Chapter Text
Charlie♡:
Hey!! Ya le dijiste a tus amigos?
Yo acabo de contarles a los míos
Salió mejor de lo que esperaba :D
Alastor♡:
Buenos días, sí, ya les platiqué del asunto. Uno de ellos no lo tomó tan bien pero no me preocupa.
Charlie♡:
D:
POR QUÉ???!?!?!?!
No le agrado?
Alastor♡:
Creo que es al revés. Le agradas tanto que me advirtió no "arruinarte", lo que sea que signifique eso.
Charlie♡:
LOL
HAAHAHAHAHA
Hasta tus amigos saben que puedes ser un idiota
XD
Alastor♡:
Dios, hasta tu forma de escribir se ve muy... tú.
Charlie♡:
Tomaré eso como un alago :3
Oye, tienes algo qué hacer después de clases?
Alastor♡:
Oh~ ¿No puedes estar lejor de mí?
Charlie♡:
Sí, lo que digas :p
Qué te parece si vas hoy al departamento?
Angel tiene que salir y aún necesitamos ver los boletos de avión y esas cosas
Quiero hacerlo antes de que suban los precios y se acaben los buenos asientos
Alastor♡:
Wow, una chica precavida e inteligente, ¿Dónde se escondía señorita Magne?
Charlie♡:
En tu sentido del humor :3c
Puedes o no?
Alastor♡:
Está bien.
¿A qué hora deseas que llegue?
Charlie♡:
A las 5 está bien!
Ahora ven rápido al salón
Necesito mi dosis diaria de peleas
Alastor♡:
Prepárate para perder.
Alastor revisó por última ves la dirección en su teléfono para tener la certeza que estaba en el lugar correcto. Había estado frente al edificio solo ayer pero como todo estaba más oscuro quería estar seguro de que no fuese algún edificio de al lado o cosas así. Cuando guardaba su teléfono en su bolsillo miró la pequeña caja de pasteles que había comprado y se sintió un poco ridículo, solo iba a ver a Charlie, una compañera de universidad y de momento su "novia", no era una ocasión especial ni nada por el estilo. A veces deseaba que su madre no le hubiera enseñado a ser tan educado.
Entró por la puerta doble del lobby y vio a Angel, el amigo de Charlie, salir desde uno de los dos elevadores. Además del portero solo estaban ellos dos en el espacio no muy grande así que no tuvo más que saludarlo.
- Buenas tardes, Angel. - saludó el moreno -
- Hey! ¿Pero si no es el alto, guapo y bronceado novio de mi mejor amiga? - puso sus manos en sus caderas - Espero que se porten bien hoy, pero si no, no me importa. - le guiñó un ojo al castaño -
- ¿Perdón? - pestañeo un par de veces Alastor -
- Oh, no te preocupes, no voy a decirle a papi. Lo que Charlie haga con su vida solo le concierne a ella, pero... - ahora adoptó un semblante serio - Tratala bien. El último chico con el que salió era un verdadero hijo de perra, de forma figurativa y literal.
- Planeo tratarla con lo mejor que puedo ofrecer. - respondió Alastor más compuesto - Ahora, si no te molesta, no quiero hacerla esperar más.
- Claro ¡Oye Lenny! - gritó Angel y el portero le miró sonriente - Es un compañero de universidad, su nombre es Alastor, va a subir.
- Claro joven Angel. - respondió el caballero de unos cuarenta años - Bienvenido joven Alastor.
- Buenas tardes y muchas gracias. - respondió cortez el castaño -
- Recuerda, piso 4, departamento 405.
- Gracias.
- Y si necesitan cordones tengo en mi habitación, Charlie saben dónde están ¡Bye! - Angel salió caminando antes de Alastor pudiera procesar lo que había escuchado -
- de pie a punto de presionar el botón del elevador se quedo quieto y abrió los ojos como platos - ¡¿Qué?!
En el corto viaje desde el lobby hasta el último piso sentía sus mejillas arder. No es que no supiera como funcionaba el sexo y las relaciones entre hombres y mujeres pero ¿De verdad Angel creía que venía a eso? ¡Ja! Él era un caballero e iba a comportarse como tal, pero de pronto cayó en cuenta de que Charlie y él efectivamente iban a estar solos en un espacio cerrado. Nunca había estado a solas con una mujer que no fuera su madre o alguien de la familia, solo con Mimzy y era una experiencia que prefería olvidar, pero Charlie era una mujer innegablemente atractiva y simpática e incluso cuando no se daba cuenta podía llegar a ser bastante coqueta. Ante este último pensamiento Alastor se dio una bofetada mental, él no nunca se había dejado llevar por sus instintos primitivos y no iba a comenzar ahora, pero significaba que ¿Sentía instintos primitivos por Charlie?. Las ideas y las preguntas seguían dando vueltas en su cabeza hasta que, sin darse cuenta, ya había presionado el timbre del departamento.
Respiró hondo y se tranquilizó, debía recordar a lo que venía y nada más. De pronto la puerta se abrió y dejó ver a una Charlie con lo que parecía ser solo una playera de talla extra grande, tanto así que el cuello de la misma dejaba ver uno de sus hombros y nada más. Alastor apretó los dientes e intentó no mirar las largas curvilíneas piernas de su compañera.
- ¡Hola! ¿Por qué no me avisaron desde recepción que llegaste? - preguntó la rubia mientras se hacía a un lado para dejarlo entrar -
- Me encontré con el Angel al llegar y el habló con el portero. - entró y observó con cuidado cada detalle del departamento, que debía admitir, aunque vivieran dos universitarios estaba limpio, ordenado y bien decorado -
- Oh, ya veo. - cerró la puerta tras el moreno - De seguro te dijo algo subido de tono.
- La verdad es que sí. - respondió girandose para ver a la chica -
- No le hagas caso. No lo hace con mala intención pero si le contestas algo no va a parar. - dijo subiendo sus hombros - Ponte cómodo, estaba preparando la cena.
- Gracias. - estiró la mano donde llevaba la pequeña caja - Esto es para ti.
- ¡Oh! ¡No debiste! - tomó la caja con delicadeza entre sus manos - ¿Qué es?
- Solo unos trozos de pastel, nada muy especial. - respondió intentando quitarle importancia -
- Bueno, el pastel es muy especial para mí. - dio pequeños saltos de felicidad - Voy a dejarlos en la nevera ¿Te gusta el espagueti con salsa boloñesa?
- Claro.
- Entonces preparate, vas a probar uno de los mejores de tu vida. - soltó una pequeña risa -
- Oh, haré lo posible por dar mí mejor opinión.
Una deliciosas cena después (como tuvo que admitir Alastor) ambos se encontraban sentados en el pequeño sofá de la sala de estar mirando precios de boletos.
- No elijas esa aerolínea, es pésima. - le recomendó Alastor -
- ¿Qué te parece esta? Dice que el vuelo es a las 10 am. Creo que es buena hora. - contestó Charlie apuntando a la pantalla de su laptop con un dedo - Solo tendríamos que estar a las 7am en el aeropuerto ¿Despiertas temprano?
- Yo siempre despierto temprano, me gusta ser puntual.
- Yo no, para la único que despierto temprano es para las clases o los viajes, el resto de mis días lucho para salir de la cama. - hizo un par de clicks - ¿Clase ejecutiva?
- ¿Ejecutiva? Solo es un vuelo de dos hora y media. - el moreno la miró sorprendido - Además el boleto sube de bastante de precio.
- Oh, yo puedo pagar ambos. - hizo otro click más - Y ya sé que no vas a aceptarlo como un regalo por tu orgullo y eso, así que pagamelo dándome un tour por Nueva Orleans.
- Eso iba a hacerlo de todas formas. - suspiró - Déjame pagártelo.
- Bueno, bueno. - la rubia rodó sus ojos - ¿Pasillo o ventana?
- Pasillo, siempre duermo durante el viaje así que la vista no me interesa.
- Es bueno saber eso, así llevaré un libro o quizás mis cosas para tejer, y audífonos, no puedo viajar sin ellos.
- ¿Tejes? - preguntó Alastor con una sonrisa burlona -
- Así es, y para tu información soy muy buena tejiendo bufandas y guantes. - le miró por el rabillo del ojo -
- ¡Ja! Eres toda una señorita de la regencia ¿Bordas en el borde de tu ventana esperando a que llegue un buen prospecto?
- Oh sí, cada tarde elijo mí mejor vestido, peino mi cabello y miro al horizonte con aire melancólico. - sonrió sin mirarlo - Lamentablemente mí único prospecto es el hombre más petulante del pueblo.
- Al menos es apuesto.
- Eeh, depente de quién lo diga.
- ¿En serio? Porque tu amigo me llamó "alto, bronceado y guapo"
- Y yo te llamo un tonto, pero quédate con lo que más te guste. - hizo un par más de click aquí y allá - Todo listo. Ahora, lo importante. - dejó el aparato sobre la mesa de café que tenía frente a ella - ¿Algo que no deba preguntarle a tu madre? No lo sé, algún familiar, un famoso o política.
- Mamá no suele hablar de política, no creo que odie a ningún famoso y no está peleada con nadie de la familia solo... - Alastor mordió un poco su labio inferior - No quiero entrar en detalles, pero no solemos hablar de mí padre.
- Oh... está bien. - respondió Charlie sin presionar - Nosotros no solemos hablar de mamá... sigue siendo un tema delicado para papá.
- De acuerdo. - respondió el moreno - Ahora dime ¿Qué otros hobbies tienes además de ser una dama inglesa?
- Patearle las bolas a los que se pasan de listos, espero que no se te olvide. - le sonrió ladina -
- No podría ni aunque quisiera.
- Bueno... - pensó por unos momentos - Me gusta tejer, bordar, me gusta hacer libros de recortes y también se algo de alfarería. - decía mientras contaba con sus dedos - Me gusta cocinar, en especial hornear y la repostería. Me encanta escuchar música y bailar.
- ¿Sabes bailar?
- Oh sí, baile de salón y alguna que otra cosa. Creeme, casi todos los niños ricos saben baile de salón. - se acomodó en el sofá subiendo sus piernas - ¿Y tú tienes otros hobbie además de ser un dolor en el culo?
- Alastor tuvo que usar todo su autocontrol para no mirarle otra vez los muslos - También me gusta ser un dolor de cabeza, pero aparte de eso me gusta: cocinar, leer, escuchar jazz, tocar el piano y bailar, también gusta ver películas de terror.
- ¿También bailas? - preguntó Charlie emocionada -
- Sí, aprendí en la iglesia. Mamá adoraba ir a esos cursos y no tenía nadie que la acompañara.
- Eso muy tierno, y por cierto AMO las películas de terror.
- ¿Sí? Pensé que te gustaría más la comedia.
- También me gusta pero amo las de terror, y tengo una especial fascinación por las que son malisimas.
- Tan malas que llegan a ser buenas.
- Exactamente. - Charlie se echó a reír y el movimiento hacía que su playera se subiera un poco -
- Charlie yo... - Alastor tragó saliva y miró al techo - quiero pedirte que te cubras mejor, casi puedo ver algo que no debería.
- ¿Qué? - Charlie miró sus piernas y sonrió maliciosa - Vaya, vaya, así que estuviste viendo mis piernas todo este tiempo, que libidinoso...
- ¡No las estuve mirando! - respondió rápido Alastor mientras sus mejillas se ponían rojas - Por cómo estás sentada no puedo evitar notarlo.
- Oh, pero puedes mirar todo lo que quieras... - respondió con voz seductora - Puedes mirar ahora mismo si quieres, voy a subir la playera.
- Charlotte por favor... - Alastor cerró sus ojos -
- Tienes mi consentimiento.
- Charlie... - cubrió sus ojos con sus manos -
- Que bueno que hoy elegí mi mejor conjunto de ropa interior...
- ¡Charlie no es gracioso! - el moreno se giró a mirarla rojo como un tómate pero lo único que vio fue a Charlie con una enorme sonrisa mostrandole unos short color rosa que llevaba bajo la playera - Tienes... shorts...
- ¡Wow! Mírate esas mejillas, parecen manzanas de tan rojas. - se acercó de rodillas sobre el sofá- Dan ganas de moderlas.
- Aquí la única con mejillas de manzana eres tú. - el moreno, enfadado, apretó las mejillas de al chica -
- ¡LO SHIENTO, LO SHIENTO! ¡NO LO VUELVO A ASHER! - decía mientras Alastor seguía presionando sus mejillas - ¡PIEDAD!
- Más te vale, eso no fue gracioso. - al soltar las mejillas de la chica miró sus manos - Vaya que son suaves.
- Y eso que nos haz sentido mis --
- ¡CHARLOTTE!
Lo único que podía escucharse eran las carcajadas de Charlie y las quejas de Alastor.