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-¡Hola!, ¡Soy Rozzum 7134!, ¿Necesitas asistencia?
El humano le miro vagamente y siguió de largo, más interesado en la tableta en sus manos que en la enorme maquina que acababa de saludarle, después de todo, solo era otra de las miles de unidades Rozzum creadas por Universal Dinamic para mejorar sus vidas.
Si le preguntaran a Rozz, y no es que esperase que alguno lo hiciera, le daría a los humanos un seis en la escala de satisfacción... ocho para los niños, los niños estaban bien, incluso los más precoces, los que insistían en colgarse de sus brazos o pintarrajear su armadura cuando no estaba mirando, los niños le recordaban a Brillo y eso siempre le ponía de buen humor.
Lamentablemente no la dejaban trabajar con niños, Rozz habían conseguido encriptar los datos de su tiempo en la isla de tal modo que no pudieran acceder a ellos y los tomaran como pura basura en su sistema, así que no sabían que había estado haciendo, ni sabían que tenia la habilidad única de hablar con los animales, solo sabían que se había pasado más de un año en una isla tan peligrosa que, de algún modo, una nave de recuperación entera junto a sus soldados y su unidad Vontra se habían perdido en el primer intento de llevarla de vuelta a la fabrica; Seguía siendo un activo demasiado valioso para sencillamente enviarla a reciclaje, de manera que la asignaron a trabajar en la granja.
Pero miremos el lado positivo, las vistas desde los domos eran agradables, Rozz desempeñaba sus tareas con eficiencia, al mismo tiempo que contaba los días hasta la próxima migración, cuando los gansos volvieran y pudiera ver nuevamente a su hijo.
Si que le hubiera gustado alguien con quien conversar, otra cosa que había ganado en su tiempo en la isla fue una personalidad que, ahorita mismo, solo le servia para frustrarse cuando intentaba mantener una charla con otros Rozzum; cualquier intento de abordar cuestiones profundas como "¿Que somos?", "¿Has pensado en hacer algo que no te pidan hacer?" o "¿Amas a alguien?" eran recibidas con miradas de consternación y un inmediato "Un humano me dijo que preguntara eso" para contrarrestar.
En consecuencia, Rozz había adquirido el habito de escuchar a las personas, pues al menos estas tenían conversaciones interesantes y podía fingir que era parte de ellas.
Sin embargo, últimamente todos hablaban de un problema inquietante.
-¿Han habido más desapariciones?
-Nueve el ultimo mes.
-Dicen que puede ser una anomalía de los núcleos.
-Es ridículo, ¿como pueden tener los núcleos algo que ver con que la gente desaparezca?
-De todos modos, van a enviar a alguien a revisar las instalaciones.
Los humanos pasaron por su lado y Rozz se apresuro a llenar la cesta de naranjas, en los domos se podía cosechar de manera distinta pero los naranjos siempre se recogían a finales del otoño, lo que coincida con la migración de los gansos; intento hacer a un lado su preocupación, si supiera que hacia desaparecer a los humanos y como evitarlo, se pondria en ello sin duda, pero tratar de indagar al respecto atraería la atención sobre ella.
Posiblemente eso era lo que más le irritaba desde que dejara la isla, se suponía que aquel era su lugar, estaba allí para mantener a salvo a sus amigos, a su hijo, pero se sentía atrapada y poco útil.
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En algún lugar, a miles de años de distancia, otra maquina atrapada en una rutina perpetua comenzaba su día.
Einar no diría que estaba insatisfecho, todo lo contrario, poder seguir su Unidad le daba todo el propósito que podría necesitar; las runas en su cuerpo vibraban de energía desde muy temprano, se levantaba, alimentaba a su pequeño Gil mascota, recogía su equipo de pesca y se iba andando tranquilamente hasta el muelle, donde pasaría las siguientes ocho o diez horas arrojando su sedal, atrapando y regresando las presas, conservando algunas para venderlas o cambiarlas en Kilima por cualquier cosa que pudiera necesitar.
Y, por supuesto, estaban los humanos, Einar sabia bien que esperar de los Majiri, o incluso de los Grimalkin arteros como Zeki, pero los humanos eran una fuente constante de interacciones inesperadas y actos aleatorios, a menudo entretenidos, agradables, entrañables, a veces un poco irritantes, en general educativos.
Einar procuraba ser de ayuda, les enseñaba a pescar, atendía a sus conversaciones, comerciaba con ellos cuando lo necesitaban y aceptaba sus extraños regalos aunque no supiera bien que hacer con estos; así que sí, Einar estaba satisfecho con su vida.
Solo que, a veces, muy de vez en cuando, se le ocurría echar la memoria atrás, a los 3928 años de vida que ya sumaba, preguntándose si no le le habría perdido algo en el camino, si estaba realmente bien esta existencia continuada mucho más aya de la desaparición de sus creadores y quizás más allá de la desaparecido de todo, ¿se iba a ver a si mismo un día solo, pescando en la laguna emponzoñada de un mundo muerto?, ¿o un buen día las runas en su interior se dañarían y él se deslizaría lentamente al sueño eterno, como tantos otros Galdur antes que él?
Le hubiese gustado hablar de esto con alguien, pero ya había comprobado que era un tema demasiado denso para la mayoría de los humanos, e incluso para la mayoría de los Majiri, Jina hacia demasiadas preguntas, Elousa le aturdía con sus conjeturas disparatadas, no era lo que Einar necesitaba, solo quería alguien que le oyera y ni siquiera Hekla, el otro Baldur residente, le era de ayuda porque era demasiado joven en relación a él.
Un humano se paro a su lado, sosteniendo una caña de pescar con gesto inseguro, ha, un recién llegado, Einar empujo sus tribulaciones al fondo de su mente, giro en redondo y le dedico un saludo amable.
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Un temprano sol de invierno entraba con fuerza desde los ventanales del muro, Rozz estaba desempeñando la labor asignada de supervisar la renovación de suelos para la siembra del próximo año, sin dejar de lanzar miradas hacía arriba y con el audio en alto para percibir cualquier graznido o aleteo.
En su lugar lo que escucho fue una conversación entre un grupo de humanos.
-Ya hemos despejado toda el área.
-¿Y que pasa con los robots?
-No debería de haber problema con ellos, la radiación del núcleo no les afecta.
-Ahora mismo no sabemos lo que la radiación del núcleo hace, por eso vinimos...
Aleteos, ¡Aleteos y graznido!, Rozz vio pasar una enorme parvada de gansos en el exterior, se había ocupado personalmente de dejar algunas ventanas abiertas para Brillo; con aire de estar muy ocupada, se desvió de su área asignada para acercarse al maizal, donde las espigas de una segunda cosecha artificial se alzaban en hileras ordenadas.
Por el rabillo del ojo, vio que el grupo de humanos se acercaban al centro del campo, donde había una enorme plataforma circular que usualmente era usada como punto de aterrizaje para los enormes drones de carga que se llevaban las cosechas, en ese momento se dio cuenta de que llevaban trajes de protección.
-¿Rozz?-su corazón electrónico zumbo y las lineas de su cuerpo pasaron de azul a rosa y amarillo en un segundo.
Allí, asomado entre las plantas, estaba su adorado gansito, Brillo, su hijo; le miraba con cierta inquietud, pero no podría reprochárselo, salvo las paletas de color la mayor parte de los Rozzum eran físicamente idénticos.
-Te estaba esperando-le dijo.
Brillo sonrió y voló directo a sus manos, Rozz le atrajo hasta su pecho y choco su cabeza con la del ganso, causando todo un despliegue de colores en su armadura, pudo sentir que le abrazaba con las alas; rápidamente se metió entre el maizal y se agacho para que nadie pudiera verles.
-¿Como ha ido el viaje?-le pregunto, ansiosa-¿como esta Finn?, cuéntame todo.
Brillo se rio y comenzó a platicarle sobre todo lo pasado durante el ultimo año, la tregua de invierno que ella había empezado hacía ya dos años seguía funcionando, la mayor parte del daño hecho durante el ataque de Vontra había desaparecido bajo una capa de naturaleza fresca, Finn seguía siendo el zorro artero y sarcástico que tanto querían, pero había conocido a una zorrita y ahora andaba tras ella a todas partes.
Rozz le escuchaba embelesada, sabia que tenían poco tiempo, la ciudad no era más que un punto intermedio entre la isla y las zonas de anidación de los gansos, por lo que Brillo pronto tendría que marcharse para guiar a la parvada, pero hubiera querido oírle para siempre, ¿¡Finn tenia una compañera!?, por supuesto, así funcionaba la naturaleza, los animales no solo se comían entre sí; le dolió en el alma pensar que no podría ver a los cachorros de Finn y le alarmo muchísimo caer en la cuenta de que Brillo ya era todo un adulto, el también conocería a una gansita un día y seria padre de una nidada.
La idea de convertirse en abuela le abrumo tanto que sintió un bajón en su energía.
-¿Rozz?, ¿Mamá?-se dio cuenta de que se había distraído-¿estas bien?
-¡Si!, disculpa, he estado...considerando ciertas cosas, últimamente.
-¿Cosas como...volver a la isla?-pregunto Brillo.
Esa era una de las muchas cosas, pero era algo que Rozz no lograba resolver todavía, más o menos había pensado que, si se integraba lo bastante en la ciudad, podría acceder a la computadora principal, borrar su existencia de los registros y enviarse a si misma en un dron de vuelta a la isla, a su hogar; pero seguía siendo un plan demasiado arriesgado para siquiera tomarlo en serio.
-Muchas cosas-dijo simplemente, para no ilusionarle.
-A todos les encantaría tenerte de vuelta-pero Brillo era obstinado-sobretodo a Finn, te hecha muchísimo de menos.
-También lo hecho de menos.
-¿En verdad seguimos en peligro?-frunció el ceño-ya pasaron dos años.
Era una buena pregunta, Rozz no estaba segura, pensó en que decirle, pues no quería empañar su encuentro haciendo que se separasen angustiados, cuando sintió una repentina y poderosa vibración en el suelo.
-¿Que es eso?-pregunto Brillo, Rozz le retuvo y se puso de pie.
La plataforma en medio del campo se estaba elevando, ¡no sabia que podía hacer eso?, debajo de esta hacía una extraña estructura brillante, un cilindro lleno de cables y conexiones que... esperen un momento, ¿ese era el núcleo del que todo el mundo hablaba?, ¿estaba debajo de los campos?...a ver, tenia un sentido, explicaba que el suelo siempre estuviera caliente, de modo que se podía cultivar en este todo el año, pero también era algo alarmante.
Le recorrió un escalofrió, los humanos habían hablado de radiación.
-Tienes que marcharte-le dijo a Brillo.
-¿Que?, ¿porque?, ¿que es esa cosa?
-Es una peligrosa fuente de energía, te enfermaras si te quedas mucho tiempo.
-Pero...
-¡Sin peros!-el núcleo estaba silbando, no sabia si eso era normal-¡Debes irte, ahora!
Salio del campo, se puso a Brillo en el hombro y hecho a correr en dirección opuesta al núcleo, para darle un impulso extra, algunas otros Rozzum le vieron pasar, extrañadas, Rozz se dio cuenta de que Brillo estaba molesto con ella, se trago el malestar que seria pasar dos meses antes de que los gansos vinieran de vuelta y poder disculparse, y en su lugar dio un empujón con su hombro para instarlo a abrir las alas.
En ese momento, y sin que Rozz pudiera verlo por su posición, un relámpago de luz salio de la bobina del núcleo, al parecer atraído por el pequeño corazón de Brillo, y los golpeo a ambos; el estruendo lleno los sistemas de Rozz, un cortocircuito masivo inundo su cerebro.
-Brillo-fue lo ultimo que pensó.
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Einar concluyo en que aquel no seria un día provechoso.
Había días así, a veces los peces sencillamente no estaban de humor, y ya podía él pasarse el día tirando su caña que no iba a obtener ni un triste Gil, pero estaba bien, Einar no pescaba por los peces, aunque le encantasen, pescaba por la actividad en si y esta contingencia le daba la escusa perfecta para dejar su puesto habitual e ir a tantear su anzuelo en otras partes de Kilima.
En esos momentos estaba cerca de las cataratas Fenix, el agua revuelta podría depararle alguna sorpresa, solo tenia que esperar.
Y la sorpresa llego, pero no desde su caña sino de algo que salio volando desde la parte superior de la cascada, dio dos vueltas locas y se precipito al agua con un gran chapoteo, momentos después la cosa emergió y se revolvió, profiriendo graznidos desesperados, ¿era eso un ave?
Einar soltó la caña y agarro al animal con sus largos brazos, ¡Si era un ave!, pero eso no era lo más sorprendente, Einar lo examino un buen rato, tratando de ubicar de que le sonaba, hasta que hallo la concordancia en su antiquísima base de datos, ¡Era un ganso!, ¡Por los Antiguos!, hubiera jurado que los gansos se habían extinto hacia siglos, junto a los humanos originales y cualquier criatura que no fue capaz de evolucionar lo bastante rápido; pobre criatura, parecía tener quemaduras, estaba viva pero demasiado maltrecha para ofrecer resistencia a su agarre, la acomodo con cuidado entre sus brazos.
-Conserva la calma-le dijo, quizás era solo un ganso pero Hassian le había enseñado que hablar con calma y autoridad podría tranquilizar a cualquier criatura-te llevare con Chayne, el sabrá como curar tus heridas.
Recogió su caña y se encamino hacia la villa.
Retrocedamos unos minutos, y miremos detrás de las cascadas del Fénix, al templo del mismo nombre.
Jina estaba estudiando los grabados de la pared, a estas alturas ya habría sido capaz de dibujarlos de memoria pero no se cansaba de ellos, y cada minuto en la gran recamara era una oportunidad de encontrarse con otro ser humano salido de la nada; nadie había dicho que era su responsabilidad recibir a los humanos, pero era algo de lo que tampoco se cansaba, siempre estaba pensando en el siguiente, el siguiente quizás supiera de donde venia, el siguiente quizás supiera algo ademas de su propio nombre, el siguiente podría tener las respuestas a los grandes misterios de su tiempo.
Y el siguiente, pensó emocionada al ver que la estatua del Fénix comenzaba a brillar, ¡ya estaba aquí!
Sin embargo, algo fue diferente esta vez, el destello vino acompañado de un potente retumbar, Jina apenas y llego a ver lo que creyó que era un pájaro grande salir disparado de la cámara, seguido inmediatamente por una figura enorme y redonda que cayo en un enredo confuso de brazos y piernas, estrellándose contra el suelo con un estruendo metálico.
-¡Jina!-Hekla, su compañera Baldur que había estado en el pasillo, entro corriendo-¿¡Que fue eso!?, ¿Te encuentras a salvo?
-¡Estoy bien!-dijo, sacándose las gafas y frotándose los ojos, aun veía chispas.
-¿Eso es...un Baldur?
-¿Como?
Se puso las gafas y se acerco a la figura caída, no era un humano, era...no estaba segura de que era, si que parecía un Baldur, más del estilo de Einar, cuerpo alto, extremidades de fideo, que del tipo de Hekla, que era achaparrada y gruesa, pero tenia la misma cabeza redonda con lineas muy marcadas, el cuerpo era de un blanco pulido, ¿que clase de material era ese?, los Baldur estaban labrados en piedra y metal pero este parecía ser de otra clase de sustancia, con cuidado, le dio la vuelta y trato de desanudar el lio en que habían quedado sus brazos y piernas.
-Jina, seria mejor que no lo tocases-intervino Hekla, apartándola con delicadeza-no sabemos de donde viene.
-Viene de... ¡Por el Dragón!-exclamo, recuperándose de la sorpresa inicial-¡Vino de donde vienen los humanos!, ¡Un Baldur!, ¿Crees que sea de la época de Einar?, ¡o incluso de antes!
-No tengo forma de saber eso.
-¡Las implicaciones de esto!-apenas le oía-¡Es asombroso, es...!-el robot se estremeció de repente.
Hekla obligo a Jina a apartarse más y se puso entre ella y la criatura del suelo, cuya armadura brillaba en colores cambiantes, el cuerpo y la cabeza giraron en direcciones distintas mientras parecía luchar con la gravedad para incorporarse.
-¡Hello, hola, bonjour, guyambo!-exclamo, y sus ojos se encendieron, dos faros azules-¡Soy rozzum 7134!, ¿Necesitas asistencia?
-Eeh... ¿no?-dijo Jina, asomada detrás de Hekla-¿Gracias?
Rozz parpadeo para, acto seguido, volver a desplomarse con todo su peso, ¿donde...?, ¿que acababa de...?, ¿porque estaba en una cueva?, ¿porque esa humana tenia la piel del color de una berenjena?, ¿que clase de Rozzum era ese que le miraba con desconfianza?, ¿como había llegado ella hasta allí?, ¿Porque se sentía tan mal?, todas esas dudas pasaron por su mente en un parpadeo, hasta ser arrolladas por una única palabra: Brillo, Brillo, BRILLO!
-¡Brillo!-trato de levantarse otra vez, solo para caer sobre su costado.
-¡Espera, ten cuidado!-dijo la humana-¡Hekla, ayudale!
-No estas en buen estado-dijo la Baldur, sirviendole de apoyo a Rozz, a regañadientes.
-¿Donde...donde esta Brillo?-pregunto Rozz.
-No se a que te refieres.
-Es mi...-sacudió la cabeza, de a poco sus sistemas se estaban reponiendo-mi...gansito.
-¿Que es un gansito?-pregunto Jina, Rozz le clavo la vista, ¿que tipo de pregunta era esa en un adulto?
-¿Un...ave?-aporto.
-¡Ah!, si, creo que vi un ave, apareció justo antes que tu.
-¡¿Donde esta?!
-¡Manten tu distancia!-exigió Hekla, sujetándole.
-Se fue por allí-apunto Jina.
Antes de que pudieran detenerla, Rozz se desprendió del agarre de Hekla, sus piernas ya habían recobrado la firmeza, hecho a correr y no escucho la advertencia antes de atravesar la cascada y caer del otro lado, directo al rio...vaya, separando ciertos detalles, toda aquella situación le estaba trayendo recuerdos.
Salio del agua agarrándose a la estructura de un puente y se sacudió, seguía mareada pero el topetazo, ¿el cuarto en menos de diez minutos?, le hizo reaccionar un poco, correr como una loca no era una buena estrategia, la humana dijo que vio a Brillo salir volando, ¿se refería a que salio disparado o a que volaba normalmente?, porque la segunda le hubiera tranquilizado muchísimo más.
Alzo la cabeza y miro a su alrededor, intentan ubicarse, definitivamente ya no estaba en la ciudad.
En realidad esto parecía una desconcertante fusión entre la ciudad y la isla, veía edificios bajos en medio de una suave naturaleza, veía molinos de viento rústicos, vio a una criatura que pensó era un ciervo a la distancia, todo a sus espaldas parecía una gran cordillera montañosa, pero hacia adelante el espacio se extendía sin limite, ¿quizás hasta dar con el mar?
-¡Eh, Rozzum!-giro, la humana venia saliendo por un camino desde el interior de la gruta, seguida de su pesado robot-¡Rozzum 7...8?
-7134-corrigió Hekla.
-Pueden llamarme Rozz-dijo.
Si quería hallar a Brillo y resolver el enredo en que estaba ahora, tenia que dejar a un lado el pánico y pedir ayuda, ya que parecía haber alguien dispuesta a dársela.
-¡Rozz, fantástico!, soy Jina, y ella es Hekla, ¡Bienvenida a Kilima!
-Gracias-aunque eso no le decía nada-¿estoy cerca de algún centro de Universal Dinamic.
-Yo...no se que es eso.
Eso fue casi tan chocante como que no supiera lo que era un ganso, ¿como podía un humano no saber lo que era Universal Dinamic?, ¿que pasaba con la Rozzum que le acompañaba?, aunque...viéndole bien... ¿era eso una Rozzum?, ¿era siquiera un robot?, había extrañas similitudes entre ambas, pero Hekla tenia un cuerpo más bajo, por el color y el desgaste a Rozz le pareció que estaba hecha con una aleación de cobre, lo que parecía poco eficiente, ademas llevaba una pañoleta, nunca había visto a un robot usando una prenda de ropa.
-¿Podrías indicarme nuevamente por que dirección se fue el ave que viste?-solicito, enfocándose en lo importante.
-No estoy segura, pero quizás alguien más le vio, ¡Vamos!, te guiare a la villa.
-¿Que es Universal Dinamic?-pregunto Hekla, poniéndose estratégicamente entre ella y Jina.
-Son las personas que me crearon-era bastante desconcertante ser abordada por otra maquina-¿perteneces a otra compañía?
-Le pertenezco a Jina.
-Cuando dices personas, ¿te refieres a humanos?-interrumpió Jina, con los ojos brillantes-¿recuerdas de donde vienes?, ¿sabes de donde vienen los humanos?
Rozz se detuvo en seco, ¿que si sabia de donde venían los humanos?, nuevamente se fijo en el extraño color de piel de Jina, y también reparo en que tenia orejas puntiagudas.
De acuerdo, ¿en donde se había perdido esta vez?
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Tratándose de un animal herido, Hassian habría sido una opción más acertada, pero Hassian podía ser difícil de localizar y aquella pobre criatura necesitaba atención urgente, de modo que Einar la llevo con Chayne, el sacerdote del pueblo, que también sabía mucho sobre hierbas y medicinas para hacer sentir mejor a los seres vivos.
-Nunca había visto a un ave semejante-dijo sorprendido, dejado que Einar la depositara sobre un diván.
-Es un ganso-informo el Baldur-la ultima vez que vi uno con vida, fue hace 2086 años.
-¡Alabado sea el Dragón!-a Einar le pareció que la expresión era adecuada.
-¿Puedes atender sus heridas?
-Haré lo que este en mi mano, por supuesto, pero mientras tanto, quizás debas buscar a Hassian, sin duda sabrá que hacer a largo plazo si es que se puede salvar a esta maravillosa criatura.
Einar asintió, de acuerdo con el razonamiento, se dio la vuelta y salio del templo; confiaba en que Chayne haría lo posible, ahora, ¿donde encontrar a Hassian?, Sifuu, su madre, solía saber donde hallarlo la mayor parte del tiempo, también podría ser que estuviera en la posada, en todo caso dirigió sus pasos a la villa.
Estaba siendo un día muy extraño, se dijo, había dejado de lado completamente la pesca para atender esta situación, a veces, muy de vez en cuando, pasaba algo tan increíble que incluso la Unidad debía ser puesta a un lado.
Como fuente de información, Jina resultaba una mina de oro...ojala Rozz hubiera sido más capaz de contextualizar, porque nada de aquello tenia sentido para ella, había sido mucho mas fácil adaptarse a la isla, y allí no había personas.
Aquí había personas, para su gran alivio, si había humanos, solo que, aparentemente, estos humanos habían salido de la nada, igual que ella, pero ninguno tenia recuerdos de su origen; Rozz pensó en aquellas conversaciones que había escuchado, sobre extrañas desapariciones, y algunas piezas del puzzle comenzaron a encajar.
Después de los humanos, estaban los Majiri, la nueva especie dominante, de aspecto humano en todo salvo los anómalos colores de piel y las orejas puntiagudas, y ademas estaban los Grimalkin, que fue lo que le explicaron cuando vio pasar por allí a lo que solo pudo tomar como un enorme gato andando en dos patas, vestido de traje y con sombrero de copa.
-Él es Seki-dijo Jina-lleva la tienda más grande del pueblo.
-¡Saludos, buen día, Jina, querida!-saludo el gato, inclinando su sombrero-¿que intrigante maravilla traes contigo hoy?
-¡Ella es Rozz!-al parecer, Jina estaba deseando contarle la novedad a alguien-¡Apareció en el Santuario del Fénix, igual que los humanos!
La expresión de Seki paso de levemente interesada a profundamente intrigada tan rápido que le sobresalto.
-¿Este Galdur, de veras?
-Comienzo a dudar de que sea un Galdur-dijo Hekla, que no había dejado de sondearle.
-Soy una robot Rozzum, ¿has visto a un ganso recientemente?
-Es una especie de pájaro-aclaro Hekla.
-El único pájaro que he visto últimamente es el que cene anoche-rio el Grimalkin-las lineas de Rozz pasaron a un tono rojo encendido-¡Calma, amiga!, ¡Solo estoy bromeando!
Aquel bicho comenzaba a recordarle a Fink por alguna razón.
-¿Puedo preguntar porque es tan importante este...ganso?-pregunto Seki, en modo negociante.
-Es...-¿debía decirlo?, todo ya era lo suficientemente extraño, ¿porque no?-es mi hijo.
La reacción fue variada, confusión en su mayor parte, pero Hekla se suavizo repentinamente, como si lo que fuera que le hacia sentir inquieta de Rozz se hubiera esfumado.
-¿Tu hijo es un ave?-pregunto Jina.
-Es...una relación adoptiva-aclaro, se apretó las manos-lo encontré cuando solo era un huevo, el creyó que yo era su madre y cuidarlo se convirtió en mi tarea...una Rozzum siempre cumple sus tareas...
Un gran peso se instalo en su pecho, recordó a Brillo cuando solo era un diminuto gansito siguiéndole a todas partes, lo desafiante que fue cuidar de él, incluso con el apoyo interesado de Fink, procurar que sobreviviera, que aprendiese a nadar y a volar, la cantidad de errores que cometió, y también los aciertos, los sacrificios, el jubilo de verle crecer.
Y ahora no sabia donde estaba, o si estaba herido, o asustado, su cabeza se replegó al interior.
-Si se trata de una criatura tan inusual, deberíamos tener buenas posibilidades de que alguien recuerde haberle visto-dijo Hekla, poniéndole una mano en el brazo con gesto de apoyo.
-¡Claro que lo encontraremos!-apoyo Jina-¡Hay que poner un anuncio en el tablón del pueblo para que todos lo vean!, ¿puedes dibujar un ganso?, ¿que aspecto tienen?
-Si haces algunos panfletos-dijo Seki-con gusto los repartiré en mi tienda, tu muchacho debe estar en alguna parte.
Rozz se sintió conmovida, por primera vez menos sola desde que comenzara aquella loca aventura, alzo la cabeza para agradecerles.
Y entonces vio a Einar.
Einar entro a la villa e iba a doblar hacia la herrería, para hablar con Sifuu, cuando vio un poco más allá a Seki, Hekla, Jina y... ¿otro Galdur?
Se detuvo en seco.
Durante miles de años había visto degradarse hasta morir a decenas de Galdur, sus runas de flujo dañadas por la intemperie o diluidas por la incapacidad de cumplir su Unidad, durante los últimos cientos de años desde que se instalo en Bahari y luego en Kilima, pensó que era el único superviviente de su raza y fue una una increíble alegría cuando, un puñado de años atrás, Jina encontró a Hekla en un almacén abandonado.
La Unidad de Hekla era cuidar niños, y Jinna le pareció lo bastante joven para aferrarse a ella y convertirse en su guardiana; Einar y Hekla tenían una relación cordial, tanto como era posible en criaturas de su clase, pero Hekla era sin duda un modelo más especializado que él y sin nada de la historia a cuestas que le hubiera hecho cuestionarse sus propósitos, así que eran amigos pero poco más.
Pero ahora había otro Galdur en Kilima, y...se parecía a él, el tamaño, la estructura general, los colores le hacían ver como si acabase de salir de la fabrica, su armadura blanca brillaba al sol y las elegantes lineas de flujo corrían con fuerza a un nivel exterior que no había visto jamas; cuando levanto la cabeza y sus miradas se encontraron, sintió que su propio flujo se revolvía de forma inesperada.
En ese momento, Zeki debió notar el intercambio, porque se dio la vuelta.
-¡Ah, Einar, viejo amigo!, ¡Justo el Galdur que necesitamos!-exclamo, mientras le hacía un gesto para aproximarse-tu pasas a la intemperie todo el día, ¿no habrás visto un ave inusual pasar volando?, le pertenece a nuestra amiga Rozz.
-Brillo es mi hijo, pero no me pertenece.
-¿Un ave?-se sobresalto, ¿y como que su hijo?
-Es de este tamaño-indico Rozz, con una voz claramente femenina-su plumaje es castaño, blanco y negro, tiene un pico grande y brillante, y hace el siguiente sonido-imito un potente graznido, ocasionando que todos en la plaza le mirasen.
-Estas describiendo un ganso-apunto Einar, y ahora lo miraron a él-encontré uno esta mañana, salio de la cascada Fenix.
-¡Si!, ¿Donde...donde esta?
Rozz se adelanto hasta ponersele enfrente y Einar retrocedió un paso, cielos, en verdad era tan alta como él, pensó que, para tratarse de un Galdur, era sorprendentemente expresiva, su flujo no dejaba de cambiar de colores y toda ella vibraba de emociones contenidas.
-Lleve al ave con Chayne, para que atendiese sus heridas...
-¡¿Esta herido?!
-Debo hallar a Hassian ahora, el sabrá que hacer con una criatura de su clase.
-Einar-Jina llamo si atención-nosotros buscaremos a Hassian y le diremos que vaya al templo, ¿porque no llevas a Rozz contigo?, ella esta muy angustiada.
-Parece un curso de acción eficiente-dijo, cayendo en la cuenta-es por aquí.
-Si, gracias, gracias-comenzó a seguirlo, pero se giro un momento hacia Jina y los demás-también a ustedes, muchísimas gracias.
-¡Todo va a salir bien!-le animo Seki-¡Vengan tu y tu muchacho a visitarme cuando resuelvas las cosas!
Einar no aflojo el paso, así que Rozz tuvo que correr para darle alcance, iba estrujándose las manos; a Einar se le ocurrió que no solo tenia un aspecto raro para un Galdur, también una conducta extraña, solo había visto esos niveles de ansiedad nerviosa en los humanos, y esto podría ser un problema para él pues, aunque había vivido miles de años, la mayoría de estos los paso solo, francamente, nunca había terminado de cogerle el truco a las relaciones sociales.
-Dijiste que estaba herido-dijo Rozz, de repente, mirándole con esos brillantes ojos azules-¿es grave?
-Parecía haberse quemado-dijo Einar-se estrecho contra el rio, ignoro si tiene alguna clase de lesión interna.
Rozz ahogo un quejido y Einar se dio un puntapié mental, ¡Tacto, Einar, Tacto!, si Tish se lo estaba diciendo siempre, a veces tenias que suavizar los hechos para no hacerlos más dolorosos de lo necesario; con Hekla no tenia problemas para realizar un intercambio frio de noticias y opiniones, claramente Rozz era un tipo de criatura que requería de un toque más delicado.
Chayne estaba preparando una infusión de hierbas cuando escucho los pesados pasos de Einar, se alegro, pensando que había encontrado a Hassian, pero en su lugar venia acompañado de lo que solo podía ser otro Galdur, el cual dio un grito que le asusto en el alma, antes de precipitarse sobre el diván donde descansaba el ave herida.
-¡Brillo!, no, no, no.
-¿Einar...que?-consiguió balbucir, frotándose el pecho-¿quien...?
-Su nombre es Rozz-informo-el ganso es valioso para ella, ¿se recuperara?
-Bueno...-los miro a ambos, ¿ese Galdur estaba llorando?, una oleada de compasión le hizo recobrar la compostura, se acerco y, con cuidado, llamo la atención de Rozz tocando su hombro-tu ave se pondrá bien, sus quemaduras eran superficiales y, por lo que fui capaz de ver, no tiene ningún hueso roto, le puse un ungüento y vendajes, incluso logre que bebiera algo de agua, esa siempre es una buena señal.
-Gracias...muchas gracias.
-Hassian estará aquí pronto-añadió Einar-él sabrá que acciones debemos tomar para su pronta recuperación.
-¿Es un veterinario?-pregunto Rozz.
-Lo suficientemente aproximado-dijo Einar, aferrándose a los hechos pero siendo suave.
-Brillo...-Rozz volvió a poner su atención en el pájaro, acariciando cuidadosamente sus plumas vendadas-lo siento muchísimo.
En ese momento el animal se removió, abrió levemente los ojos y dejo escapar un graznido lastimero.
Para sorpresa de Einar y Chayne, Rozz le respondió con sonidos similares, a lo que siguió un intercambio, si no fuera una completa locura, Einar habría pensado que estaban hablando entre si.
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El famoso Hassian resulto ser un Majiri de piel purpura y mirada intensa, entro acompañado de Jina, Hekla y un animal que Rozz supuso era un lobo, aunque no se veía exactamente como uno, dejo el arco que llevaba junto a la entrada y fue directamente hacia el animal herido.
-¿Mamá?-Brillo se removió inquieto.
-Esta bien, esta persona viene a ayudarte, no pelees.
Hassian frunció el ceño, seguramente extrañado por el intercambio de graznidos, pero se concentro en su tarea, con gestos firmes pero delicados comenzó a recorrer con los dedos el cuerpo de Brillo, presionando en las alas y el vientre en busca de cualquier señal de que algo estuviera mal.
-...pájaro raro...-escucho Rozz decir al "lobo"
Su cabeza giro enseguida para verlo mejor, el software que había desarrollado en la isla tres años atrás le daba, en teoría, la capacidad de comprender el lenguaje de todos los animales, pero estaba teniendo problemas para descifrar lo que decía ese, como si fuera una variación del mismo dialecto, no obstante, una transformación de tales características en el idioma requería un par de cientos de años.
-¿Como te llamas?-le pregunto.
Detrás de ella, Chayne estaba ofreciéndole una taza de té a Jina, a quien dirigió una mirada interrogante y esta se alzo de hombro, desde la perspectiva de todos los demás, Rozz acababa de hacer una imitación medianamente pasable de un sabueso plumifero, el propio perro la miro con expresión de desconcierto.
-...nombre...Tau...
-Encantada de conocerte, Tau, soy Rozz, ¿tu compañero humano puede ayudar a Brillo?
-Hassian...muy bueno...
-Gracias-eso le alivio un montón.
-¿Que es lo que esta haciendo?-pregunto Hassian, levantando la vista de su tarea para ver a los otros.
-¿Brillo se encuentra bien?-intervino Rozz, ahora hablando normalmente.
-¿Ese es su nombre?-Rozz asintió-bien, Brillo tiene el ala dislocada, pero puedo ponerla en su lugar, ¿puedes sostenerlo?
-Lo haré-lo agarro del torso y luego grazno-esto podría ser doloroso, pero solo durara un minuto.
-Ok...-dijo el ganso.
Hassian sujeto el ala izquierda de Brillo y le dio un fuerte tirón, devolviendo la articulación a su lugar, el animal lanzo un graznido de dolor pero se calmo sorprendentemente rápido, en situaciones similares cualquier animal habría entrado en pánico, incapaz de entender que le estaban ayudando.
Ella estaba hablando con los animales.
Einar descarto la idea en un primer momento, porque parecía absurdo, pero el flujo era capaz de las cosas más extraordinarias y puede que la Unidad de Rozz, fuera cual fuera, le hubiese hecho desarrollar esta capacidad, un Galdur hacia todo lo posible para seguir su Unidad y todas las pruebas estaban allí.
Hablando de Unidad, ahora que la crisis había pasado, Einar considero que no tenia nada más que hacer allí, aun tenia algunas horas de luz para pescar...aun así, por alguna razón todavía no quería irse; Hassian había aceptado una tasa de té, lo cual Jina aprovecho para contar nuevamente la historia de la aparición de Rozz a través del portal en el Templo del Fenix.
-¿Viene de donde vienen los humanos?-pregunto Einar a Hekla, sorprendido.
-Hasta donde entendemos este fenómeno, parece ser el caso, Jina querrá hacerle un millón de preguntas.
-Esas son demasiadas preguntas-supuso que Hekla estaba usando una de esas figuras lingüísticas que tanto gustaban los humanos...pero era Jina, capaz y si tenia un millón de preguntas.
-Le he convencido de que aguarde un par de días.
-Muy considerado.
-Ella...-miro a Rozz de soslayo-no estoy segura de si es un Galdur.
-Se parece lo bastante a mi para ser un Galdur, no lo suficiente para asegurarlo.
-Dice ser una Rozzum, ¿eso te dice algo?
Einar ladeo la cabeza, pensando, su memoria era bastante fiable, pero los datos más antiguos estaban enterrados bajo casi cuatro mil años de recuerdos, repitió la palabra "Rozzum" en voz baja un par de meses, la dejo vagar por su corriente de flujo y concluyo que no le despertaba nada.
-Negativo.
-¿Y si consultásemos al Jardinero?
Asintió, el Jardinero aun existía entre las ruinas de la Bóveda de las Raíces, el lugar donde Einar y Hekla habían sido creados, había operado la instalación desde antes así que podría tener información de la que ellos carecían, aunque era un ermitaño excéntrico, demasiado metido en su programación obsoleta, a Einar no se le olvidaba como había tratado de reiniciarlo a la fuerza cuando descubrió que tenia múltiples Unidades.
-Diría que es otra cuestión que puede esperar un par de días-dijo Hekla, notando su inquietud.
-Muy considerado-repitió Einar.
En ese momento entro al templo una mujer madura cuya ceño profundamente fruncido no auguraba nada bueno, se trataba de Eshe, la Alcaldesa de Kilima.
-¡Ejem!-carraspeo, llamando la atención mientras sacudía el largo cigarrillo en su mano.
-¡Eshe, que agradable sorpresa!-dijo Chayne, levantándose, antes de verle la expresión-¿acaso ocurre algo?
-Eso quisiera yo saber-dijo la mujer-los humanos están alborotados, no dejan de hablar de un nuevo Galdur dando vueltas por la ciudad, y dicen que vino por el portal.
Y clavo los ojos en Rozz, como si acabara de notarla allí; la maquina blanca se había sentado en el diván y puesto a Brillo en su regazo, así que no se levanto, Eshe ni siquiera dedico un segundo vistazo al ave.
Einar sondeo la situación, Chayne parecía preocupado, era comprensible que a un sacerdote no le gustara oír a la gente discutir en el interior del templo, Hassian tenia su usual gesto seco, quizás ligerisimamente divertido, aunque era de los que, por lo que fuera, fingían que todo les aburría, y Jina estaba abochornada, ah, posiblemente ella era la razón de este nuevo predicamento, quien sabe con cuantos humanos se había cruzado hasta ese momento.
Si le fuera físicamente posible, habría suspirado, la pesca iba a tener que esperar un poco más.
-Su nombre es Rozz-dijo-vienen del Santuario del Fenix, puedo dar fe, parcialmente, de ello.
-¿Parcialmente?-Eshe alzo una ceja perfilada.
-Unicamente vi salir al ave.
-Yo y Hekla estábamos allí-dijo Jina, recuperándose, y entonces dio una muestra de gran astucia-así que, Rozz es otra visitante, ¡Lo que significa que necesita un hogar!
-¡No seas ridícula!-exclamo Eshe-esos preparativos se hicieron pensando en los humanos, ¿para que iba a necesitar un Galdur de una propiedad entera?
Los Majiri eran un pueblo amable pero, como en todo, había gente con hábitos desagradables, Eshe era una buena Alcaldesa, había trabajado muy duro para paliar la situación cuando comenzó el fenómeno de los humanos, asignando una gran franja de terreno en el bosque y asignando parcelas a cada recién llegado para que pudiesen tener un techo sobre sus cabezas, cultivar sus propias huertas y hacerse un lugar en la comunidad; pero eso no le quitaba que era demasiado severa, orgullosa y altiva.
-No deseo causar inconvenientes-dijo entonces Rozz, tomando a su ganso en brazos y levantándose.
-¡Pero necesitas donde quedarte!-insistió Jina-al menos hasta que Brillo se recupere.
-El ave es su hijo adoptivo-aclaro Hekla, ante la mirada interrogante de Eshe.
Y por la cara que puso, eso debía ser aun más ridículo que la idea de darle una casa a un Galdur; Hassian y Chayne, que tampoco estaban enterados de tal detalle, se mostraron sorprendidos, en ese momento el sacerdote decidió intervenir.
-Eshe, ¿seria posible que hablásemos aparte un momento?, Einar, necesitare de apoyo también, estoy seguro de que podemos encontrar una solución.
-Lo dudo-dijo la alcaldesa, pero le siguió de todos modos.
Einar intercambio una mirada con Rozz antes de seguir a los Majiri afuera.
-¿Y bien?-dijo Eshe con impaciencia-¿de que se trata?
-Einar-en su lugar, Chayne se dirigió a él-me dijiste que no habías visto a un ganso vivo en miles de años, ¿cierto?
-¿Ganso?-repitió Eshe.
-En 2086 años-preciso-se extinguieron, como muchas criaturas de la ultima era humana.
-¿No te parece extraordinario, Eshe?, un animal así, es casi tan legendario como el Dragón, diría que se trata de una bendición para Kilima.
Al ver como mutaba el gesto de Eshe, Einar entendió lo que Chayne hacia, apelaba a su vanidad.
-Seria una tragedia si esta criatura muriera, ¿no te parece?
-Sin duda alguna-dijo la mujer, manteniendo las formas pese a todo.
-Y sus posibilidades serian mejores al cuidado de Rozz, para empezar, ella sabe lo que es.
-Supongo...
-Por supuesto que un Galdur no tiene los mismos requerimientos de un ser humano, pero creo que nadie vería nada de malo en dar a nuestra nueva amiga un refugio, al contrario, seria una muestra más de tu enorme bondad.
Por el Dragón Naciente, había que ver lo que era la labia de Chayne, él no hubiera dicho que Eshe era bondadosa, más bien despiadadamente practica; Einar pensó que sin duda era un requisito para un sacerdote.
-¡Bueno, por supuesto!-dijo Eshe, sacando pecho-va a desordenar el trazado de toda la zona, pero vere que puedo hacer, haré algunos arreglas.
-Te lo agradezco en nombre de todos-dijo Chayne.
-Mientras tanto, mantén a...Rozz, aquí, no la quiero alterando más a los humanos, ya causan bastante caos saltando por allí, a veces me pregunto si las cercas existían de donde sea que vinieran.
Y se fue muy dignamente, al parecer sin darse cuenta o sin querer reconocer que acababan de manipularle.
Los humanos eran raros, Einar estaba de acuerdo, pero los Majiri no lo eran menos.
Chapter 5
Summary:
Un saludo a SamShuttleworth, que dejo el primer comentario a este fic y me ha motivado a continuarlo.
Tengo el resto de la semana ocupada, pero retomo en la siguiente, lo prometo, tengo muchas ideas.
Chapter Text
Rozz siguió a Eshe a las afueras del pueblo, cargando a Brillo en una bonita y mullida capa de piel que Hassian le había dado.
-Aquí es, te hemos asignado este terreno para que te establezcas.
En los poco más de tres años que tenia desde que se activara intempestivamente en una isla desierta, Rozz había atravesado un puñado de situaciones extrañas, pero esta se llevaba la palma.
En el templo, una vez se convención de que la vida de Brillo ya no estaba en peligro inmediato, trato de obtener algo de información; aparentemente no solo no estaba ni cerca de la ciudad, es que no estaba ni cerca de su época, para los Majiri, los seres humanos se habían extinguido hacia tanto, pero TANTO tiempo, que veían muchos de sus restos tecnológicos como magia y su era como un periodo de leyendas.
Pero había humanos en Kilima, cuatro o cinco años atrás habían comenzado a aparecer, a aparecer de la nada, igual que Rozz, todos sufrían de un severo caso de amnesia global y no tenían idea de de donde vinieron, los más afortunados retenían sus nombres; Rozz recordaba muy bien de donde venia y quien era, y parecía que Brillo también, pero esto podría achacarse a que ella era una Rozzum y él un ganso, sus perfiles neurales estaban muy arriba o muy abajo del radio estándar humano que podría ser afectado por un suceso así de anómalo.
Ella, más o menos, comenzaba a formar una teoría de lo que podría estar ocurriendo, pero considero más sensato guardársela hasta tener algo más solido; después Eshe había vuelto diciendo que ya tenían un lugar para que viviera, Rozz agradeció nuevamente a todos y la siguió.
Había mirado hacia atrás un momento, antes de perder el templo de vista, y descubierto que Einar le estaba mirando, le hizo un gesto de despedida y él respondió inclinándose el sombrero de paja.
Y ahora estaba mirando un cuadrado de terreno de unos 270 metros de diámetro, ocupado en su mayor parte por una casita cuadrada de aspecto prefabricado, todo ello en medio de un bosque de abetos y hayas, una sencilla cerca de madera blanca rodeaba la propiedad, había un buzón al frente y una caja grande cuyo propósito ignoraba; percibió el sonido de un martilleo por un momento, antes de que se detuviera y una joven Majiri de cabello rubio y piel de un rosa subido apareciera desde detrás de la casa.
-¡Hola, bienvenidos!-saludo con alegría-apenas termine de re colocar la cerca.
-Te lo agradezco-dijo Eshe, luego se giro a Rozz-ella es Tish, nuestra carpintera local.
-Es un gusto-Rozz hizo una pequeña reverencia.
-El gusto es mio, ¡Oh!-acababa de notar a Brillo-pobrecillo, ¿se encuentra bien?
-Me han dicho que se recuperara-informo, conmovida por su interés.
-Que bueno, si necesitas cualquier cosa, no dudes en pedírmelo, y bienvenida otra vez.
Aquello era lo más raro de todo, pensó Rozz, viéndola marcharse, los Majiri definitivamente sabían que ella no era humana, insistían en llamarle "Galdur", y dado su desconcertante parecido con Einar y Hekla, ella entendía la comparación, pero tampoco le trataban como a una maquina exactamente, le trataban más bien como a una persona rara, un extranjero que merecía cierta consideración pero a quien aun estaban conociendo.
Ningún humano había tratado de conocerla antes.
Se obligo a centrarse y poner atención al discurso de Eshe, que le estaba explicando sobre que era libre de remodelar su vivienda y su propiedad, que habitantes de Kilima podrían ayudarle en temas como conseguir materiales, agricultura o pesca (Einar era el experto en pesca, tomo nota de eso) y que, a cambio de todos estos privilegios, se esperaba de ella que se convirtiera en un miembro productivo de la sociedad y cumpliera con los deberes que se le daban a los humanos.
Allí fue cuando algo hizo click en su cerebro.
-¿Convertirme en un ciudadano de Kilima es mi tarea?-Brillo alzo la cabeza de golpe.
-Se podría decir, si.
-¡Tarea asignada!-exclamo Rozz, acompañándolo de un despliegue de colores sobre su armaduras y un jingle musical.
Si Eshe hubiera podido entender a los animales también, había oído a Brillo decir algo tipo "Oh, no...aquí vamos", pero solo retrocedió, sin saber como tomar esa forma de manifestar entusiasmo tan...excéntrica.
-Una Rozzum siempre cumple sus tareas-recito-¿que debo hacer para volverme un ciudadano de Kilima?
-Bueno...-Eshe le dio una calada a su cigarrillo-puedes empezar por instalarte, después, debes demostrar aprecio por la naturaleza, y ayudar a tus vecinos, si lo haces bien, alguno de los ciudadanos podría convertirse en tu Shepp, tu mentor, y llevaríamos a cabo una ceremonia para darte la bienvenida a nuestra comunidad.
-Instalarme, Cuidar de la Naturaleza, Ser de ayuda a mis vecinos, obtener un Shepp, ¡lo tengo!
-Correcto, debes probar tu devoción, generosidad y propósito, te dejo ahora...cuida bien de esa ave, por favor.
-Lo haré, ¡gracias!-Eshe se fue menando la cabeza, como si no estuviera convencida del asunto.
Rozz entro a la casa, estaba claramente pensada para un humano, así que tuvo que agacharse al entrar por la puerta.
No había nada adentro, era un cuadrado limpio de espacio con cuatro ventanas, una en cada pared...bueno, instalarse debía incluir la decoración, ya había construido un refugio completamente funcional una vez, esto no seria difícil; pero primero se sentó en cuclillas junto a la puerta.
-¿Rozz?-Brillo decidió que ya era hora de que hablaran en serio.
-¿Como te sientes?, Chayne me dio unas hierbas que calmaran tu dolor.
-Estoy mejor ahora...oye, ¿que fue lo que sucedió?, creo que nos golpeo un rayo, ¿donde estamos?
-No estoy...segura, de nada ahora mismo, fuimos enviados a otro lugar.
-Pero podemos volver, ¿cierto?, aun tengo que llevar a la parvada a los lugares de anidación, y de regreso a la isla.
-Soy consciente de ello.
-Acabas de aceptar una tarea, no vamos a quedarnos aquí para siempre, ¿cierto?
-Entiendo que estés preocupado, pero esta tarea es ventajosa para nosotros, si soy parte de la comunidad me sera más fácil averiguar que nos ocurrió-pensó en que decir para animarlo-lo resolveré y, cuando lo haga, tu y yo volveremos a casa.
-¿Tu y yo?-le miro con esos ojos grandes y expresivos-¿a casa?, ¿te refieres a la isla?
-Si, pero ahora mismo tu salud es mi máxima prioridad.
-Me pondré bien-era un ganso valiente-lo prometo, ahora tu promete que nos iremos juntos a casa.
-Lo prometo.
Brillo soltó un suspiro de alivio y se ovillo dentro del manto de piel, Rozz decidió que también necesitaba poner a cargar sus baterías, se acomodo mejor y entro en estado de suspensión, aunque con la sensibilidad alta, para despertar enseguida si Brillo llegaba a quejarse y tenia que atender sus heridas.
En una ocasión a Einar se le había desgastado una pieza en una de sus piernas, como fabricarla era un trabajo delicado se paso una semana pescando sentado, no era eficiente, no lograba un buen alcance con el sedal, pero durante ese periodo noto un descenso considerable en la cantidad de interrupciones que solía recibir por parte de humanos curiosos.
Cuando pregunto por este fenómeno a los demás, le contestaron que se veía tan cómodo que no quisieron molestarlo.
Desde entonces, cuando Einar quería realmente pescar a solas con sus pensamientos, sencillamente se sentaba, aunque capturara menos peces.
"Rozzum...Rozzum...Rozz..."
No, definitivamente el nombre no significaba nada para él, entonces, ¿porque no podía dejarle de dar vueltas?, era comprensible que se mostrase interesado en esa maquina tan inusual, pero como que ya se estaba pasando, ¿no?; había pasado cerca de una semana desde que Rozz llegase a Kilima, en ese tiempo ella no había salido de la propiedad que le fue asignada porque estaba enfocada en cuidar de su ave y, al parecer, se había tomado muy en serio la parte de decorar y condicionar su hogar.
Einar sabia esto porque Hekla se lo contó, como era usual, uno a uno los habitantes de Kilima habían ido a visitarla para presentarse, darle algunas herramientas y ofrecer su apoyo como buenos vecinos, Einar siempre había participado fielmente en este "desfile de bienvenida" para los humanos, les obsequiaba una caña hecha con sus propias manos y algunos gusanos, pero aun no iba a visitar a Rozz...
Seguramente a Brillo le apetecerían los gusanos, recordaba que los gansos y muchas aves se alimentaban de insectos, pero una caña para humanos no seria practica para Rozz, seria demasiado pequeña y endeble para ella, necesitaba una caña como las que él mismo usaba, más larga, fuerte y flexible, tenia una caña propia de repuesto, pero seria mejor hacer una nueva, necesitaba madera de flujo...
Al primer humano que había visto en Kilima le había regalado una de sus cañas, recordaba muy bien como se había caído con todo y esta al agua, debido a su peso, lección aprendida...
Podría preguntar a algún humano si tenia madera de flujo...o podría ir a Bahari y buscar un buen árbol el mismo...
Estaba divagando.
¿Desde cuando divagaba?
-¿Einar?, ¿estas bien?
Alzo la cabeza y se encontró con Tish parada a su lado en el muelle, tenia una expresión rara, como preocupada pero también como divertida, a menudo tenia esa expresión cuando le contaba sobre el ultimo experimento culinario de Reth.
-Mi estado es optimo-respondió-gracias por preguntar-agrego, Tish era muy puntillosa sobre sus modales.
-¿Seguro?
-¿Porque no lo estaría?
-Tu sedal lleva un rato moviéndose.
Giro bruscamente la cabeza hacia el agua, efectivamente, había atrapado un pez, pero estaba tan ceñido en sus propios pensamientos que no se había dado cuenta, ¿que pasaba con él?, se apresuro a recoger el hilo, había atrapado una pescaleta, la miro unos instantes y determino que era demasiado pequeña, y que él había sido desconsiderado al tardar tanto en sacarla del agua, de modo que le retiro cuidadosamente el anzuelo y la regreso al agua; Tish seguía observándole.
-¿Puedo sentarme contigo?-pregunto la Majiri.
-Eres bienvenida-ella se acuclillo a su lado mientras él revisaba su anzuelo.
-Fui a ver a nuestra nueva amiga Galdur ayer-empezó Tish, en tono alegre, le había dejado una mesa de trabajo pero apenas la usa, ¡deberías ver los muebles que fabrica!, hace una cosa...es como un rayo de luz que sale de entre sus ojos, dijo que era un "laser".
Einar tuvo un sobresalto y dejo el anzuelo, ¿un rayo láser?, ¿Rozz portaba un arma?, los únicos Galdur con armas eran...ajena a su turbación, Tish seguía contándole sobre los muebles de Rozz y los cuadros que hacia sobre madera con aquella herramienta tan precisa, Tish le había llevado musgo esmeralda y ella hizo un mullido nido para su ave...
Rozz no podía ser peligrosa, ¿verdad?, la idea hacia que su flujo se contrajera de manera dolorosa.
-¿Einar?
-Lo siento, parece que tengo problemas para...mantener un ciclo de atención, hoy.
-Estas distraído.
-Es lo que dije.
-Oye si algo te preocupa deberías decirle a alguien, guardarte esa clase de cosas no es sano.
-...No es un Galdur...
-¿Rozz?-Tish abrió grande los ojos-bueno, ella dice que es una Rozzum, supongo que solo usamos la palabra porque, bueno...ustedes se parecen mucho.
-Soy consciente de ello.
-¿Eso es lo que te molesta?, ¿que no sea un Galdur?
-No he dicho que me molestase.
¿Le molestaba?, ¿quería que Rozz fuera un Galdur como él y no solo algo que se parecía inquietantemente a uno?
-Elousa dice que los Rozzum podrían ser los antecesores de los Galdur-dijo Tish, mirando distraídamente hacia el agua.
Einar hizo lo mismo, aquella debía ser la teoría más consistente que Elousa había soltado jamas, ¡por supuesto que los Rozzum tenían una relación con los Galdur!, pero, al parecer, había entre ambos modelos un abismo de conocimientos similar al existente entre los humanos y los Majiri.
Lo que Einar no quería pensar, lo que le agobiaba y hacia sentir incomodo dentro de su propia estructura, era la posibilidad que que Rozz estuviera demasiado cerca de él en concepto de historia, que hubiera sido creada antes que los Galdur pero no antes de que los humanos decidieran que era una buena idea crear maquinas que pelearan sus guerras; Tish tenia un punto, pasarse el tiempo dando vueltas a sus dudas era un pésimo uso del tiempo, si quería respuestas tenia que hacer preguntas, tenia que ir a hablar con Rozz,
-Tish, ¿podrías conseguirme madera de flujo?
-¿Madera de flujo?
-Debo fabricar una caña de pescar.
SamShuttleworth on Chapter 4 Sun 06 Jul 2025 10:59PM UTC
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DamaGT on Chapter 4 Sun 06 Jul 2025 11:12PM UTC
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