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Chapter Text

Luffy se despertó dentro de una cabaña extrañamente familiar, se sintieron como años la última vez que durmió en esta cabaña. No era el Sunny, aunque estaba seguro de que se había ido a dormir a su hamaca, después de todo había celebrado después de librar a Wano y estaban en camino de su próxima aventura.

Parpadeó hacia el techo mientras dejaba que su haki observara el área en busca de amenazas, extendiendo la mano y comprobando la intención de las formas de vida cercanas. Había un grupo de personas y muchos depredadores salvajes, pero nadie con poder real cerca. Parpadeo, el grupo de personas, por alguna razón e sentían conocidas, pero Luffy no pudo identificar de donde se le hacían conocidas.

Se sentó mirando a su alrededor con curiosidad. No pasó mucho tiempo para identificar el “país” de su infancia. No pudo evitar dejar de ver el “país” de Sabo como de Ace, suspirando. Luffy se asomó desde la casa del árbol y vio la cabaña de los bandidos.

-Ah. Un sueño.

Tenía que serlo, de lo contrario ¿por qué no estaría en el nuevo mundo con su nakama?

Dicho esto, se puso de pie con su energía renovada para salir a cazar. Siempre encontraba los mejores alimentos cazando en sueños. Otras veces Sabo y Ace estaban con el, sobre todo Ace.  Mirando sus manos más pequeñas, decidió cazar a la antigua usanza y agarró la pipa que estaba junto a la puerta. Sonrió, encontrarse a Sabo en Dessroba y viendo que a pesar de todo seguía usando la pipa como su arma, le hizo darse cuenta que es una conexión que siguen tenido, aunque claro a Luffy siempre le gustaría mas usar los puños.

No era la primera vez que soñaba con la casa de su infancia, ni era la primera vez que estos sueños le daban hambre y después despertaba para pedir a Sanji que le cocinara algo. Sin embargo, normalmente en estos sueños Ace y Sabo estaban aquí. Sobre todo, cuando pensaba precisamente con sus hermanos. Una búsqueda rápida no reveló hermanos. Decepcionado, se dirigió hacia el río. Hacía tiempo que no comía cocodrilo y tenía hambre. Se daría un festín.

**********

Zoro se despertó esperando ver a cualquiera de la tripulación cerca, pero no podía ver a nadie. Deambular en una nueva isla no era algo extraño, después de todo era algo que ciertamente pasaba de vez en cuando, pero… n poder encontrar a su nakama a pesar de casi haber recorrido toda la isla, y escuchar que estaba a varios días de una ciudad portuaria… eso era inusual.

Volver a tener el mismo nivel de profundidad en mi vista…que sus cicatrices ya no estaban, que sus espadas no eran las mismas aparte de su Wado Ichimonji, que Enma y Sandai Kitetsu, no estaban… ciertamente, eso era nuevo.

Zoro suspiro cuando se dio cuenta de lo que realmente había ocurrido, debía haberlo sospechado desde el momento en que se despertó, pero el tiempo se había movido por alguna razón. No debería de sorprenderse, ya que después de todo en el Nuevo Mundo habían conocido a mucha gente poderosa. Después de Wano, este tipo de cosas eran posibles cuando se enteró de que los samuráis viajaban en el tiempo. El sabía que las calles a veces se movían y que a veces el norte y el sur cambiaban de lugar. Nunca se le ocurrió que el tiempo pudiera pasar así y volver al pasado. Fue complicado, y sinceramente le estaba causando un dolor de cabeza.

Solo pensar que su nakama estaba separada, que Luffy talvez ni siguiera había zarpado, le llevó un tiempo encontrar un periódico con la fecha. Zoro tragó con dificultad y no pudo evitar cerrar los ojos con frustración. En ese momento todavía le faltaban años para conocer a su Capitán, Luffy. Eso fue inaceptable. Además, su cuerpo no era el mismo. Su entrenamiento… volvió a suspirar mientras arrugaba el periódico, tenia que hacer algo para poder reunirse de nuevo con su capitán.

Tendría que ir a recoger a su tripulación antes. Necesitaba mantenerlos a salvo. Tenía que hacerse cargo como primer oficial del futuro dey pirata. Algo en eso lo estaba molestando. Su nakama, ¿Quién estaba en peligro? Luffy estaría en su isla eso era seguro a menos que cambiara eso, Zoro volvió a suspirar, realmente ese dolor de cabeza punzante lo estaba enojando, necesitaba sake para poder pensar con claridad.

Mientras caminaba hacia el bar cercano empezó a enlistar nuevamente a todos sus nakamas. Luffy en su isla; El cocinero a salvo en su restaurante flotante con su viejo. Chopper estaba aprendiendo a ser médico, …joder Chopper era aún más joven que antes, empezó a caminar mas rápido hacia el bar, o lo que parecía ser el bar. Brook estaba... sin sombras y solo, pero sin ningún peligro físico, pero aun asi solo sin sus nakamas. Franky tenía su propia pandilla callejera a sus espaldas. Jimbe todavía era un señor de la guerra y Robin probablemente trabajaba para Crocodile. ¡Nami…Joder Nami claro! Las campanas de alarma comenzaron a sonar. Nami trabajaba para Arlong. Nami fue amenazada y herida por Arlong. Nami… y Usopp estaba en su isla, como el mentiroso que era diciendo que estaba siendo invadidos por piratas, con Captain Kuro. El capitán Kuro que trato de matar a Kaya antes. Kaya quien les había dado a Going Mery.

Zoro sintió que su ira crecía mientras tocaba las espadas a su costado. Estas espadas no eran sus armas habituales, pero servirían. Llegaría hasta Nami y destriparía a ese gyojin, esperarían encontrarse con Luffy y todos juntos irían por Usopp y Going Mery. Zoro sospechaba que su capitán tendría la misma idea. Suponiendo que su capitán fuera su capitán. Luffy no dejaría que nadie lastima a su nakama.

Con su objetivo en mente comenzó a planificar. Tenía que hacer algunas paradas, pero con un poco de suerte podría tener a Nami a salvo en un mes y a Usopp poco después. Sólo tenía que descubrir dónde desapareció ese maldito muelle, rindiéndose al tratar de encontrar ese bar, se dio la vuelta buscando alguien que pudiera ayudarlo. Y juntar un tesoro. Zoro solo pudo sonreír de lado, Solo esperaba poder juntar lo suficiente para ayudar a la bruja.

**********

Sanji se despertó a la hora habitual y salió de su hamaca para preparar el desayuno, estaba pensando usar parte de la comida que los habitantes de Wano les había dado después de partir. Casi de inmediato tropezó con un par de botas. Ese tonto marino dejando, sus botas tiradas, Sanji parpadeo procesando ese pensamiento, la hamaca del marino estaba dejaba de la de Luffy pero a la derecha suya, no enfrente por lo que las botas el siempre las dejaba del lado derecho de su propia hamaca para evitar que Luffy las aplastara después de que Luffy había caído encima de ellas la última vez que se cayó de su hamaca.

La caída fue más corta y dolorosa de lo que esperaba. En la oscuridad no podía ver sus propias manos, pero no las sentía bien. Estaba seguro que Chopper lo había revisado y el recordaba muy claramente que sus manos estaban bien.

Tratando de sacudirse la extraña sensación de no encajar en su propia piel, Sanji se levantó y casi se cae de nuevo. No estaba en el Sunny, sus alrededores le eran familiares, pero no era el Sunny. Esto parecía... no podía ser el Baratie. No podía ser posible, el Baratie estaba en el East Blue, y ellas estaban demasiado lejos como para que esto fuera posible.  

El coro de chefs que roncaban le decía lo contrario. Era familiar y nostálgico. Sanji se había costumbrado a los ronquidos de su nakamas después de todo, pero oír a los chefs de nuevo le traía recuerdos. No se le había escapado el ruido, pero nunca podría confundirlo. Tiró de su cabello mientras intentaba comprender la situación. Tenía que ser un sueño, tratando de ponerse de pies, volvió a caer por lo que suspiro algo fuertemente esperando oír a alguno de los chefs quejándose por la hora, se dirigió al baño arrastrando los pies.

La imagen que se reflejaba en el espejo fue a la vez impactante y nada sorprendente. Ciertamente había pasado por suficientes locuras pro culpa de su capitán como no pensar que algo asi podría llegar a pasar cuando Monkey D. Luffy era tu capitán.

Él era su yo más joven. No se había dado cuenta de cuánto músculo había ganado en la parte superior de su cuerpo en los últimos años... ¿años? con los de Sombrero de Paja. Realmente el tiempo que había pasado entrenando había hecho cambias no solo en su apariencia, las apariencias de Robin-swan y Nami-swan vinieron a su mente, al igual que todos sus demás nakama.

Sanji era muy consciente de lo lejos que había llegado en fuerza y velocidad de sus patadas. Cuánto había perdido en esta extraña regresión. Esos dos años infernales, se esfumaron como si nunca existieron, pero si existían, Sanji lo había sufrido. Pensó en las patadas de pino y en los platos de carne que ahora hacía malabarismos con facilidad y pudo ver cómo debía haberse fortalecido sin darse cuenta. Fue una comprensión extraña. Sanji se quedó allí, asimilándolo, hasta que un golpe en la puerta le recordó que los otros chefs también estarían preparando el desayuno.

-¡Saldré en un maldito minuto!-Sin saber si se trataba de algún tipo de viaje en el tiempo o simplemente un truco mental, decidió fingir que era un día normal.

Se vio una última vez en el espejo y esperaba que fuera una alucinación o un sueño. Para salir y actuar como si nada estaba pasando o tratar al menos. Pasó la mayor parte de la mañana aturdido. Caminó distraídamente por la cocina. Estaba bien acostumbrado a los movimientos y movimientos del restaurante. Ni siquiera años en el mar pudieron hacerle olvidar una década de experiencia. Sanji caminó por la cocina tratando de reunir su entusiasmo habitual, no era el Sunny, pero tenía que hacer su mejor trabajo. Llevó los platos a las mesas según le indicaron y logró sonreír educadamente, sin darse cuenta que ni siguiera estaba coqueteando. Él esquivó una patada distraídamente y se movió para lavar los platos que había sido utilizados. Esperaba despertar pronto y poder preparar el desayuno para sus nakamas. No pudo evitar dejar salir un resoplido al pensar en su capitán de mierda quejándose que tenia hambre, sin darse cuenta que Zeff lo estaba observando.

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Zeff estaba preocupado. Sanji no estaba actuando como él mismo. El mocoso estaba desenfocado y distraído. Había estado ignorando o simplemente no notando los insultos lanzados en su dirección en lugar de devolver el asalto verbal. Sanji siempre tenía algo que decir asi que cuando vi como evitaba su patada de forma distraída y se ponía a lavar los trastes sin que le dijeran algo o se quejara por lo mismo Zeff siguió observándolo, observó cómo Sanji casualmente condimentaba la sopa de nueces con una combinación que podría haber jurado que el mocoso no había descubierto de la noche a la mañana y mucho menos perfeccionado en el mismo tiempo. Aún más preocupante era la forma en que su chico simplemente se detenía y tiraba de su cabello. Era un hábito que Zeff no había visto desde que Sanji era un niño. Muchos de los cocineros que habían estado con ellos desde el principio ya se habían acercado para expresar su preocupación. Sanji los preocupaba.  Zeff no sabía qué decirles. Hasta donde él sabía, nada era diferente. No hubo ningún incidente ni desencadenante. Ni siquiera había oído hablar de ninguna pesadilla de ninguno de los hombres en la litera del mocoso. Sanji había despertado como todos los días, para poder empezar a hacer el desayuno y por alguna razón no se sentía como que este Sanji fuera su mocoso.

Fue un día lento en el restaurante. Zeff observó cómo Sanji se acercaba a una mesa compuesta únicamente por mujeres piratas. Realmente esperaba que empezará a coquetear y tratar de darles la comida gratis como siempre trataba cuando se traban de mujeres hermosas. Pero el mocoso saludó y tomó órdenes y ni una sola vez se agitó, coqueteó o propuso a ninguno de ellos, pudo ver claramente como las mujeres piratas se sentía decepcionadas, mientras Sanji partía hacia la cocina con su pedido, al parecer había oído rumores de Sanji y esperaban comer gratis, ero no fue su día de suerte.  Zeff observó con creciente preocupación cómo Sanji regresaba con bebidas y pasaba a la mesa de al lado sin demorarse ni dudar. Todos estaban esperando que Sanji pusiera, aunque sea sus ojos habituales de corazón, pero no se vio nada de eso.  Miró a la media docena de cocineros que observaban desde varias perspectivas. Esto estuvo muy mal. A Sanji le pasaba algo. Su berenjena no era la misma de siempre.

Dos días, eso fue lo máximo que pudo ver Zeff a Sanji actuar de esa manera. Dos días de evadir preguntas y tratar de fingir que el mocoso estaba bien, no parecia nada cómodo ni siguiera en su propia piel. Dos días fingiendo no notar las miradas preocupadas o los comentarios mordaces de Zeff. Dos días de asumir tareas aleatorias y encontrar cosas que limpiar u organizar para que nunca fuera estuviera libre para entonces poder hablar, cuando los otros cocineros rondaban. Pasaron dos días antes de que Zeff le pusiera una mano en el hombro y le dirigiera una mirada seria. Tenía que hablar con su berenjena. Sanji se arrugó como un soufflé demasiado cocido. Zeff lo saco de la cocina y lo guio hasta la habitación del jefe de cocina. Tenían que hablar.

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 -Sanji… ¿estás bien Berenjena? -Zeff sonaba preocupado, él podía sentirlo en su lenguaje corporal.  

Sanji suspiro, estaba cansado, dos días. Dos días y esta alucinación, sueño o lo que sea todavía estaba ahí, Sanji en este punto, sabia claramente que estaba pasando y no sabía cómo diablos lo había hecho incluso si en el nuevo mundo se miraban cosas de lo mas raras.

-Zeff-su voz sonaba apagada, como si estuviera a punto de llorar o algo estúpido. Trago el nudo que estaba en su garganta, sentía la boca seca.

Sanji se aclaró la garganta y cometió el error de mirar a su figura paterna, el nudo volvió con fuerza, podían sentir como su miraba se opacaba un poco, quería llorar. En lugar de decir algo, se desplomó hacia adelante y dejó que el anciano lo envolviera en un abrazo, el viejo no dudo en abrazarlo fuerte, y Sanji solo pudo sentir como las lágrimas estaban empezando a caer.

-Maldito viejo de mierda. ¿Por qué te preocupas por mí? -pudo sentir como Zeff se tensaba para separarlo del abrazo y mirar como estaba llorando.

-Estás amargando la comida con todo tu desaliento y mal humor- Zeff contesto pasando sus dedos por el cabello rubio y limpiando sus lágrimas. -También quemaste la sopa -termino, mintiendo, claramente, él había sido perfecto como siempre. ¿Por qué decirle eso? ¡Maldito viejo!

-¡¡Yo nunca!!- Sanji gruñó enojado, si parto las manos del viejo de su rostro, y lo abrazo de nuevo con más fuerza fue porque planeaba estrangularlo lentamente, eso es todo. No quería su preocupación.

Zeff dejo de abrazarlo para verlo directamente a los ojos

-¡Ja! ¿Crees que no tengo ningún gusto? ¿Me estás llamando mentiroso? Mocoso imprudente

Zeff lo empujó para poder tomar en asiento en su silla. Sanji no pudo evitar seguirlo, apoyándose y tratando se fundirse con el costado del anciano no pudo evitar abrazarlo de nuevo, estaba siendo muy pegajoso, se dejó caer lentamente hasta hundiéndose en el suelo con la cabeza en el regazo del viejo. Cerro los ojos mientras absorbía el olor a especias, pescado y sudor, tan familiar. Podía sentir claramente como el anciano jugaba con su cabello. Se sentía nuevamente como un niño pequeño. Había echado de menos al viejo. Sanji nunca tuvo motivos para arrepentirse de su decisión, seguir a Luffy seguía siendo la mejor decisión de su vida, , pero algunos días extrañaba el restaurante, extrañaba a su figura paterna. Tomó un respiro profundo, decidió hablar.

-Creo que de alguna forma viajé en el tiempo

-¿Qué?- la pregunta que realizo Zeff y como su voz sonó plana de una manera que le dijo a Sanji que estaba reprimiendo cualquier emoción que estuviera sintiendo. Claramente quien lo oyera creería que estaba loco.

Sanji se tensó y comenzó a alejarse, pero Zeff puso una gran mano en su espalda y en su cabello. Sanji se permitió suspirar y descansar contra la rodilla buena del hombre. Cerro los ojos pensando en como decirle lo que creía que estaba pasando.

-No recuerdo cómo ni por qué, pero hace tres días estaba viajando en un barco pirata por el Nuevo Mundo y hace dos días desperté y me encontré aquí, cinco años antes aquí en el Baratie.

-¿El nuevo Mundo? - Zeff sonaba neutral, pero cuando levantó la vista, el anciano tenía las cejas arqueadas y la boca abierta claramente sorprendido. -¿En un barco pirata?

Sanji sonrió alegremente.

**********

Luffy tuvo que darse cuanta cuando una voz en su interior le decía que no estaba donde se supone debería de estar.

Después de Wano, Luffy se dio cuenta que el Gear 5 era un poder superior, sabía que alguien vivía dentro de él.

Nika se había acercado a él cuándo ya había pasado una semana después de despertar en la casa del árbol de su infancia. 

“Luffy, mi protegido, viajamos en el tiempo” fue lo primero que oyó de él.

Luffy por un momento pensó que era solo la voz de todas las cosas que le estaba dando una jugada, pero al empezar el sonido de los tambres viniendo de su pecho, se dio cuenta que realmente algo estaba pasando.

**********

Dadan también se dio cuenta, cuando llego con varios cocodrilos para la cena de esa noche, Luffy estaba callado y tranquilo, eso no era típico de él. Después de comer le había pedido a si podía usar algún espejo que tuviera disponible en casa, ¿desde cuándo Luffy se preocupa por su apariencia?

Había un cierto aire de madurez alrededor de él, tuvo que decirle que no contaba comuna espejo que podía ayudarle, por lo que espero que se rindiera y lo dejar a pasar, pero en sus ojos pude verse la decisión y terquedad de querer algo. No sabía qué pero Luffy tenía una misión y no se iba a rendir hasta cumplirla.

La mañana siguiente Luffy no estaba en casa, pero si había una nota, la letra de Luffy nunca fue prolija después de todo Makino apenas pudo hacer que el niño estuviera quieto lo suficiente como para que aprendiera lo básico, peor la letra de esta nota era más prolija, se sentía que se había tomado su tiempo para poder escribirla.  

Dadan, baje al pueblo para hablar con Makino.

Cace algunos lagartos en la mañana para desayunar, deje unos fuera de la cabaña para ustedes.

Regresare pronto.

Luffy.

Luffy que estaba pasando?

*********

Zeff no pude evitar sonreír un poco al ver a Sanji atender a los clientes, estaba haciendo su trabajo con una sonrisa después de hablar con el y desahogarse. Al arecer su berenjena había encontrado buenos nakamas, una familia que viajaba por el mar, un capitán que creía en su sueño. ALL BLUE.

No pudo evitar sonreír solamente recordando su conversación

“¡Oh Zeff! ¡Encontré el nakama más increíble! Luffy será el hombre que algún día será el Rey de los Piratas. Yo, el estúpido capitán cree en mi sueño, nuestro sueño y me ayudara a cumplirlo. Yo-uh ¿Zeff no crees que estoy loco verdad?” la pequeña berenjena lo miró fijamente. "¿Tú me crees?"

No pudo evitar sorprenderse al ver como los ojos de su berenjena se iluminaban. Era todo un espectáculo y él quería saber quiénes habían sido los uqe habían puesto ese brillo en ellos. Especialmente ese capitán suyo. Quería saber quiera era Luffy.

"Cuéntame más sobre tu nakama, Berenjena, pero empieza por el principio".

Si Sanji antes brillaba, ahora parecía una super nova, el solo tenia ese brillo cundo hablaba del all blue. Pero la forma en que hablaba de sus nakama, familia, era sin duda algo que Zeff no podía dejar de ver.

"El principio. Hace tres años, o dentro de dos años, esta esté niño que accidentalmente hace rebotar una bala de cañón en el restaurante y mientras lo obligas a hacer las reparaciones el me mira y decide que quiere que yo sea su cocinero. El es tan terco como una mula. Él no se rendiría.”. Sanji se rió. “cuando me negué me dijo: niego tu negativa. ¿Como diablos, puedes negar lo que alguien ya negó?, él quería que yo fuera su cocinero a como diera lugar”

Arrodillándose a los pies de Zeff, trató de explicar todo el lío con Luffy, los piratas de Don Krieg, Hawkeyes y Zoro, como se decidió seguir a Luffy e ir en búsqueda del All Blue. Describió a la hermosa pelirroja que era su navegante Nami, con ojos de corazón que no había visto los últimos días, que estaba mapeando el mundo y podía leer el clima de la misma manera que Zeff podía leer una cocina y daba los puños más dolorosos que ha logrado experimentar. Tomo un respiro y suspiró por el misterioso Robin, que era un arqueólogo con un oscuro sentido del humor, que hacia comentarios oscuros en el momento que creerías inoportuno, pero aligeraba el ambiente. Que tenía una forma de reír única y una mente brillante. Hizo un gesto salvaje mientras hablaba de su fantástico doctor Chopper, que también era un reno, había comido la Hito Hito No Mi que le daba el poder de hablar como un ser humano y que había desbloqueado su poder de la fruta del diablo Zoan para tener nueve formas en lugar de las tres habituales.

Y al parecer solo estaba empezando.

“Y ni siquiera es el más extraño del grupo. Luffy tiene buen ojo para encontrar lo mejor en todo, pero casi todos somos los raros, marginados o monstruos. Tenemos un esqueleto viviente real que se llama Brook, otro usuario de fruta del diablo que es nuestro músico. La fruta del diablo de Brook le permitió volver a la vida, pero…le pasaron muchas cosas antes de que lo encontráramos” sonrió lanzándose a la historia de almas perdidas y sombras desaparecidas y como Luffy lo haba salvado.

Al parecer Luffy era un pirata pero el chico parecía más un héroe, conforme Sanji contaba mas acerca de el y lo que había hecho.

Se inclinó hacia adelante emocionado mientras compartía historias de vivir con un cyborg real como carpintero de barcos llamado Franky, el cual era todo un pervertido que no vestía pantalones y saludaba con desdén al espadachín con cabeza de musgo que probablemente algún día sería el mejor del mundo llamado Zoro, quien había mencionado antes que había peleado con Hawkeyes, pero que siempre sería un idiota vago sin sentido de dirección, el tipo podía perderse en una línea recta. Explicó sobre su francotirador Usopp, que era un mentiroso y un cobarde, pero no importaba que tanto mentía o fingía una enfermedad para huir, el no duda de que podían confiar ene l y era también unos de lo primero que cubría sus espaldas, porque todos podían ver lo valiente que era al enfrentar sus miedos una y otra vez por su nakama. Explicó cómo recientemente reclutaron a un timonel que solía ser uno de los Señores de la Guerra y trabajaba para un Emperador, pero Luffy lo convenció para unirse a la tripulación, que ahora se repartían entre Jimbe, Zoro y el en quien salvaba a sus usuarios de fruta del diablo cuando caían al agua. Cómo Jimbe era un hombre honorable y poderoso, pero también tenía un perverso sentido del humor con el que disfrutaba sorprender a la gente, él y Robin eran todo un par cuando se juntaban.

Zeff no pudo evitar sorprenderse, al parecer su tripulación, la tripulación de los Sombreros de Paja solo eran 10, contando a su capitán.

“Es...bueno, no todo… no todo fueron cosas buenas, por supuesto". Suspiro mientras sentía la mano de Zeff aun jugando con su cabello y jugueteo con el pantalón de Zeff. -“Nuestros enemigos se volvieron más poderosos y nos patearon el trasero. A menudo, dolía, diablos si lo hacía. Pero nos levantamos y seguimos. Una y otra vez. No nos rendimos. Salimos victoriosos sobre probabilidades imposibles y nos sentimos invencibles. Hasta que ya no lo fuimos. Nos dieron una paliza que nos obligaron a separarnos y, bueno, sucedieron tantas cosas que ni siquiera pude empezar a explicar todo ese maldito lío. La gente murió. No pudimos está en un momento decisivo para Luffy.” - “Tuvimos mucha suerte de que no fuera nadie de nuestra tripulación. No me malinterpretes…” empezó gestionar con sus manos rápidamente algo nervioso tratando de explicarme que no importaba si no era su tripulación, pero por el tono de su voz, él quería explicarme por qué lo había dicho. “solo somos 10 con Luffy, pero no quiere decir que no hay miembros honorarios. Perdimos a uno, uno que a Luffy le importaba mucho más que su vida.  Amigos, sin embargo, los perdimos. Perdimos aliados.” – Zeff pudo sentir la tristeza en sus palabras, esa era la vidad e un pirata, no todo era color de rosa, sobre todo en el nuevo mundo. - “Tengo cicatrices, tuve cicatrices, de tantas peleas y situaciones cercanas. Sin arrepentimientos. Mi tripulación... moriría por ellos sin lugar a dudas. Son mi familia. Se que cualquiera de nosotros nos sacrificaríamos por el otro sin dudar. Nuestro capitán odia cuando decimos cosas así. Insistiría en que vivamos para ellos. Nuestros sueños. Tch.” Sanji, el estaba sonriendo con los ojos llorosos, su berenjena al parecer estaba sensible y lo miro mientras trataba de evitar llorar. - “No dudaría en pedirnos que arriesgáramos nuestras vidas, pero nunca permitiría que nadie diera su vida por poco dinero. Para el su nakama lo es todo, el es egoísta en eso.”

Al parecer Sanji había encontrado su lugar.

"Háblame de tu capitán". Zeff no pudo evitar preguntar directamente.

“¿Luffy? Él es un idiota. Y lo mejor de todo. Puede ver directamente el corazón de las cosas. El puede verte a los ojos y saber que estas hecho para cosas más grandes. Es egoísta y mimado y te pedirá que le des todo de ti, todo lo que tengas para darle y más. Y a cambio él te dará el mundo entero.  Hace que sucedan milagros y luego actúa como si no fuera nada, como si hacerlo fuera algo que cualquier otra persona haría por ti. Quemaría el mundo, desafiaría al Gobierno Mundial o golpearía a un Dragón Celestial por un amigo.”

Zeff no puede evitar sentirse cada vez más y más intrigado por este chico.

“Luffy una vez se infiltró en Impel Down y regresó con más de 200 fugitivos detrás de él apoyándolo. Simplemente hace lo imposible. Dice que será el Rey de los Pirata, y nosotros lo creemos, porque ese hombre será el hombre más libre del mundo y yo le creo. Realmente lo hará algún día. Nuestra tripulación no debería encajar. Somos un grupo de inadaptados, monstruos según algunos con diferentes sueños e historias oscuras. Un pasado del que no queremos hablar. No deberíamos tener nada que nos una. Pero somos nakama. Por alguna razón en eso encajamos. Dejaríamos cualquier cosa para ayudarnos unos a otros y hemos llegado a extremos ridículos al hacerlo, y lo haríamos mil veces sin pensarlo. De alguna manera nos convertimos en una familia y a Luffy nunca le sorprendió nada de eso. Él siempre lo supo, desde el primer instante en que poso sus ojos en nosotros y decidió que quería que fuéramos nakama”.

Zeff no pudo evitar sonreí al ver a su niño. Su berenjena. Él era feliz, eso es lo que siempre quiso. Sabia que Sanji tenia mucho más que contar, se notaba que lo que le había dicho era apenas la superficie de loque había vivido con su tripulación.

En lugar de eso, vio como Sanji soltaba un gran bostezo y como parpadeó con los ojos cansados en la oscuridad de la habitación de su oficina mientras los estómagos de ambos gruñían. Se había hecho de noche antes de que se dieran cuenta, había pasado toda la tarde hasta que anocheció hablando.

"Lo siento. Yo..." Sanji no pudo evitar que sus mejillas se colorearon de un pálido rosado.

"Sanji." Zeff suspiro mientras, tocaba las trenzas de su barba, al parecer la posición en la Sanji se había acomodado para empezarle a contar sobre su tripulación lo había entumecido al ver como este se levantaba y empezaba a estirar su cuerpo y pudo ver como se giraba para mirarlo a los ojos.

"Me crees, ¿verdad?" su voz se quebró vergonzosamente. Pudo oír la desesperación de su voz, él quería saber si no lo creía un loco.

"Por supuesto que sí. No es posible que hayas soñado todo eso. ¿Olvidaste que viajé por Grand Line? Un poco de viaje en el tiempo... bueno, seguramente le sucedería a alguien, no sería algo loco de creer”. El anciano chasqueó la lengua. "Deberíamos comer. Entonces puedes contarme más historias mientras lo hacemos. No tiene sentido pasar hambre”.

"Sí, propietario Zeff". El mocoso sonrió “Quizás no deberíamos contarle esto a todo el mundo, todos han estado actuando alrededor mío los últimos días”.

“Pah. Neh. Deberías haber venido a verme a primera hora, mocoso. Tonta berenjena. Te habría ahorrado mucha tristeza y preocupación”. Zeff se dirigió hacia la puerta, golpeando con fuerza la pata de palo. Claramente esperando que Sanji lo siguiera rápidamente y dejara de lamentarse. "Sin embargo, podemos mantener esto en privado, solo nosotros".

"Gracias."

Una palabra, pero se podía sentir una gratitud enorme en la misma.

Zeff pudo sentir como Sanji dejo de estar tenso en los hombros cuando entraron al comedor y espetó a los demás chefs que todo estaba bien. Los cocineros ofrecieron sonrisas de alivio y miradas inquisitivas aun algo preocupadas, pero más tranquilas. No se había dado cuenta de cómo todos caminaban de puntillas a su alrededor. Sanji dio miradas de disculpa y dejó que Zeff tomara la iniciativa mientras recogía los platos y se dirigía al comedor del personal para comer la cena.

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Luffy sabia muy bien que la voz de todas las cosas era algo que todavía estaba aprendiendo a manejar pero que Gear 5 le hablara, no dejaba de sorprenderlo. Su voz era diferente.  

“Necesito hablar contigo Luffy” oyó Luffy mientras sentía que el latido de su corazón empezaba a sonar como un tambor. “Necesitamos ponernos en marcha”

“Qué necesitas?” pregunto finalmente cuando sentía como su mirada se nublaba empezando a ver frente a el a un chico de ropas blancas y ojos rojos.

“Un espejo, y Luffy… necesitamos estar completamente solos”

Sencillamente podía ir donde Dadan y pedirle un espejo, pero ella empezara a hacer preguntas y realmente y él no tenía las respuestas que sabia que ella iba a querer.  Makino era una buena opción, era podía prestarle un espejo mientras atendía el bar.

¿Porque necesitaba un espejo? Era algo que aun no entendía, pero no el seguiría sus instrucciones, el necesitaba saber que había pasado en realidad. Mientras bajaba al pueblo, empezó a hacer una un recordatorio de lo que pudo haber pasado.  Pero no podía pensar que había pasado, sabia por Zoro que había samuráis que podían viajar en el tiempo, pero siempre era hacia el futuro no el pasado.

Pudo sentir como los aldeanos, se le quedaban mirando, pero el fue directo hacia el bar de Makino, pudo ver claramente la fachada, el cartel de “Partys Bar” al parecer algunos clientes estaban tomando algunas bebidas a pesar de que no era siguiera la hora del almuerzo. Pasándolos de largo fue directamente hacia la barra en donde claramente pudo ver a Makino sirviendo bebidas y comuna sonrisa en su rostro.  

Luffy pudo ver como sus ojos se abrían un poco mientras lo miraba, rápidamente dejando las bebidas para nos clientes, se volvió rápidamente para servir un vaso de leche. Luffy sonrió, Makino se miraba hermosa con su cabello en una cola y pañuelo naranjo sobre él, tenia que comentarle a Nami cuando se encontraran sobre su cuenta, tenia que pagarle por todo lo que hizo por él y sus hermanos, sin ella, Luffy no seria quien es ahora tampoco, Makino era la figura materna que él quería de pequeño como lo Shanks siendo la paterna.

-Aquí tienes Luffy – dijo Makino mientras colocaba un gran vaso de leche frente a Luffy mientras giraba para ver si había algo de comer que podía darle, pero antes de que lo hiciera Luffy tomo su muñeca impidiendo que se moviera. -Luffy… sucede algo?

Makino, la hermosa Makino, enserio la había extrañado, no pudo evitar que sus ojos se nublaran, algunas lagrimas se deslizaron por sus mejillas mientras recordaba que no la había visto en años. Makino no pudo evitar salir detrás de la barra para darle un abrazo.  Luffy solo la abrazo fuertemente.

-Luffy…Luffy mírame, sucedió algo? ¿Estas lastimado?

-Estoy bien – al fin las palabras pudieron salir de su boca, mientras limpiaba sus lágrimas. Mientras soltaba un poco el agarre del abrazo, solo pudo suspirar mientras miraba los ojos de Makino – solo te extrañaba.

Sonriendo Makino le dio otro abrazo mientras tomaba de forma delicada su rostro y con sus pulgares suavemente le ayudaba a limpiar las lágrimas. -Puedes visitarme cuando quieras, lo sabes. No importa lo que todos piensen está bien, siempre hay espacio y tiempo para Luffy

Riendo, se separaron, para que entonces pudiera tomar un trago de la leche que le había dado, necesitaba ponerse en marcha, podían empezar a oír los tambores en el fondo de su mente.

-Makino, necesito un favor

-Claro!, lo que sea Luffy, dime – inclinándose sobre la barra con un trapo en mano, tratando de limpiarla lo miro directamente a los ojos, sus ojos preocupados, grandes y pacientes.

-Necesito un espejo

- Un espejo… ¿espejo? -repitió Makino mientras inclinaba su cabeza, Luffy pudo imaginarse el signo de pregunta sobre su cabeza. Claramente se estaba preguntando por que lo necesitaba.

-Espejo!

-Espejo?

*********

Nami no sabía que había hecho Luffy, pero estaba claramente segura que esa cabeza de goma era el responsable de todo esto.

Su cuerpo era mucho mas joven, su cuerpo ni siguiera tenia la apariencia que tenía cuando conoció a Luffy por primera vez.

Claramente de algún modo había viajado en el tiempo. ¿Como? No tenia ni idea, pero Luffy era el detonante, estaba segura. Su tonto capitán había logrado lo imposible una vez más, mientras hacia una lista de lo que podía estar pasando, se dio cuenta que estaba dos antes de encontrarse con Luffy y Zoro.

Estaba segura que esos dos claramente todavía no se habían encontrado tampoco. La verdad ya no sabia que pensar de ellos, después de todo según recordaba, ellos apenas eran un dúo de un par de días cuando le pidieron unirse.

Nami empezó a enumerar a quien podía contactar, y el único que vino a su mente que posiblemente contestaria era Sanji, se sintió aliviada al descubrir que Baratie tenía un número de transpondedor cuando pidió un listado de restaurantes donde podía comunicarse. El operador le dejo llamar directamente creyendo que iba a hacer una reservación dejándola con el den den mushi pudo realizar la conexión del transpondedor sin preguntas y con solo un cargo de 3 bayas. Valió la pena, cuando pudo oír como Patty contestaba la llamada, esperaba que no fuera la única que había viajado en el tiempo y tuviera sus recuerdos consigo.

*********

Patty respondió al caracol con un alegre -Has llegado al maldito Restaurante, ¿te gustaría hacer una reserva?

-Ah… hoy no. La verdad… ¿Estoy buscando a Sanji? -le respondió una mujer en un tono azucarado. - ¿Puedes traerlo por mí?

El den den mushi no era exactamente privado. Las cabezas d ellos presentes giraron ante el nombre de Sanji y al tono de la señorita al otro lado del mismo; Patty compartió miradas desconcertadas con Carne, ¿Una chica llamando a Sanji? ¿Desde cuando las chicas llamaban a Sanji?!!!!

-¿Sanji?- repitió responder, todavía sorprendido.

-Si Sanji, él es un cocinero. - ella espetó con impaciencia. Claramente algo irritada -Sanji. Rubio, alto, idiota enamorado, le gusta fumar, se viste elegante, patea como un toro por que dar puñetazos no es algo que el haría. ¡Ese Sanji!, me lo podrían comunicar, es urgente.

Claramente describiendo a el Sanji que el conoce aturdido, asomó la cabeza por la puerta de la cocina para llamar a ese mocoso. -Oh claro. Sí, él está aquí. ¡Sanji, mierda, tienes una chica llamando!

Incluso el no creía lo que salía de sus labios.

El sonido en la cocina clama ente cesó. Los ojos de todos los chefs giraron al unisonó hacia Sanji, quien parecía igual de aturdido, casi perdiendo el cigarrillo en sus labios antes de lanzarse hacia adelante sobre el caracol, quitándose a Patty de las manos.

-¿Una mujer? ¿Hola? ¿Quien? ¿Qué? ¿Hola?

-¿Sanji?

La mitad de la cocina estaba colgando de las puertas, ventana y los clientes eran ignorados, claramente el que una mujer se comunicara con Sanji era el suceso del día.

- ¡Naaamiii-swannn!- los ojos de corazón aparecieron en los ojos de Sanji mientras giraba en círculo, obviamente reconociendo la voz.

- ¡Sanji! - claramente aliviada -¡Al fin! ¡Contrólate! - espetó la misteriosa Nami. Mientras Sanji seguía sus ordenes sin dudarlo.  

- Un momento, mi bella flor - Cogió el caracol. Dirigiendo una mirada hacia los presentes Sanji se dirigió hacia la puerta de la cocina - ¡Volved al trabajo, bastardos holgazanes!

Patty y Carne protestaron mientras miraban a Sanji subir corriendo las escaleras hacia los aposentos privados llevándose el den den mushi con él.

Todos claramente seguían sorprendidos, enserio que diablos había pasado.

-¿Sanji acaba de recibir una llamada de una chica? ¿Una chica? Eso realmente pasó, ¿verdad? – pregunto Carne mientras señalaba la puerta de la cocina, con las cejas levantadas las la raíz de su cabello.

- ¿Quién es Nami? - añadió Mice. - ¿Era ella una cliente?”

- Ella definitivamente sabe quién es él. – contesto Carne. -Pregunto directamente hablar con él.

-No solo eso, lo describió a la perfección.

- ¿Que es todo esto? - espeto Zeff y se acercó a el grupo de chefs furioso. - ¿Quién está mirando la comida? ¡Si se queman esos espárragos, yo te quemaré! ¿y las ordenes? ¡muévanse, no se queden parados holgazanes!

Algunos de los chefs regresaron apresuradamente a su trabajo, pero la mayoría se quedó aun aturdido y claramente con preguntas cerca de Zeff.

- ¡Dueño Zeff! – espeto Patty claramente asombrado - ¡Sanji recibió una llamada de una chica!

- ¿Berenjena? ¿Nuestro Sanji? ¿Una mujer? - Zeff abrió los ojos y se quedó boquiabierto mientras una docena de chefs asentían e intentaban hablar todos al mismo tiempo. - Sanji, ¿Dónde está?

Todos señalaron al unisonó hacia las escaleras que daban hacia los aposentos.

-Entonces vuelvan a trabajar, bastardos holgazanes, tenemos clientes y bocas que alimentar. - Dirigió su pata de palo hacia ellos disolviendo al final al grupo de chefs.

Patty y Carne lograron esquivarlo y sonriendo se pudieron a trabajar.  Viendo al jefe Zeff subir las escaleras detrás de Sanji, sus pasos se volvían más suaves y furtivos. El propietario Zeff era todo un chismoso. El viejo era confiable para ese tipo de cosas, el lograría averiguarlo.

**********

Después de decirle a Makino, que en realidad no le pasaba nada y que ella le dejara entrar a la recamara de su casa donde claramente tenía un espejo que podía serle útil, regreso al bar, no sin antes amentarle a Luffy que podía a bajar cuando tuviera hambre y podía darle algo de comer.

Claramente tomando asiento frente al espejo y tomando un gran suspiro Luffy pudo oír los tambores de nuevo, frente a él, pudo ver claramente como su reflejo estaba cambiando, su cabello se volvía blanco y de una textura esponjosa, sus cejas se ponían todas divertidas y llamantes, parecidas un poco a las de Sanji, ojos rojos y saltones le devolvieron la mirada mientras que una gran sonrisa adornada su rostro, sus ropas cambiaron con una notable decoloración volviéndose blanco en su totalidad una nube lo rodeaba.  Pudo oír claramente su risa con un grado de euforia y confianza, los latidos de su corazón adoptaron un ritmo musical único.

-Hola Luffy – dijo mientras reía claramente divertido. Gear 5.

¡Sugoi! ¡Sugoi! ¡Sugoi!

- ¿Cómo? -Pregunto Luffy claramente con estrellas en los ojos.

- Eres mi protegido, quien he estado esperando.

- ¿Tu hiciste esto?

-Sabes -Gear 5 hizo un puchero, parecía todo caricaturesco. – aunque prometimos vivir sin arrepentirnos… - Luffy abrió los ojos sorprendido mientras Gear 5 tenía una mirada pensativa en su rostro. -Prometimos hacernos fuertes para proteger a nuestro nakama. Pero si teníamos un arrepentimiento.

- Ace…

-Shishishiguaguaguahh - Mientras reía, con la mano izquierda tapándose el rostro y la derecha sobre su estómago, al parecer el reflejo tenia la cicatriz que Akainu le había dejado.

-Tenemos que proteger a nuestros seres queridos.

***********

 Mientras entraba en la habitación compartida, cerró la puerta, seguro de que nadie lo siguió.

-Está bien, estoy solo.

- ¡Gracias a Dios Sanji! ¡Estaba tan asustada que era la única!, no podía imaginarme ser la única que… -Sanji pudo claramente oír la voz de Nami tratando de retener las lágrimas mientras el caracol imitaba sus rasgos. -Cuando desperté y vi que no estaba en el Sunny y no los vi, no pude encontrarlos, yo …

-¡Ay mi bella flor! ¿Necesitas que venga a rescatarte Nami? De haberlo sabido estaría ahí al instante… -

- ¡No!, no, Sanji. Hiciste lo correcto, esperar fue lo correcto. El Restaurante es el lugar más fácil donde podía contactarte. Deberías quedarte allí. Es lo mejor. ¿Has tenido noticias de alguno de los demás? ¿Luffy? ¿Zoro? ¿Usopp? ¿Alguien?

-No aún no, ha pasado menos de una semana, no creo que siguiera se hayan dado cuenta en donde se encuentran, sobre todo el marino. A esos idiotas ni se les ocurriría llamar, solo tú lo has hecho. Y si lo hicieran no creo que sería algo que sea inmediato. – Apoyándose contra la pared del dormitorio, sacó un cigarrillo y mientras lo encendía. - ¿Cómo lo llevas?

-Estoy bien. Simplemente me escapé para robar y me detuve en una ciudad portuaria para intentar llamar. No pude encontrar el número de Usopp, no creo tener algún numero de la isla donde vive Luffy… y Zoro, ese tonto ha de estar perdido en donde sea que este, ni hablar de Jimbe, Robin, Franky o incluso…Brook; pero te tengo. Estoy tan aliviada. Esto significa que los demás probablemente también hayan regresado, ¿verdad? Eso espero, ¿te imaginas si solo fuéramos nosotros dos? No recuerdo cómo llegamos aquí. La última vez que recuerdo estuvimos en el mar.

- Sí. Ese es mi último recuerdo. Después de Wano, todos nosotros juntos… en camino hacia la siguiente...

-Aventura, Sí.

-Estoy segura que nuestro tonto capitán tiene algo que ver.

- Definitivamente esa cabeza de goma, tiene que ver con algo.

-Está sacándose otro milagro del trasero

- Ese el Luffy para ti, ¿Crees que sea un milagro? Siento que es un sueño Sanji, que nos vamos a despertar y todos estaremos en el Sunny. pero al mismo tiempo, sé muy bien que de algún modo el lo logro.

- ¿Así que, ¿Cuál es el plan? -soltando el humo de su cigarro, y cambiando la dirección de su conversación - No me gusta siguiera pensar en el bastardo de Arlong y lo que podría hacerte, el maldito.

-A mí tampoco me gusta. Pero aun puedo esperarlos chicos. Prefiero esperar a que Luffy me encuentre antes de hacer grandes movimientos. Estoy realmente fuera de forma y sin mi clima tact me siento desnuda.

Sanji se desmayó por un momento al pensar en Nami desnuda. Había estado tan concentrado en conectarse con su nakama que había olvidado que estaba hablando con una persona tan encantadora...

-¡¡Sanji, eres un pervertido!!" —grito Nami gritó mientras al caracol la imitaba y le salían dientes. -¡Deja de babear y concéntrate! Voy a facturarte por esta llamada.

-¡Lo siento, Nami-swannn! Perdóname. Estoy concentrado. – dejando de pensar en su bella Nami, volvió su atención al plan. - ¿Entonces quieres esperar?”

-¿Sólo por, no sé, unos meses? ¿Tres meses talvez y si no hemos oído nada, hacemos nuestra propia jugada? No se Sanji. No puedo evitar pensar en todos y pensar en Sabaody

Claramente sabía muy bien cómo se sentía Nami, solo recordar lo que había pasado y como habían sido separados, aun le afectaba.

Pero tres meses, tres meses parecen una eternidad. Pero ya habían estado lejos dos años, ellos eran fuertes. No eran la tripulación de los sombreros de paja por nada. Sin embargo, Nami era la que la mas afectada, así que se mordió la lengua. Tenia que lograr juntarse lo mas pronto posible.

-Estoy haciendo lo que puedo aquí para tratar de ponerme en forma de nuevo. Correr por la mañana y nadar por la noche. ¿Cuándo puedo esperar tener noticias tuyas? ¿Tienes un número donde puede contactarte? ¿Cuánto tiempo estarás atrapada y sola?

-Normalmente salgo a buscar tesoros una vez al mes. Puedo visitar a mi hermana más seguido, pero no me atrevo a hacer una llamada desde esa isla. No me arriesgaría a que lo interceptaran o lo escucharan. Seria muy peligroso, solo imaginarme que alguien más que nosotros tuviéramos información del futuro me da escalofríos

-Entiendo. Mantente a salvo. Mantén la cabeza gacha y espera refuerzos. Iremos por ti. Tres meses después, y ya conoces a nuestro equipo, Luffy probablemente se las esté ingeniando y ya debe de estar en camino.

-Sí, y perdido, él no sabe cómo leer un mapa si su vida dependiera de ello. - Ella río, haciéndolo sonreír, era bueno ver como el caracol la imitaba, tenía una mirada más tranquila.

-Tan perdido. Probablemente esté en algún pequeño velero dando vueltas y comenzando peleas. Aparecerá montado en un pájaro o algo así y afirmará que estaba tratando de recrear cómo conoció a Zoro. Para después que lo cocine.

Nami gimió. -Eso fue después de conocer a Zoro. Esos dos eran un dolor de cabeza por sí mismos como juntos.

-Tres meses empieza a parecer un plazo algo largo no lo crees. ¿No lo crees?

- Quizás los estemos sobreestimando, y necesiten más tiempo.

- No, tres meses es lo ideal.

- Son unos imbéciles, - Nami suspiro, con una pequeña sonrisa - pero son nuestros imbéciles ¿Los estamos sobreestimando Sanji?

- Nunca.

- Nunca. – llegaron a un acuerdo con un suspiro feliz.

- Comenzaré a planificar el banquete de reunión, ¿Alguna solicitud?

- ¿Pato asado?

- ¿Con la salsa de naranja?

- ¡Sí, por favor!

- ¡Cualquier cosa por ti Nami-swaaan!

- Debería irme pronto. Están cobrando por minuto por usar este caracol y yo…

- Debes tener cuidado con tu dinero. -  Sanji suspiró. - Adiós, dulce flor, estaremos juntos antes de darte cuenta.

- Pronto Sanji.

Gacha.

El caracol cayó en una somnolienta hibernación.

Sanji se apoyó contra la pared y aspiró una bocanada de humo. Pronto. Podemos zarpar, recoger a los demás y volver al camino. Tomaremos el mundo por asalto. Nunca podríamos hacer menos.

Se permitió pensar en lo que significaba que Nami hubiera regresado. Se permitió sentir la esperanza de ver a los demás. Todos estarían juntos de nuevo, Luffy sin duda iría por ellos. Sanji había logrado evitar los pensamientos de lo que haría si fuera el único que los recordara y la verdad esos pensamientos… le dolía solo de recordar. Con Nami contactándolo se permitió tener esperanza.

-Te estoy esperando Rey Pirata.

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Jimbe contempló la vista de Water 7, definitivamente no era el Sunny. Water 7 realmente era un lugar hermoso. La isla había dejado atrás sus días de barrio marginal ruidoso. El tren Puffing Tom había revitalizado la economía y la gente de aquí había aprovechado todas las ventajas para construir más para sí mismos. La arquitectura era hermosa y tuvo que resistir la tentación de nadar por sus canales. Éste era exactamente el tipo de lugar que quería para su pueblo; el tipo de lugar que la reina Otohime soñaba para ellos. Cuando a los pescadores se les concede su petición de vivir bajo el sol, a Jimbe le gustaría señalar Agua 7 como modelo de diseño. El uso de las vías fluviales era notablemente similar a los conocidos caminos fluviales de la isla Fishman. Le hizo extrañar su tierra natal.

Cinco años era mucho tiempo, especialmente cuando era por retroceder en el tiempo. Como señor de la guerra, solía hacer muchas maniobras políticas. Necesitaba estar al tanto de los principales actores del Gobierno Mundial, conocer los movimientos de los marines y conocer los grupos piratas destacados y dónde se encuentran. Ninguno de los novatos de hace cinco años destacó como algo especial. Después de que Ace se batiera en duelo con él durante cinco días, recordó haber tenido un puñado de retadores punk que asumieron que se estaba debilitando. Ese duelo debería haber sido hace unos cinco meses. Suspiro, entonces Ace apenas se había unido a la tripulación de Oyaji.

Es posible que algunos de esos retadores todavía estén en camino a buscarlo. No podía recordar suficientes detalles y buscaba información mientras intentaba mantener oculta su ignorancia. Necesitaba la oportunidad de ver a Barbablanca y hablar con el Rey antes de hacer grandes movimientos. Sin duda, Luffy-kun iría por su tripulación. No quería volver a pedirle que esperara, quería estar con su tripulación lo más pronto posible. Él podría pedirle que esperara y él lo haría, pero también sabía que Luffy-kun no le gustaría repetir el mismo viaje, aunque no le importaría si él se unía desde el principio.

Paseando por el pueblo pensó en cómo acercarse a Franky. No sabía mucho sobre la situación actual en Water 7, pero había oído historias. Sabía que la llamada de atención en Enes Lobby había comenzado con un encuentro en esta isla entre CP9 y Nico Robin. Según los informes que había visto, el CP9 ya estaba presente encubierto cuando llegaron los sombreros de paja. Por supuesto, los informes habían sido censurados, por lo que no sabía cuánto tiempo estuvieron allí encubiertos ni para qué. Sí sabía que por alguna razón el Franky estaba involucrado en la misión del CP9. Lo último que él, o cualquiera de ellos, necesita en este momento es la atención de una unidad Cypher Pol. Necesitaba hacer contacto discretamente y ponerse al día.

Jimbe esperó y escuchó. El suave sonido del agua en movimiento y las aves marinas se compensa con el bullicio de un concurrido puerto comercial, observó el flujo de personas que se movían dentro y alrededor de la ciudad. Observó la tendencia de portar máscaras y se preguntó si era un indicador de alguna festividad o un accesorio de moda. No parecía ser un símbolo de estatus. Era bastante común o esperado que los lugareños no miraran dos veces una máscara. Viejos, jóvenes, ricos, pobres, podía ver a todos los tipos debajo de las máscaras, sin importar cómo intentaran esconderse. Sospechaba que CP9 disfrutaba de esta extraña costumbre, tal vez la fomentaba. Podía ver las ventajas para un espía.

Como ondas en el agua, dejó fluir su haki, volviendo a él cuando tocaba sentía una presencia que era fuerte.  Se concentró en el flujo y reflujo de la isla a su alrededor. Había 25 amenazas potenciales en términos de puro espíritu de lucha. Tres de ellos ciertamente eran parte del CP9 dado el peligro muy encerrado que encontró que era distintivo de las técnicas de Rokushiki. No estaba seguro si unas de esas 25 amenazas podían corresponder a Franky; se avergonzó al darse cuenta de que sabía tan poco sobre el núcleo del carpintero que no sabía dónde se encontraba el hombre en términos de fuerza espiritual. Podía adivinar. Todos los sombreros de paja eran personas talentosas. Si tuviera que adivinar, Franky probablemente estaría irradiando el mismo poder que la mayoría de su tripulación.

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Usopp no estaba seguro de cómo viajó en el tiempo para regresar a Syrup, pero lo odiaba, estaba seguro que era culpa de Luffy. Él siempre tenía algo que ver. Pero le enojaba, él ya era un pirata del Nuevo Mundo, no un valiente guerrero del mar, pero estaba llegando allí. Era el Dios Usopp con una recompensa terriblemente alta. Era Sogeking, el francotirador. Era un Sombrero de Paja. Epro toda parecía haberse ido a la basura.

Después de Sabaody, paso dos laboriosos años en una isla que quería comérselo, con la mentalidad de ser el mejor tirador para su Nakama, y proteger sus espaldas para salir confiado y competente. Trabajó duro para ponerse en forma físicamente y poder seguir el ritmo de sus monstruosos compañeros de tripulación. Había coleccionado semillas, diales e inventos. Ahora había vuelto al punto de partida. aunque ni siguiera estaba en la línea de inicio si estaba solo y la tripulación no se había juntado todavía

Tenía que empezar a ponerse en forma. Su propio cuerpo le parecía extraño. Casi se había caído tres veces esta mañana al intentar alcanzar cosas que estaban demasiado altas o demasiado lejos de él. Usopp no podía creer lo débil que estaba. Su rutina de flexiones y abdominales se interrumpió patéticamente y ni siquiera podía hacer una plancha. Tenía la esperanza de que su carrera fuera mejor. Desde el principio había sido un corredor rápido. Era uno de los más ágiles de su tripulación, bueno trepando árboles y saltando rocas. Pero realmente su condición era un asco.

Al menos tenía que descubrir este cuerpo joven y extraño. Su coordinación estaba completamente fuera de lugar. Era inaceptable para un francotirador. No podría trabajar así. No podía proteger a nadie.

Usopp suspiró. Sabía que pronto tendría que salir de casa. Simplemente no sabía cómo comportarse. ¿Podía fingir y ser solo un niño? ¿Correr por el pueblo gritando sobre piratas invadiéndolos otra vez mientras espera que alguien de la tripulación venga a buscarlo? ¿Se atrevió a entrenar públicamente? Tenía que entrenar de algún modo, ya habían pasado tres días desde que empezó a hacerse esas preguntas, mientras salía correr por las mañanas, sin alentar a nadie. Su pequeña tripulación lo esperaba. Kaya esperaba a su narrador. Usopp no sabía cuánto regalar. Eran sus amigos... pero no sus nakama. Sus Nakama, eran los sombreros de paja; Luffy, Nami, Zoro, Robin, Chopper, Brook, Franky, Jimbe y el Sunny; aunque en esta época el Going Mery todavía estaba vivo, por loque haría lo mejor posible para que sobreviviera esta vez.  

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Luffy estaba empezando a pensar que esto podría no ser un sueño. Que Dadan lo obligara a bañarse. Nunca antes había necesitado un baño en un sueño. No fue divertido. Entonces… si no estaba soñando… en realidad estaba hablando con el Gear 5 y estaba de regreso en Gao cuando era niño… era un misterio. Luffy sacudió la cabeza y suspiró. Él no iba a resolver nada si solo se quedaba viendo a su reflejo.

Luffy recordó. Había hecho promesas. Le prometió a Ace que esperaría hasta los 17 años para zarpar y encontrarlo. Realmente, ya lo había hecho así que esa promesa no debería contar. Tenía más de 17 años en este momento, o bueno técnicamente era mayor, incluso era mayor que el mismo Ace y Sabo. Él asintió para sí mismo. Hizo promesas a su tripulación y ahora estaban separados de nuevo. Se suponía que Nami no volvería a ser lastimada por Arlong nunca más, pero ella aún estaba tratando de juntar el dinero para liberar a su isla. Se suponía que Brook no debía estar solo. Se suponía que Robin viviría sin esconderse ni engañarse. No le gustaban todas esas promesas incumplidas. No le gustaba estar separado de su tripulación. Se parecía demasiado a Sabaody. Sentía una opresión en el pecho y tenía la garganta muy seca. Respirando agitadamente, pasó los nudillos por si inexistente cicatriz, que podía ver siendo reflejada en Gear 5 pero no estaba en su cuerpo, el recuerdo del dolor fue suficiente para concentrarse.

- ¿Quién eres? – Pregunto dudoso al ver como el reflejo solo sonreía

- Me han conocido por diferentes nombres, me llamaron el Dios Sol, el guerrero de la liberación, Joyboy, pero… - sus ojos se iluminaron con un rojo sorprendente. – Puedes llamarme Nika, y soy el propietario anterior de la fruta del diablo de tipo zoan mítica llamada fruta Hito Hito: modelo Nika  o como el mundo la conoce… la fruta del diablo Gomu Gomu No.

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Luffy solo pudo quedarse viendo a Gear 5… o más bien Nika. Asi que su fruta del diablo era un dios reencarnado. Ciertamente, eso era algo que no vio venir. Sacudiendo la cabeza, pensó en todo lo que había logrado, son solo el, pero con su nakama. Nika no era una invención de él, no era un movimiento que él había inventado, el realmente había despertado a su fruta. Un despertar de una reencarnación.

Si Luffy hubiera logrado despertarlo antes… quiere decir que entonces … Ace…

-Dijiste que teníamos un arrepentimiento…

Nika giro su cabeza hacia la derecha perdido, pero con una sonrisa en su rostro, el… estaba flotando por alguna razón. Pero por que hasta Wano. El… Nika pudo haber ayudado a su hermano antes.  

-Mhm, porque…? -su boca estaba seca, apretando lo puños, mientras su mirada bajaba, podía sentir como su sombrero cubría sus ojos. – porque no despertar en Marinford?

-No estabas listo

¡¿Listo?! ¡¿No estaba listo?! Levantando la mirada hacia el espejo vio a Nika, él estaba sonriendo y su sonrisa era de oreja a oreja. Esta enfadado, eufóricamente lleno de ira. ¿Cómo que no estaba listo? Cuando lo necesitaba no estuvo ahí, Ace tuve que sacrificarse por ser débil. Nika pudo a ver prestado su fuerza y todos habrían salidos vivos. Incluso el ossan de bigote que Ace miraba como un padre. Nika, el guerrero de la liberación, decidió despertar cuando el quería. Pudo sentir como su haki salía enfadado de el mismo, estaba tratando de controlarse para evitar que todos a la redonda no cayeran desmayados. Y si no fue en Marineford por que no hacerlo en Sabaody cuando Kuma separa a su tripulación después de darle un puñetazo a los odiosos dragones celestiales. Tuvo que hacerlo cuando estaba luchando contra Kaido.

-Se lo que estás pensando – comento Nika la ver que no decía palabra.

-Asi? ¿Y que estoy pensando? -gruño en un mordisco mientras abría sus ojos en desafío, claramente su voz también tenia una pizca de sarcasmo.

- Sabaody. ¿Por qué no despertar desde Sabaody? -  con una mirada engreída Nika se cruzo de brazos mientras acercaba su rostro hacia delante, Luffy sentía que en cualquier momento podía salir del espejo. – y ya te lo dije, Luffy no estabas listo.

-Tu no lo sabes. Pudiste salir antes. Pudimos SALVAR A ACE, ¡PERO NO QUISISTE! -grito enojado en respuesta, esperaba que Makino no haya oído nada y de ser asi, que lo ignorara.  

Nika solo giro los ojos, claramente ignorándolo. ¡Que se creía!, como podía ignorarlo asi, el... el… Luffy solo pudo sentir las lagrimas de furia deslizarse en sus mejillas. ¡Bah! ¡Estaba enojado! Limpiando sus lagrimas rudamente con el dorso de sus manos, y tratando de sorber los mocos que sabia estaba sacando, trato de dejar de llorar, pero solo seguía llorando, estaba llorando en silencio. Le dolía el pecho, Ace. Ace, su hermano mayor que se sacrifico para que el siguiera adelante. Ace que rompió su promesa de no morir, aunque Luffy sabía que la vida de pirata era dura, Ace no era inmortal. El quiera a su hermano con él. Quería abrazarlo, decirle cuanto lo amaba. Su Oni-chan. Ace que nunca supo que Sabo estaba vivo. Sollozo con mas fuerza mientras se agarraba el pecho con los puños, inclinándose hacia adelante recargo su cabeza en el espejo, el frio del espejo le ayudo a despejar un poco sus pensamientos, pero no podía dejar de pensar que su hermano se fue creyendo que lo había dejado.  

Claramente tenia que estar loco cuando sintió como los dedos de alguien se deslizaban en su cabello, su sombrero hace mucho descansaba en el suelo detrás de él. Levantando un poco la vista, pudo ver a Nika con una miraba dolida, mientras tratada de pasar sus dedos por su cabello, claramente no pudo hacer mucho cuando miraba que sus dedos se materializaban como una pequeña luz que apenas lo tocaba sutilmente para desvanecerse después.

Luffy pudo ver en la mirada de Nika que estaba arrepentido, que a él también le dolía. Suspirando y calmándose un poco, Luffy trato nuevamente de limpiar sus lágrimas mientras sentía el ultimo toque de Nika en su cabello.

¡Él sabía que no era fuerte, lo sabía! Y se enojaba con Nika cuando el solo decía la verdad. Ellos no estaban listos para el nuevo mundo cuando estaban en Sabaody, ellos apenas habían sobrevivido a las aventuras que habían tenido.

Conectando sus ojos a los ojos rojos de Nika tomo respiro profundamente cerrando los ojos un minuto, si Nika se había comunicado ahorita con el cuando claramente no era igual que fuerte a cuando el despertó es porque quería hacer algo. Tenia que ponerse a trabajar. Abrió los ojos después de calmar su temperamento, pudo ver como Nika empezaba a sonreír de nuevo.

-Por que ahora? ¿No te mostraste antes de Kaido, entonces por que hacerlos ahora? – esa era la pregunta. ¿Por qué?

- Ya te lo dije tontito, eres mi protegido, quiero protegerte, quiero proteger lo que amas. – Mientras más hablaba su presencia se hacia mas grande, magnifica. Nika hablaba con firmeza.  – Te estuve esperado por ochocientos años. Tu eres el elegido.

- Entonces vamos a emprender una aventura antes de tiempo?

-Quien dice que antes de tiempo? Ahora tienes conocimientos que no tenias antes, podemos salvar a muchos más. -exclamo eufórico, Nika empezó a reír de nuevo, una risa escandalosa pero feliz.

¡Ha! Asi que de eso se trataba. Luffy se iba a convertir en el Rey Pirata e iba a ser el hombre mas libre del mundo junto a su tripulación y amigos. Y Nika, él quería lo mismo, libertad. Quería ser libre como también quería que todos los demás lo fueran.

-Pero mi cuerpo…

-Eso es lo de menos. -Nika negó con un puchero. – Podemos entrenar con Ray de nuevo, te puedo ayudar a entrenar. Podemos buscar aventuras nuevas, pasar tiempo con Ace, encontrar a Sabo antes. – mientras levantaba los brazos hacia el techo, Nika exclamo seguro. - ¡Ser libres!

Mirándose a los ojos ambos sonrieron finalmente con una meta en común. Libertad. Eso es lo que ambos querían. Después de un silencio cómodo entre ambos, Nika se colocó de cabeza, mientras le explicaba. Sus movimientos se volvieron caricaturescos. Luffy estaba empezando a entender por qué le decía el guerrero de la liberación, sus movimientos demostraban lo libre que realmente era. Su cuerpo se doblaba de forma interesantes, algo que solo la goma podía lograr.

-Ahora… cuando quieras hablar de frente a frente, solo necesitaremos un espejo, o por lo manos hasta que entrenes tu cuerpo y tu mentalidad sea lo suficiente fuerte como para poder manifestarme frente a ti sin necesidad de uno.

-Mientras tanto, vamos a poder comunicarnos… ¿cómo?

“Por pensamiento por supuesto” Luffy oyó claro y alto la voz de Nika en su cabeza mientras observaba que sus labios se encontraban sellados.

“Sugoi”

“Shishishishishi”

-Entonces…

-Si...?

-Como volvimos?

-Las respuestas las sabrás en su debido tiempo Luffy, ahora lo importante es que tenemos que zarpar antes y encontrar a nuestro nakama.

-Pero.

-Hazme caso, se lo que te digo. Ahora, por que regresar a la casa del árbol, el abuelo definitivamente ira a tratar de encontrarte para tratar de convencerte de ser un marine.

- ¡Jamás seré un marine!

Nika solo rio, mientras su presencia se desvanecía poco a poco, Luffy parpadeo para entonces sentir como lo golpeaba el cansancio, se dio cuenta entonces que la luz del sol estaba opaca, las nubes bloqueaban la luz, por lo que pudo ver por la ventana. Dándole una ultima mirada al espejo, bajo para agradecerle a Makino por el espejo. Negando con la cabeza le sonrió para ver como colocaba un plato de comida frente a él.

**********

Zoro gruñó una maldición mientras luchaba por controlar su respiración. ¡¿Estaba cansado y sin aliente tan rápido?! No había razón para quedarse sin aliento después de derrotar a este grupo de débiles perdedores. Claro, podría haber usado menos velocidad. No había necesidad de eliminar a doce hombres en menos de tres minutos, pero ¿cómo iba a hacerse más fuerte si no se desafiaba a sí mismo? Insatisfecho con su actuación, refunfuñó suavemente y comenzó a comprobar a los hombres inconscientes. Su cuerpo no era fuerte.

Sólo el capitán tenía una recompensa. Eso le hizo sonreír un poco, claro, era raro que una tripulación tuviera tantos miembros con recompensas en un grupo. Si lograban hacerlo, eran el capitán y el sub-capitan quienes regularme eran quienes lo lograban mientras el resto solo era del montón. Chasqueando la lengua, ajusto sus espadas y se giraba para alejarse de ellos. Dejaría el resto en manos de los aldeanos. Pensándolo bien, tal vez este era uno de esos pueblos donde el alcalde pagaría la recompensa y los marines le reembolsarían el dinero. Mmmhmm… Si le pudieran pagar ahora... sonrió con fuerza.

-¡Oye!- llamó uno de los cobardes escondidos en las puertas cercanas. - ¿Quién paga las recompensas por aquí? -  Necesitaba juntar dinero para moverse, consideró pedir cuerda también, necesitaba algo con que amarrar a esos piratas, pero primero quería ver si valían la pena. Afortunadamente los piratas tenían cuerda que podía usar sin problemas.

Atándolos fuertemente, saqueo distraídamente los cuerpos y los despojo de sus armas. Tenía que ver cuando podía hacer, mientras más rápido recolectaba, más rápido podía ir con Nami.  Fue sólo cuando tuvo una pequeña pila de espadas, pistolas y dagas junto a un grupo de piratas inconscientes que se dio cuenta de que nadie había respondido.

- ¿Eh? ¿No me escuchaste? - les frunció el ceño. Idiotas, ¿acaso eran sordos?

Los aldeanos saltaron. Puaj. Por eso Nami se ocupa del dinero. Ni siquiera mató a nadie. Sólo había un poco de sangre y ese tipo probablemente no perdería la pierna si apareciera un médico. Estos muchachos deberían concentrarse.

-Mira. Sólo quiero cobrar mi recompensa, beber un poco de sake y seguir adelante. Tengo lugares donde estar, ¿sabes? Asi que puede alguien responderme?

-¡Bueno! No hay problema señor. ¡Iré a buscar a alguien! -  Un hombre que claramente se haba escondido cerca del lugar, no muy bien cabe recalcar, salió corriendo calle abajo.

Resoplando, arrastro al capitán con sigo mientras dejaba al resto tirados y se dirigió hacia un salón cerca suyo, fantástico había encontrado el bar por fin. Tomo asiento en la barra, mientras el cantinera se acercaba cuidadosamente.

-A-aquí. – el hombre se acercó. - En la casa. - dejo una botella de sake, del bueno también, frente a él.

- ¡Gracias!- de buen humor, al fin podía tener un poco de sake, Zoro le ofreció una sonrisa al anciano. - Soy Zoro, ¿cómo te llamas viejo? -

- ¡No hay problema, salvaste a mis hijas y nuestro negocio de esos piratas! Soy Lao. ¿Dijiste Zoro? - miró sus espadas. - ¿Como el cazador de piratas Roronoa Zoro?

- Me han llamado así - Confirmó.

Eso pareció ser el detonante, todos empezaron los aldeanos trataron de hablar con el pero Zoro asintió e hizo ruidos mientras todos se agolpaban y comenzaban a agradecerle. Tomó un sorbo de sake y trató de no gruñir diciendo que era un pirata y no un héroe. Él no era un pirata en este momento. Tenía que cobrar su recompensa y conseguir que alguien lo llevara con Nami. Tomó un sorbo de sake y esperó. Tendría que entrenar más duro. Todavía era demasiado lento.

**********

Luffy al final se dirigió hacia la casa del árbol, estaba decidido, zarparía en unos días, dos años de lo previsto, pero tenía que hacerlo. Había mucho en riesgo.

-Shosh – dando un puñetazo en palma en su otra mano, afirmo. -Está decidido!

- ¿Qué está decidido?

Luffy se giró rápidamente, alarmado. - ¡Abuelo! -

Salió corriendo hacia el bosque. De ninguna manera le iban a dar un puñetazo hoy. El abuelo gritó tras él y atravesó el bosque pisándole los talones. No quería sentir el puño de amor del abuelo hoy.

Después de ser perseguido por el abuelo, luchar con él, en su dichoso entrenamiento  al final el abuelo logro darle “el” golpe.

-Puño de amor!

-Agggh por que sigue doliendo! – agarrándose la cabeza con dolor, mientras estaba tirado en el suelo, se quejó, no entendía como a pesar de saber haki armamento el no se protegió, sabiendo que el puño del amor dolía. El abuelo sin importar que era una bestia, y el muy bastardo solo se reía.

Después de un momento tomando asiento en el acantilado con vistas al océano. Estaba sin aliento por correr y luchar todo el día, pero se enorgullecía del hecho de que su abuelo estaba tan sucio y sudoroso como él. Luffy sabía que debía ser más fuerte y más rápido de lo que había sido, o al menos el haki marcaba una gran diferencia.

Después de controlar su respiración, solo lo dijo.

-Estoy zarpando.

-Como el infierno. - Garp respondió rápidamente.

-Estoy zarpando, no importa lo que digas. Cuando te vayas, yo me pondré en camino. Seré el Rey de los Piratas. Solo mírame. Es hora de reunir a mi tripulación.

-No. ¡Vas a ser marine, maldita sea! - El abuelo se frotó el cuero cabelludo con los nudillos cubiertos de haki, al parecer quería arrancarse el cabello de la frustración- ¿Qué pasó con esperar hasta los 17 años? ¿No prometieron con Ace que lo harían a los 17? ¡No puedes simplemente zarpar cuando se te de la gana mocos de mierda! – trato de darle otro puño de amor, pero logro esquivarlo esta vez.

-Soy un pirata. ¡Hago lo que quiero! – Luffy respondió de vuelta. - ¡Nunca seré un marine, abuelo de mierda! De ninguna manera. Antes muerto.

- ¡¿Por qué no LUFFY?!

- ¡Porque voy a ser libre!

- ¡Bah! Idiota. ¿En qué me equivoqué con ustedes, muchachos? ¡Serían fantásticos marines! – el abuelo se lamentó levantando los brazos dramáticamente. – ¡Puedes serlo sin convertirte en un pirata mocoso!

-Nunca seriamos libres. - Luffy respondió sin rodeos mientras se alisaba el cabello. – Y nunca nos mentiste

- ¿Qué? - El abuelo parecía sinceramente aturdido y Luffy no entendía por qué.

- Nunca seriamos libres y nunca nos mentiste. - Repitió lentamente mientras señalaba lo obvio. - Lo dijimos una y otra vez. Queremos ser piratas para ser libres en el mar. Y nunca mentiste diciendo que los marines también son libres, ni una sola vez. Nunca trataste de decirnos que podríamos ser más libres trabajando para el gobierno que navegando como piratas. Nunca mentiste sobre es. Solo querías lo mejor para nosotros y creías que ser marines era lo mejor.

Garp lo miró boquiabierto.

- Nunca podría hacerlo. Nunca podría hacer sido un marine y trabajar para el Gobierno Mundial. Sabo zarpó a las diez para evitar ser un noble. Después del incendio, después de todo lo que pasó Sabo... después de como el… - Luffy se detuvo porque no podía mentir sobre la muerte de su hermano cuando sabía lo contrario, y él estaba buscando la libertad de otras personas. No podía decirle a su abuelo como se unió a su padre a los revolucionarios para salvar a la gente, era un enemigo de quien el juro proteger. - Esos Dragones Celestiales… - se detuvo de nuevo porque no debería saber nada sobre esclavos, de saber quiénes realmente eran y como los protegían cuando ellos no se lo merecían. - Mi hermano… - diablos, estaba frustrado y los ruidos que empezó a hacer lo demostraban, con los ojos llorosos se imaginó el cuerpo de Ace frente el, sonriendo diciéndole que le agradecía por haberlo amado, cerro los ojos por un momento para abrirlos de nuevo porque eso no había sucedido y Ace estaba vivo.

- Oh, Luffy. -  Jiji lo abrazó, obviamente entendiendo el mensaje equivocado. Pero tratando de reconfortarlo.

- Se... sé que te gusta ser marine. Me alegro de que haya marines con un buen sentido de la justicia, alguien como tu Jiji, no sólo marines con la mentalidad de matar a todo pirata que se crucen. - Apretó los puños y se separó del abrazo para mirar a su abuelo a los ojos. – Ese no es mi sueño. No puede seguir tus pasos, tengo que escoger por mí mismo. Voy a ser el Rey de los Piratas y la persona más libre del mundo. Nadie me puede parar. Ni usted ni el gobierno. Es una promesa.

Luffy recordó como el abuelo le exigió que fuera lo suficientemente fuerte como para evitar ser capturado en Water 7. Recordó a Marineford y como el abuelo lo había declarado su enemigo.  Que el y Ace se lo había buscado por convertirse en piratas. Luffy era fuerte y sería aún más fuerte. Se volvería aún más fuerte y nunca se permitiría estar en una posición en la que Jiji tuviera que verlo caer. No como antes, con Ace.

- ¿No puedes esperar al menos? ¿Darle a este viejo dos años más? Me dijiste que te quedarías aquí y te harías más fuerte cuando Ace se fue. Talvez cambies de decisión.

El abuelo tenía una mirada esperanzadora, pero, el sabia muy bien que el ya se había decidido hace mucho tiempo.

- ¡De ninguna manera, Jiji! Me voy. Está decidido.

- ¿Decidido por quién? ¡Yo digo que no!

- Niego tu negativa

- ¡Ah, mocoso! ¡No puedes negarme nada!

- Soy el capitán. Yo decido.

- ¡Ja! ¿Capitán de qué? ¡No tienes un barco ni tripulación!

- ¡Conseguiré uno! ¡Y mis nakamas serán los más fuertes y los mejores en su campo, solo espero y veras Viejo! -  Luffy apretó los puños inclinándose viendo a su abuelo a los ojos.

- ¡Como el infierno que lo harás! Te quedarás aquí. - El abuelo gruñó, todo dientes, y se inclinó también empujando su frente contra la de Luffy.

- ¡No! - Luffy retrocedió con su propio gruñido.

- Sí.

- No.

- ¡Que si mocoso!

- Estoy zarpando.

- ¡Que no!

- ¡Sí! -

- ¡No!

- ¡Cállate, viejo!

- ¡Para ti no es el viejo, es abuelo mocoso! - Golpeó un puño de amor en su cabeza de nuevo.

- ¡Abuelo estúpido! - Luffy se frotó la cabeza refunfuñando. - Todavía voy a ir. No podrás detenerme.

En lugar de lanzar su propio golpe o salir corriendo otra vez, se reclinó hacia el abuelo para darle un abrazo lateral. El anciano lo acercó y lo abrazó con fuerza. Recostó su cabeza sobre su cabello.

-Dos años no es tanto. Puedes usarlo para fortalecerte. Puedo entrenarte.  

Luffy recordó otra pausa de dos años en la que se volvió realmente fuerte. Dos años podrían marcar una gran diferencia. No podía explicar el viaje en el tiempo y cómo esperaba su tripulación. No podía explicar la necesidad de llegar a Nami y liberarla o cómo Ace estaba en problemas y Sabo no podía recordarlo. En lugar de eso, se inclinó hacia el anciano hasta que la opresión en su pecho se aflojó y pudo respirar de nuevo.

Simplemente se quedó en silencio, y después de un momento solo pudo oír su estomago gruñir.

-Buawhahhahaha comamos -ofreció el abuelo, mientras se levantaban y ponerse a cazar.

*********

Zoro al fin logro conseguir lo suficiente para poder decir que podía ayudar a Nami, pidiendo a unos de los aldeanos por un boto, se dirigió a la bruja con suficientes tesoros como para poder ayudarla a saldar su deuda.

Después de un tiempo finalmente encontró la casa correcta rodeada de mandarinos. Reconoció el porche por su corta visita. Dando una mirada en general a lo que le rodeaba les indicó Johnny y Yosaku que esperaran. Estiró su haki de observación y descubrió que no había nadie cerca. Nami no había vuelto. Encogiéndose de hombros, se acercó a la puerta y entró. La casa era pequeña pero definitivamente era de Nami. Encontró fotografías de una joven pelirroja junto a una chica de cabello azul en una de las habitaciones. Dándose vuelta hacia la entrada vio a los chicos verlo sorprendido por la familiaridad con la que se movía por la casa.

-Me quedaré aquí. ¿Pueden ir ustedes dos a buscar el resto? – quitándose sus espadas y colocándolas sobre la mesa de la cocina dejó sus tres cajas de sake junto a la ventana.

- ¡Claro, Aniki! - Johnny y Yosaku respondieron en sincronía.

Zoro se dedicó a recorrer la casa y ponerse cómodo. Encontró un armario para ropa blanca y sacó una pila de mantas de cama para poder empezar a arreglarse un lugar donde dormir tanto para el como para los chicos. Podrían llegar a pasar días antes de que Nami apareciera. Una vez satisfecho con su improvisación de una cama, tomo una botella de sake y se sentó en la mesa esperando a los chicos y sus cajas de tesoros.

Escuchó el acercamiento mucho antes de que la puerta se abriera de golpe para que se encontrara frente a una mujer que empuñaba un arma. La hermana de cabello azul de Nami parecía enojada. Fue una buena mirada para ella. Era bueno saber que estaba lista para cualquier ocasión.

- ¿Quién eres? ¿Qué crees que estás haciendo en mi casa? – frunciendo el ceño, tomo un trago mas de sake. El respondió

-Puah! Relájate. Soy amigo de Nami. - Zoro no se movió de su posición con los pies sobre la mesa. Tomando otro trago de sake volvió a hablar. -Pensé que podía quedarme aquí hasta su próxima visita. ¿Sabes cuándo será eso?

- ¡No te conozco! ¡No puedes quedarte aquí! ¡Sal de mi casa! - ella cargo el arma.

- No. - Zoro respondió simplemente. Tomó un sorbo casual de su sake y observó cómo ella se enojaba más.

- ¡¿Cómo que no bastardo?! ¿Qué quieres decir con no? -La mujer de cabello azul pisoteó con un pie. - ¡Sal de aquí!

- ¿Aniki? - Johnny cuestionó desde la puerta. Yosaku mirando sobre su hombro detrás de él, ambos con una caja llena de dinero y dos más de tesoros.

La hermana de Nami, ¿cómo se llamaba?, se giró blandiendo arma hacia los otros cazarrecompensas, con el pelo corto azul ondeando sobre su rostro. Furiosa.

- ¡Guau! – dijeron ambos mientras se encogían de hombres frente a la mujer armada.

- Trae eso -. Zoro ordenó a los otros dos.  Antes de que tiraran las cajas y causaran un desastre que él no definitivamente no limpiaría. Se levantó, dejo su botella de sake y rápidamente desarmó a la mujer tomando el arma, simplemente la dejo detrás de su espalda, caminando de espaldas la dejo en la mesa. – Se movieron rápido.

-Sí, el bote estaba realmente muy cerca. - Explicó Yosaku.

- ¿Se movió? - Zoro frunció el ceño. Estaba seguro de haberlo atado firmemente. Maldito muelle.

- No, el muelle en realidad estaba después de la colina

- Todo el maldito muelle se movió - Zoro asintió seguro. Supuso que la isla se movería después de que tardara una hora en caminar hasta aquí. No podía estar tan lejos del muelle, después de todo Nami tenia que movilizarse con rapidez.

- Aniki eso no…- comenzó Yosaku, pero Johnny lo interrumpió.

- Seguro Aniki, eso tuvo que haber pasado.  Uhm... entonces, ¿quién es la dama?

- La hermana de Nami -. Inclinó la cabeza para evitar un puñetazo. - Ella vive aquí. Nos quedaremos con ella mientras esperamos a Nami.

- No. ¡Claro que no imbécil!"

- No creo que a ella le guste esa idea, Aniki -. Johnny dejó las tres cajas que llevaba.

- ¿Eh? Ella lo superará. Está bien. Tranquilos

- ¡No está bien!"

- Hice algunas camas si estás cansado

- ¿Acabas de sentirte como en casa aquí? ¡¿Qué te pasa?! ¡¿No puedes implemente hacer eso?! - La hermana de Nami estaba empezando a sonar como Nami enojada. El dolor de cabeza claramente estaba empezando

- ¿Eh?

- ¡Imbécil! ¡No puedes Entrar en mi casa y actuar como si nada y quedarte aquí!

- Te dije. Somos amigos de Nami. O bueno, yo lo soy – Señaló a Johnny y Yosaku. – Ellos no la conocen.

- ¡Eso no lo explica!

- Pensé que sí. – encogiéndose de hombros agarro la botella de sake y se empino un trago largo.

- Nami no tiene amigos. Entonces, quienquiera que seas, simplemente vete.

- ¿Eh? Correcto. – asistiendo para si mismo, decidido respondió. - Soy Zoro. Encantado de conocerlo. Gracias por tu hospitalidad.

- Eso no es... ¡Eso no me responde nada bastardo, ya te lo dije! - ella tuvo un tic extraño en su ojo derecho cuando entonces abrió los ojos sorprendida y trago saliva. - ¿Dijiste Zoro? - su voz tenía el mismo tono azucarado que Nami tenía cuando estaba con gente con dinero. ¿Roronoa Zoro? ¿El cazador de piratas Roronoa Zoro?

- ¡Sí! Este es el cazador de piratas Roronoa Zoro. – interrumpió Johnny, y procediéndose a presentarse le ofreció la mano a la mujer. – Soy Johnny y el es Yosaku. Nosotros dos viajamos con él como una especie de compañeros para que podamos aprender de él. Aniki dice que no acepta estudiantes, así que simplemente trabajamos con él.

La chica de cabello azul estaba pálida. Pero tomo la mano de forma distraída. Miró entre los tres hombres y sus espadas.

- ¿Estás aquí por Nami?

- Somos amigos. - repitió Zoro. Por… no llevaba la cuenta.

Palideciendo aún más, sus ojos temblorosos se dirigieron hacia Zoro. -No puedes estar aquí. Si Arlong o sus hombres vienen…- apretó los puños

- No nos encontrarán aquí. Sólo tenemos que quedarnos hasta que Nami venga.

La muchacha emitió un sonido herido. Y con resignación negó con la cabeza.

- Bueno lo que sea. Podemos esperar. Zoro solo se encogió de hombros. La mujer claramente quería estrangularlo, sus ojos se lo decían - ¿Eh?

Johnny sonrió. - Perdón mis malos modales. ¿No supe tu nombre antes?

- Nojiko.

- Gracias, señorita Nojiko. Prometo que no seremos ningún problema.

La hermana de Nami estaba haciendo ese ruido otra vez. Le ofreció un poco de sake. Ella empezó a beber la botella. Debería haber esperado que ella pudiera beber. Nami ciertamente podía beber. Ella dejó de discutir, así que él decidió que estaba bien si se terminaba la botella esta vez. Cogió otra botella. Él se encogió de hombros y tomó un sorbo, pasando la botella cuando ella lo miró con grandes ojos oscuros. Solo esperaba que Nami llegara pronto.

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Nami estaba cansada, le dolía el cuerpo. Correr de esos bandidos había sido difícil esta vez, su mente no estaba en el juego. Seguía pensando en los chicos, sabia que iban a ir por ella, pero aun asi dolía no estar juntos.

Nami se sostuvo las costillas mientras caminaba el largo camino alrededor del pueblo hasta la casa de Bellemare. Arlong había estado de mal humor toda la semana. Ella apenas podía seguir soportándolo. ¿Cómo había soportado esto por tanto? Luffy... Nami sonrió. Tenía que soportarlo hasta que el llegara. Esos últimos piratas a los que les robo por poco la atrapan, había pisado mal y se había caído de las escaleras tratando de huir, para después zarpar lo más rápido posible. La caída había sido dura.  Arlong había estado presionando con dibujar más mapas cuando fue a reportarse que había llegado; y ella solo podía sentir repulsión en su pedido, ella era la navegante y cartógrafa de Luffy no de un idiota como Arlong. Ella solo quería dibujar mapas por su sueño y el de sus nakamas.  Al parecer unos piratas sin nombre la había seguido al ver que había logrado acumular bastantes tesoros, la había vigilado en la última isla que visito y los Piratas de Arlong estaban divididos entre jurar venganza y matarlos de una forma rápida y sencilla ya que un grupo de humanos débiles no valían la pena cuando trataron de ingresar a su territorio. Arlong aún no había decidido ninguno de los dos, pero Nami ciertamente había sentido su temperamento. Al final se decidieron de ellos fácilmente. Y Arlong al verla, solo le dio una mirada, una mirada sabia muy bien que significada. Antes la había ignorado, pero sabía que Arlong quería hacerle cosas, ella aun era menor, pero al parecer no importaba, se sintió sucia. Quería llorar.

Hatchan la había despedido con instrucciones de traer algunas mandarinas para el postre mañana. Nami se preguntó si él estaba tratando de protegerla con esa orden y si ella se había perdido cosas así en su pasado. ¿Ella simplemente no se había dado cuenta? ¿Talvez el siempre asi de bueno en el fondo, antes de Sabaody?  Probablemente le molestaba devolverle sus mandarinas a los hombres que hicieron esto. Después de todo…no es como si él alguna vez interviniera para detener la violencia o le hubiera dicho una palabra amable o... Se obligó a alejar su mente de eso. Había hecho las paces con un Hatchan diferente que había crecido a partir de sus experiencias. No necesitaba excusar, perdonar o justificar nada de lo que hicieron. Ella sólo necesitaba seguir sobreviviendo. Ella era buena en eso.

Le alegró ver las luces encendidas en la casa. No tendría que ir a buscar a Nojiko. Estaba empujando la puerta cuando una voz la llamó detrás de ella.

-¡Nami, espera!

Nami miró hacia atrás para ver la expresión frenética en el rostro de su hermana. Si Nojiko está ahí, ¿entonces quién? Se giró lentamente, asustada al ver quién estaba en su casa. Un espadachín de pelo verde estaba de pie y sonriendo. Era Zoro. Zoro con… un delantal? ¿Eh?

- ¡Zoro!- se lanzó a la casa y a los brazos del hombre. El apenas pudo dejar de lado el cucharon que estaba usando para revolver algo en la estufa para tomarla en brazos con un abrazo, mientras reía encantado. Nami lo abrazo más fuerte, había extrañado su risa.

- ¡Nami! - él se río, atrapándola fácilmente. y dándole vueltas en su pequeña cocina.  – Tonta, casi te quemo, ¡bruja!

- ¡Zoro!

Soltándolo por un segundo se fijó que era demasiado flaco y tenía el pelo demasiado corto y todavía tenía dos ojos, ¡pero era él! ¡Zoro está aquí! Había venido por ella, sus ojos se nublaron.  Se alejo un del abrazo y limpio las lágrimas sin derramar mientras se quejaba en su mente por el dolor de sus costillas. Dolía, pero valió la pena.

-¡Oh! - Nojiko estaba en la puerta luciendo sorprendida. -¿Se conocen entre sí?

- Te dije que éramos amigos. - Dijo Zoro sin rodeos. Y sin más se dirigió a la estufa de nuevo, al parecer estaba haciendo la cena. Nami no pudo evitar sonreír con fuerza.

- ¿Qué estás haciendo aquí si ella no te creyó? - Nami pregunto, confundida. – ¿Y con un delantal?

- Pensé que te esperaría aquí

- Él no se iría  

Dijeron al mismo tiempo. Nami rio un poco, Johnny y Yosaku se acercaron a la puerta, tenia una canasta de mandarinas con ellos. Zoro se acerco a ellos para oler algunas y escogerlas para dirigirse a la cocina y en una tabla de cortar empezar a pelar una para cercarla a Nami para que la comiera. Ella la acepto gustosa agrediéndole con la mirada.

-Y para responder tu pregunta… – Zoro en realidad estaba cocinando la cena para ellos. – tenía un presentimiento que estarías aquí esta noche asi…  trate de hacer tu favorito… 

-Ah. - Nami asintió una vez. Luego golpeó con el puño la cabeza de Zoro. - Idiota.  ¡No puedes simplemente quedarte en casa de la gente sin ser invitado! Y después decirme que estabas haciendo mi favorito.

- ¡Oye! Es tu casa también ¿verdad? No es igual al de Ero -Cook, pero espero sepa bien. Y, de todos modos, traje regalos.

- ¿Regalos? - ella sonrió. Sólo había un tipo de regalo que aceptaba de parte de la tripulación.

- Allá. -  Señaló con una cuchara la pila de cajas de sake.

- ¿Sake? - su tono era bajo y poco impresionado.

- Psh. Ábrelo. -  Estaba sonriendo de nuevo luciendo joven y travieso, pero perversamente Zoro.

Nami abrió la caja y se quedó boquiabierta. Montones de dinero en efectivo. Abrió el siguiente. Más efectivo.

- Debería haber unos 45 millones más algunos pequeños tesoros. Mantuve un registro. -Zoro volvió a sonreír mientras se acercaba a Nami con una cuchara, tenía una mano debajo de ella evitando que se derramara lo que contenía. – Abre.

Nami sorprendida, no dudo en hacerle caso, pudo sentir el sabor de la salsa de mandarina, no era la misma que Sanji preparaba pero estaba deliciosa.

- ¿45 millones? - Nojiko parecía anonadada.  - ¿Tuviste eso todo el tiempo?

- ¡Zoro! – el idiota solo asintió en reconocimiento mientras volvía a la cocina.

- Esto cuadra nuestra deuda - Dijo Nojiko con firmeza.

- ¡Oh, ven aquí idiota! - ella lo envolvió en un abrazo.  El la atrapo con una sonrisa, él estaba sonriendo más, idiota. ¿Como es que viene asi con tanto dinero y tesoros como si nada?, y no solo eso. ¡Prepara su favorito! - ¿De dónde sacaste todo esto? Y ¿Desde cuando cocinas?

- Recompensas-. Él se encogió de hombros. - Tenía que ponerme en forma y sabía que querías ahorrar. Además, - se volvió a verlo ofendido. – se cocinar desde hace mucho. ¿Cómo crees que sobreviví antes de conocernos? No soy un experto, pero se defenderme en algunas cosas.

- Sí. - Ella miró fijamente el dinero. Arlong nunca cumpliría su trato, pero Zoro le trajo millones para intentarlo de todos modos. Sus ojos se llenaron. El idiota. Era suave en el interior a pesar de que el exterior era duro.

- Ey. Oye, no…

Ver a Zoro entrar en pánico mientras miraba sus lágrimas, apago la estufa para tomar su rostro entre sus manos, hizo que lo mirara a los ojos, sus ojos le pedían perdón. ¿Por qué? El idiota vino con el dinero que necesitaba y más. Eran familia, su nakama.

- ¿Cómo diablos conoces a mi hermana?” —preguntó Nojiko. Haciendo que rompieran la mirada y voltearan a verla, ella estaba eufórica y sorprendida, la verdad es que al parecer tenía un coctel de emociones, Nami podía ver como su cuerpo no podía expresarlas todas. - La gente no aparece simplemente con millones de berries

- La conocí con mi capitán. Prometimos ayudarla con su sueño. -  Zoro le sonrió a la mujer mayor.

- No te burles tonto. - Nami lo reprendió suavemente. Con las emociones a tope no se había dado cuenta que se había deslizado hasta estar sentada en el suelo.

- Ahora. - Zoro se arrodilló junto a ella y puso más dinero en su regazo.  -Dime quién hizo esto.

Zoro le colocó el pelo naranja detrás de la oreja y le tocó suavemente el hematoma de la cara. La mirada que tenía era dura, Nami quería reír un poco, verlo asi, pero con delantal no era una imagen ruda, pero ella sabía que no tenía que burlarse. Él estaba preocupado. Nami miró hacia abajo, vio el dinero y lo abrazó. Se tomó un momento para maldecir en silencio a su tripulación por conocerla tan bien. Suspiro antes de levantar la mirada y responder.

- No es nada.

- No. Es un hematoma. En tu cara. Tus costillas también a menos que esté equivocado. – Sutilmente y con cuidado toco un costado de su cuerpo y ella se quejó del dolor. El frunció el ceño, maldiciendo por lo bajo, él estaba enojado con el mismo por haberla abrazado tan duro. Él idiota, dios Nami quería llorar de nuevo - Lo que es, es inaceptable. Ahora dime. ¿Quién te lo hizo?

- Zoro…

- Nami. Hiciste lo que necesitabas. Te cubro la espalda ahora. Déjame ayudar.

Zoro no solía dar discursos, pero Nami pensó que esta pequeña charla de ánimo era bastante buena. Probablemente había escuchado a Luffy muchas veces. Ella se estremeció un poco y jugó con el dinero. Él era un buen segundo al mando.

- Eran Chew y Pisaro. Aunque no es gran cosa, las costillas fue al huir de unos piratas, caí por las escaleras.

- Tch. Hicieron daño a mi tripulación. Los cortaré en pedazos. - el ignoro como claramente como se había lastimado las costillas, el estaba enojado con los gyojin. Se levanto y se quitó el delantal, para ir por sus espadas.

- Zoro, no puedes tomarlos solo. -Nami se levantó rápidamente para poder tomarlo del brazo 

- Probablemente pueda.

- No puedes. -  ella insistió.

- Luffy viene.

- Tal vez tenga que regresar antes de que él llegue. - Ella advirtió.

- Maldita sea, no.

- Sí.

Zoro gruñó dejando sus espadas para buscar su sake. Nojiko miró con los ojos muy abiertos.

-Y-yo. El… Suena como… - su hermana tragó.  -¿No puedes pretender enfrentarte a Arlong?

-Podría – replico Zoro

-Zoro, no. Esperaremos a Luffy

-Tch. ¿Es suficiente? -Zoro señaló el montón de tesoros. Su mirada en Nami - ¿Puedes ganar tiempo con eso?

- Yo- Nami pensó mucho necesitaba hacer sus cálculos - 45 millones más los tesoros, tengo que contarlo. Clasificar los tesoros. Estará cerca. Creo que necesito 50,8 millones. Déjame…

Nami frenéticamente quería empezar a contar, pero Nojiko la detuvo.

- ¿Cuándo necesitas regresar? - Nojiko interrumpió.

Un poco más calmada le respondió a su hermana.

- Mañana por la tarde. También necesitaré dos cestas de mandarinas. - Nami miró hacia arriba culpable.

- Puedo hacer la recolección.

- Puedo ayudar

- ¡No te preocupes, hermana mayor! - Johnny interrumpió. -Podemos ayudar a la hermana mayor Nojiko.

Honestamente, había olvidado que los otros dos cazarrecompensas en la habitación. Nami parpadeó hacia ambos y miró a Zoro. El pirata se encogió de hombros. Idiota.

-Bueno. Está bien. Entonces, contaré el tesoro y ustedes conseguirán las mandarinas y luego podremos decidir qué hacer a continuación

- La cena primero. - Intervino Zoro.  -Parece que te vendría bien una comida. No te llevará mucho tiempo y mantendrás tus fuerzas. Además, no pase haciendo tu favorito para que lo ignores.

-C-claro. – tartamudeo. Nami se sintió flotando como si todo esto fuera un gran sueño. Zoro la miró fijamente como si estuviera mirando a través de ella.

Su mirada era penetrante, Nami no pudo evitar parpadear hacia él. El asintió levemente y se desato el pañuelo de su brazo. Por un minuto ella pensó que él se estaba preparando para una pelea, pero luego él se acercó a ella, colocándose por un momento detrás de ella, se lo ato algo torpe en su cabeza. Tocándose la cabeza sutilmente parpadeo. Zoro apareció frente a ella con una pequeña sonrisa. Ella parpadeó de nuevo y luego se echó a reír. Él se río con ella. Los demás miraron en silencio.

-No es lo mismo, pero…- ¿Zoro se estaba sonrojando? El tonto era tan malo para las cosas sentimentales pero sabia como hacerte sentir mejor.

- No! no, y-yo… gracias. Gracias -Nami tocó el pañuelo con una suave sonrisa. Eso la hizo sentir mejor.

Zoro estaba intentando con todas sus fuerzas dar un paso al frente sin su capitán. Primero con el discurso, la cena, el dinero y tesoros para luego darle su bandana. Él lo estaba haciendo por ella. Frenando su sed de sangre porque es lo que ella necesita. Era un buen nakama.

Por un momento se pudo sentir un silencio agradable entre ellos, mientras Nojiko, Johny y Yosaku se quedaban viendo la integración entre ambos.  

-Ahora a comer, no vamos a desperdiciar comida. -Zoro definitivamente estaba sonrojado

Al parecer esas palabras rompieron el hechizo y dejando todo de lado, dejaron de verse y se dirigieron a tomar asiento en la mesa.

-Alto. Lavarse primero -Zoro paro a Nami de tomar asiento, Nami tenia la boca sorprendida.

- ¿Pero porque solo yo? – pregunto ofendida, señalando a su hermana y a los cazarrecompensas. - ellos también!

-Ellos ya lo hicieron, solo faltas tu.  

-Pero…

-Nami.

-Bah, esta bien

Nojiko seguía desconcertada, todavía no entendía. ¿Cómo es que se conocían tan bien para tener bromas entre ellos y que puedan tratarse de esa manera? Nami incluso había hecho un pequeño berrinche, pero le hizo caso al espadachín. Y además llega con el dinero para ayudarla, tesoros y le hace la cena, de la cual es su favorito. El sabia que Nami amaba las naranjas y lo primero que hizo fue pelar una para ella.  Negó con la cabeza aun desconcertada.

Tomando asiento, espero y vio a Zoro servir la cena. Frente a ella apareció lo que pareció ser conejo con una pequeña ensalada y una salsa anaranjada, Nojiko pudo oler la naranja en la misma. Nami regreso en el momento que Zoro colocaba un plato en el asiento libre donde tomo asiento.

Tomando un bocado, Nami maldijo y se quedo viendo a Zoro.

-Te odio

-El sentimiento es mutuo …  – Zoro sonrió – bruja. -Añadió como comentario tardío.

Después de un silencio Nami no pudo soportarlo, tenia que hacerlo.

-Entonces…Luffy eh? -Nami apoyo su mejilla en la palma de su mano derecha, mientras sonreía a Zoro. Pero con su otra mano, usando el tenedor como una extensión, señalo unos cortes de carne que se encontraban en un plato en medio de la mesa. Nami tomo uno maldiciendo de nuevo. Estaba bueno.

- Es la costumbre -replico Zoro

La sonrisa de Nami se hizo mas grande, Nojiko estaba segura que era malvada.

- ¡Cállate bruja!  -gruño Zoro

-No he dijo nada – dijo Nami todavía sonriendo, pero abrió los ojos inocentemente

-Tch tu sonrisa lo dice todo

-Deberías decirle

-No

-Si

-No.

-Si.

-No!

- Que sí!

De repente estaba peleando, parecían dos pequeños gatos, o eso pensó Nojiko, dos gatitos que solo estaban gruñendo, pero no sacaron las garras. Parecía…parecía una pelea que tendrías con un hermano. Zoro y Nami se estaban comportando como hermanos. Hermanos en una pelea. Nojiko retuvo el aliento, Bellemare... Nami había encontrados personas en las que podía confiar. Nojiko apoyo su mejilla en su palma de su mano derecha mirándolos.  

- ¡Que si idiota! -Nami enojada le había dado un puñetazo en la cabeza, el chinchón que salió después fue inmediato. Auch, eso parecía doloroso.

-Tch que no bruja, sabes que el no piensa en eso. -Zoro se había levantado después del golpe para sentarse y tomar un trago de sake. Nami le arrebato la botella para tomar un trago enojada, después del trago solo se limpio con el brazo de forma brusca mientras fulminaba al chico de pelo verde.

 -Hazlo o …. Te subiré tu deuda. -Nami parecía orgullosa mientras Zoro ofendido.

- ¡Te traje dinero para ayudarte! ¡Te traje tesoros!  ¡Y asi me agradeces!

-Eso es algo aparte -Nami negó con su mano.

-Además. ¿Cómo diablos puedes subir mi deuda si esta no existe?  

-Claro que sí, llevo un registro

-Maldita bruja

-Solo hazlo!! No puedo verlos de nuevo y…  -Nami ahora estaba histérica – no puedo soportar las miradas de nuevo.

-Tch

-Hazlo y la deuda desaparece, no quiero hacerlo, pero lo hare si le dices.

-¡Me estas chantajeando!

- ¡Te estoy ayudando idiota, ambos sienten lo mismo, ahora júntense!

Nojiko no pudo evitar soltar una risa al ver como Zoro la ignoraba para tomar la botella de sake de su mano y tomar un trago. Zoro era bueno para Nami.

***********

Usopp se puso a ejercitarse, poco a poco dejo de decir que los piratas lo invadirían. Pidió trabajo en el restaurante para trabajar en las mañanas y en las tardes ayudaba a la gente a mover cosas. Corría por las mañanas, después del trabajo iba la palaya y nadaba un poco.

El bosque era su campo de entrenamiento, había colocado trampas y trata de evitarlas con los ojos vendados tratando de practicar su haki de observación. Su pequeña tripulación se unió a el después de ver que empezó un entrenamiento riguroso. Tenía que hacerse fuerte.   

- ¡Muévanse! ¡Muévanse! ¡Muévanse! -  Usopp motivo a su pequeño grupo. - ¡Yo te cubriré! Tenemos que llegar al fuerte.

Corrieron por el bosque saltando árboles y rocas. Usopp se obligó a seguir moviéndose incluso mientras disparaba a un objetivo tras otro. La noche anterior había colocado a más de cien en este camino planeando esta pequeña “aventura” para sus tres seguidores. Necesitaba ser rápido y preciso. Hace dos semanas, correr y disparar a objetivos inmóviles habría sido pan comido. Esperaba alcanzar el 60% hoy con quizás un 50% de precisión. Tenia que volverse mejor.

- ¡Monstruo! -Carrot gritó, cayendo en una trampa. Usopp lo ayudo con tiros de pintura.

- ¡Sigue moviéndote, ya casi llegamos! - Llamó mientras Cebolla aminoraba el paso, respirando con dificultad.

En lugar de acelerar el paso, el niño se detuvo con las manos en las rodillas. Usopp resistió el impulso de maldecir. Se arrodilló cuando llegó a Onion. Ofreciéndole llegar en su espalda.  Tenia que recordarse que estos niños no eran su tripulación. Ellos no eran los monstrues que el se había llegado a acostumbrar.

-¡Vamos Onion subirse! ¡Vamos! - Disparó otra bala a un objetivo y salió corriendo detrás de los otros dos niños. Casi los alcanzó a pesar de su ventaja.

Correr con un niño aferrado era sorprendentemente difícil. Intentar usar una honda lo hizo aún más difícil. Tener a ese niño gritándole al oído todo el tiempo... Bueno, en realidad fue muy divertido. Usopp disfrutó inventando estos juegos. Era como jugar con Chopper y Luffy excepto que él era el capitán. Corrió, saltó y disparó bolas de pintura. Finalmente, subió a su fuerte en el árbol.

- ¡Tiempo! -pregunto dejando a Onion.

- ¡Dieciséis minutos y once segundos! – respondió Carrot revisando el reloj.

Los chicos refutaron. Necesitaron batir quince minutos para escapar de la jaula mágica, que era una serie de trampas dentro de lo que podría considerar una jaula gigante. Para poder llegar al fuerte en un árbol. Usopp lo había construido como meta. Aun era lento.

- ¡Lo siento Capitán Usopp! ¡Gracias por ayudarme! ¡Lo haré mejor la próxima vez! -Cebolla prometió, pero también estaba molesto por haber atrasado a su capitán.

-No es problema. ¡Es deber del capitán asegurarse de que toda su tripulación esté a salvo! ¡El Gran Capitán Usopp no pudo hacer menos! -Negando con la mano hizo una pose mientras los niños vitoreaban.

-¡Ahora celebramos nuestra victoria con una fiesta! ¡Como verdaderos piratas! Rigsby-sama me pagó por mi último trabajo. ¿Quién quiere helado? ¿Crees que deberíamos traerle algo a Kaya?

Usopp dejó que los niños gritaran y bailaran un poco antes de darles agua y llevarlos de regreso al pueblo. Tomando el atajo, fue una caminata de media hora. A los niños les fue muy bien corriendo tres millas y la dulce recompensa los haría más dispuestos a hacer “juegos” similares con él en el futuro. Los Piratas de Usopp no estaban preparados para su rutina de ejercicios completa, pero no se atrevía a abandonarlos por completo. Su pequeño grupo sólo había estado activo durante unos meses y los chicos eran mucho más pequeños de lo que recordaba. No estaba seguro de cuánto tiempo más estaría en Syrup, pero se aseguraría de que estos chicos tuvieran recuerdos divertidos y buenos trucos de defensa personal antes de seguir adelante.

Días después en su visita a Kaya, Usopp se sentó en su árbol favorito contando una historia sobre el Gran Capitán Usopp y su tripulación. Hizo un gesto salvaje mientras describía al pez gigante del cual sus eses eran tan grandes que podía pasar por una isla para un barco que navegaba cerca, que hablaba 100 idiomas, incluidos los de las bestias, y fue capaz de convencer a los animales para que los ayudaran en sus viajes. Explicó que había una isla en las nubes, que había un tipo que se hacía llamar Dios y podía crear sus propios rayos. A Usopp le encantó la forma en que ella se iluminaba cuando incluía describía las fuertes guerreras que se enfrentaron a dicho dios para liberar a la isla de la tiranía del mismo.

Empezó entonces una historia donde una chica, una princesa había sido engañada por su mozo de confianza pata robarle su fortuna. Estaba llegando a la parte donde los príncipes le pidieron ayuda al Capitán Usopp cuando vio un movimiento en la ventana cercana. El tragó. Kuro.

Rápidamente callándose se mira muñeca fingiendo que tenía un reloj.

-¡Ah, pero mira la hora!

-¡Oh Usopp!¡No, espera! ¡Tengo que saber qué pasa!

- ¡No te preocupes, Kaya! ¡El valiente Capitán Usopp volverá mañana! ¡No sería bueno apresurar el final! - él le sonrió alegremente.  - ¡Nos vemos pronto!

Saltó del árbol y corrió rápidamente por el césped. Maldijo su falta de conciencia. Debería haber estado practicando su haki. Estos ejemplos claros de lo débil que estaba. Especialmente aquí. Se había dejado llevar por su historia y había dejado que se acercara demasiado a la verdad. Si ese hombre escuchó algo… Usopp tragó saliva. No quería que se diera cuenta que el sabia todo. No pensó que el Capitán Pirata Gato lastimaría a Kaya. No antes de que él pudiera hacer algo para conseguir su fortuna. Tendría que estar muy atento. Estaba controlando sus problemas de coordinación y tenía su entrenamiento en marcha, pero no estaba listo para enfrentarse a una tripulación pirata sin ayuda de nadie. Incluso uno tan débil como este. ¿Por qué no han venido? ¿Lo habían olvidado! ¡NO! Luffy nunca lo dejaría atrás, eran nakama. Seguro se habían atrasado. Tenia que entrenar todo lo que podía, as cuando ellos llegaran estaría preparado.

**********

Jimbe exhaló un suspiro y siguió el olor de la comida. Quizás una taza de té le ayudaría a calmar su ansiedad. No tenía sentido apresurarse como un tonto. Paciencia. Siempre paciencia. Dirigiéndose a un restaurante pidió un té. Tomando pequeños sorbos tarareo concentrado. Para ser interrumpido por un ruido en la entrada.

Girando hacia el ruido que se produjo en la entrada eran de dos damas con cabello cuadrado enmarcaban a un hombre de cabello azul terriblemente familiar. Estaban tocando música y bailando, ignorando por completo la reacción negativa de la multitud. Jimbe observó mientras avanzaban hacia él. Golpearon y agarraron a clientes al azar, generalmente acosando a la gente y posiblemente robando carteras. Franky no hizo contacto visual, pero la firme presión del papel en su palma fue una de las transferencias más suaves que jamás haya experimentado.

Jimbe esperó cuidadosamente antes de permitirse guardar la nota en el bolsillo. Se obligó a terminar su te para salir del restaurante se dirigió a otra tienda comprando un libro para hacer tiempo antes de regresar a su barco. La privacidad de las habitaciones del capitán era exactamente lo que necesitaba.

La nota no fue tan breve como esperaba. Franky se había tomado el tiempo de nombrar a todos los agentes del CP9 y su objetivo, quien al parecer era hermano adoptivo del mismo Franky. El alcalde Jimbe se tomó un momento para agradecer que su barco estuviera siendo reparado en el Muelle 2 y no en el Muelle 1. Leyó las instrucciones para el encuentro y la información de contacto si no podía asistir. Jimbe lo memorizó y luego quemó la nota. Tenia que ponerse en camino.

Dirigiéndose a la dirección que coloco Franky al final de la nota, lo vio. Franky le sonrió cuando entró al espacio oculto.

-¡Jimbe-bro! ¡Teves bien!

- Franky-kun. Te ves más joven.

Franky sonrió con complicidad.

-Menos actualizaciones desde la última, seguro.

Jimbe se rio y, en un movimiento sorprendente, lo abrazó. Franky no esperaba ser abrazado al parecer, pero era bueno ver una cara conocida. Franky definitivamente no estaba llorando cuando le devolvió el abrazo ferozmente. Cuando finalmente Jimbe fingió que ignorara como se limpiaba se el polvo de los ojos, él se reclinó para mirarlo.

- ¿Todo bien hermano?

- Por supuesto. Sólo me alegra saber…

- ¿Qué no eres el único en recordarlo? Sí. Así que ahí estoy yo.

- Eres el único al que puedo comunicarme. - Explicó Jinbei.

Franky asistió mientras se ponía a repasar al resto de la tripulación y su situación.

-Incluso vernos era un riesgo. Jimbe-bro, Robin está en territorio de Crocodile según tengo entendido. Brook está en casa de Moria. Todos los demás están demasiado lejos del Paraíso o del East Blue.

-Talves ni siguiera han zarpado. -Empezo Jimbe. - Normalmente me quedo entre la isla Gyojin y el territorio de Barbablanca en el Nuevo Mundo. Tuve que forzar algunos daños a mi barco y hacer acusaciones de sabotaje. La Galley-La Company es lo suficientemente famosa incluso en el Nuevo Mundo como para justificar el viaje.

-¡Oye! ¡No cool! ¡Dañaste tu nave!

- Un timón roto es todo. Tengo a los trabajadores aquí dándole todos los detalles para disculparse. Le van a dar algunos acabados nuevos y un nuevo trabajo de pintura. La vieja será la cosa más bonita que haya en el agua cuando partamos. - Le respondió algo apenado Jinbei.

-Bueno, me alegro de tenerte aquí hermano. Ojalá tengamos noticias de los demás pronto. ¿Has visto a Zoro-bro en los periódicos? No estaba seguro de si me estaba imaginando que su nombre se haría más grande.

-Yo también pensé lo mismo. El cazador de piratas Zoro era famoso antes que Luffy, pero no recordaba que se hubiera ido de juerga como esta. ¿Diez recompensas en dos semanas?

-Debe ser él. Y si regresas y él regresa, tengo que creer que todos lo harán.

-Bien. Entonces tengo algo de trabajo que hacer para prepararme para renunciar como Señor de la Guerra. Tendré que hacer arreglos con mi tripulación y King.

-Una tarea enorme. - Franky hizo una pose de respeto. -Estoy trabajando en planes para nuestro nuevo barco. Dime Jimbe, no pude preguntar antes, pero ¿qué te parecen las hamacas y cuál es tu color favorito?

Al parecer el Sunny iba a ser mas grande y con mas actualizaciones. Jimbe sabia que no iba a ser lo mismo, ningún barco era igual, pero sabía que tendría el mismo espíritu. Sonriéndole al carpintero se puso a verificar lo que llevaba. Solo esperaba encontrarse con la tripulación pronto.

***********

Después de que Jimbe se fue Franky se puso a trabajar. Franky tarareaba suavemente mientras trabajaba. ¡Esto va a ser una BOMBA! Dibujó y escaló. Necesitaría diseñar algo más grande. Pero no mucho más grande. Solo tendría acceso a cierta cantidad de madera de Adán. No esperaba que tuviera la misma oportunidad de que su tripulación esperara a que consiguiera más, pero dejo ese pensamiento, tenía ideas, pero quería hablarlo con ellos, por el momento diseño. Su tripulación era pequeña, pero estaba llena de especialistas.  Cada uno necesitaría un espacio para perfeccionar su oficio. Le dolía el corazón al recordar el hermoso Thousand Sunny . El hermoso barco de sus sueños. Se apartó del banco de trabajo mientras sollozaba las lágrimas varoniles que ella merecía. Era fue grandiosa.

No se podían construir dos barcos exactamente iguales. Así como se negó a reconstruir el valiente Going Merry, no pudo ni quiso intentar recrear el Sunny. Deshonraría la memoria del viejo e impondría una pesada carga al nuevo barco. En lugar de eso, empezó desde cero. Había realizado miles de pequeños ajustes a las creaciones colaborativas de Sunny y Usopp también había ampliado su arsenal. No había ninguna razón para no incluir esos diseños desde el principio. Sin mencionar todas las Suuuuuper sorpresas que la tripulación tendrá reservadas.  Iba a ser genial. No pue evitar emocionarse y posar.

Franky ideó un hermoso barco. Hizo listas para cada uno de sus nakama y garabateó detalles que harían sonreír a cada uno de ellos. Haría un espacio para cada uno de ellos, y sentía por alguna razón que necesitarían más espacio. Con Luffy a veces no se sabe, era mejor estar preparado. Dibujó y desechó docenas de mascarones mientras intentaba imaginar cómo superar al Rey de las Bestias para su futuro Rey de los Piratas. Ninguno de los leones que probó le pareció correcto. Se parecía demasiado al Sunny. Tenia que hacerlo mejor, podía honrarla, pero no podía igualarla.

Escuchó el crujido de ropa y susurros silenciosos mientras algunos miembros de su tripulación se acercaban a él. A Franky no le importaba tener audiencia. Dejó en claro que este era su espacio de pensamiento privado y sus hermanos lo respetaban. Mientras mantuvieran la distancia, podrían controlarlo por completo. Tenía mucho trabajo por hacer para que la familia Franky se estableciera aquí en Water 7 sin él. Tenia que ayudarlos a volverse independientes de él, después el era parte de la tripulación del rey pirata.

Chapter Text

“Estas pensando mucho eso no es algo común”

Luffy cerro los ojos antes de responder, Nika tenía razón, él era más de acción.

“Pensaba en el regalo que me dio el abuelo”

“Fue un buen regalo”

Levantándose de donde se encontraba acostado solo para darle una mirada al mar, jamás pensó que Jiji le daría un regalo bien pensado.

Mientras miraba a las crías de caracol, solo podía pensar en cómo haría para dárselos a sus destinatarios, esta vez podía hacer las conexiones más rápido, pero pocos conocerían.

Sonriendo acaricio a los tres caracoles, hasta los colores eran los ideales.  

“Fue un buen regalo” -concordó al final para entonces tomarlos en sus manos y dirigirse hacia la casa de los bandidos, tenía unas despedidas que hacer.

**********

Brook solo pudo reír. Estaba de vuelta al estar solo. Todo parecía un sueño. Pero tenía que ser muy elaborado como que el pudiera habérselo imaginado.

Brook tomando asiento en el costado del barco, mirando el agua brumosa. Era realmente una pesadilla de la que no podía despertar. Gritó en la niebla sólo para escuchar el eco de su propia voz. Sus amigos, compañeros, tripulación, se habían desvanecido en la nada. Triangulo Florián. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Qué año era?  ¿Acaso Luffy había sido real? ¿Sus aventuras…? Los últimos años de vida, búsqueda de fama y fortuna y lucha contra enemigos. De pie junto al hombre que sería Rey. ¿Fue todo un engaño? Se puso de pie y se apoyó contra una pared.

- ¡45 grados! - Se río sin audiencia para escuchar la desesperación.

Intentó un ángulo más agudo y se deslizó al suelo. Tumbado en la cubierta arenosa, sollozó. Llamó a su alma desde su cuerpo, demostrando con una habilidad que dominó en el tiempo que no fue que no todo fue imaginado. Puede que estuviera sin sombras y atrapado, pero Brook no estaba loco. Aún no.

Solo podría esperar que Luffy llegara por el, si es que Luffy realmente es real.

Luffy, Zoro, Jimbe, Chopper, Robin, Nami, Usopp, Franky, Sanji, Sunny…

Sus nakamas, su nueva familia.

Se retrajo en sí mismo y pasó un dedo por la madera, rascando la superficie salada. Se estaba formando una idea. Un comienzo de un pensamiento. Brook tarareó suavemente.

- Yohohoho yo ho-ho ho...

***********

Robin siempre tuvo buena memoria. Después de todo había logrado convertirse en la arqueóloga más joven de Ohara. Tenía una mente para la historia, memorizando fácilmente fechas y horas, nombres y lugares. Entonces, cuando se despertó con el aroma de las especias y el perfume, supo exactamente dónde estaba. Cuando salió de la cama de gran tamaño y escogió un conjunto de un armario dorado, tuvo una idea bastante clara de cuándo ella también lo era. Después de todo, solo había tenido esta falda durante tres años y su corte de pelo actual solo se había superpuesto al de un año. Tarareando suavemente mientras pensaba, caminó hasta uno de los restaurantes del casino donde saltaron para traerle comida y periódico. No le sorprendió leer que la fecha había pasado cinco años.

- Qué curioso. - Tarareo mientras tomaba un sorbo de té, hojeó los artículos, los mismos artículos que recordaba haber leído hace mucho. -Quizás morimos. - rio pensando como claramente estarían Usopp y Chopper contestándole. Robin deja de decir cosas escalofriantes

Consideró la posibilidad mientras tomaba un sorbo de té. Ella le dio vueltas a la idea de una ilusión o un dispositivo de control mental. Contempló brevemente monstruos sobrenaturales con habilidades de inmersión mental que podrían estar deleitándose en su cerebro mientras exploraba algún tipo de reino de fantasía.

Recordó que no hicieron nada maravillosos después de salir de Wano, solo que ya estaban listos para la próxima aventura, junto a Jimbe como parte oficial de los sombreros de paja.

Nico Robin sondeó sus propios recuerdos y pensamientos y descartó la mayoría de sus teorías. Había muy pocas razones para elegir aquí y ahora algún juego mental deliberado. Terminó su desayuno y se puso de pie con gracia. Claramente estaba viajando en el tiempo y por lo tanto tenía su habitual reunión del lunes por la mañana con Sir Crocodile. Ser arrojado cinco años atrás no era excusa para una mala puntualidad.

La pregunta que quedaba, por supuesto, era si ella era la única.

- Realmente escalofriante. – pero fascinante agrego como pensamiento.

La idea no le produjo el deleite que normalmente encontraba en el humor negro, aunque la dejaba intrigada. Los viajes en el tiempo eran algo curioso. Escuchó muchas teorías a lo largo de los años, muchas de las cuales giraban en torno a teorías de que un solo cambio podría causar muerte, destrucción y calamidades que acabarían con el mundo. La idea de cambiar algo que pudiera conducir a un cambio en su tripulación, cuando finalmente tuviera una familia… Hizo una pausa mientras pasaba junto a un espejo ajustándose un sombrero de vaquero en la cabeza. A ella tampoco le gustaba mucho la idea de los bucles temporales o la predestinación.

Había un capitán con el que navegaba, hace mucho tiempo, que tenía un dicho: no pidas perdón y toma lo que quieras, no veas atrás. Un lema pirata si alguna vez escuchó uno. La Sra. All Sunday sonrió ante su reflejo. Quería ser un sombrero de paja y cumplir su sueño de conocer la historia perdida. Todo lo demás fue incidental. Tenía dos años antes de que Luffy llegara a Arabasta, menos si las cosas salían como ella quería.

Toma lo que quieras.

Seguramente lo haría.

En otras circunstancias, Crocodile sería un gran capitán. Podía admirar la forma en que reunió diferentes personalidades y talentos para formar equipos efectivos y eficientes.

Sin embargo, en última instancia, sus ambiciones fueron inoportunas y extralimitadas. Si el hombre realmente quisiera la utopía que anunciaba a sus seguidores, podría haber elegido una isla diferente y gobernarla fácilmente. Había docenas de islas en Grand Line con gobernantes terribles o incluso sin gobernantes, que estarían felices de que un Señor de la Guerra tomara el control. Cocodrilo era bueno con su gente. Tan bueno como podría ser cualquier pirata. Desafortunadamente, el atractivo de un arma secreta era demasiado. Cocodrilo era lo suficientemente egoísta como para provocar la confusión en un buen país y desperdiciar mil vidas o más al hacerlo.

No es que pudiera culparlo por ser egoísta. Era un pirata. Y en retrospectiva, nunca los invitó a unirse a su tripulación. Obras Barrocas siempre fue una organización. No podía encontrar ningún defecto en que un pirata usara los recursos que tenía. Realmente fue una lástima que terminara en Arabasta. Tanto trabajo sin recompensa. Casi podría arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer. Casi.

Dirigiéndose a su habitación, recordó, que tenia otros aliados muy buenos.

**********

En una isla de tierra blanca, en la base de los revolucionarios, mientras se celebraba una reunión para el informe de la última misión. Se oyó el caracol.

Buru-buru

Buru-buru

Todos se quedaron en silencio, el sonido venia del den den mushi personal de la cabeza de los revolucionarios. Pocos tenían ese número. Y Dragón solo podían pensar en alguien que llamaría asi de pronto.

-Terminemos por ahora, retornaremos mas adelante.

Sabo el dio una mirada profunda, siendo el último en retirarse. Dragon suspiro profundamente cuando el den den mushi sonó por octava vez. Gacha.

-Espero sea una emergencia.

-Te tomaste tu tiempo para contestar mocoso

Dragon pudo escuchar claramente como su padre comía de sus famosas galletas. Estaba de buen humor al parecer.

- ¿Qué sucede?

-Zarpara antes.

- ¡¿Qué?!

-Quieres que te lo deletree mocoso? Va zarpar antes.

-Se supone que lo haría los 17. ¿Por qué 2 años antes?

-El mocoso solo me dijo que ya no podía esperar, tenia que ser libre. No después de lo que le paso a Sa… -paro antes de completar el nombre,

Dragon se sorprendió de oír la resignación y arrepentimiento en la voz de su padre. Monkey D Garp, era muchas cosas, pero él nunca había usado ese tono. Sa.. quien era Sa…?

-Sa..? -no pudo evitar preguntar.

-Sabo… es alguien que no conoces mocoso, pero era un hermano jurado de los mocosos cuando era aún unos mocosos más pequeños.

Sabo. SABO!

Dragón solo pudo abrir los ojos sorprendido, ¿Era posible...? no podía ser el mismo Sabo que el conocía verdad? ¿El Sabo que el mismo está entrenando? No pudo preguntarse como es que había pasado todo.

-Al parecer te sorprendí mocoso

-Pues claro pensé que solo Ace y Luffy eran hermanos jurados.

-Tu como sabes?

-Tengo mis métodos padre.

-Tch pues si lo son, pero también estaba Sabo. Ellos tres son hermanos jurados. Pero eso no te incumbe, solo llame para advertirte por si quieres visitarlo. Ahora Adiós Mocoso.

-Alto!, yo…  - tenía que saberlo. Si era el Sabo que el conocía, sus hermanos debían saber que no había muerto.

-Habla mocoso, no tengo tu tiempo. -Su padre era encantador a veces.

- Sabo, de casualidad…era rubio y vestía ropas azules de un aristócrata?

-Tu como sabes eso mocoso? -el den den mushi función el ceño, ciertamente era mejor eso que ver como comía una galletas imaginarias.

Ciertamente que te siguieran diciendo mocoso, aunque ya era mayor de edad, padre y había hecho abuelo a quien te dice asi era molesto la verdad. Pero o pudo evitar pesar en algo. Sabo a pesar de todo no había logrado recuperar sus recuerdos, que pasaría si… Talvez a sus hermanos podría ser el detonante.

-Creo que puedo ayudarte con eso.

-Qué quieres decir? ¡Habla claro mocoso!

-Deja de decirme mocoso

-Pues deja de ser uno, mocoso.

Sentía el comienzo de un dolor de cabeza. Garp The First era un dolor en su trasero, pero Luffy se merecía saber que su hermano estaba vivo, al igual que Ace y Sabo. Al parecer esa reunión para el informe iba a retrasarse.

*********

Zoro observó a Nami dormir. Ella era tan joven. Estaba seguro de que cuando se conocieron ella era más alta y con más curvas. Sabía que ella experimentó un crecimiento acelerado durante su entrenamiento de dos años. Todos regresaron luciendo más fuertes y mejores que antes. Mirándola ahora… quizás tenía 15, 16 años. Todavía un niño. Todavía tenía las mejillas redondas y las extremidades desgarbadas de alguien que todavía estaba creciendo en su cuerpo. Era raro verla de esta forma.

Apretó la mandíbula mientras examinaba su hematoma a la luz de la luna. Ella se había negado a levantarse la camisa para que él pudiera revisarle las costillas. Todos se habían turnado para ayudar a Chopper a curar las heridas antes. La negativa de Nami no tuvo nada que ver con la modestia, era realmente a veces no lo era, a pesar de lo que Johnny y Yosaku dijeron sobre los pervertidos. Probablemente ocultaba más de un hematoma. Zoro quería matar a los bastardos. No creía que eran lesiones por huir y haberse caído de las escaleras.

Quería recoger a Nami y llevarla lejos de aquí. Ella era demasiado pequeña para ser la fuerza de la naturaleza que él sabía que podía ser. Era débil, pero sabía que podía ser fuerte, ya lo había demostrado antes, pero…. Aun asi, es porque había entrenado, esta Nami solo había estado tratando de juntar lo suficiente como ara salvar a su aldea.

-Verla dormir es espeluznante

Zoro miró a la hermana de cabello azul y se encogió de hombros. Volviendo la mirada a Nami decidió ignorarla.

-En serio, ¿qué quieres con mi hermana? - Nojiko, o algo asi, Zoro no recordaba su nombre lo estaba fulminando con la mirada. -Nadie regala millones de berries. ¿Qué precio va a pagar por esto?. Espero que no sea lo que creo que es verdad pervertido.

-Sin precio. - El negó. -Te lo dije, somos amigos. Le debo a Nami mucho más que unos pocos millones de berries. Además, tú eres la pervertida. No la miro asi. -frunció el ceño, que se creía, Nami era como una hermana. No podía imaginársela asi.

- ¿Cómo?

- Ella me salvó la vida. – Quería agregar más, pero, no podía revelar nada. Ella lo había salvado más de una vez. Ella nos guio a través del Grand Line y predijo el clima como si pudiera predecir el futuro. Ella luchó a mi lado y cuidó mi espalda. Ella bebió conmigo y se río conmigo. Ella es mi nakama. Nuestro navegante. Sin mencionar el hecho de que cobra intereses increíbles por los préstamos. Esa Bruja.

- ¿Y después? Le traes dinero, hablas como si la conocieras y prometes enfrentarte a los Piratas de Arlong. ¿Qué pasa después?

-Eso depende de Nami

-¿Qué opción tiene ella? - Sonaba amarga y desesperada. -¿Qué ha prometido?

-Ella no tenía que prometer nada. Nami puede hacer lo que quiera. Espero que lo que quiera sea venir con nosotros. Quiero que navegue con nosotros alrededor del mundo y que dibuje sus mapas. Ese es su sueño, ¿no?

Nojiko se limitó a mirarlo con los ojos muy abiertos. Zoro le frunció el ceño. Era irritante hacer las mismas preguntas una y otra vez.

-¿Cuánto tiempo que la conoce? ¿Ella te acaba de decir eso?

- Años. -Respondió distraídamente antes de darse cuenta.

- Oh. - Su voz era tranquila.

- Me voy a hacer guardia. - Dijo abruptamente y se alejó de la puerta. Iva a hacer guardia, no confiaba que no le quisieran hacer algo a Nami o su hermana mientras estaba dormidas.

-Alto! -se voltio para verla. -Dijiste que no vez a nami asi ¿Qué querías decir? ¿No te parece atractiva o qué? -Zoro solo frunció el ceño aún más. ¿Qué le pasaba esa loca?

- ¿Qué?

-Responde.

-Ella es mi nakama, es como mi hermana menor, ¿Qué diablos te pasa?  

¿Diablos que le pasaba?, ¿estaba loca, primero le dice pervertido por insinuar que podía haber algo entre ellos y de ahí lo critica pro no quiere que pase algo? Mujeres quién diablos las entiende.

-Cierto. Nami hablo de un tal Luffy. -Zoro podía sentir la sonrisa en su voz. Juntando los dientes tomo un suspiro profundo.

-Tch eso no te incumbe -no pude evitar darle una mirada enojada. Ella no tenía derecha de opinar. Nami podía molestarlo porque se conocían, pero no ella.  

Volteándose se dirigió hacia la entrada de la casa para recostarse afuera y empezar a hacer guardia. Solo esperaba que Luffy llegara rápido.

Chapter Text

Mientras Luffy se preparaba para zarpar, en el pueblo corrían rumores, a pesar de todo. Ellos sabían que los hermanos habían prometido zarpar a los 17 no a los 15. Si Luffy zarpaba antes era por algo.

Dadan estaba sorprendida por no decir menos, Luffy no era de los que rompía una promesa, asi que algo grande tuvo que haber pasado como para que decidiera partir antes. Incluso antes de irse Garp había llegado y decidido un pequeño den den mushi, con su número, y los números de otros den den mushis en él, de los cuales dijo que eran de aliados que podía necesitar en algún punto.

Luffy empezó a despedirse poco a poco de todos, pero todos se dieron cuenta de que se estaría yendo. Incluso el alcalde había llegado a subir hasta la cabaña para preguntarle si había pasado algo, pero ella no pudo responder nada, ni ella tenia la respuesta.

Luffy empezó a cazar varios animales y pasaba mucho tiempo callado. Es como si estuviera en otra sintonía. Luffy siempre fue diferente, pero se notaba aun más.

Incluso pudo ver que después de pensarlo mucho se acerco a ella para poder pedirle un espejo. ¿Un espejo? Luffy nunca fue de los que se preocupara por su apariencia asi que no podía entender el por qué. Con los demás bandidos tuvieron que darle una negativa, pero ella no pudo dejar de pensar en eso por lo que le busco uno que pudiera llevar a mano si era necesario. La sonrisa que recibió después de poder dárselo fue enorme, al igual que el abrazo que recibió. A Dadan incluso no le importo si el niño de la nada empezaba a hablar a la nada mientras tenia dicho espejo en mano.

Al parecer decidió esperar una semana para poder partir, pero mientras tanto Dadan pudo ver como se puso a entrenar más duro, sus movimientos habían progresado en cuestión de horas, Dadan había oído como unos pescadores había necesitado madera para poder tener de reserva por si unos de sus barcos se dañaban en un viaje, ya que nunca se sabía y Luffy había botado los arboles a manos vacías y los había cortado de forma conveniente para ellos. Sabia que era fuerte lo había visto demostrar su fuerza después de sobrevivir a el “entrenamiento” de Garp las veces que había venido de visita.  Pero era diferente cuando Luffy lo hacia como si tuviera años de experiencia, apenas podían botar un árbol en la ultima visita y eso era con varios puñetazos, pero ahora era más fuerte.

Garp se había ido por dos días para regresar y entrenar de nuevo, al parecer se había contactado con unos amigos suyos acerca de un plan, pero cuando regreso se miraba determinado a hacer a Luffy aun más fuerte. No va a poder olvidar la mirada de sorpresa que vio en su rostro al ver a Luffy al ver que pudo darle un puñetazo que lo hizo retroceder cuando en realidad a penas y le hacia un rasguño. Después de quedarse dos días, se despidió de Luffy realmente con un último puño de amor para regresar al trabajo.

Luffy decidió que ya era tiempo y organizándose con los pescadores les pidió si lo podían llevar a una isla en particular. Eso era un movimiento que no era común de el. Todo el pueblo fue a despedirse, al parecer el ayudaría a vencer a los reyes de ar que podían causar problemas. Nadie le creía hasta que demostró que podía darle un golpe al rey marino que estaba cerca de la isla. Los pescadores no pudieron evitar decir que si después de verlo en acción.

Y al verlo partir Dadan no pudo evitar en como lo iba a extrañar, aunque creía que era un dolor en su trasero, Luffy, Ace y…Sabo eran sus niños. Ella siempre iba a estar preocupada por ellos, aunque no era necesario y pudieran protegerse por si mismos. Ella los vio crecer, no podía evitar sentir como las lagrimas se formaban en sus ojos y Makino, dios bendiga a la mujer, no dijo nada y le dio un pañuelo mientras sonreía orgullosa hacia la figura que era Luffy, ella también fue una madre para todos ellos, pero sobre todo Luffy, ella había cuidado de el desde bebe. Sabía que le dolía, pero estaba orgullosa viendo como Luffy partía al igual que lo hizo Ace hace un año hacia si sueño

Luffy seria quien se convertiría en el Rey de los Piratas. Ella estaba segura, no había pasado 8 años oyendo lo mismo todos los días y no creerle al chico, si alguien lo podían lograr era Luffy.

**********

Luffy se sentó en la proa del barco mirando hacia el agua. Se inquietó con impaciencia. Necesitaba irse.  Había estado hablando con Nika en su mente a menudo cuando se le ocurría ideas y movimientos, Nika a veces se mocionaba cuando veía las ideas que podía crear juntos, pero después Nika solo lo oía pensar en sus nakamas y en sus hermanos, él era un buen oyente. Se había vuelto una parte de él.  Había pensado en que hacer y Nika le había dado su opinión sobre los mismos. después de una semana de preparación y entrenar había ofrecido su ayuda los pescadores, era lo mejor si quería llegar ala isla de Nami a tiempo sin perderse o ahogarse al parecer era algo que él y Nika tenían en común, ninguno sabia como navegar. Podía ser la forma menos convencional, pero también estaba seguro de que ésta era la forma más rápida, pero aun así era muy lenta. El viejo pescador accedió a llevarlo a las islas Conomi a cambio de protección de los piratas, reyes marinos y ayuda con las redes.

Luffy normalmente podía convencer a la gente de lo que necesitaba, y esta vez fue realmente fácil. El anciano era capitán de un barco pesquero de altura que luchaba por alcanzar las cuotas esta temporada. Necesitaban adentrarse en aguas más profundas, pero un Rey del Mar se había trasladado a la región y era un peligro para la tripulación y el barco. No hizo falta mucho para convencer al anciano de que le permitiera unirse. Los otros seis pescadores se habían mostrado escépticos hasta que Luffy golpeó al rey marino y le preguntó si el cocinero podía preparar la cena. Luego se alegraron de tener al adolescente a bordo.

Después de partir de toda la aldea el había reclamado su lugar en la proa del barco, le recordaba a su lugar especial en el Going Merry y en el Sunny, no era lo mismo, pero le gustaba poder ver el mar y sentir la brisa. Él podía sentir claramente como Nika era feliz, al parecer no podía evitarlo, él dijo que era como ver un amigo que no había visto en mucho tiempo, él le pregunto cómo sería eso, pero el solo rio ignorando su pregunta, no pudo evitar inflar las mejillas ofendido.

Después de la demostración que dio con los reyes del mar hacia los pescadores y que el cocinero dijera que tenían suficiente como que pudieran comer hasta dos porciones cada uno ellos por alguna razón decidieron que, después de todo, no necesitaban ayuda con las redes. Luffy no estaba seguro de por qué. Pensó que era mucho más rápido la forma en que lo hizo. En cambio, se le pidió que estuviera alerta y atento a posibles problemas. Era aburrido y necesitaba llegar a su gente especial. Luffy suspiró profundamente.

Los pescadores podían sentir como se aburría por lo que cuando tenían oportunidad le decían -Un día más, muchacho. Ya casi llegamos. Deberías poder ver las islas justo después del amanecer. Puedes llegar a tierra antes de cenar.

No podía enojarse con ellos, después de todo lo estaban llevando, pero cuando oyó lo mismo por 5 vez consecutiva como si fuera parte de un guion no pudo evitar contestar.

-¡Oye! No puedo esperar. Tengo cosas que hacer y gente que encontrar.

Los pescadores solo le dieron una sonrisa cansada y trataron de hacer que el barco se moviera más rápido mientras trataban de cubrir sus cuotas.

Luffy solo suspiro profundamente otra vez sintiendo como se derretía en la proa.

**********

Mientras todos salían del salón de reuniones Sabo no pudo evitar ver a Dragon-san, era raro que alguien lo llamara, Sabo podían contar las veces que su den den mushi había sonado, y a penas habían sido tres. Bueno tres que el pudo darse cuenta. Pero aun asi, pudo ver un segundo como la mirada de Dragon-san era sorprendida, quería decir que ni el esperaba esa llamada.  Solo esperaba que no fuera algo que los afectará, había podía lograr varias misiones con éxito y tener nuevos reclutas. No hace poco lo había hecho el segundo al mando por lo que esperaba que no tuviera que ser imprudente y salir en misiones por que un novato la había cagado.

Suspirando pudo sentir la mirada de Koala sobre él. Al mirarla a los ojos, el pudo ver que ella pensaba lo mismo.

Con las manos en sus caderas, como una mamá cuando empieza a regañar a sus hijos, Koala le dijo claramente con una voz suave mientras sonreía

Sabo-kun espero no estés pensando hacer lo que creo que vas a quieres hacer.

-No se que estas pensando Koala, por lo que o puedo decir si lo voy a hacer o no -contesto con una sonrisa de vuelta.

Hack solo pudo suspirar preparándose si alguno de los dos empezaba un argumento.

-Sabo-kun

-Koala

-Hack

Sabo no pudo evitar parpadear y Koala hizo lo mismo mientras volteaban a ver a Hack. Quien se había nombrado a si mismo. Ambos no pudieron evitar girar la cabeza hacia la derecha preguntándose por que lo había hecho. Hack viendo la pregunta claramente en sus rostros solo se encogió de hombros.

-Creí que solo estábamos nombrando el nombre de alguien y como ustedes dijeron el suyo solo quedaba el mío

Sabo no pudo evitar reír mientras miraba como Koala le parpadeaba de nuevo a Hack y soltaba una risa.

-Muy chistoso Hack -replico Koala dejando la postura que tenia y tomar una mas relajada. -Pero en serio Sabo-kun compórtate, ahora eres el segundo al mando y debes de dar el ejemplo.

-Y tú eres el tercero por lo que también debes de ser de ejemplo Koala-san -no pudo evitar usar el san en el nombre de Koala mientras decía su nombre con dulzura, ella claramente no se lo trago y podía ver como el ojo derecho de koala empezaba a tener un pequeño tic y se le marcaba las venas de la frente.

-Ya niños compórtense -intervino Hack. Sabo solo sonrió dulcemente mientras se acomodaba su sombrero.

Sabo solo podía esperar que Dragon-san le dijera que había pasado, sino trataría de ver si como lo averiguaba y le ayudaba, después de todo como dijo Koala era el segundo al mando, si era algo qu los ponía en peligro tanto a el como a todo el Ejército Revolucionario, el daría el paso a enfrente para destruir dicha amenaza.

**********

Nami recogió sus cestas de mandarinas y miró a la gente reunida en su porche. Zoro estaba puliendo agresivamente una espada. Es claramente estaba aguantándose su sed de sangre, más aún cuando sabía que tenía que regresar con Arlong, ella de verdad esperaba que Luffy llegara pronto. Era extraño ver la espada desconocida y aún más extraño ver a Zoro tan esbelto y nervudo. Nojiko parecía tan esperanzada con el tesoro exhibido en pilas ordenadas sobre la mesa y los mostradores de la cocina, ordenados y organizados para exhibirlos a quienquiera que viniera a evaluarlo o recogerlo. El dúo de cazarrecompensas estaba afilando sus espadas y observando a Zoro con miradas de adoración. La mitad de la ciudad estaba en su césped.

Cuando anunció que les faltaban 800 mil belli del total, su hermana había salido a caminar. Nami no había pensado mucho en ello hasta que los vecinos empezaron a tocar la puerta. Vecinos trayendo berries. Cien aquí, dos mil allá, cada ofrenda puesta en su mano con un agradecimiento. Ellos la estaban ayudando, ellos le habían ayudado en el pasado la primera vez, pero ella no pudo evitar agradecerles de vuelta.

Mirar el tesoro que tenía ahora era abrumador. 100.015.150 berries según su mejor estimación en monedas, fajos de dinero en efectivo, gemas y tesoros. Seis años de robo, una docena de recompensas y los ahorros de toda una vida de sus vecinos. Le diría a Arlong que tenía el dinero. Ella podría decirle que estaba aquí. Ella tragó. Lo había logrado. Todos gracias a ellos y a Zoro. Dios la deuda que tenía con ella había desaparecido, lo había amenazado con confesársele a Luffy, pero él había llegado con lo que necesitaba sabiendo como terminaría todo. Ella no le diría, pero le agradecía.

-Deberías dejarnos ir contigo. Si algo sale mal… - Zoro habló en voz baja, cauteloso ante la atmósfera positiva.

Su pueblo estaba al borde de la celebración. Y como no, lo haba logrado, se lo merecían.

-Necesitas esconderte. Pase lo que pase, querrán mirar el tesoro. Alguien tendrá que venir aquí. No se permiten armas en el pueblo.

-Nami…

-Simplemente, deja que esto se desarrolle. Sabemos cómo va a ser, pero…

-Podría ir peor. La última vez que hizo un truco sucio, esta vez tienes todo el dinero. Me sentiría mejor con esto si tú...

-Zoro.

Sostuvo la mirada y Zoro solo desvió la mirada con un Tch, Nami sonrió victoriosa.

- ¡Bote! - alguien llamó desde la colina. - ¡Y se está moviendo rápido!

- ¿Gyojins?

- ¡Escondan todo! - Nojiko grito a los cazarrecompensas.

Zoro se levantó rápidamente, pero estaba sonriendo. Todo aire hostil desapareció. Incluso el sol se ilumino.

- ¿Cómo lo hace? - Zoro se río.  -¡Bastardo Suertudo!

- ¿Es… - Nami comenzó a sonreír luciendo esperanzada.

No pudieron evitar mirarse y sonreír

- ¡Luffy! – no pudieron evitar decir al mismo tiempo.

Nami se rió, le agarró las manos y los hizo girar a ambas formando un círculo. Zoro refunfuñó, pero permitió que lo maltrataran, todavía sonriendo. Ambos estaban felices de ver a Luffy de nuevo.

- ¿De qué están hablando ustedes dos? - Gritó Nojiko sorprendida. Pero fue ignorada.

Ambos salieron corriendo en busca de Luffy ambo sonriendo.

- ¡Zoro! ¡Nami!

Luffy se preparó para abordarlos

- ¡Gomu Gomu No Rocket!

- ¡Luffy! – no pudieron evitar decir al mismo tiempo, pero esta vez enojados, después de todo el tonto gomoso se había lanzado hacia ellos dándoles un abrazo que los voto al suelo. Luffy solo se rio fuertemente mientras lo abrazaba más fuerte.

-Lamento la tardanza chicos.

- ¡Luffy! – no pudieron evitar decir al mismo tiempo. Por tercera vez, pero ahora con voz dulce. Habían extrañado a su capitán.

Chapter Text

Nami no pudo evitar abrazar más fuerte a Luffy, pudo sentir como los brazos de Luffy dabas algunas vueltas alrededor de ella y Zoro para abrazarlos más fuerte.

¡Al fin estaba aquí!

Sonriendo descanso su cabeza en el pecho de Luffy solo para oír un sonido peculiar.

Dum-dam- dam – dam         Dum-dam -dam -dam           Dum-dam -dam -dam

El sonido prácticamente progresaba hasta que realizaba una hermosa armonía de tambores, tocando un concierto en el pecho de Luffy. Nami solo pudo recordar haber oído el mismo sonido en Wano cuando Luffy y Kaido estaban peleando. Por un momento se le hizo raro, pero pudo sentir la sonrisa de Luffy en su cabello al ver como el hundía su rostro en su cabello. Pudo sentir de igual forma la respiración de Zoro cerca de su oído al parecer él también podía oír el concierto en el pecho de Luffy. Lo cual para ser sincera, sorprende, después de todo Zoro era conocido por no gustarle cuando invadían su espacio personal, pero desde que llego a sido más…cálido en algún punto. Acepta el afecto físico con mayor facilidad, talvez sea por todo lo que han pasado al momento y estar de nuevo al principio de todo o talvez solos era por que se dio cuenta que asi es como Luffy muestra el afecto a todos y empezó a aceptar que, aunque no quiera Luffy o alguien más de la tripulación entrara en su espacio personal de una o de otra manera. Aunque recordándolo, Nami regularme lo hacía más cuando le daba un coscorrón a el y a Sanji al ser unos idiotas.

Después de asimilar la cercanía de Zoro, solo escucho por un poco el sonido de Luffy. Era un sonido hermoso, Nami solo sonrió aún más fuerte. Después de unos minutos en silencio solo oyendo el concierto, Luffy los dejo libres del abrazo, Nami jura que pudo ver como los ojos de Luffy cambiaban de dorado a rojos en un segundo para volver a ser los ojos avellana originales de Luffy.

Parpadeando sorprendida voltea a ver a Zorro para ver si el también lo que acababa de pasar y al ver como el también parpadeaba sorprendido Nami tuvo su respuesta.

La sonrisa en el rostro de Luffy era enorme si es que se podía describir de otro modo, sus ojos tomaron un brillo de amor, el los había extrañado, Luffy podía ser un idiota y causar tantos problemas, pero ella no lo cambiaria por nada, ella sabia que el siempre iba a ser lo posible para ir a buscarlos.

-Es bueno verlos chicos

-Es bueno verte Luffy -dicen Nami y Zoro al mismo tiempo y pueden ver como la sonrisa se hace aún más grande de ser posible.

Suspirando Nami vuelve su mirada hacia los cazarrecompensas como su hermana, todos tenían una mirada sorprendida en su rostro, y como no si un chico de la nada llegaba y Nami y Zoro lo saludaban como si no se habían visto en años.

La verdad es que a pesar de que no habíamos estado mucho tiempo como una tripulación la primera vez, las aventuras que vivimos claramente nos unió como familia.

Esta vez llegaría a ser más fuertes y lograrían aun mas aventuras, era su deber como navegante dirigir el camino y llevar al futuro rey de los piratas a las mejores aventuras, además conociendo a Luffy no le gustaría repetir sus aventuras, eso seria un tema de debate por que al pesar de todo ellos hicieron muy buenos amigos en esas aventuras.

Suspirando le dirige una mirada a Luffy y Zoro, y vaya sorpresa al parecer los sentimientos del espadachín podrían ser recíprocos, esos ojos iluminados tenían un brillo especial, era bueno ver que Luffy podía hacer esa mirada hacia algo mas que carne.

-Chicos tengo tanto que contarles

-Enserio? Luffy no me digas que ya te metiste en problemas -Nami ciertamente creía que su capitán era un imán para los problemas.

-Capitán ni siguiera nos hemos juntado todos y ya tienen cola que te pisen tch

Nami no pude evitar reír al ver como Luffy miraba ofendido a Zoro y este solo se cruzaba de brazos para negar la cabeza, tenia una sonrisa en su rostro claramente divertido.

-ZOOROOOO

Luffy se había columpiado de los brazos del espadachín haciéndose un charco en el suelo, la verdad es que Luffy era capaz de eso y más si no había nadie que lo parara. Pero Zoro solo se hacia el desentendido cuando el trataba de decirle que no había hecho nada aún. La palabra mágica, aún. Luffy podía causar un lio a donde fuera.

- ¿Cómo llegaste aquí sin que te dijeran nada la banda de Arlong? -se oyó la pregunta clara de Nojiko, la verdad es que era un abuena pregunta.

Luffy rápidamente dejo de comportarse de forma infantil y parándose de forma recta y con una gran sonrisa en su rostro solo se rio

-Shishishishi es un secreto – respondió colocando su dedo índice derecho frente a sus labios

Nojiko lo vio como si fuera un idiota y a veces Nami no podía pensar que esa mirada es la que la mayoría de personas tiene al conocerlo, pero Luffy era mucho más inteligente de loque parecía solo era inteligente en ámbitos que otros no esperaban.

-Tonto -no pudo evitar decir y solo rio mas fuerte. Negando con la cabeza Nami dirigió su mirada hacia las cestas de naranjas para recordar entonces que tenia que reunirse con Arlong. Cerrando los ojos tomo un gran respiro y los volvió a abrir.

-Tengo que irme, tengo que ir con Arlong

-Nami

La mirada de Luffy era intensa, claramente quería ir con ella, pero no podía, no aún.

-Estaré bien Luffy, espérenme aquí. -Con una sonrisa Nami se separó de los chicos.

-Ella estará bien Luffy, Nami es fuerte.

La mirada seguía la figura de Nami que se alejaba para reunirse con Arlong

-Lo se Zoro, pero no puedo evitar preocuparme

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 - ¿Y cómo exactamente conseguiste obtener la suma completa? Sé que no te hemos estado pagando tanto. ¿Nuestro pequeño ladrón ha estado robando el tesoro? - Arlong preguntó con un gruñido.

- ¿Qué? ¡No! - Nami palideció al pensarlo. - ¡Sabes que no lo he hecho! - Levantó las manos con las palmas abiertas. – Logré conseguir una pintura que pude vender por algo de dinero recientemente. Un tipo con el que coquetee estaba convencido de que yo necesitaba el dinero para escapar de un mal matrimonio. Pensó que me escaparía con él si me daba suficientes berries. - Nami explicó rápidamente, pensando en cierta geisha de Wano.

- ¡¿Esperas que crea eso?! - Arlong arremetió con un puñetazo. Arlong no podía dejar a su gallina de los huevos de oro, Nami Denia de quedarse con el a como diera lugar. No importaba si era con la misma Nami toda golpeada y arruinando su imagen. Nami le pertenecía. Sonrió al ver como no pudo defenderse, humanos, son tan débiles.

Nami sintió que el mundo se volvía borroso a su alrededor ante el golpe. Unas manchas bailaron ante sus ojos y el lado izquierdo de su cara ardió. Podía saborear la sangre y sentir más goteando por su rostro. Arlong la había golpeado. Luffy no iba a estar feliz, diablos odiaba no poder tener su Clima Tact. Deseaba poder hacer un poco de pescado frito.

- Tú te especializas en la traición, humano. ¿No pensaste que estaríamos preparados si intentabas traicionarnos?

- Pero no lo hice - ella protestó. Solo pudo sentir ahora como su lado derecho ardía, apenas podía abrir los ojos y ver como Arlong sonría hacia ella.

Nami mentía, pero no sobre esto. Ella nunca lo había hecho. Ni entonces ni ahora. Ella se enfrentaría honestamente a Arlong y sus hombres. Trabajó duro, a menudo hasta que le sangraron los dedos. Ella recogió diligentemente todo el tesoro que pudo y le dio a Arlong su parte a cambio. De acuerdo, puede que haya intentado matar a Arlong una o dos veces, pero nunca le había engañado ni robado. La última vez que hicieron esto, ella solo recurrió a Luffy después de que Arlong se volvió contra ella primero y la traiciono. Esta vez, incluso sabiendo esa posibilidad, quería hacer la oferta y tener la oportunidad de una ruptura limpia. Maldito, el de verdad nunca quería quiso dejarla libre, de no ser porque sabía que la primera vez los chicos estuvieron para respaldarla, ella pudo haberse quedado como esclava de Arlong de por vida y nadie hubiera hecho nada por ella.

- No es posible recolectar 100 millones de bayas en seis años. ¿Tú piensas que soy estúpido? Chew, consulta nuestro tesoro. Raider, toma algunos hombres y ve a recoger nuestro tesoro.

Nami solo pudo sentir como una mirada de muerte, para después tratar de morderla, ella recuerda muy bien las mordidas que sufrió Luffy la primera vez, no pudo evitar alejarse y caer de sentón, evito pensar en el dolor de su parte trasera mientras sentir como sus ojos se humedecían, en realidad Luffy, era le debía tanto. Y pensar en los chicos, quería llorar, ella tenia una familia que no dudaría en quemar el mundo por protegerla.

- ¿Y cuando te dice que no falta nada? - ella desafió, mientras lograba ponerse de pie, con una mirada desafiante le replico -Tienes que cumplir tu palabra, ahora la aldea es mía.

La golpeó de nuevo. Se encontró en el suelo de nuevo, con la cabeza martilleando. Nami esperaba que su plan fracasara. No había forma de que Arlong renunciara a su navegante. No esperaba que la acusaran de robar a los Piratas de Arlong ni que le dieran un puñetazo en la cara. Parpadeando para recuperar la conciencia, escuchó mientras Arlong ordenaba a los hombres que descubrieran qué les había robado. Mierda, odiaba a Arlong. No pudo evitar llorar de dolor, pudo sentir muy bien como Arlong le daba una patada en sus costillas lastimadas, sintió como la sangre de sus labios. Vaya, no pudo evitar tocarse los labios y pasar su lengua por sus labios, saboreo su sangre de nuevo.

Alguien iba a su casa en el pueblo. Tenía la sensación de que cualquiera que lo hiciera se encontraría con muchos más problemas que oro. Luffy iba a ser todo un espectáculo, solo esperaba poder verlo, no pudo evitar cerrar los ojos, y tampoco pudo evitar sonreír, Arlong iba a caer.

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Los gyojin que entraron en la pequeña cabaña no fueron inesperados. Hacer que "confiscaran" el tesoro debido a la "traición" de Nami hizo que Nojiko gritara protestas. Ni siquiera le prestaron atención a la presencia de personas que no habían visto antes. Zoro se detuvo el ataque con su katana, saltando entre Nojiko y el agresivo gyojin. Luffy observó mientras su mirada se oscurecía, pude sentir como Nika y él se ponían de acuerdo en poco tiempo, al parecer como la primera vez Arlong iba a jugar sucio, Luffy ni siquiera estaba peleando enserio, no uso su fruta solo su fuerza bruta, moviéndose rápidamente noqueo a todos los gyojin del grupo antes de que Zoro decidiera matarlos, puede ser que estaban enojados, pero eso era una regla que el tenia y Nika estaba de acuerdo, no matar.

-Menos matar a Zoro. -  Luffy reprendió distraídamente mientras su espadachín limpiaba la sangre de su espada. Al parecer había herido a varios gyojin, Zoro le asintió, conectaron sus miradas y Zoro pudo entender el mensaje claramente, no muerte, solo destruye sus sueños. Luffy era asi, el no era un pirata del montón, el solo quería ser el hombre más libre en los mares y eso incluía a sus seres queridos, personas que él consideraba suyos.

Los otros dos cazarrecompensas no esperaron mucho y ya se encontraban atando a los los gyojin para evitar que los siguieran.

Nojiko no pudo evitar mirarlo sorprendida, al parecer ellos podían valerse muy bien por si solos, y además de eso, lo hacían con una eficiencia practicada, no era la primera vez que lo peleaban juntos.

Luffy coloco su sombrero en su cabeza, este se había caído y se encontraba colgando de su cuello, no pudo evitar tronar sus dedos y su cuello, iban por Arlong.

- ¡Esta bien vamos! – Acomodando su sombrero hasta que cubriera sus ojos. Avanzó sin dudar hacia Arlong Park, Zoro estaba hacia su derecha. Jimmy y Yogurt se apresuraron a seguirlo.

Mientras se dirigía pudo ver claramente como las personas salían de sus casas y miraban como caminaban decididos, Nojiko iba detrás de ellos, había tomado el arma que tenía con ella y no había dudado en cárgala en medio de la caminata. Ahora entendía por qué Nami estaba segura on esos chicos, eran confiables. Genzo al verla no dudo en parala.

- ¿Que estás haciendo? – siseneo entre dientes, con la mirada hacia los chicos Nojiko no dudo en responder, pero se le adelantaron.

-Nami está en problemas. Ya terminé de esperar - Luffy no levantó la voz ni dejó de caminar. Pero se podía oír claramente el enojo en su voz, su presencia se sintió mas pesada cuando dijo esas palabras, Genzo sorprendido giro a verlos.

- ¿Qué paso?

- Arlong

Todos en la isla sabían muy bien lo que había hecho Nami, el trato que había ocultado durante todos estos años

- Cree que Nami les robo de su tesoro para lograr pagarles cuando no es asi

Genzo y algunos habitantes cercanos no dudaron en ver como los chicos seguían avanzando, Nojiko se liberó de Genzo y corrió tras ellos, deteniéndose sólo para ver como Genzo iba en busca de su arma, estaba furioso. Los aldeanos también comenzaron a seguirlos con armas improvisadas. A Luffy no le importaba. Podían hacer lo que quisieran. Mientras se mantuvieran fuera de su camino.  Al ver la entrada de Arlong Park no dudo en hacer la misma entrada, levantado su puño tiro la puerta.

La gran puerta de metal cedió con un solo golpe, la piedra a su alrededor se hizo añicos con una lluvia de polvo y escombros.  Luffy se abrió paso a través de la entrada para entonces escanear con la mirada, tomando nota de los piratas esparcidos por allí. Había muchos más de los que recordaba. Varias docenas, tal vez un centenar de pescadores, la mayoría de ellos armados. El propio Arlong estaba sentado en una silla con forma de trono junto al agua. Nami apenas consiente se encontraba a sus pies, con la nariz y los labios sangrando. Ella estaba parpadeando de una manera que gritaba conmoción cerebral. Apretando los puños Luffy se acercó con una mirada seria y se detuvo justo delante del gyojin con nariz de sierra.

- ¡Arlong! Mi nombre es Monkey D. Luffy. ¡Soy el hombre que será el Rey de los Piratas! Sólo tengo una pregunta para ti antes de comenzar- Luffy levantó un dedo para enfatizar su punto.

- ¿Rey de los Piratas? - Arlong se río a carcajadas. - ¿Una escoria humana como tú? Por favor, son seres inferiores, acomodándose en su trono le dio una sonrisa de colmillos completos – pero continúa entonces, tonto, ¿cuál es tu pregunta?

- ¿Por qué no tienes una noria? - preguntó severamente.

Nami parpadeo hacia la sombra que sabía que era Luffy; Zoro suspiro y se rio, había entendido muy bien las intenciones de su capitán; los aldeanos inclinaron sus cabezas de una manera que le decía a Luffy que ninguno de ellos entendía y pensaban que estaba siendo estúpido. A veces su tripulación era un poco lenta. Arlong dejó de reír y entrecerró los ojos.

- ¿Qué? - Con voz baja y amenazadora, Arlong se sentó en su silla mirándolos por encima de su nariz. Era una pregunta estúpida, de un estúpido humano. - ¿Eres un idiota?

Luffy decidió ignorarlo.

-He estado en Sabaody Park. Así se supone que tratarse de recrearlo, ¿verdad? Pero no veo ninguna Noria, ellos ¡Tenían una rueda realmente genial que era realmente divertida! Y la comida, ¡Era carne y algodón de azúcar! - Luffy se lamió los labios al recordar.  Le dio hambre, como le gustaría que Sanji estuviera con ellos en este instante. - ¡Era un lugar tan increíble! ¿Por qué no construiste una noria como esa, si querías que este lugar se pareciera a Sabaody? - Inclinó la cabeza hacia un lado en cuestión. Arlong vibraba de ira. ¿Como se atrevía?

- ¡Sabaody es una trampa! – Arlong se levantó de su asiento para empezar a golpear a Luffy con un dedo en su pecho. - ¡Puede parecer hermoso para un humano como tú, pero en el fondo no hay más que podredumbre y avaricia! - gruñó en respuesta, rechinando los dientes con ira.

Todos se quedaron en silencio. Luffy había vuelto a ocultar su mirada con su sombrero, el sabia muy bien que no todo era color de rosa.

- Lo sé. - Luffy estuvo de acuerdo simplemente.  Levantando su mirada, Arlong no pudo evitar dar un paso atrás, su presencia se había vuelto imponente -Está lleno de esclavistas, cobardes y asquerosos dragones celestiales. – Su voz se había vuelto seria y profunda, su actitud había cambiado – Pero al menos tenía paseos geniales. Una amiga mía calificó su visita como el mejor día de su vida, y ese día la secuestraron y la lastimaron gravemente. Puedo entender que quieras un parque mejor, pero ¿Dónde está tu noria? Si quisieras hacerlo bien, podrías haberlo hecho mejor. Podrías haber construido algo grandioso.

Nami escuchó mientras la voz de su capitán adquiría un gemido petulante. Podrías haber construido algo grandioso. Se preguntó si Luffy entendía el doble significado de sus palabras. Luffy siempre ha sido más inteligente de lo que se cree y capaz de ver el meollo de un asunto más rápido que nadie que haya conocido. Eso no significaba que ella lo entendiera. Sabiendo lo que hicieron sobre Fisher Tiger y los prejuicios contra los pescadores, Luffy podría estar llegando a algo muy profundo. O simplemente podría estar pensando en un paseo divertido. Luffy tenía una racha de simple egoísmo que reconocía plenamente. Era un pirata hasta la médula, y era muy posible que la ausencia de una noria lo ofendiera de una manera completamente irracional pero perfectamente Luffy. El silencio flotó en el aire durante un minuto mientras los piratas de los alrededores miraban boquiabiertos al capitán de Sombrero de Paja.

-En lugar de eso - Luffy entrecerró los ojos y su voz se elevó con un borde de ira - Elegiste lastimar a Nami. Ella es mi nakama. No te perdonaré. ¡Prepárate Arlong! ¡Te voy a patear el trasero! - Luffy levantó los puños y luego cargó.

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Cuando Arlong oyó un sonido parecido a una explosión que sobresaltó a los pescadores de Arlong Park. Miró fijamente la nube de polvo donde solía estar su puerta. Un pequeño niño humano, flaco, con cabello oscuro y un estúpido sombrero, irrumpió como si fuera algo a lo que temer, como si el fuera peligroso. Él lo haría temer. Le enseñaría a temerle como a todos los demás. Unos cuantos espadachines estaban desplegados detrás de él, con las espadas preparadas, y una multitud permanecía detrás de los escombros con la típica cobardía humana. El mocoso tuvo la audacia de mirarlo y darle un sermón a él, cuando el no sabía nada, era diferente experimentarlo a solo verlo. Como si tuviera algún derecho a comentar sobre los asuntos de sus superiores.

Preparándose para repeler el dichoso golpe que se supone pensaba darle, el solo pudo sentir como su cuerpo salía volando y golpeaba el otro lado del parque. Arlong sintió la fuerza del puñetazo como el golpe de un rey del mar. Su silla, sólida como una roca, se hizo añicos con la fuerza cuando fue lanzado hacia atrás.

Se oyó un sonido de sorpresa general, Arlong enojado se levantó listo para pelear.

-Zoro, ¿puedes llevarte a los demás?

- Es un placer, Capitán.

El espadachín de pelo verde se movió borroso y Arlong observó cómo sus hombres comenzaban a caer sin causa discernible. Claramente este hombre era la razón por la que su puerta estaba entre escombros. Debía de deshacerse de esos dos.

El hombre de pelo verde comenzó a ladrar órdenes a los demás, al parecer pensaban que podían vencerlos tan fácilmente solamente ellos dos. Arlong gruño y se puso de pie.

- ¿Conoces la diferencia entre nosotros?  -le preguntó al pequeño.

- Espera, recuerdo esto… - el niño parecía estar pensando o eso parecía ya que empezó a sacar humo. - ¿fue la nariz, no, las membranas? – parecía orgulloso

- ¡Especie!

Idiota, el chico era un idiota.

-Ah. - El mocoso se golpeó la palma con el puño y asintió como un idiota.

- Los gyojin son una raza superior. Somos más rápidos, más duros, más fuertes y mejores que ustedes, patéticos habitantes de la tierra. Sean testigo-

- ¿Vas a hablar simplemente? Esto es aburrido. – ¿Como se atrevía interrumpirlo?, gruñendo se dirigió directamente al ataque. - ¡Vamos! - El humano se lanzó hacia adelante y asestó una serie de golpes para los que no estaba preparado. ¡No podía ser posible! El era un ser superior, no deberían de dolerle los golpes de un mero humano.

- ¿Cómo estás haciendo eso? Ustedes, criaturas débiles, no pueden hacer frente a mi…

- Uf, ¿sigues hablando? Al menos intenta asestar un puñetazo. Eres sólo un cobarde. No tuviste problemas al intentar golpear mi nakama. Voy a patearte el trasero por ponerle un dedo encima a Nami. Entonces lo patearé de nuevo por ser aburrido.

Aturdido por los golpes anteriores, Arlong se lanzó hacia adelante tratando de arrastrar al niño de al agua. En lugar de eso, el mocoso lo esquivó, lo cual estuvo bien porque lo puso al lado del agua. Con una sonrisa, sacó hojas de agua y comenzó a arrojarlas. No caería tan fácilmente.

- Nakama, nakama. Te haré pedazos. ¡Disparo de agua!

El mocoso sonrió, cuando entonces su cuerpo se estiro. ¡Su cuerpo se estiro!

-Gomu gomu no Rocket

Luffy golpeó a Arlong contra una pared, lanzando trozos de concreto y enfatizando perfectamente su punto. Zoro no esperó protestas ni confirmaciones. Se puso a trabajar apuntando al artista marcial que Sanji derrotó anteriormente.

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Zoro eliminó la primera ronda de débiles de una sola pasada mientras hacía una rápida evaluación de amenazas y buscaba a los cuatro que sabía que serían problemas. Veinte hombres menos y tenía una buena posición del terreno.

Los dos hombres que se interpusieron en su camino fueron empujados casualmente hacia la entrada. Le lanzó un corte sangriento al flanco del gyojin mientras este lo esquivaba y le daba una patada en la cabeza. Podía sentir la claridad de su haki de observación mientras se movía en una familiar danza de golpes. No pasó mucho tiempo para lograr el nocaut. No cuando sabía los golpes que se avecinaban y su oponente todavía lo subestimaba.

-Johnny, Yosaku, quiero se queden como guardianes. Nadie pasa esa puerta. Los dejare pelear pero no se confíen, avisen si son demasiados. Nojiko, te quiero a ti y a los demás aldeanos en la limpieza. Concéntrate en inmovilizar a cualquiera que quede noqueado. Vuelve a golpearlos en la cabeza si parece que se van a despertar. Todos deberían mantenerse fuera del campo de batalla. Luffy y yo podemos llevarnos a estos tipos, pero puede resultar complicado.

Zoro se concentro en dirigir mientras, derivaba a otro gyojin sin siquiera voltear, estaba ayudando a su haki de observación. Sus cuerpos eran más débiles, tenían que ponerse a entrenar enserio. Pudo sentir como Luffy lograba que Arlong escupiera sus dientes por quinta vez, al parecer Luffy no estaba usando Haki armamento, de lo contrario la pelea hubiera terminado hace mucho tiempo, Luffy se estaba tomando su tiempo.

-¡Santoru Dragón Tornado! - Llamó al lanzar el ataque para mantener a dos de los luchadores más fuertes fuera de su espalda.

Hatchan lo esquivó, pero el gyojin azul verde que derribó Usopp quedó atrapado en el ataque junto con una docena más. Fueron lanzados al aire y cortados cuando el ataque giratorio creó un tornado, arrastrándolos por el aire. El dragón espiritual que acompañaba el movimiento mostró sus ojos y rugió en silencio. Zoro ignoró los gritos y observó al espadachín frente a él. Su concentración permaneció dividida entre el resto de los combatientes y un corte volador cortó a tres que intentaban flanquear a los aldeanos.

- ¡Cuida tu pelea, Yosaku!

- ¡Lo siento hermano!

- ¡A tu derecha Johnny!

- ¡Gracias Hermano!

- ¡Oni Giri! -  se lanzó hacia adelante usando el golpe horizontal y derribó al gyojin pulpo para su propia sorpresa. Había esperado que el otro aguantara un poco más. Ciertamente la primera vez, fue más difícil vencerlos, recordando, se dio cuenta que a pesar que muchos los consideraban monstruos en su momento, la fuerza que adquieren como tripulación después de entrenar por dos años, era realmente grande, su yo futuro o pasado! Con su yo presente eran dos personas diferentes, tenia que hacerse mas fuerte rápidamente.

Al inspeccionar el campo de batalla, ignoró la brutal batalla entre Luffy y Arlong, y en su lugar contó los diferentes luchadores que quedaban. Había tres oponentes moderadamente fuertes que parecían reunirse para un ataque conjunto. La mayoría de los demás se estaban conteniendo o preparándose para huir. Había un pequeño grupo de pescadores custodiados por los aldeanos. Le dedicó una sonrisa a Nojiko cuando se dio cuenta de que ella estaba sentada encima de la mayoría de ellos. Ella no dudo en devolverme la sonrisa luciendo cruel bajo la luz del sol poniente.

- Yosaku, ten cuidado con esos hombres del este, no dejes que escapen por ahí o podrían intentar flanquearte.

Con eso, se lanzó de nuevo a la pelea, con la adrenalina aumentando mientras se lanzaba y bailaba entre los enemigos. Manifestó tigres y toros mientras arrasaba el Parque. Ninguno escaparía de su ira. Nadie lastimó a nakama y salía ileso. Sus espadas zumbaron en el aire cortando y golpeando. Se concentró en usar el filo de la espada en estos subordinados. Podía permitirse el lujo de ser generoso en la victoria. Estos hombres no tenían ninguna posibilidad.

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Luffy esquivó fácilmente los proyectiles. Encontró esta pelea sorprendentemente fácil. Recordaba a Arlong como un oponente desafiante, pero simplemente estaba enojado y era fuerte. Había poca habilidad o talento en el capitán gyojin. Con haki y velocidad de su lado, Luffy claramente estaba ganando. Dio un suspiro y arrojó a Arlong contra otra pared. Luffy observó cómo el hombre se acercaba con un par de dientes en cada mano y los lanzaba. Estirando su cuerpo logro esquivar varios proyectiles, tomando en cuenta que no dañaran a ningún aldeano, Zoro o Nami. Enserio debería de dejar de confiarse cuando sintió una de las mandíbulas en su pantorrilla izquierda. Miró detrás de él a Nami. Tenia que evitar que la lastimaran más de que estaba ahora.

- Deberías ir a recoger tu tesoro o mudarte con Mister Pinwheel. – Bloqueando sus golpes sin mirar Luffy pudo ver como Arlong empezó a atacar de forma desesperada, si antes estaba enojada, ahora estaba furioso.

Tomando impulso Arlong lanzo un golpe en el centro de su estómago. La fuerza del golpe lo hizo deslizarse hacia atrás, pero Luffy mantuvo el equilibrio. Nami parpadeó lentamente y se puso de pie tambaleándose. Dio tres pasos antes de detenerse a vomitar. Luffy volvió sus ojos furiosos hacia el gyojin de nariz serrada, mirando hacia arriba más allá del ala de su sombrero. Eso era todo, iba a terminarlo en ese instante.

- Ya terminé de jugar. - Se lanzó hacia el capitán de los Piratas de Arlong y lo golpeó con golpes de gatling cubiertos de haki. Los golpes fueron rápidos y furiosos. Luffy podía sentir los huesos romperse y ver la sangre volar. Sin darse cuenta un subordinado se había logrado acercarse a el cuándo sintió que volaba hacia el edificio principal del parque. Sacudiendo la cabeza se dio cuenta que había logrado caer nuevamente, de algún modo, en la vieja habitación de Nami, al igual que la última vez.  En ese momento Arlong logro recuperarse y tomar su espada.

Luffy pudo sentir el momento preciso en cuando Arlong creía que había ganado, sintió el filo de la espada en su cuello, y el gyojin empezó a fanfarronear.  

Con sangre en su boca Arlong empezó a reír.

-¡Te diste cuenta mugiwara, los gyojin son más fuertes!

Arlong al parecer había confundido la sangre que estaba sobre el, creía que era la sangre de Luffy cuando en realidad era la que el mismo había escupido no hace poco, realmente estaba tratando e hacerse el grande frente a el, el no era nada a la par de quienes lucho en el pasado.

-¡Nami es mia!, ¡no podrás llevártela! -Luffy cerro los puños y viéndolo directo a los ojos espero – Ahora muere! -al igual que la ultima vez, Luffy tomo la espada del borde filoso y no dudo en aplastarla, la hizo añicos, Arlong solo pudo abrió los ojos sorprendidos cuando Luffy ataco.

-Gomu gomu no Ono

 Su pierna se estiro sobre su cabeza rompiendo el techo de edificio, Arlong trato de morder su estómago en desesperación, pero cubriéndose de haki armamento, no lo logro, se oyó el crack de sus dientes al romperse.

Como resortera su pierna se estiro ahora hacia abajo llevándose a Arlong con ella, pudo sentir como los pisos se rompían y ellos caían. Escombros y polvo voló a su alrededor, pero el no dejar de estirar su pierna, hasta que sintió que llego al ultimo peso. Pudo sentir el momento en que el otro quedó inconsciente, apenas agitado, se movilizo entre las ruinas, no dudo en gritar por la victoria.

- ¡Nami, tú eres mi nakama!

Otra mirada a Nami mostró que estaba cerca de los aldeanos y dos hombres ya se estaban moviendo para ayudarla a recorrer el resto del camino. Luffy pudo ir un sollozo salir de sus labios, viendo como asistía con la cabeza, claramente contenta de todo. Dejó que sus ojos escanearan a la multitud y encontró a uno de los gyojin junto al agua preparando un ataque contra los aldeanos. Apenas fue un pensamiento cuando se puso en movimiento y reapareció junto al hombre, dejándolo inconsciente con un solo golpe. Observó como Zoro se movía a una velocidad similar noqueando a dos más con el filo de sus espadas. Compartieron una mirada.

Para un observador externo, parecería que los hombres restantes simplemente cayeron. Moviéndose a altas velocidades, los dos sombreros de paja atravesaron a los gyojin restantes. Toda la pelea duró menos de treinta minutos.

Al parecer los aldeanos no podían creer lo que veían. Ellos eran libres. Se oyeron caer las armas improvisadas al suelo, sollozos y abrazos. ¡Al fin eran libres!

-Estas sangrando. - Zoro notó sorprendido.

-No es nada, la mayoría no es mía Zoro

Zoro solo pudo darle una mirada y asintió, aun asi no debería de estar sangrando

-Bastardo – mascullo por lo bajo, pero Luffy pudo oírlo. Fue su culpa, el se había confiado por un momento y este era el resultado.

Los aldeanos aplaudieron. Ambos hombres fruncieron el ceño. Los estaban llamando héroes ¡No eran héroes! ¡Eran piratas! Se volvieron para mirar a los simpatizantes que se acercaban. Tenían que dejarles en claro eso.

-¡Arlong ha caído! – dijo Nojiko comuna sonrisa mientras se dirigía hacia Luffy y Zoro, ella los había sobrestimado demasiado, ellos si podían pelear.  Pero después de un momento Luffy la perdió de vista.

- Asegurémonos de tener a todos asegurados - Luffy ignoro los comentarios de varios aldeanos llamándolo su héroe, que no era un héroe, es un pirata, punto. Logro oir al tipo del sombrero chistoso, quien Nami consideraba su padre, decir algo sobre un banquete de celebración. ¡Genial tenía tanta hambre!, definitivamente iba a comer. Pero antes… - ¡Necesito ver a Nami y luego podremos comer!

-Probablemente puedas encontrar cadenas adentro para atarlos - Zoro añadió amablemente.  -Yo mismo me ocuparé de Arlong.

Luffy se abrió paso entre las personas que intentaban agradecerle y encontró a su navegante con su hermana y el médico. Nojiko estaba sentada sobre una pila de gyojin. Luffy se río, sintiéndose alegre por primera vez desde que puso un pie en la isla. El sol casi se había puesto y alguien tuvo la previsión de empezar a encender antorchas. Nami estaba sentada bajo la luz naranja, con el rostro limpio de sangre, bebiendo algo que le dio el médico.

- ¡Nami!

- ¡Luffy! - ella se lanzó a sus brazos y gimió un momento después.

- ¡¿Nami?! - preocupado y alarmado se dirigió al médico.  - ¿Se encuentra ella bien?

- Ella tiene una conmoción cerebral. Me gustaría vigilarla esta noche, pero debería estar bien.

- Nami… - tragó y acarició suavemente su cabello. Había llegado tarde, y ahora Nami estaba lastimada. - Y-Yo...

- Luffy, estoy bien. - Ella se apartó lo suficiente para sonreírle.

No ayudó porque desde tan cerca podía ver la forma en que su rostro se estaba poniendo morado y la forma en que sus ojos eran de dos tamaños diferentes. Podía recordar a Chopper sermoneando a Zoro sobre lesiones en la cabeza y daño cerebral. Nami era más frágil que Zoro. Era dura en muchos sentidos, pero las lesiones parecían perjudicarla aún más. Pudo verlo en su rostro porque lo golpeó ligeramente.

Nami volvió sonreírle y Luffy solo suspiro, tomando su sombrero, lo coloco cobre la cabeza de Nami, ella solo pudo parpadear de forma perezosa, cuando empezó a llorar. Luffy solo pudo colocar su brazo izquierdo en sus hombros evitando tocar sus heridas, y con la otra mano sobo su espalda, dejándola desahogarse.

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Zoro estaba dirigiendo a los aldeanos al parecer varios se habían ofrecido como voluntarios. Al parecer Nojiko había insistido y no quería discutir con ella al respecto, pero los aldeanos le estaban ayudando a mover el tesoro de Arlong y lo que le habían quitado a Nami. Al parecer iban a tener suficiente dinero por un tiempo, la bruja iba a estar feliz al verlo.  Ya era de noche. Todavía podía oír a la gente gritando en las calles y las risas de la creciente multitud mientras otras aldeas eran informadas y la gente venía a verlo por sí misma. Sabía que el alcalde estaba organizando que la fiesta comenzara en el otro lado de la isla. La aldea Cocoyasi estaría celebrando mañana por respeto al dolor de cabeza de Nami y porque habían asumido la responsabilidad de los prisioneros. Aun así, el olor a barbacoa atraería al capitán más temprano que tarde.

Alguien había llamado a los marines y se esperaba que aparecieran en cualquier momento. Zoro esperaba que escucharan a Nami y pudieran encerrar a los sucios marines involucrados en la operación de Arlong, pero no tenía muchas esperanzas. A la marina le gustaba encubrir ese tipo de cosas.

- ¡Oye molinete!

- Mi nombre es Sheriff Genzo

Zoro solo lo ignoro y dándole una mirada, señalo con la mirada unas cajas cerca de ellos. Esas contenían el dinero que el había reunido y unos tesoros de Arlong.  Zoro sabia que Luffy iba a dejar parte del dinero para que pudieran repara los daños que habían sido causado por Arlong.

- Quería llevar todo lo que llevaremos a un barco antes de que todos empiecen a celebrar. Quizás tengamos que irnos rápido cuando aparezcan los marines. Yo tengo un pequeño esquife y Luffy tenía un bote de remos. Ambos deberían estar en el muelle junto a la colina de Nami si no se han movido. ¿Podemos conseguir un carrito o algo para llevar todo esto allí? Ya casi hemos terminado de sacar todo.

-Me haré cargo de ello. Ustedes, muchachos, han ayudado bastante. Podemos preparar su nave.

-Puede que sea necesario hacer algunos arreglos. - Explicó con el ceño fruncido. -Nuestro barco nos espera en otra isla. Lo que tenemos con nosotros es pequeño.

-Podemos resolver algo.

- Bien. - Se giró para volver a entrar y de repente un aldeano estaba a su lado mostrándole un camino diferente hacia el edificio. Zoro miró hacia arriba y se dio cuenta de que el edificio se había movido nuevamente. Con un ruido de frustración, se giró y permitió que el aldeano le acompañara hasta la escalera. Quizás los guías no fueran una mala idea si el área iba a seguir cambiando.

 Después de que había logrado mover los tesoros Luffy se unió a la barbacoa con los aldeanos, Nami a pesar que necesitaba estar descansando se sentó a su derecha, en medio de Zoro y Luffy, para después descansar su cabeza en el nombre del último. Zoro pudo sentir como Nami tomaba su mano y le daba un apretón en agradecimiento.

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-¡Todavía no puedo creer que ustedes sean piratas! - uno de los aldeanos gritó por encima de la música mientras le pasaba a Luffy un poco de jamón de melón.

- ¡Sí! ¡Voy a ser el Rey Pirata! -Luffy rió mientras los aldeanos jadeaban sorprendidos

- ¡Pero simplemente nos estás dejando todo el tesoro! ¿Qué piratas dejan tesoros? -protestó.

-Parte del tesoro, Nami no me perdonaría si le quitamos su tesoro... ¡Ah, pero ustedes necesitan eso aquí para reconstruir! Y, de todos modos, los marines probablemente intentarán tomarlo, así que perderás algo con ellos. Nami se uniera a nosotros y será mi navegante, Nami logra quedarse con parte del tesoro, después de todo ella trabajo por ello, eso es suficiente para mi - Levantó su carne. - ¡Y comida gratis! ¡Shishishi!

Luffy vio a un hombre asando muslos y se apresuró a reclamar una parte, deshaciéndose del tipo raro. Esta fiesta fue incluso mejor que la anterior con juegos, comida y jugo en cada esquina. La música sonaba fuerte e incluso si no era tan buena como la de Brook, Luffy había encontrado mucha gente con quien bailar.

Sin darse había amanecido, Zoro ayudo a Nami a moverse cuando él se había ofrecido a hacerlo, pero se negó, ella quería que disfrutara. Aun se sentía más, pero le hizo caso, no quería que ella se torturara pro que no pudo dejarlo disfrutar la celebración de la liberación de su aldea. Cuando Nami despertó se sentía mucho mejor y ya no vomitaba, lo cual era bueno. Había hablado con mucha gente que no creía que ella quisiera ser pirata. Su corazón se alegraba cada vez que ella le explicaba que los Sombreros de Paja eran buenos y que se uniría a ellos porque la ayudarían a lograr sus sueños. Cogió una manzana acaramelada, estiró el brazo al otro lado de la calle y se lo pasó por encima de las cabezas mientras la gente lo miraba.

El sol brillaba y había reunido a dos miembros de su tripulación. Nami podría hacerse su nuevo tatuaje esta noche y luego reunirse con sus hombres. Primero Usopp y luego Sanji. O tal vez al revés. Sanji no había visto a Syrup la primera vez. Quizás le gustaría ver la casa de Usopp...

Usopp…

Entonces Luffy oyó la voz de Nika

“Y si hacemos a la aldea Cocoyasi nuestro territorio”

Luffy no se dio cuenta, pero Nami y Zoro pudieron verlo claramente, desde donde se encontraba cada uno. Los ojos de Luffy se habían puesto rosados y una sonrisa enorme se había formado en su rostro.

Chapter Text

Franky estaba seguro que el sonido que oyó era claramente el de un chapoteo, parpadeando sorprendido, se dirigió afuera de su oficina. Cuando dirigió su mirada hacia el mar, solo pude ver como este estaba tranquilo, muy tranquilo para su parecer, achinando sus ojos trato de ver si alguien se acercaba. Pero no logró ver nada por lo que encogiéndose de hombros volvió a su oficina para pensar en cómo diseñar un barco. Sin embargo, cuando se estaba girando oyó otro chapoteo, volviendo su vista al mar de nuevo lo vio. 

Era Sunny, Franky no pudo evitar abrir los ojos sorprendido y sentir como se le iba el aliento, Sunny, Thousand Sunny estaba frente a él, no tenía que llorar a su amiga, ella había vuelto con ellos y de algún modo decidido que lo mejor era estar con él a esperar que todos llegaran a Water 7. 

- ¡¿Sunny?! -aunque sus ojos claramente podían ver a el barco de sus sueños frente a él no pudo evitar preguntar si realmente era una verdad y no una ilusión. 

Franky claramente pudo oír un pequeño rugido salir de ella. Klabautermann. Sunny tenía un Klabautermann, como Going Mery tuvo uno y fue a salvar a su tripulación en Ennies Lobby. 

Franky no pudo evitar llorar de forma muy varonil, ellos estaban completos, la tripulación no se iba a separar, no tenían que reemplazar a Sunny, ella era única. 

- ¡Sunny! ¡Cómo me alegro de verte de nuevo! 

A pesar de que ya era de noche, Franky esta seguro que pudo ver como Sunny se iluminaba. Sunny se miraba tan lleno de vida. Sonriendo se subió al barco para poder ver si tenia algún daño, pero al parecer estaba en muy buen estado. 

Ahora. Franky se iba a poner a trabajar, Sunny ciertamente era el mejor barco del mundo, era suuuuuuuuuuuper. Pero Franky iba a agregar las habitaciones de los nuevos nakamas e iba a colocar muchas cosas cool nuevas. 

**********

Usopp bebió un poco de agua y se secó el sudor de la frente. Mover cajas para el supermercado era un gran entrenamiento de fuerza y le pagaban en comestibles que ponía comida en la mesa, pero era un trabajo sudoroso. El viejo Rosco no era dueño de un almacén, sino que usaba un sótano subterráneo para almacenar su inventario adicional. Mantenía la comida fresca, pero transportar y sacar los productos era tarea de un joven, mientras él pueda moverlo no hay problema. Además tenia que ponerse en forma lo más pronto posible, después de todo se venían muchas aventuras y necesitaba estar en la mejor forma. 

 Usopp comprobó la posición del sol y debatió qué historia tendría tiempo de contarle a Kaya hoy. ¿Quizás algo sobre grumetes y reyes del mar? ¡Tal Vez cuando se enfrentaron a un pirata con piernas de espada en una isla voladora, cuando se vistieron todos elegantes para salvar a Nami?  Solo que todas sus historias eran sobre el Gran Capitán Usopp y sería extraño contar una historia sobre un grumete al azar o incluso empezar a contar historia de ese dicho pirata que va a querer atacar al East Blue más adelante era demasiado cercano a la verdad para hacerse el mentiroso y fingir que realmente no le estaba contando sobre el futuro. 

-Hey, pareces preocupado, hijo

Usopp saltó culpablemente. Al parecer había estado callado por un tiempo y no sintió la presencia del Señor Rosco. Tenía que ponerse a practicar su Haki de observación. 

-Lo siento, viejo. Sólo estoy soñando despierto. No es nada. Volveré a trabajar.

El Señor Rosco solo suspiro mientras que Usopp se sobaba el cuello avergonzado. 

-Descansa un momento, está bien. - Negando con la cabeza el viejo le entregó un trapo a Usopp que no dudo en usar para limpiarse el sudor – Estás haciendo un buen trabajo por mí y sin ninguna queja, así que te lo agradezco.

Usopp se sonrojó al recordar años en los que se había quejado, luchado y contraído una enfermedad muscular que no podía mover para salir de los trabajos más difíciles. El viejo Rosco lo había maldecido más de una vez, pero el viejo nunca lo dejaba pasar hambre y siempre le encontraba trabajo cuando pasaba por allí. Clavándose los dedos en su cabello, no pudo evitar morderse los labios nervioso.

-Dime qué tienes en mente. Parecías muy enojado y normalmente estás muy alegre. 

-Simplemente tengo que tomar una decisión difícil, eso es todo. - Usopp no pudo evitar comentar antes de pensar e inmediatamente intentó dar marcha atrás. No podía contarle nada, así que ¿por qué lo comento? -Claro que solo estoy hablando de forma hipotética. -sonriendo nervioso - Realmente no es nada. En realidad, es parte de un juego. 

el viejo lo vio con los ojos entrecerrados algo preocupado -Uhm Huh. -frotándose la cabeza calva y logrando apoyarse contra una caja cercana evitando entonces que Usopp no pudiera volver a trabajar.  -Continua, dime que pasaría de forma hipotética, prometo no burlarme si eso es lo que piensas. 

Usopp empezó a sudar mientras miraba los ojos serios del viejo para solo negar con la cabeza y continuar. 

-Mira, hipotéticamente, ¿Qué harías si supieras algo realmente malo? Si cuentas el secreto alguien podría salir lastimado, pero si no cuentas el secreto muchas personas podrían salir lastimadas. ¿Qué es lo que harías? ¿Cómo actuarías?

-Usopp… - Rosco parecía alarmado. El niño lo estaba preocupando -¿Estás en algún tipo de problema?

- ¿Qué? ¿Yo? ¡No, claro que no!-  agitó las manos en movimientos erráticos. -Esto no es nada, es en realidad un juego mental. No lo pienses demasiado. Ni siquiera te preocupes por eso. Volveré a…

Rosco, ahora podía ver cómo el niño trataba de cubrir su metida de pata, está claramente nervioso. 

-Ahora, espera. -Rosco, decidió mejor seguirle el juego al niño, ¿por que todo era un juego…. verdad? - Déjame pensar aquí. Es un juego, así que jugaré - El anciano parecía muy serio y claramente no estaba jugando en absoluto. - Ahora explícame, para aclarar, estas personas que podrían resultar heridas… ¿Estamos hablando de lesiones físicas?

Usopp de forma vacilante respondió. 

-Sí…

-Y esta persona guarda el secreto. ¿Esta persona sería la que estaría haciendo  daño a otros?

-¿Qué? ¡No! - Usopp realmente se sentía ofendido, ¿Que se creía el viejo al acusarlo de esa manera?

-Bien entonces. - Un poco aliviado, Rosco contestó de forma honesta- Creo que hay que contar el secreto. No puedes controlar las acciones de los demás y no eres responsable de las personas que esta persona pueda lastimar o no. Guardar el secreto sólo le da a esa persona poder sobre ti y la situación. Si quieres contar el secreto, díselo a un adulto en quien confíes, él puede ayudarte y tal vez pueda ayudarte a encontrar una manera de evitar que alguien resulte lastimado.

Usopp asintió levemente frotándose los codos mientras pensaba en ello. ¿Le estoy dando poder a Kuro aquí? si es así, él claramente lo iba a parar, no iba a dejar que ganara. 

-Usopp…

Ahora con la confianza en su postura, Usopp le sonrió al viejo. 

-Gracias por el consejo, viejo. 

-Si tienes alguna hipótesis de la que quieras hablar ahora…

-¡Oh, no! Fue sólo que... en realidad no lo soy... y de todos modos... -Usopp sacudió la cabeza y agitó ambas manos frente a él. -Era sólo un juego.

-Usopp, si la gente pudiera resultar herida...

-Mira, todo el mundo sabe que juego

-Yo te escucharía. Usopp, sea cual sea el secreto que te tiene tan preocupado, no quiero que corras peligro por esto. Hablemos un momento

-No te preocupes por mí. El Gran Capitán Usopp puede afrontar cualquier desafío. No es como si a nadie le preocupara que yo revelara secretos. Soy el mentiroso del pueblo. Estoy seguro de que incluso si supiera algo malo, nadie se preocuparía porque nadie más me creería. Entonces, no importa. - Él sonrió. - Oye, mañana tendré que terminar estas cajas. Acabo de recordar que hoy iba a lavar la ropa mientras hace sol

Usopp trató de evitar la mirada insistente del viejo Rosco decidió moverse rápido evitando que lo tomara de la muñeca. 

-¡Usopp!

-¡Tengo que irme! Perdón por esto. Regresaré mañana. -Usopp se alejó corriendo antes de que el anciano pudiera seguir presionando.

-¡Usopp, yo te creería! - Usopp pudo oír el grito del viejo diciendo esas últimas palabras.

Usopp no miró hacia atrás. No pudo. Toda esta situación fue un desastre. Hacía menos de un mes que había regresado. ¿Cómo se habían vuelto las cosas tan complicadas? No le gustaba tomar decisiones. Cada elección entrañaba peligros y no tenía tripulación que lo respaldara. ¿Cómo iba a manejar esto? Era un buen mentiroso pero un terrible guardián de secretos.

**********

Nika sonrió mientras saludaba a los gigantes, Elbaf siempre  se alegraba cuando iba de visita. Trataba de permanecer todo el tiempo que podía pero tenía que moverse, tenía otros lugares a los que visitar. 

Mientras saludaba a Rosco recordó como Rosco aún era un bebe y su padre Earl apenas le anunciaba que iba a ser padre, de eso ya habían pasado 50 años, ahora Earl era abuelo de tres hermosas niñas, Kita, Lara y Nilo. 

Sin darse cuenta, Nika se había atrasado, hace horas que tuvo que haber visitado la isla de los gyojin, llegaba tarde. Corriendo tratando de compensar el tiempo perdido fue a visitar a sus amigos, los hombres pez, quienes estaban más cerca de su madre, incluso más que él mismo. 

Cuando llegó pudo ver como la oscuridad cubría el fondo del mar, muchos de sus amigos estaban temblando por el frío que los rodeaba, él era la fuente de su calor y lo había arruinado, pudo ver como habían cuerpos que habían dejado de moverse. Él había fallado, el, el dios libertador, no había podido dar su calor cuando debía. que clase de dios no podía salvar a sus amigos. 

Nika no pudo evitar llorar, él era débil, tan débil.  Les había fallado, le había fallado a su madre. Él lo había prometido y fallo. 

*********

Luffy se despertó sobresaltado, podía sentir cómo las lágrimas caer por sus mejillas, ese sueño se sintió monreal, él pudo sentir cómo el poder salía a montones de los poros de su piel, como el iluminaba la oscuridad de quienes visitaba, como él era la luz para muchos, el que tuvo que viajar por cada isla todos los días para poder traer un poco de luz y calor a cada una de ellas para que nadie sufriera y aun así no pudo cumplir con su deber, él había dejado a inocentes parecer por que no era lo suficiente rápido, ni lo suficiente poderoso y fuerte. 

Respirando de forma rápida, pudo sentir cómo su corazón se agitaba, el podía sentir el dolor de esos recuerdos en su corazón, a los amigos que perdió.  

Girando su cabeza hacia la luz de la noche, pudo ver como la luna lo saludaba. Todos seguían dormidos, después de celebrar por un par de horas; claro está que esto no hizo feliz a Luffy pero no era lo mismo si Usopp y Sanji no estaban con ellos como la primera vez;  Zoro, Nami y él había regresado a la casa de la navegante para poder descansar sobre todo la pelinaranja. Nami había pedido que por favor pudieran dormir juntos, al parecer, el viaje en el tiempo los había afectado, ahora necesitaban poder dormir juntos para poder descansar mejor. Luffy lo llamó “el charco de abrazos”, a Nami le avergonzaba el nombre mientras Zoro se rió pero no negó que claramente era el mejor nombre que podía darle a menos que nami quisiera que se llamara el “círculo de la depresión , porque prácticamente había formado un círculo mientras se acomodaban entre ellos para poder dormir mejor.

Mientras Luffy miraba la luz que la luna proyectaba a través de la ventana, pudo sentir como Nami se acomodaba a su costado apretando su chaleco y como Zoro se movía un poco desde su regazo por dicha acción mientras fruncia el ceño para después dejar que su rostro se relajara. 

Después del sueño que acaba de tener Luffy sabía que no podía quedarse de nuevo, estaba seguro. El no sabia quien era ese ser de luz de su sueño pero estaba seguro que lo averiguara.Tenía una idea que era alguien que él conocía muy bien. 

Mientras pasaba sus dedos de forma lenta y cuidados por el cabello de Nami, parpadeo viendo como la luz del sol empezaba a iluminar la cabaña. pronto todos se despertaron y él no se había dado cuenta que desde que despertó no había dejado  de ver la luna y ver como descansaban sus nakamas. 

Él sabía que su viaje apenas empezaba. Tenían que apresurarse e ir por Sanji y Usopp. 

**********

-¿Robaste un den den mushi? -Preguntó Zoro levantando una ceja.

-Liberar,, saquear, ¿qué te importa? -Nami sacudió su cabello naranja. -Era de Arlong. No es que lo necesite ahora.

Zoro negó divertido mientras miraba al den den mushi en los manos de la pelinaranja

-Ten cuidado con Pierrot -. Advirtió Luffy.

- ¿¡Quién eres tú para hablar de cuidado!? - ella gritó incluso mientras agarraba el caracol del tamaño de un gato y se lo acercaba a la cara para que se encontrara bien, cuando entonces parpadeo tal búho por el nombre que había dicho Luffy - ¿Pierrot? 

Luffy asintió animado, él había estado algo nostálgico desde la mañana solo había aparecido un rastro de Luffy que conocían cuando había podido comer algo y ahora con el den den mushi que al parecer había sido recién nombrado como Pierrot. 

-Ese es su nuevo nombre - declaró orgulloso mientras colocaba sus manos en su cadera con una pose donde estaba su pecho a relucir. - ¡Es genial! -Nami claramente pudo ver las estrellas en los ojos del niño. 

Zoro sonrió de acuerdo con Luffy con el nombre del den den mientras este último también se miraba orgulloso, al parecer el pobre ni nombre tenía, Arlong bastardo. 

Nami no podía negarle la felicidad tanto a Perrior como a Luffy por lo que suspiró, rindiéndose. Si ese era el nombre que el capitán le daba al den den mushi, ese sería su nombre de ahora en adelante. 

-Al parecer le gusta, así que ese será su nombre de ahora en adelante. 

-Yosh -exclamó Luffy feliz, Nami no pude evitar sonreír al iguala que Zoro

- De todos modos -Nami cambio de tema - ¿alguno de ustedes se ha comunicado con Sanji? -ella preguntó.

-¿Eh?

Por la miraba que ambos le estaban dando, era claramente seguro que no lo habían hecho. 

-¿Con Sanji?

-Lo tomaré como un no -. ella suspiró y miró hacia abajo. -Bien entonces.

Marcó el número del transpondedor. No tuvo que esperar mucho para poder oír como la llamada se conectaba. 

-Has llegado al maldito restaurante. ¿Cuándo vienes?

-Mmmm, ¡el restaurante!

-¡Sssh, Luffy! … Lo siento, ¿está Sanji?

-¡Oh! ¿Es esta la señorita Nami?- preguntó con un tono que iba del aburrido al hiperactivo.

-Eh, sí. Sanji, por favor”

-Sanji no nos contará nada sobre ti - El den pareció hacer pucheros. -Dime, ¿cómo se conocieron ustedes dos? Pareces una buena chica .

-Esta buena chica quiere hablar con Sanji ahora - Nami pidió de nuevo con cierta tensión en su voz. Realmente necesitaba poder conectarme con Sanji. 

El caracol imitó gritos ahogados y ruidos de golpes.

-¡Nami-swaaann! ¡Llamaste temprano! Un minuto, ¡déjense de lado, imbéciles, esta es una conversación privada! -Nami al igual que Luffy y Zoro pudieron oir como se oía golpes y quejas de alguien en fondo, fue divertido para Luffy ver como Perrot imitaba  hasta el más pequeño sonido -  ¡lo siento cariño! Tienes toda mi atención. ¿Hay algo mal? ¿Necesito venir a rescatarte?

-¡Sanji! -  Luffy interrumpió.

-¡Luffy! 

-¡Cocinero!

-¡Marimo! Maldición. Oh, idiotas, deberían haber llamado antes -. No había ninguna mordacidad en su voz.  -¿No sabes coger un caracol? 

 -¡Oye, no son exactamente comunes y fáciles de conseguir! - espetó Zoro.

-Sanji - interrumpió Nami. -¿Alguien más ha llamado?

-Hablé brevemente con Robin y con cierto timonel. Ambos dijeron que no podrían volver a llamar y que apenas estaban tocando la base. Nuestro timonel visitó a Franky y le dijo que todo estaba bien allí. No hay noticias de nadie más.

-Shishishi, ¡ustedes son inteligentes llamándose unos a otros! - Luffy sonrió.

Nami le dio un puñetazo. El idiota relamente no habia pensado en eso, Nmai suspiro sin estar sorprendida por ese hecho. 

-Nami-chan, ¿estás bien?

-Estoy bien Sanji. ¿Puedes aguantar un poco más?

-Para ti, cariño, cualquier cosa.

-Quiero poder alzar nuestra jolly roger en el Baratie

-Necesitarás a Usopp para eso.

-Sí.

Definitivamente necesitaban la ayuda de Usopp,él era después de todo quien había podía dibujar su jolly la primera vez y después de lo que Luffy le había comentado iban a necesitar varias jolly para los territorios que Luffy había decidido hacer suyos y proteger. 

-¿Te veré pronto?

-Muy pronto.

¡Sí, Sanji! No te haremos esperar -. Luffy se rió inclinándose sobre Nami para hablar por el auricular. -Sin Sanji no podríamos zarpar hacia la aventura, Sanji es irremplazable.

-Capitán de mierda. -Nami claramente pudo ver como el Pierrot imitaba el sonrojo del cocinero -Cuidarás de Nami-san, ¿verdad?

-¡Oye! Yo me ocuparé de ella. ¡Cuídate, Sanji! Esperamos, estaremos ahí pronto, no es que no seas importante pero Usopp él está en peligro ahora 

Nami vio como Pierrot le dedicó una mirada comprensiva, Sanji no había estado con ellos la primera vez pero después de que los 5 había zarpado juntos el se había logrado dar cuenta de lo que había pasado y como se había logrado unir Usopp a ellos. Después de todo por él es que había logrado obtener a Going Merry. 

-Tranquilo Capitán, yo puedo esperar un poco más, cuídate tú también, Luffy. Es bueno escucharte

-Sí. - Luffy repitió suavemente. -"Me alegro que también estés con nosotros, Sanji.

Nami pudo entender muy bien lo que decía. Gracias por viajar en tiempo conmigo y volver a confiar en mí, sin ti no podría lograrlo. 

-Oye, nada de eso, imbécil -. Sanji resopló.

-¿Vas a llorar, cocinero de mierda? - Bromeó Zoro.

-Vete a la mierda, cabeza de musgo.

-Chicos - espetó Nami -¡ahora no!

**********

Zeff observó cómo su pequeña berenjena terminaba con el transpondedor. El chico rubio parecía eufórico y deprimido al mismo tiempo. Habiendo criado al mocoso demasiado emocional, Zeff tradujo su estado de ánimo fácilmente.

-¿Tu tripulación alcanzó a la chica?

-¡Sí! Luffy y Zoro manejaron las cosas con Arlong. Me alegra mucho que estén todos bien y que Nami esté a salvo de ese bastardo gyojin.

-¿Pero no vendrán aquí a continuación? -preguntó con complicidad.

-Bueno… Primero tienen que ir a buscar nuestro barco. Nami hizo que pareciera que viajaban en un bote de remos -. Sanji respondió a la defensiva, con los hombros en alto hasta las orejas. Y por la forma en que lo decía creo que estaba seguro que realmente había estado viajando en un bote de remos. 

-Necesitan espacio y suministros, eso es cierto. Estoy seguro de que hasta ahora hubiera sido un desafío si no hubieran tenido un barco adecuado -. Zeff lo tranquilizó. -Si mal no recuerdo, la pequeña carabela que mencionaste era un regalo de una joven que tu tripulación salvó. ¿Crees que elegirían el mismo barco o están intentando conseguir uno nuevo?

-¡No hay forma de reemplazar al Going Merry! - ¡Merry es única, ella es nakama! -Sanji declaró apasionadamente.  -Zeff pudo ver en sus ojos como el chico tenía una llama en sus ojos, al parecer su barco era familiar. Zeff no pudo evitar que una sonrisa se mostrará en su cara, cuando vio que los ojos de su berenjena se iluminaban de una forma diferente. -¿Te dije cómo su Klabautermann nos salvó la vida?

-¡¿Un Klabautermann?! , ¡¿de verdad?! - Zeff está sorprendido. No era allí donde pretendía llevar esta conversación. Pero no pudo estar sorprendido por ese dato impresionante de dicha carabela

Sanji lo miraba con ojos redondos y brillantes y la mirada emocionada de dominar un plato nuevo o hablar del All Blue. Su chico llevaba sus emociones en su rostro con mucha facilidad. Zeff extendió la mano y le devolvió el pelo rubio. Sanji, naturalmente, lo empujó y jugueteó con su cabello.

-Escuchemos la historia. - Se sentó en una de las hamacas para aliviar el peso de su pata de palo y se acarició el largo bigote dejándolo saltar hacia atrás de una manera que siempre hacía sonreír a Sanji.

- Buenoooo  sabíamos que se estaba muriendo, y eso empezó todo tipo de problemas con la tripulación, pero el verdadero problema fue el clima y nuestro compañero de tripulación desaparecido...