su padre genético. Un rey imponente y sabio.

Ante esta vista incluso Superman se quedó momentáneamente estupefacto.

“Tengo unos amigos que pueden ayudarte a conseguir un lugar donde quedarte, solemos ayudar a las personas que lo necesitan. ¿Tal vez te puede interesar ayudarnos con eso?”

“Lo pensaré.” Responde con sinceridad, realmente ya no quiere pelear. Al menos ya no quiere ser un verdugo y la oferta no parece ir en esa dirección.

“Me alegraría mucho tenerte con nosotros.”

Superman es todo sonrisas hasta que recuerda algo que le hace poner una mueca.

“Una pequeña cosa… Veras, uno de mis amigos puede llegar a ser un poco paranoico, espero no te lo tomes a mal, así es con todos. Solo dale algo de tiempo, te acostumbraras.”

Ahora Angron no está seguro si realmente se asociara con esté extrañamente vestido humano volador.

Lo que si sabe es que finalmente es libre de elegir lo que quiere hacer.

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Raven está cansada, lleva días corriendo sin apenas dormir o comer algo decente y aun así sus perseguidores no paran de pisarle los talones, esta vez los secuaces de su padre son más persistentes que nunca.

Normalmente solo son un par de cultistas locos que son engañados con promesas de poder, dinero o mujeres.

Hoy no es el caso.

Su padre cansado de tantos fracasos decidió enviar algunos demonios a su servicio para cumplir con su mando de una vez. Raven teme que pueda lograrlo está vez, por eso estaba camino a Salem antes de ser encontrada por los demonios.

Ahora mismo se oculta en las alcantarillas, exhausta y hambrienta, pero lo suficientemente alerta para escuchar los pasos de alguien que se acerca.

"Me están encontrando cada vez más rápido." Murmuró para sí misma, preparándose para la batalla cuando la gran figura habló.

"Este lugar es adecuado para jovencitas, no te ves muy bien pequeña. ¿Necesitas ayuda?" Sin saber porqué, Raven bajo la guardia, la simple voz de esta persona le traía una gran cantidad de seguridad y calidez, su misma aura parecía irradiar bondad y amor tan palpable que incluso alguien que no fuera una empática como ella lo podría sentir.

Estos sentimientos solo parecían hacerse más fuertes cuando veía al ser... ¿persona? Que tenía enfrente, un hombre rubio de largos cabellos, ojos rojo sangre en medio de un rostro imposiblemente hermoso, pero raven no se fijo casi en nada de eso, no. Su visión quedó atrapada en lo que estaba a su espalda.

Alas.

Alas tan blancas y puras que parecen eliminar toda la suciedad a su alrededor, solo había una palabra para describir a la persona enfrente de ella.

Sagrado.

Después de salir de su pequeño trance se dio cuenta de algo, un ángel literalmente estaba enfrente de ella, el engendro de Trigon. Solo podría haber un motivo del porqué este ser divino se mostraba enfrente de ella, y a juzgar por la cantidad de poder que podía sentir de él es obvio que no podría oponer ninguna resistencia ni siquiera con los secuaces más poderosos de su padre ayudándola.

Y aún así no podía sentir ningún tipo de malicia dirigida hacia ella.

Raven no pudo evitar preguntarse si era algún tipo de engaño, ¿realmente un ser que parecía encarnar la pureza no sentía ningún asco hacia ella quien se consideraba una abominación?

El pánico, el cansancio, el hambre y la sensación de seguridad emanada del ángel fue demasiado para Raven, no pudo evitar más que caer de cansancio a pesar de luchar con todas sus fuerzas para no quedarse dormía. Lo último que vio fue como el ángel la agarraba gentilmente antes de chocar contra el suelo...

***

Constantine no era un campista feliz.

Ha estado semanas siguiendo la pista de la hija de Trigon por todos lados para acabar de vuelta en Salem, las alcantarillas para ser específico.

Ha luchado contra un par de cultistas locos en su camino a la chica, pero le preocupa que está encontrando rastros de demonios mientras más se acerca.

Había pensado en pedir la ayuda de Zatana ya que está en Salem, pero después de su última pelea ni siquiera le contesta las llamadas.

Por suerte tiene a su siempre confiable y leal amigo medio demonio inmortal maldecido por Merlin.

Jason Blood.

"No me gusta esto."

Siempre tan optimista.

"¿Los demonios, la secta, las alcantarillas o el plan B para que no tengan a la niña?"

"Ninguno, en primer lugar estos no son tus demonios carne de cañón de siempre, Trigon parece tener prisa, envío a varios de sus demonios más poderosos. Deberíamos avisarle a la liga, esto está fuera de nuestra liga incluso si logramos escapar con la niña."

"Lo haría, pero después de mi última misión con ellos Batman no está muy feliz conmigo que digamos."

"Estoy seguro que dejaría sus diferencias de lado si llega a saber que un dios demonio literal planea entrar en nuestra dimensión a través de un ritual que requiere múltiples sacrificios humanos. Además. ¿¡Hay alguien a quien no hayas hecho enojar en este maldito plano!?"

"Eso es... bueno tengo un par que... no, olvidé lo que le pasó a su hermana." Constantine se rasca la cabeza para después soltar un largo suspiro.

"Debería haber pedido refuerzos."

"Ya es tarde para lamentarse, están aquí."

Seguido de sus palabras pudieron escuchar sonidos de batalla no muy lejos de ellos así que corrieron preparándose para la batalla a la fuente de los ruidos. Constantine con hechizos preparados y artefactos mágicos ridículamente poderosos que "tomó prestados" para estas situaciones, mientras que Jason llamó a su contraparte Etrigan con espada en mano listos para lo que sabían que sería una dura batalla.

Solo para congelarse ante la visión que tenían enfrente.

Pedazos de demonio esparcidos por todas partes mientras que el último que quedaba está siendo atravesado por una lanza empuñada por un hombre alado gigante.

"¡Engendro!" Gritó el demonio empalado.

"¡Tú no deberías estar aquí, El Dorado no tiene derecho sobre este plano!"

"Al igual que tú, daemon, vuelve al agujero del que saliste y nunca más te atrevas a volver o te daré caza a ti y a todos los tuyos." La furia era evidente en el bello rostro del alado.

"¿¡Te atreves!? ¡El gran Trigon te desplumaría como un pollo!"

"¡Ja, que venga entonces a ver si es verdad! Oh... cierto, lo olvidé. No puede entrar a este plano." Dijo con una sonrisa de burla para después dividir al campeón de Trigon con un movimiento de su lanza antes de que pudiera replicar ante el insulto.

Etrigan, quien es un demonio de renombre entre los suyos sintió un escalofrío recorrerle la espalda cuando el ángel volteo a verlo.

Lo último que Jason Blood supo es que estaba mirando sus propias manos sin ningún rastro de Etrigan.

"Eh... ¿somos los buenos?" Alcanzó a decir locuazmente Constantine mientras levantaba las manos en señal de rendición, todavía con objetos mágicos sumamente poderosos cerca de él por si las cosas se tuercen. Le rezaría a cualquier deidad para que eso no pasara, pero sabe bien que incluso entre ellos tiene algunos que buscan su cabeza.

"Sanguinius, por favor. No detectó malas intenciones de ellos... En su mayoría." Dijo la niña al ángel que parecía una encarnación de un dios de la guerra para que bajara su amenazadora lanza.

"Gracias niña, verás, somos representantes del lado mágico de la liga de la justicia y sabíamos que unos cultistas buscaban a la chica para usarla en sus rituales." Un poco de verdades a medias e incluso los empáticos como ella no podrían distinguir sus verdaderas intenciones. Aunque deshacerse de ella ahora con su nuevo ángel guardián podría ser una tarea digna del mismísimo superman, no es como si los esbirros de Trigon pudieran ponerle las manos encima pronto.

Pero eso los deja con una nueva preocupación.

"¿Qué eres exactamente?" Un Constantine curioso se acercó al supuesto ángel para verlo más de cerca y tratar de entender la energía que sentía de él.

"Claramente no eres un ángel por muy parecido que seas. He tenido mi dosis de intimidad con ellos así que estoy seguro de poder distinguirlos." Además de que su energía mágica es mucho más aterradora que la reina de los ángeles.

"John, no es el momento de ofender a seres que pueden borrarnos… Otra vez."

Sin saberlo Jason rompió las tensiones en la sala haciendo que el falso ángel se riera, Constantine debe decir que es fácilmente uno de los seres más bellos que ha visto, y eso para alguien sin estándares es mucho decir.

"No me ofendo solo por eso." Les sonrió el anteriormente identificado como Sanguinius.

"¿Me creerías si te dijera que soy solo un humano?"

Si la mirada muerta que le dieron todos en la sala fuera un indicador de su respuesta, es obvio que es un gran y rotundo no.

"Claro, y yo soy Batman."

Sanguinius solo alcanzó a mermar algo muy bajo para sí mismo.

"Esto le solía funcionar a padre..."

"¿Sabes qué? Hablemos en mi casa, no soportare estar un minuto más aquí además de la posibilidad de ser atacado nuevamente por demonios no es algo que me guste, al menos de esta forma de "ataque".

Ignorando sabiamente el último comentario de Constantine Jason habló nuevamente.

"Disculpen la falta de modales de mi socio. Mi nombre es Jason Blood y el Sr. Patán es John Constantine." Solo se pudo escuchar una queja de Constantine por lo bajo por ser llamado socio y no amigo.

"Un placer, mi nombre como habrán escuchado es Sanguinius y ella es..." Hizo una señal apuntando a la chica para que se presentará.

"Raven." Dijo tímidamente.

"Bueno, odio estar de acuerdo con John pero si preferiría moverme de este lugar. ¿Nos acompañarán para poder hablar un poco más de la situación?.

"Claro, no hay problema, dirige el camino."

Y así el extraño grupo de seres mágicos salió de las alcantarillas.

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Bruce casi nunca pide ayuda, sobre todo si son asuntos relacionados a Gotham, así que cuando llamó a todos los que estuvieran disponibles dentro de las ciudades vecinas los tomó a todos por sorpresa. Esto era algo más grande de lo que Batman solo podía manejar.

Dick Grayson, Jason Todd, Tim Drake, Bárbara Gordon, Kate Kane, Cassandra Cain, Stephenie Brown e incluso Damian Wayne estaban todos presentes en la Bat-cueva.

Jason quien estaba fuera de la ciudad y llegó lo más rápido que pudo fue el último en entrar en la sala de conferencias de Batman, es decir, la mesa enfrente de la Bat-computadora.

"Mierda, realmente están todos aquí." Dijo mientras se acercaba a Dick.

"¿Alguna idea a que nos enfrentamos?"

"¿A parte de un asesino de súper villanos? Ni idea. Bruce estaba esperando a que estuvieran todos presentes para empezar a explicar."

Girándose hacia su mentor y figura paterna, no es como si alguna vez fuera a admitirlo en voz alta, vio a Bruce revisando rápidamente su comunicador de la liga mientras fruncía el ceño.

"Voy a explicar todo lo que sé al respecto."

Procedió a mostrar en el monitor las imágenes de varios infames villanos tachados en rojo con sus imágenes en blanco y negro. Era obvio lo que implicaba.

"En tan solo 3 semanas un nuevo residente llegó a Gotham sin ser visto por nada ni nadie, la primera vez que se le avistó ya era demasiado tarde para el primer villano que encontró, también su primera víctima conocida." Una imagen del Profesor Pyg en peor estado que sus propios experimentos fue mostrada en el monitor, lo que le revolvió el estómago a los que no estaban preparados, incluso los jóvenes asesinos sintieron náuseas.

Jason, a pesar del asco que sentía por la escena, puede decir sin ningún ápice de arrepentimiento que obtuvo lo que se merece. Si tan solo el Joker estuviera en esa lista… una lástima que el cobarde llevaba más de un mes desaparecido. Como si se hubiera olido lo que iba a ocurrir antes de que pasara…

Lo cual no es completamente imposible, se lo mencionará a Batman después si es que el caballero oscuro no lo había notado todavía. Posiblemente Tim ya se había dado cuenta si su rostro complentativo fuera una pista.

"Sabemos que es un asesinato altamente experto en la infiltración y la tortura, se asegura que sus víctimas sufran lo más posible antes de que mueran por el shock. Las escenas del crimen muestran que claramente quería que fueran descubiertas, busca mandar un mensaje."

Durante su explicación fue mostrando diferentes imágenes de escenas de crimen. Hubo una que llamó la atención de Tim.

"¿Qué hace con toda la piel que les arranca?"

"No estamos seguros que hace con la mayoría, pero para el resto hace esto." Dejó lo que parecía una nota escrita en cuero, obviamente piel humana.

"Es eso… ¿latín?" Preguntó Kate.

"No, parece latín pero tiene demasiadas discrepancias. Parece una variante derivada del mismo, pero no una que conozcamos." Barbara dio su rápido análisis.

"Estas en lo correcto, no sabemos como se llama esta lengua pero sí podemos hacernos una idea de lo que dice."

"El juez, jurado y verdugo juzgará esta ciudad, que todos sus pecadores perezcan al igual que en mi mundo sin luz, ¿Nostramo?" Tradujo Demian.

"Asumo que es el nombre de su planeta natal."

"¿Es de origen extraterrestre?" Se sorprendió Dick

"Más o menos."

"¿A qué te refieres?"

"No es de esta dimensión, según los datos amablemente entregados por su hermano."

"Espera, ¿qué?"

Bruce procedió a mostrar un video de la Batcueva.

En el video se ve a Bruce mirando un expediente en el monitor cuando de repente lanza un Batarang a la nada, solo para que todos vieran cómo se detiene cuando entra en contacto con las sombras.

De ellas emerge un gigante en armadura negra, con cabello aún más oscuro.

"Se identificó a sí mismo como Corvus Corax, primarca y hermano de Konrad Curze, nuestro asesino de villanos."

Rápidamente Kate saltó a preguntar.

"¿Qué tan confiable es su información y que quería?"

"No estoy seguro de la veracidad de la información, pero es claro que no me contó todo. Además de que su objetivo era mantenernos alejados lo más posible de Konrad mientras él se hacía cargo ya que en sus palabras estaba más allá de nosotros."

Estas palabras no sentaron bien a ninguno en la sala, pero lo que dijo a continuación fue todavía peor.

"Y tiene razón."

Decir que Jason estaba sorprendido era quedarse corto, ¿Batman admitiendo que no tenía las capacidades de hacer frente a un enemigo? Eso era nuevo.

"¿Tiene algo que ver con su título o raza?" Dedujo como siempre Tim. A lo que Batman asintió.

Dick al darse cuenta de que pasó eso por alto formuló la pregunta que tenían todos en su mente.

"¿Qué es un primarca?"

"Un primarca son los generales supremos de una entidad conocida como El Emperador de la Humanidad, con poderes cuasi divinos, mas inteligentes, más fuertes, más habilidosos y más resistentes que un humano por mucho. Líderes creados para conquistar la galaxia en bajo una sola bandera."

El sonido de los pasos acercándose tomó por sorpresa a Tim y otros pocos que estaban demasiado metidos en la conversación.

Quien respondió la pregunta no fue otra que Wonder Woman, la princesa Diana seguida por Artemis y Donna. Al notar la mirada de Jason sobre ella, Artemis le guiña un ojo haciendo que aparte la mirada.

Mientras esto ocurría, Diana siguió explicando sin querer interferir en la vida amorosa de su compañera.

"Eso sin tener en cuenta de que son hijos directos del que posiblemente sea el humano más poderoso que jamás haya existido, son máquinas hechas para la guerra."

La mente rápida de Tim hizo una pregunta que causó escalofríos en la espalda de la mayoría de la sala.

"¿Cuántos… ¿Cuántos son?"

"20."

Antes de que la implicación de esas palabras pudiera asentarse, Diana continuó.

"Además de dirigir cada uno a sus respectivas legiones con cientos de miles de soldados modificados genéticamente para acercarse en poder a los primarcas además de máquinas de guerra para conquistar mundos en tiempo record. Las llamadas legiones astartes. Por suerte para todos, solo tenemos registros de estos primarcas en el mundo."

"¿Reveló todo eso para asustarnos a realmente crees que tengan todo ese poder? ¿No es posible que sea una estratagema del supuesto Corvus para que no nos metamos en sus asuntos?"

"Por mucho que quiera estar de acuerdo contigo Demian, esa información no vino de Corvus."

Las miradas primero se dirigieron a Batman, antes de volver a Diana. Sólo para que se encogiera de hombros descargándolo como algo menor.

"Tuve un encuentro con otro primarca, el cual ya fue neutralizado. Él me dio toda esa información."

Varios miembros de la Bat-familia no estaban del todo contentos con que los dejaran en la oscuridad respecto a esta clase de información, y por el rostro de Batman, él tampoco.

"Centrémonos en lo importante."

Procedió a mostrar un mapa de Gotham con varias áreas marcadas.

"Están son las posibles áreas donde puede estar escondiéndose Konrad Curze, irán en grupos grandes donde las posibilidades de una emboscada no les cause pérdidas antes de que lleguen refuerzos. Los que no quieran participar en esta operación no están obligados, entiendo completamente el riesgo de esta misión y no les voy a pedir que entren a una misión suicida."

La habitación se quedó en silencio antes de que las miradas resueltas fueran apuntadas a Batman. Nadie se echó para atrás.

**********

Las patrullas se habían dividido en pequeños grupos con la fuerza de ataque suficiente para que en caso de encontrarse con cualquiera de los primarcas, tuvieran tiempo de llegar los refuerzos. Siendo las únicas excepciones Bruce y Diana quienes iban por su cuenta para cubrir más terreno.

En el grupo de Jason se encontraba la pequeña bola de odio el cual ya no era tan odioso como al principio; y Artemis, con quien mantenía una relación en secreto de los demás. Aunque conociendo lo entrometidos que son algunos, estaba seguro que la Batfamilia ya estaba enterada a causa de Bruce o Tim, alias entrometido 1 y 2.

Pero no hubo tiempo para eso ahora, la misión era demasiado peligrosa como para relajarse una vez dentro de la posible zona de residencia de Konrad.

“Los estaba esperando.”

Tacha eso, la residencia de Konrad.

Todos se tensaron ante su presencia, no lo habían notado hasta ahora, pero una vez que se reveló un aura opresiva se apoderó de todos, de no ser por la fuerza de voluntadad de todos los presentes es muy posible que hubieran caído de rodillas.

“De todos los alumnos de batman ustedes son los que si están dispuestos a matar, ustedes son diferentes, son como yo.”

“No son nada como tú.” Escupió Bruce apareciendo de la nada como es costumbre de él.

“Llegas antes de lo que había previsto.” Casi susurro el acechante nocturno.

“Aunque no estoy de acuerdo con sus métodos, ninguno de ellos ha matado a un inocente, al contrario que tú.”

“Nadie es inocente, hay oscuridad en todos.”

“No te equivocas, nadie es blanco o negro, pero definitivamente hay una línea divisoria entre los que cometen crímenes por placer y los que no tenían otra opción para sobrevivir.”

Batman le lanzó su mirada fulminante patentada.

“Todos son iguales, dales la oportunidad y el poder los corrompera.”

“Te equivocas, definitivamente hay personas así pero hay muchas más que usarían ese poder por el bien de los demás.”

“Tonterías sin sentido, todos somos monstruos, todos somos iguales, solo yo soy lo suficientemente valiente para admitirlo, soy irredimible.”

Batman captó más en las palabras de Konrad de lo que deja ver.

“No, todos los que conociste no pudieron ser monstruos, tú te negaste a verlos de otra manera. Te encerrarte en la idea de que todos son monstruos o malvados porque eso es todo lo que podías ver.”

“¡Te equivocas!” Rugió Konrad haciendo temblar a todos menos a Batman, quien se mantuvo mirándolo directamente, retandolo con la mirada.

“¡Los busqué! ¡Los probé y todos fallaron! Ni si quiera mi padre pasó mi juicio.”

“Tu padre esta lejos de ser justo y puro, es un tirano, un asesino y un déspota dispuesto a sacrificar mundos enteros por absurdo objetivo. Jamás seria una persona digna de admirar ni un ejemplo a seguir.”

Konrad se lanzó hacia batman atacándolo con sus garras, mientras este lo paraba con su pesada armadura.

“Insultar al emperador es un crimen, por muy ciertas que sean tus palabras.”

Intento lanzar un corte al cuello de Batman solo para ser interrumpido por un disparo preciso a su articulación y un golpe en el plexo por parte de la amazona, aprovechando el golpe para retroceder y tomar distancia, algo que Batman no le iba a permitir.

Chocando golpes, continuaron su conversación.

“Tienes razón, si el emperador puede perdonar mis crímenes, no es digno de ejercer la ley.”

Golpes y disparos resonaron por todo el almacén abandonado, pero los más atentos podrían escuchar unas colisiones que no venían desde dentro del almacén, sino desde fuera.

Hasta que una figura atravesó la pared de ladrillos rodando y cubierta de cortes. Su bello cabello negro desordenado y su bello rostro con un corte en la mejilla.

La figura no era otra que Corvus Corax.

Siguiendo de cerca la figura de Corax, entró una Wonder Woman con una armadura dorada resplandeciente y una espada divina en la mano.

“Ese estilo de espada, ¿donde lo aprendiste?” La furia de Corvus era palpable.

“No tengo por qué decirte nada, márchate antes de que acabes peor de lo que ya estás.”

“Si ocultas a ese monstruo no puedo dejarte con vida.” Escupió Corvus.

“El monstruo que conociste ya no existe, yo misma acabé con él y tome sus técnicas por comodidad.”

Corvus no pudo detectar mentiras en sus palabras. La persona enfrente de él no era alguien común, aparte de detectarlo de alguna manera sorteando sus habilidades psíquicas, su fuerza estaba a la par con los primarcas más poderosos. Además, Corvus nunca se consideró uno de los más fuertes, pero si uno de los más hábiles pudiendo sortear la diferencia de fuerza con facilidad.

Y aún así la guerrera enfrente de él no sólo era superior a él físicamente, sino que también tenía una habilidad asombrosa con la espada.

A pesar de que tenía a Konrad al alcance de la mano, no pudo matarlo por la interferencia de esta guerrera, pero si ella también fuera a detener a Konrad podría retirarse sin miedo a que Konrad escape.

Tratándose su orgullo, Corvus no tuvo más remedio que retirarse por el momento, no sin antes lanzarles una mirada sucia a todos los presentes.

Por otro lado, el enfrentamiento entre los miembros de la Bat-familia y la guerrera amazona seguía en curso.

“¡SOY ABOMINABLE! ¡Yo debería haber muerto! ¡Ese fue mi destino y así se cumplió!” La rabia y el resentimiento era obvio en su voz.

“¿¡Entonces por qué he vuelto!? ¿¡Es acaso un castigo!? ¿Cazar eternamente a los malvados? ¡Para Konrad Curze es un regalo, para mí es un castigo!”

La tristeza y la desesperación que Bruce pudo ver en sus ojos hizo que el corazón del caballero de la noche se apretara.

“¡Si crees que la muerte es la forma en la que debiste expiar tus crímenes entonces estás muy equivocado! ¿Quieres un castigo? Muy bien, para este caso haré de juez, jurado y verdugo.” La expresión de Batman se oscureció mientras seguía intercambiando golpes, su armadura estaba diseñada para pelear con seres al nivel de superman y ya estaba demasiado dañada. No aguantaría mucho más.

“Konrad Curze, te condenó a ayudar a los necesitados, a usar tu fuerza y tus habilidades para atrapar a los corruptos sin matar a nadie.”

“Puede ser un castigo para Konrad, pero tu no eres Konrad ¿verdad?” El shock causó que el acechante nocturno se quedará paralizado antes de recibir un golpe contundente en el rostro por parte de la pesada armadura del murciélago.

“Tú… ¿cómo?”

“El acechante nocturno fue tu nombre, el nombre de alguien que creía en la justicia pero que no tenía los medios para aplicarla correctamente por los errores de un creador inepto.”

Otro golpe al estómago del primarca.

“Pero entonces él llegó, te dio otra identidad, un carnicero que disfruta la matanza y solo mata a sus opositores, no había justicia, lo despreciabas.”

Una patada que rompió la dañada armadura por la parte de la pierna golpeó a Konrad en el pecho estrellándose contra la pared.

“Tú puedes ver el futuro.” No había rastro de dudas, fue una afirmación contundente.

“Te viste fallando una y otra vez, convirtiéndote en un monstruo y cediendo a él.”

“El futuro es inamovible, no puedo cambiarlo. ¡No puedes cambiarlo!”

“¡Te equivocas! Ya me he enfrentado a futuros predestinados y supuestamente inamovibles, ¡nada está escrito en piedra!”

“¡No, no, no! Yo traté, traté de mil y un modos y siempre que creí cambiar el futuro terminaba pasando o sucedía algo peor. Me vi, me viniendo el monstruo en el que me convertí, me vi siendo un traidor, vi como mi mundo ardía en las manos de un criminal porque lo perdonaría. Me clavo un puñal en el pecho y todos le perdieron el miedo al acechante nocturno. Lo maté y todavía vi a mi mundo caer en la peor de las decadencias.”

Batman saca un batarang y se lo avienta al pecho con todas sus fuerzas solo para que rebote inútilmente.

“Fuiste engañado.”

La comprensión llegó a Konrad, su visión, ¿fue falsa? ¿Realmente vio el futuro? Pero, ¿quién sería capaz de engañarlo? ¿El Emperador? No…

“Las entidades de la disformidad…” Susurró lo suficientemente fuerte para que Batman lo captará.

Batman asintió en comprensión, como si realmente supiera a qué se refería el acechante nocturno, observó el apenas consciente Jason, quien había tenido la suerte de ser el menos golpeado al ser un peleador de rango.

“Fui manipulado… encaminado en un guión escrito por esos seres para su diversión… Pero, ¿entonces realmente no podía cambiar nada solamente por la intervención de algo más allá de mi comprensión?”

“De las veces que trataste de cambiar el futuro, ¿Cuántas veces contaste con la ayuda de los demás para tratar de cambiar el ‘destino’?”

Konrad se quedó en silencio.

“Tienes razón en que no mereces el perdón, no todavía. No antes de que pagues por todos tus crímenes.”

“¿Ayudando a los demás?”

Batman asintió.

“¿Realmente seré digno del perdón si ayudo a las personas? Usando tus métodos y no los míos imagino.”

Batman volvió a asentir, esta vez con una sonrisa en su rostro cansado.

“¿Me enseñarias?”

Batman pudo verlo, un niño asustado y solitario, sin nadie que lo guiará por el camino correcto, en un mundo lleno de monstruos, convirtiéndose en uno para sobrevivir. Tendiéndole la mano, el acechante nocturno la toma.

Comenzando su nueva vida, da sus primeros pasos para convertirse en un héroe, el héroe en las sombras que una galaxia destrozada busca con tanta fervor.

Chapter Text

“Algo está mal”

Ese fue el primer pensamiento de Slade cuando llegó a la zona designada para su misión. Su objetivo son unos experimentos de Lex bajo el mando de Savage que escaparon, lo que nadie decidió avisarle es que los experimentos de Lex para acabar con el hombre de acero lo llevó a crear híbridos con demonios literales.

La locura de ese hombre solo es superada por su inteligencia y ambos por su ego.

Cualquier otra persona fallaría en intentar algo así, pero en basé a la destrucción que veía por todo el laboratorio, fueron un éxito.

Algunas de sus criaturas se salieron de control y escaparon. Había restos de científicos y lo que parece ser algún culto esparcidos por toda la habitación, además de símbolos religiosos en lo que de otra forma sería un laboratorio normal.

Supuestamente debían encontrar las armas que usarán para someterlos dentro de las instalaciones, pero viéndolas destrozadas y con dardos tranquilizadores disparados por todo el lugar completamente vacíos y rodeados de cadáveres, se da cuenta de que no son tan efectivos como a Lex le gustaría creer.

Por suerte trae consigo sus viejas y efectivas armas. Si le dan un trabajo de cacería sin la información completa entonces no pueden quejarse si la presa llega muerta, no es su culpa que haya tenido que usar medios más contendientes para llevarles la presa.

—¿Cómo procederemos? — Deathstroke suele trabajar solo, pero desde hace un tiempo decidió entrenar a alguien al llevarla con él, su hija Rose Wilson.

—Como el objetivo parece ser más problemático de lo que pensamos inicialmente, no te limites. — Después de observar el laboratorio un poco más, añadió.

—La cantidad de celdas de contención es bastante grande, con suerte alguna de sus monstruosidades sobrevivirá. —

—Entendido. — Con eso, ambos salieron del laboratorio dirigiéndose al bosque en el que se encontraba el laboratorio.

Tenían que ser rápidos o las criaturas alcanzarán a los poblados cercanos, lo que causará mucha conmoción y llamaría la atención de la Liga. Algo que tanto Lex como Savage no se pueden permitir.

Los rastros por donde pasaban las bestias eran escasos, lo que demuestra que tienen cierta inteligencia y son cazadores.

Parece que Slade tiene un gran reto por delante. Mejor, no sería divertido si fuera muy fácil, además de que le servirá bien la experiencia a Rose.

Rose, quien iba delante de su padre se detiene abruptamente. Mirando delante de ella, se encuentra una de las bestias de Lex completamente destrozada, la criatura de por si era grotesca y un crimen contra la humanidad, pero verla destruida de esa manera y sin signos de batalla en los alrededores…

—Fue emboscado por otro cazador o… —

—O no tuvo ni una sola oportunidad contra lo que sea que se enfrentó. — Continuó Slade por su hija.

Marcaron el lugar en un mapa para una posterior extracción para después seguir adelante.

A medida que seguían avanzando iban encontrando más y más de los híbridos de Lex.

Todos y cada uno estaban muertos.

Con cada criatura que encontraron muerta la tensión aumentaba en el dúo padre e hija. No solo no había rastros de una pelea larga, sino que también las bestias se hacían más grandes y con un aspecto más letal.

—¿Tal vez deberíamos retirarnos y pedir refuerzos? — Una mirada a las bestias y uno se daría cuenta de lo imponentes que fueron en vida. Que estos seres hayan sido masacrados sin ofrecer resistencia no auguraba nada bueno.

Incluso la misma idea pasó por la mente de Slade pero la descartó tan pronto como llegó.

—No, avanzaremos hasta encontrar a la criatura responsable y de ahí decidiremos si retirarnos o no. —

—Entendido, padre. — Rose no discutió la decisión y siguieron adelante.

Al poco rato empezaron a escuchar ruidos de pelea y rugidos estremecedores. Se acercaron con cuidado a pesar de que el ruido cesó en algún momento mientras se aproximaban. Lo que los saludo fue la vista de una criatura grotesca con rostro de león y un par de cuernos, yacía muerta a los pies de un hombre.

El hombre parecía sacado de los mismísimos mitos artúricos. Era grande, pero comparado a la bestia a sus pies no lo parecía tanto; a pesar de estar sentado, el hombre aun exudaba un aura de peligro. Parecía tener una avanzada edad, pero su complexión y musculatura delataban una vida llena de batallas, dudar de su capacidad de combate por su edad sería un error que solo cometerían los necios. Cuando el hombre posó su mirada sobre ellos, Slade sintió que sus piernas fallaban, sólo se mantuvo de pie por pura fuerza de voluntad.

A su lado, pudo ver como su hija se arrodillaba mientras sudaba visiblemente.

La mirada que se posaba sobre ellos no era algo que ningún humano pudiera replicar.

Era la mirada de una bestia. El Apex predator, el seguir vivos solo era por que el ser frente a ellos lo permitía.

El hombre se puso de pie.

Slade, a pesar de las protestas de su cuerpo de huir lo más rápido que pudiera de ese lugar, se paró entre la bestia y su hija.

No va a perder un hijo, no otra vez.

Su instinto de lucha y huida le decía de escapar, pero entre su voluntad y ansias de batalla pudo suprimirlo y mantenerse firme ante la mirada de la bestia.

El hombre miró directamente al ojo de Slade, quien sintió que toda su vida era desvelada a la bestia, sus técnicas y habilidades. El lo estaba midiendo y eso no le gustaba para nada.

Como llegando a una decisión, el hombre sacó una espada y se puso en posición de pelea.

Las intenciones estaban claras. Quería ponerlo a prueba, ver de lo que estaba hecho, ¿con qué propósito? Slade no lo sabía, pero tenía la sensación de que lo beneficiaría de alguna manera el impresionarlo.

—Mantente al margen. — Le dijo a su todavía paralizada hija, haciéndola reaccionar antes de lanzarse hacia el caballero tomando la iniciativa del combate.

Slade está muy por encima de un humano, su físico es superior en todos los aspectos a los humanos más capacitados y aún así, sabía que no sería suficiente contra su rival.

Desviando el corte al cuello con suma facilidad, el hombre ni siquiera se movió un solo paso bajo los incansables ataques consecutivos de Slade.

Entre los espacios minúsculos que había entre los ataques de Slade, el hombre se las arregló para lanzar los suyos propios cortando ligeramente al mercenario sin que este pudiera reaccionar en lo más mínimo.

Tomando unos pasos de distancia, Slade revisó rápidamente su estado y se dio cuenta de que su rival golpeó área vitales pero solo superficialmente, dando a entender claramente que podría haberlo matado en cualquiera de esos ataques.

Slade se tomó unos momentos para reconsiderar su plan de ataque en basé a las técnicas de su rival.

Claramente no era su rival en el manejo de la espada, dudaba que incluso lady Shiva fuera su rival, pero eso no significa que esté indefenso.

Cambiando el agarre de una de sus espadas por una pistola, pero para cualquiera que la inspeccionara de cerca se daría cuenta de que no es una pistola normal, es una mágnum de gran calibre que por sus capacidades mejoradas Slade puede usar como un arma corriente.

Lanzándose otra vez al ataque, Slade dispara a zonas vulnerables solo para ver cómo el hombre desviaba las mismas balas como si fueran simples piedras.

Sin perder el impulso, Salde atacó llevando sus capacidades al máximo para lograr crear una abertura entre los ataques de su rival.

Mezclando su precisión, habilidad y artes marciales Intentó asestar un solo golpe a la grácil bestia enfrente de él. Quien parecía anticiparse a cualquier ataque que slade intentará.

Los años de experiencia de Slade parecieron quedarse atrás ante los de su rival, Slade es un hombre que ha vivido mucho años y todavía se mantiene sano a causa de una fórmula para crear súper humanos, pero el hombre frente a era mucha más que eso.

A medida que pasaba el tiempo y Slade no lograba acertar ni un golpe lo estaba cansando, su mente estaba trabajando al límite de su capacidad para encontrar o crear una apertura. Hasta que se quedó con una sola bala.

Decidió arriesgarse y lanzar su arma a la cara de su adversario. Este pareció decepcionado un poco hasta que slade disparó a su propia arma alterando su curso y desviando la bala para apuntar a un punto ciego del caballero esmeralda.

Pero los instintos del hombre parecieron alertaron del ataque y tuvo que moverse por primera vez de su lugar para desviarlo. Antes de que pudiera recuperarse, Slade ya estaba encima de él golpeando con una de sus dos espadas antes de llevarlo a un punto muerto.

Slade no se hacía ilusiones de que tenían el mismo nivel de fuerza, claramente el caballero se estaba conteniendo para tener una fuerza ligeramente superior en todo momento.

Lo que no se esperaba era que la espada que salió volando volviera a ellos desde arriba, con el mercenario tomándola y atacando el cuello desprotegido del caballero.

El caballero esmeralda aún así logró bloquearlo con su brazo blindado antes de golpear a Slade y lanzarlo contra un árbol el cual terminó rompiendo.

A pesar de sus heridas, Slade sonrió.

Por fin pudo dejar un rasguño con sus espadas. Una espada normal no sería capaz de tal hazaña, pero sus espadas no eran ordinarias, estaban formadas con el metal más resistente que un mortal podía conseguir.

El caballero se miró el brazo y sonrió satisfecho.

—Bien. — Asintió con su cabeza. —Vengan conmigo. Tenemos mucho que hacer. —

Sin entender la situación del todo, Slade no discutió y junto con su hija siguieron al caballero esmeralda.

Rose los seguía aunque no era capaz de salir de su asombro por la intensidad del combate que acababa de presenciar.

Esto solo la motivó a seguir entrenando y llegar al nivel de habilidad que acaba de presenciar por parte de la dos guerreros.

Chapter Text

Diana nunca había estado tan emocionada por asistir a un evento, como arqueóloga y como Wonder Woman ha sido invitada a muchos eventos de artes y sociales. A ella le encanta apreciar el arte y los tesoros arqueológicos de diferentes eras de la humanidad.

Sí, ella es una nerd de la historia, demándala.

Así que cuando la invitaron a un evento de un nuevo escultor que ha estado causando sensación por todo el mundo, Diana sabía que no podía perdérselo por nada.

Si pasa algo la liga se puede ocupar por su cuenta de todas formas.

Ha escuchado tantas cosas acerca del maravilloso arte que casi pareciera que les habían lavado el cerebro para dar solamente opiniones positivas.

Cosa que ya verificó solo por si acaso, no puedes culparla, hay demasiados criminales que hacen cosas raras por menos.

Bien, puede que ella haya pasado demasiado tiempo con Bruce y se le haya pegado un poco de su paranoia.

Volviendo al tema, había sido ridículamente difícil conseguir un pase para uno de sus eventos de exposición sin pagar una fortuna, cosa que solo Bruce podría permitirse pero que no hizo pese a también mostrar interés por este aclamado artista.

Solo puede imaginar su rostro cuando le cuente que ella fue invitada por su identidad, no como Wonder Woman, sino como la arqueóloga Diana Prince.

Sí, este sería un evento lleno de fanáticos de la historia, ella tiene conocidos y amigos en este departamento y todos estaban emocionados por asistir.

Cuando llego a la galería donde se celebraba el evento no pudo evitar maravillarse.

Había esculturas hermosas adornando cada esquina. Cuadros al óleo de diferentes estilos y tamaños embelleciendo las paredes, Diana estuvo brevemente aturdida, pero se recuperó rápidamente.

Ella ha sido una gran admiradora del arte, y al ser medio hermana de Apolo ha podido apreciar muchas obras al nivel de un dios del arte, y decir que quien hizo esto estaba al nivel de un dios no era una exageración.

Este tipo de habilidad no es algo que un humano pueda lograr en una sola vida, definitivamente quien hizo esto tenía que tener algo un trasfondo especial, Diana puede sentirlo casi como un sexto sentido.

Mientras revisaba las diferentes obras no pudo evitar que una colección de cuadros en particular captará su atención.

Un cuadro representaba a una hermosa ave dorada con tonos morados, un fénix. Lleno de orgullo y vida; trasmitía bondad, calma y pureza.

Mientras que su contraparte era una criatura que no reconocía de ningún lado, una serpiente de un púrpura toxico con un cuerno y pedazos de piel sin mudar por todo el cuerpo. No sabía que era, pero la serpiente la hacía sentir sumamente incomoda y nerviosa, casi como si fuera a salir del cuadro y atacarla.

Incluso con algo tan abstracto como lo es el bien y el mal, ella estaba segura que la serpiente era pura maldad.

Pero justo al lado había una escultura, la escultura representaba al otrora hermoso y orgulloso fénix, postrado en el suelo derrotado y siendo devorado por la serpiente. Quien parecía divertida por mancillar la pureza que representaba el fénix.

Su corazón se partía ante tal escena, no podía evitar pensar que es un momento desgarrador.

Siguió viendo las demás obras, pero ninguna le dejó una impresión como la serpiente y el fénix. Hasta que llegó a una escultura de cuerpo completo de un hombre.

El hombre tenía rasgos duros, una musculatura que sólo podían soñar con conseguir los mejores guerreros y un cuerpo lleno de cicatrices como prueba de las innumerables batallas y desafíos que ha pasado. Pero los dos rasgos que más se destacaban son primero sus brazos, los cuales se veían extraños de alguna manera, como si fueran metálicos. Lo cual es difícil de lograr representar si está completamente esculpido en mármol.

Y segundo, siendo lo que sin duda alguna le dio el nombre a la obra, sus ojos. En su mirada había una gran cantidad de emociones: ira, tristeza, incredulidad y el más abundante de todos, traición. El dolor en esa mirada causada por una traición era algo que Diana podía casi sentir.

Esta sin duda era una mirada mortal, merecedora del título de "La gorgona".

Diana fue sacada de sus pensamientos cuando vio unos pañuelos enfrente de su rostro, en ese momento se dio cuenta de que había estado llorando.

Rápidamente tomo los pañuelos y se limpió las lágrimas, mirando a su alrededor para ver que nadie más la había visto llorar, como Wonder Woman tiene una imagen que cuidar, a pesar de que ahora mismo es su alter ego.

Soltando un suspiro mental cuando se dio cuenta que todos los demás estaban demasiado absortos en las demás obras como para notarla, se volvió hacia la persona que le ofreció los pañuelos.

"Gracias."

"No hay de que."

Era un hombre alto, más alto que ella. De cabello plateado y ojos morados; con un físico que su traje al estilo toga griega dejaba al descubierto mostrando los músculos de un guerrero. Como la princesa guerrera de las amazonas, podía decir que ante ella estaba un guerrero experimentado.

En cuanto a su rostro, era una obra de arte que podía opacar casi cualquier otra de esta galería.

Solo sus enemigos dirían que Diana se perdió por un momento en su maravillosa sonrisa.

Pero sus hermosos ojos color amatista carecían de vida. Una tristeza sin igual estaba escondida dentro de esa mirada apagada.

Diana ahora recuerda que algunas mujeres y unos pocos hombres habían hablado de que el autor también era un hombre extremadamente bello, a lo cual no hizo caso en su momento porque no lo encontró relevante.

Fulgrim, si no recuerda mal, es el nombre.

"Me alegro que le estén gustando mis obras señorita, esta obra en particular es mi favorita."

"Creo que también puede llegar a ser mi favorita, casi puedo sentir la pasión que pusiste al hacerla."

La sonrisa del hermoso hombre vaciló.

"Esta estatua es en honor a mi difunto hermano." Dijo mientras pasaba su mano delicadamente por el rostro de la gorgona.

"Yo lamento oír eso, ¿puedo preguntar que le paso? Si no quieres hablar de ello no tienes porqué responder."

Fulgrim siguió pasando su mano con amor por el rostro esculpido de su hermano.

"Murió peleando, protegiendo sus ideales ante un monstruo."

Se puede sentir su odio por la gran cantidad de veneno en su voz al mencionar al asesino de su hermano.

"¿Pudiste vengarlo?"

Diana se considera buena juzgando a los guerreros, y puede decir que Fulgrim es alguien ha pasado por grandes combates solo por su aura y postura. Por lo que cree que un guerrero así no dejaría piedra sin remover para buscar al asesino de su hermano, sobre todo con la cantidad de amor que demuestra.

"Yo..." Fulgrim baja la mirada en una mezcla de vergüenza y autodesprecio.

"Yo no lo he hecho. He permitido que su asesino siga vivo hasta el día de hoy."

Diana posa una mano sobre su hombro, notando discretamente lo bien formados que están sus músculos.

"No te preocupes, algún día lo tendrás."

Diana no apoya el asesinato, al menos no públicamente y menos si no son guerreros. Los civiles por muy armados que pueden llegar a estar siguen siendo eso, civiles.

Ser un guerrero es más que solo disciplina y fuerza, requiere una fortaleza mental para enfrentar la muerte, ya sea la suya o la de su adversario.

Fulgrim soltó una carcajada. Pese a lo hermosa que es su voz, la risa sonaba hueca y llena de ironía.

"He tenido su vida en mis manos por mucho tiempo y nunca me he atrevido a dar ese paso pese a lo mucho que quiero."

Antes de que Diana pudiera decir algo más, Fulgrim la miró directamente a los ojos y confesó.

"Yo lo maté."