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Chapter Text

William despertó al escuchar los lloriqueos de su bebé de tres años, se levantó de su cama con pereza y se acercó a su cuna para calmarla, beso la frente de su hija.

— Ya estoy aquí — Murmuró, soltó feromonas y su hija se calmó — Eres un verdadero problema

William es padre soltero a pesar de que conoce al padre de su hija, decidieron mantenerlo en secreto, de esa manera uno de ellos podría seguir con sus vidas.

Todo pasó hace un año.

— Oye Mark ¿En dónde estabas? — William preguntó mientras se acostaba en la cama de Mark y leía una historieta — Mmm

— Buscaba trabajo — Mark se sentó en la silla frente a su PC — Necesito dinero

William volvió a verlo, se levantó de la cama.

— Bueno, será mejor que me vaya, mis padres están locos — suspiro — “No regreses antes de las 6” — Trato de imitar la voz de su madre — “Wiliam haz esto” ”William no salgas ”

Mark se levantó y se tiró sobre William para comenzar a hacerle cosquillas.

— ¡Oye! ¡Detente! — William comenzó a reírse, trato de detener las manos de Mark — ¡Ya!

De alguna manera William quedó sobre Mark, sentándose sobre él y sosteniendo sus manos.

— Dios Mark ¿Qué crees que haces?

— Bueno te mirabas muy serio — Mark se encogió de hombros, William soltó sus manos y se cruzó de brazos — Vamos admite que te gustó

William suspiró, entonces observo que debajo de la almohada de Mark había una revista, la sostuvo con su mano, luego la abrió.

— Ugh Mark que asco — Fingió hacer muecas de disgusto al verlo — Esto es porno

Mark trató de arrebatarle la revista, William levantó la revista y siguió pasando las páginas.

— ¡Oye! ¡Ya detente! — Grito Mark, no estaba enojado, ni siquiera le molestaba que su amigo viera sus cosas, así que se rindió — Si tanto asco te da déjalo

William continuó pasando las hojas, habían escenas muy comprometedoras de una mujer siendo penetrada.

— Ahora entiendo porque tienes pañuelos — Se encogió de hombros, le mostró la imagen a su amigo — Que no se note lo virgen que eres

— Por favor tu también eres virgen

— Buen punto

De pronto ambos se quedaron callados, viéndose fijamente a los ojos y entonces Mark noto la posición tan comprometedora en la que estaban, un movimiento en falso y su amiguito podría despegarse.

— ¿No te da curiosidad saber cómo se siente? — William preguntó, ambos estaban en plena adolescentes — Dicen que se siente bien

— Bueno — Mark observó el rostro de William que estaba rojo — Si me da curiosidad ¿Se sentirá igual de bien que masturbarse?

Se tenían confianza, se conocen desde niños.

— ¿Quieres hacerlo conmigo?

Por un momento dudaron, Mark asintió con la cabeza avergonzada.

— Solo para experimentar

— Si, solo para experimentar ¿Seguiremos siendo amigos Mark?

— Por supuesto que si William

Entonces William fue el primero en quitarse la camisa.

No hubo juegos, ni tuvieron tiempo de prepararse, de un momento a otro ya estaban completamente desnudos, nerviosos por lo que harían, Mark ahora estaba sobre William quién estaba boca abajo y el trasero levantado.

Mark dudo un momento al poner la punta de su pene en el agujero de William.

— Estoy listo — Murmuró William, su corazón latía con fuerza — ¡Ha~! — Su cuerpo se sobresaltó al sentir que la longevidad de Mark entraba en él y fue horrible, su trasero dolía demasiado, casi sentía como si lo apuñalaran.

En cambio Mark pudo sentirse bien desde el momento en el que entró, su miembro era apretado por las paredes húmedas de William a pesar de no estar mojado.

— ¿Quieres que pare? — Pregunto preocupado — ¿Te lastime?

William negó con la cabeza.

— Sigue

Mark obedeció, comenzó a penetrarlo, sintió un cosquilleo por todo su pene como si le pidiera más, entonces comenzó a mover su cadera hacia los lados, golpeando las paredes de William.

Las lágrimas de William caían sobre la almohada, apretó sus labios para evitar hacer algún sonido, le dolía demasiado, sabía que la primera vez dolía aunque nunca imaginó que tanto.

— Se siente bien William — Su voz sonó ronca — Joder~

Pasó al menos un minuto en el que el dolor comenzaba a convertirse en placer entonces se permitió gemir, sentía un cosquilleo en su interior, su propio pene se levantó, llevó su mano derecha para acariciarse.

Sus ojos se volvieron blancos al sentir las embestidas de Mark golpeándolo tan fuerte, le estaba gustando.

¿Porque el sexo se sentía tan bien?

Pudo sentir que él mismo comenzaba a mojarse, el líquido preseminal de Mark mojaba el interior de William.

Sus manos sostenían con gran fuerza las caderas de William para poder apoyarse y así profundizar sus embestidas.

Los dos gemían por el placer.

— ¡Ha~! — William se estremeció, podía sentir cómo las manos de Mark se tensaban y las embestidas comenzaban a ser más violentas, un hilo de baba resbaló por su boca.

Las venas resaltan en el rostro de Mark que con todas sus fuerzas se concentraba en seguir embistiendo a William hasta que llegó al clímax, de pronto se detuvo de golpe para llenarlo con su líquido.

William grito de placer al sentir un líquido caliente llenar su vientre.
William soltó su miembro que soltaba un líquido espeso y blanco, sabía que estaba bastante mojado por detrás, llevó su mano a su estómago y sintió un bulto enorme, ni siquiera lo había notado, apretó su estómago y de inmediato supo que era el pene de Mark.

Los dos jadearon, Mark con lentitud deslizó su miembro hacia afuera provocando que el semen resbale por las piernas de William.

Mark se acostó al lado de William, quien aún tenía el trasero levantado.

— ¿Fui bueno? — Pregunto nervioso.

William se acomodó en la cama y vio a su amigo.

— Bueno fuiste muy malo — Mintió, curvo sus labios hacia arriba — Eres un Nerd Mark, deja de ver porno

Ambos comenzaron a reírse.

— ¿Quieres que te lleve a casa?

William asintió con la cabeza.

— Solo déjame descansar un rato

Los dos se quedaron en silencio, viendo hacia el techo pensando en lo bien que se sintieron.

Luego de ese día ignoraron por completo lo que hicieron, Mark tuvo que cambiar sus sábados por lo mojadas que quedaron y William llegó tarde a su casa recibiendo un castigo de sus padres.

[•••]

Pensaron que todo quedaría en el pasado, fue un error porque William comenzó a sentirse mal, sus padres lo llevaron al médico luego de que se desmayara en clase.

Entonces descubrieron que tenía cuatro semanas de embarazo.

Al principio se quedaron callados sin saber cómo reaccionar hasta que llegaron a casa.

— ¿Cómo pudiste hacernos esto? — La madre de William le reclamaba — ¡Nos partimos el lomo trabajando y nos lo pagas de esta forma!

— ¡Nos dirás quién es el padre! — Su padre empujó a William hacia el sillón de la sala — ¡Ese cabrón se hará responsable!

William estaba asustado, no sabía cómo demonios había pasado, se supone que tomó las pastillas además ni siquiera estaba en celo cuando lo hizo, las probabilidades eran nulas y aún así quedó embarazado.

— Lo siento — Las lágrimas se deslizaron por su mejilla — ¡No sé quién es el padre! Mamá por favor perdóname — Mintió para proteger a su amigo.

Su padre levantó su mano para golpearlo, su madre impidió que lastimara a su hijo.

— No lo hagas — Detuvo a su esposo — Estoy muy decepcionado de ti

William bajó la cabeza, sintiéndose demasiado culpable.

Los siguientes días faltó a clases excusándose de estar enfermo, se quedó encerrado en su habitación y su madre le dejaba comida sin falta.

Decidieron ignorar la situación por un tiempo.

— William, tu padre y yo hablamos — Dijo viéndolo de forma rara — Creemos que es mejor que te vayas de la casa, estuve viendo algunas opciones para ti, te ayudaremos con el alquiler un tiempo…

— Mamá — William se levantó de la cama — No quiero irme, mamá por favor

— Ya hablamos de esto con tu padre, debiste pensar en las consecuencias antes de hacerlo — Se acercó al closet de su hijo — Debes buscar un trabajo

William estaba asustado ¿Que se supone que hará? Se quedó callado viendo como sacaban su ropa.

— Mamá yo ¿Y si no lo tengo? — Pensó que quizás podría seguir con su vida — Hay clínicas que…

La mirada de su madre era dura.

— Haz lo que quieras fuera de mi casa

[•••]

Estaba aterrado, sus padres lo echaron de su casa pero al menos le dieron un lugar para vivir, encontró varios folletos en su nueva cama para embarazos adolescentes y programas para ayudarlo.

Estaba estresado.

El timbre de su apartamento sonó, entonces se acercó para abrir la puerta.

— Vine en cuanto pude, tus padres no me dejaban pasar y luego me enteré que te corrieron — Mark apareció bastante preocupado — ¿Qué te pasó?

William bajó la cabeza avergonzado.

— Estoy embarazado Mark

Mark quedó petrificado, ni siquiera sabía que decirle, su hijo se encontraba dentro de William ¿Que tendría que hacer?

— No quiero que te hagas cargo — De nuevo hablo William — Nadie puede saberlo

— Pero es mi hijo William

— ¿Cómo sabes que es tuyo? Pude estar con otros hombres

— Se que es mío, no necesito pruebas, tú no eres así

— No importa — William suspiro — Si quieres ayudarme no le digas a nadie, uno de nosotros debe hacer su vida, además si estoy solo recibiré más ayuda

— William por favor

William negó con la cabeza, no quería recibir ayuda de él, no quería exponerlo, si una vida debe arruinarse prefiere que sea la de él, no permitirá que su amigo sufra.

— Debes entenderme, por favor Mark, nunca se lo digas a nadie

Mark dudo, la mirada de William le suplicaba que parará que se fuera y que su secreto permaneciera de esa manera.

— De acuerdo… ¿Seguiremos siendo amigos?

— Por supuesto Mark ¿Crees que puedes reemplazarme?

Una risa escapó de ambos.

[•••]

La lluvia golpeaba el techo y los truenos resonaban. iluminando cada vez que aparecía en cada rincón.

William estaba sentado en un rincón de su habitación, jalando sus cabellos, el golpe de realidad llegó demasiado rápido, estaba solo, no contaba con nadie y lo peor de todo es que estaba embarazado.

Las lágrimas resbalaban por su mejilla y su corazón dolía, se sentía tan solo y devastado.

Se permitió gritar frutado, sabía que fue un idiota al decirle a Mark que lo dejara solo, estaba asustado, tenía miedo de no poder hacerlo solo.

— Dios no — Se levantó del rincón y se dirigió a su mesita de noche, sostuvo un jarrón entre sus manos y lo levantó listo para golpearse en el vientre.

Se arrepintió de inmediato, dejó el objeto en el mismo lugar y abrió su ventana, el aire hizo que las gotas de lluvia fueran directo a su rostro.

Se arrepentía de sus acciones, deseaba poder corregir su error a pesar de que ya era tarde.

William regresó a la escuela luego de tres semanas, seguía hablando con todos como si nada hubiera pasado, aún hablaba con Mark.

Su vientre comenzaba a crecer con cada mes que pasaba, había logrado encontrar un trabajo y como Mark consiguió un empleo de medio tiempo solía darle una parte a pesar de que lo negara.

Mark estaba confundido, sería padre y se lo ocultaban a todos, incluso a sus padres, no sabe cómo reaccionaría con la noticia.

[•••]

William sintió el rechazo de todos en cuando su vientre creció, todos hablaban a sus espaldas y algunos incluso se burlaban de él.

— Te hicieron mierda — Dijo William, mientras desinfectaba las heridas en la cara de Mark — Deberías dejar que hablen, no eres muy fuerte

— Estaban hablando de ti — Mark gruño — No me gustó, volvería a pelear con ellos de nuevo — Deseaba que sus poderes despierten.

— Aunque te hagan mierda

— Aunque me hagan mierda — Observó a William a los ojos — ¿Te gustaría ir a mi casa? Mamá prepara lasaña

William sonrió, hacía tiempo que no visitaba a su amigo.

— De acuerdo, iré

Al salir de la escuela Mark se llevó a William hacia su casa.

— Mamá ya llegué — Hablo mientras subía — ¡Traje a William!

William se quedó en la sala, dejó su mochila en el sofá mientras esperaba a que Mark bajará, tocó su vientre hinchado, pudo sentir a su bebé moverse.

Mentiría si dijera que no quería compañía, su instinto solía pedirle un alfa y siempre que estaba cerca de Mark se sentía más cómodo.

Mark bajó, entonces se levantó y fueron al comedor en dónde Debbie servía la cena.

— William — Debbie lo observó sorprendida, ni siquiera sabía que estaba embarazado — ¿Que te paso?

William se sentía tan avergonzado, le daba vergüenza su embarazo.

— mamá — Mark hablo — No hables de eso

— Lo siento cariño — Debbie es demasiado dulce — Espero que te guste, también hice galletas

Nolan llegó, su vista fue directo hacia el vientre hinchado de William.

— Que sorpresa — Ni siquiera disimulo — ¿Qué te pasó?

William nunca se sintió tan incómodo, Mark noto eso y miro de mala manera a su padre.

Cuando todos comenzaron a comer nadie habló, ni habían chistes y Debbie trataba de hacer algunos chistes para cambiar el ambiente.

— Entonces ¿Quién es el padre? — Nolan fue directo, nunca imaginó que el amigo de su hijo pasaría por eso.

— ¡Papá!

— Cariño no deberías decir eso

— Bueno — William se animó a hablar — No hay papá

— Podría romperle las piernas por ti, quizás eso lo haga reflexionar — De nuevo hablo Nolan, Mark lo miró asustado.

William comenzó a reírse, al menos agradece que no lo juzgarán.

— ¿Y ya sabes lo que es? Podría darte algunos consejos

— Se lo agradecería mucho, he estado viendo videos y no creo poder hacerlo bien

Al terminar de almorzar Mark llevó a William a su departamento, se sentía culpable por no hacerse responsable.

William estaba contento, entró en su departamento y se quedaron sentados en su cama, viéndose a los ojos y luego pasó lo que tenía que pasar, se dejaron llevar por sus intentos carnales.

Mark se fue luego de bañarse dejando a William descansado en la cama.

William no cambiaría su decisión, no aceptaría que Mark se hiciera responsable.

Cuando Mark llegó a casa sus padres se encontraban hablando y al verlo no pudo evitar sentir escalofríos.

— Mark, no deberías juntarte tanto con tu amigo, podría causar malos entendidos — Nolan habló.

Debbie observó de mala forma a su esposo.

— Cariño solo está apoyándolo, está pasando por un momento difícil

[•••]

William dió a luz por la madrugada, llamó a emergencias al sentir que su bebé ya quería salir y a pesar de que los doctores le pidieron un número para contactar a alguien que lo apoyará no les dió ninguno.

No le dió la noticia a nadie, tuvo a su bebé solo.

— ¿Nadie vendrá a recogerte? Tu parto fue difícil necesitamos…

— No hay nadie — Negó de nuevo — Puedo hacerlo solo

Las enfermeras se miraron, se resignaron a pedir a un acompañante.

Entonces William fue dado de alta.

— ¿Por qué no me avisaste? Pude haber ido William — Mark estaba molesto — Pudiste llamarme

William suspiró frustrado, estaba estresado luego de salir del hospital, lo que menos quería ahora es pelear.

— Mark recuerda que no es tu hija — Lo observó enojado — Decidí criarla por mi cuenta

— William… — Lo observó suplicante — Se que quedamos en eso pero recuerda que puedes contar conmigo yo… es mi hija

— No Mark, por favor respeta mi decisión — William le recordó — Somos amigos y ya, no tenemos otra relación

— ¿Al menos puedo verla?

William dudo, dejo que Mark entrará y cargo a su hija que estaba acostada en la cuna, la acercó a Mark quien no tardó en recibirla con una sonrisa.

— Por dios es hermosa — Se sentía orgulloso de la pequeña — Es demasiado pequeña ¿Cómo puede ser posible? Su piel está roja

William se sintió extraño, sus pensamientos eran un caos, se sentía raro verlo así.

Mark se miraba tan paternal que casi le pedía que se hiciera cargo, apretó sus labios para evitar decir alguna tontería.

[•••]

El tiempo pasó demasiado rápido y en un abrir y cerrar de ojos su hija cumplió 4 años, Mark ya no pasaba tanto tiempo con él, de pronto dejó de ir a la universidad.

Sabía la razón, hace unos años se enteró que Mark era un héroe cuando lo salvó, desde entonces continúo alejándose, a veces le mandaba dinero o le compraba cosas a su hija.

— Mark, esa chica no te quita los ojos de encima — William golpeó el hombro de Mark — ¿Por qué no le hablas?

Ambos estaban en el parque, viendo a la pequeña jugar.

— No es mi tipo — Negó.

William levantó una ceja.

— No me digas que ya sales con esa chica — Seguían comportándose como amigos.

Mark negó con la cabeza, se llevaba bien con Eve aunque no la podía ver de otra forma, William se levantó al notar que su hija ya tenía sueño, fue directo hacia ella para cargarla.

— Nos vemos luego Mark, ya me voy

— De acuerdo

Mark observó a su amigo alejarse, a veces deseaba que dejara de tratarlo como un amigo, suelen acostarse algunas veces y William sigue negándose a que reconozca a la niña.

¿Cómo podría hacerlo cambiar de opinión?

Su teléfono vibró al recibir un mensaje, Eve quería que se vieran.

Cuando llegó a su departamento acostó a su hija en la cama, siempre que la miraba recordaba a su amigo, al menos ella heredó su cabello y los ojos de Mark.

Beso la frente de su hija.

De pronto sintió un temblor, de inmediato cargo a su hija, el suelo comenzó a romperse, asustado se dirigió hacia la ventana.

Su hija se despertó y su llanto resonó.

— ¡Papá! — Escondió su rostro en el cuello de William asustada.

Pensó que caerían, el edificio comenzó a desprenderse y de pronto una presencia apareció cargandolo, sacándolo del edificio al mismo tiempo que su apartamento explotaba.

William abrazó a su hija con fuerzas, su pecho palpitaba y al levantar la vista vio el rostro de Mark, no tenía su máscara y estaba cubierto de sangre.

Tuvo un mal presentimiento, su mirada era distante y ¿amorosa?

— ¿Quién eres? — Pregunto temeroso.

Por unos segundos no recibió una respuesta, hasta que una sonrisa se formó en los labios de ese Mark.

— Te extrañe William

Chapter Text

Mark busco a William cuando se enteró de la invasión, desesperado por encontrarlo con vida no le importó la vida de los demás civiles.

Su cuerpo se tambaleó al encontrar el departamento de William destruido, levantó los escombros para encontrar su cuerpo, fue una fortuna no encontrar rastro de sangre ni su cuerpo.

Necesitaba encontrarlo.

— Cecil por favor — Suplico — William no está por ningún lado

— Podría estar muerto — Cecil fue realista — No voy a usar a mi equipo para buscarlo, primero tengo que detener la invasión

Mark gruño, apretó sus puños.

— ¡Entonces lo haré yo solo! — Dio la vuelta — ¡Nunca trabajaré para ti de nuevo !

Mark emprendió su vuelo, Eve quien lo había estado escuchando lo siguió.

— ¡Mark espera! — Grito — ¡Te ayudaré!

Mark no se detuvo, no importa cómo ni dónde pero encontraría a William.

— Mark encontraremos a William — Eve le hablo — Se que es como un hermano para ti...

— William es más que eso — Por un momento disminuyó la velocidad — Dio a luz a mi hija

Eve quedó petrificado ante la revelación, sin embargo continuó siguiendo a Mark, ahora podía entender el porque siempre parecía verlo, siendo protector cuando estaban cerca o querer lucirse.
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[•••]

William estaba aterrado, abrazando a su bebé quien se había quedado dormida luego de llorar, se encontraba encerrado en una edificio abandonado, parecía un manicomio, se sobresaltó al ver una rata.

— Ya estoy de vuelta — Mark sin máscara apareció llevando una bolsa de comida — Aún no me has dicho de quien es esa niña querido, bueno no importa podemos dejarla aquí una vez vayamos a mi universo

Un escalofrío recorrió la espalda de William.

— No puedes hacerlo — Miro a su bebé — Es mi hija

Se sobresaltó al ver que Mark sin máscara golpeaba el suelo haciendo un pequeño agujero.

— ¿Con quién me engañaste? — Su aura se volvió oscura, sus venas resaltaron en su rostro — La mataré y mataré a la mocosa

Todo el rostro de William palideció, un sudor frío recorrió su cuerpo y al ver que empezaba a acercarse las lágrimas comenzaron a deslizarse de su mejilla.

— Es mi bebé, no la toques por favor — Suplico — Es tu hija

La expresión en el rostro de Mark sin máscara cambio a una de confusión, trato de verle el rostro a la pequeña, William la seguía escondiendo.

— ¿Mi hija? ¡Ja! — Soltó una carcajada— ¿Cómo va a ser mía? ¿Con qué mujer te metiste?

— Yo la tuve — Sus labios temblaron — Aún tengo la cicatriz de la cesárea, yo la di a luz

Mark sin máscara no entendía lo que pasaba ¿Cómo era posible?

— ¿Eres una mujer?

— No, soy un hombre — Ahora quien estaba confundido era William — Soy un hombre omega, puedo embarazarme

Mark sin máscara pareció pensar un momento.

La pequeña comenzó a removerse en sus brazos.

— Mamá — La pequeña sostuvo la camisa de William — tengo hambre — Su voz infantil llamó la atención del Mark sin máscara, la niña observó a Mark sin máscara — ¿Tío?

— ¿Tío? — Observó confundido a William, quien bajó la cabeza y sostuvo la mano de su pequeña para besarla.

— Duérmete otro rato mi amor — Hablo con dulzura a su bebé — Tu tío está protegiéndonos ¿Si?

La niña pestañeó varias veces, negó con la cabeza y las lágrimas se deslizaron por su mejilla.

— ¡Tengo hambre!

William observó con lastima a su bebé, beso su frente tratando de calmarla.

— Solo traje comida para ti William — Mark levantó una bolsa de plástico para dárselo.

William de inmediato lo recibió, sacó un yogurt de la bolsa aún sin soltar a su hija quien no paraba de llorar, ahora que Mark lo notaba esa niña tenía sus ojos y su nariz, todo el resto era de William.

No entendía, si era el padre de la mocosa ¿entonces porque lo llamaba tío?.

William acomodó a su hija en sus piernas y le abrió el yogurt.

— Tómalo despacio ¿Si?

El llanto de la niña se detuvo, con sus manitas sostuvo el frasco de yogurt y comenzó a tomárselo como si nunca le hubiesen dado de comer en su vida, el yogurt resbaló de su boca provocando que su vestido rosa se ensuciará.

— No me convence — Mark sin máscara se cruzó de brazos — ¿Cómo se que es mi hija?

William lo miró suplicante como si tratara de decirle que cerrara la boca.

— ¿Papá? — la niña dejó de beber el yogurt para ver a Mark sin máscara — ¿Es mi papá? ¿No es mi tío?

— No mi amor, solo estábamos jugando ¿Si? — Comenzó a darle besitos en la cara, su hija comenzó a reírse tratando de apartar su rostro — Duerme otro poco ¿De acuerdo?

Mark sin máscara se había quedado callado, viendo fijamente a William, sabía que si William podía gestar podría romperle el cuello a la niña y reemplazarla.

Espero pacientemente a que la pequeña se durmiera.

— Entonces tío ¿He? — Si la niña es hija del Mark de este universo no tendrá problemas pero si resulta ser de otro hombre no dudará en deshacerse de ella.

William no había dejado de temblar, temía por la seguridad de su hija.

— No sabe quién es su padre — Se justificó — Nunca se lo dije…

— Entonces el Mark de acá no se hizo cargo, que estúpido — De nuevo las venas resaltaron en su mejilla — Solo espero que no me mientas de lo contrario le romperé el cuello

William se estremeció.

— No miento, por favor no la lastimes

— Déjala — Ordenó — Y ven hacia mi

William dudó sin embargo acostó a su hija en el suelo, se quitó el suéter para colocarlo sobre su hija, se acercó a ese Mark. Mark sin máscara levantó su camisa, la cicatriz de la cesárea era grande, con la yema de sus manos acarició la cicatriz.

William quizás no mienta.

[•••]

Segundo día.

Todo era un caos, el mundo estaba siendo destruido y pocos héroes podían hacerle frente a la amenaza.

Mark ni siquiera se había tomado un descanso para dejar de buscar a William, sus pensamientos estaban hechos un lío, cree que no debió dejarlo irse o debió acompañarlo a casa.

¿Qué hará si no lo encuentra?

Mientras que William seguía encerrado, tratando de calmar a su hija que lloraba porque le daba miedo el lugar, apenas lograba dormir y esa variante solo le traía comida a él por lo que decidía dárselo a su hija.

Ella se durmió luego de terminar de llorar, estaba cubierta por una manta que Mark le consiguió.

Mark sin máscara no estaba, trataba de buscar una oportunidad para escapar.

Era inútil, ni siquiera podía abrir la puerta y la ventana estaba cubierta de madera.

— Mark — Murmuró — Encuéntranos pronto

Trato de ver por lo agujeros de la ventana, no había nada, sólo enormes árboles rodeando todo.

La puerta fue abierta, señal de que Mark sin máscara llegó, llevaba un colchón que aventó hacia el suelo y algunas mantas.

— Sígueme — Ordenó con voz firme, William dudo le hecho un vistazo a su hija que seguía dormida — William no me obligues a hacerlo

Era una amenaza, camino con lentitud hacia el, siguiéndolo y una vez que estuvo fuera de la habitación fue cerrada, entonces Mark sin máscara lo llevó a otra habitación vacía, llena de suciedad.

— Quítate la ropa — De nuevo hablo Mark sin máscara.

William lo miró aterrado.

— Por favor no — Retrocedió dos pasos — Yo…

— ¿Prefieres que haga otra cosa? — Sonaba amenazante — Nunca le he roto el cuello a una niña ¿Cómo crees que será? ¿Será más fácil romperlo que el de un adulto?

Las lágrimas comenzaron a bajar de sus mejillas, sus manos temblaron y de forma lenta se quitó la camisa, dejando a la vista su cicatriz, continuó con su pantalón y por último con su boxer.

Estaba expuesto, su corazón latía con fuerza como si fuera a salirse de su techo.

Mark sin máscara se arrodilló frente a él, colocando sus labios en el vientre de William y sus manos en su cintura.

— Eres real, tócame — Murmuró — Te amo William, te amo

William se sentía incómodo, trago en seco y levantó sus manos, temeroso las colocó sobre el cabello de Mark sin máscara.

— ¿Q-qué pasó con tu William? — Soltó un quejido al sentir una presión en su cadera.

— Lo maté — confesó — fue un accidente, traté de… traté de salvarlo… ya no importa ahora te tengo a ti

El recuerdo apareció en su cabeza, cuando un villano había capturado a William, trato de salvarlo, lo intento.
Aún recuerda que en su lucha se aventó contra el villano para matarlo, no contó con que usaría a su novio como escudo y cuando se dió cuenta fue muy tarde, toda la sangre estaba cubriendo su rostro, el pecho de William tenía un agujero.

Nunca se perdonará perderlo, porque fue su culpa que muriera.

El William de este universo no lo quería, ya lo haría cambiar de opinión, esperaba que fuera por las buenas, no quería usar la fuerza.

— Todos mis bebés estarán aquí pronto — afirmó — Tendremos muchos hijos William, viviremos juntos y nunca me separé ti

Era una pesadilla, las piernas de William temblaron, perdió el equilibrio y terminó arrodillándose, quedando frente a frente con ese Mark tan raro que se apresuró a besarlo de forma violenta.

William estaba muerto de miedo, las lágrimas continuaron deslizándose por su rostro, soltó un quejido al sentir que mordía sus labios, sintió asco al sentir su lengua entrar en su boca.

Mark sin máscara estaba hambriento, tenía años de no probarlo, extrañaba su olor, su calor.

Sus manos fueron hacia la cadera de William, lo apretó hacia él y se acomodo para sentar a William sobre él, mientras seguía besándolo.

William se estremeció al sentir algo duro debajo suyo.

— Pa… — Trato de separarse — P-para

Mark sin máscara se detuvo, mirándolo de forma tan dulce.

— Pronto te acostumbrarás ¿De acuerdo? Se bueno

William limpio sus lágrimas con sus manos.

— Yo no puedo, no quiero por favor

Los ojos de Mark sin máscara se oscurecieron, causando un escalofrío recorrer la espalda de William.

— ¿Acaso no me amas? — Sonaba molesto — Te extrañe día y noche, no estuve con nadie y solo te busqué a ti ¿Por qué me rechazas?

William no podía resistir más, sus nervios estaban al tope y terminó por desmayarse sobre él.

— Voy a corregirte — Murmuró, acarició la espalda de William con suavidad y besó su hombro.

Cuando William despertó ya tenía su ropa puesta, estaba acostado sobre el colchón y su hija no estaba cerca, se levantó sobresaltado al no encontrarla por ningún lado, su respiración se agitó, se levantó de inmediato y golpeó la puerta con sus manos.

— ¡Por favor! ¡Devuélveme a mi hija! ¡Por favor! ¡Haré lo que sea! — Grito desesperado.

Escucho pasos, entonces se detuvo, la puerta fue abierta y ahí estaba su hija, comiéndose una paleta con Mark sin máscara sosteniéndola de la mano, la pequeña sonrió y se lanzó sobre él.

William no dudó en abrazarla.

— ¿En dónde estaban? — preguntó William molesto, observó con desconfianza a Mark sin máscara.

— Quería ir al baño y como seguías dormido la llave a dar una vuelta

— ¿La llevaste? — Su mirada fue hacia su hija, la dejó en el suelo y comenzó a observarla buscando algo — ¿Te tocó en alguna parte? ¿Te hizo daño?

La pequeña lo observó confundida

— No le haría eso — Mark sin máscara habló — No soy un pervertido William

— ¿Cómo sé que no mientes? — Hizo que su hija fuera detrás de él — No vuelvas a tocarla, es mi bebé no puedes acercarte

Mark sin máscara se cruzó de brazos.

— Papá — La pequeña lo interrumpió, alzando su camisa — El tío dijo que es mi papá

William estaba frustrado, sintió un punzón en su cabeza y cargó de nuevo a su hija.

— Dile la verdad William, soy su papá

Mark sin máscara solo estaba molestando, ni siquiera le importaba esa niña, aún no estaba seguro de que fuera suya.

El cielo comenzaba a oscurecerse, Mark sin máscara salió tres segundos para luego aparecer con linternas, cerró la puerta detrás de él y las encendió, William se sentó en la cama y acarició la cabeza de su bebé, le quitó la paleta y la aventó hacia algún lado de la habitación.

— ¡Mi paleta!

— Solo puedes comer dulces en el día — Abrazo a su hija — Duerme un poco

[•••]

Día 3

Ninguna señal de William, Mark está desesperado de que estuviera en peligro o muerto.

— Mark — Eve apareció — Encontramos algo — Eve le enseñó su teléfono, había una imagen en la que una variante suya estaba con la hija de William.

Mark llevo su mano a su propio cabello y comenzó a jalarlo, ahora estaba más asustado.

— ¿Lograron seguirlo?

Eve negó con la cabeza.

— Trataron de seguirlo con un dron, pero se dió cuenta y terminó por destruirlo, lo siento Mark

— Voy a buscarlo — No podía dejar que siguiera así, el mundo estaba empeorando y los ataques de las variantes no paraban.

Estaba arrepentido, se culpaba cada que podía por no estar con él, por no ser fuerte. Odiaba ser débil, odiaba tener enemigos obsesionados con él.

Odiaba no haberse hecho responsable de su hija, odiaba dejarle toda la responsabilidad a William, fue un cobarde.

Mientras tanto William trataba de alejar a Mark sin máscara quién no dejaba de besar su cuello, de nuevo lo llevó a la otra habitación, se encontraban en el suelo mientras la niña dormía.

— Te amo — murmuraba — Te amo, te amo

Ese Mark está loco.

— Por favor no lo hagas — Suplico, no quería ser profanado por él — No estoy listo — Al menos trataba de convencerlo de no tocarlo — Cuando salgamos de aquí lo haremos ¿Te parece bien?

Mark sin máscara le dirigió un vistazo a su rostro, formó una sonrisa y colocó su mano en su mejilla.

— ¿Qué tan estúpido crees que soy? — su voz sonó ronca — Te quiero ahora William, no sabes cuánto te deseo

William colocó su mano sobre el rostro de Mark sin máscara, quien se apresuró a sostener su muñeca para deslizar su lengua por los dedos de William, como señal de que lo tomaría quisiera o no.

— Dame tiempo por favor — rogó — Yo, yo…

— ¿Tú qué? — La sonrisa se borró de su rostro — ¿En qué piensa? — Deslizó su mano libre por el pantalón de William yendo directo a su trasero — ¿Si tiro a la mocosa me harás caso?

William se estremeció, de pronto Mark desapareció de su vista. Fue tan rápido, y William se apresuró a levantarse del suelo, salió de inmediato y entonces lo vio, Mark sin máscara cargaba a su bebé, era espeluznante.

Las ventanas estaban abiertas entonces voló hacia afuera, sus miradas se cruzaron.

— ¡No! ¡Lo haré! ¡Hazme tuyo! — Rogó con la esperanza de que soltará a su bebé.

— ¿Por qué tardaste tanto?

— ¿Papá? — La pequeña despertó, viendo a William y luego a Mark.

Mark sin máscara extendió sus brazos dejando caer a la pequeña, William gritó aterrado, se acercó a la ventana levantando su brazo tratando de alcanzar a su hija en un intento inútil de agarrar su mano, solo pudo verla caer.

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William sintió que murió en ese instante, su respiración comenzó a agitarse y su vista se nublo, tuvo un pequeño mareo.

Su cabeza dió vueltas, todo su cuerpo temblaba.

Soltó un gemido ahogado, tenía miedo, estaba enterrado y en su interior esperaba que Mark la salvará que bajara por ella y se la diera en sus brazos.

No pudo gritar, no cuando veía a su pequeña caer y justo cuando estaba por tocar el suelo ella se detuvo en el aire.

— Bueno parece que sí es hija mía después de todo — Mark sin máscara habló casi gritando — ¡Lo haz hecho bien!

Su bebé no parecía aterrada, más bien estaba emocionada ante el nuevo descubrimiento, entonces voló hacia William quién rompió en llanto al tenerla cerca, la abrazó aferrándose a su pecho.

— ¿Papá? — Su hija no entendía nada, con sus manos tocó las mejillas de William — Estoy aquí papi

William besó su frente, no podía evitar llorar, pensó que perdería a su niña.

— Era una broma William — Mark sin máscara se acercó, sentándose al lado de la ventana — ¿Crees que soy capaz de hacerle daño a una niña?

Aunque en su universo lo hizo, luego de acabar con su novio enloqueció, acabó con los villanos y continuó destruyendo todo a su paso loco de la ira, incluyendo bebés.

— No juegues así conmigo — Sollozo — ¿Tienes idea de cómo me sentí? — sus ojos mostraban dolor — Nunca lo hagas de nuevo

Mark sin máscara no le quitó la vista de encima, como si estuviera pensando.

— William te amo, haría lo que fuera para estar contigo — De nuevo su mirada se ensombreció — Así que no me hagas enojar — No era una advertencia, es una amenaza.

— L-lo siento — Tuvo la necesidad de pedirle perdón.

La mirada sombría desapareció reemplazandola con una de amor.

— ¿Papá? ¿Qué pasa? — Por primera vez la pequeña observó con desconfianza a Mark — ¿Por qué lloras?

— No es nada corazón — Mintió — Estoy feliz de que estés conmigo, no te alejes de nuevo ¿De acuerdo?

La niña dudó, miró a ambos hombres sin entender nada.

— Nadia — William la llamó — No te alejes

Su bebé lo observó, escondió su rostro en el cuello de William.

— William, la raza de los Viltrumitas es dominante ¿Por qué tiene tu cabello? ¿No debería parecerse más a mi?

— No lo sé — Fue honesto — Quizás mis genes se mezclaron por mi género

— ¿Por qué no la llevas a dormir? — Mark sin máscara sonaba tan tranquilo.

William dió la vuelta, entró en la habitación y acostó a su bebé en el colchón, se acostó al lado de ella, se limpió las lágrimas de su rostro.

Suspiró aliviado, agradece que su pequeña tuviera poderes.

Esperó a que su hija durmiera, no podía cerrar los ojos, no después de que Mark hiciera algo tan cruel.
El sol se fue y la oscuridad cubría todo sin dejar una luz.

William no dormiría esa noche, sintió un escalofrío al sentir la presencia de Mark al lado suyo, observandolo con deseo mientras comenzaba a manosearlo, apretó sus labios para evitar gritar, no se movió, no se atrevía, pronto pudo escuchar a ese Mark comenzar a gemir cerca de su cuello, murmurando su nombre.

Al amanecer William estaba exhausto, no logro pegar el ojo en toda la noche.

— Ya nos vamos — Mark sin máscara avisó.

— ¿A dónde? — Tenía miedo, no quería ir con él, temía por su seguridad.

— Tengo hambre — La pequeña habló jaloneando su camisa — Papá quiero ir a casa

Mark sin máscara observó indiferente a esa niña, trató de acercarse y tocar su cabello, William lo detuvo, no dejó que la tocara.

— Vaya ¿Aún sigues enojado?

William no respondió, cargo a su bebé y Mark sin máscara lo cargó al estilo nupcial.

Mark sin máscara comenzó a flotar, yendo hacia alguna dirección. William quería llorar de nuevo, quería escalar, solo estuvo con él unos días y siente que fue lo peor que le pudo pasar.

William noto que a lo lejos algo se acercaba a gran velocidad y en algún momento Mark sin máscara lo había soltado, Mark sin máscara no lo había notado hasta que impactó en un edificio.

— ¡Papá! — Su hija gritó asustada — ¡Papá!

Su hija tenía poderes pero no sabía usarlos.

¿Cómo podía consolar a su bebé?

Pronto sintió unos brazos atrapandolo, cabello rojo ondeaba en el viento.

— Siento llegar tarde — Eve habló, quien lo miraba con lástima — Los llevaré a un lugar seguro ¿De acuerdo?

William nunca se sintió tan feliz en su vida, asintió con la cabeza y sabiendo que estaba seguro cerró sus ojos para poder descansar.

Mientras que Mark sin máscara quitaba los escombros de él, las venas resaltaron en su rostro y entonces vio cómo se llevaban a William. su “novio” le fue arrebatado de sus manos.

Estuvo a punto de seguirlos, entonces una mano lo tomó del tobillo avenadolo hacia un edificio en ruinas.

— ¡Cabrón! — Grito el Mark original.

Mark sin máscara se levantó de nuevo, listo para pelear.

— Putamadre ¿Cómo te atreves a separarme de mi novio? — Enojado apretó sus puños — Te mataré

Mark soltó una risa.

— ¿Tu novio? — No estaba celoso, más bien molesto — ¿Qué carajos le hiciste a William? No te perdonaré si lo lastimaste

— Yo no le hice nada, nunca lo lastimaría

Mark no le creía, entonces lanzó un puñetazo en el rostro del Mark sin máscara lanzándolo lejos.
Por esta vez estaba dispuesto a matarlo, no perdonaría que se llevará a William.

Fue una pelea intensa, ambos se resisten, sus puños chocaban entre sí, los golpes iban con la intención de matar al otro.

Hasta que Mark le dobló las piernas a su variante, sus puños golpearon todo el rostro del otro Mark con fuerza.

[•••]

William despertó, su cabeza le daba vueltas y su estómago rugía por el hambre.

— William — La voz de Mark lo puso alerta — William

William lo observó con desconfianza, suspiro aliviado al darse cuenta de que se trataba de su Mark, nunca lo confundiría, entonces su mirada cambia a una de alivio.

— ¡Espera! ¿En dónde está mi hija? — No le importaba si estaba bien, solo quería saber de su bebé.

— Está bien — Mark sostuvo su mano — Está con mi mamá

Ahora estaba más relajado, curvo sus labios hacia arriba.

— Gracias Mark

— Estuve buscándote desde que ocurrió el ataque — Mark se sentía culpable — Pensé que te había perdido dime ¿El te lastimó?

— Intentó acabar con mi bebé — Confesó — De no ser porque despertó sus poderes ella… — Su expresión cambió a una de miedo — Pensé que la perdería

— Lo siento, todo pasó por mi culpa…

— No, esto no es culpa tuya fue de ese estúpido, además — Cambio su expresión — Quiero agradecerle a Eve, gracias por salvarnos

Mark apretó sus manos con la de William, acercó sus labios a sus dedos y lo besó.

— No volveré a dejarte solo, lo juro — Estaba decidido — Ni a ti ni a nuestra hija, haré lo correcto está vez y me haré cargo

William estaba sorprendido, negó con la cabeza.

— Oh no — No quería que Mark se hiciera responsable, no quería ser un obstáculo para él — Solo vamos a estorbarte

— No digas tonterías, William me gustas — sus ojos mostraban valentía — No se porque tratas de alejarte ¿Hice algo que te molestó?

Desde que William estuvo embarazado sufrió discriminación, las personas lo miraban con repulsión y solían decirle cosas ofensivas, nunca fue buen visto embarazarse joven.

Todos lo repudiaban.

Si Mark se hubiera hecho responsable el futuro de ambos estaría condenado.

Pensó en ayudarlo de esa manera, aunque se decepcionó cuando se enteró que en realidad era un héroe, no por envidia, más bien fue porque Mark dejó la universidad porque no era necesario para él.

Lo entendía, salvar al mundo era más importante, entonces decidió seguir manteniendo la distancia, Mark tenía enemigos y solo los pondría en peligro.

— Mark si me quedo contigo ¿Qué me asegura que estaré bien? — cerró sus ojos — ¿Seré perseguido de nuevo? ¿Tratarán de secuestrarme o matarme para que sufras? — Era realista — No me importa si lo hacen yo solo me preocupo por mi bebé

Mark podía entenderlo ¿Quién quisiera estar con él? Solo arruinaría su vida.
No pudo evitarlo, las lágrimas comenzaron a bajar por los ojos de Mark y William abrió sus ojos para verlo.

— ¿Si dejo de ser un héroe estarás conmigo? — suspiro — ¿Me dejaras ser parte de sus vidas?

William dudó, su corazón se estremeció y una parte de él sabía la razón.

— Mark — En su interior siempre deseo que le ofreciera quedarse, seguir juntos y tratar de llevar su vida — Yo… — Lo espero todos los días.

Incluso cuando dió a luz a su bebé esperaba verlo ahí, que tomara su mano mientras tenía a su bebé y luego lo ayudará a volver, en cambio dio a luz solo sin nadie que lo ayudara, porque fue un cobarde, quiso hacer todo por su cuenta y aún quiere hacerlo.

— William por favor

Estaba dudando, amaba a Mark, es su mejor amigo.

— Yo… — No podía resistirse, viéndolo tan vulnerable su interior le pedía aceptarlo — ¿Qué pensará tu mamá?

Quizás Debbie lo vea como un ramero.

— Va a enojarse mucho conmigo — Mark limpio sus propias lágrimas con su traje — Va a golpearme por no hacerme cargo

William apartó su mano de Mark para tocar su rostro con delicadeza.

— De acuerdo Mark, dejaré que entres a nuestras vidas

[•••]

— No puedo creerlo — Debbie cargo a su nieta, era tan raro saber que esa niña siempre fue su nieta— ¿Cómo es posible que no supiera de ti?

Oliver miraba de reojo a su mamá, no le molestaba ser tío aunque era raro.

Mark tuvo que confesar la verdad y Debbie no estaba contenta, estaba furiosa con Mark y William.

— Mark — Oliver lo llamo — ¿No es gracioso que tardarás tanto en despertar tus poderes? Perdedor

Mark lo miró indignado, se acercó a su hermano para golpearle la cabeza, Debbie sonrió al ver la escena, mientras William estaba mirando a todos convivir.

Quizás el problema era él, ellos lo recibieron tan bien.

Pudo ser así desde el comienzo.

La primera noche que durmió junto a Mark estaba nervioso, no vivían con Debbie. Mark se las arregló para tener una casa alejada del peligro para poder criar a su bebé.

— No puedo dormir — Susurro William — Mis ojos no se cierran

— Yo tampoco puedo — Mark se acercó a William — Estoy muy nervioso yo ¿Puedo abrazarte?

William dudó, asintió con la cabeza y Mark no tardó en rodearlo.
No lo parecía pero tenían el corazón explotando, estaban nerviosos y demasiado cerca.

Mark acercó su mano al vientre de William, sintió la cicatriz de la cesárea.

— Sabes te veías muy bonito cuando estabas embarazado — Confesó Mark — Te mirabas más sexy

— ¿Entonces soy feo?

— ¡No! Nada de eso, eres muy atractivo

William comenzó a reírse en voz baja, llevó su mano al hombro de Mark, y al acostumbrarse a la oscuridad pudieron verse a los ojos.

— Bueno, tienes razón, soy atractivo. Tu también lo eres, en especial cuando estás desnudo — Trató de bromear.

Mark se sonrojó, en ese momento se lamentó ser tan cobarde en el pasado, no tomar la iniciativa, aunque ahora podía remediarlo, deslizó su mano hacia la cadera de William y de pronto se lanzó a besarlo.

William se sorprendió aún así no apartó a Mark, correspondió su beso.

Por la mañana William despertó con el cuerpo adolorido, tenía algunas marcas en su piel y un dolor punzante apareció en su trasero.

— Buenos días William

El mencionado se sobresaltó al escuchar su nombre, una sonrisa apareció en su rostro al recordar lo que habían hecho.

— Buenos días Mark

[•••]

Pasaron dos meses desde que fue secuestrado, ha estado yendo a terapia y recientemente se enteró que se encontraba gestando nuevamente.

Las cosas parecían ir bien, aunque hace poco un Viltrumita llegó a la tierra dejando herido a Mark, por fortuna logró vencerlo.

— Cariño, deberías tomarte un descanso — Hablo William, mientras acariciaba la frente de Mark, se encontraba completamente desnudo sobre él — Te hicieron mierda

Mark soltó un gruñido, abrazó la cadera de su esposo e inhalo su olor.

— Quizás lo haga, trabajar como héroe independiente es difícil

— Si te sientes cansado podría hacerte un masaje

Mark negó con la cabeza, besó la mejilla de William.

— Me ayudaría que me beses

[•••]

El tiempo siguió pasando, su hija comenzó a crecer y siguió los pasos de su padre aunque las cosas cambiaron.

Mark tuvo varias peleas a lo largo de los años.

Cecil murió, Nolan murió y Mark comenzaba a volverse más fuerte, tanto que incluso derrotó a un Viltrumita llamado Thragg.

Dejaron la tierra en cuanto Mark se enteró que era un emperador, por el bien del planeta tuvieron que irse.

Su primera hija cambio, su cabello se volvió completamente negro una vez que entro en la pubertad al igual que sus otros hijos, terminaron teniendo nueves bebés.

— Te ves tan viejo — William se burló de Mark — Sabes yo no tengo ni una cana

Mark observó con gran cariño a su esposo.

— No dejas de absorber mi energía vital

— Y aún así me ruegas para que te deje entrar en mi

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Fue difícil al comienzo, su bebé comenzaba a aprender a caminar y William trataba de estar con ella en todo momento.
La dió a luz, la cuidaba y la protegía siempre.

William observó con terror a su hija.

Por un momento pensó que Mark sin máscara salvaría a la niña, la detendría antes de que tocara el suelo, fue una desgracia, la niña pronto llegó al suelo sin saber que pasaba.

Fue tan rápido, que de pronto estaba cubierta en un charco de sangre.

En un intento desesperado por salvarla William se lanzó por la ventana, esperando tener el mismo final.

Mark sin máscara lo detuvo.

— Era débil, no es mi hija — Hablo como si no le importará, como si estuviera acostumbrado.

Descendieron hasta bajar al suelo, entonces William a pasos torpes se acercó a su bebé, abrazó su cuerpo inerte, sus ojos parecían seguir observando mientras la sangre escurría de todas partes.

— ¡No! ¡No! — Sollozo — Mi bebé

El recuerdo fugaz pasó por su cabeza, el día en que la tuvo en sus brazos por primera vez, su rostro tratando de encontrar su pecho y sus manos aferrándose a él.

Recordó su risa encantadora, sus primeros pasos, el cómo siempre lo seguía por todos lados y los desastres que hacía cuando la perdía de vista.

William grito desesperado, sabiendo que no podía ayudarla, nunca volvería a verla de nuevo, nunca crecería.

Porque su hija murió.

Mark sin máscara lo separó del cuerpo de la niña, cargo a Wiliam sobre su hombro quien no dejaba de forcejear.

— ¡Monstruo! ¡Te odio! ¡Te odio! — Gritó con todas sus fuerzas — ¡Me quitaste a mi bebé! — Con sus manos golpeó la espalda de Mark — ¡Maldito!

Mark sin máscara comenzó a flotar, volvió a la habitación y aventó a William sobre el colchón.

— Era un obstáculo — Se colocó sobre William mientras comenzaba a romperle toda la ropa — No la necesitas

William tembló, no importa cuánto golpeara a Mark, no podía hacerle daño.

— ¡Maldito! ¡Te odio! ¡Te odio!

Mark gruño, le dió la vuelta a William quien no dejaba de moverse, sostuvo su cabeza para que no se levantara y de pronto sintió algo duro entrar en su interior.

De nuevo volvió a gritar.

Cerró sus ojos con fuerza, esperando que esa pesadilla terminara. Apretó sus manos en el colchón, Mark sin máscara lo embestía de manera violenta. Sus caderas se movían hacia los lados sin importarle cómo se sentía el otro.

William se estremeció, siguió llorando mientras era profanado, su interior ardía como si estuviera rasgándose por dentro.

Un hilo de sangre comenzó a bajar por el trasero de William.

Sintió que fue una eternidad, hasta que Mark sin máscara se detuvo para derramar su semen en el interior de William, quien comenzaba a sentirse mareado.

— Te odio — Murmuró.

Mark sin máscara beso su espalda.

— Ya aprenderás

Tenía grandes planes para ambos.

Día 4.

William estaba devastado, la sangre seca de su hija aún seguía en sus manos y su rostro.

Mark sin máscara lo cargo, comenzó a flotar yendo al punto de encuentro Amstrog, apenas llegaron a la ciudad y fueron atacados, Mark original apareció para aventarlo.

Mark sin máscara soltó a William, Eve quien había llegado como apoyo fue directo a cargar a William que se encontraba completamente desnudo, su rostro estaba decaído, las bolsas en sus ojos eran enormes y parecía que estaba llorando.

— William — Eve lo llamó — ¿En dónde está Nadia?

William no respondió, estaba perdido en sus propios pensamientos.

Mientras que Mark original peleaba con su variante, los dos se lanzaban de un lado a otro, golpeándose con violencia.

— ¡William! — Eve lo llamó de nuevo, con sus poderes creó ropa para William — ¿¡En dónde está tu bebé!?

Entonces William por fin le prestó atención, de forma lenta centró su vista en los ojos de Eve.

Eve sintió un escalofrío recorrer su espalda, los ojos de William parecían no tener vida, entonces noto que señaló hacia una dirección, se apresuró a seguirlo sin esperar a que Mark terminara su pelea.

— William ¿En dónde está? — Volvió a preguntar — Necesita…

— Esta… está — Su voz tembló — esperándome

Eve tuvo un mal presentimiento, pronto llegaron a un hospital abandonado y se horrorizó ante la vista.

William saltó de sus brazos, yendo directo a abrazar el cuerpo de su bebé.

— Eve — Sonaba desesperado — No está respirando — Cargo a su hija provocando que la sangre siguiera extendiéndose — Tengo que llevarla a un hospital

Eve cubrió su boca.

William seguía teniendo esa mirada perdida.

— Por dios

Mark original mordió el hombro de su variante quitándole un pedazo de piel, lo escupió y le dió un puñetazo en el pecho.

— ¡Joder! — Mark sin máscara Maldijo, entonces con su cabeza golpeó a Mark en el brazo, escucho su hueso crujir — ¡Te matare!

Mark soltó un grito de dolor, con sus dientes mordió el cuello de Mark sin máscara.

Mark sin máscara lo apartó de inmediato provocando que un charco de sangre bajara de su cuello, la sangre salía sin parar.

Mark le dió un cabezazo con la cabeza.

[•••]

William peinaba el cabello de su bebé quien mordía un juguete mientras veía la televisión.

— Debes pórtate bien Nadia

La pequeña sonrió, sacó el juguete de su boca

— ¿Si me porto bien me comprarás más dulces?

— Un dulce por día está bien

William despertó sudando, su cabeza palpitaba y todo su cuerpo estaba caliente, apenas abrió los ojos rompió en llanto, grito desesperado, el olor a medicinas lo mareaba.

Mark que estaba cerca se apresuró a ir con él, trato de calmarlo.

— ¡Me quitaste a mi bebé! — William gritó cegando por el dolor — ¡Te odio! ¡Te odio Mark!

Mark sintió un punzón en su pecho, a él también le dolía perder a su hija aunque sabía que a William le estaría afectando más, después de todo William solo tenía a su bebé.

— William — Sonó desesperado, abrazo a William con un brazo, el otro lo tenía lesionado — Soy yo, soy tu Mark

William comenzó a lanzarle golpes para liberarse.

— ¡Maldito! ¡Asesino! ¿¡Cómo pudiste!? ¡Era mi bebé!

Maek no hizo nada, dejó que William le gritara y siguiera golpeándolo hasta que se desmayó.

Mark no pudo evitar derramar algunas lágrimas, odiaba lo débil que podía llegar a ser, fue demasiado lento, pudo haber encontrado antes a William y nada de esto hubiera pasado.

Nadia seguiría con vida.

Eve entró viendo con lástima a Mark y a William, los dos acaban de perder a su hija.

— Mark — Lo llamo Eve — Quizás sea mejor que te alejes de él… puede que no quiera verte

— Lo sé — Adolorido se sentó en una silla que estaba cerca de la cama del hospital — No quiero dejarlo solo…

— Lo cuidare por ti ¿De acuerdo? Solo debes tratar de descansar

Mark fijó su vista en el suelo, negó con la cabeza, No iría a ningún lado aunque William lo odiara tenía el derecho de hacerlo, fue su culpa que su bebé muriera.

— Mark

— No estuve ahí cuando nació — La voz de Mark tembló — Ni cuando aprendió a caminar, no escuché sus primeras palabras — su pecho dolió — Le dejé toda esa carga a William… todo es mi culpa

Mark rompió en llanto, aún no había visto el cadáver de su bebé y no quería hacerlo, no cuando no era un padre para ella.

— No es tu culpa Mark — Se acercó, tocó su hombro — Tu no lo hiciste, la culpa lo tienen esos idiotas parecidos a ti, no deberías castigarte por eso

Mark no pensaba lo mismo, se quedó callado sabiendo que todo cambiaría.

[•••]

Cada mañana William podía sentir que moría, su pecho ardía con intensidad y un dolor indescriptible lo atacaba, no tenía ganas de moverse, ni de comer. Era como si le quitaron una parte de él.

A veces sentía la calidez de su hija al abrazarlo, podía soñar cuando recién la había tenido, él como la cargaba en sus brazos cuando recién nacía.

William deseaba estar muerto.

William escuchó un ruido en la puerta, no le prestó atención y siguió sumido en sus recuerdos, acostado en la cama cubriéndose con una manta.

— William — Mark lo llamó.

— Lárgate — Sabía que Mark no tenía la culpa y a pesar de eso no podía evitar recordar que tiene el mismo rostro que el asesino de su hija — No quiero verte

Mark no se fue, se quedó parado viendo a William.

— William lo siento yo...

— ¿Lo sientes? — William apartó la manta de su cabeza — ¿Por qué lo haces? Nunca estuviste ahí — No era culpa de Mark, pero William estaba demasiado devastado para notarlo — ¿¡Por qué no te vas la mierda!?

William lo observó con furia, agarró la almohada y se la tiró a Mark.

Mark se acercó y no le importó si William lo quería cerca o no, lo abrazó y William lloró de nuevo.

— ¡Te odio! ¡Te odio! — William comenzó a temblar — ¡No me toques!

— Lo siento William — Se disculpó — Culpame, golpeame si quieres, yo no voy a dejarte de nuevo

William comenzó a calmarse al sentir el olor de Mark, llevo sus manos a los hombros de Mark y lo apretó

— Quería comer dulces — La voz de William se rompió — Debí dejar que lo hiciera, mi bebé se fue

— Lo siento mucho William

William cerró sus ojos, recordando la calidez de su hija.

— La extraño tanto…

— Lo sé

[•••]

Mark observaba fijamente al responsable de sus desgracias.

Cecil capturó a Mark sin máscara y ahora lo tenían como prisionero.

— ¿Cómo está William? — Pregunto desesperado.

Mark no contestó, siguió observando con odio a su variante, se dió la vuelta y continuó su camino, lo único que le reconfortaba era que su variante sería usado como arma.

Mark visitó a William en el hospital donde lo habían intentado, se negaba a comer y se la pasaba todo el día llorando, se negaba a ver a un psicólogo.

— William — Lo llamo, tocó sus manos — William

— Cállate — Quería a Mark y aún así no quería verlo, el recuerdo de lo que hizo su variante lo perseguía todos los días, ni siquiera le importo ser violado.

Mark colocó la mano de William en su mejilla.

— William por favor mírame

Eve entró a verlos, le dolía ver a sus amigos siendo tan miserables.

— Mark ¿Podrías salir? — Pidió Eve — Necesito hablar contigo

Mark suspiró resignado, salió junto a Eve de la habitación.

— ¿Qué es lo que necesitas?

— Bueno — Eve dudo — William está embarazado

Mark se estremeció.

— ¿Lo sabe? — preguntó preocupado, Eve asintió con la cabeza — Que…

— Hablaré con él, solo alejate un tiempo, siempre que te vea él… — Eve frotó su brazo — Dale tiempo

¿Cuánto tiempo se supone que deba darle? Sabe que William sufre y no quiere dejarlo estando tan vulnerable.

De mala gana se quedó afuera viendo como Eve entraba, entre abrió la puerta para verlos.

— William — Eve se acercó a él — Si sigues así...

— ¿Voy a morir? — Sonrió con amargura — Quizás sea lo mejor

Eve lo miró con lástima.

— Se que no debería pero... — Una especie de círculo rosado comenzó a emerger de las manos de Eve, lo cual llamó la atención de William.

William quedó en shock al ver lo que creaba, era una réplica exacta de su hija, era como esos bebés reborns, sin pensarlo se lanzó a la muñeca para abrazarla.

— Mi bebé — No era real, su cabeza se lo decía y su corazón se negaba a creerlo — Lo siento mucho bebé — pero era lo único que tenía de ella, perdió todo recuerdo que alguna vez tuvo.

Las calcetas que guardo con tanto cariño cuando nació, sus primeras pijamas, sus juguetes, lo perdió todo.

William lloró, beso la frente de la muñeca.

— William se que te duele la perdida de tu hija, pero debes seguir adelante, a ella no le hubiera gustado verte así — Trato de animarlo — La muñeca te ayudará como terapia, un día tendrás que soltarla

William la miró agradecido.

— gracias Eve — Aunque no planeaba soltar a su hija, no importa si no era real.

Es su único recuerdo.

[•••]

[Cinco meses después]

Mark estaba destrozado, se encontraba tirado en el suelo completamente desnudo, viendo al cielo lamentando su trágica vida.

Se levantó sin ánimos y comenzó a caminar, sin importarle estar desnudo emprendió su vuelo al departamento de William entró por su ventana y lo vio sentado en el sillón con la muñeca de su hija al lado y su enorme vientre cubierto por una manta.

— ¿Mark? — William se levantó del sillón al verlo — ¿Eres Mark?

William por un momento pensó que era ese “Mark” que abusó de él volvió para lastimarlo de nuevo, un escalofrío recorrió su espalda.

Mark camino a pasos lentos hacia él, rodeó a William con sus brazos.

— Lo siento William

William no dijo nada, dejó que Mark lo abrazara y cerró los ojos sabiendo que este era su Mark.

— Mark... — Murmuró su nombre — Siento haberte culpado, se que no fue tu culpa

Mark no dijo nada, besó la mejilla de William y por un momento pensó en tocarlo, quería quitarse la asquerosa sensación de la piel y entonces pensó ¿Que de esa forma se sintió William cuando su variante lo violo?

William noto de inmediato el comportamiento de Mark, abrió los ojos para observarlo.

Los dos estaban rotos.

— Mark — Murmuró de nuevo su nombre — ¿Estás bien? ¿Por qué estás desnudo…?

No dijo nada, no respondió en cambio besó a William quien se separó de inmediato, no quería ser tocado de nuevo, retrocedió hasta sentarse en el sillón y abrazar a la muñeca.

Ninguno habló, en cambio Mark se sentó al lado de él.

— William — Mark cubrió su rostro con sus manos — Yo fui…

William dudo por un momento, suspiro y entonces decidió levantarse, caminar hacia Mark y separar las manos de su rostro para que lo mirará.

— No hace falta que lo digas, estoy aquí para ti

Mark lloró al sentirse tan inútil, pudo haberse defendido y no lo hizo.

William dejó que Mark lo abrazara, sabiendo que nada volvería a ser igual, nunca podrían hacer su vida de nuevo.

[•••]

William dió a luz a un varón idéntico a Mark, era difícil verlo, jamás superaría la pérdida de su primer bebé y no quería al nuevo.

Era su obligación cuidar de su nuevo hijo, a veces despertaba con la esperanza de que su hijo desapareciera y su hija volviera, porque es el triste recuerdo de lo que le hicieron.

Mark ha estado volviéndose demasiado pegajoso con William, viéndolo siempre, cuidando de que no se lastime y también sintiendo un pequeño rencor con él nuevo bebé.

William escuchaba el llanto de su hija, con cansancio se levantó para cargarlo y tratar de calmarlo, no podía evitar compararlo con su hija, su niña nunca le dió muchos problemas, no era tan llorona como su otro bebé.

— ¿Qué es lo que quieres ahora? — Sonaba cansado, lo arrulló en sus brazos.

Mark había llegado con la cena, escuchó los llantos del niño y se preguntó ¿Si su hija fue así?

Mark no había superado el trauma causado por Anissa, pero le preocupaba más proteger a William quien es demasiado vulnerable, se siente responsable de que William fuera violado y embarazado por su variante.

William comenzó a asistir a terapia desde que Eve le creó la muñeca y Mark guarda sus problemas, aún así siempre se rompe al estar con William.

— Mark — William noto su presencia — No sabía que vendrías, haré de comer

— Traje comida

Los dos fijaron su vista en el otro, mantenían una pequeña distancia y no volvieron a tocarse, ninguno quería hacerlo.