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🍄RECUPERANDO A MIS HIJOS🍄
🍄CAPÍTULO 14: HACIENDO LAS PACES.
Fede, José y Pedro acababan de llegar del colegio, habían vuelto caminando puesto que quedaba cerca, apenas abrieron la puerta de entrada gritaron.
Fede: ¡mamá ya llegamos!
José: ¡ya llegamos!
Pedro: ¡yo también llegué!
Fede cerró la puerta y caminó junto a su hermano y su amigo hasta la sala, una vez ahí arrojaron las mochilas en el suelo y se encontraron con su madre sentada en un sillón con una expresión de tristeza en el rostro.
Fede: ¿mamá?
Ella lo miró y esbozó una sonrisa imperceptible, se notaba que había estado llorando.
Madre: hola hijo.
Fede: ¿estás bien? ¿qué te pasa? tenés una cara...
Empezó a decir preocupado, ella lo interrumpió.
Madre: no, nada que ver, no tengo ninguna cara.
José arqueó una ceja y se cruzó de brazos.
José: claro que si, de tristeza.
La madre suspiró.
Madre: bueno, lo admito, estaba pensando en su padre y me puse triste.
Fede y José exclamaron.
Fede y José: oh.
Por su parte Pedro se quedó contemplando la situación muy incómodo y confundido, sentía que estaban hablando de un tema familiar y personal, la madre hizo un gesto de indiferencia con su mano.
Madre: pero no quiero hablar de eso, quiero hablar de vos Fede.
Fede arqueó una ceja.
Fede: ¿de mí? ¿qué hice ahora? ¡ah ya sé! un profesor te habló.
Dijo con seguridad, antes de que su madre pudiera decir algo, Fede prosiguió.
Fede: no le creás nada, yo me porté bien, no usé la patineta en el recreo porque sé que está prohibido ni conversé en clases...
Madre: Fede...
Fede: y además...
Madre: Fede no es eso.
Lo cortó su madre elevando el tono de voz para que su hijo la oyera y dejara de hablar, Fede se calló de inmediato y preguntó con confusión.
Fede: ¿y entonces qué es?
Madre: decime vos.
Dijo la madre con una expresión seria en el rostro, Fede frunció el ceño.
Fede: ¿ah? no entiendo a que te referís.
Se cruzó de brazos y dijo con poca paciencia.
Fede: ¿podrías ser más específica?
Madre: ah... no entendés.
Dijo la madre esbozando una falsa sonrisa.
Madre: voy a ser más específica.
Se levantó del sillón y lo miró seriamente con los brazos en jarra, Fede pensó "joder, está molesta de verdad".
Madre: Federico Moreno ¿me podés explicar por qué te escapaste de la fiesta y por qué le cortaste a Nacho el teléfono?
Fede no dijo nada, en su lugar se limitó a mirar el piso, su madre lo apremió.
Madre: ¿pasó algo que debería saber?
Si bien la madre había hablado muchas cosas con Nacho y Emma, no había hablado de lo ocurrido en la fiesta del departamento, lo único que sabía acerca de esa noche es que Nacho se había enterado de que Fede es su hijo, no conocía los detalles y prefería preguntárselo a Fede.
Dado que su hijo no hablaba la madre dijo.
Madre: claramente estás enojado con Nacho y quiero saber el motivo.
Fede bufó molesto, levantó la mirada y la encaró.
Fede: está bien, si tanto insistís... sí pasó algo, anoche no tenía ganas de hablar, en estos momentos tampoco pero te lo voy a decir.
Madre: deberías, soy tu madre.
Comentó ofendida, Fede dejó a un lado su actitud guerrera y la miró ofendido.
Fede: perdón mamá, no te ofendás, no es con vos, sabés que cuento con vos para todo, sí tenía pensado decirte lo que ocurrió en la fiesta pero no sabía cuando y ahora reaccioné a la defensiva porque me agarraste de sorpresa, la verdad es que no me gusta hablar del tema.
La madre esbozó una sonrisa tranquilizadora.
Madre: tranquilo hijo pero te aconsejo algo para el futuro.
Fede asintió y esperó que hablara.
Madre: yo siempre voy a estar ¿entendiste Fede? todo lo que te pase podés hablarlo conmigo, yo te voy a aconsejar y ayudar.
Fede sonrió.
Fede: gracias mamá.
Ella le devolvió la sonrisa.
Madre: de nada ¿ahora me podés contar?
Preguntó un poco impaciente, Fede suspiró.
Fede: resulta que ayer en la fiesta había un juego en el que cada invitado escribía su nombre y apellido en un papel, era un sorteo y los que salían ganadores ganaban un premio.
La madre asintió.
Madre: comprendo... y vos escribiste tu nombre y apellido.
Dijo en una afirmación, Fede asintió.
Fede: cuestión que nos fuimos con Pedro y José a la cocina, en el tiempo que nosotros no estuvimos, Nacho leyó mi nombre y reaccionó como no reaccionó con nadie, es decir mi nombre le llamó la atención a él, no sólo a él, también a Emma y a Carucha.
Su madre lo miró con una ceja arqueada.
Madre: ¿y cómo sabés todo eso? si me contaste que estabas en la cocina, no escuchaste nada.
Fede: así es pero un compañero de colegio de Yoni me lo contó después, ahí fue cuando decidí escapar...
La madre lo interrumpió.
Madre: pará, me has contado todo muy resumido, quiero detalles.
Fede suspiró exasperado.
Fede: okay...
Fede se esmeró y le contó todo lo ocurrido sin saltearse ningún detalle, su madre quedó satisfecha.
Fede: en fin, llegué a una conclusión.
Dijo con una mirada seria.
Madre: ¿a cuál?
Preguntó su madre preocupada, temía que Fede hubiera descubierto que Nacho posiblemente era su padre.
Fede: Nacho sabe quiénes son mis padres biológicos, estoy seguro, es más, me parece que los contactó para que me vengan a buscar, por eso estoy enojado con él.
Dijo frustrado, se cruzó de brazos y agregó molesto.
Fede: ¿qué se mete en mi vida? me lo debería haber consultado primero, no quiero saber nada de mis padres.
Su madre se sintió aliviada de inmediato, dijo más relajada.
Madre: pero Fede... no deberías acusar a Nacho sin tener pruebas, capaz que no pasó eso.
Fede arqueó una ceja y la miró escéptico.
Fede: ¿y cómo estás tan segura? es muy sospechoso, no lo podés negar ¿por qué reaccionó así cuando supo como me llamaba? en mi opinión esa es la única explicación o...
Fede la miró con sospecha.
Fede: ¿crees que hay otra?
La madre se puso nerviosa, soltó una risita y negó.
Madre: no, para nada, seguro que es eso entonces.
Fede le creyó y comentó molesto.
Fede: si, estoy seguro, haceme un favor mamá, si vuelve a llamar decile que no lo voy a atender.
No esperó una respuesta de su parte y se dirigió a sus amigos.
Fede: vamos chicos, íbamos a jugar a la play.
Ellos asintieron.
🍄🍄🍄🍄
Fede no había salido de su casa durante dos días, no estaba de ánimo, al tercer día decidió ir a un bar que quedaba cerca de su casa acompañado de su hermano José, apenas cerraron la puerta de entrada a sus espaldas, fueron interceptados por Carucha quien había permanecido las 24 horas del día dentro de su auto vigilando la casa por órdenes de Nacho.
Carucha: uff por fin.
Dijo aliviado, había estado al borde de dormirse.
Carucha: llamaré a Nacho.
Dijo sacando su celular, al primer tono su amigo atendió.
Nacho: ¿hola?
Carucha: hola galán, quería informarte que finalmente tu hijo salió y dejó que le diera la luz del sol.
Nacho rió por ese comentario.
Nacho: ni que Fede fuera un vampiro.
Carucha: lo parecía.
Comentó Carucha molesto por haber tenido que esperar tanto, Nacho volvió a reír.
Nacho: ahora seguilo y avisame a donde va.
Carucha: a la orden.
Comentó Carucha divertido, luego añadió.
Carucha: me vas a tener que dar un regalo importante por esto, portate.
Nacho: claro que si.
Dijo Nacho y cortó.
🍄🍄🍄🍄
Unos minutos después Fede y José se encontraban en un bar tomando un licuado, habían elegido una mesa que estaba pegada a la ventana así que iban mirando el paisaje, no se habían percatado de que Nacho y Carucha estaban sentados en una mesa cercana a la de ellos y que los estaban observando.
Nacho: estoy muy feliz.
Comentó Nacho sonriente mientras se tapaba un poco la cara con la lista de pedidos.
Nacho: necesitaba verlo pero no quería presionarlo, gracias Carucha.
Carucha: de nada galán.
Comentó su amigo contento, en la otra mesa José miraba preocupado a su hermano.
José: Fede.
Lo llamó, su hermano lo ignoró, José soltó un bufido.
José: ¿qué te pasa? estás muy triste.
Fede soltó un suspiro y decidió encararlo.
Fede: ¿te digo la verdad?
José asintió y lo miró expectante, Fede volvió a suspirar, apoyó los codos en la mesa y recostó su rostro entre sus manos.
Fede: extraño a Nacho, a Emma, a Yoni, a Nelly y a Carucha, los extraño a todos, me encariñé mucho con ellos, extraño ir al departamento de Nacho y Emma, era muy divertido.
José esbozó una sonrisa triste y bebió un sorbo de su licuado.
José: a mí me pasa lo mismo pero no te lo quería decir.
Fede bebió un trago de su licuado de frutilla y dijo apenado.
Fede: es una lástima que haya terminado peleado con Nacho pero él se lo buscó, no se debería haber metido en mi vida para empezar, no debería haber hablado con mis padres biológicos.
José se quedó pensativo mientras removía la pajita en el vaso.
José: ¿y si no fue así?
Preguntó finalmente, Fede lo miró mal.
Fede: es obvio que fue así.
En ese momento sintieron la presencia de alguien próxima a su mesa, Fede y José miraron a esa persona y se sorprendieron al ver que era Nacho.
Nacho: hacele caso a tu hermano Fede.
Pidió Nacho y luego agregó con determinación.
Nacho: no fue así.
Fede, lejos de hacerle caso, le lanzó una mirada asesina y preguntó de manera hostil.
Fede: ¿qué hacés acá?
Nacho se disculpó.
Nacho: perdón por meterme, he venido con Carucha a tomar algo y los he visto, no he podido evitar escuchar lo que estaban hablando.
Nacho miró a Fede con seriedad y agregó.
Nacho: tenemos que hablar Fede.
Fede: no gracias, paso.
Contestó Fede con tranquilidad pero a la vez con seriedad.
Nacho se refregó el rostro con sus manos, buscando paciencia, finalmente retiró las manos y miró aún más serio que antes a Fede.
Nacho: okay, como quierás pero me vas a escuchar.
Fede rodó los ojos y evitó discutir, sabía que no valía la pena, Nacho siempre conseguía lo que quería, en su lugar bebió un sorbo de su licuado y lo miró esperando que hablara.
Nacho: en algo tenés razón.
Confesó Nacho, Fede arqueó una ceja.
Fede: ¿en qué?
Nacho: sé quiénes son tus padres biológicos.
Fede lo miró con la boca abierta, sorprendido.
Fede: ¡lo sabía!
Nacho: pará.
Trató de tranquilizarlo Nacho.
Nacho: lo sé pero te aseguro que no hablé ni hablaré con ellos.
Fede lo miró escéptico.
Fede: ¿de verdad?
Nacho asintió, Fede se sorprendió.
Nacho: y tampoco te voy a decir quiénes son si no querés.
Fede asintió avergonzado, se había comportado muy mal con Nacho, lo había juzgado de antemano.
Fede: muchas gracias.
Nacho frunció el ceño y se cruzó de brazos.
Nacho: estoy un poco ofendido con vos Fede.
Fede se limitó a bajar la mirada y enfocarla en su licuado, escuchó que Nacho decía.
Nacho: no puedo creer que pensaras que iba a hablar con ellos sin preguntarte antes.
Fede suspiró arrepentido, dejó de mirar la bebida para ver a Nacho a los ojos.
Fede: tenés razón Nacho, te debo una disculpa, soy un idiota porque fue lo primero que se me vino a la cabeza, me asusté y escapé de tu departamento, te juzgué injustamente y te traté muy mal, perdoname, estoy muy arrepentido.
Nacho lo miró con una sonrisa.
Nacho: está bien Fede, te perdono con una condición.
Fede: ¿cuál?
Preguntó Fede confundido.
Nacho: quiero que me des un abrazo.
Dijo agachándose para quedar a la altura de Fede mientras lo miraba con una sonrisa, Fede sonrió y lo abrazó.
A Carucha se le escapó una lágrima pero la limpió rápidamente, José los miraba muy feliz y aliviado.
Cuando Nacho y Fede deshicieron el abrazo, Fede le pidió algo a Nacho en un tono serio.
Fede: Nacho quiero que me prometás algo.
Nacho: ¿qué cosa Fede?
Preguntó Nacho con curiosidad.
Fede: si nos llegamos a pelear alguna vez... prometeme que vas a hacer lo que sea para que nos arreglemos.
Nacho lo miró con el ceño fruncido.
Nacho: ¿por qué me decís eso?
Antes de que Fede pudiera responder, Nacho añadió con seguridad.
Nacho: no nos vamos a volver a pelear.
Fede rió divertido.
Fede: bueno, en el supuesto caso de que eso pase claro.
Nacho: no va a pasar.
Dijo Nacho con vehemencia, Fede rodó los ojos y no le hizo caso.
Fede: te lo digo por dos motivos, el primero porque te podrías haber jugado para que te perdonara.
Nacho rió y preguntó.
Nacho: ¿y qué tenía que hacer para jugármela?
Fede se encogió de hombros.
Fede: no sé, podrías haber venido a mi casa y hablar conmigo.
Nacho lo miró con una ceja arqueada.
Nacho: traté de hablar con vos por teléfono ¿te acordás? y me cortaste.
Fede sonrió.
Fede: es verdad.
Reconoció, luego dijo en tono de queja.
Fede: igual podrías haber venido y explicarme lo que me explicaste ahora.
Nacho rió y comentó con sinceridad.
Nacho: quise hacer eso pero no me animaba, no te quería presionar, era obvio que no querías verme.
Fede: si, te entiendo.
Comentó Fede divertido.
Fede: y ahora que lo pienso mejor no te reclamo nada, no es tu culpa, soy un chico difícil ¿qué se le va a hacer?
Sin previo aviso, Nacho lo volvió a abrazar al tiempo que reía.
Nacho: me hacés reír mucho, te quiero Fede.
Fede: esperá, no terminé.
Nacho lo soltó y lo miró.
Nacho: cierto, me has dicho que habían dos motivos.
Fede asintió, Nacho preguntó con curiosidad.
Nacho: ¿cuál es el segundo?
Fede: el segundo y más importante es que te quiero y no te quiero perder, me encariñé mucho con vos, no sé... te quiero como a un padre adoptivo, es por eso que te pido que si nos volvemos a pelear, hagás todo lo posible para que te perdone.
Nacho estaba emocionadísimo con lo que Fede le había dicho, pensó "mi hijo me quiere como a un padre y no sabe que soy su padre, cuando se entere se va a poner muy feliz", sonrió y preguntó.
Nacho: ¿te puedo abrazar de nuevo? ¿te molesta si te doy otro abrazo?
Fede rió.
Fede: nah, dejá de molestar, ya son suficientes abrazos por un día.
Dijo bromeando, Nacho sonrió y aún así lo abrazó.
Nacho: no me importa que no quierás, yo te voy a abrazar igual, la próxima vez no te lo pregunto.
Comentó divertido, Fede rió.
Fede: tranquilo Nacho, era una broma, te la creíste.
Nacho lo soltó y sonrió.
Nacho: la verdad si, no más bromas.
Pidió, Fede rió.
Fede: okay.
Nacho: quedate tranquilo Fede, te prometo que voy a hacer lo que me pediste y quiero que sepás que también te quiero mucho, te quiero como a un hijo.
Miró a José y dijo para no levantar sospechas.
Nacho: a vos también José.
El hermano mellizo de Fede sonrió, Nacho volvió a mirar a su hijo.
Nacho: a los dos los quiero como si fueran mis hijos.
Se puso de pie, se despidió de ellos y salió del bar seguido de Carucha.